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CURSO BASICO DE GUIA CANINO TEMA I CONOCER AL PERRO Capitulo I “Es fundamental para todo adiestrador y conocedor de la razas caninas, mirar hacia atrás en el tiempo y estudiar el cuando, por qué y para qué aparecen éstos increíbles animales.” HISTORIA DEL PERRO En los setenta millones de años que nos separan del comienzo del Terciario, es decir, de la era geológica en que se produjo el triunfo de los mamíferos sobre reptiles, aparecieron sobre la tierra muchos cánidos de formas muy diversas: algunos parecidos a osos, otros semejantes a hienas, otros, aún, mucho más similares a los gatos que a los perros; los hubo de dimensiones minúsculas, así como verdaderos gigantes, es necesario contar no menos de setenta géneros. De éstos sólo han sobrevivido algunos, porque en el curso de los setecientos mil siglos la mayoría ha ido desapareciendo. Pero no es fácil discernir entre la multitud de animales cuyos rasgos recuerdan, más o menos, a nuestros perros domésticos. La mayoría de los paleontólogos reconocen al antepasado del perro en el Cynodictis, que vivió en todo el Eoceno, hace entre setenta y cuarenta millones de años, en Europa y Asia, en el Oligoceno inferior, hace unos treinta millones de años, sólo en Europa; y del Oligoceno inferior al Mioceno inferior en América del Norte en la forma más evolucionada, llamada Pseudocynidustis, aunque siempre estrechamente emparentado con el Cynodictis europeo la cavidad que contenía el cerebro aparecía suficientemente desarrollada; las apófisis occipitales y los arcos cigomáticos presentaban caracteres que permiten situar al Cynodictis en un plano mucho más moderno que el de sus predecesores carnívoros. Aproximadamente en el mismo lapso, es decir, en el periodo que va del Oligoceno inferior al Mioceno inferior, o sea, durante unos diez millones de años, también vivió en América del Norte otro perro, el Daphoenus, que podría considerarse un extraño cruce de perro y gato, ya que el aspecto general del esqueleto recuerda a un felino, pero la cabeza se asemeja a la del perro o el lobo; según algunos estudios, mientras el Paeudooynodictis preanuncia al zorro, el Daphoenus sería el precursor del lobo; según otros, en cambio, los dos antiguos animales se habrían extinguido sin dejar descendencia. Además, siempre en América del Norte, vivió un tercer cánido, el Mesocyon, del que se conocen varias especies: con sus zarpas, que ya no recuerdan a las de los felinos más que por algunos detalles secundarios y que aparecen ya bastante adaptadas a la carrera, podría enlazar los cánidos del tipo Daphienus con los actuales.

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CURSO BASICO DE GUIA CANINO

CURSO BASICO DE GUIA CANINO

TEMA I

CONOCER AL PERRO

Capitulo I

Es fundamental para todo adiestrador y conocedor de la razas caninas, mirar hacia atrs en el tiempo y estudiar el cuando, por qu y para qu aparecen stos increbles animales.

HISTORIA DEL PERRO

En los setenta millones de aos que nos separan del comienzo del Terciario, es decir, de la era geolgica en que se produjo el triunfo de los mamferos sobre reptiles, aparecieron sobre la tierra muchos cnidos de formas muy diversas: algunos parecidos a osos, otros semejantes a hienas, otros, an, mucho ms similares a los gatos que a los perros; los hubo de dimensiones minsculas, as como verdaderos gigantes, es necesario contar no menos de setenta gneros. De stos slo han sobrevivido algunos, porque en el curso de los setecientos mil siglos la mayora ha ido desapareciendo. Pero no es fcil discernir entre la multitud de animales cuyos rasgos recuerdan, ms o menos, a nuestros perros domsticos. La mayora de los paleontlogos reconocen al antepasado del perro en el Cynodictis, que vivi en todo el Eoceno, hace entre setenta y cuarenta millones de aos, en Europa y Asia, en el Oligoceno inferior, hace unos treinta millones de aos, slo en Europa; y del Oligoceno inferior al Mioceno inferior en Amrica del Norte en la forma ms evolucionada, llamada Pseudocynidustis, aunque siempre estrechamente emparentado con el Cynodictis europeo la cavidad que contena el cerebro apareca suficientemente desarrollada; las apfisis occipitales y los arcos cigomticos presentaban caracteres que permiten situar al Cynodictis en un plano mucho ms moderno que el de sus predecesores carnvoros. Aproximadamente en el mismo lapso, es decir, en el periodo que va del Oligoceno inferior al Mioceno inferior, o sea, durante unos diez millones de aos, tambin vivi en Amrica del Norte otro perro, el Daphoenus, que podra considerarse un extrao cruce de perro y gato, ya que el aspecto general del esqueleto recuerda a un felino, pero la cabeza se asemeja a la del perro o el lobo; segn algunos estudios, mientras el Paeudooynodictis preanuncia al zorro, el Daphoenus sera el precursor del lobo; segn otros, en cambio, los dos antiguos animales se habran extinguido sin dejar descendencia. Adems, siempre en Amrica del Norte, vivi un tercer cnido, el Mesocyon, del que se conocen varias especies: con sus zarpas, que ya no recuerdan a las de los felinos ms que por algunos detalles secundarios y que aparecen ya bastante adaptadas a la carrera, podra enlazar los cnidos del tipo Daphienus con los actuales. Muchos paleontlogos consideran al Mesocyon como al antepasado directo de todos los cnidos de la era terciaria.

El canis propiamente dicho (trmino con el cual, adems del can domestico, se designa al lobo, el chacal, el zorro, es decir todas las especies pertenecientes al gnero canis) aparece en Europa, Asia y frica en el Plioceno, hace diez millones de aos; y en Amrica del Norte slo en el Pleistoceno, hace apenas un milln de aos. El perro nace en Europa, se desarrolla en Amrica, regresa a Europa y reaparece en Amrica slo en pocas relativamente recientes.

