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Estudio sociodemográfico comparativo de la nupcialidad en dos entidades federativas: Aguascalientes y Veracruz* Olivia Samuel** En este artículo, la nupcialidad es estudiada como un fenómeno demográ- fico y social, objeto de investigación y de análisis en mismo. El estudio se centra en dos entidades federativas: Aguascalientes y Veracruz, en las que se analiza la formación de las parejas, las normas sociales que rigen los comportamientos matrimoniales, y Ja interacción de éstos y Jos repro- ductivos. Estas dos entidades fueron seleccionadas por presentar carac- terísticas de nupcialidad muy diferentes: así, en una primera parte del trabajo se describen las particularidades del patrón de uniones de estas entidades a partir de los datos de la Encuesta Nacional Demográfica [END] de 1982 y de trabajos publicados sobre este particular. Una segun- da parte se dedica al análisis de índole cualitativa basado en entrevistas semidirigidas, realizadas en agosto de 1988. Las entrevistas no tienen una representatividad estadística, pero nos permiten situar al individuo en relación con sus propios actos y valores a la par que entender su compor-- tamiento respecto aJ entorno familiar y social. En demografía, la nupcialidad se estudia generalmente como va- riable intermedia de la fecundidad, midiendo el calendario, la in- tensidad y la duración de las uniones para determinar su contri- bución a los cambios reproductivos. En este artículo se propone analizar la nupcialidad bajo otro enfoque, considerándola como un fenómeno demográfico y social objeto de investigación y de análisis en sí mismo y, por lo tanto, no como variable explicativa de otros fenómenos demográficos. Tal enfoque puede dar claves para contestar a preguntas como las siguientes: ¿cómo se forman las parejas?, ¿cuáles son las nor- mas sociales que rigen los comportamientos matrimoniales?, o ¿cómo interactúan los comportamientos matrimoniales y repro- * Este proyecto fue financiado por el Centre de Recherche et de Documenta- tion sur l'Amérique Latine (CREDAL) y realizado con el apoyo del Centro de Estu- dios Demográficos y de Desarollo Urbano de El Colegio de México. Agradezco erí particular a la profesora Julieta Quilodrán por su asistencia científica, a Norma Navarro por su ayuda en la realización de las encuestas y a Óscar Jiménez por la transcripción de las entrevistas. Este artículo es una versión corregida de una ponencia presentada en la IV Reunión Nacional de Investigación Demográfica en México, 1990. ** Investigadora del Centre de Recherche et de Documentation sur l'Améri- que Latine. [103]

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Estudio sociodemográfico comparativo de la nupcialidad en dos entidades federativas: Aguascalientes y Veracruz*

O l i v i a S a m u e l * *

En este artículo, la nupcialidad es estudiada como un fenómeno demográ­fico y social, objeto de investigación y de análisis en sí mismo. El estudio se centra en dos entidades federativas: Aguascalientes y Veracruz, en las que se analiza la formación de las parejas, las normas sociales que rigen los comportamientos matrimoniales, y Ja interacción de éstos y Jos repro­ductivos. Estas dos entidades fueron seleccionadas por presentar carac­terísticas de nupcialidad muy diferentes: así, en una primera parte del trabajo se describen las particularidades del patrón de uniones de estas entidades a partir de los datos de la Encuesta Nacional Demográfica [END] de 1982 y de trabajos publicados sobre este particular. Una segun­da parte se dedica al análisis de índole cualitativa basado en entrevistas semidirigidas, realizadas en agosto de 1988. Las entrevistas no tienen una representatividad estadística, pero nos permiten situar al individuo en relación con sus propios actos y valores a la par que entender su compor--tamiento respecto aJ entorno familiar y social.

En demografía, la nupcialidad se estudia generalmente como va­riable intermedia de la fecundidad, midiendo el calendario, la in­tensidad y la duración de las uniones para determinar su contri­bución a los cambios reproductivos. En este artículo se propone analizar la nupcialidad bajo otro enfoque, considerándola como un fenómeno demográfico y social objeto de investigación y de análisis en sí mismo y, por lo tanto, no como variable explicativa de otros fenómenos demográficos.

Tal enfoque puede dar claves para contestar a preguntas como las siguientes: ¿cómo se forman las parejas?, ¿cuáles son las nor­mas sociales que rigen los comportamientos matrimoniales?, o ¿cómo interactúan los comportamientos matrimoniales y repro-

* Este proyecto fue financiado por el Centre de Recherche et de Documenta­tion sur l'Amérique Latine (CREDAL) y realizado con el apoyo del Centro de Estu­dios Demográficos y de Desarollo Urbano de El Colegio de México. Agradezco erí particular a la profesora Julieta Quilodrán por su asistencia científica, a Norma Navarro por su ayuda en la realización de las encuestas y a Óscar Jiménez por la transcripción de las entrevistas.

Este artículo es una versión corregida de una ponencia presentada en la IV Reunión Nacional de Investigación Demográfica en México, 1990.

** Investigadora del Centre de Recherche et de Documentation sur l'Améri­que Latine.

[103]

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104 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

ductivos? Este tipo de análisis también da lugar a considerar al in­dividuo en su espacio familiar, social y cultural.

A nivel nacional, la nupcial idad mexicana se define por un ca­lendario relativamente precoz, una fuerte intensidad, gran estabi­lidad de las uniones, 1 con preponderancia de aquéllas celebradas c iv i l y religiosamente, y la frecuente legalización de las uniones consensúales. Estas características han cambiado con el tiempo, suavemente para el calendario, y más notablemente para los tipos de uniones con un proceso siempre creciente hacia la nupcial idad legal. Sin embargo, a nivel regional se encuentran diferencias importantes en cuanto a este perfil . Entre la pluralidad de los comportamientos matrimoniales de la población, destacan dos en­tidades federativas —Aguascalientes y Veracruz—- con caracterís­ticas de nupcialidad bastante heterogéneas.

A continuación tratamos de ver en qué se distinguen los com­portamientos de nupcial idad de las mujeres de Veracruz de aque­llas de Aguascalientes, y si esta distinción corresponde tanto a pautas objetivas (prácticas resumidas por los indicadores de nup­cialidad) como a pautas subjetivas (valores e ideales), es decir, si existen varios patrones de nupcialidad o si dentro de un solo pa­trón de referencia existen varias modalidades de comportamiento.

Dos fuentes de datos fueron utilizadas en este trabajo. La primera cuenta con los obtenidos de la Encuesta Nacional Demográfica (ENQ) de 1982 que nos permiten conocer los indicadores demográfi­cos caracterizando la nupcialidad de los dos estados en estudio. Esta encuesta reagrupa las entidades de la República mexicana por regio­nes: los estados de Aguascalientes y de Jalisco forman la región Oc­cidente, y los de Veracruz y Tabasco forman la región Golfo. 2

E n una segunda parte, se util iza información cualitativa obte-

1 El término "unión" debe entenderse en un sentido amplio; se refiere tanto a las uniones legales y (o) religiosas como a los concubinatos.

