estabilizaciÓn de las fracturas radiocubitales

24
ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES Las fracturas de radio y cúbito son alteraciones que se observan con frecuencia en la práctica de la medicina en animales pequeños. A menudo, pero no siempre afectan a ambos huesos en forma simultánea. En su mayor parte son el resultado de accidentes automovilísticos; sin embargo, en las razas enanas pueden producirse por saltos o caídas. Como en todos los animales traumatizados, el primer paso en el manejo del paciente con fractura de radio y cúbito es realizar un completo examen clínico. El cirujano debe prestar mucha atención a los aparatos cardiovasculares y respiratorio. Alrededor del 40% de los pacientes traumatizados por un automóvil tienen algún tipo de lesión del aparato respiratorio; por lo tanto, se aconsejo solicitar una radiografía del tórax. También se debe determinar la presencia de arritmias cardíacas, que pueden ser el resultado de una miocarditis traumática. Una vez que se lo ha estabilizado, el cirujano puede atender la fractura. Las radiografías (como mínimo dos incidencias) son esenciales para definir correctamente las fracturas. El miembro afectado se protege con un vendaje de Robert-Jones, desde la mano hasta por encima del codo, antes de realizar el tratamiento definitivo. Las férulas de Mason no son efectivas para inmovilizar fracturas radiocubitales. Estas fracturas se pueden asociar con un número mayor de complicaciones que las de otros huesos largos, tales como unión demorada, falta de unión, rigidez articular y deformaciones del crecimiento; a causa de ello el profesional no debe ser apresurado en su apreciación. Se clasifica en distintos grupos sobre la base de los diferentes principios terapéuticos. Estos son fracturas del olécranon, de Monteggia, de la apófisis estiloidea radial o cubital, de la cabeza del radio, diafisiaria radiocubital combinada, diafisiarias de cúbito o radio aisladas y fracturas – separación de la fisis radial. 1

Upload: others

Post on 29-Jul-2022

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

Las fracturas de radio y cúbito son alteraciones que se observan con frecuencia en la práctica

de la medicina en animales pequeños. A menudo, pero no siempre afectan a ambos huesos en

forma simultánea. En su mayor parte son el resultado de accidentes automovilísticos; sin

embargo, en las razas enanas pueden producirse por saltos o caídas.

Como en todos los animales traumatizados, el primer paso en el manejo del paciente con

fractura de radio y cúbito es realizar un completo examen clínico. El cirujano debe prestar

mucha atención a los aparatos cardiovasculares y respiratorio. Alrededor del 40% de los

pacientes traumatizados por un automóvil tienen algún tipo de lesión del aparato respiratorio;

por lo tanto, se aconsejo solicitar una radiografía del tórax. También se debe determinar la

presencia de arritmias cardíacas, que pueden ser el resultado de una miocarditis traumática.

Una vez que se lo ha estabilizado, el cirujano puede atender la fractura.

Las radiografías (como mínimo dos incidencias) son esenciales para definir correctamente las

fracturas. El miembro afectado se protege con un vendaje de Robert-Jones, desde la mano

hasta por encima del codo, antes de realizar el tratamiento definitivo. Las férulas de Mason no

son efectivas para inmovilizar fracturas radiocubitales.

Estas fracturas se pueden asociar con un número mayor de complicaciones que las de otros

huesos largos, tales como unión demorada, falta de unión, rigidez articular y deformaciones del

crecimiento; a causa de ello el profesional no debe ser apresurado en su apreciación.

Se clasifica en distintos grupos sobre la base de los diferentes principios terapéuticos. Estos

son fracturas del olécranon, de Monteggia, de la apófisis estiloidea radial o cubital, de la cabeza

del radio, diafisiaria radiocubital combinada, diafisiarias de cúbito o radio aisladas y fracturas –

separación de la fisis radial.

1

Page 2: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

1.1 Fracturas del olécranon

El olécranon –la porción proximal del cúbito– sirve como punto de apoyo para los músculos

extensores del codo. Las fracturas olecraneanas puden ser proximales a la escotadura troclear

(por ej., fracturas extraarticulares) o a través de la escotadura (por ej., fracturas intraarticulares).

Pueden ser simples (de dos fragmentos) o conminutas. Sin considerar el tipo, el fragmento

proximal por lo general está muy desplazado por la fuerza de tracción del tríceps braquial

(figura 1a). En estas fracturas se requiere la reducción abierta y la fijación interna por cuanto

las férulas de coaptación son incapaces de contrarrestar las fuerzas de tracción del tríceps

braquial.

Figura 1. Fijación de una

fractura olecraneana

extraarticular con un alambre

en banda de tensión.

A. Fractura Típica ubicada proximal a la escotadura troclear. B. Colocación normógrada de dos alambres

de Kirschner o clavos de Steinmann a través de la fractura reducida. C. Introducción del alambre

ortopédico a través de un orificio creado en el fragmento distal. D. Alambre en banda de tensión con una

configuración en 8. E. Se corta la extremidad doblada de los clavos. F. Se completa la reparación

colocando el extremo doblado del clavo contra el tendón del tríceps.

