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UNIVERSIDAD PONTIFICIA COMILLAS ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA (ICAI) INGENIERÍA INDUSTRIAL PROYECTO FIN DE CARRERA EVALUACIÓN DE LA SOSTENIBILIDAD DEL MODELO ENERGÉTICO MUNDIAL. RECURSOS DE URANIO Y COMBUSTIBLES FÓSILES. Alberto Rubio Martínez MADRID, junio de 2007

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UNIVERSIDAD PONTIFICIA COMILLAS

ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA (ICAI)

INGENIERÍA INDUSTRIAL

PROYECTO FIN DE CARRERA

EVALUACIÓN DE LA

SOSTENIBILIDAD DEL MODELO

ENERGÉTICO MUNDIAL.

RECURSOS DE URANIO Y

COMBUSTIBLES FÓSILES.

Alberto Rubio Martínez

MADRID, junio de 2007

Autorizada la entrega del proyecto al alumno:

Alberto Rubio Martínez

EL DIRECTOR DEL PROYECTO

José Ignacio Pérez Arriaga

Fdo: Fecha:

Vº Bº del Coordinador de Proyectos

José Ignacio Linares Hurtado

Fdo: Fecha:

Resumen iii

Resumen

El concepto de “desarrollo sostenible” fue formulado explícitamente en el informe

presentado por la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas en

1987 (Informe Brundtland), como el “desarrollo que satisface las necesidades del

presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus

propias necesidades”. El desarrollo sostenible descansa sobre la aceptación de que el

desarrollo es posible y necesario, de que debe hacerse sostenible, perdurable y viable

en el tiempo, y de que la sostenibilidad debe ser triple: económica, social y ambiental.

Actualmente son tres los factores que condicionan la sostenibilidad de nuestro

modelo energético: la disponibilidad de recursos para hacer frente a la demanda de

energía, el impacto ambiental ocasionado por los medios utilizados para su suministro

y consumo y la enorme falta de equidad en el acceso, imprescindible para el desarrollo

humano.

El proyecto “Evaluación de la sostenibilidad del modelo energético mundial”, es

continuación de una línea de investigación en torno a la sostenibilidad energética

dentro de la Cátedra BP de desarrollo sostenible. El proyecto completo está dividido en

tres partes diferentes que son: Demanda, Suministro, y Reservas.

Este proyecto se centra en la evaluación de las reservas de energía, y mas

concretamente, en la evaluación de las reservas de uranio y combustibles fósiles

existentes a nivel global. A partir de los documentos más reconocidos por parte de toda

Resumen iv

la comunidad científica, se ha realizado un análisis detallado de las reservas y recursos

disponibles de petróleo, gas, carbón y uranio. A partir de este análisis se ha

desarrollado un modelo con el fin de dar una estimación de la evolución del las

reservas y el precio de los distintos recursos durante el periodo 2001 a 2100.

En primer lugar, se expone a modo de introducción, la problemática a la que debe

hacer frente la sociedad para garantizar la sostenibilidad energética, así como las

posibles vías de solución para ello.

A continuación, se evalúan en detalle las reservas, recursos, producción, consumo y

precio del petróleo. Este análisis del estado actual, junto con las predicciones descritas

por agencias, como la AIE ó las Naciones Unidas, de demanda y reservas finalmente

recuperables, constituye el punto de partida para elaboración del modelo. Dicho

modelo incorpora la cobertura de la demanda con recursos, tanto convencionales como

no convencionales, y permite valorar, hasta el año 2100, la evolución de las reservas y

de la producción de dichos recursos. Así mismo se evalúa el impacto ambiental

ocasionado por la extracción, transporte y refino del petróleo, cuantificando las

emisiones de CO2 derivadas.

Esto permite llegar a la conclusión de que si se cumple la tendencia del consumo

descrita por la AIE, el máximo en la producción de petróleo se alcanzará alrededor del

año 2020, si las últimas reservas finalmente recuperables ascienden a 3.000 Gb.

Además, podemos observar que, suponiendo un crecimiento constante hasta final de

siglo, aproximadamente 35 GTep, lo que es equivalente a 250 Gb, no han podido ser

suministrados. Esto es debido a que la demanda crece más rápidamente que la

capacidad de producción, lo que alrededor del año 2044, supone un déficit en el

suministro de petróleo. Por otro lado, sí podemos afirmar, a la vista de los resultados

obtenidos, que se acerca el fin del petróleo barato tal y como lo conocemos hoy día.

Del mismo modo, se realiza un estudio sobre la situación actual del gas natural y

sus perspectivas, para incorporarlo al modelo global de reservas. En este caso sólo se

han tenido en cuenta los recursos no convencionales de gas metano contenido en los

yacimientos de carbón. El resto de recursos no convencionales no se han tenido en

consideración por estar aún en fase de investigación y no resultar económicamente

competitivos. Los resultados obtenidos estiman la variación de las reservas,

producción y demanda hasta el año 2100. No se considera, en éste caso, el impacto

Resumen v

medioambiental derivado de la explotación del gas natural, debido a que el grueso de

las emisiones deriva de la construcción de infraestructuras que no son objeto de

estudio de este proyecto.

Con la demanda estimada por la AIE, y suponiendo un crecimiento del 1% anual

hasta final de siglo, las reservas de gas natural se agotan a mediados del presente siglo.

La cantidad de gas natural deficitaria asciende a 200 Gtep. Ésta es una cifra alarmante,

pero hay que tener en cuenta, que los recursos no convencionales de gas son enormes y

que aquí solo hemos tenido en cuenta el gas metano contenido en los yacimientos de

carbón que representa únicamente el 5% de las reservas probadas actuales.

El capitulo siguiente se dedica al carbón. En él se contrasta la información recogida

en diversos estudios acerca de las posibilidades que ofrece en el presente, y el potencial

futuro de este combustible en el contexto energético. Estos informes ponen de

manifiesto que la utilización del carbón no estará tan condicionada por sus reservas

como por las emisiones asociadas a su consumo. Por ello, se hace una revisión de las

tecnologías que podrían paliar el impacto ambiental.

Con un crecimiento estimado de la demanda anual del 1,8% entre 2004 y 2030, y

suponiendo un crecimiento del 1% a partir del 2030 hasta el final del periodo de

estudio, obtenemos, a partir de las simulaciones, que las reservas de de carbón

descienden a un tercio de las actuales.

Finalmente, una vez evaluados los combustibles fósiles, el capitulo 5 se centra en la

energía nuclear y la evaluación de los recursos de uranio. Su desarrollo futuro no

depende tanto de la disponibilidad de recursos, sino de factores como la aceptación

social, el tratamiento de residuos ó la proliferación de armas nucleares. Teniendo en

cuenta la totalidad de los reservas actualmente disponibles, y suponiendo un

crecimiento anual de la demanda del 1%, obtenemos que las reservas disminuyen a

aproximadamente a la mitad de las actuales.

Este proyecto persigue ofrecer una visión del panorama actual y futuro para las

energías de origen fósil y nuclear, anticipando posibles situaciones a las que se podría

llegar si el patrón de consumo energético mundial no se modifica, lo que afectaría

claramente al concepto de sostenibilidad, por sus implicaciones económicas, sociales y

ambientales.

Summary vi

Summary

The World Commission on Environment and Development in 1987 stated the

concept of sustainable development in the “Brundtland” report. This statement

proposes “a development that meets the needs of the present without compromising

the capability of future generations to meet their own needs”. The sustainable

development is based on the fact that development is possible and necessary. It must

be done sustainable, lasting and viable in time. Sustainability must also be triple:

economic, social and environmental

Nowadays there are three factors that driven the sustainability of our energetic

model: the availability of resources to face the demand of energy, the environmental

impact caused by the means used for its provision and consumption, and the

enormous lack of fairness in the access to this essential element for human

development

The project “Sustainability evaluation of the world’s energetic model” is a further

step on the investigation on the energetic sustainability. This project makes part on the

BP Catedra of sustainable development. The project is divided in three sections:

Demand, Provision and Reserves

This project concentrates on the evaluation of the energetic reserves. More precisely

is concentrating on the evaluation of the uranium reserves and fossil carburant that

actually exists on the globe.

Starting from the most recognized documents of the scientific community, we have

realized a detailed analysis of the oil, gas, coal and uranium reserves and resources

Summary vii

available. Once this analysis done, we have developed a model with the goal of

provide an estimation of the reserves evolution and the price of the different resources

during the period 2001 to 2100.

Firstly, as introduction, we will expose the problematic to which the humanity has

to face up to for guarantee the energetic sustainability as well as the possibilities of

solution for the problem.

Then we will evaluate in detail the reserves, resources, production, consumption

and the oil price. This analysis of the current situation as well as the forecast predicted

by agencies like AIE or United Nations for demand exploitable potential reserves are

the basis for the confection of the model. The model will incorporate the covering of

the demand with conventional and non-conventional resources. It will also allow to

evaluate the evolution of the reserves and the production of the resources up to year

2100. In the same way we will assess the environmental impact by quantifying the CO2

emissions caused by the extraction, transport and refinery of the Oil.

This analysis brings us to the conclusion that if the consumption tendencies

described by the AIE are confirmed, the maximum pick on the oil production will be

attend by year 2020 (in case the last recoverable reserves raise to 3000 Gb).

Then we can observe that if we maintain the actual up to the end of the century

approximately 35 Gtep, which is equal to 250GB, will not be able to be supplied. The

demand will be growing faster than the production capability. By year 2044 we will

have a deficit for the oil supply. Having a look to this results we ca affirm that actual

era of cheap oil is arriving to its end.

We have also realized a study of the current situation of the Gas resource and its

future perspectives. The Gas has been also taken into consideration on the global

model of reserves. For this case we have just consider not conventional resources of

methane Gas coming from the coal beds. The rest of the non-conventional resources of

methane gas have not been retained for the model because the still are under

investigation phase and economically are not competitive. The obtained results reflect

the variation on the reserves, production and demand up to year 2100. We are not

taking into consideration for this case, the ecological impact of the natural gas

exploitation, because the biggest portion of the CO2 emissions comes from the

construction of the facilities, which are out of scope for this project.

Summary viii

Conform to the demand estimated by AIE and assuming a 1% annual growth up to the

end of the century, the reserves of natural gas will be finish by the mid of the current

century. The deficiency quantity of natural gas attains the 200 Gtep. This fact is really

alarming, but we have to take into consideration that the non-conventional Gas

resources are huge. We are just analyzing the methane gas coming from the coal beds,

which only represents the 5% of the actual proven reserves. .

The following chapter is dedicated to Coal. Diverse studies about the possibilities

that offer in the present, and the future potential of this fuel in the power context have

been collected. This reports show that the use of the Coal is not so conditioned by its

reserves as by the emissions associated to its consumption. For that reason, it is

necessary to make a revision of the technologies that could palliate the environmental

impact.

If we establish the average demand at 1.8% annual increase between 2004 and 2030 and

we assume then a 1% increase from 2030 up to the end of the period for the study we

obtain from the simulations that the reserves will be reduce to the third of the current

ones.

Finally, once fossil fuels are studied, the Chapter 5 will be is centered in the nuclear

energy and on the evaluation of the uranium resources. Its future development will not

depend on the availability of the resources but more on the social acceptance, the waste

management and proliferation of nuclear weapons. Taking into consideration that the

totality of the reserves currently available and assuming an annual growth of the

demand of 1%, we obtain that the actual reserves will be reduced approximately by

50%.

This project persecuted to offer a vision of the present and future of fossil and

nuclear energies, anticipating possible situations at which it would be possible to arrive

if the pattern of world-wide consumption power is not modified, and that would affect

clearly the sustainability concept, by their economic, social and environmental

implications.

Índice ix

Índice

1 INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 2

1.1 Energía y desarrollo sostenible......................................................................... 2

1.1.1 La problemática energética 2 1.1.2 El desarrollo sostenible 3

1.2 Los condicionantes de la sostenibilidad energética ...................................... 4

1.2.1 La seguridad del abastecimiento energético: los recursos disponibles 5 1.2.2 El impacto ambiental de la producción y consumo de energía 8 1.2.3 Energía para todos 12

1.3 Hacia la sostenibilidad energética ................................................................. 16

1.3.1 Patrones de consumo y ahorro energético 18 1.3.2 Las fuentes renovables de energía 20 1.3.3 El desarrollo tecnológico 21 1.3.4 Las medidas económicas y regulatorias 25 1.3.5 Educación y concienciación 28

1.4 Objetivos y conclusiones ................................................................................. 29

2 EL PETRÓLEO .................................................................................................................................. 33

2.1 Historia y características del petróleo ........................................................... 33

2.1.1 Historia del petróleo 33 2.1.2 Características del petróleo 35

2.2 La situación actual del petróleo...................................................................... 37

2.2.1 Recursos y reservas 37 2.2.1.1 Definiciones ............................................................................................................................. 37 2.2.1.2 Reservas probadas de petróleo.............................................................................................. 38 2.2.1.3 La problemática de las reservas ............................................................................................ 39

2.2.2 Producción de petróleo convencional 41 2.2.3 Capacidad de producción 46 2.2.4 Demanda de petróleo 50 2.2.5 El precio del petróleo 53 2.2.6 Emisiones de CO2 y gasto energético asociado a los procesos de extracción,

transporte y refino del crudo 55

2.3 Perspectivas del petróleo................................................................................. 56

2.3.1 El petróleo no convencional 56 2.3.1.1 Las arenas bituminosas .......................................................................................................... 57 2.3.1.2 Crudo ultrapesado .................................................................................................................. 62

Índice x

2.3.1.3 Pizarras Bituminosas .............................................................................................................. 62 2.3.1.4 Otros petróleos no convencionales ....................................................................................... 63

2.4 Inversiones en el sector petrolero .................................................................. 64

3 EL GAS NATURAL.......................................................................................................................... 69

3.1 Historia y características del gas natural ...................................................... 69

3.1.1 Historia del gas natural 69 3.1.2 Características del gas natural 70

3.2 La situación actual del gas natural................................................................. 70

3.2.1 Reservas de gas natural 71 3.2.2 La producción de gas natural 73 3.2.3 La demanda de gas natural 76 3.2.4 El precio del gas natural 78 3.2.5 Emisiones de CO2 y gasto energético derivado de la extracción y transporte del gas

natural 79

3.3 Perspectivas del gas natural............................................................................ 80

3.3.1 Gas natural no convencional 80

4 EL CARBÓN ...................................................................................................................................... 85

4.1 Historia y características del carbón .............................................................. 85

4.1.1 Historia del carbón 85 4.1.2 Características del carbón 87

4.2 La situación actual del carbón ........................................................................ 88

4.2.1 Reservas de carbón 88 4.2.2 Producción de carbón 89 4.2.3 Demanda de carbón 90 4.2.4 Precio del carbón 92

4.3 Perspectivas del carbón ................................................................................... 94

4.3.1 Centrales actuales 94 4.3.2 Empleo de tecnologías avanzadas 95

4.3.2.1 Combustión en lecho fluidizado ........................................................................................... 95 4.3.2.2 Centrales con tecnologías supercríticas y ultrasupercríticas ............................................. 95 4.3.2.3 Gasificación integrada en ciclo combinado (IGCC) ............................................................ 96

4.3.3 Captura y almacenamiento de CO2 96 4.3.3.1 Tecnologías de captura de CO2............................................................................................. 97 4.3.3.2 Transporte e inyección del CO2 ............................................................................................ 99

5 LA ENERGÍA NUCLEAR Y EL URANIO.................................................................................. 103

5.1 Historia y origen de la energía nuclear ....................................................... 104

Índice xi

5.2 Trasfondo de la energía nuclear ................................................................... 106

5.3 El ciclo del combustible nuclear ................................................................... 109

5.3.1 El ciclo de combustible abierto 109 5.3.2 El ciclo de combustible cerrado: Reactor térmico breeder 110 5.3.3 Ciclo de combustible cerrado: Reactor rápido breeder 112

5.4 Emisiones de CO2 asociadas a la energía nuclear ..................................... 115

5.5 Costes energéticos para la obtención del combustible nuclear ............... 120

5.5.1 Gasto de energía en la minería y molienda 120 5.5.2 Requerimientos de energía para la transformación del U3O8 en UF6 121 5.5.3 Enriquecimiento 121 5.5.4 Fabricación del elemento combustible 122

5.6 Recursos nucleares ......................................................................................... 122

5.6.1 Reservas de uranio 122

5.7 Producción de Uranio .................................................................................... 125

5.8 El precio del uranio ........................................................................................ 129

5.9 Perspectivas..................................................................................................... 130

5.10 Viabilidad de la energía nuclear .................................................................. 132

6 MODELADO DE LAS RESERVAS............................................................................................. 135

6.1 Reservas de petróleo ...................................................................................... 135

6.1.1 Petróleo no convencional 137 6.1.2 Precio del petróleo 139 6.1.3 Emisiones de CO2 y gasto energético 141

6.2 Reservas de gas natural ................................................................................. 141

6.3 Reservas de carbón......................................................................................... 144

6.4 Reservas de uranio ......................................................................................... 144

6.5 Resultados ....................................................................................................... 145

6.5.1 Modelo mundial 145 6.5.2 Modelo de reservas 156

7 EL MODELO ENERGÉTICO MUNDIAL ................................................................................. 169

7.1 Introducción .................................................................................................... 169

7.2 Modelo de demanda ...................................................................................... 170

7.3 Modelo de suministro.................................................................................... 175

7.4 Modelo de reservas ........................................................................................ 182 7.4.1.1 Reservas de petróleo ............................................................................................................. 182

Índice xii

7.4.1.2 Petróleo no convencional ..................................................................................................... 184 7.4.1.3 Precio del petróleo ................................................................................................................ 186 7.4.1.4 Emisiones de CO2 y gasto energético................................................................................. 188

7.4.2 Reservas de gas natural 189 7.4.3 Reservas de carbón 191 7.4.4 Reservas de uranio 192

8 BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................................. 195

8.1 Referencias:...................................................................................................... 195

8.2 Páginas Web de interés:................................................................................. 197

Introducción xiii

Índice de Figuras

Figura 1. Las tres dimensiones del desarrollo sostenible. Fuente propia .......................................... 3 Figura 2. Demanda mundial de energía primaria en el 2002.Fuente: WEO 2004............................. 6 Figura 3. Evolución de las emisiones globales de CO2 según los diferentes sectores. Fuente:

IPCC 2006........................................................................................................................................ 8 Figura 4. El efecto invernadero. Fuente: United Status Environmental Agency, Washington

1995 .................................................................................................................................................. 9 Figura 5.Evolución de las emisiones globales de los principales gases de efecto invernadero.

Fuente: IPCC 2006 ........................................................................................................................ 10 Figura 6. Evolución de la temperatura media global. Fuente: Instituto Nacional de

Estadística ..................................................................................................................................... 11 Figura 7. Relación de la variación entre CO2, energía y PIB. Fuente: IPCC 2006........................... 15 Figura 8. Relación entre el precio del petróleo y los presupuestos en I+D ..................................... 25 Figura 9. Publicidad de la campaña “Tu controlas el cambio climático”. Fuente:

www.ec.europa.eu ....................................................................................................................... 29 Figura 10. Evolución del precio del petróleo en dólares. Fuente: BP statistical review 2006........ 35 Figura 11. Reservas probadas en miles de millones de barriles. Fuente: BP statistical review

2006 ................................................................................................................................................ 38 Figura 12. Las 20 mayores reservas de petróleo el mundo. Fuente: WEO 2006 ............................. 39 Figura 13. Producción mundial de petróleo en función de las diferentes fuentes. Fuente:

WEO 2006...................................................................................................................................... 44 Figura 14. Producción de los países no miembros de la OPEP de petróleo convencional y gas

natural liquido. Fuente: WEO 2006 ........................................................................................... 45 Figura 15. Evolución de los descubrimientos de yacimientos de petróleo en miles de millones

de barriles. Fuente: Colin Campbell 2002 ................................................................................. 47 Figura 16. Curva de Hubbert para la producción mundial de petróleo. Fuente: Hubbert, 1974 . 48 Figura 17. Consumo de petróleo per capita en toneladas. Fuente: BP statistical review 2006 ..... 51 Figura 18. Consumo de petróleo por regiones en millones de barriles diarios. Fuente: BP

statistical review 2006.................................................................................................................. 52 Figura 19. Porcentaje de emisiones de CO2 durante las diferentes fases del ciclo de vida del

crudo. Fuente: COSMO OIL GROUP........................................................................................ 55 Figura 20. Situación de los depósitos de arenas bituminosas en la provincia de Alberta

(Canadá). Fuente: Utilities energy ............................................................................................. 57 Figura 21. Los principales proyectos de Canadá para la explotación de las arenas

bituminosas y su capacidad de producción. Fuente: WEO 2006........................................... 59

Índice de Figuras xiv

Figura 22. Ingresos provenientes de la industria de las arenas bituminosas. Fuente: Utilities

energy ............................................................................................................................................ 60 Figura 23. Relación entre la producción de crudo no convencional y el consumo de gas.

Fuente: WEO 2006........................................................................................................................ 61 Figura 24. Inversiones acumuladas por actividad durante el periodo 2005-2030. Fuente: WEO

2006 ................................................................................................................................................ 65 Figura 25. Distribución de las reservas probadas de gas (Tm3/% del total mundial).Fuente:

Cédigaz.......................................................................................................................................... 71 Figura 26. Evolución de la producción de gas por zonas geográficas de 2004 a 2030. Fuente:

WEO 2006...................................................................................................................................... 75 Figura 27. Evolución de los precios de los diferentes mercados de gas natural. Fuente: WETO

2005 ................................................................................................................................................ 79 Figura 28.Distribución de reservas de metano en yacimientos de carbón .Fuente: BGR .............. 80 Figura 29. Distribución de reservas de metano en yacimientos de carbón .Fuente: BGR ............. 81 Figura 30.Distribución mundial de las reservas de tight gas. Fuente: BGR .................................... 81 Figura 31.Evolución de los costes de explotación del gas natural convencional y tight gas.

Fuente: BGR .................................................................................................................................. 82 Figura 32. Localización de los hidratos de gas. Fuente: BGR............................................................ 83 Figura 33. Duración estimada de las reservas y recursos de gas natural convencional y no

convencional. Fuente: BGR......................................................................................................... 83 Figura 34. Distribución por países de las reservas de carbón. Fuente: BP statistical review

2006 ................................................................................................................................................ 88 Figura 35. Distribución por regiones de las reservas de carbón. Fuente: BP statistical review

2006 ................................................................................................................................................ 89 Figura 36. Producción de carbón por regiones en% en 2005. Fuente: BP statistical review 2006. 90 Figura 37. Consumo de carbón por regiones en %a finales de 2005. Fuente: BP statistical

review 2006 ................................................................................................................................... 92 Figura 38. IGCC con captura pre-combustión de CO2. Fuente: IEA Greenhouse Gas R&D

programme, 2001......................................................................................................................... 98 Figura 39. Proceso de Fisión y Fusión. Fuente: Enciclopedia Encarta 2006................................... 103 Figura 40. Ciclo de combustible abierto. Fuente: The future of nuclear power, MIT ................. 110 Figura 41. Ciclo de combustible cerrado con reutilización del plutonio o MOX. Fuente: The

future of nuclear power, MIT ................................................................................................... 111 Figura 42. Ciclo de combustible cerrado con reactor dedicado de reutilización de actínidos.

Fuente: The future of nuclear power, MIT. ............................................................................ 113 Figura 43. Comparación entre emisiones acumuladas de CO2 de una central nuclear y una

central térmica de gas natural para minerales blandos. Fuente: Stormvan Van Leewen

y Smith, 2005............................................................................................................................... 117

Introducción xv

Figura 44. Comparación entre emisiones acumuladas de CO2 de una central nuclear y una

central térmica de gas natural para minerales duros. Fuente Store Van Leeuwen y

Smith, 2005 .................................................................................................................................. 118 Figura 45. Comparación entre emisiones acumuladas de CO2 de una central nuclear al final

de su vida útil /24 años de carga completa) y una central térmica de gas natural.

Fuente: Storm Van Leeuwen y Smith, 2005. ........................................................................... 119 Figura 46. Distribución de las reservas de uranio en % cuyo coste de extracción es menor de

80$/Kg de U. Fuentre: Nuclear Energy Agency.................................................................... 124 Figura 47. Distribución de las reservas de uranio cuyo coste de extracción es menor de 130

$/Kg de U. Fuente: Nuclear Energy Agency ......................................................................... 124 Figura 48. Años de disponbilidad de recursos para varias tecnologías. Fuente: Nuclear

Energy Agency ........................................................................................................................... 127 Figura 49. La evolución del precio del uranio. Fuente: Uranium Exploration and

Development .............................................................................................................................. 129 Figura 50. Producción total de petróleo acumulada. Fuente: Elaboración propia ....................... 136 Figura 51. Capacidad de producción de petróleo no convencional. Fuente: Elaboración

propia........................................................................................................................................... 138 Figura 52. Evolución del precio del petróleo en $/Tep. Fuente: Elaboración propia .................. 139 Figura 53. Evolución del precio del los diferentes tipos de petróleo. Fuente: Elaboración

propia........................................................................................................................................... 140 Figura 54. Evolución del precio del gas natural. Fuente: Elaboración propia .............................. 143 Figura 55. Demanda de los distintos tipos de recursos en Tep. Fuente: Elaboración propia ..... 157 Figura 56. Esquema general del modelo mundial. ........................................................................... 169 Figura 57. Imagen del esquema demanda del modelo en Vensim................................................. 173 Figura 58. Resultados finales por sectores y por regiones ............................................................... 173 Figura 59. Intensidad energética por sectores en función del PIB [Medlock 2001] ...................... 175 Figura 60. Vista del módulo de suministro........................................................................................ 176 Figura 61. Producción total de petróleo acumulada. Fuente: Elaboración propia ....................... 183 Figura 62. Capacidad de producción de petróleo no convencional. Fuente: Elaboración

propia........................................................................................................................................... 185 Figura 63. Evolución del precio del petróleo en $/Tep. Fuente: Elaboración propia .................. 187 Figura 64. Evolución del precio del los diferentes tipos de petróleo. Fuente: Elaboración

propia........................................................................................................................................... 188 Figura 65. Evolución del precio del gas natural. Fuente: Elaboración propia .............................. 191

Índice de Tablas xvi

Índice de Tablas

Tabla 1. Los mayores consumidores de energía en 2003. Fuente BP, 2004; Population

Referente Bureau, 2004. ............................................................................................................... 13 Tabla 2. Producción mundial de los países no pertenecientes a la OPEP en millones de

barriles/dia. Fuente: WEO 2006................................................................................................. 42 Tabla 3. Producción mundial de los países pertenecientes a la OPEP en millones de

barriles/día. Fuente: WEO 2006................................................................................................. 43 Tabla 4. Emisiones de CO2 y gaste energético del ciclo de vida del petróleo. Fuente: COSMO

OIL GROUP .................................................................................................................................. 55 Tabla 5.Los principales productores de gas natural en el mundo (miles de millones de metros

cúbicos). Fuente: BP statistical review 2006.............................................................................. 74 Tabla 6. Los principales consumidores mundiales de gas natural. Fuente: BP statistical

review 2006 ................................................................................................................................... 77 Tabla 7. Consumo mundial de gas natural por regiones (en miles de millones de metros

cúbicos). Fuente: BP statistical review 2006.............................................................................. 78 Tabla 8. Clasificación de los carbones según materias volátiles. Fuente: Lermusiaux, 1961 ........ 87 Tabla 9. Los diez mayores consumidores de carbón a finales de 2005. Fuente: BP statistical

review 2006 ................................................................................................................................... 91 Tabla 10. Precio del carbón según los diferentes mercados. Fuente: BP statistical review 2006 .. 93 Tabla 11. Estimaciones sobre la evolución de los precios de los combustibles fósiles. Fuente:

Greenpeace: Revolución energética........................................................................................... 93 Tabla 12. Comparativa de los ciclos de combustible. Fuente: The future of nuclear

power,MIT .................................................................................................................................. 114 Tabla 13. Reservas probadas de uranio desglosadas en costes de extracción. Nuclear Energy

Agency......................................................................................................................................... 123 Tabla 14. Escenario de desarrollo de 1000 reactores de 1000 MWe de potencia. Fuente: The

Future of Nuclear Power........................................................................................................... 131

1Introducción

1 Introducción 2

1 Introducción

1.1 Energía y desarrollo sostenible

1.1.1 La problemática energética

La primera revolución industrial de principios de siglo XIX, que comenzó en el

Reino Unido y se expandió rápidamente por el resto del mundo, supuso un cambio

drástico en la sociedad y la economía de la época. En aquel tiempo la economía basada

en el trabajo manual fue remplazada por otra dominada por la industria. Las máquinas

se aplicaron a los transportes y a la comunicación, iniciando una enorme

transformación que dio lugar al nacimiento de las sociedades modernas basadas

principalmente en la energía. Por aquel entonces el mal y abusivo uso de las diferentes

fuentes de energía no era considerado un problema.

Desde entonces hasta hace bien poco tiempo los ciudadanos apenas nos

preguntábamos si la energía era un recurso caro o barato, si en algún momento se

podría agotar y si la producción y transporte de la energía suponía algún problema

medioambiental. La crisis del petróleo de 1973, a raíz de la decisión de la Organización

de los Países Exportadores de Petróleo Árabes (OAPEC) anunciando que no

exportarían mas petróleo a los países que habían dado su apoyo a Israel durante la

guerra del Yom Kippur, hizo tambalear la economía mundial y por primera vez temer

por el suministro energético en todo el mundo.

La grave crisis del precio del petróleo de los años setenta y otros grandes desastres

como el accidente nuclear de Chernobil han hecho que la problemática energética y sus

consecuencias medioambientales tengan cada vez mas importancia entre la comunidad

científica, las sociedades y los medios de comunicación.

Afortunadamente, este cambio de perspectiva comienza a observarse en los

posicionamientos más recientes de la Unión Europea (UE). La UE esta comenzando a

asumir un cierto liderazgo mundial en sostenibilidad energética, ya sea en defensa y

puesta en practica del Protocolo de Kyoto, en la promoción de las emergías renovables

fijándose como objetivo cubrir un 12% del consumo bruto de energía en 2010 con

energía renovable, o en la propuesta de mecanismos para proporcionar acceso a la

1 Introducción 3

electricidad y agua potable a los que carecen de ella de acuerdo con la postura

defendida en la Cumbre de Desarrollo Sostenible de Johannesburgo de 1992.

1.1.2 El desarrollo sostenible

Empecemos por definir el concepto de “sostenibilidad” que es uno de los pilares de

este proyecto y entorno al cual gira toda la problemática energética.

La idea de “desarrollo sostenible” fue formulada explícitamente en el informe

presentado por la Comisión de Medio ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas en

1987, conocido como el informe Brundtland, como “el desarrollo que satisface las

necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones

para satisfacer sus propias necesidades”. El desarrollo sostenible descansa sobre la

aceptación de que le desarrollo es posible y necesario y de que debe de hacerse de

forma sostenible, perdurable y viable en el tiempo. La sostenibilidad debe de

contemplar tres dimensiones fundamentales: la económica, la social y la

medioambiental.

Figura 1. Las tres dimensiones del desarrollo sostenible. Fuente propia

La declaración de Río, adoptada en el seno de la famosa Conferencia de Naciones

Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en 1992 y ratificada 10 años mas tarde

1 Introducción 4

en la Cumbre de Johannesburgo, situó el desarrollo sostenible como un elemento

central y le otorgó una amplia trascendencia política, al establecerlo como marco

conceptual de orientación de políticas y estrategias para el progreso mundial. En la

actualidad el desarrollo sostenible puede considerarse como un verdadero principio

jurídico, que se va incorporando gradualmente en la legislación a todos los niveles.

Desde la perspectiva energética encontramos relaciones profundas y amplias con las

tres dimensiones de la sostenibildad. Es precisamente la producción y consumo de

energía, de manera que soporte el desarrollo humano sus dimensiones sociales,

económicas y medioambientales, lo que entendemos por desarrollo energético

sostenible. Los servicios que la energía proporciona contribuyen a satisfacer múltiples

necesidades básicas como el suministro de agua potable, la iluminación, la salud, la

capacidad de producir, transportar y procesar alimentos, la movilidad o el acceso a al

información, de forma que la disponibilidad de un cierto volumen de formas

avanzadas de emergía debería incluirse entro los derechos inalienables del ser humano

en el siglo XXI. La seguridad del abastecimiento energético y el precio de la energía son

factores cruciales para el desarrollo económico.

1.2 Los condicionantes de la sostenibilidad energética

Es unánime la opinión de las distintas organizaciones solventes que han examinado

la sostenibilidad del actual sistema energético mundial. Citemos por ejemplo el

Informe Mundial de la Energía, publicado conjuntamente en 2000 por el Consejo

Mundial de la Energía, el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas y le

Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, y que es un

texto clave de referencia en lo que concierne a una visión global de los aspectos de la

energía. Este documento es contundente al respecto y dice textualmente:

“Aunque no parece haber limites físicos en el suministro mundial de energía

durante al menos los próximos cincuenta años, el sistema energético actual es

insostenible por consideraciones de equidad así como por problemas

medioambientales, económicos y geopolíticos que tienen implicaciones a muy largo

plazo”.

Entre los aspectos de la falta de sostenibilidad deben incluirse los tres siguientes:

1 Introducción 5

• Los combustibles avanzados y la electricidad no son universalmente accesibles,

lo que constituye una desigualdad que tiene implicaciones morales, políticas y

prácticas en un mundo cada vez mas globalizado.

• El sistema energético actual no es lo suficientemente fiable o asequible

económicamente como para soportar un crecimiento económico generalizado.

La productividad de un tercio de la humanidad esta seriamente comprometida

por la falta de acceso a las formas avanzadas de energía y tal vez otro tercio

sufre penalidades económicas e inseguridad a causa de un suministro

energético poco fiable.

• Los impactos negativos, tanto a nivel local, como regional y global, de la

producción y del uso de la energía amenazan la salud y el bienestar de la

generación actual y de las futuras.

Son por tanto, tres los factores que condicionan la sostenibildad de nuestro modelo

energético: la disponibilidad de recursos para hacer frente a la demanda de energía, el

impacto ambiental ocasionado por los medios utilizados para su suministro y

consumo, y la enorme falta de equidad en el acceso a este elemento imprescindible

para el desarrollo humano en la actualidad.

1.2.1 La seguridad del abastecimiento energético: los recursos disponibles

Entendemos la “seguridad de abastecimiento” como sinónimo de disponibilidad de

toda la energía que se necesite a un precio asequible y durante un largo plazo para que

sea sostenible. Bajo una perspectiva mundial, parece que lo primero que nos debiera

preocupar es la existencia de suficientes reservas energéticas para hacer frente al

consumo esperado. Por “reservas” de una fuente determinada de energía

entenderemos aquellas cantidades que pueden estimarse con una certidumbre

razonable, que podrán recuperarse en el futuro a partir de depósitos conocidos y con la

tecnología y precios actuales. Por otro lado, los “recursos” incluyen las reservas

existentes más las que se estima que aún quedan por descubrir.

Actualmente, un 80% de la demanda global actual de energía de las actividades

humanas proviene de combustibles fósiles como el petróleo (36%), el carbón (23%) o le

gas natural (21%). La energía nuclear proporciona un 6%, las grandes centrales

1 Introducción 6

hidroeléctricas un 2%, las formas avanzadas de energías renovables, tales como solar,

eólica, minihidraulica o biomasa otro 2%, mientras que la utilización tradicional de

biomasa, forma principal de suministro energético de los 2000 millones de habitantes

menos desarrollados energéticamente, representa el 10% restante.

Figura 2. Demanda mundial de energía primaria en el 2002.Fuente: WEO 2004

Dos recientes estudios de prospectiva en el sector energético, el World Energy

Outlook de la Agencia Internacional de la Energía y el World Energy Technology and

Climate Policy Outlook de la Comisión Europea, coinciden básicamente en sus

proyecciones para el año 2030. Así, el reciente documento de la Comisión Europea:

Energía: Controlemos nuestra dependencia, afirma que “atendiendo a los

condicionantes geológicos, cabe prever que dentro de cincuenta años prácticamente ya

no habrá petróleo ni gas o, si los hay, su extracción será muy cara, sin punto de

comparación con los precios actuales. En otras palabras, hay cantidades limitadas de

estos recursos naturales y no hacemos más que dilapidarlas”.

Ambos dibujan un futuro en el que el consumo de energía crece inexorablemente,

los combustibles fósiles continúan dominando el suministro de energía y los países en

desarrollo se van aproximando rápidamente a los países de la OCDE en su consumo de

energía comercial.

Los dos estudios coinciden en que los recursos energéticos de la Tierra son sin duda

alguna adecuados para cubrir la demanda durante al menos las tres próximas décadas,

pero sus proyecciones plantean serias preocupaciones sobre la seguridad del

1 Introducción 7

suministro energético, la adecuación de las inversiones en infraestructuras energéticas,

la amenaza del deterioro medioambiental causada por la producción de energía y el

desigual acceso de la población mundial a las distintas formas avanzadas de la energía.

Según el estudio de la Agencia Internacional de la Energía, en 2030 todavía 1.400

millones de personas, lo que representa el 17% de la población mundial, seguiría sin

acceso a la electricidad, a pesar del aumento generalizado de la prosperidad y del

avance tecnológico. El estudio de la Comisión Europea señala que el declive en las

reservas convencionales de petróleo comenzará a partir de 2030, lo que no podrá ser

compensado totalmente por el aumento previsto de las reservas no convencionales,

esto es, las de un coste de extracción apreciablemente superior. En ambos estudios las

proyecciones han sido realizadas suponiendo que las políticas energéticas son las

mismas que existen a mediados de 2002.

Hay un escenario alternativo, en el que se han aplicado las políticas energéticas que

los países de la OCDE están actualmente considerando que podrían adoptar, así como

una más rápida implantación de nuevas tecnologías. En el escenario alternativo habría

una fuerte reducción de las emisiones de CO2 respecto al escenario de referencia,

aunque todavía sería insuficiente para cumplir con el Acuerdo de Kyoto. La mayoría

de la reducción sería debida a la disminución de la generación eléctrica convencional,

por el ahorro energético y un espectacular aumento de la producción con renovables.

Todos los estudios actuales apuntan a que la disponibilidad de los recursos

energéticos no parece que vaya a limitar la sostenibilidad del desarrollo humano

durante el presente siglo, la ONU, el Consejo Mundial de la Energía y la Agencia

Internacional de la Energía nos previenen de que el impacto ambiental de los procesos

actualmente empleados para producir la energía, utilizarla y tratar los residuos es

insostenible. En otras palabras, que lo más crítico no es cuándo se acabarían los

recursos energéticos disponibles, sino que no podemos permitirnos seguir

utilizándolos en la forma en que lo venimos haciendo, por el impacto medioambiental

que esto supone. Éste es el tema que a continuación abordamos.

