hipertiroidismo canino

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Hipertiroidismo canino: tres casos clínicos. Los tumores tiroideos son relativamente frecuentes en el perro, no obstante, el estado de hipertiroïdismo asociado a tumores tiroideos, es una presentación muy poco fre- cuente en esta especie. En el presente trabajo se describen tres casos de hipertiroidismo canino asociados, dos de ellos, a un carcinoma tiroideo y el tercero a un adenoma. Palabras clave: Hipertiroidismo; Tumores de tiroides; Perro. AVEPA, vol. 22, nº 3,2002 A. Avellaneda, A. Font, J M'. Closs. J. Mascan Hospital Ars Veterinaria. Cardedeu 3. 08023 Barcelona INTRODUCCiÓN Los tumores tiroideos son relativamente frecuentes en el perro. Representan aproximadamente eI1-4% de todas las neoplasias caninast" y e110-15 % de los tumores de la región de la cabeza y el cuello". A diferencia de la especie felina, en la que predominan los adenomas tiroideos funcionales que provocan un es- tado de hipertiroidismo, en el caso del perro, el 90% de los tumores tiroideos son carcinomas malignos no funcionales", En el 55% de casos, la presencia del tumor en el tiroides no produce ningún cambio en el estado tiroideo del animal (eutiroidismo), y en un 35%, produce un estado de hipotiroidismo debido a la sustitución del tejido tiroideo normal por tejido tumoral afuncional o a la producción de hormona tiroidea anormal sin ac- tividad celular", Sólo un 5-10 % de los tumores tiroideos del perro provocan es- tado de hipertlroidismoê, siendo por tanto una presentación poco frecuente en la clínica. La sintomatología más frecuentemente observada es tos, disnea, disfagia y disfonia 1-8 consecuencia de la compresión del tumor sobre tráquea y esófago. Cuando el tumor va acompañado de hipertiroidismo, los síntomas clínicos a es- perar serian polidipsia, poliuria, nerviosismo, taquicardia, polifagia con pérdida de pes01 ,2,7. La mayoría de las masas tiroideas identificadas clínicamente son carcinomas rnaliqnos-. Los adenomas benignos suelen tener un tamaño pequeño que hace difícil su detección por palpación. No es fácil la diferenciación histológica de es- tos dos tipos de neoplasia y se consideran criterios de malignidad la invasión vascular y de tejidos adyacentes. Los carcinomas tiroideos pueden producir in- vasión de tejidos periféricos (tráquea, esófago y tronco vagosimpático) y tienen capacidad de producir metástasis distales (pulmón, ganglios regionales, riñón, hígado, huesos, .. )1,2,7. La edad media de presentación de los tumores tiroideos son 9 años y no se observa predisposición sexual. Las razas con mayor incidencia son Boxers, Beagles y Golden Hetriever!". El propósito de este trabajo es presentar tres casos de tumores tiroideos hi- perfuncionales, dos asociados a la presencia de un carcinoma tiroideo maligno y el tercero a un adenoma benigno. &_------------ AV E. P.A. 239

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Hipertiroidismo canino: tres casos clínicos.

Los tumores tiroideos son relativamente frecuentes en el perro, no obstante, el estadode hipertiroïdismo asociado a tumores tiroideos, es una presentación muy poco fre-cuente en esta especie. En el presente trabajo se describen tres casos de hipertiroidismocanino asociados, dos de ellos, a un carcinoma tiroideo y el tercero a un adenoma.Palabras clave: Hipertiroidismo; Tumores de tiroides; Perro.AVEPA, vol. 22, nº 3,2002