2

Page 3: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

En general, estas fracturas se exponen a través de un abordaje caudal, en el que deben

elevarse subperiósticamente los músculos extensor y flexor carpocubitales, exponiendo así la

diáfisis cubital y el olécranon. La incisión cutánea se realiza ligeramente lateral al olécranon y

no directamente sobre éste. Si existe una fractura intraarticular, se deben incidir el músculo

ancóneo y la cápsula articular, para poder visualizar la superficie articular. En este caso es

esencial la reducción perfecta de la fractura para prevenir el desarrollo de una enfermedad

articular degenerativa. La extensión del codo relaja la tracción ejercida por el tríceps, facilitando

de esta manera la reducción. Después de cumplir este paso, se la estabiliza con clavos y

bandas de tensión, tornillos de compresión o placas óseas.

1.1.1 Fijación con banda de tensión

La técnica de elección para la reparación de las fracturas olecraneanas extraarticulares y con

características transversas u oblicuas cortas consiste en el enclavijamiento y colocación de una

banda de tensión. Después de la exposición de la fractura y la eliminación de coágulos de

sangre y tejido fibroso, el codo se extiende y el fragmento fracturario se reduce. Con frecuencia

la reducción se puede mantener con presión digital o una pinza de sujeción ósea.

En un primer momento, se la estabiliza introduciendo dos clavos de Steinmann o alambres de

Kirschner que atraviesan la línea de fractura. Los clavos se dirigen en forma normágrada

dentro del fragmento proximal utilizando un mango de Jacob. Deben quedar paralelos entre sí

para permitir ejercer compresión con la banda de tensión. Se los debe dirigir de forma tal que

tomen contacto con la corteza craneal del fragmento cubital distal, en vez de extenderse en

forma directa hacia distal dentro de la cavidad medular, ya que esto no contrarrestaría la

tracción ejercida por el tríceps en forma efectiva (figura 1b). Igualmente, la colocación de un

solo clavo no estabiliza la fuerza rotacional. Luego se crea un túnel óseo transversal en la cara

caudal del fragmento distal. Debe tener el diámetro suficiente como para permitir el paso de un

alambre ortopédico de calibre 18 (20 en perros pequeños y gatos), y debe estar colocado a la

3

Page 4: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

misma distancia dista a la línea de fractura que la longitud del fragmento proximal. El alambre

se ajusta a ambos lados en el centro de su recorrido; para ello, sobre el lado entero del alambre

se realiza un rulo y en el otro se ajustan los extremos libres. En el extremo proximal, el alambre

pasa por debajo del tendón del tríceps braquial y craneal a los clavos (figura 1 c). Debe quedar

con una configuración en 8 (figura 1 d). Esta banda se va ajustando en forma alternada de

cada lado hasta lograr la compresión de la fractura. No se la debe ajustar en exceso porque

puede causar una hendidura o separación en la porción craneal de la línea de fractura. El

exceso de alambre se corta, dejando tres o cuatro vueltas en cada sitio de ajuste y se lo lleva

luego contra el hueso. Los clavos se doblan en dirección craneal y se cortan dejando 4 a 5 mm;

posteriormente, se lo rota hacia craneal de manera que la formación en gancho quede plana

contra el tríceps (figura 1 e, f). Si en un primer momento los clavos se doblan hacia craneal en

vez de caudal, no quedarán planos contra el tríceps.

Si se coloca en forma apropiada, la banda de tensión es lo suficientemente fuerte como para no

necesitar ningún soporte externo. La herida se cubre con una gasa estéril y se aplica un

vendaje liviano durante 48 horas. La actividad del animal se limita a caminatas con correa

durante 6 a 8 semanas después de la operación. Por lo general el implante no se extrae a

menos que se afloje, rompa o cause irritación de los tejidos blandos.

1.1.2 Placas óseas

El autor prefiere el uso de las placas óseas para la reparación de las fracturas conminutas o las

olecraneanas en perros grandes o gigantes. Si la placa se coloca sobre la cara caudal del

cúbito, actúa como una banda de tensión mientras no quede suelto ningún fragmento cortical en

la corteza craneal. Los tornillos se colocan a través de la placa utilizando el principio de la

compresión; se logra así una compresión interfragmentaria en las fracturas conminutas (figura 2

a, b). Los tornillos no deben atravesar la superficie articular de la escotadura troclear. Cuando

la fractura es lo suficientemente proximal y la placa se coloca caudal al olécranon, se puede

producir una úlcera por presión; para evitar esto la placa se debe aplicar contra la cara lateral

del hueso (figura 2 c).

4

Page 5: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

Figura 2. Fractura olecraneana conminuta intraarticular.

(A) reparada con una placa ósea aplicada sobre la cara caudal del cúbito (B). Los tornillos se colocan en

la placa siguiendo la técnica de compresión, para lograr así una compresión interfragmentaria. En las

fracturas más proximales (C) la placa se aplica sobre la superficie lateral del cúbito. Si es necesario, se

pueden aplicar tornillos de compresión en dirección caudocraneal.