1 Introducción 8

1.2.2 El impacto ambiental de la producción y consumo de energía

La existencia de impactos medioambientales antropogénicos en la producción y uso

de la energía se ha observado desde hace tiempo. La deforestación de muchas áreas o

la contaminación asociada a los procesos industriales son casos bien conocidos. Pero,

aunque graves, se trataba de impactos locales. En los últimos cien años los efectos

locales han pasado a ser amenazas globales. Es un hecho reciente el reconocimiento de

la asociación de la energía con problemas medioambientales de carácter global, que ya

afectan la salud humana y la calidad de vida, pero muy particularmente las de las

generaciones futuras. La utilización de combustibles fósiles, ya sea en pequeñas

instalaciones distribuidas, como es el caso del transporte, o en grandes instalaciones,

como las que generan electricidad, lleva asociado un considerable impacto ambiental.

Actualmente las emisiones de gases de efecto invernadero tienen su origen

principalmente en el suministro de energía.

Figura 3. Evolución de las emisiones globales de CO2 según los diferentes sectores. Fuente: IPCC 2006

La combustión de combustibles fósiles, en diverso grado según se trate de carbón,

petróleo o gas natural, ya que este último es significativamente menos contaminante,

da origen a emisiones a la atmósfera de óxidos de nitrógeno y dióxido de carbono.

Además el carbón y el petróleo dan lugar a óxidos de azufre y partículas en

suspensión. Todas estas sustancias pueden afectar seriamente a la salud de las

personas. Tampoco deben ignorarse los impactos que tienen lugar en el proceso de

extracción y de transporte de los combustibles. Los efectos sobre el medio ambiente

1 Introducción 9

ocurren a escala local, regional y global, aunque el impacto global más destacado de la

combustión de los combustibles fósiles es el efecto invernadero que da lugar al cambio

climático.

El cambio climático ciertamente no es la única amenaza global a la sostenibilidad

medioambiental, pero muchos coinciden en identificarle como la más importante. Su

magnitud, su complejidad y su relación directa con las actividades energéticas hacen

del cambio climático un caso paradigmático. La mayor o menor diligencia en la puesta

en práctica del Protocolo de Kyoto es un excelente indicador del compromiso de la

comunidad global, de cada país, e incluso de empresas y comunidades locales, con el

desarrollo sostenible.

Los gases de efecto invernadero, entre los que los más importantes son el vapor de

agua, el dióxido de carbono (CO2), el metano y el óxido nitroso, actúan de forma

semejante al cristal o el plástico en un invernadero: dejan pasar la luz del sol pero

retienen parte del calor que la Tierra emitiría, absorbiéndolo y radiándolo de nuevo a

la Tierra.

Figura 4. El efecto invernadero. Fuente: United Status Environmental Agency, Washington 1995

1 Introducción 10

El gas de efecto invernadero más importante de origen antropogénico es el CO2, que se

emite en la combustión de combustibles fósiles y de biomasa, lo que produce más CO2

que cualquier otra actividad humana.

Desde la Revolución Industrial hasta ahora la concentración de CO2 en la atmósfera

ha pasado de 280 ppmv a 360 ppmv y puede llegar a 750 ppmv a final del presente

siglo.

Figura 5.Evolución de las emisiones globales de los principales gases de efecto invernadero. Fuente: IPCC 2006

Las mejores estimaciones disponibles hasta la fecha indican que la temperatura

media puede aumentar entre 1,5 y 6 grados centígrados para el año 2100. Estabilizar la

concentración de CO2 en la atmósfera a cualquier nivel requeriría cortar las emisiones

de CO2 a la mitad de lo que son ahora, recordemos que el Protocolo de Kyoto sólo pide

una tímida reducción del 5,2% respecto al valor de 1990, y esto tendría que conseguirse

en las próximas décadas para que el nivel estable no superase en mucho al actual.

Aunque se consiga estabilizar la concentración de CO2, el aumento de temperatura y la

subida de nivel del mar continuarán durante cientos de años. La credibilidad de estas

afirmaciones parece fuera de toda duda razonable. Tal vez algunos piensen que una

subida de la temperatura en la superficie terrestre en unos pocos grados no es para

tanto. Los expertos de la ONU y del Consejo Mundial de la Energía nos previenen

contra esta actitud de complacencia. La variación de la temperatura media es sólo una

de las muchas manifestaciones del cambio climático, algunas de ellas de potencial

carácter catastrófico: patrones de precipitaciones, corrientes marinas y circulación

1 Introducción 11

atmosférica, productividad agrícola, ámbito de propagación de animales y de

enfermedades, e intensidad y frecuencia de condiciones climáticas extremas.

Figura 6. Evolución de la temperatura media global. Fuente: Instituto Nacional de Estadística

Nótese que un aumento en la temperatura media de, por ejemplo, 3 ºC, puede suponer

aumentos de más de tres veces este valor en determinadas regiones de la Tierra.

Otras formas de generación de electricidad no están exentas de impactos negativos

sobre el medio ambiente, aunque en grados muy diferentes. La generación

hidroeléctrica, aunque en general se considera como una de las formas más limpias de

producción de electricidad, tiene un significativo impacto ambiental y social. Otras

fuentes de energía renovables también tienen algunos impactos medioambientales

negativos: la eólica por el impacto sobre el territorio en la fase de montaje, su efecto

estético sobre el paisaje y la posible afección a algunas especies de aves, la biomasa por

la posible deforestación, y la fotovoltaica por la toxicidad de los productos empleados

en la fabricación de los elementos. Un caso especial es el de la energía nuclear, cuyo

rechazo en amplios sectores de la población de muchos países y sus dificultades

económicas han conducido a la práctica paralización de su expansión comercial en la

mayoría de estos países, pero que no produce emisiones de gases que contribuyan al

cambio climático. Por otro lado, las reservas de uranio, a partir del cual se fabrica el

combustible de las centrales nucleares son, como las de carbón, amplias y

suficientemente distribuidas, con las consiguientes implicaciones favorables sobre la

garantía de suministro, la estabilidad de los precios de producción de la electricidad y

1 Introducción 12

la distensión geopolítica. Sin embargo, la energía nuclear tiene inconvenientes muy

graves, que no han sido resueltos satisfactoriamente. La seguridad de las instalaciones

es una clara preocupación del público en general. Otra es el riesgo de utilización bélica

de la energía nuclear, facilitada o amparada por la utilización civil. La falta de una

solución aceptable para los residuos radioactivos de las centrales nucleares es otra gran

preocupación, tan importante o más que las anteriores. Los residuos nucleares de alta

actividad constituyen una herencia inadmisible para las generaciones futuras, –por

cientos de miles de años, en contra de toda idea de sostenibilidad. No se han asignado

suficientes recursos a la solución de estos problemas, en coherencia con la gravedad y

urgencia de los mismos.

1.2.3 Energía para todos

La Tierra cuenta hoy con algo más de 6000 millones de habitantes. Un tercio de la

humanidad, esto es, 2000 millones de personas, no tienen acceso a las formas

avanzadas de energía ni, por tanto, a los servicios que proporciona tales como

iluminación, cocinado de alimentos, calefacción y refrigeración, telecomunicaciones y

energía mecánica para por ejemplo, el bombeo de agua.

Los 30 países más desarrollados y que integran la OCDE, la Organización para la

Cooperación y el Desarrollo Económico, con cerca del 15% de la población mundial

consumen el 53% de estas formas avanzadas de energía. En los países ricos, las

emisiones de dióxido de carbono (CO2) per cápita son de 12,4 toneladas, mientras que

en los países de medianos ingresos éstas son de 3,2 toneladas y en los de ingresos bajos

de 1,0 toneladas. El valor medio mundial de demanda enegetica en el año 2000 fue de

1,68 tep (toneladas equivalentes de petróleo) por persona, que es 5 veces menor que en

los EEUU y la mitad que en España, pero casi 3 veces mayor que el promedio de

África. Por supuesto que muchos habitantes de países poco desarrollados consumen

mucho menos. En los países en desarrollo la utilización tradicional de biomasa es la

principal fuente de energía, con un 25% del abastecimiento, que llega a ser del 90% en

los países más pobres.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la combustión

incompleta de la biomasa en recintos cerrados es causa de que 1.500 millones de

personas estén expuestas a una atmósfera insalubre y puedan contraer graves

enfermedades respiratorias, a las que la OMS atribuye 2,5 millones de muertes anuales

1 Introducción 13

prematuras de mujeres y niños. El uso de propano o gas natural reduciría este valor en

cien veces. Por otra parte, sin acceso a formas modernas de energía las personas, en su

mayor parte mujeres y niños, tienen que emplear mucho tiempo y esfuerzo en tareas

básicas de subsistencia, como recoger leña y acarrear agua, lo que interfiere

gravemente con sus posibilidades de educación y desarrollo y de realizar un trabajo

productivo.

Las desigualdades en los patrones de consumo energético mundial son

escandalosas. Mientras que los mil millones de habitantes más pobres tienen un

consumo energético de solamente 0,2 toneladas equivalentes de petróleo por persona y

año, los mil millones más ricos consumen 25 veces más. Comparando el ratio de

toneladas equivalentes de petróleo consumidas por habitante entre los 20 países que

mas consumen, vemos que existen grandes diferencia.

Tabla 1. Los mayores consumidores de energía en 2003. Fuente BP, 2004; Population Referente Bureau, 2004.

Para apaliar el inexistente acceso básico a la energía comercial que sufre un tercio de

la humanidad, se debe proceder obviamente de forma gradual y el uso tradicional de

biomasa debiera continuar tal vez por mucho tiempo, aunque mejorando las

1 Introducción 14

tecnologías de utilización y reduciendo la intensidad para que sea sostenible. En una

primera aproximación puede estimarse que la demanda básica de energía a

suministrar por persona es de unos 500 kWh anuales, lo que supondría unos 1.000

TWh para los 2.000 millones de personas, esto es, menos de un 0,9% de la demanda

mundial de energía en el año 2000 y apenas un 7% de la de electricidad. Una

estimación grosera del coste anual, supuesto que se suministrase inmediatamente en su

totalidad y con tecnologías convencionales, indica que no excedería el 0,2% del

Producto Interior Bruto de los países de la OCDE. Un acceso universal y más

igualitario a las formas modernas de energía tendría implicaciones de muy largo

alcance. La energía es un instrumento esencial para poder conseguir una vida digna

para la persona en el siglo XXI. Aunque el acceso a formas avanzadas de energía no es

una necesidad humana per se, es crítico para la satisfacción de necesidades básicas

tales como la nutrición, el cobijo y la iluminación y ofrece la posibilidad de emplear la

energía para usos productivos que permitan a estas personas escapar del ciclo de la

pobreza. La falta de energía aparece fuertemente correlacionada con muchos

indicadores de pobreza, tales como la falta de educación escolar o una inadecuada

asistencia sanitaria. En recientes documentos de las Naciones Unidas se considera que

el acceso a la energía comercial a precios asequibles es una condición necesaria para

conseguir el primero de los Objetivos del Milenio, esto es, reducir en el 2015 a la mitad

el número de personas que hoy viven con menos de un dólar estadounidense. De

hecho, el acceso a la energía sería un prerrequisito para poder cumplir con la mayor

parte de los objetivos de la Declaración del Milenio. Dice el Consejo Mundial de la

Energía, en su Mensaje para 2002, que: para el desarrollo sostenible, la armonía y la paz

mundial es clave que todos los seres humanos tengan acceso a servicios energéticos

modernos... El comercio y la tecnología, ligados a la disponibilidad y a la aceptabilidad

de la energía, son los propulsores del crecimiento económico, requisito previo para

hacer frente a la pobreza y facilitar el acceso a la energía.

1 Introducción 15

Figura 7. Relación de la variación entre CO2, energía y PIB. Fuente: IPCC 2006

Si se actúa desde ahora para lograr estos objetivos se contribuirá a reducir las

tensiones existentes y a favorecer una mayor armonía en el mundo. En esta misma

línea, el último Informe sobre el Desarrollo Humano 2003, del Programa de las

Naciones Unidas para el Desarrollo, refiriéndose a los Objetivos de Desarrollo del

Milenio, afirma: Resulta difícil pensar en un momento más propicio para apoyar la

existencia de una alianza mundial como ésta. En 2003, el mundo ha presenciado un

incremento de los conflictos violentos, acompañados por un aumento de la tensión

internacional y el miedo al terrorismo. Algunos podrían argumentar que la lucha

contra la pobreza se debe posponer hasta que se le haya ganado la guerra al terrorismo,

pero se equivocarían. La necesidad de erradicar la pobreza no compite con la necesidad

de hacer del mundo un lugar más seguro. Por el contrario, erradicar la pobreza debería

contribuir a crear ese mundo más seguro que forma parte de la visión de la Declaración

del Milenio.

1 Introducción 16

1.3 Hacia la sostenibilidad energética

En su informe Living in one world, el Consejo Mundial de la Energía (CME) describe

lo que podría ser la situación del mundo en el año 2050 si persistiese la actual falta de

liderazgo y voluntad política para hacer frente a los grandes desafíos de la Humanidad

en materia de energía, agua, sanidad, contaminantes químicos y reducción de la

pobreza, y por una concentración de los esfuerzos exclusivamente en intereses

estrechos y cortoplacistas. Ciertamente los pobres resultados, en términos de medidas

concretas, de las recientes Cumbres Mundiales auspiciadas por las Naciones Unidas,

entre las que destaca la celebrada precisamente sobre Desarrollo Sostenible en

Johannesburgo en Septiembre de 2002, dan cabida al pesimismo. El escenario que nos

muestra el CME está gravemente deteriorado en sólo 50 años. Caracterizado por un

escaso crecimiento de la población mundial , asediada por el hambre y las

enfermedades en las tres cuartas partes que habitarían los países empobrecidos, una

agricultura limitada por las sequías, la salinidad y la contaminación química del agua,

un aumento espectacular en el volumen del transporte privado al extenderse

gradualmente el modelo de los países desarrollados al resto del mundo, un fracaso por

falta de apoyo real en el desarrollo de las fuentes renovables de energía en los países en

desarrollo con el consiguiente aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero

y de la lluvia ácida, una industria nuclear que no ha resuelto sus problemas y sigue sin

ser aceptada por la opinión pública, un cambio climático fuera de control por falta de

acuerdo en aplicar las drásticas medidas que hubiesen sido necesarias pero que

hubiesen afectado en el corto plazo a la economía o al estilo de vida y un clima de

asedio y de inseguridad ciudadana en los países desarrollados que tratarían de limitar

por cualquier medio el movimiento migratorio del resto de la población mundial. Pero

el Consejo Mundial de la Energía presenta también la alternativa opuesta, que se apoya

en las oportunidades tecnológicas disponibles y en la posibilidad de un liderazgo

correctamente dirigido a resolver los verdaderos problemas existentes. Existen

también, en efecto, motivos de peso para el optimismo: hay reservas y recursos

energéticos suficientes para permitir un cierto período de reflexión sobre las mejores

opciones, el potencial de las fuentes renovables de energía es muy grande, hay un

amplio margen para aumentar la eficiencia de los procesos y ahorrar energía, hay

muchas innovaciones tecnológicas todavía insuficientemente exploradas que pueden

reducir o compensar los impactos ambientales y se advierte una mayor concienciación

1 Introducción 17

respecto al problema energético en los individuos, las empresas y las instituciones. Al

igual que el problema, las líneas de actuación para solucionarlo son complejas y tienen

múltiples niveles: desde el puramente personal, pasando por el de las empresas e

instituciones, hasta el de los Gobiernos y grandes organizaciones internacionales.

Afortunadamente, en el terreno de los principios existe ya un nivel suficiente de

consenso sobre las líneas más apropiadas de actuación, a los niveles máximos de las

instituciones mundiales. Obviamente, una cosa son las declaraciones de principios y

otra las actuaciones concretas pero, sin duda, se va consiguiendo una coincidencia

básica respecto a las grandes líneas de actuación que se deben adoptar para conseguir

la sostenibilidad energética y que serían las siguientes:

• Reconocimiento de que el sendero actual de desarrollo energético no es

sostenible.

• Admisión del gravísimo problema que supone el que un tercio de la

humanidad no tiene acceso a formas avanzadas de energía, lo que debe

abordarse con soluciones específicas impulsadas por los países

desarrollados, quienes han llevado al planeta a la actual situación de

insostenibilidad y se han beneficiado de ello. Estas soluciones deben incluir

el desarrollo de sistemas descentralizados adaptados a las situaciones

concretas, el uso de tecnologías apropiadas, que posiblemente debieran

incluir un elevado porcentaje de renovables, fórmulas innovadoras de

financiación y participación local en la toma de decisiones.

• Reconocimiento de la urgencia del problema. Dada la gran inercia de los

sistemas energéticos, a causa de la larga vida económica y elevado coste de

las instalaciones y de la dificultad en cambiar los hábitos de consumo, el

momento de actuar es ahora.

• Identificación de las grandes líneas de actuación que debe integrar una

propuesta concreta de solución y que pueden compendiarse en las cinco

siguientes: La mejora de los patrones de consumo y la eficiencia energética,

la contribución de las fuentes renovables de energía, la investigación y

desarrollo de tecnologías energéticas avanzadas, la adopción de adecuadas

medidas económicas y regulatorias y, sobre todo, la educación, que permita

internalizar lo anterior en las actitudes de las personas.

1 Introducción 18

A continuación examinaremos los diferentes escenarios descritos por los principales

expertos mundiales y el potencial encierra cada una de las líneas de actuación

anteriormente citadas.

1.3.1 Patrones de consumo y ahorro energético

La primera cuestión a la que debemos dar respuesta es si el ahorro energético tiene

verdaderamente potencial para contribuir de forma significativa al desarrollo

sostenible. La respuesta es claramente afirmativa. En su Informe mundial de la energía

la ONU y el Consejo Mundial de la Energía han puesto de manifiesto que, a pesar de

las mejoras que ha experimentado la eficiencia energética, particularmente en los países

más desarrollados, todavía queda un amplio margen para lograr una reducción

adicional de la energía consumida por unidad de producto interior bruto. Se estima en

un 30% la energía que por término medio se malgasta por el uso ineficiente en casas,

edificios, empresas y vehículos. La cantidad de energía primaria requerida para un

servicio dado puede ser reducida, en forma rentable, entre un 25 y un 35% en los países

industrializados. El ahorro puede llegar al 45% en los países menos desarrollados.

El modelo vigente de desarrollo y consumo, tanto el derroche energético de los ricos

como los patrones de consumo de los más desfavorecidos, genera contaminación y

destrucción que terminan por traducirse en pobreza, pobreza que a su vez contamina y

destruye. Éste es el triángulo vicioso: consumo - contaminación - pobreza. Se trata de

un complejo entramado de relaciones, no siempre evidentes, en el que ciertos

fenómenos son causa y efecto a la vez y donde ningún elemento puede considerarse

aislado.

El modelo es la metáfora del tren, cuanto más avanza la cabeza más avanza el

furgón de cola. El problema es que este modelo de desarrollo no es sostenible ni

medioambientalmente ni tampoco socialmente. El modelo energético de aumento del

consumo de energía y de hidrocarburos que ha sido adoptado por los países más

desarrollados nos está conduciendo a un callejón sin salida. Pero éste es también el

modelo al que aspiran legítimamente los países pobres para su desarrollo, lo que

agravaría el problema global de sostenibilidad, en particular en lo referente al cambio

climático. El 92% de la población mundial no tiene coche, mientras en los EEUU y en la

Unión Europea hay un coche por cada 1,8 y 2,8 habitantes respectivamente, en África la

proporción es de un coche por 110 habitantes y China de uno por cada 1.375

1 Introducción 19

habitantes. La contribución del transporte al crecimiento del CO2 en los países de la

OCDE es aproximadamente de un 33%, además de su importante contribución a las

emisiones contaminantes. Claramente nuestro modelo de desarrollo del transporte no

es sostenible. El estándar de los EEUU y de la Unión Europea no nos sirve como

referencia global. Hay un enorme trecho por recorrer en el aumento de la eficiencia del

parque automovilístico, en el desarrollo de otros medios de reducción de sus emisiones

contaminantes, en que el precio de los combustibles refleje los costes medioambientales

incurridos, en la producción y utilización de combustibles renovables y en la

modificación sustancial de los patrones actuales de utilización de los medios de

transporte.

La gran dificultad a la que se enfrenta una estrategia de ahorro energético es que

implica una verdadera transición cultural, con los consiguientes cambios de

organización y comportamiento. Un modelo de desarrollo economicista, en el que se

equipara el bienestar con el crecimiento del PIB, supone una visión demasiado chata

del progreso, que esconde enormes desequilibrios ambientales y sociales. En España,

como en muchos otros países, el que haya mucha o poca luz en las calles, casas y

comercios, está todavía asociado a riqueza o a pobreza. El derroche de luz es un

símbolo de estatus social. Igual ocurre con el transporte privado, el aire acondicionado

o la tendencia a vivir en urbanizaciones. En cambio, el ahorro es un concepto negativo,

asociado a penurias económicas y contrario a la lógica interna de la sociedad de

consumo. Lo primero que se debería intentar en la estrategia a plantear es romper esas

asociaciones y crear otras identidades de estatus social, que permitan a los individuos

una identificación cultural nueva, en la que tengan cabida los conceptos de solidaridad

generacional e intergeneracional y de respeto al medio ambiente, de forma que el

concepto de calidad de vida esté cada vez más vinculado al consumo responsable y al

respeto por el entorno. Entonces el ahorro energético no sólo no sería cosa de pobres y

de sociedades atrasadas, sino todo lo contrario, sería el símbolo de excelencia, de

modernidad y desarrollo, de la democracia y de los valores positivos de la sociedad, de

forma que conseguirlo sería motivo de orgullo. Estos nuevos valores son condición

necesaria, pero no suficiente, para un cambio de comportamiento social. El ahorro

energético, en el modo y medida que va a ser necesario, va a comportar un gran

esfuerzo. Para que estos nuevos valores se conviertan en comportamientos, se requiere

una política pública que comprenda tanto el facilitar alternativas viables (como un

adecuado transporte público), como el establecimiento de normas (como las de

1 Introducción 20

eficiencia mínima en edificación) y señales económicas adecuadas (como las ecotasas),

además de llevar a cabo una estrategia continuada de comunicación y de formación,

pues algunos de estos cambios pueden requerir plazos generacionales.

1.3.2 Las fuentes renovables de energía

Aunque el suministro de energías renovables está creciendo rápidamente, parte de

un nivel muy bajo, de forma que la participación de las energías renovables modernas,

incluyendo las grandes centrales hidroeléctricas, ha permanecido estabilizada

alrededor del 4% del suministro total de las energías primarias. Sin embargo, las

energías renovables tienen un potencial muy considerable y podrían, teóricamente,

proveer un suministro casi ilimitado de energía relativamente limpia a escala local. Las

estimaciones cuantitativas de este potencial difieren considerablemente, pues

dependen en gran medida de futuros desarrollos tecnológicos que permitan reducir los

costes y mejorar el aprovechamiento energético. Pero según el documento World

Energy Assessment de las Naciones Unidas, que para muchos es la referencia más

autorizada en la valoración de la actual situación energética, el potencial conjunto

esperable de las energías renovables es más de 18 veces superior al consumo energético

mundial en el año 2000, la de mayor potencial es la geotérmica (unas 12 veces), seguida

de la solar (4 veces) eólica (1,5 veces), biomasa (0.6 veces) e hidroeléctrica (0,1 veces), y

deja sin cuantificar el potencial de la energía de los océanos.

Paradójicamente, este gran potencial de energía no se traduce en una gran

participación en la demanda global de energía. El motivo es que sus costes de

producción son en general todavía demasiado altos para ser competitivos con los de las

fuentes de producción tradicionales, dados los actuales precios de la energía, que no

incluyen la valoración económica del impacto ambiental. Se necesita internalizar

plenamente en los precios los costes medioambientales, que no son en absoluto

despreciables, para que la viabilidad económica de estas tecnologías se reconozca. Así,

la Unión Europea ha fijado como objetivo para el año 2010 el alcanzar una cuota para

las energías renovables del 12% del consumo interior bruto de energía y del 22% del

consumo de electricidad, dejando en principio a cada país que arbitre las medidas

regulatorias que considere más apropiadas.

Es interesante advertir que, desde una perspectiva de más largo plazo que la que es

habitual en los mercados energéticos, la posición de las energías renovables mejora

1 Introducción 21

sustancialmente. Así, el Grupo de Trabajo sobre Energía Renovable del G8, Grupo de

los Ocho países más industrializados, concluyó en 2001 que “aunque esto suponga un

coste mayor en las primeras décadas, y tomando en cuenta solamente los costes que

actualmente se reflejan en los mercados, una adecuada promoción de las energías

renovables hasta el 2030 será más económico que adoptar la estrategia business as

usual para cualquier valor realista de tasa de descuento”. La decidida apertura de áreas

de negocio en energías renovables por algunas de las mayores compañías petroleras y

eléctricas del mundo es un claro signo en la misma dirección. La integración a gran

escala de las energías renovables en los actuales sistemas eléctricos todavía plantea

dificultades técnicas que hay que resolver, tales como el carácter intermitente de las

principales fuentes de suministro, los problemas de conexión a las redes, la

modificación de los sistemas de protecciones y control en las redes de media y baja

tensión o la necesidad de disponer de capacidades de reserva. Por otro lado, hay

ventajas adicionales a las estrictamente medioambientales, como su facilidad para

adaptarse al consumo disperso de las áreas rurales donde no existe suministro eléctrico

y el aumento del empleo local.

Un aspecto muy positivo de las fuentes renovables de energía es su amplia

dispersión geográfica, que favorece además posiblemente a aquellas regiones del

planeta donde se encuentran los países menos desarrollados. Ya hemos indicado que

un problema añadido de los recursos de petróleo y de gas natural es su localización

concentrada en unos pocos emplazamientos. Basta con seguir superficialmente los

acontecimientos internacionales recientes y pasados, para darse cuenta de la relación

entre la disponibilidad de estos recursos, los conflictos bélicos y los posicionamientos

políticos de los países dominantes. No resulta alentador pensar cuál será la situación

mundial cuando algunos de estos recursos comiencen realmente a escasear. Una

economía global que descanse sobre las fuentes de energía renovables será sin duda

mucho más segura.

1.3.3 El desarrollo tecnológico

La mayor dificultad para hacer frente a los desafíos de la sostenibilidad no es la falta

de capacidad tecnológica, sino la determinación de prioridades en la asignación de los

recursos. Otra dificultad que se deriva de la anterior es que los avances tecnológicos,

aplicados asimétricamente, acaben por abrir más que cerrar la brecha entre los países

1 Introducción 22

industrializados y los países en desarrollo. Nos encontramos pues, ante una sociedad

enfrentada con la contradicción de la presencia creciente de la tecnología en cada hecho

cotidiano y la marginación de las necesidades de la mayoría, en la orientación de sus

objetivos estratégicos.

Es por consiguiente necesario un análisis crítico de los procesos de generación de

conocimiento y de cambio tecnológico, que se interrogue sobre el protagonismo social

que dirige dicho proceso y en qué medida responde a las necesidades y demandas de

los ciudadanos. Porque la tecnología no es neutral, ni sus consecuencias son

inevitables. Tanto su elección como sus efectos dependen del contexto institucional,

económico y social en el cual se desarrollan y de las estructuras de poder en que se

inscriben. Desde esta posición se deriva el rechazo claro a cualquier determinismo

tecnológico: las opciones tecnológicas nunca son únicas y su inherente flexibilidad

permite múltiples formas para su aplicación y gestión y para la organización del

trabajo. Es hora de dejar de preguntarnos hacia dónde nos llevará el nuevo orden

tecnológico, como si por sí solo condujera a alguna parte, y por el contrario

cuestionarnos el tipo de orden tecnológico que merece la pena construir. Es

imprescindible revitalizar la discusión sobre la función social de la ciencia y la

tecnología y conseguir una participación activa de los ciudadanos en la decisión de sus

prioridades y en el control de sus resultados. La falta de sostenibilidad de nuestro

modelo de desarrollo no es per se un problema tecnológico. Se necesitan determinadas

condiciones sociales y económicas previas para que los desarrollos tecnológicos

adecuados puedan implantarse. No hay aporte técnico sin enfoque social.

Las oportunidades de desarrollo tecnológico en el campo del ahorro energético son

innumerables. Del mismo modo se pretende mejorar la eficiencia en la utilización de

combustibles fósiles para la generación eléctrica, así como reducir lo más posible las

emisiones. Un desarrollo tecnológico reciente, aunque ya maduro y en pleno uso por

todo el mundo, son las centrales de ciclo combinado de gas natural para la producción

de electricidad. Estas centrales alcanzan rendimientos energéticos cercanos al 60%,

frente al rendimiento medio de aproximadamente 31% de las plantas actualmente en

funcionamiento, y sus emisiones de CO2, para una misma producción eléctrica, son del

orden del 40% de las de una central convencional de carbón. Otras tecnologías de gran

interés son las que permiten la gasificación del carbón, donde el gas se utiliza a su vez

en un ciclo combinado, dando lugar asimismo a bajas emisiones a la atmósfera.

1 Introducción 23

Un caso paradigmático es el de las fuentes renovables de generación eléctrica, cuya

tecnología básica ya es conocida, pero que aún pueden beneficiarse de sustanciales

mejoras con el consiguiente abaratamiento de costes de producción, si son objeto de

programas adecuados de I+D. Éste ha sido por ejemplo el caso de la generación eólica

de electricidad que, tras el apoyo recibido en diversos países, España entre ellos, está

muy cercana a la viabilidad económica, incluso con los precios actuales de la

electricidad. No olvidemos el apoyo que recibieron en su momento, y aún reciben para

su desarrollo y explotación las tecnologías tradicionales, como el carbón y la nuclear.

La utilización de fuentes de energía renovables, en combinación con otras tecnologías,

según convenga, en el suministro generalizado de energía a consumos rurales

dispersos es otro desafío tecnológico de la mayor importancia.

Diversos trabajos en marcha persiguen la utilización de combustibles fósiles para

transporte y para generación de electricidad con emisiones no deseables prácticamente

nulas. La utilización de biocombustibles y el futuro posible rol del hidrógeno como

vector energético intermedio para muchas aplicaciones y muy particularmente el

transporte, tienen un gran potencial. Una interesante posibilidad es que la volatilidad

natural en el perfil de generación de electricidad con determinadas fuentes renovables

de energía pudiera compensarse con un perfil apropiado de producción de hidrógeno

por electrólisis. La energía solar podría permitir la obtención de hidrógeno

directamente por procesos electroquímicos, termoquímicos y fotoquímicos, de forma

que el desarrollo de los reactores apropiados en los próximos años atraerá mucha

atención. La investigación sobre posibles procedimientos eficaces de secuestro de las

emisiones de CO2 es otra área del mayor interés.

Se esperan también sustanciales mejoras en la tecnología de las pilas de

combustible, donde el hidrógeno sería utilizado como combustible para obtener

electricidad sin emisiones nocivas y con rendimientos muy elevados, con múltiples

aplicaciones, el transporte en particular. Estos dispositivos, junto con las microturbinas

y pequeños motores eficientes, serán muy posiblemente los principales factores que

conducirán a medio plazo a un uso generalizado de la producción distribuida de

electricidad, que competiría con las grandes instalaciones actuales.

Por otra parte, la investigación y el desarrollo tecnológico parecen la única forma

que podría permitir superar los graves problemas actuales de sostenibilidad de la

1 Introducción 24

actual tecnología nuclear. Se han propuesto nuevos diseños de reactores de fisión con

mejores características de seguridad ante accidentes. Desde hace algunos años se

vienen realizando investigaciones que al parecer han permitido comprobar la

viabilidad tecnológica de modificar los elementos radioactivos de los residuos

nucleares, mediante su transmutación en compuestos no radioactivos y en otros con

una vida media inferior, aunque aún en el rango de varios siglos. Pero la

disponibilidad industrial de esta tecnología parece aún lejana. Los recursos de

investigación y desarrollo tecnológico que actualmente se dedican a resolver el

problema de los residuos radioactivos son claramente insuficientes, dada su

importancia. El programa de fusión nuclear apuesta por una solución a medio plazo

que, por tanto, nunca debiera distraer recursos de las urgentes acciones necesarias

inmediatamente. La financiación de este programa ha carecido de la continuidad,

eficacia y apoyo que su relevancia merece. La investigación básica es esencial para

poder encontrar nuevos procedimientos de producción y consumo de energía, con

respuestas innovadoras a las viejas cuestiones sobre agotamiento de recursos e impacto

ambiental.

La tecnología tiene, por otro lado, la capacidad para contribuir al desarrollo de los

mas necesitados, tratando de hacer llegar la energía eléctrica u otras formas avanzadas

de energía a 2.000 millones de personas que aun hoy día carecen de este derecho. El

primer interrogante es el de las tecnologías que han de utilizarse. Un programa de

cooperación de estas dimensiones, a la vez que trata de agilizar la transición desde las

formas tradicionales de energía a las modernas, debe enmarcarse dentro de una

estrategia global de desarrollo sostenible. Para ello es preferible que se concentre en

suministrar los servicios energéticos que puedan satisfacer las necesidades de la

población, usando una diversidad de tecnologías y de combustibles adaptados a las

condiciones locales, más que simplemente tratar de aumentar el suministro de

electricidad y de combustibles comerciales.

A modo de conclusión, podemos decir que los esfuerzos a realizar en investigación

y desarrollo no son aún suficientes, y que el desarrollo de nuevas tecnologías más

eficientes y baratas es la llave hacia un futuro energético sostenible y hacia el desarrollo

energético de los países mas necesitados. Tal y como se muestra en la siguiente figura,

el mayor impulso económico en I+D fue después de la crisis del petróleo de los años

setenta. No existe todavía una respuesta similar debido a las últimas crecidas del

1 Introducción 25

precio del petróleo, pero es evidente que no se ha dado aún un impulso en I+D al

nuevo desafío del cambio climático. Contrariamente, se observa una constante

disminución de las inversiones en I+D desde los últimos 15 años que contrasta con la

introducción del tema del cambio climático en la escena política internacional.

Figura 8. Relación entre el precio del petróleo y los presupuestos en I+D

1.3.4 Las medidas económicas y regulatorias

Buena parte de las técnicas necesarias para lograr incrementos de eficiencia y

reducción de impacto ambiental fundamentalmente ya existen, y las fuentes de energía

renovables están disponibles para aumentar su contribución al suministro energético.

Teóricamente, al mercado correspondería transmitir las señales económicas que

fomenten el ahorro y la innovación tecnológica para el desarrollo de procesos que sean

menos intensivos en energía, así como para rentabilizar las inversiones en fuentes

renovables. Sin embargo, el mercado y los precios de la energía tienen limitaciones

para trasladar a los agentes las señales más adecuadas para una asignación y

utilización óptima de los recursos. Los precios en general no reflejan los costes

ambientales de producción, ni trasladan al mercado con realismo los problemas de

suministro futuro de las energías primarias en los mercados internacionales. En

definitiva, el comportamiento de la demanda de energía no tiene la oportunidad de

1 Introducción 26

responder plenamente a criterios de racionalidad económica y no se reconoce a las

tecnologías renovables su menor impacto ambiental.

La tarea de incorporar los costes medioambientales en los precios de la energía

tropieza con dos importantes dificultades. Por un lado, la existencia de grandes

incertidumbres en la cuantificación de los costes medioambientales o de

responsabilidad intergeneracional, que generalmente corresponden a bienes

intangibles o de muy difícil valoración. Por otro lado, la necesidad de un amplio

acuerdo internacional al respecto, pues los precios de la energía pueden afectar

significativamente a la competitividad de las empresas. Por este motivo, al menos

transitoriamente, se ha comenzado por hacer uso de otros mecanismos económicos

más rudimentarios. Por el lado de la oferta se han puesto en marcha diferentes

procedimientos de incentivación de la producción de electricidad a partir de fuentes de

energía renovables, entre los que destaca las primas a la producción, esto es, una

retribución adicional al precio del mercado por cada kWh producido. También se

puede actuar directamente sobre las emisiones, ya sea limitando directamente su

cuantía o bien estableciendo procedimientos de mercado para tratar de minimizar el

coste de las reducciones que establezcan como objetivo. Por el lado de la demanda los

mecanismos más habituales consisten en la aplicación de impuestos al consumo

energético, de forma que los precios comiencen a reflejar los costes de impacto

ambiental, y el apoyo a programas de ahorro energético.

La Declaración del Milenio, las conclusiones de las Cumbres de Río o de

Johannesburgo o el Protocolo de Kyoto, por citar algunos ejemplos representativos, son

magníficos manifiestos en favor del desarrollo sostenible en general y de la

sostenibilidad energética en particular. Lo mismo puede decirse de muchos de los

documentos oficiales de la Unión Europea, basta con leer por ejemplo la reciente

propuesta de la Comisión Europea de un programa de medidas en el ámbito de la

energía denominada Energía inteligente para Europa. Claramente la Unión Europea ha

adoptado una posición activa al respecto y, entre otras medidas, ha establecido el

objetivo de cubrir el 12 % de las necesidades primarias de energía del conjunto de la

Unión con energías renovables, incluyendo cualquier tipo de producción hidroeléctrica

en el año 2010, lo que supone aproximadamente una participación del 22% en la

producción de electricidad, y un 29% para España en particular. Estas medidas forman

parte de una estrategia amplia de sostenibilidad energética, donde para la Unión

1 Introducción 27

Europea es también esencial mitigar su gran dependencia. La Unión Europea ha

firmado el plan de aplicación final de la Cumbre de Johannesburgo y, entre otros

compromisos, ha asumido el de proporcionar a los países en desarrollo recursos

financieros para desarrollar conocimientos en materia energética, incluidas las fuentes

de energía renovables, y para promover la eficiencia energética y tecnologías más

limpias para los combustibles convencionales.

Sir Nicholas Stern, ex-economista-jefe del banco Mundial y uno de los mas

influyentes economistas del Tesoro Británico, sostiene que las políticas de reducción no

son solo deseables, sino que en ciertos aspectos son rentables económicamente porque

crean nuevas oportunidades( los mercados para productos de energía baja en carbono

pueden tener un valor de 500.000 millones de dólares al año en 2050) y pueden reducir

ineficiencias (los gobiernos gastan cada año 250.000 millones de dólares en subsidios

energéticos). Stern propone que las políticas para reducir emisiones se basen en tres en

tres elementos esenciales:

• Poner precio a las emisiones de carbono

• Fomentar las políticas tecnológicas para hacer mas rentables las

energías no fósiles

• Eliminar las barreras que impiden un cambio de comportamiento

frente al problema del cambio climático

Poner precio al carbono significa que quien más contamina, mas paga. Con ello se

consigue desincentivar las actividades económicas más contaminantes al encarecerlas.

En el contexto regulatorio que se acaba de describir, parece que la tarea más

relevante que los individuos y las instituciones pueden realizar es contribuir a crear

presión social a favor de la sostenibilidad energética. Pero esta presión social es

impensable si la mayoría de la sociedad no toma conciencia de su necesidad. Para ello

es imprescindible el quinto y último pilar del planteamiento que aquí se propone para

conseguir la sostenibilidad energética: la educación y la concienciación.

