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Las Fuertes Raíces

d e l

Evangelio

Carlos Canosa /Jerusun

www.reyjusticianuestra.com

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Índice

1) el evangelio no es un nenúfar

2) ¿Quién Guía la Historia?

3) el reino de Jeroboam II (782-745 a.C.)

4) Israel en las Naciones, la descendencia

multiétnica de Abraham

5) el juego de desobediencias de Israel y Judá

6) el Plan de Redención para las Naciones vs la

dictadura mundial de la Bestia

7) las profecías de Oseas y Amos, el

protoevangelio en el AT

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1 el evangelio no es un nenúfar

¿ES LA FE BÍBLICA relevante para interpretar la Historia? ¿Nos dice algo sobre su desenlace

final? ¿Es una guía confiable para entender

nuestros días? ¿Hay un Pulso secreto de

Dios/Elohim –YaHWéH, el Dios de la Biblia-

que mueve los hilos de los acontecimientos

humanos hacia un Propósito ya establecido?

¿Hay un Designio por detrás de la conmoción

internacional en que vivimos –y en la que

siempre hemos vivido-?

En los países en los que el laicismo excluyente es

cuestión de fe, es común pensar que la fe bíblica

es algo que pertenece exclusivamente al recinto

de lo íntimo y no es para nada determinante del

devenir de la Historia grande o pequeña de los

pueblos (nota 1). Es más, desde este punto de vista

todo pensamiento fundado en esa fe -que

construyo la civilización en que vivimos- solo se

‘tolera’ dentro de límites precisos establecidos

pero se asume que pertenece al pasado y es un

elemento perturbador de la convivencia por ser

vehículo de odio y por lo demás completamente

inadecuado para entender el fluir del devenir

humano que al parecer habría ‘frenado’. Pero si

observamos la macrohistoria sin estos prejuicios

habítales, esto es, sin interpretaciones que solo

son válidas -aunque erradas- hoy, podemos

observar todo lo contrario: el tipo de ‘Dios’ o

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‘dioses’ a los que un pueblo sirve condiciona

todos los factores de la convivencia de una

sociedad y una cultura, inclusive los llamados

‘objetivos’.

En particular, el testimonio de la acción del

Dios/Elohim de Abraham en la historia grande de

las Naciones –que es el que nos interesa analizar

aquí- muestra sucesos que no reconocen causas

‘objetivas’ terrenales, sino que su fuente es

celestial ¿cuáles fueron, por ejemplo, las causas

‘objetivas’ que determinaron la salida de Egipto

de los cautivos hijos de Jacob/Israel y el cruce

portentoso del mar Rojo -el golfo de Aqaba- con

la posterior destrucción del ejército de Faraón?

¿Y cómo explicar la epopeya de la conquista de

Canaán venciendo a pueblos de tecnología

guerrera superior? Estas cosas no pueden

entenderse según cánones de una racionalidad

que descarte de salida lo sobrenatural. Y ante la

impotencia para encuadrar estos hechos la

historiografía convencional opta por obviarlos o

explicarlos como leyendas o como fruto de

‘causalidades’ caprichosas o varias tipos de

interpretaciones que no cuadran con los hechos.

Es decir, la idea de un Dios/Elohim que llama a

Su Pueblo, lo convierte en Nación y lo Guía a la

victoria sobre pueblos mejor pertrechados para

la guerra y que aparecían como invencibles no

entra en los cánones usuales de interpretación

histórica. Y si la causa alegada es juzgar una

situación de pecado de los pueblos que habitaban

Canaán, menos aun. Pero la causa ‘objetiva’ es

aquí inexistente ya que es la Voluntad del

Soberano del universo. Claro que si antes lo

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habíamos sacado de escena no podremos

percibir Su acción.

Y quince siglos después de afincado este pueblo

en Canaán -ya convertido en la nación de

ISRAEL- dio a luz un Anuncio extraordinario a las

Naciones que proclamaba la venida de un Rey y un Reino mundial al final de la Historia. Y quienes publicaron ese Anuncio universal -

católico- lo hacían en obediencia a Alguien que había sido ajusticiado por un imperio poderoso y

que, según ellos afirmaron con convicción

indestructible, había vuelto a la vida en cuerpo

de Gloria -resucitado- y reiterado Su mensaje del

Reino durante cuarenta días a Sus sorprendidos discípulos (Hech 1, 3). Y luego había sido

elevado al Cielo prometiendo regresar como

Juez y Rey prometido. Nada hubo de ‘objetivo’ en este Anuncio que sin embargo conmovió al

mundo cuando se introdujo en el seno del

Imperio que Lo había sacrificado y terminó

convirtiéndose al culto del ajusticiado. ¡Vaya

intervención en la Historia del Dios/Elohim de

Abraham a partir de Su Pueblo!

Y ese Anuncio –el evangelio del Reino- pronto excedió los límites del Imperio que sería

doblegado llegando a pueblos germánicos más

allá de sus fronteras. Y su vitalidad fue tanta

que pasado un milenio -en 1492- dio otro

enorme salto cruzando el océano hacia nuevas

tierras para alcanzar en sucesivas oleadas el

mundo entero ¿Cómo puede explicarse una

Intervención tan persistente que va desde un

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pueblo esclavo hasta la conmoción del mundo a

considerando solo causas ‘objetivas’? ¿No se

estarán salteando Algo los reducidores del relato

histórico?

Ahora bien, el promotor y Guía de esas colosales

transformaciones que traspasaron milenios se le

apareció a un arameo llamado Abram (Deu 26, 5)

hace más de cuatro mil años. YaHWéH lo llamó,

lo probó, le cambió el nombre -a Abraham- e

hizo un Pacto con él. Y el Anuncio extraordinario

vino dos mil años después de este Pacto singular

y es imprescindible para su cumplimiento. Tiene

dos perfiles:

↬uno nos habla de un Rey y un Reino venidero -y esta era la Promesa/Pacto a

Abraham-

↬y otro nos dice de un Dios que se hizo

hombre para ser martirizado con el fin de

pagar por los pecados/transgresiones de Su

Pueblo y de todos (Fil 2, 8). Esto es la obra

de Redención/Perdón previa a la

instalación de ese Reino glorioso y ella dona vida eterna a los que la reciben para

poder participar en el.

Y ambos perfiles inseparables constituyen a la vez

la fe cristiana que impactó la Historia al punto de

dividirla en dos: antes y después de ese Anuncio

extraordinario. Y -de nuevo- esto no tiene nada

que ver con causas ‘objetivas’, materialistas o

terrenales.

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Dicho lo anterior vayamos al motivo de estas

líneas:

En Deuteronomio 18, 15, se dice tempranamente

que llegaría un Profeta Mayor que Moisés que

más tarde se nos revela que sería descendencia

de David. Este sería un Gran Rey -Hijo de David-. Y pasados más de un milenio en Judea y

de los judíos –la tribu de David- se manifestó la

Inmaculada y “llena de Gracia” doncella/virgen

en donde sería encarnado el Hijo -y “bendita

entre todas las mujeres” por eso-. Y este Hijo del

Cielo y la tierra se llamó ‘Hijo de David’. Y en

los días de esa Encarnación el pueblo judío

estaba sometido a una dura opresión, la más

cruel que había vivido. Y esto lo hacía esperar

ansioso la manifestación del Rey/Mashíaj Libertador, Hijo de David, prometido hace

siglos atras. Pero recordemos que la promesa de

un Gran Rey había sido hecha en los lomos de Abraham y Sara a las doce tribus de ISRAEL

surgidas de su prole, y los judíos eran solo una

de ellas ya que por esos días la parte mayor de

ISRAEL estaba mezclada con las Naciones, y no

podía por lo tanto ver ni oír a su Mashíaj.

Y sabemos que Dios/Elohim permitió que

mataran a Su Hijo/Hijo de David para

manifestar Su Justicia sustitutiva por la rebeldía de Su pueblo y de todos. Y luego permitió que

persiguieran a Sus discípulos a fin de soplarlos

hacia los israelitas desterrados y anunciarles el

Perdón así obtenido. Este es el origen del

Anuncio extraordinario/evangelio del Reino según leemos en Mateo 10, 6. Pero es el caso que

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los que habían sido exiliados desde el año 722

antes del Sacrificio Vicario ya no se reconocían a

sí mismos como israelitas. De modo que la misión

apostólica fue una operación en misterio para un

pueblo que había olvidado sus raíces, una

incógnita dentro de otra. Esto muestra la unción

de lo Alto que se derramo en el concilio de

Jerusalem (Hech 15, 14-18) que suponía un

cambio de frente imposible de aceptar para las

autoridades religiosas judías de la época -y aun las

actuales-. Y la interpretación ‘sustitutiva’ hoy

vigente en la Iglesia no aclara mucho ya que nos

dice que los enviados/apóstoles fueron a buscar

un pueblo ‘para Su Nombre’ en las Naciones ya

que el Mashíaj había sido rechazado por los

judíos. Ahora bien, los ‘cristianos’ no somos un

pueblo sustituto sino la parte desterrada de

ISRAEL que no estaba en Judea cuando se

manifestó el Mashíaj. Esta es lo que debemos

asimilar ahora: Dios/Elohim no cambió de

‘pueblo elegido’, había afirmado con solemnidad

que no Lo haría y si aun así lo hubiera hecho

sería un Dios vacilante que subvertiría la

credibilidad de todo el relato bíblico. Leemos en

Jeremías 31, 35-37:

así dice el SEÑOR, el que da el sol para luz del día,

y las leyes de la luna y de las estrellas

para luz de la noche...:

Si se apartan estas leyes

de mi presencia… también

la descendencia de Israel dejará

de ser nación en mi presencia

para siempre

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YaHWéH está atado a Su Palabra, es Su única

atadura pero es inviolable. Y sin embargo en las

iglesias de Cristo actual y de todos los siglos se

interpreta los pasajes del AT en donde se lee

‘Israel’ como alusiones a ella misma que se

autopercibe como un completo absurdo: una

institución/cuerpo místico del Mashíaj de ISRAEL

integrada -sin embargo- por gentiles sin relación

alguna con el pueblo de la Promesa.

