el poder como relacion social

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 1 Autor: Jorge Luís Guasch Estévez. Acercamiento a algunas concepciones sobre el PODER: poder de dominación vs poder obedencial Maquiavelo, Weber, Gramsci, Che, Fidel, Dussel, Chávez).  

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Acercamiento a algunas concepciones sobre el PODER: poder de dominacin vs poder obedencial (Maquiavelo, Weber, Gramsci, Che, Fidel, Dussel, Chvez).

Autor: Jorge Lus Guasch Estvez.

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NDICE: CONTENIDOS Introduccin: Evolucin histrica de las concepciones sobre el poder. Diferentes tipos de poder. Concepciones de Nicols Maquiavelo sobre el Poder: relacin entre los fines y los medios. Max Weber y el poder. Tipos de dominacin. Poder y autoridad. Antonio Gramsci: La Hegemona como poder y el Nuevo Bloque Histrico. El pensamiento del Che sobre el poder revolucionario y la lucha contra el Burocratismo. El Poder revolucionario en las visiones y prcticas de Fidel y Ral. La Filosofa de la liberacin en Enrique Dussel: Nueva Arquitectnica y Poder Obedencial. Amor al poder o poder del amor? Veinte deformaciones que pueden ocurrir en el ejercicio del poder revolucionario. El pensamiento y la prctica revolucionaria del Comandante Chvez sobre el poder: Viviremos y venceremos. Preguntas generadoras Bibliografa de consulta Anexos PGINAS 3

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INTRODUCCIN: EVOLUCIN HISTRICA DE LAS CONCEPCIONES SOBRE EL PODER. DIFERENTES TIPOS DE PODER: El Poder es la cuestin ms importante de la poltica y de todas las revoluciones. Desde el poder se construye la sociedad, por lo tanto todo fenmeno social, toda relacin social, es vehculo y expresin del poder y de las relaciones entre las clases, grupos, partidos, instituciones e individuos. En los inicios del siglo XXI nos adentramos en una nueva geopoltica mundial. La entrada del nuevo poder global del imperialismo a escala planetaria con sus instrumentos de dominacin y al mismo tiempo la resistencia creciente de los pueblos por la soberana y la justicia social caracteriza cada vez ms las relaciones internacionales. Asistimos en las condiciones actuales, a una sociedad capitalista burocrtica, altamente tecnolgica y capaz de administrar la subversin por medio de la tolerancia represiva ya sealada por Herbert Marcuse. Una sociedad que ejerce la dominacin de manera compleja, altamente diversificada y que tecnolgicamente coloca en los expertos el nuevo lugar del dominio y manipulacin. El poder global, que es al mismo tiempo diversificado y centralizado, es un poder que tolera la diversidad para anularla en su efectividad. La diversificacin y la preocupacin de la burocracia mundial, por los aspectos subjetivos y diversos de sus consumidores, antes que ser un indicador de la apertura de mayores espacios democrticos, es la identificacin de la democracia, libertad y diversidad a la dominacin. La misma sociedad actual se puede exhibir como la dictadura de la democracia. La diversidad, la tolerancia, la democracia, han resultado ser, en la prctica, las nuevas y ms eficaces formas de dominacin. (Ver anexo 1) Poder, antipoder, contrapoder, dominacin, hegemona, contrahegemona, etc, son conceptos recurrentes en la discursividad politolgica y en la prctica social contempornea. Su estudio sistematizado es una necesidad vital de los revolucionarios como medio de conocer el mundo contemporneo y actuar de forma efectiva para su transformacin. Desde la antigedad hasta hoy la cuestin del poder (cratos), en un asunto central en todo el desarrollo humano. Son varias las interpretaciones que se han realizado sobre el poder a travs de la historia, todas ellas con plena vigencia en el siglo XXI. En general se pueden distinguir cuatro posiciones acerca el origen o la arqueologa del mismo: Origen divino, sobrenatural, trascendental del poder.

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Enfoque sustancialsta, fetichizado, materialista. El poder como una cosa i que se puede tomar. Origen personalista a partir de las caractersticas individuales o relaciones hereditarias de uno u otro sujeto social que lo ostente. poder como una compleja relacin social existencial y estratgica entre El personas, grupos, clases, instituciones y estados. Desde la antigedad hasta hoy las diferentes visiones sobre el poder han estado permeadas de una u otra interpretacin o en otros casos se amalgaman de forma sincrtica concepciones que muchas veces desnaturalizan su verdadera esencia.

