entrevista a juan arapovic, profesor de la uarm, por el comercio

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LUNES 13 DE MAYO DEL 2013 A28. EL COMERCIO Nací en la víspera de la Navidad de 1945, de padres croatas, en un campo de refugiados de guerra en Fermo, Italia. Vivo en el Perú desde los 2 años. Estudié Educación en la Normal Superior Salesiana de Chosica. Luego, Mercadotecnia y Ventas en la Universidad del Pacífico y en ESAN. Soy consultor y profesor de Investigación de Márketing en la UPC y la Antonio Ruiz de Montoya. Mi virtud es ser curioso. Mi defecto es el perfeccionismo y la terquedad. Mi libro lo pueden adquirir entrando a mi página web: www. felizmentica.com. POSDATA A ntes de crear el méto- do de la felizméntica, Arapovic pasó por si- tuaciones difíciles. En el 2000 se separó de su esposa después de casi 20 años de matrimonio. Pocos meses después, su empresa quebró, tuvo que vender su casa de playa e irse a vivir con sus hijos a un departamento rentado. Sintió que todos los males del mun- do habían caído sobre él. — ¿Cómo logró salir del problema? Asistí a varios talleres de desarrollo personal, pero fueron los de ‘insight’ y los de análisis transaccional los que me ayudaron a enrumbar mi vida. Con esta experiencia, aprendí que mi felicidad no dependía de los demás, ni de quien estuviera a mi lado, sino exclusivamente de mí. —¿Uno puede ser completamente feliz? Soy feliz al aplicar el método de la felizméntica, que utilizo constan- temente. Eso no quiere decir que al aplicarlo una sola vez ya seré completamente feliz. Es efectivo mientras más constantemente lo emplees en tu vida diaria. Para ser feliz, se debe estar en constante acti- tud de querer ser feliz. —¿En qué consiste la felizméntica? Felizméntica es el nombre que inventé para el método. Signifi- ca llegar a la felicidad utilizando la mente. Mi método está basado exclusivamente en la ciencia y en hechos científicamente comproba- dos, como la neuroplasticidad del cerebro y la epigenética. —¿Es fácil de aplicar? Sí, lo único que tenemos que hacer es utilizar nuestra mente, enfocán- dola en lo positivo y descargándola de lo negativo. Se trata de cargar y descargar la mente, lo cual se debe MARÍA CHÁVEZ CHUQUIMANGO PRODUCCIÓN NACIONAL “Deseo bajo los olmos” — Envuélvase en un mundo que gira en torno a sentimientos como la posesión, la codicia y el odio. La obra se presentará hasta el 20 de mayo en el Teatro Británico. Acérquese con su DNI a los módulos de Teleticket y obtenga precios especiales. DESCUENTOS EXCLUSIVOS Nescafé Dolce Gusto — Los suscriptores disfrutarán precios especiales en esta innovadora cafetería. Realice su pedido llamando al 259-2638, anexo 111, al (98) 111*0376 o al (99) 822*5239. Tiene hasta el viernes 31 de mayo. “Tengo un programa para enseñar a trabajar con felicidad en las empresas” Juan Arapovic Doko Autor del libro “Felizméntica”. RICHARD HIRANO La felizméntica significa llegar a la felicidad usando la mente. Mi método está basado exclusivamente en la ciencia”. Me es gracioso escuchar a los alumnos decir que están estresados porque tienen que leer, hacer tareas y reunirse por temas académicos. Entonces, les pregunto a qué han venido”. convertir en hábito. Debes cargar tu mente con afirmaciones como ‘soy feliz’, ‘estoy contento’, ‘lo bueno está conmigo’, ‘qué lindo es este momen- to’ o ‘soy una persona valiosa’. Al pasar los días, se va convirtiendo en hábito y se instala en el subconscien- te del cerebro en forma de creencia. —¿Cómo la aplica en la docencia? Por primera vez estoy desarrollan- do el método de la felizméntica con mis alumnos. Al empezar la clase realizo prácticas que generen un entorno agradable, pongo música. Esto mejora el aprendizaje. Luego, reparto caramelos y chocolates por- que la glucosa es el combustible del cerebro y ayuda en el aprendizaje. —¿En todos los salones desarrolla el mismo proceso? No, otros salones decidieron co- menzar con chistes, que generan endorfinas y producen una sensa- ción de bienestar. También realizo ejercicios parecidos al yoga, les digo a los alumnos que tomemos aire y lo llevemos a cada órgano de nuestro cuerpo. Al final, todo lo hacemos con el cerebro porque se pretende llegar al bienestar total del cuerpo para mejorar el aprendizaje. —¿Los alumnos viven estresados en la universidad? Sí, aunque es gracioso escuchar a los alumnos decir que están estresados porque tienen que leer, hacer tareas y reunirse por temas académicos. Entonces les pregunto a qué han venido [risas]. Si toman conciencia de que están en