gastroenteropatia perdedoras de proteinas

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1 INDICE DE CONTENIDOS. INTRODUCCIÓN 4 CAPITULOS 5 CAPITULO N° 1 DEFINICIÓN Y FISIOPATOLOGÍA 5 1. Definición 2. Fisiopatología 2.1. Mecanismos fisiopatológicos implicados 2.2. Consecuencias fisiopatológicas CAPITULO N° 2 MANIFESTACIONES CLÍNICAS Y ENFOQUE DIAGNÓSTICO 10 1. Manifestaciones clínicas 2. Enfoque diagnostico 3. Métodos auxiliares para el diagnóstico 3.1. Estudio de macromoléculas marcadas con isótopos 3.2. Aclaramiento o excreción fecal de alfa 1 anti tripsina (A1AT) 3.3. La escintigrafía o centellografía 4. Exploraciones adicionales CAPITULO N° 3 PATOLOGÍAS ASOCIADAS 16 1. Gasteroenteropatía exudativa secundaria a permeabilidad intestinal aumentada 1.1. Gastritis hipertrófica

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Page 1: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

1

INDICE DE CONTENIDOS.

INTRODUCCIÓN 4

CAPITULOS 5

CAPITULO N° 1 DEFINICIÓN Y FISIOPATOLOGÍA 5

1. Definición

2. Fisiopatología

2.1. Mecanismos fisiopatológicos implicados

2.2. Consecuencias fisiopatológicas

CAPITULO N° 2 MANIFESTACIONES CLÍNICAS Y ENFOQUE DIAGNÓSTICO

10

1. Manifestaciones clínicas

2. Enfoque diagnostico

3. Métodos auxiliares para el diagnóstico

3.1. Estudio de macromoléculas marcadas con isótopos

3.2. Aclaramiento o excreción fecal de alfa 1 anti tripsina (A1AT)

3.3. La escintigrafía o centellografía

4. Exploraciones adicionales

CAPITULO N° 3 PATOLOGÍAS ASOCIADAS 16

1. Gasteroenteropatía exudativa secundaria a permeabilidad intestinal aumentada

1.1. Gastritis hipertrófica

Page 2: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

2

1.2. Gastroenteropatía alérgica o gastroenteritis a eosinófilos

1.3. Enfermedades polipósicas

1.4. Gastroenteropatías inflamatorias

2. Gastroenteropatía exudativa secundaria a anomalías del flujo linfático

2.1. Linfangiectasia intestinal primitiva o primaria

2.2. Linfangiectasia intestinal adquirida

CAPITULO N° 4 TRATAMIENTO 22

1. Tratamientos médicos

1.1. Regimenes dietéticos

1.2. Empleo de inmunosupresores y octreótido

1.3. Tratamiento de las displasias linfáticas

1.4. Transfusión de albúmina

2. Tratamiento quirúrgico

CONCLUSIONES 25

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 25

Page 3: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

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GASTROENTEROPATÍAS PERDEDORAS DE

PROTEÍNAS.

INTRODUCCIÓN

La gastroenteropatía perdedora de proteínas o gastroenteropatía pierde-

proteínas es un síndrome que consiste en una pérdida activa proteica por el

aparato digestivo. Incluye un gran grupo de enfermedades cuya

característica común es precisamente la pérdida entérica anormal de

proteínas plasmáticas a través de la mucosa gastrointestinal. Esta

gastroenteropatía es causante de hipoalbuminemia asociada a desnutrición.

En el presente trabajo monográfico se revisarán los aspectos más

resaltantes de esta patología, desde su definición, fisiopatología, causas,

diagnóstico y tratamiento.

El autor

Page 4: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

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CAPITULO N° 1 DEFINICIÓN Y FISIOPATOLOGÍA

1. DEFINICIÓN

La gastroenteropatía perdedora de proteínas (GPP), también conocida gastroenteropatía

pierde-proteínas o como enteropatía exudativa engloba una serie de trastornos cuya base

es la pérdida proteica patológica (es decir por arriba de los valores normales) a través de la

mucosa gastrointestinal.

En individuos sanos, aproximadamente el 8% de las pérdidas totales de albúmina se

asocian a las pérdidas directas por el tubo digestivo, pero, en los pacientes con GPP, éstas

pueden llegar al 60%. Dada la poca relevancia que tiene la pérdida proteica digestiva en

individuos sanos, la concentración final de proteínas séricas se mantiene por un equilibrio

entre la síntesis y el metabolismo de las mismas. Es pues este equilibrio, el que aparece

alterado en la GPP.

Este síndrome suele ser consecuencia de la alteración de la mucosa gastrointestinal,

asociada o no a erosiones o úlceras, y también como resultado del incremento de la

presión venosa central o en relación a una obstrucción de la linfa mesentérica.

2. FISIOPATOLOGÍA

La GPP incluye un gran grupo de enfermedades caracterizadas por la pérdida entérica

anormal de proteínas plasmáticas a través de la mucosa gastrointestinal. Desde el punto

de vista fisiopatológico ésta pérdida excesiva de proteínas puede ocurrir a partir de

linfáticos intestinales o a través de una superficie mucosa anormal o inflamada; otros

trastornos presentan un mecanismo no aclarado.

