gaceta políticas 252

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IGNACIO RUBIO FAUSTO QUINTANA MINA LORENA NAVARRO ENRIQUE PÉREZ SUSANA VALLE ELENA LAZOS Naturaleza Social Facultad de Ciencias Políticas y Sociales www.politicas.unam.mx/gaceta Septiembre 2014 Nº 252

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NATURALEZA SOCIAL // Artículos de Ignacio Rubio, Fausto Quintanar, Mina Lorena Navarro, Enrique Pérez, Susana Valle y Elena Lazos

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IGNACIO RUBIOFAUSTO QUINTANAMINA LORENA NAVARRO ENRIQUE PÉREZSUSANA VALLEELENA LAZOS

Naturaleza Social

Facultad de Ciencias Políticas y Socialeswww.politicas.unam.mx/gacetaSe

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Las caras del méxico movilizado

Hace mucho tiempo se creía que el fotoperiodismo social era una profesión masculina por la fuerza y habilidad que requería estar en la primera fila de un conflicto. Con el tiempo, las mujeres que incursionaron en la carrera de la lente informativa demostraron que eran tan buenas como cualquiera, pues la sensibilidad, compromiso y formalidad que se necesitan en el oficio no son cosas ligadas al género.

En la exposición que se exhibe en la Galería Abierta de la Facultad entre agosto y octubre se muestra el trabajo que 16 fotoperiodistas –Alma Rodríguez Ayala, Araceli Martínez, Argelia Valles, Claudia Aréchiga, Claudia Guadarrama, Crisanta Espinosa, Elizabeth Velázquez, Gretta Hernández, Miriam Sánchez, Mónica González, Paola García, Quetzalli González, Sara Escobar, Sashenka Gutiérrez, Yessica Sánchez, y su curadora, Cristina Rodríguez– han hecho cubriendo los diversos movimientos sociales que se han desarrollado en la última década en México.

Además de subrayar la caótica naturaleza de la realidad nacional, sus imágenes son evidencia del complejo universo social, político, cultural y personal que cada fotoperiodista sintetiza dentro de una fotografía. En ese sentido, resulta curioso que uno de los principales sujetos de sus imágenes son, precisamente, hombres.

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La Universidad es depositaria de valiosos bienes de la nación y del mundo. En 2007 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (unesco) declaró al campus central de Ciu-

dad Universitaria como Patrimonio de la Humanidad. Además, la Máxima Casa de Estudios del país resguarda la Biblioteca Nacional, repositorio de más de un millón de libros y documentos.

Menos famosa pero igualmente importante, la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (repsa) constituye una de las principales riquezas de la unam. Abarca una tercera parte de la Ciudad Universitaria, y en sus 237 hectáreas habitan al menos 1500 formas de vida, que han sabido adap-tarse a este ecosistema único.

Con miras a generar conciencia sobre la importancia de los espacios naturales protegidos, como la repsa, este número de la Gaceta propone el examen de algunas problemáticas medioam-bientales actuales. Esto implicó ir más allá de la preocupación que despiertan los llamados desastres naturales o los efectos del cambio climático.

Desde un punto de vista académico, en estas páginas se presentan las conclusiones de seis notables universitarios, quienes analizaron desde diversas disciplinas –sociología, relaciones in-ternacionales, urbanismo y antropología– la forma en que la sociedad se ha relacionado con su entorno natural desde una lógica de explotación. Las colaboraciones abordan temas a nivel global, como la relación entre gobernanza y ecología, o bien local, como las respuestas de diversas poblaciones al despojo de bienes naturales o a la implementación de la agricultura genómica.

Una de las formas de acción en favor del planeta radica en la toma de conciencia de la casa en que habitamos. Acercar a los alumnos a los problemas relacionados con la conservación del entorno tiene como segunda finalidad invitarlos a que participen en las actividades que se realizan para proteger nuestra reserva. Junto con la creación de nuevos hábitos, la Facultad promueve programas de limpieza y reconocimiento de la repsa.

A lo largo de los últimos meses, la labor académica de la Facultad ha sumado coloquios, con-ferencias, presentaciones de libros, así como programas teatrales y cinematográficos. De muchos de ellos se da cuenta en las páginas de esta edición. Cabe destacar los homenajes póstumos a dos queridos profesores, Mario Ojeda y Gabriel Careaga, cuyas aportaciones académicas y dedicación a la docencia prevalecen más allá del tiempo. De igual forma, celebramos el reconocimiento a la excelencia académica de los estudiantes Eduardo López, Gibrán Ramírez, Mauricio Zapata y Jael Herrera, quienes recibieron la medalla “Gabino Barreda”.

Con estas palabras reitero mis mejores deseos para que el curso escolar 2014-2015 sea pro-vechoso para nuestra comunidad, esperando que sus proyectos fructifiquen y sus resultados reafirmen nuestro orgullo como universitarios.

Fernando Castañeda Sabido

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Universidad Nacional Autónoma de México

José Narro RoblesRector

Eduardo Bárzana GarcíaSecretario General

Renato Dávalos LópezDirector General de Comunicación Social

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Fernando Castañeda SabidoDirector

Claudia Bodek StavenhagenSecretaria General

Gaceta Políticas

Roberto Oseguera QuiñonesDirector

Juncia Avilés CavasolaSubdirectora

Leticia Martínez Eslava Editora

Adriana Godoy González CuetoDiseño

Equipo de reporteros

Myriam Corte Cortes Carlos Arturo Méndez SánchezMagali Lizeth Espinosa GuzmánLorena Luna PérezUriel Silva RoblesIngrid Celeste Delgadillo MuñozLuis Sadit Olivera GabrielGiselle Janine Bacquerie AndradePaulina Guzmán VargasMaría Soledad Villicaña Serrano

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Naturaleza socialNaturaleza en construcción¿Cómo construir gobernanza ambiental eficaz, eficiente y equitativa?Gestión de periferias urbanas y ambiente: ¿un problema de evaluación cruzada?Conflictividad socioambiental en México: despojo, extractivismo, dominación y resistenciaLejos, pero muy lejos de la construcción de la soberanía alimentaria en México

Orgullo, privilegio y compromiso, ser parte de la unamConstitución de Apatzingán, semilla del México de hoyPor una capital autónomaLa sociedad ante sus nuevos retos¿Qué circunstancias impulsan las movilizaciones antisistémicas?Usar las redes sociales a nuestro favorNuevos puntos de vista sobre Centroamérica y el CaribeNoticias misceláneas

Distinción de plataEstudiante de Relaciones Internacionales representa a la unam en HolandaPerspectiva universitaria sobre la trata de personasIdentidades latinoamericanas desde la perspectiva estudiantil

Promueven la equidad de género en la unamAlfonso Reyes, el humanista

Novedades editoriales

En portada: imágenes de la flora y fauna de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel

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Como científicos sociales tenemos sobradas razones para dirigir nuestra atención a los efectos del cambio climático y a las condiciones históricas y culturales que lo han hecho posible. Sabemos

que la crisis ambiental que actualmente padecemos no es resultado de una serie de catástrofes naturales sino de decisiones humanas relacionadas con la implementación de un modelo de desa-rrollo basado en la apropiación y explotación irracional de bienes naturales.

Los daños causados por este proyecto civilizatorio son, en su mayoría, irreversibles. Sin em-bargo, como sociedad estamos obligados a desarrollar nuevas formas de relacionarnos con nuestro entorno, que nos permitan poner freno a esta atropellada marcha de deterioro ecológico.

Pero además, como parte de una comunidad reflexiva, es necesario que examinemos cómo se constituye nuestra noción de medioambiente y de qué manera naturaleza y territorio se convirtieron en el trasfondo de múltiples conflictos sociales.

A continuación, seis destacados académicos de la Universidad nos brindan un amplio pano-rama sobre la temática referida. Desde la reflexión general acerca de la constitución del sentido social de la naturaleza hasta el análisis concreto de políticas públicas y movimientos socioam-bientales, estos artículos despiertan nuestro interés y nos ofrecen elementos para comprender un poco más sobre esta problemática común.

Para iniciar el debate, Ignacio Rubio sostiene que los discursos y propuestas sobre el medio ambiente se construyen a partir de ideas socialmente sedimentadas que es preciso analizar y cuestionar, puesto que su reproducción significa dar aliento a un modelo nocivo de desarrollo que obstaculiza el surgimiento de mejores condiciones de vida en nuestro planeta.

Por su parte, Fausto Quintana considera las opciones de acción del llamado régimen in-ternacional ambiental. En su opinión, los ejemplos de la crisis ecológica contemporánea hacen necesario, hoy más que nunca, el establecimiento de políticas globales sensibles a la capacidad de resiliencia de los ecosistemas.

Haciendo uso de la evaluación de efectos cruzados, Enrique Pérez Campuzano y Susana Valle analizan la utilización gubernamental de la planificación urbana como medio para aminorar las consecuencias de la actividad humana en las periferias.

Sobre la narrativa desarrollista empleada por el Estado mexicano para ocultar el carácter de despojo de los proyectos de infraestructura y de extracción de recursos naturales, Mina Lorena Navarro asegura que su uso no ha impedido la organización de movimientos de resistencia comu-nitarios, que ofrecen valiosas alternativas para emprender la defensa de los bienes comunes.

Nuestra sexta colaboradora, Elena Lazos, se pregunta sobre las condiciones para alcanzar una verdadera soberanía alimentaria en el país. Además de criticar la ausencia histórica del sector campesino en el diseño de las políticas agrícolas, pone en evidencia el fracaso de la visión tecnicista y modernizadora del campo, que ha puesto en riesgo a los ecosistemas originales, junto con los pequeños y medianos agricultores.

Naturaleza social

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Ignacio Rubio Carriquiriborde*

Naturaleza en construcciónEl medio ambiente se ha convertido en un tema

ampliamente discutido en la sociedad mexicana. En los espacios académicos se amplían desde hace tiempo las investigaciones sobre tecnologías, con-flictos y políticas ambientales, mientras que en los diferentes medios de comunicación públicos y pri-vados aumenta sustancialmente la cantidad de in-formación sobre riesgos y estilos de vida que tienen como trasfondo varias ideas sobre la naturaleza y que pretenden orientar la opinión pública.

Las ciencias sociales no se quedan atrás en esta tendencia y cada vez se involucran más en los de-bates y la construcción de alternativas a lo que ge-neralmente se entiende como crisis ambiental que, para algunos, se presenta ya como una crisis civi-lizatoria que requiere una crítica profunda de las formas en que las sociedades utilizan los recursos naturales y un debate sobre el rol de la humanidad en el cuidado de los ricos y complejos ecosistemas en los que se organiza la vida en nuestro planeta.

Una de las tareas centrales de las ciencias sociales, en particular de los estudios sociológicos y de la co-municación, tiene que ver sin embargo, con el hecho de que los discursos y propuestas sobre el medio am-biente implican un proceso de producción de ideas, objetos, paisajes y/o dispositivos de control de la na-turaleza que puede ser estudiado.

Se trata de partir de la idea de que la naturaleza no es una realidad exterior y completamente autóno-ma a las personas, grupos, empresas e instituciones interesadas en incidir de alguna forma en los pro-blemas ambientales. Antes que ser una entidad que podemos tomar como dada, la naturaleza y la red de elementos que de una forma u otra asociamos con ella son un producto social. Dicho de otra forma, que las mujeres y hombres construimos a la natura-leza integrando elementos a veces dispares que son producidos por muy diversos agentes desde muy distintas perspectivas.

ComplejidadTal vez el caso más claro para entender esta idea de que el sentido de la naturaleza es una construcción, está en el clima y más precisamente en el problema del cambio climático, que hoy ocupa una buena can-tidad de espacio de opinión y por medio del cual se canalizan cada vez mayores cantidades de recursos.

Si bien es cierto que cada persona tiene una ex-periencia constante a lo largo de toda su vida sobre las variaciones en temperatura, luz, viento y hume-dad que le llevan a buscar abrigo o sombra, es senci-llamente inaccesible desde la experiencia cotidiana la idea de que todos estos cambios sean organizados por el sistema global y complejo que ha quedado implicado en la noción contemporánea del clima y que se basa en datos científicos que provienen de muy diversas disciplinas.

Aún más, a pesar de que hoy esta noción cien-tífica del clima es generalmente aceptada, la mayor parte de nosotros seguimos hablando en los mismos términos en que lo hacían nuestros padres y abuelos: creemos firmemente en ciertas regularidades y, más aún, tendemos a asociar ciertos estados de ánimo con “el tiempo”. Una semana en la playa bajo un sol ardiente, que hace un par de siglos podía parecer un suplicio, hoy nos resulta sinónimo de relajación y descanso; esto es así, entre otras cosas, porque existe una industria turística que nos ofrece un conjunto de ideas de esparcimiento que magnifican ciertos aspec-tos del clima y los conectan con situaciones de alegría y diversión, todo envuelto en la noción de “destino de playa”, algo –por cierto– bastante artificial.

El mercado de la naturalezaActualmente, el origen de muchas ideas sobre la na-turaleza comunes entre las personas se relaciona con el mercado y el marketing. Es bien conocido cómo la industria automotriz utiliza imágenes de entornos rudos para vender camionetas, o cómo la industria de los alimentos cada vez con mayor frecuencia uti-liza idílicas imágenes de colinas verdes para vender sus mercancías como saludables y naturales. También hoy comienzan a proliferar productos orgánicos a los que ideas sobre la pureza, la salud y el bienestar fí-sico se asocian con paisajes cuidadosamente diseña-dos y donde la idea de equilibrio natural se consigue gracias a una cuidadosa mezcla de colores, sonidos y objetos que muy poco tienen que ver con la compleja red que compone los ecosistemas vivos.

