entrevista sesha el periodico cataluña 2 mayo 2010

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Divulgador del Vedanta Advaita, la corriente más metafísica de la tradición hindú. I ván Oliveros, Sesha, (Colombia, 1960) es uno de los mayores di- vulgadores del Vedanta Advaita. Cada año imparte enseñanzas a miles de estudiantes. El próximo domingo 9 de mayo hablará en el Auditori, junto a Àlex Rovira, Xa- vier Guix, Pep Sala y Nacho Cano, sobre cómo vivir en tiempos de cri- sis, en un acto organizado por Inspi- ra Consciencia. –¿Qué es el Vedanta? –El aspecto más metafísico de la tra- dición hindú. –¿Cómo se introdujo en él? –Me introduje en la meditación e intenté durante varios años adop- tar una actitud de atención cons- tante en cada acto. Así, tras ocho años experimentando continua- mente cómo la mente va de un lu- gar a otro sin el más mínimo con- trol, y casi vencido por el inmenso esfuerzo que implica intentar per- manecer atento continuamente, lo- gré la experiencia profunda de la no-dualidad. –¿Logró descubrir qué es lo real? –Solemos asumir que lo experimen- tado sensorialmente es lo real. Las nu- bes, las formas y los colores de los árbo- les, la sensación del viento en el rostro, todas ellas se descubren comúnmen- te como experiencias reales. –¿Pero? –El mundo del sueño, la fantasía o la imaginación muestran que tal vez lo conocido no tiene la consistencia de realidad que se presupone a pri- mera vista tan evidente. –¿Qué es lo real? –Es necesario antes de profundi- zar en la respuesta entender dos co- sas. Primera, que el mundo que se advierte en los estados más altos de conciencia no-dual no es diferente al mundo cotidiano que las personas suelen reconocer. –¿Y segundo? –Que la mente, en dichos estados de percepción excepcional, traba- ja con otros atributos e interpreta el mundo bajo nuevos parámetros antes desconocidos. Así entonces, la no-dualidad permite, entre otras co- sas, una simultaneidad consciente de objeto-sujeto. –¿? –Es decir, el sentido psicológico de lo que solemos denominar «yo» des- aparece y la actividad consciente la asume una continuidad objeto-suje- to. Esta interpretación no-dual pue- de ser tan intensa, tan maravillosa, que el mundo entero puede integrar- se, para que el universo mismo se ex- perimente conociéndose a sí mismo de forma simultánea en todos y cada unos de sus atributos constituyen- tes. A este tipo de experiencia sole- mos denominarle nirvikalpa sama- dhi, similar a la de los grandes místi- cos cristianos. –Parece algo inalcanzable. –Se requiere simplemente de man- tener una atención sostenida, y sin esfuerzo volitivo, de forma ininte- rrumpida sobre los diferentes even- tos que suceden en la vida cotidia- na. La gran mayoría de las personas suele acompañar puntuales instan- tes de atención al presente con pro- longados momentos de descontrol en forma de ansiedad, inquietud y duda. –¿Vivimos en una falsa realidad? –Sí, en un mundo falso, construido de inexistentes fantasías. Reaccio- namos bajo todo tipo de condicio- namientos y programaciones psico- lógicas. Un mundo así evidentemen- te no es lo real. –¿El secreto es enfocarnos en el pre- sente? –Cuando la atención se enfoca y se sostiene en el presente sin que me- die tensión psicológica por realizar la acción, entonces ocurre algo completamente inesperado: la di- solución momentánea del «yo». –Parece extraño. –Pero sucede a la mayoría de las personas de forma frecuen- te. Cuando el lector lee este artí- culo de manera atenta puede re- configurar la percepción. Para ello basta que permanezca cen- trado en el texto y que nada más le perturbe su atención. Si lo lo- gra, como ocurre también al ver televisión o trabajar en su ofici- na, el sentido de apropiación de la acción se desvanece de la men- te. Podrá entonces ser conscien- te, mas no podrá testificar que «usted» existe. –... –Será entonces consciente de la lectura pero no de que es usted quien lee. Realizará cualquier ti- po de deporte y será consciente de lo ocurre mientras lo practica, pero no podrá atestiguarse a us- ted mismo mientras lo realiza. –¿Qué más ha aprendido del Ve- danta? –A ser realista y dejar de presu- poner mundos inexistentes en la mente que impiden vivir y reac- cionar