la universidad para aprender, pueden llegar a estudiar tranquilamente, sin estrés. —¿Recuerda algún caso especial en que su método haya ayudado a algún alumno? Sí, una alumna me pidió ayuda por- que llevaba por tercera vez el curso de Contabilidad. Me dijo que en las tareas para la casa sacaba buenas notas. Pero al dar la prueba se blo- queaba y desaprobaba. Le aconsejé el uso del refugio, le dije que se fuera mentalmente con la prueba a su casa y que allí resolviera el examen. Así lo hizo y pasó la prueba. Lo que ella tenía era estrés, que le causaba preocupación, y esa situación impe- día a sus neuronas acceder a la infor- mación registrada en su cerebro. —¿Qué proyectos tiene para ense- ñar la felizméntica? Tengo ya desarrollado un progra- ma para enseñar al personal de las empresas a trabajar con felicidad. Pienso escribir un libro para usar la felizméntica en la enfermedad. —¿Cuál es el mensaje más sencillo para ser feliz? Aquí y ahora, disfruta del momen- to. Olvida lo que pasó ayer y no te angusties con lo que vendrá, porque eso indefectiblemente te va a estre- sar. Los alumnos se angustian pen- sando que en dos horas tienen otra clase. Les digo que vayan y disfruten cada momento. —¿Y usted se encuentra siempre en ese estado de ánimo? Puedo asegurar que estoy feliz en todo momento, pero no se debe con- fundir con la emoción. Algunos días puedo sentirme triste, puedo tener ira, miedo o angustia. De lo contra- rio, me convertiría en una estatua de felicidad [risas]. OFERTAS PARA LOS SUSCRIPTORES. Llame al 311-5100 y suscríbase a El Comercio. Juan Arapovic es de quienes insisten en que la felicidad no se debe buscar en cosas externas, como lo había hecho durante toda su vida, sino que se debe en- contrar dentro de uno mismo y, tan importante como lo anterior, expandirla en su entorno. “Nuestro mundo no es benevolente, sino concupiscente: desea bienes terrenos y quiere calmar muchos apetitos.” MARCO AURELIO DENEGRI E n latín había dos verbos relacio- nados con el amor: amare, que es el amor adhesivo , y dilígere, que es el amor reflexivo . El amor pasional es adhesivo , se adhiere al otro, se pega, quiere confun- dirse con él, unimismarse. En cambio, el que profesa dilección pro- fesa un amor diligente, esto es, cuidadoso, atento, responsable; un amor reflexivo y que traduce, como dice la Academia, una voluntad honesta”. La dilección es el amor tierno y puro. Noticiaré de paso a los lectores que en la Vulgata, que es la traducción latina de la Bi- blia y que fue obra de San Jerónimo, amare se usa solamente 51 veces, pero dilígere y derivados ( dilectus , dilectio ), 465 veces. La castellanización del dilígere latino es diligir , así como la castellanización de dirígere es dirigir y la de neglígere es negli- gir . Diligir y negligir son voces impecables, pero no figuran en el lexicón oficial. Dilige, et quod vis fac”, dijo San Agus- tín, y la traducción usual de esta sentencia es: “ Ama, y haz lo que quieras”; pero una versión más justa sería: “Dilige, y haz lo que quieras .” ( Cf . Nygren, Agape and Eros , 454, nota 4.) Los antiguos tratadistas distinguían entre el amor de concupiscencia y el amor de benevolencia; es decir, entre el amor intere- sado y el amor desinteresado . El amor adhesivo es el amor de concu- piscencia y el amor reflexivo es el amor de benevolencia y por eso mismo quien lo practica tiene simpatía, buena voluntad y afecto hacia las personas, les tiene cariño. La gente rústica que seguía a Jesús en Galilea sólo podía entender el amor de con- cupiscencia; pero Jesús predicaba el amor de benevolencia. Ése era por entonces el problema, un problema que por lo demás lo sigue siendo, porque nuestro mundo no es benevolente, sino concupiscente: desea bienes terrenos y quiere calmar muchos apetitos. Iberico, vitoreado Promovió, por otra parte [el rector Manuel Vicente Villarán] –dice Jorge Basadre–, un ciclo de conferencias, entre las que re- cuerdo una de Mariano Iberico, con motivo del centenario de Pascal [en realidad, con motivo del tricentenario –en 1923– del nacimiento de Pascal], [una conferencia] que terminó en una manifestación pública en la que salimos los estudiantes vitoreando y acompañando a tan brillante orador .” (Jorge Basadre Grohmann, La Vida y la His- toria. Tercera edición. Lima, Petróleos del Perú, Ediciones Copé, 2007, 188.) Hoy sería estupefaciente que los univer- sitarios vitoreen a un conferencista, pero hace noventa años lo vitoreaban, porque la cultura no era, como sí actualmente, la quinta rueda del coche. AMAR Y DILIGIR