1.2 Fracturas de Monteggia

Las fracturas de la mitad proximal del cúbito con luxación de la cabeza radial se denominan

fracturas de Monteggia. En general, la cabeza radial se luxa hacia craneal y el cúbito se puede

fracturar en cualquier sitio desde la mitad de la diáfisis hasta la escotadura troclear. El

ligamento anular proximal puede estar roto (figura 3 a) o permanecer intacto, hecho común

cuando la fractura cubital se encuentra en la base o la escotadura troclear (figura 3 d). El

tratamiento temprano es de utilidad para facilitar la reducción de la luxación y fractura.

El abordaje caudal provee habitualmente una adecuada exposición como para permitir la

reducción tanto de la luxación de la cabeza radial como de la fractura cubital. Si la luxación no

se puede reducir, es factible utilizar un abordaje craneolateral adicional.

5

Page 6: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

Si el ligamento anular proximal está roto, situación que ocurre cuando la fractura cubital es

distal a aquel, no sólo se debe estabilizar la fractura cubital, sino también asegurar la cabeza

radial en su relación normal con el cúbito. Aunque se ha descrito la sutura del ligamento, esto

rara vez es posible. El autor prefiere fijar la cabeza radial al cúbito por medio de un tornillo de

compresión o una placa ósea. Si la fractura cubital es lo suficientemente oblicua, se pueden

utilizar sólo tornillos de compresión (figura 3 a, b). Si es conminuta, el autor prefiere el uso de

una placa ósea a través de la cual se introducen uno o dos tornillos en la cabeza radial

(figura 3 c).

Figura 3. Estabilización de una fractura de Monteggia

La fractura oblicua con ruptura del ligamento proximal (A) se puede reparar con tres tornillos de

compresión (B); si la fractura es conminuta, se puede colocar una placa sobre la superficie caudal del

cúbito (C). En ambos casos, el tornillo más proximal mantiene la cabeza radial en posición normal. La

fractura de Monteggia con ligamento anular proximal intacto (D) se puede reparar por medio de la

colocación de una placa sobre la superficie lateral del cúbito (E).

Si el ligamento anular proximal está intacto, la reducción de la fractura cubital lleva aparejada la

reducción de la luxación de la cabeza radial. Puesto que si el ligamento está intacto se

mantiene la relación anatómica normal entre la cabeza radial y el cúbito, el cirujano sólo

necesita estabilizar la fractura cubital. El autor prefiere el uso de una placa ósea y de tornillos

6

Page 7: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

para estabilizarla (figura 3d, e), aunque se ha descrito la reparación con clavos y banda de

tensión.

Después de la cirugía, la incisión se cubre con una gasa estéril y se aplica un vendaje de

Robert-Jones, que ayuda a disminuir la inflamación posoperatoria. Se lo deja colocado durante

varios días. La actividad del animal se limitará a caminatas con correa durante 10 o 12

semanas, pero se debe estimular el movimiento temprano del codo para disminuir la rigidez

articular.

1.3 Fractura diafisiaria cubital o radial aislada

Estas fracturas son le resultado de caídas, heridas de bala, coces de caballo, etc., más que de

accidentes automovilísticos. Las fracturas diafisiarias cubitales se observan con mayor

frecuencia que las fracturas aisladas de la diáfisis radial. Habitualmente presentan un mínimo

desplazamiento, ya que el hueso acompañante está intacto y actúa como una fijación interna.

El diagnóstico radiográfico de estas fracturas puede ser difícil dado el mínimo desplazamiento;

por lo tanto, se debe contar con dos incidencias radiográficas de excelente calidad.

La mayoría de las fracturas aisladas del cúbito o el radio se pueden estabilizar con soportes

externos de fibra de vidrio, aunque si se aplica en forma apropiada también es aceptable el uso

de la férula de Schroeder-Thomas. Cuando se utilizan férulas de coaptación externa, se deben

inmovilizar las articulaciones proximal y distal a la fractura. Las férulas de Mason, aunque se

emplean con frecuencia, constituyen un medio inapropiado para estabilizarlas porque no

inmovilizan el codo.

Los yesos se realizan con el animal bajo los efectos de la anestesia general. La fractura se

reduce manualmente. Una fractura reducida debe tener como mínimo un 50% de encaje

(contacto entre los extremos fracturarios) para que se considere adecuada. Se debe evitar la

aplicación del yeso con la fractura angulada en varo o en valgo. Este tipo de angulación puede

conducir a una artritis secundaria a causa del estrés anormal soportado por las articulaciones

durante el apoyo. El yeso se debe extender desde la mitad del húmero hasta los dedos y dejar

expuestas sólo las falanges distales del tercero y cuarto dedo.

