fortaleciendo la vida comunitaria de las unidades

Material de reflexión 1

FORTALECIENDOLA VIDA COMUNITARIA

DE LAS UNIDADES PASTORALES

Material de reflexión para inicio de reuniones en consejos pastorales y comunidades cristianas

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Material de reflexión2


FORTALECIENDO LA VIDA COMUNITARIADE LAS UNIDADES PASTORALES

CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILEÁrea EclesialComisión Nacional de Comunidades y Ministerios, COMIN

Santiago, Diciembre 2016

Diseño y diagramación:Marcela Tobar L.

Difusión:Área EclesialConferencia Episcopal de Chile Fono: [email protected]

La Iglesia nos ha hecho una invitación por medio del papa Francisco: “A los cristianos de todas las comunidades del mundo, quiero pediros especialmente un testimonio de comunión fraterna que se vuelva atractivo y resplandeciente” (EG 98). “Pidamos al Señor que nos haga entender la ley del amor. ¡Qué bueno es tener esta ley! ¡Cuánto bien nos hace amarnos los unos a los otros en contra de todo! Sí, ¡en contra de todo! ¡Hagámoslo hoy! ¡No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno!” (EG 101).

Seguramente desde nuestra experiencia podemos constatar cómo crece la necesidad de espacios comunitarios de acogida, pertenencia e identidad. Esto justamente como una reacción natural al individualismo, los personalismos, la aceleración de la vida, entre otros, también entre los agentes pastorales (EG 78). “Hay una tristeza individualista” (EG 2) que nos tiene con “cara de vinagre” (85).

Queremos invitar a todas las comunidades a acoger esta invitación que no es otra cosa que “La aceptación del primer anuncio, que invita a dejarse amar por Dios y a amarlo con el amor que Él mismo nos comunica, provoca en la vida de la persona y en sus acciones una primera y fundamental reacción: desear, buscar y cuidar el bien de los demás” (EG 178).

Las fichas que presentamos son un instrumento práctico y sencillo que nos ayudarán a profundizar el espíritu de comunión que está presente en nuestras comunidades eclesiales.

Con la esperanza de que este material sea un instrumento que apoye a sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, a la vez que a las instancias de los consejos pastorales y pequeñas comunidades, lo encomendamos al Señor.

+ Guillermo Vera SotoObispo de Iquique

PresidenteComisión Nacional de Comunidades y Ministerios

Iquique, 30 Septiembre de 2016

Presentación


El llamado de los obispos a la conversión misionera de la pastoral (DA 370), expresa su convicción de la urgencia del fortalecimiento de la vida de la comunidad eclesial en todos sus niveles de expresión, sea territorial, educativo, diocesano, o parroquial. Pues, sin una vida comunitaria dinámica y fraterna, es imposible generar un proceso de transformación y conversión como el que se nos pide. Comunión y misión son dos principios fundamentales que caracterizan la vida de una Iglesia viva e irradiante: «La comunión y la misión están profundamente unidas entre sí, se compenetran y se implican mutuamente, hasta tal punto que la comunión representa a la vez la fuente y el fruto de la misión: la comunión es misionera y la misión es para la comunión. Siempre es el único e idéntico Espíritu el que convoca y une la Iglesia y el que la envía a predicar el Evangelio “hasta los confines de la tierra” (Hch 1, 8)» (ChL 32).

La vida de la comunidad, no surge, por arte de magia, ni la da solo el estar juntos, sino que requiere un modo de acoger a Jesús y su Palabra y de un compartir consciente y progresivo con todos los miembros de una Unidad Pastoral, en especial, de su animador y/o coordinador y el pastor propio, el párroco. En los últimos años, las relaciones interpersonales se han debilitado a causa de numerosos factores, entre ellos, la “rapidación” del tiempo (LS 18), y la excesiva dependencia de los aparatos tecnológicos, que nos conectan con los que están lejos, pero nos desvinculan con los que están cerca. En este sentido, constata el papa Francisco, es necesario volver a reconocer y valorar la mística de estar juntos, de estrechar verdaderos lazos fraternales (cfr. EG 87).

Para motivar este desafío de generar y construir una comunidad cristiana, más allá de la formalidad, desde Jesucristo y su modo de crear vínculos fraternales, proponemos algunos principios para revitalizarla en nuestra Iglesia:

Introducción


1. La comunidad es una comunidad de personas.

2. La comunidad cristiana tiene como máxima inspiración la comunidad

trinitaria.

3. La comunidad necesita un esfuerzo permanente y un camino pedagógico

para crecer en las relaciones fraternales.

4. Jesús enseña a practicar una vida comunitaria como hermanos y

hermanas en Él.

5. La comunidad cristiana está abierta a las relaciones con su entorno.

6. La comunidad cristiana es una comunidad Mariana.

7. Una buena calidad de vida comunitaria fortalece y se fortalece con la

experiencia del discernimiento cristiano.

Para el desarrollo de estos principios hem

os preparado estas

sencillas f ichas para encontrarse y ref lexionar compartiendo

cada aspecto. Pretendemos que cada Unidad Pastoral las acoja

y aproveche, sea en Consejo Pastoral Parroquial, Consejo local de

la CEB, Comunidad Cristiana de Base, Pequeñas Comunidades

Cristianas, Equipos de Trabajos Pastorales, etc.

