el sentido de mi tiempo

Upload: loqasto

Post on 07-Jan-2016

219 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Estudio sociológico sobre el paradigma temporal

TRANSCRIPT

EL SENTIDO DE MI TIEMPO

EL SENTIDO CRTICO DE MI TIEMPO EN MOMENTOS DE INCERTIDUMBRE

ResumenEl sintagma mi tiempo es una constante en los discursos producidos en las observaciones empricas sociolgicas, de carcter cualitativo, que directa o indirectamente se focalizan en las distribuciones del tiempo, ya sea entre actividades o categoras sociales. Reanalizando material discursivo producido en 23 grupos de discusin y 70 entrevistas abiertas a lo largo de diez aos, se profundiza en el significado de este concepto. Es un tiempo con identidad propia y tiende a aparecer como demanda, generando satisfaccin. Se trata de unaUna demanda al conjunto de la sociedad, en reivindicacin de lo que se percibe como un derecho y como un argumento en situaciones conflictivas con las relaciones ms prximas, puesto que tensa la relacin entre individuo y la unidad grupal en la que ste se inserta (pareja, compaeros). El Un carcter conflictivo no impide que la referencia al mismo por parte de los actores adquiera mayor sentido en contextos de incertidumbrePalabras clave: Sociologa del tiempo, investigacin cualitativa, sentido, individualismo, tica protestante, ideologa, modernidad, incertidumbre.AbstractThe phrase "my time" is a constant in discourses produced in qualitative sociological empirical observations, and it is directly or indirectly focused on the distributions of time, either between activities or social categories. Reanalyzing discursive material produced in 23 focus groups and 70 open interviews done over last ten years, observation interprets into the meaning of this concept. It is a time with its own identity and tends to appear as a demand and is a time that generates satisfaction. It is perceived as a right and as an argument in conflict situations with the closest relationships, since it tenses the relationship between actor and group unit in which it is inserted (couple, workmates). A conflictive feature that does not prevent that the reference to it by the actors gains greater sense in contexts of uncertaintyKeywords: Sociology of time, qualitative research, sense, individualism, Protestant ethics, ideology, modernity, uncertaintyINTRODUCCINA lo largo de un decenio analizando material emprico discursivo sobre las relaciones de la sociedad con el tiempo, se observa la creciente presencia de un sintagma que escapa a las distintas pre-categoras formalizadas sobre el tiempo, vinculadas a las distribuciones formales de las temporalidades (das, partes del da, horarios) o categoras de actividades (trabajo remunerado, trabajo domstico, actividades de ocio). A pesar de tal apreciacin y de la puesta en marcha de prcticas de investigacin social abiertas, el sistema (experto) de la ciencia pareca encontrarse con uno de esos obstculos para la adaptacin estructural al mundo de vida de los sujetos, a sus expresiones en la vida cotidiana. Como si la observacin estuviese ante una de esas realidades que escapan repetidamente a la indagacin sistemtica (Drrenmatt, 2008:21). Como si los sujetos tuviesen sus propias clasificaciones del tiempo, sus propios caminos y atajos (de Certeau, 1990). A partir de aqu, la pregunta: qu se quiere decir con mi tiempo? Y, sobre todo, qu sentido sociolgico tiene? en qu contextos inmediatos los sujetos insertan esta expresin?Como veremos, la comprensin de lo que los sujetos denominan mi tiempo significa asumir otra clasificacin de los tiempos. Pero, sobre todo, poner el acento en una especial representacin del tiempo vinculada a la tensa relacin entre individuo y unidad grupal de inscripcin social (pareja, compaeros); tensa relacin entre individuo y sociedad que es una de las caractersticas de la modernidad.ENFOCANDO EL OBJETOBuena parte de las referencias expertas a mi tiempo o tiempo personal estn relacionadas con propuestas para un mayor aprovechamiento del tiempo, en la lgica de la eficiencia del mismo (Simes y Coma, 2010), especialmente entre las mujeres y rozando la retrica de la autoayuda (OConnell, 2008), o con la reflexin entre trayectorias personal y colectiva (Yuni et alt., 2010). Si se acenta el tiempo frente a los dems desde la primera propuesta, que plantea cmo aprovechar mejor las horas del da, es el tiempo entre los dems el que cobra relevancia en la segunda, situndose el actor como testigo de un perodo histrico de una sociedad. Por ltimo, quienes han propuesto una sociologa de la vida personal, marco que podra presumirse adecuado para la insercin de esta categora, han tendido a eludir las temporalidades personales (May, 2011), o, al contrario, han subrayado el carcter central del concepto tiempo propio en la configuracin de la vida privada (Murillo, 2006), sealando el subyacente conflicto entre gneros, o han situado el tiempo personal como base del tiempo colectivo (Adam, 1995).Nowotny sita mi tiempo en un proceso de individualizacin. Inicialmente, el vnculo con el proceso de individualizacin deriva de los instrumentos de medicin del tiempo. El reloj refleja el primer paso en la individualizacin en las relaciones con el tiempo (Nowotny, 1992a:8) y, a su vez, la generalizacin de esa relacin con el tiempo (Adam, 1995:24). Cada uno tiene su reloj. Cada uno, su tiempo; dndose un papel importante a la tcnica, en un enfoque deudor de la antropologa. A travs de la interiorizacin de la tcnica (el reloj) se interioriza el tiempo, generndose el tiempo propio, con lo que conlleva de incorporacin de la disciplina, de autodisciplina. As, el reloj supone, a la vez, un aumento del control de la vida, de la propia vida, y sobre la vida. Es decir, una adaptacin del tiempo a la vida cotidiana de los sujetos y, a la vez, un control de los procesos temporal-vitales de los sujetos, como se pone de manifiesto en los intentos de controlar los procesos de envejecimiento (Nowotny, 1992a:69).A su vez, el reloj permite individualizar las relaciones de los hombres y, sobre todo, de las mujeres con el tiempo. Un tiempo estandarizado en cuanto objetivado y medido- que pone a cada uno en su lugar. Un proceso histrico que se dispara con la generalizacin de la vida profesional. Se subraya aqu la relacin de las mujeres con la expresin mi tiempo, ya que, para Nowotny, el tiempo propio o personal es fundamentalmente femenino, naciendo con la incorporacin de la mujer a la vida profesional (1992:8). Entre medias, distintos comportamientos colaboran en construir un tiempo y un espacio- propio, como la lectura individual burguesa que exige un tiempo apartado de los dems (Goody y Watt, 1963).Siguiendo con Nowotny, el tiempo asume las caractersticas de una propiedad, de una entidad sobre la que se exigen derechos, frente a la presin de las disponibilidades para el empleo profesional y para la familia. De esta manera, en la autora, el tiempo propio adquiere un sentido conflictivo, en lucha con el tiempo de trabajo profesional y remunerado y el tiempo de trabajo no remunerado. Un tiempo propio cuya problematizacin aumenta con las demandas de simultaneidad: si tengo que acompasar mi tiempo con los de otros. Esto conlleva una concepcin individualista del tiempo, ya que parece excluir la relacin con los otros distintos de los co-laboradores con los que se trabaja- o de los familiares. As, es concebido como un tiempo opuesto al tiempo obligatorio. Ahora bien, si las referencias aparecidas en los discursos y especialmente en los discursos grupales- tienen un componente normativo en buena medida, se dice lo que hay que decir- las referencias a mi tiempo apareceran, a la vez, como una obligacin hay que disponer de mi tiempo- y algo opuesto a las obligaciones, un tiempo frente a los tiempos de las actividades que se tienen por ms obligatorias (trabajos y cuidados a los dems). No puede perderse de vista la oposicin entre presiones normativas, pues, por un lado, la que lleva a hacer ostentacin o, al menos, demanda de mi tiempo; por otro lado, la constituida por los tiempos de las actividades obligatorias, que son tiempos de fuerte vinculacin social. Enfrentamiento entre normas? crisis de la norma tradicional de tiempos obligatorios dedicados a los entornos sociales ms inmediatos y con los que existen compromisos con algn grado de institucionalizacin? Conflicto entre la norma social para disponer de mi tiempo y la norma social que da prioridad a otras actividades obligatorias (trabajo, familia) que materialmente llevan su tiempo?Comment by Ignacio Snchez de la Yncera: Debera llevar o bien dos puntos o puntoVemos as que, especialmente bajo la sombra de Nowotny, el tiempo propio se configura con ciertos rasgos: individualismo, autodisciplina, derecho y no obligatoriedad. Son los mismos rasgos que le atribuyen los sujetos?METODOLOGALa bsqueda del sentido que los sujetos dan al sintagma mi tiempo (MT a partir de ahora) nos arroja en la perspectiva cualitativa de la investigacin social. Se trata de un tiempo cualitativo, del sentido que dan los sujetos a distintas actividades o momentos. En principio, se ha partido de que su cuantificacin es menos pertinente cuando lo que se busca es la observacin de los contextos en los que los sujetos inscriben el trmino MT. El material emprico analizado deriva de dos investigaciones cuyos trabajos de campo tienen un decenio de distancia entre s[footnoteRef:1] (ver anexo). La primera[footnoteRef:2], con el ttulo Tiempo de trabajo negociado y temporalidades sociales vividas en el marco de las transformaciones en curso de la norma temporal del empleo: convergencias y conflictos, con un trabajo de campo que se desarrolla durante 2002 y 2003 con catorce grupos de discusin. [1: Ver anexo para ver detalle del diseo metodolgico de las dos investigaciones referidas.] [2: El equipo de investigacin lo forman: Carlos Prieto (IP), Ramn Ramos, Javier Callejo y Ricardo Morn (SEC 2001-1480, Plan Nacional de I+d+i 2000-2003).]

