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Ensayo sobre las teoría exegéticas sobre el Penteteuco.TRANSCRIPT
INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS ECLESIÁSTICOS
FACULTAD DE TEOLOGÍA
PENTATEUCO Y LIBROS HISTÓRICOS – Prof. Dr. Jorge Piedad Sánchez
Presenta: Gilberto Zárate 1° A
Coatzacoalcos, Ver. 10 de octubre de 2011
EL ESTADO ACTUAL DE LA TEORÍA DOCUMENTARIA CLÁSICA
(WELLHAUSENIA)
I. Introducción
La elaboración de este trabajo obedece a la inquietud personal en el ámbito pastoral, es
decir, algunos sacerdotes y catequistas enseñan la hipótesis documentaria como lo más
actual y la mejor respuesta al planteamiento del estudio del Pentateuco en el púlpito, en
algunos centros de formación bíblica o catequética parroquial y diocesana. Tal vez, por
tener una forma sencilla de asimilar sin tanto cuestionamientos, como más adelante se
apuntará.
El desarrollo de este trabajo se ha considerado difícil empezar por la documentaria y de
ahí pasar a sus limitaciones, sería un vistazo muy parcial, se ha preferido hacer una
recorrido general sobre el estudio del Pentateuco. Este ensayo se estructura en siete partes,
que en sí son tres líneas directrices que se presentan, a saber: la cuestión del Pentateuco
antes de la hipótesis documentaria clásica, su desarrollo propio y las limitaciones de ella.
II. La ley de Moisés
La idea clásica o tradicional, tanto en el ambiente judío como en el cristiano, es que
Moisés es el autor de todo el Pentateuco1. Más aún, la misma Escritura señala en el AT, que
Moisés tuvo una actividad escrituraria, atestiguado por el verbo bt;K' (Ex 17,14; 24,4;
34,27-28; Nm 33,2; Dt 31,9.22.24) y en el NT no sólo menciona dicha actividad de Moisés
sino que también da a entender que es el autor de toda la Torá (e;grayen: Mc 12,19; Jn 1,45;
bi,blw| Mwu?se,wj: Mc 12,26; no,moj Mwu?se,wj / no,mon Mwu?se,wj / no,mw| Mwu?se,wj: Jn 7,23;
Lc 2,22; 24,44;).
En la Edad Antigua, los cuestionamientos que se hicieron sobre la autenticidad
mosaica, no transcendieron. Sin embargo, tenemos el caso atestiguado por Juan de
Damasco (s. VIII)2 que los Nazoreos abanderaban dicho cuestionamiento. De igual modo,
parte de la Edad Media siguió el estado latente de esta cuestión. El hecho de plantear la
cuestión que Moisés no pudo ser el autor del Pentateuco, nos lleva a preguntarnos;
entonces, quién se lo atribuyó, J. L. Ska cree que esto es probablemente el resultado de un
1 Cf. J. Blenkinsopp, El Pentateuco. Introducción a los cinco primeros libros de la Biblia (Estella 2011) 11.
2 J. L. Sicre, El Pentateuco. Introducción y textos selectos (Buenos Aires 2004) 33.
procedimiento helenístico, dónde las grandes obras correspondían a grandes personajes3, en
la misma línea Piedad Sánchez lo refiere como el “fenómeno de la pseudonimia”, el
Pentateuco bajo la paternidad de Moisés, los Salmos bajo David y Sabiduría a Salomón4.
III. Inicios de la investigación crítica del Pentateuco
La lectura atenta y cuidada empezó a despertar sospecha como el caso de Dt 34,5ss
donde no parece probable que Moisés describiera su propia muerte y sepultura, ya el
Talmud babilónico (Baba Batra 14b) señala que esta parte es un añadido de Josué5.
Abraham Ibn Ezra (s. XII) observará ciertas irregularidades del texto, que en su comentario
al Deuteronomio dejará escrito enigmáticamente y que B. Spinoza descifrará identificando
los pasajes:
“Al otro lado del Jordán (Dt 1,1)… si entiendes el misterio de los doce (Dt
27,1-8)… cuando Moisés escribió esta ley (Dt 31,9)… los cananeos vivían
entonces en el país (Gn 12,6)… por eso todavía hoy se llama el monte de
YHWH provee (Gn 22,14)… su lecho de hierro todavía puede
contemplarse (Dt 3,11)… conocerás la verdad”6.