7

Page 8: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

La coaptación externa no está exenta de complicaciones, pero muchos problemas se pueden

evitar aplicando el yeso en forma apropiada. Es común que se produzcan úlceras sobre el

olécranon y el hueso accesorio del carpo. Esto se puede prevenir colocando un acolchado en

anillo (por ej., una capa de algodón con un orificio central) sobre estos puntos de presión (figura

4 a). Este tipo de acolchado reduce la presión ejercida sobre la superficie ósea. Al agregar

simplemente almohadillado sobre estos puntos, en realidad se aumenta la presión soportada y

por lo tanto debe ser evitado. El extremo distal del yeso puede provocar erosiones importantes

en el dorso de la mano que hace protrusión cuando el animal camina. Aplicando una barra de

apoyo o estribo (por ej., varilla de aluminio) en la extremidad distal del yeso se impedirá este

daño. La barra se puede incorporar al yeso o se la puede fijar a éste una vez seco con cintas

adhesivas. También es factible que un yeso no inmovilice en forma apropiada al codo. Esto en

general ocurre porque no se lo extiende suficientemente en dirección proximal o queda flojo en

la parte proximal o queda flojo en la parte proximal de esa articulación.

Figura 4. Coaptación externa

Las fracturas diafisiarias aisladas del radio

o el cúbito se pueden tratar por medio de

la coaptación externa. A. Se coloca un

almohadillado “en anillo” sobre el hueso

accesorio del carpo y sobre el olécranon

para aliviar la presión ejercida por el yeso.

B. La colocación de un estribo en la parte

distal del yeso impide el daño a la

superficie dorsal protruyente de los dedos.

8

Page 9: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

Las fracturas radial o cubital que son el resultado de heridas de bala pueden no ser una

indicación para el tratamiento con férulas de coaptación externa. Como estas fracturas con en

general muy conminutas, puede ser difícil o imposible obtener la restauración de la continuidad

cortical. Las fracturas que sólo abarcan la diáfisis radial, se tratan con mejores resultados por

medio de dispositivos de fijación externa (figura 5). Esta provee una fijación ósea directa y

permite el tratamiento de heridas. En general, los segmentos mayores del hueso no están muy

desplazados; por lo tanto, este dispositivo se puede colocar mediante reducción cerrada. Esto

evita la interrupción de la irrigación a los fragmentos fracturarios. Si los segmentos mayores se

encuentran desplazados o si se elige utilizar injerto de hueso esponjoso, es necesaria una

reducción abierta. La aplicación de los dispositivos de fijación externa se describe más

adelante, en la sección sobre Fracturas diafisiarias radiocubitales combinadas.

Figura 5. Estabilización de fractura radial conminuta.

Fractura radial aislada muy conminuta, estabilizada con un

dispositivo de fijación externa de cuatro clavos y una barra

estabilizadora.

9

Page 10: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

Las fracturas diafisiarias cubitales aisladas producidas por proyectiles de armas de fuego se

pueden tratar con yesos si la herida no es muy grande. Por lo general, estas fracturas no

requieren una fijación rígida a causa de que el radio es el principal hueso de apoyo. El miembro

se puede inmovilizar en forma temporaria con un vendaje de Robert-Jones hasta que disminuya

la inflamación o comience a curar alguna herida existente.

1.4 Fracturas de las apófisis estiloides del radio y el cúbito

La apófisis estiloides radial y cubital sirven de inserción a los ligamentos colaterales de la

articulación antebraquiocarpiana. También se extienden distalmente hasta la hilera proximal de

los huesos del carpo y dan de esta manera estabilidad lateral y medial. Como con la fractura de

una o ambas apófisis se produce inestabilidad carpiana, se requiere la fijación interna.

La apófisis estiloides se expone incidiendo directamente sobre ésta. La fijación de las fracturas

estiloideas del radio en general se lleva acabo con bandas de tensión o tornillos de compresión

(figura 6 a, c). En los perros pequeños a veces no es posible colocar 2 clavos en le cúbito distal

y por lo tanto estas fracturas pueden no quedar estables frente a fuerzas rotacionales (figura 6

d,e).

Para que estas fracturas consoliden sin complicación es necesario impedir la inestabilidad

carpiana y en consecuencia se coloca una coaptación externa. Un medio yeso de fibra de vidrio

o una férula de Mason brinda un soporte adecuado. Esta férula se puede retirar a las 6 a 8

semanas. El ejercicio debe restringirse hasta que la fractura se consolide por completo.

10

Page 11: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

Figura 6. Fractura de la apófisis estiloides del radio.

(A) reparada con un tornillo de compresión y un alambre de Kirschner (para impedir la rotación del

fragmento), si el fragmento fracturario es del tamaño suficiente (B) o con dos alambres de Kirschner y un

alambre en banda de tensión (C). Una fractura estiloidea cubital (D) se puede reparar con un clavo y un

alambre en banda de tensión (E).

1.5 Fracturas de la cabeza radial

Las fracturas de la cabeza radial, poco frecuentes, pueden comprometer o no la superficie

articular. Si ésta se encuentra afectada, se requiere una reducción perfecta y fijación rígida

para impedir la artritis secundaria y la rigidez articular.