1 Introducción 28

1.3.5 Educación y concienciación

“Cada día resulta más evidente que la Historia ha llegado a ser una carrera entre la

educación y el desastre”. En efecto, la educación es nuestra gran esperanza para un

futuro sostenible. La Carta de la Tierra comienza afirmando que “necesitamos

urgentemente una visión compartida de valores básicos para suministrar un soporte

ético a la comunidad mundial emergente”. Las Cumbres de la Tierra y los recientes

documentos de las Naciones Unidas y de la UNESCO insisten en la necesidad de un

rearme moral, una insistencia en la educación en valores como alternativa a una

educación meramente técnica. Las soluciones al desafío de la sostenibilidad energética

no pueden ser diseñadas sin clara conciencia de las numerosas y complejas

implicaciones sociales, económicas y medioambientales del uso de la energía, que han

ido pasando progresivamente del nivel local, al regional y global. Afirma Consejo

Mundial de la Energía que “sin una aceptación y comprensión ampliamente extendidas

de estas implicaciones por los pueblos mundo, no es fácil ver cómo los gobiernos

nacionales o las organizaciones internacionales estarán en condiciones de formular e

implantar marcos económicos, legales, regulatorios y administrativos que se requieren

para devolver al mundo a un sendero de sostenibilidad”.

Los grandes temas de nuestro tiempo exigen tomar partido, a las personas

individuales, a las empresas e instituciones, a los partidos políticos, a los gobiernos y

también a las religiones. Sabemos que estos grandes problemas, como el de la

sostenibilidad energética, sólo pueden resolverse realmente a través del cambio de

mentalidad en la opinión pública, que acaba filtrándose lentamente en las decisiones

políticas. El gran enemigo es la pasividad de los muchos, que pensamos que nuestras

actitudes y acciones individuales, como consumidores, ciudadanos o miembros de

instituciones y empresas, no van a tener influencia alguna y que no hacemos valer

nuestra opinión sobre los que toman decisiones.

Estamos asistiendo en todo el mundo, y en España en particular, a un valiosísimo

despertar de las empresas a este respecto, de forma que han comenzado a integrar los

factores medioambientales, económicos y sociales en sus estrategias, con un mayor

énfasis en una visión de largo plazo de sus actividades, como parte esencial de lo que

se ha venido a llamar la responsabilidad social corporativa. Sin duda, las

consideraciones económicas tienen un papel esencial en esta actitud, pero el fenómeno

es complejo y tiene también otras dimensiones. Un reciente y acreditado estudio

1 Introducción 29

sostiene que la respuesta de empresas, pertenecientes a diversos sectores industriales, a

las amenazas y oportunidades asociadas al cambio climático puede tener un peso

sustancial en su valor económico. El comportamiento social y medioambiental de las

empresas afecta su imagen pública, su valor en bolsa y, en definitiva, su

competitividad y sus beneficios. Hay constancia, por ejemplo, por parte de la Union

Europea de una gran campaña por el control del cambio climatico. La Comisión

Europea está convencida de que la lucha contra el cambio climático exige la

contribución de todos los sectores de la sociedad y de todas las personas para que

pueda funcionar. Con la campaña "Tú controlas el cambio climático", la Comisión trata

de concienciar a los ciudadanos acerca del cambio climático, una de las mayores

amenazas de nuestro tiempo, y de ayudar a las partes interesadas a contribuir a

frenarlo.

Figura 9. Publicidad de la campaña “Tu controlas el cambio climático”. Fuente: www.ec.europa.eu

Si todos hacemos pequeños cambios en nuestros hábitos cotidianos podemos reducir

considerablemente nuestras emisiones de gases invernadero y eliminar parte de la

presión que sufre el sistema climático terrestre. De hecho, en muchos casos, estos

cambios también nos ayudarán a ahorrar dinero.

1.4 Objetivos y conclusiones

Mientras los niveles de gases de efecto invernadero se situaban en 280 ppm (partes

por millón) de CO2, antes de la Revolución Industrial, ahora se elevan a 430 ppm. Si las

emisiones anuales se mantuvieran al ritmo actual, se elevarían a 550 ppm en el año

1 Introducción 30

2050. Pero si el incremento se acelera con la misma intensidad con que esta creciendo

ahora, se podría alcanzar esa cifra en el año 2035. “A ese nivel hay al menos un 77% de

posibilidades, y quizás hasta un 99%, según el modelo climático que se utilice de que la

temperatura global aumentara en 2º centígrados” afirma Sir Nicholas Stern. Si no se

tomara ninguna medida para frenar las emisiones, el volumen de gases de efecto

invernadero se triplicaría al final del siglo XXI, provocando un aumento de la

temperatura de 5 grados centígrados. Si así fuera, se perdería un tercio de los cultivos

en África y caería la fertilidad de la tierra en grandes extensiones agrícolas de otras

zonas del planeta, el nivel del mar aumentaría de tal forma que anegaría países como

Bangladesh, Vietnam y la costa andina de América del Sur e inundaría grandes

ciudades como Londres, Shangai, Nueva York, Tokio y Hong Kong. Las hambrunas se

extenderían por la tierra, mas de 1.000 millones de personas se quedarían sin agua

dulce, la selva del Amazonas podría desaparecer, al igual que numerosas especies de

flora y fauna, los fenómenos meteorológicos extremos se intensificarían: tormentas,

huracanes, sequías, olas de calor…

Frenar el calentamiento global de la tierra hasta tasas que hagan compatible el

crecimiento económico y el respeto al medio ambiente costaría un 1% del PIB mundial.

Dejar que las cosas sigan como están puede costar hasta 20 veces más, además de la

catástrofe humanitaria y patrimonial que conllevaría una subida potencial de las

temperaturas medias de la tierra de hasta 5 grados centígrados en este siglo

Este proyecto es parte de un proyecto global que tiene como objetivo la evaluación

de la sostenibilidad del modelo energético mundial. Los objetivos del presente

proyecto se resumen a continuación:

• Examinar la abundante literatura técnica y económica en relación con

las energías de origen fósil y nuclear.

• Estudio del agotamiento de los recursos fósiles, lo que implica una

evaluación de las reservas y recursos de petróleo, gas natural y

carbón, examinar las tendencias y los posibles avances tecnológicos y

precios de producción, e investigar el potencial de fuentes no

convencionales de petróleo y gas natural. Esto servirá para recopilar

1 Introducción 31

información que permita formular modelos que predigan la evolución

hasta el año2030 de la demanda, producción, estado de reservas e

influencia en el cambio climático, en función del tipo de recursos fósil

considerado.

• Análisis de los problemas de ámbito tecnológico que limitan el

desarrollo de la energía nuclear, comos son la seguridad de las plantas

nucleares, el tratamiento de residuos, los costes, y la proliferación de

armas nucleares.

• Impacto medioambiental derivado del uso y consumo de energía,

considerando las emisiones atribuidas a cada combustible fósil por

sectores, y el papel que la regulación energética y medioambiental

tiene para mitigar estos efectos.

2. El petróleo 32

2El petróleo

2. El petróleo 33

2 El Petróleo

2.1 Historia y características del petróleo

2.1.1 Historia del petróleo

La palabra petróleo significa “Aceite de piedra” o “Aceite de roca” y por tal nombre

se entiende la mezcla de hidrocarburos saturados en estado sólido, líquido o gaseoso

que se encuentran en yacimientos naturales. El petróleo es y fue la principal fuente de

energía durante el siglo XX. Hasta el año 1960, más del 50% de la demanda mundial de

energía era cubierta por el petróleo. Hoy, a pesar de los grandes esfuerzos realizados

para utilizar otras fuentes alternativas de energía, todavía el petróleo cubre casi un 40%

de la demanda mundial de energía primaria.

Si bien algunos yacimientos petrolíferos fueron explotados desde la antigüedad,

podemos considerar que el verdadero punto de partida de la industria del crudo fue la

perforación de un pozo, realizada por Edwin Drake en Titusville (Pennsylvania) en

1859. Este descubrimiento estimuló la actividad de la perforación de pozos, alcanzando

una producción de 25.000 toneladas un año más tarde. Acababa de nacer una de las

industrias más poderosas del planeta: la petrolera, y empezaba a retroceder la que hasta

entonces había sido la fuente de energía más importante: el carbón.

El petróleo empezó a entrar en juego como recurso energético a finales del siglo XIX,

época en que era utilizado para la iluminación, en forma de queroseno. El bajo precio

del petróleo, consecuencia de la gran cantidad disponible, estimuló el consumo de

queroseno en el alumbrado, en las cocinas y la calefacción. En 1880, la producción

mundial, localizada casi por completo en EE.UU. era inferior al millón de toneladas y

sólo se destinaba a la aplicación descrita anteriormente. El gran cambio histórico se

produjo cuando aparecieron los motores de explosión (Daimier, 1887) y de combustión

(Diesel, 1897), que permitieron el rápido desarrollo de nuevos sistemas de transporte

por tierra, mar y aire. Esto conllevó la sustitución de los combustibles tradicionales por

derivados del petróleo.

2. El petróleo 34

Un hecho que condicionaría el futuro del mercado de petróleo fue la creación de la

OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) en 1960, con sede en Viena.

Nació como producto de unas reuniones en Bagdad entre los países árabes productores

y exportadores y Venezuela para intentar hacer frente a las maniobras de baja de

precios producidas por los grandes trusts. En su fundación participaron Irán, Kuwait,

Arabia Saudita, Irak, y Venezuela. Posteriormente se fueron adhiriendo Qatar (1961),

Libia (1962), Indonesia (1962), Emiratos Árabes Unidos (1967), y Argelia (1969) y

Nigeria (1971). También pertenecieron a la OPEP Ecuador (1973- 1992) y Gabón (1975-

1995). Aunque en sus comienzos no tuvo la fuerza suficiente para hacer frente a la

política de las multinacionales, a partir de 1971 decidió nacionalizar las empresas de

explotación situadas en su territorio, y en 1973 inició importantes subidas en los

precios. Esto coincidió con el embargo árabe contra EE.UU. y Países Bajos por su apoyo

a Israel en la guerra del Yon Kippur lo que motivó la primera crisis del petróleo. Seis

años después, en 1979, se produjo la segunda crisis debida a la revolución iraní. Esta

crisis se vio prolongada con la guerra Irán-Irak que comenzó en 1980 y que se puede

decir que no acaba hasta que en 1990 restablecieron relaciones diplomáticas. Una

tercera crisis de precio del petróleo es la provocada por la invasión de Kuwait por las

tropas iraquíes en 1990. La respuesta coordinada de productores y consumidores logró

que la normalidad en el mercado se restableciera pronto y sin las graves consecuencias

de las dos crisis anteriores. En 1998 se produjo otro colapso de precios, debido a la

suma de diversas circunstancias: la crisis económica del sureste asiático y una

sobreoferta en e mercado. Los precios cayeron hasta 10 $US/barril, y la reacción fue

violenta con subidas de precios que alcanzaron casi los 40 $US al terminar el verano de

2000. La invasión de Irak por las tropas estadounidenses en el 2003 fue otro momento

de incertidumbre.

2. El petróleo 35

Figura 10. Evolución del precio del petróleo en dólares. Fuente: BP statistical review 2006

Actualmente existe un gran problema en cuanto a las reservas de petróleo. Mientras

los países occidentales buscan rebajar su nivel de consumo de energía de origen

primario debido a se efecto nocivo sobre la atmósfera, los países productores de crudo

intentan mantener el mercado del mismo ya que sus economías se basan

exclusivamente en la producción y exportación del petróleo. El análisis del las reservas

de petróleo será el objeto del capitulo siguiente.

2.1.2 Características del petróleo

El aceite petrolífero esta constituido por hidrocarburos, desde el metano –C1, según

la forma de expresión petrolera- hasta especies complejas, tipo C40 y aún más altas,

que no pueden destilarse sin descomposición. Una composición media elemental

puede ser: 85% carbono, 12% hidrógeno, 3% azufre, oxígeno y nitrógeno, y varios

elementos metálicos, pero esto depende del yacimiento.

Entre los componentes hidrocarbonados están representadas funcionalmente las

siguientes series: parafínica lineal (parafinas), ramificada (isoparafina), ciclada

2. El petróleo 36

(naftenos), aromática (benceno, naftaleno, etc) y mixta, en la que se incluyen las

especies complejas. Salvo los primeros términos (metano a hexano, ciclohexano,

benceno) es difícil clasificar químicamente una fracción petrolífera, pues su

composición responde parcialmente a fracciones mixtas. Los compuestos oxigenados

del petróleo están representados principalmente por fenoles y ácidos alifáticos y, en

particular, por funciones ácidas como los ácidos nafténicos (ácidos de

alcohilcicloparafinas). No se dan en fracciones superiores al 0,06% del petróleo bruto.

Los compuestos nitrogenados existen como máximo en proporción de un 0,5%. Se trata

de bases orgánicas, como la piridina y sus análogos y derivados. Los compuestos de

azufre son de gran significación, no por su cantidad (de 0,5 a 5%) sino por la

corrosividad, olor, y otras propiedades indeseables que comunican a las fracciones

petrolíferas, que obligan a una depuración –refino-. Contienen azufre los gases (SH2),

los líquidos (tiofeno, mercaptanos, disulfuros, sulfuros orgánicos) y hasta las fracciones

sólidas como los asfaltos y compuestos resinosos de alto peso molecular disueltos en el

aceite. Las proporciones relativas tanto del contenido de impurezas –no

hidrocarburoscomo de los tipos de hidrocarburos presentes, varían de un yacimiento a

otro. Atendiendo al tipo de hidrocarburo predominante Sachanen distingue nueve

tipos de petróleo: de base parafinica, con un mínimo de 75% de cadenas parafinicas; de

base nafténica, con un mínimo de 75% de naftenos; de base aromática, con un mínimo

de 50% de anillos aromáticos; y cinco tipos de base mixta (aromático-asfáltica,

parafino-nafténica, etc). El conocimiento de la base constitutiva del petróleo es

importante para el refinador, pues el tratamiento que conviene aplicar a un petróleo

depende de su composición.

2. El petróleo 37

2.2 La situación actual del petróleo

Este apartado tiene por objeto el análisis de la situación actual de la oferta y la

demanda de petróleo. Para ello se estudiarán las reservas y la demanda, así como la

producción y capacidad de producción del petróleo.

2.2.1 Recursos y reservas

2.2.1.1 Definiciones

Las reservas constituyen la porción de petróleo que es económicamente viable para

su extracción y explotación. Las reservas son por lo tanto cantidades variables en el

tiempo y dependen tanto de la tecnología existente como del precio del crudo en el

mercado. Las reservas se clasifican en tres tipos:

1. Reservas probadas: Aquellas que se pueden recuperar económicamente con

90% de probabilidad

2. Reservas probables: Aquellas reservas contenidas en pozos en actual

explotación pero que requieren una confirmación mas avanzada para ser

clasificadas dentro del grupo de reservas probadas (50% de probabilidad de

que exista).

3. Reservas posibles: Aquellas reservas que se estiman a partir de datos

geotécnicos de áreas no perforadas o no probadas (10% de probabilidad de

que exista).

La cantidad de petróleo existente, consumido y lo que se estima se podría

descubrir constituyen lo que se denomina últimos recursos recuperables (URR,

Ultimate Recoverables Ressources). Los últimos recursos recuperables se

distribuyen por lo tanto de la siguiente manera:

• Producción acumulada (petróleo ya extraído hasta el momento)

• Reservas:

2. El petróleo 38

Reservas probadas

Reservas probables

Reservas posibles

• El petróleo por extraer

La cantidad de lo que se denominan últimos recursos recuperables oscila entre 1800 y

3000 Gb dependiendo de la fuente consultada.

2.2.1.2 Reservas probadas de petróleo

De acuerdo con la BP statistical review, las reservas probadas de petróleo

convencional ascienden a 1.200 Gb a finales de 2005. Las reservas se concentran

principalmente en Oriente Medio y Norte de África donde ambas regiones suman el

62% de las reservas mundiales. Arabia Saudita es de largo el país que cuenta con el

mayor porcentaje de reservas sumando un 22% de las reservas totales mundiales tal y

como se muestra en la siguiente figura:

Figura 11. Reservas probadas en miles de millones de barriles. Fuente: BP statistical review 2006

2. El petróleo 39

Entre los 20 países con mayores reservas de petróleo, siete de ellos se encuentran la

zona de Oriente Medio y norte de África tal y como se muestra en la siguiente figura:

Figura 12. Las 20 mayores reservas de petróleo el mundo. Fuente: WEO 2006

Para Canadá, se tienen en cuenta las reservas probadas de petróleo no convencional.

A grosso modo, las reservas actuales de petróleo incluidas las reservas de petróleo no

convencional, podrían sostener el ritmo actual de producción durante unos 42 años.

2.2.1.3 La problemática de las reservas

Sí hay una cuestión endemoniadamente compleja y al mismo tiempo fundamental

para el cálculo de reservas petrolíferas, ésta es sin duda los datos. Los geólogos

distinguen entre los datos técnicos, aquellos que utilizan las compañías petrolíferas

para decidir sus inversiones, y que normalmente son altamente confidenciales y

cuestan mucho dinero, y los datos “políticos” de organismos como el USGS, y agencias

como la AIE o la EIA. Por ejemplo, en el año 1998 la AIE adoptó la metodología de

Hubbert por primera vez, y aunque para sus cálculos partió de una generosa

estimación del USGS de 2300 Gb (Giga barrels, o mil millones de barriles) Últimos

2. El petróleo 40

Recursos Recuperables (URR), sus datos hablaban por primera vez de una llegada a la

cumbre de la producción para el 2015. En el año 2000, la AIE volvió a cambiar el

rumbo: haciendo servir una estimación de URR del USGS revisado al alza, consideró

que no habría problema para mantener la demanda de crudo hasta el 2020. El año 2001,

en su World Energy Outlook, la AIE finalmente admitió que los países de la OCDE

entrarían muy pronto en el declive de su producción, dejándonos en manos de los

productores de Oriente Medio, dónde se encuentran el 65% de las reservas mundiales

de petróleo. Por otra parte, la gran mayoría de la producción mundial de crudo está en

manos de los países de la OPEP, que han sido tradicionalmente poco fiables a la hora

de informar sobre sus reservas. En el año 1985 Kuwait aumentó en un 50% sus

reservas, y en 1987 Venezuela dobló también las suyas, al añadir a estas el petróleo

pesado (considerado crudo no convencional). Estos aumentos fueron seguidos por los

otros países de la OPEP, deseosos de poder aumentar sus cuotas de extracción.

Además de las fuentes, el consenso sobre el significado de cada variable es muy

importante para llegar a datos, que si bien es muy difícil que coincidan en todo el

espectro de instituciones, compañías, gobiernos y científicos que se ocupan del tema, al

menos haría mucho más fácil que todos los agentes implicados entendieran de qué se

habla cuando se habla de reservas. Por ejemplo, no es lo mismo (en términos de coste

de extracción, refinamiento y calidad energética intrínseca), el petróleo convencional,

que el petróleo no convencional, como por ejemplo las arenas asfálticas canadienses o

la denominada “orinoemulsión” del Orinoco venezolano, las “ganancias en la

refinería” o los líquidos del gas natural (denominados normalmente por las siglas

NGL). Muy a menudo, y dependiendo del interés de cada actor, este tipo de reservas se

mezclan sin un criterio único. Las compañías privadas también contribuyen a esta

manipulación, con el propósito de aumentar su valor y rendimiento financiero. El caso

más claro es la utilización de una antigua norma de la Stock Exchange Comission

norteamericana que data de los tiempos del gran boom petrolífero en los Estados

Unidos. En aquellos tiempos, eran los propietarios de los terrenos los que ostentaban la

propiedad de los yacimientos petrolíferos. Dado que la propiedad de la tierra estaba

altamente fragmentada, los propietarios aumentaban su valor exagerando la cantidad

de petróleo que se estimaba que contenían los pozos. La SEC impuso unas severas

normas para el informa sobre las reservas, de suerte que sólo se podía informar de las

reservas probadas (lo que había “detrás del grifo” de los pozos existentes). Esta medida

contable bastante conservadora ha sido aprovechada por las compañías petrolíferas

2. El petróleo 41

para informar sobre las estimaciones de las reservas muy por debajo de las reales y de

esta manera, año tras año, justificar un aumento de las reservas que les permite mejorar

su valor financiero, demostrando que son capaces de aumentar sus reservas a pesar de

la continúa extracción.

Todo el asunto de las reservas es sin duda, complicado, y se hace difícil de seguir y

entender por la gran cantidad de datos aportados, con varios orígenes y

presentaciones, sin hablar de los grandes intereses políticos y económicos que las

rodean. No es de extrañar pues que en los medios de comunicación se utilicen siempre

los datos oficiales (a menudo las más políticos y optimistas), y no se expliquen con

detalle de dónde se han sacado y cómo se han calculado. La discusión entre los

especialistas continúa, aunque parece que empieza a verse una especie de consenso en

todo el espectro de estudios energéticos: casi todos los expertos aceptan que las

previsiones del aumento de la demanda energética no hacen más que subir y que la gran

mayoría de reservas de petróleo barato y de buena calidad se encuentran concentradas

en el eje Oriente Medio – Caucaso.

2.2.2 Producción de petróleo convencional

La producción de petróleo convencional, es a día de hoy liderada por los países

miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) que crece de

manera significativa. Según la AIE, la producción de petróleo de los países miembros

de la OPEP experimentará un crecimiento desde 34 millones de barriles/día en 2005 a

42 millones de barriles/día para 2015 y a 56 millones de barriles/día para 2030. Así los

países miembros de la OPEP pasarán a cubrir del 40% actual al 48% de la producción

mundial de petróleo para el año 2030.

Los países no miembros de la OPEP tienen un crecimiento en su producción más

plano desde un nivel de 48 millones de barriles/día en 2005 a 55 millones de

barriles/día en 2015 y de 58 millones de barriles/día en 2030. Por lo tanto la

producción mundial de petróleo convencional en 2005 ascendió a 82 millones de

barriles/día. Los datos mencionados anteriormente se recogen en las siguientes tablas:

2. El petróleo 42

Tabla 2. Producción mundial de los países no pertenecientes a la OPEP en millones de barriles/dia. Fuente: WEO

2006

2. El petróleo 43

Tabla 3. Producción mundial de los países pertenecientes a la OPEP en millones de barriles/día. Fuente: WEO 2006

2. El petróleo 44

Se puede observar igualmente un papel creciente de los recursos no convencionales,

los cuales se analizaran dentro de este mismo capitulo, en el aumento de la producción

tal y como se muestra en la siguiente figura:

Figura 13. Producción mundial de petróleo en función de las diferentes fuentes. Fuente: WEO 2006

Se espera, según la AIE que la producción en los países miembros de la OPEP,

especialmente en los situados en Oriente Medio, crezca más rápidamente que la de

otras regiones debido a que sus reservas de petróleo son mayores y en general su

extracción es económicamente más baja ya que sus pozos son más superficiales. Arabia

Saudita es de largo el mayor productor de petróleo convencional y gas natural liquido.

Su producción se estima que tendrá un crecimiento desde de 10,9 millones de

barriles/día en 2005 a 13,7 millones de barriles/día en 2015 y 17,6 millones de

barriles/día en 2030 (incluyendo la producción proveniente de la zona neutral

compartida con Kuwait). El resto del incremento en la producción de los países de la

OPEP proviene de Irak, Irán, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Libia y Venezuela.

Otros países miembros intentan sobreponerse a sus producciones en decadencia como

Qatar, Argelia e Indonesia. Estas proyecciones están realizadas en base a los datos de

las reservas probadas de dichos países. Tanto los precios como las políticas nacionales

2. El petróleo 45

de producción y explotación de las reservas de países en vías de desarrollo o que

tienen una economía exclusivamente basadas en el petróleo son muy reservadas y

contienen un alto grado de incertidumbre como se ha desarrollado en 2.2.1.3 de este

mismo capitulo.

Fuera de la OPEP, se estima que la producción de crudo convencional alcance su

máximo para la mitad de la próxima década aunque se compensará con la creciente

producción de gas natural líquido tal y como se muestra en la siguiente figura:

Figura 14. Producción de los países no miembros de la OPEP de petróleo convencional y gas natural liquido. Fuente:

WEO 2006

La producción de importantes regiones como América del Norte y el Mar del Norte

se estabiliza y empieza a despegar después de restablecerse la capacidad de

producción perdida debido a fenómenos atmosféricos como huracanes y otros

problemas técnicos. La constante alza de los precios del petróleo en el mercado ha

influenciado igualmente en el aumento de la producción, incrementando el ritmo el

ritmo de perforación. Pero se adivina que esta tendencia sea de corta duración debido

al crecimiento del los costes de extracción cada vez mayores debido al aumento de la

dificultad de extracción. A largo plazo, solo Rusia, Asia Central, América Latina y el

2. El petróleo 46

África subsahariana, incluyendo Angola y el Congo, logran un crecimiento

significativo en la producción de petróleo convencional.

2.2.3 Capacidad de producción

El consumo mundial de petróleo sobrepasa los 12.000 millones de litros al día, y

según las directrices de la Política energética nacional estadounidense, elaborada en

mayo de 2001 bajo la dirección del vicepresidente Dick Cheney, para mantener las

actuales tasas de crecimiento económico y de población el mundo necesita aumentar su

consumo de crudo en un 2,1% al año. Tarde o temprano, el petróleo se agotará, y con

él, el combustible que ha movido y mueve los engranajes del comercio mundial y del

crecimiento económico, condición imprescindible para la continuidad de la economía

de mercado que hoy rige los destinos de un mundo globalizado.

Por suerte, la herencia recibida es inmensa, y desde los inicios de la era industrial no

se ha consumido aún la mitad del petróleo acumulado. Por tanto, su inevitable

agotamiento está lejano, pero hay que afrontar que el planeta está a las puertas de un

fenómeno que puede provocar un cambio económico y social sin precedentes: el pico

de la producción mundial de crudo. Se podrá extraer por mucho tiempo, pero cada vez

a un ritmo menor y a un coste mayor. La extracción de petróleo está sujeta a

condicionantes geográficos y geológicos ineludibles. En primer lugar, hay que

encontrarlo mediante un proceso de análisis geológico y costosas perforaciones.

Lógicamente, son las bolsas mayores las primeras que se descubren y se explotan. A

medida que queda menos crudo por descubrir, resulta más difícil encontrar nuevos

yacimientos, y los hallazgos son de menor entidad. La curva de descubrimientos

alcanzó su máximo en los 60, y a pesar del gran esfuerzo realizado a partir de los 70

aplicando las más modernas técnicas de exploración sísmica, nunca se volvieron a

alcanzar los éxitos del pasado tal y como muestra la siguiente figura:

2. El petróleo 47

Figura 15. Evolución de los descubrimientos de yacimientos de petróleo en miles de millones de barriles. Fuente:

Colin Campbell 2002

Desde 1980 cada año se consume más petróleo del que se encuentra, y llegará un

momento en que los costes de exploración superen el valor esperado de los

descubrimientos. A partir de entonces resultará económicamente inviable seguir

explorando: descubrir todo el petróleo implicaría realizar un número ilimitado de

perforaciones, la gran mayoría fallidas. Por otra parte, una vez encontrado un

yacimiento, lo que primero se extrae es el crudo más fácil de obtener y que suele ser

también el de mejor calidad. Al perforar un pozo, inicialmente mana el petróleo de

menor densidad por la propia presión del gas que suele acompañarle. Cuando

disminuye esta presión natural, lo hace también la producción del pozo, y para

mantenerla hay que inyectar gas o agua a presión para que ascienda el petróleo más

denso. A la larga, se alcanza un punto en el que para obtener un barril de petróleo

convencional hay que consumir una cantidad equivalente de energía y en este

momento el pozo deja de ser rentable, independientemente del precio de mercado del

crudo.

Todo ello hace que la curva de producción de un pozo, de un yacimiento, de un país, y

por tanto del mundo, tenga inevitablemente una forma de campana, llamada curva de

Hubbert, alcanzándose el punto máximo cuando se ha extraído aproximadamente la

mitad del contenido recuperable. En 1956, M. King Hubbert, entonces director del

laboratorio de prospecciones de Shell, estudió las curvas de descubrimientos y

producción de petróleo en EE UU, y concluyó que ese país alcanzaría el punto de

2. El petróleo 48

máxima producción entre 1966 y 1972. Aunque en su época estas predicciones fueron

ridiculizadas y olvidadas, la producción estadounidense alcanzó su máximo en 1970 y

ha ido descendiendo año tras año. A pesar de las enormes inversiones y los avances

técnicos aplicados desde entonces, su producción actual es inferior a la mitad de su

máximo, una cantidad similar a la que producía en 1940. Algunos discípulos,

principalmente Collin Campbell y Kenneth S. Deffeyes, han aplicado técnicas similares

para estimar el punto de máxima producción mundial.

La parte ascendente de la campana representa un periodo de producción en

aumento a un coste relativamente bajo: la fase vivida. En la descendiente, que muy

probablemente comience pronto, decrece la producción y los costes son cada vez

mayores.

Figura 16. Curva de Hubbert para la producción mundial de petróleo. Fuente: Hubbert, 1974

La certeza de este proceso ha sido corroborada por la experiencia acumulada en

Estados Unidos, que, siendo el territorio más explorado y más explotado del planeta, es

un buen modelo de lo que se puede esperar en un futuro a escala mundial. No hay

razón para pensar que lo que ha ocurrido allí no se vaya a reproducir globalmente.

Aun cuando no resulta fácil predecirlo con precisión, en la comunidad científica,

geológica y petrolera se está alcanzando un consenso que sitúa el punto de máxima

2. El petróleo 49

producción mundial a finales de esta década o a mediados de la siguiente. Los más

optimistas, en general economistas, creen que puede alargarse algo más, quizá otra

década, por la explotación de yacimientos atípicos que el alza de precios puede

convertir en rentables.

Entre los primeros destaca la Energy Information Administration (EIA) del

Departamento de Energía de los Estados Unidos que ha salido al paso de los crecientes

rumores sobre la inminencia del pico de producción, reafirmando su apoyo a los

resultados presentados el año 2000 por el Servicio Geológico de los Estados Unidos

(USGS). En función de los futuros avances tecnológicos y monto de las inversiones en

exploración y producción, el USGS contempla tres escenarios sobre la cantidad de

petróleo que finalmente podremos recuperar del subsuelo.

El menos probable (5%) habla de 3.900 Gb, el más probable (95%) de 2.200 Gb y el

esperado (con una probabilidad del 50%) de 3000 Gb. Basándose en estas estimaciones,

el USGS concluye que suponiendo para el futuro un incremento medio anual de la

producción mundial del 2% (un porcentaje similar al experimentado en los últimos

años), el pico de producción podría situarse en el 2026 o en el 2047, dependiendo de

que se trabaje con los escenario de alta o baja probabilidad anteriormente

mencionados. Si la producción creciera a una tasa del 3%, el pico tendría lugar en el

2021 o el 2037, mientras que si el incremento fuera del 1% habría que esperarlo en el

2033 o 2067. Estas fechas podrían incluso desplazarse hasta el 2045 y 2112 asumiendo

un incremento de la producción del 0%. El modelo del USGS sugiere que si, en vez de

escenarios extremos, consideramos el de probabilidad intermedia los picos de

producción se situarían en el 2030, 2037, 2050 y 2075, dependiendo de que el

crecimiento medio de la producción anual fuera del 3%, 2%, 1% o 0%, respectivamente.

Estos análisis, junto al hecho de que las proyecciones del USGS no tienen en cuenta los

llamados hidrocarburos no convencionales, como las pizarras bituminosas, las arenas

asfálticas de Canadá y los petróleos pesados de Venezuela, han llevado a algunos

economistas, como Morris Adelman del Massachussets Institute of Technology, a

afirmar que en los próximos 25 a 50 años el mercado dispondrá de una cantidad

ilimitada de crudo.

Tengan razón unos u otros, lo cierto es que éste es un horizonte lo suficientemente

próximo como para que nos afecte directamente a nosotros o a generaciones venideras.

2. El petróleo 50

Y también que, aun en el mejor de los supuestos, que la extracción de petróleos

pesados de las arenas bituminosas de Venezuela o Canadá, de las regiones polares o de

las profundidades marinas permitiera mantener una producción en aumento, la

tendencia al alza de los precios es inevitable por sus mayores costes de producción.

2.2.4 Demanda de petróleo

La demanda de petróleo durante 2005 fue de una media de 84 millones de

barriles/día. Se espera que la demanda de petróleo continúe creciendo constantemente

hasta 2030 a un ritmo anula de 1.3% alcanzando un nivel de demanda de 99 millones

de barriles/día en 2015 y de 116 millones de barriles/día en 2030 tal y como se muestra

en la siguiente tabla:

Tabla 3. Demanda mundial de petróleo en millones de barriles/día. Fuente: WEO 2006

2. El petróleo 51

Se puede observar que Estados Unidos es de largo el mayor consumidor de petróleo

en el mundo con un nivel de 24,9 Millones de barriles/día en 2005, lo que representa el

29,42% del consumo mundial. Estados Unidos tuvo una producción diaria de 9,8

Millones de barriles/día, con lo que importa una cantidad diaria de 19,6 millones de

barriles. Esta cantidad es, por ejemplo, superior a la producción diaria de Arabia

Saudita que es actualmente el mayor productor de crudo en el mundo y superior a un

tercio de la producción total de los países miembros de la OPEP. Esto hace que la

dependencia energética exterior sea elevada.

El siguiente consumidor es China con 6,6 Millones de barriles/día en 2005, casi el

8% del total. Un dato significativo es el elevado crecimiento de la demanda en China e

India que se prevé, según la AIE, que alcance un crecimiento anual del 3,4% y 3%

respectivamente desde 2005 a 2030. Sin embargo, mientras el consumo per capita en

Estados Unidos es de mas de 3 toneladas/capita, en China e India es menor de 0,75

toneladas/capita, un orden de magnitud inferior, lo que se refuerza la idea de que el

acceso a las fuentes energéticas es muy desigual y que el consumo esta íntimamente

ligado con el nivel económico del país tal y como se muestra en la siguiente figura:

Figura 17. Consumo de petróleo per capita en toneladas. Fuente: BP statistical review 2006

2. El petróleo 52

Por regiones, Norte América, Asia Pacífico y Europa y Euro Asia se hallan a la

cabeza, seguidos de lejos por América del Sur y Central, Oriente Medio y África. Entre

Norte América, Europa y Euro Asia consumen el 56% del total, a pesar de que en ellas

sólo se encuentra el 20% de la población mundial y el 15% de las reservas probadas.

Por ello vuelven a quedar patentes las desigualdades en el consumo de petróleo en

función de las zonas tal y como se muestra en la siguiente figura:

Figura 18. Consumo de petróleo por regiones en millones de barriles diarios. Fuente: BP statistical review 2006

Se observa que la región que ha experimentado un incremento mayor desde los 80

ha sido Asia Pacífico, y se espera que continúe esta tendencia. Europa y Euro Asia han

estabilizado su consumo desde 1993, a pesar de que la demanda de energía ha

aumentado debido a la creciente utilización de energías alternativas. Estados Unidos

presenta un ligero crecimiento en los últimos años. Las zonas en las que menos se

consumen manifiestan modestos crecimientos. Sin embargo, son éstas las regiones que

cuentan con mayores reservas probadas, pero hasta ahora su nivel de desarrollo no ha

exigido mayores consumos. Los principales consumidores sufrieron las consecuencias

2. El petróleo 53

de las crisis del petróleo en 1973 y 1979, por lo que como respuesta a la subida de

precios redujeron el consumo.

En cuanto a la utilización de los recursos, según la AIE, el transporte acaparará el

63% del incremento de la demanda desde 2004 hasta 2030. En los países miembros de

la OCDE (organización para la cooperación y el desarrollo), la demanda disminuirá en

la generación eléctrica y en los sectores residencial y servicios a favor de la industria

que aumentará su demanda de petróleo. La disminución en la demanda de petróleo

para la generación eléctrica es suplantada por las nuevas fuentes de generación como

las energías renovables y las plantas de ciclo combinado. En los países no miembros de

la OCDE el transporte es el mayor contribuidor al crecimiento de la demanda.

2.2.5 El precio del petróleo

La razón principal de la amplia variación del precio del crudo hay que buscarla

en el tradicional juego de la oferta y la demanda. Al tratarse de una energía agotable

cuyo consumo es más intensivo en momentos de boom económico, la demanda

presiona sobre la oferta y sube los precios. A la ley del mercado hay que añadirle la

presión de los países miembros de la OPEP, que reducen o aumentan la producción de

crudo según sus intereses. Y para complicar más la comprensión del mercado de este

combustible, es fundamental seguir de cerca la fluctuación del dólar: en esta moneda

cotiza el crudo y con ella se expresa el valor del barril.

El récord histórico alcanzado en 2006 muestra una variabilidad sustancial en los

precios mundiales, esto es, la volatilidad de éstos habrá de mantenerse como hasta

ahora, e inclusive en mayores proporciones y ahondando la incertidumbre acerca de

los precios futuros a largo plazo.

El estudio de la AIE, realizado en 2006, considera tres casos que arrojan más

claridad en las previsiones alternativas siguiendo la trayectoria de los precios del

petróleo en el futuro próximo. Los cálculos básicos en los precios mundiales del

combustible fósil se ubican en alrededor de 47 dólares por barril (dpb) en 2014, antes

de subir a 57 dpb en 2030.

Se distinguen tres escenarios: los casos de precios bajos, medios y altos definen

un amplio rango del trazo de las gráficas correspondientes del precio mundial en

2. El petróleo 54

potencia, el cual hacia el año 2030 muestra gran amplitud que va de 34 dpb a 96 dpb,

dependiendo de factores muy diversos, algunos susceptibles de ser evaluados y otros

no. Los que sí pueden cuantificarse son los que se refieren a la importación de los

grandes consumidores/importadores, como serían China, Japón y Estados Unidos.

Los factores que no pueden ser cuantificados son los llamados de carácter

geopolítico, entre los que figuran los conflictos de carácter internacional y los casos de

terrorismo en curso de mayor importancia. Entre los primeros están, desde luego, el

cauce que tome la guerra en Irak y el conflicto todavía no resuelto con Irán, por la gran

importancia a escala mundial que tienen uno y otro, y la enorme influencia que puede

ejercer el crudo determinando la medida de la incursión de la mayor potencia bélica

del mundo: Estados Unidos. Según los diferentes escenarios que pudieran presentarse,

que por ahora son verdaderamente imprevisibles por muchas razones, existe un cierto

grado de incertidumbre acerca de los recursos disponibles de petróleo en el futuro

próximo, lo que deberá influir también en el desarrollo de la economía planetaria.

En los tres casos considerados, bajo, medio y alto para los precios, se considera

además que los abastecedores que no pertenecen a la OPEP producirán a toda su

capacidad, lo cual constituye la base de los análisis de referencia que están hechos

sobre ciertos supuestos de una estabilidad mínima y de una consistencia en la

producción que permita realizar estos cálculos, pero no podemos dejar de considerar

que hay casos, como el de Petróleos Mexicanos, que pudiera tener variabilidades de

cierta importancia en su producción de no resolverse la situación política actual, y por

supuesto , y también de gran importancia, su situación fiscal mediante una reforma

que pueda redundar en beneficio de la empresa y del país, para que sea posible que la

paraestatal produzca petróleo y gas en situación de competencia, y en lo que a

impuestos se refiere, comparada con los estándares internacionales.