exclusivamente en el pre- sente. Eso acalla las dudas de la mente y permite vivir sin tantos locutores mentales. –Y nos sentimos más libres. –Sí, porque la libertad no consis- te en hacer lo que se desee, sino más bien en reaccionar a cual- quier evento de la cotidianidad sin tensión interior. Permitir que los eventos nazcan y mue- ran sin intentar hacerlos perma- necer más de la cuenta provee de una relación más intensa y vi- va con el presente, entregándo- se en una justa medida cada acto de la vida. H Iván Oliveros, ‘Sesha’, en Barcelona. MARC VILA «La libertad es reaccionar sin tensión» Iván Oliveros, ‘Sesha’ POR GASPAR HERNÀNDEZ EL ARTE DE VIVIR D e los muertos, solo lo me- jor», dice una frase bos- nia que, estoy seguro, tie- ne equivalente en todas las lenguas. Por el miedo ante la propia muerte, por el deseo de que, un día, también hablen de noso- tros en superlativo o, simplemente, porque el fallecido ya no es ni amena- za ni rival al que temer, hablar bien de los muertos se ha convertido en parte de la tradición universal, y la in- dulgencia y el perdón, en los postula- dos de todas las religiones. Hay una vieja costumbre musul- mana: el imán, antes de entregar el cuerpo del fallecido a sus hijos pa- ra que lo introduzcan en la tumba, pregunta a los presentes en el entie- rro si perdonan al difunto por las co- sas malas que les ha hecho en esta vida. «¡Halal!» (perdón), dice el coro, y la ceremonia puede concluir. De niño me preguntaba qué ocurriría si alguno de los presentes rechaza- ra dar halal al difunto. ¿Le podrían enterrar igual? Por supuesto, jamás ocurrió, por lo menos en los entie- rros que presencié. La costumbre, casi la obligación, de hablar bien de los muertos a ve- ces es pura hipocresía, al estilo de: «Todos sabemos que el difunto fue un desgraciado, pero recordamos lo bueno que era». O al revés. Hace justo 30 años, 150 jefes de Estado y gobier- no de todo el mundo y un millón de ciudadanos se reunieron en Belgra- do, en el funeral del expresidente de Yugoslavia, Tito. Los meses posterio- res, delante de la Casa floral, no cesa- ban las kilométricas colas de perso- nas que se despedían de su coman- dante. Pero, 10 años más tarde, los nacionalistas serbios ya pedían la ex- humación y la expulsión de Serbia de los restos del «bandolero y crimi- nal». La cripta se quedó sin flores, pe- ro sobrevivió y, después de 20 años, de nuevo es lugar de peregrinaje. «No derrumbes esta piedra», escribió, ha- ce siglos, en su tumba un cátaro bos- nio, «porque yo nunca más seré como tú, pero tú un día serás como yo». Si les parece que el artículo de hoy tiene algo que ver con el presidente de Polonia –a quien antes de su trá- gica muerte apoyaban el 20% de los polacos mientras que el día de su fu- neral lo hacían el 80%– tienen razón. Eso es lo que ocurre con algunos falle- cimientos: en un momento se para el presente, se anula el futuro y se cam- bia el pasado. El eslogan de la funeraria El futu- ro prometedor lo resume todo: «Lo suyo es solo morirse, de lo demás nos cuidamos nosotros». H Lo suyo es morirse DESDE LEJOS POR BOBAN MINIC Pasa con algunas muertes: se para el presente, se anula el futuro y se cambia el pasado LECTURAS POR MINUTOS ‘Vedanta Advaita’ Sesha. Gaia Ediciones. 12 euros. «Me encontraba con un grupo de estudiantes realizando un se- minario en Álava. (...) Llegué el primero al lugar deseado y per- manecí contemplando el paisa- je a la espera de los jóvenes es- tudiantes. La fuerza de la prima- vera se hacía sentir por doquier. (...) Mientras todo ello acontecía, no preguntaba acerca de dónde me encontraba o quién era yo. La fuerza de la primavera había im- pregnado mis sentidos de gusto por ella. Está proyectado en cada evento externo; saboreaba cada percepción sin notar que lo ha- cía. Era consciente de cada de- talle, pero no tenía interés algu- no de reconocerme como agen- te diferenciado del espectáculo sensorio. (...) Estaba completa- mente fuera; no había vestigio de sujeto; todo el universo de la per- cepción se resumía en ser objeto que los sentidos detectan”. 17 2 DE MAYO DEL 2010

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  • Divulgador del Vedanta Advaita, la corriente ms metafsica de la tradicin hind.