A. Avellaneda, A. Font, J M'. Closs.J. Mascan

Hospital Ars Veterinaria.Cardedeu 3.08023 Barcelona

INTRODUCCiÓN

Los tumores tiroideos son relativamente frecuentes en el perro. Representanaproximadamente eI1-4% de todas las neoplasias caninast" y e110-15 % de lostumores de la región de la cabeza y el cuello". A diferencia de la especie felina,en la que predominan los adenomas tiroideos funcionales que provocan un es-tado de hipertiroidismo, en el caso del perro, el 90% de los tumores tiroideosson carcinomas malignos no funcionales",En el 55% de casos, la presencia del tumor en el tiroides no produce ningún

cambio en el estado tiroideo del animal (eutiroidismo), y en un 35%, produce unestado de hipotiroidismo debido a la sustitución del tejido tiroideo normal portejido tumoral afuncional o a la producción de hormona tiroidea anormal sin ac-tividad celular", Sólo un 5-10 % de los tumores tiroideos del perro provocan es-tado de hipertlroidismoê, siendo por tanto una presentación poco frecuente enla clínica.La sintomatología más frecuentemente observada es tos, disnea, disfagia y

disfonia 1-8 consecuencia de la compresión del tumor sobre tráquea y esófago.Cuando el tumor va acompañado de hipertiroidismo, los síntomas clínicos a es-perar serian polidipsia, poliuria, nerviosismo, taquicardia, polifagia con pérdidade pes01,2,7.La mayoría de las masas tiroideas identificadas clínicamente son carcinomas

rnaliqnos-. Los adenomas benignos suelen tener un tamaño pequeño que hacedifícil su detección por palpación. No es fácil la diferenciación histológica de es-tos dos tipos de neoplasia y se consideran criterios de malignidad la invasiónvascular y de tejidos adyacentes. Los carcinomas tiroideos pueden producir in-vasión de tejidos periféricos (tráquea, esófago y tronco vagosimpático) y tienencapacidad de producir metástasis distales (pulmón, ganglios regionales, riñón,hígado, huesos, ..)1,2,7.La edad media de presentación de los tumores tiroideos son 9 años y no se

observa predisposición sexual. Las razas con mayor incidencia son Boxers,Beagles y Golden Hetriever!".El propósito de este trabajo es presentar tres casos de tumores tiroideos hi-

perfuncionales, dos asociados a la presencia de un carcinoma tiroideo malignoy el tercero a un adenoma benigno.

&_------------AV E.P.A. 239

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CASO CLíNICO 1

Un perro de raza Boxer, macho de 9 años deedad se presentó en consulta por un proble-ma de anorexia parcial, pérdida de peso, po-liuria, polidipsia, diarreas crónicas y vómitosde 2 meses de duración que no respondían acambios de dieta ni a antibióticos. En la ex-ploración clínica el perro presentaba un esta-do mental normal pero había anisocoria. Lafrecuencia respiratoria, el pulso y la tempera-tura rectal eran normales. En la palpación sepudo detectar la presencia de una masa en ellado izquierdo de la zona correspondiente altiroides. (Fig. 1)Se realizó una analítica en la cual, el herno-

grama no mostraba ninguna alteración, habíauna ligera elevación en la GPT (56 UI/L; valo-res normales 32 UI /L), el proteinograma eranormal y los niveles de iones (sodio, potasio,calcio y fósforo) entraban en los márgenes denormalidad. De la analítica cabe destacar unnivel de T4 de 4.4 IJg/dl (valores normales 1.5-3.0 IJg/dl). El sedimento de orina no mostrabaanormalidades. La densidad de orina era de1.022.Se realizó una citología con aguja fina en la

que se observaron células tiroideas compati-bles con un adenoma tiroideo. La radiografíatorácica y la ecografía abdominal fueron nor-males.En base al estado de hipertiroidismo que

presentaba el animal, la presencia de una ma-sa en el lóbulo izquierdo del tiroides y laausencia de metástasis evidentes en el mo-mento del diagnóstico, se realizó cirugía si-guiendo la técnica extracapsular--". Para ellose realiza una incisión en la línea media ven-tral del cuello preservando las estructurasvasculares y nerviosas de la zona (vena yugu-lar, arteria carótida, nervio laríngico recurren-te y tronco vagosimpático).La vascularización del tumor debe individua-

lizarse y ligarse y la glándula afectada se extir-pa totalmente. Deben inspeccionarse tambiénlos ganglios retrofaríngeos y extirparlos encaso de que presenten anormalidades. La es-trecha relación de la glándula tiroides con laparatiroides hace difícil la disección y preserva-ción de la última a la hora de la cirugía. (Fig. 2)En este caso, las glándulas paratiroides ipsila-terales fueron extirpadas junto con el tumor ti-roideo. El tumor extirpado medía aproximada-mente 10 cm de longitud.En la biopsia del tiroides se observó una

Fig. 1. Masa de grandes dimensiones en zona cervicaldel caso 1. La cabeza se sitúa en la parte superior de la fo-to. La zona ha sido rasurada para que se pueda apreciarmejor la masa.