El lobo, de Linneo denomin Canis lupus, apareci hace alrededor de cinco millones de aos, siendo entonces un carnvoro apenas mas pequeo que el lobo de hoy; formas mayores, an gigantescas, han sido halladas slo en estratos ms recientes, pertenecientes al ltimo periodo glacial, hace aproximadamente cuarenta mil aos. Suele sostenerse, entre varias, opiniones distintas, que el perro domstico no es ms que un lobo domesticado. Estas hiptesis, entre muchas, no carece de fundamento, aunque hoy pueda parecer extrao que un lobo y n ccker, por ejemplo sean individuos de una especie de una misma especie y posean la misma ascendencia. Pero la verdad, en lo que respecta a los rasgos esquelticos, es que las diferencias absolutamente mnimas, se hallan ms que nada en la dentadura (evidentes, sobre todo, si comparan con el lobo perros de razas con el hocico corto, como el bxer o el bulldog o, en especial, el pequines), las que puedan atribuirse a mutaciones producidas por la diferencia de alimentacin. Ahora bien, la historia de la domesticacin de los animales tambin tiene su misterio. As como diversas y abundantes son las hiptesis a cerca de cmo las especies ms dispares de animales se asociaron con el hombre, tambin respecto al perro se entrecruzan continuamente teoras muy diferentes.

La conquista del perro se inici con una asociacin voluntaria de este tipo: al vivir ambos de la caza, debieron encontrarse, a menudo, en los cotos, enfrentados por una rivalidad en la cual el hombre, ms inteligente y mejor armado, venca casi invariablemente. Poco a poco, el perro debe haberse resignado a dejar su presa al hombre y a considerarlo su adversario ms temible; pero, con el tiempo, este sentimiento tuvo que sufrir una modificacin sugerida por una situacin ventajosa en el fondo para el perro: Las poblaciones primitivas devoraban, en el sitio mismo o en sus guaridas, a los animales matados, despus de haberlos despedazados y a menudo deba ocurrir que algn resto de la presa quedase en el terreno y sirviese de alimentacin a los perros salvajes. Estos se habituaron, de ese modo, a asociar imagen del hombre con el recuerdo del hambre satisfecho, es decir, un sufrimiento padecido y un gozo experimentado. As disminuy la hostilidad del perro y, en vez de huir cuando el hombre se le acercaba, empez a buscar su presencia, a rondar los lugares donde el hombre cazaba o reposaba. Las razas caninas que hoy conocemos presentan una diversidad muy acentuada de rasgos distintivos, cuya explicacin no slo est en la tendencia natural del Canis familiaris o la variacin, sino tambin en los efectos de una domesticacin muy antigua, es decir, en la intervencin del hombre que, a travs de los siglos y los milenios, ha trabajado para obtener la fijacin de los distintos rasgos fsicos y psquicos, apropiados para satisfacer distintos intereses utilitarios o deportivos, o para desarrollar la inclinacin a la fidelidad y al efecto que el perro, nico entre los animales, no todo en manifestarle. Desde el principio de la historia, el perro ha sido el amigo y el sirviente del hombre, ellos han sido siempre compaeros de la adversidad, y en la alegra, en el trabajo y en la caza, capaz siempre de un gran entendimiento. La devocin que este animal ha expresado por el hombre, no tiene paralelo en la historia del mundo animal.

Capitulo IIPANORAMA ACTUAL DE LAS RAZAS CANINAS

Aunque en los 90 aos transcurridos se han agregado muchas razas, y son muchas las que han ido modificndose (de modo que se ha tornado sumamente difcil la ubicacin precisa de algunas de ellas), la topologa morfolgica de las razas caninas, todava hoy puede basarse sobre los cuatro grupos establecidos por Mgnin.

Algunas veces, varios tipos morfolgicos han contribuido a la modificacin, mezclndose de tal modo que no permiten una exacta discriminacin. Obsrvese, por ejemplo, al bedlington: terrier y por lo tanto, debera considerrselo como la base lupoide; pero la cabeza y, sobre todo, las orejas colgantes y triangulares son tpicos de los bracoides, o perros de caza. Por lo tanto, y tambin sobre la base de las conclusiones de Dhers y Ruger; en este panorama nuestro se lo ha colocado entre los lupoides pero indicando la atribucin a un subtipo: el lobo-bracoide. Pero si se pudiese llevar al lmite el estudio de esta raza, con el de tantas otras, se debern crear sub-tipos: siempre dentro del bedlington, por ejemplo, el pie es alargado, de liebre, tpico del corredor, en neto contraste con el pie de gato del terrier, que es redondo, acto para cavar; toda la morfologa de la extremidad posterior cuyos rasgos aislados son propios del perro de carrera (angulatura, musculatura, conformacin general), es propia del perro graoide; el bedlington, por lo tanto, estra atribuido a los lupobracograioides, lo que significara que la formacin de esta raza tal como actualmente se presentan, han contribuido tres de los cuatro tipos fundamentales. Esto confirma las dificultades halladas para establecer una identificacin morfolgica de las no pocas razas recientemente modificadas; identificacin que, de todos modos, se ha procurado registrar con la mayor cautela en los grandes cuadros y que a continuacin clasificamos en cuatro grandes grupos:Lupoides: Cabeza en forma de pirmide horizontal, orejas generalmente derechas, hocico alargado y angosto, labios pequeos y apretados, sin que el superior supere la base de las encas inferiores. (Pastor Alemn)

Bracoides: Cabeza que se aproxima a la forma prismtica, con el hocico igualmente ancho en el extremo que en la base y separado de la frente por una depresin, generalmente bien marcada, orejas cadas, labios largos y colgantes, superando, el superior, el nivel del maxilar inferior. (Spaniel Bretn)

Molosoides: Cabeza voluminosa, redonda o cuboide, orejas pequeas y cadas, hocico corto, labios largos y gruesos, cuerpo macizo y normalmente de gran estatura, por lo comn con cinco dedos en las patas traseras como en las delanteras. (Rotwiller)

Graioides: Cabeza en forma de cono alargado, crneo reducido, orejas pequeas, vueltas hacia adentro y erguidas, hocico largo y delgado en toda direccin y en lnea recta con la frente, nariz saliente y angulosa, asomada sobre la boca, labios pequeos y cortos o apretados, cuerpo alargado, miembros grciles, vientre muy retrado. (Dobermann)

Qu es un Standard? Por Standard de una raza canina se entiende la descripcin de sus caracteres tnicos. Cada estndar es un retrato tpico de la raza a la que se refiere.

Los standards son copilados por las entidades cinfilas de las distintas naciones segn su esquema fijo, el tenor de las normas fijadas por el Congreso Cinolgico Mundial de Mnaco, celebrado en 1.934 por la Federacin Cinolgica Internacional. Sin embargo, es raro que entre un pas y otro se d una uniformidad real. Por esta razn, salvo pocas excepciones (la del pastor alemn, por ejemplo, cuyo Standard, como algn otro, se ha procurado mantener inalterado respecto a su forma original), los standards que aparecen en este dossier han sido articulados del modo ms adherente posible al sugerido por la cinefilia oficial, en el siguiente orden: Caractersticas generales, altura y peso, cabeza, ojos, orejas, cuello, tronco, cola, manto, andar, defectos anatmicos y de tipo, defectos que implican la no aceptacin, escala de valoraciones y mediciones tipo.

