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Fundamentos para una formación de los profesionales en la época de la técnica Una aproximación crítica Luis Alberto Tarazana Sepúlveda* No es suficiente enseñar a los hombres una especialidad. Con elfo se convierten en algo así comD máquinas utilizables pero no en individuos válidos. Para serun individuo tlálido, el hombre debe sentir intensamente aquel/o a lo que puede aspirar. Tiene que recibir un sentimiento vivo de lo bello y de lo moralmente bueno. En caso contrario se parece más a un perro bien amaestrado quea un enteannónicamentedesarrollado. (. .. ) Darimporlancia excesiva yprematura al sistema competitivo y a la especialiUlción en beneficio de la utilidad, segrega al espíritu de la vida cultural, y milla al gennen del que depende la ciencia especializada. e..) Para que exista una educaci6n válida es necesario que se desarrolle el pensamiento crftico e independiente de los jóvenes, un desarrollo puesto en peligro continuo por el exceso demaferias. Esteexceso conducenecesariomentea la superficÍ1llidad ya lafalta de cultura verdadera. (Albert Einsmti. EduCJJciónpara una independencia del pensar, 1953). Resumen El propósito de este artículo es proponer la necesidad de una formación básica e integral para los profesionales en nuestra época, la época de la técnica. Para ello se aborda el problema buscando elfundamento de esta necesiliad desde la perspectiva de la racionalidad cientifica y la racionalidad tecnológica en su forma actual, fundamentándose finalmente la propuesta desde una referencia aproximativa a la teoría crítica de la ciencia. El sentido último es hacer ver que sin una formación amplia e integral de base, con énfasis en el pensamiento reflexivo, ~ crítico y creativo, difícilmente se pueden formar personas y profesionales idóneos para una ~ sociedad tan especializada como es la sociedad de nuestra época . ." ~ .e S .~ Z. Abstract ~ " '8 The aim of Ihis paper is lOsel oul lhe need for basic, inlegraled educalion for professionals of ~ our age, the technical age. Yo this end, the problem is addressed by grounding this need in ~ current scientific and technological rationality and, uItimately, from the perspective of critical ~ Iheory of sciencie. The overaU objetive is lo show lhal Ihe foundalions of a broad-based ~ integrated education which stresses reflexive, critical and creative thinking are essential for the & education of professional people fitted for the demands of a society so specialised as ours. '" Ingeniero Mecánico, Universidad Industrial de Santander. Magister en Administración de Empresas, Universidad del Norte. Candidato a Magister en Dirección Universitaria, Universidad de los Andes. Profesor del Departamento de Ingeniería Básica y de Ingeniería Industrial de la Universidad del Norte y Director de Postgrado e Investigaciones en la División de Ingenierías. (E·mail: [email protected]) Ingeniería & Desarrollo. Universidad del Norte. 3-4: 99·110, 1998 99

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Fundamentos para una formación de los profesionalesen la época de la técnicaUna aproximación crítica

Luis Alberto Tarazana Sepúlveda*

No es suficiente enseñar a los hombres una especialidad. Con elfo se convierten en algo así comD máquinasutilizables pero no en individuos válidos. Para serun individuo tlálido, el hombre debe sentir intensamente aquel/o a loque puede aspirar. Tiene que recibir un sentimiento vivo de lo bello y de lo moralmente bueno. En caso contrario separecemás a un perro bien amaestrado quea un enteannónicamentedesarrollado. (. .. ) Darimporlancia excesiva yprematuraal sistema competitivo y a la especialiUlción en beneficio de la utilidad, segrega al espíritu de la vida cultural, y millaal gennen del que depende la ciencia especializada. e..) Para que exista una educaci6n válida es necesario que sedesarrolle el pensamiento crftico e independiente de los jóvenes, un desarrollo puesto en peligro continuo por el excesodemaferias. Esteexceso conducenecesariomentea la superficÍ1llidad ya lafalta de cultura verdadera. (Albert Einsmti.EduCJJciónpara una independencia del pensar, 1953).

Resumen

El propósito de este artículo es proponer la necesidad de una formación básica e integral paralos profesionales en nuestra época, la época de la técnica. Para ello se aborda el problemabuscando el fundamento de esta necesiliad desde la perspectiva de la racionalidad cientifica yla racionalidad tecnológica en su forma actual, fundamentándose finalmente la propuestadesde una referencia aproximativa a la teoría crítica de la ciencia. El sentido último es hacerver que sin una formación amplia e integral de base, con énfasis en el pensamiento reflexivo,

~ crítico y creativo, difícilmente se pueden formar personas y profesionales idóneos para una~ sociedad tan especializada como es la sociedad de nuestra época .."~.eS.~Z. Abstract~

"'8 The aim of Ihis paper is lOsel oul lhe need for basic, inlegraled educalion for professionals of~ our age, the technical age. Yo this end, the problem is addressed by grounding this need in~ current scientific and technological rationality and, uItimately, from the perspective of critical~ Iheory of sciencie. The overaU objetive is lo show lhal Ihe foundalions of a broad-based~ integrated education which stresses reflexive, critical and creative thinking are essential for the& education of professional people fitted for the demands of a society so specialised as ours.