La mejor forma de exponer la cabeza radial es a través de un abordaje cutáneo lateral. Se

incide la fascia entre los músculos extensor digital común y lateral, cerca de su origen. Se los

separa para exponer el músculo supinador, la rama profunda del nervio radial, ramas de la

arteria interósea dorsal y parte del radio. Se debe proteger al nervio radial durante todo el

11

Page 12: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

procedimiento. La incisión del músculo supinador a lo largo de su inserción en el radio expone

al ligamento colateral lateral, al ligamento anular y a la cápsula articular. Estas dos últimas

estructuras se inciden a lo largo del borde craneal del ligamento colateral, exponiendo así la

cabeza radial. Después de reparar la fractura, la cápsula articular y el ligamento anular se

afrontan. El músculo supinador se puede suturar al periostio radial. El resto de la síntesis se

realiza en la forma acostumbrada.

Las fracturas extraarticulares de la cabeza radial se pueden reparar con una placa en T o con

alambres de Kirschner cruzados (figura 7 a, b). Este segundo procedimiento se utiliza en perros

pequeños y gatos, en los que no es factible colocar una placa en T. Las fracturas

intraarticulares se pueden reparar con tornillos de compresión o alambres de Kirschner

divergentes, de acuerdo con el tamaño del fragmento. El tornillo de fijación es el mecanismo

ideal porque provee compresión interfragmentaria. Junto con el tornillo se puede utilizar un

pequeño alambre de Kirschner para contrarrestar la rotación del fragmento alrededor del tornillo

(figura 7 c). Si el fragmento es demasiado pequeño para fijarlo mediante un tornillo de

compresión, pueden emplearse múltiples alambres de Kirschner divergentes. Como con esta

última técnica no se logra una compresión interfragmentaria, antes de colocar los clavos se

debe reducir la fractura y comprimir con pinzas de sujeción ósea lo más que se pueda. Se

colocan al menos dos alambres de Kirschner y preferentemenre más, dándoles el máximo

ángulo de divergencia; deben atravesar la línea de fractura y penetrar en la corteza opuesta

(figura 7 d). La divergencia de los alambres impide que el fragmento se afloje y deslice a lo

largo de ellos.

Puede ser recomendable impedir que el animal apoye la cabeza radial durante varias semanas

después de la cirugía, según la estabilidad lograda durante la intervención. Esto se puede

obtener por medio de la aplicación de vendajes de flexión carpiana, de Velpeau o un yeso.

Cuando la fractura de la cabeza radial es muy conminuta, se deben considerar procedimientos

de salvataje tales como la artrodesis del codo.

12

Page 13: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

Figura 7. Estabilización, después de la reducción de una fractura de la cabeza radial.

Después de su reducción, una fractura de la cabeza radial extraarticular se puede estabilizar con una

placa en T pequeña (A) o con un alambre de Kirschner cruzados (B), en el caso de animales pequeños.

Las fracturas intraarticulares se estabilizan con un tornillo para esponjosa, colocado con efecto

compresivo y un alambre de Kirschner para impedir la rotación (C) o con alambres de Kirschner múltiples

colocados en ángulos divergentes (D).

1.6 Fracturas diafisiarias radiocubitales combinadas

La mayoría de las fracturas del antebrazo afectan tanto al cúbito como al radio y muchas se

producen en el tercio medio o distal de la diáfisis. Existen variadas formas de manejarlas según

el tipo de fractura, el paciente y la cooperación del propietario, las facilidades disponibles y

capacidad del cirujano. Tales métodos incluyen reducción cerrada y coaptación externa,

reducción abierta y placa ósea, reducción abierta y enclavijamiento, y reducción abierta o

cerrada y fijación esquelética externa. En esta sección se describirán cada uno de estos

procedimientos.

13

Page 14: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

1.6.1 Reducción cerrada y coaptación externa

Algunas fracturas combinadas de radio y cúbito se pueden manejar en forma adecuada con una

coaptación externa después de una reducción cerrada. Este método es reserva para el

tratamiento de las fracturas mediodiafisiarias incompletas o transversas en animales jóvenes,

perros de tamaño mediano y gatos. Este medio de fijación se debe evitar en razas enanas y en

perros grandes activos. Parece existir una incidencia relativamente alta de unión demorada/no

unión en las fracturas distales de cúbito y radio en las razas enanas tratadas con coaptación

externa. Con estas fracturas, la reducción se considera adecuada cuando existe un

afrontamiento del 50% o más entre los cabos óseos. Cuando se realiza un yeso, el miembro no

debe presenta angulación en valgo o en varo. Respecto de las referencias y complicaciones de

la coaptación externa, se remite al lector a la sección de Fracturas diafisiarias aisladas del

cúbito o el radio.

1.6.2 Reducción abierta y placa ósea

El radio es un hueso ideal para la colocación de placas ya que el abordaje es simple, su

superficie craneal es el lado de tensión del hueso y se requiere doblar muy poco al implante

para que tome la forma correspondiente. Es el tratamiento de elección para las fracturas

combinadas de cúbito y radio en las razas enanas, grandes y gigantes y en los animales con

fracturas múltiples. Las fracturas de la porción distal del cúbito – radio en los perros enanos

parecen tener una alta incidencia de unión demorada/no unión cuando se las trata en forma

conservadora; su resolución mediante la colocación de placas provee la fijación rígida necesaria

para la curación. Una placa correctamente aplicada tiene más probabilidades, en comparación

con otros métodos de reparación, de soportar el gran estrés que se produce sobre la línea de

fractura en perros grandes y gigantes activos. De forma similar, la fijación rígida provista por la

placa ósea permite un rápido retorno a la función en pacientes con fracturas múltiples, en

comparación con los casos tratados en forma conservadora.