Fig. 2. Detalle intraquirúrgico desbridando el tumor ti-roideo del caso 1 de las estructuras cervicales adyacen-tes.

proliferación neoplásica compuesta por ele-mentos epiteliales pleomórficos que variabandesde un patrón sólido sin límites citoplasma-ticos distinguibles sobre un delicado estromavascular hasta áreas de diferenciación quísti-ca y folicular provocando una abundante ne-crosis hemorrágica. El diagnóstico histopato-lógico fue el de un carcinoma de tiroidessólido-folicular de comportamiento localmentemuy agresivo. (Fig. 3)

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Fig. 3. Carcinoma sólido-folicular de glándula tiroides.Células poliédricas o cilíndricas con crecimiento sólido,moderado pleomorfismo celular yanisocariosis. Presen-cia de figuras mitóticas. H/E. 2500x. Cortesía de JaumeAltimira (Histovet!

Después de la cirugía, el animal presentabafiebre alternante y una semana después de lamisma empezó a palparse de nuevo un en-grosamiento anormal en zona cervical.Dos semanas después de la cirugía, el estado

clínico de animal era bueno a pesar de que vo-mitaba esporádicamente. Respecto a la analíti-ca, los niveles de T4 se habían normalizado (2.1~g/dl.l y presentaba un ligero grado de anemiaregenerativa (5.3 mill RBC/~L con un 2% de re-ticulocitos, valores normales 5.5-8.5 l. En basea los resultados de la biopsia y la recidiva tanrápida del tumor, el propietario decidió no ha-cer nada más. Tres semanas después el animalhabía perdido mucho peso y fue eutanasiadopor problemas de disnea, y dificultad de deglu-ción del alimento debido a la compresión deltumor sobre la zona cervical.

CASO CLíNICO 2

Un perro macho de raza Husky siberiano de11 años de edad, se presenta con una historiade apatía, anorexia parcial y poliuria polidip-sia moderada. El perro había tenido una ehrli-chiosis hacía un año que respondió favora-blemente al tratamiento con doxiciclina. Laexploración del animal fue normal exceptoque se palpaba una masa en la zona izquierdadel tiroides.El hemograma y la bioquímica realizada no

mostraban ninguna alteración y el nivel de T4era de 6.3 uq/dl, La citología de la masa indi-caba la presencia de células tiroideas de as-pecto normal sin malignidad, compatible conuna hiperplasia de tiroides. La radiografía to-rácica resultó normal.

Fig. 4. Adenoma de glándula tiroides. Células cuboideso cilíndricas con diferenciación glandular y producciónde coloide tiroideo. Discreto pleomorfismo y ausencia defiguras mitóticas. H/E. 2500x. Cortesía de Jaume Altimira(Histovet)

Se decidió realizar cirugía, según la técnicadescrita en el caso 1 y se extirpó el tiroides iz-quierdo, de unos 8 cm de longitud aproxima-damente, encapsulado.La biopsia demostró que se trataba de una

proliferación de estructuras acinares bien di-ferenciadas que crecían de forma compactay en algunos casos sólida, formadas por cé-lulas cuboides moderadamente pleomórfi-cas con núcleo redondo y cromatina rugosa,con bajo número de mitosis. La mayoría deestas estructuras mostraban producción decoloide. También se observó una amplia zo-na de necrosis hemorrágica central. El diag-nóstico histopatológico fue de adenoma ti-roideo, un proceso benigno difícil dediferenciar de una hiperplasia de la glándu-la. (Fig. 4lEl animal se suplementó con levotiroxina a

0.01 mg/Kg/12h justo después de cirugía. Elnivel de T4 10 días post cirugía estaba en 2.6~g/dl. 60 días después el nivel de T4 era de1.3 ~g/dl La siguiente monitorización de T 4basal que realizamos fue 8 meses después yse mantenía el mismo nivel a pesar de la su-plementación. El último control realizado 5meses después del anterior demostró un ni-vel de T4 basal de 0.8 ~g/dl. En este animalmantuvimos la suplementación de levotiroxi-na de por vida:El animal no tuvo ningún otro problema re-

lacionado con el tumor tiroideo. Su evoluciónfue muy buena durante 1 año. Dos mesesdespués del último control de T4 basal del quedisponemos, se le diagnosticó leishmaniosisy 2 años después de la extirpación del tumor,el animal fue eutanasiado por fallo renalavanzado.