Y esta interpretación hace del evangelio un

nenúfar, es decir una flor de seductora belleza –y

esto efectivamente lo es- que flota en la superficie

de las aguas extendiendo delgadas radículas

hacia el fondo pero sin sujetarse a el. Pero es

forzoso que exista una intima relación entre el

pueblo del AT y el pueblo del Nuevo Pacto y

que ambos estén cubiertos con la Promesa/Pacto

hecha por YaHWéH a Abraham empeñando Su

propia Palabra (Heb 6, 18). Y la demostración de

este nexo tan evidente es el motivo de estas

líneas.

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nota 1): en realidad países ‘laicos’ son solo los ‘occidentales’ ya que

en los países islámicos este concepto no existe. Se puede construir una

mezquita en un país occidental, pero es problemático la inversa:

construir una iglesia cristiana en un país islámico.

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2 ¿Quién Guía la Historia?

Dice Isaías 41, 4 hablando a pueblos lejanos:

¿Quién ha realizado esta obra? ¿Quién, desde el principio,

ha ordenado el curso de la historia?

Yo, el Señor, el único Dios,

el primero y el último

Un pasaje que por partida doble nos dice que la

Historia no ha estado nunca a la deriva, que

Alguien “ha ordenado el curso de la historia” y es

“el primero y el último”. Y esto también se lee en

Apocalipsis 22, 13: “Yo soy el Alfa y la Omega, el

Primero y el Último, el Principio y el Fin”. De

modo que la Historia está contenida en un

espacio definido por el Padre y el Hijo –y el

Espíritu Santo que da testimonio de ambos-. Y

transcurre hacia un fin ya determinado aunque

no lo percibamos ya que Dios/Elohim actúa y ve

la Historia en una escala de tiempo diferente a la

nuestra. Su Plan excede el marco de una o pocas

generaciones que puede abarcar nuestra mente

y de ahí la utilidad de las Escrituras y el

entendimiento del plan profético contenido en

ellas que nos revela ese Propósito maestro. Él es

Quien dio inicio y lleva Su Fin la Historia de los

hombres y esto no hay forma de cambiarlo.

Existen ‘espiritualidades’ que pretenden incidir

en el plano espiritual, pero el Dios/Elohim de la

Biblia, además de hacerlo verdaderamente y para

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bien en ese plano, actúa en la Historia de las

Naciones y tiene control firme sobre ella. En

Isaías 46, 9-10 se lee:

...porque yo soy Dios... que anuncio lo Por Venir desde el principio, y desde la

antigüedad lo que aún no era hecho; que

digo: ‘Mi plan permanecerá y haré todo lo

que quiero’

y en seguida agrega:

lo he pensado, y también lo llevaré a cabo

el evangelio entonces tiene que encajar en esta

divina obstinación y ser funcional a ese Propósito.

Es similar a un árbol recio cuyo tronco emerge

hacia el cielo, pero es alimentado por raíces

cuya existencia se anuncian con rotundidad en

su base y penetran profundamente en el suelo.

Y en un árbol así lo que vemos hace presumir la

solidez de lo que no se ve. Los primorosos dibujos

celtas demuestran lo que queremos decir:

cuando representan árboles visualizan siempre

sus raíces, y veremos más adelante porqué. Los

cristianos no somos un pueblo sustituto, un plan B

que se activó luego de abortado el primero, sino

descendencia escogida del único ISRAEL

levantado por en las faldas del Sinaí, es de allí

que sube la savia que nos alimenta, por lo

menos en lo carnal.

Y penetremos ahora por una de esas raíces, la

más profunda. Ella desciende en torno a dos mil

años a.C. y se lee así en Génesis 17, 1-7:

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no te llamarás más Abram, sino que tu nombre será Abraham,

porque te he puesto por padre

de muchedumbre de gentes.

Te multiplicaré en gran manera,

y de ti saldrán naciones y reyes

estas Palabras están dirigidas por Dios/Elohim -

YaHWéH- a “Abram”/“Abraham” que había sido

llamado desde “Ur de los caldeos” a Canaán, hoy

llamada ‘Tierra Prometida’, ‘Tierra Santa’,

‘Palestina’ o, más precisamente, Sión. Y en el

momento de recibirlas Abram tenía 99 años. Y a

partir de ese momento se inicia el Pulso del

Guía de la Historia por instalar en la tierra un

Reino de Justicia y Paz que sería corona de la Historia. Paso a paso, etapa tras etapa,

traspasando centurias y milenios, a veces en

apariencia más rápido y otras más despacio, y

otras aparentando contradecirse -que nunca lo

hace- pero sin perder nunca el rumbo hacia la

meta: el advenimiento de un Reino formado por la descendencia justa de Abraham en donde Su

Voluntad sea obedecida entre hombres que

disfrutarán de una libertad gloriosa y sin

inclinaciones al pecado (Rom 8, 14-32).

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Sigamos: para el momento del llamado a Abram

que citamos más arriba la humanidad había

pasado por una experiencia de autogobierno que

colapsó bajo el peso de la violencia y sensualidad

sin control, en parte por la influencia de los

nephilim/gigantes, hijos de ángeles caídos con

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hijas de los hombres que se amalgamaron en una

sociedad que se oponía frontalmente y de forma

contumaz a todo lo que es justo y deseable según

el Consejo de Dios/Elohim. Esto es lo que se lee

en Génesis 6, 5:

vió YaHWéH que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de

los pensamientos de su corazón solo era de

continuo el mal

y entonces vino el Diluvio del que solo se

salvaron ocho personas: Noé, su esposa y sus

tres hijos Sem, Jafet y Cam con sus respectivas

esposas. Y de ellos se originaron las Naciones

que conocemos, libres de los nephilim pero

todavía sujetas al pecado de Adán. Y ahora

correspondía a YaHWéH ejecutar un Plan para

todas ellas respetando el libre albedrío de Sus

criaturas pero guiando a un remanente hacia un

final glorioso de Paz y Justicia.

Este fue el antecedente del llamamiento a

Abram desde el lejano “Ur de los Caldeos” para

ser instrumento de Su Propósito, el origen del

mismo. Y el llamamiento desde lejanas tierras -

para la época- que significó dejarlo todo fue

parte de una prueba de obediencia en varias

etapas. ‘Abram’ quiere decir ‘padre enaltecido’

y luego de la Promesa fue cambiado para

‘Abraham’ que significa ‘padre de una

muchedumbre de gente’ y alude a ‘pueblos’. Y

desde ese momento YaHWéH comienza a tejer a

través de siglos y milenios la trama de los

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eventos mundiales. Y en la parte final de la

Promesa/Pacto a Abraham Le dice claramente:

“te multiplicaré en gran manera y de ti saldrán

naciones y reyes”. O, como se lee en otra versión:

te haré muy, pero muy fértil, y yo haré que salgan de ti

reyes y naciones enteras

Y para confirmar este Pulso que sugería grandes

efectos entre los pueblos, YaHWéH dice de

Sarai/Sara, la esposa de Abram/Abraham:

vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos nacerán de ella

(versos 15 y 16)

Y si queremos un mayor testimonio aun vemos

que YaHWéH hace algo que nos debería llenar

de temor reverente: ¡jura por Si mismo! y Le dice

a Abraham:

multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo

y como la arena que está

a la orilla del mar

lo que muestra una obstinada determinación por

hacer surgir de la prole de Abraham una

descendencia que cubriría toda la tierra e

incluiría a muchas naciones poderosas. Y esto es

inabarcable por nuestra imaginación.. YaHWéH

no pudo ser más claro aunque difícilmente

Abraham lo comprendiera cabalmente. Y agrega

un dato no menos importante:

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tu descendencia se adueñará de las puertas de sus enemigos

Y aquí aparece un elemento esencial para

modelar la Historia: las naciones surgidas de la

descendencia de Abraham serían triunfadoras en el

campo de batalla. Y es por eso que dijimos que serían

‘poderosas’.

Resumiendo:

una prole numerosísima surgida de los lomos de

Abraham y Sara formaría numerosas naciones y

reinos que al final saldrían victoriosas sobre sus

enemigos y finalizarían en un Reino mundial de Justica y Paz.

Estas son las promesas/Pacto de YaHWéH a

Abraham que unidas a Su Misericordia

permitirían y aun permiten a pesar de que se

aproxima una breve pero oscura noche

mantener el Pulso hacia Su Reino cuyo advenimiento nadie puede detener.

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3 El reino de Jeroboam II

(782-745 a.C.)

La Promesa/Pacto a Abram, dos mil años a.C., es el comienzo efectivo del Pulso de YaHWéH

luego del fracaso del mundo prediluviano, pero

las raíces que se relacionan directamente con el

evangelio son un poco más cercanas: están en las

profecías pronunciadas en días del reinado de

Jeroboam II (782-745 a.C.). Para ese entonces

muchas cosas habían sucedido de la mano de

YaHWéH con ISRAEL las que relataremos

brevemente:

había transcurrido la vida de Abraham llena de

signos proféticos, la de su hijo Isaac, y la de su

nieto Jacob cuyo nombre fue cambiado para

Israel luego de la lucha agónica con el Ángel de

Peniel. Y con la prole de éste último –los hijos de

Jacob/Israel– se había formado la nación de

ISRAEL en las faldas del Sinaí cuando se

desplazaba de Egipto hacia Canaán habiendo

sido liberados mediante un evento portentoso

que YaHWéH recordaría siempre como sello de

Su Poder: el cruce del mar Rojo -su brazo oriental

llamado hoy ‘Golfo de Aqaba’- por tierra seca y la

posterior destrucción del ejercito de Faraón tragado

por el retorno de las aguas.