Page 5: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

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La GPP se caracteriza por una pérdida excesiva de proteínas plasmáticas en la luz del tubo

digestivo. Las causas son numerosas y pueden ser categorizadas en función de los

mecanismos fisiopatológicos implicados.

2.1. MECANISMOS FISIOPATOLÓGICOS IMPLICADOS

En algunos casos, la pérdida de proteínas se produce por un aumento de

permeabilidad de la mucosa intestinal al plasma o al líquido intersticial y ello puede ser

debido a:

Alteración de la barrera epitelial gastrointestinal como se observa en

afecciones tanto erosivas como no erosivas de la mucosa intestinal.

Otras veces es secundaria a una anomalía del flujo linfático intestinal y mesentérico,

perdiéndose además de las proteínas, también lípidos, linfocitos y otros constituyentes

de la linfa como en caso de:

Obstrucción linfática que aumenta la secreción de proteínas a nivel

gastrointestinal e impide la absorción de las mismas. Esta puede ser de dos

tipos: La obstrucción linfática congénita o primaria y la obstrucción linfática

adquirida o secundaria de tipo funcional u orgánico.

En ciertas situaciones, los dos mecanismos pueden estar en juego, como en la

enfermedad de Crohn, la enterocolitis por radiación o el síndrome nefrótico.

Page 6: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

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FIGURA 1: Enfermedades asociadas a gastroenteropatías perdedora de proteínas con

alteraciones de la mucosa sin erosiones ni ulceraciones.

FIGURA 2: Enfermedades asociadas a gastroenteropatías perdedora de proteínas con

alteraciones de la mucosa con erosiones y ulceraciones.

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FIGURA 3: Enfermedades asociadas a gastroenteropatías perdedora de proteínas con

aumento de la PVC u obstrucción de la linfa mesentérica.

2.2. CONSECUENCIAS FISIOPATOLÓGICAS

La albúmina sérica está ampliamente distribuida en el compartimiento intra y

extravascular. El espacio intravascular contiene 35% de la masa total y el espacio

extravascular 65%. A los 2 días de haber dejado el sistema vascular 80% de la

albúmina es retornada al plasma principalmente por el conducto torácico. En respuesta

a hemorragias, proteinuria masiva, gastroenteropatía perdedora de proteínas o ayuno

prolongado el pool extravascular intercambiable de albúmina puede ser rápidamente

movilizado hacia el plasma.

La pérdida de proteínas plasmáticas a través del epitelio intestinal en la luz es un

fenómeno fisiológico. La albúmina se pierde en la luz atravesando los espacios

intercelulares y con la descamación de las células epiteliales de las vellosidades. Se

estima que aproximadamente 10% del catabolismo de la albúmina tiene lugar en el

intestino, lo que representa una pérdida aproximada de 1 g por día en el adulto.

Page 8: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

8

Sin embargo, esta cantidad de proteínas es digerida por las proteasas pancreáticas

siendo los aminoácidos y péptidos resultantes reabsorbidos y reutilizados. Las

consecuencias de la pérdida intestinal de proteínas plasmáticas sobre su metabolismo

y las técnicas necesarias para ponerla en evidencia son idénticas sea cual sea la

causa.

En el curso de una enteropatía exudativa, todas las proteínas séricas se pierden en la

luz intestinal a la misma velocidad, cualquiera sea su peso molecular. La disminución

del nivel plasmático sin embargo no es idéntica para las diferentes proteínas. Aquellas

con vida media más larga como albúmina e IgG presentan niveles plasmáticos más

disminuidos y las de vida media más corta como transferrina, IgM, ceruloplasmina o

fibrinógeno tienen niveles normales o casi normales.

La síntesis de albúmina es desencadenada por la disminución de la presión oncótica en

los espacios intersticiales hepáticos, pero el factor determinante de ésta es el estado

nutricional del sujeto y ante todo la disponibilidad en aminoácidos.

Cuando la fuga proteica sobrepasa dos veces la normal, aparece hipoproteinemia

porque la síntesis hepática de albúmina sólo puede duplicarse y la de inmunoglobulinas

no es estimulada por la disminución de los niveles séricos.

En la gastroenteropatía perdedora de proteínas hay hipoalbuminemia cuando los

mecanismos de síntesis hepática no son capaces de compensarla debido a la

severidad de la pérdida. La vida media de la albúmina que es de 20 días puede

disminuir a 3 días, llegando ciertos pacientes a perder de 10 a más de 50 % de su pool

de albúmina plasmática por día. Puede sin embargo haber hipoalbuminemia con un

modesto grado de pérdida entérica de proteínas si los mecanismos de síntesis no

pueden ser incrementados a consecuencia de malnutrición, infecciones crónicas o

malbsorción de aminoácidos. En la mayoría de las enfermedades difusas del tracto

gastrointestinal asociadas con gastroenteropatía perdedora de proteínas, malabsorción

y malnutrición se observa disminución de la capacidad de síntesis compensatoria del

hígado.