'" Ingeniero Mecánico, Universidad Industrial de Santander. Magister en Administración de Empresas,Universidad del Norte. Candidato a Magister en Dirección Universitaria, Universidad de los Andes. Profesordel Departamento de Ingeniería Básica y de Ingeniería Industrial de la Universidad del Norte y Director dePostgrado e Investigaciones en la División de Ingenierías. (E·mail: [email protected])

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MaxWeber, pensador alemán de finalesdel siglo XIXy comienzos del agónicosiglo XX, en su ensayo La ciencia comovocación reconoce como característicadel paso del medioevo a la modernidadel incremento y progreso de la intelec-tualizacion y de la racionalización, y sobretodo de la desmitificación o del desencan-tamiento del mundo, derivado todo ellode la conciencia por parte del hombrede que él ha de crear y darse un ordenpropio, apoyado sólo en su propia fuer-za y capacidad.

Para Weber, intelectualización y racio-nalización crecientes significa que se tieneconfianza que en cualquier momentoen que se desee es posible llegar a saberque no existen en torno a nuestras vidaspoderes imprevisibles, invisibles o se-cretos, sino que, por el contrario, todopuede ser a la larga dominado medianteel cálculo y la previsión. En otras pala-bras, lo mágico queda excluido del mun-do.'

Pues bien, desde esta nueva posturadel hombre ante la realidad, impulsadopor lavoluntad de poder, surge la racion-alidad cientifica como el mecanismo ade-cuado y privilegiado para abordar estanueva tarea del hombre, crear y darseun orden propio, apoyado sólo en su

1 ( •• .J el destino de nuestro tiempo, racionaliZDdo eintelectualizado y, sobre todo, desmilificador del mundo,es el de que precisamente los valores últimos y mássublimes han desaparecido de hi vida pública (... ) laemancipación respecto del racionalismo y el inte!ec-tualismo de la ciencia constituye Inpremisa fundamentalporo vivir en comunidad con lo divino ( .. J. M. Weber,op. cit., p. 206, 229.

propia fuerza y capacidad. Es decir, seinicia el caminar por el sendero de unanueva ciencia, que podemos rastrearlesus primeros pasos con la conocida revo-lución copernicana y con la propuestagalileana, la cual con el transcurrir deltiempo ha devenido en lo que el notablepensador colombiano Oanilo Cruz Vé-lez ha denominado la época de la técnica:"La técnica moderna es el poder supremo denuestro tiempo. Y seguirá siéndolo hastacuando agote todas sus posibilidades. Nues-tra época es irremediablemente la época de latécnica. "2

Por tanto, si se quiere adelantar labúsqueda de una posible fundamen-tación para la formación de los profe-sionales en los tiempos actuales,comoes el propósito de estas notas, entoncesesde necesaria obligación mirar, aunquesea de manera somera, algunos aspectosrelevantes de la problemática del cono-cimiento científico y de la misma tecno-logía,para de este modo poder cimentarcualquier planteamiento que sobre op-ción educativa se proponga al respecto.En este escrito he reducido el análisis encuestión a cuatro aspectos importantes':

1Cita tomada de su libro Tabula Rasa (Ed. Planeta,1994, p. 256). El mismo Cruz Vélez más adelanteexpresa lo siguiente: "Entre las múltiples fuerzas queconformaron la modernidad, imprimiéndole un cuñoinconfundible, lo que sí es algo completamente nuevo es lanuova scienza de Galileo, la cual es la base de la ftsicacomo una ciencia exacta, de las demás ciencias físico-matemáticas y de la técnica moderna," p. 242.

3 En el análisis de la problemática del cono-cimiento mis reflexiones encontraron inspiración enlos escritos del profesor Luis Bernardo Peña: 'Larevolución del conocimiento', 'Lafo.macióngeneral',y 'Eldesafío de la ciencia y la teOlologfa a la educa-

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(1) dinámica del conocimiento científico,(2) provisoriedad del conocimiento, (3)frag-mentacion del conocimiento, y (4) relacióntecnología-ciencia.

1. Dinámica del conocimiento cien-tífico. Un primer aspecto relevante dela problemática del conocimiento esjustamente su dinámica actual, la cualno tiene comparación con ninguna otraépoca de la historia humana. Se sabe,tal vez decirloes una perogrullada, peroaún así considero que vale la pena ex-presado, que más del 75% de las per-sonas dedicadas a los menesteres de lainvestigación que produce conocimien-tos científicos son individuos que hanvivido en el lapso de los últimos 25años; de igual manera, más del 75% dela información disponible actualmentese ha generado tan sólo en estos últimos25 años. A esto se le conoce como laaceleración del conocimiento. Por eso, hoyen día es algo muy común decir que enel conocimiento lo único que permanecees el cambio.