Y la nación de ISRAEL creada en el desierto se

organizó según fuera la pertenencia a cada una

las doce tribus, aunque recordemos que en

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realidad fueron trece ya que se adjudicaron dos

tribus a José lideradas por sus hijos Efraín y

Manases, en tanto que la tribu de Levi fue

repartida entre todas las tribus. Y en el centro del

campamento estaba el Tabernáculo de Reunión

que era señalado con una columna de fuego por

la noche en donde Moisés hablaba cara a cara

con YaHWéH, y desde donde se anunciaba –

entro otras cosas- la partida de cada una de las

estaciones, y el rumbo a seguir. Y también allí,

en las faldas del Sinaí, recibieron la Ley de

YaHWéH por medio del guía y libertador

Moisés, quedando así ISRAEL constituida como

nación santa separada de todas las otras a fin de

redimir a todos los hombres según el Plan para la

instalación en la tierra de un Reino de Justicia y Paz al final de los tiempos, como hemos dicho.

Y luego de dudas y murmuraciones y un

laberíntico trayecto por el desierto debido a su

incredulidad, cuarenta años más tarde, este

pueblo/nación surgido/ungido para cumplir

un Propósito tan eminente entró en Canaán ya

bajo la lideranza de Josué -sucesor designado de

Moisés- derrotando a todos quienes la ocupaban

aunque estaban mucho mejor armados y eran

en apariencia más poderosos (Num 12, 33). Y

Josué procedió entonces a repartir la tierra

conquistada entre las doce tribus. Y este pueblo

así instalado en la “Tierra Prometida” fue

gobernado primero mediante jueces, intérpretes

y voceros del Altísimo, y luego por reyes cuando

YaHWéH accedió con dolor al pedido de Su

pueblo que clamaba por una forma de gobierno

similar a la tenían los pueblos de alrededor. E

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instalada la monarquía. Uno de sus reyes –el

segundo- sería sobresaliente sobre todos: David,

hijo de Isaí, quien unificó a las doce tribus en un

solo Reino con capital en Jerusalem, la que fuera

“fortaleza de los jebuseos”.

Y aunque de un pueblo/nación con tan excelsas

credenciales correspondía lógicamente esperarse

que mantuviera su unidad, ISRAEL se dividió

en dos a la muerte de Salomón, el hijo y

heredero de David. Las diez tribus que ocupaban

la parte norte del territorio y estaban vinculadas

con grandes rutas de comunicación y comercio -y

por eso eran prósperas- se negaron a aceptar

como rey al sucesor de Salomón, su hijo

Roboam, que dio muestras de tener poco tino

como gobernante al querer cargarlos con una

pesada tasa de impuestos. Y lo que sucedió

entonces muestra el Pulso del Gran Tejedor que

obra según Su Propósito y en forma inesperada:

cuando las diez tribus formalizaron sus

intenciones separatistas y Roboam marchó

contra ellas para someterlas fue detenido por

YaHWéH con el siguiente mensaje:

no vayáis, ni peleéis contra vuestros hermanos ...volveos cada uno a su casa,

porque esto lo he hecho yo

1Reyes 12, 24; 2 Crónicas 11, 2-4

y Roboam obedeció lo que consolidó la partición

del reino de ISRAEL con la aquiescencia de

YaHWéH, dando fin al reino unificado de David

que se convirtió en un paradigma arquetípico que

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nunca sería olvidado. Y desde ese entonces

quedaría pendiente la restauración del reino

unificado (Am 9, 11).

La parte norte, la que se escindió, tomó el

nombre de ‘reino de Israel’ y quedo formada

por diez tribus lideradas por Efraín y Manasés,

los hijos de José, en tanto que la parte sur tomó el

nombre de ‘reino de Judá’ formado por la tribu

de Judá y la pequeña tribu de Benjamín pronto

absorbida. Estos dos reinos serían conocidos en

los textos proféticos como “casa de Israel” y “casa

de Judá, , con un lenguaje más breve:“Israel” y

“Judá” ambos con idénticas credenciales de

nacimiento de la mano de YaHWéH emitidas en

la falda del monte Sinaí/Horeb.

Y esto instala una paradoja en el lenguaje: el

reino que es llamado “reino de Israel” es el que

rompe con el único ISRAEL –ahí está la paradoja-

en tanto que el llamado “reino de Judá” es el que

permanece fiel a YaHWéH y su culto aunque

luego también incurriría en rebeldía/idolatría. Y

ambos fueron llevados al exilio –por Asiria el

del norte y por Babilonia el del sur-. Pero con

una diferencia notoria: ‘los judíos’ mantuvieron

su identidad en el destierro, en tanto que los

“hijos de Israel/casa de Israel/tribus de Jacob/hijos de

la desamparada” –las diez tribus- se mezclaron con

las naciones de acuerdo a lo profetizado por

Oseas y Amós y olvidaron su pertenencia a

ISRAEL.

Y porque ‘los judíos’ mantuvieron su identidad

se convertirían a su retorno del exilio babilónico

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en la única referencia de la nación de ISRAEL

ante las Naciones. Y así “judío” e “israelita” se

convirtieron en sinónimos ya que el paradero

de las diez tribus excomulgadas por causa de su

idolatría y desenfreno moral se volvió un misterio

debido a que se mezclaron en forma indisoluble

con diversos pueblos jafeítas perdiéndoles así su

rumbo y localización en el mapa de las

Naciones –por lo menos públicamente- hasta

que fueron descubrimiento en la Era Moderna

testimonios arqueológicos a los que más tarde nos

referiremos que arrojan luz sobre esta cuestion.

Ahora bien, véase que YaHWéH podría haber

respaldado la intención inicial de Roboam de

preservar la unidad del Reino de ISRAEL y sin

embargo lo impidió. Y es que Él estaba

apuntando a irrumpir en las Naciones con la

descendencia de Abraham. Las de entorno al

Cáucaso en primer lugar, pero a largo plazo en

todas las Naciones, de modo que la simiente de

Abraham cubriera la tierra y todos pudieran ser

incluidos en el Reino de su Hijo/Mashíaj de ISRAEL al final de los tiempos. ¡Vaya maravilloso plan!

Y así la restauración del Reino de ISRAEL -el “Tabernáculo de David restaurado” (Am 9, 11)- se

convirtió en una marca de mesianidad que debería

cumplir cualquiera que dijera ser el Mashíaj de

ISRAEL. Por eso la pregunta de los discípulos al

Resucitado:

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—Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? (Hech 1, 6)

que fue su última antes de Este ser elevado al

Cielo.

^^^

Veamos, el repaso de estos hechos tiene como

objetivo ubicar el reino de Jeroboam II en su

contexto histórico ya que este es el tema en este

capítulo -782-745 a.C.- Desde su implantación,

el ‘reino del norte’, separado de Jerusalem y de

su Templo, había ‘importado’ los dioses/ídolos

fenicios Baal y Astarté para sustituir el culto

debido a YaHWéH. Y esto para evitar que la

población sintiera falta de un centro de culto

nacional y se volviera hacia el Templo ubicado

en el ‘reino del sur’ y de este modo fuera

tentada a volverse a la situación anterior. Y así

se estableció en el norte una contumaz apostasía

unida a costumbres paganas de consumo

popular. De modo que la ‘nueva identidad’

procurada por el reino separatista del norte,

indispensable para su sobrevivencia tenía dos

columnas:

↬la corrupción del culto de YaHWéH a favor

de los ‘dioses’ fenicios Baal y Astarté

↬un comercio internacional muy activo debido a

su estrecha asociación con Tiro, potencia

comercial de la época, que impuso sus

dioses/ídolos como ‘religión oficial’ del reino

aunque se toleraba el culto a YaHWéH

22

Las rutas comerciales de Tiro –esto es, los

fenicios- eran hacia el oeste cercano y lejano

surcando con sus poderosas naves/cargueros el

mar Mediterráneo -‘Mar Medi Terraneum’-. Pero

en tiempos de Jeroboam II el ‘reino del norte’

había anexado además a la ciudad de Damasco,

enclave ancestral de comercio a través del cual

comerciaba también hacia el este. Por eso el

‘reino del norte’ –también llamado ‘reino de

Samaria’ como veremos- tenía una relación

comercial muy activa con todo el mundo, hacia el

este y hacia el oeste, especialmente en el tiempo

de Jeroboam II (ver nota) lo que lo llevó a forjar

grandes fortunas y la aparición de un modo de

vida hedonista, esto es: de un ocio vicioso y sin

contenidos muy apartado del culto a YaHWéH al

que se consideraba un resabio del pasado.

En cuanto a riqueza algo similar había sucedido

en tiempos del rey Salomón –también en buenas

relaciones con el rey de Tiro- pero moderado

por la Sabiduría del Dios/Elohim de ISRAEL.

Pero contrario a esto el reino de Jeroboam II era

impío, esto es, adúltero desde el punto de vista

espiritual, y las grandes fortunas de ese

comercio habían provocado exclusión y oprobio

entre la población. Para completar el cuadro, los

jueces se habían habituado al cohecho: todo un

abanico de males similares a los de nuestros días

repartidos por todo el planeta, aunque con énfasis

desigual.

