Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2015 - 08739

Editado por:Pronaturaleza - Fundación Peruana para la Conservación de la NaturalezaCalle Doña Juana 137 Urb. Los Rosales, Santiago de Surco, Lima, Perú.

Impreso en:JC ProduccionesÁlvaro Obrego 165 - 2, Santiago de Surco, Lima, Perú.

Redacción: Giuliana Godoy Mendoza Fotografías: PronaturalezaDiseño y diagramación: Kevin Jauregui de la Cruz

Esta publicación ha sido posible gracias al apoyo del Pueblo de los Estados Unidos de América a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) bajo los Términos del Contrato No AIDEPP-I-00-04-00024-00. Las opiniones aquí expresadas son las del autor (es) y no reflejan necesariamente la opinión de USAID ni del Gobierno de los Estados Unidos.

Esta publicación ha sido producida por encargo de la Unidad de Apoyo de la Iniciativa para la Conservación en la Amazonía Andina (ICAA) liderada por Engility / International Resources Group (IRG) y sus socios Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), Corporación de Gestión y Derecho Ambiental (ECOLEX), Social Impact (SI), Patrimonio Natural (PN) y Conservation Strategy Fund (CSF).

PRESENTACIÓN

Este documento, denominado “Mujeres de éxito en Atalaya. Historias de vida”, fue elaborado en el marco del Proyecto “Piloto de acción integral para impulsar una mayor equidad de género en la Provincia de Atalaya - Ucayali - Perú”, ejecutado por Pronaturaleza con el apoyo de USAID, a través de la Iniciativa para la Conservación de la Amazonía Andina – ICAA.

Los liderazgos suelen tener rostro y estilos predominantemente masculinos, y esto no es una excepción en las organizaciones indígenas. Sin embargo, las mujeres indígenas poco a poco van ganando espacios, superando barreras de diversa índole, que limitan e incluso amenazan sus oportunidades y capacidades para disponer de tiempo, recursos y redes de articulación social y política. Tal como expresan en sus testimonios, las lideresas indígenas, no solo deben afrontar la exclusión y la discriminación, sino además superar las contradicciones personales que se generan al ejercer su liderazgo y alejarse de sus responsabilidades en el hogar y la familia.

Estas historias de vida ilustran las luchas de mujeres indígenas de Atalaya por hacer escuchar su voz en diversos espacios de la sociedad. Tales son los casos de Nery Zapata y Jovita Vásquez, lideresas indígenas de los pueblos Yine y Shipibo-Conibo, respectivamente, quienes a pesar de las múltiples barreras y brechas de género que han tenido que enfrentar, se han convertido en ejemplos a seguir para las mujeres indígenas de Atalaya.

Actualmente, Nery Zapata es miembro del Consejo Directivo de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), luego de ejercer la presidencia de la Coordinadora Regional de Pueblos Indígenas AIDESEP Atalaya (CORPIAA). Desde su posición actual, esta joven lideresa promueve, a favor de las comunidades indígenas de todo el país, la igualdad de género y la participación política de las mujeres.

Jovita Vásquez fue regidora en la Municipalidad Provincial de Atalaya durante el periodo 2011-2014. Actualmente, es docente en la Universidad Católica Sedes Sapientiae – UCSS y sigue estudios de postgrado en Educación.

Nuestro sincero agradecimiento a Nery y Jovita por compartir sus historias de vida y ser inspiración para las mujeres indígenas del Perú.

“…Era luchar contra todos esos prejuicios y demostrar que las mujeres indígenas también podemos estudiar y lograr nuestras metas”

La educación en mi comunidad

En la comunidad Fernando Stahl donde yo nací, solo se podía estudiar hasta la primaria. Cuando yo era estudiante solo había la escuela de la iglesia. Hasta tercer año de primaria el profesor nos enseñaba en nuestra lengua nativa. Es a partir de cuarto grado de primara en que tuvimos un profesor bilingüe y ese cambio nos afectó mucho, especialmente en la secundaria, porque a veces no entendía los textos y sentí la exclusión y la discriminación como indígena.

