el pupitrazo no 3 - 2012
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Boletin del Poceso Nacional Identidad EstudiantilTRANSCRIPT
Sale a las calles una nueva edición de El Pupitrazo. Lo
hace en un momento en el que la legislación nacional
pretende adaptarse a la perfección a las dinámicas del
despojo sintetizadas en el clima generado por la
implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC). El
pasado 15 de mayo inicia la implementación legal del
acuerdo que ya venía entrando al país bajo la forma de
sutiles “coqueteos” comerciales y reformas como la
polémica reforma a la Ley 30 de 1992.
Es curioso que se firme, el tan debatido y criticado por
amplios sectores sociales TLC con Estados Unidos,
cuando estos aún no se recuperan de su crisis económica.
Pero es más singular todavía que se esté hablando de
firmar un acuerdo con la Unión Europea cuando la
Eurozona está como un sube y baja por las caídas del
modelo financiero. La crisis del capital claramente la
pagan los asalariados: la liberalización financiera, la
apertura comercial, la inversión directa extranjera, además
de las privatizaciones a empresas e instituciones públicas
y la eliminación de las barreras en entrada y salida de
mercado de trabajos y de productos -con anterioridad
aplicados en Europa, y en la Latinoamérica en México y
Chile- ambientan principalmente todos estos requisitos del
decálogo del Consenso de Washington, una de las
bases del modelo neoliberal, con las actuales crisis y
las protestas protagonizadas por estudiantes, jóvenes
y organizaciones sociales y sindicales, nos advierte
del estrecho camino hacia el que nos esta impulsando las
locomotoras del mal llamado desarrollo como
profundización del proyecto económico, ideológico y
cultural de apropiación por despocesión que promueve el
individualismo y la competitividad, el modelo neoliberal.
El Santo presidente con sus propuestas no es más que la
continuidad -con algunas variaciones de forma- del
gobierno anterior, sigue vendiendo nuestros territorios
violentando la soberanía nacional, poniendo en riesgo la
soberanía alimentaria y el respeto por la madre tierra, con
sus locomotoras, principalmente la minero-energética. Un
ejemplo reciente de esto es el desarraigo violento a las
comunidades campesinas del Quimbo - Huila, a quienes la
fuerza represiva del Estado desaloja para desviar el curso
de nuestro Río Magdalena. Es así como prefieren
“alimentar” a las generadoras de energía de la empresa
multinacional EMGESA; y esto solo por citar uno de
tantos ejemplos del saqueo extranjero que hoy vive el país.
Está tan agudizado el conflicto social que incluso el
modelo penitenciario y las cárceles están listos para
recibir con los brazos abiertos, la principal propuesta de
“progreso” y “desarrollo” planteada por el capitalismo: la
privatización e implementación del modelo norteamericano
de prisiones.
Uno de los diarios de circulación nacional más leído ya es
propiedad, en un 88%, del terrateniente, industrial,
empresario, constructor y banquero Luis Carlos
Sarmiento Angulo quien, con su más profundo
sentimiento ‘filantrocapitalista’ donó un edificio a la
Universidad Nacional. Lo cierto es que no se trata de
altruismos sino de negocios. Ni se compra El Tiempo
en vano, ni dona una sede de investigación
tecnológica porque sí.
Las condiciones de vida digna hoy en día son más lejanas
para las mayorías trabajadoras, campesinas, indígenas y
afrodescendientes, muestra de esto es la inequidad en
los ingresos entre la población colombiana la cual quedó
establecida por el alto valor (58,5) del coeficiente de
Gini[1]. Lo cual ubica a Colombia como “el cuarto país del
mundo más inequitativo en ingresos, después de
Comoras, Haití y Angola”[2]. Sin entrar a analizar
profundamente las amplias necesidades de las
comunidades siguen siendo preocupantes las deficiencias
del sistema de salud y el escaso acceso a un empleo
digno. Calculen compañerxs de qué se trata el asunto.
Aunque todo parezca gris y desolador, seguiremos
caminando por la vida, la cultura y la libertad. Para esto,
las organizaciones sociales y populares se han articulado
en el Congreso de los Pueblos, un espacio proyectado
para la legislación para la vida, desde principios
comunitarios, solidarios y libertarios. ¡Vamos a
autodeterminar nuestros territorios y construir propuestas
de país! Y como entendemos que son muchos los temas
que tenemos que discutir en este proceso de
transformación, asumimos construir desde nuestro sector
un Congreso Educativo que congregue muchas
propuestas e iniciativas de educación alternativa, propia y
popular para mandatar nuevos modelos de educación que
desde la primaria, secundaria, universidades, procesos de
educación popular, desde el barrio, el campo y la
etnoeducación formen hombres y mujeres nuevas, seres
críticos que luchen por la liberación, por una educación
pensante y pensada para un proyecto de nación para la
vida digna, la paz y la soberanía.