Por tanto, la variación en las gráficas de los precios en los tres casos considerados

depende en buena medida de la necesidad de abastecimiento de la OPEP a largo plazo.

En el año 2030, la demanda hacia esta organización multinacional es casi de 50 millones

de barriles diarios a precios medios, y de más de 50 millones de barriles diarios en el

escenario de precios bajos. Pero si se diera la alternativa de precios altos, esto es, la de

96 dpb, la demanda bajaría a únicamente 32 millones de barriles diarios, lo cual estaría

muy cerca del actual nivel de producción de la OPEP con las consiguientes

2. El petróleo 55

consecuencias en el desarrollo de los 10 países considerados en su integración, es decir,

exceptuando a Irak por razones obvias.

2.2.6 Emisiones de CO2 y gasto energético asociado a los procesos de extracción, transporte y

refino del crudo

Según el estudio de sostenibilidad ”sustainability report 2006” del COSMO OIL

GROUP, el gasto energético y las emisiones asociadas al proceso de extracción,

transporte y refino del crudo son los siguientes:

Oil's Life Cycle Inventory (LCI)

Stage Crude oil extraction

Crude oil transportation Refining Product

transportation Product

use Total

Energy consumption (TJ) 29,405 14,428 75,418 3,664 1,127,628 1,250,542

CO2 emissions (thousand t-CO2) 1,639 986 5,086 229 77,015 84,955

SOx emissions (t) 22,602 21,477 5,543 1,970 160,298 211,890

NOx emissions (t) 3,626 26,604 3,154 3,814 - -

Tabla 4. Emisiones de CO2 y gaste energético del ciclo de vida del petróleo. Fuente: COSMO OIL GROUP

Figura 19. Porcentaje de emisiones de CO2 durante las diferentes fases del ciclo de vida del crudo. Fuente: COSMO

OIL GROUP

2. El petróleo 56

Los datos anteriores son estimaciones referidas a la producción anual durante 2005.

El gasto energético total correspondiente a la extracción, transporte y refino del

petróleo durante el año 2005 asciende a 119.251 TJ. Sabemos que una tonelada

equivalente de petróleo equivale a 41.868.000.000 julios ó 0,041868 TJ. Por lo tanto el

gasto energético total es equivalente a 2.848.261 Tep ó 20.344.721,428 barriles. Si la

producción durante el año 2005 fue de 29.930 millones de barriles, quiere decir que por

cada Tep gasto 0,0006797 Tep.

Las emisiones totales correspondientes a la extracción, transporte y refino del

petróleo ascienden a 7.711.000 toneladas de CO2. Sabemos que la producción de crudo

durante 2005 fue de 82 millones de barriles/día, que corresponde a 29.930 millones de

barriles/año, por lo tanto las emisiones de CO2 ascienden a 0,2576 Kg de CO2/barril.

Sabemos que un barril contiene aproximadamente 0,14 Tep, por lo tanto, las emisiones

son de 1,84 Kg de CO2/Tep.

Según el Oil Sands Technology Roadmap las emisiones de CO2 derivadas de la

explotación de las arenas bituminosas van desde los 40 hasta los 90 Kg de CO2/barril

dependiendo de la tecnología de explotación. El nivel mas bajo de emisiones

corresponde a la explotación de las minas a cielo a abierto que son, evidentemente, las

mas escasas. Los niveles mas altos corresponden a las plataformas de extracción in-situ

y estos a su vez, dependen del combustible empleado para la extracción del crudo.

De acuerdo con la Nacional Energy Board of Canada se requieren 1.000 pies cúbicos

de gas natural/barril de crudo lo equivale a 28,31 metros cúbicos/barril. Sabemos que

una tonelada equivalente de petróleo equivale a 1.187 metros cúbicos de gas natural,

por lo tanto el gasto energético es de 0,02385 Tep/barril. Si adema un barril es

aproximadamente igual a 0,14 Tep, el gasto energético en Tep por cada Tep es de 0,17.

2.3 Perspectivas del petróleo

2.3.1 El petróleo no convencional

Según la AIE la producción de petróleo no convencional, proveniente

principalmente de los países no miembros de la OPEP, supondrá al menos el 8% de la

producción mundial para 2030. Actualmente el petróleo no convencional representa el

2. El petróleo 57

2% de la producción mundial. Esto significa un salto en la producción de 1,6 a 9

millones de barriles diarios. La mayor parte de este petróleo no convencional proviene

de las arenas bituminosas de Canadá y del crudo ultrapesado de Venezuela

2.3.1.1 Las arenas bituminosas

Las arenas bituminosas consisten en una mezcla de betún crudo (estado semisólido

del petróleo crudo), sílice, arcilla y agua. Según el World Energy (WEC) Council la

provincia de Alberta en Canadá contiene al menos el 85% de los recursos mundiales de

arenas bituminosas. Los depósitos de arenas bituminosas canadienses están situados

en la provincia de Alberta y cubren una superficie total de 141.000 km2. Existen tres

depósitos que son Peace River, Cold Lake y Athabasca, siendo este último el más

importante tal y como se muestra en el siguiente mapa:

Figura 20. Situación de los depósitos de arenas bituminosas en la provincia de Alberta (Canadá). Fuente: Utilities

energy

2. El petróleo 58

Según la WEC, la provincia contiene una cantidad estimada de petróleo no

convencional de 1700 Gb. Actualmente, existen unas reservas probadas de 174 Gb y

una cantidad recuperable estimada de 315 Gb más. En 2005, la producción de Canadá

de petróleo no convencional ascendió a 1 millón de barriles/día. Se espera triplicar la

producción para 2015 y llegar a los 5 millones de barriles/día para 2030.

Existen actualmente 12 proyectos en proceso de construcción de instalaciones para

la recuperación de petróleo no convencional y otros 38 proyectos propuestos en la

provincia de Alberta. Se planea una inversión de al menos 80.000 millones de dólares

para los próximos 10 años. De todos los proyectos propuestos, 36 de ellos son de

nuevas instalaciones para la explotación minera (integrated projects) o de perforación

(in situ projects) y el resto, únicamente dos de ellos, son mejoras de las instalaciones

actuales. De los proyectos de perforación propuestos, un 45% estriba en el uso de la

tecnología SAGD (Steam Assisted Gravity Drainage). Este procedimiento consiste en

inyectar vapor directamente en las arenas bituminosas, para calentar el bruto pesado,

que se recupera a continuación en estado semilíquido y se bombea hasta las

instalaciones de superficie para ser procesado. A continuación se muestran los

principales proyectos propuestos y su capacidad de producción.

2. El petróleo 59

Figura 21. Los principales proyectos de Canadá para la explotación de las arenas bituminosas y su capacidad de

producción. Fuente: WEO 2006

Debido a la manifiesta tendencia del incremento constante del precio del petróleo en

estos últimos años, grandes corporaciones petrolíferas empiezan a interesarse en las

arenas bituminosas como alternativa al crudo convencional tal y como se muestra en la

siguiente figura:

2. El petróleo 60

Figura 22. Ingresos provenientes de la industria de las arenas bituminosas. Fuente: Utilities energy

Según la AIE se prevé un aporte de capital de 6.800 millones de dólares por año

entre 2005 y 2030.

La actual producción de petróleo sintético a partir de arenas bituminosas se reduce

a la explotación de minas superficiales, que reducen ampliamente el coste de

producción hasta los 16 dólares/barril según la AIE. Estas minas superficiales alcanzan

una profundidad aproximada de entre 40 y 60 metros, lo que hace que la explotación

de estas minas sea de corta duración y hace necesaria la construcción de nuevas

instalaciones capaces de recuperar un porcentaje más amplio de los depósitos.

Según la NEBC (Nacional Energy Board of Canada) los costes de operación de las

nuevas instalaciones mineras se situarían entre los 9 y 12 dólares/barril, mientras que

el coste de operación in situ seria de entre 10 y 14 dólares/barril. Estos costes son

comparativamente altos con los de operación del petróleo convencional. En Irak o

Arabia Saudita, los costes de operación ascienden a 1 dólar/barril mientras que en

Estados Unidos o Canadá ascienden a 6 dólares/barril.

2. El petróleo 61

Incluyendo los costes de los equipos y materiales necesarios para las instalaciones,

el coste total asciende para los procesos integrated entre 18 y 20 dólares/barril y entre

18 y 22 dólares/barril para los procesos in situ. Por lo tanto, incluyendo el proceso de

transformación, obtenemos un precio final del barril de entre 36 y 40 dólares/barril

para procesos de tipo integrated.

De acuerdo con el NEBC (Nacional Energy Borrad of Canada), se requieren entre 1y

1,2 millones de pies cúbicos de gas natural para obtener un barril de crudo sintético. La

eficiencia energética tanto de los proyectos in situ como los integrated es susceptible de

mejorar en los próximos años reduciendo así el consumo de gas natural y por lo tanto

haciendo más atractivas este tipo de explotaciones. No obstante, la reducción del

consumo de gas natural será por otro lado compensada por la producción de un crudo

de mayor calidad lo que requiere un aporte mayor de hidrógeno. Actualmente el 60%

del betún crudo extraído es transformado en petróleo crudo sintético. En conjunto,

según la AIE, se prevé que el consumo de gas de las instalaciones de arenas

bituminosas crezca desde un valor actual de 10 bcm/año (miles de millones de metros

cúbicos/año) hasta 21 bcm/año en 2015 y 29bcm/año en 2030 tal y como se muestra en

la figura siguiente:

Figura 23. Relación entre la producción de crudo no convencional y el consumo de gas. Fuente: WEO 2006

2. El petróleo 62

Estas previsiones están realizadas bajo los supuestos de que no existen penalizaciones

por las emisiones de CO2, ya que este tipo de plantas emite gran cantidad de este gas.

Una de las ventajas de la explotación de las arenas bituminosas es que la

localización y contenido de los depósitos es conocida con gran exactitud. Además,

estas reservas están localizadas en una zona políticamente estable y no existe una

reserva mayor en ninguna otra parte del mundo, lo que proporciona una gran

estabilidad y seguridad.

2.3.1.2 Crudo ultrapesado

La Cuenca Petrolífera del Orinoco es una gran cuenca sedimentaria con inmensas

reservas de petróleo que PDVSA (Petróleo de Venezuela S.A.) aún está estudiando,

debido a su gran magnitud. Básicamente abarca la costa norte del Río Orinoco, desde

Guárico hasta el Delta Amacuro. La cuenca del Orinoco contiene, según el World

Energy Council, cerca del 90% de los recursos totales conocidos de crudo ultrapesado.

Según el WEC, se estima que la cuenca del Orinoco contiene unos recursos

recuperables que ascienden a 1200 Gb. Estudios recientes del PDVSA concluyen, que

solo el 22%, es decir 267 Gb, son recursos económicamente recuperables.

La explotación de este tipo de yacimientos no esta limitada únicamente por la

tecnología, lo que supone una gran barrera, sino también por los altísimos costes de

explotación que actualmente hacen que no todo el crudo hallado sea económicamente

viable de extraer.

2.3.1.3 Pizarras Bituminosas

Las pizarras bituminosas son actualmente el recurso petrolífero más importante.

Según el Energy Minerals Division, los recursos mundiales conocidos ascienden a 2600

Gb.

Los Estados Unidos acaparan entre el 45 y 70 % de los recursos mundiales

conocidos. Estos se encuentran localizados en la formación Green River que se

extiende entre los estados de Utah, Colorado y Wyoming. Según el informe “Oil Shale

& Tar Sands Leasing Programmatic “del EIS Information Center, se estima que los

recursos de Green River son de entre 1200 y 1800 Gb.

2. El petróleo 63

Debido a los altos costes de explotación, solo una pequeña cantidad de los depósitos

conocidos se encuentran en explotación, en la mayoría de los casos en fase

experimental. La cantidad mundial producida de petróleo proveniente de las pizarras

bituminosas es por lo tanto despreciable.

Según el World Energy Council (WEC), los recursos recuperables son de 400 Gb y el

Oil Shale Resource Base estima que los recursos recuperables son de entre 500 y 1100

Gb.

Existen varias técnicas para la extracción de las pizarras bituminosas, pero según el

WEC, se estima que están no serán rentables económicamente hasta que el precio del

barril de crudo en el marcado alcance por lo menos los 90 dólares/barril. Además, se

estima que la producción no alcance los 3 millones de barriles/día hasta por lo menos

dentro de 30 años.

2.3.1.4 Otros petróleos no convencionales

Las tecnologías Gas-a-líquido (GTL), se basan en un proceso denominado Tropsch-

Fischer, conocido desde hace más de 50 años, que permite transformar el metano en

cadenas más largas de hidrocarburos. De esta manera, se pueden obtener líquidos sin

impurezas y, por ello, con grandes ventajas medioambientales. Se estima que puede

ser una solución para yacimientos de gas que no sean lo suficientemente grandes como

para justificar las altas inversiones en gasoductos o cadenas de LNG y aprovechar de

esta forma la extensa y tupida infraestructura ya disponible para los productos

petrolíferos. Este método consiste en disociar las moléculas de metano, añadir vapor y

convertir la mezcla resultante en combustibles líquidos de alta calidad vía procesos

Fisher- Tropsch. El proceso GTL ha tenido desarrollos significativos en la década

pasada. Sólo dos proyectos GTL existen ahora, en Malasia y Sudáfrica, representando

35.000 barriles de la producción diaria. Los pronósticos para Qatar son de casi 800.000

barriles por día en 2011, según el AIE. Está prevista la construcción de nuevas plantas

comerciales, destacando tres en Qatar que podrán producir 140.000 barriles/día,

160.000 barriles/día y 140.000 barriles/día respectivamente. Bajo condiciones business-

as-usual, en el 2015 podría producirse 1 millón de barriles/día, de los cuales 600.000

barriles serían diesel y 400.000 gasolinas y otros productos. Pero el proceso GTL es

2. El petróleo 64

derrochador, con aproximadamente el 45 por ciento del gas natural perdido en la

conversión, según estimaciones de la AIE.

2.4 Inversiones en el sector petrolero

En el sector petrolero se necesitará una inversión de más de 4300 millones de

dólares, lo que equivale a 164.000 mil millones de dólares por año hasta el año 2030,

según la AIE. Las inversiones en bienes de capital tendrán que aumentar a un ritmo

constante a lo largo del período a medida que la capacidad se torna obsoleta y crece la

demanda. La inversión en los países de la OCDE será elevada en relación con su

capacidad de producción dado los mayores costos unitarios en comparación con otras

regiones. La exploración y el desarrollo dominarán la inversión en el sector petrolero,

representando más del 70% del total a lo largo del período 2005-2030.

Las proyecciones realizadas sobre las inversiones necesarias a lo largo de este

periodo son sustancialmente mayores que las actuales que rondan los 100.000 millones

de dólares frente a los 164.000 millones proyectados. Además, las inversiones deben de

ser mayores a medida que las instalaciones actuales quedan obsoletas y la demanda

crezca, lo que dará como resultado un flujo de inversión mayor durante el periodo

comprendido entre 2020 y 2030.

La inversión en el sector upstream supone una media anual de 125.000 millones de

dólares de los cuales el 90% de la inversión es destinado para el desarrollo de las

instalaciones actuales y el resto a la exploración de nuevos yacimientos.

2. El petróleo 65

Figura 24. Inversiones acumuladas por actividad durante el periodo 2005-2030. Fuente: WEO 2006

Se necesitará alrededor de un cuarto de la inversión en el sector upstream para

satisfacer la creciente demanda. El resto será necesario para contrarrestar el descenso

natural en la producción de los pozos que ya están en producción y aquellos que

comenzarán a producir en el futuro. A nivel mundial, las necesidades de inversión

son, de hecho, mucho más sensibles a los cambios en las tasas de descenso que a las

tasas de crecimiento de la demanda de petróleo.

Las inversiones en los procesos de refino del petróleo ascenderán alrededor de

30.000 millones de dólares al año hasta 2030. La inversión proyectada permitirá un

aumento en la oferta mundial de petróleo desde 85 millones de barriles/día en el año

2004 a 117 millones de barriles/día en el año 2030. Los yacimientos de alta mar

representarán casi un tercio del aumento de la producción desde la actualidad hasta el

2030, pero ocuparán una mayor proporción de la inversión ya que su desarrollo es más

costoso.

La participación de Oriente Medio en los gastos totales upstream, de menos de 20%,

es pequeña en relación a su contribución al aumento de la creciente mundial, porque

los costos de exploración y desarrollo en la región son muy bajos. La inversión en

2. El petróleo 66

proyectos de petróleo no convencional, principalmente en Canadá y Venezuela,

representará una creciente participación de los gastos totales upstream. Los costos de

capital y los costos operativos para dichos proyectos son elevados en comparación con

los proyectos petroleros más convencionales, aunque sus costos de exploración son

menores.

Las posibilidades de producción en Irak son altamente inciertas. El ritmo del

crecimiento de la producción está ligado al ritmo de la recuperación política. Se calcula

que incrementar la capacidad a alrededor de 3,7 millones de barriles/día para el año

2010 costará alrededor de 5.000 millones de dólares. Es posible tener mayores

aumentos, pero dependerán de la futura estrategia de producción del gobierno iraquí

La inversión en buques petroleros y en oleoductos para el comercio internacional

ascenderá a 260.000 millones de dólares hasta el año 2030. Las cadenas de suministro

serán más prolongadas, de modo que la mayor parte de la inversión en transporte se

aplicará a la capacidad de los buques petroleros y no tanto a los oleoductos.

Aunque el 69% del total del la inversión en el sector petrolero, excluyendo el

transporte, tendrá lugar fuera de la OCDE, más del 40% de esta inversión se hará en

proyectos para proveer petróleo crudo y productos a los países de la OCDE.

Existe suficiente capital para satisfacer los requisitos de inversión proyectados. Pero

hasta qué punto el capital será invertido en el sector petrolero variará según los

diferentes países, dependiendo de una cantidad de factores de riesgo considerados,

incluyendo precios del petróleo, períodos fiscales, condiciones políticas y asuntos

técnicos tales como riesgo geológico. El financiamiento puede ser una limitación en los

lugares donde las políticas del gobierno o los factores geopolíticos considerados

impiden o desalientan la participación extranjera – especialmente en Medio Oriente y

África. Las presiones presupuestarias del estado podrían restringir la cantidad de

ganancias que las compañías petroleras nacionales están autorizadas a reservar para

propósitos de inversión y, por lo tanto, aumentaría su necesidad de obtención de

préstamos. Aunque la mayoría de los países productores de petróleo ahora permiten

algún tipo de inversión privada y extranjera, las condiciones del mercado ofrecidas

pueden no siempre ser lo suficientemente atractivas para los inversores y prestamistas.

2. El petróleo 67

Si no está disponible el monto de inversión proyectado en Medio Oriente y por lo

tanto la producción no aumenta tan rápidamente como se espera, será necesario contar

con más capital para invertir en otras regiones más costosas. Bajo un Escenario de

Inversión Limitada, en el cual los países de Medio Oriente adoptan políticas para

limitar el crecimiento de la producción y las inversiones, los requisitos mundiales de

inversión en petróleo son 8% más elevados que en el Escenario de Referencia. La

demanda mundial de petróleo sería 8% más baja debido a los precios más elevados que

surgirían como resultado. Los ingresos totales por petróleo en los países de la OPEP en

Medio Oriente, y en otros países de la OPEP en general, serían menores. Estos

hallazgos implican que será de interés tanto para los países consumidores como para

los productores el facilitar los flujos de capital hacia el sector petrolero upstream de

Medio Oriente. Este es un asunto clave que será necesario abordar en el contexto del

diálogo consumidor-productor.

3El Gas natural

3. El gas natural 69

3 El gas natural

3.1 Historia y características del gas natural

3.1.1 Historia del gas natural

El descubrimiento del gas natural data de la antigüedad en Oriente Medio. En

Europa no se conoció el gas natural hasta que fue descubierto en Gran Bretaña en 1659,

aunque no se empezó a comercializar hasta 1790. En 1820 se horadó el primer pozo en

Fredonia (Estados Unidos) para la producción de gas natural.

Durante el siglo XIX el gas natural fue casi exclusivamente utilizado como fuente

de luz. Su consumo permaneció muy localizado por la falta de infraestructuras de

transporte que dificultaban el traslado de grandes cantidades de gas natural a grandes

distancias. En 1890, se produjo un importante cambio con la invención de las juntas a

prueba de fugas en los gasoductos. No obstante, las técnicas existentes no permitieron

transportar el gas natural a más de 160 kilómetros de distancia por lo que el producto

se quemaba o se dejaba en el mismo lugar. El transporte del gas natural a grandes

distancias se generalizó en el transcurso de los años veinte, gracias a las mejoras

tecnológicas aportadas a los gasoductos. Después de la segunda guerra mundial, el uso

del gas natural creció rápidamente como consecuencia del desarrollo de las redes de

gasoductos y de los sistemas de almacenamiento.

En los primeros tiempos de la exploración del petróleo, el gas natural era

frecuentemente considerado como un subproducto sin interés que impedía el trabajo

de los obreros forzados a parar de trabajar para dejar escapar el gas natural descubierto

en el momento de la perforación. Hoy en día, en particular a partir de las crisis

petroleras de los años 70, el gas natural se ha convertido en una importante fuente de

energía en el mundo.

Durante muchos años, la industria del gas natural estuvo fuertemente regulada

debido a que era considerada como un monopolio de Estado. En el transcurso de los

últimos 30 años, se ha producido un movimiento hacia una mayor liberalización de los

mercados del gas natural y una fuerte desregulación de los precios de este producto.

Esta tendencia tuvo como consecuencia la apertura del mercado a una mayor

3. El gas natural 70

competencia y la aparición de una industria de gas natural mucho más dinámica e

innovadora.

3.1.2 Características del gas natural

El gas natural está constituido por hidrocarburos gaseosos, fundamentalmente

metano (85-93%) acompañado de etano, propano y butano. Otros gases que pueden

estar presentes en proporciones apreciables son el nitrógeno (hasta un 2%) y el dióxido

de carbono (hasta un 2%). No obstante la composición varía según la zona geográfica,

la formación o la reserva de la que es extraído. El componente fundamental del gas

natural, el metano, es un gas altamente inflamable, se quema fácil y casi totalmente y

su combustión emite pocos residuos. El gas natural no es ni corrosivo ni tóxico. En

función de su contenido en componentes pesados, el gas es considerado como rico

(cinco o seis galones o más de hidrocarburos extraíbles por pie cúbico) o pobre (menos

de un galón de hidrocarburo extraíble por pie cúbico).A una presión atmosférica

normal, si el gas natural se enfría a una temperatura de −161º C aproximadamente, se

condensa bajo la forma de un líquido llamado gas natural licuado (GNL). Un volumen

de este líquido ocupa casi 600 veces menos espacio que el gas natural. Cuando se

evapora se quema solamente en concentraciones del 10% al 15% mezclado con el aire.

Ni el GNL ni su vapor pueden explotar al aire libre. Puesto que el gas natural licuado

ocupa menos espacio contribuye a facilitar el transporte y almacenaje. El gas natural es

considerado como un combustible limpio, debido a su bajo porcentaje de emisiones de

partículas. Bajo su forma comercializada, casi no contiene azufre y virtualmente no

genera dióxido de azufre (SO2). Sus emisiones de óxidos de nitrógeno son menores a

las generadas por el petróleo y el carbón. Las emisiones de dióxido de carbono (CO2)

son inferiores a las de otros combustibles fósiles. Según Eurogás se emite entre el 40-

50% menos que el carbón y 25-30% menos que el petróleo.

3.2 La situación actual del gas natural

Con el desplazamiento de la curva de producción de petróleo global desde zona de

meseta a la de declive, las reservas mundiales de gas natural han cobrado mayor

relevancia. El gas es cada vez más visto como una fuente de energía alternativa vital

porque es abundante y más limpio cuando se quema que otros combustibles fósiles

3. El gas natural 71

3.2.1 Reservas de gas natural

Las reservas de gas natural son, aunque limitadas, cantidades muy importantes que

se estima que crezcan con el desarrollo de nuevas técnicas de perforación y extracción.

Actualmente el gas natural cubre aproximadamente el 20% de la demanda mundial

de energía, convirtiéndose así en la tercera fuente de energía más importante por

detrás del petróleo y el carbón. Cabe prever que al ritmo de consumo actual, el gas

natural pase a ser la segunda fuente de energía por delante del carbón.

Según la AIE, las reservas probadas de gas ascienden 180 Tcm (trillion cubic

metres=1012 metros cúbicos) a finales de 2005 lo que equivale aproximadamente a 162

Gtep. Las reservas han ido en aumento desde 1975 donde la cantidad estimada de las

reservas ascendía a 60 Tm3. Con el ritmo de consumo actual las reservas cubrirán la

demanda durante aproximadamente 65 años.

Las reservas de gas, al igual que las de petróleo están muy concentradas en ciertas

regiones tal y como se muestra en la figura a continuación. Así, el 55% de las reservas

mundiales se reparten entre tres países: Rusia (26%), Irán (15%) y Qatar (14%).

Figura 25. Distribución de las reservas probadas de gas (Tm3/% del total mundial).Fuente: Cédigaz

3. El gas natural 72

Las reservas mundiales de gas natural han aumentado en más de un 80% durante

las dos últimas décadas. Desde el año 2000 las reservas mundiales han crecido un 15%.

El 32% de este crecimiento se debe al hallazgo de nuevos pozos de gas y el 62% a la

reevaluación de los pozos ya existentes. Es en los países del Medio Oriente donde el

crecimiento de las reservas ha sido mayor debido principalmente a la reevaluación de

los pozos de Qatar que ha supuesto un crecimiento de las reservas del 33%. Las

reservas de la zona Asiática y Oceánica han aumentado en un 25% en el mismo

periodo principalmente debido al descubrimiento de nuevos pozos. Es, en efecto, en

esta zona donde más se han descubierto nuevos pozos de gas natural tal y como se

muestra en la siguiente figura:

Figura 26.Repartición geográfica del volumen total de gas descubierto entre 2000 y 2004. Fuente: Cédigaz

Finalmente África ha experimentado un crecimiento de sus reservas de gas del 25%

entre el año 2000 y 2005 impulsadas principalmente por Nigeria, Egipto y Angola.

Contrariamente en Europa han disminuido las reservas en un 20% desde el año 2000.

Por regiones, el 40% de las reservas están en Oriente Medio. En Europa y la

Federación Rusa se hallan cerca del 36% de las reservas, destacando que prácticamente

el 30% corresponde a la antigua Unión Soviética. Entre las dos zonas suman el 76% de

las reservas. Las reservas de África y la región Asia-Pacífico son similares, y ascienden

a más del 8% en cada región. En el continente Americano las reservas de gas natural

ascienden al 8% del total mundial.

3. El gas natural 73

Figura 27. Distribución por regiones, en %, de las reservas mundiales de gas natura a finales de 2005l. Fuente: BP

statistical review 2006

3.2.2 La producción de gas natural

Durante el año 2005, y continuando con la tendencia, la producción de gas natural

creció un 2,5% con respecto al 2004. En 25 años se ha duplicado la cantidad producida,

pasando de 1.216 Mtep en 1978 a los 2.356 Mtep en 2003.

La producción en el 2005 se repartió en su mayoría entre los países que se muestran

a continuación:

3. El gas natural 74

Países 2000 2001 2002 2003 2004 2005 % en 2005 Federación Rusa 545 542,4 555,4 578,6 591 598 21,60% Estados Unidos 550,6 565,8 544,3 551,4 539,4 525,7 19,00% Canadá 183,2 186,8 187,8 182,7 183,6 185,5 6,70% Reino Unido 108,4 105,9 103,6 102,9 96 88,0 3,20% Argelia 84,4 78,2 80,4 82,8 82 87,8 3,20% Irán 60,2 66 75 81,5 84,9 87,0 3,20% Noruega 49,7 53,9 65,5 73,1 78,5 85,0 3,10% Indonesia 68,5 66,3 70,4 72,8 75,4 76,0 2,80% Arabia Saudita 49,8 53,7 56,7 60,1 65,7 69,5 2,50% Países Bajos 57,3 61,9 59,9 58,4 68,8 62,9 2,30% Malasia 45,3 46,9 48,3 51,8 53,9 59,9 2,20% China 25,2 27,2 30,3 32,7 35 41,0 1,80% Emiratos Árabes Unidos 38,4 39,4 43,4 44,8 46,3 46,4 1,70% Argentina 37,4 37,1 36,1 41 44,9 45,6 1,70% Qatar 23,7 27 29,5 31,4 39,2 43,5 1,60% Méjico 35,8 35,3 35,3 36,4 37,4 39,5 1,40% Australia 31,2 32,5 32,6 33,2 35,3 37,1 1,30% India 26,9 27,2 28,7 29,9 30,1 30,0 1,10% TOTAL 2432,3 2492,1 2532,6 2623,3 2703,8 2763 100,00% Resto del Mundo 411,3 438,6 449,4 477,8 516,4 552,6 20% Total OCDE 1077,6 1103,1 1089,5 1096,5 1096,6 1079,4 39,10% Total UE 218,4 220,1 215,4 212 215,3 199,7 7,20% *Cantidades en miles de millones de metros cúbicos

Tabla 5.Los principales productores de gas natural en el mundo (miles de millones de metros cúbicos). Fuente: BP

statistical review 2006

La Federación Rusa fue el mayor productor en 2006 con 598 Gm3, un 21,6% del

total mundial. Este país es también el que más reservas posee, el 26,6%, con lo que el

ratio reservas/producción asciende a 80 años. Muy de cerca le sigue los Estados

Unidos con 525,7 Gm3, lo que supone el 19% de la producción mundial. En el ranking

de reservas ocupaba un modesto sexto puesto, con el 3% del total, con lo que dichas

reservas durarían 10,4 años. Se estima que en este país se han producido ya más del

40% del total de sus reservas. En tercer lugar se halla Canadá con una producción de

185,5 Gm3, casi el 7% del total. Les siguen Reino Unido (3,2%), Argelia (3,2%), Irán

(3,2%), Noruega (3,1%) e Indonesia (2,8%).

El difícil transporte, que tradicionalmente requería la instalación de gasoductos

hasta los centros de consumo es la causa de que la producción continúe siendo elevada

en zonas donde las reservas son menores y la extracción más cara, como Siberia (con

condiciones climáticas particularmente severas), América del Norte (con elevados

3. El gas natural 75

costes de producción por el pequeño tamaño de la mayor parte de los yacimientos), o

el Mar del Norte. Los costes decrecientes del transporte de gas licuado en metaneros

están contribuyendo al desarrollo de campos no explotados, como en Oriente Medio.

Se espera un crecimiento de la producción mundial de gas natural como

consecuencia de la planificación de proyectos de exploración y de expansión en

respuesta a las previsiones de crecimiento de la demanda. Globalmente, el papel de los

países que dominan la producción de petróleo es mucho menor en el gas natural. Los

miembros de la OPEP tienen un 16,6% del total de la producción de gas natural, más

bajo que el 39,7% que supone su cuota en petróleo, del que tienen reservas para 79,5

años. Mientras que sus reservas probadas de petróleo son un 77% del total mundial,

sólo cuentan con el 50% de las de gas.

Según la AIE, la producción de gas crecerá de diferente manera según cada región.

Se estima que todas las regiones aumentarán su producción de gas natural a excepción

de Europa tal y como se muestra en la siguiente figura:

Figura 26. Evolución de la producción de gas por zonas geográficas de 2004 a 2030. Fuente: WEO 2006

En efecto, los campos de explotación actuales están anticuados y los nuevos

desarrollos, escasos, no son suficientes para paliar el declive. Los aumentos más

3. El gas natural 76

importantes en la producción de gas se localizarán en Medio Oriente, Asia/Oceanía y

en la CEI (Comunidad de Estados Independientes). Los países de Oriente Medio

aumentarán su producción del 10 al 18% del total mundial durante el periodo 2004-

2030, al igual que Asia/Oceanía que pasará a producir el 15% del gas total y África el

10%. Por otro lado la producción de gas de Europa y los Estados Unidos no crecerá,

sino que seguirá estable hasta 2030. Aún así serán los principales productores en el

mundo con el 23 y 19% respectivamente de la producción mundial. Los países de

Oriente Medio aumentarán su producción del 10 al 18% del total mundial durante el

periodo 2004-2030, al igual que Asia/Oceanía que pasará a producir el 15% y África el

10% del total.

3.2.3 La demanda de gas natural

Según la BP statistical review 2006, el consumo de gas natural a finales de 2005

asciende a 2,794 Tcm, lo que supone un incremento del 2,4% sobre el consumo de 2004.

Según la AIE, cabe esperar que el consumo de gas aumente un 2% anualmente entre

2004-2030. El gas natural representa más del 20% del consumo mundial de energía

primaria experimentando un aumento sostenido a lo largo de los años. Analizando el

consumo por países, podemos destacar que los Estados Unidos y la Federación Rusa

son de largo los mayores consumidores de gas natural con un 23 y 14,7%

respectivamente del consumo total. Con un consumo siete veces inferior respecto de

los Estados Unidos esta Canadá con 3,3% del consumo total seguido de Irán (3,2%),

Alemania (3,1%) y Japón (2,9%).

3. El gas natural 77

Países 2000 2001 2002 2003 2004 2005 % en 2005 Estados Unidos 669,7 641,4 661,6 643,1 645 633,5 23,00% Federación Rusa 377,2 372,7 388,9 392,9 401,9 405,1 14,70% Reino Unido 96,9 96,4 95,1 95,3 97 94,6 3,40% Canadá 83 82,8 85,6 92,2 92,7 91,4 3,30% Irán 62,9 70,2 79,2 82,9 86,5 88,5 3,20% Alemania 79,5 82,9 82,6 85,5 85,9 85,9 3,10% Japón 74,9 76,6 75,2 82,6 78,7 81,1 2,90% Italia 64,9 65 64,6 70,9 73,6 79,0 2,90% Ucrania 73,1 70,9 69,8 68 72,9 72,9 2,60% Arabia Saudita 49,8 53,7 56,7 60,1 65,7 69,5 2,50% China 23,8 26,8 28,6 33,2 39 47,0 1,70% Francia 39,7 41,7 41,7 43,3 44,5 45,0 1,60% Emiratos Árabes Unidos 31,4 32 36,4 37,9 40,2 40,4 1,50% Indonesia 32,3 33,5 34,5 33,4 36,9 29,4 1,40% Argentina 33,2 31,1 30,3 34,6 37,9 40,6 1,50% India 26,9 27,2 28,7 29,9 32,7 36,6 1,30% Malasia 24,3 25,8 26,8 31,8 33,9 34,9 1,30% Corea del Sur 21 23,1 25,7 26,9 31,5 33,3 1,20% Venezuela 27,9 29,6 28,4 25,2 28,1 28,9 1,10% TOTAL 2435,4 2460,8 2540 2601,9 2649,7 2749,6 100,00% Resto del Mundo 543 577,4 599,6 632,2 625,1 790,21 29% Total OCDE 1351,5 1339,9 1370,3 1392,5 1411,5 1416,8 51,50% Total UE 416,9 430,2 430,9 450,2 463,4 471,2 17,10% *Cantidades en miles de millones de metros cúbicos

Tabla 6. Los principales consumidores mundiales de gas natural. Fuente: BP statistical review 2006

Por regiones, entre Europa y Euro Asia consumen el 70%. Les sigue Asia Pacífico,

que pese a que consume sólo el 15% del total está experimentando un notable

crecimiento. Oriente Medio consume cerca del 9%, a pesar de ser la región con más

reservas. Los últimos puestos los ocupan América del Sur y Central y África, pero son

las regiones en las que más aumentó el consumo con respecto al 2002, con una subida

aproximada del 9% en ambas zonas.

Región 2000 2001 2002 2003 2004 2005 % en 2005 América del Norte 791,2 663,2 789,9 781,1 786,3 774,5 28,20% América del Sur y Central 94 98,9 100,7 105,3 117,7 124,1 4,50% Europa y Euro Asia 1013 1025,4 1045,2 1070,6 1101,2 1121,9 40,80% Oriente Medio 185,4 198,4 215,1 226,1 242,3 251 9,10% África 55,2 59,1 60,1 65,2 68,6 71,2 2,60% Asia pacifico 296,7 315,7 329 353,8 378,5 406,9 14,80% Total Mundial 2435,4 2460,8 2540 2601,9 2694,7 2749,6 100% *en miles de millones de metros cúbicos

3. El gas natural 78

Tabla 7. Consumo mundial de gas natural por regiones (en miles de millones de metros cúbicos). Fuente: BP

statistical review 2006

3.2.4 El precio del gas natural

En lo que concierne al gas natural, existen tres mercados mundiales de gas que son

el mercado Americano, el Euroafricano y el Asiático. Estos tres mercados siguen

caracterizados por precios que estructuralmente difieren los unos de los otros. Estas

diferencias reflejan distintos niveles en el desarrollo del transporte, infraestructuras y

diferentes condiciones de suministro, particularmente en el mix de gasoductos y gas

natural liquido. El mercado Asiático tiene una gran dependencia de la importación de

gas natural liquido, por lo que, consecuentemente los precios del gas en este mercado

son mayores que en el Euroafricano y en el Americano. Sin embargo, las diferencias de

precio entre los distintos mercados tenderán a disminuir significativamente en los

próximos 30 años debido al crecimiento de las infraestructuras que tienden a

interconectar los diferentes mercados.

Según el WETO 2005 los mercados Europeo y Africano se sitúan en un periodo de

relativa estabilidad con un crecimiento constante del precio del gas que se prevé

alcance los 28 €/barril en 2030. Con respecto al mercado Americano se prevé que el

precio del gas decaiga con respecto al precio de 2000 hasta los 14 €/barril en 2010 para

incrementarse de nuevo y alcanzar los 25 €/barril en 2030. Contrariamente a los

mercados Euroafricano y Americano que siguen trayectorias similares, el precio del gas

en el mercado Asiático crece constantemente desde los 20 €/barril de 2001 hasta los 33

€/barril en 2030

3. El gas natural 79

Figura 27. Evolución de los precios de los diferentes mercados de gas natural. Fuente: WETO 2005

3.2.5 Emisiones de CO2 y gasto energético derivado de la extracción y transporte del gas

natural

Respecto a la fase de extracción, la única incidencia medioambiental está ligada a los

pozos en los que el gas natural se encuentra ligado a yacimientos de petróleo que

carecen de sistemas de reinyección. En esos casos el gas se considera como un

subproducto y se quema en antorchas. Por otro lado, la transformación es mínima,

limitándose a una fase de purificación y en algunos casos, eliminación de componentes

pesados, sin emisión de efluentes ni producción de escorias. Igualmente, para su

consumo, el gas natural no requiere complicados procesos de transformación, sino que

se utiliza prácticamente en el mismo estado de extracción. En cuanto al transporte, solo

existen emisiones de CO2 cuando este se transporta a través de buques metaneros.

La energía empleada para la extracción y transporte del gas natural es la energía

empleada para la construcción de infraestructuras, gasoductos y plataformas de

extracción. Una vez construidas el gasto energético es prácticamente nulo. Solo el uso e

buques metaneros implican un gasto energético dentro de todo el proceso.

