entrevista rojas marcos resiliència

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VIERNES, 26 MARZO 2010 LA CONTRA R esiliencia es… La capacidad humana de asi- milar y superar adversida- des graves. Deriva del latín resilire: rebotar. ¿La resiliencia nos ha lle- vado hasta aquí como especie? Es un mecanismo adaptativo, sin duda. ¿Qué adversidad es la peor? Perder a alguien muy querido. Padecer una enfermedad terminal, o un accidente trau- mático, o una agresión violenta... En térmi- nos generales: una ruptura fuerte. ¿Ruptura con qué? Con tus conexiones con la vida hasta el mo- mento. Si depositas tu identidad en tu em- pleo, ¡perderlo será una grave adversidad! Y me quedaré sin sustento material. Ya, pero adversidad grave es la que sacude tu sentido de la vida, la que te lleva al “¿tie- ne ahora algún sentido seguir viviendo?”. ¿O resiliente o suicida? Sí. Aunque habrá también quien siga vivo sin vivir, pasivo. O con hábitos autodestruc- tivos, que es otro modo de suicidio. Deme tres ejemplos de resilientes. Joseph (54 años) superó un cáncer de pán- creas. Hoy se le ha reproducido, le afecta ya a los huesos. ¡Yo hubiese tirado ya la toalla! Él sigue activo, relacionado, sin hundirse. Otro. Rose (44 años), de clase media-alta: desde los 5 años su tío abusó de ella sexualmente. Eso le ha dificultado confiar en los demás, relacionarse... Pese a todo, ha sabido sobre- ponerse y cultiva la confianza. Y tres. Marie ha visto morir de leucemia a su único hijo (23 años), que ella crió como madre sol- tera. Hoy me dice que ese trauma la ha he- cho sabia, que hoy sabe qué es esencial y qué es superfluo. A este fenómeno le llamo crecimiento postraumáutico. ¿Aprender de la desgracia? La mayoría preferiría no haber vivido ese sufrimiento, pero a la vez te confesarán que eso los ha hecho mejores… Un tetrapléjico me dijo que no cambia- ba su vida por la anterior al accidente... Estudios con personas que han sufrido una grave adversidad revelan que su grado de felicidad presente es casi idéntico al que te- nían antes del suceso. Se observa lo mismo entre gemelos idénticos. En tal caso, la resiliencia podría ser una aptitud genética. Tiene una base genética, seguro. Pero inter- fieren después factores ambientales. ¿Cuáles? Dos, fundamentalmente: uno, el grado de co- nexiones afectivas; y dos, el grado de auto- nomía personal. Repasemos: uno, conexiones afectivas. Se trata de haber recibido afecto y tener una red de amigos. ¡Cultívelos! Si tienes con quien hablar y compartir, ¡estás salvado! ¿Sí? ¿Basta con hablar? Sí: cuando me abandonó mi primera mujer, yo caí en una depresión. Y hablar con un amigo me salvó. ¿Ha sido esa ruptura conyugal la ma- yor adversidad de su vida? Sí..., hasta que estuve a punto de morir en el 11-S, donde desaparecieron varios conoci- dos míos, como el mismo jefe de bomberos... Lo superé también hablando con amigos... Necesitamos ser escuchados. Es algo aún más elemental: hablar supone objetivar verbalmente las emociones, empa- quetarlas en palabras, sacarlas de ti, alejar- las..., y eso va diluyendo el conflicto emocio- nal. Incluso hablar con tu perro, tu gato... ¿Y si no tengo ni un amigo, ni un perro ni un gato? Háblate a ti mismo al espejo. ... ¡Sí, sí...! O con la pared. Habla con una pa- red. ¡Habla! Que sí, que eso te aliviará: ¡ha- blar solo es muy saludable! Le creo, pero mejor cultivaré amigos. Dos: autonomía personal, me decía... Un científico, Sanderson, hizo un experi- mento ilustrativo: reclutó a personas que se ahogan ante el CO 2 y les hizo respirar aire por un tubo, inyectando crecientes dosis de CO 2 ..., pero haciendo creer a la mitad de ellos que girando una llave podían minimi- zar la dosis. Eso era mentira, ¡pero el 75% de estos permanecieron tranquilos..., mien- tras que el resto padecía accesos de pánico! Conclusión. Sentir que dominas las riendas de tu vida te da poder sobre tus circunstancias. Sabiendo todo esto, ¿cómo puedo apli- cármelo para fortalecer mi resiliencia? Uno, cultiva tus relaciones afectivas. Dos, narra lo que te pasa, cuenta tu historia. Tres, intenta pensar que tienes poder sobre tus circunstancias, y así minimízalas. ¡Cre- cerás en autoestima y autocontrol! Serás más resiliente: alejarás la infelicidad. ¿Quiénes son más resilientes en gene- ral, los hombres o las mujeres? Aunque nacen más hombres que mujeres, acaban sobreviviendo más mujeres que hombres... Es un dato. Si le pregunto: “Vivir, ¿para qué?”, ¿qué me responde, doctor? Dímelo tú. Si tú no encuentras motivo algu- no para vivir, ¡nada puedo hacer yo! Pero siempre suele salir algo ínfimo: ver salir el sol, ver un partido... Y tirando de ese hilo, de lo que se esconde detrás de eso, encontra- remos las conexiones con la vida... ¿Cuál es su motivo para vivir, doctor? ¡Tengo tantos, felizmente...! Pero si me obli- gas a quedarme sólo con uno, te diré uno: “Ya que estoy aquí..., ¡aprovecho!”. VÍCTOR-M. AMELA XAVIER GÓMEZ “Habla con una pared: ¡hablar solo es muy saludable!” VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET Tengo 66 años. Nací en Sevilla y vivo en Nueva York desde 1968. Soy médico y psiquiatra. Es- toy casado y tengo cuatro hijos (de 40 a 19 años) de dos matrimonios, y un nieto (1 año). ¿Polí- tica? Social. ¿Dios? No creo, y respeto a los que creen. Afectos y autonomía dan resiliencia “No importa lo que pa- se: ¡importa cómo vives lo que pasa!”, dijo un viejo sabio. A esa capaci- dad la llaman hoy resi- liencia, y Rojas Marcos le dedica el manual Supe- rar la adversidad (Espa- sa), pistas para asimilar mejor reveses. Una cita de Darwin lo encabeza: “No son los más fuertes de la especie los que so- breviven: sobreviven los más flexibles y adapta- bles a los cambios”. Y para ello conviene auto- confianza, nacida del cariño (“yo era un desas- troso estudiante... hasta que una profesora me hizo sentir que confiaba en mí”, recuerda don Luis), y el escudo del humor: cuando don Luis preguntó a su madre qué prefería que hicie- sen con su cuerpo al mo- rir, ella dijo: “Dadme una sorpresa”. Recorta este vale descuento. Hoy vale descuento del elefante. Viernes 26 VALE DESCUENTO 1 Por sólo Resiliencia Luis Rojas Marcos, psiquiatra 46140