Page 9: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

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Page 10: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

10

CAPITULO N° 2 MANIFESTACIONES CLÍNICAS Y

ENFOQUE DIAGNÓSTICO

1. MANIFESTACIONES CLÍNICAS

El espectro de signos y síntomas asociados con gastroenteropatía perdedora de proteínas

es muy amplio. El síndrome se puede manifestar con edemas, diarrea y malabsorción de

nutrientes, así como una concentración baja de albúmina en plasma, sin objetivarse otras

causas de hipoalbuminemia como desnutrición, afectación renal o afectación hepática.

A pesar de que la entidad se caracteriza por la pérdida proteica, dependiendo de la

patología basal asociada, puede encontrarse una malabsorción grasa y secundariamente

un déficit de vitaminas liposolubles. Ello se traduce clínicamente como esteatorrea

La mayoría de los pacientes con GPP presentan síntomas gastrointestinales severos,

prolongados y persistentes como vómitos, diarrea, dolor o crecimiento abdominal y

síndrome de malabsorción. Sin embargo, puede no haber síntomas claros referidos al

tracto gastrointestinal sino únicamente signos de afección crónica manifestada por edema

localizado, asimétrico y no depresible como en la linfangiectasia intestinal o generalizado

con anasarca y ascitis quilosa en los casos severos con bajos niveles de proteínas

circulantes.

Por otro lado cabe destacar que en estas patologías la ganancia ponderal es habitualmente

pobre y la estatura está a menudo retrasada pues el crecimiento se detiene. Esto último es

bastante evidente en los niños.

En el aspecto laboratorial, a pesar de que existe una pérdida masiva no selectiva de

proteínas plasmáticas en el lúmen intestinal, la albúmina es usualmente la más deprimida

de las proteínas del plasma. Se observa anemia generalmente hipocrómica y a veces

Page 11: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

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megaloblástica. La forma tardía puede estar relacionada con malabsorción de vitamina B12

o de ácido fólico. Son frecuentes los déficits en vitaminas liposolubles.

2. ENFOQUE DIAGNOSTICO

El diagnóstico de gastroenteropatía perdedora de proteínas puede plantearse en aquellos

casos de hipoproteinemia en que la ingesta dietética adecuada y la malnutrición no la

justifican o en los cuales se descartaron problemas hepáticos o proteinuria significativa,

pues la hipoalbuminemia puede relacionarse a baja producción o catabolismo elevado.

La hipoalbuminemia constituye un índice laboratorial orientador de la gastroenteropatía

perdedora de proteínas, pero como ella ocurre en una variedad de circunstancias, su

significado clínico sólo puede ser valorado si se considera que su nivel es el resultado de

complejos factores que regulan su síntesis, degradación y distribución.

El diagnóstico sin embargo debe ser establecido por la medición directa de la pérdida

entérica de proteínas y no puede ser realizado sobre la base de los niveles séricos de

albúmina, teniendo en cuenta que los niveles de síntesis pueden en algunos casos

compensar las pérdidas.

A pesar de que la estimación del nitrógeno fecal puede ser de utilidad en ciertas

circunstancias, en la mayoría de los casos los niveles no están elevados, pues al ser las

proteínas exudadas en la luz intestinal digeridas y luego reabsorbidas, la medición de la

pérdida proteica dosando aminoácidos en las heces puede no poner en evidencia la

enteropatía a menos que se trate de una fuga extremadamente importante. En general, una

gastroenteropatía perdedora de proteínas de sectores distales del tracto gastrointestinal se

asocia más con hipoalbuminemia que aquellas de sectores proximales.

3. MÉTODOS AUXILIARES PARA EL DIAGNÓSTICO

Page 12: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

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Las técnicas diagnósticas van encaminadas a explicar la hipoalbuminemia que presentan

determinados pacientes en los que no se encuentra otras causas como enfermedad renal

con proteinuria, enfermedad hepática o malnutrición severa.

Los estudios clásicos de nitrógeno fecal no logran diferenciar la azotorrea derivada de la

malabsorción proteica de la dieta, de la que se pierde por vía intestinal a partir del espacio

intravascular. Para el diagnóstico, se utilizaba la administración intravenosa de

macromoléculas radiomarcadas. Actualmente, ante el riesgo de radioactividad, el método

de elección es la detección de alfa-1 antitripsina (A1AT) en heces, más simple y

económico.

3.1. ESTUDIO DE MACROMOLÉCULAS MARCADAS CON ISÓTOPOS

Como los niveles de albúmina pueden ser normales aun cuando las pérdidas

gastrointestinales sean considerables, es el advenimiento de técnicas que utilizan

moléculas marcadas con isótopos radiactivos que ha permitido demostrar el origen

intestinal de la hipoproteinemia. Por su estabilidad, la albúmina marcada con Iodo 131

ha sido utilizada para medir el pool total de albúmina y al equilibrio su velocidad de

degradación y de síntesis. El I 131 libre es fácilmente absorbido y excretado en el

intestino, contrariamente al Cromo 51 que no es ni absorbido ni excretado por el tracto

gastrointestinal intacto, por lo cual a pesar de una vida media de 3 días, se mostró

adaptada para la medición precisa de la pérdida intestinal de proteínas.