El saber, que en épocas no muy leja-nas era fruto de varias generaciones deespíritus ilustrados, en los actualestiempos es resultado de una misma ge-neración. Este hecho es muy importante,pues se refleja directamente en la for-mación de los profesionales en algo in-sólito: Si hasta hace poco los conoci-mientos adquiridos por los estudiantesen diversas profesiones y la formación

ción. 'Seriede textos del Simposio Permanente sobrela Universidad, VI Seminario General 1992-1994,ASCUN, Santafé de Bogotá.

recibida por ellos en el período del ciclode estudio eran vigentes cuando egre-saban, hoy día ya no puede asegurarseque esto ocurra, ya que con toda segu-ridad han perdido su vigencia, siendosuperados por otros nuevos conoci-mientos. Por ello, una de las cualidadesque se debe cultivar y desarrollar hoyen día por parte de hombres y mujereses la flexibilidad mental para poderadaptatsea los cambios fundamentales,no sólo en el conocimiento sino tambiénen el ambiente de trabajoyenlasmismassituaciones del contexto social, econó-mico, político y cultural.

Thomas Kuhn,historiador y filósofode la ciencia, en su enfoque particularpor analogía con las revoluciones polí-ticas plantea el asunto del desarrollo dela ciencia desde la óptica de lo que éldenomina' desarrollo científico normaly desarrollo científico revolucionario';"(...) la mayor parte de la investigacióncientífica que tiene éxito produce comoresultado un cambio del primer tipo, y sunaturaleza queda bien descrita por unaimagen muy común: la ciencia normal es laque produce los ladrillos que la investigacióncientífica está continuamente añadiendo alcreciente edíficio del conocimiento científico.Esta concepción acumulativa del desarrollocientífico es familiar y ha guiado la elabo-ración de una considerable literatura me-todológica (...) Pero el desarrollo científicomanífiesta también una modalidad no-acumulativa, y los episodios que la exhibenproporcionan claves únicas de un aspectocentral del conocimiento científico." Másadelante, refiriéndose a esto último, dice:"El cambio revolucionario se defineen parte

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por su diferencia con el cambio normal (. .. )laabrumadora mayoría del avance científicoes de este tipo normal acumulativo (... )pero, los cambios revolucionarios son dife-rentes y bastantes más problemáticos. Ponenen juego descubrimientos que no puedenacomodarse dentro de los conceptos queeran habituales antes de que se hicierandichos descubrimientos. Parahacer,oasimi-lar, un descubrimiento tal, debe alterarse elmodo en que se piensa y describe un rangode fenómenos ... " y remata Kuhn al res-pecto: "Cuando este tipo de cambio de re-ferentes acompaña un cambio de ley o deteoría, el desarrol/o científico no puede sercompletamente acumulativo. No se puedepasar de lo viejo a lo nuevo mediante unasimple adición a lo que ya era conocido. Nitampoco se puede describir completamentelo nuevo en el vocabulario de lo viejo o

. "vIceversa.

Pues bien, el propósito de habertraído esta extensa cita de Thomas Kuhnes destacar el concepto de revolucióncientífica, la cual se puede definir sinté-ticamente como un cambio o una seriede cambios bruscos mediante el cual sereemplaza un 'paradigma' o modelo deinvestigación científica comúnmenteaceptado por la comunidad científicade una época determinada (paradigmanormal) por otro nuevo. Lo importanteaquí es resaltar el planteamiento deKuhn con respecto al desarrollo de laciencia. Esta avanza no exclusivamentepor acumulación sino por reconstruc-ción. Es decir, la ciencia se desarrolla node manera gradual o incremental (acu-mulativa progresiva) sino por transfor-maciones periódicas de los paradigmas

vigentes, los cuales van siendo susti-tuidos unos por otros de manera radical.Sin embargo, como plantea el profesory filósofo de la ciencia de la Universidadde Puerto RicoCarlos Rojas,apoyándoseen Stephen Toulmin, "(...) es razonableque cambiemos nuestros métodos, teorías yprincipios si el/o es necesario, pero el/o notiene porqué serenforma fideísta (defe). Laracionalidad de laciencia está en su capacidadde cambiar por principios más adecuados siasí lo exige el momento histórico." ¿Quéquiere decir esto? A nuestro juicio, queel cambio en general debe estar mediadono sólo por factores internos del propiosaber (propios de una disciplina o pro-fesión) sino por factores externos delmismo saber (intereses, poderes, valo-res, en suma, factores del contexto socio-cultural). Siendo esto muy importante,pues nos conduce a reconocer que elcambio no debe ser asumido como moda(cambiar por cambiar, innovar por in-novar), sino como una necesidad legí-tima de lamisma dinámica de larealidaden todos sus aspectos.