2 Este reagrupamiento es aceptable puesto que se respetan las características de las dos entidades de estudio. A partir de datos censales de 1970 se puede com­probar la homogeneidad de estas regiones:

Datos

Ags. Jai. Ver. Tabasco Edad promedio primera unión (años) Mujeres unidas a los 20 años Solteras definitivas

22.0 42.0%

9.5%

22.2 40.0% 10.0%

20.6 54.0%

7.5%

20.0 59.6%

3.5%

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L A N U P C I A L I D A D E N A G U A S C A L I E N T E S Y V E R A C R U Z 105

n i d a p o r entrev is tas s e m i d i r e c t i v a s r ea l i zadas en agosto de 1988. Esta encues ta no tenía c o m o propósito p r o p o r c i o n a r u n a repre-sen ta t i v i dad estadística de los c o m p o r t a m i e n t o s demográficos, s ino ace rca rse a l d i s c u r s o de l i n d i v i d u o sobre sus p r o p i o s actos y va lo res , y en tender sus c o m p o r t a m i e n t o s en relación c o n su e n ­to rno f a m i l i a r y soc i a l . C a d a i n d i v i d u o está c o n d i c i o n a d o p o r su e n t o r n o (medio c u l t u r a l , c lase s o c i a l , a c t i v i d a d p r o d u c t i v a , etc.), y po r cons igu i en te , en c a d a p e r s o n a se s i n t e t i z an los c o m p o r t a ­m ien tos de l m e d i o a l c u a l per tenece . E l peso de l a s o c i e d a d y de la c u l t u r a d e t e r m i n a g r a n parte de nuest ros actos; s i n e m b a r g o , no se puede negar que c a d a ser es único, así c o m o su r e c o r r i d o histó­r i co o, más conc r e t amen te , su t r a yec to r i a f a m i l i a r , m a t r i m o n i a l , m i g r a t o r i a o l abo ra l . Esas h i s to r i a s i n d i v i d u a l e s 0 biografías t r a ­tan de tomar en cuen ta ambos aspectos .

Se h i c i e r o n en tota l 23 entrev is tas a 20 mujeres y t res h o m ­bres, de las cua les o c h o se r e a l i z a r o n en la c i u d a d de A g u a s c a l i e n -tes, nueve en la c i u d a d de V e r a c r u z y seis en la l o c a l i d a d r u r a l de E l Te ja r , m u n i c i p i o de Medel l ín , en las a fueras de la c i u d a d de V e ­r a c r u z . L a mues t r a se dividió en i n d i v i d u o s mayores de 50 años y entre 18 y 35 años. T o d a s las pe rsonas encues tadas pertenecían a u n n i v e l socioeconómico bajo o m e d i o bajo y el n i v e l e d u c a t i v o de los encues tados era s i m i l a r en los tres lugares de es tud io .

Indicadores de la nupcialidad de las poblaciones de las regiones Golfo y Occidente

A continuación p resen tamos b revemente las p r i n c i p a l e s ca rac te ­rísticas* de l c o m p o r t a m i e n t o m a t r i m o n i a l de la población de las dos reg iones a las cua les pe r t enecen los estados de A g u a s c a l i e n t e s (región Occ iden te ) y V e r a c r u z (región Gol fo ) c o n base en los datos de la END, 1982.3 L a caracterización de esos dos pa t rones de n u p ­c i a l i d a d fue es tab lec ida po r Qui lodrán a pa r t i r de va r i os i n d i c a d o ­res demográficos: l a edad p r o m e d i o pa ra l a p r i m e r a unión, l a i n ­t e n s i d a d de l ce l iba to d e f i n i t i v o , las p r o p o r c i o n e s de so l teros en c a d a edad , e l número p r o m e d i o de u n i o n e s p o r mu je r y e l t i po de unión c o n y u g a l (Quilodrán, 1980, 1983, 1989) (véanselos c u a d r o s 1 y 2). S i n emba rgo , lo que l l a m a m o s patrón de n u p c i a l i d a d c u e n ­ta so lamente c o n va r i ab les cuant i t a t i vas y sintéticas; los datos so­ciológicos que se p resen tan más ade lante t i enen po r ob je t i vo el de

3 Datos retomados de Quilodrán (1989), que tratan de la población femenina de 35 a 49 años de la E N D 1982, es decir, mujeres que nacieron entre 1932 y 1942, y que ingresaron al mercado matrimonial entre 1950 y 1968.

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c o m p l e m e n t a r l a caracterización h e c h a a pa r t i r de los i n d i c a d o r e s demográficos, y ta l v ez m a t i z a r l a idea de la p r e senc i a de d i s t i n tos pa t rones de n u p c i a l i d a d .

C U A D R O 1 Principales indicadores de nupcialidad para la región Occidente, la región Golfo y la República mexicana. Mujeres de 35 a 49 años, E N D 1982 Indicador del porcentaje acumulado de mujeres Región Región República unidas antes de los Occidente Golfo mexicana 20 años 58.4% 66.1% 55.2% 30 años 87.9% 92.0% 89.1% Solteras a los 50 años 8.9% 4.4% 6.3% Edad promedio a la

primera unión (años) 19.7 18.4 20.1 Número promedio de

uniones por mujer 1.03 1.2 1.08 Fuente: Quilodrán (1989).

CUADRO 2 Distribución del estado matrimonial para la región Occidente, la región Golfo y la República mexicana. Mujeres de 35 a 49 años, E N D 1982

Total Casada Casada Casada Unión Sepa. Viu-porcen-

Región Soltera civil. relig. c&r libre divorc. da taje Golfo 3.3 19.1 2.9 46.3 16.7 3.4 7.7 100 Occidente 8.7 2.5 4.5 70.7 1.3 3.8 8.3 100 República

mexicana 6.2 16.2 2.6 53.4 8.3 6.1 7.2 100 Fuente: Quilodrán (1989).

L a n u p c i a l i d a d f e m e n i n a en l a región Occ iden t e se ca rac te r i za p o r u n a a l ta f r e c u e n c i a e n l a celebración de m a t r i m o n i o s c i v i l e s y r e l i g i osos , en u n c a l e n d a r i o más tardío e i n t e n s i d a d más baja que en l a mayoría de las otras reg iones de l país. Las u n i o n e s son m u y estables y e l p r i n c i p a l fac tor de disolución c o n y u g a l es l a v i u ­d e z ; c u a n d o sucede u n a r u p t u r a de unión, l a p r o b a b i l i d a d de c o n ­t raer nuevas n u p c i a s es baja.

E n l a región G o l f o se e n c u e n t r a u n a proporción e levada de muje res en unión c o n s e n s u a l o casada c i v i l m e n t e , l a e d a d p a r a l a p r i m o n u p c i a l i d a d es p r e c o z y l a proporción de solteras de f in i t i -

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LA NUPCIALIDAD EN AGUASCALIENTES Y VERACRUZ 107

vas es m u y baja. E l r i e sgo de disolución c o n y u g a l p o r separación es de l o s más e levados de l país, lo m i s m o que l a p r o b a b i l i d a d de c o n t r a e r nuevas n u p c i a s .