Se necesitan entre 30 y 40 minutos.

La intención de este instrumento es animar la ref lexión y, sobre

todo, la práctica de la vida comunitaria

en nuestra Iglesia.


Punto de partida para estas fichas:

La Gracia del Bautismo responsabiliza a todos los bautizados para ser y hacer Iglesia, comunidad, hoy y mañana. Somos miembros de Su cuerpo y Él nos envía a anunciar la Buena Noticia, en su nombre, a todos en todo el mundo (Mc 16,15).

Objetivos• Mirar, ver e identificar lo que está pasando en la vida

comunitaria actual de nuestra Unidad Pastoral.• Dar orientaciones para discernir qué tanto está impregnada

nuestra unidad pastoral de estas características que deben

estar en el ADN de nuestra Iglesia, saber cómo es “La Vida

Comunitaria”, por lo tanto. • Visualizar los desafíos que la vida comunitaria lleva a

plantearnos para mejorar las actitudes de cada integrante y

generar las instancias que aportan a la práctica de una vida

comunitaria fraterna y solidaria.


Metodología de cada encuentro

1) Oración de inicio

2) Ver y mirar nuestra la realidad de nuestra vida comunitaria. Puede

realizarse compartiendo en grupos de 3 a 4 personas con ayuda de un

par de preguntas.

3) Escuchar al Señor en la Palabra de Dios o del Magisterio.

4) Reflexión compartida de los participantes.

5) Resaltar los desafíos y los compromisos que surgen de la reflexión.

6) Oración final.


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N°1

La comunidad es una comunidad de personas

1. Oración de inicio

Señal de la cruzSeñor Jesús, Tú has dicho que “donde hay dos o tres personas reunidas en tu nombre, Tú estás medio” (Mt 18, ss). Gracias por apreciar y valorarnos tanto.Danos tu Espíritu para oír mejor lo que nos quieres enseñar hoy.

2. Ver y mirar nuestra realidad de vida comunitaria

El motivo para dialogar hoy es: : “La comunidad es una comunidad de personas”.

Por eso, invitamos a ver y mirar más de cerca la importancia que le

damos a las personas en nuestra vida comunitaria.

Hago recuerdo de todo el tiempo que estoy participando en la comunidad:¿Cuáles han sido los momentos en que - como persona - me he sentido más acogido?

Se puede responder compartiendo en grupos pequeños de 3 a 4 personas o en el grupo grande.

Rueda de escucha respetuosa.

3. Escuchar al Señor en la Palabra Bíblica o del Magisterio

Juan 13, 33 – 35. Momento de silencio breve.

Ambientación y material a tener a mano: imágenes de momentos de la vida comunitaria de nuestra Unidad Pastoral y el texto del papa Francisco,

citado más abajo, para cada participante.


Compartir lo que la Palabra de Dios hace comprender a los participantes.

4. Dejémonos animar por las palabras del papa Francisco en Evangelii Gaudium:

«Sí a las relaciones nuevas que genera Jesucristo”.

“Muchos tratan de escapar de los demás hacia la privacidad cómoda o hacia el reducido círculo de los más íntimos, y renuncian al realismo de la dimensión social del Evangelio. Porque, así como algunos quisieran un Cristo puramente espiritual, sin carne y sin cruz, también se pretenden relaciones interpersonales sólo mediadas por aparatos sofisticados, por pantallas y sistemas que se puedan encender y apagar a voluntad. Mientras tanto, el Evangelio nos invita siempre a correr el riesgo del encuentro con el rostro del otro, con su presencia física que interpela, con su dolor y sus reclamos, con su alegría que contagia en un constante cuerpo a cuerpo. La verdadera fe en el Hijo de Dios hecho carne es inseparable del don de sí, de la pertenencia a la comunidad, del

servicio, de la reconciliación con la carne de los otros. El Hijo de Dios, en su encarnación, nos invitó a la revolución de la ternura”. (EG88)“Un desafío importante es mostrar que la solución nunca consistirá en escapar de una relación personal y comprometida con Dios que al mismo tiempo nos comprometa con los otros. Eso es lo que hoy sucede cuando los creyentes procuran esconderse y quitarse de encima a los demás, y cuando sutilmente escapan de un lugar a otro o de una tarea a otra, quedándose sin vínculos profundos y estables: «Imaginatio locorum et mutatio multos fefellit» (La imaginación y mudanza de lugares engañó a muchos). Es un falso remedio que enferma el corazón, y a veces el cuerpo. Hace falta ayudar a reconocer que el único camino consiste en aprender a encontrarse con los demás con la actitud adecuada, que es valorarlos y aceptarlos como compañeros de camino, sin resistencias internas. Mejor todavía, se trata de aprender a descubrir a Jesús en el rostro de los demás, en su voz, en sus reclamos. También es aprender a sufrir en un abrazo con Jesús crucificado cuando recibimos agresiones injustas o ingratitudes,


sin cansarnos jamás de optar por la fraternidad”. (EG91)“Allí está la verdadera sanación, ya que el modo de relacionarnos con los demás que realmente nos sana en lugar de enfermarnos es una fraternidad mística, contemplativa, que sabe mirar la grandeza sagrada del prójimo, que sabe descubrir a Dios en cada ser humano, que sabe tolerar las molestias de la convivencia aferrándose al amor de Dios, que sabe abrir el corazón al amor divino para buscar la felicidad de los demás como la busca su Padre bueno. Precisamente en esta época, y también allí donde son un «pequeño rebaño» (Lc 12,32), los discípulos del Señor son llamados a vivir como comunidad que sea sal de la tierra y luz del mundo (cf. Mt 5,13-16). Son llamados a dar testimonio de una pertenencia evangelizadora de manera siempre nueva. ¡No nos dejemos robar la comunidad!». (EG92)Acojamos en silencio de corazón lo que enseña el papa Francisco y compartamos después: ¿Qué frase me llama la atención? ¿Por qué? ¿Qué dice acerca de las personas de una comunidad?

