el rito social de la nochevieja

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S i hay alguna celebración llena de ritos y tradiciones, ésa es sin duda la de la Navidad. Durante más de dos semanas, niños y mayores se unen para hacer de estos días una suce- sión de costumbres y ceremo- nias que a menudo carecen ya de valor religioso pero que se repiten año tras año. La noche más pagana de las navidades es la de nochevieja. Ese día, sin especial significado en el calendario litúrgico, supone el fin del año según el calenda- rio gregoriano y, por lo que tiene de límite, de frontera entre dos etapas distintas, adquiere un sig- nificado peculiar. El transcurso del tiempo es un parámetro fundamental en la historia de la especie humana. Imaginar la vida sin él resulta poco menos que imposible, y desde siempre el hombre ha tra- tado de encontrar formas de medirlo. Desde los relojes de sol o de arena hasta los más moder- nos relojes ató- micos, que miden el tiempo mediante la vibración de dife- rentes elementos químicos, la medición del tiempo ha sido siempre un elemento vertebra- dor de las sociedades civiliza- das. Milenios, siglos, años, meses, semanas, días, horas... Medimos el tiempo y lo dividimos en frac- ciones fácilmente computables, según las cuales regimos nuestra existencia. El paso de una etapa a otra siempre tiene un signifi- cado especial: el inicio de un nuevo día supone la repetición de toda una serie de rutinas a través de las cuales estructura- mos nuestra actividad, el cam- bio de semana indica un nuevo comienzo de esas rutinas, y el comienzo de un año, toda una serie de ejercicios de recapitula- ción y renovación. Cuando comience 2004, muchos habrán hecho multitud de planes. Los propósitos de cam- bio se multiplican: dejar de fumar, acudir a un gimnasio, tomarse la vida con mucha más calma... Cada cual afronta la nueva etapa de diferente forma, pero siempre la madrugada del 31 de diciem- bre al 1 de enero supone un punto de inflexión destacado, y por ello la celebramos por todo lo alto. Todos los años se habla del gasto extraordinario que provo- can estas fiestas en las economías familiares, y gran parte de este dispendio se concentra en noche- vieja. Cenas de gala, fiestas de cotillón y trajes elegantes se pre- sentan como requisito impres- cindible para la celebración del viejo rito de bienvenida al nuevo año. Durante estas fechas es fácil observar, en cualquiera de los pueblos de nuestra comarca, un constante ajetreo en las calles, llenas de gente que realiza com- pras de todo tipo. Se suceden las cenas, las celebraciones, los encuentros familiares, y todo el mundo se deja llevar, en mayor o menor medida, por el llamado espíritu navideño. Tras la Noche- buena, velada eminentemente familiar compartida con los más cercanos, comienzan los prepa- rativos para Nochevieja. Las doce campanadas En primer lugar, el elemento fun- damental son las uvas. Esta tradi- ción es carac- terística de España, ya que sólo aquí acom- pañamos las doce campanadas con sus correspon- dientes uvas. En 1909 se produjo un excedente de esta fruta en los campos españo- les, y los cose- cheros idearon la manera de hacerle frente. Vendieron uvas para ser consumidas en noche- vieja, al mismo tiempo que daban las doce de la noche: una uva por campanada. Desde entonces, no hay rincón del país donde nadie se arriesgue a entrar en el nuevo año sin la ayuda de las 'uvas de la suerte', con el fin de evitar el supuesto mal presagio que ello acarrearía. En muchos municipios, las uvas se toman en las plazas de las iglesias y los ayuntamientos, desafiando al frío para dar la bienvenida al nuevo año. Pero antes de las uvas se cele- bra la cena de nochevieja. Muchas personas la realizan en casa, y tras las uvas queda espacio para la gran fiesta de fin de año. Sin embargo, cada vez es más habi- tual salir a cenar fuera, en algún establecimiento que ofrezca cena y cotillón en un mismo servicio. Se trata fundamentalmente de hoteles y grandes restaurantes que disponen de amplios salo- nes adecuados para ello. Cotillón Para los que cenen en casa queda la posibilidad de acudir sólo al Firma/Data SOCIEDAD Del martes 30 de diciembre de 2003 al lunes 5 de enero de 2004 Andalucía Centro = 64 = El periódico de la comarca El rito social de la Nochevieja Hay muchas formas de celebrar esta noche, desde la cena de gala con cotillón hasta la fiesta privada en una casa rural Los relojes se engalanan para dar las campanadas del nuevo año/Encarni Mármol Las mejores galas se lucen en Nochevieja, una velada que significa la culminación de una etapa, con todo lo que ello supone de propósitos de renovación para el nuevo año, y dejar atrás lo malo para recibir lo nuevo cargados de ilusiones y perspectivas de futuro. Gran parte del dispendio económico navideño se concentra en esta noche, debido a los gastos en fiestas y vestuario Comer las doce uvas de la suerte al compás de las campanadas es imprescindible para empezar el año con buen pie Durante la madrugada del 31 de diciembre al 1 de enero, las fiestas se suceden por todos los pueblos de nuestra comarca. Campanadas en la plaza del ayuntamiento, cotillones en restaurantes y hoteles, o fiestas privadas jalonan esta celebración navideña sin especial significado religioso.

