fábulas

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El leñador y el bosque Cierta vez, se encontraba un Leñador talando arduamente los árboles del bosque hasta que, después de tanto talar y talar, se rompió el mango de su hacha. El Bosque muy contento dijo: "¡Que bien!, ¡por fin habrá paz y tranquilidad en mi mundo!" Al cabo de unos días, el Leñador fue al Bosque, y suplicando a los árboles dijo: "Por favor, déjame tomar una rama de este Árbol, para reponer el mango de mi hacha, y prometo irme a otro bosque." El Bosque, conmovido por su petición, accedió al pedido y le dio, un pedazo de sus ramas. Pero, tan pronto como el Leñador tuvo como nueva su hacha, empezó a talar todos los árboles. El Bosque, muy indignado le habló al Hombre: "Insensato, ¿así agradeces el bien que te hice?. ¡Has hecho de mi favor un instrumento de exterminio para nosotros!" Moraleja: El hombre ingrato devuelve mal por bien. EL LEÓN Y LOS CUATRO BUEYES Cierta vez, cuatro Bueyes pastaban en los alrededores de un prado, y como se llevaban tan bien, se juraron eterna amistad, hasta que de pronto, un hambriento León apareció, y los atacó, pero estos buenos amigos se defendieron mutuamente e hicieron huir a la fiera hambrienta. El León, notó que tan bien unidos estaban estos amigos, y buscando la manera de cómo separarlos para comérselos, planeó enemistarlos entre ellos mismos. Así que buscó a cada uno de ellos por separado y les dijo, que sus demás amigos Bueyes, hablaban cosas muy feas a espaldas de él. Los Bueyes al oírlo, se molestaron mucho entre ellos, hasta el punto en que terminaron su amistad para siempre, y por ultimo, se alejaron uno del otro. El León, viéndolos ya enemistados y separados, empezó a cazarlos y a devorarlos uno por uno. El último Buey antes de morir dijo: "¡Que tontos hemos sido!, Por creer las cosas que dijo el enemigo, nos desunieron y fuimos presa fácil para él." Moraleja: La unión hace la fuerza, y la discordia debilita EL JILGUERO TÍMIDO Una vez, había un Jilguero tímido que no cantaba. Cuando las demás aves le preguntaban por qué no cantaba, siempre respondía: "Jamás cantare para ser objeto de burla." Un día, se acercó un Perico al Jilguero, y le dijo: "No tienes por qué temer amigo Jilguero. Canta y verás que nadie se reirá." Pero el Jilguero seguía sin cantar nada. Al poco rato se le acercó una Cotorra, y le dijo: "Amigo Jilguero, una vez te oí cantar en el bosque, y tus cantos me encantaron. Dime, ¿por qué no cantas ahora?." El Jilguero siguió sin responder nada. Mas rato, se le acercó un Ruiseñor, y con gran entusiasmo, empezó a entonar su bellos cantos. Pero, al notar la apatía del Jilguero, preguntó: "Amigo Jilguero, ¿por qué no me acompañas en el canto?, seriamos un gran dúo."

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El leador y el bosqueCierta vez, se encontraba unLeadortalando arduamente losrboles del bosquehasta que, despus de tanto talar y talar, se rompi el mango de suhacha. ElBosquemuy contento dijo:

"Que bien!, por fin habr paz y tranquilidad en mi mundo!"

Al cabo de unos das, elLeadorfue alBosque, y suplicando a losrboles dijo:

"Por favor, djame tomar una rama de este rbol, para reponer el mango de mi hacha, y prometo irme a otro bosque."

El Bosque, conmovido por su peticin, accedi al pedido y le dio, un pedazo de sus ramas. Pero, tan pronto como elLeadortuvo como nueva su hacha, empez a talar todos los rboles.

El Bosque, muy indignado le habl alHombre:

"Insensato, as agradeces el bien que te hice?. Has hecho de mi favor un instrumento de exterminio para nosotros!"