Contra este lamentable estado de cosas se

levantaron de parte de YaHWéH los profetas

Oseas y Amós. Y pronuncian una severísima

advertencia de parte de YaHWéH: la población

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del ‘reino de Israel’ del norte sería desterrada

entre las Naciones en castigo por su rebeldía y

olvido del culto a YaHWéH y esto sería sin

memoria de de sus fiestas solemnes, esto es, de sus

raíces israelitas (Os 2, 11). Tendrían que

abandonar sus ricas casas que habían

embellecido con costosos revestimientos de

marfil y volver a vivir en tiendas. Y este

doloroso desarraigo de un pueblo adormilado

por el ocio se cumplió efectivamente en el año

722 a.C. cuando los “hijos de Israel/casa de

Israel/tribus de Jacob” fueron derrotados y

capturados por el emperador asirio Sargón II y

llevados a un destierro del cual, como pueblo,

no volvieron hasta el día de hoy. Ellos eran la

parte más numerosa de la nación de ISRAEL

lideradas por los hijos del prestigioso patriarca

José -que fue visir de Egipto- Efraín y Manasés,

como mencionamos siendo el primero de ellos

el primogénito legal de Jacob/Israel (Jer 31, 9). Y

luego del desmembramiento del Imperio Asirio

las diez tribus desterradas se mezclaron con

diversos pueblos jafeítas y migraron hacia los

cuatro vientos.

Ahora bien, la irrupción en las Naciones de una

población potencialmente muy numerosa –y este

era un punto excluyente de la Promesa/Pacto de

YaHWéH a Abram/Abraham- pero sin memoria

de sus raíces (Os 2, 11) con una carga profética

que la presuponía como protagonista de grandes

transformaciones en la Historia es un elemento

clave para develar el devenir de los últimos dos

mil quinientos años -por lo menos desde el siglo

V a.C-

24

Y el retorno a Canaán/Sion de un remanente

santo/justificado de este inmenso contingente,

unido a todas las etnias con los que fue mezclada

estaba profetizado para hacer posible la

restauración del Tabernáculo de David en tiempos

mesiánicos. Más adelante volveremos a los días

de Jeroboam II para analizar en detalle las

profecías de Oseas y Amos de las que se

deducen los fundamentos del evangelio. Pero

antes veremos cómo impactó este contingente

de israelitas desmemoriados en la formación de la

actual Europa.

↜∞↝

Nota

el reinado de Jeroboam II fue la culminación del modelo de idolatría /comercio impuesto desde el principio pero consolidado

a partir del rey Omri y su hijo Acab casado con una princesa fenicia de triste recuerdo -Jezabel-. Jeroboam II ya no pertenecía a la dinastía de Omri defenestrada por Jehu, pero este rey había impactado de tal forma que a toda la población del enriquecido ‘reino de Israel’ del norte se le llamara por parte de los asirios ‘hijos de Omri’ de donde derivó por corrupción del lenguaje que en su destierro fueran conocidos como ‘cimerios’, y estos fueron los llamados celtas/galos. El rey Omrí había construido asimismo la capital del ‘reino de Israel’ del norte, Samaria, por lo cual a este reino se le llamaba también ‘reino de Samaria’. Y todo este escamoteo lingüístico hizo que se terminara desvinculado a las diez tribus del norte de su pertenencia al tronco de ISRAEL, aunque ellas pertenecen a la nación santa fundada en las faldas del Sinaí/Horeb con idéntica legitimidad que Judá. Y esa excomunión sería corregido por la predicación del evangelio a los ‘olvidados’ de su raíz israelita acompañado de la sustitución del Templo de Jerusalem -arrasado por los romanos- por ‘pequeños santuarios’ (Ez 11, 16) que son los ‘sagrarios’ en donde se guarda la hostia consagrada -la manifestación en carne del Hijo-. Y este Recurso llevó la Presencia entre los hombres del Dios/Elohim de Abraham hasta los desterrados/desmemoriados de todos los rincones del planeta restaurándolos en misterio al culto verdadero.

25

4 Israel en las Naciones, la

descendencia multiétnica

de Abraham

En Génesis 49, 22-26 leemos una profecía hecha por el patriarca Jacob/Israel sobre su hijo José -

padre de Efraín y Manases- que comienza así:

ramo fructífero José, ...junto a una fuente,

cujos vástagos se extienden

sobre el muro...

y esto nos anuncia una descendencia vigorosa

que no podría ser contenida por frontera

alguna. Y en Deuteronomio 33, 13-17 leemos la

profecía de Moisés sobre José que complementa

a la de Jacob, una parte de la cual dice de esta

manera:

...y corneará a todos los pueblos hasta los extremos de la tierra.

Tales son las multitudes de Efraín;

tales son los millares de Manases"

en donde percibimos la zaga del elemento más

polémico para el pensamiento ‘políticamente

correcto’ de hoy y que es uno de los perfiles de

la Promesa de YaHWéH a Abram/Abraham:

“tu descendência se adueñará de las puertas de sus

enemigos". Y la Historia de las Naciones no

puede comprenderse a partir del siglo V a.C. en

su pulso interior si no reparamos en esta

26

irrupción en la Historia del mundo conocido de

los “hijos de Israel/casa de Israel/tribus de Jacob”

portadores de un potente bagaje profético, y es

útil leer completas las profecías de Jacob y de

Moisés sobre el patriarca José en los pasajes

citados.

^^^

No hay registro de poblaciones en los territorios

al norte del río Danubio antes del siglo VII a.C.

Y estos fueron ocupados activamente a partir

del siglo V a.C. mediante dos oleadas de pueblos

provenientes de territorios trascaucásicos que la

historiografía moderna denomina en forma

anodina ‘indoeuropeos’, un nombre que es una

especie de niebla si queremos hallar su origen,

pero yendo más atrás de ese ‘descubrimiento’,

cuando se dicen sus nombres específicos, las

cosas se ponen más claras como veremos. Y es a

partir de ese siglo que comienzan a poblarse

esas vastas tierras de climas inclementes en

comparación con los parajes templados y

cálidos en torno al mar ‘Medi Terraneum’, vía

de navegación inclusiva cursada en ese

momento principalmente por Roma y Grecia

con fines de guerra y por Fenicia con fines de

comercio. La primera oleada tuvo su inicio en el

siglo V a.C. como dijimos y la segunda a partir

del siglo II d.C.. Y así dice un libro de historia

universal escrito en el año 1854, antes de que

comenzaran a escamotearse los nombres

originales de los pueblos:

27

“Las naciones de Europa son el producto

incontestable de la distribución y superposición de

la última oleada de escitas... Estos se sobrepusieron

a otra oleada anterior que llegó de un modo igual y

del mismo país… que se componía de cimerios,

Galos y Celtas" (nota 1)

de modo que hubo dos oleadas de pueblos que

llegaron a los territorios protoeuropeos del norte y

del centro que no estaban ocupados por el

Imperio Romano: la primera los llamados

cimerios, la segunda los llamados escitas y ambas

tuvieron el mismo “país” de origen nos dice este

historiador en un voluminoso libro. También

dice que la última oleada fue la que finalmente

conformó a los pueblos y naciones de la Europa

de hoy, superponiéndose a la primera.

Ahora bien, a los pueblos cimerios los romanos

llamaron “galos” (esto es: “gallos”) por su

vistosidad y constante belicosidad. Y los griegos

los llamaron “keltoi” de donde se deriva

“celtas”, tal vez aludiendo a su prodigiosa

capacidad de reproducirse (“keltoi” significa

“conejos”, según algunos). De modo que

“galos” y “celtas” aluden a los cimerios y son

apodos puestos por otros a los pueblos de la

primera oleada.

Y en cuanto a los escitas –los pueblos de la

segunda oleada a partir del siglo II d.C.-

recibieron el nombre de “godos” o “germanos”.

De modo que “godos” y “germanos” son

nombres que refieren al mismo tronco: los

escitas. Entonces las naciones europeas de hoy se

remontan a estos dos orígenes:

28

↬ cimerios = galos/celtas

↬ escitas = godos/germanos

Pues bien, veremos que por su vez estos dos

troncos, se refieren a la descendencia desterrada

de los ‘hijos de Israel/casa de Israel/tribus de Jacob’.

Esto es, las diez tribus que vimos penetrar en las

naciones al final del capítulo anterior originadas

en el ‘reino de Israel’ del norte que fue

desechado por YaHWéH debido a su contumaz

idolatría y desobediencia sin memoria de su

pasado israelita se convirtieron en cimerios y

pueblos germánicos. Y esto es algo tan

revolucionario en materia de entendimiento de

la Historia que justificaría la escritura de estas

líneas. Explica por ejemplo el nacimiento del

cristianismo en Europa.

Expusimos en la nota del capítulo anterior

algunos detalles específicos y sumaremos otros

para mejor documentar este entendimiento

deliberadamente escondido al fin de este

capítulo mencionando hallazgos arqueológicos

modernos que así lo establecen en forma

inequívoca (nota 2).

Indubitablemente la primera oleada de pueblos

que ocuparon los territorios del norte y centro-

oeste de Europa con variedad de nombres e

identidades eran descendencia de Israel, esto es,

prole de Abraham, mezclada con pueblos

jafeítas. Esto se anuncia en Génesis 9, 27:

¡Engrandezca Dios a Jafet, que habite en las tiendas de Sem!

29

Y en efecto, la investigación antropológica

muestra que los llamados galos/celtas eran

multiétnicos y de variada conformación física, no

tenían un único fenotipo.

¿Y los escitas? A estos los persas los conocían

como ‘saka’, los babilonios como ‘gimirri’ y los

asirios como ‘khumri’, nombre del cual ya

sabemos su origen. Es decir, la segunda oleada

sobre los territorios protoeuropeos también eran

pueblos integrados por descendencia del ‘reino

de Israel’ del norte –“hijos de Israel”/”casa de

Israel”/tribus de Jacob- mezclada con pueblos

jafeítas. Estos se habían dirigido primero hacia el

oriente penetrando en Persia, la India y el

continente asiático hasta la China y Japón, en

donde dejaron su marca. Y, sin que podamos

establecer exactamente la razón, después del

siglo II una parte de ellos migraron a las

regiones en donde ya estaban los celtas/galos.