5. Resaltar los desafíos y los compromisos que surgen de la reflexión.

¿Qué desafío y/o compromiso podemos asumir después de esta reflexión para que nuestra comunidad esté más atenta en “ser una comunidad de personas?”.

6. Oración final:

Pidamos juntos al Papa que no nos dejemos robar la comunidad. Cada uno puede expresar su petición u acción de gracia al Señor.

Repitamos después de cada petición:

Señor, confirmanos en nuestra comunidad

Padre Nuestro.


La comunidad cristiana tiene como máxima inspiración la comunidad trinitaria

Ambientación y material a tener a mano:

Una imagen de la Trinidad en el centro de la mesa, con un velón encendido a su costado. Para cada uno: copiar las palabras del papa Francisco de la

oración final.


Nuestro Dios, el Dios de los cristianos, es una comunidad de tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Le llamamos la Santisíma Trinidad.

La reflexión teológica de la Iglesia , dice que las relaciones al interior de ella está fundada en el amor. El amor que en que, permanece siempre como el modelo más profundo para toda comunidad cristiana. Es una comunidad perfecta en la unidad, y también perfecta en la diversidad, una acción no amenaza la otra, sino que les permite vivir en plenitud. Es a esta comunión con Dios Trino a la que nos convoca el Señor: si nos mantenemos unidos a Él, entramos en comunión con el misterio mismo de Dios.

Pidamos cantando a Nuestro Dios, Trinidad perfecta, que nos enseñe aenraizarnos en Él. Canto: en el nombre del Padre...

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N°2



Juanito: Rosita :

Juanito: Rosita : Juanito: Rosita : Juanito:

Rosita:

Juanito:

Rosita:

Juanito:

Juanito: Rosita:

Hola comadre, ¿cómo está?Hola Juanito, aquí pues, saliendo recién de la reunión de la comunidad.¿De la comunidad? ¿Y qué es esa cuestión a la que va siempre?¿Quiere que le cuente de verdad?Claro pues Rosita, y ¿sabe por qué le pregunto?Haber, ¡dígame!Es que la mayoría de las veces que veo que sale de esa reunión, a la que dice que va, viene con la cara más sonriente y se le ve más contenta! Entonces supongo que algo entrete pasará.Tiene razón compadre. Mire, le cuento. Nos juntamos a conversar de nuestra vida, nosescuchamos, nos apoyamos, lloramos, nos reímos, también peleamos, pero somos capaces deponernos en la buena rapidito. También hablamos de los problemas del país y como tenemos que actuar como cristianos. Y una de las cosas principales es que sentimos en el corazón, que Jesús está con nosotros y nosotras acompañándonos, por eso le rezamos y le damos gracias.Y ¿eso no más? Por eso es que anda así usted, tan amistosa y dándole abrazo a todo el mundo?¡Claro que si pues! Sabe, en la comunidad hemos aprendido a sentirnos como hermanos y hermanas, y también que tenemos un mismo Padre, que con su Espíritu Santo nos ánima y hace que nos aprendamos a amar. Eso me pone contenta.¿Jesús, Padre, Espíritu Santo? Toy un poco perdido. No entiendo.Mire, se lo digo más clarito. Dios es una Comunidad, son tres personas distintas que están unidas por el amor; el Padre, el Hijo: que lo hemos conocido en Jesús, y el Espíritu Santo.Yapo, ¿y?Si ellos son una comunidad de amor y nosotros somos hijos e hijas de ese Dios, nuestra felicidad solo la logramos cuando nos reconocemos como hermanos y hermanas, como parte de una


Juanito:

Breve compartir sobre este encuentro: Compartir 5 minutos en parejas: ¿Qué nos llamó más la atención de este diálogo que escuchamos y por qué?

Poner en común sus reflexiones.

3. Escuchar al Señor en la Palabra de San Pablo a la comunidad de Corinto

Por el testimonio de Pablo se formó y creció una comunidad cristiana en la ciudad de Corinto. Comenzaron bien, pero después la vida comunitaria se deterioró, por ejemplo, se dieron borracheras en las celebraciones. Por eso Pablo se preocupó y escribió una carta. Escuchemos cómo se despide de la comunidad después de darles algunas advertencias: 2 Cor 13, 1-5. 11-13

4. Hacemos un momento de silencio, para reflexionar la Palabra y compartirla con los participantes.

Cada uno/a dice en voz alta qué sentido le hace el saludo de Pablo que escuchamos y reflexionamos.