Moraleja: El hombre ingrato devuelve mal por bien.

EL LEN Y LOS CUATRO BUEYESCierta vez,cuatro Bueyespastaban en los alrededores de un prado, y como se llevaban tan bien, se juraroneterna amistad, hasta que de pronto, unhambriento Lenapareci, y los atac, pero estos buenos amigos se defendieron mutuamente e hicieron huir a la fiera hambrienta.

ElLen, not que tan bien unidos estaban estos amigos, y buscando la manera de cmo separarlos para comrselos, planeenemistarlosentre ellos mismos. As que busc a cada uno de ellos por separado y les dijo, que sus demsamigos Bueyes, hablaban cosas muy feas a espaldas de l. LosBueyesal orlo, se molestaron mucho entre ellos, hasta el punto en queterminaron su amistad para siempre, y por ultimo, se alejaron uno del otro.

ElLen, vindolos ya enemistados y separados, empez a cazarlos y a devorarlos uno por uno. El ltimoBueyantes de morir dijo:

"Que tontos hemos sido!, Por creer las cosas que dijo el enemigo, nos desunieron y fuimos presa fcil para l."

Moraleja: La unin hace la fuerza, y la discordia debilita

EL JILGUERO TMIDOUna vez, haba unJilguero tmidoque no cantaba. Cuando las dems aves le preguntaban por qu no cantaba, siempre responda:

"Jams cantare para ser objeto de burla."

Un da, se acerc unPericoalJilguero, y le dijo:

"No tienes por qu temer amigoJilguero. Canta y vers que nadie se reir."

Pero elJilguerosegua sin cantar nada. Al poco rato se le acerc una Cotorra, y le dijo:

"AmigoJilguero, una vez te o cantar en el bosque, y tus cantos me encantaron. Dime, por qu no cantas ahora?."

ElJilguerosigui sin responder nada. Mas rato, se le acerc unRuiseor, y con gran entusiasmo, empez a entonar su bellos cantos. Pero, al notar la apata delJilguero, pregunt:

"AmigoJilguero, por qu no me acompaas en el canto?, seriamos un gran do."

ElJilguerotmidamente confes sus temores alRuiseor, y este le respondi:

"Bueno. Cantes bien o mal, es asunto tuyo. Sin embargo, si no cantas ni para ti mismo, no eres unJilguero, ni eres nada."

Moraleja: Quien no dice lo que quiere, llega a viejo y tonto muere.LA VIUDA Y SU OVEJACierta vez, una pobreViudaque tena una nicaOveja, decidi que ya era hora de trasquilarla, y deseando tomar su lana de la manera ms econmica, decidi trasquilarla ella misma. Sin embargo, usaba la herramienta de tan mala forma, que junto con la lana, le hacia dao a laOveja.

LaOveja, muy molesta y con dolor, le dijo:

"Por qu me maltratas asAma? En que te puede beneficiar el agregar a la lanami sangre?. Si quieres mi carne, llama alCarniceroquien me matar al instante para que no sufra, pero si deseas mi lana, ah est elEsquilador, quien quitar mi lana sin herirme."

Moraleja: Antes de ejercer una actividad, preprate y entrnate adecuadamente para ejecutarla bien.EL ASNO VESTIDO CON LA PIEL DEL LENCierta vez, unAsnoencontr la piel de unLen, se la puso y empez a ir por el bosque divirtindose asustando a cualquier animal que se encontraba en su camino. hasta que de pronto, encontr a unaZorra, y como era de desperar, elAsnotrat de asustarla, pero laZorrani ms bien oy la voz delAsno, dijo:

"Quizs tambin me hubiera asustado,si no hubieras rebuznado."

