filosofia antigua: reale-antiseri

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HISTORIA DEL PENSAMIENTO CIENTFICO Y FILOSFICO ANTIGEDAD GIOVANNI REALE Y DARIO ANTISIERI

Una vida sin bsqueda no es digna de ser vivida. Scrates

podra decirse que seran mucho ms breves, si no fuesen tan breves. En efecto, con mucha frecuencia los manuales de filosofa

PRLOGO Cul es la justificacin de un tratamiento tan amplio de la historia del pensamiento filosfico y cientfico, dirigido a los centros de enseanza secundaria? Es posible acaso quizs se pregunte el docente, al observar el tamao de los tres volmenes de la obra afrontar y desarrollar, en las escasas horas disponibles cada semana, un programa tan vasto y lograr que el estudiante lo domine? Sin lugar a dudas, si se mide este libro por el nmero de pginas, hay que decir que es un libro extenso. Y no slo esto: es el libro ms extenso que se haya concebido y realizado hasta ahora, para su utilizacin en los centros de enseanza secundaria. No obstante, es oportuno recordar aqu la razonable opinin de Terrasson, citada por Kant en el Prefacio a la Crtica de la razn pura: Si se mide la extensin del libro no por el nmero de pginas, sino por el tiempo necesario para entenderlo, de muchos libros

provocaran mucho menos cansancio si tuviesen unas cuantas pginas ms sobre una serie de temas. En la exposicin de la problemtica filosfica, la brevedad no simplifica las cosas, sino que las complica y en ocasiones las vuelve poco comprensibles o incluso del todo incomprensibles. En cualquier caso, en un manual de filosofa la brevedad conduce fatalmente al simplismo, a la enumeracin de opiniones, a la mera panormica de lo que han dicho a lo largo del tiempo los diversos filsofos, cosa si se quiere instructiva, pero poco formativa. La presente historia del pensamiento filosfico y cientfico pretende abarcar tres planos. Primero el de aquello que han dicho los filsofos, es decir el plano que los antiguos llamaban doxogrfico (cotejo de opiniones) luego el de por qu los filsofos han dicho lo que han dicho, ofreciendo un adecuado sentido de cmo lo han dicho, finalmente aquel en que se indican algunos de los efectos de las teoras filosficas y cientficas. El porqu de las afirmaciones de los filsofos nunca es algo

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simple, puesto que a

menudo los lemas sociales, econmicos y

categoras del pensamiento filosfico, aumenta su propia capacidad y puede enfrentarse en consecuencia con un tipo ms complejo de exposicin y comprender el diferente carcter del lenguaje con el que han hablado los filsofos. Por lo dems, as como no es posible darse una idea del modo de sentir y de imaginar de un poeta sin leer algunos fragmentos de su obra, resulta imposible hacerse una idea de la forma de pensar de un filsofo, si se ignora totalmente el modo en que expresaba sus pensamientos. Por ltimo, los filsofos son importantes no slo por aquello que dicen, sino tambin por las tradiciones que generan y que ponen en movimiento: algunas de sus posturas favorecen el nacimiento de ciertas ideas, pero al mismo tiempo, impiden el surgimiento de otras. Por tanto, los filsofos son importantes por lo que dicen y por lo que impiden decir. ste es uno de aquellos aspectos que a menudo silencian las historias de la filosofa y que aqu se ha querido poner de manifiesto, sobre todo al explicar las complejas relaciones entre las ideas filosficas y las ideas cientficas, religiosas, estticas y sociopolticas. El punto de partida de la enseanza de la filosofa reside en los problemas que esta ha planteado y plantea, y por tanto se ha buscado con especial dedicacin enfocar la exposicin desde el punto de vista de los problemas. A menudo se ha preferido el mtodo sincrnico con respecto al diacrnico, si bien este ltimo ha sido respetado en la medida de lo posible

culturales se entrecruzan y se entrelazan de distintas formas con los lemas tericos y especulativos. Se ha ido dando razn

gradualmente del trasfondo del cual han surgido las teoras de los filsofos, pero evitando el peligro de las reducciones sociologistas, psicologistas e historicistas (que en los ltimos aos han alcanzado una hipertrofia exagerada, hasta el punto de vaciar de contenido la identidad especfica del discurso filosfico), y poniendo de manifiesto el encadenamiento de los problemas tericos y los nexos conceptuales y, por tanto, las motivaciones lgicas, racionales y crticas que en definitiva constituyen la substancia de las ideas filosficas y cientficas. Adems, se ha tratado de ofrecer el sentido del cmo los pensadores y los cientficos han propuesto sus doctrinas, utilizando con amplitud sus propias palabras. A veces, cuando se trata de textos fciles, la palabra viva de los diversos pensadores ha sido utilizada en el mismo nexo expositivo. En otros casos, en cambio, se han efectuado citas de los distintos autores (los ms complicados y ms difciles) en apoyo de la exposicin, y segn el nivel de conocimiento acerca del autor que se desee obtener pueden omitirse dichos textos sin perjuicio para la comprensin de conjunto. Las chas textuales de los diferentes autores se han graduado de un modo acorde con la curva discente del joven que al principio se adentra en un discurso completamente nuevo y, por tanto, necesita la mxima sencillez, poco a poco, sin embargo, va adquiriendo las

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El punto de llegada de la enseanza de la filosofa consiste en formar mentes ricas en contenidos tericos, sagaces en lo que respecta al mtodo capacitadas para planear y desarrollar de forma metdica los distintos problemas y para leer de modo crtico la compleja realidad que las rodea. A tal objetivo apuntan precisamente los cuatro planos antes indicados que han servido para concebir y llevar a cabo toda la presente obra: crear en los jvenes una razn abierta, capaz de defenderse con respecto a las mltiples solicitaciones

que versan sobre Platn y Aristteles, autnticas monografas a escala reducida, por la riqueza de temas y de problemas que contienen las partes relativas a las filosofas de la poca helenstica y de la poca imperial. Estas doctrinas suelen provocar escaso inters, pero aqu se consideran con atencin particular, porque en la actualidad en comparacin con el siglo pasado y con la primera mitad de nuestro siglo ha avanzado enormemente el conocimiento de estos perodos de la historia del pensamiento y sus consecuencias se han revalorizado con toda claridad. Se ha dedicado una parte al pensamiento vinculado con el mensaje bblico, dado que ste ha constituido la ms importante revolucin espiritual, que ha modificado radicalmente el planteamiento del pensamiento antiguo y constituye la premisa indispensable para comprender el pensamiento medieval que aparece a continuacin, as como el pensamiento occidental en general. Tambin a la patrstica se le ha dedicado la atencin que hoy exigen el renovado inters y los ms

contemporneas de huida hacia lo irracional o de repliegue hacia posturas estrechamente pragmatistas o cientificistas. Y la razn abierta es una razn que sabe que lleva en s misma los factores de correccin para todos los errores que en cuanto que es una razn humana pueda cometer y conlleva tambin la fuerza para recomenzar itinerarios siempre nuevos. Este primer volumen se divide en diez partes. Tal divisin ha sido realizada teniendo en cuenta la sucesin lgica y cronolgica de la problemtica que se expone, pero con el propsito de ofrecer a los docentes unidades didcticas propiamente dichas, en cuyo mbito de acuerdo con el inters y con el nivel de los alumnos puedan efectuar la eleccin oportuna. La amplitud del tratamiento no implica que haya que hacerlo todo, pero quiere brindar una extensa y rica posibilidad de opciones y de profundizacin. Entre stas, sealemos en especial adems de las partes

recientes estudios sobre este perodo. El pensamiento medieval en su conjunto, que aparece en la dcima parte, ha sido contemplado desde el punto de vista de la relacin entre fe y razn, y de la compleja y cambiante trabazn entre estos dos factores. No slo se han puesto de relieve las grandes construcciones metafsicas, como las de Anselmo, Toms y Buenaventura (a las que se ha dedicado un tratamiento en profundidad, con desarrollos originales), sino que tambin se han expuesto con una particular atencin la problemtica de tipo lgico, teniendo en cuenta los hallazgos historiogrficos ms

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recientes. Pensadores como Boecio y Abelardo adquieren as una luz nueva, al igual que la clsica problemtica de los universales. Por ltimo, se ha concedido un relieve especial a los debates del final de la escolstica. El volumen concluye con un apndice que contiene como complemento indispensable las tablas cronolgicas sinpticas, una bibliografa elaborada expresamente para los lectores de esta obra y un ndice de nombres. Dicho apndice ha sido realizado por el profesor Claudio Mazzarelli (cf. P. 575) quien, al reunir la doble competencia de profesor de enseanza. Secundaria desde hace mucho tiempo y de investigador cientfico, se ha propuesto un instrumento que sea ala vez rico y funcional. Los autores quieren expresar un agradecido recuerdo a la memoria del profesor Francesco Brunelli que fue quien concibi y promovi la iniciativa de esta obra. Lleg a dar comienzo a la realizacin tipogrfica del proyecto, poco antes de su repentina desaparicin. Hacen patente al doctor Remo Bernacchia su ms reconocido agradecimiento, por haber llevado la iniciativa hasta su culminacin, ayudando y convirtiendo en realizables las numerosas innovaciones que se han aportado a la presente obra. Asimismo, manifiestan su profunda gratitud a la editorial Vita e Pensiero por haber autorizado la utilizacin de elementos procedentes de la Historia de la filosofa antigua (en cinco

volmenes) de G. Reale. Por ultimo, expresan un particular agradecimiento a la doctora Clara Fortina, quien, en calidad de redactora, se entreg al mejor xito de la obra, mucho ms all de sus deberes de oficio, con dedicacin y apasionamiento. Los autores desean asumir en comn la responsabilidad de toda la obra, ya que han trabajado en conjunto (cada uno de acuerdo con su propia capacidad, su propia sensibilidad y sus propios intereses) para la mejor realizacin de cada uno de los tres volmenes, con plena unidad de espritu y de propsitos. Finalmente los autores agradecen a la doctora Mara Luisa Gatti la revisin cuidadosa de las pruebas de la segunda edicin. Los autores

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PRIMERA PARTE LOS ORGENES GRIEGOS DEL PENSAMIENTO

hallamos ante un fenmeno tan nuevo que no slo no posee ningn factor correlativo en dichos pueblos, sino que ni siquiera existe algo estricta y especficamente anlogo. Debido a ello, la superioridad de los griegos con respecto a los dems pueblos en este aspecto especfico no es de carcter puramente cuantitativo sino cualitativo,

OCCIDENTAL

La inteligencia es la que ve, la inteligencia es la que oye y todo lo dems es sordo y ciego.

en la medida en que lo que aqullos crearon, al instituir la filosofa, constituye en cierto sentido una novedad absoluta. Quien no tenga presente este hecho no podr comprender por qu la civilizacin occidental, bajo el impulso de los griegos,

Epicarmo

CAPITULO I GNESIS, NATURALEZA Y DESARROLLO DE LA

asumi una direccin completamente distinta de la oriental. En particular, no se podra comprender por qu razn los orientales, cuando quisieron aprovechar la ciencia occidental y sus resultados, tuvieron que apelar a determinadas categoras de la lgica occidental. De hecho, no en todas las culturas se hace posible la ciencia. Hay ideas que convierten en estructuralmente imposible el nacimiento y el desarrollo de determinadas concepciones, y existen

FILOSOFA ANTIGUA 1. LA GNESIS DE LA FILOSOFA EN LOS GRIEGOS 1.1. La filosofa como creacin del genio helnico La casi totalidad de los estudiosos consideran que la filosofa, como trmino o como concepto, es una creacin propia del genio de los griegos. En efecto, para todos los dems componentes de la civilizacin griega se halla un elemento correlativo en los pueblos de Oriente que alcanzaron un elevado nivel de civilizacin antes que los griegos (creencias y cultos religiosos, manifestaciones artsticas de naturaleza diversa, conocimientos y habilidades tcnicas de distintas clases, instituciones polticas, organizaciones militares, etc.). En cambio, en lo que concierne a la filosofa, nos

incluso ideas que impiden la ciencia en conjunto, por lo menos la ciencia tal como ahora la conocemos. Ahora bien, la filosofa gracias a sus categoras

racionales ha permitido el nacimiento de la ciencia, y en cierto sentido, la ha engendrado. Admitir esto significa reconocer a los griegos el mrito de haber aportado una contribucin realmente excepcional a la historia de la civilizacin.