Complementación:Con San Pablo aprendemos a valorar el llamado a permanecer unidos, asumiendo que el Espíritu es, a la vez, vínculo de la unidad y artífice de la diversidad de ministerios y carismas, y ciertamente, de la diversidad que

comunidad. Por eso es que estoy feliz pues Juanito, porque descubrí esa maravilla.¿Sabe?. Me dejo marcando ocupado. Dígame, ¿me puede invitar a la comunidad para que me hable más de esto que me dijo? Listo no más, el próximo martes, a las 8 de la noche, ahí se encontrará conotros hermanos y hermanas y verá que conocer a Dios es lo mejor que le puede pasar.


caracteriza a cada persona.Por eso también subrayan esto los Obispos en el número 155 de la V Conferencia de Aparecida: “Los discípulos de Jesús están llamados a vivir en comunión con el Padre (1Jn 1, 3) y con su Hijo muerto y resucitado, en “la comunión en el Espíritu Santo” (2Cor 13, 13). El misterio de la Trinidad es la fuente, el modelo y la meta del misterio de la Iglesia: “un pueblo reunido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, llamada en Cristo “como un sacramento, o signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano”. La comunión de los fieles y de las Iglesias Particulares en el Pueblo de Dios se sustenta en la comunión con la Trinidad”.

5. ¿Qué desafío y/o compromiso podemos asumir para inspirarnos más en la comunidad Trinitaria, que es Dios mismo, y así reflejarlo hacia el mundo?

6. Oración final

Se invita a que cada participante pueda expresar en voz alta una oración de petición y/o agradecimiento.

• TodosleenlassiguientespalabrasdelPapaFrancisco1:

“...se nos ha confiado la tarea de edificar comunidades eclesiales que sean siempre más familia, capaces de reflejar el esplendor de la Trinidad y de evangelizar no solo con las palabras, sino con la fuerza del amor de Dios que habita en nosotros”.

• Oremosjuntos/aselPadreNuestro,tomadosdelasmanosyse concluye con el abrazo de la Paz.

1 Palabras del Papa Francisco al presidir el rezo del Ángelus desde la ventana del estudio Pontificio, 31 de mayo de 2015.


La comunidad necesitaun esfuerzo permanente y un camino pedagógico para crecer en las relaciones fraternales

Ambientación y material a tener a mano: - Papelógrafos y plumones para el punto 2. - Biblia - Copias para cada uno de la síntesis enmarcada de Pedagogía de relaciones fraternas (punto 4).


En nuestras Unidades Pastorales muchas veces constatamos que la vida comunitaria se encuentra debilitada o deteriorada: unos y otros se han ido y dicen de la Iglesia: “yo pasé por allí”; hay quienes están toda la vida en el mismo puesto y nadie puede reemplazarlos; otros se aferran a un servicio pastoral y no dejan a otros aportar algo diferente.

Nos falta crecer en fraternidad con

Jesús y los demás, en conocimiento recíproco, en lazos de amistad y solidaridad que nos permitan sentir con el otro/a y caminar juntos al servicio del reinado de Dios.

2. Ver y mirar nuestra realidad de vida comunitaria.

Es favorable tomar conciencia de que nuestra unidad pastoral necesita un esfuerzo permanente para crecer en las relaciones fraternales ya que estas no se

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N°3


dan de manera espontánea, sino trazando un camino pedagógico con Jesús.

Conversemos un momento:

¿Siento que trato a las personas de mi comunidad como hermanos ?

, ¿Qué actitudes creemos que nos ayudarían a entablar relaciones más fraternas ?

Se sugiere que el animador haga un listado de las actitudes en un papelógrafo de tal manera que quede a la vista de todo el grupo reunido.

3. Escuchar al Señor en la Palabra de Dios y en las palabras del Papa Juan Pablo II al inicio del III Milenio, n° 43

El animador lee y proclama:

“Antes de programar iniciativas concretas, hace falta promover una espiritualidad de la comunión, proponiéndola como principio educativo en todos los lugares donde se forma el hombre y la mujer cristiano, donde se educan

los ministros del altar, las personas consagradas y los agentes pastorales, donde se construyen las familias y las comunidades.

Espiritualidad de la comunión significa ante todo una mirada del corazón sobre todo hacia el misterio de la Trinidad que habita en nosotros, y cuya luz ha de ser reconocida también en el rostro de los hermanos que están a nuestro lado.

Espiritualidad de la comunión significa, además, capacidad de sentir al hermano de fe en la unidad profunda del Cuerpo místico y, por lo tanto, como “uno que me pertenece”, para saber compartir sus alegrías y sus sufrimientos, para intuir sus deseos y atender a sus necesidades, para ofrecerle una verdadera y profunda amistad.

Espiritualidad de la comunión es también capacidad de ver ante todo lo que hay de positivo en el otro, para acogerlo y valorarlo como regalo de Dios: un “don para mí”, además de ser un don para el hermano que lo ha recibido directamente.

En fin, espiritualidad de la comunión


es saber “dar espacio” al hermano. Llevando mutuamente la carga de los otros (Gal 6,2) y rechazando las tentaciones egoístas que continuamente nos asechan y engendran competitividad, ganas de hacer carrera, desconfianza y envidias. No nos hagamos ilusiones: sin este camino espiritual, de poco servirían los instrumentos externos de la comunión. Se convertirían en medios sin alma, máscaras de comunión más que su modo de expresión y crecimiento (NMI nº 43)”.

