ensayo daniela rojas binimelis

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¿Es Realmente Necesario Desarrollar Estrategias Metacognitivas en los Estudiantes para Lograr Aprendizajes Efectivos? Alguien podría dudar que sea parte importante de la función docente favorecer el desarrollo de estrategias metacognitivas en sus estudiantes para que logren aprendizajes efectivos, o pudiera decir que no es indispensable lograr metacognición en los educandos para mejorar su rendimiento académico. Muchos pensaran que esta pregunta ya está resuelta, debido a que se ha demostrado en algunas investigaciones que es un requisito para los docentes “considerar en sus propuestas pedagógicas oportunidades para el desarrollo de estrategias metacognitivas”, si pretenden sacar mayor partido a los rendimientos de sus estudiantes y alcanzar aprendizajes efectivos (Correa, Castro, Lira, 2004, p. 110). Sin embargo, antes de continuar el análisis es preciso hacer un alto y dar a conocer qué entendemos por proceso cognitivo. Según lo planteado por Neisser (1981), “es la actividad cerebral encargada de transformar, transportar, reducir, coordinar, recuperar o utilizar una representación mental del mundo”, siendo las estrategias cognitivas “modalidades de trabajo intelectual” que permiten llevar a cabo y facilitar 1

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Page 1: Ensayo daniela rojas binimelis

¿Es Realmente Necesario Desarrollar Estrategias Metacognitivas en los Estudiantes para

Lograr Aprendizajes Efectivos?

Alguien podría dudar que sea parte importante de la función docente favorecer el desarrollo

de estrategias metacognitivas en sus estudiantes para que logren aprendizajes efectivos, o

pudiera decir que no es indispensable lograr metacognición en los educandos para mejorar

su rendimiento académico. Muchos pensaran que esta pregunta ya está resuelta, debido a

que se ha demostrado en algunas investigaciones que es un requisito para los docentes

“considerar en sus propuestas pedagógicas oportunidades para el desarrollo de estrategias

metacognitivas”, si pretenden sacar mayor partido a los rendimientos de sus estudiantes y

alcanzar aprendizajes efectivos (Correa, Castro, Lira, 2004, p. 110).

Sin embargo, antes de continuar el análisis es preciso hacer un alto y dar a conocer qué

entendemos por proceso cognitivo. Según lo planteado por Neisser (1981), “es la actividad

cerebral encargada de transformar, transportar, reducir, coordinar, recuperar o utilizar una

representación mental del mundo”, siendo las estrategias cognitivas “modalidades de

trabajo intelectual” que permiten llevar a cabo y facilitar los procesos cognitivos de

adquisición, codificación y recuperación de la información (Correa et al, 1994).

Por otro lado, Paris (1984) entiende por metacognición “los procesos exclusivamente

conscientes de autovaloración de la propia cognición y autodirección del pensamiento”. (F.

Herrera, Ramírez, M. Herrera, s.f, p. 2). Concibiendo las estrategias metacognitivas (de

apoyo) como “medicaciones del proceso cognitivo que permiten hacer consciente y

autorregular dicho procesamiento, permitiendo tomar decisiones más efectivas y lograr un

aprendizaje en profundidad” (Correa et al. 2004, p. 104).

Entonces se genera la incertidumbre, en relación a si será realmente necesario desarrollar

estrategias metacognitivas en los estudiantes para lograr aprendizajes efectivos entendidos

como conocimientos adquiridos que se puedan aplicar a las situaciones de la vida cotidiana:

personal, familiar, escolar y social como plantean los autores (Correa et al. 2004; Massone

et al. s.f), o bastará con que los educadores enseñen a los estudiantes a utilizar

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adecuadamente las estrategias cognitivas para conseguirlo. Si bien coincido en que la

metacognición existe y que es de gran utilidad para monitorear y regular nuestros procesos

cognitivos, no creo necesario que los docentes deban centrar gran parte de sus esfuerzos en

utilizar estrategias pedagógicas que la favorezcan, ya que si logramos entrenar a los

estudiantes en el uso y aplicación adecuada de estrategias cognitivas se pueden obtener

aprendizajes igualmente efectivos. Por el contrario, si el alumno no logra usar

adecuadamente las estrategias cognitivas, sus procesos cognitivos serán deficientes y como

consecuencia no se producirán aprendizajes efectivos ni metacognición.

Las razones por las que diferentes autores concluyen que las estrategias metacognitivas

permiten desarrollar aprendizajes efectivos, se debe a que la consideran como parte de los

procesos cognitivos, señalando que a los tres procesos cognitivos básicos de adquisición,

codificación y recuperación, deben agregarse para el pleno rendimiento del sistema

cognitivo, la colaboración de otros procesos de naturaleza metacognitiva, orética, social,

etc., que Densereau (1985) denomina de apoyo (Correa et al. 2004, p. 104). Según Brown,

citado por Mateos (2001), “estas habilidades cognitivas son necesarias y útiles para la

adquisición, uso y control del conocimiento…., así como también para planificar y regular

el uso efectivo de nuestros procesos cognitivos” Correa et al. 2004, p. 105).