3. El gas natural 80

3.3 Perspectivas del gas natural

3.3.1 Gas natural no convencional

El gas natural contenido en las capas de carbón representa una porción importante

de los recursos de gas natural del mundo, y está ayudando a responder a las crecientes

necesidades energéticas. En muchas áreas, las condiciones del mercado y los avances

tecnológicos han convertido a la explotación de este recurso en una opción viable. Las

características singulares de los yacimientos de metano en capas de carbón demandan

enfoques novedosos en lo que respecta a construcción de pozos, evaluación de

formaciones, fluidos de terminación y estimulación de pozos, modelado y desarrollo

de yacimientos.

Las previsiones del USDOE para la producción de metano de los yacimientos de

carbón, indican que en el 2020 se llegará a los 2 Tcf/año, que comparado con la

demanda estimada a finales de 2005 supone un 2% del total. Las reservas de metano en

yacimientos de carbón suponen unos 100 Tcf en EE.UU., y considerando que en esta

región se encuentra un tercio de las reservas mundiales de carbón, extrapolando podría

considerarse que las reservas recuperables de metano en yacimientos de carbón en el

mundo serían de unos 300 Tcf. Estudios recientes del BGR (Federal Institute for

Geosciences and Natural Resources) dan cifras calculadas con más precisión, y

proponen su posible distribución, como se puede observar en los siguientes gráfico

Figura 28.Distribución de reservas de metano en yacimientos de carbón .Fuente: BGR

3. El gas natural 81

Figura 29. Distribución de reservas de metano en yacimientos de carbón .Fuente: BGR

Otra opción es el gas conocido como “tight gas”. Se considera que pueden existir

formaciones potenciales de “tight gas” en la Federación Rusa, Oriente Medio, América

del Norte y China, pero la incertidumbre acerca de las reservas de tight gas es bastante

elevada. A pesar de la incertidumbre en la predicción de reservas, el BGR publicó en

2003 un informe con una estimación de las mismas que ascienden a 80 Tm3. Por otra

parte los costes de su explotación son entre cuatro y cinco veces superiores a los del gas

natural convencional, por lo que es una fuente poco investigada y explotada en la

actualidad.

Figura 30.Distribución mundial de las reservas de tight gas. Fuente: BGR

3. El gas natural 82

Figura 31.Evolución de los costes de explotación del gas natural convencional y tight gas. Fuente: BGR

Los gas shales posibilitan recuperar el gas que se adsorbe en las rocas. Los

recursos mundiales de gas están mal estimados, pero podrían sumar unos 1000 Tcf.

La cantidad de gas presente en acuíferos geo-presurizados es elevada, y sólo en

el Oeste de Siberia y el Caspio podría haber unos 35000 Tcf de gas disuelto en el mar.

Sin embargo, sólo un pequeño porcentaje (5%) es recuperable, por lo que ya en 1970 las

plantas que procesaban estos recursos no eran viables económicamente y tenían

asociadas a su funcionamiento serios problemas medioambientales.

Los hidratos de gas son la última alternativa considerada. La cantidad de estos

recursos es muy incierta y va de los 60 millones de Tcf propuestos por Schlumberger a

unos 5000Tcf (Soloviev, 2004). Incluso la cifra más baja supone que dos tercios de los

sedimentos oceánicos están cubiertos por hidratos, lo que parece optimista según

Laherrere. Hay países como Japón que investigan la utilidad de estos recursos. En el

2004 Japón pretendía perforar entre 10 y 20 pozos de hidratos de metano, para

investigar la viabilidad económica de esta fuente, ya que actualmente no se conocen

sistemas que permitan trabajar con hidratos, dándose de plazo para ello hasta el 2011.

3. El gas natural 83

Para concluir, hay que destacar que en el 2002 el BGR estimaba que las reservas

no convencionales de gas eran unos 70 Tcf y los recursos 50.000 Tcf, y se distribuían

como muestra la siguiente figura:

Figura 32. Localización de los hidratos de gas. Fuente: BGR

Si en el cómputo de reservas de gas natural se incluyesen las reservas que quedan

por descubrir y los recursos no convencionales citados anteriormente, podría

mantenerse el ritmo de producción actual durante más de 200 años.

Figura 33. Duración estimada de las reservas y recursos de gas natural convencional y no convencional. Fuente:

BGR

4El Carbón

4. El carbón 85

4 El carbón

4.1 Historia y características del carbón

4.1.1 Historia del carbón

El carbón mineral y los minerales de hierro fueron los materiales básicos sobre los

que se inició la Revolución Industrial (1760-1830). Desde entonces y hasta el final de la

Segunda Guerra Mundial (1939-1945) el carbón ha sido imprescindible en la

producción de energía y en la fabricación de productos químicos. Ahora, su mercado

ha quedado reducido a dos clientes: la industria siderúrgica y la generación de energía

eléctrica en centrales térmicas y, además, ambas en retroceso, tal vez transitorio si se

consigue avanzar en tecnologías limpias del uso del carbón, y por la necesidad de

utilizarlo por el fuerte impacto ambiental que genera la combustión del carbón.

En 1767, James Watt inventa y construye la máquina de vapor. Su introducción en

todo tipo de industria y el desarrollo del ferrocarril elevaron la demanda, en cantidad y

calidad, de los aceros que primero se obtuvieron reduciendo el mineral de hierro con

carbón de madera, que luego se sustituyó por carbón mineral. Pero era preciso eliminar

materias volátiles y dar rigidez a los productos, lo que se lograba con la pirogenación

de la madera o del carbón, en ausencia de aire. Así se obtuvo el coque, a parir de una

clase de carbones llamada hulla.

El coque –reductor y combustible- se obtiene pues, por pirogenación, calentando el

carbón en recipientes cerrados hasta unos 1000 ºC. La hulla se descompone

produciendo gases y líquidos –acuosos y aceitosos- y queda un sólido carbonoso, con

gran desarrollo superficial, apto para la fundición siderúrgica.

Hasta 1795 en que Murdoch realizó los primeros ensayos utilizando gas como

medio de alumbrado, las hullas fueron empleadas exclusivamente para la obtención

del coque siderúrgico sin pensar en el aprovechamiento de las fracciones previamente

destiladas –gas y alquitranes-.

La fase destilada del carbón es doble: acuosa y aceitosa. La primera se dirigió a la

fabricación de sulfato amónico, fertilizante con un contenido en nitrógeno de un 21%.

4. El carbón 86

En la fase aceitosa, formada por el 45% de aceites destilables y 55% de brea, se han

identificado 300 especies químicas diferentes de las que se llegaron a emplear en la

industria unas 25, con múltiples aplicaciones que fueron el origen, entre otras, de las

industrias farmacéutica y de colorantes orgánicos.

El coque, además de su empleo masivo en siderurgia se utilizó, también, con fines

químicos, para obtener carburo cálcico y, con éste, acetileno.

Por otro lado, hacia 1910, cuando los motores de explosión interna empezaban a

imponerse y los geólogos preveían reservas de petróleo para no más de cuarenta años,

Bergius inició sus trabajos sobre la hidrogenación del carbón que no llegaría a una

solución aceptable hasta el final de la década de 1930. El éxito de Bergius fue notable;

durante la Segunda Guerra Mundial gran parte de la gasolina consumida por los

alemanes se obtuvo por este procedimiento.

Con la gasificación del carbón, que implica la conversión de la materia carbonosa

en monóxido de carbono, un reactivo de muchas aplicaciones en síntesis químicas,

quedó resuelto el problema de la preparación de gas de síntesis (CO+H2) en su doble

versión: para obtener amoníaco (N2+H2) y con él fertilizantes nitrogenados y toda la

familia de productos nitrados; y para obtener metanol (CO+H2) y toda la química

industrial orgánica de los productos carboxilados.

La posible competencia con el petróleo es favorable para el petróleo, ya que se

extrae más fácilmente que el carbón, su transporte es mucho más sencillo y también los

tratamientos inmediatos. Además el petróleo posee otras ventajas como fuente de

energía y como materia prima para fines químicos o siderúrgicos.

Sin embargo, las aportaciones del carbón a la economía mundial no han

desaparecido, continúa la prospección geológica y minera y se mantiene la producción.

Los recursos carboníferos totales se estiman en 984.453 Mt (BP, 2004). Es evidente que

la importancia químico-industrial del carbón está atravesando los peores momentos de

su historia. Se está convirtiendo en materia prima de reserva para generaciones futuras,

cuyo beneficio en gran escala siempre será ventajoso frente a las biomasas, aunque

desfavorable frente al petróleo y al gas natural.

4. El carbón 87

Por el valor potencial que representa para la industria química, la química industrial

del carbón tiene que estar presente como solución económica de repuesto a la

deficiencia de petróleo y gas natural, que puede llegar muy pronto si persiste la falta

de criterios de selectividad en el consumo de estos fluidos carbonosos.

Todavía es mucho el carbón que se quema en las centrales térmicas y en la

siderurgia a los que se acusa como responsables de, al menos, una tercera parte de la

contaminación atmosférica por sus vertidos de SO2, NOx, y CO, todos ellos

doblemente agresivos por su toxicidad y, junto al CO2, por su aportación al efecto

invernadero.

4.1.2 Características del carbón

Según Lermusiaux, los carbones están formados por dos constituyentes;

agrupaciones más o menos extensas de pequeñas partículas de naturaleza aromática,

que constituyen la base aromática del carbón, y el bitumen o base parafínica.

La antracita, que parece ser el carbón más antiguo, el más evolucionado, está

formado por agrupación compacta de partículas C84H36. La unión entre partículas se

realiza fundamentalmente por puentes de hidrógeno que dan a la antracita la cohesión

que le proporciona su aspecto de roca dura y frágil. Atendiendo al contenido en

materias volátiles, la clasificación sería (Lermusiaux, 1961):

Tabla 8. Clasificación de los carbones según materias volátiles. Fuente: Lermusiaux, 1961

4. El carbón 88

4.2 La situación actual del carbón

4.2.1 Reservas de carbón

El carbón es el combustible fósil más abundante por delante del petróleo, el gas y el

uranio. Actualmente, el carbón satisface más del 20% de la energía primaria, y en el

2002 fue la segunda fuente energética.

Según BP statistical review 2006 las reservas probadas de carbón ascienden a

909.064 millones de toneladas lo que equivale a 300 veces la producción de 2005. Las

reservas de carbón se distribuyen a lo largo de muchos países, pero más del 80% del

total de las reservas se encuentran concentradas únicamente en seis países tal y como

se muestra en la siguiente figura:

Figura 34. Distribución por países de las reservas de carbón. Fuente: BP statistical review 2006

El grueso de las reservas de carbón se reparte entre China, los Estados Unidos y la

India que abarcan conjuntamente aproximadamente el 50% de las reservas mundiales.

Otro grupo de países compuesto por Rusia, Australia y Sudáfrica abarcan el 31% de las

reservas de carbón.

Analizando el reparto por regiones, podemos observar que las reservas de carbón

en este caso están más diversificadas que el petróleo o el gas. Zonas más políticamente

4. El carbón 89

inestables como son Medio Oriente y Norte de África no poseen en este caso el grueso

de las reservas como ocurre con el gas o el petróleo. Así, Europa y Euroasia poseen el

36% de las mismas, pero Asia Pacífico cuenta con más del 29% y Norte América con el

26%. En un segundo nivel se encuentran África y Oriente Medio con un 5,8% y

América Central y del Sur con un 2,2%.

Figura 35. Distribución por regiones de las reservas de carbón. Fuente: BP statistical review 2006

4.2.2 Producción de carbón

La producción de carbón mundial en el 2005 aumentó un 5,2% con respecto a la

del 2004, alcanzando 2.887,2 millones de toneladas equivalentes de petróleo.

Según la AIE se espera que la producción aumente un 1,8% anualmente desde

2004 hasta 2030.

A la cabeza de países productores se encuentra China, que tan sólo en un par de

años ha aumentado la producción casi el 65%. Esto es debido en primer lugar a la

cantidad de reservas que posee, pero también es una consecuencia directa del aumento

de la demanda energética que está experimentando para sostener su desarrollo. Casi

con la mitad de producción (615,3 Mtep), le sigue los Estados Unidos que pese a ser el

país con mayores reservas, ha reducido ligeramente la producción en los últimos años.

4. El carbón 90

Muy por detrás están Australia, India, Sudáfrica y Polonia, y entre los cuatro producen

621 Mtep, casi tres cuartos de lo que produce China.

Por regiones, Europa y Euroasia junto con América del Norte son los mayores

productores, a pesar de que la producción se ha mantenido estable e incluso se ha

reducido en los últimos años. La región Asia-Pacífico es la que más está contribuyendo

al incremento global de la producción sobre todo debido a al incremento en la

producción de países como China e India que han experimentado un crecimiento en su

producción del 10,3 y 4,8% con respecto al año 2004.

Producción de carbón por regiones en 2005

21,30%

1,60%

15,10%

0,05%

4,90%

57,00%

Norte AmericaAmerica del Sur y CentralEuropa y EuroasiaOriente MedioAfricaAsia Pacifico

Figura 36. Producción de carbón por regiones en% en 2005. Fuente: BP statistical review 2006

4.2.3 Demanda de carbón

Según la BP statistical review 2006, la demanda mundial de carbón a finales de 2005

ascendió a 2.929,8 millones de toneladas de petróleo equivalente, lo que supone un

crecimiento del 5% sobre el año anterior. Según la AIE, se espera que la demanda de

carbón aumente anualmente un 1,8% entre 2004 y 2030.

El consumo por países revela que China con 1081,9 Mtep es el mayor consumidor, lo

que equivale al 38,4% del total mundial. Su producción de 1107,7 Mtep le permite

cubrir sus necesidades de carbón, e incluso puede almacenar o exportar a regiones

cercanas la diferencia. El siguiente consumidor son los Estados Unidos., con 576,4 Mtep

(el 19,6% del total mundial), cifra ligeramente inferior a la que produce. En

4. El carbón 91

comparación con el principal consumidor, la cantidad es aproximadamente un 45%

inferior, pero si se considera el consumo per. cápita, resulta que el de los Estados

Unidos es el doble que el de China. Por ello es previsible que el consumo en China siga

creciendo rápidamente. El tercer puesto lo ocupa la India, con 199,6 Mtep, el 6,9% del

total a escala mundial. Si se compara el consumo per. cápita con el de los Estados

Unidos se observa que es más de diez veces inferior. Japón, Federación Rusa, Sudáfrica

y Alemania siguen a los anteriores, pero entre todos no llegan al 16% del consumo

mundial.

Consumo Mtep % del total Población (M.hab) Cosumo per. capita

1.China 1081,9 38,4 1300,1 0,832166756

2.Estados Unidos 576,2 19,6 293,6 1,96253406

3.India 199,6 6,9 1086,6 0,183692251

4.Japón 121,3 4,1 127,6 0,950626959

5.Rusia 111,6 3,8 144,1 0,774462179

6.Sudáfrica 91,9 3,1 46,9 1,959488273 7.Alemania 82,1 2,8 82,6 0,993946731

8.Polonia 56,7 1,9 38,2 1,484293194

9.Corea del Sur 54,8 1,9 48,2 1,136929461

10.Australia 52,2 1,8 20,1 2,597014925 Los 10 mas consumidores 2428,3 84,3 3188 12,87515479

Resto del mundo 500,5 15,7 2620,9 0,190964936

Total 2928,8 100 6386 0,458628249

Tabla 9. Los diez mayores consumidores de carbón a finales de 2005. Fuente: BP statistical review 2006

Por regiones, Asia-Pacífico consume algo más de la mitad del total mundial. Norte

América y Europa y Euroasia con el 21,3% y el 15,1% respectivamente, van por detrás.

África consume cerca del 5%. Los últimos puestos los ocupan América del Sur y

Central y Oriente Medio.

4. El carbón 92

Figura 37. Consumo de carbón por regiones en %a finales de 2005. Fuente: BP statistical review 2006

4.2.4 Precio del carbón

Es difícil determinar un precio del carbón, ya que éste varía en función del país y la

región del cual provenga el carbón extraído. Esté está sujeto a factores locales tales

como las infraestructuras, la tecnología y los costes de mano de obra. La consolidación

de la industria minera a lo largo de los últimos años ha ayudado mantener unos bajos

costes de producción en la mayoría de las regiones. El desarrollo de nuevas tecnologías

paliará el incremento de los costes asociados al desarrollo de nuevas minas.

Según BP statistical review, le precio del carbón, dependiendo del mercado al que

nos refiramos, oscila entre los 60 y 90 dólares/tonelada tal y como se muestra en la

siguiente tabla:

Consumo de carbón por regiones a finales de 2005

21,3

1,6

15,1

0,05

4,9

57

Norte AmericaAmerica Centray del SurEuropa y EuroasiaOriente MedioAfricaAsia Pacifico

4. El carbón 93

Tabla 10. Precio del carbón según los diferentes mercados. Fuente: BP statistical review 2006

Según la AIE, se espera que los costes del carbón se mantengan constantes al menos

hasta 2030 alrededor de los 65 dólares/tonelada y se estima no varíe mucho debido a la

gran cantidad de reservas existentes de carbón.

Según Greenpeace, en su estudio Revolución Energética predice que el precio del

carbón alcanzará los 86,4 dólares/tonelada para 2050 tal y como se refleja en la

siguiente tabla:

Tabla 11. Estimaciones sobre la evolución de los precios de los combustibles fósiles. Fuente: Greenpeace: Revolución

energética

4. El carbón 94

4.3 Perspectivas del carbón

4.3.1 Centrales actuales

Las actuales centrales térmicas de carbón convencionales se basan en su mayoría

(casi el 90%) en la combustión de carbón pulverizado (PCC) para calentar agua y

producir vapor que va a una turbina de vapor. La otra alternativa es la combustión en

lechos fluidizados (CFBC).

Son muchas y muy variadas las opciones para mejorar el impacto medioambiental

de estas instalaciones. Entre ellas el lavado del carbón tiene un papel importante ya

que permite reducir el contenido de cenizas del carbón cerca del 5%, además de las

emisiones de SO2 y contribuye a la mejora de la eficiencia térmica con la subsiguiente

reducción de emisiones de CO2. Su empleo podría extenderse a países menos

desarrollados por su bajo coste. Por ejemplo en China sólo se lava el 11% del carbón

térmico, y si la cantidad se aumentara, la eficiencia podría mejorar entre 2-3% e incluso

4-5%. Las emisiones de partículas pueden reducirse con precipitadores electroestáticos,

filtros, depuradoras de partículas húmedas, y sistemas de filtración de gases calientes.

Los precipitadores electroestáticos y filtros pueden eliminar cerca del 99% de emisiones

de partículas.

Por otra parte, la preocupación por los efectos de la lluvia ácida ha impulsado el

desarrollo y uso de tecnologías para reducir e incluso eliminar las emisiones de SOx. La

tecnología de desulfuración de los gases de salida (FGD), emplea un absorbente de cal

o caliza para eliminar el dióxido de azufre de dicha corriente. Los costes de las

unidades FGD se han reducido significativamente, y ahora alcanzan precios tres veces

inferiores a los de los años 70.

Las tecnologías para reducir las emisiones de NOx incluyen el empleo de la

reducción selectiva catalítica (SCR) y no catalítica (SNCR). Las tecnologías SCR

alcanzan disminuciones de NOx del 80-90%, y se usan comercialmente en Japón desde

1980 donde permiten producir 15 GWe y en Alemania desde 1986, con capacidad para

generar 30 GWe.

4. El carbón 95

4.3.2 Empleo de tecnologías avanzadas

El desarrollo de tecnologías avanzadas para reducir las emisiones de contaminantes

y mejorar la eficiencia térmica de las centrales de carbón, ha sido y sigue siendo

intenso. Como consecuencia hay varias propuestas en fase de introducción o mejora.

4.3.2.1 Combustión en lecho fluidizado

Esta tecnología permite reducir las emisiones de SOx y NOx en el 90% como mínimo.

La acción fluidizante posibilita la combustión completa del carbón a temperaturas

relativamente bajas. Los sistemas de FBC permiten quemar casi cualquier combustible.

En Estados Unidos, por ejemplo, está proliferando el uso de los sistemas de FBC para

quemar residuos de carbón, haciendo que lo que podría ser un problema

medioambiental sea un recurso energético útil. Los lechos fluidizados circulantes

(CFBC) hacen posible la combustión de carbón de bajo grado, con alto contenido en

cenizas, garantizando además menores emisiones de SOx y NOx. En Puerto Rico, hay

unidades CFBC, que son de las más limpias que existen actualmente en el mundo. La

primera planta CFBC supercrítica se está construyendo en Polonia, donde se espera

que opere a escala comercial en el 2006, con una eficiencia del 43%, un 7% superior a la

media actual de la OCDE.

Se estima que la tecnología CFBC es la forma más atractiva de lechos fluidizados,

por lo que su aportación futura en el mercado de generación de electricidad será

destacada.

4.3.2.2 Centrales con tecnologías supercríticas y ultrasupercríticas

La incorporación de tecnologías supercríticas a las centrales convencionales permite

alcanzar mayores eficiencias (de hasta el 45%) y en consecuencia menores emisiones.

Incluso se puede llegar a eficiencias del 50% si las condiciones son ultrasupercríticas

(temperaturas y presiones muy altas). Las plantas supercríticas se pueden usar con

fines comerciales en la mayoría de países, ya que a pesar de que los costes de capital

son ligeramente superiores, los costes unitarios de combustible son menores por las

mayores eficiencias. En total unas 400 plantas operan en condiciones supercríticas en

4. El carbón 96

todo el mundo. Por ejemplo en China hay nueve plantas supercríticas en operación, 16

en construcción y 8 planificadas, todas ellas suman una capacidad de 21 GW

4.3.2.3 Gasificación integrada en ciclo combinado (IGCC)

En este sistema el carbón no se quema directamente, pues reacciona con oxígeno y

vapor para producir gas de síntesis compuesto principalmente por H2 y CO. El gas de

síntesis una vez que queda libre de impurezas es quemado en una turbina de gas para

generar electricidad. La tecnología IGCC ofrece alta eficiencia, generalmente del orden

del 40%, pudiendo llegar al 56% en un futuro, y permite eliminar el 95-99% de

emisiones de NOx y SOx. Actualmente hay unas 160 centrales IGCC en todo el mundo,.

Se estima que en el 2020 en Estados Unidos se produzcan cerca de 16.500 MWe

mediante esta tecnología. Además la gasificación integrada en ciclos combinados

podría usarse para el sistema de emisiones ultra bajas que comprende la captura y

almacenamiento de CO2, ya que el gas de síntesis puede tratarse para la producción de

CO2 y H2, que una vez separado permitiría la generación eléctrica a través de turbinas

de gas o células de combustible, a partir del hidrógeno. Hoy en día, las aplicaciones de

IGCC para generación eléctrica se consideran menos seguras que otras opciones de

tecnologías limpias de carbón como las que operan en condiciones supercríticas o los

lechos fluidizados. Se necesitan por tanto mayores estudios para esta tecnología.

4.3.3 Captura y almacenamiento de CO2

Para limitar las emisiones de CO2, la captura y el almacenamiento geológico del

carbón han pasado a tener una gran importancia en la escena actual. La idea es

capturar el CO2 antes de que éste sea emitido al aire para luego ser inyectado bajo

tierra. Esta idea fue desarrollada por primera vez en 1970 en el campo de los

hidrocarburos. El creciente problema de los gases de efecto invernadero sobre el

cambio climático ha hecho resurgir esta idea, situándola entre las más prometedoras

para paliar las emisiones de CO2.

El proceso de captura y almacenamiento de CO2 se compone de cuatro etapas. En

primer lugar, el CO2 es captado del flujo de gases de escape y luego es comprimido a

una presión de alrededor de 100 atmósferas. A continuación, es transportado al lugar

donde se procede a la inyección dentro de una formación geológica como puede ser un

4. El carbón 97

pozo de petróleo o de gas donde éste puede ser almacenado de forma segura durante

miles de años.

Durante los últimos diez años, la AIE ha desarrollado tecnologías de captura y

almacenamiento de carbono llevando a cabo proyectos piloto que han ayudado a

comprender más a fondo los entresijos de esta tecnología así como los costes asociados

a la misma. Debido a los costes elevados del CO2 esta tecnología toma cada vez más

fuerza y ya son muchos los expertos que piensan que esta tecnología será competitiva

una vez que el precio del CO2 alcance entre 20 y 40 $/tonelada. Esto no implica que

todas las emisiones se evitarán a este precio, pero si una gran parte de ellas.

4.3.3.1 Tecnologías de captura de CO2

El dióxido de carbono es emitido por las centrales de generación eléctrica y otras

fuentes de combustión que dan lugar a una salida de gases que contienen sobre todo

N2 y solamente de un 5 a un 15% de CO2. Antes de inyectar el gas bajo tierra éste debe

de ser separado de la corriente de gases. Debido a la baja presencia del gas, la

separación del mismo conlleva altos costes tanto económicos como energéticos.

Para la captura del CO2 proveniente de las calderas de las centrales eléctricas o

industriales, se clasifican las diferentes tecnologías en función del momento del ciclo

donde es captado el CO2: tras la combustión del combustible fósil, lo que se denomina

captura post-combustión o antes de la combustión, lo que se denomina pre-combustión

en la cual se utilizan procesos químicos para gasificar el combustible fósil con el fin de

extraer el hidrogeno antes de que éste sea quemado. Del mismo modo, en las centrales

eléctricas, la captura se puede realizar utilizando oxigeno puro en lugar de aire para

quemar el combustible, lo que da a lugar a gases de escape compuestos únicamente por

CO2 y agua, lo que facilita enormemente la separación del CO2.

• Captura post-combustión

De las ultimas tres tecnologías citadas anteriormente sólo la post-combustión es

considerada como una tecnología completamente desarrollada y que podría ya ser

empleada, pero los costes económicos y energéticos son muy elevados, la que la hace

inviable. Las soluciones alternativas a la post-combustión presentan muchas ventajas,

pero falta aún por efectuar un esfuerzo mayor en investigación y desarrollo para

4. El carbón 98

acercar estas tecnologías a las compañías eléctricas. A corto plazo, el lavado del carbón

se seguirá empleando para la captura post-combustión del CO2.

La principal técnica que se usa actualmente se basa en depurar los gases de salida

mediante una solución de aminas. El inconveniente es que la baja concentración de

CO2 en los gases efluentes implica tratar gran volumen de gases con lo que los equipos

son más caros. Otro problema derivado de la baja concentración es que los disolventes

para capturar el CO2 tienen que ser muy potentes, y la regeneración del disolvente

para liberar el CO2 requiere mucha energía.

• Captura pre-combustión

Otra alternativa para disminuir la concentración de CO2 es la captura

precombustión, que puede alcanzarse con las tecnologías IGCC, adaptando el proceso

de modo que el H2 se produzca con CO2 en lugar de con CO. Así el CO2 se elimina

para almacenarlo o usarlo y el H2 va a una turbina de gas para producir electricidad tal

y como se muestra en la siguiente figura.

Figura 38. IGCC con captura pre-combustión de CO2. Fuente: IEA Greenhouse Gas R&D programme, 2001

4. El carbón 99

• Oxicombustión

Se puede aumentar la concentración de CO2 en los gases de escape empleando

oxigeno puro en vez de aire para la combustión del combustible en una caldera o en

una turbina de gas. La gran ventaja de la combustión con oxigeno es que los gases

contienen concentraciones de CO2 superiores al 90%, con lo que se facilita

enormemente la separación del mismo. El inconveniente de esta tecnología es que los

métodos actuales destinados a producir grandes cantidades de oxigeno son muy

costosos, tanto en términos económicos como energéticos.

4.3.3.2 Transporte e inyección del CO2

Si se aplica la captura de CO2 a escala industrial para reducir la polución

atmosférica, se debe poder a continuación transportar y almacenar en vastos depósitos.

La puesta en marcha del almacenamiento del CO2 entraña problemas de orden

tecnológico y medioambiental que deberán resolverse con el fin poder llevar a cabo el

proceso completo de captura y almacenamiento.

El CO2 es un gas inerte y fácil de manejar. Actualmente se transporta el CO2 a lo

largo de distancias mayores de 2000 kilómetros. Para la captura de CO2 y su posterior

almacenamiento se deberán construir enormes redes de gaseoductos similares a los

actuales para el transporte del gas natural. Se podría emplear del mismo modo, barcos

para el transporte del gas para largas distancias.

Para el almacenamiento del CO2, hay que destacar que actualmente se están

investigando varias formas, entre las que destacan:

• Pozos de petróleo y gas abandonados

La capacidad estimada de estos pozos está comprendida entre 900 y 1200 Gt de

CO2. Ésta es una solución bastante atractiva por el alto grado de conocimiento que se

posee de los yacimientos geológicos de petróleo y gas y por su bajo coste económico de

explotación ya que se puede emplear para la inyección del CO2 la misma maquinaría

que para la extracción del petróleo. Además, el almacenamiento subterráneo a formado

parte de la industria del gas natural durante años. La inyección de CO2 puede, por otro

lado incrementar la extracción de petróleo entre l0 y el 15%. Se estima por lo tanto que

4. El carbón 100

la capacidad final de almacenamiento en los campos petrolíferos es de probablemente

entre 675 y 900 Gt de CO2. Si a esto se suman los pozos que aun quedan por descubrir,

la capacidad de almacenamiento se situaría entre los 900 y 1200 Gt de CO2 pero con un

grado de incertidumbre mayor.

• Acuíferos de agua salada profundos

La capacidad estimada de estos acuíferos asciende a 1000 Gt de CO2 como mínimo.

Los acuíferos subterráneos inapropiados para el bombeo de agua potable podrían

almacenar CO2, que disolverían el gas en el agua salada, formando carbonatos y

atrapando así el CO2. Actualmente, se está llevando a cabo un proyecto piloto

denominado “Sleipner Vest” que está ensayando esta técnica inyectando 1 Mt de CO2

al año en un acuífero de agua salina en Noruega.

• Almacenamiento en fondos marinos

Se estima que la capacidad mundial de almacenamiento de los fondos marinos

asciende a más de 5000 Gt de CO2. Es una solución especulativa debido a la gran

complejidad técnica que ésta conlleva y al peligro potencial para la fauna marina. El

CO2 es absorbido de forma natural por los mares y océanos lentamente por lo que una

inyección masiva de CO2 en profundidades que alcanzan los 3000 m podría acelerar la

concentración de CO2 disuelta en los océanos acarreando graves consecuencias

medioambientales.

• Otras opciones

Menos competitivas en el plano económico, se presentan las cuevas subterráneas

como por ejemplo las minas de sal, que se podrían construir para almacenar el CO2

bajo estado sólido, en forma de carbonatos.

Una vez se capta el CO2, éste se podría almacenar de diferentes maneras tal y como

hemos visto anteriormente. Según el GIEC, la capacidad total mundial de

almacenamiento asciende a al menos 2000 Gt de CO2 sin tener en cuenta los depósitos

de las profundidades marinas. Actualmente, el almacenamiento de CO2 tendría un

coste asociado de entre 7 a 17 USD netos por tonelada de CO2 almacenado (sin tener en

cuenta el coste de captura y transporte). Se estima que el coste de transporte por

gasoducto se situará entre 1 y 3 dólares por tonelada de CO2 a una distancia de 100

4. El carbón 101

Km. En los casos en los que se emplease el CO2 para la extracción de petróleo, el

almacenamiento tendría un coste menor.

Según el GIEC, para estabilizar la concentración de CO2 en la atmósfera a 550 ppmv

de aquí a 2100, la reducción de las emisiones debería de ser de 38 Gt de CO2/año en un

escenario “business as usual”, de ahí la importancia de la tecnología de captura y

almacenamiento de CO2 que pasa a ser una herramienta estratégica.

5La energía nuclear y el uranio

5. El Uranio 103

5 La energía nuclear y el uranio

La energía nuclear es la que se libera durante la fisión o fusión de núcleos atómicos.

Las cantidades de energía que pueden obtenerse mediante procesos nucleares superan

con mucho a las que pueden lograrse mediante procesos químicos, que sólo implican

las regiones externas del átomo o de las moléculas.

Para comprender los procesos nucleares es necesario situarse a escala atómica. El

átomo está formado por un pequeño núcleo, cargado positivamente, rodeado de

electrones. El núcleo, que contiene la mayor parte de la masa del átomo, está

compuesto a su vez de neutrones y protones, unidos por fuerzas nucleares muy

intensas, mucho mayores que las fuerzas eléctricas que ligan los electrones al núcleo.

La energía de enlace de un núcleo mide la intensidad con que las fuerzas nucleares

mantienen ligados a los protones y neutrones. La energía de enlace por nucleón, esto

es, la energía necesaria para separar del núcleo un neutrón o un protón, depende del

número másico. La curva de las energías de enlace implica que si dos núcleos ligeros,

que ocupan posiciones muy bajas en la tabla, se fusionan para formar un núcleo de

mayor peso (o si un núcleo pesado, que ocupa posiciones muy altas en la tabla, se

divide en dos de menor peso), los núcleos resultantes están ligados con más fuerza, por

lo que se libera energía.

Figura 39. Proceso de Fisión y Fusión. Fuente: Enciclopedia Encarta 2006

5. El Uranio 104

La fisión nuclear ofrece, principalmente, dos ventajas para la generación de

electricidad. En primer lugar, la energía liberada por la fisión es muy grande. La fisión

de 1 kg de uranio 235 libera 18,7 millones de kilovatios hora en forma de calor. En

segundo lugar, el proceso de fisión iniciado por la absorción de un neutrón en el uranio

235 libera un promedio de 2,5 neutrones en los núcleos fisionados. Estos neutrones

provocan rápidamente la fisión de varios núcleos más, liberando así al menos cuatro

neutrones adicionales que inician una serie de fisiones nucleares automantenidas. Se

trata de una reacción en cadena que produce una liberación continua de energía

nuclear.

5.1 Historia y origen de la energía nuclear

En actualidad toda la energía nuclear explotada procede de los procesos de fisión.

Los reactores nucleares emplean como combustible uranio enriquecido, que apenas

contiene un 3% de uranio 235. El uranio presente en la naturaleza sólo contiene un

0,71% de uranio 235; el resto corresponde al isótopo no físil uranio 238. Una masa de

uranio natural, por muy grande que sea, no puede mantener una reacción en cadena

porque sólo el uranio 235 es fácil de fisionar. Es muy improbable que un neutrón

producido por fisión, con una energía inicial elevada de aproximadamente 1 MeV,

inicie otra fisión, pero esta probabilidad se puede aumentar cientos de veces si se frena

el neutrón a través de una serie de colisiones elásticas con núcleos ligeros como

hidrógeno, deuterio o carbono. En ello se basa el diseño de los reactores de fisión

empleados para producir energía.

En diciembre de 1942, en la Universidad de Chicago, el físico italiano Enrico Fermi

logró producir la primera reacción nuclear en cadena. Para ello empleó un conjunto de

bloques de uranio natural distribuidos dentro de una gran masa de grafito puro. En la

“pila” o reactor nuclear de Fermi, el “moderador” de grafito frenaba los neutrones y

hacía posible la reacción en cadena. A finales de 1950 comienza la utilización práctica

de ésta energía para producir electricidad con las primeras centrales nucleares de

fisión. Paralelamente al desarrollo energético de la tecnología nuclear se realizaban

ensayos con fines bélicos. Cinco años antes de que se le diera a la fisión nuclear una

aplicación práctica para la producción de energía eléctrica, fueron lanzadas dos

bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki que causaron

gravísimos daños, tanto en vidas humanas como materiales.

5. El Uranio 105

El principal inconveniente que presenta una reacción de fisión controlada es que

para que los neutrones liberados durante la primera división del núcleo sean capaces

de inducir otras fisiones de núcleos adicionales, estos han de reducir su velocidad. Para

ello además del combustible, en el interior de los reactores se emplea una sustancia

adicional llamado moderador, que se encarga de reducir el movimiento de los

neutrones. Tradicionalmente se suele emplear como moderador agua, agua pesada o

grafito. En el proceso de fisión se pueden llegas a producir nuevos elementos físiles, no

obstante, en los reactores comerciales con moderador, la cantidad de nuevo material

físil es mucho menor que la de uranio 235 consumido.

Generalmente en la industria eléctrica se precisa de una potencia constante, lo que

implica la fisión nuclear se ha de producir a ritmo constante. Para ello es preciso que el

número efectivo de neutrones liberado por cada núcleo fisionado sea igual a uno. Para

eliminar el exceso de neutrones de cada división del núcleo, se introducen en el reactor

materiales con una gran capacidad de absorción de neutrones, generalmente cadmio y

boro. En la práctica estos materiales toman la forma de barras que se introducen y

retiran del núcleo en función de la necesidad de aumentar o disminuir el número de

neutrones libres.

Debido a las altas temperaturas alcanzadas en el interior del reactor, se precisa la

circulación de un líquido refrigerante a través del mismo. Fundamentalmente se

emplean agua, dióxido de carbono presurizado o sodio en estado líquido. A la salida

del reactor, el refrigerante calentará otro fluido (generalmente agua) a través de un

intercambiador de calor estanco que previene del escape de sustancias radioactivas.

Finalmente el vapor de agua producido en el proceso acciona una turbina que a su vez

alimenta un generador eléctrico.

Los reactores nucleares de fisión pueden clasificarse en dos grupos:

• Reactores térmicos donde se utiliza un material moderador. Los reactores

térmicos pueden dividirse a su vez en:

• Reactores térmicos de agua ligera (LWR). En este tipo de instalaciones el

agua se emplea a la vez como moderador y refrigerante.

• Reactores térmicos de agua a presión (PWR).

5. El Uranio 106

• Reactores térmicos de agua en ebullición (BWR). Dentro de esta familia de

reactores existen variantes donde se emplea agua pesada en lugar del agua

normal. Este tipo de instalación es capaz de emplear uranio natural

directamente. Los reactores que emplean el grafito como moderador y el

dióxido de carbono como refrigerante también son capaces de utilizar el

uranio natural como combustible.

• Los reactores rápidos son aquellos que no emplean ningún tipo de material

moderador, por ello resulta imposible utilizar el agua como refrigerante en

este tipo de planta porque actuaría como moderador indirectamente. En su

lugar se usa dióxido de carbono presurizado. Al no existir un medio

moderador, los neutrones no son frenados y la probabilidad de que estos

sean absorbidos por otro núcleo es menor. Por ello este tipo de reactores

requiere de una concentración de material físil del 20% frente al 3% de los

reactores térmicos. Puesto que no se usa ningún moderador, se puede

producir más material físil que el inicialmente producido, lo cual compensa

la mayor concentración necesaria de dicho material.

