Entrevista a Paula Sibilia, por Leonardo Tarifeño, del Diario de La Nación.

Paula Sibilia escribió uno de los ensayos más importantes sobre el pánico del anonimato que hay en la actualidad, de cómo personas desconocidas de hacen famosos por hacer de su vida un programa televisivo o escritores que narran sus propias historias de vida, en estos casos es donde florece el YO contemporáneo, que es un tipo de subjetividad que exige el mundo actual, diferente a la que necesitaba la cultura letrada en el siglo XIX.

Al libro lo atraviesa una comparación con el siglo XIX, ese YO que lo llama homo psycologicus, que se encuentra transformándose actualmente a partir de las apariencias, de aquello que se ve y, las redes sociales cumplen un papel muy importante, ya que todos pueden acceder a ella uno entra en contacto con personas de todo el mundo, hay una sociabilidad muy alta dirigida a afirmar el YO, Guy Debord lo llamo hace 40 años: “sociedad del espectáculo”, uno es lo que se ve.

En la actualidad la subjetividad necesita la mirada del otro, en el siglo XIX también se necesitaba pero no en este sentido, se trataba de una cultura letrada, con esto no se quiere decir que en la actualidad no exista más sino que son dos contextos históricos diferentes, esa cultura era compatible con ese mundo, del mismo modo que no es compatible con el nuestro, un ejemplo de esa transición es el síndrome de déficit de atención e hiperactividad que lo padecen muchos niños de hoy, ya que tienen que convivir en los dos mundos por un lado crecen los fenómenos de internet y por otro la escuela, donde tienen que estar cinco horas concentrados como si estuvieran en el siglo XIX y le dicen ahora lees, ahora escribís, ahora te concentras, eso es obviamente incompatible con esa otra realidad, tienen que desenvolverse en dos mundos diferentes.

Supuestamente en la actualidad tenemos más ventajas que en el siglo XIX porque conocemos los dos mundos, lo que tenemos ahora es producto de luchas y conquistas que hubo a lo largo de los siglos XIX y XX. En el siglo XIX, la mujer no era un sujeto, y por eso Virginia Woolf reivindica un “cuarto propio” para encerrarse y abrirse a la interioridad. Hoy en día las mujeres no necesitan un cuarto propio para estar a la altura. Hoy una reivindicación es la inclusión digital, para ser alguien se necesita una computadora y saber moverse en internet, el derecho a mostrarse a que otros lo vean, sino no se está en iguales condiciones que los demás.