De hecho, fue la albúmina marcada con Cr 51 la que ha sido utilizada tradicionalmente

para cuantificar la pérdida entérica de proteínas y sigue siendo la técnica de referencia

habitual. Sin embargo el carácter radiactivo de esas substancias impone serias

limitaciones a su utilización rutinaria. Clásicamente por medio de la administración

intravenosa de albúmina-Cr con medida de la radiactividad fecal, se considera normal

la eliminación menor de 0,7-1% de la dosis empleada, equivalente a un aclaramiento

de 40-50 ml/día.

3.2. ACLARAMIENTO O EXCRECIÓN FECAL DE ALFA 1 ANTI TRIPSINA (A1AT)

Page 13: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

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Este método se basa en la utilización de un marcador endógeno en lugar de

macromoléculas marcadas.

La medición del clearance de alfa 1 antitripsina, una proteína plasmática antiproteolítica

(inhibidor de proteinasas) sintetizada por el hígado, es particularmente adaptada para

ser realizada en la mayoría de pacientes. La alfa 1 antitripsina es una glicoproteína de

peso molecular similar a la de la albúmina. Ella no está presente en la dieta, resiste la

proteólisis intraluminal y al contrario de otras proteínas plasmáticas no es digerida ni

reabsorbida en el intestino. El peso molecular de A1AT (54.000 daltons) es similar al de

la albúmina (67.000 daltons), por lo que sirve para medir la excreción de albúmina en el

lumen intestinal. A diferencia de la albúmina la A1AT, ni es degradada por las

proteasas intestinales (resiste la proteólisis enzimática digestiva) ni es reabsorbida, es

decir es excretada intacta en las heces por lo que su determinación en heces

constituye un fiel marcador del escape de albúmina a la luz intestinal. Por ello la A1AT

siendo un excelente marcador de GPP y más aún si se tiene en cuenta que los

alimentos no contienen A1AT a excepción de la leche humana por lo que la

determinación de A1AT no se considera un método apropiado en los lactantes

amamantados, pues la A1AT se excreta en la leche humana sin evidencia de escape

intestinal de proteínas. Su nivel plasmático varía poco de un día a otro y su

aclaramiento está estrechamente correlacionada a la de la albúmina marcada con C51

variando poco de un paciente a otro.

Con la demostración de la correlación linear entre el clearance de la C51albúmina y la

alfa 1 antitripsina, el material redioactivo dejó de ser ampliamente utilizado. Una gran

ventaja para los pacientes es que es estable en las heces y la contaminación urinaria

no invalida el resultado. La desventaja es que el jugo gástrico la destruye, por lo cual

no puede ser utilizada para detectar gastroenteropatía perdedora de proteínas

originada en el esófago o estómago. Un aumento en la excreción fecal de alfa 1

antitripsina es sugestiva de trastornos que involucran el intestino delgado o el grueso.

A pesar de que el test más confiable es el clearance de 3 días, la simple medición de la

concentración de alfa 1 antitripsina en una muestra de heces recogidas al azar también

Page 14: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

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tiene valor diagnóstico. La medida de a1-ATF en muestras aisladas de heces

expresada en mg/g de heces secas tiene el valor normal es < 3,4 mg/g de heces

desecadas. Constituye un buen test de screening siendo un método simple, valorable y

de bajo coste. Cabe destacar que para la medida de la excreción fecal de A1AT se

toma 0,5 g del total de heces recolectadas durante 24 horas previamente

homogeneizadas; posteriormente se liofilizan y se almacenan a 200 °C hasta su

análisis.

El Aclaramiento intestinal de A1AT representa un modo más exacto para el estudio de

EPP.

La prueba se corrige con los valores de A1AT plasmática mediante el aclaramiento de

24 horas fecal/plasmático de la enzima, obviándose resultados falsos negativos de la

prueba; se calcula con la siguiente ecuación:

El resultado del Aclaramiento intestinal de A1AT se expresa en ml/día, el rango es de

20-30 ml/día, pero se interpreta como normal un aclaramiento de A1AT inferior a 24

ml/día. No puede usarse para distinguir entre pérdidas gástricas o intestinales, porque

la A1AT se degrada con el pH gástrico; ante la sospecha de GPP gástrica con

hipersecreción ácida, debe realizarse tras la administración de bloqueantes de la

secreción gástrica.

En los pacientes con síndrome diarreico el aclaramiento de A1AT debe interpretarse

con cautela, por lo que el dintel positivo de la prueba se establece a partir de 56 ml/día.