5.2 Trasfondo de la energía nuclear

En el año 2000 la energía nuclear produjo el 17% de la demanda mundial

eléctrica a partir de 442 reactores comerciales repartidos entre 31 países diferentes. Los

Estados Unidos cuentan con el mayor número de unidades, concretamente 104

reactores operativos que generaron el 20% del consumo eléctrico del país. A

continuación se sitúan Francia, Japón, Alemania y Corea. La fiabilidad de este tipo de

plantas ha mejorado mucho durante los últimos años, por ejemplo la capacidad de los

reactores norteamericanos ha alcanzado el 90%, lo cual les va a permitir extender

significativamente su vida útil. Este tipo de energía es claramente una fuente

importante de generación eléctrica a nivel mundial. Sin embargo, pronósticos oficiales

estiman que la capacidad nuclear a nivel mundial va a aumentar un mero 5% desde la

fecha actual hasta el 2020, mientras el crecimiento de la demanda eléctrica para el

mismo período podría alcanzar el 75%. Estas previsiones implican un reducido número

en la construcción de nuevas plantas y reflejan tanto consideraciones económicas como

el creciente sentimiento antinuclear de las principales potencias mundiales. Hoy en día,

5. El Uranio 107

las limitadas perspectivas de la nuclear son atribuibles en última instancia a cuatro

problemas aún no resueltos:

• En primer lugar se trata de una cuestión de costes. Las centrales nucleares

acarrean mayores costes globales durante su vida útil que los ciclos combinados

de gas natural (CCGT) y las plantas degeneración térmica de carbón. Al menos

esto es así en ausencia de impuestos sobre el contenido en carbono de los

residuos generados o el equivalente a un mercado de emisiones de CO2.

• La seguridad de las plantas. La energía nuclear ha sufrido serios reveses en

materia de seguridad medioambiental y efectos perjudiciales sobre la salud

motivados por los accidentes de los reactores de la Isla de las Tres Millas (1979)

y Chernobyl (1986), además de los incidentes en la conversión de combustible

en Estados Unidos, Rusia y Japón. También existe una creciente preocupación

sobre el transporte seguro de materiales nucleares y el riesgo de ataques

terroristas a las instalaciones nucleares.

• También existe la complicación de la proliferación que supone una seria amenaza

para la seguridad mundial. El posible uso incorrecto de las instalaciones

nucleares comerciales y operaciones de adquisición de tecnología o materiales

como precursores de la elaboración de armamento nuclear, entrañan un serio

riesgo de la hegemonía global. Los ciclos de combustible que implican el

reprocesamiento químico de combustibles ya utilizados para la obtención de

plutonio utilizable en la industria armamentística, así como las tecnologías

basadas en uranio enriquecido, generan una importante preocupación, sobre

todo cuando este tipo de prácticas se extiende por todo el mundo sin ningún

tipo de control.

• Finalmente cabe afrontar la problemática de los residuos. La energía nuclear

representa grandes desafíos en el tratamiento de residuos a largo plazo que

distan mucho de estar resueltos. Las principales potencias nucleares aún tienen

que desarrollar sistemas de almacenamiento definitivo de los combustibles

gastados y de tratamiento de los desechos altamente radiactivos generados a

5. El Uranio 108

varios niveles en el ciclo del combustible nuclear. Como estos desechos

radiactivos suponen un serio peligro para las generaciones del presente y del

futuro, la opinión pública espera que se adopten las medidas necesarias para

llegar a una solución satisfactoria en su tratamiento y eliminación. Algunos

proyectos de plantas de almacenamiento como el caso de Yuca Mountain en los

Estados Unidos, aliviarían la situación pero no la resolverían si se produjese

una expansión importante de la energía nuclear.

Sin embargo, la producción eléctrica nuclear presenta una serie de ventajas que

no se pueden desechar a la ligera, si se considera el gran desafío que supone el gran

crecimiento que va experimentar el modelo energético mundial durante la próxima

década. A la necesidad de satisfacer la futura demanda energética global (en apenas 20

años se espera que el consumo eléctrico mundial aumente en más de un 75%) se unen

las exigencias de desarrollar un sistema de suministro fiable que minimice los

conflictos asociados a la disponibilidad de recursos y fuentes de energía no renovables.

Con todo, el principal atractivo de la energía nuclear es que se trata de una importante

fuente de producción eléctrica que no da lugar a gases de efecto invernadero. La

mayoría de los países desarrollados se encuentran en fases preliminares de

implementación de políticas que estabilicen y en última instancia reduzcan las

emisiones de gases que contribuyen al calentamiento global. El consenso científico

sobre los riesgos del aumento de la concentración de gases de efecto invernadero crece

a ritmo constante y es cada vez más ampliamente respaldado. Este consenso señala la

necesidad de acciones gubernamentales que preparen el terreno para posibles

restricciones en las emisiones de CO2 durante las próximas décadas, haciendo hincapié

en la necesidad de alcanzar niveles de emisiones comparables o incluso inferiores a los

de la actualidad a pesar del considerable aumento de la producción y consumo

energético. Los países en vías de desarrollo tendrían que limitar el nivel de sus

emisiones mientras su consumo crece drásticamente. Existen pocas opciones realistas

que permitan una reducción significativa de las emisiones de dióxido de carbono en el

sector de generación eléctrica. Entra ellas se encuentran: el aumento de la eficiencia en

la producción eléctrica, un mayor uso de las energías renovables, la utilización masiva

de sistemas de captura de los gases emitidos por los combustibles fósiles, y la

instalación adicional de reactores de fisión nuclear. En este capítulo se va a analizar la

viabilidad de esta última solución.

5. El Uranio 109

5.3 El ciclo del combustible nuclear

No resulta evidente que la producción de energía nuclear requiere mucho más que

un simple reactor y el sistema turbina-generador asociado para la producción eléctrica

a partir del calor generado durante la fisión nuclear. El proceso incluye la extracción

del mineral de uranio, su enriquecimiento, la fabricación del elemento combustible, la

gestión y eliminación de residuos, y finalmente la descontaminación y desmantelación

de las instalaciones. Cada uno de los pasos del proceso implica distintas consecuencias

a nivel técnico, económico y medioambiental que se analizarán en conjunto en función

del ciclo. Se van a tratar dos tipos de ciclos del combustible: el abierto y el cerrado. En

el ciclo abierto o ciclo de un único uso, el combustible ya utilizado se extrae del reactor

y es considerado como residuo (Figura 49). En el ciclo cerrado una fracción del

combustible consumido es reprocesado de forma que se obtienen dos subproductos,

uranio (U) y plutonio (Pu) adecuados para la reconversión en combustible oxidado o

combustible oxidado mixto (MOX) que pueden ser reutilizados en el reactor. El resto

del combustible utilizado es tratado como residuos altamente radiactivos. En el futuro

los ciclos de combustible cerrados podrían incluir un reactor dedicado empleado para

la transmutación de ciertos isótopos separados del combustible utilizando reduciendo

así su vida media. Otra alternativa consiste en utilizar los reactores dedicados como

productores de nuevos materiales físiles que podrían ser empleados como combustible

gracias a la absorción de neutrones que supere el ritmo de consumo del combustible

físil por la reacción en cadena de los neutrones. En este hipotético ciclo de combustible

los desechos contendrían menos actínidos lo que reduciría notablemente la

radioactividad a largo plazo de los residuos radioactivos (Figura 50).

5.3.1 El ciclo de combustible abierto

También conocido como ciclo de un solo uso, es el más simple. Emplea mineral de

uranio como input, que tras un proceso de molido y purificación resulta apto para su

enriquecimiento. Esta fase consiste en aumentar a través de varios procesos químicos el

contenido de U235 del mineral extraído. Típicamente se enriquece hasta obtener una

fracción del 3 al 5% en U235 que constituye el combustible nuclear. El combustible así

producido se introduce en el reactor donde es consumido. Al final de su vida útil éste

es retirado del reactor y almacenado en una piscina con agua para refrigerarlo y

confinar su alta radioactividad. Una vez que la temperatura ha descendido por debajo

5. El Uranio 110

de los niveles de riesgo, los residuos son retirados de la piscina y almacenados en

formaciones geológicas estables. El aislamiento a largo plazo y la evacuación de calor

son necesarios para evitar la filtración de isótopos radiactivos. En nivel de radiación y

calor de los residuos desciende gradualmente con el paso del tiempo. En la mayoría de

los casos son necesarios miles de años para que la radiación descienda al nivel de la

radiación natural ambiental.

Las siguientes figuras muestran de forma esquemática la tecnología anteriormente

descrita. En ella se muestra el consumo anual de combustible para dos casos: uno

donde el nivel de consumo es el habitual de 50 gigavatios hora diarios por tonelada de

combustible consumido (GWD/MTIHM); y otro con un alto nivel de consumo que

asciende a los 100 GWD/MTIHM.

Figura 40. Ciclo de combustible abierto. Fuente: The future of nuclear power, MIT

5.3.2 El ciclo de combustible cerrado: Reactor térmico breeder

Esta segunda opción utiliza una fracción de plutonio como fuente de energía

pero requiere del reprocesamiento del combustible utilizado para la recuperación del

plutonio generado y posterior fabricación del nuevo combustible. El reprocesamiento

5. El Uranio 111

puede llevarse a cabo en reactores térmicos o reactores rápidos. La siguiente figura

muestra de forma esquemática el ciclo que sigue un reactor térmico breeder.

Figura 41. Ciclo de combustible cerrado con reutilización del plutonio o MOX. Fuente: The future of nuclear power,

MIT

En comparación con el ciclo abierto, el reprocesamiento térmico añade un nuevo

proceso. Se trata del reciclaje del combustible mencionado en el párrafo anterior. En la

actualidad existen plantas de reprocesamiento en Francia, Japón, Rusia y Estados

Unidos. Este tipo de proceso requiere de una serie de fases y tratamientos bien

definidos. En primer lugar es necesario esperar a que el combustible utilizado se enfríe

y reduzca su radiactividad hasta un determinado umbral. A continuación se extrae el

material físil de la vaina que lo contiene y se disuelve en ácido nítrico. Finalmente se

separan el uranio y el plutonio. Una vez separados, ambos productos vuelven a las

plantas de fabricación de combustible mencionadas en el ciclo abierto. Sin embargo

para la fabricación del combustible reciclado es necesaria una mayor protección de los

trabajadores y líneas de producción.

Otra opción en la gestión de residuos es, una vez separados los distintos productos,

los residuos inservibles y actínidos son confinados en cilindros de cristal y

almacenados en las mismas formaciones geológicas. La cantidad de material

radioactivo sellado dentro de los cilindros de cristal es aproximadamente la misma que

5. El Uranio 112

la obtenida en los ciclos abiertos por lo que el proceso no resulta rentable. El uranio

enriquecido y plutonio recuperados del combustible utilizado son reutilizados en la

fabricación de óxidos mixtos de uranio (MOX). En el mejor de los casos el ahorro de

combustible respecto al ciclo abierto es del 30%. El reprocesamiento de combustible es

un proceso muy costoso. Dado el reducido precio del mineral de uranio natural,

aunque se ha multiplicado por cerca de cuatro veces en un periodo de poco más de un

año, el reprocesamiento térmico no es una opción económicamente viable.

5.3.3 Ciclo de combustible cerrado: Reactor rápido breeder

Por su diseño, los reactores rápidos son capaces de producir más material físil que el

que consumen, por ello constituyen una fuente de energía que no requiere un

suministro continuo de U-235 y Pu-239 después de una inversión inicial de

combustible al principio de su vida útil. El núcleo de estos reactores está compuesto de

dos regiones: la “seed” (semilla) que se encuentra en el interior y el “blanket” (manta)

que la envuelve. El combustible localizado en la zona interna contiene de un 15 a un

20% de plutonio que produce la potencia y neutrones necesarios para mantener el

punto crítico, mientras la envoltura contiene U-238 que captan el exceso de neutrones

rápidos produciendo una nueva reacción en cadena. El siguiente diagrama muestra el

ciclo descrito.

5. El Uranio 113

Figura 42. Ciclo de combustible cerrado con reactor dedicado de reutilización de actínidos. Fuente: The future of

nuclear power, MIT.

Existen importantes diferencias entre los reactores rápidos y los térmicos. La más

singular son los neutrones rápidos altamente energéticos que requieren de la ausencia

de materiales moderadores como agua que provocan la pérdida de energía de los

neutrones. Como consecuencia se emplean metales líquidos como sodio o plomo para

refrigerar los reactores rápidos. Por la reducida probabilidad que los elementos

combustibles del reactor rápido capten un neutrón de éstas características, su núcleo ha

de tener una alta concentración de isótopos físiles. En comparación con los LWR, el

núcleo de los reactores rápidos contiene mucho más material físil por unidad de

volumen que los LWR. Por ello el enriquecimiento del combustible de este tipo de

plantas es mucho mayor, del 15 al 20%. Como el núcleo es mucho más compacto, debe

de haber un mayor flujo de enfriamiento y transferencia térmica para la evacuación de

calor. Esto se consigue por medio de un aumento del nivel de empaquetamiento de las

barras de combustible. Cabe mencionar que el balance de neutrones libres en los

reactores rápidos a base de Pu239 es mucho más delicado porque la fracción de

neutrones retardados es sólo un tercio de la del U235. Como resultado, un reactor

rápido alcanza el punto crítico con un tercio del aumento de la reactividad necesaria

para que un reactor de U235 alcance el nivel crítico.

La tecnología de los reactores rápidos es muy exigente y requiere una mayor

inversión de capital que el caso de los ciclos abiertos. La generación eléctrica basada en

este tipo de plantas traería consigo grandes cantidades de material de desecho válido

para la fabricación armamentística. Tal desarrollo supondría un considerable aumento

de la preocupación sobre la seguridad y proliferación.

En general, los reactores basados en ciclos abiertos de combustible, que en la

actualidad se presentan en forma de reactores de agua ligera, presentan ventajas en

materia de costes e impedimento de la proliferación ya que no hay reprocesamiento o

separación de actínidos. Por su parte, los de ciclo cerrado tienen la ventaja de consumir

menos recursos por la reutilización de una fracción del combustible consumido lo que

bajo un escenario de elevados precios de recursos minerales, resultaría más económico.

Algunos autores afirman que los ciclos cerrados también aventajan a los de uso único

en el tratamiento de residuos a largo plazo, puesto que los actínidos de mayor

5. El Uranio 114

actividad pueden ser separados del resto de productos de la fisión y transmutados en

el reactor.

Ambas familias de ciclos pueden operar tanto con uranio (U) como con torio (Th) e

involucran diferentes tipos de reactores: reactores de agua ligera (LWR), reactores de

agua pesada (HWR), reactores de agua supercrítica (SCWR), reactores de alta

temperatura y muy alta temperatura refrigerados con gases (HTGR), reactores de metal

líquido (LMFR), reactores de gas rápido (GFR) o reactores de sal fundida (MSR) de

distintos tamaños. Como ya se mencionó anteriormente, la mayoría de los reactores

instalados en el mundo corresponden al grupo de los de agua ligera (LWR). La

introducción de nuevos reactores o nuevos ciclos requerirá enormes inversiones y

cierto período de experiencia operativa antes de su implantación comercial.

Las características de los ciclos de los reactores disponibles en el momento actual se

resumen en la siguiente tabla. En el presente las centrales que emplean ciclos abiertos

de óxido de uranio enriquecido (UOX) como combustible disponen de una capacidad

total de 325 GWe. En contraste con las plantas que consumen una mezcla de plutonio y

óxido de uranio reprocesado (MOX), cuya capacidad total suponen 27GWe. Por el

momento este último tipo de instalaciones sólo admite combustible que ha sufrido un

único reprocesamiento. La tabla también muestra los flujos anuales de material

consumido por los reactores.

Tabla 12. Comparativa de los ciclos de combustible. Fuente: The future of nuclear power,MIT

5. El Uranio 115

Suponiendo una expansión progresiva de la energía nuclear durante la primera

mitad de siglo capaz de satisfacer una fracción importante de la futura demanda

eléctrica, el ciclo de combustible abierto sería una opción técnicamente creíble siempre

que se disponga de una cantidad suficiente de mineral de uranio a un precio razonable

capaz de soportar el crecimiento. Dicha discusión se abordará en las secciones

subsiguientes. Se debe destacar que la opción de un único reprocesamiento térmico

consume casi tanto mineral de uranio como el ciclo abierto para la misma potencia

instalada, esto es para 325 GWe de potencia instalada del ciclo térmico reprocesado

una única vez se requieren 44.236 Mt anuales de mineral. Por lo tanto, en el caso que

haya un suministro adecuado de uranio a un precio razonable durante los próximos

años, esta última opción resultará económicamente menos atractiva que la del ciclo

abierto.

La opción del reprocesamiento térmico posee cierta ventaja a la hora de producir

menos residuos, no obstante se trata de una diferencia mínima. En todo caso el ciclo de

reprocesamiento térmico genera una mayor cantidad de Pu que es descargado del

reactor para una misma potencia instalada. El plutonio descargado en un año supone

material suficiente para construir miles de armas nucleares. De esta manera, dicha

opción no representa una alternativa interesante mientras haya uranio disponible a un

precio razonable. Si los precios de la materia prima llegaran a subir mucho, el

reprocesamiento térmico podría legar a ser atractivo, pero bajo las mismas

circunstancias, un ciclo cerrado que incluyese un reactor dedicado para la

transmutación de los actínidos también lo sería. Esta última configuración paliaría el

problema de la proliferación. Por ello se concluye que el reprocesamiento térmico de

un único ciclo no es viable al menos durante la primera mitad de siglo.

Todo apunta a que, al igual que ocurre con los combustibles fósiles, el porvenir de la

energía nuclear se encontrará sujeto a la existencia de recursos suficientes de uranio

capaces de soportar una expansión significativa de este tipo de instalaciones. La

sección 4 analizará esta cuestión fundamental.

5.4 Emisiones de CO2 asociadas a la energía nuclear

Desde las primeras fases de construcción de una central nuclear hasta el final de su

vida útil se asocian las siguientes etapas con su consiguiente gasto energético:

5. El Uranio 116

• Construcción y operación de la planta.

• Obtención del uranio mineral.

• Tratamiento de enriquecimiento del mineral y posterior fabricación del

combustible nuclear. Esta fase dependerá en gran medida de la calidad y

riqueza del mineral de uranio.

Además se deben considerar una serie de deudas energéticas contraídas por la

central nuclear incluso tras finalizar la vida útil de la misma:

• Acondicionamiento y almacenamiento de los residuos altamente radiactivos.

Puede tratarse de un almacenamiento geológicamente estable o transitorio en

espera de una solución mejor.

• Almacenamiento de los residuos de baja y media actividad además del uranio

empobrecido.

• Desmantelamiento de la central y eliminación de restos radiactivos.

Para satisfacer los requerimientos energéticos anteriores se precisa del uso de

combustibles fósiles los cuales llevan asociados una serie de emisiones de CO2. Por ello

la energía nuclear tiene asociada de forma indirecta la generación de gases de efecto

invernadero. Storm, van Leeuwen y Smith han analizado la cuestión y elaborado un

modelo que asocia el nivel de producción de energía nuclear y ciclos de combustible

correspondientes, a las emisiones de CO2 asociadas. En su estudio han comparado la

generación nuclear a una central térmica de gas natural. Las siguientes figuras

muestran los niveles de gases contaminantes producidos teniendo en cuenta varias

consideraciones. G es el porcentaje de uranio 235 presente en el combustible nuclear.

5. El Uranio 117

Figura 43. Comparación entre emisiones acumuladas de CO2 de una central nuclear y una central térmica de gas

natural para minerales blandos. Fuente: Stormvan Van Leewen y Smith, 2005.

5. El Uranio 118

Figura 44. Comparación entre emisiones acumuladas de CO2 de una central nuclear y una central térmica de gas

natural para minerales duros. Fuente Store Van Leeuwen y Smith, 2005

Ambas figuras representa el nivel de emisiones para minerales blandos (Figura 52) y

minerales duros (Figura 53). En la primera se pone de manifiesto que para minerales

blandos con un contenido en uranio mayor o igual al 1%, la central nuclear resulta

competitiva en lo que a emisiones de CO2 se refiere tras siete años de carga completa.

Para un contenido del mineral del 0,02% son necesarios 9 años. Para el caso de

minerales aún más pobres (0,01%) el nivel de emisiones producido se aproxima al de

una central térmica de gas que generase la misma potencia eléctrica. En el caso de

minerales duros (Figura 53) los resultados empeoran, con 13 años para un contenido de

mineral del 0,02% y mayor producción de CO2 que una central térmica de gas para

contenidos de mineral del 0,01%.

5. El Uranio 119

Figura 45. Comparación entre emisiones acumuladas de CO2 de una central nuclear al final de su vida útil /24 años

de carga completa) y una central térmica de gas natural. Fuente: Storm Van Leeuwen y Smith, 2005.

La última figura muestra que con mineral con una riqueza en uranio del 1%, una

central nuclear al final de su vida útil y con un funcionamiento de carga completa

emitirá un 18% de las emisiones de CO2 que habría producido una planta de gas. Si se

tiene en cuenta la emisión extra de CO2 derivada del desmantelamiento de la central al

final de su periodo de producción, la cifra se dobla (37%). A partir de una riqueza de

uranio inferior al 0,1% se produce un rápido incremento en las emisiones de CO2 de

modo que si la riqueza del mineral es inferior al 0,02% para los minerales duros, o del

0,01% para los blandos, el uso de la energía nuclear produce más emisiones que si se

quemaran directamente los combustibles fósiles.

De aquí se desprende la importancia de conocer la cantidad de mineral de uranio

rico disponible. Otro estudio de los mismos autores (Storm van Leeuwen y Smith 2004)

5. El Uranio 120

señalan que las reservas actuales no permitirían mantener una producción eléctrica

anual de 60 EJ (1018 Julios), es decir 16.667 GWh durante tres años completos.

5.5 Costes energéticos para la obtención del combustible nuclear

5.5.1 Gasto de energía en la minería y molienda

El mineral de uranio se obtiene mediante minería, bien subterránea o a cielo abierto,

y se trata con productos químicos como el ácido sulfúrico para extraer el componente

de uranio de la roca. Después pasa a la siguiente fase de la cadena nuclear como un

compuesto llamado “yellow cake”. La energía específica requerida para la extracción

del mineral de uranio depende mucho de la riqueza del mineral.

Hay varios estudios en los que se calculan los costes energéticos de la minería, pero

el valor más fiable es el que propone Rotty (1975), en el que se tiene en cuenta que el

60% de la minería sería a cielo abierto, y el 40% subterránea.

J minería = J eléctrica + J térmica = 1,06 GJ/Mg mineral

R = J térmica / J eléctrica = 8,0

Para obtener el “yellow cake” hay que tratar el mineral de uranio con productos

químicos, lo que se realiza en la fase de molienda. El tipo de mineral a tratar

condicionará el gasto de energía, por lo que se hace una clasificación en función de la

concentración de U3O8 para calcular dicho gasto:

• Minerales blandos (concentraciones de U3O8 comprendidas entre 10% y 0,1%):

J molienda = J eléctrica + J térmica = 1,27 GJ/Mg mineral

R = J térmica / J eléctrica = 7,0

• Minerales duros (concentraciones de U3O8 comprendidas entre 0,1% y 0,001% e

inferiores):

5. El Uranio 121

J molienda = J eléctrica + J térmica = 4,49 GJ/Mg mineral

R = J térmica / J eléctrica = 0,1

Así pues, la fase de minería y molienda lleva asociada los siguientes costes energéticos:

• Minerales blandos

J mm = J eléctrica + J térmica = 2,33 GJ/Mg mineral siendo R = Jth/Je= 7,5

• Minerales duros

J mm = J eléctrica + J térmica = 5,55 GJ/Mg mineral siendo R = Jth/Je = 1,6

5.5.2 Requerimientos de energía para la transformación del U3O8 en UF6

El “yellow cake” debe refinarse para obtener U3O8 muy puro y así convertirlo en UF6,

ya que es el único componente de uranio gaseoso a bajas temperaturas y el

enriquecimiento de 235U requiere que el compuesto esté en estado gaseoso. El gasto de

energía específica es en esta fase (ERDA-76-1, 1976):

J con = J eléctrica + J térmica = 1,478 GJ/Kg. U siendo R = Jth/Je= 27

5.5.3 Enriquecimiento

Para el enriquecimiento del uranio, se usan dos técnicas principalmente, la difusión

gaseosa y la separación centrífuga. Se estima que en el futuro sólo el 30% del

enriquecimiento se hará mediante gasificación. El gasto de energía específica debe

incluir la construcción, operación y mantenimiento de la planta de enriquecimiento.

• Enriquecimiento mediante difusión gaseosa (NRC, 1996):

J difusión =11,00 GJ/UTS (unidades trabajo de separación) R=Jth/Je = 0,083

• Enriquecimiento mediante separación centrífuga (Kistemater, 1975 y Rotty,

1975):

J centrífuga = 3,10 GJ/UTS R=Jth/Je = 2,72

5. El Uranio 122

Teniendo en cuenta que la aplicación de los procesos llegará a tener una proporción de

30/70 como se indicó anteriormente, la energía necesaria sería:

J enriquecimiento = 5,47 GJ/UTS R= Jth/Je =0,51

5.5.4 Fabricación del elemento combustible

El UF6 enriquecido se transforma en un sólido cerámico, UO2, antes de su uso como

combustible en el reactor. Las pastillas de UO2 se empaquetan en tubos de zircalloy, y

la agrupación de un número determinado de estos tubos forma el elemento

combustible que se introduce en el reactor. Este proceso requiere la siguiente energía:

J fabricación = J eléctrica + J térmica = 0,00379 PJ/Mg U siendo R=Jth/Je=2,50

5.6 Recursos nucleares

Los elementos aprovechables como combustible nuclear son un grupo insólito.

Dentro de esta familia se encuentran el U-235, el Th-232 y los productos de fisión Pu-

239 y Pu-241 que no se encuentran en la naturaleza. En la actualidad el elemento más

utilizado es el U-235, isótopo con una vida media más reducida que el U-238. Por ello

éste último representa la forma predominante en la naturaleza, conteniendo una

fracción reducida del isótopo 235, típicamente menor del 1%. Esta mezcla de isótopos

constituye los que se conoce como uranio natural. Los reactores comerciales emplean

combustible con un contenido en U235 del 2 al 3%, por lo que el mineral de uranio

requiere de una serie de operaciones de enriquecimiento para su uso. Si se partiese de

1.000 kg de uranio natural, tras la fase de enriquecimiento apenas se obtendrían 182 kg

de uranio enriquecido.

5.6.1 Reservas de uranio

Según el Libro Rojo de la Agencia Internacional de la Energía, en 2004 el consumo

mundial de uranio ascendió a 67.000 toneladas. Únicamente 36.000 toneladas

provenían recursos primarios de energía. El resto del uranio provenía de recursos

secundarios, principalmente del desmantelamiento del armamento nuclear. La

disponibilidad de uranio barato proveniente del armamento nuclear ha sido uno de los

principales factores de la reducción en la capacidad de las minas durante la última

5. El Uranio 123

década. A pesar de esto, se estima que la industria minera del uranio tendrá un enorme

crecimiento entre 2010 y 2020 para satisfacer la creciente demanda.

La estimación de las reservas de uranio conlleva ciertas dificultades, ya que las

instituciones de autoridad reconocida emplean diferentes métodos. Si computamos

todo el potencial de uranio disponible, incluyendo el uranio no convencional, los

recursos de uranio accesibles ascienden a 17 millones de toneladas. La AIE (2006),

considera que una estimación razonable de las reservas de uranio es de entre 4 y 5

millones de toneladas. Algunas instituciones, como la European Commission´s Green

Paper on Energy, son mas escépticos y estiman unas reservas de uranio de entre 2 y 3

millones de toneladas.

Se suelen clasificar las reservas de uranio según su coste de extracción. La siguiente

tabla muestra los recursos convencionales más importantes que se conocen estimados

por la National Energy Agency. Las reservas se dividen según los precios asociados a

su explotación.

40 $/Kg.U 40-80 $/Kg.U 80 $/Kg.U 80-130 $/Kg.U 130 $/Kg.U

916.000 531.000 2.274.000 660.000 2.964.000

Tabla 13. Reservas probadas de uranio desglosadas en costes de extracción. Nuclear Energy Agency

En el presente las reservas que presentan mayor interés son las que presentan un

coste inferior a 80$/KgU. El 90% de dichos recursos se distribuyen en 9 países, según

muestra en la figura:

5. El Uranio 124

Figura 46. Distribución de las reservas de uranio en % cuyo coste de extracción es menor de 80$/Kg de U. Fuentre:

Nuclear Energy Agency

La distribución de las reservas cuyo coste de extracción es menor de 130$/kgU no

difiere mucho del anterior y se refleja en el siguiente diagrama.

Figura 47. Distribución de las reservas de uranio cuyo coste de extracción es menor de 130 $/Kg de U. Fuente:

Nuclear Energy Agency

5. El Uranio 125

Al contrario que en el caso de los combustibles fósiles, los recursos de uranio se

encuentran más uniformemente repartidos entre las distintas regiones. Entre ellas

destacan Australia, Canadá y Kazajstán que disponen de cerca del 50% de las reservas

conocidas. Este reparto desfavorece la dependencia energética exterior.

La Agencia de la Energía Nuclear (NEA) revela en un estudio publicado en el 2005

que los recursos convencionales conocidos en las categorías de costes menores de

80$/kgU y 130$/kgU, cuyas cantidades representan alrededor de 3,5 Mt y 4,6 Mt

respectivamente, aumentaron de forma significativa durante el 2003. Las reservas

conocidas de costes menores de 40$/kgU crecieron cerca del 21% en relación al año

anterior debido a los incrementos de Australia, Canadá, Nigeria y Kazajstán. Las

estimaciones de recursos no descubiertos se redujeron durante el mismo periodo de 9,8

Mt de uranio a 7,3 Mt, debido a las revaloraciones de los recursos de China y Rusia.

El Uranio es un elemento común en la naturaleza, pero algunos analistas

argumentan que las reservas deben de ser evaluadas no por la cantidad sino por la

calidad del mismo debido a las importantes transformaciones que éste sufre desde que

se extrae en la mina hasta que es empleado en las centrales nucleares.

Se estima que los recursos de torio (Th) existentes sobre la corteza terrestre son tres

veces mayores que los de uranio. Sin embargo los reactores que emplean este isótopo

como combustible se encuentran en fase experimental y distan bastante de hallarse en

periodo operativo en la actualidad. Países como la India son pioneros en este tipo de

tecnología, pues disponen de grandes reservas de dicho elemento.

5.7 Producción de Uranio

Durante el año 2002 la producción de uranio supuso 36.042 toneladas, cifra muy

similar a la correspondiente durante el año 2000 de 36.011 toneladas, pero algo menor

que la del 2001 de 37.020 toneladas. La producción mundial de este recurso mineral

está conformada por un grupo de 20 países. Mientras países como Francia y España

han reducido significativamente su nivel de producción, el Kazajstán la ha doblado en

apenas dos años.

Resulta de vital importancia analizar la demanda de uranio, pues de esta dependerá

la sostenibilidad energética de la fisión nuclear como fuente de energía. A finales del

5. El Uranio 126

año 2002 existían 441 reactores nucleares operativos distribuidos por todo el mundo,

cuya capacidad de generación asciende a 364 GWe y consumen 66.815 toneladas

anuales de uranio. Otro estudio de la NEA, el Uranium 2003: Resources, Production

and Demand, prevé un modesto crecimiento de la nuclear durante los próximos años.

El informe estima que en el año 2020 la capacidad nuclear podría crecer entre 418 y 483

GWe. En consecuencia el consumo anual de uranio crecería hasta los 73.495 y 86.070

toneladas para el mismo año.

Comparando las cifras referentes a la demanda y producción de uranio, se aprecia

que se produce menos de lo que se consume. Al final del 2002, la producción mundial

de uranio, las 36.042 toneladas, cubrieron el 54% de las necesidades de combustible de

los reactores comerciales de todo el mundo, las cuales ascendieron a 66.815 toneladas

U. El 46% restante provino del resto de fuentes secundarias, que incluye reservas

civiles y militares, así como uranio reprocesado a partir del uranio ya utilizado.

El mercado de uranio a medio plazo es incierto debido a la escasa información

disponible sobre la naturaleza y alcance de suministros secundarios. La información

disponible sugiere que aunque los inventarios comerciales hayan disminuido,

constituyen una aportación sustancial. El uranio derivado de la conversión de cabezas

nucleares constituirá con toda certeza una fuente significativa de suministro en el corto

plazo. Por ello se espera que en un futuro inmediato los precios se mantengan a su

reducido valor actual. Así pues se espera que los niveles de producción no aumenten,

reduciendo de esta manera los inventarios civiles y militares durante los próximos

años. El precio del uranio ha influido de forma determinante en el sector de la

producción suponiendo el cierre de algunas minas y aplazamiento de inversiones en

proyectos de desarrollo y exploración. La producción y exploración van a permanecer

probablemente en un segundo plano hasta que se disponga de un mejor conocimiento

de los suministros secundarios.

Aún en el caso de un modesto crecimiento del sector nuclear, las reservas baratas de

uranio (costes por debajo de 80$/kgU) no serán suficientes para satisfacer la futura

demanda de combustible. Por ello, recursos secundarios, como exceso de inventarios

comerciales, la reconversión del uranio altamente enriquecido de las cabezas nucleares

para su uso en la generación eléctrica y el reprocesamiento de combustible ya utilizado,

resultarán claves para garantizar el suministro en un futuro cercano. Sin embargo, se

5. El Uranio 127

espera que los recursos secundarios pierdan importancia, particularmente después de

2020, y las necesidades de los reactores tendrán que ser paulatinamente satisfechas por

la expansión de la capacidad de producción existente, junto con el desarrollo de centros

adicionales de producción o la introducción de ciclos de combustible alternativos. Con

todo, el papel moderador del mercado será necesario para regular los precios del

combustible mineral estimulando así el desarrollo de los recursos. Debido a los largos

periodos de tiempo que requiere el incorporar al mercado los nuevos descubrimientos,

típicamente un mínimo de 10 ó 20 años, resulta de vital importancia el desarrollo de los

sistemas de suministro ante el déficit de uranio y la creciente presión en los precios

cuando se produzca el agotamiento de los recursos secundarios. Un mejor

conocimiento sobre la naturaleza y extensión de los inventarios mundiales de uranio y

otros recursos secundarios, permitirían pronosticar de forma acertada las decisiones

necesarias alargo plazo para garantizar el porvenir de la nuclear.

El estudio de las reservas de uranio de la Agencia de la Energía Nuclear incluye una

estimación de los períodos que dichas reservas podrían satisfacer a un nivel de

demanda de energía nuclear similar al del año 2002, en función del tipo de reactor

empleado. Los resultados se resumen en la siguiente tabla:

Figura 48. Años de disponbilidad de recursos para varias tecnologías. Fuente: Nuclear Energy Agency

5. El Uranio 128

Se pone de manifiesto que en función del tipo de reactor o del ciclo de combustible

empleado, las previsiones son muy distintas. Con la tecnología adecuada se dispondría

de uranio suficiente para un horizonte de entre 2000 y 8000 años.

No obstante, y pese al previsible aumento de la demanda de energía, el papel de la

energía nuclear sigue siendo incierto. Según la Agencia de la Energía Nuclear, los

recursos de uranio (incluyendo recursos conocidos y no descubiertos) son adecuados

para satisfacer los requerimientos futuros proyectados. Sin embargo hay cuestiones

que permanecen sin resolver, como si estas tecnologías pueden ser desarrolladas

dentro del marco temporal requerido para satisfacer la futura demanda de uranio.

A pasar de lo crítico de las reservas de uranio, existe una postura respaldada por

expertos y autoridades a nivel mundial sobre la cuestión que apuestan claramente por

la continuidad y el desarrollo de la nuclear. Dichos estudiosos argumentan que se

requirieren únicamente 30 gramos de uranio enriquecido para generar una potencia de

8000 kWh. Para obtener la misma cantidad de energía serían necesarios 3000 kg de

carbón. Las estimaciones predicen que con las reservas probadas actuales de 80$ el kg

de uranio se pueden abastecer las 441 centrales durante solamente 50 años. El doblar el

coste de extracción del mineral hasta los 160$/kg supondría que las reservas conocidas

se multiplicarían por diez. Pese a lo que pueda parecer, la repercusión en el coste de la

electricidad generada en las centrales debido a la duplicación del coste del uranio es

del 5%. En contrapartida, si se doblase el precio del carbón la repercusión en el precio

final es del 30%, y si se tratase del gas natural sería del 60%.

Yendo aún más lejos, si el precio del uranio natural siguiese aumentando hasta

alcanzar la cifra de los 1.000 $/kg, entonces sería viable la explotación del uranio

contenido en el agua de los océanos. La Agencia Internacional de la Energía estima la

existencia de aproximadamente 14,4 Mt de uranio convencional, más unas 22 Mt de

uranio en depósitos de fosfato y nada menos que 4.000 Mt disueltas en el agua del mar.

Otro dato importante se refiere al rendimiento de las centrales nucleares. Las cifras

muestran que cada 20 años los reactores consumen un 25% menos de uranio

enriquecido. Tampoco se ha explotado el potencial del torio cuyas reservas podrían ser

tres veces más que las del mineral de uranio. Las centrales que empleasen torio como

combustible no precisarían de una tecnología muy distinta a la actual.

5. El Uranio 129

En conclusión, la energía nuclear cuenta con una amplia base de recursos. Las

reservas actuales son lo suficientemente grandes como para garantizar la producción

del combustible nuclear durante décadas. Dado que el coste del combustible nuclear

representa una parte muy pequeña del coste de producción eléctrica nuclear, una

subida de los precios del combustible podría hacer que la disponibilidad de recursos

aumentara considerablemente sin que ello incidiera materialmente en la posición de

competitividad de la energía nuclear. Es más, se podría ampliar la base de recursos

para la producción de energía eléctrica nuclear con el reciclado de los materiales

fisionables y la aplicación de los ciclos de combustible avanzados que convierten el

uranio y el torio fértiles en materiales fisionables. Con todo, el ampliar la base de

recursos naturales de la nuclear no la convierte en una forma de energía coherente con

los objetivos del desarrollo sostenible, pues aún quedan por resolver los problemas del

impacto medioambiental y seguridad asociados.

5.8 El precio del uranio

Durante los últimos años, el precio del uranio se ha incrementado enormemente y

ha subido desde los 8 dólares/libra a los 60 dólares/libra en el espacio de tan solo 6

años tal y como se muestra en la siguiente figura:

Figura 49. La evolución del precio del uranio. Fuente: Uranium Exploration and Development

Actualmente el precio se sitúa en los 123 dólares/libra. Esta subida espectacular del

precio del uranio se debe, en gran parte a las perspectivas de construcción de nuevas

5. El Uranio 130

centrales en todo el mundo. Además, los recursos de uranio no convencionales están

poco explotados ya que hasta ahora no había sido necesario. Es de esperar que el

precio del combustible nuclear descienda y se sitúe en niveles mas razonables.

5.9 Perspectivas

Hacer frente al incipiente crecimiento de la demanda que se va a producir durante

los próximos años requiere de un minucioso análisis de todas las posibilidades

tecnológicas. Preservar la opción nuclear en el futuro próximo requiere superar los

cuatro desafíos descritos en la sección 2: costes, seguridad, proliferación y residuos. A

medida que se invierta y se construyan más centrales nucleares se alcanzarán

soluciones cada vez más aceptables. Sin embargo, el esfuerzo de superar estos desafíos

será justificado sólo si la energía nuclear es capaz de reducir significativamente el

calentamiento global, lo cual implicaría una mayor expansión de la nuclear. En efecto,

preservar la energía nuclear significa desarrollar las medidas necesarias para hacer de

ésta una fuente de energía segura y competitiva con la que hacer frente al creciente

nivel de consumo.