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1.2 La imposibilidad de una procedencia oriental de la filosofa. Como es natural. Y sobre todo entre los orientalistas, ha habido intentos de atribuir a la filosofa un origen oriental, basndose en la observacin de analogas genricas, que se constatan entre las concepciones de los principios filsofos griegos y ciertas ideas propias de la sabidura oriental. No obstante, nadie ha triunfado en su intento, y la crtica ms rigurosa, a partir va de finales del siglo pasado, ha reunido una serie de pruebas autnticamente irrefutables en contra de la tesis de la procedencia oriental de la filosofa griega. a) en la poca clsica, ninguno de los filsofos o de los historiadores Griegos hace la ms mnima mencin de un presunto origen oriental de la filosofa. (Los primeros en sostener la tesis de la procedencia oriental de la filosofa fueron algunos orientales, por razones de orgullo nacionalista, para atribuir a la propia cultura este particular ttulo de gloria. As por ejemplo en la poca de los Ptolomeos los sacerdotes egipcios al entrar en conocimiento de la filosofa griega pretendieron defender que sta provena de la sabidura egipcia. Y en Alejandra, a finales de la era pagana y a comienzos de la cristiana, los judos que haban asimilado la cultura helnica pretendieron afirmar que la filosofa griega proceda de las doctrinas de Moiss. Si bien los filsofos griegos, ya en la poca cristiana, sostuvieron la tesis segn la cual la filosofa provena de los sacerdotes de Oriente animados por inspiracin divina, esto no prueba nada, porque en aquel momento tales filsofos haban

perdido la confianza en la filosofa entendida clsicamente y aspiraban a una especie de autolegitimacin en oposicin a los cristianos, que presentaban la inspiracin divina de sus textos.) b) Se ha demostrado histricamente que los pueblos orientales con los que entraron en contacto los griegos posean una forma de sabidura constituida por convicciones religiosas, mitos teolgicos cosmognicos, pero no una ciencia filosfica basada slo en la razn (en el logos, como dicen los griegos). Posean, pues un tipo de sabidura anloga a la que los propios griegos posean antes de crear la filosofa. c) En cualquier caso, no ha llegado a nuestro conocimiento ninguna utilizacin por parte de los griegos de escritos orientales o de traducciones de estos. Es impensable que antes de Alejandro hayan podido llegar a Grecia doctrinas provenientes de los indios o de otros pueblos de Asia, o que en la poca en la que surgi en Grecia la filosofa haya habido griegos capaces de entender el razonamiento de un sacerdote egipcio o de traducir libros egipcios. d) en la hiptesis (que habra que demostrar) de que alguna idea de los filsofos griegos tenga antecedentes especficos en la sabidura oriental v que haya podido derivarse de sta, no cambiara la esencia del problema que estamos discutiendo. A partir del momento en que naci en Grecia, la filosofa represent una nueva forma de expresin espiritual, la cual en el preciso instante en que acoga contenidos provenientes de otras formas de vida espiritual

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los

transformaba

estructuralmente,

otorgndoles

una

forma

convirtieron en algo mucho ms consistente, realizando un salto cualitativo propiamente dicho. En especial, a travs de Pitgoras y los pitagricos, transformaron aquellas nociones en una teora general y sistemtica de los nmeros y de las figuras geomtricas.

rigurosamente lgica.

1.3 Los conocimientos cientficos egipcios y caldeos, y el modo en que fueron transformados por los griegos. En cambio los griegos obtuvieron de los orientales algunos conocimientos cientficos. Tomaron de los egipcios ciertos

Crearon en definitiva una construccin racional orgnica, yendo mucho ms all de los objetivos bsicamente prcticos, a los que parecen haberse limitado los egipcios. Lo mismo cabe decir de las nociones astronmicas. Los babilonios las elaboraron con un propsito esencialmente prctico: efectuar horscopos y predicciones. Los griegos en cambio las purificaron y las cultivaron con fines primordialmente cognoscitivos en virtud de aquel afn terico que aspira al amor de puro conocimiento y que es el mismo afn que, como veremos, cre y nutri la filosofa. No obstante, antes de definir en qu consiste exactamente la filosofa y la disposicin filosfica de los griegos, debemos exponer algunas observaciones preliminares, que poseen un carcter esencial.

conocimientos matemticos geomtricos, y de los babilonios aprovecharon sus conocimientos astronmicos. Sin embargo

tambin en este caso es preciso efectuar algunas advertencias importantes, que son indispensables para comprender la mentalidad griega y la mentalidad occidental que se basa en aqulla. Por lo que sabemos, la matemtica egipcia consista primordialmente en el conocimiento de operaciones de clculo aritmtico con finalidades prcticas, por ejemplo, medir determinadas cantidades de vveres o dividir cierto nmero de cosas entre una cantidad dada de personas. De forma anloga, la geometra tena un carcter esencialmente prctico y responda a la necesidad, por ejemplo, de volver a medir los campos despus de peridicas inundaciones del Nilo o de proyectar y construir las pirmides. Ahora bien, es evidente que los egipcios, al obtener estos conocimientos matemtico-geomtricos, llevaron a cabo una

2. LAS FORMAS VITALES GRIEGAS QUE PREPARARON EL NACIMIENTO DE LA FILOSOFA 2.1. Los poemas homricos y los poetas gnmicos Los expertos estn de acuerdo en considerar que, para entender la filosofa de un pueblo y de una civilizacin, es imprescindible referirse 1) al arte, 2) a la religin y 3) a las

actividad racional y bastante notable por cierto. Sin embargo, en la reelaboracin efectuada por los griegos tales conocimientos se

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condiciones sociopolticas de dicho pueblo. 1) De hecho el arte ms elevado tiende a alcanzar de manera mtica y fantstica, es decir, mediante la intuicin y la imaginacin, objetivos que tambin son propios de la filosofa. 2) De forma anloga la religin aspira a alcanzar, a travs de representaciones no conceptuales y de la fe, determinados objetivos que la filosofa busca alcanzar mediante los conceptos y la razn (Hegel considerar que el arte, la religin y la filosofa son las tres categoras del Espritu absoluto). 3) No menos importantes (y hoy se insiste mucho en este punto) son las condiciones socioeconmicas y polticas que a menudo condicionan el surgimiento de determinadas ideas, y que en el mundo griego en particular, al crear las primeras formas de libertad institucionalizada y de la democracia, han permitido el nacimiento de la filosofa, que se alimenta de modo esencial de la libertad.

particularidades que los diferencian de otros poemas que se hallan en el origen de otros pueblos y de su civilizacin, y ya poseen algunos de aquellos rasgos del carcter griego que resultarn esenciales para la creacin de la filosofa. a) Los especialistas han hecho notar que los poemas homricos, aunque estn repletos de imaginacin, de situaciones y de acontecimientos fantsticos, casi nunca entran en la descripcin de lo monstruoso y de lo deforme (cosa que en cambio sucede a menudo en las manifestaciones artsticas de los pueblos primitivos). Esto significa que la imaginacin homrica ya est estructurada segn un sentido de la armona, de la proporcin, del lmite y de la medida; como tendremos ocasin de ver, la filosofa elevar todos estos factores al rango de principios ontolgicos. b) Adems, se ha advertido que el arte de la motivacin

Comencemos por el primer aspecto. Antes de que naciese la filosofa los poetas tuvieron una enorme importancia para la educacin y la formacin espiritual del hombre entre los griegos, mucho mayor que en el caso de otros pueblos. Los primeros griegos buscaron alimento espiritual sobre todo en los poemas homricos, es decir, en la Ilada y en la Odisea (que, como se sabe, ejercieron un influjo anlogo al que la Biblia ejerci entre los judos, al no haber en Grecia textos sagrados), en Hesodo y en los poetas gnmicos de los siglos VII y VI a.C. Ahora bien, los poemas homricos contienen algunas

constituye en Homero una autntica constante. El poeta no se limita a narrar una serie de hechos, sino que investiga tambin sus causas y sus razones (aunque sea a nivel mtico-fantstico). En Homero la accin no se extiende como una desmadejada sucesin temporal: a ella se aplica, en todo momento, el principio de razn suficiente, cada acontecimiento recibe una rigurosa motivacin psicolgica (W. Jaeger). Y este modo potico de contemplar las razones de las

cosas prepara aquella mentalidad que en filosofa llevar a la bsqueda de la causa y del principio, del porqu ltimo de las cosas.