Por último, los enfermos con hemorragia intestinal macroscópica o prueba positiva de

sangre oculta en heces, también pueden tener un aumento en el aclaramiento de

A1AT, debiendo analizar con precaución los resultados.

3.3. LA ESCINTIGRAFÍA O CENTELLOGRAFÍA

Page 15: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

15

En la actualidad se emplea la exploración escintigráfica con albúmina-99 Tc2 aunque

este tipo de exploración es muy poco utilizada por limitada disponibilidad, alto coste,

uso de material radiactivo y requerir prolongada recogida de heces.

La escintigrafía con Seroalbúmina humana marcada con tecnecio 99 constituye un

método útil para determinar el sitio de la pérdida proteica. Este método de imágenes es

confiable, sencillo de realizar y proporciona los resultados dentro de las 24 horas.

Aunque menos sensible, el centellograma con albúmina sérica humana marcada con

Tc 99, permite localizar el punto específico de la pérdida proteica. Junto a lo anterior,

ante una sospecha de linfangiectasia intestinal, la linfocentellografía con dextrán

marcado con TC99m es otro método útil para identificar y monitorizar la pérdida

proteica entérica.

4. EXPLORACIONES ADICIONALES

Una vez diagnosticada la gastroenteropatía perdedora de proteínas, debe ser investigado

el trastorno responsable. Debe realizarse una exploración del sistema cardiovascular y del

tracto gastrointestinal para descartar una causa tratable. Es importante evidenciar las

anomalías linfáticas asociadas a linfangiectasias intestinales pero ello no siempre resulta

fácil. Debido al carácter localizado o profundo de las lesiones, la biopsia intestinal es a

menudo normal por lo que puede ser útil practicarlas bajo control endoscópico luego de un

régimen rico en grasas. El tránsito baritado del delgado raramente muestra imágenes

evocadoras. Si existen signos clínicos de obstrucción o displasia linfática como linfedema o

efusiones pleurales, se recomienda una exploración del drenaje linfático con linfangiografía

seguida de tomografía computada.

Page 16: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

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CAPITULO N° 3 PATOLOGÍAS ASOCIADAS

Como se mencionó inicialmente la GPP es un síndrome clínico que engloba una serie de

patologías muy diversas entre ellas pero con la característica en común de tener pérdida de

proteínas plasmáticas por la mucosa gastrointestinal. A continuación se revisan algunas de

esas patologías.

1. GASTEROENTEROPATÍA EXUDATIVA SECUNDARIA A PERMEABILIDAD

INTESTINAL AUMENTADA

En diversas situaciones como gastritis hipertrófica, gastroenteropatía alérgica o poliposis la

enteropatía exudativa domina el cuadro clínico con edemas e hipoproteinemia.

1.1. GASTRITIS HIPERTRÓFICA

Las gastritis hipertróficas es un conjunto de patologías, dentro de dicho conjunto

encontramos principalmente tres entidades clínicas las cuales son:

Enfermedad de Menetrier

Gastritis hipertrófica hipersecretora

Síndrome de Zollinger Ellison

Estas entidades son raras y afecta esencialmente niños de 3 a 10 años. Sus síntomas

son inicialmente anorexia, nauseas, vómitos y dolores abdominales agregándose luego

edema generalizado. La proteinemia es baja a consecuencia de la pérdida de proteínas

a nivel gástrico. El tránsito baritado y la endoscopía ponen en evidencia pliegues

mucosos espesos suculentos en el fondo gástrico. El estudio histológico muestra

hiperplasia de glándulas gástricas e infiltrado inflamatorio polimorfo en la lámina propia

edematizada. La gastritis hipertrófica del niño cura habitualmente en algunas semanas.

Page 17: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

17

Se la ha asociado a infección viral a CMV o a alergia digestiva por los antecedentes

familiares de atopia y eosinofilia sanguínea observados frecuentemente. Perfusiones

de albúmina pueden ser necesarias en la fase aguda.

1.2. GASTROENTEROPATÍA ALÉRGICA O GASTROENTERITIS A EOSINÓFILOS

Constituye también una entidad rara, reportada como causa de pérdida intestinal de

proteínas, que se caracteriza en los casos severos por edema generalizado, retardo de

crecimiento, hipoalbuminemia, hipoglobulinemia, hipogammaglobulinemia, anemia y

eosinofilia sanguínea, a menudo asociadas a manifestaciones alérgicas. Un número

excesivo de eosinófilos en la lámina propia es la única anomalía histológica en el seno

de una mucosa por otro lado normal.

La infiltración mucosa por eosinófilos puede también afectar el estómago y en algunos

casos producir una obstrucción pilórica. Habiendo la supresión de proteínas de leche

de vaca acarreado la regresión de los síntomas, la gastroenteropatía alérgica ha sido

considerada una forma de intolerancia a proteínas de leche de vaca. Sin embargo, en

ciertos casos en donde regímenes que excluyen todas las proteínas conocidas por su

alergenicidad no tienen ningún efecto terapéutico, los corticoides pueden ser de

utilidad.

