La Fiesta de las Semillas Criollas y del Intercambio de Saberes

Por: Atilano A. Ceballos Loeza

Saludo y bienvenida “De Paxil vinieron las mazorcas amarillas, las mazorcas blancas… Estaba rebosante de alimento este

pueblo de Pan Paxil. A continuación fueron molidas las mazorcas amarillas, las mazorcas blancas. Nueve molidas le dio Ixmucane (la abuela más abuela), comida fue la utilizada y junto con el agua de masa se originaron sus extremidades, la fuerza humana. Solo fueron mazorcas amarillas, mazorcas blancas su carne; solo de masa de maíz fueron las piernas, los brazos humanos…”1. ¡Sean pues bienvenidos y bienvenidas hombres y mujeres del maíz!. Según nuestros abuelos/as primeras, somos semillas, que después de muchísimos años, sienten, hablan, luchan y buscan estrategias para vivir justa y dignamente.

Semillas de identidad En este largo camino de la co-evolución, hemos aprendido que, de las semillas surgen otras formas de vida. Están en nuestro planeta mucho antes que nosotros, en cierto modo tiene razón el Popol Wuj: ¡ellas nos hicieron! Porque fueron nuestro alimento cuando deambulábamos o cuando se fueron estableciendo las comunidades bajo el amparo de la agricultura. En Mesoamérica el sagrado maíz le da rostro y corazón a nuestros pueblos. Y junto al maíz otras tantas y tan variadas semillas. Tan importante ha sido para nuestra historia, que se nos identifica con las semillas: En Mesoamérica el maíz y el frijol; en Suramérica la papa, en Asia el arroz. ¡Las semillas criollas son nuestra tarjeta de identidad!. Muy al principio ellas nos hicieron: personas, pueblos, culturas, lenguas, celebraciones… hoy, cuando más amenazadas están, ¡requieren de nuestro compromiso para defenderlas y no perderlas! Semillas de resistencia Una de las grandes virtudes de las semillas criollas es la resistencia. “Las semillas criollas han logrado sobrevivir por siglos. Una de las claves está en la diversidad, este es un concepto de genética muy importante; las semillas criollas tienen alta variabilidad genética, es decir que no todas las plantas son igualitas”2. Hoy, frente a los malos gobiernos que tenemos y hemos tenido, coludidos con las grandes empresas que quieren privatizar el germoplasma y la rica biodiversidad; frente a la biopiratería y a tantos ladrones de la naturaleza, no nos queda más que una resistencia activa y profética. En esta guerra desigual, las semillas criollas son nuestras municiones, que nos servirán para reestablecer la dignidad arrebatada, la soberanía vulnerada y la fecundidad marchita de nuestra Madre Tierra. ¡No podemos ni debemos vivir de rodillas dependiendo de las multinacionales ni de las migajas gubernamentales! 1 Popol Wuj. Cap. 4. Sam Colop. Biblioteca de Guatemala, 2011 2 Semillas criollas: herencia y futuro. Dr. Andreu Pol Salon. Revista El Guacal. Nicaragua

Semillas ecológicas

Hoy existe un amplio debate sobre qué semillas producir. No solamente la biotecnología, sino la nanotecnología y las grandes empresas insisten en producir en serie y a gran escala. Cualquiera de estas semillas nos hace dependientes, elimina de tajo a los campesinos/as y sus saberes. Las semillas criollas son ecológicas y nadie puede apropiárselas. Los campesinos/as al mejorar las semillas, son socios de la naturaleza, no son autores como seres humanos al 100%, ni dueños al 100% de una semilla o de una planta. Las semillas criollas son propiedad colectiva de

la humanidad asociada con la naturaleza, por lo que las poblaciones indígenas y campesinas tienen derecho a poseerlas, utilizarlas, aprovecharlas y mejorarlas3, así como seleccionarlas y conservarlas. ¡Nadie puede apropiarse de la vida, mucho menos hacer negocio con ella! Los pueblos originarios fueron adaptando las semillas al medio ambiente en el que se asentaron y vivieron, o continúan viviendo. Así, por ejemplo, encontramos semillas de maíz en Perú, adaptadas a una altitud de más de tres mil metros. Las semillas criollas generan sostenibilidad4, así lo han demostrado a lo largo de la historia de los pueblos originarios de estas tierras; las otras semillas, hasta ahora no lo han demostrado. Nichos ecológicos Este año, intentamos llamar la atención sobre estos microcosmos que los abuelos/as nos han heredado: los solares5 mayas. Espacios donde se recrea la vida con toda su riqueza y agrobiodiversidad. Antes que nada, los solares mayas, de ayer y de hoy, son nichos ecológicos y educativos, donde se aprende y enseña; donde se vive y convive con nuestro entorno inmediato. Diversidad de plantas ornamentales, maderables y medicinales, muchas de ellas melíferas y/o poliníferas, conviven ordenada y armónicamente con aves y animales domésticos, junto con las personas, en la diaria búsqueda de un modo de vida sostenible. Los solares mayas son espacios sistémicos donde la espiritualidad y los ritos tienen un lugar preponderante. La gente de maíz… “La gente, hecha de maíz, hace el maíz. La gente, creada de la carne y los colores del maíz, cava una cuna para el maíz y lo cubre de buena tierra y lo limpia de malas hierbas y lo riega y le habla palabras que lo quieren. Y cuando el maíz está crecido, la gente de maíz lo muele sobre la piedra y lo alza y lo aplaude y lo acuesta al amor del fuego y se lo come, para que en la gente de maíz siga el maíz caminando sin morir sobre la tierra”6.

3 Dr. Andreu Pol Salon… idem 4 El trama de la vida. Fritjof Capra. Anagrama Barcelona, 2012 5 El Huerto Familiar del Sureste de México. Ramón Mariaca Méndez, 2012. Y también: Huertos Familiares en la Península de Yucatán (30). Los Huertos familiares en Mesoamérica (31). Componentes del Huerto Familiar del Área Maya de la Península de Yucatán (32) y Aportes Nutricionales y usos de los Productos de los Huertos Familiares en la Península de Yucatán (33). Universidad Autónoma de Yucatán 2012. 6 Eduardo Galeano

¡Sean pues, muy bienvenidas y bienvenidos a esta fiesta de la vida y de la solidaridad, del intercambio de semillas criollas y de saberes campesinos/as!

Muchas gracias! Atilano A. Ceballos Loeza

Maní Yucatán a 27 de Abril de 2013