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Page 1: Entrevista a Juan Arapovic, profesor de la UARM, por el Comercio

LUNES 13 DE MAYO DEL 2013A28. EL COMERCIO

Nací en la víspera de la Navidad de 1945, de padres croatas, en un campo de refugiados de guerra en Fermo, Italia. Vivo en el Perú desde los 2 años. Estudié Educación en la Normal Superior Salesiana de Chosica. Luego, Mercadotecnia y Ventas en la Universidad del Pacífico y en ESAN. Soy consultor y profesor de Investigación de Márketing en la UPC y la Antonio Ruiz de Montoya. Mi virtud es ser curioso. Mi defecto es el perfeccionismo y la terquedad. Mi libro lo pueden adquirir entrando a mi página web: www.felizmentica.com.

POSDATA

A ntes de crear el méto-do de la felizméntica, Arapovic pasó por si-tuaciones difíciles. En el 2000 se separó de su

esposa después de casi 20 años de matrimonio. Pocos meses después, su empresa quebró, tuvo que vender su casa de playa e irse a vivir con sus hijos a un departamento rentado. Sintió que todos los males del mun-do habían caído sobre él.— ¿Cómo logró salir del problema?Asistí a varios talleres de desarrollo personal, pero fueron los de ‘insight’ y los de análisis transaccional los que me ayudaron a enrumbar mi vida. Con esta experiencia, aprendí

que mi felicidad no dependía de los demás, ni de quien estuviera a mi lado, sino exclusivamente de mí.—¿Uno puede ser completamente feliz?Soy feliz al aplicar el método de la felizméntica, que utilizo constan-temente. Eso no quiere decir que al aplicarlo una sola vez ya seré completamente feliz. Es efectivo mientras más constantemente lo emplees en tu vida diaria. Para ser feliz, se debe estar en constante acti-tud de querer ser feliz. —¿En qué consiste la felizméntica?Felizméntica es el nombre que inventé para el método. Signifi-ca llegar a la felicidad utilizando la mente. Mi método está basado exclusivamente en la ciencia y en hechos científicamente comproba-dos, como la neuroplasticidad del cerebro y la epigenética.—¿Es fácil de aplicar?Sí, lo único que tenemos que hacer es utilizar nuestra mente, enfocán-dola en lo positivo y descargándola de lo negativo. Se trata de cargar y descargar la mente, lo cual se debe