El Renacimiento va a ser el campo fértil para el desarrollo de la lectura crítica de la
Biblia con su “ad fontes”, el redescubrimiento de la cultura clásica, las lenguas originales,
la invención de la imprenta, la formación del textus receptus y la Reforma protestante con
la “sola Scriptura”.
En 1520 A. Bodenstein von Karlstadt, en su investigación en el AT, que posteriormente
se le denominará análisis estilístico, sobre la dicción y tono del Pentateuco, lo llevará “a
afirmar que esos libros ‘son de otro y no de Moisés’. La razón principal es que el relato de
la muerte de Moisés (Dt 34,5ss) tiene el mismo estilo que otros anteriores, por lo que no se
puede simplemente concluir que otro autor (Josué según los rabinos) añadió a los libros de
Moisés el relato de su muerte. Piensa que el recopilador del Pentateuco pudo ser Esdras”7.
En 1574 A. Masius (Maes) plantea por primera vez el concepto de recopilación o
redacción8.
Aproximadamente siglo y medio después, se llegará a la convicción de que Moisés es el
autor principal de todo el Pentateuco, pero esta obra fue retocada y concluida
posteriormente por el escriba Esdras, idea que sostuvieron Baruch Spinoza, Thomas
3 J. L. Ska, Introducción a la lectura del Pentateuco. Claves para la interpretación de los cinco primeros
libros de la Biblia (Estella 2001) 135-136: “Es muy probable que la atribución del Pentateuco a Moisés se
deba al influjo del helenismo, para quien las obras y los grandes nombres siempre iban juntos”. 4 Cf. J. Piedad Sánchez, Sabiduría de Israel. Introducción al estudio de la poesía sapiencial de la Biblia
(México 207) 105, 337. 5 Citado por J. L. Sicre, Pentateuco, 32; F. García López, El Pentateuco. Introducción a la lectura de los
cinco primeros libros de la Biblia (Estella 2004) 38. 6 Cf. J. Blenkinsopp, Pentateuco, 12; J. L. Ska, Introducción, 138-139.
7 J. Loza Vera, El Pentateuco I: El problema literario (México 1999) 60. En esta línea realizarán sus trabajos
del Pentateuco Jacques Bonfrère (1631) y Isaac de la Peyrère. 8 Ibídem.
Hobbes y Richard Simon, éste último observa frases que no pudo escribir Moisés p.ej. Gn
12,6; 36,31; señala repeticiones innecesarias como las encontradas en Gn 7,17-24; subraya
la falta de orden y las diferencias de estilo.
IV. Las tres principales hipótesis anterior a la “teoría documentaria clásica”
Hipótesis documentaria antigua9. Henning Berrnhard Witter publica su estudio, en
1711, de Gn 1-3 y advierte la diferencia de los nombres divinos ~yhil{a/ (1,1 – 2,4a) y
~yhil{a/ hw"hy> (2,4b – 3,24). Por ello, cree que Moisés se valió de dos documentos o fuentes
para componer el “Pentateuco”. Sin conocimiento de este trabajo aparece la obra10
de Jean
Astruc, donde analiza todo el libro de Génesis y Éxodo 1-2, según el cual, Moisés utilizó
tres fuentes, a saber, dos que se caracterizan por los nombres divinos y un texto
independiente a ellas dos, es decir, la memoria o documento A, utiliza el nombre de
Elohim; la memoria o documento B, el de YHWH y la memoria o documento C, es el texto
independiente11
.
Hipótesis de los fragmentos. Esta hipótesis “presupone que existiese desde el principio
una pluralidad de fuentes, de pequeñas unidades narrativas y textos separados e
incompletos, que fueron recopilados en un tiempo posterior a la muerte de Moisés y
formaron el Pentateuco actual”12
, hipótesis propuesta por Alexander Geddes y que
posteriormente será defendida por Johann Severin Vater, quien se centra en textos legales13
.
Hipótesis de los suplementos o complementos. Heinrich Ewald presume la existencia de
un relato básico o escrito fundamental (Grundschrift) que fue ampliándose, gradualmente,
por la adición de otros textos de épocas diferentes, dicho escrito fundamental sería el
elohista que luego recibirá el nombre de sacerdotal14
.
Wilhelm Martin Leberecht de Wette da un giro en el tratamiento de los textos, no basta
con distinguirlos sino que también hay que datarlos. Dos grandes aportes nos ha legado.