En general la colocación de una placa sobre el radio es suficiente, aunque en perros muy

grandes o activos se puede aconsejar el empleo de una en el radio y otra en el cúbito. El radio

se expone mediante un abordaje craneomedial; el cúbito se puede exponer tanto por un 14

Page 15: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

abordaje caudal como por uno caudolateral, si es que se ha de colocar una placa sobre este

hueso también. Los extremos proximal y distal del radio son más difíciles de exponer que la

diáfisis a causa de las inserciones musculares proximales y la gran adherencia aparente de los

tendones en distal. La placa se coloca sobre la superficie craneal del radio y si es necesario,

sobre la superficie caudolateral del cúbito (figura 8). La primera debe quedar por debajo de los

tendones extensores. El no cumplimiento de este punto limita la función de carpo y/o los dedos.

Figura 8. Fractura diafisiaria radiocubital combinada reparada con

placa.

Por lo general, sólo necesita fijar el radio, excepto en los perros muy

grandes o en aquellos con múltiples fracturas.

En las fracturas de la porción proximal del radio se pueden colocar tornillos a través de la placa

del radio que tomen también al cúbito. Este procedimiento aumenta la estabilidad de la fractura,

pero impide la supinación y la pronación del antebrazo; nunca se debe realizar en un animal en

crecimiento, ya que se puede provocar una deformación angular del miembro.

En las fracturas conminutas y en aquellas en animales viejos se recomienda el injerto de hueso

esponjoso. La porción proximal del húmero es un sitio adecuado para obtener el tejido por

15

Page 16: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

injertar. Este se puede colocar alrededor del sitio de fractura a medida que se lo obtiene del

húmero o se lo dispone en una canastilla de acero inoxidable hasta haber conseguido la

cantidad suficiente. Después de aplicar el injerto no se debe lavar el sitio de la fractura. Una

vez suturado el abordaje, se aplica un vendaje liviano que abarque desde la mano hasta la

mitad del húmero. Este vendaje previene la inflamación posoperatoria y matiene limpia a la

herida. Se lo retira a las 48 horas. La actividad del animal queda restringida a caminatas, con

correa durante 10 a 14 semanas. La placa se puede extraer a los 10 0 12 meses después de

haberse consolidado el hueso.

1.6.3 Reducción abierta y enclavijamiento intramedular

El radio no acepta el enclavijamiento de igual manera que el resto de los huesos largos por

muchas razones. Como este hueso es relativamente recto y ambas extremidades están

cubiertas con cartílago articular, el enclavijamiento retrógrado hace que el clavo ingrese en el

carpo o el codo. La forma oval de la cavidad medular limita el tamaño de los clavos que se

pueden usar. Además, muchos perros enanos no presenta una cavidad medular diferenciable

en el radio, lo que hace difícil y hasta imposible el enclavijamiento. Un clavo intramedular único

no provee fijación estable a una fractura radial, aún colocando un clavo en el cúbito; sólo provee

alineamiento. Por lo tanto, para lograr la fijación deseada, se debe suplementar con fijación

externa (yesos, férulas de Kirschner, etc.) (figura 9 a).

El enclavijamiento del radio se realiza en forma normógrada. El clavo se introduce desde la

superficie dorsal del hueso (cerca de la cicatriz de fisis distal) entre los tendones de los

músculos extensores carporradial y común de los dedos. Se necesita un clavo relativamente

flexible, ya que se debe deslizar sobre la corteza caudal y no perforarla para poder dirigirlo

hacia proximal por dentro del conducto medular. Uno grande no es flexible y perforará a la

corteza caudal en vez de doblarse y deslizarse. Se pueden utilizar clavos de Rush, pero su uso

está reservado a las fracturas metafisiarias distales (figura 9 b). La aplicación de estos clavos

en perros de tamaño pequeño a mediano es limitada, ya que los de menor diámetro son de

aproximadamente 2,5 mm. El enclavijamiento del cúbito se puede realizar en forma retrógrada

16

Page 17: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

(hacia el fragmento proximal) y normógrada (desde el olécranon hacia el extremo distal). El

tamaño de la porción distal del cúbito limita el tamaño del clavo por utilizar.

El enclavijamiento intramedular es el método menos deseable para manejar las fracturas del

cúbito y el radio. Junto con éste, se necesita alguna fijación externa secundaria. Si se elige un

coaptación externa, se pierde una de las ventajas de la fijación interna; la rápida vuelta a la

función y también las principales ventajas de la coaptación externa; disminución en la incidencia

de infecciones y mínimo trauma tisular.

Figura 9. Tratamiento de fractura

raduocubital.

