geren cia
DESCRIPTION
GerenciaTRANSCRIPT
*LAS LÍNEAS DIRECTRICES DE LA OCDE
Las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales son recomendaciones dirigidas por los
gobiernos a las empresas multinacionales que operan en
países adherentes o que tienen su sede en ellos. Contienen principios y normas *1 no vinculantes para una conducta empresarial responsable
dentro del contexto global, conformes con las leyes aplicables y
las normas reconocidas internacionalmente.
Las Directrices tienen como objetivo promover la contribución positiva
de las empresas al progreso económico,
medioambiental y social en todo el mundo.
Las Directrices constituyen
el único código de
conducta empresarial
responsable, exhaustivo y
acordado
multilateralmente, que los
gobiernos se han
comprometido a promover.
LAS LÍNEAS DIRECTRICES DE LA OCDE
También
constituyen una plataforma
de mediación y conciliación
para resolver los problemas
prácticos que puedan
plantearse.
* Entre los cambios introducidos a las Directrices se incluyen los siguientes
Un nuevo capítulo sobre derechos humanos, acorde con los Principios Rectores sobre las Empresas y los
Derechos Humanos: Puesta en Práctica del Marco de las
Naciones Unidas para “Proteger, Respetar y
Remediar”.
Un enfoque nuevo y amplio en relación con el principio
de la debida diligencia y con la gestión responsable de la cadena de suministro, que
implica un avance significativo en comparación
con las anteriores propuestas.
Una guía de procedimiento más clara y más estricta
para fortalecer el papel que juegan los PNC, mejorar su desempeño y fomentar la
equivalencia funcional.
Una agenda proactiva con el fin de ayudar a las empresas
en el cumplimiento de sus responsabilidades a medida que surgen nuevos desafíos.
Las alianzas estratégicas y las relaciones más estrechas con
proveedores y contratistas tienden a desdibujar los límites de la empresa
Las grandes empresas siguen siendo responsables de una
parte significativa de la inversión internacional y se
constata una tendencia hacia las fusiones internacionales de
gran escala.
Con el surgimiento de los sectores de servicios y de las
actividades que se basan en el conocimiento y la expansión de la economía por Internet, las empresas de servicios y tecnología tienen un papel
cada vez más importante en el mercado internacional.
La actividad empresarial internacional ha
experimentado un cambio estructural de gran alcance y
las propias Directrices han evolucionado para reflejar
estos cambios.
La rápida evolución en la estructura de las empresas multinacionales también se ve reflejada en sus actividades en los países en desarrollo, en los que la inversión extranjera directa ha registrado un rápido crecimiento
Las empresas multinacionales han diversificado sus actividades en los países en desarrollo, antes limitadas a la producción primaria y a las industrias extractivas, adentrándose ahora en la fabricación y montaje, el desarrollo del mercado interior y los servicios.
Otro hecho clave es el surgimiento de empresas multinacionales en países en desarrollo como inversionistas internacionales de pes.
Las actividades de las empresas multinacionales, a través del comercio y la inversión internacional, han fortalecido y desarrollado los lazos que unen a los países y a las regiones del mundo.
Estas actividades traen consigo importantes beneficios tanto para los países de origen de las empresas como para los países anfitriones.
Facilitan la transferencia de tecnología entre las regiones del mundo y el desarrollo de tecnologías adaptadas a las condiciones locales
La naturaleza, el alcance y la velocidad de los
cambios económicos han traído consigo nuevos desafíos estratégicos
para las empresas y para las demás partes
interesadas.
Las empresas multinacionales
tienen la oportunidad de implementar
políticas de buenas prácticas en el
campo del desarrollo sostenible que
tiendan a garantizar la coherencia entre
los objetivos sociales, económicos y
medioambientales.
Muchas empresas multinacionales han
demostrado que el respeto de estrictas normas de conducta empresarial
puede mejorar el crecimiento.
En la actualidad, la competencia es intensa y
las empresas multinacionales se
enfrentan a una gran variedad de marcos legales, sociales y
normativos.
En este contexto, las empresas podrían verse tentadas a descuidar las normas y principios de
conducta adecuados con el fin de obtener una ventaja competitiva
indebida.
Estas prácticas de unas pocas empresas podrían
poner en duda la reputación de la mayoría
de ellas y generar preocupación en los
ciudadanos.
Muchas empresas han respondido a las inquietudes de los ciudadanos desarrollando programas internos, sistemas de orientación y de gestión que avalan su compromiso de buena ciudadanía corporativa, de
respeto de las buenas prácticas y de la buena conducta empresarial y laboral.
Las Directrices aclaran las expectativas de conducta empresarial que comparten los gobiernos que las han suscrito y proporcionan un punto de referencia para
las empresas y demás partes interesadas.
De este modo, las Directrices complementan y refuerzan las iniciativas privadas (iniciativas
ciudadanas) encaminadas a definir y poner en práctica una conducta empresarial responsable.
Los gobiernos están colaborando entre sí y con otros actores interesados para
fortalecer el marco jurídico y político internacional en el que se desarrolla la
actividad empresarial.
Esto dio inicio a un proceso ininterrumpido de elaboración de normas aplicables a
numerosos campos de la responsabilidad empresarial que continúa desarrollándose
hasta la fecha.
La OCDE ha contribuido de manera importante a este proceso dictando normas
aplicables válidas en campos como el medioambiente, la lucha contra la
corrupción, los intereses de los consumidores, el gobierno corporativo e
incluso la tributación fiscal.
Los gobiernos pueden contribuir proporcionando marcos de políticas nacionales eficaces, que incluyan una política macroeconómica estable, un trato no discriminatorio de las empresas, una regulación adecuada y una supervisión oportuna, un sistema judicial y de aplicación de las leyes imparcial y una administración pública eficaz e íntegra.
Los gobiernos también pueden prestar su ayuda manteniendo e impulsando normas y políticas adecuadas en apoyo de un desarrollo sostenible y llevando a cabo las reformas que garanticen que la actividad del sector público sea eficiente y eficaz.
Los gobiernos que se han adherido a las Directrices se han comprometido con la mejora continua de las políticas tanto nacionales como internacionales, con el propósito de mejorar el bienestar y los niveles de vida de todos los ciudadanos.