Primero, distingue la religión de Israel en los libros de Crónicas y en Samuel-Reyes, dónde
Crónicas nos presenta su práctica religiosa como establecida por Moisés y vigente en la
Monarquía, cosa que no sucede con Samuel-Reyes. Esto le lleva a concluir que Crónica es
una proyección de un estado distinto y, por tanto, posterior a la monarquía, en otra palabras,
habrá que distinguir entre el “mundo del texto”, en cuanto narración y el “mundo real”, en
cuanto al mundo en el cual y para el cual se escribieron dichos textos. Segundo, identifica
9 En este punto, se pude explicar las repeticiones de los textos, pues hubieron fuentes paralelas en su
composición. 10
Conjectures sur les mémories originaux dont il paraît que Moyse s’est servi pour composer le récit de la
Genèse (Bruxelles 1753). 11
Se pensará en el orden cronológico de los documentos, primero el Elohista y después el Yahvista, porque a
Moisés le será revelado el nombre divino de YHWH, hasta que aparezca Graf se invierta el orden. 12
J. L. Ska, Introducción, 144. 13
F. García López nos presenta un juicio sobre esta hipótesis, en su obra ya citada, “aunque esta hipótesis
aclaraba varios problemas del Pentateuco, especialmente las secciones legales, dejaba sin explicar otros
muchos, sobre todo de las secciones narrativas, menos fragmentarias”. 14
Esta hipótesis, a pesar de llegar a ser atractiva, no llegaba a explicar la existencia de tradiciones paralelas en
el Pentateuco.
el libro descubierto en el Templo en el reinado de Josías a una versión antigua del
Deuteronomio, dada la correspondencia de las exigencias de la centralización y purificación
del culto (2 Re 23,4-20 y Dt 12; 14,22-27; 15,19-23; 16,1-17). Con esto, establece un
criterio de datación de los textos “Las leyes o los relatos que no suponen la centralización
del culto en Jerusalén tienen que ser anteriores a la reforma de Josías, en el año 622 antes
de Cristo, y los textos legislativos o narrativos que sí la tienen en cuenta son lógicamente
posteriores”15
.
La puerta de entrada a la hipótesis documentaria clásica la conforman Ilgen, Hupfeld y
Riehm. Diremos algo, brevemente, de sus aportaciones. Karl David Ilgen diferencia dos
“Elohistas”, unos más primitivo y otro más tardío. Este será el Sacerdotal y el otro el
Elohista, en la hipótesis documentaria clásica. Por otra parte, cabe mencionar que no basta
el nombre divino para identificar un documento, es necesario ver su homogeneidad, es
decir, su vocabulario, su estilo, su contenido, etc., es lo que hará Hermann Hupfeld en el
estudio del Génesis, identificando tres fuentes en el correspondiente orden cronológico: el
primer Elohista (el Sacerdotal en la hipótesis documentaria clásica), el segundo Elohista (el
Elohista en la hipótesis documentaria clásica) y el Yahvista. Por último, Eduard Riehm
separa el Deuteronomio del Pentateuco para formar una fuente independiente. Con esto ya
se han identificado las cuatro fuentes que armonizará la hipótesis documentaria clásica.
V. Hipótesis documentaria clásica
Edouard Reuss se percata que los profetas preexílicos no conocen las prescripciones de
la Ley de Moisés, incluso Ezequiel tan relacionado con la ley ritual, por tanto, la ley
mosaica es postexílica. Esto conducirá a Karl Heinrich Graf a cambiar el orden de las
fuentes de Hupfeld, el primer Elohista, que contiene relatos y leyes de estilo sacerdotal es
postexílico, es decir, es la fuente más tardía y el Yahvista el más antiguo. Y Abraham
Kuenen le llamará a este Elohista Priestercodex, “código sacerdotal” y se le identificará
con su la letra inicial P.
Julius Wellhausen sistematizará los aportes precedentes. Habrá un ambiente que influirá
en dicha sistematización, la filosofía hegeliana, el idealismo romántico y la monarquía
prusiana bajo la unificación alemana16
. El centro de atención es la religión de Israel, de
cual distingue tres períodos: los comienzos de la monarquía, la reforma deuteronómica y el
período del postexilio, en los que identifica con un momento literario determinado
correspondiente, es decir, al primer período corresponde el Yahvista, y después al Elohista,
aunque a veces se refiera indistintamente como Jehovista, al segundo al Deuteronomio y,
por último, al Sacerdotal17
.
15
J. L. Ska, Introducción, 149. 16
Cf. J. L. Ska, Introducción, 152-153. 17
De hecho, Wellhausen identificará a la fuente Sacerdotal con la letra Q de Quattuor, que se refiere a las
cuatro alianzas de Dios, según él: con Adán, con Noé, con Abraham y con Moisés en el Sinaí. Cf. J. L. Ska,
Introducción, 154; J. Blenkinsopp, Pentateuco, 23; F. García López, El Pentateuco, 44; J. L. Sicre, El
Pentateuco, 42.
