hacer para ganar

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HACER Para Ganar

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  • 01.LA VICTORIA COLECTIVA

    EN NUMEROS

    1 El otro dato de color: salir primeros en la escuela Gurruchaga, que es algo ms que la escuela secundaria de los candidatos, por su identifi-cacin barrial quizs. Al menos, eso explica que en esa seccional, la 7, los resultados globales dicen que Ciudad Futura fue la 2da opcin ms votada, por encima del PRO. Dato no menor en un pedazo de la ciudad que fue noticia por sus constantes denuncias contra los raros episodios de inseguridad, que apuntan a la complicidad policial, con movilizacin de cientos de vecinos entre cansados e indignados, pero que decidieron dar impulso a otras formas de decir y hacer que no son las tradicionales. Y all tambin estaban esos candidatos a los que conocen, porque los vieron por all, antes y ahora.

    Ciudad Futura concluy la jornada electoral siendo la tercera fuerza de la ciudad con 87.648 votos, lo que equivale a un 16,09%, rompiendo todos los techos imaginados con un crecimiento del 366% respecto de las elecciones primarias.

    La contundencia siempre es una buena evidencia para convencer sin dejar lugar a duda, por la conviccin o la energa con que irrumpe. Alterando algunas palabras, vendra a ser la fuerza o energa con que se golpea algo, como por ejemplo el tablero poltico donde se distribuyen las precarias y casi obsoletas formas de organizacin llamadas Partidos o, abstraccin mediante, fuerzas polticas.

    Es ah donde los nmeros cobran importancia, al menos para comenzar.

    Ciudad Futura concluy la jornada electoral siendo la tercera fuerza de la ciudad con 87.648 votos, lo que equivale a un 16,09%, rompiendo todos los techos imaginados con un crecimiento del 366% respecto de las elecciones primarias. Cuatro veces ms con solo dos meses adicionales de campaa.Para que se entienda mejor: la cantidad de votos en la seccional 10 (Norte), por tomar un ejemplo, equivale a la totalidad de lo sembrado en las internas de 2013, el debut en las urnas. Hubo mesas de 75 votos, cuando el mximo en las PASO 2015 haba sido de 25. La seccional 18, en el Sudoeste, creci un 688%, mientras que otras zonas de la ciudad, muy distintas entre s como las seccionales 19 (Oeste) y 21 (Sur), crecieron 655% y 518% respectivamente. Remarcar el contexto y las particularidades de estos territorios no es menor, si recordamos que se trata de una disputa con aparatos muy fuertes (el Peronismo, el Pro y el Socialismo) que conservan, hacen pie y construyen nichos, en todos los puntos cardinales de Rosario.

    El dato que puede considerarse una pincelada en el alma, y que demuestra algunos valores poco visibles, pero fundamentales, es que Ciudad Futura gan en la seccional Sub-2 (Nuevo Alberdi), la geografa que vio nacer un movimiento en 2005 y un instrumento poltico en 2012, que resisti la imposicin de un modelo de ciudad cuyos repre-sentantes son los poderes facticos, los que siempre gobiernan independientemente del gobierno de turno (que, no por casualidad, es el mismo hace 25 aos).

    Ese mismo territorio, irrepresentable para cualquier opcin poltica que piense que todo debe seguir como est, vot masivamente a su hijo prodigo y permiti ver a Ciudad Futura en el primer lugar. En la seccional 15, entre la que se encuentra Villa Moreno, consigui el 3er lugar, superando al peronismo, en uno de sus histricos bastiones .

    Contradiciendo a la fsica, Juan Monteverde dijo: construimos una puerta por la que decidieron pasar casi 90 mil rosarinos, demostrando que en poltica el vaco tambin es un espacio de accin. Un aprendizaje de movimiento, inspirado en aquella mxima zapatista que dice: Una ventana se abri, unos se empean en cerrarla de nuevo, otros en llamar a conformarse con la contemplacin. Pero otros, los ms, buscan ya la forma de abrir una puerta y salir. Porque una casa sin puertas para entrar y salir, no es ms que una caja negra donde la realidad se refleja siempre invertida y convence, a quienes la habitan, de que ese mundo invertido y absurdo es el nico posible.