Su principal apodo: ‘saka’ tiene según algunos el

significado de ‘los que viven en tiendas’ (ver

Oseas 12, 9) ya que ‘tienda’ en hebreo se dice

“sukah”. Y aun ‘saka’ o ‘sajones’ puede significar

“casa de Jacob”, nombre para los “hijos de

Israel/casa de Israel/tiendas de Jacob”. De modo que

tampoco hay duda sobre el origen étnico de la

segunda oleada y, a partir guerras entre ellos y

con el Imperio Romano y en parte con Grecia se

conformaron los pueblos fundacionales de la

Europa actual sobreponiéndose a los galos/celtas

que de todos modos marcaron su cultura.

^^^

30

Avancemos un poco más: los ‘godos’ –pueblos

de la segunda oleada- se dividieron en ‘visigodos’

y ‘ostrogodos’ según se establecieran al oeste o

al este del río Dniester. Y allí se encontraban

cuando irrumpieron desde el este las hordas de

los ‘hunos’ que no pretendían ocupar territorios

para establecerse de modo permanente sino el

saqueo y la depredación por los métodos más

crueles. El terror que los precedía era una de sus

armas de guerra. Esto ocurría a partir del 370

d.C. y los primeros pueblos en territorios

protoeuropeos que encontraron fueron los

ostrogodos que vivían en la margen oriental del

Dniester a los que dominaron. Los que venían

enseguida, cruzando el Dniester, eran los

visigodos que para protegerse cruzaron el

Danubio constituyéndose en ‘pueblo federado’

dentro del Imperio Romano, figura jurídica que

consistía en una forma de vasallaje que incluía

luchar en el ejercito romano -ya con dificultades

de reclutamiento entre los suyos- a cambio de

protección y territorio en donde vivir. Y aquí

viene un episodio que marcaria a todos los

pueblos germánicos: cuando los visigodos estaban

ya dentro de las fronteras del Imperio fueron

evangelizados por un misionero de origen godo

de nombre Ulfilas pero con la herejía arriana que

a pesar del grueso error de apreciación con

respecto a la divinidad de Jesús/Yeshua era por

lo menos una introducción a las Escrituras

hebreas y textos del Nuevo Testamento, algo

significativamente diferente a sus creencias de

entonces.

31

Recordemos que a partir del Edicto de Milán

dictado por Constantino -313- el Imperio

Romano había incorporado el cristianismo y

que el arrianismo era la disputa doctrinaria más

virulentas por esos días saldada en el Concilio

de Nicea -325-. No obstante no había

desaparecido completamente luego de ese

Concilio perdurando por mucho tiempo más. Y

Ulfilas era uno de sus exponentes que llevo esa

predica alterada a los recién llegados en donde

lugares marginales en donde el Imperio podía sr

mas laxo a cambio de favorecer de algún modo

su integración. Y así la herejía arriana se

introdujo en todos los pueblos godos/germanos -

Ufilas incluso tradujo la Biblia al godo

convirtiéndolo en un lenguaje articulado- y se

convertirían en una especie de marca nacional.

De modo que los descendientes de quienes

habían sido excomulgados de la nación de

ISRAEL recibieron en su destierro entre las

Naciones, la “buena noticia/evangelio” de que el

Mesías/Mashíaj de ISRAEL tan esperado se

había manifestado en la tierra de sus

antepasados aunque sin duda no lo percibieron

ya que no recordaban su raíz ancestral. Y

posteriormente todos los pueblos germanos se

convertirían al catolicismo dando inicio a la

cristiandad.

Detengámonos aquí para volver a subrayar este

hecho portentoso: el pueblo que había sido

mandado al destierro en el año 722 a.C. recibía

la noticia de que Su Mesías/Mashiaj de ISRAEL

(Mat 10, 6; Hech 15, 14) se había manifestado a

los hombres mil años después ¡como son de

32

diferentes los tiempos de Dios/Elohim para El cual

mil años son como un día (2 Pe 3, 8)! Solo Alguien

poseedor de una visión global de la Historia y

un dominio completo sobre ella puede planear

algo tan magnífico. Recordemos que una señal

de mesianidad insoslayable era/es que el

Mesías/Mashíaj debía congregar de nuevo a Sion a

un remanente de Su pueblo desterrado (Is 49, 6)

para unir de nuevo a Judá e Israel en un solo redil

(Ju 10, 6; Os 1, 11) restaurando el “Tabernáculo

de David” (Am 9, 11), el ISRAEL de doce tribus.

La predicación del evangelio a las Naciones fue

escuchada por toda criatura porque este Anuncio

excepcional y único es abierto a todos (Gal 3, 28;

Hech 10, 36) pero fue dirigido especialmente a la

‘casa de Israel’, los israelitas desterrados y

mezclados entre ellas (Mat 10, 6). Y esta cerca el

momento en que un remanente santo/justificado

del Israel del destierro de todos los tiempos -los

‘hijos de la desamparada’- será retornado a Sión

en forma portentosa, juntándolo a un remanente

santo/justificado de Judá, para sumados restaurar

el REINO DE ISRAEL/JEZREEL por el cual

preguntaron los discípulos al Resucitado poco

antes de que fuera elevado al Cielo (Hech 1, 6).

^^^

Lo anterior es tremendo pero sigamos la zaga:

el pueblo visigodo que había entrado en el seno

del Imperio Romano huyendo de los hunos –a

los que en el año 451 ayudaría a derrotar unido

a las fuerzas imperiales en la batalla de los

Campos Catalúnicos- alternaba colaboración con

rebelión con sus protectores por sentirse

33

menospreciados lo que hería su espíritu

orgulloso y libre. El Imperio por esos días

estaba cruzado de intrigas y ambiciones de

poder, siempre al borde de la ruptura. Y es en

este contexto que nació el visigodo Alarico que

tendría un papel protagónico en sucesos que

conmoverían al mundo. Alarico fue nombrado

‘rey de los visigodos’ y bajo su conducción, en el

año 396, los visigodos avanzaron sobre Grecia

destruyendo todo a su paso –incluyendo sus

santuarios- y saqueando Atenas. Finalmente

fueron contenidos por el general romano

Estilicón y luego de negociaciones entre las

distintas facciones del Imperio se decidió

asentarlos en la Iliria. Pero aprovechando el

estado anárquico –y la torpe ejecución de

Estilicón ordenada por el niño emperador de

occidente Honorio- se levantaron nuevamente

contra sus protectores y esta vez fueron en

busca del premio mayor: la península itálica y

Roma. Y en el año 410, luego de negociaciones

frustradas con Honorio y su cúpula que se

habían refugiado en la ciudad de Rávena los

visigodos toman y saquean la ciudad de Roma

respetando únicamente los templos cristianos y

el pueblo refugiado en ellos –la única autoridad

efectiva en la ciudad en ese momento era la del

obispo/papa Inocencio I-. No hubo intento de

poseerla, solo de efectuar una venganza contra

la negativa a reconocerlos en la estatura que

ellos pensaban que tenían ya que solo

pretendían ser tratados en forma digna. De

todos modos los días de la Roma imperial

habían llegado su fin -por lo menos en

occidente- conmoviendo el mundo de entonces.

34

y algunas voces romanas señalaron que el

abandono de los antiguos dioses y la conversión

del Imperio Romano al cristianismo era la razón

de ese destino fatal (nota 3), lo que dio lugar a que

Agustín de Hipona –luego San Agustín-

publicara una extensa defensa de la fe cristiana

y de su papel en la Historia: “La ciudad de Dios –

contra los paganos”. Y este alegato introducía una

dimensión vertical en el análisis de estos temas

haciendo aparecer parámetros nuevos en su

análisis que gravitarían sobre todo el milenio

venidero -y algo más- forjando a Europa. Un

ciclo de la Historia había terminado y el

Dios/Elohim de Abraham, luego de haber

implodido el Imperio Romano comenzaría a forjar

la cultura de occidente sobre nuevas bases.

^^^

Luego de que Roma fue saqueada -aunque sin

mucho ímpetu ya que Alarico buscaba solo ser

considerado con un mejor rango no combatir el

Imperio- Alarico escribió:

“Desde que tomé Roma en mis manos, nadie ha

vuelto a menospreciar el poder de los godos. Lo

que fue el afán de conquistas y el deseo de

aventuras dio grandeza a un pueblo necesitado

de patria”.

Reparemos en esta última frase: “un pueblo

necesitado de patria” movido por afán de

aventuras. Así se veían los llamados godos,

“hijos de Israel/casa de Israel/tribus de Jacob” en

misterio: en busca de una patria peregvrinando

35

entre las Naciones. Y Alarico procuro cruzar a

África sin éxito y poco después murió siendo

sustituido por su cuñado Ataulfo que termino

casándose con la hermanastra del emperador

Honorio, Gala Placidia. Y en carácter de

‘pariente’ del emperador fue encomendado a

poner orden en Hispania sobreponiéndose a

otras tribus germánicas allí existentes en nombre

del Imperio. Había conseguido la preeminencia

que Alarico busco sin éxito aunque marcó la

Historia. Y así se daba inicio al reino visigodo en

la hoy España.

Abreviando este relato digamos que el rey

franco Clodoveo y el rey visigodo Recaredo se

convertirían a la fe católica abandonando el

arrianismo, y así todos los pueblos germánicos -

prole de Abraham- se integraron en un espacio

común que luego de Carlomagno sería la

cristiandad. Y desde España los ‘godos’

cruzarían los océanos soplados por YaHWéH

extendiendo la fe en el Dios/Elohim de ISRAEL

hasta los “confines de la tierra” (nota 4).