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c) otro rasgo de la epopeya homrica consiste en tratar de presentar la realidad en su integridad, aunque sea de forma mtica: dioses y hombres, cielo v tierra, guerra y paz, bien y mal, alegra y dolor, la totalidad de los valores que rigen la vida de los hombres (pinsese por ejemplo en el escudo de Aquiles, que

para la constitucin de la tica filosfica y, ms en general, del pensamiento filosfico antiguo. Se exalta la justicia como valor supremo. Presta odos a justicia y olvida del todo la superchera, afirma Hesodo. En la justicia ya estn incluidas todas las virtudes, dice Foclides. Ir, sin desviarme por aqu o por all, por el camino recto: porque slo debo pensar cosas justas, escribe Tegnides y agrega: ...s justo, nada hay mejor. Para Soln el pensamiento de la justicia es un factor central. Y la justicia se convertir en concepto ontolgico, adems de tico y poltico, en muchos filsofos y especialmente en Platn. Los poetas lricos tambin fijaron de modo estable otra nocin: el concepto de lmite, es decir, del ni demasiado ni demasiado poco, el concepto de la justa medida, que constituye el rasgo ms peculiar de la mentalidad griega. Y goza de las alegras, y dulete de los males, pero no demasiado, dice Arquloco. No demasiado celo: lo mejor est en el medio; y permaneciendo en el medio, alcanzars la virtud, dice Tegnides. Nada en exceso, dice Soln. La mesura es lo mejor, afirma una de las sentencias de los Siete Sabios, que recapitularon toda la sabidura griega, cantada sobre todo por los poetas gnmicos. El concepto de mesura constituir el centro del pensamiento filosfico clsico. Recordemos una ltima mxima, atribuida a uno de los sabios antiguos y grabada en el templo de Delfos dedicado a Apolo: Concete a ti mismo. Esta mxima, que fue clebre entre los egipcios, no slo se transformar en el lema del pensamiento

emblemticamente representaba todas las cosas). Escribe W. Jaeger: la realidad presentada en su totalidad: el pensamiento filosfico la presenta de forma racional, mientras que la pica la presenta de forma mtica. Cul habra de ser el puesto del hombre en el universo, que es el tema clsico de la filosofa griega, tambin est presente en Homero en todo momento. Para los griegos fue importante la Teogona de Hesodo, que esbozaba una sntesis de toda una serie de materiales a dicho tema. La teogona cuento el

preexistentes, relativos

nacimientoDe todos los dioses. Y puesto que muchos dioses coinciden con partes del universo y con fenmenos csmicos, la teogona se convierte asimismo en cosmogona, es decir, en una explicacin mtico-potica y fantstica de la gnesis del universo y de los fenmenos csmicos, a partir del Caos originario, que fue el primero en aparecer. Este poema allan el camino a la cosmologa filosfica posterior, que abandonando la fantasa buscar mediante la razn el primer principio de origen a todo. El propio Hesodo, con su otro poema Los trabajos y los das, pero sobre todo los poetas posteriores, imprimieron en la mentalidad griega algunos principios que sern de gran importancia

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socrtico, sino tambin en el principio bsico del saber filosfico griego hasta los ltimos neoplatnicos.

Poseidn provoca las tempestades marinas, el sol es transportado por el clorado carro de Apolo y as sucesivamente. Adems, la vida colectiva de los hombres, la suerte de las ciudades, las guerras y las paces son imaginadas como vinculadas a los dioses de un modo no

2.2. La religin pblica y los misterios rficos El segundo elemento al que hay que referirse para entender la gnesis de la filosofa griega, como hemos dicho antes, es la religin. Sin embargo, cuando se habla de religin griega es preciso distinguir entre la religin pblica, cuyo modelo es la representacin de los dioses y del culto que nos brinda Homero, y la religin de los misterios. Entre ambas formas de religiosidad existen numerosos elementos comunes (como, por ejemplo, una concepcin politesta de base), pero tambin hay diferencias importantes que en algunos puntos relevantes (por ejemplo, la concepcin del hombre, el sentido de su vida y de su destino ltimo) constituyen anttesis en sentido estricto. Ambas formas de religin son muy importantes para explicar el nacimiento de la filosofa, pero, al menos desde ciertos puntos de vista, la segunda forma posee una especial importancia. Empecemos por mencionar algunos rasgos esenciales de la primera forma de religin. Para Homero y para Hesodo, que constituyen el punto de referencia para las creencias propias de la religin pblica, puede decirse que todo es divino, porque todo lo que sucede se explica en funcin de las intervenciones de los dioses. Los fenmenos naturales son provocados nmenes: Zeus lanza rayos y truenos desde las alturas del Olimpo, el tridente de

accidental y, en ocasiones, realmente esencial. Quines son, empero, estos dioses? Como han puesto de manifiesto desde hace tiempo los expertos, estas deidades son fuerzas naturales personificadas a travs de formas humanas idealizadas, o bien son fuerzas y aspectos de hombre que han sido sublimados, hipostasiados y han descendido con esplendidas semblanzas antropomrficas. (Adems de los ejemplos antes mencionados, recordemos que Zeus es la personificacin de la justicia, palas Atenea de la inteligencia, Afrodita del amor y as sucesivamente.) Estos dioses, por tanto, son hombres amplificados e idealizados y, en consecuencia, slo difieren de nosotros en cantidad y no en cualidad. Ddebido a ello los especialistas consideran que la religin pblica de los griegos constituye una forma de naturalismo. Consiguientemente, lo que esta le exige al hombre no es y no puede ser un radical cambio interior, un elevarse por encima de s mismo, sino, por lo contrario, seguir a su propia naturaleza. Todo lo que se pide al hombre es que haga en honor de los dioses aquello que es conforme a la propia naturaleza. La primera filosofa griega fue tan naturalista como la religin pblica griega, y la referencia a la naturaleza se convirti en una constante del pensamiento griego a lo largo de todo su desarrollo histrico.

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Sin embargo, la religin pblica no fue sentida por todos los griegos como plenamente satisfactoria y esto hizo que se desarrollaran en crculos restringidos los misterios, que posean creencias especficas (aunque encuadradas en el politesmo general) y prcticas que les eran propias. Los misterios que influyeron sobre la filosofa griega fueron los misterios rficos, sobre los cuales hablaremos brevemente. El orfismo y los rficos hacen derivar su denominacin del poeta Orfeo, su presunto fundador, cuyos rasgos histricos se hallan completamente ocultos por la niebla del mito. El orfismo posee una importancia particular porque, como han reconocido los estudiosos modernos, introduce en la civilizacin griega un nuevo esquema de creencias y una nueva interpretacin de la existencia humana Mientras que la concepcin griega tradicional, a partir de Homero, afirmaba que el hombre era un ser mortal y consideraba que la muerte significaba el final definitivo de su existencia, el orfismo proclama la inmortalidad del alma y concibe al hombre segn el esquema dualista que contrapone cuerpo v alma. El ncleo de las creencias rficas puede resumirse del modo siguiente: a) En el hombre se alberga un principio divino, un demonio (alma), que cae en un cuerpo debido a una culpa originaria. b) este demonio no slo preexiste al cuerpo, sino que no muere junto con el cuerpo y est destinado a reencarnarse en

cuerpos sucesivos, a travs de una serie de renacimientos, para expiar aquella culpa originaria. c) La vida rfica, con sus ritos y sus prcticas, es la nica que est en condiciones de poner fin al ciclo de las reencarnaciones, liberando as el alma de su cuerpo. d) Para quien se haya purificado (para los iniciados en los misterios rficos) hay un premio en el ms all (para los no iniciados, existen castigos). En algunas inscripciones rficas halladas en los sepulcros de seguidores de esta secta pueden leerse, entre otras cosas, estas palabras que resumen el ncleo central de su doctrina: Algrate, t que has soportado la pasin: esto, antes, no lo habas padecido an. De hombre has nacido Dios; feliz y dichossimo, sers Dios y no mortal; de hombre nacers Dios, porque procedes de lo divino. Esto significa que el destino ltimo del hombre consiste en volver a estar cerca de los dioses. La idea de los premios y de los castigos de ultratumba surgi, como es evidente, para eliminar lo absurdo que a menudo se constata sobre la tierra y que hace que los virtuosos sufran y los viciosos gocen. Como seala E. Dodds, quizs surge la idea de la reencarnacin (metempsicosis) el traslado del alma de cuerpo en cuerpo como una explicacin de por qu sufren aquellos que parecen inocentes. En realidad, si cada alma tiene una vida previa y si existe una culpa original, nadie es inocente y todos expan culpas

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de diversa gravedad, cometidas durante las vidas anteriores, adems de la culpa originaria: Y toda esta suma de padecimientos, en este mundo y en el otro, slo es una parte de la larga educacin del alma, que hallar su final definitivo en la liberacin del ciclo de nacimientos y en el retorno del alma a sus orgenes. Slo de este modo, y en relacin con el tiempo csmico, puede realizarse del todo para cada alma la justicia entendida en sentido arcaico, es decir, de acuerdo con la ley quien haya pecado, lo pagar (E. Dodds). Gracias a este nuevo esquema de creencias, el hombre vea por primera vez que en s mismo se contraponan dos principios, que se hallaban en contraste y en lucha entre s: el alma (demonio) y el cuerpo (como tumba o lugar de expiacin del alma). Se resquebraja, por lo tanto, la visin naturalista; el hombre comprende que hay que reprimir algunas tendencias ligadas al cuerpo y se convierte en objetivo vital purificar de lo corpreo el elemento divino. No obstante, hay que tener en cuenta lo siguiente. Sin el orfismo es imposible explicar a Pitgoras, a Herclito o a Empdocles. Y, sobre todo, no se explicara una parte esencial del pensamiento de Platn y, luego, de toda la tradicin que se deriva de Platn, lo cual significa que no se explicara una parte notable de la filosofa antigua, como tendremos ocasin de ver ms adelante con mayor detenimiento.

revelacin divina. Por consiguiente, no poseyeron una dogmtica fija e inmodificable. Los poetas, como hemos visto, actuaron en calidad de vehculo difusor de sus creencias religiosas. Ademsy esto constituye una consecuencia adicional de la ausencia de libros sagrados y de una dogmtica fija en Grecia no pudo ni siquiera subsistir una casta sacerdotal que custodiase el dogma (los sacerdotes griegos tuvieron una escasa relevancia y un poder reducidsimo porque, adems de no poseer la prerrogativa de conservar dogmas, tampoco se les atribuy la exclusividad en las ofrendas religiosas y en la realizacin de sacrificios). La carencia de dogmas y de personas encargadas de custodiarlos otorg una amplia libertad al pensamiento filosfico, que no hall obstculos como los que habra encontrado en

comunidades orientales, donde la existencia de dogmas y de custodios de los dogmas habra provocado restricciones difcilmente superables. Por tal motivo, los estudiosos subrayan con toda justicia esta circunstancia favorable al nacimiento de la filosofa que se dio entre los griegos y que no tiene ningn paralelo en la antigedad.