Lo más relevante aquí es entender que el mercado funciona a la vez como medio, filtro y traductor de una enorme cantidad de informaciones que provienen de muy diversos ámbitos. A veces, pequeñas dosis de datos científicos se integran con prejuicios profundos sobre

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la naturaleza para lograr situar un producto como algo que es naturalmente deseable para los consumidores.

Pero no sólo ello. Por supuesto, es posible encon-trar leyes sociales que se presumen naturales. Si bien hoy en día estamos acostumbrados a creer que nues-tras ideas sobre el orden natural del mundo tienen una fuerte base científica, casi no reparamos en el hecho de que los científicos pocas veces producen informaciones completas y acabadas, que los datos que genera una disciplina no son inmediatamente compatibles o integrables con los que produce otra, muchas veces debido a las muy diversas escalas en las que trabajan las ciencias, desde la nanotecnología hasta la astrofísica y la economía. Lo que esto signifi-ca es que existe una enorme cantidad de traductores e integradores, muchos de ellos asociados a intereses privados, ocupados en producir imágenes coheren-tes, aceptables y accesibles de la naturaleza.

ConflictoSi partimos entonces de que la naturaleza, o si se prefiere el medio ambiente, no es algo dado e inme-diatamente accesible podemos ver que el proceso mismo de su construcción es un terreno fértil para el conflicto social.

En México, en el contexto de cambios sustanciales en las leyes que regulan la explotación de recursos ener-géticos y el desarrollo territorial, los problemas en rela-ción a la naturaleza se exacerban. Además de la actual oposición a la reforma energética, así lo demuestran el antagonismo a la construcción de grandes presas, la demanda para la prohibición de cultivos transgéni-

cos, las disputas por la expansión de la minería a cielo abierto, y la protección de áreas naturales frente al avance de proyectos de desarrollo turístico, por se-ñalar algunos de los conflictos críticos que hoy en día se están desarrollando en nuestro país.

Si bien es claro que una parte sustancial tiene que ver con conflictos de intereses de tipo económico, cada vez más aparece la naturaleza como horizonte en el cual las demandas de cada quien cobran sentido. Cuando campesinos, indígenas o vecinos se organi-zan para enfrentar algún proyecto que tendrá conse-cuencias difícilmente previsibles sobre el entorno, el paisaje, las plantas y animales, la geografía misma se vuelve fuente de identidad y de unidad. A través del establecimiento de ideas comunes sobre lo que tiene de singular un paraje o sobre la relevancia de ciertos procesos para la vida comunitaria, personas o grupos muy diversos han logrado convertirse en actores so-ciales, con una historia y un futuro común, capaces de producir naturalezas alternativas.

Entender estos procesos de construcción de identidades y proyectos colectivos, evaluar el tipo de datos a que se apela e indagar en las formas en que éstos son usados para componer imágenes coheren-tes del medio ambiente que justifican un proyecto de desarrollo o resistencia, es una de las tareas centrales de las ciencias sociales. Avanzando en tal tarea, los sociólogos y comunicólogos ayudan a esclarecer la diversidad de intereses que participan en los conflic-tos ambientales y a crear condiciones para establecer acuerdos colectivos que impliquen una mejora en las condiciones de vida en nuestro planeta.

* Doctor en Sociología por el King’s College de Londres. Profesor del Centro de Estudios Sociológicos de la Facultad.

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La crisis ambiental, a la que el sociólogo y ecologis-ta Enrique Leff denomina crisis del conocimien-

to, es multidimensional y se desarrolla en distintas escalas (global, nacional, regional y local). Es un pro-blema ecológico, económico, político y social, cuyo sustento es el modelo de desarrollo capitalista ancla-do en la explotación irracional de los recursos natu-rales, y basadado en la obsolescencia programada de las manufacturas. La crisis ambiental es dinamizada por la cultura del consumo y el desconocimiento de los límites de la naturaleza, es decir, la capacidad de resi-liencia de los ecosistemas para absorber y adaptarse a los impactos y cambios generados por las activida-des antropocéntricas.

La pérdida de biodiversidad, el empobrecimien-to y erosión de los suelos, la deforestación y degra-dación de los bosques tropicales, el calentamiento global y el cambio climático, el tráfico de especies de flora y fauna en peligro de extinción, el estrés hídrico, y la contaminación transfronteriza son al-gunas de las expresiones de la crisis ambiental que enfrenta la sociedad contemporánea. Sin duda algu-na, de todos los procesos mencionados, el cambio climático ha sido el que más atención ha recibido por la opinión pública internacional, los organismos internacionales y los gobiernos de los estados na-cionales en los últimos cinco lustros desde la publi-cación del Primer Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Cli-mático (ipcc) en 1990, donde se afirmó que la emisión de gases de efecto invernadero por actividades antró-picas es la principal causa del calentamiento global.

Recapitulando brevemente sobre la evolución del régimen internacional ambiental, hallamos en ésta un reconocimiento al activismo social y a la academia a dos de sus principales detonantes. En 1962 el libro Silent Spring, publicado por Rachel Car-son, llamó la atención de los efectos negativos por el uso intensivo de pesticidas en la producción de

alimentos; en 1970, la celebración del Día de la Tierra en los Estados Unidos incentivó la toma de conciencia de los problemas ambientales desde la sociedad civil; y, finalmente, la publicación Limits to Grown, por el Club de Roma en 1972, motivaron la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano en Estocolmo, Suecia, en ese año. Los resultados de dicha reunión, como la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, representan el inicio del régimen inter-nacional ambiental, fortalecido principalmente por el andamiaje jurídico e institucional derivado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en Río de Janeiro, Brasil, en 1992. A saber: la Convención Marco de las Na-ciones Unidas sobre el Cambio Climático, la Con-vención sobre Diversidad Biológica, la Convención de Lucha contra la Desertificación, y la Declaración de los Bosques. Estos instrumentos fortalecieron el traba-jo que ya se había realizado en temas como tráfico de especies, degradación de manglares, contaminación trasfronteriza y adelgazamiento de la capa de ozono.

Sin embargo, a pesar de lo robusto y dinámico del régimen internacional ambiental, los hechos e indi-cadores nos demuestran su fracaso y los obstáculos a los que se enfrenta en la consecución de la conser-vación y el uso sustentable de los recursos naturales. Esta debilidad se explica a través de dos razones. Pri-mero, la construcción epistémica de crisis ambiental en el contexto de las negociaciones internacionales y los trabajos de los organismos especializados es esca-sa, por no decir ausente. La narrativa y la definición de categorías en el diseño de estrategias e implemen-tación de acciones de política ambiental, en los ám-bitos global y nacional, se dan de forma superficial y excluyente de realidades locales y del conocimiento tradicional de los pueblos nativos. Y segundo, el ob-jetivo de la política ambiental, tal como se promueve desde lo internacional y se aplica en las estrategias

¿Cómo construir gobernanza ambiental eficaz, eficiente y equitativa?

Fausto Quintana Solórzano*

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nacionales, no busca la transformación del sistema capitalista, sino todo lo contrario, lo incentiva aún más a través de la promoción de categorías como la “economía verde”, el “desarrollo sustentable”, el “co-mercio de emisiones”, etc., que no dan respuesta a la in-equidad y a la desigualdad entre las personas, sino que continúan con la promoc ión de la explotación y la acumulación capitalista.

Después de cuatro décadas de existencia del ré-gimen internacional ambiental el diagnóstico no es muy alentador: el cambio climático se ha exacerbado a tal grado que la temperatura promedio de la tierra puede incrementarse, de acuerdo con el Banco Mun-dial, hasta en cuatro grados centígrados para finales del presente siglo; esto resulta catastrófico si consideramos que el aumento de dos grados representa el umbral del no retorno, pues se estaría rebasando la capacidad de resiliencia del planeta. En lo que respecta a la bio-diversidad, Elizabeth Kolbert apunta que somos testi-gos de una sexta extinción masiva de especies de flora y fauna debido a la pérdida y degradación de su hábi-tat, particularmente de bosques tropicales y ecosis-temas marinos. Los suelos continúan degradándose y erosionando y, por consecuencia, profundizando la inseguridad alimentaria de las personas, que, con base en las proyecciones del Fondo Mundial para la Pobla-ción, alcanzará los 9,000 millones para el año 2050.

Ante este panorama, poco alentador para la co-munidad internacional inmersa en una desacelera-ción del crecimiento económico y en el aumento de la inseguridad, las instituciones internacionales y el derecho internacional en materia ambiental requie-ren replantear sus objetivos y los mecanismos para al-canzarlos. En este sentido, el régimen internacional ambiental tiene como tarea integrarse y fortalecer una estructura de gobernanza ambiental muties-calar, eficaz, eficiente, igualitaria y equitativa. Ésta debe ponderar la participación y las necesidades de los sectores vulnerables (niños, mujeres, indígenas y migrantes), e incentivar el diseño y la construcción de instituciones de acceso y uso de recursos comu-nes en el ámbito local, que conviertan a las comuni-dades en actores creativos y activos en la definición de su modelo de desarrollo.

Otro reto está relacionado con la omisión y el desconocimiento de los sistemas ecológicos. La dis-minución de los bienes y servicios que proporciona la naturaleza reduce la calidad de vida de las perso-nas y, por lo tanto, limita sus opciones de desarrollo y seguridad humana. En consecuencia, el régimen internacional y la gobernanza ambiental, al igual que la ciencia económica y los sistemas productivos, tendrán que asignar un valor y un reconocimiento a

los insumos que proporciona la naturaleza a la hu-manidad. Esta valoración de la naturaleza y de sus procesos bioquímicos no se logrará si continuamos abordando de forma aislada, tanto desde la academia como de la política pública, a los sistemas sociales y ecológicos, soslayando en la teoría y en la praxis las interrelaciones complejas que los definen como sistemas socio-ecológicos.

A manera de conclusión, podemos enfatizar que la crisis ecológica ha transparentado la vulne-rabilidad socio-económica de las personas. La so-lución a la misma debe reconocer los derechos de propiedad y progreso de los más pobres y, al mismo tiempo, transformar radicalmente el modelo eco-nómico productivo y la acumulación de la renta en unas cuantas manos. No dejemos que la era geoló-gica denominada Antropoceno se caracterice por la destrucción de la naturaleza, sino por la armonía y equilibro en los sistemas socio-ecológicos.

* Doctor en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM. Profesor del Centro de Relaciones Internacionales.

Tabla 728

Opuntia lasiacantha(Nopal del Pedregal)

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Gestión de periferias urbanas y ambiente: ¿un problema de evaluación cruzada?

Enrique Pérez Campuzano*Susana Valle García**

IntroducciónLa planificación espacial urbana, como forma de in-tervención gubernamental para aminorar los efec-tos de las actividades humanas, ha sido una de las herramientas más importantes para ordenar terri-torialmente a las ciudades. Sin embargo, poco se ha analizado sobre cómo otras formas de actuación gu-bernamental inciden también en el territorio. En el caso de las periferias urbanas, éstas han sido foco de diversas formas de actuación sin un objetivo claro. La intervención no coordinada tiene muchos efec-tos no previstos que deben ser resueltos de alguna manera. En este trabajo sólamente nos enfocaremos en la evaluación de lo que nosotros denominamos efectos cruzados.

Efectos Cruzados: una primera definiciónLas políticas urbanas se han construido de manera sectorial, y de esta misma forma se han realizado las evaluaciones sobre sus efectos, impactos o re-sultados. Sólo recientemente se ha puesto atención a cómo pueden incidir en esferas que están fuera de sus respectivas áreas de acción. En este sentido, es importante conocer cómo ciertas intervenciones generan efectos en las áreas de acción de otras polí-ticas. Esto es lo que nosotros denominamos efectos cruzados.

La incidencia o efecto cruzado puede tener re-sultados inesperados, como ejemplifica el Programa Sin Hambre que implementa el gobierno federal, que paulatinamente promueve la disminución del uso agrícola del espacio y el cambio en los patrones de consumo de alimentos de naturales a procesados. O esperados pero no incluidos como acción priorita-ria, como son los Pagos por Servicios Ambientales, transferencias para disminuir el uso de los recur-sos naturales que a la vez buscan incidir en zonas en condiciones de pobreza. Así simultáneamente

atiende un problema ambiental y un problema social. Otro tipo de efecto es de carácter convergente, es decir, una política de corte económico e incidencia social y ambiental en la que pueden estar involucra-das más de una secretaría. Nos referimos a la pro-moción de actividades turísticas en Áreas Naturales Protegidas con presencia de población indígena en condiciones de pobreza.

Gestión de periferias urbanas: efectos cruzados de políticas urbano-económico-ambientalesLas periferias urbanas son espacios poco analiza-dos al establecer criterios de sustentabilidad de las ciudades. Investigaciones recientes sobre ciudad y ambiente se han concentrado en acciones para en-frentar problemas globales como el cambio y la va-riabilidad climática en las partes urbanizadas. Tales son los casos del transporte y la gestión de residuos sólidos urbanos. Sin embargo, donde se juega el fu-turo de las ciudades es en las periferias debido a que éstas proveen servicios ecosistémicos vitales para la reproducción de las urbes, como el suministro de agua y la captura de carbono, por ejemplo.