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  • Irrupcin de una nueva fuerza y anticipacin de una nueva mayora social

    02.LA VICTORIA CUALITATIVA

    2 Segn esta diferenciacin conceptual, la poltica designara al sistema instituido de prcticas propias del campo electoral-representativo mientras que lo poltico remitira a las experiencias reales que inauguran nuevas formas de vida colectiva. Para ver ms: Hupert, P. El estado Posnacional: ms all del Kirchnerismo y el anti-Kirchnerismo, edicin propia, 2011.

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    Un Partido de Movimiento modific el sentido comn golpeando con energa el tablero poltico mediante una agenda basada en su construc-cin propia, que no es otra que la de los problemas del comn. Un juego no de palabras, sino de hechos.

    Las elecciones del 14 de junio pueden analizarse desde mltiples miradas. Nosotros, preferimos hacer hincapi en una en particular: la irrupcin de un nosotros que no solo se ocupa de aquellas cuestiones en las que el estado se retira, como otrora fuera su rol histrico, sino que tambin pretende despedir de ese estado a quienes histricamente lo ocuparon para hacer lugar a las actividades de ese nosotros. Un acontecimiento con maysculas, precedido de una campaa donde lo poltico dio clases de baile a la poltica . Si hubo una invariante fue la fuerza de lo comn, sembrando y cosechando su alternativa frente a una corporacin que ltimamente se dedica demasiado a tramitar el da a da en detrimento de los procesos, a surfear el poder-sobre los otros, hasta el punto de ser desbordada por un Partido de Movimiento que modific el sentido comn golpeando con energa el tablero poltico me- diante una agenda basada en su construccin propia, que no es otra que la de los problemas del comn. Un juego no de palabras, sino de hechos.

    Es as que, desde el 2001 hasta hoy, mientras la poltica se retiraba paulatinamente de los asuntos que histricamente le fueron inherentes, y cuando el estado perdi su instrumento representativo, los olvidados de la infra-poltica se juntaron en su ausencia y decidieron comenzar a pensar y hacer. Mientras Rosario se converta, en palabras del periodista Alvaro Torriglia, en una ciudad de frontera en la que la violencia y la corrupcin forman parte de los dispositivos de disputa de una riqueza obscena, que marca la reconfiguracin de territorios, espacios, negocios, instituciones, y hasta de las ms mnimas normas de convivencia, tambin surgan un conjunto de prcticas polticas que, por su invisibilidad, pasaron inadvertidas

    (o fueron conscientemente ocultadas) mientras tejan su propia trama para conformar una alternativa coherente a ese modelo de ciudad. Como dice Pablo Hupert: all donde no est el estado y la poltica tradicional, nosotros politizamos nuestros problemas.

    Para Ciudad Futura, la politizacin de nuestros proble-mas viene acompaada por propuestas y proyectos materializados.

    Podemos decir que Rosario es la ciudad que anticip procesos que luego seran replicados en otras locali-dades, como la burbuja inmobiliaria, la criminalidad econmica y el espiral de violencia asociado. Pero tambin es escenario anticipado, como sostienen sus protagonistas hace aos y se confirm el 14 de junio, de una nueva mayora social construida en la ltima dcada de manera (incomprensiblemente) autnoma. Que antes de la muerte de un modelo, nace otro que viene a desbordarlo entindase: superarlo- porque trae consigo un repertorio de accin poltica absolutamente nuevo para ese sentido comn dominante, del que forman parte todos los partidos tradicionales, de izquierda y de derecha.

  • Un proyecto poltico cuyo eje de gravedad est en laconstruccin territorial, fuera del campo de la

    representacin (electoral/meditica)

    03.LO POLITICO Y LO ESTATAL

    Es as como, para lograr comprender de dnde viene esta irrupcin que instal a Ciudad Futura como tercera fuerza en la ciudad provocando un reordenamiento del tablero poltico hay que ampliar el anlisis, llevndolo ms all del mbito estatal.

    El verdadero eje de gravedad de Ciudad Futura, la columna vertebral de este proyecto, pasa por la construc-cin territorial autnoma . La invencin, sostenimiento y desarrollo de proyectos concretos que anticipen hoy la ciudad igualitaria que imaginamos para el maana. Experiencias que nacen ms all de las lgicas electorales y mediticas, pero que materializan una idea de lo poltico radicalmente ligada a la transformacin cotidiana de la realidad.

    Son estas prcticas (que denominamos prefigurativas, para sealar su capacidad de anticipar el tipo de experi-encias que consideramos que son parte de un nuevo modelo de ciudad por venir), es sta construccin segn una lgica de movimiento, lo que permiti no slo presentar un discurso distinto al de la poltica tradicional sino tambin mostrar un hacer distinto pero igualmente viable, expansivo y escalable.