Es te breve p a n o r a m a de los p r i n c i p a l e s i n d i c a d o r e s de l a n u p ­c i a l i d a d nos permitió p r e c i s a r las d i f e r e n c i a s ex is tentes entre las dos r eg iones es tud iadas . M á s ade lan te se t ra ta de p o n e r en e v i d e n ­c i a los c o m p o r t a m i e n t o s c o n c r e t o s du r an t e la formación de las pare jas y las c o n d i c i o n e s soc i a l es y f a m i l i a r e s a soc i adas c o n esos c o m p o r t a m i e n t o s . También, se p r e sen t an los va lo res y las p e r c e p ­c i ones , es d e c i r , aspec tos sub je t i vos de la relación de los i n d i v i ­duos c o n l a institución de l m a t r i m o n i o .

E l n o v i a z g o

E l e n c u e n t r o entre dos i n d i v i d u o s está en g r a n m e d i d a d e t e r m i n a ­do po r su cercanía s o c i a l , c u l t u r a l y geográfica; el azar i n t e r v i ene de f o r m a r e s i d u a l . E s t a regulación s o c i a l se ve r e f o r z a d a p o r l a so ­c i e d a d que o r g a n i z a —y p o r c o n s i g u i e n t e c o n t r o l a — , los lugares y los r i tua les que d a n acceso a l m e r c a d o m a t r i m o n i a l . Así , ex i s t en luga res específicos, e spac ios de seducción en m e d i o ab ie r to c o m o la p l a z a de l pueb lo , e l pa rque d o n d e se da l a vue l t a los d o m i n g o s , e l ba i l e c u y a función es l a de f a c i l i t a r los p r i m e r o s con tac tos entre so l te ros que luego p u e d e n d e r i v a r en u n a relación de n o v i a z g o .

E l n o v i a z g o está s o m e t i d o a reglas t r a d i c i o n a l e s b i e n d e f i n i ­das , tanto e n V e r a c r u z c o m o en A g u a s c a l i e n t e s 4 y no se n o t a n d i ­f e renc i a s ent re las dos reg iones en cuan to a las m o d a l i d a d e s de r e f e r e n c i a de l r i t u a l de n o v i a z g o que d e s c r i b i m o s a continuación. P o r el h e c h o de ser s u m a m e n t e f o r zadas , tales reglas s o n a m e n u ­do t r a n s g r e d i d a s . L a f r e c u e n c i a de l a transgresión no se debe t a n ­to a l g r ado de r i g i d e z de aquéllas, c o m o a l g r ado de t o l e r a n c i a de l a transgresión m i s m a .

T r a d i c i o n a l m e n t e , e l p r e t end i en te debe p e d i r p e r m i s o f o r m a l ­men te a los pad res de l a n o v i a p a r a i n i c i a r , de m a n e r a ab ie r ta , u n a relación de n o v i a z g o . Después d e l a c u e r d o y según e l g r ado de t r a ­d i c i o n a l i s m o de las f a m i l i a s , esta relación puede conve r t i r s e e n u n " n o v i a z g o de p u e r t a " ; e l n o v i o no puede en t ra r a l a c a sa de l a

4 Recordamos que los resultados de la encuesta cualitativa que aquí presenta­mos no tienen ningún carácter de representatividad estadística a nivel de los esta­dos de Aguascalientes y Veracruz. Sin embargo, consideramos que cada entrevis­tado tiene un discurso construido a partir de su entorno social que es propio de cada región o estado y clase social.

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m u c h a c h a (y suele ser l a pau ta más común según lo de t e c t ado e n las ent rev i s tas hechas en Aguasca l i en t e s ) , o b i e n , l l ega a s u c e d e r que sea acep tado en la casa .

R. Yo salía con mi novio con permiso de mi papá, platicábamos en la puerta y..., o sea , todo n o r m a l , pues l l e vamos u n noviazgo muy bonito (,..) Yo me di a respetar con él y todo.5 C a . , 23 años, c a sada c & r, s i n h i jos , A g s .

E l aspecto f o r m a l y se r io de la relación es u n c r i t e r i o e s e n c i a l p a r a que los padres a cep ten el n o v i a z g o . Además, está m u y c l a r o que el m u c h a c h o que en t ra a l a casa de l a n o v i a debe ser e l p r i m e ­ro y e l único.

L u e g o , después de meses o años, el n o v i o , acompañado de sus pad res , v i ene a p e d i r a la n o v i a a sus fu tu ros suegros . S i éstos a cep tan , l a unión se efectúa p o c o t i e m p o después. Ésta sue le estar f o r m a l i z a d a po r u n a c e r e m o n i a c i v i l y o t ra r e l i g i o sa en A g u a s c a ­l i en tes . E n V e r a c r u z , el s i m p l e l a z o c i v i l es más común. Pe ro , en numerosos casos, no sucede así. N o es raro que los padres de la no ­v i a se o p o n g a n a l n o v i a z g o o a l m a t r i m o n i o , lo que p r o v o c a l a fuga de la pare ja , o c o m o se d i c e , e l rap to o el robo de l a n o v i a . L a oposición f a m i l i a r a la unión p r o v i e n e , en genera l , de la f a m i l i a de la n o v i a , y está f r e cuen temen te m o t i v a d a po r la edad p r e c o z de los n o v i o s o po r la m a l a f a m a de l m u c h a c h o .

P. ¿A qué edad se casó? R. A los 16. P. ¿Hacía mucho tiempo que eran novios? R. Tres años. P. ¿Cómo se veían? ¿Podía salir de su casa en la noche? R. Sí, a mí me daban permiso de platicar con él aquí en la

puerta. P. ¿Él no podía entrar? R. N o . P. ¿V ino a p e d i r l a ? R. Sí, p e r o no a c e p t a r o n p o r q u e estábamos m u y pequeños. P. ¿De 16 años? R. Sí, de 16 años, que p o r q u e e s t a b a m u y ch iqu i t o todavía; m e

fui con él y me casé luego. M . , 30 años, c a sada c & r, c i n c o h i j os , A g s . E n A g u a s c a l i e n t e s , en los casos que se d i e r o n , e l desen l a ce de

esta situación crít ica es rápido: u n o s días después de l a fuga , u n

5 Las líneas en cursivas son extractos de las entrevistas transcritas tal y como fueron grabadas. Abajo de la transcripción están indicadas algunas características de la persona entrevistada: inicial de identificación, edad, situación matrimonial (c&r: matrimonio civil y religioso), número de hijos, y lugar de la entrevista.

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LA NUPCIALIDAD EN AGUASCALIENTES Y VERACRUZ 109

a c u e r d o se establece ent re l a pare ja y los padres : éstos se s o m e t e n a l a decisión de los n o v i o s p a r a l ega l i za r c i v i l y r e l i g i o s a m e n t e l a unión de h e c h o , a l a m a y o r b r e v e d a d pos ib l e .