En este sentido, conocer qué pasa con la actuación de los gobiernos es central para la propia reproduc-ción urbana. El primer problema y el más conocido es el traslape entre atribuciones/acciones de diferentes instancias de gobierno. En las periferias urbanas, a las acciones en materia agrícola, ganadera, económica, ambiental y social se anteponen los objetivos pro-pios de cada instancia ejecutora.

Las acciones tienen efectos dentro de las áreas de actuación de cada secretaría/agencia de gobierno, pero también en otras esferas. En países como el nuestro las evaluaciones de las acciones de gobierno se limitan a aspectos fiscales y de cumplimiento de objetivos anuales, más que en analizar qué efectos “secundarios” tienen sus acciones.

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* Doctor en Geografía por la unam. Profesor del Centro de Estudios Sociológicos de la Facultad. ** Maestra en Ciencias en Estudios Ambientales y de la Sustentabilidad por el IPN.

1 Véase Susana Valle, ¿Hacia efectos cruzados en desarrollo y ambiente? Análisis de Políticas Públicas. El caso de Ocosingo, Chiapas. México, tesis de maestría en Ciencias en Estudios Ambientales y de la Sustenta-bilidad, Instituto Politécnico Nacional, 2013.

Conocer las consecuencias no esperadas de las ac-ciones requiere de metodologías robustas que permi-tan establecer cómo se desarrollará una política desde su concepción hasta el análisis de sus resultados, ade-más de cómo se afectan otras esferas de la vida social. El manejo ambiental de las periferias urbanas supone la continua evaluación de cómo políticas de vivienda, gestión del crecimiento económico y promoción del desarrollo social inciden en los cambios de uso del sue-lo, la mejora en los sistemas productivos locales y la provisión de servicios ecosistémicos.

En la Ciudad de México el camino es aún muy lar-go. Las dependencias encargadas del desarrollo econó-mico (Secretaría de Desarrollo Económico, Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, Secretaría de Turismo, y Secretaría de Trabajo y Fo-mento del Empleo), la encargada del desarrollo social (Secretaría de Desarrollo Social) y aquellas dedicadas a la planeación territorial y desarrollo urbano (Secreta-ría de Desarrollo Urbano y Vivienda, y Secretaría del Medio Ambiente) deben encontrar puntos de conver-gencia para trabajar de manera conjunta en aspectos relacionados con la planificación territorial.

Señalaremos aquí algunos elementos para ser to-mados en cuenta. Las acciones en materia de vivienda suelen tener un efecto claro en el ritmo de crecimiento/expansión de la ciudad. De igual manera, el financia-miento público y privado de la vivienda es un factor que incentiva/desincentiva la expansión urbana. Por otro lado, las acciones sobre el turismo tienen un efecto am-biental, debido a que al incidir en cambios de uso de suelo pueden generar prácticas de manejo comunitario.

Las políticas que tienen una relación directa con la periferia son aquellas encaminadas a la promoción de actividades agrícolas. En este caso es importante conocer cómo los incentivos pueden incidir en los cambios de uso de suelo/promoción de agricultura sustentable y en la modificación de los patrones (so-ciales y temporales) de plantación de ciertos produc-tos de autoconsumo.

Por último la política social también ha tenido efectos importantes en la gestión espacial, en gran medida por el cambio en los hábitos alimenticios de la población y, por ende, en la producción agrícola. Ésto ha sido poco analizado en el caso mexicano1 y menos aún respecto a las periferias urbanas, que además tienen mercados de alimentos.

Consideraciones finalesEn este pequeño artículo intentamos poner en la mesa la importancia de considerar los efectos cru-zados de las políticas en la gestión ambiental de las periferias urbanas. Desde nuestro punto de vista éste es un tema central si se quiere tener un manejo que corresponda con las necesidades no únicamente de las propias periferias sino de la ciudad en su conjunto.

Desde la política pública, visualizar cuáles podrían ser los efectos positivos y adversos es un primer paso. También es necesario un nuevo arreglo institucional que le permita a dos o más secretarías realizar ac-ciones conjuntas con objetivos declarados y que pro-picien la medición de resultados de corto, mediano y largo plazo. Quizá, entonces, de donde se debería partir es de aspectos financieros y, particularmente, de presupuestos más flexibles (no por ello menos au-ditables) multianuales. Para el caso de las periferias urbanas lo anterior significa que las agencias guber-namentales encargadas de la planificación espacial, el desarrollo económico y el medio ambiente puedan, en primer lugar, construir objetivos comunes (y no contradictorios) para, posteriormente, implementar acciones de corto, mediano y largo plazo.

Desde la esfera de la investigación (aunque no únicamente) es necesario transitar de las evaluaciones sectoriales de política pública a unas de carácter inte-gral para dar cuenta de las transformaciones derivadas de las intervenciones gubernamentales. Las metodo-logías de evaluación de políticas deberían tener un foco más amplio (aunque signifique más recursos) y, cuando sea necesario, incluir trabajo de campo.

Hormiguero

Túneles

Comunidad

Extenciones

120 cm

Tabla 810

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10

Conflictividad socioambiental en México: despojo, extractivismo, dominación y resistencia

Mina Lorena Navarro*

Abejas

4 cm

Reina

Zángano

Obrera

Tabla 288

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11

En los últimos 10 años ha sido notable el creci-miento exponencial de conflictos socioambienta-

les en el territorio mexicano por la disputa en torno al acceso, control y gestión de los bienes comunes naturales, pero también por las “externalidades”1 de la extracción, producción, circulación, consumo y desecho de la riqueza social convertida en mercan-cía, en el marco de la acumulación del capital.

Se trata de un nuevo giro en la extracción de bie-nes naturales renovables y no renovables, que va de la mano del desarrollo de numerosos proyectos de in-fraestructura carretera, portuaria y enclaves turísticos. A lo que debemos sumar el impulso de un nuevo siste-ma agroalimentario, en manos de grandes transnacio-nales, a costa de la exclusión masiva de los pequeños productores rurales. En suma, se trata de actualizadas y renovadas estrategias de despojo de los bienes co-munes naturales.

El carácter de las políticas extractivistas de nuevo cuño está anclado al proyecto histórico colonial que ha marcado a América Latina desde hace más de 500 años. No obstante, ahora hablamos de ciertas novedades en las formas de acumulación del capital y de la explotación y apropiación de la naturaleza, que podemos resumir en los siguientes aspectos2: 1) la vertiginosa aproximación hacia el umbral de ago-tamiento de bienes naturales no renovables, tales como el petróleo, el gas, y los minerales tradiciona-les; 2) el salto cualitativo en el desarrollo de las técnicas de exploración y explotación cada vez más agresivas –como es la técnica de fractura hidráulica–, que está permitiendo el descubrimiento y extracción de hi-drocarburos no convencionales y minerales raros, disputados mundialmente por su formidable valor estratégico en los planos económico y geopolítico; 3) la progresiva transformación de los bienes natu-rales renovables básicos –tales como el agua dulce, la fertilidad del suelo, los bosques y selvas–, en bie-nes naturales potencialmente no renovables y cada vez más escasos3; y, por último 4) la conversión de los bienes naturales –tanto renovables como no re-novables– en commodities, esto es, un tipo de activos financieros que conforman una esfera de inversión y especulación extraordinaria por el elevado y rápido nivel de lucro que movilizan “mercados futuros”, en tanto responsables directos del aumento ficticio de los precios de los alimentos y de las materias primas registrado en el mercado internacional4.

Esta reconfiguración ha sido impulsada por las políticas del capital privado y la participación de los gobiernos en sus diferentes ámbitos y niveles, a través de un amplio abanico de estrategias: jurídicas, de coop-tación y de división de las comunidades, represión,

criminalización, militarización y hasta contrainsur-gencia, para garantizar a cualquier costo la apertura de nuevos espacios de explotación y mercantilización.

Es de resaltar en los últimos meses el aumento de aprehensiones de activistas ligados a la defensa de la tierra y el territorio, tal es el caso de Juan Carlos Flores y Enedina Rosas, miembros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua Puebla-Morelos-Tlaxcala, quienes se oponen al Proyecto Integral Morelos que incluye el despojo de tierras para la construcción de dos centrales termoeléctricas, un gasoducto, una línea eléctrica y un acueducto. O el caso del comunero Marco Antonio Suástegui, del emblemático Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (cecop), reconocido por la férrea resistencia que logró durante 11 años bloquear dicho proyecto hidroeléctrico. Un común denominador de todas estas detenciones son las irregularidades en el debido proceso legal.

A partir de la revisión de múltiples casos de con-flictos socioambientales en México, vemos que las estrategias de dominación del Estado y del capital operan sobre la base de cuatro aspectos que buscan ocultar y disfrazar el verdadero carácter del despojo5:

1. Los proyectos de despojo se presentan como me-dios para el desarrollo, progreso y bien común. Sin embargo, este desarrollo no es igual para todos; al contrario, hay poblaciones y territorios que son sa-crificados y desechados, y donde su vida es transfor-mada radicalmente. Aquí, el Estado aparece como un árbitro neutral y autónomo de la lógica económica. En su aparente búsqueda por garantizar la igualdad de derechos de todos los ciudadanos, despliega una legalidad que en nombre de la igualdad jurídica fa-vorece a los poderosos, consagrando el despojo y manteniendo la desigualdad de propiedad.

2. Si bien sabemos que las ganancias del desarrollo de unos cuantos son a costa del sacrificio de otros, para evitar la oposición de las comunidades “afec-tadas” se les promete desarrollo local, crecimiento económico y prosperidad social. Sin embargo, esta narrativa desarrollista es la mayoría de las veces una apariencia, debido a que estos proyectos no pro-mueven los mercados internos, ni generan los em-pleos prometidos, al funcionar con una lógica de enclave –es decir, sin una propuesta integradora de las actividades primario-exportadoras al resto de la economía y la sociedad–. Lo cierto es que profundi-zan las condiciones de desigualdad y miseria, debi-litan o desmantelan la cohesión, el arraigo y apego comunitario, y generan un proceso de desposesión y

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expulsión que orilla a la migración y búsqueda de oportunidades, principalmente en las ciudades.

3. Todos aquellos que se oponen al interés general de las mayorías se presentan como intransigentes, insti-gadores del orden y opositores del progreso, con lo que se busca justificar el uso de la violencia para man-tener el control social y no poner en riesgo las jugosas inversiones del capital.

4. Existe una guerra contra las formas comunitarias –que en la mayoría de los casos son indígenas y cam-pesinas– consideradas como prescindibles, intrascen-dentes y en algunos casos inexistentes. La narrativa desarrollista se impone como único modo de pensa-miento y de vida, el resto de formas son premoder-nas o primitivas.

No obstante, pese a las condiciones tan asimé-tricas a las que se enfrentan las comunidades, se han logrado acuerpar decenas de resistencias en todo el territorio mexicano. Según la investigación de Ma-ría Fernanda Paz, hasta 2011 se registraron 95 con-flictos relacionados al despojo de bienes comunes naturales, distribuidos en 21 estados del país6. Si bien, no todos los procesos de resistencia registra-dos han logrado la plena defensa de sus territorios, lo cierto es que muchos de ellos han sido capaces de obstaculizar momentáneamente el despojo, me-diante el retraso o directa paralización de la imple-mentación de los megaproyectos.

* Doctora en Sociología por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Participa en el Laboratorio Multimedia para la Investigación Social de la unam y es profesora del Centro de

Estudios Sociológicos de la Facultad.

1 Los efectos negativos o positivos no recogidos en los precios del mercado, explicados como “fallos del mercado”. Joan Martí-nez Alier, “Conflictos ecológicos y justicia ambiental”, en Papeles de relaciones ecosociales y cambio global, No. 103, 2008. Disponible en www.fuhem.es.2 Claudia Composto y Mina Lorena Navarro, “Estados, trans-nacionales extractivas y comunidades movilizadas: dominación y resistencias en torno de la minería a gran escala en América Latina”, en Revista Theomai, Buenos Aires, No. especial 25-26, agosto 2012. Disponible en http://revista-theomai.unq.edu.ar3 Alberto Acosta, “Extractivismo y neoextractivimo: dos caras de la misma maldición”, en La línea de Fuego, 23 de diciembre de 2011. Disponible en http://lalineadefuego.info4 Mónica Bruckmann, “Recursos naturales y la geopolítica de la integración sudamericana”, en América Latina en Movimiento/ Agencia Latinoamericana de Información, 4 de diciembre de 2011. Disponible en http://alainet.org5 Mina Lorena Navarro, Luchas por lo común: antagonismo social contra el despojo capitalista de los bienes naturales en México, México: buap/ Bajo tierra ediciones, 2014. En proceso de impresión.6 Cifra que hasta la fecha evidentemente ha ido en aumento. Véase María Fernanda Paz, “Deterioro y resistencias. Conflic-tos socioambientales en México”, en Conflictos socioambientales y alternativas de la sociedad civil, Guadalajara: iteso, 2012. Disponi-ble en www.publicaciones.iteso.mx

Sin lugar a dudas, lo más importante de estas experiencias es que han logrado alumbrar aspectos cruciales de la crítica al desarrollo capitalista y de las alternativas para enfrentar la crisis ambiental. A este respecto, hay una multiplicidad de voces y experiencias que desde diversas latitudes apuntan a fortalecer los entramados colectivos en espaciali-dades urbanas y rurales para la producción, gestión y recreación de lo común. Y es que, en definitiva, la supervivencia y protección de los bienes comu-nes constituye una condición fundamental para la continuidad de la vida, que puede seguir y poten-cialmente estar en manos de sujetos comunitarios a partir de formas de autorregulación social que incorporen entre sus principios frenos y controles que eviten la sobrexplotación, degradación o ago-tamiento de los recursos. Se trata de la experimen-tación de modalidades comunitarias que, mediante la confianza, la reciprocidad, la cooperación, hagan posible la gestión de lo común. Una cuestión cen-tral para la sobrevivencia humana frente a la crisis civilizatoria que el mundo vivo enfrenta.