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Page 1: Entrevista rojas marcos resiliència

VIERNES, 26 MARZO 2010

LA CONTRA

R esiliencia es…La capacidad humana de asi-milar y superar adversida-des graves. Deriva del latínresilire: rebotar.

¿La resiliencia nos ha lle-vado hasta aquí como especie?Es un mecanismo adaptativo, sin duda.

¿Qué adversidad es la peor?Perder a alguien muy querido. Padecer unaenfermedad terminal, o un accidente trau-mático, o una agresión violenta... En térmi-nos generales: una ruptura fuerte.

¿Ruptura con qué?Con tus conexiones con la vida hasta el mo-mento. Si depositas tu identidad en tu em-pleo, ¡perderlo será una grave adversidad!

Y me quedaré sin sustento material.Ya, pero adversidad grave es la que sacudetu sentido de la vida, la que te lleva al “¿tie-ne ahora algún sentido seguir viviendo?”.

¿O resiliente o suicida?Sí. Aunque habrá también quien siga vivosin vivir, pasivo. O con hábitos autodestruc-tivos, que es otro modo de suicidio.

Deme tres ejemplos de resilientes.Joseph (54 años) superó un cáncer de pán-creas. Hoy se le ha reproducido, le afecta yaa los huesos. ¡Yo hubiese tirado ya la toalla!Él sigue activo, relacionado, sin hundirse.

Otro.Rose (44 años), de clase media-alta: desdelos 5 años su tío abusó de ella sexualmente.Eso le ha dificultado confiar en los demás,relacionarse... Pese a todo, ha sabido sobre-ponerse y cultiva la confianza.

Y tres.Marie ha vistomorir de leucemia a su únicohijo (23 años), que ella crió comomadre sol-tera. Hoy me dice que ese trauma la ha he-cho sabia, que hoy sabe qué es esencial yqué es superfluo. A este fenómeno le llamocrecimiento postraumáutico.

¿Aprender de la desgracia?La mayoría preferiría no haber vivido esesufrimiento, pero a la vez te confesarán queeso los ha hecho mejores…

Un tetrapléjico me dijo que no cambia-ba su vida por la anterior al accidente...Estudios con personas que han sufrido unagrave adversidad revelan que su grado defelicidad presente es casi idéntico al que te-nían antes del suceso. Se observa lo mismoentre gemelos idénticos.

