guia de new york

32
1 NEW YORK

Upload: ediciones-de-autor

Post on 28-Mar-2016

226 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

Guia turistica de Nueva York

TRANSCRIPT

1

NEW YORK

2

GUIA DE VIAJE

3

NEW YORK

NEW YORK

GUIA

DE VIAJEX. RAÚL GONZÁLEZ SIERRA

4

GUIA DE VIAJE

5

NEW YORK

NUEVA YORK

Nueva York es la ciudad de los contrastes, en el estrecho de Narrows donde Giovanni da Verrazano, al servicio del rey de Francia, puso sus ojos en lo que sería Nueva York. Según él, la bahía proporcionaba un fondeadero seguro y el Río Hudson facilitaba el acceso a una ruta interior navegable.

Casi un siglo después la Compañía Holandesa de las Indias Orientales fundó Nueva Amsterdam, en la isla de Manhattan. Pe-ter Minuit compró la isla de Manhattan a los nativos por el valor de sesenta florines. Los primeros colonos no eran holandeses, sino hugonotes franceses que huían de la persecución religiosa

Cuando el autoritario gobernador Peter Stuyvesant llegó a nueva Amsterdam, los habitantes no pasaban de 300, las casas eran rudimentarias, las calles de lodo y a solo 450 metros del fuerte estaba el pueblo que seguía acogiendo refugiados religiosos; especialmente cuáqueros y judíos.

Años más tarde, Stuyvesant distinguió cuatro barcos ingleses con cien cañones y supuso una tripulación de 800 hombres. So-lamente uno de los barcos era de guerra, los otros tres eran mercantes adaptados, se vio obligado a rendirse y los ingleses mediante esas astucias, se apoderaron de Manhattan. Los dos países entraron en una guerra marítima que duró dos años. Por el tratado de Breda los holandeses conservaron la isla de Run y renunciaron a Manhattan. El Rey Carlos II regaló la colonia a su hermano el Duque de York, bautizándola como Nueva York.

A comienzos del siglo XVIII, la población de Nueva York era de 20,000 habitantes, compuestos de una increíble mezcla de nacionalidades. Después de la declaración de independencia, muchas tropas británicas continuaban en Nueva York donde re-quisaron alimentos, provisiones y aterrorizaron a la población. Fueron expulsados meses después, cuando Washington mar-chó desde Harlem hacia Bowery. Después de la Independencia Americana el 60 % de los americanos eran de origen inglés.

6

GUIA DE VIAJE

Las migraciones en masa, fueron causadas por: la convulsión social ocasionada por las Guerra Napoleónicas. El hambre de la patata en Irlanda y Alemania y la Revolución Industrial que arre-bataba el sustento a muchos artesanos y minifundistas. Algunos se veían atraídos por la idea de modelar la primera sociedad democrática de nacionalidades mixtas. Las grandes oleadas de inmigrantes, aventureros, buscadores de fortuna, radicales em-pujados al exilio.

La apertura del Erie Canal en 1925, unió a Nueva York a los Grandes Lagos y al Medio Oeste agrícola haciendo del puerto la puerta del comercio internacional. Una vez abierto el corazón del país, los barcos de casi toda la nación con productos des-tinados al interior convergían en Nueva York. N.Y. cuenta con 35 kilómetros de muelles y 270 embarcaderos, cada 28 minutos recibe un barco.

Empiezo a conocer el Lower Manhattan en la terminal del ferry de Staten Island y me dirijo hacia el oeste hacia Battery Park, que recibe el nombre por la batería de cañones que defendía la costa. El parque contiene numerosas estatuas y jardines. Los escalones del Atlantic Coast Memorial conmemora a los solda-dos caídos en la II Guerra Mundial. Ofrece una vista del puerto de Nueva York, Staten Island, la isla Ellis y la Estatua de la Li-bertad.

La Libertad Iluminando el Mundo es impresionante, tiene 46 me-tros de altura, sobre un pedestal de 27 y mide diez metros por la cintura, mientras la boca, tiene 90 cm de ancho. Siempre hay cola para tomar el ferry que conduce a la isla Liberty y un cuello de botella en el interior de la estatua, debido a que su ascensor solo permite subir a dos personas al mismo tiempo. También hay una escalera con 146 escalones que asciende el equivalente a diez pisos hasta la plataforma de observación. Hay otros 168 es-calones o el equivalente a 12 pisos hasta la corona. La antorcha a 93 metros de altura no está abierta al público.

El muro en forma de estrella que rodea la base forma parte del antiguo Fort Wood. Gustave Eiffel diseñó el esqueleto de hierro y el escultor Bertholdi le puso la carne de placas de cobre marti-

7

NEW YORK

lladas. Se tardaron diez años en construir la estatua que fue des-mantelada y transportada en el barco y finalmente ensamblada en su pedestal.

Aquí, a las puertas del poniente bañadas por el mar, se eleva la poderosa mujer con una antorcha y cuya llama es la Madre de los Exilios. Unos grilletes rotos yacen a sus pies y en su mano izquierda sostiene un libro de leyes con la inscripción: 4 de julio de 1776.

En la parte opuesta de State Street, está la ornamentada Custom House de Estados Unidos, construida donde estuvo el Fuerte Amsterdam, las estatuas simbolizan los continentes. Aquí había una estatua del rey Jorge III que fue fundida para fabricar balas, poco después de la declaración de Independencia.

En Broad Street convergen el pasado y presente. En las calles Pearl y Broad está el Museo Francés Tavern, un edificio georgia-no de ladrillo. El trazado de la vieja Stone Street, construida por los holandeses, está marcado por una línea de piedras en el pa-vimento. Al lado del número 85, a través de un panel de vidrio se pueden apreciar los cimientos del viejo ayuntamiento holandés.

A la derecha el Hanover Square, está bordeada de árboles. Aquí se estableció la primera imprenta de las colonias y el capitán Kidd vivió en India House, antigua sede de la Bolsa del Algodón. Continúo por William Street y doy vuelta a la izquierda por Wall Street. La calle del oro, se abre paso entre rascacielos con una estrecha vista del río East en un extremo y de la iglesia Trinity por el otro.

En el distrito financiero los edificios ya sean antiguos o moder-nos son espectaculares y se respira un aire de mucho dinero. El Federal Reserve Bank, Federal Hall, New York Stock Exchange, Trinity Church. Center, Battery Par, Vietnam Vetern's Plaza. El World Financial Center presenta cuatro torres para oficinas que se elevan al cielo coronadas con una forma geométrica diferen-te. Algunas de las sociedades financieras más importantes tie-nen su sede y hay pasos elevados que comunican con el WTC.

El nombre de Wall Street proviene del muro edificado en tiem-

8

GUIA DE VIAJE

pos antiguos para evitar que los indios algonquines entraran al poblado de Nuevo Amsterdam. Wall Street es una colección de nombres inapropiados, empezando por el de la propia calle, poco más ancha que cualquier callejón urbano de los Estados Unidos. Wall Street fue fundada en 1792 por 24 jugadores de bolsa que se reunían bajo la sombra de un árbol, en el cruce de Wall Street y Williams Street. En 1817 alquilaron un departamen-to en el número 40 de Wall Street, la que sería su primera sede.

Ninguna intersección de calles ha tenido en la ciudad la impor-tancia de Wall Street con Brod Street. En ese cruce se asien-tan tres edificios históricos: el Federal Hall National Monument marca el lugar donde Washington fuera nombrado presidente en 1798, Trinity Church es una de las parroquias anglicanas más antiguas de la nación y por último el New York Stock Exchange, la bolsa de valores fundada en 1817 y eje financiero.