1.3. ENFERMEDADES POLIPÓSICAS

Dentro de este grupo encontramos a cualquier patología que curse con la presencia de

pólipos a nivel gastrointestinal por ejemplo la poliposis juvenil generalizada o poliposis

colónica juvenil, los pólipos adenomatosos, Síndrome de Peutz-Jeghers entre otras.

Estas son susceptibles de producir una pérdida intestinal acrecentada de proteínas

asociada a una expoliación sanguínea crónica siendo responsables en ciertos casos de

caquexia y muerte. Cabe destacar que en toda enfermedad polipósica siempre existe el

riesgo de degenerar en enfermedades malignas.

En otras situaciones en las cuales la enteropatía exudativa es consecuencia de una

permeabilidad aumentada de la mucosa intestinal, la pérdida de proteínas puede ser un

Page 18: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

18

síntoma menor y transitorio como en el caso de gastroenteritis agudas e infestaciones

parasitarias, o al contrario reflejo de crisis severas de afecciones crónicas como

enfermedad celiaca, esprue tropical, enteropatías de hipogammaglobulinemias,

síndrome de pululación bacteriana o intolerancia a proteínas de leche de vaca entre

otras, en el curso de las cuales la mucosa intestinal puede presentar lesiones de atrofia

vellositaria severa.

1.4. GASTROENTEROPATÍAS INFLAMATORIAS

En estas patologías también hay aumento de la permeablidad a las proteínas a nivel de

la mucosa intestinal. Dentro de estas patologías encontramos a la colitis ulcerosa, la

enfermedad de Crohn o la enterocolitis ulceronecrosante en las cuales la pérdida de

proteínas ligadas a la inflamación es agravada por una descamación celular exagerada.

En ellas, la malabsorción y la infección crónica, conducen a una reducción de la

disponibilidad en aminoácidos y a una síntesis insuficiente de albúmina que puede

entonces no compensar aún una pérdida intestinal modesta, siendo la hipoalbuminemia

no sólo reflejo de la enteropatía.

Se han reportado casos asociados a anemia ferropriva que se resolvieron con la

corrección de la anemia con ferroterapia independientemente de una alimentación con

proteínas lácteas o fórmulas de soja.

Todas estas patologías se caracterizan por tener un componente auto inmunológico,

razón por la cual el tratamiento es a base de inmunosupresores. No se puede

diferenciar a ciencia cierta entre un tipo de enteropatía inflamatoria y otra, basados

solamente en la presentación clínica, razón por la cual se requiere de la biopsia para

establecer diferencias.

2. GASTROENTEROPATÍA EXUDATIVA SECUNDARIA A ANOMALÍAS DEL FLUJO

LINFÁTICO

Page 19: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

19

La función del drenaje linfático es mantener el volumen del líquido intersticial dentro de

límites normales gracias al drenaje de líquido y la captación de proteínas. Siendo los

capilares intestinales fenestrados, la concentración en proteínas de la linfa intestinal es

aproximadamente la mitad de la concentración de proteínas en el plasma.

El flujo linfático puede alterarse por anomalías congénitas de las vías linfáticas o por

procesos adquiridos inflamatorios o tumorales que los obstruyen produciendo un aumento

de la presión venosa. En estos casos, la presión hidrostática termina elevándose en los

quilíferos centrales que se dilatan. Si bien en la infancia la linfangiectasia intestinal es en

general primitiva, causas secundarias deben ser tenidas en cuenta pues su tratamiento

puede mejorar la enteropatía exudativa.

2.1. LINFANGIECTASIA INTESTINAL PRIMITIVA O PRIMARIA

Constituye una rara causa de enteropatía exudativa, en general esporádica, aunque se

conocen formas familiares. Asociada en algunos casos a otras malformaciones

linfáticas que afectan los troncos subdiafragmáticos o los linfáticos de miembros,

representa posiblemente sólo un elemento de una malformación linfática congénita

generalizada como lo hace pensar el hecho que en ciertas familias las anomalías

linfáticas sean diferentes, abarcando el intestino en un niño y un miembro inferior en

otro.

Las anomalías difusas o localizadas a un segmento del intestino, con linfáticos

dilatados y tortuosos pueden ser visibles en piezas operatorias o de biopsia. La ruptura

de los quilíferos centrales y la fuga de linfa hacia la luz intestinal explican la

hipoalbuminemia, hipogammaglobulinemia, linfopenia y esteatorrea que existen

habitualmente. La ruptura de linfáticos subserosos explican la ascitis quilosa asociada a

la enteropatía exudativa.

En algunos casos, la anomalía linfática es más extensa formando parte de anomalías

complejas que abarcan los linfáticos de miembros inferiores, gruesos troncos linfáticos

como el canal torácico, la cisterna de Pequet o los ganglios periaórticos abdominales,

Page 20: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

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pudiendo existir un linfedema a menudo asimétrico de miembros o del escroto o un

quilotórax.