La otra investigacin[footnoteRef:3], Trabajo, cuidados, vida personal y orden social en el mundo de la vida en la sociedad espaola, con trabajo de campo desde finales de 2012 hasta el primer trimestre de 2013. Se realizaron quince grupos de discusin y setenta entrevistas. [3: El equipo de investigacin lo forman: Carlos Prieto (IP), Tebelia Huertas, Teresa Torns, Pilar Carrasquer, Sofa Prez de Guzmn, Isabel Aler, Jos de Santiago y Javier Callejo (CSO- 2010 19450).]

La estrategia de investigacin asumida en este trabajo ha optado por dejar el paso del tiempo entre parntesis. Es decir, el anlisis secundario del material emprico-discursivo producido por ambas investigaciones se observa desde el supuesto de su continuidad. En cierta forma, como si fueran una nica investigacin. Estrategia que, por lo tanto, deja a un lado la comparacin entre una y otra investigacin primaria, entre un primer y segundo momento, puesto que el objeto es la fijacin del sintagma en los discursos producidos y entre las distintas posiciones en la sociedad. Por otro lado y como puede observarse en el anexo que describe los perfiles de grupos de discusin y entrevistas, ambas tienen en comn centrarse en lo que puede considerarse sectores medios de la sociedad, articulndose los diseos internamente diferenciales principalmente por sexo, edad y relacin con la actividad.NARRATIVAS SOBRE MI TIEMPOMT es referencial en un doble sentido: se hace continua referencia a l, encontrndose con cierta facilidad en los materiales discursivos, y aparece como una referencia, como una orientacin, para los sujetos. Una referencia incrustada en narrativas vinculadas preferentemente con las relaciones con la familia. Cuando aparece el trabajo remunerado, la ocupacin, es en su oposicin a MT:S, cuando me ofrecieron el contrato ya cambi totalmente y con la tesis fue todo a la vez. S que haca alguna guardia con neonatos que a m me gustaba. Pero llega un momento en el que decid que como ya llegaba bien a final de mes y no me haca falta el dinero. Fue cuando decid dejarlo, no fue por nada sino que ms bien por tener tiempo para m. (Mdico, 30 aos, vive solo, Barcelona)No por nada sino que ms bien por tener tiempo para m: un tiempo que parece no exigir justificacin no fue por nada- lo que apunta su consideracin como fuente de justificacin, bajo la hiptesis de que lo que no exige justificacin es porque est justificado. Es un porque s, algo naturalizado como propio, sobre lo que no se exige dar explicaciones - como apunta Bourdieu (1998) para el gusto, y, por lo tanto, algo que supone un reto para el socilogo. La obligacin laboral es un obstculo para MT: te est quitando mucho tiempo (Cajeras-Madrid). El trabajo como enajenacin del tiempo. O como en el siguiente fragmento:Necesitara ms tiempo para m, tiempo libre porque s que es verdad que al trabajar en una jornada laboral quita muchas horas. Estamos la mayor parte de la vida, pero (Administrativa, 43, sin pareja ni hijos, San Carlos de la Rpita)Se constituye inicialmente una doble oposicin: tiempo necesario (MT) versus tiempo obligatorio (laboral) y quitar versus ganar tiempo. Oposicin inicial, ya que se ver despus la articulacin entre los dos polos de las oposiciones, puesto que la reivindicacin del tiempo necesario est legitimada por el cumplimiento del tiempo obligatorio en general y del tiempo laboral en particular; y, en la otra oposicin, no se gana tiempo si no se quita a otros.Centrmonos ahora en el trmino que ya ha sido mostrado en dos ocasiones: quitar. Un trmino que se opone a ganar. El trabajo remunerado aparece como potencial usurpador de tiempo, como algo que, en principio, parece distinto a la idea de la venta o enajenacin voluntaria de tiempo, a cambio de un salario. No se trata de que el sujeto vende MT sino que la dedicacin laboral le quita MT. Ni qu decir tiene que vender no es lo mismo que quitar. En consecuencia el sujeto se presenta como vctima, en lugar de como actor, y el sistema social aparece organizado sobre la lgica de este robo del tiempo. Los otros, la sociedad en sus diversas concreciones, son potenciales ladrones de MT.Las actividades domsticas y de cuidado son las que ms pesan en el conflicto con MT: yo creo que los hijos te quitan mucho tiempo, y que te quitan mucho tiempo. (Amas de casa clases populares-Madrid). Una reiteracin de la expresin muy significativa, que hay que vincular con su carga emocional. Sin embargo: al horario suyo [de los hijos] no le quito nada, no s si cuando sean un poquito ms mayores (Funcionarias Tipo A-Madrid). Los dems me quitan, salvo a los hijos que no les quita. A los hijos, se les da. A pesar de que existe la conciencia de que MT emerge, en buena medida, de lo que se quita al tiempo de trabajo remunerado, no aparece como un conflicto intensivo con ste, puesto que ganarlo aqu supone decisiones que se consideran vitales. Salvo en los grupos de varones con extensa dedicacin horaria al trabajo remunerado durante el da y de mujeres ocupadas, esa relacin directa entre tiempo y dinero subrayada por Cross (1993) no aparece en el discurso. Tiene un papel menos relevante que la oposicin entre obligacin (trabajo) y libertad (MT). En cierta forma, esa quita de MT por parte del trabajo remunerado, aunque el sujeto se site como vctima, es fruto de un pacto: se quita porque se ha vendido, lo que excluye el conflicto salvo en el momento que haya que volver a pactar (convenios, cambios de categora laboral, por ejemplo). Adems, como se ver ms adelante, la mayor legitimacin para la demanda de MT, hasta el punto que no requiere justificacin, deriva de la ocupacin laboral, del cumplimiento con la obligacin laboral. Como dice Lahire: disponer de ms o menos tiempo personal tiene ms o menos sentido segn que se defina o no su persona por el trabajo (Lahire, 2006:412).En cuanto tiempo no obligatorio, MT es el tiempo de la desconexin (Profesionales-Madrid), producindose una interferencia con el tiempo de ocio. Se superpone con el denominado tiempo libre, apareciendo como una variante del tiempo libre. Hay un esfuerzo discursivo por particularizar MT dentro del conjunto del tiempo de libre y diferenciarlo del tiempo de ocio.Bueno es, es eso que dicen que t, que al final todo sale, todo sale, es verdad que, que tienes poco tiempo libre, para ti, pero bueno tambin (Mujer, 33, superocupada, pareja con hijos, Barcelona)Yo entiendo que al preguntar por el ocio no se refieren a poner la lavadora. Yo la pongo muy contento. Y cocino muy contento. Entiendo que el ocio no es el tiempo fuera del trabajo que ests en tu casa barriendo el saln. Pones Radio3, escuchas Pink Floyd... eso no es ocio (Varones y mujeres que viven solos, sin hijos, entre 35 y 45 aos. Sevilla)El tiempo libre parece dividirse as entre el tiempo con los otros y para los otros y, en este sentido, con las mismas connotaciones de obligatoriedad que los tiempos de trabajos y tareas- y tiempo estrictamente para m o MT. No obstante, la convertibilidad entre tiempo libre ajeno y MT parece alta. Tiempo libre que queda sobrante, lquido, disponible, desemboca en MT. Tambin al contrario y, as, puede sacrificarse MT para salir con otros.La vinculacin material con el tiempo de ocio no puede llevar a confundirlos. El tiempo de ocio puede aparecer como tiempo perdido; mientras que MT