El actual edificio, de estilo neoclásico, la fachada principal forma-da por seis columnas corintias y frontón con figuras esculpidas. Los edificios de alrededor constituyen el auténtico corazón de las finanzas. Chase Manhattan Bank, Chamber of Commerce, The Irving Trust Company y Marline Midland Bank.

Empiezo el paseo en esta parte del Lower Manhattan que abar-ca el distrito de los rascacielos, los tribunales y el paseo marí-timo restaurado del East River. Camino por Church Steet y me dirijo hacia el norte por Fulton Street y luego a la izquierda para llegar a Brodway. La capilla de St Paul en la esquina es la iglesia más antigua en Manhattan y es la iglesia a la que acudía George Washington. En Park Place y Broadway está el edificio Woolwor-th. Enfrente está el City May Park.

Continúo por Broadway y doy vuelta a la derecha por Chambers Street. A la derecha está el Tweed Courthouse, construido por el político que fue destituido por corrupto. Es una ironía que el edificio, lleve su nombre. Mas adelante a la izquierda está el ornamentado Surrogate,s Court. Volteo a la izquierda por Center Street donde está el primer rascacielos municipal, en su interior se gestionan licencias matrimoniales y multas de tráfico. Doy vuelta a la por Foley Square donde unos escalones de mármol

9

NEW YORK

conducen a la Court house de estados Unidos. Rematado por una pirámide dorada, al otro lado está el hexagonal Court House del condado de Nueva York.

Volteo a la izquierda por Baxter Street y cruzo Worth Street hasta Cardinal Hayes Place y Pearl Street. Sigo Pearl bajo el puente de Brooklyn y doy vuelta a la izquierda por Peck Slip y guiado por el olfato llego al Mercado de Pescado de Fulton, que a pesar de numerosos intentos de reubicarlo, el pescado se comercializa aquí desde antes de la guerra de Independencia. Mas adelante, está el South Street Seaport que abarca unas once manzanas y es un distrito histórico. Barcos históricos, incluido el Pekín, de quilla cuadrada, están anclados en el Muelle 16. El centro de visitantes se encuentra en la planta baja de Chermernhorn Row, una terraza de almacenes de ladrillo rojo.

Cruzo el paseo de madera del puente de Manhattan y me dirijo a Cadman Plaza West, sigo hacia el oeste hasta Old Fulton Street que se encuentra en una zona algo sombría, de viejos edificios y almacenes. Old Fulton Street conduce al embarcadero del ferry de Fulton, parcialmente empedrado desde donde se contempla una vista del perfil de Nueva York. Regreso a la derecha por Everit Street y luego a la izquierda en Middagh street. A la dere-cha está la casa más antigua de la zona, construida en madera y muy ornamentada. Volteo a la derecha por Hicks Street y a la izquierda por Orange Street, donde está la Iglesia de los Peregri-nos de Plymouth, donde el Clérigo Henry Ward Beecher predicó a favor de la abolición de la esclavitud antes de la guerra civil.

Regreso a través de Hicks Street y volteo a la izquierda por Wi-llow que ofrece una gran gama de estilos arquitectónicos. El clé-rigo vivió en una casa de estilo clásico. Otras casas de la calle son estilo Reina Ana. Volteo a la derecha por Perrepont Street y cruzo Columbia Heights hasta el Brooklyn Heights Promenade, conocido también como The Esplanade que atraviesa un estre-cho parque que cuelga por encima del río East, desde donde se contempla el Lower Manhattan. Continúo el sur a lo largo de The Pormenade y doy vuelta a la izquierda por Montague Street con numerosas galerías, tiendas de antigüedades, bares, liberarías. En la zona vivieron algunos escritores famosos y en la iglesia

10

GUIA DE VIAJE

de Holy Trinity admiro los primeros murales hechos en Estados Unidos.

En el Lower East Side se establecieron los que viven la pesadilla de ser inmigrante. Entre 1880 y 1910 llegaron millones. Italianos, judíos, chinos crearon sus propios barrios. Little Italy, los italia-nos que llegaron en NY se instalaron en insalubres viviendas, construidas tan cerca una de otra que la luz del sol nunca entra-ba por las ventanas de los pisos inferiores. Con cerca de 40,000 personas en 17 manzanas. Pese a todo, la comunidad creció al-rededor de Mulberry Street que todos los años y por nueve días se llama Vía San Gennaro. Actualmente viven 5,000.

Empiezo en la estación del metro Grand Street y dos manzanas al norte está el cruce de Bowery y Canal Street. El Bowery en otros tiempos fue el centro de la música popular y el espectácu-lo teatral. Más adelante está la Confucius Plaza. Chinatown, es una ciudad china dentro de N.Y. Su crecimiento es tan rápido que está invadiendo las zonas de Little Italy y el Jewish Lower East End. En sus orígenes era una comunidad de hombres que agrupaba inmigrantes orientales provenientes de California. La comunidad quedó aislada del resto de la ciudad, financiada y controlada por las mafias secretas, las Tongs. Actualmente viven 80,000 chino-americanos.

Continúo al sur, a lo largo del Bowery hasta Chatham Square, en donde se encuentra la intersección de diez calles. En el lado este, en East Broadway, hay un edificio de estilo pagoda que es un banco. En la esquina, doy vuelta por Worth Street y luego a la derecha por Mulberry Street. A la izquierda está el Colum-bus Park. Canal Street marcó los limites entre Pequeña Italia y Chinatown. En la esquina de Bayard Street, está el Chintown History Project, con fotografías que muestran la historia de los asiáticos en Estados unidos. Volteo a la derecha por Park Street y luego a la izquierda por Mott Street donde está la iglesia de la transfiguración, que originalmente fue la iglesia Episcopaliana de Zion. Continúo por la estrecha Pell Street y la Doyers Street. La esquina de estas calles, solía llamarse El Triangulo Sangrien-to, por que ahí se arrojaban los cadáveres de los muertos en las guerras Tong. N la parte más ancha es donde se concentra el

11

NEW YORK

público de fiesta en el año Nuevo Chino, que se celebra en la primera luna llena de enero.

Regreso a Mott Street, volteo a la derecha y luego a la izquierda por Bayard Street y a la derecha por Canal Street. Originalmente era un canal de desagüe. Canal Street une el túnel Holland, en el oeste, con el puente de Manhattan en el este y ofrece una co-nexión continua entre New Jersey y Long Island. Un corto paseo me lleva de regreso a Confucius Plaza. Continúo unos metros más por Canal Street para contemplar una vista a la derecha del puente de Maniatan, con su arco triunfal central. Hacia la dere-cha, contemplo una vista de la cúpula del viejo cuartel de policía cerca de la estación del metro Grand Street.

Tomo el metro y salgo en la estación Washington Square, en la calle 4 West, rodeo la plaza hasta llegar al Arco Washington. Construido primero en piedra y luego en madera para celebrar el primer centenario de la toma del primer presidente de Estados Unidos. Como la mayoría de los edificios de la plaza, The Row, un grupo de casas de estilo federal, forma parte de la Universi-dad de Nueva York. El edificio más antiguo está situado al este de la Quinta Avenida. El Washington Square North con expo-siciones de arte contemporáneo. En el lado sur, el Centro de Estudiantes Loeb se levanta en el lugar de la Casa del Genio.