Finalmente, este Pupitrazo sale a las calles en un
momento en el que lxs estudiantxs soñadorxs que le
apuestan a la unidad a través de la Mesa Amplia Nacional
Estudiantil, se deciden como parte del movimiento social y
en una fecha inolvidable -para recordar a lxs compas que
dieron su vida luchando por la defensa de la educación- a
caminar juntxs una palabra digna y rebelde. Esto,
compañeros y compañeras, reafirma que hemos venido
para quedarnos, que vamos a consolidar con alegría y
trabajo el poder estudiantil para avanzar, pasó a paso,
hacia el poder popular.
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[1] El coeficiente de Gini normalmente, se utiliza para medir la inequidad de
ingresos en una sociedad. Es un número entre 0 y 100, donde 0
corresponde a la perfecta equidad (todos tienen los mismos ingresos) y 100,
a la perfecta inequidad (una persona tiene todos los ingresos y los demás
ninguno).
[2] Hernández , Susana . Treinta años estancados en desarrollo humano.
UN Periódico Impreso No. 155. Profesora Universidad Nacional de
Colombia. Manizales, 2012.
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LA DEFENSA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA ha sido un
eje transversal en la historia y lucha del movimiento
estudiantil colombiano. No obstante, aunque nos hemos
afianzado en esta acción de defender una educación
pública, digna, de excelencia, gratuita y al servicio de las
verdaderas necesidades del pueblo, hemos visto como
nuestra educación hoy se encuentra sumida en una
profunda crisis académica, financiera, de autonomía y de
derechos humanos, y vemos como la misma se encuentra
al servicio de intereses privados respondiendo a una
relación universidad-empresa y no una relación de la
universidad con la sociedad; lo que sin duda transforma
todo carácter de educación pública hacia la privatización
de la educación superior.
Ante este panorama privatizador, lxs estudiantes no
claudicamos, insistimos en que las puertas de las
universidades deben ser abiertas de par en par, alojando
en su interior al pueblo con todos sus colores, con todos
sus saberes, con todas sus necesidades y con todas las
visiones sobre una Colombia diferente. Bajo esta idea,
muchxs estudiantes han dedicado y sacrificado sus vidas,
defendiendo y construyendo una nueva educación; lo
hicieron nuestrxs compañerxs en las movilizaciones
nacionales de 1971 y lo hacemos ahora nosotrxs con las
movilizaciones, los argumentos y las propuestas nacidas y
caminadas al interior de la MANE.
Hace 40 años las exigencias y propuestas recogidas en el
programa mínimo, proponían una educación
suficientemente financiada, dirigida por la verdadera
comunidad universitaria (estudiantes, trabajadorxs y
profesorxs) bajo la figura del cogobierno dando fin de esta
manera a los consejos superiores en los que participaban
el ministro de defensa, la iglesia y los sectores
productivos. Por último, exigían el fin de la penetración
imperialista al interior de las universidades con programas
de la USAID y las fundaciones Kellog’s y Ford.
Conocer esta historia nos demuestra que las
características y dimensiones que adquirió el movimiento
estudiantil en la actualidad, no surgieron de la
espontaneidad, por el contrario, es el acumulado de
muchos años de movilizaciones, de reivindicaciones, de
foros, de seminarios, de organización, de protestas y
propuestas, que hoy en el programa mínimo bajo los
puntos de Financiación, Autonomía y Democracia,
Excelencia y Dignidad Académica, Bienestar Universitario,
Libertades Democráticas y Relación Universidad-
Sociedad, recogen todos estos avances históricos y se
constituyen como un mecanismo que brinda la posibilidad
de darle un carácter nacional a todas las coyunturas
locales, sobre las cuales construiremos una nueva
educación para un país con soberanía, democracia y paz.
Precisamente para llegar a la Propuesta Alternativa de
Educación Superior, lxs estudiantes hemos determinado
una ruta de construcción programática, cuyo primer
momento será la consolidación de una EXPOSICIÓN DE
MOTIVOS que se constituye como la “radiografía de la
educación superior colombiana”, recogiendo así los
principales elementos de diagnóstico sobre la enfermedad
terminal que ha significado para la universidad colombiana
los 20 años de vigencia de la Ley 30 de 1992.