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CASO CLíNICO 3

Una perra Boxer de 7 años de edad fue refe-rida a nuestro hospital por la presencia de sín-copes cada 5 minutos desde ese mismo día.La historia obtenida del propietario revelabapoliuria- polidipsia de 2 meses de duración,gran pérdida de peso (5 Kg) y hacía 3 sema-nas el animal había presentado un cuadro devómitos y diarreas que había sido tratado deforma sintomática por el veterinario de refe-rencia observándose mejoría inicialmente.Dos días antes de la recepción del caso, elcuadro de vómitos había reaparecido.En la exploración física se constató el adel-

gazamiento del animal y un estado de taquip-nea y nerviosismo. La auscultación reveló unabradiarritmia muy marcada con pausas dehasta 6 segundos de duración. El animal su-frió un síncope durante la exploración a causade una de estas pausas. La palpación del cue-llo en extensión permitió detectar una masaen la zona tiroidea izquierda y una ligera in-gurgitación de la vena yugular izquierda.El electrocardiograma mostraba bloqueos

atrioventriculares de primer y segundo gradoy paradas de hasta 6 segundos de duración.La arritmia no respondía a la administraciónde atropina.La radiografía torácica no presentaba anor-

malidades excepto una ligera elevación tra-queal en la zona cervical. La ecocardiografíatampoco detectó anormalidades que justifica-ran la arritmia y los síncopes que presentabael animal. Se realizó también ecografía de laregión cervical en la que se pudieron definirlos límites de la masa tiroidea (Fig. 5)Se realizaron pruebas sanguíneas en las

que se detectó anemia no regenerativa (3.800mili RBC/ 1-11;VN 5.5-8.5 mill/I-Il) con microcito-sis, trombocitopenia (45.000/1-11;VN 150.000-700.000/1-11),visualización de mórulas de Ehr-iictiie platys en algunas plaquetas. Labioquímica reveló un incremento en el BUN(43.8 mg/di; VN: 7.0-27.0 mg/di), en la ALT(207 Ull; VN: 10-100 Ull) y en la fosfatasa al-calina (1422 U/L;VN: 23-212 Ull). El resto deparámetros bioquímicos eran normales. En elsedimento de orina se detectó hematuria yleucocituria moderada y una densidad de ori-na de 1.020. En el proteinograma se apreciabauna ligera elevación de las beta y gamma glo-bulinas. La serología mediante Elisa para Ehr-lichie canís resultó positiva con un título de1/80 mientras que la serología de Lyme resul-

Fig. 5. Ecografia del carcinoma de tiroides del caso 3.

tó negativa. El nivel de T4 basal fue de 3.8I-Ig/dl (VN: 1,5-3,0 I-Ig/dl).Se realizó citología mediante aspiración con

aguja fina de la masa cervical en la que seapreciaron células tiroideas con claros signosde malignidad, por lo que el diagnóstico cito-lógico fue de sospecha de tumor maligno detiroides con hemorragia en reabsorción.El diagnóstico realizado fue de tumor tiroi-

deo con hipertiroidismo acompañado de ehr-lichiosis.La perra permaneció hospitalizada con tra-

tamiento de mantenimiento a base de fluido-terapia y antibioterapia y 3 días después serealizó la extirpación del lóbulo tiroideo iz-quierdo. En ese momento la azotemia se ha-bía normalizado.En la cirugía se pudo apreciar la gran adhe-

rencia del tumor a los tejidos subyacentes.Los ganglios regionales no estaban infiltradosy las glándulas paratiroides ipsilaterales seextirparon con la masa tiroidea.La evolución de la perra después de la cirugía