El Greenwich Village, que los neoyorkinos lo llaman simplemen-te "the village", originalmente era un pueblo en donde se refu-giaron los habitantes durante la epidemia de fiebre amarilla en 1822. El extraño trazado de sus calles, reflejo de límites de gran-jas y arroyos, no puede adaptarse al cuadriculado de la ciudad. El Greenwich Village ha sido un enclave aparte, un refugio para bohemios, artistas y escritores.

En la esquina de la plaza, volteo a la izquierda por MacDougal Street en donde está el teatro de Providence. El Greenwich Vi-llage conserva el trazo de sus calles, son antiguos senderos de ganado y caminos entre las granjas. Al llegar a Bllecker Street que es sede de la comunidad italiana. En el cruce con la Sexta Avenida hay cafés en las aceras. En el lado opuesto está la Igle-sia de Nuestra Señora de Pompeii, donde se venera la primera

12

GUIA DE VIAJE

santa estadounidense, la madre Cabrini, de origen italiano.

Atravieso la Sexta Avenida, continúo a lo largo de Bleecker y volteo a la izquierda por Leroy Street. Cruzo la Séptima Avenida para entrar en St. Lucke,s Place, a mano derecha está una hilera de elegantes casas marrones del siglo XIX. Volteo a la derecha por Hudson Street frente a la Iglesia de St. Lucke-in-the-Fields fue construída a la orilla del río. Las obras de relleno la han si-tuado a mas de 400 metros tierra adentro. A la derecha Grove Street como la calle paralela de Christopher Street constituyen la zona gay. Una puerta de hierro indica el lugar donde estuvo Gra-ve Court, una caballeriza que se llamó el Callejón de la cerveza.

Continúo Sheridan Square hacia Christopher Steet y continúo hasta la Sexta venida. En el triángulo formado por La Sexta Ave-nida, Greenwich Avenue y la calle 10 West, está el antiguo Tribu-nal Jefferson. Cruzo la Avenida de las Américas y en la esquina de la calle 10 West y la Quinta avenida, está la iglesia de la Ascensión que tiene vitrales pintados y un mural.

Camino por la Greenwich Street, a la izquierda El Washington Market Park con mas de una hectárea para el ocio y el deporte, hay un terreno de juego y canchas de tenis. El nombre de TriBe-Ca, procede de Triangle Below Canal Street, una antigua zona de talleres y almacenes, está convertida en barrio artístico con tiendas de moda y restaurantes con algunos buenos ejemplos de edificios de hierro forjado. Más adelante, a la izquierda, frente a Duane Street está la elevada Independece Plaza, un complejo residencial y comercial, El Centro Cinematográfico de Tri BeCa, propiedad de Robert de Niro y el TriBeCa Grill, frecuentado por personalidades del cine. Con el aumento en los alquileres y los precios en general, los artistas se trasladaron del Soho a TriBe-Ca, Triangle Below Canal, hoy en día auténtica zona de moda.

Continúo hacia el norte y doy vuelta por North Moore Street y después volteo a la derecha en Hudson Steet. La entrada y sali-da del túnel Holland se encuentra al norte. En la esquina está la Artist Space Gallery. A la izquierda, en Staple Street. En donde se descargaban las materias primas de los barcos en tránsito. En el extremo de la calle Harrison, está el New York Mercantile

13

NEW YORK

Exchange, donde se encuentra el restaurante Chanterelle, en la planta baja. Frente al extremo de Jay Street, está el edificio de Western Union, una construcción Art Decó con fachada de ladri-llos de 19 colores. Una manzana al sur, está el Duane Par, que fue una granja holandesa.

Volteo a la izquierda por Broadway y en la esquina con Leonard, el edificio de estilo victoriano, está rematado por una torre con reloj, Además de ver las obras de arte de vanguardia en la gale-ría Clocktower, me detengo en el balcón con vistas extraordina-rias de la urge de hierro, para admirar la ciudad.

Salgo en la estación Lafayette del metro y camino hacia el sur por Broadway. El SoHo, South Houston estuvo amenazado de demolición en los 60' y en la acera izquierda está el Nuevo Mu-seo de Arte Contemporáneo, porque ninguna obra tiene más de diez años de antigüedad. Más allá de la Prince Street, está el edificio Little Singer de hierro forjado y amplias ventanas. En la esquina con Broome Street está el Palazzo Haughwout de hierro forjado inspirado en la arquitectura de Venecia.

Volteo por la Mercer Street, donde originalmente estuvieron ta-lleres textiles. A la derecha está el Bosque Encantado, una tien-da en un ambiente selvático con artefactos hechos a mano. A la izquierda está el Museo de la Holografía, donde imágenes desarrolladas por luz láser crean imágenes tridimensionales. La calle Canal Street marca la frontera entre el SoHo y TriBeCa. Numerosos artistas empezaron a instalarse en las amplias na-ves de la zona llamadas lofts. El arte y la arquitectura son los dos atractivos que han contribuido a transformar esta antigua zona industrial. Se abrieron galerías de arte, cafés y tiendas.

La mayor concentración de arquitectura de hierro colado del mundo sobrevive en el área comprendida entre West Houston St y Canal St. Su corazón se halla en Green St, cincuenta edificios en cinco manzanas adoquinadas. Las intrincadas fachadas se fabricaron en serie en una fundición, pero son curiosas obras de arte industrial. Edificios como el Singer Building, el St Nicholas Hotel. El Rey de Green Street es un edificio de estilo renacentis-ta de cinco pisos, con un porche de columnas. Antiguo almacén

14

GUIA DE VIAJE

y taller, el Rey de todos los edificios de hierro forjado.

Continúo por Prince Street y volteo a la derecha por Wooster Street en cuya calzada se encuentran los bloques de piedra sua-ve estilo belga. Más adelante está el New York Earth Room, que contiene una escultura de 140 toneladas. Volteo a la derecha por Broome y de nuevo a la derecha por West Broadway que marca el borde occidental de la zona. Esta calle es el corazón del SoHo, especialmente los sábados en la mañana se llena de visitantes procedentes de lo alto de la ciudad. Entre las calles de Broome y Spring está la fundación Dia Art. Camino de regreso a la estación de metro de Broadway-Lafayette.

El Lower Midtown, es el New York acomodado, está represen-tado en toda su diversidad en esta zona de iglesias, sinagogas, clubes, museos, hoteles de lujo, tiendas famosas, innovadores rascacielos y alto nivel de vida en general. En 1850 la arquitec-tura se convirtió en la gran protagonista, la construcción de los edificios Lever y Seagram, las primeras grandes torres moder-nas, significaron la transformación de ese tramo de Park Avenue en zona de oficinas. Las lujosas tiendas con las que se asocia la Quinta Avenida comenzaron cuando la alta sociedad se trasladó al norte de la ciudad. Cartier adquirió la casa del banquero Plant a cambio de un collar de perlas.

El dinero avanza hacia el norte, los constructores perdían poco tiempo en avanzar hacia el norte, alisando el terreno y levantan-do nuevos edificios. Las calles ribereñas de Nueva York estaban tradicionalmente entre las más sucias y peligrosas. El atractivo de la Quinta Avenida deriva de su situación geográfica, en el centro de la isla. El primer tren elevado, las excavaciones para la primera línea del metro, los trabajos del puente de Brooklyn, la electrificación de la ciudad por la compañía de Edison convir-tieron a Nueva York en la segunda mayor ciudad del mundo con 3.8 millones de habitantes.