(Cont inuación d e l r e c u a d r o anter ior ) P. ¿ S u papá no sabía que se c a s a b a n ? ; ¿lo supo después? R. Sí, después, o sea , y a c u a n d o me fui con él, como a Jos t res

o c u a t r o días, me mandó h a b l a r y y a me di jo que me c a s a r a . P. ¿ S e arregló todo? R. Sí. M . , 30 años, c a sada c & r, c i n c o h i jos , A g s . E n c a m b i o , en V e r a c r u z , las c o n v i v e n c i a s fuera de l m a t r i m o ­

n i o son f recuentes y s o c i a l m e n t e aceptadas , po r lo que l a f a m i l i a no t ra ta i n m e d i a t a m e n t e de r e g u l a r i z a r l a situación y, sólo c o n el t i e m p o , se a d m i t e l a unión pa r a no l legar a los ex t r emos de u n a r u p t u r a de los padres c o n su h i j a .

E l r i t u a l t r a d i c i o n a l de l n o v i a z g o actúa c o m o c o n t r o l s o c i a l y f a m i l i a r sobre los jóvenes y n o r m a l m e n t e i m p l i c a el respeto de aquéllos h a c i a los m a y o r e s . L a o c u r r e n c i a de las t r ansg res iones a estas reg las d e p e n d e de l a n a t u r a l e z a y de l a g ravedad de las san ­c i ones en caso de desviación y de l a t o l e r a n c i a h a c i a éstas.

Las relaciones prenupciales

E l p e r i o d o de l n o v i a z g o es también el m o m e n t o de las r e l a c i ones p r e n u p c i a l e s . Se v a l o r i z a l a v i r g i n i d a d f e m e n i n a has ta e l m a t r i ­m o n i o y u n es t recho c o n t r o l f a m i l i a r y s o c i a l se ejerce p a r a ev i tar aquéllas; s i n e m b a r g o , e l c o n t r o l t iene fa l las .

Sólo tres en t rev i s t ados , todos jóvenes, o p i n a r o n p o s i t i v a m e n ­te a c e r c a de las r e l a c i ones sexua les antes de l m a t r i m o n i o , pe ro p a r a dos de e l los esas r e l a c i ones no debían darse s i no ent re u n a f u t u r a pare ja .

N o obstante , a u n s i l a mayoría de los i n d i v i d u o s n o s o n favo ­rab les a las r e l a c i o n e s sexua les p r e c o n y u g a l e s , sucede , eventual-mente , que l a práctica c o n t r a d i c e e l p r i n c i p i o m o r a l y r e l i g i o so de l a p u r e z a y de l a v i r g i n i d a d has ta e l m a t r i m o n i o . Más allá de este p r i n c i p i o , las mu je res e x p r e s a n los r iesgos que i m p l i c a tener re l a ­c i o n e s p r e n u p c i a l e s : p u e d e n l l egar a u n e m b a r a z o que tendrán que a s u m i r , y e l m a y o r r i esgo es e l a b a n d o n o de l n o v i o en ese m o ­m e n t o . A u n s i estas r e l a c i ones n o l l e v a n a u n e m b a r a z o , e l aban ­d o n o puede ser dramático, pues to que y a l a m u c h a c h a perdió su v i r g i n i d a d .

L a m u j e r so l te ra t i ene e l pesado ca rgo de a s u m i r y de fende r estos va lo res de p u r e z a y v i r g i n i d a d , lo que l a c o n f r o n t a c o n u n a

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110 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

est rateg ia m a s c u l i n a to ta lmente d i s t i n t a , de c o n q u i s t a , m u c h a s veces i r r e sponsab l e , pe ro que a la vez i m p o n e la n o r m a de l a v i r g i ­n i d a d pa ra l a mu je r e l eg ida c o m o fu tu r a esposa .

Paradójicamente, a través de l d i s c u r s o de las mu je res se p e r c i ­be que , las r e s p o n s a b i l i d a d e s h a c i a las r e l a c i ones s exua l e s antes de l m a t r i m o n i o y l a crít ica de aquéllas, se r e f i e r en m u c h o más a la a c t i t u d de otras mu je res que a l a de los h o m b r e s . E l c o m p o r t a ­m i e n t o de éstos es acep tado ta l c o m o s i f ue ra u n a f a t a l i d a d , m i e n ­tras que i n c u m b e a las muje res c o n t r o l a r y proteger su p r o p i o c u e r p o y someterse a l a m o r a l v igen te .

La t r a n s i c i ó n hacia la entrada en u n i ó n

L a f o r m a c o m o será v i v i d a l a transición h a c i a e l m a t r i m o n i o de ­pende de m u c h o s fac tores . Es ta fase de constitución de l v íncu lo c o n y u g a l es u n a etapa s u m a m e n t e i m p o r t a n t e en la v i d a de las mu je res p o r q u e se a s o c i a c o n m u c h o s c a m b i o s : l a s a l i d a d e l s is te ­m a e d u c a t i v o o de l m e r c a d o l a b o r a l , l a adaptación a u n n u e v o m e ­d i o a l m o m e n t o de l c a m b i o de r e s i d e n c i a , p a t r i l o c a l o n e o l o c a l , l a a p e r t u r a sobre o t ra r ed f a m i l i a r y s o c i a l , pe ro a la vez u n r e p l i e g u e sobre su p r o p i a u n i d a d f a m i l i a r que se va f o r m a n d o .

E n t o n c e s , el p r o c e s o que l l e va a la p r i m e r a unión no es u n a transición s i e m p r e fácil y además, puede estar acompañado de c o n f l i c t o s f am i l i a r e s graves . Las sa l idas p r e m a t u r a s de l hoga r , a veces s i n e l a c u e r d o pa ren ta l s o n , en m u c h o s casos , e l ref le jo de u n deseo de emancipación de la tute la de los padres y u n a m a n e r a de escapar de u n m e d i o f a m i l i a r en el c u a l e l i n d i v i d u o se s iente i n sa t i s f e cho o f r u s t r a d o ; así c o m o d i c e u n a v e r a c r u z a n a de 19 años, c a sada y c o n u n h i j o : " m e aburrí de estar con mi mamá y me casé". P a r a m u c h o s jóvenes l a formación de u n a pare ja apare ­ce c o m o la única opción pos ib l e pa ra " l i b e r a r s e " de su m e d i o fa ­m i l i a r .

P. ¿Cuánto t iempo se c o n o c i e r o n antes de v i v i r j un tos ? fí. Como un año. P. ¿La fue a p e d i r ? fí. No , es que mis familiares se opusieron, porque estaba yo muy

joven y no querían [tenía 16 años/. O sea que Jo t r a t a b a n m a l a uno (...). Y coincidimos, ¿no? de que nos s igan t r a t a n d o m a l , p u e s me ­jo r busco algo. . .

P. ¿ L a t r a t a b a n m a l p o r q u e a n d a b a c o n él? fí. N o , así a u n q u e no a n d u v i e r a con él [.. .). Por eso dije: que

me sigan tratando mal mejor me voy; p e n s a b a yo que yéndome me podría ir mejor. . .