    La eficacia de la campaa pas por la articulacin de elementos especficos de la intervencin electoral (un proceso de instalacin social de candidatos; un trabajo de elaboracin de un discurso renovado; un dispositivo de comunicacin poltica tan militante como capaz de trabajar con un alto nivel de profesionalismo) en torno a una dcada de construccin de autonoma real en territorios diversos: escuelas, proyectos productivos, redes de consumo colaborativo, espacios culturales. Todos proyectos concretos y funcionando.

    Fue esta centralidad del HACER lo que termin resultando una clave fundamental para el crecimiento de la adhesin por parte de una gran mayora de los votantes de Ciudad Futura.

    3 Entendiendo por territorio algo que incluye pero no se limita a las construcciones posibles en los barrios de la periferia. Territorio es, para nosotros, toda trama de la vida social (educativa, laboral cultural, productiva, comunicacional, etc.) susceptible de auto-organizacin

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  • Prcticas prefigurativas y conflictos de la ciudad fragmentada

    04.LO IRREPRESENTABLE

    Una de las virtudes principales que caracterizan a todo el proceso de construccin previa de la victoria colectiva de Ciudad Futura consiste en transformar problemas y luchas locales (a veces difciles de apreciar desde una posicin externa a los mismos) en una escala diferente de perspecti-vas analticas y polticas. Es decir, hacerlos visibles y polticamente interesantes ms all de sus fronteras. Desde la lucha por la tierra, la ordenanza del Ya basta! que prohibi la creacin de barrios privados, o la resistencia al desalojo del ultimo tambo de la ciudad, hasta las 35 marchas sucesivas y el acampe frente a los tribunales provinciales en el histrico juicio del triple crimen de Villa Moreno. Signific tambin remarcar que las categoras tradicionales son absolutamente simplistas para captar las complejidades de los desarrollos desiguales en las ciudades del siglo XXI.

    En los das primaverales de 2012, cuando Ciudad Futura inicia el camino de construccin de un instrumento poltico, ubica a la Revolucin Urbana como su corazn. As como en el mundo de la investigacin se habla de reas de vacancia cuando existen problemas desconocidos o poco estudiados, Ciudad Futura se decidi a llenar un vaco ms que importante para este siglo, un rea de vacancia poltica: la ausencia de la ciudad en los procesos de cambio regional. Se pregunt por los motivos, y sali a proponer vas de cambio.

    Explicado rpida y sencillamente: la poltica tradicional regal el terreno de la ciudad a las corporaciones econmicas que necesitan de ellas para materializar sus utopas. Dej que fueran blancos geogrficos para la creacin de zonas empresariales, reduccin de impuestos locales, impulso de negocios pblico-privados y una batera de iniciativas que, con el estado municipal acompaando, movilizan espacios de la ciudad para el crecimiento econmico de una elite (en su mayora local) que ocupa y produce esos espacios, como lo ha hecho siempre para sobrevivir. El neoliberalismo realmente existente es tambin aquel que opera en escala local, haciendo que los

    gobiernos municipales (independientemente de la orientacin poltica o de la coyuntura nacional) se ajusten al cortoplacismo de la ganancia empresarial, la desregu-lacin e incluso la exacerbacin de los conflictos territori-ales, slo para atraer inversiones. Ni qu hablar de las mutaciones impredecibles que significa construir una ciudad segn los intereses privados. Todos los problemas que esta versin local del neoliberalismo genera se resuelven geogrficamente, como el narcotrfico, donde mueren los que no consumen.

    Entonces, la mayora de los individuos libres y autnomos que defienden sus intereses en la sociedad civil no son ciudadanos, por la simple razn de que no pueden participar polticamente en la actividad del estado. Y todos los sectores polticos aportaron a esa versin restringida de la poltica.

    Pero probablemente haya cambios que estn floreciendo, y la sociedad del siglo XXI reclame ya no tanto la propie-dad sino el acceso igualitario a plataformas de circu-lacin, vivienda, educacin y productividad mediante su participacin activa en las decisiones. A veces lo har organizadamente y en otras ocasiones manifestar su disconformidad a travs de la emergencia de problemti-cas irrepresentables. Entonces, vuelve la pregunta: Esta clase poltica puede brindar esa posibilidad, teniendo en cuenta que para ello debera empezar por asemejarse ms a esa sociedad que la interpela poniendo el cuerpo?