El inicio de síntomas se remonta a la infancia temprana pudiendo retardarse hasta la

adolescencia. El edema blando con Godet +, consecuencia de la hipoalbuminemia, es

el síntoma principal, predominando en los miembros inferiores, asimétrico en caso de

linfedema o bien generalizado comprometiendo genitales externos, dorso de manos y

párpados o acompañado de derrame peritoneal o pleural tipo trasudado en un cuadro

de anasarca. Evoluciona de manera escalonada, hay periodos de exacerbación en el

curso de los cuales se detectan con un interrogatorio minucioso síntomas digestivos de

intensidad moderada como diarrea de escaso volumen, rara vez francamente

esteatorreica. Dolores abdominales acompañan las náuseas o vómitos que

sobrevienen durante los episodios en más de la mitad de casos. El cuadro puede

simular una enfermedad celiaca, pues han sido reportadas retardo de crecimiento y

manifestaciones clínicas de hipocalcemia.

Las formas precoces a debut neonatal a veces diagnosticadas in útero, a la ecografía

sistemática, son frecuentemente familiares manifestándose desde el nacimiento por

edemas, dificultad de crecimiento, aumento abdominal progresivo y ascitis quilosa.

La hipoproteinemia es el principal signo biológico. La albuminemia puede ser < 1.5 g/dl

y el nivel de IgG < 2 g/l. Los niveles plasmáticos de IgA y de IgM son normales o

discretamente disminuidos. A pesar de la hipogammaglobulinemia la producción de

anticuerpos se conserva normal. Se observa de manera casi constante una linfopenia

inferior a 1500 linfocitos /ml que afecta esencialmente los linfocitos T, estando los

linfocitos amplificadores T4 más disminuidos que los supresores T8.

Existe una sensibilidad retardada anormal a los test cutáneos, una proliferación

linfoblástica insuficiente en presencia de mitógenos no específicos y una tolerancia

anormal a transplantes cutáneos. Sin embargo, las infecciones no son más frecuentes,

salvo durante el primer año de vida. La incidencia de neoplasias se encuentra

acrecentada.

Page 21: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

21

La esteatorrea es generalmente moderada, a veces intermitente. En caso de

esteatorrea importante se observan hipocolesterolemia y niveles bajos de vitaminas A y

E. No existe propiamente una malabsorción intestinal de aminoácidos y azucares. La

hipocalcemia es función de la hipoalbuminemia.

La evolución general de la afección puede ser relativamente benigna, con episodios de

diarrea, edema e hipoprotidemia o bien severa, complicada de hipotiroidismo por

perdida intestinal de tiroxina y de un retardo de crecimiento. Es raramente gravísima

conduciendo al deceso en un cuadro de diarrea incohercible, caquexia y anasarca.

2.2. LINFANGIECTASIA INTESTINAL ADQUIRIDA

La anomalía del flujo linfático es en ciertos casos funcional como consecuencia de una

insuficiencia cardiaca derecha o de una pericarditis constrictiva que deben ser

investigadas sistemáticamente pues los síntomas clínicos, biológicos e histológicos de

linfangiectasias adquiridas son idénticas a las de las lifangiectasias primitivas. La

existencia de un gran hígado puede orientar el diagnóstico. El tratamiento de la

afección cardiaca lleva a la desaparición de las linfangiectasias y de la enteropatía

exudativa con normalización de las funciones inmunitarias.

La anomalía del flujo linfático puede asimismo ser resultado de una obstrucción

orgánica que complica una paniculitis mesentérica, una pancreatitis, un tumor del

páncreas, una tuberculosis intestinal, un linfoma o una enfermedad de Hodgkin entre

otras causas.

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22

CAPITULO N° 4 TRATAMIENTO

El tratamiento de la GPP se basa en resolver la patología de base, ya sea con tratamiento

médico o quirúrgico en los casos de alteraciones cardiovasculares, neoplasias, enfermedad

inflamatoria intestinal o infecciosa. Sin embargo, podemos realizar un tratamiento sintomático

basado en el aumento de la oferta proteica para mejorar el balance nitrogenado, mediante

nutrición enteral oral, por sonda nasoentérica o nutrición parenteral en caso de aparato

digestivo no viable. Si se asocia esteatorrea con malabsorción grasa, las dietas bajas en

lípidos, ricas en proteínas y suplementadas con triglicéridos de cadena media pueden ser de

utilidad.

1. TRATAMIENTOS MÉDICOS

Cuando sea posible el tratamiento deberá ser específico para cada entidad y dirigido a

corregir la enfermedad subyacente. A Continuación se mencionan los principales

tratamientos médicos

1.1. REGIMENES DIETÉTICOS

Cuando sea posible el tratamiento deberá ser específico para cada entidad y dirigido a

corregir la enfermedad subyacente. Es una labor esencial la educación del paciente,

para que este conozca el tipo de dieta que debe ingerir, y así evitar cualquier alimento

que pueda asociarse a la fisiopatología de la GPP

Así por ejemplo la supresión de proteínas de leche de vaca produce la regresión de los

síntomas en la gastroenteropatía alérgica a proteínas de leche de vaca, sin embargo,

en ciertos casos en donde regímenes excluyendo todas las proteínas conocidas por su

alergenicidad no tienen ningún efecto terapéutico, los corticoides pueden ser de

utilidad.