Si tomamos como verdad absoluta que las habilidades metacognitivas regulan nuestros

procesos cognitivos, optimizando o entorpeciendo el funcionamiento de las estrategias

cognitivas de aprendizaje, asumimos que son protagonistas al momento de facilitar el

procesamiento de la información y el logro de aprendizajes efectivos (Massone, González,

s.f). Entonces sería legítimo preguntarse, qué papel juegan nuestros procesos cognitivos en

el procesamiento de la información y adquisición de aprendizajes efectivos, de acuerdo a

los antecedentes presentados en las investigaciones sería correcto asumir que su rol está

supeditado a la metacognición, pero me niego a aceptarlo.

Mi inquietud se genera en que si existe consenso entre diferentes estudios (Correa et al.

2004; Massone et al. s.f) en que los principales procesos cognitivos son los de adquisición,

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codificación y recuperación, donde la adquisición se relaciona con procesos atencionales

como seleccionar, transformar y transportar desde el registro sensorial; la codificación

consiste en traducir a un código o de un código, aproximándose a la comprensión y al

significado; la recuperación con la búsqueda de información en la memoria y la generación

de la respuesta (Massone et al. s.f), porque insistimos en otorgar un rol protagónico a los

procesos metacognitivos, cuando éstos pierden su relevancia si no somos capaces de

desarrollar y utilizar adecuadamente las estrategias cognitivas, que facilitan la adquisición,

codificación y recuperación (procesos cognitivos).

Aunque sabemos que las estrategias metacognitivas permiten al estudiante monitorear sus

procesos cognitivos, darse cuenta que aprende y por ende, mejorar el rendimiento

académico, su desarrollo no determina la generación de aprendizajes efectivos, ya que estos

dependerán de las estrategias cognitivas o actividades mentales que se activan con el

propósito de facilitar la adquisición, almacenamiento y/o utilización de la información

(Massone et al. s.f). Con esto pretendo señalar, que la real importancia radica en que el

estudiante utilice y active adecuadamente sus estrategias cognitivas mientras procesa

información, ya que esta será la única forma de que obtenga aprendizajes realmente

efectivos. En este sentido, he concluido que si cada estudiante empleara adecuadamente sus

estrategias cognitivas (adquisición, codificación y recuperación) obtendría mejores

rendimientos en sus procesos cognitivos y por consecuencia, alcanzará aprendizajes más

efectivos, que podrá recuperar fácilmente de la memoria a largo plazo para aplicarlos a

situaciones de la vida cotidiana.

Sin duda alguna plantear que no es indispensable desarrollar estrategias metacognitivas en

los estudiantes para que logren aprendizajes efectivos, escapa a la lógica de la mayoría de

los autores, pero es racional concebirlo de esta manera si tomamos como eje central la idea

de que el uso adecuado de las estrategias cognitivas es lo esencial para que ocurra un

adecuado procesamiento de la información y logro de los aprendizajes, que sea efectivo o

no, va a depender de que el alumno sea capaz de recurrir a él cuando sea necesario para

cumplir con una determinada actividad u objetivo.

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Al revisar los diferentes conceptos y teorías se fue aclarando la importancia real que tienen

los procesos cognitivos de adquisición, codificación y recuperación, para poder realizar una

aplicación efectiva de los conocimientos, ya que si no seleccionamos adecuadamente los

estímulos, no comprendemos y otorgamos significado a la nueva información, no podremos

almacenarla para utilizarla posteriormente. Lo que evidencia que el alcanzar un aprendizaje

efectivo tiene relación directa con las estrategias cognitivas (adquisición, codificación y

recuperación), y no con las metacognitivas (de apoyo), que si bien existen y colaboran a

que éste ocurra no son indispensables, es más, me atrevo a señalar que el aprendizaje

efectivo puede generarse en ausencia de metacognición, siempre y cuando el docente

favorezca en sus alumnos el desarrollo y uso adecuado de estrategias cognitivas, que

estimulen la actividad mental para facilitar sus procesos cognitivos y así asegurar un

resultado exitoso al momento de almacenar y/o utilizar los conocimientos adquiridos.

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BIBLIOGRAFIA

1. Correa, M., Castro, F., Lira, H. (2004). Estudio descriptivo de las estrategias

cognitivas y metacognitivas de los alumnos y alumnas de primer año de pedagogía

en enseñanza media de la Universidad del Bío-Bío. Revista Theoría, 13, 103-110.

2. Massone, A., González, G. (s.f). Análisis del uso de estrategias cognitivas de

aprendizaje, en estudiantes de noveno año de educación general básica. Revista

Iberoamericana de Educación, 1-4.

3. Herrera, F., Ramírez, M., Herrera, M. (s.f). Tratamiento de la cognición-

metacognición en un contexto educativo pluricultural. Revista Iberoamericana de

Educación, 1-3.

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