A partir de esta exposición de motivos se construirá el
Articulado Alternativo de Educación Superior, que
recogerá los elementos gruesos y los mecanismos por los
cuales lograremos una educación superior al servicio del
pueblo y del país. Este ejercicio será realizado de la mano
de una comisión de asesoramiento (académicos y
expertos nacionales e internacionales), que nos ayudarán
a redactar la propuesta de manera que se materialicen
nuestras apuestas y propuestas en un articulado de ley. El
lanzamiento de esta propuesta se dará el 12 de Octubre
en el marco de las movilizaciones por los 520 años de la
invasión europea en nuestras tierras americanas.
Así pues, en el marco de esta construcción programática,
desde la MANE convocamos al PRIMER ENCUENTRO
SOCIAL Y POPULAR “Por una Nueva Educación para un
País con Soberanía, Democracia y Paz” del 8 al 11 de
junio del presente año. Al final de este encuentro se dará a
conocer el Documento de Exposición de Motivos que se
construirá a partir de aportes generados por los sectores
profesorales, de trabajadorxs, de estudiantes y de las
organizaciones sociales. Este insumo expresará los
acuerdos sobre los principios políticos, éticos y filosóficos
básicos para un nuevo modelo de Educación Superior que
retornará a las regiones y localidades para su respectiva
discusión.
La fecha de este encuentro se ha definido en referencia a
las jornadas de conmemoración del estudiante
revolucionario colombiano, jornadas de memoria que se
realizan a nivel nacional los días 7, 8 y 9 de junio, que
tienen como objetivo evitar que el olvido caiga sobre la
historia del movimiento estudiantil colombiano,
recordamos la memoria de nuestrxs compañerxs que han
sido asesinados por el régimen, por el hecho de pensar
distinto y tener propuestas diferentes a las del
establecimiento. Realizar este encuentro social y popular
en estas fechas significa rememorar sus luchas y darle
ese valor simbólico e histórico al proceso que hoy
estamos adelantando.
Hoy la MANE refleja todo un acumulado de luchas
estudiantiles que se han dado a lo largo y ancho de todo
el país durante más de 40 años. Nuestra lucha no termina
con las movilizaciones y acciones que lograron tumbar la
Reforma a la Ley 30, sino que continuamos caminando y
construyendo con organizaciones sociales y populares
una educación digna y de excelencia para todo el pueblo
colombiano. Por esta razón, escenarios como el Congreso
Educativo de los Pueblos se hacen hoy más que nunca
necesarios, ya que nos permite pensarnos la educación
en todos los niveles y construir ese modelo de educación
alternativo a partir de las propuestas de las diferentes
organizaciones sociales y populares. Un modelo
alternativo ligado a un proyecto de país soberano y que
culmine con la construcción de un Mandato Educativo
Integral que recoja todas las luchas y propuestas que se
han dado en materia de educación.
"La lucha ya no se reduce a retrasar lo que acontecerá o
asegurar su llegada; es preciso reinventar el mundo. La
educación es indispensable en esa reinvención.”
Paulo Freire.
No podemos negar que como mujeres y hombres
habitantes de una injusta sociedad, que caminamos en
medio de rencores y sinsabores, hemos imaginado un
nuevo mundo, uno que aun no conocemos pero que
soñamos; reconocemos que el soñar en medio de tantas
barreras, intelectuales, políticas, económicas, no es fácil,
que es necesario buscar a quienes también sueñan y
piensan esa transformación para lograr un verdadero
cambio. No hablamos de soñar por soñar, de soñar entre
nubes o de querer cambiar el mundo con dos manos,
hablamos de materializar ese sueño construyendo en
colectivo una nueva propuesta de sociedad, reconociendo
que es este el tiempo y el momento en que debemos
empezar a trabajar para que desde abajo, desde lo
popular esa utopía sea real.
Como estudiantes univeristarixs y secundaristas, Nos
hemos puesto en la tarea de generar nuevas formas de
aprender y enseñar de forma participativa y democrática,
donde nos relacionemos desde la diversidad, la inclusión y
el amor. Es por eso que impulsamos junto a profes,
trabajadores oficiales, campesinos, indígenas, afro, y
todas aquellas personas que se preocupan por la
precariedad educativa, una propuesta de confluencia para
que el pueblo mandate un nuevo modelo de educación.