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LA NUPCIALIDAD EN AGUASCALIENTES Y VERACRUZ 111

B l . , 19 años, unión consensual, dos hijos, Veracruz. P. ¿Cuánto tiempo fueron novios? fí. No, éste no fue mi novio, yo nada más me fui así. (. . .] O sea

que como mi mamá tenía un marido y a veces tenía otro y me cho­có y me aburrió.. . hasta que. . . como yo era la más grande, cuando yo tenía 15 años. . . este mi hermano que ahorita tiene 19 años, pues, acababa de nacer . . . pues, me choqué y me fui, dije "con el primer señor que me diga que me vaya con él, me voy" y me fui. . .

G., 35 años, unión consensual, cinco hijos, Veracruz. La edad en que se contrae la primera unión es a menudo pre­

coz, sobre todo en Veracruz donde encontramos varios casos de mujeres unidas a los 13, 14 o 15 años; sin embargo, existe una dis­tancia importante entre la edad real al unirse y la edad que parece conveniente para unirse o casarse; esta última siempre es mucho más tardía y se sitúa después de los 20 años. Entre las mujeres jó­venes que se unieron antes de los~16 años, un sentimiento de arre­pentimiento es muy perceptible y expresan el deseo de que su pro­pia experiencia no se repita con sus hijos. Mientras tanto, cuando ellas se unieron, actuaron en contra de la voluntad de sus padres, quienes, en algunos casos, habían vivido lo mismo. E n cada ge­neración se reproducen ciertos comportamientos matrimoniales considerados como nefastos, pero generados por contextos fami­liares y sociales particulares. E l ejemplo de BL, de Veracruz, ilus­tra bien esa situación: se unió a los 16 años a pesar de la oposición de su familia que la juzgaba demasiado joven. Ahora tiene 19 años y dos hijas, y dice respecto de la educación que les va a dar: "Pien­so cuidarlas más, que se casen más grandes fque yoj, sea, como ellas*quieran, ¿verdad?, pero que tengan un poco de mayor edad y que no vengan a hacer lo mismo que yo hice" .

En el caso de esa mujer, la transición hacia la formación de su pareja se juzga a posteriori en forma negativa. La experiencia de esa mujer en muchas veces compartida por otras que finalmen­te no dominan los eventos de su vida en el sentido que no se com­portan según un proyecto familiar pero actúan para escapar a ciertas condiciones de vida, por ejemplo, se juntan con un hombre para huir de su familia.

En Aguascalientes la formación de las parejas genera menos conflictos por una interiorización profunda de las normas tradi-cional-católicas de la institución del matrimonio y una fuerte adhesión de la mayoría de la población a este modelo. E n Vera-cruz, donde no se encuentra una cohesión tan fuerte alrededor de un solo modelo, pero donde se toleran alternativas, la transición del celibato a la unión conyugal puede tomar varias formas y da

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112 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

m a r g e n a c o m p o r t a m i e n t o s que en otros con tex tos cu l tu r a l e s se­r ían p e r c i b i d o s c o m o fue ra de l a n o r m a .

L a s m o d a l i d a d e s de un ión

C o m o lo hemos sub rayado an t e r i o rmen te , A g u a s c a l i e n t e s se c a ­r a c t e r i z a p o r u n c o m p o r t a m i e n t o m a t r i m o n i a l " t r a d i c i o n a l — c r i s ­t i a n o " en el c u a l d o m i n a u n m a t r i m o n i o c i v i l y r e l i g ioso m u y esta­b le . E n V e r a c r u z , las u n i o n e s conyuga l e s fuera de l m a t r i m o n i o lega l s o n más f recuentes , más t e m p r a n a s y u n p o c o m e n o s esta­b les . E s también u n patrón t r a d i c i o n a l en el sent ido de que estas características no son rec ientes , s ino que f o r m a n par te de práct i ­cas que se m o d e l a r o n du ran te todo el p e r i o d o c o l o n i a l y c o n t i ­núan hasta nues t ros días.

E n V e r a c r u z tanto c o m o en A g u a s c a l i e n t e s , el i dea l común de m u c h a s mujeres es f o r m a r u n a f a m i l i a estable resu l tante de u n a unión s a n c i o n a d a lega l y (o) r e l i g i osamente . A pesar de que las muje res a f i r m a n que no hay d i f e r enc i a s entre la unión c o n s e n s u a l y el m a t r i m o n i o c i v i l y r e l i g ioso — l o más i m p o r t a n t e es l a c o m ­prensión de la pa re ja—, se puede p e r c i b i r u n a c i e r ta ambigüedad en el d i s c u r s o po r el h e c h o de que en la práctica y en la trans'mi-sión de los va lo res no se r e c o n o c e la i g u a l d a d de los dos t ipos de unión. ¿Cómo se m a n i f i e s t a l a distinción entre las dos m o d a l i d a ­des? P r i m e r o , po r el h e c h o de que las parejas h i c i e r o n u n a e lec­c ión p r i v i l e g i a n d o u n o u otro t i p o de unión, en pa r t i cu l a r . P a r a aquel los que logra ron lega l izar la y sant i f icar la , eso es u n s igno del r econoc im ien to de u n a diferenciación entre los diversos arreglos mat r imon ia les posibles. Segundo, porque en lo que conc ie rne a la v i da conyuga l de los hi jos, los padres desean en general que aquéllos contraten u n a unión legal y desva lo r izan la unión consensua l .

D o s d i s c u r s o s para le los pe ro c o n t r a d i c t o r i o s se exp re san . E n el p r i m e r o , de o r d e n genera l y que no i m p l i c a pe r sona lmen te a l i n d i v i d u o o sus f am i l i a r e s , se establece que l a elección de l t i po de unión se hace "según c a d a u n o " ; que lo i m p o r t a n t e es l a c o m p r e n ­sión, e l amor , l a comunicación en l a pare ja ; que la e s t ab i l i dad de ésta no depende s ino de su c o n v i v e n c i a y en f i n , que s i l a pare ja debe separarse , el t i p o de l azo que une a la muje r y a l h o m b r e no cambiará nada .

E l ot ro d i s c u r s o t o c a de f o r m a más c e r c a n a a l i n d i v i d u o y su f a m i l i a , y nos enseña las c o n v i c c i o n e s p r o f u n d a s de c a d a u n o y l a p r e f e r e n c i a p o r l a unión legítima y r e l i g iosa . E s a ambigüedad se e n c u e n t r a tanto en e l d i s c u r s o de las mujeres de A g u a s c a l i e n t e s c o m o e n las de V e r a c r u z .

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LA NUPCIALIDAD EN AGUASCALIENTES Y VERACRUZ 113

P. ¿ Q u é piensa usted de Ja unión Jibre y deJ matrimonio?, ¿ e s distinto?

R. Bueno, vivir en matrimonio es muy bien porque se respetan, bueno, si sabemos respetar a uno. Pero yo digo que es Jo mismo es­tar en unión Jibre que estar casado, porque de todos modos el es­poso te engaña con cualquier mujer, f. . .J uno vive como vive es­tando casado o no estando casado. Pero para mí, es mejor vivir Ja unión Jibre. Sí, porque si no se comprende, se dejen; si no se com­prende, mejor que se separen y no vivan juntos.