MARÍA CHÁVEZ CHUQUIMANGO

PRODUCCIÓN NACIONAL

“Deseo bajo los olmos”— Envuélvase en un mundo que gira en torno a sentimientos

como la posesión, la codicia y el odio. La obra se presentará

hasta el 20 de mayo en el Teatro Británico. Acérquese con su

DNI a los módulos de Teleticket y obtenga precios especiales.

DESCUENTOS EXCLUSIVOS

Nescafé Dolce Gusto— Los suscriptores disfrutarán precios especiales en esta

innovadora cafetería. Realice su pedido llamando al 259-2638,

anexo 111, al (98) 111*0376 o al (99) 822*5239. Tiene hasta el

viernes 31 de mayo.

“Tengo un programa para enseñar a trabajar con felicidad en las empresas”

Juan Arapovic DokoAutor del libro “Felizméntica”.

RICHARD HIRANO

“ La felizméntica significa llegar a la felicidad usando la mente. Mi método está basado exclusivamente en la ciencia”.

“ Me es gracioso escuchar a los alumnos decir que están estresados porque tienen que leer, hacer tareas y reunirse por temas académicos. Entonces, les pregunto a qué han venido”.

convertir en hábito. Debes cargar tu mente con afirmaciones como ‘soy feliz’, ‘estoy contento’, ‘lo bueno está conmigo’, ‘qué lindo es este momen-to’ o ‘soy una persona valiosa’. Al pasar los días, se va convirtiendo en hábito y se instala en el subconscien-te del cerebro en forma de creencia. —¿Cómo la aplica en la docencia?Por primera vez estoy desarrollan-do el método de la felizméntica con mis alumnos. Al empezar la clase realizo prácticas que generen un entorno agradable, pongo música. Esto mejora el aprendizaje. Luego, reparto caramelos y chocolates por-que la glucosa es el combustible del cerebro y ayuda en el aprendizaje. —¿En todos los salones desarrolla el mismo proceso? No, otros salones decidieron co-menzar con chistes, que generan endorfinas y producen una sensa-ción de bienestar. También realizo ejercicios parecidos al yoga, les digo a los alumnos que tomemos aire y lo llevemos a cada órgano de nuestro cuerpo. Al final, todo lo hacemos con el cerebro porque se pretende llegar al bienestar total del cuerpo para mejorar el aprendizaje.—¿Los alumnos viven estresados en la universidad?Sí, aunque es gracioso escuchar a los alumnos decir que están estresados porque tienen que leer, hacer tareas y reunirse por temas académicos. Entonces les pregunto a qué han venido [risas]. Si toman conciencia de que están en la universidad para aprender, pueden llegar a estudiar tranquilamente, sin estrés.—¿Recuerda algún caso especial en que su método haya ayudado a algún alumno?Sí, una alumna me pidió ayuda por-que llevaba por tercera vez el curso de Contabilidad. Me dijo que en las tareas para la casa sacaba buenas notas. Pero al dar la prueba se blo-queaba y desaprobaba. Le aconsejé el uso del refugio, le dije que se fuera mentalmente con la prueba a su casa y que allí resolviera el examen. Así lo hizo y pasó la prueba. Lo que ella tenía era estrés, que le causaba preocupación, y esa situación impe-día a sus neuronas acceder a la infor-mación registrada en su cerebro.—¿Qué proyectos tiene para ense-ñar la felizméntica?Tengo ya desarrollado un progra-ma para enseñar al personal de las empresas a trabajar con felicidad. Pienso escribir un libro para usar la felizméntica en la enfermedad.—¿Cuál es el mensaje más sencillo para ser feliz?Aquí y ahora, disfruta del momen-to. Olvida lo que pasó ayer y no te angusties con lo que vendrá, porque eso indefectiblemente te va a estre-sar. Los alumnos se angustian pen-sando que en dos horas tienen otra clase. Les digo que vayan y disfruten cada momento.—¿Y usted se encuentra siempre en ese estado de ánimo?Puedo asegurar que estoy feliz en todo momento, pero no se debe con-fundir con la emoción. Algunos días puedo sentirme triste, puedo tener ira, miedo o angustia. De lo contra-rio, me convertiría en una estatua de felicidad [risas].