A, Fractura radiocubital combinada tratada con un

clavo intramedular y un yeso de fibra de vidrio. B,

Fractura radial metafisiaria distal estabilizada con

dos clavos de Rush, estos se conducen en forma

normógrada y proveen una fijación estable con tres

puntos de apoyo. No se lo debe utilizar en las

fracturas diafisiarias.

17

Page 18: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

1.6.4 Reducción abierta o cerrada y fijación esquelética externa

La fijación ósea externa es muy versátil y una forma útil de manejar las fracturas combinadas de

cúbito y radio. Este dispositivo se puede aplicar después de reducciones tanto cerradas como

abiertas. Si se elige una reducción abierta, el abordaje debe tener una longitud limitada; sólo lo

necesario como para ver el sitio de fractura. El autor prefiere utilizar un abordaje craneomedial

limitado. El abordaje abierto ofrece la ventaja de la visualización de la fractura durante la

reducción y además permite colocar un injerto de hueso esponjoso.

Se dispone de muchas figuras de fijación esquelética externa. Una fractura transversa u oblicua

corta, relativamente estable en perros medianos, se puede tratar con una férula de medio clavo

(no pasante) tipo 1 sobre el radio, que consta de cuatro clavos conectados por una barra

estabilizadora (figura 10 c). Para fracturas similares en perros más grandes, se utiliza un

dispositivo similar pero con seis clavos (figura 10 d). El fijador se aplica en la cara craneal o

craneomedial del radio. La introducción de los clavos en dirección medial – lateral a través del

radio es difícil y puede provocarse una fractura iatrogénica a causa de la forma oval del hueso.

Durante la aplicación de un fijador externo, los clavos se deben colocar en un orden particular.

En primer término se reduce la fractura y se colocan los clavos proximal y distal. Estos se

aplican los más lejos posible de la línea de la fractura y en un ángulo de 45 a 60º con respecto

al eje longitudinal del hueso (figura 10 a). Se coloca la barra estabilizadora con cuatro rótulas,

utilizando las dos más extremas para tomar los clavos ya introducidos. Se pasan los dos clavos

centrales a través de las rótulas libres y se los introduce en el hueso (figura 10 b). Estos clavos

deben estar a 1-2 cm de la línea de la fractura. Cuanto mayor es la distancia entre los clavos

que están a cada lado de la fractura, mayor es la estabilidad mecánica lograda (figura 10 c). Se

ajustan todas las rótulas y se obtienen radiografías posoperatorias, después de lo cual se

pueden realizar pequeños ajustes en la reducción. Como los dispositivos con una sola barra

estabilizadora impiden grandes ajustes en la reducción de la fractura una vez colocados todos

los clavos es necesario asegurarse de que la reducción sea la correcta antes de aplicar el

fijador externo.

18

Page 19: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

La férula con seis clavos y una barra estabilizadora se aplica en forma similar a la de cuatro

clavos, colocando en la barra estabilizadora seis rótulas en lugar de cuatro. Los clavos

centrales, a cada lado de la línea de fractura, se deben colocar en último lugar (figura 10 d).

Figura 10. Fijación esquelética externa de una fractura diafisiaria radiocubital combinada.

A, Colocación de los clavos proximal y distal. B, Ajuste de la barra estabilizadora por medio de los clamps

y la colocación de los dos clavos centrales. C, Férula completa de cuatro clavos y una barra

estabilizadora terminada. D, Férula de seis clavos y una barra estabilizadora.

En el caso de fracturas conminutas inestables y en fracturas abiertas con fragmentos sueltos,

se puede utilizar un fijador externo de configuración cuadrilátera (figura 11). Este también es

particularmente útil para las fracturas proximales o distales, en las que uno de los segmentos es

muy corto. Este dispositivo permite la fijación de los clavos en dos planos, lo cual asegura una

fijación estable de los fragmentos pequeños, situación imposible de lograr con las otras

configuraciones. El armazón cuadrilátero, como otras fijaciones externas, se puede aplicar en

reducciones abiertas y cerradas. Si la reducción no es posible (por ej., por la presencia de 19

Page 20: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

fragmentos corticales sueltos), el hueso se alinea anatómicamente antes de colocar el fijador

externo. La primera hilera de clavos se coloca en la cara craneomedial del radio con la técnica

antes descrita. Una vez colocada la barra estabilizadora en la primera hilera de clavos, se

introduce la segunda en forma similar a la anterior, pero sobre la cara craneolateral del hueso.

Ambas filas se conectan una con otra mediante dos barras, una proximal y otra distal (figura

11).

Figura 11. Fijador externo cuadrilátero.

Útil para las fracturas radiocubitales conminutas

inestables, en especial para aquellas que se

producen en el tercio distal de la diáfisis.

Sin considerar la configuración elegida, los extremos de los clavos deben protruir ligeramente a

través de la segunda cortical. Se los introduce en forma manual o con perforadora de baja

velocidad. Las rótulas no deben tocar la piel y deben quedar aproximadamente a 1 cm de ella.

Los clavos se cortan cerca de las rótulas después de haber hecho los ajustes necesarios.