Capitulo III

ANATOMIA

El hombre ha conseguido razas de perros muy diferentes en su apariencia y tamao pero, tanto anatmicamente como fisiolgicamente, las diferencias entre todas ellas son mnimas.

Las proporciones.- La relacin entre la longitud y la anchura del conjunto del cuerpo del perro da lugar a los tres tipo. Dolico morfo (lebrel), de lneas alargadas y esbeltas, branqui morfo (bulldog), robusto, ancho y recogido y mesotorio mediolneo o intermedio (braco, dobermann, perdiguero), armoniosamente desarrollado. Con todos los animales que poseen una organizacin superior, su anatoma consta de tres partes bien diferenciadas: cabeza, tronco y extremidades.

La cabeza.- En ella destacan las orejas, ms o menos largas, de implantacin alta o baja y enhiesta o cadas segn las razas. La nariz o trufa suele ser total o parcialmente negra. Su dentadura tiene cuarenta y dos piezas: 20 en la mandbula superior y 22 en la inferior. Son notables un par de molares en cada mandbula de un tamao mucho mayor que los dems y con varias cspides agudas: son los llamados molares carniceros. Cuando los incisivos superiores cubren los inferiores se llama dentadura en tijera, y en tenaza o pinza cuando unos y otros coinciden exactamente en sus bordes. Se llama Stop al desnivel entre la frente y el borde superior del hocico, y puede ser ms o menos patente, desde el muy marcado del bxer o el pequins hasta el casi inexistente del lebrel o el collie.El tronco.- El tronco del perro consta de un trax abombado y un abdomen ms o menos retrado tambin segn las razas. El ms retrado es el de los lebreles, por lo que se llama agalgado.

El pelo que cubre el cuerpo del perro puede ser largo, corto, raso, duro u alambrado, y su color resulta de la combinacin de sus tres colores bsicos: blanco, negro y un marrn que va desde el castao oscuro hasta el canela, con tonos ms o menos rojizos.

Las extremidades.- Las patas anteriores bajan perpendiculares al suelo y la punta de los dedos de las posteriores estn en la vertical bajo la parte ms trasera del anca. Los pies pueden ser redondeados (de gato) u ovalados, con el tercer dedo ms largo (de liebre). Algunas razas conservan un defecto congnito (condroplasia) que mantiene las patas muy cortas (Dachshund, terrier escocs). La cola pueden llevarla levantada, horizontal, cada (en sable) o enroscada, segn la raza.El esqueleto.- Desempea en el perro igual que en todos los dems invertebrados, una funcin de armazn que asegura el indispensable sostn del cuerpo, protege el sistema nervioso y sirve de soporte de la musculatura.

El esqueleto del perro se compone de dos partes principales: el esqueleto de los miembros y el axial.

Las patas traseras y delanteras renen 92 huesos del cuerpo. Por su parte, el esqueleto axial comprende el espinazo (50 huesos), las costillas y el externos (34 huesos). Por ltimo, el macho tiene un hueso ms, el peniano. Segn la forma que tienen, los huesos se dividen en huesos largos y huesos cortos, sesamoides, huesos planos y huesos irregulares. Los huesos largos, cortos y sesamoides son los de los cuartos mientras que los huesos planos e irregulares componen el esqueleto axial.

El crneo es la parte ms compleja del esqueleto. Alberga el cerebro, los rganos de los sentidos y la glndula endocrina ms importante, la hipfisis; a su altura se encuentra las uniones con los dientes, la lengua, la laringe, y muchos msculos, vasos y nervios.

Se divide en dos partes: una correspondiente a la regin facial y palatina, la otra a la cavidad craneana. A ellas se aaden otras dos formaciones, la mandbula inferior y el hueso hioides, es decir, el hueso de la base de la lengua.

La columna vertebral se compone de 7 vrtebras cervicales, 13 vrtebras torcicas, 7 vrtebras lumbares, 3 vrtebras sacras y de 6 a 20 vrtebras cocxgeas. A las 13 vrtebras torcicas se articulan 13 pares de costillas, la ltima de las cuales se llama flotante porque queda libre en el tejido muscular. El esternn est formado por ocho segmentos seos sobre los que se articulan los nueve primeros pares de costillas.

Los cuartos delanteros comprenden el hombro, constituido a su vez por el omoplato y la clavcula (rudimentaria en la especie canina), el brazo, formado nicamente por el hmero, el brazuelo, compuesto por el cbito y el radio que se articulan con el hmero por el codo, y, por ltimo, la mano que est formada por el carpo, metacarpo y las falanges.

Los cuartos traseros empiezan por una hemipelvis constituida por 4 huesos soldados entre s: el ilion, el isquion, el pubis y el acetbulo.

El muslo est formado por el fmur que se articula a la altura de la rodilla con la tibia y el peron (tambin llamado fbula) que forman la pierna. La rodilla comprende, adems, la rtula y tres huesos sesamideos.

La pierna, terminada en el tobillo, se prolonga en el pie, el cual se compone de tarso, metatarso y falanges.

Los msculos.- El sistema muscular es el motor del movimiento, pero es el sistema nervioso el que asegura su coordinacin y le da toda la gracia. Como las dems especies animales, el perro tiene dos tipos de msculos: los msculos de fibras estriadas y los msculos de fibra lisa. Los primero estn bajo la dependencia de los centros de la motricidad voluntaria, y los otros estn sometidos al influjo del sistema nervioso vegetativo.

Es de suma importancia el conocimiento aunque no exacto pero aproximado de la identidad de todos los msculos del perro. Debido a la complejidad de stos es menester que en cursos avanzados nos dediquemos ms detenidamente en ellos.Capitulo IVLOS SENTIDOS

La manera cmo el perro percibe y se representa su medio es un tema en el que hay numerosos prejuicios slidamente incrustados. El perro ve en negro y blanco, slo se gua por el olfato, no tiene un sentido del gusto muy desarrollado, etc.. Estas leyendas, repetidamente mantenidas, no se basan en datos cientficos y se pueden refutar fcilmente. Para ello basta con la observacin simple y objetiva de cualquier perro de compaa. El objetivo de esta ficha no es detallar las capacidades sensoriales de la especie canina sino ms bien describir las cosas como son en realidad, para conocer cmo perciben su entorno los perros

Cmo ve?