es siempre tiempo ganado. Tal vez, el peso de una cultura tradicional que ha condenado el ocio se encuentre detrs, al situarlo como prdida.Normalmente la rutina del hombre espaol es levantarse, trabajar, comer, trabajar y ya est, y ver la tele un par de horas y ya est, y a acostar. Si tuviera ms tiempo: gimnasio, irte de compras, una pelcula de vdeo o cualquier cosa; un poco ms de todo [] Si tuviera ms tiempo al da, lo mismo una carrera otra carrera no estara mal eh? (Mujer en Jvenes con empleos tiempo parcial-Madrid).Por otro lado, al ser un tiempo no obligatorio puede pensarse que disponen ms del mismo quienes menos obligaciones tienen. Sin embargo, la cuestin est mediada por el origen de la falta de obligatoriedad de ese tiempo. Hay que resaltar que MT es algo que se vive como un derecho cuyo principal origen es el cumplimiento de las obligaciones asignadas y por este orden de legitimacin: trabajo remunerado, estudios y tareas domsticas o de cuidados. As, en el grupo de parados varones encontramos una aparente contradiccin: no tienen tiempo (para ellos). Reconocen que tienen ms tiempo (en cantidad), pero cualitativamente asignado apenas lo consideran como MT: tienes tiempo, pero no se disfruta (Parados-Madrid). No argumentan que la situacin de desempleo les quita MT. En este caso, la ausencia parece derivar menos de una fuga y ms de una carencia original. No se pierde porque no se tiene Y por qu no se tiene MT? Porque no se ha ganado, porque, al faltar el cumplimiento de la funcin principalmente asignada trabajo para obtener un salario- se carece de la fuente de MT. As este sintagma pasa del exclusivo rgimen de la materialidad del tiempo al de las legitimaciones y, por lo tanto, al de los conflictos. La deslegitimada posicin del parado no reclama MT. Los legitimados, que perciben que tienen menos MT a su disposicin del que se creen con derecho, lo reclamarn en su vida cotidiana. LA INDIVIDUALIZACIN DEL TIEMPOLa designacin de MT no slo conlleva una apropiacin del tiempo, sino una apropiacin individualizada. As, se revela una matriz estructural de las concepciones del tiempo. Por un lado, un tiempo individualizado o personal (MT) y, por otro lado, un tiempo colectivo como tiempo ajeno. Temporalidades en oposicin, de manera que no cabe considerar la primera como base o punto de partida de la segunda (Adam, 1995).En el tiempo colectivo-ajeno, se inserta la dedicacin a actividades concebidas como obligatorias. Es ah donde se insertan las obligaciones laborales, familiares y, al menos, ciertas concreciones del tiempo disponible, en cuanto no viene exigido por los dos tipos de obligaciones anteriores. MT, por el contrario, se sita fuera de las obligaciones. No puede hablarse de tiempo asocial, de un tiempo carente de nosotros (Elias 1990: 230), en la medida que incluye las salidas con los amigos libremente decididas y no por compromiso social o cortesa:Pero me refiero a la gente que te dice: vamos a tomar una cerveza despus del trabajo., Ppues no. , Porque porque yo despus del trabajo tengo ganas de hacer cosas para m, porque he estado todo el da haciendo cosas para otros y luego llegar a casa tranquila (Tcnica publicidad-comunicacin, 35, vive sola, Barcelona)En cuanto tiempo personal e individualizado, se pone por delante de los otros tiempos, especialmente por parte de los jvenes. Es un tiempo que no puede faltar, necesario, aunque sea escaso. As, puede llegar a decirse que: me falta tiempo para todo, incluso para m (joven becaria, 28, en piso compartido, Barcelona). Como tiempo individualizado, es un tiempo que tiene prioridad, donde parecen sobrar los dems, incluyendo la pareja.Si quieres hacer lo que t quieras y ser t mismo, el estrs es mucho mayor si ests en pareja. Tienes que encontrar tiempo para ella y tiempo para ti, y el tiempo para ti es importante. Yo pienso que es mucho ms importante mi tiempo que el que paso con ella porque no s sabe nunca. La inversin en ti tiene que ser importante y ms viviendo fuera de casa (Profesor FP, 30, vive solo, Barcelona)Hay que apuntar en el fragmento anterior la vinculacin que se establece entre MT e inversin del tiempo. De esta manera, siguiendo esa declaracin, la posible dedicacin de parte de MT a la pareja puede ser una mala inversin. Al menos, se vive como una inversin menos segura que si se invierte en uno mismo, con independencia de qu quiere decirse con el trmino inversin. Pero, adems, seala que MT es un tiempo que se gana a los otros. Es el tiempo de los otros lo que permite tener tiempo propio (Nowotny, 1992a:148). De aqu que genere conflictos, cuando el otro es alguien cercano, con quien se convive:Si es que tampoco es cuestin de plantarse, es cuestin de decir bueno somos dos vamos a dividir [] hay cosas que las puedes hacer t porque te gustan o (Educadora Social, tiempo parcial, pareja y dos hijos, 46, Barcelona)De manera directa reclamando el tiempo- o indirecta acortando las actividades cuyos principales beneficiarios son los otros, como en el caso de las amas de casa que se autoculpabilizan por no saber gestionar el tiempo que dedican a los otros y, por lo tanto, no disponer de MT, que es un tiempo ganado a los otros. As cabe interpretar el caso del ama de casa mostrando su posicin opuesta a la del parado, quien carece de MT porque carece de su principal y a veces nica- fuente de legitimacin: el trabajo remunerado. El ama de casa tiene MT; pero lo pierde de manera relativamente fcil al tener que dedicar ms tiempo a la generacin de la propia fuente de legitimacin de su MT, es decir, el trabajo para los dems miembros de la unidad familiar, una fuente de legitimacin con relativa escasa potencia. Sin embargo, los varones ocupados, con una fuente de legitimacin tan potente como el trabajo remunerado, tienden a ganar MT a la menor oportunidad.Una vez obtenido, la gestin de MT aparece como fruto de una decisin intransferible, en la que los otros no caben:Bueno, yo creo que la organizacin de cada uno es personal. Lo que pasa es que desde mi punto de vista yo decido cmo me organizo mi tiempo (Mdico, 30 aos, vive solo, Barcelona)Como se observa y observar en los fragmentos discursivos que ilustran este trabajo, es un tiempo desde el yo. Desde el: ahora yo tengo ms tiempo. No es la ausencia de un tiempo colectivo, para realizar tal o cual actividad. Se trata de que: realmente uno no tiene tiempo (Cajeras-Madrid). Uno no tiene suficiente tiempo para la construccin de ese yo, cuya dimensin parece que hay que buscarla en la articulacin entre las expectativas que derivan de una posicin en la estructura social y el volumen narcisista, especialmente fomentado por nuestras sociedades de la experiencia.DE LA PRDIDA DE TIEMPO A CAPITAL TEMPORALHay que subrayar cmo buena parte de las declaraciones sobre MT aparece ligada ms a la posibilidad de una ganancia, de ganar tiempo, que a la denuncia de una prdida. Se trata de una posible ganancia de un tiempo siempre escaso[footnoteRef:4]; pero que hay que ir ganando y que se gana con pequeas tcticas (de Certeau, 1990), dando la razn a analistas y, sobre todo, prescriptores que lo vinculan con la consecucin de una mayor eficiencia. [4: La racionalizacin del tiempo, uno de los fundamentos de la modernidad y del capitalismo, es asimismo fuente de conflictos (Adam, 1995).]

