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MUSEO DE ARTECONTEMPORÁNEOLATINOAMERICANO
MUSEO DE ARTECONTEMPORÁNEOLATINOAMERICANO
Abril/Mayo 2014Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha - Calle 50 e/ 6 y 7 - La Plata (1900)
www.macla.com.ar - [email protected] - [email protected] - Visitas guiadas al tel/fax: 0221.4271843 Horario: Martes a viernes de 10 a 20 hs.- Sábados y domingos de 14 a 20 hs.
Luis TomaselloArtista de la luz
El resplandor
En uno de sus textos Julio Cortázar comparaba a Luis Tomasello con un alquimista, aquel que puede transmutar la materia en algo mara-villoso e increíble.
“Este alquimista”, escribía Cortázar “no ha buscado congelar la luz en materia preciosa sino precisamente lo contrario: un objeto sólido e inmóvil se dilata en luz y color, tiembla en el espacio, late con el mismo corazón del que lo está mirando”.
La luz era el componente que la razón convertía en latido, vibración que recorría los espacios vacíos convirtiéndolos en color, iluminando los ojos de aquel que mira como por primera vez.
Cortázar, era recordado por su gran amigo Tomasello con un brillo especial en la mirada que transmitía la magia de encuentros irrepeti-bles, de anécdotas en París, de imágenes transformadas en poemas.
El MACLA exhibe en esta muestra una selección de obras de su patrimonio donadas por Luis Tomasello, nacido en 1915 en la ciudad de La Plata y que conforman la colección más numerosa de este artista en el mundo.
En sus primeros trabajos figurativos realizados en los centros de enseñanza de la época, se distingue una búsqueda diferente que excedía lo meramente académico. Esas diferencias se hacen nítidas luego de su viaje de un año por Europa en 1951, donde Tomasello
tiene contacto con las pinturas originales de los grandes maestros de las vanguardias artísticas.
Es en 1952 que realiza Pintura geométrica, una obra totalmente alejada de la figuración, creación absoluta donde no hay representa-ción. En la tela, las formas se deslizan sobre el fondo neutro, unién-dose en triángulos y semicírculos.
Es importante esta primera obra en la Colección, porque aún dialoga en su búsqueda con otras composiciones, quizás abstractas, cubis-tas, naturalezas muertas, manzanas cezanneanas, en definitiva exploraciones.
Su línea más geométrica dura se asienta unos años después y se intensifica con su participación en la Asociación Arte Nuevo, junto con Carmelo Arden Quin, Manuel Alvarez, Martín Blaszko, Gregorio Vardánega y Virgilio Villalba, entre otros.
No será hasta 1957 que volveremos a ver un cambio sustancial en la pintura de Tomasello. Recién instalado en París, comienza a trabajar en el taller que Carmelo Arden Quin ponía a disposición de todos los artistas interesados en el mundo de la geometría.
Allí es donde Tomasello realiza sus primeras obras cinéticas sobre el plano, que no son más que las que posee el museo. Inmerso en un contexto de creación, como era la París de fines de los cincuenta, el cinetismo comienza a vibrar con fuerza también en otros artistas como Soto, Agam, Cruz Diez o Asís.
En esas primeras obras, si bien decididamente cinéticas, la explora-ción y el aprendizaje no están ausentes. Pronto queda en evidencia la repetición a la que se vería abocado, junto con eso otros pintores, de continuar sobre el plano, por lo que decide intentar con la tercera dimensión.
La revelación llegaría unos meses después, cuando Tomasello se muda a un pequeño taller propio sobre la Rue Chateau de Rantier. Quienes lo conocimos pudimos ver nuevamente el brillo que desper-taba en su mirada el recuerdo de ese mínimo espacio de creación absoluta, donde se sentía libre, sin lazos de ningún tipo, con su iden-tidad puesta en juego.
Es en ese lugar donde descubre su principal característica dentro
del campo cinético que es la luz reflejada y que plasma de forma inaugural en sus dos obras Cinetique en relief de 1958. Unas peque-ñas maderillas con cortes transversales pintados en color, iluminan el fondo de la obra. La luz coloreada, se refleja entonces sobre la superficie blanca.
El artista encuentra por fin el camino que lo llevará a indagar por el resto de su vida. Ya no ensaya, la alquimia se ha transmutado. La luz se diseminará en otras propuestas, con cubos, poliedros, cajas, entramados, en atmosferas cromoplásticas.
Es el intento por retener la luz lo que lo moviliza, resguardar esos colores que a Mondrian se le escapaban de sus célebres Woogie Woogies, y que anunciaban el futuro, el movimiento y el arte cinético.
En otras obras que Tomasello denominaba Objetos plásticos, se valía de cubos o pequeños cilindros para generar cambios en la obra, que se advierten solo cuando el espectador se desplaza frente a ellas.
Cuando no utilizaba la luz, se aprovechaba de la oscuridad para lograr un negro más intenso que el que puede dar la pintura. Es en esas cajas cargadas de profundidad, donde Tomasello parece observar el dolor, la enfermedad y el adiós. Quizás no sea en vano que se valió de esa serie para realizar su último libro junto a Julio Cortázar.
Pero la muerte no será necesariamente negra. “Luis, quería hacer un libro blanco que fuera materia, una evocación de lo que ya no es, un recorrido matemático hacia la muerte”, escribió la poeta Catherin Topal para describir su delicado libro-objeto puesto al cuidado de una caja y que tiene al cuadrado como principal elemento plástico.