Terminada la operación se puede colocar un vendaje con compresión leve para tratar de

disminuir la inflamación posquirúrgica y se lo mantiene durante 48 horas. Cuando se retira el

vendaje, el dispositivo se cubre con algodón y tela adhesiva para ocultar las puntas de los

20

Page 21: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

clavos y evitar que se enganchen en alfombras u otros materiales. El ejercicio del animal se

restringe a caminatas con correa hasta que cure la fractura.

Los clavos de fijación se pueden aflojar antes de que se consolide la fractura. La probabilidad

de que esto suceda depende del tipo de fractura, configuración del dispositivo de fijación, edad

del animal y grado de actividad que se le permite realizar al paciente. Se puede elegir entre

remplazar al clavo que se aflojó o la extracción de todo el dispositivo y la posterior colocación

de una coaptación externa durante el tiempo que falte para completar la consolidación ósea. En

ciertos casos se puede eliminar el clavo que se aflojó y dejar el resto del dispositivo de fijación

externa sin modificar. Esto sólo se puede hacer si a cada lado de la fractura se mantienen

como mínimo dos clavos.

En general, la fijación externa se puede extraer sin anestesia ni sedación. Las rótulas y la barra

conectora se aflojan y sacan. Los clavos se extraen por tracción manual o con un par de

tenazas. La mínima hemorragia que se observa por el orificio del clavo se puede controlar

mediante un vendaje compresivo ligero. Se aconseja restringir la actividad del animal durante

varias semanas después de extraer el fijador externo, tiempo durante el cual se remodelarán los

orificios óseos creados por el dispositivo.

1.7 Fractura – separación de la fisis radial

Este tipo de lesión no se observa con frecuencia. Estas fracturas se producen a través de la

zona del cartílago hipertrofiado. El propietario del animal debe saber que el cierre prematuro de

la fisis y la deformación angular del miembro son secuelas que pueden seguir a estas fracturas.

De producirse, el cierre prematuro en general ocurre a las 2 semanas.

En primer término se debe intentar la reducción cerrada y la colocación de una coaptación

externa. Si ésta falla, se realiza la reducción abierta. La fractura se puede estabilizar con

pequeños alambres de Kirschner (figura 12). Estos se conducen desde la epífisis a través de la

fisis, hacia la metáfisis. Para reducir la posibilidad de cierre prematuro, los alambres deben

21

Page 22: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

quedar lo más paralelos entre sí y perpendiculares a la fisis. Se aconseja utilizar una

coaptación externa, en especial ante fracturas de la fisis distal. Generalmente estas fracturas

se consolidan en 3 semanas. Si es factible, los clavos se deben extraer.

Figura 12. Estabilización de la fractura radial proximal con alambras de

Kirschner.

Las fracturas de las fisis radial proximal y distal se pueden estabilizar con dos

pequeños alambres de Kirschner y puede ser necesario el agregado de una

coaptación externa, en especial con las distales.

22

Page 23: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Fijación de una fractura olecraneana extraarticular con un alambre en banda de

tensión.................................................................................................................................... 2 Figura 2. Fractura olecraneana conminuta intraarticular.............................................................. 5 Figura 3. Estabilización de una fractura de Monteggia ................................................................ 6 Figura 4. Coaptación externa ....................................................................................................... 8 Figura 5. Estabilización de fractura radial conminuta.................................................................. 9 Figura 6. Fractura de la apófisis estiloides del radio. ................................................................. 11 Figura 7. Estabilización, después de la reducción de una fractura de la cabeza radial. ............ 13 Figura 8. Fractura diafisiaria radiocubital combinada reparada con placa................................. 15 Figura 9. Tratamiento de fractura raduocubital. ......................................................................... 17 Figura 10. Fijación esquelética externa de una fractura diafisiaria radiocubital combinada. ..... 19 Figura 11. Fijador externo cuadrilátero. ..................................................................................... 20 Figura 12. Estabilización de la fractura radial proximal con alambras de Kirschner. ................. 22

23

Page 24: ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES

TABLA DE CONTENIDO

ESTABILIZACIÓN DE LAS FRACTURAS RADIOCUBITALES.................................................... 1

1.1 Fracturas del olécranon...................................................................................................... 2

1.1.1 Fijación con banda de tensión ........................................................................................ 3

1.1.2 Placas óseas................................................................................................................... 4

1.2 Fracturas de Monteggia...................................................................................................... 5

1.3 Fractura diafisiaria cubital o radial aislada ......................................................................... 7

1.4 Fracturas de las apófisis estiloides del radio y el cúbito................................................... 10

1.5 Fracturas de la cabeza radial ........................................................................................... 11

1.6 Fracturas diafisiarias radiocubitales combinadas............................................................. 13

1.6.1 Reducción cerrada y coaptación externa...................................................................... 14

1.6.2 Reducción abierta y placa ósea.................................................................................... 14

1.6.3 Reducción abierta y enclavijamiento intramedular ....................................................... 16

1.6.4 Reducción abierta o cerrada y fijación esquelética externa.......................................... 18

1.7 Fractura – separación de la fisis radial............................................................................. 21

ÍNDICE DE FIGURAS ................................................................................................................. 23

24