    Ivn Oliveros, Sesha, (Colombia, 1960) es uno de los mayores di-vulgadores del Vedanta Advaita. Cada ao imparte enseanzas a miles de estudiantes. El prximo

    domingo 9 de mayo hablar en el Auditori, junto a lex Rovira, Xa-vier Guix, Pep Sala y Nacho Cano, sobre cmo vivir en tiempos de cri-sis, en un acto organizado por Inspi-ra Consciencia.

    Qu es el Vedanta?El aspecto ms metafsico de la tra-dicin hind.

    Cmo se introdujo en l?Me introduje en la meditacin e intent durante varios aos adop-tar una actitud de atencin cons-tante en cada acto. As, tras ocho aos experimentando continua-mente cmo la mente va de un lu-gar a otro sin el ms mnimo con-trol, y casi vencido por el inmenso esfuerzo que implica intentar per-manecer atento continuamente, lo-gr la experiencia profunda de la no-dualidad.

    Logr descubrir qu es lo real?Solemos asumir que lo experimen-tado sensorialmente es lo real. Las nu-bes, las formas y los colores de los rbo-les, la sensacin del viento en el rostro, todas ellas se descubren comnmen-te como experiencias reales. Pero?El mundo del sueo, la fantasa o la imaginacin muestran que tal vez lo conocido no tiene la consistencia de realidad que se presupone a pri-mera vista tan evidente.

    Qu es lo real?Es necesario antes de profundi-zar en la respuesta entender dos co-sas. Primera, que el mundo que se advierte en los estados ms altos de conciencia no-dual no es diferente al mundo cotidiano que las personas suelen reconocer.

    Y segundo?Que la mente, en dichos estados de percepcin excepcional, traba-ja con otros atributos e interpreta el mundo bajo nuevos parmetros antes desconocidos. As entonces, la no-dualidad permite, entre otras co-sas, una simultaneidad consciente de objeto-sujeto.

    ?Es decir, el sentido psicolgico de lo que solemos denominar yo des-aparece y la actividad consciente la asume una continuidad objeto-suje-to. Esta interpretacin no-dual pue-de ser tan intensa, tan maravillosa, que el mundo entero puede integrar-se, para que el universo mismo se ex-perimente conocindose a s mismo de forma simultnea en todos y cada unos de sus atributos constituyen-tes. A este tipo de experiencia sole-mos denominarle nirvikalpa sama-dhi, similar a la de los grandes msti-cos cristianos.

    Parece algo inalcanzable.Se requiere simplemente de man-tener una atencin sostenida, y sin esfuerzo volitivo, de forma ininte-rrumpida sobre los diferentes even-tos que suceden en la vida cotidia-na. La gran mayora de las personas suele acompaar puntuales instan-tes de atencin al presente con pro-longados momentos de descontrol en forma de ansiedad, inquietud y duda.

    Vivimos en una falsa realidad?S, en un mundo falso, construido de inexistentes fantasas. Reaccio-namos bajo todo tipo de condicio-namientos y programaciones psico-lgicas. Un mundo as evidentemen-te no es lo real.

    El secreto es enfocarnos en el pre-sente?Cuando la atencin se enfoca y se sostiene en el presente sin que me-die tensin psicolgica por realizar

    la accin, entonces ocurre algo completamente inesperado: la di-solucin momentnea del yo.

    Parece extrao.Pero sucede a la mayora de las personas de forma frecuen-te. Cuando el lector lee este art-culo de manera atenta puede re-configurar la percepcin. Para ello basta que permanezca cen-trado en el texto y que nada ms le perturbe su atencin. Si lo lo-gra, como ocurre tambin al ver televisin o trabajar en su ofici-na, el sentido de apropiacin de la accin se desvanece de la men-te. Podr entonces ser conscien-te, mas no podr testificar que usted existe.

    ...Ser entonces consciente de la lectura pero no de que es usted quien lee. Realizar cualquier ti-po de deporte y ser consciente de lo ocurre mientras lo practica, pero no podr atestiguarse a us-ted mismo mientras lo realiza. Qu ms ha aprendido del Ve-danta?A ser realista y dejar de presu-poner mundos inexistentes en la mente que impiden vivir y reac-cionar exclusivamente en el pre-sente. Eso acalla las dudas de la mente y permite vivir sin tantos locutores mentales.