HISTORIA DE VIDA DE JOVITA VÁSQUEZ

Mi familia es numerosa: somos ocho hermanos, cuatro varones y cuatro mujeres. Todos pertenecemos al pueblo Shipibo-Conibo. A mis padres siempre les preocupó nuestra educación, por eso cuando llegó el momento permitieron que mi hermana mayor me lleve a la ciudad de Pucallpa para que pueda estudiar la secundaria. Mis padres no tenían muchos recursos, por eso yo tenía que trabajar para poder solventar mis estudios. Trabajé como empleada doméstica en el día y por las noches iba a mi colegio; a veces era muy difícil

pero con mucho esfuerzo logré terminar mi secundaria. Luego mi gran sueño fue estudiar en la universidad pero en aquel momento no tuve la oportunidad, entonces postulé al Instituto Tecnológico Suizo de Pucallpa, a la carrera de Contabilidad. Solo estudié el primer ciclo porque no tenía dinero para seguir pagando la carrera. Después de dos años, postulé a otro instituto para formarme como docente, pero solo estudié un año y lo tuve que dejar nuevamente porque la situación económica era difícil y mis padres no tenían recursos para apoyarme, ellos son solo

Las mujeres indígenas podemos estudiar una carrera profesional

En esos años se creó la sede de la Universidad Católica Sedes Sapientiae - UCSS, mediante el Convenio con el Vicariato Apostólico de San Ramón. El artifice de ese proyecto fue el Monseñor Gerardo Sardín, quien

agricultores. Por ello vuelvo a mi comunidad y ahí me entero de la posibilidad de un apoyo a los jóvenes indígenas que quieren estudiar.

esposo. Para mí, era luchar contra todos esos prejuicios y demostrar que las mujeres indígenas también podemos estudiar y lograr nuestras metas.

El primer año de estudios era de preparatoria y obtuve el primer puesto. Luego, en el 2007, logré ingresar a la universidad con un puntaje alto a la carrera de Educación Básica Bilingüe Intercultural; ésta era una carrera que no se había escuchado antes. Ahora soy docente de la universidad, valoro mi cultura y he comprendido que la realidad de cada pueblo es diferente, pero nuestras necesidades son iguales. Trato de ayudar a mis hermanas y

dio a conocer sobre la iniciativa de abrir una universidad en Atalaya, pero nadie lo creía porque era muy difícil instalar una universidad en una provincia. Él luchó para que la universidad pueda crearse y luego de diez años pudo iniciar sus funciones. En el 2006, Monseñor Sardín invitó a todos los jóvenes que tuvieran el entusiasmo de querer aprender y uno de ellos fui yo.

Cuando llegué a la universidad habían muchos retos para mí, primero como mujer y luego como indígena, porque en nuestras comunidades nos dicen que las mujeres solo servimos para ser mamás, tener hijos y atender al

Jovita, regidora en la Municipalidad Provincial de Atalaya

Estando en el octavo ciclo de la universidad me invitaron a participar en un movimiento político. Yo me entusiasmé mucho porque era una oportunidad para ayudar a mis hermanos indígenas, pero lo pensé muchísimo porque era un gran compromiso representar a mi pueblo y a las mujeres. Finalmente acepté y fui regidora de la Municipalidad Provincial de Atalaya en el periodo 2011-2014.

Esa experiencia me permitió conocer cómo es la administración pública y he logrado fortalecerme como persona y como profesional. Ahora tengo la oportunidad de compartir lo que he aprendido con mi comunidad y eso es lo más valioso para mí.

Y sigo estudiando

Actualmente estoy estudiando una Maestría en Educación con mención en Ciencia, Persona, Familia y Sociedad, en San Ramón, Chanchamayo. Mis padres se sienten muy contentos y orgullosos por todo lo que he logrado, aunque al inicio fue muy difícil porque tuve que separarme de ellos. Ahora entiendo que el sacrificio valió la pena.

hermanos indígenas más jóvenes porque yo siento lo que ellos sienten. Yo soy la misma, solo adquirí nuevos conocimientos.

HISTORIA DE VIDA DE NERY ZAPATA

“Ha sido difícil y muy complicado que me acepten al frente de CORPIAA, pero con mis acciones he demostrado que las mujeres tenemos la capacidad para liderar, a pesar de que muchos hombres piensen de que solo estamos para atender a nuestros hijos y servir al marido”.