La parte este de Manhattan está constituida por el Seaport y el Civic Center. Es el eje donde se hallan los edificios públicos de la ciudad, del Estado de Nueva York y del Gobierno Federal. También fue el corazón de las redacciones de los periódicos. El

15

NEW YORK

edificio Woolworth, el City Hall, St. Paul Chapel. A un lado está el South Street Seaport, llamada en el siglo XIX la calle de las velas por la cantidad de veleros. El mercado de Fulton donde mucha gente asiste a la subasta matinal de pescado. El puente colgante de Brooklyn unió lo que entonces eran dos ciudades separadas.

El Central Park es mucho más grande de lo que parece. Se tra-ta de un conjunto de colinas, lagos y praderas en las que aflo-ran fragmentos del lecho rocoso de Manhattan y crecen más de 500,000 árboles y arbustos. Fue diseñado en un solar en el que se encontraban granjas de cerdos, lodazales y un amasi-jo de canteras. La idea de crear una reserva de vegetación y tranquilidad para la ciudad en rápido crecimiento. Tiene casi 100 kilómetros de senderos y treinta puentes y arcos que conforman el parque. La aguja de Cleopatra, el Gran Prado y el Museo Me-tropolitano de Arte son lo más destacado de este paseo.

Empiezo por el metro de la calle 72 oeste, cruzo Central Park West y West Drive y sigo el camino que me conduce al Strawbweey Fields, dedicado a la memoria de John Lenon ase-sinado justo al otro lado de Central Park. Continuo hacia el norte, siguiendo los senderos que cruzan West Drive, el de la orilla del lago es mejor, para luego voltear por el sendero del lado norte de la Calle Transversal 79. a mano derecha se encuentra el cha-let de madera estilo suizo. Mas adelante el castillo Belvedere, es una caprichosa amalgama de estilos medievales. Desde el castillo se contempla el teatro de la Corte y el Gran Prado situa-do más allá. Entre la casa de campo y el castillo, está el jardín Shakespeare.

Continuo hacia el este y tomo el camino al sur que va al Con-servatory Pond. Embarcaciones a control remoto compiten los sábados por la mañana. A un costado están las esculturas en bronce de los personajes de Alicia en el País de las maravillas. Me dirijo al oeste a lo largo del camino que conduce al embar-cadero Loeb. En este sitio se alquilan lanchas de remos y gón-dolas, así como bicicletas. Un buen lugar para tomar fotografías es el puente Bow, de hierro forjado que cruza el estrecho brazo de situado entre las secciones más pequeña y más ancha en el

16

GUIA DE VIAJE

lago. A medio camino entre el embarcadero y el puente, la fuente Bethseda, situada en una terraza espectacular.

Desde la fuente tomo el túnel de los azulejos, para pasar por de-bajo de la calle Transversal 72 y llegar al The Mall, en el extremo norte está el templete, donde se celebran conciertos en verano. El Mall, es conocido como el Paseo Literario y más adelante el Sheep Meadow, con seis hectáreas para días de campo. A los pies del Mall, cruzo al lado occidental de East drive y a la dere-cha está el Dairy que es un edificio con tejado de pizarra, donde antes se ordeñaban vacas y ahora es un centro de visitantes del parque. Al sur está el Wollman Memorial Rink, donde los neoyorquinos practican patinaje, con ruedas en verano y sobre el hielo en invierno.

El Central Park se llena todos los domingos. La gente trae comi-da, bicicletas, patines, hijos, globos, mascotas, conversaciones. El Gran Lawn de Central Park se llena de gente y de vendedores ambulantes mirando al sur, al escenario y al otro espectáculo, el de las luces de la ciudad, los edificios de Manhattan.

Caminar por el Central Park una noche de verano es ser testi-go de un campamento un campo de refugiados y vagabundos. Hay uno en cada esquina, uno en cada banca del Central Park, uno en cada estación del metro y uno en cada vagón del metro. Los homless de Nueva York son de todos tipos, los enfermos de Sida, las madres con sus hijos, los veteranos de guerra, los ancianos. Más de cien mil viven en las calles de Nueva York. Y también más de un millón de personas viven solas, es como una tragicomedia en un teatro del absurdo. En el metro hay un acuerdo de honorables, en ningún momento se ve a dos perso-nas pidiendo dinero en el mismo vagón a la vez. Lo que hay es un desfile interminable que va de vagón en vagón contando sus historias. Soy veterano de la guerra de Vietnam, acabo de salir de la cárcel, perdí mi trabajo, tengo cuatro hijos, lo perdí todo en un incendio.

El Upper Side West, esta zona se convirtió en residencial, cuan-do el ferrocarril elevado posibilitó el enlace con Midtown. Con la construcción del edificio Dakota que fue el primer edificio de

17

NEW YORK

apartamentos de lujo, la ciudad comenzó por fin a nivelar y ade-centar las calles. Los edificios comenzaron a proliferar a lo largo de Brodway y Central Park West.

La alta sociedad neoyorquina se trasladó al Upper Side East con el cambio de siglo. Muchas de aquellas mansiones son ahora museos y embajadas. Edificios de apartamentos en Park Ave-nue y la Quinta Avenida. Las tiendas de moda y las galerías se alinean en Madison. Más al este, el ambiente se torna más in-ternacional, los barrios alemán, húngaro y la pequeña bohemia. Muchos inmigrantes de esas nacionalidades han dejado la zona, pero sus iglesias y algunos comercios permanecen. Esta es la zona de los grandes museos conocida como Museum Mile.

Podríamos definir la parte central de New York, como aquella formada por el Gramercy, el Flatrion District, por el edificio trian-gular del mismo nombre. El Chelsea, famosa por el Empire State y el Theater District por el Rockefeller Center, Time Square y el Radio Cuty Music Hall.

En el siglo XIX, unos promotores inmobiliarios del Uper Midtown construyeron cuatro plazas inspiradas en los tranquilos barrios residenciales europeos. El Glamercy Park conserva la serena dignidad de siempre, residencias, clubes exclusivos rodean el último parque privado de la ciudad al que solo los residentes tienen acceso.

El Chelsea & Garment District, suburbio de la ciudad que fue tierra de labranza; se integró a la llegada del ferrocarril elevado. Los Music- halls y los teatros se alinearon en la calle 23. Fas-hion Row creció a la par de la vía del ten elevado con numero-sas tiendas de ropa. Chelsea perdió el prestigio. Se convirtió en barrio de almacenes. Al tiempo que las fortunas de Chelsea disminuían, Herald Square, al norte ganaba popularidad gracias a los almacenes Macy's -

El Empire State Building, inició su construcción unas semanas antes del hundimiento de la bolsa del 29 y cuando se inauguró dos años después era mejor conocido como el Empty Building por que resultaba muy difícil encontrar inquilinos. Solamente la popularidad de sus miradores lo salvaron de la quiebra.

18

GUIA DE VIAJE

Theater district. El traslado del Metropolitan Opera House a Broadway, a la altura de la calle 40, atrajo lujosos teatros y res-taurantes a esta zona. En los años veinte, las salas de cine aña-dieron la fascinación del neón a Broadway, hasta que la calle pasó a denominarse Great White Way.

