DIRECCIÓN DE ARTE Y CULTURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NAYARIT

EVENTO DE DANZA: Programa de día de muertos "RECUERDOS INOLVIDABLES... VIVENCIAS EN EL MICTLÁN" 

Semestre: Agosto- Diciembre

Introducción

Esta presentación es un programa especial de día de muertos tradición de un pueblo, la cual comienza en Mictlán en la mitología mexica o nahua, que se puede considerar representativa de Mesoamérica, era uno de los posibles recintos postmortem. Al Mictlán llegaban todos los muertos, sin distinción de posición social, es decir, el grueso de la población, siempre que fallecieran por causas consideradas como "naturales". Es por eso que lleva el nombre de “recuerdos inolvidables... vivencias en el Mictlán" Se presentaron algunos bailes de antaño, lloronas, calaveritas rancheras, la boda y el retorno al Mictlán.

La historia comienza cuando todos los muertos, están sin poderse mover pues llevan años dormidos, siempre se cree que en fechas de día de muertos, ellos pueden regresar, y la muerte comienza a despertar a todos, y lentamente comienzan a moverse, comenzando así la fiesta y llevando a cabo algunos de sus bailes de antaño favoritos, de ahí comienzan los bailes de las lloronas, a las lloronas se les hace mención a estas mujeres desde la más remota antigüedad. Para expresar de un modo más enérgico la desolación que debía causar al pueblo judío la devastación de Judea, el profeta Jeremías dice que el Dios de Israel mandó a su pueblo a hacer venir lloronas que él designa bajo el nombre de lamentatrices. Este uso del pueblo hebreo pasó a otras naciones y sobre todas, se conservó entre los griegos y romanos. Estos últimos daban el nombre de praefica a la principal de cada comitiva de lloronas porque era ella la que presidía las

lamentaciones y la que daba a sus compañeras el tono de tristeza que convenía según la clase del difunto.

Las lloronas iban cubiertas con un velo y llevaban un vaso en que recogían las lágrimas que derramaban. Estos vasos llamados lacrimatorios se encerraban con mucho cuidado dentro de la urna donde se depositaban las cenizas del difunto. Como no se alquilaban lloronas sino para los entierros de los ricos, por esto no se metían en los vasos lacrimatorios en las urnas de los pobres para demostrar a la posteridad que ninguna persona había llorado en muerte en sus funerales.

Después las calaveritas se vuelven rancheras, presentando cuadros de séptimo y Jalisco.

Por último la boda de los muertos, ahí todos comienzan a presenciar el acto de unión, posterior se baila el vals y comienza una fiesta hasta que el tiempo se agota y se llega la hora de regresar a Mictlán, tal y como comenzó los muertos

van perdiendo movilidad hasta que vuelven a dormirse.