2. Provisoriedad del conocimientocientífico. Este segundo aspecto del co-nocimiento científico se refiere clara-mente a su reconocimiento, hoy en día,como no-inmutable, absoluto y defini-tivo, sino todo lo contrario, cambiante,provisional, falible, flexible, pero congran capacidad de autocorrección. Elconocimiento, puede entonces decirse,no es un sistema estático y cerrado sinotodo lo opuesto, un sistema dinámico yabierto, en permanente evolución.

Desde la perspectiva del reciente-

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mente desaparecido Karl Popper', sepuede plantear que la ciencia no se pre-senta como una acumulación de verda-des demostradas, sino que se trata másbien de un corregir errores a través deuna crítica audaz y objetiva. El métodode las ciencias, desde esta perspectiva,radicaría en lo fundamental, en ensayarposibles soluciones para sus problemas.Se proponen y critican soluciones; si unensayo de solución es refutado por nues-tra crítica, buscamos otro; si resiste lacrítica, lo aceptamos provisoriamente;y, desde luego, lo aceptamos principal-mente como digno de seguir siendodiscutido y criticado. Esto es, el conoci-miento científico progresa por elimina-ción de errores y no por acumulación deverdades. La pretendida objetividad dela ciencia radicaría supuestamente en laobjetividad del método crítico.

En este orden de ideas, la profesoraBlanca Inés Prada, filósofa de la ciencia,en su texto 'Ensayos en torno al pensa-miento de Karl Popper' dice: "El hombredel siglo XX debe, según Popper, aprendera vivir en un mundo libre, sin padres, sintutores, gobernado sólo por nuestras con-ciencias individuales, en donde el respetopor la verdad objetiva, impersonal, nos obli-gue aescuchamos unos a otros mutuamente,porque sabemos que nadie tiene el monopolio

4 En el texto 'Filosofía, Ciencias y Tecnología',modulo] delcursoespecializadosobreinvestigaciónen ciencias sociales, convenio ICFrS-Unicartagena-INER de Uniantioquia, 1994, p. 23-26, el profesor JoséOlimpo Suárez, del Instituto de Filosofía de laUniversidad de Antioquia, realiza una exposiciónsucinta sobre el 'racionalismoaiticoo falsacionisrno',de donde he extraído este comentario.

de la verdad, pero que con el esfuerzo críticopodremos acercarnos a el/a".

Ahora bien, el resultado concreto detoda esta situación para el propósito denuestra reflexión es que los conocimien-tos científicos son provisionales y cam-biantes. Y como lo expresé al analizar elprimer aspecto problemático del cono-cimiento, en los tiempos actuales, conuna frecuencia cada vez más acelerada,se producen crisis, y por tanto, cambiosen la forma de concebir la realidad físicay la misma realidad social, dando asíorigen a distintas consmovisiones.

3. Fragmentacion del conocimientocientífico. No sólo el conocimiento cien-tífico es provisional y cambiante, sinoque para haber podido desarrollarse, alestado en que hoy en día se encuentra,hubo que irse sectorizando y recortandocada vez más la realidad, no obstanteser esta realidad un todo complejo, en elque las distintas partes se encuentranen interrelación y, por ende, en interde-pendencia mutua. Esta es en sí la pro-blemática de este tercer aspecto en cues-tión.

En efecto, a partir del siglo xvn co-mienzan a conformarse las llamadasciencias particulares, desgajándose deltronco de la filosofía. Cada una de ellasse fueron constituyendo con su objetopropio de estudio, sus métodos propiosy sus progresos propios, ganando pocoa poco una autonomía propia y unaprofundidad, pero disminuyendo, a lavez, cada día más, la extensión delcampo de estudio. De esta forma, se ha

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llegado de manera deliberada en nues-tros días a una especialización del cono-cimiento científico y de los cultivadoresde él, originándose así las disciplinasespecializadas y, por ende, los especia-listas, ocupándose cada una de estasdistintas disciplinas de aspectos y pro-blemas muy bien definidos. Pero esteavance no ha sido gratis, ha tenido sucosto, y éste ha sido la pérdida de lavisión unitaria ydeconjunto. En laactua-lidad uno de los problemas más graveses lavisión fragmentada, parcial yreduc-cionista que se tiene de la misma reali-dad, que, como bien sabemos, es untodo dinámico e infinitamente complejo.

En síntesis, elconocimiento científicoactual, a pesar de que circula cada vezmás en una mayor cantidad y profundi-dad y a una velocidad super-acelerada,es fragmentario, atomizado y sin líneasintegradoras. Es decir, es el saber cadavez más pero sobre menos, pues el cre-cimiento de la ciencia ha ocurrido frag-mentariamente, por multiplicación ydi-visión del saber, pero sin líneas unifica-doras. El reto entonces está planteado:Recuperar la visión total o de conjuntode la realidad, buscar una re-articulaciónde las ciencias y de las mismas profesio-nes, lo cual no implica que se debenperder los límites de éstas.