Rockefeller Center es el corazón de New York, una presencia unificadora en el caótico centro de Manhattan. Es el primer com-plejo de 19 edificios que integra oficinas, tiendas, auditorios, restaurantes y jardines. Una ciudad dentro de una ciudad. El barco insignia del Centro es el rascacielos Rockefeller Plaza de 70 pisos y los límites del complejo se extienden desde la calle 47 hasta la calle 51 y entre las avenidas Quinta y Sexta.

Vestíbulos subterráneos con tiendas y restaurantes unen los edi-ficios entre sí. En el centro se encuentra el Radio Music City hall. La Lower Plaza se halla rodeada de tiendas elegantes, teatros y restaurantes. Quizá el más famoso de los restaurantes es el Ra-inbow Room que se encuentra en lo alto del antiguo edificio RCA y desde él se contemplan unas vistas del perfil de Maniatan, con menues para antes y después del teatro. En los edificios, facha-das y jardines hay trabajos de 30 artistas diferentes. Un paseo entre el Plaza y la Quinta Avenida está bordeado de macizos de flores. Desde octubre hasta abril, en el Plaza funciona una pista de patinaje. En los meses de verano se transforman en restau-rante, presidido por una figura de bronce de 5,5 metros de altura, cubierta con pan de oro.

Times Square, era conocida como Longacre Square, a finales del XIX era residencia de criadores de caballos y herreros y constituía los límites de la "guarida de los ladrones", el paraíso de los carteristas. Cuando Broadway alcanzó gran prosperidad, Times Square fue bautizada así porque el New York Times cons-truyó el edificio de 25 pisos y la inauguró el 31 de diciembre. Desde entonces miles de personas se reúnen en la plaza para festejar el fin de año y así se convirtió en el corazón del distrito de teatros.

La llegada del otoño a Nueva York sobre la costa del Hudson, los vientos comienzan a soplar en la rotonda de la ONU y las ban-

19

NEW YORK

deras del mundo se agitan como la humanidad que representan. Cuando el paisaje adquiere en otoño ese aire metálico que pa-rece brotar de las propias entrañas de Nueva York. Los días se acortan y en el contraste de sombras la ciudad parece más lumi-nosa. El primer estreno teatral de la temporada coincidía con la llegada de doce trasatlánticos y las marquesinas de la Brodway anuncian la temporada. El regreso a clases devuelve su voz ru-morosa en las escuelas públicas. Después de Times Square, si se toma el tren local, se pasa por la 50, la 59, Columbus Circle, la entrada a Central Park, la 66, la 72 donde se puede transferir a los expresos, la 79, la 86, la 93 de nuevo se puede transferir, la 103, la 110 y la 116 Columbia University.

Después de la calle 100 viven los que se sujetan a Manhattan con las uñas, quienes se sujetan a las orillas de la isla para no caer al río. Los que sirven y limpian, los extras de la película, los que quieren un pedazo del American Way of Life. Camino por la Amsterdam Avenue, mas al norte de Columbia University encuentro la calle 125, también llamada Martin Luther King. Do-blar allí a la derecha me permite adentrarme en el corazón del Harlem. Continuo por la 125 hasta llegar al Tribourgh Bridge. En Harlem me encuentra con gente que no se si quieren pedirme ayuda, contarme sus penas o simplemente robarme. El calor, el hacinamiento, la basura acumulada y el olor a repelente. Harlem es negro, pero las tiendas son de árabes, coreanos e italianos. Algunas tiendas dicen "compre negro". En Harlem no sabe uno si tener pena o rabia, es para todos los fines prácticos negra. Pero la población latinoamericana ha crecido considerablemente en los últimos años, dominicanos, portorriqueños, jamaiquinos, colombianos, mexicanos, chilenos, cubanos, argentinos. Harlem es entonces tan negro como latino.

La mejor vista del centro de Manhattan, está en la esquina de Malcom X con Martin Luther King. Aunque entré al Harlem sin temor y salí sin un rasguño, pude ver la otra cara de Nueva York. Y ya en la Tercera Avenida el Harlem es cien por ciento latino, Estoy en la 130 con la Tercera Avenida cuando decido devolver-me. Los murales pintados recuerdan que el Black Power, que Black is Beautifull. Pero como la golondrina no hace el verano

20

GUIA DE VIAJE

así los murales no hacen el cambio. El odio se siente en las mi-radas, pero también se siente la decepción. La gente mira por sus ventanas, se pasean por las esquinas, autos vandalizados a un lado de las canchas de baloncesto, ¿cuantas iglesias hay en el Harlem? Nadie recoge la basura pero muchos tiran más. La principal causa de muerte para los negros entre 16 y 30 años es la violencia, después viene el Sida. Para los latinos de la misma edad es al revés.

La ciudad de Nueva York es grande, pero la extensión de Man-hattan es pequeña. Tan reducida, que la mayor parte de la pobla-ción tiene que entrar y salir todos los días por túneles y puentes, en medio de grandes congestionamientos y tumultos en metros y ferries. Una ciudad hecha a escala de los gigantes en la que uno puede perderse sin riesgo de ser aplastado por la perspec-tiva. El asfalto de la ciudad de Nueva York está hecho con vidrio molido, así que las luces de la calle y de los autos se reflejan sobre el piso caliente, todo está caliente en Harlem.

Los griegos están en la Novena Avenida. Los armenios y sirios alrededor de Rector Street. Un sacerdote ortodoxo ruso baja por la calle, los polacos gritan desde las ventanas, o se sientan en las escaleras contra incendios al este de Greenwich Village. El policía italiano permanece de pie a pleno sol en la esquina de Union Square, el ágil griego con aire de prosperidad. En William-sburg se ven judíos que llevan barbas, con sombreros y abrigos negros, el pelo largo y rizos en las orejas. Caminan arrastrando los pies con maletines llenos de joyas, de pie en las aceras de las tiendas de diamantes de la calle 47.

Los emigrantes están apegados a sus religiones, hay más igle-sias griegas y rusas ortodoxas aquí que en cualquier ciudad de Europa. El grupo más antiguo de americanos holandeses, británicos, alemanes y judíos, aunque dominantes en riqueza e influencia, son una pequeña minoría. Los ucranianos, los judíos sefarditas, los primeros y los últimos italianos, los diversos gra-dos de irlandeses, sin embargo la cuarta parte de neoyorquinos viven por debajo del nivel de pobreza.

21

NEW YORK

El World Trade Center

La historia urbanística de la ciudad está ligada a la familia Roc-kefeller. Entre las instituciones mas visibles que fundaron el Rockefeller Center, la Universidad y el Instituto, el MOMA y el Lincoln Center que erigió John D. Rockefeller III sobre el antiguo barrio de San Juan Hill. Figuras destacadas de la política y de las finanzas habían orquestado una conspiración para edificar un complejo inmobiliario en Manhattan Sur. Esa zona no lograba recuperarse desde la depresión. La idea era elevar el precio del suelo.

Años después de la depresión, el Alto y el Medio Manhattan se habían recuperado, pero el Bajo Manhattan no lograba levantar cabeza. Hacía falta construir un gran centro en el sur de la isla, un corazón que bombeara la energía financiera de esa zona. El origen de la idea del WTC surge en la década de los años 50's, de la cabeza de David Rockefeller. Tocando distintos niveles de poder, proyectaba convertir al Bajo Manhattan en la capital fi-nanciera del mundo. Así que una elite de políticos y financieros unieron sus fuerzas para edificar el centro de operaciones finan-cieras más importante del comercio global. Nelson Rockefeller al ser electo gobernador del Estado presentó un plan para el bajo Manhattan por el valor de un billón de dólares en manos de la Port Autority. La organización tenía como objetivo supervisar las actividades portuarias de NY, decidió dedicarse a la especula-ción inmobiliaria a gran escala.