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Reportaje aparecido en diciembre de 2003 en el periódico Andalucía Centro

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Page 1: El rito social de la Nochevieja

Si hay alguna celebraciónllena de ritos y tradiciones,ésa es sin duda la de la

Navidad. Durante más de dossemanas, niños y mayores se unenpara hacer de estos días una suce-sión de costumbres y ceremo-nias que a menudo carecen yade valor religioso pero que serepiten año tras año.

La noche más pagana de lasnavidades es la de nochevieja.Ese día, sin especial significadoen el calendario litúrgico, suponeel fin del año según el calenda-rio gregoriano y, por lo que tienede límite, de frontera entre dosetapas distintas, adquiere un sig-nificado peculiar.

El transcurso del tiempo esun parámetro fundamental en lahistoria de la especie humana.Imaginar la vida sin él resultapoco menos que imposible, ydesde siempre el hombre ha tra-tado de encontrarformas demedirlo. Desdelos relojes de solo de arena hastalos más moder-nos relojes ató-micos, que midenel tiempomediante lavibración de dife-rentes elementosquímicos, lamedición deltiempo ha sidosiempre un elemento vertebra-dor de las sociedades civiliza-das.

Milenios, siglos, años, meses,semanas, días, horas... Medimosel tiempo y lo dividimos en frac-ciones fácilmente computables,según las cuales regimos nuestraexistencia. El paso de una etapaa otra siempre tiene un signifi-cado especial: el inicio de unnuevo día supone la repeticiónde toda una serie de rutinas através de las cuales estructura-mos nuestra actividad, el cam-bio de semana indica un nuevocomienzo de esas rutinas, y elcomienzo de un año, toda unaserie de ejercicios de recapitula-ción y renovación.

Cuando comience 2004,muchos habrán hecho multitudde planes. Los propósitos de cam-bio se multiplican: dejar de fumar,acudir a un gimnasio, tomarse lavida con mucha más calma...Cada cual afronta la nueva etapade diferente forma, pero siemprela madrugada del 31 de diciem-bre al 1 de enero supone un puntode inflexión destacado, y porello la celebramos por todo loalto.

Todos los años se habla del

gasto extraordinario que provo-can estas fiestas en las economíasfamiliares, y gran parte de estedispendio se concentra en noche-vieja. Cenas de gala, fiestas decotillón y trajes elegantes se pre-sentan como requisito impres-cindible para la celebración delviejo rito de bienvenida al nuevoaño.

Durante estas fechas es fácilobservar, en cualquiera de lospueblos de nuestra comarca, unconstante ajetreo en las calles,llenas de gente que realiza com-pras de todo tipo. Se suceden lascenas, las celebraciones, losencuentros familiares, y todo elmundo se deja llevar, en mayoro menor medida, por el llamadoespíritu navideño. Tras la Noche-buena, velada eminentementefamiliar compartida con los máscercanos, comienzan los prepa-rativos para Nochevieja.

Las doce campanadasEn primer lugar, el elemento fun-

damental son lasuvas. Esta tradi-ción es carac-terística deEspaña, ya quesólo aquí acom-pañamos las docecampanadas consus correspon-dientes uvas. En1909 se produjoun excedente deesta fruta en loscampos españo-les, y los cose-

cheros idearon la manera dehacerle frente. Vendieron uvaspara ser consumidas en noche-vieja, al mismo tiempo que dabanlas doce de la noche: una uvapor campanada. Desde entonces,no hay rincón del país dondenadie se arriesgue a entrar en elnuevo año sin la ayuda de las'uvas de la suerte', con el fin deevitar el supuesto mal presagioque ello acarrearía.

En muchos municipios, lasuvas se toman en las plazas delas iglesias y los ayuntamientos,desafiando al frío para dar labienvenida al nuevo año.

Pero antes de las uvas se cele-bra la cena de nochevieja. Muchaspersonas la realizan en casa, ytras las uvas queda espacio parala gran fiesta de fin de año. Sinembargo, cada vez es más habi-tual salir a cenar fuera, en algúnestablecimiento que ofrezca cenay cotillón en un mismo servicio.Se trata fundamentalmente dehoteles y grandes restaurantesque disponen de amplios salo-nes adecuados para ello.