4.Relación tecnología-ciencia. Hoyen día, cada vez con más intensidad vasiendo casi imposible no reconocer laestrecha interrelación que existe entre'la Ciencia y laTecnología'. Las fronterasentre el conocimiento científico y la tec-nología parecen confundirse cada vez

más. Esta situación la reconocemos co-mo el cuarto aspecto problemático delconocimiento científico, pero podemosdecir que más que problema es unacaracterística actual de la ciencia y latecnología moderna.

No es ninguna verdad nueva que enla actualidad la ciencia se ha vueltoinseparable de la acción sobre la natu-raleza y la sociedad, razón por la cual noes nada extraño que hoy se considere alconocimiento científico como el factorprincipal de la producción y el cambiosocial. En otras palabras, se estima queel nivel de desarrollo de un país seencuentra en relación funcional con lapropia capacidad científica y tecnológi-ca. Estamos insertos en lo que se conocecomo la socíedad del conocímiento. Sinembargo, para nosotros esta situaciónes bien problemática, pues sabemos que,no obstante esta realidad, en nuestrospaíses, los del Tercer Mundo,eldesarro-110científico y tecnológico es bastantereducido, y además se lleva a cabo deuna manera poco integral, puesto quesus resultados no se incorporan de ma-nera crítica y efectiva en el mismo desa-rrollo social y en el bienestar de loshabitantes.'

5 Comenta Jesús Ferro Bayona, en el texto mono·grafía CERES No. 6, Uninorte, Barranquilla, 1994, p. 2sobre este asunto: "En los últimos veinte años estamosviviendo lo que muchos autores llaman la sociedad delconocimiento, sobre todo por los logros alcanzados porla investigación científica (.. .) mientras tanto, loshabitantes de los paises en VÚlS de desarrollo han visto eseproceso como algo que ocurre a expensas de sus recursosnaturales, de sus respectivas identidades culturales y sinuna compensación tecnológica adecuada." El mismoautor,enel texto lA Educación Universitaria, Ediciones

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Ahora bien, reconociendo que hoydía la tecnología no está aislada delsaber científico -por ejemplo, la mismaacción técnica por la que se crean losinstrumentos o métodos para operarsobre la realidad no seproduce de mane-ra casual o fortuita, muy por el contrario,es el resultado de una acción deliberadae intencional que se fundamenta enprincipios científicosdebidamente com-probados-, es muy común pensar, en laépoca actual, que no hay problemas,tanto materiales como sociales, que nopuedan ser resueltos por la tecnología.y si esto no esasí todavía, essólo cuestiónde tiempo, cuestión de espera. Por tanto,puede decirse que el imperativo de nues-tra época es: Todo lo que es posible técnica-mente debe producirse. Poco importa susconsecuencias; debemos aceptarlo yadaptamos a ello. Pues poder es deber.

En este contexto, Erich Fromm en sureflexión" ¿Dónde estamos ahora yparadónde vamos?," y en su escrito "Larevolución de la esperanza," refiriéndo-se a la sociedad tecnológica, explicitaque es preciso entender con un detallemayor la forma en que opera el sistematecnológico actual y su efecto sobre elser humano. En particular, refiriéndosea la máxima de que 'algo debe hacerseporque resulta posible técnicamentehacerlo: expresa lo siguiente: "(...) Este

Uninorte, Barranquilla, 1989, p. 8 Y 38 comenta alrespecto: "La realidad social en que vivimos muestra lapeligrosa dualidad de los grandes avances de la tecnologfatraEdosal país, e imprescindibles para producir el bienestarque necesita la sociedad entera, y, por otro lado, el estadode pobreza e ignorancia de la mayoría de la población."

principio implica la negación de todos losvalores que ha desarrollado la tradición hu-manista, tradición que sostiene que algodebe hacerse porque es necesario para elhombre, para su crecimiento, su alegría y surazón, o porque es bello, bueno o verdadero.Una vez que se acepta este principio de quelas cosas deben hacerse porque técnicamenteson posibles, todos los demás valores caenpor tierra y el desarrollo tecnológico se con-vierte en el fundamento de la ética." Perono todo es negativo. En la actualidad seestá llegando por vía reactiva, y espe-cialmentepor la acción de amplios círcu-losde literatos, poetas, artistas, filósofos,científicos y la comunidad en general, ala conciencia de que laexplotación indis-criminada e irracional de la naturalezaha generado un desequilibrio peligrosoen la misma naturaleza que debe sersuperado de manera urgente y priorita-ria. Al fin y al cabo es cuestión de su-pervivencia, pues lo que diferencia estaépoca, nuestra época, la época de latécnica, de las anteriores épocas es queen la actual existe la posibilidad de ladestrucción del hombre.'

Esmás, el impacto tanto de la ciencia

6 Nuevamente Danilo Cruz Vélez nos comentaal respecto, pero ahora en el texto 'El misterio dellenguaje' del libro Variaciones sobre la crisis: "Aunquenadie desconoce el inmenso crecimiento del poder delhombre sowe la naturaleza y el consecuente aumento desu libertad frente a ella, posibles gracias a la tecnologíaactual, desde hnce algún tiempo se viene hablando de losaspectos negativos de semejantes conquistas (...) desdehace algún tiempo se viene pidiendo una vuelta a losvalores morales en la dencia y en la tecnología, en laesperanza de que por medio de ella se pueda reconquistarel perdido control de las fuerzas desatadas por el Jwmbre."Santafé de Bogotá, Ed. Planeta, 1996, p. 256-257.