Nos encontraremos en el CONGRESO EDUCATIVO DE
LOS PUEBLOS para empezar, desde abajo y hacia la
izquierda, a caminar esa nueva propuesta transformadora,
que permita consolidar una educación liberadadora, y
atienda a los intereses de las comunidades y no del
mercado.
No partimos de cero, logramos, a través de foros y
encuentros, identificar algunas de las problemáticas
sociales, ambientales y políticas que se presentan en
nuestro territorio; en estos espacios nos conocimos,
disfrutamos y compartimos alrededor del fogón diferentes
formas de hacer educación, compartimos experiencias
educativas que nos comenzaron a dar luces frente a la
que creemos es la mejor manera de construir la nueva
educación, una educación que aporta a la emancipación
de los pueblos en sus territorios.
En adelante seguiremos transformando nuestras formas
de enseñar y aprender; crearemos mandato popular, tal
como lo hemos aprendido del conjunto de movilizaciones
sociales que construyen el Congreso de los Pueblos,
donde el pueblo, se piensa como realizar un proyecto de
nación y de país con vida digna. Es por eso que
construiremos encuentros en los diferentes territorios,
desde los diferentes sectores y abordando el sin fin de
problemáticas que presenta el sistema de educación
actual, la educación del capital, para que entre todas y
todos reconozcamos a que y a quienes nos enfrentamos,
con quienes nos encontraremos y cómo construiremos
esa nueva propuesta de educación.
La invitación es a ser parte del congreso educativo de los
pueblos desde nuestro trabajo, desde nuestras
necesidades como estudiantes, trabajadores, maestrxs,
mujeres y hombres, desde nuestros territorios.
Construyamos esos espacios donde nuestros saberes se
conviertan en propuesta, donde caminemos la palabra,
actuemos y logremos el cambio, transformemos nuestra
realidad.
Es una fría noche del 7 de junio de 1929. En la ciudad de
Bogotá cae asesinado por la Policía Nacional el estudiante
Gonzálo Bravo, mientras camina hacia su casa tras
participar de las intensas jornadas de protesta que ya
cumplían 5 días en contra de la 'rosca', es decir, todo el
proceso de amiguismo y clientelismo en las contrataciones
por parte de la administración distrital y nacional.
25 años después del asesinato de Gonzalo Bravo, en la
Universidad Nacional sede Bogotá, se organizan unas
jornadas del estudiante que año tras año se celebra el 8
de junio para conmemorar los logros obtenidos en las
protestas de junio de 1929 y, claro esta, recordar a
Gonzalo. En medio de estas movilizaciones y después del
acto simbólico en el cementerio y las confrontaciones
presentadas con la Fuerza Pública, los estudiantes se
desplazan hacia la universidad. La Policía ingresa con una
actitud provocadora, motivo por el cual los y las
estudiantes llenos de indignación inician unas fuertes
protestas. Ante esto, la Policía dispara
indiscriminadamente y un tiro en la cabeza le causa la
muerte inmediata al estudiante de medicina Uriel Gutiérrez.
Al día siguiente, el 9 de junio de 1954, acude una gran
cantidad de estudiantes al sepelio de Uriel y en medio de
la velación empiezan a agitar los ánimos con cánticos,
consignas y banderas, hasta el punto de salir en una gran
marcha exigiendo justicia por la muerte del compañero.
Pero en inmediaciones de la calle 13 con carrera 7ª se
encuentran con el Batallón Colombia del Ejército Nacional
que, cumpliendo cabalmente con su función de maquina
de guerra -un montón de soldados sin ideales, de
asesinos a sueldo de gente humilde, estudiosa y soñadora-
masacra a 9 estudiantes: Álvaro Gutiérrez Góngora,
Hernando Ospina López, Jaime Pacheco Mora, Hugo
León Velásquez, Hernando Morales, Elmo Gómez Lucich,
Jaime Moore Ramírez, Rafael Chávez Matallana y Carlos
J. Grisales.
Esta podría ser una pequeña descripcion a los hechos por
los cuales los estudiantes hemos convertido esta fecha, el
8 y 9 de junio, en referente de movilización para recordar y
traer al presente a lxs estudiantes asesinadas bajo las
manos de fuerzas estatales y para-estales. Luego del 8 y
9 de junio de 1954, conmemoramos la muerte de muchos
otros compañeros y compañeras como Luis Alberto
Parada asesinado en agosto de 1986 en la Universidad
Nacional, Edgard Mejía Vargas asesinado en la
Universidad del Valle en febrero de 1971 y Soraya Cataño
asesinada en Medellín. Estos son solo algunos casos de
los tantos que podríamos mencionar, la lista es larga.