Page 23: Gastroenteropatia Perdedoras de Proteinas

23

Por otro lado en el tratamiento de la GPP por obstrucción del drenaje linfático hay que

tener una dieta baja en triglicéridos de cadenas largas. Más adelante se detallará con

más profundidad acerca de este punto

1.2. EMPLEO DE INMUNOSUPRESORES Y OCTREÓTIDO

En los pacientes en los que la GPP se asocia a una enfermedad autoinmune se puede

realizar tratamiento con ciclosporina, cuando los corticoides u otros tratamientos

inmunosupresores han fracasado. Los corticoides también pueden ser beneficiosos,

cuando se objetivan marcadores inflamatorios alterados.

En algunas patologías se han reportado resultados exitosos con un análogo

semisintético de la somatostatina, el octreotide asociado a prednisolona. El octreótido

puede ayudar en algunos casos a disminuir la secreción de líquidos y la exudación

proteica intestinal.

Un tratamiento antitrombótico crónico con heparina de alto peso molecular es el

tratamiento de elección en las formas asociadas con trombosis venosas.

1.3. TRATAMIENTO DE LAS DISPLASIAS LINFÁTICAS

En las displasias linfáticas especialmente, el abordaje terapéutico es esencialmente

médico y frecuentemente reducido a un régimen dietario limitado en triglicéridos de

cadenas largas. Los triglicéridos de cadena media con < 12 carbonos que entran en la

circulación general directamente por vía portal y no participan a la formación de

quilomicrones pueden reemplazar a los de cadenas largas que se deben limitar a

menos de 10 g/día. Una suplementación en vitaminas liposolubles es necesaria. La

ración proteica puede ser aumentada a 4g/d sobre todo en pacientes pediátricos.

En los días o semanas que siguen al régimen pobre en grasas, la diarrea se detiene,

los niveles plasmáticos de albúmina vuelven a valores vecinos a los normales y los

edemas desaparecen. Es entonces que pueden desenmascararse los edemas ligados

directamente a una anomalía linfática o linfedema. El crecimiento si estaba retrasado

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reanuda. Los niveles plasmáticos de gammaglobulinas y de linfocitos se estabilizan

habitualmente por debajo de niveles normales. Inyecciones de gammaglobulina pueden

ser indicadas si los niveles son extremadamente bajos. Los antibióticos son utilizados

en caso de infecciones específicas. Si bien la tolerancia a las grasas puede mejorar, un

régimen limitado será necesario de por vida en numerosos casos. Remisiones

espontáneas prolongadas han sido reportadas. Sin embargo la supervisión clínica y

biológica se impone, habiéndose descrito linfosarcomas a largo plazo.

1.4. TRANSFUSIÓN DE ALBÚMINA

Como una severa hipoalbuminemia acompaña frecuentemente las formas severas de

diarrea, las infusiones de albúmina y los diuréticos pueden aportar beneficios

temporarios cuando existe severa contracción del plasma y anasarca. Se debe recordar

que con la administración de albúmina la síntesis hepática será inhibida y la albúmina

infundida será rápidamente degradada. Sin embargo, las soluciones de albúmina tienen

propiedades expansoras de volumen y puede ser de ayuda la infusión endovenosa a

razón de 1g/kg seguido por furosemida IV 2mg/kg para el mantenimiento de la presión

oncótica en situaciones agudas o en enfermedades crónicas cuando la hipoproteinemia

resulte amenazante como en la enfermedad crónica hepática con un tercer espacio que

no se moviliza con terapia diurética agresiva.

2. TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

En las formas severas, el fracaso del tratamiento dietético pude llevar a plantear una

intervención quirúrgica de indicación restringida por sus resultados en general

decepcionantes. Es con el objeto de intentar estabilizar al enfermo que un gesto paliativo

de anastomosis linfovenosa o derivación peritoneo venosa es realizado. Excepcionalmente

un gesto curativo es posible cuando las lesiones son localizadas o predominan en un

sector.

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CONCLUSIONES

La GPP no es una sola patología, sino que en realidad representa un conjunto de entidades

clínicas cuya característica en común es la pérdida activa de proteínas plasmáticas a través de

la mucosa gastrointestinal. Por ende, debido a la diversidad de patologías, la presentación

clínica y el tratamiento de la GPP serán variados y estará en función de la patología de fondo

que origina la pérdida de proteínas.

Ante hipoalbuminemia de causa incierta, es necesario descartar una pérdida activa intestinal.

Actualmente, el test de elección es el aclaramiento de 24 horas fecal/plasmático de la enzima

A1AT. El diagnóstico de GPP se realiza ante valores mayores a 24 ml/día, debiendo tener en

cuenta patologías en las que se modifica dicho valor, como el síndrome diarreico o la

hemorragia digestiva, que obligan a ser cautos en la interpretación de la prueba.

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