La ciudad escogió la construcción del WTC, en vez de construir un nuevo túnel y un puente sobre el río Hudson. Los propieta-rios de los edificios vecinos no estaban de acuerdo y retrasaron las obras de demolición durante semanas. Dieciséis manzanas fueron demolidas y la excavación sacó suficiente material para crear el Liberty Park. Los Rockefeller querían que las torres lle-varan su nombre, pero el alcalde John Lindsay insistió en que se llamarán World Trade Center. El comité formado por Rockefeller para la renovación del Bajo Maniatan, eligieron el proyecto de Minoru Yamazaqui y Emery Roth.

22

GUIA DE VIAJE

Yamasaki, mejor conocido como el arquitecto del terror, porque había siempre un elemento de miedo en cada uno de sus pro-yectos. Desde el ferry de Nueva Yersey, solo se veía una torre, hasta que el ferry cambiaba de dirección y la otra torre aparecía como por arte de magia. Además que situándose en una esqui-na de la plaza, las dos torres provocaban una ilusión óptica de que había una cinta gris, sin volumen; flotando en el espacio. Pero más espectacular el efecto visual que producía la fachada de aluminio al acercarse a la entrada, como si fueran unas in-mensas telas de seda que se ondulaban con el viento.

-Los edificios de Yamasaki siempre tienen ese tipo de detalles. Quizás el más espectacular en ese sentido sea la sede del Rai-nier Bank, que construyó en su ciudad natal, después de haber terminado el WTC. Es una torre invertida que carece punto visi-ble de apoyo, un rascacielos al revés con la cúspide apuntando hacia abajo, clavada en el suelo. Es imposible contemplarlo sin tener la sensación que de un momento a otro se va a desplomar.

El W.T.C era un complejo de siete edificios que abarca una super-ficie de 4 a 6 hectáreas en la parte baja de la isla de Manhattan, diseñado por Minoru Yamazaqui y Emery Roth en acero inoxida-ble y cristal. Presidían el complejo, dos torres de 110 pisos con una altura de 417 metros, circundadas por el Hotel Marriott, y los edificios del 3 al 7. Debajo de estas torres gemelas, había un enorme centro comercial con 70 tiendas y restaurantes, además del centro de control de los trenes de la ciudad.

El WTC fue construido en 7 años y con un costo de 750 millones de dólares. Las Torres Gemelas de 110 pisos, 417 metros de al-tura fueron consideradas por muy poco tiempo los edificios más altos del mundo. Ese mismo año fue construida la Torre Sears en Chicago con 433 metros de altura. Actualmente las Torres Gemelas de Petrona, en Kuala Limpur, Malasia son las más al-tas del mundo con 452 metros de altura. Alrededor de una plaza central se disponen los edificios del complejo. En el centro de la plaza hay una fuente y esculturas.

La salida del subterráneo de la calle Cortland conducía directa-mente al centro comercial del WTC. A esa hora la mayoría de

23

NEW YORK

los locales permanecían cerrados, solamente las cafeterías y las franquicias de comida estaban abiertas. Al entrar por la puerta del One World Trade Center me sentía parte de esa ciudad ver-tical. Los visitantes eran fotografiados, su nombre revisado en una computadora conectada al FBI para saber si estaba fichado en un banco de datos de terroristas internacionales y recibir el gafete. Cinco minutos tardaba en pasar a través de las medidas de seguridad.

Hacia el suroeste entre las dos torres, se levantaba el Marriot World Trade Center Hotel, WTC 3 con 22 plantas. La esquina su-reste de la plaza estaba el edificio Commodities Exchange, WTC 4 con 9 pisos. Sobre la esquina nordeste se levanta el edificio Dean Witter, WTC5. Fuera de la esquina nordeste de la Plaza, el edificio de Aduanas de los Estados Unidos, WTC6 con ocho pisos. Cuatro calles, West Street en el lado oeste, Liberty Street en el sur, Church Street en el este y Vesey Street en el norte. Cruzando la Versey Street el último de los edificios, el WTC 7, de 47 pisos.

Las torres gemelas del WTC son parte del cielo, su estructura esencial la conforman el vidrio, el aluminio y el concreto. Titanes inertes dedicados a la distancia. Gemelas idénticas pero de geo-metría minimalista, cada una era un esbelto prisma ortogonal. La relación espacial también era simple, una torre junto a la otra, al deslizar una de ellas hacia el sur. En su disposición la cara este de la Torre Norte y la cara norte de la Torre Sur definen los límites oeste y sur respectivamente de la ciudad de New York, ostensiblemente copiados de la famosa plaza de San Marcos en Venecia.

Cada una de las ocho caras verticales de las Torres Gemelas por si sola era una armazón de metal y cristal, 61 vigas de aluminio. El 70 % de área de las fachadas de las torres era metal y el 30 % de cristal. Tan vastas e irregulares eran las fachadas de las Torres Gemelas que el ojo del observador era susceptible de ver efectos rizados que convertían a las titánicas láminas de seda.

El mayor complejo de oficinas del mundo. Mas de 450 compañías de 6 países tenían oficinas en las torres. El banco de inversión

24

GUIA DE VIAJE

Morgan Stanley Dean Witter tenía 3500 empleados en 25 pisos del WTC. Era el arrendatario más grande del complejo. Banco de América, Banco de Alemania, American Express, Credit Suis-se Group, Commerzbank AG, Deutche Bank AG y Thompson Financial, Banco de Taiwan, Bolsa de Nueva York, Bolsa del Al-godón, Bolsa del Café y del Cacao. Grupo de Crédito Suizo, Sports Ilustrated. Windows of the World, el restaurante que más facturaba en todo Estados Unidos. Algunos departamentos del Ayuntamiento de la Ciudad, tráfico, medio ambiente y la depen-dencia de acción inmediata contra terremotos y atentados.

El precio del alquiler de 3,500 dólares el metro cuadrado. Es-tas torres constituían una ciudad dentro de Nueva York. Con su propia comisaría, imprenta, clínica de cuidados intensivos. Se empleaban ocho millones de litros de agua al día. Cada edificio tenía 104 ascensores. Las torres fueron las primeras en introdu-cir un cambio en el sistema de elevación en los pisos 41 y 72 se llegaba a una suerte de terminal express y desde allí se toma-ban ascensores locales que permitían recorrer la altura total más rápido y con menos paradas. Minoru Yamasaki, sufría vértigo y nunca quiso ver su obra desde el último piso.

Aun no entiendo porque Nueva York se empeña en ser tan mo-derno, N.Y. es una ilusión, ese N.Y de los rascacielos se ve mejor en las películas. Cuando vivía en Nueva York, desde mi depar-tamento en East Houston y Six Avenue. Nueva York es distinto cada día. Nueva York requiere mucha energía para sostener su idea de grandeza. Lo nuevo y lo viejo convergen en el extre-mo sur de Manhattan, donde iglesias y antiguos monumentos se alzan a la sombra de los rascacielos. Aquí nació New York, la primera capital del país. El comercio ha florecido desde que el holandés Peter Minuit realizara una de las operaciones inmo-biliarias más famosas de la historia, al comprar la isla de Man-hattan a los indios algonquines por el equivalente a 24 dólares.