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como de la tecnología moderna se ma-nifiesta también en las propias estruc-turas sociales, políticas, económicas yculturales.7 Pues, como se expuso antes,han creado un tipo de sociedad, espe-cialmente las industrializadas, basadaen el conocimiento, cuya característicaclave es el cambio y la transitoriedad.Fenómeno éste que por no abordarse demanera crítica se nos ha impuesto en sufaceta negativa, pues se ha generalizadola idea de que todo es volátil y desecha-ble: Las cosas, los conocimientos, losvalores, las relaciones, y hasta las perso-nas. Acercándonos, de esta manera, pe-ligrosamente, cada vez con mayor fuer-za, a una deshumanización del hombre y desu propia actividad. Pareciera algo contra-dictorio 'deshumanización del hombrey de su propia actividad'.

Llegados a este punto, es pertinenteformular las siguientes preguntas: ¿Estasmanifestaciones y valoraciones no positivasde la ciencia y la tecnología en las sociedadescontemporáneas más desarrolladas signifi-can que ése debe ser su derrotero? o, másbien: ¿Podremos nosotros, en nuestros paí-ses en vías de desarrollo, que hasta ahoraestán comenzando a sentir los efectos ybeneficios de la ciencia y la tecnología mo-derna, prevenir estos efectos y valoraciones

7 En conversación con el profesor-investigadory jefe del Departamento de Historia y CienciasSociales de la Universidad del Norte, antrop61ogoAlvaro Baquero, me expresó al respecto: "El hombreolvida que cuando crea inventos, éstos reinventan lasociedad. Existe una profunda relación dialéctica entrehombre y lecnologfa. Por ejemplo, el uso intensivo delcomputndor, la informática y las telecomunicaciones 1mnhecho que veamos de manera diferente el mundo ... "

negativas así como el mismo proceso dedeshumanización antes planteado? ¿Res-ponde la tecnología a un sistema de valores?¿ Cuán apropiados son los criterios y me-canismos para la selección de tecnologías?Urge entonces una reflexión profunday crítica sobre estos tópicos, que porrazones obvias no han sido tratados eneste escrito conla profundidad que ame-ritan, pero que deben ser trabajo deactuales y futuros investigadores.

Pues bien, después de estas apretadasconsideraciones sobre la problemáticaactual del conocimiento científico y delamisma tecnología, puede establecerse,a manera de síntesis, que esta problemá-tica, entre otras, se podría centrar en lossiguientes aspectos relevantes: (1)cele-ridad y densidad en la producción; (2)provisoriedad y flexibilidad del mismoconocimiento (por ende, interinidad delos conocimientos que se aprenden); (3)fragmentación del conocimiento en di-ferentes disciplinas, cada vez más espe-cializadas y sin puentes de comunica-ciónentre ellas; (4)interrelaciónestrechaentre 'tecnología y ciencia: que ha con-ducido irreflexivamente a identificar ala tecnología como una panacea univer-sal. Confusión ésta que resulta de iden-tificar y valorar de manera acrítica elconocimiento científico por su mera uti-lidad, y además, desenraizado de supropio contexto histórico-social y cul-tural.'

RDaniel ReséndizNúñez, en ponencia intitulada'Sobre la racionalidad tecnológica', presentada en elcoloquio sobre 'Los supuestos de la racionalidad dela tecnología', Sociedad Iberoamericana, México,D.F., Nov./1986, plantea lo siguiente: "(...) Si

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Ante esta situación-problema asíplanteada surgen estos otros interro-gantes: ¿ Qué tipo de educación se debepromover e impartir en la universidad paraque los estudiantes y, por supuesto, losprofesionales puedan enfrentar con éxitoesta realidad-problemática? ¿Qué rol juegala universidad en medio deesta problemáticadel conocimiento? ¿Será que ciencia, técnicay cultura son actividades independientes ydesarticuladas? ¿ Qué papel juega la refle-xión en todo este proceso, especialmente enel campo de la educación?