Leamos Juan 15, 12 – 17

4. Hacemos un momento de silencio para asimilar la palabra del Papa Juan Pablo II al inicio del Milenio y el Evangelio

¿Qué enseña San Juan acerca de la comunión?

Compartir las reflexiones entre todos los participantes

Complementación

Como destaca el papa Juan Pablo II al inicio del III Milenio, sin una espiritualidad de comunión no se puede avanzar en una vida comunitaria que responda a las esperanzas del mundo.

Para lograr la práctica de vida comunitaria más fraterna y solidaria, Juan Pablo II enseña esta pedagogía, que es un modo de actuar.


Se entrega esta síntesis a cada uno:

PEDAGOGÍA PARA CRECER EN RELACIONES FRATERNAS:

+ Reconocer a Dios en el HermanoMirada de fe al misterio de la Trinidad que habita en nosotros y cuya luz ha de ser reconocida en el rostro de los hermanos que están a nuestro lado. + Mi hermano es alguien que me perteneceCapacidad de sentir al hermano como uno que me pertenece, para compartir sus alegrías y sufrimientos, para intuir sus deseos y atender sus necesidades, para ofrecerle una verdadera y profunda amistad. + Ver lo positivo en mi hermanoVer lo positivo en el otro como un don de Dios para mí y para mi hermano que lo ha recibido directamente. + Llevar las cargas de mi hermano Dar espacio al hermano, llevando mutuamente la carga de los otros y rechazando el espíritu que engendra competitividad, ganas de hacer carrera, desconfianza y envidias.

5. ¿A qué compromisos nos impulsa esta reflexión en nuestra comunidad?

Compartamos.

6. Oración final

Los ritos y celebraciones comunitarias vividos y celebrados con misericordia la hacen palpable y creíble. “La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia” (MV 10).Expresemos, cada uno en voz alta una oración de petición y/o agradecimiento.

Canto: Padre únenos... que el mundo crea en tu amor… Padre únenos


Jesús enseña a practicar una vida comunitaria como hermanos y hermanas en él

Ambientación y material a tener a mano: - Biblia -Copiaparacadauno/adeltextodeAparecidanúmero3.


- Señor Jesús, camino verdad y vida. En tu Nombre nos hemos reunidos aquí,para estar contigo y agradecer tu amor en el mundo de hoy.Danos tu Espíritu para escucharte, y aprender a vivir felices siendo hermanos y hermanas con todos, sea donde sea.Amén.

2. Ver y mirar nuestra realidad de vida comunitariaPuede realizarse compartiendo en grupos de 3 ó 4 personas, con ayuda de un par de preguntas.

- En nuestra comunidad, cómo nos relacionamos: - como amigos y amigas: ¿En qué se nota?- como hermanos y hermanas: ¿En qué se nota?- como servidores: ¿En qué se nota?

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N°4


3. Escuchemos al Señor en la Palabra de Dios y el Magisterio de la V Conferencia de Aparecida

Leamos y escuchemos el Evangelio según San Marcos: Mc 6, 31-32

• ¿A qué invita Jesús? • Jesús quiere apartarse con los discípulos: ¿Para qué?

- Acojamos la orientación de nuestros Pastores en de la V Conferencia en Aparecida:

“Jesús, al inicio de su ministerio, elige a los doce para vivir en comunión con Él (cf. Mc 3, 14). Para favorecer la comunión y evaluar la misión, Jesús les pide: “Vengan ustedes solos a un lugar deshabitado, para descansar un poco” (Mc 6, 31-32). En otras oportunidades, se encontrará con ellos para explicarles el misterio del Reino (cf. Mc. 4, 11.33-34). De la misma manera se comporta con el grupo de los setenta y dos discípulos (cf. Lc 10, 17-20). Al parecer, el encuentro a solas indica que Jesús quiere hablarles al corazón (cf. Os 2, 14). Hoy, también el encuentro de los discípulos con Jesús en la intimidad es indispensable para alimentar la vida comunitaria y la actividad misionera” (DA 154)

“La vocación al discipulado misionero es con-vocación a la comunión en su Iglesia. No hay discipulado sin comunión. Ante la tentación, muy presente en la cultura actual, de ser cristianos sin Iglesia y las nuevas búsquedas espirituales individualistas, afirmamos que la fe en Jesucristo nos llegó a través de la comunidad eclesial y ella “nos da una familia, la familia universal de Dios en la Iglesia Católica. La fe nos libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión”. Esto significa que una dimensión constitutiva del acontecimiento cristiano es la pertenencia a una comunidad concreta, en la que podamos vivir una experiencia permanente de discipulado y de comunión con los sucesores de los Apóstoles y con el Papa”. (DA 156)

“La Iglesia, como “comunidad de amor”, está llamada a reflejar la gloria


del amor de Dios que, es comunión, y así atraer a las personas y a los pueblos hacia Cristo. En el ejercicio de la unidad querida por Jesús, los hombres y mujeres de nuestro tiempo se sienten convocados y recorren la hermosa aventura de la fe. “Que también ellos vivan unidos a nosotros para que el mundo crea” (Jn 17, 21). La Iglesia crece no por proselitismo sino “por ‘atracción’: como Cristo ‘atrae todo a sí’ con la fuerza de su amor”. La Iglesia “atrae” cuando vive en comunión, pues los discípulos de Jesús serán reconocidos si se aman los unos a los otros como Él nos amó (cf. Rm 12, 4-13; Jn 13, 34)”. (DA 159)

4. Reflexión compartida de los participantes

¿Qué pensamiento u orientación de los Obispos me llama más la atención y por qué?Nos escuchamos mutuamente.