En el edificio One World Trade Center, el elevador tardaba 58 segundos en alcanzar el piso 107. Al atravesar el vestíbulo del restaurante Wild Blue con especialidad en cocina americana preparaban un desayuno para 60 personas. En las proximidades de este restaurante estaba el bar The Greatest Bar on Earth, co-

25

NEW YORK

nocido en la ciudad por sus impresionantes vistas y por su lujo.

El Restaurante Windows of the World significaba para mi un sitio que me pertenecía. El murmullo, la faena de café que ejecutan los meseros, la letanía de voces de las mesas cercanas, las es-tatuillas de hierro fundido, las tallas de madera y la ciudad a tra-vés de los ventanales me hacían sentir en casa a una altura de casi medio kilómetro. El restaurante Windows of the World, con 1400 botellas, tenía la mejor colección de vinos del país. Desde el piso 107 se veía el puerto, el cielo sobre Brooklyn, Verrazano Bridge, Staten Island, la Estatua de la Libertad en la bahía, Ellis Island y el Estado de Nueva Yersey. Si el día era claro, permitía ver 45 millas en cualquier dirección. En las mañanas, el restau-rante se encontraba lleno de funcionarios de la ONU, así como de los inconfundibles agentes de los bancos de inversión.

La ciudad de Nueva York en realidad es dos ciudades. La prime-ra, que es la más conocida, es la de los edificios altos, el distrito financiero de Manhattan. Allí hay edificios, ríos, muelles, estatua de la libertad, Empire State. Al regresar al Nueva York de las diferencias, de los rascacielos y de la gente viviendo en la calle. Central Park mira a la distancia, desde el norte el distrito finan-ciero no le dice nada, está allí desde hace mucho tiempo y lo ha visto crecer todo. Central Park es como la voz de la conciencia de la ciudad, donde todos escapan a veces para sentirse cerca de la naturaleza.

El distrito financiero, con el WTC y Wall Street es como una bote-lla. Se congestiona del tráfico en puentes y túneles de los miles y miles que huyen de Manhatan con las fortunas amenazadas o escapar después de las grandes pérdidas. Para los dos millones de personas que trabajan en Manhattan es un correr tratando de llegar a casa temprano. Entrar al Grand Central Station es encontrarse con gente desesperada por tomar los trenes que los llevarán a New Yersey, Connecticut y la parte insular de New York

Dice la Biblia que antes de construir la Torre de Babel, los hom-bres hablaban un solo idioma y tenían un propósito común. Las nuevas torres de Babel se llamaron rascacielos en ese ímpetu

26

GUIA DE VIAJE

para elevar el símbolo del todopoderoso dólar. La confusión es parábola de rascacielos en las atalayas del orgullo.

La ciudad que no se conoce está bajo tierra. Descender a to-mar el tren subterráneo es entrar a otra ciudad. Y no sólo por los trenes, increíblemente pintados con graffiti. Hay 11 líneas principales de rieles, cada línea tiene a su vez dos recorridos. Hay 25 recorridos oficiales que atraviesan más de 20 veces los diferentes canales y ríos que dividen a Manhattan y Harlem de Queens, Bronx y Brooklyn. Descender al metro es encontrarse en otra ciudad, gris, apresurada, pero igualitaria. Todos en el mismo tren, compartiendo olores, ruidos, espacio, mirando de reojo. Pero toda esa pesadilla igualitaria es temporal. Pero el metro sigue ahí, proveyendo refugio en el invierno a los indigen-tes que lo transforman en su casa colectiva, el metro de Nueva York primer territorio libre de Estado Unidos.

El sábado es imposible pasear tranquilamente por Manhattan. Sus calles se ven invadidas por una multitud ansiosa y apresura-da a la caza de prendas y objetos de moda, en busca de empujo-nes y ofertas. En la ciudad se encuentra de todo y para todos los bolsillos. Ropa de ocasión en Domsey´s en Williamsburg hasta joyas en Tiffany's, trajes de miles de dólares en Bergdorf Good-man. De hecho el precio de un Levis 501 puede costar más del doble si se compra en el Original Levis Store de la calle 57, en vez de en el Canal Jean Co. De Brodway.

Por todas partes, incluso fuera de temporada de rebajas en los meses de enero y junio se encuentran gangas, como en Century 21, una enorme tienda especializada en prendas de otras tem-poradas de Bill Blass, Donna Karan o Calvein Klein.

-Sin embargo los neoyorquinos seguimos acudiendo en masa a los almacenes Bloomingdale´s, en nueve pisos alberga todos los grandes nombres de costura y la cosmética. También el al-macén de Macy, que con sus diez pisos asegura ser la mayor del mundo, el Manhattan Mall y la Trump Tower con seis pisos de escaparates.

Y para comprar se va a la Quinta Avenida o a Broadway a la al-tura de Times Square. En ambos lugares se consigue lo mismo

27

NEW YORK

pero en la Quinta Avenida las cosas son más caras. Cada fin de año, cientos de miles nos reunimos en Times Square, Brodway para celebrar la llegada del Año Nuevo. Grupos musicales entre-tienen a la multitud que soporta temperaturas bajo cero. Esta es la fiesta más grande al aire libre en Año Nuevo de todo el país. Con la ayuda de gran cantidad de alcohol anticongelante nos amanecemos hasta que a las seis empieza a funcionar el metro.

Times Square suele ser una ciénega de tráfico y multitudes que cruzan entre los coches camino de los teatros o de los cines. Las aceras llenas de turistas, de vendedores ambulantes, de puestos callejeros donde se hacen caricaturas o se dan masa-jes orientales. Predicadores giran agitando la Biblia sobre los paneles electrónicos los titulares de noticias y cotizaciones de la bolsa. Times Square es un cruce entre Bangkok y Blade Runner. En Times Square las ofertas, las voces grabadas con marcado acento árabe, diciendo que el negocio cierra en una semana y tienen que vender todo por liquidación. Y los negocios pasan años y continúan en el mismo sitio y con las mismas grabacio-nes y ofertas.

El día de Acción de Gracias, es el festival anual de las cosechas en el país y cae en el tercer jueves del mes de Noviembre. La tienda departamental Macy´s promociona un desfile. Payasos, artistas, bandas, escenarios llenan las avenidas de la ciudad. El desfile empieza a las nueve de la mañana en la calle 77, en la parte superior del lado oeste. El desfile sigue por Columbus Cir-cle y baja por Brodway hacia Herald Square en frente de Macy´s.

El Domingo de Pascua, al comienzo de la primavera, los resi-dentes visten en sus atuendos más elegantes y desfilan a través de las calles de Manhattan hacia su iglesia. Se visten de todo, desde uniformes de la guerra civil, hasta trajes de diseñador. El desfile empieza a las 10 de la mañana y dura hasta la tarde. Se centra en la quinta avenida, entre la calle 49 cerca del Rockefe-ller Center y la Catedral de San Patricio hasta la calle 57.

El Maratón de la ciudad de Nueva York atrae a mas de 30,000 corredores del país y del mundo, dos millones de espectadores. La carrera empieza en Staten Island en el Puente Verrazano,

28

GUIA DE VIAJE

continúa a través de Brooklyn y Queens, cruza Manhattan, sube al Bronx y termina en el Central Park, cerca de Tavern en el Green.