El perro no tiene muy buena vista, pero, por lo que parece, la acuidad visual en la especie canina est sujeta a variaciones raciales y las razas seleccionadas para la captura de las piezas a la carrera estn un poco mejor dotadas que las dems.

La pretendida visin en blanco y negro es una leyenda; el perro distingue los colores. Lo que ocurre es que la capacidad de discriminacin entre los matices de un mismo color la tiene mucho menos desarrollada que otros representantes del mundo animal como los pjaros o el hombre, por ejemplo.

En realidad, para el perro que analiza su entorno, la vista no es el sentido primordial sino ms bien un sentido secundario gracias al cual puede precisar ciertas informaciones recibidas por otra va. Por lo dems, hay que decir que le perro percibe notablemente los movimientos, una facultad que los pastores no dejan de explotar para dirigir a sus perros a distancia. Igual que otros muchos predadores, al pero le desconcierta la inmovilidad de la presa; en cambio, le pueden estimular ciertos movimientos del follaje.

Los estudios llevados a cabo hasta ahora no permiten avanzar ms en el conocimiento de la visin del perro, y aunque los oftalmlogos veterinarios ya implanten cristalinos artificiales todava no saben exactamente cmo ven los perros lo que les rodea.

El odo, indispensable para la socializacin.- El odo se conoce mejor; en particular se sabe que el perro percibe los ultrasonidos y que, gracias a su orientabilidad, el pabelln se su oreja cubre el conjunto del entorno del animal. La aparicin de la audicin (hacia el vigsimo primer da despus del nacimiento) marca el comienzo de la socializacin del cachorro. En efecto, su aptitud para reconocer las diferentes voces emitidas por sus congneres es determinante para su desarrollo, y, adems, a los ejemplares que oyen mal a causa de una insuficiencia del nmero de receptores (muy a menudo dlmatas) les resulta muy difcil integrarse en un grupo social. El olfato, un sentido extraordinariamente desarrollado.- Aunque existan diferencias raciales bastante grandes (en lo referente al nmero de receptores en las mucosas de las vas nasales), el perro sin duda es una de las especies mejor dotadas. Tambin en este caso el desarrollo ptimo del olfato est ligado a la riqueza del medio en que crecen los cachorros. U la calidad del olfato es tanto ms importante para el cachorro pues le olfato juega un gran papel en su vida social. En efecto, es partir del los olores y de las feromonas emitidas por cada miembro del mismo grupo cmo se establece la jerarqua.

Por otra parte, el olfato del perro desempea un papel esencial en la captura de las presas y, por tanto, en el trabajo del perro de caza. No lo explica todo desde luego, pues tambin intervienen otras percepciones sensoriales. As, ciertos fracasos de los perros de caza durante la montera no se pueden explicar por el olfato nicamente pues la hiptesis de la pieza que retiene su olor no resiste el examen cientfico. Lo ms probable, en cambio, es que sea la percepcin de las vibraciones musculares de la presa lo que permite localizarla. Este fenmeno se desvel primero con los tiburones. A menudo de dice que lo que atrae a estos animales es la sangre, pero se dan casos en que atacan a presas que no han sangrado. Las investigaciones llevada a cabo para interpretar ese comportamiento demostraron que los tiburones reaccionan a ciertas frecuencias correspondientes a las vibraciones musculares de las presas potenciales. Este descubrimiento se aplic en medicina humana y, gracias a l, en la actualidad se puede explorar el sistema muscular y conocer su estado (las vibraciones se modifican en algunas patologas). El comportamiento de los tiburones se podra extrapolar a la especie canina, y resultara valioso poder comprobar se los perros localizan sus presas del mismo modo que los predadores marinos. Esto tambin podra explicar cmo se les puede escapar la caza. Un tacto mediocre. Por ltimo, parece que el tacto de los perros es mediocre, pues le tejido se sus almohadillas plantares no les permite recoger informaciones muy precisas.

TEMA II

PRINCIPIOS DEL ADIESTRAMIENTO

Captulo I

PRELIMINARES SOBRE EL ADIESTRAMIENTO Es, posiblemente, el aprovechamiento por parte del hombre de las condiciones naturales del perro, que le hacen sumamente apto para adquirir una serie de conocimientos que permiten su utilizacin, una de las primeras manifestaciones artsticas de la actividad humana.

Si en cualquier obra de arte encontramos la transformacin de la materia inanimada en un producto expresivo, en al educacin del perro convertimos un animal, en el que slo existen puros instintos, en un ser a quien el hombre ha inculcado conocimientos prcticos y aun destellos de potencia o facultades; aunque estas, por designio del Creador, nunca podrn igualar a las humanas.

Antes de que le hombre primitivo pudiese dedicar los ratos que sus ocupaciones le dejaban libre a pintar en las cavernas dibujos que hoy nos sorprenden, o a tallar rudimentarios instrumentos de defensa o de trabajo, tuvo que proceder a la enseanza del perro, que auxilindose, le permitieses confiar la guarde se sus ganados y de su casa, dejando aquella constante vigilancia que por estricto imperativo de vida, le eran necesario mantener ante el peligro de los ataques de las fieras.

Este largo proceso, iniciado como vemos en tiempos remotos, ha ido desarrollndose a lo largo de milenios y, al igual que otros conocimientos de antiguo tenidos, alcanza en los tiempos actuales un grado de perfeccionamiento difcilmente superable.

Tal proceso ha sido posible merced a la inteligencia humana que, puesta la servicio de este objeto, consigui un conocimiento verdadero del perro; no slo se sus facultades visibles, sino tambin de aquellas otras que potencialmente se encontraban en l, esperando slo la causa o motivos que permitiese fueran actualizadas.

El secreto del verdadero conocimiento estriba en al apreciacin justa de su poder; de sus reacciones y facultades, sin los extremismo que durante todos los tiempos han mantenido como posiciones muchos aficionados.

Creer que el animal posee inteligencia, opinin muy generalizada, o la tambin frecuente de que slo instintos primarios, crearon un confusionismo grande en estos supuestos.

El perro, al igual que otros animales, est sometido a una multitud de limitaciones. El sentimiento del dolor aparece unido a la sensacin se carencia o a la actuacin de determinados estmulos sobre l.

Podemos decir que esta manifestacin es comn al hombre y a los animales; si bien stos, por carecer de facultades espirituales, lo experimentan con menor intensidad, ya que no entran en juego aquellos importantes factores.

La impresin producida en ellos por la angustia de sus congneres se borra inmediatamente. Creemos que si un perro es maltratado en presencia de otro este animal comprende la accin experimentando una sensacin de malestar.