Aquí es donde la hipótesis documentaria asume su forma clásica: cuatro fuentes, el
Yahvista, de Judá en el siglo IX; el Elohista, de Israel en el siglo VIII; el Deuteronomio, en
la reforma de Josías en el 722 a.C. y el Sacerdotal, en el exilio o postexilio.
Después de Wellhausen se perfeccionará esta hipótesis, al menos con cuatro grandes
personajes. Con los descubrimientos arqueológicos de Mesopotamia18
y Egipto, y con la
fascinación del folklore y la literatura popular, tiene un terreno propicio Hermann Gunkel.
Gunkel tienes su interés, ya no en los documentos sino en su prehistoria, en las tradiciones
orales. Pues llega a firmar que “el Génesis es un recopilación de sagas”19
, es decir, para
Gunkel el Yahvista es un recopilador de sagas. Por ello, le interesan los relatos y su
contexto vital (Sitz im Leben).
Albrecht Alt aportará dos nuevos elementos: el primero, sobre el “Dios de los padres”,
puntualizando carácter nómada de los patriarcas y, por tanto, no fijado a ningún santuario;
segundo, sobre el campo del derecho, distingue entre “derecho apodíctico”, el caso del
Decálogo y el “derecho casuístico”, que se caracteriza por la fórmula “Si…” o
“Cuando…”, para Alt será el primer caso la forma propia de Israel sin parangón.
Gerhard von Rad analiza el Hexateuco, llegando a la conclusión que su estado actual se
debe a una ampliación de un núcleo primitivo que le denomina “breve credo histórico”,
identificándolo con Dt 26,5b-9; 6,20-23; Jos 24,2b-13, que tiene su Sitz im Leben en el
éxodo (la fiesta de las Semanas que se celebraba en Guigal) y en el don de la tierra (la fiesta
de los Tabernáculos que se celebraba en Siquén). Para von Rad el Yahvista es un genio
literario, un gran teólogo de la corte salomónica, a diferencia de Gunkel. Con von Rad se
reestructura la datación del Yahvista.
Martin Noth observará que los documentos J, E y P no continúan en Jos, sino que el Dt
es el eje rector de los libros Jos - 2 Re, será la “Historia Deuteronomista” (Dtr) y por tanto,
él prefiera hablar, en lugar de Hexateuco, Tetrateuco. Explicando que el Dt en un estadio
reciente se separó de la Dtr para agregarse al Tetrateuco y así forma el Pentateuco. Además,
cree que las que hay que buscar la conformación del pueblo de Israel antes de la monarquía,
por la transmisión de las tradiciones comunes e independientes, esto es, la época de los
Jueces y aquí identificará la “anfictionía de Israel” a la griega, tribus independientes con un
santuario común. Por último, Noth distingue dos estratos sacerdotales: uno más antiguo que
denomina “relato sacerdotal” (P) y el otro más reciente, que llama “suplementos” de tipo
legislativo (Ps).
18
Con el descubrimiento de documentos asirio-babilonios, se publica el Gilgamesh, que contiene el relato de
la creación del hombre del barro y el diluvio universal. 19
Citado por J. L. Ska, Introducción, 160; y por F. García López, El Pentateuco, 47. Éste último autor cita la
referencia bibliográfica de Gunkel.
Hasta aquí se tendrá un esquema común de la hipótesis documentaria20
:
J
Fecha: hacia el 930 (época de Salomón).
Extensión: de Gn 2,4 a Jos 24 (?; alternativa: fin perdido).
Texto clave: Gn 12,1-3; Ex 19,3ss.
Teología: justificación del imperio davídico. Dios acompaña al hombre, a pesar de sus
debilidades, y cumple sus promesas.
E
Fecha: hacia 850-750, en el reino del Norte.
Extensión: de Gn 15* (?) a ?
Texto clave: Gn 20-22.
Teología: el «temor de Dios»; E insiste en el comportamiento ético que se deriva de este temor
y está próximo a los medios proféticos.
D
Fecha: hacia 750-620. Posiblemente originario del Norte, después fue llevado por los
refugiados a la corte de Jerusalén.
Extensión: Dt 5-30.
Texto clave: Dt 6,4ss.
Teología: alianza, obediencia a la ley y veneración exclusiva de Yhwh.