¿Que es lo que reivindicamos?
“En Colombia el olvido es un elemento decisivo que actúa
a favor del sistema político”[1]
Ahora preguntémonos por qué sus muertes, para así
mencionar qué es lo que reivindicamos. ¿Son solo las y
los muertos o también sus luchas?, nuestras luchas,
luchas en las que ellos y ellas han dado la vida no solo
defendiendo y construyendo educación sino también
generando propuesta de país, porque los procesos “de
politización universitaria no radican en las universidades,
sino en los conflictos que enfrenta la sociedad de la que
hacen parte”[2].
Es el momento de recordar algunos de los motivos y de
los momentos en los que se encontraban algunxs de lxs
estudiantes asesinadxs: Como antecedente al asesinato
de Gonzalo Bravo, la masacre de las bananeras ejecutada
por el general Cortés Vargas por orden expresa del
gobierno de Abadía Méndez, las protestas contra la
dictadura del General Rojas Pinilla, las huelgas del 61 y
62 por una nueva Ley Orgánica de Educación, las
movilizaciones nacionales por el Programa Mínimo del 71
y el co-gobierno universitario; el gran paro cívico nacional
del 77, la creación de procesos de unidad del
estudiantado nacional como la Unión Nacional de
Estudiantes Colombianos UNEC, la Federación de
Estudiantes de Colombia FEC o la Federación
Universitaria Nacional FUN, el acompañamiento a los
movimientos sociales y populares en todas sus luchas y,
por qué no, la Séptima Papeleta que impulsó la
constituyente del 91.
Es así como hay que contextualizar a nuestros muertos,
indagar por los logros que obtuvieron en las luchas que
dieron y en razón de las cuales perdieron la vida,
preguntarnos por cómo eran los procesos organizativos de
su época, cómo se movilizaban para así poder recordarlos
diariamente, aplicando en nuestro quehacer su ejemplo,
sus aciertos y desaciertos. Los estudiantes tenemos que
acudir “constantemente a la memoria para evocar el
pasado y a su vez proyectar el futuro, es decir, para
encontrar coordenadas de sentido”[3]que nos permitan
caminar con mucha mas fuerza para no olvidar nunca que
nuestras mentes, cuerpos y espíritus están habitados por
aquellxs que lucharon antes de nosotrxs, que ahora no
están de cuerpo presente pero que viven en el deseo
constante de transformación.
Nuestro papel como estudiantes no es solamente
defender la educación como un derecho y pelear por el
bienestar. Se trata también de recoger uno de los legados
que se nos ofrece; los estudiantes debemos oxigenar las
luchas sociales y populares, participar con nuestros
conocimientos y energías en la trasformación radical del
país, que el inconformismo con el orden establecido no se
acabe con la graduación. Observemos como en los años
sesenta el movimiento estudiantil, por el cual tantos
hombres y mujeres derramaron su sangre, estaba
“estrechamente ligado a las importantes transformaciones
sociales, políticas y culturales que determinaron en su
momento una profunda ruptura en la sociedad
colombiana”[4] .
La píldora que les invitamos a tomar para que la memoria
no se llene de olvido no es, en ningún momento, para
abstraernos de la triste y cruel realidad que vivimos. Todo
lo contrario: se trata de mirar hacia atrás para construir
junt@s un futuro mejor, como el que quería Jhony Silva,
Paula Ospina, Magaly Betancur, Jesús Humberto Patiño,
Yesid González, Oscar Salas, etc... Ésta tiene que ser una
píldora que nos permita entender que “a quien combate
por la vida, no lo mata ni la muerte”, que hoy, más que
nunca, se hace necesario gritar: A estudiar y a luchar por
la Liberación Nacional.
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[1] Aurelio Arturo, estudiantes, represión y memoria: tres momentos de lucha
estudiantil en Colombia; en CEPA, pag 78, No 10, Vol 1, 2010
[2] Ruiz Manuel, sueños y realidades. Proceso de organización estudiantil
1954-1966; Bogota, Edi universidad nacional de Colombia.pag28. 2002
[3] Aurelio Arturo, estudiantes, represión y memoria: tres momentos de lucha
estudiantil en Colombia; en CEPA, pag 78, No 10, Vol 1, 2010
[4] Ruiz Manuel, sueños y realidades. Proceso de organización estudiantil
1954-1966; Bogota, Edi universidad nacional de Colombia.pag25. 2002.