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Contexto histórico Seguridad y soberanía alimentaria son conceptos de-finidos políticamente, ya que implican posiciones y acciones contrastantes de diversos actores sociales y gubernamentales a distintas escalas espaciales y temporales. Para unos, la seguridad alimentaria im-plica sólo disponibilidad de alimentos; otros incluyen además el uso y estabilidad en el acceso a los mismos; algunos más consideran que se logra sólo cuando toda la gente en cualquier momento tiene acceso fí-sico y económico a suficientes alimentos sanos y nu-tritivos para cumplir con las necesidades dietéticas y preferenciales que requiere una vida activa y sana.

El concepto de seguridad alimentaria está ligado al establecimiento de condiciones de justicia social y sustentabilidad. Sin embargo, ha generado discre-pancias sobre cuál debe ser su nivel de acción: comu-nitario, regional, nacional o global. A partir de estas posiciones, surgen diversas preguntas: ¿cómo lograr la seguridad alimentaria? ¿Cuáles serían los meca-nismos más apropiados y justos? ¿Cuál es el papel del Estado y cuál el de los agricultores en la toma de decisiones sobre los procesos productivos, distribu-tivos, de transformación y de consumo? ¿Quiénes son los beneficiarios y quiénes los perjudicados?

A finales de la década de 1990, y debido a la im-posición del modelo productivista, a los mecanis-mos de control y a los monopolios constituidos en “la búsqueda de la seguridad alimentaria”, diversos movimientos sociales en defensa de los intereses de las familias campesinas y agricultoras plantearon el concepto de soberanía alimentaria1. Éste designa no sólo su derecho a tener acceso a alimentos sanos sino a decidir y controlar los mecanismos y las vías para lograr mayor sustentabilidad y equidad en tér-minos productivos, distributivos, transformativos y de consumo. Vincula el acceso a la tierra, a los recursos genéticos, al agua y bosques con la propia producción agrícola.

El marco del régimen alimentario corporativo, de-sarrollado por Friedmann y McMichael, ayuda a com-prender los retos de la soberanía alimentaria con base en un análisis del contexto sociocultural y político-económico que permea en el acceso y control de los alimentos desde el aspecto productivo, distributivo, de transformación y de consumo. Su planteamiento combina economía y ecología política con análisis his-tórico para explicar cómo las relaciones de producción y consumo alimentario son centrales al funcionamien-to y reproducción del capitalismo global. Mediante este concepto se han analizado los actuales sistemas alimentarios globales, así como las dependencias y los giros productivo-comerciales entre el norte y el sur tanto para el presente como para el pasado.

Desde fines del siglo xix hasta mediados del xx, el primer régimen alimentario se caracterizó por el transporte masivo de los productos alimenticios de las colonias tropicales a Europa debido a su bajo costo, lo que permitió una rápida industrialización por el su-ministro barato de materias primas. Entre 1950 y 1970 el flujo cambió de sentido. Las transferencias y la indus-trialización de los excedentes alimentarios de Europa y eu se convirtieron en elementos esenciales para las economías del sur. Además, se desarrolló la agricul-tura industrial a través de la “revolución verde”, la cual introdujo las variedades de alto rendimiento que exigían un uso excesivo de fertilizantes, pesticidas, maquinaria e irrigación. El desarrollo de la agricultura industrial orientada al mercado debilitó y polarizó a la campesina e incrementó el poder tanto de grandes terratenientes como de comerciantes. En este período comenzaron las olas migratorias masivas de agricultores y habitantes rurales en búsqueda de un mejor bienestar.

El tercer régimen alimentario corporativo (desde 1980 hasta hoy en día) emerge de las crisis económicas globales bajo la expansión capitalista neoliberal. Se caracteriza por los programas de ajuste estructural y la firma de tratados comerciales internacionales que

Lejos, pero muy lejos de la construcción de la soberanía alimentaria en México

Elena Lazos Chavero*

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condujeron al desmantelamiento de las agriculturas del sur. Esto vino acompañado del crecimiento del poder del mercado y de la supremacía del monopolio de las corporaciones agroalimentarias.

Con base en este contexto histórico mundial, analizaré las perspectivas y los retos de la posible construcción de una vía que lleve a la soberanía ali-mentaria en México.

Las políticas agrícolas desdeñan las alterna-tivas agroalimentarias locales A pesar de contar con investigaciones sobre la trascen-dencia de los conocimientos locales tanto ambientales como agrícolas de las poblaciones rurales desde hace más de 50 años, y pese a la larga trayectoria en México de estudiosos interesados en los conocimientos indí-genas sobre alimentación y agricultura, las ideas que han imperado sobre el atraso agrícola debido a la “falta de tecnología” o a la “carencia de conocimientos” se si-guen interiorizando en las instituciones gubernamen-tales y, por ende, en las políticas de desarrollo. Dichas descripciones no son imparciales ni neutras; por el contrario, asumen valores, objetivos y modelos que se superponen constantemente en una estructura de poder y de hegemonía, que traspasan a toda la so-ciedad mexicana y que dificultan las posibilidades de entender la problemática de la producción agrícola y alimentaria. Esta visión “tecnicista” ha llevado a políticas de desarrollo en busca de una productivi-dad per se, con base en la introducción de tecnología externa y costosa que beneficia a las compañías agro-químicas, a las corporaciones semilleras (y ahora a las transgénicas), pero con consecuencias ambientales y sociales nefastas tanto a corto como a largo plazo.

En vez de partir de las condiciones e institucio-nes locales para adecuar los programas de desarrollo a las normas y reglas que rigen en las comunidades de nuestro país, o a los entornos sociales en grave deterioro ambiental, las diversas instituciones del gobierno federal toman decisiones en un monólogo político que justifique sus redes con las empresas transnacionales en aras de la modernización y del progreso. Esta actitud no considera la importancia de una verdadera participación social a través de me-sas de reflexión sobre el futuro agrícola, alimentario y ambiental para construir políticas de desarrollo con responsabilidad compartida. Desde hace ya varias décadas las comunidades rurales han sido minimiza-das y soslayadas en los múltiples planes de desarrollo en muchas regiones del país y en la decisión actual sobre la siembra comercial de soya transgénica y el cultivo experimental del maíz transgénico. Sus cono-cimientos tradicionales y su alta agrodiversidad pue-

den considerarse meritorios de estar en museos, pero no para construir diálogos que permitan avanzar en políticas de desarrollo negociadas y cotejadas con las realidades vividas de los productores.

Tanto los movimientos agrarios e indígenas como múltiples asociaciones civiles nacionales e interna-cionales y varios científicos han puesto en evidencia una multitud de factores que explican la crisis de la agricultura y el deterioro ambiental en México: a) la desintegración de los territorios de pueblos y comu-nidades, y de las instituciones sociales que regulaban el acceso a tierras y recursos naturales; b) los vínculos de relaciones clientelistas entre las políticas de desa-rrollo, los grandes propietarios y las grandes empre-sas; c) las inequidades económicas provocadas por el libre comercio en la agricultura, lo que ha generado un empobrecimiento de millones de familias; d) las desventajas competitivas que la política comercial internacional impone con la fijación de precios de los productos básicos, lo que ha provocado la pérdi-da de una rica agrodiversidad; e) el monopolio de las corporaciones agroindustriales que generan la depen-dencia tecnológica de los agricultores (agroquímicos, semillas, fertilizantes, maquinaria, infraestructura); f) los grandes fracasos de los planes de desarrollo que, en nombre del progreso y de la modernización, arrasaron con los ecosistemas originales y los convir-tieron en frágiles monocultivos que en la actualidad prácticamente están en ruina; g) la ausencia de una política de desarrollo rural integral en búsqueda de sustentabilidad, lo que ha implicado contradicciones fundamentales entre las políticas forestales, agrarias y de desarrollo y la falta de una política financiera adecuada para construir una infraestructura pro-ductiva a largo plazo para los pequeños y medianos agricultores, que ha llevado al país a la dependencia alimentaria –importamos entre el 50 y el 80% de los productos básicos– y al éxodo rural de millones de familias campesinas e indígenas.

En este sentido, las tareas para construir una agenda gubernamental de desarrollo que coadyuve a un mayor bienestar agroalimentario involucran tanto a agriculto-res y productores como a consumidores. Las alternati-vas propuestas por organizaciones civiles, comunidades locales y académicos de diferentes disciplinas conside-ran condiciones ambientales, culturales y socioeconó-micas regionales y con una participación comunitaria.

Procesos auto-gestivos en la construcción de la soberanía alimentariaLos agricultores a pequeña escala enfrentan grandes retos, desde las condiciones agroclimáticas –preci-pitación errática en la mayor parte del país, falta de

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*Doctora en Antropología y Sociología del Desarrollo por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, París. Forma parte del Instituto de Investigaciones Sociales de la unam.

fertilidad y altas tasas de erosión– hasta las fuertes inversiones de trabajo que requieren cultivar una rica agrodiversidad. Si bien esto responde, en parte, a las políticas nacionales adversas, ya que no existen polí-ticas que incentiven la recuperación de suelos, la irri-gación a pequeña escala, la reproducción de la riqueza de su material genético, la rotación de cultivos y la generación de biofertilizantes y de un control orgá-nico y/o biológico de plagas, también existen restric-ciones ambientales importantes que estrangulan la producción campesina a pequeña escala: siembra en topoformas con graves pendientes, precipitaciones erráticas, etc. Las sociedades agrícolas transforman continuamente sus ambientes y han desarrollado y adquirido conocimientos acerca de múltiples estra-tegias para el manejo de sus recursos con el menor riesgo con el fin de obtener mejores cosechas, como cultivos intercalados y en rotación.

Las vicisitudes a los cuales se enfrentan los pequeños productores abarcan desde estas condiciones ambien-tales hasta la inestabilidad en el acceso a la tierra y al territorio, a los recursos naturales, créditos, canales in-adecuados de información, precios para sus productos, y últimamente la violencia extrema. Considerando estas inseguridades, las familias campesinas toman decisiones con respecto a sus actividades agrícolas, muchas veces en detrimento de mantener una producción diversificada y básica, pero inclusive con una dinámica migratoria permanente. Así, la falta de mano de obra o mal pagada significa el abandono de prácticas de conservación y manejo, en perjuicio de sus propias tierras; por otro lado, esta mano de obra descalificada por los agentes nacionales de desarrollo propicia la reducción y el pau-latino abandono de la agricultura familiar.

Para alcanzar la soberanía alimentaria se requiere un desarrollo multiescalar entre procesos y actores en diferentes arenas desde lo local hasta lo global, por lo que los agricultores están bajo un esquema de alta complejidad e incertidumbre. Desde encontrar alter-nativas agroecológicas para mantener sus prácticas de conservación y agrodiversidad hasta conectarse con prácticas comerciales y de distribución favorables para jugar con una mejor estructura de precios que rinde beneficios para las familias. La soberanía alimentaria significa también un mejoramiento de su bienestar so-cial, incluida una dieta diversificada y sana que lleve a una vida saludable.

A pesar de todos estos retos y problemas, existen en México asociaciones civiles que tratan de construir conjuntamente con las poblaciones rurales diversas vías para lograr procesos que los acerquen a una so-beranía alimentaria. Una de ellas es el Centro de De-sarrollo Integral Campesino de la Mixteca (cedicam),

quienes trabajan conjuntamente con diversas familias de distintas comunidades de la mixteca oaxaqueña. Con ellos, hemos entrevistado a cerca de 45 familias en los municipios de Santiago Tilantongo, San Miguel Huautla y Santa Cruz Itundungia para entender el de-venir de los procesos agroalimentarios.

Con base en estos testimonios, pudimos constatar que el sistema alimentario de estas comunidades es el resultado de la interacción entre saberes y prácticas agroecológicas, dinámicas familiares y comunitarias, transformaciones culturales, mercados y precios de productos agroalimentarios y políticas nacionales y estatales de desarrollo. Éstas incluyen las actividades de recolección (plantas silvestres, hongos e insectos), la cacería menor fortuita, las actividades productivas agropecuarias en diversos espacios (milpas, praderas de pastoreo y huertos).

Entre las dinámicas socioeconómicas, resalta el intercambio de alimentos entre familias de la comu-nidad y la compra de alimentos a través de los pro-gramas asistencialistas así como a través del envío de remesas de sus familiares. El mercado de alimentos es un proceso socioeconómico y cultural altamente dinámico, que fluctúa año con año y al que las fami-lias pueden quedar subordinadas en diferentes gra-dos, dependiendo de la capacidad para satisfacer sus necesidades alimentarias mediante el cultivo.

Así, el sistema alimentario es un proceso familiar dinámico en el tiempo y en el espacio determinado por el acceso a los recursos naturales comunitarios y a los sistemas productivos familiares, los cuales dependen de las condiciones agroecológicas y microclimáticas, el marco socioeconómico, cultural y político a nivel regio-nal y nacional. De este interjuego, podemos entender los factores que determinan el bienestar alimentario de la población rural y analizar las razones por las cuales las comunidades se alejan de la soberanía alimentaria.