fue muy favorable, no volvió a presentar sínco-pes ni bradiarritmias, regularizándose por tan-to las alteraciones electrocardiográficas.Dos días después de la cirugía se envió a ca-

sa con tratamiento a base de doxiciclina a 10mg/Kg/d.El informe histopatológico nos revela la pre-

sencia de una proliferación de células polié-dricas o estrelladas marcadamente pleomórfi-cas con atípia nuclear y mitosis abundantes,que se ordenan en forma de cordón, acinis oláminas. También describe amplias zonas denecrosis y hemorragia tanto en el interior dela glándula como en la cápsula (Fig. 6). Eldiagnóstico histopatológico fue de adenocar-cinoma de glándula tiroides con infiltraciónen cápsula.La evolución de la perra fue muy buena.

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Fig. 6. Adenocarcinoma de tiroides: crecimiento com-pacto de cordones y acinis formados por células polié-dricas mostrando atipia nuclear. H/E 40x. Cortesía deJaume Altimira (Histovet)

Diez días después de la cirugía no había pre-sentado ningún otro síncope, había disminui-do mucho la poliuria polidipsia y empezaba aganar peso.Los resultados del hemograma fueron norma-

les (RBC: 5.6 rnill/ul: WBC: 7.700/¡J1; Plaq:258.000/¡J1lyel nivel de T4 basal era inferior a 0.2¡Jg/dl por lo que se inició una suplementacióntemporal con levotiroxina (0.01 mg/Kg/12 h),Un mes después, los niveles de T4 basal ya

alcanzaban 2.6 ¡Jg/dl, por lo que empezamos adisminuir la suplementación con levotiroxinahasta su retirada.En base a la presencia de infiltrado neoplá-

sico en la cápsula de la glándula tiroides ex-tirpada, propusimos cuatro sesiones de qui-mioterapia con doxorrubicina.En el momento de la realización de este tra-

bajo, se ha llevado a cabo la primera sesiónde quimioterapia sin complicación alguna.

DISCUSiÓN

En el caso 1, los síntomas digestivos cróni-cos y la poliuria-polidipsia pueden relacionar-se con el estado de hipertiroidismo quepresentaba el animal en el momento del diag-nóstico. Este caso también tenia anisocoriaque puede relacionarse con la invasión porparte del tumor, del tronco vagosimpático. Le-siones a este nivel pueden provocar un sín-drome de Horner (miosis, ptosis, protrusiónmembrana 3Q párpado y enoftalmia). Aunqueen nuestro caso no se apreciaron otros signosque pudieran relacionarse con dicho síndro-me,ya hay descrito en la bibliografía un casode síndrome de Horner asociado a la presen-cia de un carcinoma de tiroides".

En el caso 2, la única sintomatología suges-tiva del estado de hipertiroidismo que presen-taba el animal era la poliuria y polidipsia mo-derada y se llegó al diaqnóstico por lapalpación de la masa tiroidea y por los resul-tados analíticos de los niveles de T4. Así comohay muchas enfermedades concurrentes ytratamientos que pueden hacer disminuir elnivel basal de T4, no hay patología ni trata-miento alguno que consiga el efecto contra-rio. Cualquier estado de hipertiroidismo en elperro se debe a la presencia de un tumor ti-roideo 1. En el tercer caso se observan los sig-nos clásicos de hipertiroidismo acompañadosde alteraciones en el ritmo cardiaco que lle-gaban a producir síncopes en el-animal. Envista de la clara desaparición de la arritmiadespués de la cirugía, una posible explicaciónsería que la compresión que ejercía la masatiroidea sobre el tronco vagosimpático fuesela causa de la bradiarritmia. En el diagnósticodiferencial de los bloqueos atrioventricularestambién deberíamos incluir la endocarditisbacteriana, cardiomiopatia hipertrófica, en-fermedades infiltrativas del miocardio, hiper-kalemia e intoxicación farmacológica". Ennuestro caso no conseguimos identificar nin-guna de estas causas y la ehrlichiosis que pa-decía el animal no suele relacionarse con pro-blemas de miocarditis.Los niveles de T4 basal en el tercer caso son

