Curso : Derecho InformáticoDocente : Mag. Carlos PajueloAlumno : Luigi Mancilla

La fiscalidad de las transacciones electrónicas es un tema que preocupa mucho a todo empresario que quiera iniciar actividades a través de Internet. Pero, por razones obvias, los inspectores fiscales están mucho más preocupados aún.

Algunas tecnologías permiten transferencias de dinero totalmente opacas fiscalmente. Un ejemplo es la transmisión de dinero de una tarjeta con chip a otra, a través de Internet o de la red telefónica, dentro de un país o cruzando fronteras.

Internet está cada vez más presente en nuestro día a día, y se está convirtiendo en una plataforma de intercambios comerciales; la red nos abre una autopista mediante la cual podemos acceder a cualquier parte del mundo con el fin de adquirir o vender algún producto.

Ante esta situación, y dado que Internet en cierta medida es un territorio un poco etéreo en ocasiones, nos puede surgir la pregunta sobre si debemos declarar los beneficios obtenidos a través de las ventas on-line.

¿Es una actividad habitual? ¿Se trata de venta de elementos personales?

Ello implica determinar si vender productos a través de Internet, se sitúa como mi actividad habitual, o si por el contrario lo que hago es esporádicamente a realizar ventas de elementos personales, es decir, que anteriormente pertenecían a nuestro patrimonio.

No existe un criterio homogéneo a la hora de determinar si se trata de una actividad económica habitual, ni Hacienda ni la Seguridad Social lo tienen excesivamente claro; generalmente se admite que no se da esta situación si no obtenemos beneficios por encima del salario mínimo interprofesional, aunque esta es una norma no escrita, pues se puede dar el caso de que en una operación superemos este mínimo, pero, se trate de una venta aislada.

¿Somos empresarios, profesionales autónomos, una empresa, o no?

El segundo pilar que debemos tratar, es si somos profesionales, o personas particulares. Si tu caso es que eres una empresa o un profesional individual, como cualquier actividad todas tus ventas por Internet, estarán sujetas a los impuestos habituales, como el Impuesto de Sociedades o IRPF, y devengarán IVA siempre que no se trate de una actividad exenta.

Si por el contrario, eres una persona física no profesional, deberás determinar lo comentado anteriormente para ver si tendrías la necesidad de declarar estas ganancias, o si sería necesario darte de alta como profesional individual.

El hecho de que Internet nos proporcione cierto anonimato yopacidad para con nuestras operaciones de e-commerce, elque dispongamos de intermediarios como Ebay o Amazon, oel que utilicemos medios de pago como PayPal, no implicaque no estemos cometiendo una irregularidad al haceroperaciones bajo la economía sumergida.