    Si algo nos ense el 2001 y sus aos posteriores es que la institucionalidad, es decir la resolucin de problemas a travs de los dispositivos estatales, ya no se estructura alrededor de la representacin. Si bien los cambios a nivel latinoamericano demuestran que la poltica puede autonomizarse relativamente del capital, tambin es cierto que sus mecanismos de representacin e identidad montados hace dcadas, son obsoletos. Partidos, sindica-tos, escuelas, perdieron su capacidad de organizar la vida de una sociedad. Ni qu decir de la capacidad de estos como formadores de subjetividad ciudadana, o la posibilidad de que compitan con la publicidad y las redes virtuales. Cmo responde LA poltica ante eso? Con la gestin ad-hoc y punto por punto, que resuelve efmera-mente la imposibilidad de representar y patea hacia

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  • Para Ciudad Futura el mascarn de proa que dirige la nave es entender a la poltica como el arte de facilitar el encuentro y la construccin de otras formas de vida que construyan un sujeto colectivo potente.

    adelante cualquier acontecimiento como si fuera un boomerang. Los medios de comunicacin ayudan bastante y dan forma a ese crculo vicioso.

    O sea, a todo el resto de plataformas pblicas estatales y no estatales, la ciudad les queda grande, no pueden representar lo irrepresentable. Qu es lo irrepresentable? Los problemas del comn, que deben resolverse en comn, que no pueden ser envueltos, deglutidos ni tramitados con los mecanismos de la poltica tradicional. Las vctimas de violencia, los cientos de miles de inquilinos, los que ocupan tierras, y muchsimos ms (casi todos los que se nos ocurran). Los sujetos emergentes de un modelo de ciudad construido a imagen y semejanza de unos pocos poderes privados. El conflicto de Nuevo Alberdi es irrepresentable, como tambin lo fue el reclamo por justicia del triple crimen de Villa Moreno.

    Para Ciudad Futura el mascarn de proa que dirige la nave es entender a la poltica como el arte de facilitar el encuentro y la construccin de otras formas de vida que construyan un sujeto colectivo potente. Retomar el discurso crtico, s, pero desde las realidades que lo hacen necesario, para no volver a convertirlo en una pose ms. Por eso, la vanguardia del instrumento poltico del siglo XXI es la prefiguracin, los proyectos estratgicos (como la Cadena Lctea La Resistencia o la tica en nuevo Alberdi, el Distrito 7, o el Bachillerato Popular de barrio Tablada), la construccin de un modelo de ciudad propio, la elaboracin de esas plataformas hechas para traducir lo ideolgico a lo material, y lo material a lo afectivo. Afectivo en el sentido de algo que afecta a otros, los emociona, los acerca, les permite no slo analizar la poltica sino vivirla, reconocerse en el espacio y, lo ms importante, decidir sobre l. Esto es lo que no capta la izquierda tradicional. No es slo consigna, no es slo ensear. En el fondo, la gente sabe cules son sus problemas, y por eso la clase poltica repite hasta el hartazgo la frase resolverle los problemas a la gente. El problema es que la gente tampoco piensa que eso se soluciona con

    poltica, y no por tibieza, sino porque la imagen que les devuelve el espejo al pronunciar esa palabra se asocia con todos los valores negativos ms conocidos.

    Ciudad futura funciona como un espejo distinto, un contra-ejemplo, un instrumento veraz y no trucado que muestra la realidad, pero que invita a traspasarla (siguiendo otra metfora bastante real que utilizaba el escritor espaol Vzquez Montalban al referirse a los zapatistas). Desbordarla y construir una alternativa, atravesar el espejo, hacer una propuesta, trascender la posicin crtica e hipercrtica y plantear otra cosa. Ir ms all, romper el espejo y convertirlo en un prisma distinto que nos permita ver como debe ser una sociedad igualitaria en el siglo XXI, y fundamentalmente como se generaliza, se multiplica ese horizonte, que no es otra cosa que como se lo apropian los ciudadanos y ciudadanas.

    Ciudad Futura se propone todo eso. Fusiona lo ms organizado de un movimiento social con lo ms espont-neo de una sociedad que fluye por s sola. Transforma la publicidad en conversacin, las consignas en ideas, los asesores en inteligencia colectiva, las audiencias en sujetos activos, y las escenografas de gente tradicionales de los actos en cuerpos movilizados por causas polticas que se viven y se sienten. Tambin se da el lujo de discutir pblicamente el financiamiento de la poltica ante el odioso interrogante de #QuienLosBanca. Quin hizo la campaa, quin la conduce? se preguntan atnitos, por izquierda y derecha, los que slo hablan el lenguaje del poder, como si fuera la nica manera posible de ganar.

