espiritualidad de los epap

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Los equipos parroquiales de animación pastoral se sostienen con una espiritualidad que crece y alimenta las acciones que se planifican.

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UNA ESPIRITUALIDAD QUE HAY QUE PROMOVER ELSPRITU QUE HA DE ANIMAR A LOS MIEMBROS DEL EPAPEl mundo va hacia la unidad y signo de esto es que todos los pases necesitan integrarse. El mundo necesita urgentemente encontrar el sentido que permita unirse. Esto es lo que la Iglesia puede ofrecer hoy al mundo: el sentido de las relaciones. En concreto llevar adelante este servicio significa centrarlo todo en la caridad que edifica la unidad: es la caridad que conduce a la comunin. El EPAP est atento a esto: toda ayuda y servicio que se ofrece va en ese sentido. Esta caridad se expresa en descubrir la unidad que ya est presente: lleva a reorientar la ptica de la reflexin y de la organizacin pastoral. El EPAP manifiesta un gran esfuerzo, que es genuinamente evanglico, para ayudar a percibir lo que es vlido y lo que est llamado a ser y crecer. Por eso los miembros del EPAP deben tener, o formarse para tener, capacidad de escucha, capacidad de dilogo y apertura al cambio; apertura al Espritu y capacidad de discernimiento. Por eso los miembros del EPAP deben estar dispuestos a trabajar con sinceridad de corazn, con creatividad, con dinmica activa con el deseo de vivir la Espiritualidad Comunitaria En el mbito parroquial es tarea del EPAP llamar constantemente al horizonte del ideal. El ideal es la unidad en la comunin. Esa unidad es la unidad de la fe, del Cristo total, de la presencia de Cristo all donde dos o tres estn reunidos...; es fuerza interior y luz. Es la unidad que hace sntesis de la multiplicidad y la diversidad en la Iglesia.

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Espiritualidad es encontrar a Dios que nos llama a la plenitud con los dems. Es la fe como estilo de relaciones En este itinerario no faltan dificultades. El camino por el "desierto" es el lugar para dar motivaciones de esperanza y crecer con y como pueblo. El EPAP facilita el camino, ya que llama constantemente al dilogo, provoca todo tipo de oportunidades para el dilogo hecho accin. Sirve a las personas y a los grupos en la misin de discernir. El EPAP se dispone constantemente a facilitar la reconciliacin y se esfuerza para descubrir las cualidades de los dems y se pregunta sobre lo que no se hizo para que hubiera mayor unidad. Para vivir en la tensin de la pacificacin hay que entrar en la dimensin de la esperanza a travs de la paciencia. En efecto el EPAP se vuelve el blanco de todo y de todos. Pero por la paciencia y la esperanza se cree que cada da es posible lo que cada da parece imposible... y esto porque Dios lo quiere. Es Pascua, es cruz, es muerte y vida. Tarea del EPAP en la parroquia es unir a la gente en la misin, proyectarla a la misin. Es volcar a cada uno y a todos para el bien de un pueblo: todos al servicio del Reino, para que brote ese Dios que est presente en su pueblo. En efecto una experiencia bblica profunda es sta: Dios nos pasa al lado y no nos damos cuenta; Dios estaba all y yo no lo saba; hasta ahora conoca a Dios slo de odas, pero ahora te han visto mis ojos. Dios pasa por las cosas ms simples y ms comunes: se precisa una nueva capacidad de visin, una actitud nueva, una nueva capacidad de amor. No nos basta estar unificados en la idea que tenemos de Dios. En la fe que tenemos en Dios, sino que hay que estar unificados en hacer lo que Dios nos pide. Es necesario ponerse constantemente delante de Dios para detectar la

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misin, con ciertas modalidades, ritmos... Mientras se ayuda al pueblo para que crezca, el EPAP construye" tambin al Prroco. Porque no basta que el Prroco quiera ser "bueno", "capaz", "abierto" : si est solo sus deseos quedarn siempre en utopa. Por su parte el Prroco es el que discierne y confirma la madurez del pueblo de su parroquia. A su vez el Obispo lo har en relacin a toda la Iglesia particular que es la dicesis. El EPAP en realidad, recorre el camino de la encarnacin. La naturaleza misma e intrnseca de las estructuras tiene la limitacin propia de todo medio. Por lo tanto: renuncia a la propia omnipotencia (autosuficiencia, arreglrselas solos, seguridades...) acepta la convivencia con personas que no se eligen acepta la demora del tiempo para crecer poco a poco. As sucede con Cristo cuya corporeidad es lmite y posibilidad; renuncia y afirmacin. Como nos dice Pablo en Fil 2, 1-18La unidad en el amor

2.1 Si la exhortacin en nombre de Cristo tiene algn valor, si algo vale el consuelo que brota del amor o la comunin en el Espritu, o la ternura y la compasin, 2 les ruego que hagan perfecta mi alegra, permaneciendo bien unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazn, un mismo pensamiento. 3 No hagan nada por rivalidad o vanagloria, y que la humildad los lleve a estimar a los otros como superiores a ustedes mismos. 4 Que cada uno busque no solamente su propio inters, sino tambin el de los dems. 5 Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo Jess. 6 l, que era de condicin divina, no consider esta igualdad con Dios como algo que deba guardar celosamente: 7 al contrario, se anonad a s mismo, tomando la condicin de servidor y hacindose semejante a los hombres. Y presentndose con aspecto humano, 8 se humill hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz. 9 Por eso, Dios lo exalt y le dio el Nombre que est sobre todo nombre, 10 para que al nombre de Jess, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, 11 y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: Jesucristo es el Seor. 12 Por eso, queridos mos, ustedes que siempre me han obedecido, trabajen por su salvacin con temor y temblor, no solamente cuando estoy entre ustedes, sino mucho ms ahora que estoy ausente. 13 Porque Dios es el que produce en ustedes el querer y el hacer, conforme a su designio de amor. 14 Procedan en todo sin murmuraciones ni discusiones: 15 as sern irreprochables y puros, hijos de Dios sin mancha, en medio de una generacin extraviada y pervertida, dentro de la cual ustedes brillan como haces de luz en el

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mundo, 16 mostrndole la Palabra de Vida. De esa manera, el Da de Cristo yo podr gloriarme de no haber trabajado ni sufrido en vano.

Uno quisiera que toda convivencia fuera pacfica y estimulante; pero la vida exige aceptar a las personas como son y con las implicaciones que esto trae. Del mismo modo en toda peregrinacin uno quisiera haber ya alcanzado el final; sin embargo hay que someterse al "paso a paso, a la progresin de los pasos que conducen hacia la meta En concreto es necesario someterse a lo realmente posible y en el tiempo posible, gracias a la revisin constante de lo que se va realizando. Se entra as en el terreno de la humildad y de la pobreza. Es la conciencia del propio lmite y de la permanente necesidad de renovar las estructuras; en la paciencia de lo que todava no se logra expresar y en la constancia firme para seguir tratando de lograrlo.

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