2.3. Las condiciones socio-poltico-econmicas que favorecieron el surgimiento de la filosofa Ya desde el pasado siglo, y sobre todo en el siglo actual, los

Es necesario formular una ltima advertencia. Los griegos no tuvieron libros sagrados, considerados como resultado de una

historiadores tambin han puesto de relieve con justicia el hecho de la libertad poltica de la que se beneficiaron los griegos, en

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comparacin con los pueblos orientales. El hombre oriental se vea obligado a una obediencia ciega al poder religioso y poltico. Ya hemos mencionado la gran libertad que posean los griegos en lo que respecta a la religin. Por lo que se refiere a la situacin poltica, la cuestin es ms compleja; sin embargo, cabe afirmar que tambin en este mbito los griegos gozaban de una situacin privilegiada, ya que por primera vez en la historia lograron crear instituciones polticas libres. Durante los siglos VII y VI a.C. Grecia sufri una transformacin considerable, desde el punto de vista

pueblo griego un impulso del que la actividad cientfica no poda verse exenta. S, junto con la transformacin de las condiciones polticas y en una activa emulacin, se establecieron las bases de florecimiento artstico y cientfico de Grecia, no puede negarse la vinculacin existente entre ambos fenmenos; cabalmente, en los griegos por completo y de la manera ms caracterstica la cultura es aquello que siempre ser en la vida saludable de un pueblo, es decir, ser al misino tiempo fruto v condicin de la libertad. Empero hay que sealar un hecho muy importante, que confirma a la perfeccin lo que acabamos de decir: la filosofa

socioeconmico. Antes era un pas primordialmente agrcola, pero a partir de entonces comenz a desarrollarse cada vez ms la industria artesana y el comercio. Se hizo necesario por lo tanto fundar centros de representacin comercial, que surgieron primero en las colonias jnicas, sobre todo en Mileto, y ms tarde en otras partes. Las ciudades se convirtieron en centros comerciales florecientes, lo cual provoc un notable aumento de la poblacin. La nueva clase de comerciantes y de artesanos logr paulatinamente una considerable fuerza econmica y se opuso a la concentracin del poder poltico que se hallaba en manos de la nobleza terrateniente. En las luchas. Que emprendieron los griegos para transformar las viejas formas aristocrticas de gobierno en las nuevas formas republicanas, seala E. Zeller, haba que reavivar y aplicar todas las fuerzas; la vida pblica abra el camino a la ciencia y el sentimiento de la joven libertad deba otorgar al carcter del

nacin en las colonias antes que en la metrpoli y, ms exactamente, primero en las colonias de Oriente, en el Asia Menor (en Mileto), e inmediatamente despus en las colonias de Occidente, en Italia meridional. A continuacin, se traslad a la metrpoli. Esto sucedi as porque las colonias, gracias a su laboriosidad y a su actividad comercial, alcanzaron primero un bienestar y, debido a la lejana de la metrpoli, pudieron establecer instituciones libres antes que sta. Las ms favorables condiciones socio-poltico-econmicas de las colonias, junto con los factores sealados en los pargrafos precedentes, fueron los que permitieron que la filosofa surgiese y floreciese en ellas. Luego, una vez que hubo pasado a la metrpoli, alcanz sus cimas ms altas en Atenas, esto es, en la ciudad en que floreci la mayor libertad de que hayan disfrutado los griegos. Por lo tanto la capital de la filosofa griega fue la capital de la libertad

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griega. Queda por mencionar un ltimo elemento. Al constituirse y consolidarse la polis, es decir, la ciudad-estado, el griego no consider que este fenmeno comportase una anttesis o una traba a su propia libertad; por lo contrario se vio llevado a tomarse esencialmente a s mismo como ciudadano. Para los griegos el hombre lleg a coincidir con el ciudadano mismo. As, el Estado se convirti en el horizonte tico del hombre griego y sigui sindolo hasta la poca helenstica. Los ciudadanos sintieron los fines del Estado como sus propios fines, el bien del Estado como su propio bien, la grandeza del Estado como la propia grandeza y la libertad del Estado como la propia libertad. Si no se tiene presente esto, no se puede entender gran parte de la filosofa griega, en particular la tica y toda la poltica en la poca clsica, y ms tarde la compleja evolucin de la poca helenstica. Despus de estas indicaciones preliminares, estamos en condiciones de hacer frente a la definicin de concepto griego de filosofa.

La tradicin afirma que fue Pitgoras el creador del trmino filo-so-fa, lo cual resulta verosmil, si bien no es algo comprobado desde el punto de vista histrico. Sin duda el trmino fue acuado por un espritu religioso, que presupona que slo a los dioses les era posible una Sofa (una sabidura), es decir, una posesin cierta y total de la verdad, mientras que consideraba que al hombre slo le era posible una tendencia a la Sofa, una continuada aproximacin a la verdad, un amor al saber jams del todo satisfecho, de donde surge precisamente el nombre de filo-Sofa, amor a la sabidura Oue entendieron los griegos, en esencia, al hablar de esta amada sabidura? Desde el momento en que naci, la filosofa asumi de un modo terminante las tres caractersticas siguientes, que hacen referencia a a) su contenido, b) su mtodo, y c) su objetivo. a) en lo que concierne al contenido, la filosofa se propone explicar la totalidad de las cosas, es decir toda la realidad exclusin de partes o de momentos. Por lo tanto, la filosofa se distingue de las ciencias particulares, que precisamente se llaman as porque se limitan a explicar partes o sectores de la realidad, grupos de cosas o de 3. EL CONCEPTO Y LA FINALIDAD DE LA FILOSOFA ANTIGUA 3.1. Los rasgos esenciales de la filosofa antigua fenmenos. La pregunta de aquel que fue y que es considerado como el primero de los filsofos, cul es el principio de todas las cosas? ya nos muestra la plena adquisicin de este aspecto. En consecuencia la filosofa se propone como objeto la realidad y el ser sin

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en su conjunto. Y veremos que a la realidad y al ser en su conjunto se llega mediante el descubrimiento del primer principio, esto es, el primer porqu de las cosas. b) En lo que concierne al mtodo, la filosofa aspira a ser una explicacin puramente racional de aquella totalidad que se plantea como objeto, en filosofa resulta vlido el argumento de razn, la motivacin lgica, el logos. A la filosofa no le basta con constatar o comprobar datos de hecho, reunir experiencias: la filosofa debe ir ms all del hecho, ms all de las experiencias, para hallar la causa o las causas, precisamente a travs de la razn. Este es el carcter que confiere cientificidad a la filosofa. Se dir que este rango tambin es comn a las dems ciencias, que en cuanto tales minea son una mera comprobacin emprica, sino en todos los casos una bsqueda de causas y de razones. La diferencia reside en el hecho de que, mientras que las ciencias particulares son investigaciones racionales de realidades particulares o de sectores particulares, la filosofa, como ya se ha dicho, es investigacin racional de toda la realidad (del principio o de los principios de toda la realidad). Con esto queda aclarada la diferencia entre filosofa, arte y religin. Tambin el arte y las grandes religiones aspiran a captar el sentido de la totalidad de lo real, pero aqul lo hace mediante el mito y la fantasa, y stas, a travs de la creencia y de la fe (como hemos dicho anteriormente). En cambio la filosofa busca la explicacin de la totalidad de lo real precisamente con el logos.

c) El objetivo o la finalidad de la filosofa, por ltimo, reside en el puro deseo de conocer y de contemplar la verdad/ En definitiva la filosofa griega constituye un amor desinteresado a la verdad. Segn Aristteles, los hombres al filosofar buscaban el conocer con la finalidad de saber y no para conseguir una utilidad prctica. De hecho la filosofa nace nicamente despus que los hombres han solucionado los problemas fundamentales de la subsistencia y se han liberado de las necesidades materiales ms urgentes. Es evidente, puesconcluye Aristteles, que no buscamos la filosofa por algn provecho que le sea ajeno a sta y ms bien es evidente que, al igual que llamamos hombre libre a aquel que es un fin en s mismo y que no est sojuzgado por otros, asimismo slo sta, entre todas las dems ciencias, recibe el nombre de libre: slo ella es fin en s misma. Es fin en s misma porque tiene como punto de mira la verdad buscada, contemplada y disfrutada como tal. Se entiende, por lo tanto, la afirmacin de Aristteles: Todas las dems ciencias sern ms necesarias que esta, poro ninguna ser superior. Tal afirmacin fue compartida por toda la filosofa griega. Se impone, empero, una reflexin. La contemplacin que es peculiar de la filosofa griega no equivale a un otium vaco. Es

verdad que no se halla sometida a fines utilitarios, pero posee una relevancia moral e incluso poltica de primer orden. Resulta evidente que al contemplar el todo cambian necesariamente todas las perspectivas acostumbradas, se transforma la visin del significado de la vida humana y aparece una nueva jerarqua de valores. La

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verdad contemplada revela una enorme energa moral y, como veremos, precisamente sobre la base de esta energa moral, Platn construir su Estado ideal. Ms adelante estaremos en condiciones de desarrollar y aclarar estos conceptos. Mientras tanto se hace manifiesta la absoluta originalidad de esta creacin griega. Tambin los pueblos orientales poseyeron una sabidura que trataba de interpretar el sentido de todas las cosas (el sentido del todo) y que careca de finalidades pragmticas. No obstante, dicha sabidura estaba caracterizada por representaciones fantsticas y mticas, lo cual la asimilaba a la esfera del arte, de la poesa o de la religin. En conclusin, el gran descubrimiento de la filo-Sofa griega reside en haber intentado esta aproximacin al todo apelando nicamente a la razn (al logos) y al mtodo racional. Tal descubrimiento ha condicionado estructuralmente, y de modo irreversible, a todo el Occidente.

posible vivir como hombres sin tales cosas. Y los hombres tienden al saber porque se sienten llenos de asombro o de admiracin, afirman Platn y Aristteles: Los hombres han comenzado a filosofar, tanto ahora como en los orgenes, debido a la admiracin: al principio quedaban admirados ante las dificultades ms sencillas, pero despus, avanzando poco a poco, llegaron a plantear problemas cada vez mayores, como los problemas referentes a los fenmenos de la luna, del sol y de los astros, y luego, los problemas referentes al origen de todo el universo. En consecuencia la raz de la filosofa consiste en esta admiracin, que surge en el hombre que se enfrenta con el Todo y se pregunta cul es el origen y el fundamento de ste, y qu lugar ocupa l mismo en este universo. As, la filosofa es algo inevitable e irrenunciable, precisamente porque es inevitable la admiracin ante el ser, al igual que es irrenunciable la necesidad de satisfacerla. Por qu existe este todo? De dnde ha surgido? Cul es

3.2. La filosofa como necesidad primaria de la mente humana Sin embargo, cabe preguntar: por qu ha sentido el hombre la necesidad de filosofar? Los antiguos respondan que dicha necesidad pertenece, de manera estructural, a la naturaleza misma del hombre: Todos los hombresescribe Aristtelespor

su razn de ser? Se trata de problemas que equivalen al siguiente interrogante: por qu existe el ser y no la nada? Un caso particular de este problema general es la pregunta: por que existe el hombre? Por qu existo yo? Como es evidente, se trata de problemas que el hombre no puede dejar de plantearse, problemas que, en la medida en que sean rechazados, desacreditan a quien los rechaza. Y son problemas que conservan su propio sentido especfico, aun despus

naturaleza aspiran al saber. Ms an: El ejercitar la sabidura y el conocer son deseables en s mismos para los hombres: no es