Muchos vecindarios en Nueva York organizan ferias y festivales que incluyen entretenimiento, comida y mercancías. La fiesta de San Genaro, a mediados de Septiembre, convierte a la Peque-ña Italia en un festival de comida por una semana. La feria de Columbus, también en septiembre, se extiende desde la calle 66 hasta el lado oeste de la calle 96. La fiesta de la comida de l a Novena Avenida en el vecindario de Hell´s Kitchen o el año nuevo chino en Febrero

-San Patricio, santo patrono de Irlanda, cientos de miles de des-cendientes de inmigrantes irlandeses marchan a través de las calles de Manhattan y visitan la catedral Al anochecer todos los bares, clubs y pubs de Nueva York se llenan con gente usando prendas de vestir verde simbolizando su herencia irlandesa.

El Haloween de Greenwich Village, hogar de artistas, actores y una gran comunidad homosexual, los residentes llevan a cabo un desfile espectacular. Se visten con los disfraces más exóticos y bizarros para marchar por todas las calles de su vecindario.

La marcha de homosexuales y lesbianas de la ciudad de Nue-va York, después de más de cinco horas de autos, camione-tas y gente. Semidesnudos, ropa interior tallada en cadenas, los travestís, lesbianas en motocicleta, mujeres con los senos descubiertos, hombres corpulentos de la mano. En el fondo de ese vértigo, predicadores dicen que Cristo volvería esta noche, indigentes leen libros de filosofía, turistas sin cámara fotográfica escoltan a reinas de belleza, políticos del brazo de marginados, grupos de acción en contra del Sida, un camión lleno de condo-nes avanza por la Quinta Avenida.

Después de todo ser gay el domingo 27 de junio en la Quinta Avenida era lo más normal del mundo. Y después cada uno se va a casa o se unen a la espontánea procesión de personas que seguían la música alegremente hacia Washintgton Square; donde grupos de teatro callejero animan a los miles que pasean por la plaza.

29

NEW YORK

La playa al sur de Brooklyn, en Conney Island se llena de la gen-te más diversa. En su mayoría Neoyorquinos que no pueden ir a otra parte, la playa es gratis y queda a una cuadra de la estación del Metro. Van familias, parejas, jubilados. Todos mezclados en una playa donde casi no hay olas, donde no hay olor a mar y donde la arena es negra. Además el agua del océano Atlántico en Nueva York es terriblemente helada.

En Manhattan yo creía haber visto las paredes con la mayor cantidad de graffiti del mundo. Pero no, la mayor cantidad de Graffiti está en Brooklyn. Al grado que algunas pandillas pintan las paredes del color natural para después poder poner sus pro-pios signos. las estaciones del metro, al sur de Brooklyn tienen graffiti hasta en el piso.

La llegada del otoño en Nueva York, el cambio se produce casi de un DIA para otro. La ciudad llena de turistas y crucificada por el sol se transforma súbitamente en una noche de septiembre. Al atardecer, el aire comienza a tener un roce metálico. Los días se acortan suavemente y en el contraste con las sombras pre-maturas la ciudad parece más luminosa. Era la noche en que el primer estreno teatral de la temporada coincidía con la iniciación del otoño. Se descubre que todo el mundo esta de regreso en Nueva York. En un mismo DIA arribaban doce trasatlánticos, en los night clubs reaparecían los nombres tradicionales y a lo lar-go de todo el East Side vuelven a verse hombres con ropa de etiqueta y las limousines Cadillacs. Nueva York, comienza a ser Nueva York de nuevo.

Están encendidas todas las marquesinas luminosas de los tea-tros y a lo largo de Broadway se escalonan las grandes premie-res cinematográficas envueltas en la luz de los reflectores; se multiplican las banderas extranjeras en lo alto de los grandes hoteles donde se aloja el mundo diplomatico que llega para la Asamblea General de la Naciones Unidas; los restaurantes lu-josos cambian el confort frigorifico del verano por un tibio aco-gimiento que parece brotar de las alfombras rojas y espesas, mientras en los guardarropas,sobre las pieles caras, flota un aire de perfumes franceses. Mas de un millón y medio de alumnos le devuelve su voz rumorosa a las escuelas publicas; se iluminan

30

GUIA DE VIAJE

los edificios de las Universidades y hay, en general, un acelera-miento insensible de la actividad como si Nueva York recuperase las energias que estuvieron sofocadas bajo el peso del verano.

Todo eso se encuadra en un marco fragoroso que la Naturale-za pareciera combinar con un caprichoso toque modernista. El follaje de los parques y los jardines que conocemos se toma un respiro exótico antes de marchitarse y adquiere un tono bron-ceado-de viejos bronces y bronces relucientes-que le da al pai-saje un mágico aire metálico. Desde el punto de vista del efecto decorativo, Nueva York-todo el noreste del pais-disfruta durante un mes casi de una extraña belleza también exclusiva, promovi-da por el sorprendente colorido del follaje.

Lo que es razón de un espectáculo incomparable en toda la ca-piña de Nueva Inglaterra, resulta en Nueva York un toque mas sorprendente todavía, porque es fácil comprender como es de armoniosa la combinación que se establece entre el paisaje y la ciudad, cuando el paisaje adquiere en otoño ese aire metálico que parece brotar de las propias entrañas de Nueva York. Con el otoño ya predominan los cielos grises y pesados. Las fiestas clásicas de la época, el Rosh Hashana de los judíos y el DIA de Acción de Gracias de todo el mundo, son fiestas que tienen un intimo sentido familiar, naturalmente auspiciado por el clima.

Ese mismo Día de Acción de Gracias, a fines de noviembre inicia la temporada de Navidad y por estos años además de mostrar-se un pálido sol, a veces nevaba suavemente, cosa que ya no sucede. Pero tanto el sol como esa incipiente nieve envolvían el desfile mañanero de Macys en un clima de ternura simple que le da sustancia a eso que se define como el espíritu navideño. El desfile de Macys es una tradición neoyorquina, que existe hace mas de 70 años y señala automáticamente el comienzo de la temporada navideña.

Bien avanzado diciembre, sobre la costa del Hudson comienzan a soplar los primeros latigazos del viento y en la rotonda de la ONU las banderas del mundo se agitan como la humanidad que representan; insensiblemente, la vida se va haciendo un poco mas dura: viento, frió, algo de lluvia y algo de nieve; pero, insen-

31

NEW YORK

siblemente tambien la vida se va haciendo más estimulante al auspicio del aire fresco y vitalizador que parece electrificar a la ciudad con esa fuerza flamante que todos los años se estrena en otoño,después que Nueva York ha recargado sus baterias con el sol y el mar y el aire y el calor que quedan atrás.

Por supuesto que el Nueva York de los 60 era otro Nueva York, uno de los ejemplos mas tiernos y divertidos lo encontramos en la pista numero 9 del aeropuerto de La Guardia, que estuvo ca-torce días cerrada porque al limpiarse la hierba se descubrió a unos centímetros de esa pista un nido de faisanes con once hue-vos; y los obreros con autorización de la jefatura del aeropuerto colocaron banderas rojas en torno al nido y se clausuro la pista hasta que nacieron los polluelos.

Historias que en Nueva York, ahora formarían parte de la cien-cia-ficción o de una utopía. Copo a copo, o mejor dicho nevada a nevada, se viene el frió, así que los dejo ya que iré rumbo a esa ciudad subterránea que existe en Nueva York,y donde es mas facil enfrentar el crudo invierno de la Big Apple.

32

GUIA DE VIAJE