5. Resaltar los desafíos y los compromisos que surgen de la reflexión

Después de escuchar el Evangelio y las orientaciones de nuestros Obispos compartamos: ¿Cómo podemos mejorar nuestra vida comunitaria de hermandad?

6. Oración final

Pidamos que el Señor mire nuestra comunidad cantando juntos: “Hoy Señor me llamas Tú, con mis manos y mi voz, a ser luz entre los hombres, ser un signo de esperanza”.

El animador invita a hacer oración de acción de gracias o peticiones.Se responde con “Hoy Señor me llamas Tú…”


La comunidad cristiana está abierta a las relaciones con su entorno

Ambientación y material a tener a mano: - Biblia - Una campana - Una imagen de Jesús -Ovejasycabritos(dinámicainicial,punto1 - Papel, lápices.


Canto: Envía tu Espíritu Señor, que renueve la faz de la tierra.

Todos tenemos algo en común al participar en esta Unidad Pastoral que está inserta en este sector (nombrarlo ). Cada uno de nosotros tiene familiares y amigos que viven y trabajan acá , hacemos posible que la vida y convivencia se desarrolle y somos corresponsables del entorno, aunque no todos están muy conscientes del modo de relacionarse y producir impacto en el entorno.

2. Hagamos algo dinámico.

La idea de esta dinámica es confrontarnos como unidad pastoral con el entorno, averiguar cuánto lo conocemos y nos relacionamos con él.

Los invitamos a formar dos equipos.Vamos a hacer algunas preguntas relacionadas con el entorno de nuestra unidad pastoral (Parroquia, CEB o CCB, etc).

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N°5


Cada equipo responde a través de un representante. Quien sepa la respuesta, se levanta, toca la campana y dirá la respuesta.El moderador actúa como Jesús. Si la respuesta es acertada la persona pasa a la zona de las ovejas, quien se equivoca con la respuesta pasará a la sección de los cabritos.

Preguntas del concurso:- Indique el lugar donde está la Compañía de bomberos más cercana.- Nombre escuelas en el entorno.- ¿Cuántas Juntas de Vecinos hay en el sector?

- Nombre el centro de salud más cercano.- Diga el nombre del club deportivo más exitoso del sector .- ¿Cuáles son las Iglesias evangélicas del sector?

- Nombre la Comisaría más cercana.

- ¿De qué nacionalidades son los migrantes presentes en nuestro entorno? El animador puede agregar más preguntas…

A medida que vaya avanzando la dinámica, se verá cuánto las personas de la unidad pastoral conocen la realidad del entorno. Se descubrirán ovejas o cabritos de Jesús.

¿Cómo se siente cada uno en esta posición?

Para culminar, se pregunta cómo se sintieron y qué les pasó mientras iban escuchando las preguntas sobre el entorno.


3. Hoy queremos escuchar al Señor en su Palabra

Leer pausadamente texto Bíblico: Mt 25, 31– 46 Al escuchar y meditar este Evangelio nos preguntamos:

- ¿qué es lo que el Señor valora en la vida de un cristiano-discípulo de Jesús?- ¿Qué llamado nos hace el Señor al congregarnos como comunidad cristiana en este sector (población, villa, comuna, etc.)?


Con la dinámica inicial y la reflexión del Evangelio pudimos darnos cuenta que el Señor se interesa por nuestra relación con nuestros hermanos del entorno y no solamente por nuestros hermanos de sangre. El Señor Jesús vino para que todos tuvieran vida en abundancia, por eso es que nuestra vida y misión como Iglesia tiene ver con la realidad de nuestro entorno, con la vida común y corriente que desempeñamos día a día.

Evaluémonos ala luz de la Palabra la dinámica:- ¿Como comunidad cristiana, ¿cuánto estamos conectados con el entorno y su historia ? - ¿Qué esperan los vecinos y hermanos del entorno de nuestra comunidad eclesial? ¿?

5. Conclusión y compromiso

Les invitamos a hacer dos compromisos en la relación con nuestros hermanos del entorno.

- Un compromiso a corto plazo:

- Un compromiso a largo plazo:


- como Consejo Pastoral, encargamos a alguno de sus miembros para que en la próxima reunión traiga una propuesta para llevar a cabo el compromiso que hemos formulado. Una ayuda puede ser que traiga respondida estas preguntas: ¿Qué haremos y para qué? ¿Cuándo? ¿Con quiénes? ¿Qué necesitamos para ello? ¿Quién coordina la realización de este compromiso?

El animador escribe los compromisos y todos los firman.

6. Oración final

Nos volvemos a poner frente al Señor, las ovejas y los cabritos. Vamos a expresar al Señor y a la comunidad cuándo lo hemos visto a Él, y en quién lo hemos visto en nuestro entorno:

- Señor yo te he visto en el hermano que…- Señor yo te he visto en el lugar donde…

Cada uno comparte dónde ha visto al Señor en su entorno.

