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  • Divulgador del Vedanta Advaita, la corriente ms metafsica de la tradicin hind.

    Ivn Oliveros, Sesha, (Colombia, 1960) es uno de los mayores di-vulgadores del Vedanta Advaita. Cada ao imparte enseanzas a miles de estudiantes. El prximo

    domingo 9 de mayo hablar en el Auditori, junto a lex Rovira, Xa-vier Guix, Pep Sala y Nacho Cano, sobre cmo vivir en tiempos de cri-sis, en un acto organizado por Inspi-ra Consciencia.

    Qu es el Vedanta?El aspecto ms metafsico de la tra-dicin hind.

    Cmo se introdujo en l?Me introduje en la meditacin e intent durante varios aos adop-tar una actitud de atencin cons-tante en cada acto. As, tras ocho aos experimentando continua-mente cmo la mente va de un lu-gar a otro sin el ms mnimo con-trol, y casi vencido por el inmenso esfuerzo que implica intentar per-manecer atento continuamente, lo-gr la experiencia profunda de la no-dualidad.

    Logr descubrir qu es lo real?Solemos asumir que lo experimen-tado sensorialmente es lo real. Las nu-bes, las formas y los colores de los rbo-les, la sensacin del viento en el rostro, todas ellas se descubren comnmen-te como experiencias reales. Pero?El mundo del sueo, la fantasa o la imaginacin muestran que tal vez lo conocido no tiene la consistencia de realidad que se presupone a pri-mera vista tan evidente.

    Qu es lo real?Es necesario antes de profundi-zar en la respuesta entender dos co-sas. Primera, que el mundo que se advierte en los estados ms altos de conciencia no-dual no es diferente al mundo cotidiano que las personas suelen reconocer.

    Y segundo?Que la mente, en dichos estados de percepcin excepcional, traba-ja con otros atributos e interpreta el mundo bajo nuevos parmetros antes desconocidos. As entonces, la no-dualidad permite, entre otras co-sas, una simultaneidad consciente de objeto-sujeto.

    ?Es decir, el sentido psicolgico de lo que solemos denominar yo des-aparece y la actividad consciente la asume una continuidad objeto-suje-to. Esta interpretacin no-dual pue-de ser tan intensa, tan maravillosa, que el mundo entero puede integrar-se, para que el universo mismo se ex-perimente conocindose a s mismo de forma simultnea en todos y cada unos de sus atributos constituyen-tes. A este tipo de experiencia sole-mos denominarle nirvikalpa sama-dhi, similar a la de los grandes msti-cos cristianos.

    Parece algo inalcanzable.Se requiere simplemente de man-tener una atencin sostenida, y sin esfuerzo volitivo, de forma ininte-rrumpida sobre los diferentes even-tos que suceden en la vida cotidia-na. La gran mayora de las personas suele acompaar puntuales instan-tes de atencin al presente con pro-longados momentos de descontrol en forma de ansiedad, inquietud y duda.

    Vivimos en una falsa realidad?S, en un mundo falso, construido de inexistentes fantasas. Reaccio-namos bajo todo tipo de condicio-namientos y programaciones psico-lgicas. Un mundo as evidentemen-te no es lo real.

    El secreto es enfocarnos en el pre-sente?Cuando la atencin se enfoca y se sostiene en el presente sin que me-die tensin psicolgica por realizar

    la accin, entonces ocurre algo completamente inesperado: la di-solucin momentnea del yo.

    Parece extrao.Pero sucede a la mayora de las personas de forma frecuen-te. Cuando el lector lee este art-culo de manera atenta puede re-configurar la percepcin. Para ello basta que permanezca cen-trado en el texto y que nada ms le perturbe su atencin. Si lo lo-gra, como ocurre tambin al ver televisin o trabajar en su ofici-na, el sentido de apropiacin de la accin se desvanece de la men-te. Podr entonces ser conscien-te, mas no podr testificar que usted existe.

    ...Ser entonces consciente de la lectura pero no de que es usted quien lee. Realizar cualquier ti-po de deporte y ser consciente de lo ocurre mientras lo practica, pero no podr atestiguarse a us-ted mismo mientras lo realiza. Qu ms ha aprendido del Ve-danta?A ser realista y dejar de presu-poner mundos inexistentes en la mente que impiden vivir y reac-cionar exclusivamente en el pre-sente. Eso acalla las dudas de la mente y permite vivir sin tantos locutores mentales.