P. Para su hija, ¿ q u é Jes gustaría m á s ? , ¿ q u e se casara por eJ civiJ y Ja ígJesia, o no?

R. ¡Por todo! Por todas Jas Jeyes, aunque después Ja dejaran, pero no, yo creo por Dios que no, que no Je pase Jo mismo que a mí.

E. , 31 años , separada de matrimonio civil , tres hijos, Ver.

P. ¿ Q u é piensa usted de la gente que no se casa por Ja Iglesia y por el civil?

R. Pues, mira. .. de la gente que no se casa ni por una reJigión ni por eJ estado civiJ, ¿ d i c e ? ¿ o sea que viven en unión Jibre? Bueno, a mi modo de ver eJ estado civiJ o eJ estado reJigioso en eJ que se una uno, no, en ciertos aspectos no tiene nada que ver para la conviven­cia. Hay muchísima gente que vive en unión Jibre, sin embargo, viven felices, son muy dichosas. En cambio, hay personas que son como yo, casadas religiosa y civilmente y hay muchas personas que ya no ha­llan cómo tirar la toaJJa. Si entonces, para esas personas, esas perso­nas sienten m á s pesada la cruz del matrimonio que Jas que viven en unión libre. Yo así Jo he constatado en muchas personas, en algunas vecinas, que viven m á s felices porque dicen "como no tengo ninguna obligación con él, no me une ni me ata ningún compromiso, a cuaJ-quier hora tiro la toalla", y no es que tiren Ja toaJJa.

P- ¿ Q u é diría usted si sus hijos convivieran con aJguien sin ca­sarse?

R. Pues, ahí es donde yo sí me metería. P. ¿Para qué se casarán? R. Porque, mira, el estar casado religiosa y civilmente es una

seguridad, m á s que para Jos contrayentes, para los hijos. Porque si tú de repente dejas a tu amante, dejas desprotegido automática­mente a tu criatura. Entonces, Jas Jeyes reJigiosas y Jas Jeyes civi-Jes es Jo que buscan, Ja protección de la familia. Es ese lazo que es necesario y primordial para eJ matrimonio, la protección para los seres que van a venir m á s adeJante. En cambio, Jas que no se casan "si te vi, no te conozco", ¿ves?, la pueden dejar hoy o maña­na; no tiene ningún Jazo que Je obJigue a sostener a ese vastago.

C l . 51 a ñ o s , casada c & r, nueve hijos, Aguascalientes.

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114 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

D e s t a c a m o s d i s t i n tos a r g u m e n t o s exp resados a f a vo r o e n c o n t r a de las cua t ro m o d a l i d a d e s de u n i o n e s que s o n : l a un ión c o n s e n s u a l , el m a t r i m o n i o c i v i l y r e l i g ioso , el m a t r i m o n i o sólo c i ­v i l y e l m a t r i m o n i o sólo r e l i g ioso . M u c h a s veces u n a m i s m a p e r s o ­na t iene v a r i o s puntos de v i s ta , o p o n i e n d o a r g u m e n t o s p o s i t i v o s y negat i vos pa r a u n m i s m o t i po de unión.

E l m a t r i m o n i o c i v i l y r e l i g i o so t iene u n g r an p r e s t i g i o s o c i a l y es u n ob je t i vo pa r a m u c h a s mu je res . P a r a las que n o p u d i e r o n r ea l i z a r ese deseo, r e m i t e n sus espe ranzas a los h i jos . G r a c i a s a l dob l e r e c o n o c i m i e n t o de l m a t r i m o n i o , po r l a ley y p o r l a Ig les ia , éste adqu i e r e u n r e c o n o c i m i e n t o soc i a l .

E l m a t r i m o n i o es c o n s i d e r a d o c o m o i n d i s o l u b l e , sobre t odo p o r l a sanción de la Ig les ia que i m p i d e u n a disolución l ega l . L a sanción r e l i g i osa t iene u n va lo r simbólico que p o r supues to t i ene más i m p o r t a n c i a en el m e d i o más a fe r rado a l c a t o l i c i s m o c o m o lo es el O c c i d e n t e de México, s i n negar que también es u n idea l p a r a muje res de otras reg iones . A l c o n t r a r i o de l a aparente f r a g i l i d a d de la unión c o n s e n s u a l , la unión c i v i l y r e l i g i o sa g a r a n t i z a l a esta­b i l i d a d de la unión y u n a s e g u r i d a d f rente a l pos ib l e a b a n d o n o de l cónyuge. L a protección y la s e g u r i d a d jurídica que c o n l l e v a e l v ínculo lega l son u n a venta ja i n d i s c u t i b l e .

E n f i n , las o p i n i o n e s sobre la situación de la unión c o n s e n s u a l c r i s t a l i z a n las c o n t r a d i c c i o n e s . L a venta ja de l a a u s e n c i a de c o m ­p r o m i s o de t i po lega l o e s p i r i t u a l , t r a d u c i d o po r los en t rev i s t ados c o m o u n a a u s e n c i a de c o m p r o m i s o de pare ja , y l a aparente l i be r ­tad de r o m p e r en c u a l q u i e r m o m e n t o el v ínculo c o n y u g a l , se v u e l ­v en cues t i onab les jus tamente c u a n d o el desen lace es éste y l a m u ­jer y sus h i jos q u e d a n s i n ningún respa ldo lega l de protección o de a y u d a .

Los c u a d r o s s igu ientes i n d i c a n los a rgumen tos o las o p i n i o n e s de los en t rev i s tados sobre cada t ipo de ar reg lo m a t r i m o n i a l .

M a t r i m o n i o C i v i l y R e l i g i o s o

A favor * E s t a b i l i d a d de l a pare ja ; * s e g u r i d a d p a r a l a pare ja y los

h i jos ; * protección en caso de aban ­

d o n o de l pad re ; * la ley protege a la pare ja ; * la pare ja está a p o y a d a po r l a

ley y p o r D i o s ; * la pare ja t i ene más de rechos .

En contra * Separación o d i v o r c i o dif íc i l ; * ata a los i n d i v i d u o s p o r o b l i ­

gac iones .

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LA NUPCIALIDAD EN AGUASCALIENTES Y VERACRUZ 115

Matr imonio Religioso

A favor En contra * Es e l l azo más i m p o r t a n t e ; * C o s t o d e m a s i a d o c a r o de l a * asegura l a e s t ab i l i d ad de la c e r e m o n i a ,

pare ja . Matr imonio C i v i l

A favor En contra * Es el l azo más i m p o r t a n t e ; * F o r m a l i d a d i n s t i t u i d a p o r l a * s e g u r i d a d p a r a la pare ja y los s o c i e d a d ,

h i jos (a n i v e l a d m i n i s t r a t i v o y de herenc ia ) ;

* menos riesg© de a b a n d o n o de l esposo.

U n i ó n Consensual

A favor * P o s i b i l i d a d de separación en

c u a l q u i e r m o m e n t o ; * no hay c o m p r o m i s o entre los

cónyuges.