¿Por qué es ilustrativo todo este relato? Ya lo

señalamos antes y agregamos otro perfil: el

Imperio Romano había perseguido con saña y

martirizado a los cristianos por desafiar la

proclamada ‘divinidad’ del César y de su

panteón de dioses greco-romanos. Pero, en el

tiempo de Dios/Elohim, las ‘puertas de Roma’

fueron vencidas y destruidos los templos de los

dioses griegos por manos de pueblos liderados

por los “hijos de Israel/casa de Israel/tribus de

Jacob” en misterio. Estos habían irrumpido en

36

las Naciones con una carga profética que incluía

“adueñarse de las puertas de sus enemigos”. Y así el

Imperio que mandaba en Palestina en días en

que fue crucificado Jesús/Yeshua cayó en

manos de la descendencia de Abraham que

irrumpió en las Naciones. Es imposible ignorar

que existe un Pulso de YaHWéH que nos acerca

cada día de un modo misterioso y a través de

milenios a Su Propósito final que es instalar en

la tierra el Reino prometido a Abraham y su descendencia. Y esto lo percibimos hoy con

claridad: será el verdadero ‘globalismo’, no el

de la Tiranía Mundial que pretende imponerse

sino la “gloriosa libertad de los hijos de Dios”.

Entonces todos los pueblos obedecerán gozosos la

Voluntad del Altísimo (Os 2, 21; Rom 8, 19-21). Y

Su Hijo, Jesús/Yeshua Resucitado al que

llamaremos YaHWéH Justicia Nuestra, el

Mesías/Mashíaj de ISRAEL estará con nosotros

a pesar de las agudas contradicciones que hoy

vemos. Los justificados por Su Sangre accederán

a una Era de Paz. Vivimos hoy un tumulto

similar al que percibieron los pueblos cuando el

Imperio Romano se desplomó y dio paso a otra

época. Y como ayer lo que hoy sucede esta

moderado por el Autor de la Historia. Nada

acontecerá fuera de Su Propósito.

↜∞↝

nota 1) “Historia Universal” de Césare Cantú, Nemesio

Fernandez - Cuesta - 1854 –.

37

nota 2) En el año 1846 se descubrió en la antigua ciudad

asiria de Nimrod un obelisco de basalto negro:

en el aparece el rey Jehu, un rey del ‘reino de Israel’ del norte

que encabezó una dinastía posterior a la de Omri -quien

definió los rasgos políticos, comerciales y religiosos básicos

de este reino separado - trayendo tributos al emperador

asirio Salmanasar III con la siguiente inscripción debajo:

"Tributo de Jehú, hijo de Omrí: recibí de él plata, oro, un

cuenco de oro, un recipiente de oro, copas de oro, cubos de

oro, estaño, un bastón para la mano del rey y venablos"

De modo que Salamasar llama a Jehu: “hijo de Omri” siendo

evidente que designa con este nombre genérico a toda la

población del ‘reino de Israel’ del norte.

nota 3) cien años antes de Alarico hubo otra “toma de

Roma”: la protagonizada por Constantino –el llamado Cesar

de las Galias– cuando derrotó a Majencio, un candidato a

Cesar absolutamente impío, y se hizo con el control del

Imperio Romano de occidente en la Batalla del Puente

Milvio, a la entrada de Roma. Constantino era hijo de madre

celta –Helena- y por lo tanto descendiente de Israel por línea

materna y en su ejército había 20.000 milicianos celtas.

Aunque sus tropas eran considerablemente menores a las de

Majencio le propino una derrota catastrófica hundiéndolo en

las aguas del Tiber. Poco después Constantino libraba de

toda persecución a quienes habían tenido que vivir en

catacumbas al proclamar el Edicto de Milán -año 313- que

establecía la libertad de cultos y la restitución de los bienes

confiscados. Y en años posteriores la fe cristiana fue

declarada religión oficial de todo el Imperio Romano,

excluyendo a todas las otras, y cambiando la Historia. Por

eso quien se encontraba en Roma cuando Alarico la sitió y

finalmente la tomó era Inocencio I, obispo de Roma y

patriarca principal de la cristiandad, y el godo no realizo

muchos saqueos respetando a todos los que se refugiaron en

los templos cristianos, y los propios templos.

38

nota 4) los francos habían comenzado este abandono del

arrianismo por parte de los pueblos germanos cuando el rey

Clodoveo se convirtió al catolicismo luego de obtener la

victoria en una batalla que le era adversa invocando al Dios

de su esposa que era católica. Y los visigodos lo abandonaron

con la conversión solemne de Recaredo y toda la nobleza

goda en el III Concilio de Toledo -589-. Esto lo reseñamos

brevemente en el texto. En ese tiempo los visigodos ya se

habían instalado definitivamente en Hispania, estableciendo

la capital de su reino en Toledo. Recordemos que en esos días

las contiendas doctrinales entre arrianos y católicos implicaban

violencia extrema. Debido a esto Constantino había citado al

Concilio de Nicea -325- ya que la paz y unidad imperial

estaba amenazada por esa contienda doctrinal. En ese

Concilio fue reivindicada la fe de los apóstoles aunque la

herejía arriana pervivió en los pueblos germánicos como

también reseñamos en el texto hasta la conversión del franco

Clodoveo y el visigodo Recaredo. Antes de la conversión de

este último su hermano Hermenegildo fue asesinado por no

aceptar la eucaristía de manos de un arriano lo que nos dice

del grado de violencia de esa división que había llegado

hasta la propia casa real visigoda. De modo que la conversión

solemne de Recaredo –seguida de toda la nobleza visigoda-

al catolicismo impactó el destino de Hispania y del mundo al

unificar a los visigodos –la clase gobernante- con los

hispanorromanos –los gobernados- en un solo pueblo. Y esto

tuvo el efecto aglutinador indispensable como para impulsar

posteriormente la epopeya de la Reconquista y aun la

conquista de América bajo los reyes católicos. Ambas cosas

hubieran sido imposibles sin esa previa conversión de

Recaredo y todos los nobles godos al catolicismo.

39

5 el juego de desobediencias

de Israel y Judá

En el capitulo anterior analizamos la incursión de la parte de ISRAEL desterrada con olvido de

sus raíces israelitas que actuó/actúa en misterio

entre las Naciones transformando la Historia.

Digamos ahora algo sobre la parte visible del

ISRAEL nacido en las faldas del Sinaí/Horeb.

Esta volvió a su tierra luego del exilio babilónico

consciente de su identidad y son los judíos. Ellos

han sido celosos guardianes de los oráculos de

YaHWéH (Rom 3, 2) y ¡gracias a Dios/Elohim por

eso! Pero paradójicamente fueron “endurecidos”

en su entendimiento para no reconocer -como

pueblo- al Mesías/Mashíaj cuando este se

manifestó como Siervo Sufriente entre ellos, un

perfil muy diferente al del Libertador de la

opresión romana que esperaban.

Y, siguiendo con la paradoja, la parte en misterio

de ISRAEL, o sea, los “hijos de Israel/casa de

Israel/tribus de Jacob” que vimos en el capitulo

anterior o un remanente escogido de ellos,

tuvieron oídos abiertos mediante el Espíritu Santo

para recibir el Anuncio/evangelio del Reino proclamado por los enviados/apóstoles del

Maestro de Galilea. Y los que lo recibieron,

fueron transformados/convertidos y bautizados

y se congregaron/congregan en las “iglesias de

Cristo” distribuidas por los “cuatro vientos” de la

tierra, especialmente en aquella cuyo patriarca

40

levantado por Jesús/Yeshua fue el apóstol

Pedro. Y a este remanente bautizado pero

indiferenciado de las Naciones de los israelitas

del exilio, mezclado con diversos pueblos -que

en adelante llamaremos solo ‘casa de Israel’- el

apóstol Pablo los llama “plenitud de los gentiles”.

Así se lee en Romanos 11, 25-26:

no quiero, hermanos,

que ignoréis este misterio,

para que no seáis arrogantes

en cuanto a vosotros mismos:

el endurecimiento de una parte de Israel

durará hasta que haya entrado

la plenitud de los gentiles.

Luego todo Israel será salvo"

De modo que cuando en el inicio del evangelio

de Juan se hace referencia a “los suyos” (Ju 1, 11)

refiriéndose a los que dieron la espalda al

Verbo/Jesús/Yeshua sabemos ahora que se

refiere solo a una parte de ISRAEL aunque

ciertamente aquella por intermedio de la cual

vendría el Mesías/Mashíaj –Leon de Judá- según

la profecía y por eso quizás se dice: “vino a los

suyos”. Pero la paradoja a la que nos referimos

es que en aquellos días esta fue la parte

“endurecida” y el propio Jesús/Yeshua lo afirma

citando a Isaías:

cegó los ojos de ellos

y endureció su corazón,

para que no vean con los ojos,

ni entiendan con el corazón,

ni se conviertan, y yo los sane

41

lo que es reiterado por el apóstol Pablo en

Romanos 11, 8:

...como está escrito:

--Dios les dio espíritu insensible,

ojos que no vean y oídos que no oigan...

¿Cómo podrían entonces reconocer a su Mashíaj

si tenían los ojos y oídos cegados por YaHWéH?

Es que Dios/Elohim endurece a quien quiere y

ablanda a quien Su Misericordia y Propósito

indica (Rom 9, 18). Este es otro misterio que no

debemos olvidar y forma parte de Sus recursos

para encauzar la Historia aunque nos parezca

extraño. Por eso el apóstol Pablo dice a los

‘gentiles’ creyentes, dentro de los cuales sabía

que estaba la semilla de Abraham aunque eran

salvos por fe:

no quiero, hermanos,

que ignoréis este misterio,

para que no seáis arrogantes

Romanos 11, 25

Esto es, nos advierte a los cristianos para que no

ignoremos el misterio del “endurecimiento” del

pueblo judío considerándonos superiores a ellos

por haber recibido y entendido la Palabra del

evangelio. Este sería un proceder “arrogante” nos

dice el apóstol a los gentiles. Y debemos

asimismo comprender que este tropiezo de los

judíos como pueblo fue necesario, es decir,

providencia divina, para que el evangelio

alcanzara a la “casa de Israel” gentilizada y a los

gentiles como se dice en Romanos 11, 11:

42

ahora pregunto: ¿Será que los judíos,

al tropezar, cayeron por completo?