Para tratar esta cuestión, un estudio del MIT, The Future of Nuclear Power, postula

un escenario de crecimiento en el que a mitad del presente siglo habría de 1.000 a 1.500

reactores nucleares de 1.000 MWe cada uno distribuidos por el mundo. Actualmente se

dispone de una capacidad equivalente de 366 reactores del mismo tipo en servicio. Una

expansión de estas características requeriría del compromiso de Estados Unidos, Japón,

Corea y Taiwán, así como renovar el parque nuclear europeo y un amplio desarrollo de

este tipo de instalaciones en todo el mundo. A título ilustrativo se muestra a

continuación la siguiente tabla con un despliegue de 1.000 reactores con una capacidad

de 1.000 MWe cada uno:

5. El Uranio 131

Tabla 14. Escenario de desarrollo de 1000 reactores de 1000 MWe de potencia. Fuente: The Future of Nuclear Power

Dicho escenario ahorraría una cantidad importante de emisiones de gases de efecto

invernadero asociadas a la combustión de combustibles fósiles. En el año 2002, el nivel

de emisiones asociado a la actividad humana supuso 6.500 millones de toneladas

anuales. Estás emisiones serán probablemente más del doble en el año 2050. Los 1.000

GWe de potencia nuclear instalada postulados en el escenario evitarían 800 Mt anules

de emisiones derivadas de la generación eléctrica a partir de centrales térmicas de gas

natural. En el caso de la producción de electricidad a partir del carbón el ahorro sería

de 1.800 Mt anuales, asumiendo que no se emplee ningún método de captura o

secuestro de CO2.

Dicho despliegue de potencia nuclear se basaría en reactores de ciclo de combustible

abierto porque son los que mejor se ajustan a los requerimientos de bajo coste y no

proliferación. Los ciclos cerrados poseen ciertas ventajas desde el punto de vista del

tratamiento de residuos a largo lazo. No obstante este tipo de ciclos seguirá siendo más

caro que los de un solo uso hasta que los recursos minerales sean muy escasos.

Sin embargo el escenario anteriormente descrito presenta graves inconvenientes.

Según datos de la Asociación Internacional de la Energía Atómica (IAEA), en su “Red

5. El Uranio 132

book” estiman que con el nivel de producción actual apenas quedarían de 50 a 60 años

de reservas de mineral de uranio. Esto significa que si se aumentase el número de

reactores de 366 a 1000 durante los próximos años, las reservas durarían 22 años en el

mejor de los casos. Resultaría inaceptable realizar las enormes inversiones necesarias

para la construcción de las nuevas centrales cuando los recursos de uranio no durarían

más allá del año 2030, con lo cual no se podría hacer frente a la enorme demanda

eléctrica de los años posteriores.

No se trataría de un problema realmente grave pues el escenario anterior se basa

únicamente en ciclos de combustible abiertos y no se plantea el reprocesamiento del

combustible utilizado. En el momento en el que los recursos de uranio comenzasen a

escasear, el aumento de costes derivado haría que las instalaciones de ciclo cerrado

fuesen económicamente viables. Tampoco se ha tenido en cuenta el enorme potencial

de los recursos naturales de torio. Carlo Rubbia, premio Nóbel en 1984, estima que con

la tecnología adecuada las reservas de dicho mineral serían suficientes para abastecer

la población mundial durante unos 100.000 años. Además el uso del torio en lugar del

uranio cuenta con otra ventaja, y es que no se puede emplear para la fabricación de

armamento nuclear con lo cual se evitaría el problema de la proliferación.

5.10 Viabilidad de la energía nuclear

Los problemas a los que se enfrenta la energía nuclear, tanto en lo referente a la

evolución de costes y disponibilidad de recursos, como en lo referente a la seguridad

nuclear, proliferación, y tratamiento de residuos, han llevado a proponer una enorme

cantidad de diseños alternativos (reactores de cuarta generación), que según sus

defensores, permitirían superarlos. En cualquier caso, estos enfoques se encuentran en

una fase muy preliminar, y su implementación práctica tendría que esperar como poco

unos 20 años. Si efectivamente estos problemas admitiesen solución, la alternativa

nuclear sería una posibilidad muy atractiva.

Sin embargo el mayor reto al que se enfrenta la energía nuclear no son los desafíos

tecnológicos, sino la concienciación social. A pesar de los esperanzadores avances de la

técnica, la opinión pública sigue siendo muy reticente respecto a la expansión de la

nuclear. Este tipo de actitud puede minar el futuro de esta fuente energética incluso

habiendo superado los cuatro desafíos. El interés de la nuclear reside en la generación

5. El Uranio 133

eléctrica libre de emisiones de gases de efecto invernadero. Mientras el desarrollo de

alternativas limpias, como la fusión nuclear y el hidrógeno a gran escala, parece una

utopía, la única salida son los combustibles fósiles que presentan la problemática

descrita en el capítulo anterior y agravarían significativamente el calentamiento global.

Todo apunta a que a largo plazo no habrá más alternativa que utilizar todas las

fuentes energéticas disponibles, incluida la opción nuclear. El futuro de la energía

nuclear dependerá en gran medida de la porción del mercado de generación eléctrica

que no ocupen los combustibles fósiles. Puesto que el ciclo del combustible nuclear

requiere de multitud de procesos relacionados con la minería, enriquecimiento,

fabricación del combustible, transporte, tratamiento de residuos y desmantelamiento

de la planta, que en última instancia dependen del petróleo; los costes del combustible

nuclear se encuentran estrechamente relacionados con la evolución de precios del

crudo.

Por lo tanto resulta lógico suponer un potencial limitado del uso de la energía

nuclear de fisión durante el próximo siglo. Basándose en otros estudios de perspectiva,

como el anteriormente mencionado The Future of Nuclear Energy y Energy at the

Crossroads de Vaclac Smil, se ha adoptado la hipótesis de restricción de la capacidad

nuclear instalada en el año 2100 a 2,5 GW. Dicha cifra supone un límite razonable a la

expansión de este tipo de instalaciones durante el horizonte de estudio, que tiene en

cuenta los inconvenientes de esta forma energía anteriormente mencionada.

6Modelado de las reservas

6. Modelado de las reservas 135

6 Modelado de las reservas

6.1 Reservas de petróleo

Según la BP statistical review 2006 las reservas probadas de petróleo convencional

ascienden a 1200 Gb.

En función de los futuros avances tecnológicos y monto de las inversiones en

exploración y producción, el USGS contempla tres escenarios sobre la cantidad de

petróleo que finalmente podremos recuperar del subsuelo. El menos probable (5%)

habla de 3.900 Gb, el más probable (95%) de 2.200 Gb y el esperado (con una

probabilidad del 50%) de 3000 Gb. En nuestro caso partimos de una cantidad de URR

de 3000 Gb.

Según los geólogos, el pico de producción se alcanza cuando la producción

acumulada es superior a la mitad de las últimas reservas finalmente recuperables

(URR). Sabemos que la producción acumulada hasta el momento es aproximadamente

de 1000 Gb.

Sabemos que los países productores de petróleo no miembros de la OPEP producen

a plena capacidad, por lo tanto, la estimación del crecimiento de su producción,

corresponde con la estimación del crecimiento de su capacidad de producción. Sin

embargo, para los países de la OPEP, la incertidumbre es bastante mayor, por lo que

para nuestro modelo, suponemos que estos también producen a plena capacidad.

Según la AIE, la producción de petróleo convencional continúa siendo dominada

por los países miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo)

que crece de manera significativa. La producción de petróleo de los países miembros

de la OPEP experimentará un crecimiento desde 34 millones de barriles/día en 2005 a

42 millones de barriles/día para 2015 y a 56 millones de barriles/día para 2030. Así los

países miembros de la OPEP pasarán a cubrir del 40% actual al 48% de la producción

mundial de petróleo para el año 2030. Para los países no miembros de la OPEP se

estima que tendrán un crecimiento en su producción más plano desde un nivel de 48

millones de barriles/día en 2005 a 55 millones de barriles/día en 2015 y de 58 millones

de barriles/día en 2030. Por lo tanto, el crecimiento de la producción total crece desde

6. Modelado de las reservas 136

los 82 millones de barriles/día en 2005 hasta 97 millones de barriles/día en 2015 y 114

millones de barriles/día en 2030.

Proyectando la producción acumulada esperada según las anteriores curvas de

producción obtenemos el siguiente grafico:

Producción acumulada de petróleo

0

500

1000

1500

2000

2500

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035

Año

Gb

Figura 50. Producción total de petróleo acumulada. Fuente: Elaboración propia

Podemos constatar que para la demanda estimada por la AIE, alcanzaremos una

producción acumulada de 1500 Gb para el año 2020, lo que marca el inicio en el declive

de la capacidad de producción de petróleo convencional.

Las curvas proporcionadas por la AIE están en función de una demanda esperada.

Como en nuestro modelo tenemos una demanda distinta debemos de vincular la

capacidad de producción con la demanda esperada.

Según la teoría del Dr. M. King Hubbert en la fase pre-pico la producción aumenta

debido al incremento de los descubrimientos y el desarrollo de infraestructuras.

Sabiendo que los descubrimientos son actualmente escasos, podemos deducir que el

incremento en la producción de petróleo antes de alcanzar el pico de producción esta

en relación directa con la disponibilidad de infraestructuras que faciliten y posibiliten

la explotación de los yacimientos. Por lo tanto, supondremos que durante la fase pre-

pico, la capacidad de producción es igual a la producción y por lo tanto a la demanda.

Durante la fase post-pico, la producción decae debido al agotamiento de los

recursos en los yacimientos y a su mayor dificultad en la extracción debido a que el

6. Modelado de las reservas 137

crudo fluye en menor cantidad hacia el exterior. Además, según esta teoría la curva de

capacidad es simétrica con respecto al pico de producción y por lo tanto suponemos

que la fase post-pico es simétrica a la fase pre-pico.

Sabemos que la producción crece desde un nivel de 5 millones de barriles/día en

1930 hasta los 82 millones de barriles/día en 2005 y que la producción acumulada

hasta ahora es de 1000 Gb. Linealizando la producción ésta responde a la siguiente

ecuación entre 1930 y 2005:

Y= 1,02667x+5 (en millones de barriles /día)

Desde 2005 hasta el pico de producción, que se producirá cuando se hayan

producido 500 Gb más, tendrá una trayectoria en función de la demanda. Tras alcanzar

el pico de producción, esta decaerá simétricamente, en primer lugar con respecto a la

trayectoria de 2005 hasta el pico de producción y más tarde con respecto a la

trayectoria ya conocida anterior a 2005.

Partiendo de un valor de 3000 Gb como URR y sabiendo que las reservas actuales

son de 1200 Gb y la producción acumulada de 1000 Gb, quedan aún 800 Gb por

descubrir. Repartiendo los 800 Gb a lo largo del periodo de estudio equivale a un

aporte de 8 Gb/año.

6.1.1 Petróleo no convencional

Según el WEC (World Energy Council) la provincia de Alberta en Canadá contiene

al menos el 85% de los recursos mundiales de arenas bituminosas. La provincia

contiene una cantidad estimada de petróleo no convencional de 1700 Gb. Actualmente,

existen unas reservas probadas de 174 Gb y una cantidad recuperable estimada de 315

Gb más.

La cuenca del Orinoco contiene, según el WEC, cerca del 90% de los recursos totales

conocidos de crudo ultrapesado. Se estima que la cuenca del Orinoco contiene unos

recursos recuperables que ascienden a 1200 Gb. Estudios recientes del PDVSA

concluyen, que el 22%, es decir 267 Gb, son recursos económicamente recuperables.

Suponiendo que éstos se explotan en su totalidad a lo largo de todo el siglo, obtenemos

unas aportaciones de 12 Gb/año.

6. Modelado de las reservas 138

Las pizarras bituminosas son actualmente el recurso petrolífero más importante.

Según el Energy Minerals Division, los recursos mundiales conocidos ascienden a 2600

Gb, pero, según el World Energy Council (WEC), los recursos recuperables son de 400

Gb y según el Oil Shale Resource Base son de entre 500 y 1100 Gb. Suponemos,

arbitrariamente, unos recursos recuperables de 800 Gb. Dividiendo estos recursos a lo

largo del periodo de estudio, obtenemos unas aportaciones de 8 Gb/año.

Según la AIE la producción de petróleo no convencional, proveniente

principalmente de los países no miembros de la OPEP, supondrá al menos el 8% de la

producción mundial para 2030. Actualmente el petróleo no convencional representa el

2% de la producción mundial. Esto significa un salto en la producción de 1,6 a 9

millones de barriles diarios. La mayor parte de este petróleo no convencional proviene

de las arenas bituminosas de Canadá. Suponiendo un crecimiento constante a lo largo

del periodo de estudio obtenemos la siguiente curva de capacidad:

Capacidad de producción de petróleo no convencional

0

5

10

15

20

25

30

35

2000 2020 2040 2060 2080 2100 2120

Año

Figura 51. Capacidad de producción de petróleo no convencional. Fuente: Elaboración propia

Suponemos para nuestro modelo, del mismo modo que hicimos para el petróleo

convencional, que la producción es igual al a capacidad máxima de producción. En

este caso no tenemos en cuenta picos máximos de producción ya que, por un lado no

hay estudios al respecto y por otro lado existe mucha incertidumbre acerca de la

cantidad de petróleo no convencional finalmente recuperable. Por lo tanto

6. Modelado de las reservas 139

supondremos un crecimiento de la capacidad como el estimado por la AIE de 0,296

millones de barriles/día más cada año partiendo de una capacidad actual de 1,6

millones de barriles/día.

6.1.2 Precio del petróleo

El estudio de la AIE, realizado en 2006, considera tres casos que arrojan más

claridad en las previsiones alternativas siguiendo la trayectoria de los precios del

petróleo en el futuro próximo. Los cálculos básicos en los precios mundiales del

combustible fósil se ubican en alrededor de 47 dólares por barril en 2014, antes de subir

a 57 dólares/barril en 2030. Se distinguen tres escenarios: los casos de precios bajos,

medios y altos definen un amplio rango del trazo de las gráficas correspondientes del

precio mundial en potencia, el cual hacia el año 2030 muestra gran amplitud que va de

34 dólares/barril a 96 dólares/barril, dependiendo de factores muy diversos, algunos

susceptibles de ser evaluados y otros no.

Tras analizar diversos estudios, suponemos el escenario de precios altos descrito por

la AIE y además suponemos un crecimiento constante durante todo el periodo de

estudio equivalente al predicho por la AIE hasta el 2030. Así obtenemos la siguiente

evolución para el precio del petróleo convencional.

Figura 52. Evolución del precio del petróleo en $/Tep. Fuente: Elaboración propia

En cuanto al petróleo no convencional, solo el crudo procedente de las arenas

bituminosas canadienses es económicamente rentable.

Precio del petróleo convencional

0200400600800

1000120014001600

1980 2000 2020 2040 2060 2080 2100 2120

Año

$/Te

p Precio del petróleoconvencional

6. Modelado de las reservas 140

Se estima, según el WEC, que las pizarras bituminosas no sean económicamente

rentables hasta que el precio del barril de crudo en el mercado no alcance los 90

dólares/barril. Del mismo modo, se estima que el crudo ultrapesado no es

económicamente rentable hasta que el precio el barril alcance los 75 dólares/barril.

Para nuestro modelo, partimos, para el petróleo convencional y las arenas

bituminosas, de un precio en 2005 de 60 dólares/barril y un crecimiento hasta 2100 de

1,44 dólares/año tal y como describe la AIE. Para el petróleo ultrapesado y las pizarras

bituminosas partimos de un precio actual estimado en 75 y 90 dólares/barril

respectivamente y suponemos el mismo crecimiento que para el petróleo no

convencional. De este modo, el precio del petróleo , vendrá dado por el tipo de

petróleo más caro que esté en explotación en ese momento .

Figura 53. Evolución del precio del los diferentes tipos de petróleo. Fuente: Elaboración propia

El precio del petróleo se puede dar de dos maneras para el modelado de las

reservas: de manera endógena vinculado a la demanda o de manera exógena según las

estimaciones de los expertos. Para nuestro modelo asignamos el precio de manera

exógena, suponiendo el escenario de precios altos, descrito por la AIE, que a la luz de

los informes publicados, y del crecimiento estimado de la demanda, parece el más

adecuado.

Precio del Petróleo

0200400600800

10001200140016001800

1980 2000 2020 2040 2060 2080 2100 2120

Año

$/Te

p

Petróleoconvencional+ArenasBituminosasPetróleo Ultrapesado

Pizarras Bituminosas

6. Modelado de las reservas 141

6.1.3 Emisiones de CO2 y gasto energético

Las emisiones derivadas de la extracción, transporte y refino del crudo ascienden a

1,84 Kg de CO2 /Tep. El gasto energético total correspondiente a la extracción,

transporte y refino del petróleo equivale a 0,0006797 Tep/Tep extraída tal y como se ha

calculado en la sección 2.2.6 del segundo capitulo.

Con respecto al petróleo no convencional supondremos que las emisiones de CO2 y

el gasto energético son los mismos para los tres tipos de recursos no convencionales ya

que las emisiones y le gasto energético derivados de la explotación del crudo

ultrapesado y las pizarras bituminosas son aún bastante inciertos debido al escaso

desarrollo.

Suponemos un nivel de emisiones de 60 Kg de CO2/barril que equivale a 428,57 Kg

de CO2/Tep y un gasto energético de 0,17 Tep/Tep extraída, tal y como se ha

calculado en el apartado 2.2.6 del correspondiente capitulo. Suponemos que, para las

fases de transporte y refino, el gasto energético derivado es el mismo que para el

petróleo convencional, que es despreciable frente al obtenido para la extracción de las

arenas bituminosas.

Gasto energético

(Tep/Tep)

Emisiones de CO2

(Kg/Tep)

Petróleo convencional 0,0006797 1,84

Petróleo no convencional 0,17 428,57

6.2 Reservas de gas natural

Según la AIE en su informe WEO 2006, los recursos de gas natural, incluyendo las

reservas probadas, el crecimiento de las reservas debido a estimaciones más precisas y

nuevos descubrimientos, ascienden a 314 Tcm (Trillion cubic meters).

6. Modelado de las reservas 142

Por otro lado, según la BP statistical review 2006, las reservas probadas de gas

natural ascienden hoy día a 180 Tcm, lo que es equivalente a 180 Gtep (1 metro cúbico

de gas natural equivale a 0,001 Tep). Por lo tanto la cantidad de gas que queda por

descubrir es de 134 Tcm. Si suponemos que esta cantidad va a ser descubierta al 100%

durante el periodo de estudio, esto supone un aporte de 1,34Tcm/año.

En cuanto a la producción, tal y como se ha descrito en el apartado 3.2.2 del tercer

capitulo, se espera que sea creciente pero con distinto patrón según la región.

Globalmente se espera que la producción de gas se incremente en al menos 1,9

Tcm/año entre 2004 y 2030. A la luz de los datos consultados, merece la pena comentar

que las perspectivas a medio y largo plazo del consumo de gas natural están más

vinculadas a la disponibilidad de infraestructuras que faciliten y posibiliten su

transporte que a la cantidad de reservas en sí mismas. Por lo tanto supondremos que

en cada momento dispondremos de las redes de gasoductos necesarias y que por lo

tanto la capacidad de producción será en cada momento igual a la demanda.

Para al gas no convencional, existe un potencial inmenso de nuevos recursos, con un

grado de incertidumbre bastante elevado para la mayoría de ellos en cuanto a la

cantidad de gas encerrada en sus depósitos. Además, la mayor parte estos recursos se

encuentran en explotación experimental debido a los altos costes que conllevan.

El metano de los yacimientos de carbón es la única fuente de gas que se encuentra

actualmente en explotación y se estima, según el USDOE, que la producción de metano

alcance los 2 Tcf/año para 2020, lo que representa el 2% de la demanda de gas actual.

Las reservas de metano en yacimientos de carbón suponen unos 100 Tcf en los Estados

Unidos, y considerando que en esta región se encuentra un tercio de las reservas

mundiales de carbón, extrapolando obtenemos unas reservas mundiales de 300 Tcf.

En cuanto al tight gas, existen unas reservas probadas de 80 Tm3 con costes de

extracción entre cuatro y cinco veces superiores a los del gas natural convencional. Por

este motivo las reservas de tight gas no se encuentran actualmente en explotación.

Los recursos mundiales de gas shales están mal estimados, pero podrían sumar unos

1000 Tcf.

Por ultimo, en cuanto a los hidratos de gas, la cantidad de estos recursos es muy

incierta y va de los 60 millones de Tcf propuestos por Schlumberger a unos 5000Tcf

6. Modelado de las reservas 143

(Soloviev, 2004). En el 2004 Japón pretendía perforar entre 10 y 20 pozos de hidratos de

metano, para investigar la viabilidad económica de esta fuente, ya que actualmente no

se conocen sistemas que permitan trabajar con hidratos, dándose de plazo para ello

hasta el 2011.

Con los niveles de consumo actuales y los recursos actualmente disponibles de gas

natural convencional se puede cubrir la demanda durante los próximos 140 años. Por

lo tanto, para nuestro modelo, únicamente tendremos en cuenta el gas metano

contenido en capas de carbón, ya que le resto de los recursos no se encuentran en

explotación y además conllevan altos costes de explotación. Las reservas mundiales de

gas metano contenido en los yacimientos de carbón, ascienden a 8,49 Tcm, lo que

supone un 5% de las reservas de gas convencional. Dividiendo las reservas entre el

periodo de estudio, obtenemos unas aportaciones anuales de 0,0893 Tcm/año.

Por lo que se refiere a la evolución del precio del gas natural existe una gran

incertidumbre. Se prevé que el precio nunca descienda del actual y siga una evolución

creciente debido al papel cada vez mayor del gas en el mercado energético.

Globalmente, según el WETO 2005, podemos decir que el precio del gas natural tiene

una evolución ascendente desde los 15 €/barril en 2005 hasta los 30 €/barril en 2030, lo

que supone un crecimiento anual del 1,2 euros/barril. A la vista de los datos

publicados, se estima que el precio del gas natural tenga una trayectoria bastante

pareja con el precio del petróleo, por lo tanto suponemos que a partir de 2030, el precio

del gas tendrá el mismo crecimiento que el del petróleo.

Figura 54. Evolución del precio del gas natural. Fuente: Elaboración propia

Precio del gas natural

0

200

400

600

800

1000

1200

1980 2000 2020 2040 2060 2080 2100 2120

Año

$/Te

p

Precio del gas natural

6. Modelado de las reservas 144

Sobre el gasto energético y las emisiones derivadas de la explotación y transporte

del gas, podemos decir que son despreciables, ya que éstas se derivan, casi totalmente,

de la construcción de las infraestructuras que no son objeto de análisis de este

proyecto.

6.3 Reservas de carbón

Según BP statistical review 2006 las reservas probadas de carbón ascienden a

909.064 millones de toneladas lo que equivale a 300 veces la producción de 2005.

Debido a las inmensas reservas de carbón disponibles, no tendremos en nuestro

modelo ninguna restricción en cuanto a la capacidad de producción.

El precio del carbón, según Greenpeace, en su estudio Revolución Energética,

estima que llegará a los 86,4 dólares/tonelada para 2050. Supondremos hasta el final

del periodo, un crecimiento igual al estimado hasta 2050.

No se tendrán en cuenta, para las reservas de carbón, restricciones en cuanto a la

capacidad de producción ya que éstas están directamente relacionadas con la

disposición de más o menos instalaciones que no son objeto de estudio de este

proyecto. Por lo tanto la producción de carbón será igual, en todo momento, a la

demanda prevista.

No consideraremos las emisiones de CO2 y el gasto energético derivados de la

explotación minera, ya que estos son despreciables.

6.4 Reservas de uranio

Suponemos para nuestro modelo las reservas de uranio natural estimadas por la

Nuclear Energy Agency que ascienden a 7.345.000 toneladas. Éstas están divididas

según el coste de extracción de la siguiente manera:

40 $/Kg.U 40-80 $/Kg.U 80 $/Kg.U 80-130 $/Kg.U 130 $/Kg.U

916.000 531.000 2.274.000 660.000 2.964.000

6. Modelado de las reservas 145

Con un consumo actual aproximado de 66.000 toneladas/año, las reservas actuales

satisfacerían la demanda durante los próximos 122 años. Si computamos todo el

potencial de uranio disponible, incluyendo el uranio no convencional, los recursos de

uranio accesibles ascienden a 17 millones de toneladas. Esto supone que los recursos

actualmente accesibles, aunque no en explotación son de 9,65 millones de toneladas.

Dividiendo estos recursos entre el periodo de estudio obtenemos unas aportaciones

anuales de 96.550 toneladas/año.

En cuanto al precio del uranio es difícil dar una estimación debido a las

desorbitadas subidas recientes. Partiendo de los precios estimados por la Nuclear

Energy Agency, suponemos un precio inicial de 80 dólares/Kg de U. Aplicando la

teoría del deposito, ya empleada para el petróleo, se supone una subida del precio del

1% anual hasta agotar las 2,274 Mt disponibles. A partir de ahí, el precio pasará a ser el

correspondiente al de 130 dólares/Kg de U mas una subida del 1% anual hasta agotar

las 2,964 Mt disponibles.

El consumo de energía y las emisiones de CO2 derivadas de los procesos de

minería, transformación, enriquecimiento y fabricación del combustible nuclear son

muy variables en función de la concentración U-235 del mineral natural. Supondremos

una concentración del 0,2% del mineral de uranio. Según la Nuclear Energy Agency, el

consumo energético equivalente derivado del proceso de obtención del combustible es

de 0,17 Tep/Tep producida y las emisiones son de 697 Kg de CO2/Tep, tal y como se

ha descrito en los apartados 5.4 y 5.5 del correspondiente capitulo.

En cuanto a la capacidad de producción de combustible nuclear, no tendremos en

cuenta ningún tipo de restricción ya que para obtener mas cantidad de combustible

basta con tener mas plantas de enriquecimiento de uranio que no es objeto de estudio

de este proyecto.

6.5 Resultados

6.5.1 Modelo mundial

Las demandas estimadas en el modelo mundial, tal y como se explica en el siguiente

capitulo, se basan en las demandas previstas en el modelo WETO 2005. Estas

demandas tienen en cuenta tanto las restricciones en las capacidades de producción

6. Modelado de las reservas 146

como la producción de energía con fuentes alternativas presentes y futuras como la

eólica, la solar ó el hidrogeno para el transporte. Es decir, la demanda estimada tiene

implícitamente en cuenta todas las restricciones.

Cuando simulamos el modelo, esto hace que las restricciones de capacidad de

producción introducidas en el modelo no estén nunca activas y consecuentemente,

obtenemos un resultado “ideal”. Los resultados obtenidos en cuanto a la evolución de

las reservas para la demanda estimada en el WETO 2005 son los siguientes:

• Demanda de petróleo

Demanda de petróleo (GTep vs Año)4 B

3.5 B

3 B

2.5 B

2 B2001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Demanda de petroleo : 1

6. Modelado de las reservas 147

Precio del petróleo ($/Tep vs Año)2,000

1,500

1,000

500

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Precio petroleo 0 : 1

• Petróleo convencional

Reservas de petróleo convencional (GTep vs Año)200 B

150 B

100 B

50 B

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Reservas de petroleo convencional : 1

6. Modelado de las reservas 148

Producción de petróleo convencional (GTep vs Año)4 B

3 B

2 B

1 B

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Produccion de petroleo convencional : 1

• Arenas Bituminosas

Reservas de arenas bituminosas (GTep vs Año)60 B

45 B

30 B

15 B

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Reservas de Arenas bituminoas : 1

6. Modelado de las reservas 149

Producción de arenas bituminosas (GTep vs Año)2 B

1.5 B

1 B

500 M

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Producción de Arenas bituminosas : 1

• Petróleo Ultrapesado

Reservas de petróleo ultrapesado (GTep vs Año)40 B

30 B

20 B

10 B

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Reservas de Crudo Ultrapesado : 1

6. Modelado de las reservas 150

Producción de petróleo ultrapesado (GTep vs Año)1 B

750 M

500 M

250 M

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Producción Crudo Ultrapesado : 1

• Pizarras Bituminosas

Reservas de pizarras bituminosas (GTep vs Año)80 B

60 B

40 B

20 B

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Reservas de Pizarras Bituminosas : 1

6. Modelado de las reservas 151

Producción de pizarras bituminosas (GTep vs Año)0.2

0.15

0.1

0.05

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Producción Pizarras Bitmunosas : 1

Tal y como podemos observar, para dicha demanda no existe ningún problema en

cuanto a la cobertura de la demanda de petróleo.

• Gas natural

Demanda de gas natural (GTep vs Año)4 B

3 B

2 B

1 B

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Demanda de gas natural : 1

6. Modelado de las reservas 152

Reservas de gas natural (GTep vs Año)200 B

170 B

140 B

110 B

80 B2001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Reservas de gas natural : 1

Precio del gas natural ($/Tep vs Año)1,000

750

500

250

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Precio del gas natural : 1

6. Modelado de las reservas 153

• Carbón

Demanda de carbón (GTep vs Año)4 B

3 B

2 B

1 B

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Demanda de carbón : 1

Reservas de carbón (GTep vs Año)800 B

700 B

600 B

500 B

400 B2001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Reservas de Carbón : 1

6. Modelado de las reservas 154

Precio del carbón ($/Tep vs Año)200

150

100

50

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Precio del carbón : 1

• Uranio

Demanda de uranio (GTep vs Año)1 B

750 M

500 M

250 M

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Demanda de uranio : 1

6. Modelado de las reservas 155

Reservas de uranio (GTep vs Año)200 B

165 B

130 B

95 B

60 B2001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Reservas de combustible nuclear : 1

Precio del uranio ($/Tep vs Año)400

300

200

100

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Precio del uranio : 1

6. Modelado de las reservas 156

6.5.2 Modelo de reservas

Para el modelo de reservas supondremos las demandas, para cada recurso,

estimadas por la AIE descritas en los capítulos anteriores correspondientes.

Según la AIE, la producción de petróleo convencional continúa siendo dominada

por los países miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo)

que crece de manera significativa. La producción de petróleo de los países miembros

de la OPEP experimentará un crecimiento desde 34 millones de barriles/día en 2005 a

42 millones de barriles/día para 2015 y a 56 millones de barriles/día para 2030. Así los

países miembros de la OPEP pasarán a cubrir del 40% actual al 48% de la producción

mundial de petróleo para el año 2030. Para los países no miembros de la OPEP se

estima que tendrán un crecimiento en su producción más plano desde un nivel de 48

millones de barriles/día en 2005 a 55 millones de barriles/día en 2015 y de 58 millones

de barriles/día en 2030. Por lo tanto, el crecimiento de la producción total crece desde

los 82 millones de barriles/día en 2005 hasta 97 millones de barriles/día en 2015 y 114

millones de barriles/día en 2030.

Para el gas natural cabe esperar que el consumo aumente un 2% anualmente entre

2004-2030. A la luz de la literatura estudiada parece bastante probable que a partir de

2030, la demanda de gas y de petróleo sigan trayectorias bastante parejas, con lo que

supondremos, a partir de 2030, el mismo crecimiento que para el petróleo

convencional.

Según la AIE, se espera que la demanda de carbón aumente anualmente un 1,8%

entre 2004 y 2030. A partir de 2030, supondremos un crecimiento del 1% anual.

Finalmente, en cuanto al uranio, un estudio de la NEA, el Uranium 2003: Resources,

Production and Demand, prevé un modesto crecimiento de la nuclear durante los

próximos años. El informe estima que en el año 2020 la capacidad nuclear podría crecer

entre 418 y 483 GWe. En consecuencia el consumo anual de uranio crecería desde las

66.000 toneladas hasta las 73.495 y 86.070 toneladas para 2020. Suponemos un

crecimiento constante a lo largo todo el periodo de estudio.

6. Modelado de las reservas 157

Demanda de los distinos tipos recursos

0

1000000000

2000000000

3000000000

4000000000

5000000000

6000000000

7000000000

8000000000

1980 2000 2020 2040 2060 2080 2100 2120

Año

Tep

PetróleoGas naturalCarbónUranio

Figura 55. Demanda de los distintos tipos de recursos en Tep. Fuente: Elaboración propia

A partir de estas demandas obtenemos los siguientes resultados:

• Petróleo

La demanda estimada de petróleo es la siguiente:

Demanda del petróleo ($/Tep vs Año)8 B

7 B

6 B

5 B

4 B2001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Demanda : Current

A continuación se muestran las reservas, aportaciones y producción en GTep para cada

6. Modelado de las reservas 158

tipo de petróleo:

CurrentReservas de petroleo convencional200 B

140 B

80 B

20 B

-40 BAportaciones petroleo convencional

2 B

1.75 B

1.5 B

1.25 B

1 BProduccion de petroleo convencional

6 B

4.5 B

3 B

1.5 B

02001 2026 2051 2075 2100

Time (Year)

CurrentReservas de Arenas bituminoas

40 B

20 B

0

-20 B

-40 BAportaciones Arenas bituminosas600 M

550 M

500 M

450 M

400 MProducción de Arenas bituminosas

2 B

1.5 B

1 B

500 M

02001 2026 2051 2075 2100

Time (Year)

6. Modelado de las reservas 159

CurrentReservas de Crudo Ultrapesado200 B

150 B

100 B

50 B

0Aportaciones Crudo Ultrapesado

2 B

1.75 B

1.5 B

1.25 B

1 BProducción Crudo Ultrapesado

2 B

1.5 B

1 B

500 M

02001 2026 2051 2075 2100

Time (Year)

CurrentReservas de Pizarras Bituminosas

60 B

45 B

30 B

15 B

0Aportaciones Pizarras Bituminosas

2 B

1.75 B

1.5 B

1.25 B

1 BProducción Pizarras Bitmunosas

2 B

1.5 B

1 B

500 M

02001 2026 2051 2075 2100

Time (Year)

6. Modelado de las reservas 160

En este caso la demanda hace que la producción en cada momento sea siempre la

máxima posible. El modelo toma en cada momento el mínimo entre la capacidad

máxima y la demanda. Por este motivo, si observamos las graficas de las reservas de

petróleo convencional y de arenas bituminosas, podemos ver que estas pasan a ser

negativas en un determinado punto. Esto representaría la cantidad de petróleo que no

ha podido ser suministrada. Ésta es del orden 35 Gtep, lo que es equivalente a 250 GB

durante todo el periodo de estudio.

Petróleo no suminstrado (Gtep vs Año)40 B

30 B

20 B

10 B

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Petroleo no suministrado : Current

Como se puede observar en la siguiente figura, alrededor del año 2044, la demanda

empieza a no ser satisfecha:

6. Modelado de las reservas 161

Capacidad deficitaria (Gtep vs Año)4 B

3 B

2 B

1 B

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Capacidad deficitaria : Current

Esto no se debe a que no haya petróleo suficiente si no a que la capacidad de

producción total no es suficiente. Si observamos la capacidad deficitaria acumulada,

podemos observar que en total no hemos sido capaces de suministrar alrededor de 75

GTep.

Capacidad deficitaria acumulada (Gtep vs Año)80 B

60 B

40 B

20 B

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Capacidad deficitaria acumulada : Current

Por lo tanto podemos decir que, según la demanda prevista, el problema del

suministro de petróleo se centra no solo en la cantidad que haya en reserva, sino en la

6. Modelado de las reservas 162

capacidad que tengamos de extraer el crudo del subsuelo. En este modelo no se han

contabilizado todos los recursos conocidos de cada tipo de petróleo sino lo que podría

ser a día de hoy tecnológica y económicamente recuperable. Sabemos, tal y como

hemos visto a lo largo del segundo capitulo, que hay un potencial importante de

recursos no convencionales aun por explotar y que lo que debemos hacer es desarrollar

una tecnología que consiga abaratar los costes de extracción y por tanto que haga que

la extracción de ese crudo sea económicamente viable.

Por otro lado el precio obtenido para el petróleo es el siguiente:

Precio del petróleo (Dólares/Tep vs Año)2,000

1,500

1,000

500

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Precio petroleo : Current

A modo de conclusión podemos decir, que con la demanda actual, el principal

problema del suministro de petróleo durante el presente siglo se centra en la capacidad

máxima de producción. Por lo tanto deberemos hacer un esfuerzo considerable con el

objetivo de poder aumentar la capacidad de producción para poder satisfacer la

creciente demanda.

Por otro lado, si podemos afirmar, a la vista de los resultados obtenidos, que se

acerca el fin del petróleo barato tal y como lo conocemos hoy día. Aunque existen

recursos de petróleo suficientes, las técnicas de extracción son más costosas, lo que

encarece considerablemente , el precio del crudo.

6. Modelado de las reservas 163

• Gas

Los resultados obtenidos para las reservas de gas son los siguientes:

CurrentReservas de gas natural400 B200 B

0-200 B

-400 BAportaciones de gas natural convencional

2 B1.75 B1.5 B

1.25 B

1 BAportaciones de gas natural no convencional100 M95 M90 M85 M

80 MDemanda de gas natural

8 B6 B4 B2 B

02001 2026 2051 2075 2100

Time (Year)

Con la demanda estimada por la AIE, se puede observar que las reservas de gas

natural se agotan a mediados del presente siglo. La cantidad de gas natural deficitaria

es de aproximadamente 200 Gtep. Ésta es una cifra alarmante, pero hay que tener en

cuenta, que los recursos no convencionales de gas son enormes y que aquí solo hemos

tenido en cuenta el gas metano contenido en los yacimientos de carbón que representa

únicamente el 5% de las reservas probadas actuales. Por otro lado la demanda

estimada de gas natural es una trayectoria business as usual lo que se espera cambie a lo

largo de los próximos años.

El precio obtenido para le gas natural es el siguiente:

6. Modelado de las reservas 164

Precio del gas natural (Dólares/Tep vs Año)1,000

750

500

250

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Precio del gas natural : Current

• Carbón

En cuanto al carbón, los resultados obtenidos son los siguientes:

CurrentReservas de Carbón800 B

600 B

400 B

200 B

0Demanda de carbón

8 B

6 B

4 B

2 B

02001 2026 2051 2075 2100

Time (Year)

6. Modelado de las reservas 165

Podemos observar, que la demanda de carbón se satisface sin ningún problema en

cuanto a las reservas.

El precio obtenido para el carbón es el siguiente:

Precio del gas carbón (Dólares/Tep vs Año)200

150

100

50

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Precio del carbón : Current

• Uranio

Los resultados obtenidos para el uranio son los siguientes:

6. Modelado de las reservas 166

CurrentReservas de combustible nuclear

80 B

70 B

60 B

50 B

40 BAportaciones

2 B

1.75 B

1.5 B

1.25 B

1 BDemanda de Uranio

2 B

1.5 B

1 B

500 M

02001 2026 2051 2075 2100

Time (Year)

Del mismo modo que para el carbón, la demanda estimada por la AIE, se satisface

sin que suponga un problema en cuanto a las reservas.