En contra * Es u n p e c a d o f rente a D i o s ; * los niños no t i e n e n protecc ión

l e g a l en casos de a b a n d o n o de l padre .

D i s t i n t as tesis f u e r o n desa r ro l l adas a propósito de l estatus de la unión c o n s e n s u a l a s o c i a d a a la f r a g i l i d a d m a t r i m o n i a l en c o n ­traste c o n el m a t r i m o n i o legal a s o c i a d o a la e s t a b i l i d a d , p a r t i c u ­l a rmen te d u r a n t e los debates a c e r c a de la n u p c i a l i d a d caribeña (Charb i t , 1987). A l g u n o s autores p resen tan e l c o n c u b i n a t o c o m o s i fue ra una práctica de desviación respecto a l patrón e u r o p e o de las c lases altas por la i n c a p a c i d a d de r ea l i z a r este m o d e l o (B lake, 1961); o t ros a segu ran que los dos t ipos de u n i o n e s p e r t e n e c e n a con jun tos n o r m a t i v o s p r o p i o s de c a d a c lase s o c i a l ( H e n r i q u e s , 1953). E n México, d o n d e hay que subraya r que la unión c o n s e n s u a l no d a lugar a u n a i n e s t a b i l i d a d c o n y u g a l i n t ensa y crónica, p o r lo m e n o s d o n d e está s i g n i f i c a t i v a m e n t e r ep resen tada , f o r m a par te de u n s i s t ema c u l t u r a l , es u n a opción entre v a r i o s a r reg los m a t r i ­m o n i a l e s y no se le puede c o n s i d e r a r c o m o u n c o m p o r t a m i e n t o de m a r g i n a l i d a d o de f r acaso . S i n e m b a r g o , ex is te u n a esca l a de v a ­lo r entre los t ipos de unión y la p r e f e r e n c i a es p a r a el m a t r i m o n i o l ega l ; la unión de h e c h o es m u c h a s veces c o n s i d e r a d a c o m o u n a etapa i n t e r m e d i a . Las f recuentes l e g a l i z a c i o n e s de u n i o n e s des ­pués de u n o s años de v i d a común lo c o n f i r m a n , según los datos de l a END 1982: de la c u a r t a par te de las mu je res que i n i c i a n su v i d a c o n y u g a l c o n u n a unión c o n s e n s u a l , c a s i la m i t a d (48.9%) l a l eg i t i ­m a n a posteriori (Ojeda, 1988).

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116 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

Las act i tudes y los c o m p o r t a m i e n t o s f rente a la n u p c i a l i d a d se d i f e r e n c i a n entre Aguasca l i en t e s y V e r a c r u z : el p r i m e r o de estos estados presenta prácticas m u c h o más legal istas y católicas, en tanto que en el segundo c o n v i v e n u n a p l u r a l i d a d de c o m p o r t a ­m ien tos ; s i n embargo , d o m i n a u n idea l m a t r i m o n i a l y f a m i l i a r m u y s i m i l a r en las dos pob l a c i ones es tud iadas .

Desde luego, tenemos que i n s i s t i r en el peso que t iene l a re l i ­gión pa ra exp l i c a r las d i f e renc i a s de c o m p o r t a m i e n t o y los va lo res m a t r i m o n i a l e s . E l patrón de la región O c c i d e n t e está m u y i n f l u i d o por el c a to l i c i smo y el t r ad i c i ona l i smo . E l entorno soc ia l y f am i l i a r , estrechamente v i n c u l a d o c o n la m o r a l católica, i n c i t a e ins is te en celebrar c i v i l y re l ig iosamente las un iones ; es u n arreglo m a t r i m o ­n ia l sumamente va l o r i zado y respetado; t iene va lor de l azo sagrado que no se r o m p e , de acto único e i n d i s o l u b l e . Así c o n s i d e r a d o y v i v i d o , el m a t r i m o n i o ga ran t i za u n a g ran es tab i l i dad c o n y u g a l .

E n la región G o l f o , c o m o en todo el país, la religión d o m i n a n ­te es la católica pero t iene u n a i n f l u e n c i a m e n o r que en la región O c c i d e n t e de México. E l hecho de que ex i s t an numerosos t emp los evangélicos pa ra le l amente a la Ig les ia católica, denota l a re l a t i va d e b i l i d a d de esta institución, y sus fal las pa r a la imposición de u n m o d e l o sui gener i s .

Po r otra parte , e l f ondo c u l t u r a l de las dos pob l a c i ones es esenc ia lmente d i s t i n to . Aguasca l i en t e s —así c o m o toda la región O c c i d e n t e — , se ca r a c t e r i z a po r u n p o b l a m i e n t o español-criollo desde e l p r i n c i p i o de la época c o l o n i a l , que generó u n a acu l tura-ción m u y rápida de la población i n d i a y mes t i za de la z o n a (Che-va l ie r , 1984). En tonces se i m p u s i e r o n p o c o a poco las pautas f a m i ­l iares de l g rupo d o m i n a n t e , el de los europeos , que r e chazaba las prácticas indígenas y p o n d e r a b a el mode lo de l a f a m i l i a c r i s t i ana . Más tarde, los c a m b i o s leg is la t i vos en cuan to al m a t r i m o n i o y a la f a m i l i a , generados por l a gue r ra de R e f o r m a , f u e r o n rápida­mente in tegrados po r l a población.

E n otras partes de l país, y más específicamente en el sureste, donde se l o c a l i z a V e r a c r u z , el p o b l a m i e n t o fue de otro t ipo ; es de­c i r , típicamente c o l o n i a l en el sent ido de que se c r e a r o n d i f e r en ­c ias ma r cadas entre u n a élite f o r m a d a po r minorías europeas ex­p l o t ando a l a población indígena cada vez menos n u m e r o s a y a la esc lava de o r i g e n a f r i c ano (Cheva l ie r , 1984). N o hubo u n a in tegra ­ción entre el g rupo étnico y soc i a lmente d o m i n a n t e y los otros c o m p o n e n t e s de l a población, a la par que se d e s a r r o l l a r o n va lores y c o m p o r t a m i e n t o s heterogéneos. E n las zonas ru ra les , d o n d e el Es tado c o l o n i a l y el c l e ro no p u d i e r o n i m p o n e r l a m o r a l o f i c i a l , las un i ones consensúales y los n a c i m i e n t o s ilegítimos e ran fre­cuentes (Cook y B o r a h , 1966). Po r ot ra parte , en todas las reg iones

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LA NUPCIALIDAD EN AGUASCALIENTES Y VERACRUZ 117

como la de Veracruz, en las cuales dominaba el sistema de pro­ducción basado en la encomienda y la explotación de una mano de obra indígena o de origen africano, los dueños ejercían una fuerte presión para maximizar la reproducción de su fuerza de trabajo. Así, incitaban a los indios y esclavos a unirse, de prefe­rencia a una edad temprana, o les casaban sin su consentimiento (Margadant, 1991; Aguirre Beltrán, 1972). Entonces, dentro de la herencia cultural de la época colonial , hay que tomar en cuenta las pautas de nupcial idad impuestas por el antiguo sistema de ex­plotación de la mano de obra negra e indígena, pautas que se ca­racterizan por la intensidad cuantitativa y por los bajos rangos de edad de los cónyuges.