Algunas conclusionesHablar de soberanía alimentaria es entender la com-plejidad de los procesos agroecológicos, dinámicas territoriales (cambios en la tenencia de la tierra, el minifundismo), estructuras y organizaciones fa-miliares, condiciones socioeconómicas (precios, labores) y contextos políticos (la influencia de las políticas de desarrollo, políticas agrícolas y ambien-tales, políticas alimentarias y de salud). Es necesario trabajar en todos estos aspectos para construir vías encaminadas hacia la soberanía alimentaria.

1 Vía campesina. Disponible en viacampesina.org/es

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El orgullo de pertenecer a una universi-dad de lustroso pasado y enorme oferta

académica y cultural, se hizo patente en la ceremonia de bienvenida a la generación 2015 de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. El evento fue presidido por el director de la dependencia, Fernando Castañeda, y contó con la participación de Vanessa Rubio, subsecretaria de Rela-ciones Exteriores para América Latina y el Caribe. Los acompañaron en la mesa Claudia Bodek, secretaria general, y Con-suelo Dávila, jefa de la División de Estu-dios Profesionales.

Castañeda felicitó a los nuevos alum-nos por diversas razones: por tener el pri-vilegio de ingresar a la unam y de disfrutar los innumerables beneficios que ésta ofrece; por formar parte del centro de estudios en ciencias políticas y sociales de mayor tradi-ción en América Latina; y por elegir dedicar su vida al estudio de las ciencias sociales, una labor destinada a personas con capa-cidad de conciencia, crítica y análisis so-bre la realidad, en ámbitos tan disímbolos como formas de organización social, fenó-menos demográficos y de comunicación, y transformación de las relaciones humanas,

Orgullo, privilegio y compromiso, ser parte de la UNAMJuncia Avilés, Myriam Corte y Janine Bacquerie

entre otros. En ese sentido, celebró que se inserten en una comunidad que privilegia el pensamiento complejo para comprender lo que las demás disciplinas realizan.

Por su parte, Rubio, egresada del plan-tel como licenciada en Relaciones Inter-nacionales, agradeció la oportunidad de dirigir unas palabras a jóvenes que, como ella hace 23 años, se disponen a absorber “como esponjitas” todo lo que la Univer-sidad les ofrece. Además de subrayar la preparación que le proveyó la Facultad, la subsecretaria subrayó el orgullo que le produce haber egresado de una institución con liderazgo nacional e internacional. Después compartió algunas de sus expe-riencias en la Máxima Casa de Estudios, así como diversos consejos.

“Emociónense por estar aquí, por ha-ber obtenido un lugar en esta Facultad, por el privilegio y el compromiso que han adquirido hacia el país, pero también hacia ustedes mismos: ahora no deben rendir cuentas a nadie más que a ustedes, pues serán los que se beneficien de su constancia”, instó.

En su opinión, la educación que se proporciona en el plantel ofrece las herra-mientas necesarias para ser competitivo en el mercado laboral, pero esto también depende de que cada quien aproveche la enorme oferta académica y cultural que se brinda dentro y fuera de las aulas.Vanessa Rubio, orgullosa egresada. Foto: Uriel Silva.

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Por ello, exhortó a los estudiantes a asistir a debates, conferencias, conciertos, exposiciones, a tomar clases de idiomas y a realizar alguno de los 52 deportes que se practican en la Universidad. Asimismo, consideró, “es importante retarnos, nunca quedarnos en una zona de confort, abrirnos a nuevas experiencias y formas de pensa-miento; fíjense metas por las cuales traba-jar y aprovechen la posibilidad de discutir y argumentar en libertad, como ocurre en esta casa de estudios”.

Acto seguido se proyectó un mensaje del rector, José Narro, quien subrayó el enorme compromiso que la Universidad tiene con la sociedad, como evidencian sus múltiples programas de investigación, desarrollo de servicios y difusión cultural. Invitó a los asistentes a hacer de este acto de iniciación “un compromiso con su forma-ción, con su familia y con ustedes mismos” y llamó nuevamente a que los noveles uni-versitarios aprovechen todos los programas que provee “una de las grandes casas de cul-tura de nuestro país”.

El acto culminó con las palabras de Gustavo Rojas, consejero universitario, y Silvia Tajonar, consejera académica. Ambos explicaron cuáles son sus responsabilida-des y describieron su función como “re-presentantes estudiantiles encargados de que la voz de los alumnos y sus intereses se escuchen”, por lo que invitaron a sus

nuevos compañeros a acercarse con cual-quier inquietud o duda. Rojas también consideró que los estudiantes son la parte dinámica, siempre en movimiento, de la Universidad. Como el resto de los partici-pantes, exhortó a los alumnos a apropiarse de la Facultad, así como de su vida acadé-mica y cultural: “la unam es lo que ustedes hacen de ella; construyan la Universidad que queremos”.

Otros eventos fundamentales de la jor-nada de bienvenida fueron las reuniones que realizaron los coordinadores de cada centro de estudios con los nuevos alumos.

Además de responder dudas y comenta-rios previo al inicio de cursos, los titula-res se encargaron de presentar al cuerpo académico y técnico con el que los jóvenes tratarán durante su formación.

Con el apoyo de alumnos voluntarios pertenecientes a las últimas generaciones, los recién llegados visitaron las instalacio-nes del plantel. Los recorridos permitieron a los nuevos miembros de la Facultad fami-liarizarse con su casa de estudios y obtener información sobre talleres extracurricula-res, actividades deportivas e intercambios estudiantiles.

Nuevas caras. Fotos: Uriel Silva, Paulina Guzmán, Soledad Villicaña.

Entusiastas voluntarios. Foto: Paulina Guzmán.

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Con un llamado a “ser conscientes de nuestros orígenes, trayectoria histórica

y hechos que han marcado el destino del país”, Luis Raúl González, abogado general de la unam, inauguró los trabajos del Ho-menaje al bicentenario de la Constitución de Apatzingán (1814-2014). En el acto precisó que se trata de “uno de nuestros textos fundacionales, pues contiene las semillas de lo que hoy es esta nación. Con él se inicia tanto el constitucionalismo mexicano como la verdadera independencia del país; por ello, el México del siglo xxi requiere que lo reconozcamos y repensemos”.

El próximo 22 de octubre, explicó, se cumplirán 200 años de la sanción del Decre-to constitucional para la libertad de la América Mexicana, mejor conocido como Consti-tución de Apatzingán en honor al lugar en donde se reunió el Supremo Congreso. Con este documento se pretendía, entre otras cosas, conferir un soporte institucio-nal al movimiento independentista, reco-nociendo a la nación como soberana, sujeta al arbitrio popular y con un régimen de división de poderes. El texto constituyó, aunque de forma provisional y limitada, el primer gobierno autónomo de México.

González destacó que a dos centurias de su promulgación “aún estamos muy le-jos de señalar que es un tema agotado o

Constitución de Apatzingán, semilla del México de hoyLeticia Martínez y Myriam Corte

que ya no permite investigaciones o acti-vidades académicas útiles; al contrario, la unam apoya trabajos de divulgación que rescaten los valores e ideales que inspira-ron a quienes participaron en hechos tras-cendentales como ese”.

En su momento, Fernando Castañeda, director de la Facultad, agradeció a Alber-to Enríquez, profesor del plantel y orga-nizador del evento, “por ser inspirador y conspirador” de este foro de reflexión. Subrayó que la publicación de la Consti-tución de Apatzingán —que preveía un régimen republicano de gobierno y consa-graba la igualdad de derechos para todos los ciudadanos— representa un momento histórico de gran relevancia para el país por sus ideas progresistas. No obstante, en el texto aparecen también algunas con-cepciones conservadoras, en particular el reconocimiento del catolicismo como re-ligión nacional.

Explicó que el tema de la secularización y la modernidad ha sido objeto de grandes disputas y controversias en los últimos años. “La idea convencional de cómo el mundo llegó a la modernidad está siendo cuestionada severamente y la misma secu-laridad también es tema de profundas críti-cas. Por lo tanto, lo que vemos aquí es que la Constitución de Apatzingán es motivo

para repensar nuestra historia y nuestro propio camino a la modernidad”.

Soberanía y justica: bases de la ConstituciónEn la segunda jornada, Manuel González, magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, expuso que la Carta Magna que resultó del Congreso de Chilpancingo fue la primera que se redac-tó en el país. Entre quienes dieron fe de su legalidad estuvieron los insurgentes José María Morelos, Andrés Quintana Roo, Carlos María de Bustamante e Ignacio López Rayón. Detalló que entre los ele-mentos novedosos que incluye el escrito, se encuentra el establecimiento de un mo-delo de gobierno republicano basado en la división de poderes.

El magistrado habló sobre la influencia de la Constitución de Cádiz y el pensa-miento político francés en la aparición de la Constitución de Apatzingán, lo cual se ad-vierte en el énfasis a la soberanía popular y las garantías individuales. Para finalizar, González reflexionó sobre la trascendencia de este documento histórico, que sirvió de modelo e inspiración para el proyecto constituyente de 1917.

Detalle del mural Retablo de la Independencia de Juan O’Gorman.

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Miguel Ángel Mancera, jefe de gobier-no de la Ciudad de México, impulsa

actualmente una iniciativa para reformar la Constitución Política, con el fin de que la capital adquiera las facultades, derechos y obligaciones que la sitúen en igualdad legal frente al resto de los estados. No se trata de una propuesta novedosa: en 2010 y 2011 la Asamblea Legislativa votó favo-rablemente mociones similares. En ambos casos fueron detenidas en el Senado por la mayoría priista.

El tema reunió a dirigentes de movi-mientos urbanos, estudiantes de diversas facultades y ciudadanos preocupados por el futuro político de la capital, quienes se dieron cita para escuchar la mesa de aná-lisis en la que participaron Porfirio Mu-ñoz Ledo, comisionado para la Reforma Política de la Ciudad de México, Juan José García, subsecretario del gobierno capitalino, y Alejandro Rojas, miembro del Consejo Consultivo para la Reforma Política. Ulises Lara, profesor del Centro de Estudios Políticos (cep), moderó el evento.

Muñoz Ledo ofreció algunas “pinceladas” de la situación jurídica de la ciudad para explicar por qué se negocia actualmente que ésta tenga plena autonomía jurídica. La Ciudad de México “siempre fue la ca-pital del país. A partir de ella se irradió

una cultura y posteriormente una domi-nación”. La ciudad continuó como capital después del proceso de independencia, y todas las constituciones, desde la de 1824, conciben al Distrito Federal como una en-tidad dependiente del gobierno central, lo que significó que sus habitantes fueran ex-cluidos de diversos derechos políticos.

El comienzo de la independencia del df, indicó el político, es paralelo a la tran-sición democrática, que inició en 1996 con el reconocimiento del estatus como Ciu-dad de México. Subrayó que “esto se logró mediante participación social, un plebisci-to; se trató de un proceso de empodera-miento de la ciudad” y de sus habitantes, quienes desde 1985 conforman una ciudada-nía que exige reformas políticas graduales. Entre ellas, el establecimiento en 1987 de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, y una década después la elección en urnas del jefe de gobierno y los delegados, ade-más del reconocimiento pleno de los dere-chos de los capitalinos.

Por su parte, Juan José García puntuali-zó algunos aspectos coyunturales relativos al proceso de consenso de la Reforma Política. Entre ellos, el temporal: dependiendo de la rapidez con que se apruebe la modificación al Artículo 52, se podría convocar una asam-blea constituyente a fines de año o en 2015.

Por una capital autónomaJuncia Avilés

Sostuvo que es preciso apoyar la reforma, ya que “influirá las formas como los ciuda-danos interactuarán con los gobernantes en el futuro”. Para reconocer la enorme fuerza que tiene la participación ciudadana en la capital, se propone que la representación vecinal sea parte integral del gobierno, de modo que la toma de decisiones en materia presupuestal y designación de programas sociales se realice de manera conjunta.

Sobre esto, Alejandro Rojas sostuvo que la reforma es una oportunidad de transfor-mar el régimen político, pero que requiere del apoyo y participación de la sociedad civil. Entre las ventajas de la obtención de autonomía de la ciudad enlistó: la posibi-lidad de establecer el derecho a un salario familiar, la creación de una contraloría ciudadana reconocida por el parlamento autónomo, así como la imposición de un gravamen sobre las ganancias de la Bolsa, el uso del aeropuerto, las casetas, etc.

Este proceso, aseveró, no sólo modifica-ría el régimen político de la ciudad sino el del país. Por ello “es necesario que haya mayor información; el debate no está en ningún medio de comunicación, y esta omisión es peligrosa. No podemos dejar que nos sigan entregando la autonomía a pedazos, o que nos den una reforma política chiquita”.

Estado número 32. Ilustración de Adriana Godoy.

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Analizar las respuestas de la sociedad a fenómenos globales como el cambio

climático, el armamentismo y la violación a los derechos humanos, entre muchas otras temáticas, fue el eje de trabajo de las xv mesas de análisis Los movimientos socia-les frente al orden internacional del siglo xxi. El evento se realizó por iniciativa de los pro-yectos papiit Educación, justicia, seguridad y desarrollo y papime Análisis de la sociedad internacional: hacia el orden mundial del siglo xxi, dirigidos por Edmundo Hernández-Vela, profesor emérito de la Facultad.