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del triunfo de las ciencias particulares modernas, porque ninguna de estas ha sido creada para resolverlos. Las ciencias solo responden a preguntas sobre una parte pero no a preguntas sobre el sentido del todo. Por estas razones podremos repetir junto con Aristteles que, no slo en los orgenes, sino ahora y siempre, tiene sentido la vieja pregunta acerca del todo y tendr sentido mientras el hombre experimente admiracin ante el ser de las cosas y ante su propio ser.

diferencindose determinados mbitos de problemas (vinculados con la problemtica del todo) que ms tarde, a lo largo de toda la historia de la filosofa, continuarn siendo puntos de referencia

paradigmticos. Platn descubrir y tratar de demostrar que la realidad o el ser no son de un nico gnero y que adems del cosmos sensible existe tambin una realidad inteligible y que trasciende a lo sensible. Por lo tanto, descubrir lo que ms tarde se denominar metafsica (el estudio de aquellas realidades que trascienden a las realidades fsicas). 3.3. Los problemas fundamentales de la filosofa antigua En un principio la totalidad de lo real fue vista como physis Este descubrimiento llevar a Aristteles a distinguir entre una fsica propiamente dicha, como doctrina de la realidad fsica, y una metafsica, como doctrina de la realidad suprafsica, y as la fsica llegar a significar, de un modo estable, ciencia de la realidad natural y sensible. Tambin los problemas morales adquirirn un carcter especfico, distinguindose entre los dos momentos de la vida: la del individuo y la del hombre en colectividad. Nace as la distincin entre los problemas ticos en sentido estricto y los problemas ms Sin embargo, con los sofistas se modifica la situacin. Entra estrictamente polticos (problemas que para los griegos seguirn estando vinculados entre s de un modo mucho ms estrecho que para nosotros, los hombres modernos). Con Platn y con Aristteles se plantearn de un modo estable los problemas (que ya haban sido discutidos por los filsofos

(naturaleza) y como cosmos, lo cual hizo que el problema filosfico por excelencia fuese el cosmolgico. Los primeros filsofos, que recibieron precisamente el nombre de fsicos, naturalistas o cosmlogos, se plantearon los siguientes problemas: cmo surge el cosmos? Cules son las fases y los momentos de su gnesis? Cules son las fuerzas originarias que intervienen?

en crisis la problemtica del cosmos y la atencin se centra en el hombre y en su virtud especfica. Nacer as la problemtica moral. Gracias a las grandes construcciones sistemticas del siglo IV a.C. la temtica filosfica se enriquecer an ms,

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precedentes) de la gnesis y de la naturaleza del conocimiento, y los problemas lgicos y metodolgicos. En realidad dichos problemas constituyen una aplicacin ce aquel segundo rasgo que habamos considerado como propio de la filosofa, el mtodo de la investigacin racional. Cul es el camino que debe seguir el hombre para llegar a la verdad? Cul es la aportacin veritativa de los sentidos y cul la de la razn? Cul es la caracterstica de lo verdadero y de lo falso? Cules son las formas lgicas mediante las cuales el hombre piensa, juzga v razona? Cules son las reglas del pensar correctamente? Cuales son las condiciones para que un tipo de razonamiento pueda calificarse de cientfico? En conexin con el problema lgico-gnoseolgico nace

cristiana, acabar por responder a instancias mstico-religiosas, en consonancia con la mentalidad de la nueva poca.

3.4. Las etapas y los perodos de la historia de la filosofa antigua La filosofa antigua griega y grecorromana posee una historia ms que milenaria. Se inicia en el siglo vi a.C. y llega hasta el 529 d.C., ao en que el emperador Justiniano clausur las escuelas paganas y orden la dispersin de sus seguidores. A lo largo de este lapso pueden distinguirse los siguientes perodos: 1. El perodo naturalista, caracterizado como ya se ha dicho por el problema de la physis y del cosmos, y que entre los siglos VI y V vio sucederse a los jnicos, los pitagricos, los eleticos, los pluralistas y los fsicos eclcticos. 2. El perodo llamado humanista, que en parte coincide con la ltima etapa de la filosofa naturalista y con su disolucin, y que tiene como protagonistas a los sofistas y sobre todo a Scrates,

tambin el problema de la determinacin de la naturaleza del arte y de lo bello, en la expresin y en el lenguaje artstico y, por lo tanto, aparecen lo que hoy llamamos problemas estticos. Relacionados con stos, surgen los problemas de la determinacin de la naturaleza de la retrica y del discurso retrico, es decir del discurso que se propone convencer, utilizando la capacidad de persuadir, que tanta importancia manifest en la antigedad. La filosofa protoaristotlica tratar estos problemas como algo definitivamente adquirido, dividindolos en tres grupos: 1) problemas fsicos (ontolgico-teolgico-fsico-cosmolgicos), 2)

quien por primera vez intenta definir la esencia del hombre. 3. El momento de las grandes sntesis de Platn y de Aristteles, que coincide con el siglo iv a.C., caracterizado en especial por el descubrimiento de lo suprasensible y por la

lgicos (y gnoseolgicos) y 3) morales. La ltima filosofa griega, que se desarrolla ya durante la era

explicitacin

y

formulacin

orgnica

de

diversos

problemas

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filosficos. 4. A continuacin viene el perodo de las escuelas helensticas, que abarca desde la gran conquista de Alejandro Magno hasta el final de la era pagana y que, adems del florecimiento del cinismo, contempla la aparicin de los grandes movimientos de epicuresmo, el estoicismo, el escepticismo y la posterior difusin del eclecticismo. 5. El perodo religioso del pensamiento antiguo pagano, como ya se ha sealado, se desarrolla casi por completo durante la poca cristiana y se caracteriza sobre todo por un grandioso renacimiento del platonismo, que culminar con el movimiento neoplatnico. El nuevo florecimiento de las dems escuelas estar condicionado de diversas formas por el mismo platonismo. 6. Durante este perodo nace y se desarrolla el pensamiento cristiano, que se propone formular racionalmente el dogma de la nueva religin y Definirlo a la luz de la razn con categoras procedentes de los filsofos griegos. Filn de Alejandra llevar a cabo un primer intento de sntesis entre el Antiguo Testamento y el pensamiento griego, pero no tenda continuadores. La victoria de los cristianos implicar bsicamente una reflexin sobre el mensaje evanglico, a la luz de las categoras de la razn. Sin embargo, esta coyuntura del pensamiento griego no constituye una coronacin del pensamiento griego, sino que indica ms bien la entrada en crisis y la superacin

de la forma de pensar de los griegos, preparando as la civilizacin medieval y las bases de lo que ser el pensamiento cristiano europeo. En consecuencia, este momento del pensamiento, aunque se (cngan muy en cuenta los vnculos que posee con la ltima fase del pensamiento pagano que se desarrolla de modo simultneo, debe estudiarse en si mismo, en cuanto pensamiento antiguo cristiano, y hay que considerarlo atentamente, en los nuevos mbitos que ocupa, como premisa y fundamento del pensamiento y la filosofa medievales.

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PARTE SEGUNDA LA APARICIN DEL PENSAMIENTO FILOSFICO LOS NATURALISTAS PRESOCRTICOS

Tal proposicin es importantsima, como veremos de inmediato, y con todo derecho podra calificarse como la primera proposicin filosfica de la que acostumbra a llamarse civilizacin occidental (A. Maddalena). La exacta comprensin de esta proposicin permitir entender la gran revolucin efectuada por Tales, que llev a la

Las cosas visibles son un vislumbre de lo invisible.

creacin de la filosofa. Principio (arkhe) no es un trmino utilizado por Tales (quizs lo introdujo su discpulo Anaximandro, pero algunos piensan que tiene su origen an ms tardo), si bien es el que sin duda

Demcrito y Anaxgoras

CAPTULO II LOS NATURALISTAS O FILSOFOS DE LA PHYSIS 1. LOS PRIMEROS JNICOS Y EL PROBLEMA DEL PRINCIPIO DE TODAS LAS COSAS 1.1. Tales de Mileto El pensador que segn la tradicin da comienzo a la filosofa griega es Tales, que vivi en Mileto de Jonia, probablemente durante las ltimas dcadas del siglo VII y la primera mitad del VI a.C. Adems de filsofo fue cientfico y prudente poltico. No se sabe que haya escrito ningn libro. Conocemos su pensamiento nicamente a travs de la tradicin oral indirecta. Tales fue el iniciador de la filosofa de la physis, al afirmar por vez primera que existe un nico principio originario, causa de todas las cosas que son, y sostuvo que dicho principio es el agua.

expresa mejor que ningn otro el concepto de aquel quid del cual proceden todas las cosas, el principio, indica Aristteles en su exposicin acerca del pensamiento de Tales y de los primeros fsicos, es aquello de lo cual proceden originariamente y en lo cual acaban por resolverse todos los seres, es una realidad que permanece idntica durante la transmutacin de sus afecciones es decir una realidad que contina existiendo inmutada, a travs del proceso generador de todas las cosas. Por tanto el principio es: a) la fuente y el origen de todas las cosas, b) la desembocadura o el trmino ltimo de todas las cosas y c) el respaldo permanente que rige todas las cosas (la substancia, diremos ms adelante, apelando a una denominacin posterior). En pocas palabras el principio puede definirse como aquello de lo cual provienen, aquello en lo que araban v aquello por lo cual son y subsisten todas las cosas.

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Estos

primeros

filsofos

si

no

el

propio

Tales

alcance de estas afirmaciones de Tales, considerando como antecedentes suyos las afirmaciones de quienes por ejemplo Homero y otros consideraron al Ocano y a Tetis como padre y madre respectivamente de las cosas. Asimismo algunos. Recordaron la creencia segn la cual los dioses juraban sobre la Estigia (laguna de los infiernos y, por lo tanto, agua), sealando que aquello sobre lo cual se jura constituye precisamente lo primero y lo supremo (el principio). Sin embargo es muy clara la diferencia entre la postura de Tales y estas otras que acabamos de mencionar. Tales basa sus afirmaciones en el puro razonamiento, en el logos, y los otros en cambio se basaban en la imaginacin y en el mito. Aqul presenta una forma de conocimiento que procede de argumentaciones racionales, mientras que estos slo aducen creencias fantsticopoticas. Por lo dems, el nivel de racionalidad al que ya se haba

denominaron este principio con el trmino physis, que significa naturaleza, no en el sentido moderno de trmino, sino en el sentido originario de realidad primera y fundamental, es decir aquello que resulta primario, fundamental y persistente, en oposicin a lo que es secundario, derivado y transitorio (I. Burnet). Por tanto, han sido llamados fsicos o naturalistas aquellos filsofos que, a partir de Tales y hasta el siglo V a.C., indagaron acerca de la physis. En consecuencia slo es posible comprender el horizonte mental do estos primeros filsofos si recobramos la acepcin arcaica del trmino y captamos

adecuadamente la peculiaridad que la distingue de la acepcin moderna. Hay que aclarar ahora el sentido de la identificacin del principio con el agua y sus consiguientes implicaciones. La tradicin indirecta afirma que Tales dedujo tal conviccin de la constatacin de que el sustento de todas las cosas es hmedo, las simientes y los grmenes de todas las cosas poseen una naturaleza hmeda y por consiguiente la desecacin total provoca la muerte. Puesto que la vida est ligada a la humedad y la humedad presupone el agua, sta ser el manantial ltimo de la vida y de todas las cosas. Todo proviene del agua, todo sustenta la propia vida mediante el agua y todo finaliza, a su vez, en el agua. Ya en la antigedad hubo quienes trataron de reducir el

elevado Tales, tanto en general como en particular, lo demuestra el hecho de haber investigado los fenmenos celestes hasta el punto de predecir (ante el estupor de sus conciudadanos) un eclipse, quizs el del 585 a.C. Tambin se halla ligado con su nombre un teorema clebre de la geometra. No se debe creer, empero, que el agua de Tales consiste en el elemento fsico-qumico que bebemos. El agua de Tales hay que considerarla de una manera totalizante, como aquella physis lquida originaria, de la que todo se deriva y de la que el agua que bebemos no es ms que una de sus mltiples manifestaciones. Tales es un naturalista en el sentido antiguo del trmino y no un materialista en el