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  • 4 En cada entrevista que han hecho, los concejales electos se encargaron de aclarar una y mil veces que lo que se premi fueron 10 aos de trabajo incesante, con el objetivo de superar la injusta divisin entre poltica y sociedad, entre participacin colectiva e instituciones. En 2009: el Movimiento Giros lanza La Otra Campaa como proyecto critico constructivo, planteando su disconformidad con el voto pasivo que se entiende como premio-castigo y no como la expresin de una idea de conjunto. La coyuntura del momento se planteaba en la antinomia k-anti k luego del conflicto gobierno-campo, y la poltica real (la del movimiento social) no tena lugar. Se presentaba, no por casualidad, la indiferencia de los partidos tradicionales ante temas como el dficit habitacional y el modelo de ciudad excluyente al que nadie atenda. La otra campaa gritaba si los partidos son un dibujo, nosotros nos representaremos solos. En 2010: si no podemos prohibir un country en Nuevo Alberdi, vamos a prohibir a todos dijo una militante en Nuevo Alberdi, y as naci la ordenanza del Ya basta! Que tuvo tu debut triunfal en el concejo municipal, con 18 votos a favor y solo 2 en contra, tras un arduo trabajo de convencimiento a los legisladores locales. En 2011: no nos presentamos al concejo, nos vamos al territorio a construir nuestro modelo de ciudad, volvieron a decir. La ciudad era el mbito desde donde podan nacer experiencias nuevas que

    fueran un faro para la construccin poltica del siglo XXI. Haban pasado 10 aos desde 2001, y ya era hora de crear una fuerza motor de la enunciacin y un soporte de esos cambios. Militancia, tica y territorio fueron las palabras que sintetizaron dicha decisin. Contrastar utopas con las corporaciones era la estrategia. Se refund el Tambo La Resistencia, se construyeron los prototipos de vivienda, naci la tica, y la Central Rebelde ubicada en el centro de la ciudad, pre-anunciando lo que luego sera el Distrito 7. En 2012 el gobierno municipal, a travs de Mnica Fein (la intendenta que dinamito los puentes), inst a quienes protestaban por el modelo de ciudad a que construyeran su partido poltico propio. No les dio la idea, que ya la tenan, pero si puso la discusin sobre el tapete. El congreso extraordinario celebrado en un Tambo cada vez ms conflictuado por la violencia privada, dio nacimiento al Partido Ciudad Futura, fundando la decisin en la necesidad de enfrentar esa nueva realidad, la de la ciudad en manos corporativas, con nuevos instrumentos que integraran lo mejor del 2001 con los cambios regionales latinoamericanos. Que luchara por nuevas institucionalidades que empoderen la democracia. Que articule viejos anhelos, nuevos deseos y conquistas alcanzadas, y que se apoyara en la organizacin y la territorializacin de la poltica como nica respuesta ante los lmites de la representacin.

    Y por ltimo, construye tres expresiones, tres caras, tres candidatos que muestran lo ms esencial del proyecto poltico: radicales con sonrisa, y con un estilo que despierta la confianza y el optimismo, que contagia a quien lo mira y escucha, y cuyo liderazgo consiste en que han fundido sus voces con las de su entorno, en insistir en que su respon-sabilidad all es hacer las cosas para ganar, no para quedar bien, como dicen los vecina-listas madrile-os.

    Ciudad Futura comenz a construir un instrumento que funciona como un puente entre pasado-presente y futuro, la confrontacin entre el hombre viejo y el hombre nuevo, el entendimiento de cosmovisiones diferentes, heterogneas, mltiples. Le dice adis a las formas cerradas, a lo previsible y a lo ms y menos querido de la costumbre. Tira el puente y sale a multiplicar, a buscar a los hombres y mujeres que lo crucen. Porque, como deca Cortzar: aunque se tenga el deseo de tenderlo y sea hacia algo y desde algo, no es verdaderamente puente mientras los hombres no lo crucen: un puente es un hombre cruzando un puente.