CotillónPara los que cenen en casa quedala posibilidad de acudir sólo al

Firma/Data

SOCIEDAD Del martes 30 de diciembre de 2003 al lunes 5 de enero de 2004Andalucía Centro = 64 = El periódico de la comarca

El rito social dela Nochevieja

Hay muchasformas de

celebrar estanoche, desde la

cena de galacon cotillón

hasta la fiestaprivada en una

casa rural

Los relojes se engalanan para dar las campanadas del nuevo año/Encarni Mármol

Las mejores galas se lucen en Nochevieja, una velada quesignifica la culminación de una etapa, con todo lo que ello

supone de propósitos de renovación para el nuevo año, y dejaratrás lo malo para recibir lo nuevo cargados de ilusiones y

perspectivas de futuro.

Gran parte del

dispendio económico

navideño se

concentra en esta

noche, debido a los

gastos en fiestas y

vestuario

Comer las doce uvas

de la suerte al

compás de las

campanadas es

imprescindible para

empezar el año con

buen pie

Durante la madrugada del 31 de diciembre al 1 de enero, lasfiestas se suceden por todos los pueblos de nuestra comarca.

Campanadas en la plaza del ayuntamiento, cotillones enrestaurantes y hoteles, o fiestas privadas jalonan esta

celebración navideña sin especial significado religioso.

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SOCIEDADDel martes 30 de diciembre de 2003 al lunes 5 de enero de 2004 Andalucía Centro = 65 = El periódico de la comarca

cotillón. Esta palabra provienede Francia, ya que en el sigloXVIII servía para designar untipo de danza con figuras que seejecutaba en los bailes de la altasociedad, y de ahí pasó a nom-brar la fiesta con baile que secelebra en un día señalado, espe-cialmente el fin de año. En estacelebración, la diversión es laprincipal finalidad, en una espe-cie de catarsis colectiva para dejaratrás el pasado y recibir con buenánimo lo que depara el futuro.Por algo, desde antiguo se harepresentado al año que acabacon la figura de un venerable

anciano de barbas blancas, y alaño nuevocomo un bebérecién nacidoy sonrosado.

Estas fies-tas han sidosiempre, o biende carácterpúblico, enestablecimien-tos hostelerosacondicionadospara ello, o biende caráctersemi-privado, en lugares de lomás variopintos. Garajes y alma-

cenes han servido en numerosasocasiones deimprovisadas pis-tas de baile, peroen los últimosaños casi todos losayun tamien toshan prohibido ocontrolado almáximo este tipode fiestas, debidoa las molestias quesolían ocasionarentre los vecinosde los municipios.

En este sentido, una opcióncon gran auge hoy día es la del

turismo rural. Alquilar una casade campo aislada para varias per-sonas y organizar una fiesta pri-vada viene perfilándose comouna alternativa cada vez másextendida, hasta el punto de quevarios meses antes del 31 dediciembre suele ser complicadoencontrar alojamiento para esanoche en una casa rural.

Si la elección se orienta final-mente a una fiesta de cotillón enalgún establecimiento especiali-zado, un requisito imprescindi-ble es el del atuendo. Para reci-bir al nuevo año, todas las galasson pocas, y de nuevo el bolsillo

se resiente cuando llega elmomento de adquirir ese vestidoo ese traje 'especial' que a menudosólo tendrá un uso en esa noche'mágica' de fin de año. Elegantestrajes de chaqueta y corbata paraellos, o vestidos largos con gran-des escotes y tejidos de fantasíapara ellas, adornarán las diferen-tes fiestas que tendrán lugar entodos los rincones de la comarca.

De una manera u otra, enforma de gran fiesta o en la inti-midad del hogar, esa noche todosnos uniremos para dar la bienve-nida al nuevo año. Desearemosque todo lo malo desaparezca, y

Gran parte de lascompras navideñasse destinan a prepa-rar la Nochevieja. Laropa y los comple-mentos son la estrellade una celebraciónque requiere de lasmejores galas pararecibir al nuevo año.Los comercios de lacomarca se llenan declientes que buscanel vestido más visto-so, el traje más ele-gante o la joya másadecuada para laocasión. Otro de losgastos importantes sedestina a la comprade entradas para lasdiferentes cenas yfiestas del 31 dediciembre en multi-tud de establecimien-tos por toda lacomarca. Quienquiera compensartanto dispendioeconómico siemprepuede acudir a unaadministración delotería para tentar ala suerte/EncarniMármol

La Nocheviejasignifica dejaratrás todo lo

malo del pasadopara dar la

bienvenida a unfuturo lleno debuenos deseos