Permítanme realizar un rodeo apro-xima tivo a estos interrogan tes tomandocomo perspectiva la teoría crítica de la

entendemos porracionalidad la condición de que algo estéarreglado conforme a la razón, y definimos tecnologÚlcomo una manera o medio eficaz para transformar unestado de cosas dado en otro predeterminado, entonces laracionalidad de la tecnología no puede cuestionarse (...)pero quizás lo que se quiere cuestionar, cuando se pone enduda la racionalidad de la tecnología, es más bien laracionalidad o el sentido del avance tecnológico (...)Latecnología en sí no puede cuestionarse racionalmente; elcuestionamiento del avance tecnológico implica más bienun cuestionamienfo al 1wmbre como especie (. ..) Lntecnología no actúa,funciona. El hombre actúa. Y lo hncea partir de sus propios criterios y mecanismos de decisión(, ..) los sistemas de valores en que se basan los criterios deselección, yaún los métodos para aplicarcongruentementeesos criterios, no han evolucionado en paralelo con elavance tecnológico. Aquí radica uno de los problemascentrales de la civilización moderna (...) (Colección'Complementos', Seminario de Problemas Cientf-ficos y Filosóficos; Documentos No. 2/1987, UNAM,México, O.F., 1987, p. S - 9).

9 En los siguientes planteamientos misreflexiones encontraron inspiración en los escritosdel profesor Luis Enrique Orozco: 'Universidad yCultura' y 'Teoría analítica de la ciencia y ladialéctica'. Serie de textos del magister en direcciónuniversitaria de la Universidad de los Andes, 1995,Santafé de Bogotá.

ciencia'- Para tal efecto comenzaré ha-ciendo el siguiente planteamiento: Siasumimos, como la propia experiencianos revela, que el hombre es esencial-mente un animal cultural y en cuantotal crea un mundo dentro de una esferade posibles, poniéndose sólo él límitescon su acción a su propio espacio derealidad, entonces podemos afirmar queel mismo humano al actuar y producirva con-figurando un modo de vida queabarca mucho más que la reproducciónde su existencia física, pues tambiénproduce realidades simbólicas (ideas,valores, comportamientos, etc.), gene-rando asÍ, en síntesis, lo que denomi-namos cultura. En este sentido, debemosreconocer, así de manera tosca y su-perficial, que la historia es acción res-ponsable de nosotros, de sujeto(s) queobra(n) u obramos en libertad dentro decondiciones determinadas que con supropia -o nuestra propia- iniciativapodría -o podríamos- modificar. 10

Pero con esta libertad intrínseca,causa creadora de cultura, el hombre seha enfrentado siempre a su propia am-

10 "El hombre aparece como ser natural y, a su vez,como animal simbólico. Posee, por lo tanto, una ambi-guedad fundamental; se mueve en el orden de la natu-raleza,es regido por leyes que dimanan de ésta, objeto porello mismo de las ciencias naturales y accesible para suestudio a instrumentos teórico-metodológicos originadosen dicha ciencia, Peroa la vez,poseeel hombre laposibilidadde escapar a tododeterminismo, y por ello se levanta sobrela naturaleza a través de la ación orientada según finesque se propone a sí mismo. De esta manera moldea ofabn'ca un ámbito propio de experiencia, su ETHos."Luis E. Orozco, Universidad y Cultura M.D.U., 1995,p.S.

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bigiiedad. Dicho en otras palabras, en laconfiguración de su propio espacio vital,a partir de lapropia libertad en la acción,elhombre, paradójicamente,sedelimita,esto es, pone límites con su acción a estepropio espacio de realidad. Es decir,dentro de un mundo de posibles elige uno,su mundo cultural. Este no es más que unrecorte dentro de lo posible. Pero he ahíla paradoja: En este recorte, el sistemacultural así creado se le convierte enorden estricto que le otorga seguridad acambio de obediencia. El sistema se leconvierte en ley, a la manera del ordennatural; se le convierte en centricidad,perdiendo, a cambio de la obediencia yseguridad, su propia condición humanade crear y re-crear el mundo. Espor elloque todavía resuena con inusitadaactua-lidad la crítica pionera dejo J. Rousseauexpresada en el siglo XVIII, sobre si elprogreso y el desarrollo de las cienciasy las artes han contribuido en realidadal bien de la humanidad o no. Es éstajustamente la paradoja de la modernidad.El profesor Luis E. Orozco visualizaclaramente esta situación problemáticacuando dice: "La ambiguedad humanapermite, de una parte, la generación decultura y, de otra,.el enclaustramiento totalcuando se rechaza todo discurso quedesenmascare la centricidad del sistema yabra nuevas posibilidades culturales."

En la perspectiva del pensador ale-mán J iirgen Habermas, en su ensayo"Conocimiento e interés," esta libertad,valor último del hombre como especiey como individuo, coincide justamentecon elvalor último de la razón: Laeman-cipación y la afirmación del hombre

como especie y como individuo másallá de toda dominación, ideologizaciónoexplotación del hombre por elhombre.En estas y en las anteriores circuns-tancias la reflexión debe jugar un papelimportante, pues mediante ella pode-mos recoger, reconocer y asumir de ma-nera consciente y crítica los interesesque animan toda práctica humana, es-pecialmente, para nuestro caso, la acti-vidad científica y la tecnológica.