superiores al margen normal pero no en ex-ceso. Esto podría deberse a que la concurren-cia de una enfermedad como la ehrlichiosispudiese alterar los niveles de T4 basales. Pro-bablemente si hubiésemos determinado nive-les de T4 libre por diálisis de equilibrio, el ni-vel detectado habría sido superior ya que nose ve tan influenciado por la presencia deotras enfermedades concurrentes.El diagnóstico diferencial de una masa cer-

vical, a parte de los tumores de la glándula ti-roides incluiría procesos como sialoadenitis,abscesos, granulomas, linfadenopatía por lin-fama y otros tumores cervicales (sarcomas detejidos blancos)".La citología nos puede ayudar en la aproxi-

mación al diagnóstico definitivo. En el caso l,los resultados de la citología no coincidieroncon los de la biopsia cosa que demuestra laslimitaciones de la técnica de aspiración conaguja fina. No obstante, en el caso de la glán-dula tiroides y a causa de su gran vasculariza-ción, no se recomiendan técnicas más agresi-vas como la biopsia con tru-cut', En los casos

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2 y 3 en cambio, la citología fue más orienta-tiva del diagnóstico definitivo.La radiografía y la ecografía son técnicas

muy útiles en la evaluación clínica de estospacientes porque nos permiten valorar la in-vasión del tumor y la presencia de metástasisen el momento del diagnóstico.Otra técnica de diagnóstico descrita es el

scanner del tiroides previa administración deisótopos radiactivos (radioiodina o pertecne-tato sódico). La mayoría de tumores tiroideostienen capacidad de captar estos radioisóto-pos. La utilidad de esta técnica no es solo va-lorar la agresividad e invasividad del tumor,sino también predecir la respuesta del mismoa un tratamiento con radioiodina a dosis tera-péuticas 1,7.

El diagnóstico de tumor tiroideo suele sertardío, y es por esto, que más de un 35% delos animales con carcinomas tiroideos pre-sentan metástasis en el momento del diag-nóstico 1,10. Ninguno de nuestros casos pre-sentaba metástasis distantes.Hay estudios que relacionan el volumen del

tumor en el momento del diagnóstico con lapresencia de metástasis y concluyen que el100% de los casos con masas tiroideas de 100cm" de volumen presentan metástasis dista-les1,2. En nuestros casos no tenemos medicio-nes tridimensionales. Las características his-tológicas del tumor no guardan relación conla actividad del mismo. La mayoría de casoscon hipertiroidismo se deben a carcinomas ti-roideos. No obstante, hay un caso descritoasociado a un adenoma quístico tiroideoê si-milar a nuestro caso 2.Ante la presencia de una masa en la zona

cervical que pueda tratarse de un tumor de ti-roides el tratamiento debe ser aqresivo l-". Eltratamiento de elección en cualquier masa ti-roidea es la cirugía 1,2. En los casos de adeno-mas tiroideos y de carcinomas diagnostica-dos precozmente, ésta será resolutiva l-", Enun estudio realizado con 20 casos de carcino-mas tiroideos tratados exclusivamente con ci-rugía, se demuestra una supervivencia mediade 36 meses!". El estado de hipertiroidismotambién se controla con la extirpación del tu-mor, como ocurrió en los dos casos descritos.La utilidad de la cirugía es más dudosa enaquellas grandes masas tiroideas, cuya extir-pación total es imposible o cuando ya haymetástasis pulmonares evidentes.En la cirugía, hay que intentar preservar al

menos 2 de las 4 glándulas paratiroides para

evitar hipoparatiroidismo secundario. Esto esfácil en los casos de tumores unilaterales, pe-ro cuando los dos lóbulos están afectados,hay que iniciar suplementación con calcio yvitamina D y monitorizar los niveles de calcio,fósforo y PTH después de la cirugía1,2,9. Ennuestros casos, la afectación del tiroides eraunilateral por lo que no se produjo un hipopa-ratiroidismo tras la cirugía, a pesar de extir-par las glándulas paratiroides ipsilaterales.Una consideración quirúrgica importante,

es disponer de sangre para realizar una trans-fusión en caso necesario, ya que suelen sertumores muy vascularizados que sangranprofusamente durante la ciruqía".Tras la extirpación del nódulo tiroideo fun-