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sentido moderno y contemporneo. En la prctica su agua llegaba a coincidir con lo divino. Dios, deca es la cosa ms antigua, porque no es generado, es decir, porque es principio. Se introduce as una nueva concepcin de Dios: se trata de una concepcin en la que predomina la razn y que se halla destinada como tal a eliminar muy pronto todos los dioses del politesmo fantsticopotico de los griegos. Y cuando Tales afirmaba adems que todo est lleno de dioses, quera decir que todo est penetrado por el principio originario. Puesto que el principio originario es vida, todo est vivo y todo tiene un alma (panpsiquismo). Adujo el ejemplo del imn que atrae el hierro como prueba de la universal animacin de las cosas (la fuerza del imn es una manifestacin de su alma, de su vida). Con Tales el logos humano se introduce con seguridad en la senda de la conquista de la realidad en su integridad (el problema del principio de todas las cosas) y en algunas de sus partes (aquellas que constituyen el objeto de las ciencias particulares, que es la denominacin que hoy les damos).

de Occidente y el primer escrito en prosa de los griegos. Se haba vuelto necesaria una nueva forma de composicin literaria ya que el logos deba quedar libre de las cadenas de la mtrica y del verso, para responder con plenitud a sus propias exigencias. Anaximandro intervino ms activamente an que Tales en la vida poltica. Se nos narra, adems, que comand la colonia que emigr desde Mileto a Apolonia. Con Anaximandro se profundiza en la problemtica del principio. Considera que el agua ya es algo derivado y que el principio (arkhe) consiste en cambio en lo infinito, es decir en una naturaleza (physis) in-finita e in-definida, de la cual provienen absolutamente todas las cosas que son. El trmino utilizado por Anaximandro es a-peirn, que significa aquello que carece de lmites tanto externos (lo que es espacialmente y, por tanto, cuantitativamente infinito) como internos (lo que es cualitativamente indeterminado). Precisamente porque no est limitado cuantitativa y cualitativamente, el principio apeiron puede dar origen a todas las cosas, de limitndose en diversas formas. Este principio abraza y circunda, gobierna y rige todo, porque en tanto que de-limitacin y de-terminacin suya, todas las

1.2. Anaximandro de Mileto Anaximandro, nacido hacia el final del siglo vn a.C. y muerto a principios de la segunda mitad del siglo vi, fue probablemente discpulo de Tales. Compuso un tratado Sobre la naturaleza, del cual nos ha llegado un fragmento. Constituye el primer tratado filosfico

cosas se generan de l, con-sisten y son en l. Esto infinito aparece como lo divino, porque es inmortal e indestructible Anaximandro no slo atribuye aqu a su principio las prerrogativas que Homero y la tradicin antigua atribuan a los

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dioses, esto es, la inmortalidad v el rigor v gobernarlo todo, sino que va ms all, especificando que la inmortalidad del principio debe ser tal que no admita un fin, pero tampoco un inicio. Las antiguas deidades no moran, pero nacan. En cambio lo divino de Anaximandro no nace, al igual que no mucre. De este modo, como se ha sealado a propsito de Tales, queda socavada la base en que se apoyan las teogonas, es decir, las genealogas de los

Anaximandro probablemente pensaba que el mundo est constituido por una serie de contrarios, y que stos tienden a atropellarse el uno al otro (calor y fro, sequedad y humedad, etc.). La injusticia consistira precisamente en este atropello. El tiempo es visto como un juez, en cuanto asigna un lmite a cada uno de los contrarios, acabando con el predominio de uno sobre otro, y viceversa. Como es obvio, no slo es injusticia la alternancia de los contrarios, sino tambin el ejercicio mismo de los contrarios, puesto que para cada uno de ellos nacer implica de inmediato

dioses en el sentido utilizado por la mitologa tradicional griega. As se comprende an mejor lo que antes hemos afirmado. Estos primeros filsofos presocrticos son naturalistas en el sentido de que no contemplan lo divino (el principio) como algo distinto del mundo, sino como la esencia del mundo. Sin embargo no tienen ninguna relacin con concepciones de tipo materialista ateo. En Anaximandro, pues, Dios se convierte en el principio, mientras que los dioses se convierten en los mundos, los universos que como veremos son muy numerosos; stos, en cambio, nacen y perecen de forma cclica. Tales no se haba planteado la pregunta acerca de cmo y por qu tocias las cosas proceden del principio. Anaximandro s se la plantea y el fragmento de su tratado que ha llegado hasta nosotros contiene la respuesta a este problema: All donde las cosas encuentran su nacimiento, tambin se lleva a cabo su disolucin, de acuerdo con la necesidad; recprocamente se sufre la pena y se paga la culpa de la injusticia, segn el orden del tiempo.

contraponerse al otro contrario. Y dado que el mundo nace de la escisin de los contrarios, en esto reside la primera injusticia, que habr que expiar mediante la muerte (el fin) del mundo mismo, que ms tarde volver a nacer de acuerdo con determinados ciclos temporales, indefinidamente. Existe por lo tanto, tal como algn especialista ha sealado con precisin, una doble injusticia y por consiguiente una doble necesidad de expiacin: a) por una parte, que el mundo haya nacido a travs de la escisin en opuestos de la unidad del principio, y b) por otra, el intento que despus de la escisin lleva a cabo cada uno de los opuestos de usurpar, lleno de odio hacia el otro, la condicin de nico superviviente y dominador, que sera al mismo tiempo una usurpacin del lugar y de los derechos de lo divino, inmortal e indestructible (R. Mondolfo). Parece innegable que en esta concepcin (como han sealado muchos autores) se han filtrado nociones religiosas de talante rfico. Ya hemos indicado que

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para el orfismo resulta central la idea de una culpa originaria y de la expiacin de sta y, por lo tanto, el concepto de una justicia equilibradora. Con relacin a este punto el logos de Anaximandro toma en prstamo su idea central de las representaciones religiosas. Su discpulo Anaxmenes, como veremos, intentar ofrecer una respuesta puramente racional a este problema. Al igual que el principio es infinito, tambin son infinitos los mundos, como va se ha sealado, en el sentido de que este mundo nuestro es uno ms en la serie de mundos que lo han precedido y que lo seguirn (dado que cada mundo nace, vive v mucre), v en el sentido de que nuestro mundo coexiste al mismo tiempo con una serie infinita de otros mundos (y todos ellos nacen y mueren de forma anloga). A continuacin expondremos cmo explica Anaximandro la gnesis del cosmos. Los dos primeros contrarios fundamentales el calor y el fro se generaron mediante un movimiento, que es eterno. El fro, elemento de origen lquido, habra sido en parte transformado en aire, por el fuego-calor que formaba la esfera circundante. La esfera del fuego se habra dividido en tres partes, dando origen a la esfera del sol, la de la luna y la de los astros. El elemento lquido se habra congregado en las cavidades de la tierra, constituyendo los mares. La tierra, a la que se atribuye una forma cilndrica, permanece suspendida sin que nada la sostenga, pero se mantiene

en su lugar debido a la igual distancia entre todas sus partes, es decir, por una especie de equilibrio de fuerzas. Del elemento lquido, y por la accin del sol, nacieron los primeros animales de estructura elemental, de los que fueron poco a poco desarrollndose los animales ms complejos. El lector superficial se equivocara si juzgase estas opiniones como algo excesivamente pueril, ya que como hace tiempo han puesto en claro los expertos se trata de una visin notablemente anticipadora. Pinsese, por ejemplo, en la osada de representar la tierra sin necesidad de un sostn material (en Tales la tierra flotaba, es decir, se apoyaba sobre el agua) y regida por un equilibrio de fuerzas. Tngase en cuenta, adems, la modernidad de la idea de que la vida se haya originado mediante animales acuticos y el consiguiente traslucirse (aunque de forma extremo primitiva) de la nocin de evolucin de las especies vivientes. Esto es suficiente para dar a entender cunto haba avanzado el logos, ms all del mito.

1.3. Anaxmenes de Mileto Tambin en Mileto vivi Anaxmenes, discpulo de

Anaximandro, en el siglo vi a.C., de cuyo escrito Sobre la naturaleza en sobria prosa jnica nos han llegado tres fragmentos, adems de testimonios indirectos. Anaxmenes piensa que, en efecto, el principio debe ser

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infinito, pero que hay que pensarlo como aire infinito, substancia area ilimitada. Escribe: Al igual que nuestra alma (es decir, el principio que da la vida), que es aire, nos sostiene y nos gobierna, as el soplo y el aire abrazan todo el cosmos. Ms an: El aire est cerca de lo incorpreo (en el sentido de que no tiene forma ni lmites como los cuerpos y es invisible), y puesto que nosotros nacemos gracias a su flujo, es preciso que sea infinito y rico, para que jams desaparezca. El motivo por el cual Anaxmenes conceba el .me como lo divino es algo evidente, basndonos en lo que hemos dicho antes a propsito de los dos milesios anteriores. En cambio queda por aclarar la razn por la que

segn Anaxmenes se dice que el hombre deja salir de su boca el calor y el fro: la respiracin se enfra si los labios apretados la comprimen, pero en cambio si sale de la boca abierta se calienta por la dilatacin. Por consiguiente la variacin cuantitativa de tensin de la realidad originaria da origen a todas las cosas. En cierto sentido Anaxmenes representa la manifestacin ms rigurosa y ms lgica del pensamiento de la Escuela de Mileto, porque con el proceso de condensacin y enrarecimiento se introduce la causa dinmica de la que Tales an no haba hablado y que Anaximandro haba determinado apelando exclusivamente a concepciones rficas. Anaxmenes suministra as una causa en perfecta armona con el principio y, en consecuencia, en pleno acuerdo con el significado de la physis. Se entiende por lo tanto que los pensadores siguientes se refieran a Anaxmenes como a la expresin paradigmtica y al modelo del pensamiento jnico. Cuando en el siglo v a.C. reviva este pensamiento como veremos ms adelante ser la physis del principio-aire de Anaxmenes la que inspire tal recuperacin.