La memoria auditiva, visual u olfativa aparece muy desarrollada, pero son sobre todo, los rganos sensoriales los que con su gran perfeccionamiento permiten al instructor que pueda conseguir su objeto.

El conocimiento de estos sentidos y la explotacin de los resortes que obran sobre los instintos sern la base en que se apoyen las prcticas de adiestramiento.

Fases del proceso educativo.- Consideramos dividido el proceso educativo en dos fases: educacin y adiestramiento propiamente dicho.

Ambos trminos no son antagnicos, sino que, por el contrario, se complementan.

Son partes de un proceso que se inicia casi desde el nacimiento y que, prcticamente, no termina nunca, ya que por muchos conocimientos que un animal posea, cabe siempre perfeccionarlos y aumentarlos. La educacin es propia del perro joven, como el adiestramiento lo es del adulto. Aquella se inicia tan pronto como el cachorro es separado de la madre y con sus hermanos de camada comienza a valerse por s.

Es la ocasin de ponerle un nombre, que le acompaar durante toda su vida, y al cual con su actitud responder siempre que sea pronunciado.

Es, asimismo, el momento de comenzar, en forma nada coactiva, ya que sus facultades se encuentran embrionarias, a irle grabando experiencias que durante toda su vida le han de acompaar.

En este tiempo el cachorro no muestra preferencia por persona alguna, si no es el encargado de darle de comer.

Su presencia es relacionada con la satisfaccin de una necesidad vivamente sentida, y no hay posibilidad, sino a travs de l, de evitarla, ya que por s solo el animal en esta poca que hablamos es incapaz de resolver.

Fcilmente comprobamos cmo la camada entera sigue los pasos del que la cuida.

En este momento de la vida del animal es la ocasin propicia para comenzar a inculcarle enseanzas bsicas, tales como acostumbrarle a que evacue sus necesidades fuera del alojamiento y su conducta en el trato con los dems animales domsticos.

Pero para llevar a cabo estas enseanzas es preciso que le cachorro se halle separado de la camada, pues en este tiempo, el poder de imitacin, sobre todo, ejerce una gran influencia, de poco servir regaar a uno se el resto hace las cosas mal; al mismo tiempo por estar reunidos, es poco menos que imposible saber quin ha cometido la falta.

Se puede comparar con bastante acierto los diferentes perodos de la vida del hombre con los correspondientes de la vida del perro. La infancia, adolescencia, juventud y edad adulta se corresponden, con los de cra, cochorro, jvenes y adulto.

Siendo el perro uno de los animales de crecimiento mas rpido, podemos calcular que se desarrollo es aproximadamente doce veces ms rpido que le del hombre.

Apuntamos anteriormente que la poca primera era la ms propicia para conseguir ciertas enseanzas; pero esto no quiere decir que si por cualquier circunstancia no se hubiese aprovechado, no tenga el problema solucin, ya que, como veremos ms adelante, existen recursos para salir al paso y corregir aquellos defectos que no lo fueron a su debido tiempo.

Por otra parte, en estos primeros meses de la vida del cachorro, ste se distrae constantemente, y trata de realizar ciertas enseanzas es completamente perjudicial.

Precisamente, cuando hablamos de la actitud de la camada con el individuo que la cuida podemos sealar que es ocasin propicia para que si bien sea uno el hombre encargado de la misma, otras personas los acaricien y jueguen, ya que esto, a la larga, har muestren menos desconfianza hacia las personas extraas.

El animal salvaje se forma, mejor dicho, se pe prepara para la lucha con la vida, a base de una serie de experiencias, imitacin de los padres y, desde luego, los factores hereditarios.

No ocurre as con los animales domsticos, ya que le ambiente en que su vida crece tiene otras exigencias distintas, por lo que precisan una educacin adecuada que les permita amoldarse a nuestras costumbres, as como adquirir especiales conocimientos si retrata de querer utilizarlos para nuestro servicio.

Una educacin racional ha de procurar evitar los perros tmidos, asustadizos, que slo realizan el trabajo pedido por el temor al castigo.

En esta, como en todas las fases, los libros nos podrn servir de orientacin y gua; ellos permitirn actualizar facultades existentes en el hombre, de las cuales no tena conocimiento; pero no podemos olvidar que no todos los perros son iguales ni reaccionan de la misma manera; por tanto, es precisa la habilidad innata y la adquirida por el transcurso de la experiencia.

Es, como decimos una orientacin, pero no una regla invariable a la que sea preciso sujetarse rgidamente.

Aparte de estas diferencias aludidas entre animales del mismo sexo, segn periodos de su vida, variedades y ocasiones, existe una, bastante marcada, que queremos hacer resaltar. Se trata de la diferencia muy notable existente en el sexo. El macho tiene, en general, mayor robustez y fortaleza. A la vista del Standard, vemos la diferencia admitidas en peso y tamao. Asimismo se considera el superior a la hembra; regla comn a todos los seres vivos. Tiene a su vez una mayor tendencia hacia la libertad; de distrae ms fcilmente y es, en general, menos carioso. En relacin con sus hijos, apenas si desempea ms misin que la de engendrarlos. Por su parte, la hembra es ms sensible, ms dcil, podemos decir que ha encajado mejor la influencia del hombre.

Desde el punto de vista prctico, es decir, para la utilizacin consideramos preferible el macho, pues a las circunstancias de fortaleza y resistencia apuntadas tenemos que agregar la no servidumbre del celo, a que la hembra est sujeta, y que la incapacita durante ciertos perodos del ao a realizar un trabajo eficiente; as como la desventaja de impedir que los machos que con ella trabajen puedan realizarlo.

Como ya indicamos, el adiestramiento propiamente dicho es tarea a realizar en el perro adulto y en su desarrollo existe un orden preciso a observar.

Se partir, como es lgico, de los ejercicios ms sencillos y elementales para ir ascendiendo progresivamente; teniendo por norma no pasar a uno nuevo sin realizar perfectamente el anterior.

Cualidades del adiestrador.- Debe ser una persona equilibrada fsica y moralmente. Debe ser fuerte, sano, templado de nervios, y aunque le esfuerzo pedido a los cuerpos humanos en esta prctica no est muy por encima de las fuerzas naturales de casi todos los hombres, la armoniosa conjuncin de las facultades intelectuales, morales y corporales es absolutamente necesaria.