En las mesas dialogaron profesores del Centro de Relaciones Internacionales (cri), la Facultad de Estudios Superiores (fes) Acatlán, la Facultad de Filosofía y Letras (ffyl), la Universidad Iberoamericana (ui) y la Escuela Nacional de Antropología e Historia (enah). A éstos se sumaron las voces y puntos de vista de activistas y orga-nizaciones no gubernamentales como Am-nistía Internacional y el Grupo de Estudios Ambientales y Sociales (gea ac).

A lo largo de cuatro sesiones los exper-tos expusieron ejemplos de respuesta de sociedades contemporáneas a problemas actuales, poniendo especial interés en las formas de adaptación a nuevas realidades globales. Las primeras mesas se dedicaron a movilizaciones internacionales y poste-riormente la atención se enfocó en proce-sos sociales del México contemporáneo.

De lo general a lo particularEl debate inaugural “La sociedad actual y el orden mundial establecido”, presen-tó tres temas de interés global. Sandra Zavaleta, del cri, señaló el desequilibrio existente entre el gasto mundial –incre-mentado en más del 50% durante los úl-timos 12 años– y las carencias de inversión en materia alimenticia: “en el mundo hay suficiente para que todos los habitantes consuman poco más de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud; sin embargo, cada seis segundos muere al-guien por hambre, en su mayoría niños”.

Para Fausto Quintana, también del cri, uno de los grandes retos del planeta es el cambio climático. Por ello, afirmó, la co-munidad debe incrementar su capacidad de resiliencia, es decir, su habilidad para sopor-tar y adaptarse a las dificultades ecológicas.

A su vez, Alfonso Monjaraz, docente en la fes Acatlán, opinó que “la única forma de terminar con la violencia y los levanta-mientos es acabar con la desigualdad. En eu la diferencia de ingreso entre un obrero y un directivo es de 354 a 1; en México es de 10 millones a 1”.

En otras sesiones, como en la mesa “Represión y manipulación de los movi-mientos sociales”, se comentaron casos específicos que evidencian una realidad na-cional más amplia. Hilda Jiménez, del cri, Mariana Favela, investigadora de la ffyl, y Mauricio Castillo, de Amnistía Internacio-nal, concordaron en que la institucionaliza-ción de la violencia –que ocurre lo mismo en Estados totalitarios que en democráti-cos– se refleja en violaciones a los derechos humanos (tales como censura a la libertad de expresión y manifestación, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, etc.) que son avaladas por la legislación y las le-yes de mercado.

Durante la última sesión, “Movimien-tos sociales en México”, se tocaron temas relacionados con la defensa a la soberanía alimenticia. Como señaló Catherine Ma-rielle, de gea ac, “el maíz tiene un peso biológico, genético y social para la cultura mexicana. Su cultivo es una herencia que debe defenderse del modelo capitalista, que se ha puesto al servicio de corporacio-nes que impulsan la producción con semi-llas híbridas, agroquímicos y transgénicos, factores que alteran la producción natural.

Por su parte, Miguel Ángel Ramírez, profesor del ces, realizó un breve recuento histórico sobre las movilizaciones sociales que buscan una autonomía urbana en la Ciudad de México. Enfatizó el papel del Movimiento Urbano Popular (mup), que originalmente demandaba el derecho a la vivienda digna. En la actualidad, prosiguió, lucha contra megaproyectos de urbaniza-ción que utilizan espacios públicos como áreas mercantiles.

La sociedad ante sus nuevos retosCarlos Méndez y Myriam Corte

Maqueta. Región Occidente, Mesoamérica. Colección inah.

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Durante las tres jornadas que conformaron el Coloquio internacional: Subalternidad,

antagonismo y autonomía en los movimientos socio-políticos de México y América Latina –coordinado por Massimo Modonesi, pro-fesor del Centro de Estudios Sociológicos (ces)– se presentaron más de 15 investigacio-nes desarrolladas en el marco del proyecto papiit homónimo.

Tres cualidades se apreciaron en cada una de las mesas de debate. En primer lugar, una discusión teórico-metodológica común que giró en torno a los conceptos subalternidad, antagonismo y autonomía, encargada de li-gar y hacer dialogar cada una de las presenta-ciones. En segundo término, un espacio de convivencia y diálogo entre investigadores de diferentes países y con diversos grados de formación académica (licenciatura, maestría y doctorado). Finalmente, la disposición por comprender las dinámicas de subjetivación política de las protestas y conflictos sociales que recorren América Latina.

¿Qué circunstancias impulsan las movilizaciones antisistémicas?Lorena Luna y Myriam Corte

El amplio espectro temático de las po-nencias esbozó con claridad a una América Latina que busca desarrollar una sociedad más justa, democrática, autónoma, susten-table. Principalmente se presentaron traba-jos empíricos sobre la realidad política de la región; sin embargo, también hubo inter-venciones de tipo teórico, que analizaron el concepto de clase social, los usos y las for-mas de apropiación del espacio, así como las maneras en que se han desarrollado dis-cursos de contrainsurgencia simbólica.

Las investigaciones cubrieron todo tipo de intereses: movilizaciones estudiantiles – el caso chileno y el mexicano #YoSoy132– y magisteriales como la cnte, luchas contra el despojo y por la autonomía en colonias urbanas, organizaciones indígenas –entre ellas el zapatismo, el proyecto autonómico de Cherán, las policías comunitarias de Guerrero y los pueblos en defensa de las tierras en la Amazonía boliviana. También se analizó de qué manera la sociedad ha

respondido a problemas socioambienta-les –las movilizaciones contra la central hidroeléctrica La Parota– y políticos como el fraude electoral del 2006 o la reorgani-zación partidaria entre el neocardenismo y el lopezobradorismo. En todos los casos se discutieron las condiciones en que los pro-cesos de politización estudiados se llevaron a cabo, y se cuestionó si en general había circunstancias de desigualdad, subordina-ción, insubordinación y emancipación.

Asimismo, se realizaron dos conferen-cias magistrales a cargo de Maristella Svam-pa, académica de la Universidad de La Plata, Argentina, y Franklin Ramírez de la Facul-tad Latinoamericana de Ciencias Sociales (flacso) Ecuador. La primera examinó qué elementos de autonomía y subalternidad se pueden ubicar en las luchas socioambien-tales en América Latina; mientras que el segundo analizó dos conceptos políticos clave vinculados a los movimientos socia-les: el conflicto y el cambio.

Franklin Ramírez, en conferencia. Foto: Uriel Silva.

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Usar las redes sociales a nuestro favor Myriam Corte y Magali Espinosa

¿Cómo las nuevas tecnologías han mo-dificado el trabajo de marketing y el

acceso a la información? fue la pregunta central que guió el ciclo de conferencias El éxito de las organizaciones en la era digital. La comunicación de marca. Coordinado por estudiantes de Comunicación Organiza-cional de la Facultad, el evento convocó a integrantes de agencias de publicidad y de empresas privadas, representantes de dependencias gubernamentales y profe-sores de la dependencia.

En todas las sesiones, los invitados discutieron las ventajas y desventajas que implica la publicidad de una empresa, marca o producto a través de redes socia-les, páginas de internet y blogs.

Ejemplo de ello fue la conferencia “La estrategia de marca de las organizaciones en la era digital”, en la que participaron Carmen Muñoz, de Pauta Creativa, Pao-la Guzmán, de Grupo Acuario Lomas, y Hans Dorantes, colaborador de la revista Merca2.0. Los ponentes coincidieron en que el alcance en redes sociales de una campaña depende absolutamente de que su objetivo sea claro y pueda adaptarse a los nuevos medios.

Aprovechar dichos medios de comu-nicación, apuntó Muñoz, implica posi-cionar el producto entre el público fami-liarizado con las nuevas tecnologías y el que es fiel a la marca. Para lograrlo es in-dispensable tener definida la planeación estratégica de comunicación, es decir, “saber qué se quiere difundir del produc-to o la empresa”.

En ese sentido, para que un negocio incursione en propuestas digitales, con-sideró Guzmán, más que presupuesto necesita creatividad para obtener resul-tados a largo plazo. Sobre las desventa-jas opinó Dorantes, quien especificó que el 15% del personal de una empresa no está capacitado para trabajar en esta área, lo cual provoca que la estrategia de comunicación arrastre multiples errores.

En todo caso, es un hecho que el uso de los social media ha cambiado considerable-mente la manera de transmitir y generar información en una campaña publicitaria o de comunicación social en dependencias

gubernamentales. En esos términos se ex-presaron Jonathan García, del grupo asegu-rador sura, Simón Cohen, director general de Consultoría Política en DC Estrategia, Jonathan Orozco, de la Secretaría de Salud, y Wendy García, académica del Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación (cecc), moderadora de la conferencia “El social media en la era digital”.

Los ponentes coincidieron en que la tendencia actual de empresas y gobiernos a participar en redes sociales responde a estudios de mercado donde la mayoría de los usuarios se demostraron con poder ad-quisitivo y de elección, en constante movi-miento y, sobre todo, en aumento.

García señaló que cerca de la mitad de los mexicanos utiliza internet: en el país hay 45 millones de internautas, de los cuales 90% ingresan a las redes sociales. En la medida en que empresas y gobernantes sean conscientes de ello, se profesionali-zará su uso, lo que permitirá a su vez que se empleen de forma creativa para brindar información útil y atractiva y crear lazos de interacción con el público meta.

Por su parte, Cohen se refirió a los cam-bios en la comunicación política: no es sen-cillo explicar una política pública, y es aún más complejo usar para ello las redes socia-les. Sin embargo, recalcó, con estos nuevos medios el ciudadano tiene la posibilidad de emitir su opinión al servidor público e incluso interactuar con él. Convino en ello Orozco, quien sostuvo que una dependen-cia gubernamental también necesita estar presente en las redes, pues de esta manera

se posiciona y genera una vía de comunica-ción para la rendición de cuentas.

En términos similares se expresaron Juan Bernardo Pérez, arquitecto de in-formación en Grey Group México, Gon-zalo Fragoso, fundador de la casa creati-va Child, y Enrique Zapata, director de Innovación Pública de la Presidencia, participantes de la mesa “Tendencias en el ecosistema digital, qué viene y cómo aprovecharlo”, que cerró el ciclo.

“Las marcas tienen que saber a quién le están hablando”, dijo Pérez; por lo mismo, al crear contenidos se debe obedecer a cier-tos factores: el contexto, las tendencias y la ubicación. Todo se reduce, sostuvo, a “decir lo correcto en el lugar correcto” y a contar una historia que el público meta recuerde con facilidad o con la cual se identifique.

Zapata, por su parte, explicó que la ini-ciativa del gobierno federal de compartir información con los ciudadanos responde al interés de insertarse en la cultura digital. No sólo se pretende generar beneficios a los sectores público y privado median-te innovaciones, ahorro y mejora de ser-vicios, sino también se busca movilizar a la sociedad: “los datos son conocimiento, tienen la capacidad de ser materia prima para una iniciativa”. Por ello, hoy en día se trabaja en que la información en línea sea accesible, gratuita y oportuna.

Fragoso complementó estas observa-ciones con su experiencia como blogue-ro, y aseguró que aunque “las plataformas cambien, el contenido siempre es requeri-do” y es, en definitiva, lo más importante.

El mundo en nuestras manos. Imagen: www.tecnoeducativos.files.wordpress

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Nuevos puntos de vista sobre Centroamérica y el CaribeLorena Luna y Myriam Corte

Con dos mesas redondas, coordinadas por el Centro de Estudios Latinoame-

ricanos (cela), se llevó a cabo el coloquio Centroamérica y el Caribe: integración regio-nal, contexto político y perspectivas económicas. El evento convocó a especialistas de la Universidad para presentar proyectos de investigación en proceso que analizan las dinámicas de carácter único que se desa-rrollan en los países de la región.

En la primera mesa, dedicada a la actualidad caribeña, compartieron pun-tos de vista Beatriz Canseco, del cela, Samuel Sosa, del Centro de Relaciones Internacionales (cri), y Margarita Vargas, del Centro de Investigaciones de Améri-ca Latina y el Caribe (cialc).

Sosa habló sobre los retos y las pers-pectivas de Cuba en el contexto regional y sostuvo que para que esta nación pueda participar activamente en términos eco-nómicos, su gobierno tendrá que aplicar nuevas estrategias que atraigan mayor tu-rismo a la isla.

Mientras que Vargas ahondó en las secuelas del colonialismo caribeño en la

política cultural del siglo xxi, Canseco se refirió a la cooperación e integración en el Caribe, partiendo de los aspectos históricos y culturales característicos de la zona. Entre las dificultades que distin-guió para el establecimiento de una iden-tidad común que permita la cooperación caribeña señaló el aislamiento causado por la falta de sistemas de comunicación adecuados, las rivalidades internaciona-les, las barreras lingüísticas y –citando a Eric Williams– la ausencia de un cuerpo común de conocimiento.

Destacó que en la región conviven di-versos proyectos internacionalistas que buscan concertación política, coopera-ción funcional e integración económica. Así mismo, evidencian la necesidad de conjuntar las fortalezas de cada nación para hacer frente a la dominación unidi-mensional de eu en el área.

Obstáculos para la unidad de los países centroamericanos

La emergencia de la izquierda parti-dista y de los movimientos sociales en los países centroamericanos representa un desafío a la hegemonía que Estados Uni-dos estableció en la zona mediante tra-tados de libre comercio. Dicha aparición ejemplifica la reconfiguración política y social que acompaña las propuestas de unidad entre los pueblos latinoamericanos. Así se expresó Nayar López, académico del cela, durante la segunda mesa del co-

loquio, que compartió con Rodrigo Páez, del cialc, y Rafael Robles-Gil, de la Se-cretaría General de la Facultad. Los po-nentes coincidieron en que para formar un verdadero frente unificado con las na-ciones del centro de América es necesa-rio que éstas actúen de forma autónoma ante la potencia del norte.