Nací en una humilde casa con el apoyo de mi abuela quien hizo las veces de partera, un 17 de junio de 1986 en la Comunidad Nativa Nuevo Belén de Huao, del distrito de Raimondi, provincia de Atalaya, departamento de Ucayali. Soy la sétima hija de padres originarios del pueblo Yine-Yami. Desde muy pequeña supe afrontar las necesidades básicas de mi familia ayudando a mi mamá en los quehaceres del hogar y en la chacra.

Mis estudios primarios los llevé a cabo en la misma comunidad,

El inicio de mi vidami padre fue mi maestro por ser el único docente que enseñaba en la comunidad. El año 2004 culminé mis estudios secundarios en la ciudad de Atalaya, a donde tuve que trasladarme ya que no existía el nivel secundario en mi comunidad. Desde muy pequeña, mis padres me enseñaron que las hijas mujeres no deberíamos estudiar en las universidades ya que los maridos son quienes deben mantener a sus mujeres y que tampoco deberíamos aprender la lengua originaria porque en la ciudad se habla el castellano. En cambio, mis hermanos varones contaban con todo el apoyo de

En ese tiempo tuve que afrontar un contexto en el que el machismo estaba en su máximo apogeo. No existían Jefas de Comunidades, tampoco dirigentes mujeres, solo por el prejuicio de que las mujeres deben estar en la casa cuidando a los hijos y atendiendo al marido.

Al frente de CORPIAA

En el 2008, gracias al apoyo de AIDESEP, logré una beca de estudios para la Universidad Andina Simón Bolívar de Ecuador. Cuando retorné al Perú y luego de haber estudiado tres meses sobre temas relacionados con el manejo sustentable de los recursos naturales y derechos indígenas, la Organización Regional AIDESEP Ucayali (ORAU) me convocó para desempeñar ad honorem el cargo de Directora del Programa Mujer Indígena de la región Ucayali hasta

El Programa de la Mujer Indígena de AIDESEP

el 2010. Con tan solo veintidós años logré cumplir un importante rol en el fortalecimiento de capacidades de las mujeres indígenas, promoviendo la equidad de género y el respeto a la mujer, el mismo que fue asimilado como una experiencia exitosa y muy aceptada por la organización.

mis padres para continuar con la educación superior.

Entonces, decidí romper esa barrera y participar, en diciembre del año 2011, en un congreso indígena provincial de Atalaya, que contó con la participación de todas las comunidades y organizaciones indígenas de la provincia. Allí salí elegida como miembro del Consejo Directivo de la Coordinadora Regional de Pueblos Indígenas de Atalaya (CORPIAA), en el cargo de Secretaria de Actas y Archivos. Paralelamente, me desempeñaba como secretaria en una institución pública de la localidad, puesto al que tuve que renunciar para asumir mi nuevo rol.

En este cargo tuve que liderar la organización debido al debilitamiento de la dirigencia, al mismo tiempo que me enfrentaba a otros líderes varones que me miraban como una mujer de coraje que realmente estaba liderando el movimiento indígena en Atalaya, ante la ausencia del presidente electo. Por ello, al ver que CORPIAA venía consiguiendo reconocimiento gracias a mi trabajo y esfuerzo, las comunidades afiliadas a las organizaciones base de CORPIAA, decidieron convocar a un congreso de emergencia en diciembre del año 2012, en el que luego de un amplio debate y con

Mi trabajo, mi esfuerzo y el sacrificio por sacar adelante a mi organización, tuvieron sus frutos. En diciembre del año pasado me eligieron como miembro del Consejo Directivo Nacional de la Asociación Interétnica de

En la dirigencia nacional de AIDESEP

mucha resistencia de algunos líderes varones, me eligieron como Presidenta de la CORPIAA.

En CORPIAA la agenda es mayor. Aquí abarcamos temas más grandes, orientados a representar a los pueblos indígenas en temas políticos, territoriales y culturales; además vemos temas de manejo forestal comunitario, acciones de mitigación del cambio climático y apoyamos en la solución a problemas de territorialidad en las comunidades, porque sin eso no podemos hablar de vida plena, ni de mayores oportunidades a las mujeres.

Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), cumpliendo así mi más anhelado sueño de la dirigencia nacional.

Actualmente, vivo en Lima con mis hijos y mi esposo. Desde la dirigencia nacional vengo promoviendo diversas actividades a favor de las comunidades indígenas de todo el país, como son la igualdad de género y la participación política de la mujer, entre otros.