En tal caso, la resiliencia podría ser unaaptitud genética.Tiene una base genética, seguro. Pero inter-fieren después factores ambientales.

¿Cuáles?Dos, fundamentalmente: uno, el grado de co-

nexiones afectivas; y dos, el grado de auto-nomía personal.

Repasemos: uno, conexiones afectivas.Se trata de haber recibido afecto y teneruna red de amigos. ¡Cultívelos! Si tienes conquien hablar y compartir, ¡estás salvado!

¿Sí? ¿Basta con hablar?Sí: cuando me abandonó mi primera mujer,yo caí en una depresión. Y hablar con unamigo me salvó.

¿Ha sido esa ruptura conyugal la ma-yor adversidad de su vida?Sí..., hasta que estuve a punto de morir en el11-S, donde desaparecieron varios conoci-dosmíos, como elmismo jefe de bomberos...Lo superé también hablando con amigos...

Necesitamos ser escuchados.Es algo aún más elemental: hablar suponeobjetivar verbalmente las emociones, empa-quetarlas en palabras, sacarlas de ti, alejar-las..., y eso va diluyendo el conflicto emocio-nal. Incluso hablar con tu perro, tu gato...

¿Y si no tengo ni un amigo, ni un perroni un gato?Háblate a ti mismo al espejo.

...¡Sí, sí...! O con la pared. Habla con una pa-red. ¡Habla! Que sí, que eso te aliviará: ¡ha-blar solo es muy saludable!

Le creo, pero mejor cultivaré amigos.Dos: autonomía personal, me decía...Un científico, Sanderson, hizo un experi-mento ilustrativo: reclutó a personas que seahogan ante el CO2 y les hizo respirar airepor un tubo, inyectando crecientes dosis deCO2..., pero haciendo creer a la mitad deellos que girando una llave podían minimi-zar la dosis. Eso era mentira, ¡pero el 75%de estos permanecieron tranquilos..., mien-tras que el resto padecía accesos de pánico!

Conclusión.Sentir que dominas las riendas de tu vida teda poder sobre tus circunstancias.

Sabiendo todo esto, ¿cómo puedo apli-cármelo para fortalecer mi resiliencia?Uno, cultiva tus relaciones afectivas. Dos,narra lo que te pasa, cuenta tu historia.Tres, intenta pensar que tienes poder sobretus circunstancias, y así minimízalas. ¡Cre-cerás en autoestima y autocontrol! Serásmás resiliente: alejarás la infelicidad.

¿Quiénes son más resilientes en gene-ral, los hombres o las mujeres?Aunque nacen más hombres que mujeres,acaban sobreviviendo más mujeres quehombres... Es un dato.

Si le pregunto: “Vivir, ¿para qué?”,¿qué me responde, doctor?Dímelo tú. Si tú no encuentras motivo algu-no para vivir, ¡nada puedo hacer yo! Perosiempre suele salir algo ínfimo: ver salir elsol, ver un partido... Y tirando de ese hilo,de lo que se esconde detrás de eso, encontra-remos las conexiones con la vida...

¿Cuál es su motivo para vivir, doctor?¡Tengo tantos, felizmente...! Pero sime obli-gas a quedarme sólo con uno, te diré uno:“Ya que estoy aquí..., ¡aprovecho!”.

VÍCTOR-M. AMELA

XAVIER GÓMEZ

“Hablaconunapared:¡hablarsoloesmuysaludable!”

VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET

Tengo 66 años. Nací en Sevilla y vivo en Nueva York desde 1968. Soy médico y psiquiatra. Es-toy casado y tengo cuatro hijos (de 40 a 19 años) de dos matrimonios, y un nieto (1 año). ¿Polí-tica? Social. ¿Dios? No creo, y respeto a los que creen. Afectos y autonomía dan resiliencia

“No importa lo que pa-se: ¡importa cómo viveslo que pasa!”, dijo unviejo sabio. A esa capaci-dad la llaman hoy resi-liencia, y Rojas Marcosle dedica el manual Supe-rar la adversidad (Espa-sa), pistas para asimilarmejor reveses. Una citade Darwin lo encabeza:“No son los más fuertesde la especie los que so-breviven: sobreviven losmás flexibles y adapta-bles a los cambios”. Ypara ello conviene auto-confianza, nacida delcariño (“yo era un desas-troso estudiante... hastaque una profesora mehizo sentir que confiabaen mí”, recuerda donLuis), y el escudo delhumor: cuando don Luispreguntó a su madrequé prefería que hicie-sen con su cuerpo al mo-rir, ella dijo: “Dadmeuna sorpresa”.

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