La idea de ganancia del tiempo que se considera propio ha de conectarse con la de valor. Existe conciencia de ganancia o de posible ganancia desde el momento en que se le da un valor. No se trata ya del tiempo en general, recogiendo esa transformacin civilizatoria por la que se llega a asimilar el tiempo con el dinero en el popular: time is money. Tal invocacin est hecha contra la prdida de tiempo, como condena a la prdida de tiempo. De hecho, en tal invocacin tan propia de la tica protestante estudiada por Weber (1997), es un tiempo que se pierde porque no se gana.En los histricos conflictos sobre los horarios laborales, hay una concepcin inicial de MT. Las reivindicaciones obreras no se construyen slo a partir del esfuerzo dado, del sentimiento de alienacin. Lo hacen al considerar un tiempo propio que se vende al empresario o, como se dice en el instruido grupo de discusin de profesionales: se alquila. Si se da ms tiempo al empresario del que se ha vendido, el trabajador pierde. Pero, sobre todo, est la consideracin de un tiempo propio -de los trabajadores y, por extensin de su capacidad histrica para representar al conjunto de la Humanidad- que est detrs del conjunto de la propuesta marxista. MT puede venderse porque tiene un valor, que, segn Marx (1998), adems es creador de plusvalor.Ahora bien, en el caso de los MT investigados no domina precisamente su ubicacin en los procesos laborales o las reivindicaciones laborales. En este espacio laboral, tal como se ha apuntado, el tiempo es algo ya negociado, pactado y, por lo tanto, estipulado. La ganancia o prdida est en el momento de la negociacin. Despus, ya no hay nada que ganar. El principal espacio de manifestacin conflictiva de MT es el domstico o, al menos, fuera de las obligaciones laborales e incluso de los procesos de su venta. Es ms, es un tiempo que tiene valor, pero que no tiene precio, puesto que los sujetos que son conscientes de l no parecen dispuestos a venderlo. Incluso, en el caso de que dediquen ms tiempo a la empresa, como, por ejemplo, cuando se quedan ms horas de las estipuladas, se subraya: No se paga con dinero. Cuando uno se queda por la tarde es por reconocimiento, es que tu proyeccin en tu carrera profesional sea mucho ms rpida (Varones empleados sector financiero-Madrid).En todo caso, los asalariados no estn dispuestos a vender MT a cualquier precio. Se trata de un valor con un fuerte componente simblico y capaz de definir a los sujetos. Algo que muy pertinentemente supo ver Veblen (2009): no slo el tiempo para la produccin tiene valor, tambin lo tienen otros tiempos, como el tiempo de ocio. Es ms, desde el punto de vista de los sujetos, adquiere ms valor este tiempo, que el tiempo ya vendido o que slo tiene ya valor de cambio. Es decir, se apunta la capacidad para generar una especie de plusvalor simblico. Esto puede explicar la ostentacin que se hace de MT: por un lado, muestra un tiempo legtimamente ganado, a partir de fuentes legtimas; por otro lado, un tiempo del que dispone un sujeto soberano.MT conlleva un valor extra. Mientras que el valor ya vendido del tiempo de trabajo -que ya no es MT, pues ha sido enajenado- apenas es referido, dndose por sobrentendido en las pocas sealizaciones a los horarios laborales, MT se manifiesta plenamente legitimado , sobre todo porque sita al sujeto frente al mundo, sus expectativas y posibilidades. MT tiene un valor que, adems, se alimenta con la constante conciencia de su escasez, pues hay una tendencia generalizada a percibir MT como escaso. Como seala Nowotny (1992b:141), al tiempo se le confiere valor cuando llega a considerarse escaso desde el punto de vista del individuo. Pero ha de subrayarse que MT aparece como especialmente escaso, como el ms escaso de los tiempos. Ahora bien, el valor de MT no slo se genera en la escasez, pues sera una escasez ms o menos generalizada. La diferencia en su valor tal vez haya que buscarla en su produccin, que est en el origen de su legitimidad y es la fuente de las ganancias que comporta. Podemos hablar de tres fuentes del MT: a) el MT ganado al trabajo remunerado porque se decide emplear en el mismo menos tiempo (situado aqu en las referencias del mdico entrevistado); b) el MT ganado al tiempo de los otros claro est, por eficiencia en el desarrollo de tal trabajo y no por deficiencia en el mismo, ya que se trata de los otros cercanos y sobre los que se tiene responsabilidad, como son los hijos (situado aqu en las referencias de las amas de casa y de los varones rapiadores de tiempo); y c) el MT ganado a los otros, el tiempo del nosotros (mostrado aqu por los jvenes profesionales). Una vez ganado, se transforma en otras formas de capital.Dando parcialmente la razn a Nowotny, los discursos de los sujetos presentan MT como una propiedad. Ahora bien, se trata de una propiedad especial que toma forma de capital temporal individualizado, ya que el capital puede existir bajo diferentes especies (Bourdieu, 1991:206) y cambiar su estructura en funcin de la posicin (de origen) y trayectoria de los sujetos (Bourdieu, 1998:80). Pues bien, MT aparece como una especie de capital que hay que ganarse y que los sujetos reclaman como un derecho, y que hay que vigilar, para no perderlo, para que no te lo quiten.Un capital que, en cuanto posible ganancia, es siempre productivo; un tiempo por ganar y para ganar, que no se lamenta como improductivo cuya productividad proviene de su capacidad para transformarse en otras especies de capital. Es un capital que se gana frente a las obligaciones consideradas externas, como las obligaciones con los otros. Se gana y, por lo tanto, se crea, frente a las obligaciones laborales o domsticas, aun cuando sea para invertirlo (donarlo) en otros, y no precisamente en uno mismo: verdad es que yo el tiempo que ahora tengo para mi hija lo valoro muchsimo porque yo tena unos horarios malsimos (Amas de casa dedicando mucho tiempo a tareas domsticas y cuidados-Sevilla).La adquisicin de MT por parte de las amas de casa, deriva de una especie de recoleccin de residuos temporales, de gaspillage, de los momentos cuando no hay nadie que exige tiempo:En fin, mi tiempo, yo me echo mi tiempecillo, porque mi hijo est en colegio, mi marido est trabajando y mi nia en la facultad (Amas de casa dedicando mucho tiempo a tareas domsticas y cuidados-Sevilla)Es un tiempo que se gana principalmente con la racionalizacin. As, se seala lo importante que es organizarse el tiempo, dejando un hueco para el tiempo propio. Cuanto mejor es la gestin de MT, ms actividades pueden hacerse: Administrarte tu tiempo pues eso, para hacer muchas cosas (Jvenes contratos tiempo parcial-Madrid). Es ms, parece trasladarse al mbito privado, individual o personal, y, sobre todo, no productivo, la necesidad de gestin del tiempo que se da en el mbito productivo. MT participa as de la ilusin del dominio del tiempo, de tenerlo bajo control. Ahora bien, en cuanto gestin individualizada, aparece como responsabilidad exclusiva del individuo, empezando por la voluntad de querer tenerlo. Si no se tiene es porque no se ha luchado suficiente por l:Esto vuelve a depender un poco de cada persona. Tus prioridades cules son. Yo conozco gente que va desde el tener hijos ha sido una patada para m porque me estn quitando todo el tiempo que antes yo tena para m y en cambio gente que piensa que todo lo har con los nios porque no entienden el tiempo libre sin los nios porque por algo los han tenido (Tcnica publicidad-comunicacin, 35, vive sola, Barcelona)La autoculpabilizacin se presenta especialmente entre las mujeres, puesto que, cargadas con las obligaciones domsticas y de cuidados percibidas ms flexibles que la ocupacin del trabajo remunerado cuestin de percepcin, pues es discutible tal flexibilidad- interiorizan la mayor escasez de MT como producto de una falta (personalizada) de organizacin en tales tareas:Yo dedico mucho tiempo a la casa y a lo mejor no tengo espacio para mi, pues a lo mejor si me organizara diferente. O si dijera esto se queda por hacer o esto ya lo har maana me podra organizar completamente diferente y tener ms tiempo para m. Desde luego (Mujer, 55, superocupada, San Carlos)En general me organizo mal el tiempo (Diseadora, 34, pareja sin hijos, Barcelona)Como todo capital, el capital temporal puede invertirse, incrementarse, generar rendimientos, perderse, depreciarse, transformarse en otros capitales, gastarse o transmitirse. A partir de los procesos que toma este capital se diferencian las distintas categoras sociales. As, los varones tienden a invertir tal capital (en formacin, en el propio trabajo), adquiriendo entonces el tiempo una proyeccin estratgica (Callejo, 2005). Es un tiempo para la competencia, especialmente en el mercado laboral-profesional. entonces si tuviera ms tiempo lo invertira haciendo cualquier cosa. Lo que estoy seguro es que quedndome en casa no, o tirado sin hacer nada, eso no. Hara lo que fuera, aunque sea estar aqu sentado pero hara algo (Mdico, 30, vive solo, Barcelona)Como inversin para la competencia laboral-profesional puede generar conflictos en el mbito domstico- cuando conviven estrategias similares: dos sujetos intentando acumular MT para invertirlo en estrategias de competencia y, por lo tanto, reduciendo el tiempo del nosotros domstico o el tiempo de trabajo para los otros, de cuyos productos tambin se beneficia quien lo realiza. Es el tiempo de nosotros el ms amenazado en esta situacin, con lo que conlleva de interpelacin al propio nosotros y de tensin entre el individuo y el nosotros.Como inversin, puede haber queja sobre su objeto, pero no por el hecho de la propia inversin, aun cuando implique mltiples tareas. Incluso, siempre son insuficientes:S, madrugo mucho pero las 4 estoy en casa ya. Me permite tener ese espacio, pero no me puedo quejar. Si no tengo tiempo es porque tambin yo me empleo todo mi tiempo porque tambin podra decir no, no, no hago tantas (Administrativa, 43, sin pareja ni hijos, San Carlos de la Rpita)Las mujeres ponen de manifiesto la percepcin de que si no lo reclaman, es tomado por los dems, especialmente por los otros miembros de la familia. Entonces, dejan de ganarlo o lo dan. Preferentemente a los hijos, por parte de las amas de casa: hacen patente tal donacin, para diferenciarlo del simple gasto y para poner en funcionamiento la propia lgica de la donacin (Mauss, 1985)[footnoteRef:5]. La donacin a los hijos tiene su principal referencia en el tiempo que dedican a los estudios de ellos. Donacin o depsito a plazo? El tiempo dado a los hijos aparece como un capital invertido, a largo plazo y con bastante confianza, aun cuando sea d una rentabilidad baja. El tiempo se transmite a los hijos con la confianza de que ellos obtengan mximos rendimientos fruto de sus estudios y sus posteriores encuadres profesionales- para que lo devuelvan en el futuro. [5: Sobre la donacin de tiempo, especial inters tienen las reflexiones de Ramos (2007) y Legarreta (2008, 2012 y en este mismo nmero monogrfico).]