Un adiestrador debe ser sociable, toda vez que es a la sociedad de dos a la que invita a su animal, y en la que l se atribuye el ttulo de jefe, que le dar el derecho de mandar y castigar. Es as que el puesto anhelado, la funcin que solicita, le obliga imperiosamente a poseer ciertas cualidades del jefe. Adems, tened presente que vuestro perro no sabr soportar la tirana, ni el desprecio, ni la clera, ni mucho menos la injusticia. No sabr representar por mucho tiempo el papel de vctima, ante un instructor de mal carcter, testando, mal educado, egosta, y se marchar de su lado para no ser ni esclavo ni mquina.

Los adiestradores vanidosos, colricos, incapaces de reconocer sus faltas y que maltratan a los animales por la menor contrariedad deben renunciar al adiestramiento y no empearse en hacer desgraciados e ineptos a los animales.

El verdadero adiestrador es siempre un educador. Sabe que una vida ajena a la suya le ha sido confiada. Sabe, asimismo, que para que esta vida se desarrolle armoniosamente debe poner en prctica las reglas morales ms fundamentales. Ello no quiere decir que un educador no tenga que ser firme y energtico. Al contrario, le sern necesaria una voluntad de hierro y un conjunto de cualidades viriles que harn de l el jefe apto para el mando. Nada de afecciones ni amaneramientos. Clarividencia y sobre todo inteligencia. Nada de sensiblera, y si mucha sensibilidad. Debe conocer el buen adiestrador la psicologa animal, a la vez que sus propios defectos para graduar exactamente la responsabilidad en al falta cometida. Estas son loas condiciones fsico morales que, sobre todo, necesita el verdadero Adiestrador. Vemos, pues, que le adiestrar perros es un trabajo para personas ya hechas. Nunca hemos visto a ningn joven ir en cabeza en estos ejercicios. Slo despus de cumplidos los treinta aos, cuando la vida ha dado suficiente experiencia, cuando una cierta madurez parece haberse adquirido, es cuando pueden predecirse excelentes resultados. Es preciso decir tambin que esta funcin se practica en el annimo, sin esa espectacularidad que tantos buscan en los campos de ftbol o en los edificios.

Esta misin est desprovista de aparato, y supone tanta paciencia y cualidades ocultas que, en general, es mal apreciado el trabajo que se presta.

Hemos visto frecuentemente a espectadores aplaudir cuando e les ofrece un trabajo de alto o escalada y quedarse completamente impasibles en un trabajo de pista.

Pensamos que le adiestramiento es un arte que implica un cierto conocimiento del mismo para ser debidamente apreciado. Sobre todo, para ser ejercido. Ms que en cualquier otra actividad, es preciso en sta amar el trabajo para conocer toda su belleza. En este caso, amar el trabajo es gustarle a uno la vida en comn con un animal.

Muy frecuentemente, por desgracia, se encuentra dueos de perros que no tienen ningn conocimiento de la psicologa canina, pasando, por tanto, a los ojos de sus vecinos por gentes nada ms que para sacar de l un rendimiento. Se ve alguna vez, pero el caso es, afortunadamente, muy raro, a ciertos propietarios tener un perro para que son sus ladridos guarde la finca; no tenindole ningn aprecio. Tened por seguro que un animal en estas condiciones es un esclavo y un desgraciado.

Es necesario querer bastante a los perros para dedicarles y consagrarles tiempo y trabajo. Podemos comprar una mquina cualquiera, instalarla y ponerla inmediatamente es servicio que, bajo la garanta del fabricante, realizar su trabajo a la perfeccin. Un perro no es, afortunadamente, en forma alguna una mquina. No es suficiente comprarle y colocarle al final de una cadena para que haga su servicio. Es un conjunto de cualidades superiores las que deben imbursele y no hacer de l un ser automtico. En los dominios de la Educacin y del Adiestramiento del perro nada se hace solo. Todo est reglado, ordenado, previsto por la inteligencia y el corazn del adiestrador.

Captulo II

PEDAGOGA CANINA

No pretendemos que por los mtodos y procedimiento que seguiremos para conseguir la mera propuesta Adiestramiento completo del perro-sean los nicos existentes, ni siquiera los ms perfectos; de lo que s estamos seguros, y en ello encontramos la casi total coincidencia de todos los que desde hace mucho tiempo se vienen dedicando a esta cuestin, as como los datos de nuestra propia experiencia, es de que existen principios bsicos, normas generales, de las cuales es imposible apartarse si queremos que el xito culmine la obra.

A continuacin se sealan los ms importantes de stos y que procuremos seguir lo ms cerca posible:

1. Es preciso grabar en el nimo del animal la asociacin entre orden del instructor y la ejecucin de lo mandado. Esto se consigue por la repeticin, siempre es idntica firma, de este proceso. En principio, la voz humana, cuya musicalidad tanto gusta y atrae al animal, ser la usada.

Las voces de mando, que normalmente sern enrgicas y breves, debern, en determinados ejercicios, alargarse y suavizarse.

Como regla general, los ejercicios que requieran un solo movimiento, necesita voces cortas y tajantes; por el contrario, aquellos que indican u ordenan accin ms o menos continuada, las precisan largas, tratando de adoptar un tono carioso. Es tan grande la sensibilidad del animal hacia el sonido, consecuencia de un sentido auditivo muy desarrollado, que las voces emitidas por un Adiestrador es estado de excitacin introducen en el nimo del animal duda y confusin. Entre el hombre y el perro se establecen lazos de unidos tal, que le animal percibe con claridad los momentos por los que atraviesa su instructor.

2. El perro, con el afn de complacer a su dueo, meta y objeto bien grabado en su nimo (segn autores, egosmo exclusivamente), tratar de repetir aquello que le ha sido combativo, llamadas del sexo, hambre o sed) podrn romper su obediencia a la voz de mando del hombre.

Cuanto ms perfecta sea su educacin, ms facilidad encontrar en vencer estros instintos, siempre, claro es, dentro de ciertos lmites pues a diferencia del hombre, desconoce el valor moral de las acciones.3. El proceso de adiestramiento debe realizarse en forma progresiva aumentando gradualmente las dificultades; la impaciencia y el deseo de imprimir una rapidez excesiva conducirn inevitablemente al fracaso.

4. Todas las sesiones de adiestramiento debern terminarse logrando que le animal consiga el objeto que de l se espera y que le instructor propone; aqu la habilidad del adiestrador debe hacerse patente al hacer en forma disimulada las simplificaciones que sean precisas para que le animal salga airoso.

En aquellos ejercicios de desarrollo complicado, y que alguna fase del mismo, por especial dificultad, no es entendida por el animal, se deber, en lugar de repetir sta, comenzar desde el principio, ya que es preciso inculcar al mismo la asociacin o encadenacin de acciones o mandatos por parte de su gua y movimientos o actitudes por su parte.