Páez explicó que la integración de Centroamérica ha pasado por diversas etapas de desarrollo y retroceso, como guerras, golpes de Estado y firma de tra-tados comerciales. Actualmente, agregó, este proceso se ve afectado por la pre-sión de Estados Unidos para mantener sus privilegios comerciales en la región. Estas acciones no sólo vulneran la inde-pendencia de cada país, sino también la unificación latinoamericana en la zona.

Al respecto, Robles-Gil se refirió al caso de Honduras, que en 2009 sufrió un golpe de Estado que significó la des-titución del presidente Manuel Zelaya. Durante años, agregó, esta nación fue la vecina incómoda del istmo centroame-ricano, no sólo por su política exterior que facilitó la injerencia estadounidense en asuntos internos, sino porque fue ahí donde eu, a través de la cia, sus fuerzas armadas y sus diplomáticos, idearon la es-trategia y accionaron los ataques contra los procesos revolucionarios de Nicara-gua y El Salvador.

Hacia la unidad centroamericana y del Caribe.

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Con remembranzas de sus aportes acadé-micos, vocación como internacionalista,

dotes intelectuales, entrega a la docencia y la investigación, visión crítica acerca de la po-lítica exterior, pero sobre todo de su hones-tidad, su don de amigo y su compromiso con nuestro país, se rindió homenaje pós-tumo a Mario Ojeda Gómez, diplomático, académico y egresado de la primera gene-ración de la fcpys.

Para recordar la vida y obra del inves-tigador, fallecido en noviembre pasado, se dieron cita expositores de primera línea en el auditorio Ricardo Flores Magón, colmado de estudiantes y personalidades del mundo de la ciencia, la cultur a, la ges-tión pública y la diplomacia. El evento fue encabezado por la esposa del homenajea-do, Tilda Revah, egresada de la carrera de Sociología de la Facultad.

Fernando Castañeda, director del plan-tel, recordó algunos pasajes de la vida de Mario Ojeda durante su paso por la fcpys: “no sólo destacó por sus calificaciones sino también por su participación activa en la política estudiantil. Pablo González Casanova presidió el jurado de su tesis. Su trayectoria académica es un orgullo para la Facultad y un ejemplo de lo que espera-mos de las nuevas generaciones”, precisó.

Por su parte, Javier Garciadiego, presi-dente de El Colegio de México (colmex), destacó la honradez y sabiduría de quien lo antecediera en el cargo: “fue un ser hu-mano extraordinario, profundo conocedor del sistema político mexicano, a quien los jóvenes podrían darle la mejor retribución leyendo sus libros, verdaderos clásicos que sin duda ya trascienden su tiempo”. Ojeda fue director del Centro de Estudios Inter-nacionales, secretario general, coordinador general académico y presidente del colmex de 1985 a 1994. Al respecto, Ricardo Pozas Horcasitas, del Instituto de Investigacio-nes Sociales, agregó que una institución académica no se controla, sino que se di-rige, y el éxito en esta tarea radica en cons-truir día a día el orgullo de pertenencia, tal como lo hizo Ojeda.

La académica del cri, Graciela Arroyo, hizo un llamado a que este reconocimien-to a quien fungió como representante de México ante la unesco vaya más allá: que sea el inicio de una reflexión sobre el rum-bo del país y el mundo, sobre todo en un

momento crucial de la humanidad donde priva la desigualdad. Asimismo, Jorge Bus-tamante, del Colegio de la Frontera Norte, comentó que los estudios de Ojeda sobre la migración de los braceros mexicanos y el vergonzoso trato que reciben nos exige trabajar por nuestros compatriotas.

En su momento, Porfirio Muñoz Ledo, comisionado para la Reforma Política del df, se refirió a la fructífera vida intelectual de Ojeda, un hombre “con apego al deber académico, rigor en la investigación y ca-lidez en la amistad; un ser con jovialidad,

Mario Ojeda Gómez, orgullo y ejemplo de la FacultadLeticia Martínez

humor y picaresca jarocha, y además una aguda visión crítica y realista. Fue consi-derado seriamente para convertirse en go-bernador de Veracruz por muchos menos por él mismo, pues nunca hubiera aceptado relegar su labor académica”.

Figuras del ámbito académico y cultu-ral nacional, como Ricardo Valero, Fran-cisco Gil Villegas, Hermilo López Bassols y Gerardo Estrada, se sumaron a este re-conocimiento, agradeciendo a Ojeda por su ética, lealtad y compromiso con las causas nacionales.

Mario Ojeda. Foto de archivo.

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A diez años de su partida, amigos, colegas y familiares recordaron el espíritu críti-

co, intenso y sarcástico de Gabriel Careaga (1941-2004), en un homenaje a su obra or-ganizado por la Facultad.

El evento se dividió en dos mesas: “Clase media, intelectuales, ciudad y cultura”, en la que participaron Guada-lupe Espinoza, consultora de proyectos, Teresa Careaga, de la Facultad de Filoso-fía y Letras, y Joaquín Careaga, de la fes Acatlán; así como “Desarrollo y poder: espejismos y realidades”, donde los co-

En honor a un sociólogo crítico e intenso

mentarios estuvieron a cargo de Cristina Puga, Gerardo Estrada y Makoto Noda, académicos de la Facultad, y Lourdes Perkins, de la fes Acatlán.

Careaga fue un agudo y lúcido sociólo-go que escribió sobre lo que veía, sobre su mundo, sobre su existencia, recordó Fer-nando Castañeda, director de la Facultad, al abrir la ronda de participaciones. Entre otras virtudes, resaltó, fue un profesor destacado de la generación de jóvenes que ingresaron al plantel durante la dirección de Víctor Flores Olea. Bajo su cargo, la

Myriam Corte

Revista Mexicana de Ciencias Políticas y So-ciales ocupó un lugar destacado en el ám-bito de las publicaciones periódicas de la Universidad. También fue parte de los or-ganizadores de los históricos coloquios de invierno y verano de la fcpys.

En la primera mesa se señaló que su legado en el ámbito de la sociología radi-có en la reformulación del concepto de clase media para el caso de la sociedad mexicana, en una época en que las dis-cusiones únicamente giraban en torno a las clases proletaria y burguesa. Apoyado principalmente en textos literarios de coetáneos como José Agustín, Gustavo Sainz y Carlos Fuentes, Careaga retrató la realidad de los jóvenes que formaban parte de esa clase social, producto del “milagro mexicano”.

En la segunda mesa se abordaron al-gunos de sus planteamientos en torno a la política cultural y el arte, al que consi-deraba como la capacidad del hombre de ver la realidad en un tono menos fatalista. Respecto a la relación entre los intelec-tuales y el poder, tema en el que Careaga centró buena parte de su investigación, se sostuvo que erigió una rigurosa defensa de la independencia y libertad expresiva de los creadores frente a los gobernantes.

Una pasión más de investigación fue la ciudad, a la que consideró un tópico atractivo para el trabajo sociológico, en especial considerando a los diversos carac-teres tipológicos que poblaban los grandes centros urbanos. Entre sus aportaciones sobre el tema está la identificación del papel de los migrantes para el desarrollo de la capital nacional.

Entre sus obras se encuentran: Los intelectuales y la política en México (1971), Mitos y fantasías de la clase media en México (1974), Biografía de un joven de clase media (1977), La ciudad enmascarada (1985), Cuba: el fin de la utopía (2003), entre otras. Ade-más colaboró en las revistas Siempre!, Quimera, Revista de Bellas Artes y en los periódicos El Universal y Unomásuno.

Gabriel Careaga. Foto de archivo.

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Académicos, encargados de la especializaciónMyriam Corte

expertos en las temáticas de cada una de las especialidades, lo que garantizará una oferta académica de gran calidad, útil para el ejercicio profesional.

A su vez, Peña enfatizó que el Progra-ma Único de Especializaciones en Cien-cias Políticas y Sociales (puecpys) de la Facultad tiene como objetivo “profundizar y ampliar los conocimientos y destrezas que requiere el ejercicio profesional en áreas específicas de las Ciencias Sociales, a fin de proponer soluciones a problemas concretos de la sociedad nacional e inter-nacional”. Se ofrecen las nuevas ramas de Análisis Político, Negociación y Gestión de Conflictos Políticos y Sociales, Opinión Pública y Comunicación y Campañas Polí-ticas; además, se actualizó el programa de la especialidad en Seguridad Pública.

Las especializaciones son un tema fun-damental para la institución, ya que

brindan opciones a los estudiantes para desarrollarse en el ámbito académico y la-boral. Así lo sostuvo Fernando Castañeda, director del plantel, durante la ceremonia de instalación del Comité Académico de Especialización del Posgrado de la Facul-tad. Lo acompañaron Claudia Bodek, se-cretaria general, y Roberto Peña, jefe de la División de Estudios de Posgrado.

El órgano está integrado por académi-cos de los diferentes centros de estudios,

Comité Académico de Especialización del

Programa de Posgradode la Facultad de Ciencias

Políticas y Sociales

Análisis PolíticoFrancisco Jiménez Héctor Zamitiz

Opinión PúblicaAlma IglesiasFelipe de la O

Comunicación y Campañas Políticas Luz María Cruz Anna Laura Montiel

Negociación y Gestión de Conflictos Políticos y Sociales Guillermina Baena Ileana Cid

Seguridad Pública Jesús GallegosCarlos Hernández

Roberto Peña y Fernando Castañeda, durante la ceremonia. Foto: Uriel Silva.

DEBATE29 de Septiembre

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

SEGUNDO CERTAMEN DE:

Consulta las bases en www.políticas.unam.mx@ExtensionFCPyS

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Distinción de plataLuis Sadit Olivera

Fernando Castañeda, director de la Facul-tad, entregó la medalla “Gabino Barre-

da” a los egresados con mejor promedio de cada una de las licenciaturas que se impar-ten en el plantel.

La presea, otorgada por el h. Consejo Universitario de la unam, es un reconoci-miento a la trayectoria académica de estos destacados jóvenes de la generación 20o8-2012, quienes cursaron en tiempo y forma sus respectivas carreras.

Durante la ceremonia, Castañeda ex-hortó a los condecorados a seguir con sus estudios y mantener el esfuerzo y la perseve-rancia con que concluyeron la licenciatura; reconoció también el papel de familiares y amigos, cuyo apoyo es primordial en la reali-zación de una carrera académica.

La distinción consiste en un diploma y una medalla de plata pura, grabada con el es-cudo de la Universidad, el busto de Gabino Barreda y el lema “Al mérito universitario”.

UNAM.politikas

@extensionFCPyS

gacetapoliticas.blogspot.mx

+politicasunam

Tiempo de análisisMiércoles 20:00 hrs.860 am, Radio unam

Medalla “Gabino Barreda”Ciencias de la Comunicación

Eduardo Julián López Espinoza

Ciencia Política yAdministración PúblicaGibrán Ramírez Reyes

Relaciones Internacionales Mauricio Iván Zapata Zaldivar

Sociología Erika Jael Herrera Rosales

Galardonados de la generación 2008-2012. Foto: Myriam Corte.

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Estudiante de Relaciones Internacionales representa a la unam en HolandaLeticia Martínez

Gracias a su trayectoria escolar, Esteban Belmont, estudiante de Relaciones In-

ternacionales de la Facultad, representó a nuestra casa de estudios en el euromun 2014, uno de los modelos de negociación de Naciones Unidas más importantes del mundo, realizado en Holanda.

En palabras de Belmont, abanderar a la unam en este simulacro de negociación protagonizado por alumnos universita-rios, es una de las experiencias más satis-factorias de su formación, pues le otorgó la posibilidad de convivir, trabajar, deli-berar, acordar, debatir y aprender de la gran cantidad de participantes de diver-sas nacionalidades.

Organizado por la Universidad de Maas-tricht, en conjunto con la Sociedad de Alumnos de Naciones Unidas, este mo-delo, explicó el internacionalista, es con-siderado el tercero más importante a nivel mundial; en la más reciente edición com-pitieron estudiantes de 80 países, la ma-yoría de universidades europeas.

Al compartir con Gaceta Políticas el orgullo de ser el primer alumno en repre-sentar a la unam en este foro, Belmont

Perspectiva universitaria sobre la trata de personasMyriam Corte

“Mi trabajo con estas niñas fue en una casa hogar, donde vi por primera vez de manera

directa el problema de la trata de personas. Son casos muy fuertes, que me provocaron un sentimiento de impotencia al escuchar la situación que vivieron: quise intervenir de otra forma para apoyarlas”, dijo Fabiola Zárraga, ganadora de la primera edición del Premio Universitario de Tesis sobre Trata de Personas.

La egresada de la Facultad de Psico-logía agradeció al jurado y al público asis-tente luego de recibir el reconocimiento por el trabajo La trata de personas y sus im-plicaciones psicológicas, donde analizó las circunstancias que viven las víctimas de trata en nuestro país.

En la ceremonia se otorgaron dos menciones especiales. Una para Tania Ortega, egresada de la carrera de Ciencias de la Comunicación, quien en su repor-

aseguró que “el núcleo de la experiencia fue convivir con gente de tantas culturas, intercambiar puntos de vista y apreciar el hecho de que somos diferentes”.