P
Fecha: hacia 550, durante el destierro o después de él.
Extensión: de Gn 1 a Dt 34* (?; alternativa: algún pasaje de Jos).
Texto clave: Gn 1; Gn 17; Ex 6.
Teología: soberanía y santidad de Yhwh. Importancia de las instituciones y de la mediación
sacerdotal.
VI. Limitaciones de la hipótesis documentaria clásica: Nuevos Modelos21
No se puede decir que la hipótesis documentaria clásica sea la última palabra. Al inicio
del siglo XX, se empiezan a evidenciar las limitaciones de la documentaria. Reaccionan
duramente contra ella Rolf Rendtorff y E. Blum. Por ejemplo el caso del Elohista, que
desde el inicio presentó dificultades, ahora muchos han cuestionado su existencia (P. Volz
y W. Rudolph).
Los textos estudiados por Alt sobre el “Dios de los padres” resultan tardíos y tienen
como principal objetivo establecer vínculos teológicos entre los ciclos narrativos de los
distintos patriarcales y su fijación es postexílica (J. Van Seters, B. J. Diebner). Además, el
derecho apodíctico, contrario a lo que pensaba Alt, está presente en la legislación del Medio
Oriente.
La teoría de von Rad sobre los “breves credos históricos” no han resistido los ataques
de los críticos. Los textos fundamentales son en efecto resúmenes recientes de factura
deuteronómica y deuteronomista que no pueden estar, por consiguiente, en el inicio del
proceso de composición literaria. Para von Rad Gn 12,1-3 contiene el “kerigma del
20
El cuadro está tomado de T. Römer, “La formación del Pentateuco: historia de la investigación”, en: T.
Römer – J.-D. Macchi – C. Nihan (eds.), Introducción al Antiguo Testamento, Bilbao 2008, 76. También es
interesante la gráfica que incluye los aportes de M. Noth, cf. O. Artus, Aproximación actual al Pentateuco,
CB 106, Estella 2003, 21. 21
Cf. T. Römer, “La formación del Pentateuco: historia de la investigación”, en: T. Römer – J.-D. Macchi –
C. Nihan (eds.), Introducción al Antiguo Testamento, Bilbao 2008, 76-83; J. L. Ska, Introducción a la lectura
del Pentateuco. Claves para la interpretación de los cinco primeros libros de la Biblia (Estella 2001) 175-
224; O. Artus, Aproximación actual al Pentateuco, CB 106, Estella 2003, 17-21.
Yahvista”, pro con toda probabilidad, este es un texto tardío, postexílico. Por otro lado, la
anfictionía de Israel propuesta por Noth ha sido abandonada por ser una tesis frágil.
L. Perlitt demostró que los textos que elaboran una teología de la alianza entre Yhwh e
Israel no podían ser atribuidos a J o E, sino que debían ser caracterizados como
“deuteronómicos” y datados en torn al siglo VII a.C.
H. H. Schmid reexamina los textos J delimitados por Noth y concluye que todos los
textos J presuponen el profetismo clásico de los siglos VIII y VII y tiene vínculos estrechos
con la literatura deuteronómica. C. Levin considera al J un teólogo de la diáspora, que
integra en su obra algunas fuentes más antiguas; valora la religiosidad popular y polemiza
contra la ideología dtr del santuario único.
Estas y otras más observaciones y explicaciones se han propuesto y se siguen
proponiendo en el estudio de la exégesis del Pentateuco.
VII. A modo de conclusión
Para una etapa inicial, el estudiante de Biblia puede desanimarse al encontrarse un
sinfín de teorías y sus debates, es cansado estar siguiendo punto por punto cada una de
ellas, pero al mismo tiempo, es interesante ir descubriendo la reconstruyendo el proceso de
formación del estado actual del Pentateuco (diacronía) o bien, ir deleitándose en su estado
final que contiene giros, cambio, rupturas, etc., como dice J. L. Ska “una sinfonía con
diversos instrumentos musicales que armonizan una melodía” (sincronía).
Hacer este recorrido, quiere ser una ayuda para ubicarse en un ambiente abierto al
planteamiento exegético del Pentateuco, ninguna teoría o hipótesis es absoluta, todas ella
tienen un aporte propio que responde a ciertos cuestionamientos, pero no debemos olvidar
que hay otro que no responden, consciente o inconscientemente. Más que un desánimo, es
una motivación para escudriñar el Pentateuco y penetrar en lo más profundo que hay en él,
para vivir de una manera auténtica la Palabra de Dios.