    Y nos sentimos ms libres.S, porque la libertad no consis-te en hacer lo que se desee, sino ms bien en reaccionar a cual-quier evento de la cotidianidad sin tensin interior. Permitir que los eventos nazcan y mue-ran sin intentar hacerlos perma-necer ms de la cuenta provee de una relacin ms intensa y vi-va con el presente, entregndo-se en una justa medida cada acto de la vida. H

    Ivn Oliveros, Sesha, en Barcelona.

    MARC VILA

    La libertad es reaccionar sin tensin

    Ivn Oliveros, Sesha

    POR GASPAR HERNNDEZEL ARTE DE VIVIR

    De los muertos, solo lo me-jor, dice una frase bos-nia que, estoy seguro, tie-ne equivalente en todas las lenguas. Por el miedo

    ante la propia muerte, por el deseo de que, un da, tambin hablen de noso-tros en superlativo o, simplemente, porque el fallecido ya no es ni amena-za ni rival al que temer, hablar bien de los muertos se ha convertido en parte de la tradicin universal, y la in-dulgencia y el perdn, en los postula-dos de todas las religiones. Hay una vieja costumbre musul-mana: el imn, antes de entregar el cuerpo del fallecido a sus hijos pa-ra que lo introduzcan en la tumba, pregunta a los presentes en el entie-rro si perdonan al difunto por las co-sas malas que les ha hecho en esta vida. Halal! (perdn), dice el coro, y la ceremonia puede concluir. De nio me preguntaba qu ocurrira si alguno de los presentes rechaza-ra dar halal al difunto. Le podran enterrar igual? Por supuesto, jams ocurri, por lo menos en los entie-rros que presenci. La costumbre, casi la obligacin, de hablar bien de los muertos a ve-ces es pura hipocresa, al estilo de: Todos sabemos que el difunto fue un desgraciado, pero recordamos lo bueno que era. O al revs. Hace justo

    30 aos, 150 jefes de Estado y gobier-no de todo el mundo y un milln de ciudadanos se reunieron en Belgra-do, en el funeral del expresidente de Yugoslavia, Tito. Los meses posterio-res, delante de la Casa floral, no cesa-ban las kilomtricas colas de perso-nas que se despedan de su coman-dante. Pero, 10 aos ms tarde, los nacionalistas serbios ya pedan la ex-humacin y la expulsin de Serbia de los restos del bandolero y crimi-nal. La cripta se qued sin flores, pe-ro sobrevivi y, despus de 20 aos, de nuevo es lugar de peregrinaje. No derrumbes esta piedra, escribi, ha-ce siglos, en su tumba un ctaro bos-nio, porque yo nunca ms ser como t, pero t un da sers como yo. Si les parece que el artculo de hoy tiene algo que ver con el presidente de Polonia a quien antes de su tr-gica muerte apoyaban el 20% de los polacos mientras que el da de su fu-neral lo hacan el 80% tienen razn. Eso es lo que ocurre con algunos falle-cimientos: en un momento se para el presente, se anula el futuro y se cam-bia el pasado. El eslogan de la funeraria El futu-ro prometedor lo resume todo: Lo suyo es solo morirse, de lo dems nos cuidamos nosotros. H

    Lo suyoes morirse

    DESDE LEJOS

    POR BOBAN MINIC

    Pasa con algunas muertes:

    se para el presente,

    se anula el futuro

    y se cambia el pasado

    LECTURAS POR MINUTOS

    Vedanta AdvaitaSesha. Gaia Ediciones.

    12 euros.

    Me encontraba con un grupo de estudiantes realizando un se-minario en lava. (...) Llegu el primero al lugar deseado y per-manec contemplando el paisa-je a la espera de los jvenes es-tudiantes. La fuerza de la prima-vera se haca sentir por doquier. (...) Mientras todo ello aconteca, no preguntaba acerca de dnde me encontraba o quin era yo. La fuerza de la primavera haba im-pregnado mis sentidos de gusto por ella. Est proyectado en cada evento externo; saboreaba cada percepcin sin notar que lo ha-ca. Era consciente de cada de-talle, pero no tena inters algu-no de reconocerme como agen-te diferenciado del espectculo sensorio. (...) Estaba completa-mente fuera; no haba vestigio de sujeto; todo el universo de la per-cepcin se resuma en ser objeto que los sentidos detectan.

    172 DE MAYO DEL 2010