OFERTAS PARA LOS SUSCRIPTORES. Llame al 311-5100 y suscríbase a El Comercio.

Juan Arapovic es de quienes insisten en que la felicidad no se debe buscar en cosas externas, como lo había hecho durante toda su vida, sino que se debe en-contrar dentro de uno mismo y, tan importante como lo anterior, expandirla en su entorno.

“Nuestro mundo no es benevolente, sino concupiscente: desea bienes terrenos y quiere

calmar muchos apetitos.”

MARCO AURELIO DENEGRI

En latín había dos verbos relacio-nados con el amor: amare, que es el amor adhesivo, y dilígere, que es el amor reflexivo.

El amor pasional es adhesivo, se adhiere al otro, se pega, quiere confun-dirse con él, unimismarse.

En cambio, el que profesa dilección pro-fesa un amor diligente, esto es, cuidadoso, atento, responsable; un amor reflexivo y que traduce, como dice la Academia, una “voluntad honesta”. La dilección es el amor tierno y puro.

Noticiaré de paso a los lectores que en la Vulgata, que es la traducción latina de la Bi-blia y que fue obra de San Jerónimo, amare se usa solamente 51 veces, pero dilígere y derivados (dilectus, dilectio), 465 veces.

La castellanización del dilígere latino es diligir, así como la castellanización de dirígere es dirigir y la de neglígere es negli-gir. Diligir y negligir son voces impecables, pero no figuran en el lexicón oficial.

“Dilige, et quod vis fac”, dijo San Agus-tín, y la traducción usual de esta sentencia es: “Ama, y haz lo que quieras”; pero una versión más justa sería: “Dilige, y haz lo que quieras.” (Cf. Nygren, Agape and Eros, 454, nota 4.)

Los antiguos tratadistas distinguían entre el amor de concupiscencia y el amor de benevolencia; es decir, entre el amor intere-sado y el amor desinteresado.

El amor adhesivo es el amor de concu-piscencia y el amor reflexivo es el amor de benevolencia y por eso mismo quien lo practica tiene simpatía, buena voluntad y afecto hacia las personas, les tiene cariño.

La gente rústica que seguía a Jesús en Galilea sólo podía entender el amor de con-cupiscencia; pero Jesús predicaba el amor de benevolencia. Ése era por entonces el problema, un problema que por lo demás lo sigue siendo, porque nuestro mundo no es benevolente, sino concupiscente: desea bienes terrenos y quiere calmar muchos apetitos.

Iberico, vitoreado“Promovió, por otra parte [el rector Manuel Vicente Villarán] –dice Jorge Basadre–, un ciclo de conferencias, entre las que re-cuerdo una de Mariano Iberico, con motivo del centenario de Pascal [en realidad, con motivo del tricentenario –en 1923– del nacimiento de Pascal], [una conferencia] que terminó en una manifestación pública en la que salimos los estudiantes vitoreando y acompañando a tan brillante orador.” (Jorge Basadre Grohmann, La Vida y la His-toria. Tercera edición. Lima, Petróleos del Perú, Ediciones Copé, 2007, 188.)

Hoy sería estupefaciente que los univer-sitarios vitoreen a un conferencista, pero hace noventa años lo vitoreaban, porque la cultura no era, como sí actualmente, la quinta rueda del coche.

AMAR Y DILIGIR