    Y nos sentimos ms libres.S, porque la libertad no consis-te en hacer lo que se desee, sino ms bien en reaccionar a cual-quier evento de la cotidianidad sin tensin interior. Permitir que los eventos nazcan y mue-ran sin intentar hacerlos perma-necer ms de la cuenta provee de una relacin ms intensa y vi-va con el presente, entregndo-se en una justa medida cada acto de la vida. H

    Ivn Oliveros, Sesha, en Barcelona.

    MARC VILA

    La libertad es reaccionar sin tensin

    Ivn Oliveros, Sesha

    POR GASPAR HERNNDEZEL ARTE DE VIVIR

    De los muertos, solo lo me-jor, dice una frase bos-nia que, estoy seguro, tie-ne equivalente en todas las lenguas. Por el miedo

    ante la propia muerte, por el deseo de que, un da, tambin hablen de noso-tros en superlativo o, simplemente, porque el fallecido ya no es ni amena-za ni rival al que temer, hablar bien de los muertos se ha convertido en parte de la tradicin universal, y la in-dulgencia y el perdn, en los postula-dos de todas las religiones. Hay una vieja costumbre musul-mana: el imn, antes de entregar el cuerpo del fallecido a sus hijos pa-ra que lo introduzcan en la tumba, pregunta a los presentes en el entie-rro si perdonan al difunto por las co-sas malas que les ha hecho en esta vida. Halal! (perdn), dice el coro, y la ceremonia puede concluir. De nio me preguntaba qu ocurrira si alguno de los presentes rechaza-ra dar halal al difunto. Le podran enterrar igual? Por supuesto, jams ocurri, por lo menos en los entie-rros que presenci. La costumbre, casi la obligacin, de hablar bien de los muertos a ve-ces es pura hipocresa, al estilo de: Todos sabemos que el difunto fue un desgraciado, pero recordamos lo bueno que era. O al revs. Hace justo

    30 aos, 150 jefes de Estado y gobier-no de todo el mundo y un milln de ciudadanos se reunieron en Belgra-do, en el funeral del expresidente de Yugoslavia, Tito. Los meses posterio-res, delante de la Casa floral, no cesa-ban las kilomtricas colas de perso-nas que se despedan de su coman-dante. Pero, 10 aos ms tarde, los nacionalistas serbios ya pedan la ex-humacin y la expulsin de Serbia de los restos del bandolero y crimi-nal. La cripta se qued sin flores, pe-ro sobrevivi y, despus de 20 aos, de nuevo es lugar de peregrinaje. No derrumbes esta piedra, escribi, ha-ce siglos, en su tumba un ctaro bos-nio, porque yo nunca ms ser como t, pero t un da sers como yo. Si les parece que el artculo de hoy tiene algo que ver con el presidente de Polonia a quien antes de su tr-gica muerte apoyaban el 20% de los polacos mientras que el da de su fu-neral lo hacan el 80% tienen razn. Eso es lo que ocurre con algunos falle-cimientos: en un momento se para el presente, se anula el futuro y se cam-bia el pasado. El eslogan de la funeraria El futu-ro prometedor lo resume todo: Lo suyo es solo morirse, de lo dems nos cuidamos nosotros. H

    Lo suyoes morirse

    DESDE LEJOS

    POR BOBAN MINIC

    Pasa con algunas muertes:

    se para el presente,

    se anula el futuro

    y se cambia el pasado

    LECTURAS POR MINUTOS

    Vedanta AdvaitaSesha. Gaia Ediciones.

    12 euros.

    Me encontraba con un grupo de estudiantes realizando un se-minario en lava. (...) Llegu el primero al lugar deseado y per-manec contemplando el paisa-je a la espera de los jvenes es-tudiantes. La fuerza de la prima-vera se haca sentir por doquier. (...) Mientras todo ello aconteca, no preguntaba acerca de dnde me encontraba o quin era yo. La fuerza de la primavera haba im-pregnado mis sentidos de gusto por ella. Est proyectado en cada evento externo; saboreaba cada percepcin sin notar que lo ha-ca. Era consciente de cada de-talle, pero no tena inters algu-no de reconocerme como agen-te diferenciado del espectculo sensorio. (...) Estaba completa-mente fuera; no haba vestigio de sujeto; todo el universo de la per-cepcin se resuma en ser objeto que los sentidos detectan.

    172 DE MAYO DEL 2010


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