Anaxmenes eligi como principio el aire. Obviamente experimentaba la necesidad de introducir una physis que permitiese deducir de ella todas las cosas de un modo ms lgico y ms racional empleado por Anaximandro. En efecto, que el

por su naturaleza

extremadamente mvil, el aire se presta muy bien (bastante ms que lo infinito de Anaximandro) a ser concebido como en movimiento perenne. Adems el aire se presta mejor que cualquier otro

elemento a las variaciones y las transformaciones necesarias para dar origen a las diversas cosas. Al condensarse se enfra y se convierte en agua y luego en tierra, y al lentificarse, se calienta y se convierte en fuego. Un terminante testimonio antiguo nos relata: Anaxmenes dice que el fro es la materia que se contrae y se condensa, mientras que el calor es la materia dilatada y lentificada (precisamente sta es la expresin que utiliza). Por eso, no sin razn 1.4. Herclito de feso Herclito vivi entre los siglos VI y V a.C., en feso. Tena un carcter hurao y un temperamento esquivo y desdeoso. No quiso participar de ninguna forma en la vida pblica: Habindole rogado sus conciudadanos que promulgase leyes para la ciudad,

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escribe una fuente antigua, se rehus, porque aqulla ya haba cado bajo el poder de la mala constitucin. Escribi un libro titulado Sobre la naturaleza, del cual nos han llegado numerosos fragmentos, constituido quizs por una serie de aforismos, y voluntariamente redactado de manera obscura, con un estilo que recuerda las sentencias de los orculos, para que se acercasen all slo aquellos que podan y el vulgo permaneciese alejado. Hizo esto con el propsito de evitar el menosprecio y las burlas de aquellos que, al, leer cosas aparentemente fciles, creen entender lo que en realidad no entienden. Debido a esto fue llamado Herclito el obscuro. Los milesios haban advertido el dinamismo universal de las cosas que nacen, crecen y mueren y del mundo, (o ms bien de los mundos que se hallan sometidos al mismo proceso.) Adems, haban considerado que el dinamismo era un rasgo esencial del principio que genera, rige y reabsorbe todas las cosas. Sin embargo, no haban elevado a nivel temtico. De un modo adecuado, este aspecto de la realidad. Y esto fue lo que hizo Herclito. Todo se mueve, todo fluye (panta rhei), nada permanece inmvil y fijo, todo cambia y se modifica sin excepcin. Podemos leer en dos de sus fragmentos ms famosos:.No podemos baarnos dos veces en el mismo ro y no se puede tocar dos veces una substancia mortal en el misino estado, sino que a causa de la impetuosidad y la velocidad de la mutacin, se dispersa y se recoge, viene y va; Bajamos y no bajamos al mismo rio, nosotros mismos somos y no somos.

El

sentido de estos fragmentos es claro: el ro es

aparentemente siempre el mismo, mientras que en realidad est constituido por aguas siempre nuevas y distintas que llegan y se escabullen. Por eso, no se puede baar dos veces a la misma agua del ro, porque cuando se baja por segunda vez es otra agua la que est llegando; y tambin, porque nosotros mismos cambiamos y en el momento en que hemos acabado de sumergirnos en el no nos hemos convertido en alguien distinto al que ramos en el momento de comenzar a sumergirnos. De modo que Herclito puede afirmar con razn que entramos y no entramos en el mismo ro. Y tambin puede decir que somos y no somos, porque, para ser lo que somos en un momento determinado, debemos no-ser-ya aquello que ramos en el instante precedente. Igualmente, para continuar siendo, debemos de modo constante no-ser-ya aquello que somos en cada momento. Segn Herclito, esto se aplica a toda la realidad, sin excepcin alguna. Indudablemente, ste es el aspecto ms conocido de la doctrina de Herclito, que algunos de sus discpulos llevaron a lmites extremos, como en el caso de Cratilo, que reproch a Herclito el no haber sido lo bastante riguroso. De hecho, no slo no podemos baarnos dos veces en el mismo ro, sino que no podemos baarnos ni siquiera una vez, debido a la velocidad de la corriente (en el momento en que comenzamos a sumergirnos en el ro aparece ya otra agua y nosotros mismos antes de que se haya acabado la inmersin, por rpida que sta haya sido ya somos

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otros, en el sentido antes explicado). Para Herclito, sin embargo, esto no es ms que una constatacin bsica, que sirve como punto de partida para posteriores inferencias aun ms profundas y audaces. El devenir, al que todo se ve obligado, se caracteriza por un continuo pasar desde un contrario al otro: las cosas fras se calientan, las calientes se enfran, las hmedas se secan, las secas se humedecen, el joven envejece, lo vivo muere, pero de lo que ha muerto renace otra vida joven, y as sucesivamente, Existe pues una guerra perpetua entre los contrarios que se van alternando. No obstante, puesto que las cosas slo adquieren su propia realidad en el devenir, la guerra (entre los opuestos) es algo esencial: La guerra es madre de todas las cosas y de todas las cosas es reina. Se trata, empero, de una guerra advirtase con cuidado, que, al mismo tiempo, es paz, y de un contraste que es, simultneamente, armona. El perenne fluir de las cosas y el devenir universal se revelan como una armona de contrarios, es decir, como una constante pacificacin entre beligerantes, un conciliarse entre contendientes (y viceversa): Aquello que es oposicin se concilia y de las cosas diferentes nace la ms bella armona, y todo se engendra por medio de contrastes; Ellos (los ignorantes) no entienden que lo que es diferente concuerda consigo mismo; armona de contrarios, como la armona del arco v de la lira. Solo enfrentan alternativamente los contrarios se otorgan de forma mutua un sentido especifico: La enfermedad convierte en dulce la salud, el hambre convierte en dulce la

saciedad, y la fatiga convierte en dulce el descanso, ni siquiera se conocera el nombre de la justicia, si no existiese la ofensa. Y en la armona, coinciden los opuestos: el camino que sube y el camino que baja son un nico y mismo camino; en el circulo son comunes el fin y el principio; la misma cosa son el viviente y el muerto, el despierto y el durmiente, el joven y el viejo, porque estas cosas, al cambiarse, son aqullas, y a su vez aqullas, al cambiarse, son stas. As, todo es uno y del uno procede todo. Esta armona y unidad de los opuestos es el principio y, por lo tanto, Dios y lo divino: El Dios es da-noche, es invierno-verano, es guerra y paz, es saciedad y hambre. Hegel apreci a Herclito hasta el punto de incluir todas sus proposiciones en la Lgica. Sin embargo, como es evidente, la armona de los opuestos de Herclito se halla an muy lejos de la dialctica hegeliana y radica en la filosofa de la physis. En consecuencia, la identidad y la diversidad como han sealado con acierto los especialistas es la de la sustancia primordial, en todas sus manifestaciones (J. Burnet). En efecto, tanto los fragmentos que se conservan en su obra como la tradicin indirecta indican con claridad que Herclito ha elegido el fuego como principio fundamental y ha considerado que todas las cosas son transformaciones del fuego: Del fuego proceden todas las cosas, y el fuego, de todas, al igual que del oro las mercancas, y de las mercancas el oro; este orden, que es idntico para todas las

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cosas, no lo cre ninguno de los dioses ni de los hombres, sino que siempre ha sido y es y ser fuego eternamente vivo, que se enciende segn medida y segn medida se apaga. El motivo por el cual Herclito adjudic al fuego la naturaleza de todas las cosas es algo obvio: el fuego expresa de modo ejemplar las caractersticas de la mutacin continua, del contraste y de la armona. El fuego se halla en constante movimiento, es vida que vive de la muerte del combustible, es una continuada transformacin de ste en cenizas, en humo y en vapores, es como afirma Herclito de su Dios perenne necesidad y saciedad. Este fuego es como un rayo que gobierna todas las cosas; y lo que gobierna todas las cosas es inteligencia, es razn, es lagos, ley racional. As, al principio de Herclito se vincula expresamente la idea de inteligencia, que en los milesios slo quedaba implcita. Un fragmento particularmente significativo confirma la nueva posicin de Herclito: El Uno, el nico sabio, no quiere y quiere ser llamado Zeus. No quiere ser llamado Zeus, si por Zeus se entiende al dios con forma humana caracterstico de los griegos; quiere ser llamado Zeus, si por este nombre se entiende el Dios y el ser supremo. En Herclito emerge ya una serie de elementos

aquella inteligencia que gobierna todas las cosas. Herclito se sinti una especie de profeta de dicha inteligencia, lo cual explica que sus sentencias se asemejen a orculos y que sus palabras tengan un carcter hiertico. Hay que sealar una ltima idea. A pesar del planteamiento general de su pensamiento que lo llevaba a interpretar el alma como un fuego y, por lo tanto, a interpretar el alma sabia como la ms cerca y a identificar la necedad con humedad Herclito

escribi una sentencia acerca del alma que se cuenta entre las ms bellas que han llegado hasta nosotros: Jams podrs hallar las fronteras del alma, por ms que recorras sus sendas tan profundo es su logos. Aunque se site en el mbito de un horizonte fsico, Herclito mediante la idea de la dimensin infinita del alma abre aqu u resquicio en direccin a algo que se encuentra ms all, algo no fsico. Se trata slo de un resquicio, sin embargo, aunque realmente genial. Herclito parece haber adoptado algunas ideas de los rficos, afirmando de los hombres lo que sigue: Inmortales mortales, mortales inmortales, viviendo la muerte de aqullos, muriendo la vida de aquellos. Esto parece expresar con lenguaje heraclitiano la idea rfica de que la vida del cuerpo es una mortificacin del alma y la muerte del cuerpo es vida para el alma. Al igual que los rficos, Herclito crea en castigos y premios despus de la muerte: Despus de la muerte aguardan a los hombres cosas que no esperan y que ni siquiera se imaginan. Sin

concernientes a la verdad y al conocimiento. Es preciso estar en guardia con respecto a los sentidos, porque stos se detienen en la simple apariencia de las cosas. Y tambin es necesario guardarse de las opiniones de los hombres, que estn basadas sobre las apariencias. La Verdad consiste en captar ms all de los sentidos

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embargo, no podemos determinar en qu forma Herclito pona en relacin estas creencias rficas con su filosofa de la physis.