Si de cara a la sociedad no, tienes que vivir de cara para ti, que es lo que a ti te gratifica, que es lo que a ti te reconforta y te hace feliz y a m me reconforta muchas horas jugar con mis hijos, dedicarles tiempo, rernos, la lectura. O sea vivir de cara al da, de cara a m, qu es lo que me gratifica (Amas de casa dedicando mucho tiempo a tareas domsticas y cuidados-Sevilla)Gratificacin individualizada para m- cuando se est dando el tiempo a los hijos. Gratificacin diferida que busca el contra-don? Es como un capital que se pone en una cuenta corriente: flexible, poca rentable y fcilmente disponible. Permite, incluso, transferencias de tiempo, especialmente dentro de la pareja. As, ella cede parte de su MT a l:Entonces, pues, yo ahora que tengo ms tiempo le apoyo todo lo que puedo, y si l puede tener algn tiempo ms para estar trabajando en casa no me importa hacerlo (Amas de casa dedicando mucho tiempo a tareas domsticas y cuidados-Sevilla)Es una especie de capital que, siguiendo parcialmente a Bourdieu, se transforma en capital escolar dedicndolo a estudios y formacin, certificada con titulaciones-, en capital social cuando se dedica a fomentar nuevas relaciones sociales o mantener vivas las que se tienen-, en capital cultural (prcticas culturales[footnoteRef:6]) o capital mental-corporal (Bourdieu, 1998:203 y stes.), cuando se dedica conscientemente al cuidado de la salud o actividades como: el deporte de prctica individualizada no competitiva (running, footing), la relajacin-yoga o la gimnasia. Para varones la primera actividad; para mujeres, las otras dos. [6: En el material discursivo analizado, son reiteradas las referencias a clases de danza, salidas a exposiciones o asistencia a conferencias como concrecin materializada o posible- de MT.]

Lquido y liquidable, es una especie de capital convertible en las otras especies de capital, incluido el bourdiano capital simblico. Entonces, aparece desde la ostentacin de la disposicin de un tiempo. Es un tiempo como patrimonio que se gasta ante los ojos de los dems. Frente a la deslegitimacin del ama de casa, MT legitima:Yo creo que la clave est en buscarse hobby y entretenimiento y tener tu espacio y tu tiempo para ti (Amas de casa dedicando mucho tiempo a tareas domsticas y cuidados-Sevilla)UN CAPITAL IDEAL En la mayor parte de las manifestaciones, no es tanto un capital que se tiene salvo como derecho- como un capital del que apenas se dispone, dada su escasez, y que hay que ganar. Escasez y convertibilidad, con liquidez casi absoluta, que lo ubican en lo imaginario. Aunque tenga valor, es difcil poner un precio a MT, pues es como poner precio a la identidad y las identificaciones, principal trabajo del ideal del yo (Ideal-Ich) freudiano.Si el yo y el ello, como instancias del aparato psquico segn la descripcin psicoanaltica, son ubicadas en el mundo interior (Freud, 1974: 171), el ideal del yo aparece en el lado del mundo exterior. Es forjado por el propio sujeto en el curso de su desarrollo y bajo las influencias de educadores, padres y ambiente social (Freud, 1982:446-7). Es ms, se subraya que es impuesto desde el exterior (Lacan, 1983:208). En definitiva, por la sociedad y sus modelos, siendo una instancia psquica caracterizada por la autoobservacin (Freud, 1982:446).Como el ideal del yo, MT est cargado de narcisismo (Freud, 1982). Catexis es el nombre tcnico desde el psicoanlisis. Y, como se subraya en el seminario lacaniano (Lacan, 1983:204), no es fruto de la sublimacin y, as, directa o indirectamente, de la represin, sino de la idealizacin[footnoteRef:7]. Desde la sociologa, lo podemos dejar en idealizacin individualista, o simplemente individualismo, tal vez desaforado desde otros momentos civilizatorios. Hoy, en la sociedad de los individuos (ya sea como producto del proceso civilizatorio (Elias, 1990), ya de una cada (Bauman, 2001), forma parte del paisaje societario. [7: Mientras que la sublimacin puede considerarse producto directo de la represin; la idealizacin, al contrario, lo que hace es favorecer la represin.]