De lo que se trata es de aceptar en-tonces lavinculación entre conocimientoe interés, no para superar el interésmismo sino, todo lo contrario, para asu-mirlo y re-conocerlo de manera crítica.Aceptar pues esta vinculación conoci-miento-interésll es mirar críticamente lapráctica misma de la ciencia; es posi-bilitar una reflexión crítica sobre losintereses mismos del saber científico.Eneste punto nos podemos volver sobrela práctica que desarrollamos actual-mente y preguntamos: ¿En realidad, lasprácticas científicas que estamos llevando acabo se orientan sinceramente por el interésúltimo de la razón de emancipar y afirmar al

11 Habermas, en el ensayo 'Conocimiento einterés', del texto Ciencia y técnica como ideo/agta. (Ed.Tecnos, 1994, p. 168) expresa: "Para tres categoriasdeprocesos de investigación sedeja demostrar una conexiónespecífica de reglas lógico-metódicas e intereses queguían al conocimiento. En el ejercicio de las cienciasempírico-analíticas interviene un interés técnico delconocimiento (controlar, daminar, predecir); en el ejerciciode las ciencias histórico-henneneúticas interviene uninterés práctico del conocimiento (ubicar, orientar en lapraxis, comprender), y en el ejercicio de las cienciasorientadas hacia la crítica interviene aquel interésemancipatorio del conocimiento (develar, desocuItar,liberar)".

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hombre como especie y como individuo másallá de toda dominación, ideologización oexplotación del hombre por el hombre?, omás bien: ¿ Será que con el supuesto de unaobjetividad y neutralidad valorativa, basadaen que el concepto de teoria sefundamentaapartir de laesencia íntima del conocimiento,y que esta teoría posee solamente una es-tructura lógica-racional cuyo valor y evo-lución es independiente de ladinámica social,se quiere dejar de lado lo más humano,crítico yfundamental para laespeciehumanamisma, esto es, los problemas del sentido ola finalidad de la producción del conoci-miento?

En palabras del propio Habermas(op. cit.)se puede afirmar "(...)ciertamenteque el objetivismo no se rompe por lafuerzade una teoría renovadora, sino solamentepor la develación de aquello que él mismooculta: es decir, la develación del nexodeterminante entre conocimiento e inte-rés." Si se desconoce esta conexión, en-tonces se procederá a ocultar sospecho-samente la relación entre teoría-expe-riencia y entre ciencia-dinámica social.Mejor dicho, se procede a desarticularciencia, técnica y cultura, llegándose aocultar que entre praxis y formas de laconciencia existe una acción dinámica yque entre una y otra se da, dentro deuna interacción necesaria, una autono-mía relativa.

Por lo tanto, se debe tener muy claroque cuando en los procesos educativosse niega o se evade el papel de la reflexióny la misma crítica; cuando se asume elconocimiento científico y las metodo-logías que se usan para buscado como

algo inmutable, está tiea y cerrado; cuan-do se acepta el conocimiento como algoabstracto, esto es, des-enraizado de todocontexto histórico, social y cultural;cuando se enfatiza en la temprana espe-cialización; cuando se ignora la forma-ción ético-política; en fin, cuando seantepone la capacitación meramenteprofesional sobre las exigencias de unaformación básica e integral, entonces secae inevitablemente en la trampa delespejismo de la felicidad y el progresolineal basado exclusivamente en la ra-cionalidad científica y en el uso de latecnología como panacea universal; re-duciendo, de esta manera, el universovital humano a un ordenamiento racio-nal-instrumental. Es decir, reduciendola razón a la racionalidad tecnológica y lasociedad misma a la dimensión cerradade la disponibilidad técnica. Esto es, auna sociedad unidimensional con hom-bres unidimensionales, como bien loplanteó Marcuse a finales de los sesenta.

En efecto, bajo estas circunstanciasel hombre dejará de lado los problemasdel sentido y finalidad de las actividadescientífico-tecnológicas. Ya no será supreocupación relevante; eliminando deplano la dinámica social y la ética delhorizonte de la reflexión sobre la lógicade la ciencia y sobre el avance tecnoló-gico; convirtiendo, de esta manera, a laciencia y a la tecnología en una ideo-logía más y reduciendo la formación delos profesionales entonces en mera capa-citación instrumental y funcional. Estoes, convirtiéndolos, como bien lo expre-só Albert Einstein, "en algo así como má-quinas utilizables pero no en individuos

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válidos ( ... )"12

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12 A propósito de una fonnaciónbásica e integral,la ley 30 de 1992, por la cual se organiza el serviciopúblico de la educación superior, en el Art. 1 expresa:"UJ educación superior es un proceso permanente queposibilita el desarrollo de las potencialidades del ser humanode una manera integral (...) tiene por objeto el plenodesarrollo de los alumnos y su formación académicao profesional." El arto 4 dice: "La educación superior,sin perjuicio de los fines especificas de cada campo delsaber, despertará en los educandos un espíritureflexivo,orientadoallogro de la autonomía personal, enun marco de libertad de pensamiento y de pluralismoideológicoque tenga en cuenta la universalidad de lossaberes y la particularidad de lasfonnas cu/tu ras existen lesen et pais" (...)

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