Cantamos para que el Señor no deje de alentar nuestra mirada misionera: Señor toma mi vida nueva…


La comunidad cristiana es una comunidad mariana


Como en los inicios de la Iglesia, hoy la comunidad cristiana se vuelve a reunir en el cenáculo junto a María, madre de la Iglesia, con quien sigue luchando por testimoniar la alegría del amor fraterno. Oremos: Dios te salve María…


Puede realizarse compartiendo en grupos de 3 a 4 personas con ayuda de un par de preguntas.

Les invito a hacer una lista con nombres de las mujeres que han hecho un aporte significativo a

la comunidad, desde sus inicios. Y anotemos también lo que han aportado.Desde hace tiempo las mujeres son mayoría en la Iglesia. Las mujeres de la comunidad eclesial, especialmente las madres que siempre hacen los mayores esfuerzos por construir los lazos fraternos en la familia y también en la comunidad cristiana, conllevan una valoración especial no siempre reconocida.

3. Escuchar al Señor en la Palabra Bíblica

Leamos pausadamente y seguido los textos Bíblicos:

Hechos 1, 12 – 14 Lucas 1, 39 – 56 Lucas 3, 41 - 51

Ambientación y material a tener a mano: - Biblia - Una imagen de la Virgen María y de la comunidad de los Apóstoles.

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Meditemos en silencio las Palabras escuchadas.


Hemos escuchado que María estaba en los inicios de la primera comunidad, previo a Pentecostés, siendo parte en el momento de fundación de la Iglesia de su hijo Jesucristo.

Demos ahora una mirada a nuestra unidad pastoral y respondamos las siguientes preguntas:

1. ¿Cuándo destacamos la presencia de María en nuestra comunidad eclesial?2. ¿Qué rasgos o actitudes de María notamos que nos ayudarían a crecer en la dimensión ?

5. Resaltar los desafíos que surgen de la reflexión

En la mañana de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo irrumpió violentamente con fuego y temblor de tierra, la primera comunidad, la Iglesia naciente, estaba presidida por la presencia silenciosa de la

Madre del Señor. Parece que la presencia de María siempre coincide con la presencia del Espíritu Santo.

Si los Apóstoles recibieron los dones del Espíritu en aquel amanecer de Pentecostés, podremos imaginar qué plenitud recibiría aquella, que, otrora, recibiera la presencia personal y fecunda del Espíritu Santo. La audacia y la fortaleza con las que se desenvuelve la Iglesia en sus primeros días ¿no sería una participación de los dones de la Madre?

• María dejó en el alma de la Iglesia primitiva, una impresión imborrable.• La Iglesia sintió, desde el primer momento, una viva simpatía por la Madre de Jesús, y la rodeó de cariño y veneración.• El culto, la devoción a María se remonta a las primeras palpitaciones de la Iglesia naciente.

María dará a luz a Cristo, en nosotros y en nuestras comunidades, en la medida que vivamos despreocupados de nosotros mismos y preocupados de los demás, como ella.


Desde siempre socorre a quien la necesita, como su prima Isabel. Ve las necesidades en la fiesta de la vida como aquella vez en las bodas de Caná, y está, hasta el final, con su hijo en el sufrimiento.

¿Cómo podemos dejarnos iluminar por María-Madre para que nos ayude a encarnar, gestar y nacer en nosotros y comunidades, este amor de Dios que ella acogió en su vientre?

6. Oración final

Madre nuestra,imagen y principio de la Iglesia:hoy dejamos en tu corazón,pobre, silencioso y disponible,esta Iglesia peregrina de la Pascua.

Una Iglesia y sus comunidades esencialmente misioneras,fermento, y alma de la sociedad en que vivimos,una Iglesia profética, que sea el anuncio de queel Reino ha llegado ya.

Una Iglesia de auténticos testigos,insertada en la historia de los hombres,como presencia salvadora del

Señor,fuente de paz, de alegría y de esperanza.

(Card. Pironio)


La calidad de vida comunitaria en la iglesia fortalece y se fortalece con el discernimiento cristiano

Ambientación y material a tener a mano: Biblia, copiado para cada uno de la adaptacióndelaORACIÓNDELASERENIDAD.

1. Oración de inicio para ver y mirar nuestra realidad de vida comunitaria

Puede realizarse compartiendo en grupos de 3 a 4 personas con ayuda de un par de preguntas.

La comunidad que tiene vínculos sólidos y profundos con Jesús se capacita con Él para conocer mejor la voluntad del Padre-Dios y buscar juntos cómo cumplirla. La práctica de buscar la voluntad de Dios es lo que llamamos en Iglesia: “el discernimiento cristiano”. El discernimiento cristiano fortalece la vida de la comunidad y la hace ser corresponsable en la misión evangelizadora.

Preguntémonos: como comunidad ¿hemos discernido cristianamente? ¿En qué situación?

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N°7


2. Escuchar al Señor en la Palabra del Libro de los Hechos: La Primera Comunidad

En algunos momentos, algunas situaciones, la primera comunidad cristiana tuvo que buscar la voluntad de Dios, discernir. Conozcamos más de cerca cómo lo hicieron.1° Cuando la comunidad necesitaba completarse después de la salida de Judas.2° Cuando los judíos convertidos a Cristo (los cristianos de origen judío) querían imponer la práctica judía de la circuncisión a nuevos cristianos de otro origen un judío.Conozcamos más de cerca cómo resolvieron estas situaciones e hicieron lo que ahora llamamos como “discernimiento comunitario”.