Como ideal puede decirse que parece estar fuera de todo calendario y, contradiciendo parcialmente a Nowotny, fuera de toda medicin del reloj, salvo para situarse fuera de los horarios de la obligacin: cuando se dice que es mi tiempo, cuando se ha acabado la jornada laboral, frente al tiempo vendido a la empresa u organizacin laboral. Fuera de aqu, que es como ponerlo fuera de lo real -siguiendo las tpicas psicoanalticas de lo real, lo simblico y lo imaginario- es un ideal, entre expectativas e idealizaciones de su disfrute. Desde tal estructura explicativa, MT es un tiempo imaginario. Precisamente porque es imaginario puede concitar caractersticas opuestas: es siempre escaso, en el presente, y siempre infinito, en cuanto proyectado en el futuro. Desde aqu, es un tiempo liso, continuo, el de los proyectos vitales, frente al tiempo puntuado, lleno de rupturas y discontinuidades, como caracteriza Aubert (2003) al tiempo que domina nuestras sociedades.Por su condicin de ideal del tiempo, tiende a ser satisfactorio. Los otros tiempos, en cuanto vividos como obligatorios, tienden, por el contrario a la insatisfaccin. Son tiempos irreversiblemente reales, insertos en el principio de realidad, frente a la virtualidad de MT. De hecho, puede decirse que MT es satisfactorio por el nico hecho de su condicin, de ser MT. Opuesto a las obligaciones, se percibe como ganancia, como liberacin:Mi liberacin es tener tiempo para m no? Yo cuando trabajaba no tena tiempo para hacer lo que me gustaba o yo iba al trabajo y despus las cosas de la casa o los nios, pero yo no tena tiempo para mi, no? (Amas de casa dedicando mucho tiempo a tareas domsticas y cuidados-Sevilla)Incluso es un tiempo que se disfruta con los nios:Yo procuro dejarlo todo hecho e irme a la calle a disfrutar con los nios. O lo llevamos al parque de bolas, nos vamos a ver un cuentacuentos, nos vamos a cenar, nos vamos a [] Hay que disfrutar, que la vida son dos das (Amas de casa dedicando mucho tiempo a tareas domsticas y cuidados-Sevilla)Satisfactorio especialmente en las actividades de inversin, como las formativas o la gimnasia (por ejemplo, Amas de casa de clases populares-Madrid). En cuanto satisfactorio: se saca el tiempo debajo de las piedras (mismo grupo de discusin). En cuanto MT, es satisfactorio. Lo que no es lo mismo que ser satisfactorio por su uso. Es ms, a pesar del esfuerzo de racionalizacin para la obtencin de MT, parece carecer de valor de uso. Est ms motivado, en trminos de Baudrillard (2009: 268), por la necesidad de reciclaje afectivo de los individuos. Como pone de manifiesto el nulo valor de uso del seguimiento de una televisin apagada, reflejado como MT en el grupo de varones prejubilados.MT est inserto en el principio de placer, es Eros frente a Muerte. Requiere tener vida, como aparece en un fragmento a continuacin, y es fruto de vida en esta sociedad, que exige tener expectativas. Individualizado e idealizado, proyectivo, condensa las posibilidades imaginadas del sujeto por ser otro, por cumplir expectativas, por tener otra vida, otras vidas, en un deseo de omnipotencia:Yo creo que todo lo que me gustara hacer, me faltan vidas directamente (Tcnica, vive sola, 30, Barcelona)Como apunta Nowotny (1992a:40) para el tiempo propio, se inserta necesariamente en la extensin de una vida. Pero de una vida sin muertes, en continuo renacimiento. Nowotny (1992a:91), a travs de la figura de Schumpeter y de una forma menos individualizada, asimila el tiempo propio y la destruccin creativa, de manera que la evolucin del capitalismo necesita la innovacin perpetua de uno mismo. En nuestro estudio, aparece ms cerca de una sistematizacin del modo de vida para el renacimiento de tipo laica, a diferencia de la descrita por Weber (1997:202); aunque tal vez directa heredera del protestantismo.Solo en la medida de que se dispone de MT es posible pensar en la vida, en tener otra vida u otras vidas. Si la modernidad puede entenderse como el perodo civilizatorio en el que los sujetos imaginan la posibilidad de ser otro de vivir otras vidas, de cambiar de posicin en la estructura social, de transformar sus estilos de vida, de mejorar y que sus hijos mejoren- MT la condensa. Por lo tanto, la vinculacin de MT con la modernidad es, al menos, doble: como ilusin de la gestin del tiempo, de la soberana sobre el tiempo; como tiempo para la proyeccin personal. Aunndolas, se trata de una proyeccin de soberana individualizada sobre el tiempo que, lejos de cualquier tipo de fatalismo, convierte la vida individual en una articulacin de decisiones e incertidumbres sobre logros y consecuencias.POSICIONES ESTRUCTURALES FRENTE A MI TIEMPOLa manera en la que se apropian del tiempo los sujetos es funcin de situaciones sociales inicialmente desiguales (Nowotny, 1992a:136). Aun cuando han ido apareciendo desigualdades con respecto a MT, parece pertinente una sntesis de las mismas. En primer lugar, las posiciones de partida para ganar MT son muy distintas en funcin de que se tenga que ganar al tiempo obligatorio del trabajo remunerado o al tiempo obligatorio de las tareas domsticas y, sobre todo, de cuidados. .Yo en esta edad, con estos aos no era madre y me dedicaba ms a trabajar y a m. A partir de los 37, que fue cuando tuve a los nios ya no tuve tiempo para m (Amas de casa dedicando mucho tiempo a tareas domsticas y cuidados-Sevilla)Una diferencia en el grado de dificultad para ganar tiempo, que es visto por ellas:Puede dedicar ms tiempo para l, mucho ms (Mujer, 55, superocupada, San Carlos de la Rpita)Las mujeres aparecen abocadas a obtener MT del gaspillage, especialmente de las rutinas de los das laborables. De aqu que Nowotny (1986) ubique el tiempo propio en lo que denomina los nuevos derechos de lo cotidiano. En el caso de los varones, obtenerlo y transformarlo en otra especie de capital parece ms fcil, frente a la queja de las dificultades para obtenerlo ellas:saca tiempo todos los das para ira a nadar y pa ir a correr. Yo cuando trabajaba fuera de casa, por supuesto no iba a hacer nada de esto, y ahora yo tengo que hacer mis cabalas para sacar mi ratito de gimnasia, eh? (Amas de casa dedicando mucho tiempo a tareas domsticas y cuidados-Sevilla)Parece apuntarse que, adems, la edad o, para ser ms precisos, la institucionalizacin de la pareja (Prieto y Prez, 2013) acta en contra de la capacidad para ganar MT. Las mujeres disminuyen sus posibilidades, casi hasta llegar el momento en que los hijos se emancipan; aun cuando esto vara segn las clases sociales. En los varones, aumentan. De aqu que la conciencia de la disminucin sea mayor entre las primeras.Cuando era ms joven tena ms tiempo para todo, sobre todo para m. (Mujer, 55, superocupada, San Carlos de la Rpita)Ahora bien, el que la expresin MT tienda a ocupar un lugar ms central en el discurso de las mujeres, no puede tomarse como que el tiempo propio es fundamentalmente femenino (Hernes, 1987; Nowotny, 1992:8). Son las mujeres quienes tienen mayor necesidad de reivindicarlo, de plantear sus derechos al mismo, ya sea por las dificultades de su materializacin (mujeres profesionales), que son en las que se centra Nowotny; ya sea por fundamentar tal derecho en una fuente con menor capacidad de legitimacin que el trabajo remunerado (amas de casa).En cuanto especie de capital, en una sociedad dominada por la incertidumbre (Nowotny, 1992a:131) parece ms necesario que nunca. Y no todas las categoras sociales estn en la misma posicin para formarse tal capital. As, lo ponen de manifiesto algunas de las mujeres paradas entrevistadas en Madrid. En cuanto paradas y encargadas exclusivamente de las tareas domsticas y de cuidados, carecen de MT para poder invertir, especialmente en formacin. As, en momentos de crisis, quienes en mayor medida necesitan MT para invertirlo y enfrentarse a un futuro lleno de incertidumbres, menos legitimados se encuentran para disponer de MT.Ganar MT es un problema cuando se vive en pareja, se tienen hijos especialmente entre las mujeres- a partir de cierta edad (40 aos) o en profesionales con proyectos de movilidad, ya que requieren ganar bastante tiempo para ellos mismos e invertirlo (en formacin, principalmente). Es menos problema cuando se vive solo y se tiene un trabajo remunerado satisfactorio, o cuando las expectativas de movilidad en la estructura social menguan por una edad avanzada.CONCLUSIONESMT se ha configurado como un tiempo flexible, lquido y liquidable, que se gana o hay que ganarse; pero que tambin puede perderse. Un perfil que contrasta con la rigidez del tiempo de las obligaciones. Pero no es ajeno a las obligaciones. Y ello en varios sentidos. En primer lugar, porque necesita que haya obligaciones para que surja como derecho y, por lo tanto, se pueda disfrutar. An ms, slo tras las obligaciones adquiere sentido. De aqu el sinsentido que tiene MT entre los parados, sin obligaciones del trabajo remunerado y sin asumir como obligacin