Moraleja: Al mejor falsificador siempre le sale algn errorEL LOBO ORGULLOSO DE SU SOMBRA, Y EL LENCierto da, unLobopaseaba por lugares solitarios a la hora en que el sol se pona en el horizonte. Y viendo su colosal sombra, bellamente alargada se dijo:

"Cmo me va a asustar elLencon semejante talla que tengo?. Con mistreinta metros de largo, fcilmente me convertirme en elRey de los animales."

Mientras segua soando orgullosamente el Lobo, un poderosoLenlo atrap, y comenz a devorarlo. ElLobo, cambiando de opinin y en sus ultimas palabras, se dijo:

"Que insensato fui. Gracias a mi vanidad, me gane una cruel desgracia."

Moraleja: Jams valores tus virtudes por la apariencia con que las ven tus ojos, pues fcilmente te engaars.EL LOBO HARTO Y LA OVEJACierta vez, unLobo, harto de comida y ya sin hambre, vio a unaOveja tendida en el suelo. Al acercarse, se dio cuenta de que se haba desmayado de terror, y tras despertarla ytranquilizarla, le prometi dejarla ir si le deca tres verdades.LaOvejaacept y dijo:

"Laprimeraverdad, es que preferira no haberte encontrado. Lasegunda, que como ya lo encontr, hubiera preferido haberlo encontrarlo ciego. Y latercera, ojal todos loslobos malvados, murieran de mala muerte, ya que sin haber recibido mal alguno de nosotras, nos dan una guerra cruel."

ElLobo, reconoci la realidad de aquellas verdades, y sin ms que decir a laOveja, la dej ir.

Moraleja: Camina siempre soportado en la verdad, y ella te abrir los caminos del xito, an entre adversarios.

EL LOBO, Y EL CABRITO ENCERRADOCierta vez, unCabrito, estaba tranquilamente en la cmoda seguridad de su corral, hasta que de pronto, vio pasar a unLobo, y aprovechando su estado, empez a molestar incansablemente alLobo. ElLobomuy molesto e impotente dijo:

"Insensato! s que no eres t quien me est insultando, sino el sitio en el que te encuentras."

Moraleja: Muy a menudo, no es el valor, sino la ocasin y el lugar, quienes proveen el enfrentamiento arrogante ante los poderosos.EL HOMBRE Y EL LENEn una ocasin, caminaban juntos unHombrey unLen, hablando y elogindose a s mismos con exageracin sus fortalezas. Ms adelante en su camino, encontraron unaestatua de piedraque representaba a unhombre estrangulando a un len. ElHombreorgulloso, mostr a la fiera dicha estatua, y le dijo:

"Ya ves amigoLen?. LosHombressomos ms poderosos que ustedes losLeones."

ElLensonriendo respondi:

"Si losLeonessupiramos hacer estatuas, tambin veras a tus semejantes bajo las garras de unLen."

Moraleja: Muchos presumen con palabras, mas luego la experiencia los ridiculiza.LA GATA Y LOS RATONESUna vez, en unacasa abandonada, se acerc unacolonia ratonil, y encontrndola cmoda, decidieron establecerse en ella. Estos visitantes felices por el nuevo hogar y lagenerosa comida, no se percataron de la presencia de unaGata, que sin pensarlo dos veces, fue engullendo de inmediato, a los nuevos huspedes uno a uno.

Los pocosRatonesque se salvaron, se ocultaron en sus escondites temiendo que esta voraz enemiga los atrape.La Gataal ver que no los poda atrapar, ide una manera para poder atraparlos. As que se subi a un madero elevado, y colgndose de este,fingi estar muerta. LosRatonesal verla en esa postura "ridcula", le dijeron:

"Oiga seora Gata! aunque fuese usted un saco, igual no nos acercaramos!"

Moraleja: Quien ha sufrido un revs, que no lo sufra por segunda vez.

La fbulaEs una composicin literaria breve, en la que los personajes son animales o cosas que casi siempre presentan caractersticas humanas como el hablar. Estas historias concluyen con una enseanza o moraleja de carcter instructivo, que suele figurar al final del texto.