¡De ninguna manera!

Al contrario, al desobedecer los judíos,

los otros han podido alcanzar

la salvación...”

¡Gracias por la desobediencia de los judíos!

deberíamos exclamar los cristianos según esta

revelación. Lo cual es un llamado de alerta a las

“iglesias de Cristo”. No a las de hoy, en que los

judíos son amados y respetados, sino la de

épocas de tinieblas en este aspecto que

quedaron atrás. Digámoslo de nuevo: ¡estaba

dentro de los planes de Dios/Elohim que los judíos

rechazaran en principio la Palabra/Verbo de

Dios/Elohim! Y se nos dice en Romanos 11, 25-26

que cuando todo el remanente salvo de los

israelitas gentilizados junto a los gentiles que

hayan recibido la Palabra -la "plenitud de los

gentiles"- entren en el nuevo Pacto con YaHWéH

(ver Isa 59, 20-21) vendrá un Libertador de Sion

para “todo Israel” y no solo la parte que estaba

presente en Judea en Su primera manifestación,

o la desterrada en misterio entre las Naciones

que recibió en su corazón el evangelio por

medio de la misión apostólica y la Iglesia. sino

para todo ISRAEL -Judá e Israel-. Leámoslo en

esta traducción:

... les explicaré un secreto...: parte de Israel se ha

puesto terca, pero sólo hasta que se complete el

número de los que no son judíos que llegue a

Cristo. Y así todo Israel se salvará...

43

"Un libertador vendrá de Sión, y quitará todo el

mal de la familia de Jacob"

(Palabra de Dios para Todos)

Esto es, cuando todo el remanente de los “no

judíos” -la “plenitud de los gentiles”- acepto el

evangelio o, lo que es lo mismo, entre en un

Nuevo Pacto con YaHWéH entonces se

producirá un hecho portentoso y vendrá el

Libertador en tiempos de tinieblas y oscuridad y

salvara a “todo Israel”–siempre se refiere a un

remanente de la inmensa mas allá de nuestra

imaginación prole de Abraham (Gen 22, 17)-.

Esto está relacionado con el Éxodo Mayor de

ISRAEL que transportará el trigo de las iglesias

de Cristo a las bodas celestiales del Cordero para

hacer efectivo el Nuevo Pacto/Matrimonio que

restaure el que fue invalidado (Jer 31, 31) y luego

como Esposa a una Sion transfigurada por Su

Gloria –Sion en Gloria-. Y ese día está cercano.

^^^

Ahora bien, el apóstol Pablo, hablando a los

creyentes ‘gentiles’, explica magistralmente el

juego de desobediencias alternado entre ‘Judá’ e

‘Israel’, la parte visible la parte en misterio del

único ISRAEL, que YaHWéH planeó para

incluir a todas las Naciones en Su Plan Redentor:

vosotros erais, en otro tiempo,

desobedientes a Dios, pero ahora

habéis alcanzado misericordia

por la desobediencia de ellos,

44

así también estos -los judíos- ahora

han sido desobedientes,

para que por la misericordia

concedida a vosotros -los cristianos-

ellos también alcancen misericordia

Romanos 11, 30-31

y remata así esta sorprendente revelación:

porque Dios sujetó a todos por igual

a la desobediencia, con el fin de tener

compasión de todos por igual

Romanos 11, 32

por su desobediencia la ‘casa de Israel’ fue

esparcida y mezclada con todas las Naciones y a

ellos se les envió el evangelio del Reino debido a la desobediencia de los judíos. Y ahora por la

Misericordia con que fuimos alcanzados por su

vez podemos transmitir a ellos -los judíos- este

Anuncio extraordinario sobre la manifestación a

todos los hombres -porque todas las Naciones

fueron involucradas en esta poderosa marea y

contramarea que condicionó toda la Historia- del

Mesías/Mashíaj de ISRAEL. Y tal es la

manifiesta Sabiduría del Plan/Propósito así

expresado que el apóstol explota en una

alabanza:

¡Qué grande es la riqueza, la sabiduría y el

conocimiento de Dios! ¡Es realmente imposible

para nosotros entender sus decisiones y sus

camino

Y no es para menos. Y es a partir de este juego

que entendemos el interés de los celtas –‘casa de

45

Israel’ mezclada con pueblos jafeítas-- por

dibujar árboles con sus raíces. Es que su

inconsciente colectivo les decía que había

olvidando algo . Las ramas visibles de los

árboles que los cautivaban eran importantes,

paro esos psicogramas revelaban que las raíces no

podían ser olvidadas y un día saldrían a luz. Y

así lo expresaron en encantadores dibujos.

Estas raíces expuestas de los árboles son la huella

de las raíces israelitas olvidadas debido a la

amnesia inducida por YaHWéH en castigo por

su rebeldía. Y prueban que el evangelio no es un

nenúfar. Cuando el velo que le fuera impuesto a

la “casa de Israel” se le quite (Isaías 25, 7)

recordará su pasado y anhelará volver a celebrar

las fiestas de ISRAEL. Hoy esto está sucediendo

en algunas iglesias de Cristo pero todavía no está

completamente maduro el tiempo y esos pasos

balbuceantes son solo una pálida sombra de lo

que sucederá en la Sión en Gloria venidera

cuando el ‘Tabernáculo de David’ sea restaurado

y se manifieste el ISRAEL DE DIOS/JEZREEL.

Será también la resurrección de la Iglesia luego

de la agonía actual.

↜∞↝

46

6 el Plan de Redención para

las Naciones vs.

la dictadura mundial

de la Bestia

Repasemos lo dicho sobre el Plan de Redención para las Naciones a partir de la creación de la

nación de ISRAEL en la falda del Sinaí/Horeb y

su posterior instalación en Canaán:

1) una parte de ISRAEL fue llevada al destierro

entre las Naciones, la que había apostatado de

la fe a YaHWéH, el ‘reino de Israel’ del norte

o ‘casa de Israel’, con una carga profética

suficiente como para transformar la historia;

2) esta parte se “mezcló” (Ose 7, 8) con todas

las Naciones pero sin memoria de sus raíces

ancestrales israelitas (Os 2, 11; Am 9,9);

3) en la “plenitud de tiempo”, fue enviado a

ellas el Anuncio/evangelio del Reino cuyo fundamento es el Sacrificio Expiatorio del Hijo

de Dios/Elohim encarnado para Perdón de la

rebeldía del pueblo desterrado y de todos

aquellos que sin distinción de nacionalidad lo

recibieran (Hech 10, 36; Col 3, 11; Gal 3, 28).

Este Perdón era/es condición necesaria para el

retorno a Sion de un remanente salvo de esa

parte desterrada de ISRAEL (Rom 9, 27);

4) quienes recibieron/reciben la Palabra de

Perdón del evangelio, sean del remanente de

47

Israel o gentiles, fueron/son bautizados y

congregados en las “iglesias de Cristo”;

5) ese remanente multinacional será trasladado

al final de los tiempos a una Sion cubierta por

el dosel de Su Gloria para restaurar el reino

davídico de doce tribus del ISRAEL original o

“Tabernáculo de David” (Am 9,11). Este será

el Reino de ISRAEL por el cual preguntaron los discípulos al Resucitado (Hech 1, 6) que

estará integrado por “gente de todo pueblo,

tribu, lengua y nación” (Ap 5, 9) y comandará

el mundo venidero.

6) y será también la resurrección de la

Iglesia/keilah/asamblea nacional de ISRAEL

fundada por Jesús/Yeshua y en su mayoría

liderada por el sucesor de Pedro pero ahora

mismo en agonía.

Leamos en Isaías 56, 6-7 para reafirmar la

presencia de gentiles/extranjeros en el Reino de ISRAEL venidero:

y a los hijos de los extranjeros

que sigan a YaHWéH...

y abracen mi pacto... yo

los llevaré a mi santo monte...

en donde queda claro que el Anuncio del

evangelio del Reino a las Naciones en procura de un remanente de la ‘casa de Israel’ mezclada con

ellas fue el instrumento de YaHWéH para

ejecutar Su Plan universal -esto es, católico- de la

Redención de todos las Naciones/toda criatura.

Dicho de otro modo: el Sacrificio Expiatorio del

Mesías/Mashíaj de ISRAEL y la mezcla de la

48

simiente de Abraham con todas las Naciones

abrió camino a la entrada en la Nación Santa de

ISRAEL venidera de todos los hombres. Y es así

que pasaremos de ‘ISRAEL’ a ‘JEZREEL’ o

SIEMBRA DE DIOS o ISRAEL DE DIOS, el

Pueblo Santo del Monte Sion que penetra hasta

el Cielo (Heb 12, 22-23; Ap 14, 1-5). Leamos

también el Salmo 47, 9-10:

los príncipes de los pueblos se reunieron

como pueblo del Dios de Abraham,

porque de Dios son los

escudos de la tierra

y en Mateo 8, 11

Os digo que vendrán muchos

del oriente y del occidente,

y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob

en el reino de los cielos

Hemos estado ajenos a esta revelación: viene el

Reino mundial prometido a Abraham y su descendencia justa -la que no lo es no forma parte

de los Planes del Altísimo- que tendrá una clase

gobernante integrada por un remanente elegido,

extraído de todas ellas, libre para siempre de

corrupción. ¡Aleluya!