las tareas domsticas o de cuidados. Es un tiempo que antes tiene que ser ganado, pero que, a su vez, se demanda como reparacin de los otros tiempos, de los tiempos obligatorios atravesados por el principio de realidad.Parece que con MT y las diferencias que su insercin encuentra en la estructura social, se apunta una economa poltica del tiempo, si no fuese porque, en principio, su manifestacin aparece alejada del compromiso con lo colectivo y, por lo tanto, de referencias a la intervencin del Estado o las instituciones. Domina su interiorizacin individualista, ya sea como proyecto o como culpa. Puede admitirse, con Nowotny (1992a:108), que la accin del Estado delimita territorios y tiempos para los ciudadanos. Pero stos, en la actualidad, dejan al Estado fuera de la concepcin de MT. Incluso los potenciales conflictos que podran derivar de una lucha por MT parecen jugarse en los niveles micros de lo domstico o hasta de la conciencia, como culpa, sin apenas conexin con procesos sociales ms amplios. Y, sin embargo, en un contexto de incertidumbre, la necesidad de MT aparece ms acuciante en la medida que puede transformarse en otros tipos de capital (formativo, relacional, capital) con los que escudarse ante ella.La concepcin de MT reestructura el sistema de representacin del tiempo. Permite la diferencia entre ocio y tiempo libre, de manera que el tiempo de ocio queda como obligacin y no como tiempo libre. La distancia del tiempo de ocio vendra porque se considera una especie de tiempo de los dems: estar con amistades, tiempo para el consumo. Los conflictos se encuentran principalmente entre el tiempo de los dems y MT. Es el criterio principal que estructura. A partir de MT, se establece una clasificacin del tiempo, que adquiere las siguientes caractersticas: Tiempo ajeno. Tiempo de los otros, para los otros, como tiempo de las obligaciones. Es el tiempo dedicado al trabajo remunerado, al trabajo domstico, a los estudios o los cuidados de los otros. El tiempo de las obligaciones rgidas. Tambin el tiempo del ocio, concebido como obligatorio, que se pasa con los dems, cumpliendo normas sociales o morales (trabajo voluntario). Mi tiempo, que, a su vez, se divide en: Tiempo disponible o tiempo cuenta-corriente, fronterizo con el tiempo de las obligaciones. Por ejemplo, es el tiempo dedicado a los estudios de los hijos: con una baja rentabilidad y a largo plazo. Tiempo para m. Tiempo gasto, del que se hace ostentacin. Tiempo que se consume y que, como se ha apuntado, aparece como un bien de consumo que tiende a generar satisfaccin por el mero hecho de ser eso, MT, que se ostenta frente a los tiempos de los dems. Un tiempo sin valor de uso. Tiempo inversin, implicado en estrategias de movilidad social, vinculado a actividades como estudios o incluso consumo cultural, bajo la idea de que, as, se obtiene cultura.Ahora bien, el concepto de MT como no obligatorio hay que considerarlo con prudencia. Es no obligatorio frente a los tiempos considerados como explcitamente dictados por normas sociales. Sin embargo, como se ha visto, MT est lleno de normatividad, lo que se manifiesta en su propia expresin en los grupos de discusin, la autoculpabilidad si se carece de l, la motivacin para la sistemtica superacin o la presin para invertirlo en actividades con alto rendimiento para el individuo. Aunque aparezca fuera de las obligaciones consideradas externas, MT es una obligacin fuertemente interiorizada. Nace de las obligaciones cumplidas- y tiene que ser obligatoriamente invertido en finalidades del mayor rendimiento para el futuro. No solamente se gana, sino que hay que ganarlo. Lejos de ser una emancipacin de Cronos, como plantea Nowotny (1992a:161), al final de su obra, aparece como una vivencia angustiada del tiempo, a pesar de que sea un tiempo imaginario que excluye la muerte. De hecho, actualmente no hay tiempo ms obligatorio que el tiempo propio, que MT. Como ocurre con su instancia aliada el ideal del yo: aumenta las exigencias del yo y favorece al mximo la represin (Lacan, 1983:204). Con su idealismo, idealizacin y, por lo tanto, ideologa (Zizek, 2001), MT parece sintetizar una dimensin de los recursos del capital y, por lo tanto, del capitalismo, como es el sujeto, ms adaptado a un capitalismo de consumo que exige el renacimiento como sistema (Bauman, 2007). Pero, atencin, es el renacimiento continuo contra los otros. Como se ha visto, MT es un tiempo que se gana a los otros y, por lo tanto, al nosotros, con la excepcin de las madres que lo dedican a sus hijos. Un tiempo que se gana con una fuerte racionalizacin de las actividades que se ganan a los otros, de la percepcin de los otros como usurpadores de MT, del yo proyectado en estrategias, o racionalizacin frente a la incertidumbre. Y tal vez detrs una concepcin hobbesiana del tiempo, en el que el individuo propietario del mismo se ve amenazado por todos.La concrecin como inversin de MT, principal fuente de incertidumbre en la modernidad, cobra relieve en un contexto de crisis y, por lo tanto, mayores dosis de incertidumbre. Se trata de una inversin para defenderse del futuro. Sin embargo y en la medida que se observa una desigual disponibilidad de MT, las distintas categoras sociales enfrentan desigualmente los perodos de especial incertidumbre.REFERENCIASAdam, Barbara (1995): Timewatch. The Social Analysis of Time. Cambridge: Polity Press.Aubert, Nicle (2003): Le Culte de lurgence. La societmalade du temps. Pars: Flammarion.Baudrillard, Jean (2009): La socit de consommation. Pars: Folio.Bauman, Zygmunt (2007): Vida de consumo. Madrid: FCE.Bauman, Zygmunt (2011): The individualized society. Cambridge: PolityPress.Bourdieu, Pierre (1991): El sentido prctico. Madrid: Taurus.Bourdieu, Pierre (1998): La distincin. Madrid: Taurus.Callejo, Javier (2005): Estrategias temporales, Cuaderno de Relaciones Laborales 23 (1), pp. 173-204.Certeau, Michel de (1990): Linvention du quoitidien. 1. Arts de faire. Pars: Gallimard.Cross, Gary (1993): Time and Money. Londres: Routledge.Drrenmatt, Friedrich (2008): La promesa. Barcelona: Navona.Elias, Norbert (1990): La sociedad de los individuos. Barcelona: Pennsula.Freud, Sigmund (1974): Esquema del psicoanlisis y otros escritos de doctrina psiconaltica. Madrid: Alianza.Freud, Sigmund (1982): Introduccin al psicoanlisis. Madrid: Alianza.Goody, Jack, y Watt, Ian (1963): The Consequences of Literacy, Comparative Studies in Society and History vol 5 (3), pp. 304-345.Hernes, H.M. (1987): Welfare State and Woman Power in State Feminism.Oslo: NowergianUniversityPress.Lacan, Jacques (1983): El Seminario 1. Los Escritos Tcnicos de Freud. Barcelona: Paids.Lahire, Bernard (2006): La culture des individus. Dissonances culturelles et distinction de soi. Paris: La Dcouverte.Legarreta, Matxalen (2008): El tiempo donado en el mbito domstico. Reflexiones para el anlisis del trabajo domstico y los cuidados, Cuadernos de Relaciones Laborales, 26 (2), pp. 45-69.Legarreta, Matxalen (2012): El tiempo donado en el mbito domstico-familiar. Estudio sobre el trabajo domstico y los cuidados. Tesis Doctoral, Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicacin: Universidad del Pas Vasco.Marx, Karl (1998): El capital. Madrid: Siglo XXI.Mauss, Marcel (1985): Sociologie et anthropologie. Pars: PUF.May, Vanessa (2011): Sociology of personal life. Hampshire: Palmgrave.Murillo, Soledad (2006): El mito de la vida privada: de la entrega al tiempo propio. Madrid: Siglo XXI. Nowotny, Helga (1986): The Public and Private Uses of Time en L. Balbo y H. Nowotny (eds): Time to Care in Tomorrows Welfare Systems, Viena: Eurosocial.Nowotny, Helga (1992a): Le tempos soi. Pars: Editions de la Maison des Sciences de lHomme.Nowotny, Helga (1992b): Estructuracin y medicin del tiempo: sobre la interrelacin entre los instrumentos de medicin del tiempo y el tiempo social en Ramn Ramos Torre (ed): Tiempo y Sociedad. Madrid: Centro de Investigaciones Sociolgicas-Siglo XXI, pp. 133-160.OConnell, Fergus (2008): Hacer ms en menos tiempo. Madrid: Pearson.Prieto, Carlos y Prez de Guzman, Sofa (2013): Desigualdades laborales de gnero, disponibilidad temporal y normatividad social, en Revista Espaola de Investigaciones Sociolgicas, 141, pp. 131-142.Ramos, Ramn (2007): Metforas sociales del tiempo en Espaa: una investigacin emprica, en Carlos Prieto (ed.), Trabajo, gnero y tiempo social. Madrid: Complutense y Hacer, pp. 173-203.Simes, Joo y Coma, Gloria (2010): Se puede gestionar el tiempo, Capital Humano, 23 (240), pp.52-56.Weber, Max (1997): Sociologa de la religin. Madrid: Istmo.Veblen, Thorstein B (2009): Teora de la clase ociosa. Madrid: Fondo de Cultura Econmica de Espaa.Yuni, J.Alberto, Urbano, Claudio (2008): Envejecimiento y gnero: perspectivas tericas y aproximaciones al envejecimiento femenino, Revista Argentina Sociologa, 6 (10), pp. 151-169.Zizek, Slavoj (2001): El sublime objeto de la ideologa. Mxico: Siglo XXI.