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  • Por dentro y por fuera. Bloque de concejales y movimientos

    05.2015 - 2019

    La dinmica poltica de los prximos cuatro aos presentar, por tanto, este mismo proceso de articulacin entre partido y movimiento pero en un plano de mucha mayor apertura y complejidad: se tratar de construir un ensamble entre los procesos de auto-organizacin social que puedan generarse en toda la ciudad y el bloque de conce-jales de Ciudad Futura como instancia de ocupacin del Estado no menor a la hora de definir las votaciones en el Concejo.

    Hablamos, en ese sentido, de articular en trminos de potencia de transformacin de la ciudad, el adentro del Concejo con el afuera. Ciudad Futura podr funcionar como ese nexo entre la sociedad en movimiento y el bloque de concejales. Este es el modo en el cual la capacidad de incidencia de los tres ediles de Ciudad Futura puede llegar a incre-mentarse superlativamente si en el afuera hay una base social organizada, construyendo alternativas autnomas y reclamando que el Estado sostenga y potencie dichas experiencias prefigurativas.La participacin en comisiones y sesiones, la construccin de acuerdos con otras fuerzas en funcin de lograr aprobar determinadas iniciativas y dems procedimientos que forman parte del repertorio habitual del concejal en ejercicio tomarn un valor diferente al quedar subsumidas en este proceso de desarrollo ms amplio, signado por los modos de construccin movimiento social.

    En palabras de Juan Monteverde: Somos muy claros en qu es lo que queremos: como ya pasamos la discusin de la unidad de la izquierda, ahora se va a discutir cmo se construye un gran frente para ganarle al socialismo dentro de cuatro aos. Por eso planteamos esto de construir una nueva mayora social, que no es un rejunte de siglas sino trasladar los debates, sacarlos del Concejo y ver cuntos de esos 100 mil votos los podemos organizar y convertir en militancia. Hicimos todo este camino para mostrar que haba otra forma de ser de izquierda en el siglo XXI y la discusin que se viene, con los debates que impulsemos, con la movilizacin que generemos,

    es si nos queremos quedar en ser la izquierda o queremos ser la mayora. Claramente queremos ser la mayora.

    Esta dinmica de expansividad y desborde es la que permite pensar en la construccin de una nueva mayora que apoye y se implique en un proyecto en condiciones de disputar el gobierno municipal en el prximo perodo.

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    5 No queremos el ttulo de la izquierda, sino ser la mayora, El ciudadano, 22 de junio de 2015. http://www.elciudadanoweb.com/no-queremos-el-titulo-de-la-izquierda-sino-ser-la-mayoria/

  • La derecha del siglo XXI, el socialismo del siglo XXI y la pugna entre modelos de ciudad

    06.2019: LA DISPUTA QUE VIENE

    Entendemos que estamos asistiendo al agotamiento de la hegemona socialista en la ciudad de Rosario. 2015 fue el inicio del fin. Y sobre el vaco abierto por este agotami-ento se abre la disputa en la que est en juego no slo el gobierno municipal sino algo muchsimo ms impor-tante: los modelos de ciudad desde donde se va a pensar y transformar Rosario en las prximas dcadas.

    El PRO intentar reemplazar al socialismo, afianzando una aproximacin securitaria al Estado desde la cual toda problemtica (desde vivienda hasta poda y escamonda) es subsumida y repensada desde el paradigma de la seguridad. Y profundizando an ms, si cabe, la entrega del desarrollo urbano a los sectores ms concentrados del mercado.

    Esto convierte en tarea central la construccin prefigura-tiva de otro modelo de ciudad, que tenga capacidad de interpelar a una mayora social. Un nuevo modelo de ciudad que ample y consolide la esfera pblica, tanto estatal como no estatal.

    Las formas de esta disputa recin comienzan a poder atisbarse. Pero la estrategia propia viene construyndose de forma anticipada desde hace aos: la combinacin del desarrollo de proyectos prefigurativos contundentes con un modo de ocupacin poltica del Estado que entienda que ni sin el Estado ni slo con el Estado va a ser posible que esta ciudad tome la forma de nuestros sueos.

    6 Las dificultades en la profundizacin de este proyecto ya comenzaron a ser divisadas por la prensa orgnica de los negocios inmobiliarios. VER: El Concejo ahora ser un hueso duro de roer para los concesionarios y la inversin inmobiliaria. http://puntobiz.com.ar/noticias/val/99393/val_s/40/a_el-concejo-ahora-sera-un-hueso-duro-de-roer-para-la-inversion-inmobiliaria.html

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