Estamos entonces en días en que la escatología

se convierte en política de alto rango y así como

la democracia con todos sus dogmas sucedió al

Ancien Régime, ahora el Reino de los Cielos y todas

sus verdades reveladas -dogmas- la sucederá por

su vez. Leemos en Isaías 33, 22:

49

YaHWéH es nuestro juez,

YaHWéH es nuestro legislador,

YaHWéH es nuestro Rey,

él mismo nos salvará".

que nos dice que Uno será el Juez, Legislador y

Rey. La separación de poderes y las elecciones no

existirán en Lo Que Viene (nota 1). Y ese Uno es el

que nos salvó de los decretos en contra nuestra

por Su Sacrificio en la Cruz (Col 2, 14) y nos

salvará aun del caos en que estamos inmersos

ahora cuando establezca Su Reino sobre la tierra (Mat 6, 10).

^^^

Si esto le parece al lector sorprendente piense en

lo que se afirma en 1 Juan 5, 19:

sabemos que somos de Dios, y que todo el mundo

yace bajo el poder del maligno.

este ‘príncipe de este mundo’ también tiene un

plan para estos días y ahora está intentando

imponerlo con furia porque sabe que el tiempo

se le acaba (Ap 12, 12). Estamos en la batalla

final entre el Bien y el Mal que fue planteada

desde antes de la fundación del mundo. Es por

eso que el apóstol Pablo menciona en detalle las

“armas de nuestra milicia”, porque desde que

somos salvos entramos en guerra (2 Cor 10, 4-6).

La novedad ahora es que la Serpiente Antigua

no oculta sus designios porque muchas puertas

se le han abierto, inclusive dentro de la Iglesia.

Y por eso el intento de Hollywood y la

‘industria del entretenimiento’ de hacernos

50

creer explicita e implícitamente que Lucifer es el

ángel bueno y Miguel el ángel malo. Y esto es

también el cerno del pensamiento masónico.

Véase la extraña insistencia en imponer la

‘ideología de género’, o clausulas al pie de

tratados que nada tiene que ver con eso para

que los países apliquen políticas de promoción

del aborto, o el ‘matrimonio’ homosexual, o la

eutanasia. Estos temas no son reclamos de la

gente y sin embargo aparecen misteriosamente

en los primeros lugares de la agenda. Esto de

querer hacer ver lo antinatural como natural es la

marca del pensamiento luciferino. La palabra

‘matrimonio’ proviene de matriz y supone

procreación- y sin embargo se insiste en ella.

Hay algo más allá que ‘política de derechos’ en

estas cosas, hay un intento de pervertir el

lenguaje y violar el recto entendimiento que

viene acompañado de intolerancia extrema

contra quienes no quieran aceptar el juego. Y

por eso la actualidad de la exhortación de

Filipenses 4, 8:

concéntrense en todo lo que es verdadero, todo

lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo

bello y todo lo admirable. Piensen en cosas

excelentes y dignas de alabanza

Pues bien, de tales mazmorras proviene el

intento -en gran parte frustrado por fuerzas

patrióticas y cristianas- de querer imponer un

Nuevo Orden Mundial basado en tres cosas:

↬ la disminución de la población del planeta

a la mitad,

51

↬ la eliminación de toda autonomía del

estado nación licuando sus instituciones, su

soberanía financiera, y -posteriormente- sus

fronteras,

↬imponer una Dictadura Mundial con férreo

control de cada individuo fundada en la

tecnología electrónica,

¿teoría de conspiración? no tanto: la pandemia

era/es parte de ese plan y también la vacuna que

quieren que sea obligatoria a nivel universal como

instrumento de control total (nota 2). Pero la torpe

gestión de la OMS, y la competencia entre cientos

de vacunas hace quizás imposible un plan común.

Y por eso anuncian una segunda ola para esta vez

hacerlo mejor. Por eso pronto habrá intervención

del Cielo -escribo en 09/ 2020-. Leemos Juan 14, 31:

ya está aquí el juicio de este mundo; ahora el

príncipe de este mundo será echado fuera.

y su cabeza pisada (Gen 3, 15). Es la hora de la

Mujer y el arcángel Miguel. Viene la gloriosa

libertad a los hijos de Dios:

la creación... será libertada de la esclavitud de

corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de

Dios... y no sólo ella, sino que también

nosotros... que tenemos las primicias del

Espíritu... gemimos dentro de nosotros…

esperando... la redención de nuestro cuerpo.

Romanos 8, 21-23

¡Maranatha!

↜∞↝

52

nota 1); más sobre esto puede leerse en el estudio ‘LA LECTURA

INVERSA DE MONTESQUIEU’ en el botón ‘Defensa de la fe cristiana’

en la columna derecha del sitio.

nota 2): son públicas a este respecto las declaraciones de Bill Gates

7 las profecías de Oseas y Amos,

y el protoevangelio

A modo de corolario agregamos una mirada panorámica de las profecías de Oseas y Amos tal

como prometimos cuando estudiamos el Reino de Jeroboam II en donde fueron pronunciadas:

1) el drama profético ejemplificado en el

matrimonio de Oseas

El capítulo primero de Oseas expone en forma de

drama conyugal la excomunión y destierro del

apostata ‘reino de Israel’ del norte o ‘casa de

Israel’ asimilándolo a un matrimonio del profeta

con la prostituta Gomer (v. 2) que debió de ser

desecho, con claves importantes en los nombres

de sus hijos (v. 4-9), en la ruptura de tal

matrimonio por infidelidad y en su posterior

restauración (Os 2, 2). Y se dice que YaHWéH

seguirá a su ex esposa al desierto -las Naciones- y

le hablará al corazón para que retorne (Os 2, 14).

Esto preanuncia la misión apostólica y la Iglesia en

las Naciones llevando el Anuncio del Perdón y

restauración a la ‘casa de Israel’. Leamos:

53

la castigaré por todas las ocasiones en que

quemaba incienso a las imágenes de Baal...

olvidándose de mí por completo... Pero luego

volveré a conquistarla, la llevaré al desierto y allí

le hablaré tiernamente... Al llegar ese día me

llamarás “esposo mío” en vez de “baal mio”

Oseas 2, 13-16

Y el nuevo casamiento con la prostituta ahora fiel

prefigura las Bodas del Cordero. Y se dice:

te desposaré conmigo para siempre; te desposaré

conmigo en justicia, juicio, benignidad y

misericordia. Te desposaré conmigo en fidelidad

Oseas 2, 19-20

2) el retorno de la muchedumbre de los “hijos

del Dios viviente” a Sión

también en el vertiginoso capítulo primero se

anuncia el retorno a Sion de los “hijos del Dios

viviente” rescatados del desierto de las Naciones:

con todo, el número de los hijos de Israel será como

la arena del mar... Y en el lugar donde se les dijo:

"Vosotros no sois mi pueblo" –el nombre de uno de los

hijos de Oseas con Gomer- se les dirá: “Sois hijos del Dios

viviente

Oseas 1, 10

Y en el capítulo segundo se les identifica:

entonces la tierra responderá a los clamores

sedientos del grano, de las vides y de los olivos. Y

ellos a su vez responderán: “Jezreel”, que significa

54

“¡Dios siembra!”. En ese tiempo yo sembraré una

cosecha de israelitas y los haré crecer para mí

Oseas 2, 22-23

¿percibe el lector lo que se está diciendo aquí?:

“yo sembraré una cosecha de israelitas y los haré

crecer para mí". Esto alude directamente a

JEZREEL (‘Dios siembra/cosecha’) y se refiere a

los cristianos, el remanente de la ‘casa de Israel’

perdonado y restaurado por “pura gracia” que

sumado a los gentiles que hayan recibido la

Palabra integrarán el Reino de ISRAEL venidero (Os 14, 4).

3) el Tabernáculo de David restaurado

y a partir del Perdón y nuevo matrimonio que se

describen claramente en Oseas el remanente de la

descendencia de la parte rebelde de ISRAEL

desterrada, ahora contenido en las “iglesias de

Cristo”, podrá retornar a Sión como Esposa

santa y fiel de YaHWéH como lo hizo Gomer con

Oseas. Esta es la restauración anunciada del

“Tabernáculo de David” (Amos 9, 11). Y la que

fue “desamparada” llevará consigo una numerosa

prole de redimidos obligando a mover las estacas de

su tienda para contenerlos (Isa 54, 1-3). Es el

remanente salvo irrumpiendo (Rom 9, 27) y será

cubierto por un dosel de Gloria (Isa 4, 5) símbolo

de matrimonio. Esos serán días en que YaHWéH

morará en forma definitiva y presencial con Su

Pueblo y atraerá a todas las Naciones hacia Si

con el resplandor de Su Gloria:

55

ese día la raíz de Isaí se levantará

como una señal para los pueblos;

las naciones lo buscarán

y el lugar donde él viva será glorioso

Isaías 11, 9-10

Y si pasamos al v. 12 allí se dice que a ese Reino pertenecerán todas las naciones que invoquen el

nombre de YaHWéH y se menciona un

remanente de Edom/países árabes. Hay decretado

entonces un final bienaventurado para la Historia.

Ciertamente existirá el retorno del remanente salvo

a una Sion restaurada por la Gloria del Mashíaj,

esta es la próxima etapa del catolicismo que viene

luego del Éxodo Mayor de ISRAEL. Y habrá

“una gran multitud de toda clase de gentes” en

el como en el primer éxodo (Ex 12, 38). De modo

que el evangelio no es un nenúfar sino parte de

un árbol/Propósito que hunde sus raíces en toda la

Historia de la humanidad, tanto del pueblo de

ISRAEL cuanto de las Naciones, y acoge bajo su

sombra bienhechora a todos los hombres de buena

voluntad.

¡Gracias a YaHWéH -Padre, Hijo y Espíritu

Santo-, el Dios/Elohim de Abraham Su amigo,

por Su Fidelidad y tan grande Salvación!

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