El viaje, efectuado gracias a una beca de la Dirección General de Cooperación e Internacionalización (dgci) de la unam, incluyó visitas al Parlamento y la Comi-sión Europea, las Naciones Unidas para Europa Occidental, y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (otan).

Respecto a su labor en el evento de-talló que su encomienda fue defender la postura de Cuba en los temas de narco-terrorismo y tráfico de personas. Para enfrentar dicha tarea, contó con la ase-soría de la encargada de educación de la embajada cubana en México, apoyo que le permitió competir con información precisa; pero sin lugar a dudas, “el apren-dizaje obtenido en esta Facultad, de ca-rácter humanista y multidisciplinario, fue el gran detonante para comprender la importancia del lugar donde estaba para-do, de Holanda, de la Unión Europea, del contexto mundial, e incluso de los valores de la revolución y el socialismo cubanos”.

Estoy convencido, puntualizó Belmont, que “fueron mis clases sobre negociación, regionalismos, seguridad internacional y protocolo, las que me hicieron salir avante en esta justa de cuatro días y ganarme el reconocimiento y la amistad de mis pares”.

taje El sombrío enemigo: la trata de mujeres presenta testimonios de víctimas en el Dis-trito Federal. La segunda fue para Karina Manríquez, de Relaciones Internacionales, graduada con México ante el crimen de la trata de personas y la cooperación internacional como medio para su prevención, sanción y erradica-ción, investigación que propone estrategias para acabar con este terrible problema.

Presidieron la premiación Fernando Castañeda Sabido, director de la Facultad, Mario Luis Fuentes, titular de la Cátedra Ex-traordinaria “Trata de Personas” de la unam, y Leticia Cadena, asesora jurídica del De-partamento de Justicia de la Embajada de los Estados Unidos en México.

Además, asistieron los directivos de las facultades de Psicología y Derecho, Javier Nieto y Leoba Castañeda Rivas, respectivamente, Leticia Cano, de la Es-cuela Nacional de Trabajo Social, José Ale-

jandro Salcedo, de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, y Manuel Perló, del Ins-tituto de Investigaciones Sociales, así como Nelly Montealegre, de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mu-jeres y Trata de Personas de la Procuraduría General de la República.

En su momento, Castañeda Sabido ex-presó que el certamen demuestra el trabajo de la cátedra en la consolidación –tanto en la Facultad como en la Universidad– del es-tudio y la prevención de esta lacra.

Por su parte, Fuentes agradeció la par-ticipación de los alumnos de educación superior y adelantó que en los próximos meses se implementará el pilotaje de una campaña de prevención de la trata de per-sonas dirigida a la comunidad universitaria de nivel bachillerato.

Esteban Belmont. Foto: Uriel Silva.

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Texto múltiple e imagen compuesta, el tema identitario incluye aspectos socia-

les, culturales, políticos, económicos, reli-giosos, étnicos y de género, entre otros; resulta natural que se trabaje a nivel lati-noamericano, al ser ésta una región que, de manera permanente, cuestiona su pro-pio ser frente a la otredad.

Con la premisa de mantener y generar espacios que permitan la participación activa de los estudiantes de licenciatura, para fortalecer su formación académica y su compromiso con la sociedad latinoa-mericana, se realizó el 2º Coloquio estu-diantil sobre identidades en América Latina (cesial). El evento académico fue orga-nizado por estudiantes de esta Facultad y la de Filosofía y Letras (ffyl), y respal-dado por el Colegio de Estudios Latinoa-mericanos de la misma, el Centro de In-vestigaciones sobre América Latina y el Caribe (cialc), y la División de Estudios Profesionales (depro) de la fcpys.

Identidades latinoamericanas desde la perspectiva estudiantil Alejandro Correa

En su segunda edición, el coloquio se reafirmó como un proyecto que fo-menta la reflexión, la participación y el diálogo interdisciplinario entre alumnos, así como su vinculación con profesores e investigadores. Para lograrlo, los coordi-nadores realizaron una enorme labor de difusión y correspondencia con diversas universidades nacionales y extranjeras, cuyo resultado fue la participación de 70 ponentes, provenientes de 18 instituciones de educación superior.

El amplio espectro de temáticas abor-dadas reflejó las inquietudes teóricas y los intereses académicos de los participantes. Se presentaron ponencias sobre procesos de reconfiguración del Estado latinoame-ricano, paz y militarización, geopolítica y globalización, protesta social, conflictos emergentes, territorialización, riesgo eco-lógico y crisis ambiental, retos de los pue-blos indígenas y afrodescendientes.

MéxicoUniversidad Nacional Autónoma de México,Escuela Nacional de Antropología e Historia,

Universidad Autónoma Metropolitana, Universidad Autónoma de la Ciudad de México,

Universidad Iberoamericana,Universidad Pedagógica Nacional,

Universidad Autónoma de Guanajuato,Universidad Autónoma del Estado de México,

Universidad Autónoma de Veracruz, Universidad Autónoma de Guadalajara,

Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

ColombiaPontificia Universidad Javeriana,

Universidad Autónoma de Colombia,Universidad Industrial de Santander,Universidad Nacional de Colombia,Universidad Pedagógica Nacional,

Universidad del Valle

ChileUniversidad de Valparaíso

Participantes

Organizadores del 2o Coloquio estudiantil sobre identidades en América Latina. Foto: Uriel Silva.

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El trío favorito de los 50, obra del grupo tea-tral Las Parafernaliettes, cerró con bro-

che de oro la Campaña por la Equidad de Género en la unam en el auditorio Ricardo Flores Magón de la Facultad. La puesta en escena, ambientada a mediados del siglo xx, es un llamado a reflexionar sobre la vio-lencia hacia las mujeres que existe dentro y fuera de la Universidad.

El Programa Universitario de Estu-dios de Género (pueg), responsable de la campaña, programó la función para cele-brar una exitosa labor que incluyó a muy diversas dependencias de la Máxima Casa de Estudios. A lo largo de varios meses y mediante una estrecha colaboración con el Programa Universitario de Derechos Humanos y la oficina del abogado general de la unam, se impulsó la reflexión respec-

Promueven la equidad de género en la unamIngrid Delgadillo

to a los diversos modos en que se ejerce la violencia de género en nuestra sociedad.

La cruzada respondió oportunamente a la publicación de un estudio del pueg sobre la incidencia en agresión a mujeres a nivel nacional y local, en el que se señala que el 20% de las universitarias ha pade-cido algún tipo de violencia.

En palabras de Ana Buquet, directora del pueg, “la unam es reflejo de lo que suce-de en la sociedad y no está excenta de esta problemática”. Aun así, la cota es mucho mayor a escala nacional, pues de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Esta-dística y Geografía (inegi), en el país 60% de la población femenina ha sufrido alguna forma de agresión.

Uno de sus objetivos principales fue de-sarrollar la cultura de la denuncia, a través

de mensajes educativos representados con letras gigantes que se colocaron en gran parte del campus y que simbolizaban valores que debe conocer y ejercer todo miembro de la comunidad universitaria.

Las protagonistas de la obra, Ariel, Ju-lissa y Angélica María, relataron –con un estilo peculiar, resaltado por sus copetes levantados, crinolinas y vestidos de enca-je, pero sobre todo con gran sentido del humor– diversas situaciones que viven y ex-perimentan las mujeres dentro de una socie-dad acostumbrada a etiquetar y estigmatizar todo aquello que va contra lo culturalmente establecido. En concordancia con los ob-jetivos del pueg, la representación invitó a los espectadores a apropiarse de valores que fomenten la existencia de una sociedad respetuosa de los derechos de las mujeres.

Las Parafernaliettes, en acción. Foto: Myriam Corte.

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“¿Quién fue Alfonso Reyes? El humanista más grande que ha dado el siglo xx, crea-

dor de parte de nuestra inmensa cultura hispanoamericana al conjugar diversos elementos filosóficos, sociales y políticos de la mano del exilio español”.

Con esta afirmación Agapito Maestre, consejero de educación de la Embajada de España en México, dio inicio al co-loquio Alfonso Reyes y el exilio español, 125 años de su nacimiento, 75 años de su llegada, en el que estuvieron presentes Alicia Reyes, nieta del intelectual, y Fernando Casta-ñeda, director de la Facultad.

La primera jornada del coloquio, or-ganizado por Alberto Enríquez –adscrito al cep–, contó con las ponencias de Tomás Rivas, del Instituto Politécnico Nacional

Alfonso Reyes, el humanistaMyriam Corte

(ipn), Jesús Márquez, de la Universidad de Puebla, Francisco Javier Dosil, de la Universidad de Michoacán, y Rosa Isabel Gaitán, profesora de Relaciones Interna-cionales, quien moderó la mesa.

Coincidieron al señalar que el exilio español fue clave para el desarrollo inte-lectual en México, y destacaron la labor de Reyes en la fundación de la Casa de Espa-ña (ahora El Colegio de México), que dio cabida a los pensadores llegados de aquel país. Aunque posteriormente los refugiados se integraron a diversas academias en dis-tintos lugares de la República, este centro fue fundamental como espacio de produc-ción y difusión de conocimiento científico y humanista, acorde a las necesidades de la sociedad mexicana de la época.

La segunda ronda de participaciones estuvo a cargo de Agapito Maestre y Elier Machado, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Huma-nidades (ceiich), quienes conversaron con Víctor Barrera, Roberto Kaput y Coral Aguirre, de la Universidad Autónoma de Nuevo León, sobre la aportación de Reyes en el ámbito literario y su amplia conexión con escritores españoles como Alfredo Gar-cía Vicente o Pedro Garfias.

Convinieron en que un tema recurrente en la literatura del exilio fue evidenciado por Garfias en el poema Entre España y México, que pondera que los republicanos se incor-poraron a un país libre, tras trocar con los mexicanos los históricos papeles de con-quistador y conquistado.

Alfonso Reyes. Dibujo de Carlos Fuentes. Fuente: www.pbs.twimg.com

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Con el objetivo de determinar el estado de desarrollo democrático en el México

contemporáneo, la obra analiza los pro-cesos internos de selección de candidatos de los partidos políticos que contendieron en las elecciones federales de 2012. Así lo explicó Héctor Zamitiz, docente del cep, durante la presentación del libro colec-tivo editado bajo su coordinación y con el apoyo del proyecto papiit Selección de candidatos presidenciales, sistemas de partidos y realineamiento electoral en México: un aná-lisis del rendimiento democrático en 2012.

En el evento participaron los académicos Francisco Reveles y Adriana Báez, quien ce-lebró que los estudiantes tengan la oportu-nidad de seguir un caso de actualidad desde diversos puntos de vista, sean estos “su com-portamiento general, o la profundización de una de sus partes”.

Contienda electoral y rendimiento democrático en México 2012México, fcpys - unaM, 2013

Con la participación de Khemvirg Puente, secretario académico del Programa de

Posgrado en Estudios Políticos y Sociales, y de su colega del cep, Pablo Trejo, se pre-sentó a la comunidad universitaria el libro coordinado por el profesor Francisco Reve-les. En el texto se analiza el desempeño de las cuatro legislaturas ejercidas en el Distrito Federal entre 1997 y 2009, prestando parti-cular atención al ejercicio parlamentario de los principales actores políticos.

Trejo calificó la publicación como un “trabajo de las paradojas de la demo-cratización en el poder” y describió las particularidades legislativas en el Distrito Federal, entre las que destaca la potestad de la Asamblea para deponer al Jefe de Gobierno. Puntualizó que es una lectura importante para el público interesado en el congreso local, ya que en vez de dictar

El trabajo parlamentario de los partidos políticos en la Asamblea Legislativa del D.F. (1997-2009) México, fcpys - unaM / plaza y Valdez, 2013

Reveles aseveró que el libro responde a problemas que trascienden la coyuntura electoral de 2012, dado que devela una práctica política de larga historia en nues-tro país. Además de subrayar el carácter científico de la obra, el profesor destacó la importancia de su aparición “ya que con-tiene datos, información e interpretaciones que pueden ser consultados atemporal-mente y que no pierden vigencia debido a su cualidad cuantitativa”.

Por su parte, Zamitiz describió la hipó-tesis principal del estudio: en la forma en que los tres partidos analizados (pan, pri y prd) eligieron a sus candidatos para el 2012 se pueden ubicar los elementos fun-damentales de la estrategia que emplearon a lo largo del proceso electoral, así como la relación que desarrollaron con electores e instituciones del sistema político.

fórmulas ideales de funcionamiento, se preocupa por desmenusar su realidad operativa. Por su parte, Reveles señaló que el texto explica la labor del órgano legislativo desde la interacción entre los partidos políticos, y su repercución en el quehacer parlamentario.

El origen de la aldf se remonta a 1987, año de creacción de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, entidad que operaba con atribuciones limitadas a la emisión de bandos y reco-mendaciones. En 1993 obtuvo facultades legislativas y en 1997 finalmente fue con-siderada como órgano integrande de la entidad federativa.

La edición es producto del proyecto papiit Partidos políticos en el Distrito Federal: vida interna, gestión gubernamental y trabajo parlamentario, a cargo del propio Reveles.

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IGNACIO RUBIOFAUSTO QUINTANAMINA LORENA NAVARRO ENRIQUE PÉREZSUSANA VALLEELENA LAZOS

Naturaleza Social

Facultad de Ciencias Políticas y Socialeswww.politicas.unam.mx/gacetaSe

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