cional, desaparece el feed-back negativo queejercía el exceso de T4 sobre la TSH, y por tan-to el tiroides contralateral vuelve a estimular-se. Los niveles de T4 deben monitorizarse 1 a2 semanas después de la cirugía para contro-lar el nivel de secreción del tiroides no afecta-do ya que en algunos casos es necesaria lasuplementación temporal con levotiroxina.En el caso 1, los niveles de T4 después de la

cirugía se normalizaron (2.1 I-lg/dl). El tiempode supervivencia tras la cirugía fue tan cortoque no permitió la realización de posterioresmonitorizaciones. En el caso 2, la suplemen-tación se inició justo después de la cirugía ylos niveles de T4 no llegaron a ser normalessin la levotiroxina. En el caso 3 se aprecia unaclara disminución de T4 basal después de lacirugía y optamos por la suplementación tem-poral con levotiroxina. El hipotiroidismo postquirúrgico suele observarse en casos de tu-mores bilaterales de tiroides. En nuestro caso2 podría deberse a una atrofia irreversible dellóbulo tiroideo no tumoral o a que la suple-mentación de levotiroxina hubiera perpetua-do niveles bajos de TSH, insuficientes paraestimular al tiroides y conseguir una secre-ción aceptable de T4, En el caso 3 las dosis desuplementación se han ido reduciendo paula-tinamente hasta su retirada.En el caso 1, la invasión de los tejidos peri-

féricos impidió una extirpación completa deltumor tiroideo. En el caso 3, la biopsia tam-bién revela la infiltración de células tiroideasen la cápsula. En estos casos, y siempre quetengamos acceso a ello, puede ser beneficio-sa la utilización de radioiodina, radioterapiacon bomba de cobalto o quimioterapia previaa la cirugía para intentar reducir el tamaño deltumor. También pueden emplearse estas téc-

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nicas en casos tratados quirúrgicamente enlos que los márgenes de excisión no han que-dado llrnpios l-ê-".A pesar de los pocos casos descritos, el tra-

tamiento con radioiodina parece controlar elestado de hipertiroidismo y reducir el tamañodel tumor, controlando así los signos clínicosderivados de su crecirnientoi-".Los protocolos de quimioterapia descritos

son a base de doxorrubicina o combinacionesde ésta con cisplatino. Los resultados sonmuy variables aunque un porcentaje conside-rable de animales (25 %) manifiesta cierta re-misión o reducción del tamaño del turnor l-ê.La corta supervivencia de animal del caso 1no permitió la aplicación de ningún otro trata-miento complementario a la cirugía pero en elcaso 3, aunque de momento no se ha detecta-do recidiva del tumor en la zona intervenida,se ha iniciado un protocolo quimioterápico a

Summary

base de doxorrubicina (4 sesiones a interva-los de 3 semanas). En el momento de la pre-sentación del artículo sólo se ha realizado unasesión por lo que nos es imposible valorar losefectos del tratamiento.

CONCLUSiÓN

Dado que la incidencia de carcinomas tiroi-deos es del 90 % y la de adenomas sólo del10%, el pronóstico ante una masa tiroidea de-be ser siempre grave. El pronóstico y supervi-vencia en los casos de adenomas tiroideos esmuy bueno mientras que en los carcinomas,dependerá de la extensión del tumor en el mo-mento del diagnóstico y del tratamiento aplica-do. Aumentaremos la supervivencia de estospacientes realizando un diagnóstico precoz yun tratamiento agresivo mediante cirugía.

Thyroid neoplasia is relatively trequent in the dog, however hyperthyroidism related to neoplasia is a very rare con-dition in these animals. In this work we describe three cases of canine hyperthyroidism related, two of them to a thy-roid carcinoma and the other to an adenoma. In all cases, surgery resolved the hyperthyroid state. The tirst dog withthe carcinoma was euthanasied 5 weeks after surgery beca use of local growth of the tumor and the one with thyroidadenoma didn't present any other problem related with the thyroid tumor. The third dog had not presented any com-plications related with the tumor at the moment of writingpublishing this work.The diagnosis of thyroid neoplasia must be done as soon as possible and an agresive therapeutic approach is wa-rranted to improve the survival time of this dogs.

Key words: Hyperthyroidism. Thyroid neoplasia. Dog.

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