Procreac ión

U n a vez formada la pareja, el primer nacimiento viene, por lo ge­neral, en el transcurso del primer año de la unión. Para las muje­res entrevistadas mayores de 50 años, los nacimientos marcaron su vida conyugal a intervalos regulares y tienen descendencias f i ­nales elevadas, particularmente en Aguascalientes.

E l comportamiento reproductivo de las mujeres más jóvenes es muy variable, debido a la regulación de su fecundidad. S in em­bargo, ellas comenzaron su maternidad muy temprano puesto que casi todas tuvieron uno, dos y hasta tres hijos antes de los 20 años. La actitud frente a la procreación ha cambiado profundamente entre las generaciones, pasando de la actitud de aceptar una des­cendencia numerosa, a la franca aceptación de la regulación de su vida reproductiva. Así, todas las mujeres entrevistadas de me­nos de 35 años, mantienen una práctica anticonceptiva o piensan tenerla, sea para espaciar los nacimientos, sea para evitarlos defi­nitivamente.

Se nota una diferencia sensible entre las dos regiones estudia­das acerca de los valores asociados a la maternidad. La actitud de las mujeres de Aguascalientes era, y continúa siendo, mucho más favorable a una familia numerosa que en Veracruz.

No parece que el aumento de la práctica anticonceptiva haya favorecido u n relajamiento del control social sobre la sexualidad de los jóvenes. E l formalismo del noviazgo es una tradición que aparentemente sobrevive ante ese tipo de cambios. La libertad que conlleva la anticoncepción es, sobre todo, una práctica de parejas y mucho menos una práctica de solteros.

La formación de la descendencia puede ser interrumpida mo­mentánea o definitivamente por viudez, separación o divorcio.

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118 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

Las h i s t o r i a s m a t r i m o n i a l e s que r e c o g i m o s d e m u e s t r a n u n a g r a n e s t a b i l i d a d ; s i n e m b a r g o , c o n o c i e r o n va r i a s etapas c a r a c t e r i z a d a s po r c a m b i o s de estatus m a t r i m o n i a l r e l a c i o n a d o s c o n u n p r o c e s o de legalización y santif icación.

Las escasas t r a yec to r i a s ines tab les se c a r a c t e r i z a n p o r l a p lu-r i p a t e r n i d a d . A u n q u e el h e c h o de que u n a mu je r tenga h i jos de va ­r ios pad re s sea más to l e r ado en V e r a c r u z , no es u n a condic ión pa ra la valorización de la mu je r , c o m o lo d e m u e s t r a esta anécdo­ta: u n a m u j e r de V e r a c r u z , de 54 años, ocultó su t e r ce ra un ión y a los t res h i jos que n a c i e r o n de ésta, p r e f i r i e n d o d e c l a r a r s e so la después de su s e g u n d a r u p t u r a . L a en t r ev i s t ada pasó p o r a l to a l ­gunos f r a g m e n t o s de su v i d a (un iones múltiples d a n d o l u g a r a h i ­jos natura les ) que según su p r o p i a evaluación podían ser j u z g a d o s nega t i v amen te p o r la e n c u e s t a d o r a y la c o m u n i d a d . Sólo u n méto­do c o m p a r a t i v o de información de d i f e ren tes t e s t imon io s p e r m i t e cap ta r estos eventos .

Conc lus ión

L a f r e cuen t e a u s e n c i a de l azo f o r m a l ent re los cónyuges, la d i s m i ­nución de la presión s o c i a l , f a m i l i a r y r e l i g i o sa sobre las pare jas p a r a p r e se r v a r su u n i d a d , el a u m e n t o en la aceptación —y ta l vez también u n a me jo r integración s o c i a l — de las madres s i n pare ja y, p o r f i n , l a m a y o r t o l e r a n c i a de las r u p t u r a s v o l u n t a r i a s de u n i o ­nes son a lgunos de los fac tores que p a r t i c i p a n en la gestación de la n u p c i a l i d a d p r e c o z , u n p o c o m e n o s estable y más f r e cuen te ­men te a l m a r g e n de l a institución lega l en l a región de V e r a c r u z .

E n A g u a s c a l i e n t e s , el h e c h o de que la mayoría de l a población acepte f o r m a r su pa re j a de u n m o d o " t r a d i c i o n a l " , según n o r m a s es tab lec idas y c o n u n m a r g e n de decisión i n d i v i d u a l r e d u c i d o , es u n i n d i c a d o r de l g r a d o de respeto a la institución de l m a t r i m o n i o y de l a fuer te cohesión soc i a l . Es te respeto a la institución m a t r i ­m o n i a l y f a m i l i a r está l i gado a u n a p r o f u n d a interiorización de l m o d e l o e n v igo r , análogamente sucede c o n l a institución católica.

C o m p a r a n d o las dos zonas de es tud io , o b s e r v a m o s que hay más c o h e r e n c i a en A g u a s c a l i e n t e s que en V e r a c r u z , ent re lo que es v i v i d o y lo que es deseado . L o que se i d e n t i f i c a c o m o n o r m a en A g u a s c a l i e n t e s en términos de va lo res y c o m p o r t a m i e n t o s , es de­c i r , u n n o v i a z g o c o n t r o l a d o , u n m a t r i m o n i o estable y s a n c i o n a d o p o r las " d o s l e y e s " , no será f i n a l m e n t e más que u n a m o d a l i d a d de c o m p o r t a m i e n t o p o s i b l e en V e r a c r u z , a pesar de que se trate, en c i e r t a m e d i d a de u n m o d e l o i d e a l c o m p a r t i d o .

U n patrón de n u p c i a l i d a d f o r m a par te d e l patrón c u l t u r a l que

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L A N U P C I A L I D A D E N A G U A S C A L I E N T E S Y V E R A C R U Z 119

tiene sus orígenes en la formación histórica de un pueblo. L a his­toria colectiva de México produjo tradiciones comunes, pero a ni­vel regional los eventos históricos particulares propiciaron prácti­cas originales. Las estructuras sociales actuales fueron generadas por los procesos históricos. Por lo que se refiere a la nupcial idad, la persistencia de algunos comportamientos reproductivos here­dados de épocas anteriores asociados a contextos socioeconómi­cos distintos, produjeron diferentes prácticas matrimoniales y familiares que se observan en la actualidad. No podemos-aquí des-glozar los procesos históricos y los contextos económicos y socia­les que modelaron los medios culturales que caracterizan tanto a Veracruz como a Aguascalientes. Nos limitamos a subrayar muy brevemente dos aspectos que nos parecían importantes para el en­tendimiento de los diferenciales en el comportamiento familiar, el peso de la religión católica, el tipo de poblamiento y el sistema de producción que se desarollaron en cada región. Pero no son sino algunos de los múltiples elementos de explicación para compren­der el fenómeno estudiado, que tiene su origen tanto en determina­ciones demográficas como históricas, culturales y socioeconómicas.

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