Ese libro de 1992, cuyo poema La Nostalgie du Fou se desarma en varios gofrados realizados sobre una superficie blanca, se exhibe por primera vez y tiene a Topal – Tomasello como sus autores.
¿Qué signo rehúsa la nostalgia del loco?, se preguntan.
El tiempo, que es constitutivo del arte cinético, se mueve rápido como un resplandor. Luis Tomasello partió hace muy poco, un 15 de enero de 2014, apenas un día antes de su regreso definitivo a la Argentina. Siempre llevó consigo el recuerdo de sus momentos felices, que se distinguían en su mirada, como un brillo o como luz.
Por Joaquín Almeida
Autorretrato (1954)Óleo sobre carton60 x 45 cm
Pintura cinética 1(1957)Esmalte sobre madera58 x 82 x 3 cm
Pintura geométrica (1952)Acrílico sobre tela 90 x 70 cm - 1952
Cinetique en relief + reflexion (1958)Relieve48 x 48 x 3 cm.
Atmosphere chromoplastique nº 612 (1987). Relieve. 86 x 86 x 5 cm.Objet plastique nº 356 (1974). Relieve. 140 x 140 x 9 cm. Objet plastique nº 687 (1990). Relieve. 125 x 125 x 7 cm.
(derecha) Atmosphere chromoplastique nº 372 (1975). Relieve. 80 x 80 x 9 cm.
Intendente Dr. Pablo Bruera
Secretario de Cultura Dr. José Cipollone
Director General del MACLA Prof. César López Osornio
Vicedirectora Dra. María de las Mercedes Reitano
Coordinación General Lic. Leticia Passaglia
Investigación, Producción y Curaduría Dra. María de las Mercedes ReitanoLic. Leticia PassagliaLic. Joaquín AlmeidaLic. Claudia Chacón
Patrimonio - Fondo de Arte Lic. P. Romina Gómez
Diseño de Exposiciones y MontajeProf. Martín IruleguiMatías BaciPablo SoubielleFrancisco Isasmendi
ComunicaciónLic. Joaquín AlmeidaD.C.V Lucrecia FellerProf. D.C.V Lucrecia RumboFotógrafo César Santoro
AdministraciónPaola TarducciGraciela Biglia
Servicio EducativoCoordinadora Prof. Elisa María ZuritaAndrea Cámpora
BibliotecaJulia Martínez
Es un honor para mi presentar la muestra de mi gran amigo y enorme artista Luis Tomasello.
Su reciente muerte en París, a poco de tomar el vuelo que lo devolvería a su país de origen, significa la pérdida de una impor-tantísima figura del arte internacional y de un incansable lucha-dor de la cultura. Las obras que presentamos son parte de la gran donación que realizó al museo del cual formaba parte indis-cutible por su cooperación, apoyo y amistad.
La poesía de sus imágenes nos trae a la memoria su sonrisa, su bondad que juntos evocan un axioma Zen que señala: "la luna está en el fondo del estanque, pero no hay signo de que haya penetrado en él"
Así cala en nosotros la profunda obra de Luis: verdad esencial, significante, atemporal y resonante en nuestro ser. Gracias hermano!
César López OsornioDirector General
MACLA
Luis Tomasello nació el 29 de noviembre de 1915 en La Plata. Realizó sus estudios primero en la Escue-la Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón de Buenos Aires entre 1932 y 1936, donde obtuvo el diploma de profesor de dibujo y posteriormente en Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova, entre 1940 y 1944.
En 1951 realiza su primer viaje a Europa. A su retorno integra el grupo fundacional de la Asociación Arte Nuevo junto a Carmelo Arden Quin y Manuel Alvarez, entre otros.
En 1957 se establece definitivamente en Paris donde desarrollará su obra cinética.
Por esos años es seleccionado por la galería francesa Denise René para integrar su equipo de artistas. Apadrinada por Victor Vasarely, era el espacio en el confluía todo el campo cinético que comenzaba a explotar en el Paris de los ´60.
En 1962 presentó su primera muestra individual en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. Realizó junto a su amigo Julio Cortázar dos libros objeto: Un elogio del tres y Negro el 10.
Participó de prácticamente todas las grandes exposiciones de arte cinético que se realizaron en Europa y los Estados Unidos. Poseen obras de su autoría el Museo de Arte Moderno y el Centro Georges Pompidou de París, Francia; Museo Wilfredo Lam, Cuba; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, España; Museum of Fine Arts de Houston y Cisneros Fontanals Art Foundation de Miami EEUU, entre muchos otros.
En nuestro país poseen sus obras, además del MACLA, el Fondo Nacional de las Artes, el Museo Nacional de Bellas Artes, la Fundación Pettoruti, el Museo de Arte Moderno (MAMBA), el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (MACBA), el Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén y el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (MACRO).
En 1970 obtuvo el premio de la II Bienal de Arte Coltejer de Medellín, Colombia. Luego en 1976 fue nombrado Caballero de las Artes y las Letras de Francia y posteriormente, en 2004 fue declarado Ciudadano Ilustre de la ciudad de La Plata.
Falleció en París el 17 de enero de 2014.
Luis Tomasello 1915 – 2014