Sbaris hasta Reggio, desde Locri hasta Metaponto, desde Agrigento hasta Catania. Adems de filosfico y religioso, como se ha visto, el influjo de los pitagricos tambin fue notable en el mbito poltico el ideal poltico consista en una forma de aristocracia basada en

2. LOS PITAGRICOS Y EL NMERO COMO PRINCIPIO 2.1. Pitgoras y los llamados pitagricos Pitgoras naci en Samos. El punto culminante de su vida hay que situarlo alrededor del 530 a.C. y su muerte, a principios del siglo v a.C. Digenes Laercio, el ms famoso entre los antiguos autores de biografas de filsofos, resume as las etapas de su vida: Joven y vido en ciencia, abandon su patria y fue iniciado en todos los ritos mistricos, tanto en los griegos como en los brbaros. Luego fue a Egipto...; de all paso a conocer a los caldeos y a los magos. A continuacin en Creta con Epimnides entro en la caverna de Ida, pero tambin en Egipto haba entrado en los santuarios y haba aprendido los arcanos de la teologa egipcia. Desde all regres a Samos y, al hallar a su patria bajo la tirana de Policiales, se embarc hacia Crotona de Italia. All otorg leyes a los italiotas y logr una gran fama junto con sus seguidores, que en nmero de unos trescientos los administraban de manera ptima la cosa pblica, de modo que su gobierno fue casi una aristocracia. Los viajes a Oriente quizs fueron invenciones posteriores. En cambio es cierto que Crotona fue la ciudad donde actu primordialmente Pitgoras. Pero las doctrinas pitagricas tuvieron gran difusin en muchas otras ciudades de la Italia meridional v de Sicilia: desde

nuevos estamentos dedicados especialmente al comercio, que como hemos dicho antes, haban logrado en las colonias un nivel elevado, incluso antes que en la metrpoli. Se cuenta que los habitantes de Crotona, temiendo que Pitgoras quisiese convertirse en tirano de la ciudad. Incendiaron el edificio en el cual estaba reunido junto con sus discpulos. Segn algunas fuentes, Pitgoras habra muerto en tal circunstancia; segn otras, en cambio, habra logrado huir y habra muerto en Metaponto. A Pitgoras se le atribuyen muchos escritos, pero los que han llegado hasta nosotros como supuesta obra suya son falsificaciones de una poca posterior, es muy posible que su enseanza haya sido slo o primordialmente oral. Acerca del pensamiento originario de este filsofo, al igual que sobre los datos reales de su vida, poco podemos decir o casi nada en realidad. las numerosas Vidas de Pitgoras escritas con posterioridad no son histricamente vlidas, porque nuestro filsofo al poco tiempo de su muerte y quizs ya durante los ltimos aos de su vida a ojos de sus seguidores haba perdido sus rasgos humanos; se le veneraba casi como un numen, y su palabra posea el valor de un orculo. Se hizo muy famosa la expresin con la que se aluda a su doctrina: lo dijo l (autos epha, ipse dixit). El propio

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Aristteles careca de elementos que le permitiesen distinguir a Pitgoras de sus discpulos y hablaba de los llamados pitagricos, es decir de aquellos filsofos que eran llamados o que se llamaban pitagricos, filsofos que buscaban juntos la verdad y que, por lo tanto, no se diferenciaban con rasgos individuales. Sin embargo, este hecho, por extrao que pueda parecer, no es algo anmalo, si se tienen en cuenta algunas caractersticas peculiares de esta escuela. 1) La escuela haba nacido como una especie de confraternidad o de orden religiosa y estaba organizada mediante reglas especficas de convivencia y de conducta. Su finalidad consista en la realizacin de determinado tipo de vida y, con respecto a dicha meta, la ciencia y la doctrina actuaban como medio: un medio que era un bien comn, que todos compartan y al cual todos procuraban incrementar. 2) Se consideraba que las doctrinas eran un secreto del cual slo los adeptos podan entrar en conocimiento y cuya difusin se hallaba severamente prohibida. 3) Filolao, contemporneo de Scrates, fue el primer pitagrico que public obras por escrito. Una fuente antigua nos narra lo siguiente: Causa asombro el rigor del secreto de los pitagricos; a lo largo de muchos aos nadie parece haberse encontrado con escritos de pitagricos antes de la poca de Filolao; este, hallndose en una pobreza grande y amarga, divulg tres libros celebres, de los cuales se afirma que fueron comprados por Din de Siracusa, por encargo de Platn. 4) Por consiguiente, entre el final del siglo VI a.C. y el final del V y principios del siglo IV a.C., el pitagorismo pudo

enriquecer notablemente su propio patrimonio doctrinal, sin que poseamos elementos que nos permitan distinguir con precisin entre las doctrinas originarias y las aparecidas con posterioridad. 5) Sin embargo, puesto que las bases sobre las que trabaj fueron substancialmente homogneas, es lcito considerar esta escuela en bloque, al igual que hicieron los antiguos, comenzando por Aristteles.

2.2. Los nmeros como principio la bsqueda filosfica al pasar desde las colonias jnicas de oriente a las de Occidente, adonde haban emigrado las antiguas tribus jnicas y donde se haba creado un clima cultural distinto se perfecciona de modo apreciable. Con una perspectiva claramente modificada, los pitagricos consideraron que el principio es el nmero (y sus elementos constituyentes), ms bien que el agua, el aire o el fuego. El testimonio ms claro y ms conocido que resume el

pensamiento pitagrico es el siguiente texto de Aristteles, que se ocup mucho y con profundidad de estos filsofos: Los pitagricos fueron los primeros que se dedicaron a las matemticas y que las hicieron avanzar, y nutridos por ellas, creyeron que los principios de stas seran los principios de todas las cosas que son. Y puesto que en las matemticas los nmeros son por propia naturaleza los principios primeros, precisamente en los nmeros ellos pensaban ver

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ms que en el fuego, en la tierra y en el agua muchas semejanzas con las cosas que son y que se generan...; y adems, porque vean que las notas y los acordes musicales consistan en nmeros; y finalmente porque todas las dems cosas, en toda la realidad, les parecan estar hechas a imagen de los nmeros y que los nmeros fuesen lo primero en toda la realidad, pensaron que los elementos del nmero fuesen los elementos de todas las cosas y que todo el universo fuese armona y numero.

(1:2, 2:3, 3:4). No menos importante debi ser el descubrimiento de la incidencia determinante del nmero en los fenmenos del universo: el ao, las estaciones, los meses, los das, etc. estn regulados por leyes numricas. Asimismo son tambin leyes numricas las que regulan el tiempo de la gestacin en los animales, los ciclos del desarrollo biolgico y los distintos fenmenos de la vida. Es comprensible que, estimulados por la euforia de estos

A primera vista esta teora puede sorprender. En realidad el descubrimiento de que en todas las cosas existe una regularidad matemtica, es decir numrica, debi producir una impresin tan extraordinaria como para conducir a aquel cambio de perspectiva que antes mencionbamos y que ha marcado una etapa

descubrimientos, los pitagricos hayan llegado a descubrir tambin correspondencias inexistentes entre fenmenos de diversos gneros y el nmero. Por ejemplo, para algunos pitagricos, la justiciaen la medida en que es una especie de reciprocidad o de igualdad haba de coincidir con el nmero 4 o con el 9 (esto es, 2 x 2 3 x 3, el cuadrado del primer nmero par o del primer nmero impar); a la inteligencia y a la ciencia, en la medida en que poseen el carcter de persistencia e inmovilidad, se las hacia coincidir con el 1, mientras que la opinin mudable, que oscila en direcciones opuestas, haba de coincidir con el 2, y as sucesivamente. Esta muy claro, sin embargo, el proceso a travs del cual los pitagricos llegaron a plantear el nmero como principio de todas las cosas. No obstante, al hombre de hoy quizs le resulte bastante difcil comprender el sentido profundo de esta doctrina, si no recupera el sentido arcaico del nmero.Para nosotros el nmero es una abstraccin mental y por lo tanto un ente de razn; en cambio,

fundamental en el desarrollo espiritual de Occidente. Al mismo tiempo, fue decisivo el descubrimiento de que los (sonidos y la msica a la que los pitagricos dedicaban una gran atencin como medio de purificacin y catarsis puede traducirse en magnitudes numricas, esto es, en nmeros: la diversidad de sonidos que producen los martillos que golpean sobre el yunque depende de la diversidad de peso (que se determina mediante un nmero), la diversidad de los sonidos de las cuerdas de un instrumento musical depende de la diversidad de la longitud de las cuerdas (que asimismo se puede determinar mediante nmeros). Adems, los pitagricos descubrieron las relaciones armnicas del diapasn, la quinta y la cuarta, as como las leyes numricas que las gobiernan

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para la forma antigua de pensar (hasta Aristteles), el nmero es una cosa real. No slo eso: es la ms real de las cosas, y precisamente en cuanto tal se la considera el principio constitutivo de las cosas. Por lo tanto el nmero no es un aspecto que nosotros abstraemos mentalmente de las cosas, sino la realidad, la physis de las cosas mismas. Adems, los pitagricos consideraban que los nmeros impares eran masculinos y los pares femeninos. Por ltimo, los pitagricos consideraban que los nmeros pares eran rectangulares, mientras que los nmeros impares eran cuadrados. En efecto, si se colocan alrededor del nmero uno las unidades que constituyen los nmeros impares, se obtendrn cuadrados, mientras que si se colocan de modo anlogo las unidades que forman los nmeros pares, se obtendrn rectngulos, como se pone de manifiesto en las figuras siguientes, que ejemplifican en el primer caso los nmeros 3, 5 y 7 y en el segundo, los nmeros 2, 4, 6 y 8.

constituido por dos elementos: uno indeterminado o ilimitado, y uno determinante o limitador. El nmero nace as por el acuerdo de elementos limitadores y elementos ilimitados y a su vez genera todas las dems cosas. Sin embargo, precisamente en cuanto son engendrados por un elemento indeterminado y por otro determinante, los nmeros manifiestan una cierta predominancia de uno o de otro de estos dos elementos: en los nmeros pares predomina lo indeterminado (y as, para los pitagricos los pares resultan nmeros menos perfectos), mientras que en los impares predomina el elemento limitador (y por esto son ms perfectos) Si representamos un nmero mediante puntos geomtricamente dispuestos (pinsese en el hbito arcaico de utilizar piedrecillas para indicar cifras y para efectuar operaciones, hbito del cual se deriva la expresin realizar clculos, as como el trmino calcular, procedente del latn calculus, que significa piedrecilla), advertiremos que el nmero par deja un espacio vaco a la flecha que lo divide en dos partes y que no halla ningn lmite, con lo que se manifiesta su carcter defectuoso (carencia de limitacin), mientras que al representar un nmero impar siempre

2.3. Los elementos de los cuales derivan los nmeros Todas las cosas proceden de los nmeros; sin embargo, los nmeros no son el primum absoluto, sino que ellos mismos se derivan de elementos precedentes. En efecto, los nmeros consisten en una cantidad (indeterminada) que poco a poco se determina o delimita: 2, 3, 4, 5, 6... Hasta el infinito. Por lo tanto, el nmero se halla

queda una unidad adicional, que de-limita y de-termina: El Uno de los pitagricos no es par ni impar: es un parim