5. En los ejercicios de aplicacin, es necesario rodear el ambiente del mayor parecido posible con la realidad, cambiando con frecuencia le lugar para evitar crear en el animal vicios que le hagan realizar el trabajo en forma mecnica, sirvindose exclusivamente la memoria y sin poner a contribucin del mismo sus finos sentidos.6. Siendo el perro un animal fuerte en su constitucin fsica, de temperamento enrgico, lo que le hace ser valiente ante el peligro, posee, sin embargo, una gran sensibilidad, y sta es precisamente la que debe ser conocida y utilizada por Adiestrador hasta conseguir que le hacho de hablarle duramente sea para l un verdadero castigo.

Castigos y recompensas.-Por primera vez, al terminar el prrafo anterior, hemos mencionado las palabras castigo y recompensa, y a continuacin, por si hubiera alguna duda sobre lo que stas son y significan, procederemos a explicarlas ms detalladamente, estudiando el papel preponderante que desempean en le proceso de adiestramiento. Es frecuente asociar la palabra castigo, y sobre todo al tratarse de animales, ala idea de sufrimiento de tipo corporal producido por la accin de golpes o fustigacin, y tal concepto se aparta totalmente la idea verdadera.

El castigo corporal, en la forma que sus antes se menciona, no ser usado como regla; en contadsimas ocasiones, y ante perro anormales, podr emplearse; si bien es preferible proceder al desecho del animal que padezca alguna anormalidad, que intentar su correccin, pues lo ms probables es que, tarde o temprano, aparezca nuevamente; siendo, por tanto, muy escasa la confianza que sobre este animal podemos tener; en ningn momento podemos olvidar que nuestros perros han de rendir un servicio prctico, y que sta es la nica razn de su existencia como tales auxiliares.

Premios y castigo son los medios que constantemente se apoya el instructor para conseguir su objeto; perdern toda su eficacia y valor pedaggica si no son aplicados con la mxima oportunidad y justa dosificacin. El castigar un hecho pasado tiempo de cometido, cuando el animal olvid la falta, es de efectos perniciosos. Tampoco deber ser castigado un pero por torpeza i inhabilidad al practicar los ejercicios, pues el instructor deber pensar constantemente que no todos los animales (lo mismo que los humanos) est igualmente capacitados.

Es preciso tambin al castigar tener presente, lo mismo que en todo el proceso educativo, el carcter temperamental y sensibilidad del animal; distintos siempre uno de otros.

Es asimismo, conveniente en la aplicacin de una correccin pecar por defecto que pecar por exceso, y en caso de duda, es aconsejable no castigar. Es de fatal resultado llamar a un animal que ha hecho algo malo, empleando palabras cariosas, para luego reprenderlo.

El elogio mediante la palabra y la caricia con al mano, usando casi exclusivamente la mano izquierda para que le animal no tome aversin a marchar en este costado, no deber regatearse nunca, ya que el perro posee un grado tal de sensibilidad, que necesita de este pequeo premio para considerarse recompensado en su trabajo.

Las recompensas materiales (un terrn de azcar o un trozo de carne), al terminar satisfactoriamente un ejercicio, surten buen efecto, siendo preciso evitar prodigarlo excesivamente, ya que esto creara en le animal el sentido de un derecho; que podra llegar hasta el extremo de negarse a efectuar un trabajo posterior si no recibe esta recompensa.

En los casos excepcionales, cuando el perro por manifiesta desobediencia, sabiendo perfectamente realizar un ejercicio y no existiendo causa alguna (enfermedad u otras) que lo justifique, se niega a realizar un trabajo y sea conveniente aplicarle algn castigo corporal, se evitar hacerlo en las partes sensibles, como hocico, orejas y patas, debiendo golpearle con la palma de la mano o varilla flexible en los costados y parte superior de los muslos. Sesiones de adiestramiento.- El ejercicio fsico, base de un perfecto desarrollo, es preciso para conseguir animales capacitados para soportar las duras pruebas que en la prctica de los servicios se veran obligados a sufrir. El perro, por su constitucin y caractersticas, necesita consumir el exceso de energas de que est dotado; por ello es preciso darle frecuentes oportunidades para que corra, salte e incluso luche con sus semejantes; la carencia de stas los convierte temerosos, torpes, nerviosos y dbiles. Las sesiones de Adiestramiento cumplen un doble objeto: el anteriormente sealado y le de inculcarse los conocimientos precisos para su empleo prctico. La hora de dar comienzo las mismas, as como su duracin depende de la edad de los animales, clase de ejercicios a realizar y estacin del ao en que se encuentren. Como regla general, se establece que las sesiones de adiestramiento debern ser realizadas antes de la comida, consiguiendo de esta forma un doble objeto: En primer lugar, que el animal trabaje con mayor desenvoltura, evitando, si se trata de ejercicios violentos, posibles trastornos intestinales, y en segundo, el recibir la comida despus del trabajo constituye un premio; llegando fcilmente a asociar ambas ideas.

Debern dar comienzo dedicando los primeros minutos, un cuarto de hora aproximadamente, a jugar con el animal, ya fuera de su alojamiento. Este entrenamiento tiene una gran importancia porque crea lazos de afectos entre perro y Gua.

El trabajo deber ser alegre y dinmico; la desgana o mecimiento por parte del Gua es inmediatamente transmitida al animal, hacindose infructuoso el mismo.

Si en el transcurso de una sesin se encuentra apata o desgana por parte del perro para ejecutar un trabajo, deber suspenderse, dedicando a continuacin unos minutos a juego o entretenimiento; tal medida suele obrar frecuentemente como remedio eficaz.

Durante el tiempo que dura cada leccin, el gua observar constantemente al perro, corrigiendo pacientemente los efectos. Si el animal se acostumbra a cometer faltas y que stas sean toleradas ser luego difcil y a veces imposible el evitar que las cometa.

Las sesiones se debern terminar con aquellos ejercicios que ms gusten, y, por tanto, mejor ejecute el animal, con objeto de que las recuerde como algo agradable; tratando de evitar que en las posteriores salga con la idea de un trabajo asociado al castigo en vez de un juego o entretenimiento que l realiza de acuerdo con su dueo.