El precio obtenido para el uranio es el siguiente:

Precio del uranio (Dólares/Tep vs Año)400

300

200

100

02001 2010 2019 2028 2037 2046 2055 2064 2073 2082 2091 2100

Time (Year)

Precio del uranio : Current

6. Modelado de las reservas 167

A modo de conclusión global podemos decir que para la demanda estimada por la

AIE, existen problemas en cuanto a la capacidad de producción del petróleo y en

cuanto a las reservas de petróleo y gas natural. Puntualizando, hay que decir que

existen, tanto para el petróleo como para el gas, recursos no convencionales muy

importantes aun por explotar y que el objetivo a alcanzar durante este siglo es

desarrollar la tecnología necesaria para que la extracción del crudo sea

económicamente viable. Por otro lado las reservas de carbón y de uranio satisfacen sin

problemas la demanda estimada para ambos recursos a lo largo de este siglo.

7Modelado de las reservas

7. Modelo mundial 169

7 El modelo energético mundial

7.1 Introducción

El modelo de demanda energética, principal objetivo de este proyecto, está

enmarcado dentro del modelo mundial. Además del módulo de demanda hay un

módulo de suministro y un módulo de reservas. Los tres están en relación por medio

de variables que hacen que interaccionen.

Figura 56. Esquema general del modelo mundial.

Este proyecto es continuador de una línea de investigación en torno a la

sostenibilidad energética dentro de la Cátedra BP de desarrollo sostenible, y sin duda,

será continuado tratando de seguir entendiendo los problemas que se plantean en el

modelo energético actual con sus múltiples retos.

Como se puede observar en la figura los tres módulos del modelo están

relacionados, teniendo como variables exógenas el PIB y la población de los países, las

reservas de los diferentes recursos primarios y el precio del CO2. Como salidas, el

modelo nos dará los precios de la energía, los consumos por región y sector y el nivel

de reservas para cada año.

7. Modelo mundial 170

Nuestro proyecto tiene como objetivo el módulo de la demanda. Sin embargo, es

necesario entender los otros dos módulos.

7.2 Modelo de demanda

El modelo de demanda divide la población en tres regiones, siguiendo la tendencia

de los informes de los organismos internacionales:

• Región de países desarrollados: compuesta por Europa, Norteamérica, Japón y

Oceanía.

• Región de países en transición: formada por Sudamérica y la antigua Unión

Soviética.

• Región de países emergentes: compuesta por África, Asia y Oriente Medio.

La clasificación la hemos hecho agrupando países con datos macroeconómicos

afines, de manera similar a otros estudios.

Asimismo la demanda está dividida en tres sectores, que son el transporte, la

industria y el sector de servicios y edificación.

En el modelado de la demanda hemos considerado dos variables exógenas: la

población y el PIB de las distintas regiones. Estos datos los hemos tomado de [Weto

2007].

En los últimos años, motivado por la problemática del cambio climático y la

importancia creciente de la energía en nuestra sociedad, son muchos los modelos que

se han elaborado con el mismo objetivo que el nuestro. El nuestro no pretende estar a

la altura de los que elaboran las grupos de expertos para organismos como la ONU o la

Comisión Europea, sino tan sólo llegar a entender los problemas que subyacen en la

composición de la demanda energética, cuáles son los factores determinantes, qué

actores entran en juego, qué capacidad de acción tienen los gobiernos y la sociedad

civil, etc. Y cómo interacciona dinámicamente todo ello.

Hemos trabajado con una estructura común para todos los sectores y regiones, que

reproducimos en la figura de abajo.

7. Modelo mundial 171

Para simplificar la programación, hemos dividido el modelo en nueve partes (3

regiones x 3 sectores) que finalmente sumamos para obtener la demanda agregada.

La estructura matemática que hemos implementado en el software Vensim está

inspirada en el modelo Poles 4. Éste es el modelo que desarrollan las agencias

internacionales para sus estudios. Sin embargo, nosotros hemos simplificado

mucho este modelo pues no podemos aspirar a la precisión del Poles.

En el modelo Poles la estructura general de la demanda es así:

Ln(FC) = demanda de energía final

RES_FC+Ln(FC[-1]) variable residual variable de retraso

+ES*(0.67*Ln(AP/AP[-1])+0,33*Ln(AP[-1]/AP[-2]))

efecto del precio a corto plazo (años actual y anterior)

+EL* Σ (i = -1to -DP : 6*DI[i-1]/(DP*(DP**2-1))*(i**2+DP*i)*Ln(AP[i-1]/AP[i-2]))

efecto a largo plazo del precio con retraso distribuido y factor de asimetría

+EY*Ln(VA/VA[-1]) elasticidad de la actividad

+Ln(1+TR/100) variable tecnológica

Donde:

FC: Consumo de energía final.

AP: Precio medio.

ES: Elasticidad a corto plazo.

EL: Elasticidad a largo plazo.

DI: Factor de asimetría.

DP: Factor de retraso dependiente de la duración del efecto del precio.

7. Modelo mundial 172

VA: Variable actividad

Nosotros hemos descrito la ecuación de la demanda así:

Demanda =Demanda t-1*(1+FPre1*Variación precio 1)*(1+FPre2*Variación precio

2)*(1+FPob*Variación Población)*(1+FAct*Actividad)*Tec

Donde:

Demanda t-1. Es la demanda del anterior.

Variación precio 1. Es la variación de precios de año t-2 al t-1 en tanto por uno.

Variación precio 2. Es la variación de precios de año t-3 al t-2 en tanto por uno.

Variación Población. Es la variación de población con respecto al año anterior en tanto

por uno.

Actividad. Mide el incremento de la fuerza motriz del sector, y también considera

internamente la variación de la intensidad energética según el sector y el nivel de

desarrollo. Las fuerzas motrices, son las medidas del volumen de demandas que el

sector energético recibe de la sociedad en forma de servicios y productos que requieren

energía [Cátedra BP 2005]

Tec. Factor que modela la incidencia de la tecnología.

FPre1, FPre2, FPob, FAct. Estos parámetros dan la elasticidad de cada uno de los

factores anteriores a la demanda.

En la 57 vemos el esquema general de la demanda de un sector.

7. Modelo mundial 173

Figura 57. Imagen del esquema demanda del modelo en Vensim

A continuación describimos cada uno de los elementos del modelo.

Demanda final. Éste es el resultado final de cada parte del modelo (una para cada

sector en una región dada). Es la variable de salida. Tiene unidades de energía. La

demanda total será la suma de las nueve demandas finales (una para sector en cada

región). Esta demanda viene dada por la demanda bruta afectada por la tecnología.

En otra vista del programa calculamos los resultados por sectores y por regiones:

Figura 58. Resultados finales por sectores y por regiones

Tecnología. Este elemento trata de modelar los avances en I+D así como la

penetración de dichos avances en el mercado. Su valor es un número entre 0 y 1 que

7. Modelo mundial 174

multiplica a la demanda bruta. A un mayor avance tecnológico le corresponderá un

factor más próximo a 0, de tal modo que la demanda final de energía será menor para

unas necesidades dadas. El valor que damos a la tecnología depende de una curva

tecnológica que hemos modelado como una función decreciente, cuyos valores hemos

tomado de la información obtenida en el estudio de los diferentes sectores.

Demanda bruta. Ésta es la salida nuclear del modelo, donde confluyen, como puede

verse en la ¡Error! No se encuentra el origen de la referencia., todos los factores que

intervienen en la demanda energética. Su ecuación es un producto de la demanda del

año anterior por una serie de factores, cada uno de los cuales es la unidad más el

producto de una elasticidad por la variación en tanto por uno de una variable (precio,

población, actividad, etc.). La demanda bruta nos da una idea de cómo aumentan las

necesidades energética de la población para los diversos sectores. Los factores que

multiplican la demanda del año anterior están parametrizados por un factor α que

modela la elasticidad de dicho factor con respecto a la demanda.

Variación del precio. Hemos considerado la influencia en la demanda del precio de los

dos años anteriores. Una característica de la energía como bien de consumo, desde el

punto de vista económico, es su inelasticidad. Esto es, que las variaciones de precio

tienen poca incidencia en la variación de su demanda. Lo cual es propio de los

productos o servicios de primera necesidad. De esto se deduce que los factores α que

acompañan a los precios de los años precedentes serán pequeños [cf. Hunt 2003].

Variación de población. Esta función nos da la variación de población que se produce

en dicha región en tanto por uno. Sin duda, este factor variará considerablemente

dependiendo de la región. La elasticidad será muy próxima a uno. Pues parece

evidente que si aumenta la población un determinado tanto por ciento, el consumo de

energía lo hará en una cantidad parecida para que el consumo per capita tienda a ser

constante.

7. Modelo mundial 175

Actividad. En este factor está modelada la relación entre el aumento del PIB y la

variación de demanda energética. Es ésta, una función que dependerá del sector, pues

la elasticidad de la demanda será diferente para el transporte o para la industria. Y

además dependerá del nivel absoluto de PIB per capita de cada país. Como hemos

estudiado, la intensidad energética varía en función del PIB. Así, esta elasticidad varía

según las curvas que proponen Medlock y Soligo, y que relacionan la intensidad

energética con el PIB. Lo que quiere decir que un aumento equivalente de PIB implica

un mayor consumo adicional de energía en países menos desarrollados. Esto explica

que la tendencia en los países ricos sea a crecer económicamente con poco aumento de

la factura energética, mientras que los países emergentes necesitan grandes

crecimientos de su gasto energético para ir acercándose a los niveles de desarrollo de

los países de la OCDE. Es este punto donde hemos encontrado más dificultades en la

programación, principalmente por la escasez, por no decir ausencia, de datos a este

respecto. Tan sólo nos hemos podido ayudar de las curva de [Medlock 2001] para

poder obtener información de la proporción de los coeficientes α para dimensionar la

elasticidad de la demanda con respecto al PIB.

Figura 59. Intensidad energética por sectores en función del PIB [Medlock 2001]

7.3 Modelo de suministro

Uno de los tres grandes módulos del modelo energético global es el del suministro

de energía. Éste se relaciona con los otros dos módulos principales y con otro más

7. Modelo mundial 176

simple, aunque no de menor importancia, que es el de las emisiones. En el diagrama

que se muestra a continuación pueden apreciarse estas relaciones:

Figura 60. Vista del módulo de suministro

Las variables que interactúan con el resto de los módulos son las siguientes:

Demanda por sectores: Es una de las variables de entrada del módulo y es una salida

del de demanda. Los datos están representados en tep (toneladas equivalentes de

petróleo). Representa la cantidad de energía demandada por cada uno de los sectores

considerados:

• Industrial: Incluye la demanda eléctrica y de otros tipos de energía consumida

en la industria.

• Transporte: Demanda de energía final del sector transporte. Ya considera

mejoras tecnológicas que harán disminuir la demanda.

• Residencial y comercial: Demanda de electricidad y de otras formas de energía

en el sector de la vivienda y del comercio.

Cada una de las tres regiones tiene muy distintos patrones de consumo y de

crecimiento, por lo que ha sido necesaria la distinción. No es que dentro de cada una

Demanda Suministro Reservas

PIB/cápita

PoblaciónDemanda por

sectores

Precio de laenergía

Demanda deenergía primaria

Precio

Restriccionesmedioambientales

Modelocambio

climático

Reservas depetróleo

Reservas de gasnatural

Reservas deuranio

Reservas decarbón

Precio delCO2

7. Modelo mundial 177

no haya diferencias significativas, pero si que existen unas características comunes que

hacen posible la generalización.

- Precio de la energía: Es la segunda variable que interactúa con el módulo de

demanda, siendo una variable de salida del de suministro y una de entrada

para el de demanda. Representa un precio medio de la energía en función

de la cantidad y el precio de cada una de las tecnologías disponibles. En

función de la elasticidad de cada sector influirá en la demanda a largo plazo

de la energía.

Demanda de energía primaria: Es la variable de entrada para el módulo de recursos y

salida del de suministro. Pide una cantidad de energía primaria en función del mix

energético que se haya ido configurando a partir de la evolución de la demanda y los

precios.

- Precio de los recursos: Es la variable de salida para el módulo de recursos y

entrada del de suministro. Modela el precio de la energía primaria en

función de las reservas disponibles. Los recursos considerados han sido:

o Petróleo.

o Gas natural.

o Carbón.

o Combustible nuclear.

- Precio del CO2: Una de las variables que limitan el crecimiento de la demanda

aumentando en mayor o menor medida el precio de la energía. Se

consideran distintos escenarios en función del nivel de las restricciones.

Además de estas variables, existen factores que limitan el comportamiento del

sistema:

7. Modelo mundial 178

Curvas de emisiones: En función del nivel al que se pretenda estabilizar la

concentración atmosférica de CO2, se tendrán unas curvas de emisiones que no se

deben superar. Si esto sucediese, la temperatura media global aumentaría más de lo

previsto y las consecuencias empeorarían dependiendo de en cuanto se hayan

sobrepasado los límites.

Dentro de lo que es el modelo de suministro en su conjunto, hay otros más

pequeños que simulan cada una de las partes que lo constituyen

- Módulo de industria: Simula la cantidad de cada tipo de energía que

consumirá la industria en función de las distintas regiones en que se ha

dividido el modelo. Incluye:

• Carbón.

• Petróleo.

• Gas.

• Electricidad

• Calor.

• Biomasa.

- Módulo de transporte: Calcula la cantidad de energía demandada en el sector

transporte y la distribuye para los distintos vectores energéticos y las

distintas regiones dependiendo del nivel de desarrollo de las nuevas

tecnologías:

• Derivados del petróleo.

• Biocombustibles.

• H2.

• Electricidad (coches eléctricos o híbridos).

- Módulo residencial y comercial: Calcula y distribuye la energía consumida por

este sector dependiendo de las distintas regiones y el nivel de penetración

de las nuevas mejoras en eficiencia. Las formas de energía que suministran

la demanda son:

7. Modelo mundial 179

• Carbón.

• Petróleo.

• Gas.

• Electricidad.

• Calor.

• Biomasa.

- Módulo de suministro de electricidad: Esta parte del programa calcula, en

función de los costes de generación de electricidad de cada año, la cantidad

óptima de cada una de las tecnologías que deben aumentar su capacidad de

generación, así como la cantidad de energía suministrada por cada una, la

demanda de recursos energéticos y el precio de la energía (variable que

interactúa con el módulo de demanda). Se consideran las siguientes formas

de generación:

• Centrales térmicas de carbón convencional.

• Centrales térmicas de carbón de alta eficiencia (carbón directo, ciclos

supercríticos y gasificación de carbón).

• Centrales térmicas de gas natural.

• Ciclo combinado de gas.

• Centrales nucleares.

• Nuevas centrales nucleares: Generación IV.

• Hidroeléctrica.

• Energía solar térmica y fotovoltaica.

• Energía eólica.

• Biomasa.

• Hidrógeno.

- Módulo de emisiones: Este módulo calcula las emisiones totales anuales de

CO2 equivalente en función de las cantidades de recursos consumidas y sus

respectivas tasas de emisión. También incluye unos factores reductores que

conforme a la tecnología avanza reducen la cantidad emitida por cada

7. Modelo mundial 180

- unidad energética. Por ejemplo, simula el comportamiento de las centrales

de secuestro y almacenamiento de CO2.

Dinámica de cálculo:

Introducción de datos: Según el escenario y las políticas consideradas, se introducirán

como valores de las variables sus valores y tendencias actuales.

Obtención de resultados (business as usual): Los resultados obtenidos tras esta primera

simulación, son aquellos que se producirían si las cosas siguen como hasta ahora, es

decir, que la tecnología evoluciona al mismo ritmo, que la población crece, que los

recursos recuperables son los que ahora se estiman, etc. Lo lógico es que en esta

primera simulación los objetivos no se cumplan.

Corrección de datos: Se corrigen los datos con el objetivo de no sobrepasar las

limitaciones (curva máxima de emisiones y agotamiento de recursos).

Comprobación de nuevos resultados: Una vez modificados los datos, se comparan con

las curvas de restricciones otra vez:

o Si se sobrepasan los valores permisibles se vuelve al punto anterior y

se vuelven a modificar los datos y a obtener los nuevos resultados.

o Si se cumplen las restricciones, los datos que hayan producido este

resultado serán una de las combinaciones deseables.

- Análisis e interpretación de los datos. Se analizan e interpretan estos datos que

ya son válidos para materializarlos en políticas que puedan ser implantadas

por un gobierno u organización.

Propuesta de alternativas: Finalmente se buscan algunas alternativas, con el fin de

encontrar políticas distintas que vayan encaminadas hacia un mismo objetivo y que

sean igualmente validas. De esta manera se comparan ventajas y desventajas de las

distintas opciones. Por ejemplo, para reducir las emisiones de CO2 se puede recurrir a

la energía nuclear o a la renovable. La nuclear tiene los problemas asociados de los

7. Modelo mundial 181

residuos radiactivos, la seguridad y la proliferación armamentística y las renovables su

baja densidad energética por unidad de superficie, su impredecible comportamiento a

lo largo del tiempo y de momento su coste.

Datos a modificar:

Para simular cada tipo de política energética, se modificarán a lo largo del periodo

de estudio algunos datos que se explican a continuación:

- Precio de las emisiones de gases de efecto invernadero: Estos precios evolucionarán

de distinta manera según se analice un escenario de referencia o uno de

restricción de las emisiones. También se simularán escenarios intermedios.

Estos precios añaden al de la energía un extra coste que puede convertir a

las energías limpias en rentables.

- Porcentajes cubiertos por cada forma de energía: En cada uno de los sectores y

para cada región, se consideran unos porcentajes y una evolución a lo largo

del horizonte de estudio de energía cubierta por cada forma de energía. Se

consideran fundamentalmente electricidad, calor, carbón, petróleo, gas

natural, biocombustibles, biomasa, petróleo, hidrógeno, etc.

- Año de entrada de la Generación IV de generadores de energía nuclear: La Generación

IV de generadores nucleares se ve como un gran salto cualitativo en cuanto

a eficiencias, seguridad y modo de generación. A partir de estos reactores

será posible la obtención de hidrógeno a partir de agua debido a las

elevadas temperaturas que se alcanzan en su interior. El año en que

empiecen a estar operativos supondrá un cambio estructural apreciable para

el mix de generación mundial.

- Eficiencias de las tecnologías de generación de electricidad: Según sea la eficiencia

con la que una central produce electricidad, así será la cantidad de recursos

7. Modelo mundial 182

- que necesitará para producir una unidad energética. Por ello, mejorar las

centrales en este sentido podría ser una de las primeras medidas a tomar,

aunque esto no siempre es fácil.

- Cantidad de CO2 secuestrado: Con la implantación de las centrales de captura y

secuestro de CO2, se reducirán las emisiones, con lo que posiblemente sea

posible consumir carbón sin preocupaciones medioambientales.

7.4 Modelo de reservas

7.4.1.1 Reservas de petróleo

Según la BP statistical review 2006 las reservas probadas de petróleo convencional

ascienden a 1200 Gb.

En función de los futuros avances tecnológicos y monto de las inversiones en

exploración y producción, el USGS contempla tres escenarios sobre la cantidad de

petróleo que finalmente podremos recuperar del subsuelo. El menos probable (5%)

habla de 3.900 Gb, el más probable (95%) de 2.200 Gb y el esperado (con una

probabilidad del 50%) de 3000 Gb. En nuestro caso partimos de una cantidad de URR

de 3000 Gb.

Según los geólogos, el pico de producción se alcanza cuando la producción

acumulada es superior a la mitad de las últimas reservas finalmente recuperables

(URR). Sabemos que la producción acumulada hasta el momento es aproximadamente

de 1000 Gb.

Sabemos que los países productores de petróleo no miembros de la OPEP producen

a plena capacidad, por lo tanto, la estimación del crecimiento de su producción,

corresponde con la estimación del crecimiento de su capacidad de producción. Sin

embargo, para los países de la OPEP, la incertidumbre es bastante mayor, por lo que

para nuestro modelo, suponemos que estos también producen a plena capacidad.

Según la AIE, la producción de petróleo convencional continúa siendo dominada

por los países miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo)

7. Modelo mundial 183

que crece de manera significativa. La producción de petróleo de los países miembros

de la OPEP experimentará un crecimiento desde 34 millones de barriles/día en 2005 a

42 millones de barriles/día para 2015 y a 56 millones de barriles/día para 2030. Así los

países miembros de la OPEP pasarán a cubrir del 40% actual al 48% de la producción

mundial de petróleo para el año 2030. Para los países no miembros de la OPEP se

estima que tendrán un crecimiento en su producción más plano desde un nivel de 48

millones de barriles/día en 2005 a 55 millones de barriles/día en 2015 y de 58 millones

de barriles/día en 2030. Por lo tanto, el crecimiento de la producción total crece desde

los 82 millones de barriles/día en 2005 hasta 97 millones de barriles/día en 2015 y 114

millones de barriles/día en 2030.

Proyectando la producción acumulada esperada según las anteriores curvas de

producción obtenemos el siguiente grafico:

Producción acumulada de petróleo

0

500

1000

1500

2000

2500

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035

Año

Gb

Figura 61. Producción total de petróleo acumulada. Fuente: Elaboración propia

Podemos constatar que para la demanda estimada por la AIE, alcanzaremos una

producción acumulada de 1500 Gb para el año 2020, lo que marca el inicio en el declive

de la capacidad de producción de petróleo convencional.

Las curvas proporcionadas por la AIE están en función de una demanda esperada.

Como en nuestro modelo tenemos una demanda distinta debemos de vincular la

capacidad de producción con la demanda esperada.

Según la teoría del Dr. M. King Hubbert en la fase pre-pico la producción aumenta

debido al incremento de los descubrimientos y el desarrollo de infraestructuras.

7. Modelo mundial 184

Sabiendo que los descubrimientos son actualmente escasos, podemos deducir que el

incremento en la producción de petróleo antes de alcanzar el pico de producción esta

en relación directa con la disponibilidad de infraestructuras que faciliten y posibiliten

la explotación de los yacimientos. Por lo tanto, supondremos que durante la fase pre-

pico, la capacidad de producción es igual a la producción y por lo tanto a la demanda.

Durante la fase post-pico, la producción decae debido al agotamiento de los

recursos en los yacimientos y a su mayor dificultad en la extracción debido a que el

crudo fluye en menor cantidad hacia el exterior. Además, según esta teoría la curva de

capacidad es simétrica con respecto al pico de producción y por lo tanto suponemos

que la fase post-pico es simétrica a la fase pre-pico.

Sabemos que la producción crece desde un nivel de 5 millones de barriles/día en

1930 hasta los 82 millones de barriles/día en 2005 y que la producción acumulada

hasta ahora es de 1000 Gb. Linealizando la producción ésta responde a la siguiente

ecuación entre 1930 y 2005:

Y= 1,02667x+5 (en millones de barriles /día)

Desde 2005 hasta el pico de producción, que se producirá cuando se hayan

producido 500 Gb más, tendrá una trayectoria en función de la demanda. Tras alcanzar

el pico de producción, esta decaerá simétricamente, en primer lugar con respecto a la

trayectoria de 2005 hasta el pico de producción y más tarde con respecto a la

trayectoria ya conocida anterior a 2005.

Partiendo de un valor de 3000 Gb como URR y sabiendo que las reservas actuales

son de 1200 Gb y la producción acumulada de 1000 Gb, quedan aún 800 Gb por

descubrir. Repartiendo los 800 Gb a lo largo del periodo de estudio equivale a un

aporte de 8 Gb/año.

7.4.1.2 Petróleo no convencional

Según el WEC (World Energy Council) la provincia de Alberta en Canadá contiene

al menos el 85% de los recursos mundiales de arenas bituminosas. La provincia

contiene una cantidad estimada de petróleo no convencional de 1700 Gb. Actualmente,

existen unas reservas probadas de 174 Gb y una cantidad recuperable estimada de 315

Gb más.

7. Modelo mundial 185

La cuenca del Orinoco contiene, según el WEC, cerca del 90% de los recursos totales

conocidos de crudo ultrapesado. Se estima que la cuenca del Orinoco contiene unos

recursos recuperables que ascienden a 1200 Gb. Estudios recientes del PDVSA

concluyen, que el 22%, es decir 267 Gb, son recursos económicamente recuperables.

Suponiendo que éstos se explotan en su totalidad a lo largo de todo el siglo, obtenemos

unas aportaciones de 2,67 Gb/año.

Las pizarras bituminosas son actualmente el recurso petrolífero más importante.

Según el Energy Minerals Division, los recursos mundiales conocidos ascienden a 2600

Gb, pero, según el World Energy Council (WEC), los recursos recuperables son de 400

Gb y según el Oil Shale Resource Base son de entre 500 y 1100 Gb. Suponemos,

arbitrariamente, unos recursos recuperables de 500 Gb. Dividiendo estos recursos a lo

largo del periodo de estudio, obtenemos unas aportaciones de 5 Gb/año.

Según la AIE la producción de petróleo no convencional, proveniente

principalmente de los países no miembros de la OPEP, supondrá al menos el 8% de la

producción mundial para 2030. Actualmente el petróleo no convencional representa el

2% de la producción mundial. Esto significa un salto en la producción de 1,6 a 9

millones de barriles diarios. La mayor parte de este petróleo no convencional proviene

de las arenas bituminosas de Canadá. Suponiendo un crecimiento constante a lo largo

del periodo de estudio obtenemos la siguiente curva de capacidad:

Capacidad de producción de petróleo no convencional

0

5

10

15

20

25

30

35

2000 2020 2040 2060 2080 2100 2120

Año

Figura 62. Capacidad de producción de petróleo no convencional. Fuente: Elaboración propia

7. Modelo mundial 186

Suponemos para nuestro modelo, del mismo modo que hicimos para el petróleo

convencional, que la producción es igual al a capacidad máxima de producción. En

este caso no tenemos en cuenta picos máximos de producción ya que, por un lado no

hay estudios al respecto y por otro lado existe mucha incertidumbre acerca de la

cantidad de petróleo no convencional finalmente recuperable. Por lo tanto

supondremos un crecimiento de la capacidad como el estimado por la AIE de 0,296

millones de barriles/día más cada año partiendo de una capacidad actual de 1,6

millones de barriles/día.

7.4.1.3 Precio del petróleo

El estudio de la AIE, realizado en 2006, considera tres casos que arrojan más

claridad en las previsiones alternativas siguiendo la trayectoria de los precios del

petróleo en el futuro próximo. Los cálculos básicos en los precios mundiales del

combustible fósil se ubican en alrededor de 47 dólares por barril en 2014, antes de subir

a 57 dólares/barril en 2030. Se distinguen tres escenarios: los casos de precios bajos,

medios y altos definen un amplio rango del trazo de las gráficas correspondientes del

precio mundial en potencia, el cual hacia el año 2030 muestra gran amplitud que va de

34 dólares/barril a 96 dólares/barril, dependiendo de factores muy diversos, algunos

susceptibles de ser evaluados y otros no.

Tras analizar diversos estudios, suponemos el escenario de precios altos descrito por

la AIE y además suponemos un crecimiento constante durante todo el periodo de

estudio equivalente al predicho por la AIE hasta el 2030. Así obtenemos la siguiente

evolución para el precio del petróleo convencional.

7. Modelo mundial 187

Figura 63. Evolución del precio del petróleo en $/Tep. Fuente: Elaboración propia

En cuanto al petróleo no convencional, solo el crudo procedente de las arenas

bituminosas canadienses es económicamente rentable.

Se estima, según el WEC, que las pizarras bituminosas no sean económicamente

rentables hasta que el precio del barril de crudo en el mercado no alcance los 90

dólares/barril. Del mismo modo, se estima que el crudo ultrapesado no es

económicamente rentable hasta que el precio el barril alcance los 75 dólares/barril.

Para nuestro modelo, partimos, para el petróleo convencional y las arenas

bituminosas, de un precio en 2005 de 60 dólares/barril y un crecimiento hasta 2100 de

1,44 dólares/año tal y como describe la AIE. Para el petróleo ultrapesado y las pizarras

bituminosas partimos de un precio actual estimado en 75 y 90 dólares/barril

respectivamente y suponemos el mismo crecimiento que para el petróleo no

convencional. De este modo, el precio del petróleo , vendrá dado por el tipo de

petróleo más caro que esté en explotación en ese momento .

Precio del petróleo convencional

0200400600800

1000120014001600

1980 2000 2020 2040 2060 2080 2100 2120

Año

$/Te

p Precio del petróleoconvencional

7. Modelo mundial 188

Figura 64. Evolución del precio del los diferentes tipos de petróleo. Fuente: Elaboración propia

El precio del petróleo se puede dar de dos maneras para el modelado de las

reservas: de manera endógena vinculado a la demanda o de manera exógena según las

estimaciones de los expertos. Para nuestro modelo asignamos el precio de manera

exógena, suponiendo el escenario de precios altos, descrito por la AIE, que a la luz de

los informes publicados, y del crecimiento estimado de la demanda, parece el más

adecuado.

7.4.1.4 Emisiones de CO2 y gasto energético

Las emisiones derivadas de la extracción, transporte y refino del crudo ascienden a

1,84 Kg de CO2 /Tep. El gasto energético total correspondiente a la extracción,

transporte y refino del petróleo equivale a 0,0006797 Tep/Tep extraída tal y como se ha

calculado en la sección 2.2.6 del segundo capitulo.

Con respecto al petróleo no convencional supondremos que las emisiones de CO2 y

el gasto energético son los mismos para los tres tipos de recursos no convencionales ya

que las emisiones y le gasto energético derivados de la explotación del crudo

ultrapesado y las pizarras bituminosas son aún bastante inciertos debido al escaso

desarrollo.

Suponemos un nivel de emisiones de 60 Kg de CO2/barril que equivale a 428,57 Kg

de CO2/Tep y un gasto energético de 0,17 Tep/Tep extraída, tal y como se ha

calculado en el apartado 2.2.6 del correspondiente capitulo. Suponemos que, para las

Precio del Petróleo

0200400600800

10001200140016001800

1980 2000 2020 2040 2060 2080 2100 2120

Año

$/Te

pPetróleoconvencional+ArenasBituminosasPetróleo Ultrapesado

Pizarras Bituminosas

7. Modelo mundial 189

fases de transporte y refino, el gasto energético derivado es el mismo que para el

petróleo convencional, que es despreciable frente al obtenido para la extracción de las

arenas bituminosas.

Gasto energético

(Tep/Tep)

Emisiones de CO2

(Kg/Tep)

Petróleo convencional 0,0006797 1,84

Petróleo no convencional 0,17 428,57

7.4.2 Reservas de gas natural

Según la AIE en su informe WEO 2006, los recursos de gas natural, incluyendo las

reservas probadas, el crecimiento de las reservas debido a estimaciones más precisas y

nuevos descubrimientos, ascienden a 314 Tcm (Trillion cubic meters).

Por otro lado, según la BP statistical review 2006, las reservas probadas de gas

natural ascienden hoy día a 180 Tcm, lo que es equivalente a 180 Gtep (1 metro cúbico

de gas natural equivale a 0,001 Tep). Por lo tanto la cantidad de gas que queda por

descubrir es de 134 Tcm. Si suponemos que esta cantidad va a ser descubierta al 100%

durante el periodo de estudio, esto supone un aporte de 1,34Tcm/año.

En cuanto a la producción, tal y como se ha descrito en el apartado 3.2.2 del tercer

capitulo, se espera que sea creciente pero con distinto patrón según la región.

Globalmente se espera que la producción de gas se incremente en al menos 1,9

Tcm/año entre 2004 y 2030. A la luz de los datos consultados, merece la pena comentar

que las perspectivas a medio y largo plazo del consumo de gas natural están más

vinculadas a la disponibilidad de infraestructuras que faciliten y posibiliten su

transporte que a la cantidad de reservas en sí mismas. Por lo tanto supondremos que

en cada momento dispondremos de las redes de gasoductos necesarias y que por lo

tanto la capacidad de producción será en cada momento igual a la demanda.

7. Modelo mundial 190

Para al gas no convencional, existe un potencial inmenso de nuevos recursos, con un

grado de incertidumbre bastante elevado para la mayoría de ellos en cuanto a la

cantidad de gas encerrada en sus depósitos. Además, la mayor parte estos recursos se

encuentran en explotación experimental debido a los altos costes que conllevan.

El metano de los yacimientos de carbón es la única fuente de gas que se encuentra

actualmente en explotación y se estima, según el USDOE, que la producción de metano

alcance los 2 Tcf/año para 2020, lo que representa el 2% de la demanda de gas actual.

Las reservas de metano en yacimientos de carbón suponen unos 100 Tcf en los Estados

Unidos, y considerando que en esta región se encuentra un tercio de las reservas

mundiales de carbón, extrapolando obtenemos unas reservas mundiales de 300 Tcf.

En cuanto al tight gas, existen unas reservas probadas de 80 Tm3 con costes de

extracción entre cuatro y cinco veces superiores a los del gas natural convencional. Por

este motivo las reservas de tight gas no se encuentran actualmente en explotación.

Los recursos mundiales de gas shales están mal estimados, pero podrían sumar unos

1000 Tcf.

Por ultimo, en cuanto a los hidratos de gas, la cantidad de estos recursos es muy

incierta y va de los 60 millones de Tcf propuestos por Schlumberger a unos 5000Tcf

(Soloviev, 2004). En el 2004 Japón pretendía perforar entre 10 y 20 pozos de hidratos de

metano, para investigar la viabilidad económica de esta fuente, ya que actualmente no

se conocen sistemas que permitan trabajar con hidratos, dándose de plazo para ello

hasta el 2011.

Con los niveles de consumo actuales y los recursos actualmente disponibles de gas

natural convencional se puede cubrir la demanda durante los próximos 140 años. Por

lo tanto, para nuestro modelo, únicamente tendremos en cuenta el gas metano

contenido en capas de carbón, ya que le resto de los recursos no se encuentran en

explotación y además conllevan altos costes de explotación. Las reservas mundiales de

gas metano contenido en los yacimientos de carbón, ascienden a 8,49 Tcm, lo que

supone un 5% de las reservas de gas convencional. Dividiendo las reservas entre el

periodo de estudio, obtenemos unas aportaciones anuales de 0,0893 Tcm/año.

7. Modelo mundial 191

Por lo que se refiere a la evolución del precio del gas natural existe una gran

incertidumbre. Se prevé que el precio nunca descienda del actual y siga una evolución

creciente debido al papel cada vez mayor del gas en el mercado energético.

Globalmente, según el WETO 2005, podemos decir que el precio del gas natural tiene

una evolución ascendente desde los 15 €/barril en 2005 hasta los 30 €/barril en 2030, lo

que supone un crecimiento anual del 1,2 euros/barril. A la vista de los datos

publicados, se estima que el precio del gas natural tenga una trayectoria bastante

pareja con el precio del petróleo, por lo tanto suponemos que a partir de 2030, el precio

del gas tendrá el mismo crecimiento que el del petróleo.

Figura 65. Evolución del precio del gas natural. Fuente: Elaboración propia

Sobre el gasto energético y las emisiones derivadas de la explotación y transporte

del gas, podemos decir que son despreciables, ya que éstas se derivan, casi totalmente,

de la construcción de las infraestructuras que no son objeto de análisis de este

proyecto.

7.4.3 Reservas de carbón

Según BP statistical review 2006 las reservas probadas de carbón ascienden a

909.064 millones de toneladas lo que equivale a 300 veces la producción de 2005.

Debido a las inmensas reservas de carbón disponibles, no tendremos en nuestro

modelo ninguna restricción en cuanto a la capacidad de producción.

Precio del gas natural

0

200

400

600

800

1000

1200

1980 2000 2020 2040 2060 2080 2100 2120

Año

$/Te

p

Precio del gas natural

7. Modelo mundial 192

El precio del carbón, según Greenpeace, en su estudio Revolución Energética,

estima que llegará a los 86,4 dólares/tonelada para 2050. Supondremos hasta el final

del periodo, un crecimiento igual al estimado hasta 2050.

No se tendrán en cuenta, para las reservas de carbón, restricciones en cuanto a la

capacidad de producción ya que éstas están directamente relacionadas con la

disposición de más o menos instalaciones que no son objeto de estudio de este

proyecto. Por lo tanto la producción de carbón será igual, en todo momento, a la

demanda prevista.

No consideraremos las emisiones de CO2 y el gasto energético derivados de la

explotación minera, ya que estos son despreciables.

7.4.4 Reservas de uranio

Suponemos para nuestro modelo las reservas de uranio natural estimadas por la

Nuclear Energy Agency que ascienden a 7.345.000 toneladas. Éstas están divididas

según el coste de extracción de la siguiente manera:

40 $/Kg.U 40-80 $/Kg.U 80 $/Kg.U 80-130 $/Kg.U 130 $/Kg.U

916.000 531.000 2.274.000 660.000 2.964.000

Con un consumo actual aproximado de 66.000 toneladas/año, las reservas actuales

satisfacerían la demanda durante los próximos 122 años. Si computamos todo el

potencial de uranio disponible, incluyendo el uranio no convencional, los recursos de

uranio accesibles ascienden a 17 millones de toneladas. Esto supone que los recursos

actualmente accesibles, aunque no en explotación son de 9,65 millones de toneladas.

Dividiendo estos recursos entre el periodo de estudio obtenemos unas aportaciones

anuales de 96.550 toneladas/año.

En cuanto al precio del uranio es difícil dar una estimación debido a las

desorbitadas subidas recientes. Partiendo de los precios estimados por la Nuclear

Energy Agency, suponemos un precio inicial de 80 dólares/Kg de U. Aplicando la

teoría del deposito, ya empleada para el petróleo, se supone una subida del precio del

7. Modelo mundial 193

1% anual hasta agotar las 2,274 Mt disponibles. A partir de ahí, el precio pasará a ser el

correspondiente al de 130 dólares/Kg de U mas una subida del 1% anual hasta agotar

las 2,964 Mt disponibles.

El consumo de energía y las emisiones de CO2 derivadas de los procesos de

minería, transformación, enriquecimiento y fabricación del combustible nuclear son

muy variables en función de la concentración U-235 del mineral natural. Supondremos

una concentración del 0,2% del mineral de uranio. Según la Nuclear Energy Agency, el

consumo energético equivalente derivado del proceso de obtención del combustible es

de 0,17 Tep/Tep producida y las emisiones son de 697 Kg de CO2/Tep, tal y como se

ha descrito en los apartados 5.4 y 5.5 del correspondiente capitulo.

En cuanto a la capacidad de producción de combustible nuclear, no tendremos en

cuenta ningún tipo de restricción ya que para obtener mas cantidad de combustible

basta con tener mas plantas de enriquecimiento de uranio que no es objeto de estudio

de este proyecto.

8Bibliografía

8. Bibliografía 195

8 Bibliografía

8.1 Referencias:

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8.2 Páginas Web de interés:

- www.bp.com

-www.cedigaz.org

-www.crisisenergetica.org

- www.mit.edu

- www.ogj.com

-www.peakoil.net

- www.worldcoal.org/