3. Leer pausadamente los textos Bíblicos: Hechos 1, 15 – 26 y Hechos 15, 1 – 11

Meditemos un momento en silencio para descubrir cómo hicieron discernimiento comunitario. ¿Qué pasos ha dado la comunidad en cada situación?Miremos nuestra vida comunitaria: ¿En qué momentos o en qué situaciones deberíamos hacer discernimiento cristiano para la vida comunitaria de nuestra comunidad? ¿Por qué?

4. Complementación-enseñanza después de la reflexión compartida de los participantes

Vivir en discernimiento animados por el Espíritu.

Nuestro proceso de discernimiento no termina, pues, con el actuar y ni siquiera tampoco con evaluar y celebrar, sino que continúa en un movimiento circular que nos lleva de nuevo a la memoria agradecida, como en una especie de espiral que, pasando por los mismos puntos, va avanzando en profundidad hacia nuestro encuentro con el Padre, en el Hijo, por el Espíritu.

Como dice San Pablo, la vida del cristiano es “una vida en el Espíritu” (cf. Rm 8); una vida en permanente discernimiento animados por el Espíritu.

Y esto es lo que nos recuerda Aparecida al fundamentar el método ver-juzgar-actuar en el contenido existencial cristiano del sujeto creyente que discierne. El cristiano, agraciado por el don de la fe, fundamenta su existencia en Dios y en el plan que nos ha revelado en su Hijo Jesucristo.

Así, desde una actitud de reconocimiento y adoración, agradecido por el don recibido, abre su vida a la acción del Espíritu, para secundar su proyecto de transformarnos en Cristo y construir el Reino de Dios. Y por ello toda nuestra vida es una hermosa aventura de discernimiento, de búsqueda y realización de la voluntad de Dios. Este es, como dice San Pablo, el verdadero culto espiritual del cristiano, que incluye la ofrenda y la entrega de la vida a Dios (cf. Rm 12,1-2).

Por eso el cristiano vive en la adoración, la alabanza y la acción de gracias; mira la realidad de su vida y la del mundo con Jesús, y desde el proyecto del Padre, la interpreta desde la vida de Jesús, en quien contempla la plena realización de dicho proyecto, y se deja conducir por su Espíritu para colaborar con Él, con humildad, gratitud y alegría, desde el anuncio, la denuncia y la entrega de su vida, en la destrucción de todas las estructuras de muerte y en la construcción del Reino de Vida plena para todos.

Así pues, efectivamente, “el método ver-juzgar-actuar será un instrumento útil a nuestras comunidades y colaborará en vivir más intensamente nuestra vocación y misión en la Iglesia, en la medida que nos ayude a ver a Dios, a dejarnos iluminar por Él, y actuar en Él que hace nuevas todas las cosas.

(El Método de Discernimiento de los Discípulos Misioneros de Jesucristo en Aparecida. José Luis Fernández de Valderrama, MSPS , Método: ver – juzgar – actuar; www.inpas.cl datos archivos/04052011)


5. Definir un(os) desafío(s) para fortalecer la calidad de vida comunitaria en la Iglesia y fortalecerse con el discernimiento cristiano

A partir de lo conversado se elige una situación que afecta a la comunidad para buscar juntos el querer y la voluntad de Dios.

6. Oración final

Hagamos un momento de silencio.Adaptación de la Oración de la serenidad.

“Dios, concédenos la serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar,el valor para cambiar las cosas que podemos cambiary la sabiduría para conocer la diferencia;viviendo un día a la vez,disfrutando un momento a la vez;aceptando las adversidades como un camino hacia la paz;pidiendo, como lo hizo Dios,en este mundo pecador tal y como es,y no como nos gustaría que fuera;creyendo que Tú harás que todas las cosas estén biensi nosotros nos entregamos a Tu voluntad;de modo que podamos ser razonablemente felicesen esta vida, e increíblemente felicescontigo en la eternidad.Amén.

Pidamos al Señor lo que necesitamos aprender a discernir.Cantamos: Canta Iglesia “Señor queremos que mires Tú toda nuestra comunidad, en ella hay paz y belleza, miseria y pecado también. Mira y acerca tu Gracia, necesitamos oír la voz de tu Evangelio con - como amigos y amigas: ¿En qué se nota?- como hermanos y hermanas: ¿En qué se nota?- como servidores: ¿En qué se nota?

SERIE PASTORAL DE COMUNIDADES Y MISTERIOS

1. Orientaciones para el servicio del Animador de CEB2. Catecismo en Fichas Lo que la Iglesia cree3. Catecismo en Fichas Lo que la Iglesia celebra4. Catecismo en Fichas Lo que la Iglesia vive5. Catecismo en Fichas Lo que la Iglesia ora6. Manuel de Formación para el servicio de Animadores CEB7. Mensaje a las CCB. Fichas para la reflexión8. Orientaciones para la Formación y Animación de CCB9. Taller para la formación de Comunidades Cristianas de Base10. Fortaleciendo la vida comunitaria de las Unidades Pastorales

fortaleciendo la vida comunitaria de las unidades

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