Es norma de inters el tener dos sesiones de media hora en vez de una seguida, ya que el inters y atencin decaen, resultando infructuoso el trabajo. Los ejercicios a realizar podran ser llevados a cabo de dos modos: Individual o colectivamente. El primero se realiza con le perro suelto o atado con la cadena pero en forma aislada, siendo este tipo de ejercicio el indicado antes de que se acueste, para facilitar la evacuacin. Los segundos se realizarn por escuadras o grupos, y debern formar parte del adiestramiento propiamente dicho. En este tipo estn incluidos los largos paseos que se aprovechan para perfeccionar o ensear el marchar al lado, con cadena, as como no prestar atencin a los extraos.

El ejercicio est en relacin con la naturaleza del alojamiento, ya que es lgico que un perro que se encuentra atado o en una pequea caseta necesita ms que aquel que dispone de un patio de dimensiones suficiente o se encuentra sujeto a un largo alambre, por el cual puede deslizarse en sus movimientos; sistema empleado en las instalaciones inglesas del Ejercito de Tierra.

Edad para iniciar los diferentes ejercicios.- A la vista de las contradictorias opiniones sostenidas sobre la edad conveniente para le adiestramiento del perro, nos inclinamos por la que muestra experiencia nos aconseja como ms recomendable y que hemos visto despus confirmada en el Reglamente ingls para perros de guerra.

La edad propia para comenzar el adiestramiento es la comprendida entre los dieciocho meses y los tres aos.

Los animales en edad inferior a dieciocho meses no estn ni fsica ni psquicamente desarrollados, y aunque sea susceptible de recibir adiestramiento, lo sern slo en los ejercicios de obediencia, no respondiendo a lo ms intensos a que habrn de someterse los perros, como auxiliares en fines de patrulla y seguridad.

Por otra parte, los perros de edad superior a tres aos no son fcilmente adiestrados. Cmo elegir el perro ideal?- La adquisicin de un cachorro es algo importante pues su gua compartir con el compaero elegido gran parte de su vida. As que ms vale no fiarse del famoso flechazo.

Los especialistas han elaborado tests de carcter, gracias a lo que cualquiera que desee adquirir un perro podr encontrar el que prefiera. Estos tests tambin le sirven al criador para conocer el porcentaje de perros agresivos. Sumisos o independientes de una camada.

El test de seleccin ms conocido es el del etlogo norteamericano Cambell que comporta cinco ejercicios realizables en algunos minutos, fciles de interpretar y que proporcionan buenas indicaciones sobre el temperamento de base del cachorro, con tal que las condiciones definidas por Cambell se respeten escrupulosamente:

Primer ejercicio: Verificar atraccin social.- Delimite una zona a su eleccin, penetre en su interior y coloque suavemente el cachorro en el centro, tras lo cual aljese de l unos metros en sentido opuesto al que haya seguido para entrar. Arrodllese entonces e intente atraer al cachorro palmeando suavemente con las manos. Entonces vera si viene o no hacia usted, y si, en caso afirmativo, lleva la cola levantada o bajada. As podr apreciar su sentido social y sacar conclusiones sobre su naturaleza, mas o menos confiada o independiente. Segundo ejercicio: Verificar su aptitud para seguir al hombre.- De pie cerca del cachorro, aljese de l andando normalmente. Sus reacciones mostrar claramente su mayor o menor aptitud para seguirle. Si no le sigue en absoluto es que es muy independiente. Asegrese en cualquier caso de que le ha visto empezar a andar.

Tercer ejercicio: Verificar su reacciones a la dominancia por imposicin.- Pngase en cuclillas y tumbe el cachorro en el suelo hacindolo girar suavemente sobre al espalda; mantngalo as con una mano sobre su pecho durante 30 segundos. El cachorro puede defenderse ferozmente, ladrar, intentar zafarse, morder o bien calmarse y lamerle las manos. Su reaccin indica la aceptacin o el rechazo se su autoridad as como sus tendencias reflejas: reflejos activos de defensa (agresivo) o reflejos pasivos de defensa (cobarde). Cuarto ejercicio: Verificar sus reacciones a la dominancia social.- El perro dominante pone las patas delanteras sobre la nunca y la cruz del subordinado. Para saber si acepta la dominacin de usted, proceda de al siguiente manera: pngase en cuclillas al lado del cachorro tumbado; acarcielo suavemente desde encima del crneo bajando a lo largo del cuello y de la espalda; eventualmente haga un poco de presin para que se mantenga en esa posicin. Su actitud ante la caricia indicar su aceptacin o rechazo de la dominancia social de usted. Un cachorro muy dominante intentar morder, gruir o le saltar encima. El cachorro independiente se contentar con alejarse. Quinto ejercicio: Verificar sus reacciones a la dominancia por elevacin.- Levante el cachorro suavemente con las dos manos enlazadas por debajo de su esternn de manera que no toque el suelo. Mantngalo as durante 30 segundos: el cachorro, que ya no puede hacer nada, tendr que confiarse por completo y aceptar la dominancia de usted. Observar entonces si se acomoda o no a esta nueva situacin. Despus pngalo en el suelo y anote el resultado.

Al final de los ejercicios complementarios para su eleccin son los siguientes:

Si el posible, poner el cachorro en presencia de perros adultos tranquilos y equilibrados. (Observar si se encuentra a gusto o por el contrario rechaza toda autoridad exterior).

Soltar el perro en un entorno que le sea desconocido y anotar sus reacciones (Observar se es atrevido, tmido, linftico, independiente sumiso).

Observar las reacciones del cachorro a los ruidos.

El tests del espejo (observar si se queda inmvil equilibrado, si se acerca y despus retrocede mostrando inters y reserva a la vez ternura y amabilidad, si grue o escapa temeroso y poco sociable.

El test del juguete teledirigido (Observar si se echa encima se trata de un perro de naturaleza ms bien agresiva, si lo ignora, es un independiente, si va a esconderse, es un miedoso y por ltimo, si se interesa por el juguete al mismo tiempo que lo evita cuando se dirija hacia l, es un cachorro bien equilibrado.

Los tests de Cambell, que desde luego son serios, no se han de interpretar como una verdad cientfica. Las diferentes reacciones de los perros slo permiten determinar las tendencias del carcter de cada uno de ellos. De modo que el futuro dueo podr seleccionar en una camada el animal que, a su parecer, corresponda mejor a su personalidad o a la utilizacin a que quiera destinarlo. Pero estos tests slo son vlidos en un contexto dado y puntual. Pues el comportamiento del perro podr verse ampliamente influenciado y hasta modificado en los aos ulteriores por su modo de vida y su educacin. As, un perro que est bien socializado segn los tests podr volverse agresivo despus por mltiples razones de carcter relacional muchas veces