ANEXO: DISEO DE LAS INVESTIGACIONESTiempo de trabajo negociado y temporalidades sociales vividas en el marco de las transformaciones en curso de la norma temporal del empleo: convergencias y conflictos (2002-2003) Grupos de discusin (todos realizados en Madrid) Dependientas comercio, 35-45 Profesionales, 30-40. Jvenes, contratos discontinuos, 20-25. Cajeras supermercados e hipermercados, 28-35. Obreros, 23-50 Administrativas-secretarias, 35-50. Cuadros sector financiero, 25-35. Parados larga duracin, 40-50. Paradas, 35-45. Amas casa clases populares, 30-40. Tcnicas sector financiero, 28-35. Enfermeras, 35-45. Funcionarias nivel A, 30-45. Funcionarias nivel B, 25-35.

Trabajo, cuidados, vida personal y orden social en el mundo de la vida en la sociedad espaola (2012-2013) Grupos de discusin Varones con extensa dedicacin al trabajo remunerado durante el da, con pareja e hijos menores, entre 30 y 55 aos, clase social media-alta. Madrid. Mujeres con extensa dedicacin al trabajo remunerado durante el da, con pareja e hijos menores, entre 30 y 55 aos, clase social media-alta y alta. Barcelona. Mujeres con extensa dedicacin a tareas domsticos y de cuidados, entre 35 y 55 aos, clases populares, Andaluca. Varones y mujeres, entre 20 y 30 aos. Un tercio econmicamente activos, un tercio estudiantes y un tercero ni uno, ni otro. Andaluca. Varones prejubilados, entre 55 y 65 aos. Madrid. Varones parados durante menos de un ao. Sevilla. Varones parados de larga duracin (ms de dos aos). Madrid. Mujeres paradas (corta y larga duracin), entre 30 y 45 aos. Madrid. Mujeres con doble presencia (empleo y casa), entre 30 y 45 aos. Barcelona. Varones ocupados estables, calificacin media (empleados), con jornada normal, entre 40 y 55 aos. Madrid. Varones y mujeres que viven solos, sin hijos, entre 35 y 45 aos. Sevilla. Varones, con inestabilidad laboral (precarios), entre 35 y 45 aos. Madrid. Mujeres con extensa dedicacin a los cuidados personales (responsables de personas en situacin de dependencia), entre 50 y 65 aos, Madrid. Mujeres monomarentales, entre 35 y 50 aos. Sevilla. Mujeres ejecutivas, con hijos, entre 35 y 50 aos. Sevilla. Entrevistas abiertas 6 varones con extensa dedicacin al trabajo remunerado durante el da. Madrid. 6 mujeres con extensa dedicacin al trabajo remunerado durante el da. Barcelona. 6 mujeres con extensa dedicacin a tareas domsticas durante el da. Andaluca. 6 estudiantes universitarios. Andaluca. 4 prejubilados. Madrid. 8 parados de corta duracin. Andaluca. 8 parados de larga duracin. Madrid. 12 paradas. Madrid. 10 mujeres con doble presencia. Barcelona. 2 docentes (pblica). Barcelona. 2 ocupados en la sanidad pblica. Barcelona