Qu es el poder?El concepto de poder tiene mltiples acepciones y usos. La palabra histricamente se ha utilizado para hacer mencin a la facultad, facilidad o potencia para hacer algo. En la Real Academia Espaola se define como la posibilidad de que algo suceda. Para no pocos es la fuerza que mueve el mundo. Tomas Hobbes descubre en la humanidad un deseo perpetuo e insaciable de poder tras poder, que slo cesa con la muerte Para Francis Bacon El dinero y el poder son como el estircol: se pudre si no se esparce Un aporte sustancial a las concepciones sobre el poder lo realiz Nietzsche A diferencia de Darwin y el socialdarwinismo biologicista que se difundi despus, para Nietzsche, la lucha por la existencia en el hombre no es slo una lucha para sobrevivir o adaptarse, sino que va ms all, es una lucha de dominio, de tomar el control, de crear, de interpretar, de conocer: VOLUNTAD DE PODER. Slo donde hay vida hay tambin voluntad: pero no voluntad de sobrevivir, sino (...) voluntad de poder! De la superacin de s mismo)... En este sentido, la voluntad de poder es una voluntad que quiere. Es activa en cuanto se propone sin esperar pasivamente ni tratar de adaptarse...sino dominar Y lo dice claramente: Existe en nosotros un feroz dragn llamado t debes pero tambin y en contra de l un superhombre que arroja las palabras yo quiero. El concepto sobre la voluntad de poder de Friedrich Nietzsche, intenta explorar, y explicar el estado natural de toda la vida humana. En cierto tiempo de la historia cuando Schopenhauer demandaba que el impulso fundamental en4

todas las criaturas era la voluntad de vivir; Nietzsche en desacuerdo, afirm que cualquier criatura que arriesgue deliberadamente su vida por cualquier razn, est negando la voluntad de vivir; en tal situacin, esa criatura demuestra algo an ms fundamental: la voluntad del poder: Queris un nombre para este mundo? Una solucin para todos los enigmas? Una luz tambin para vosotros, los ms ocultos, los ms fuertes, los ms impvidos, los ms de media noche? Este mundo es la voluntad de poder, y nada ms! Y tambin vosotros mismos sois esa voluntad de poder, y nada ms! Y concluye Nietzsche Lo que el hombre quiere, lo que quiere la parte ms minscula de un organismo vivo, es mayor poder

El concepto de poder para Tawney, se centra en la imposicin de la propia voluntad sobre otras personas. Literalmente " el poder se puede definir como la capacidad de un individuo o grupo de individuos para modificar la conducta de otros individuos o grupos en la forma deseada y de impedir que la propia conducta sea modificada en la forma en que no se desea". En un sentido amplio, el poder se refiere a todos los tipos de influencia entre personas o grupos, incluyendo los que se ejercen en las transacciones de intercambio. Segn T. Parsons, el concepto de "poder se usa para referirse a la capacidad de una persona o grupo, para imponer de forma recurrente su voluntad sobre otros". Para Nelson Mandela el nico camino de la libertad es el poder Es comn encontrar en las diferentes teoras polticas y sociolgicas sobre el poder un enfoque que lo asume, bajo el prisma de una interpretacin institucional o sustancialista, entendido como algo determinado, identificable con una institucin o conjuntos de instituciones a aparatos; el poder como instancia especfica. Otros piensan diametralmente diferente. Para Foucault El poder no es una institucin ni una estructura, o cierta fuerza con la que estn investidas determinadas personas; es el nombre dado a una compleja relacin estratgica en una sociedad dada. Desde el poder se construye la sociedad, por lo tanto todo fenmeno social, toda relacin social, es vehculo y expresin del poder. "el poder- deca, no es un fenmeno de dominacin masiva y homognea de un individuo sobre los otros, de un grupo sobre otros, de una clase sobre otras; el poder contemplado desde cerca no es algo dividido entre quienes lo poseen5

y los que no lo tienen y lo soportan. El poder tiene que ser analizado como algo que no funciona sino en cadena. No est nunca localizado aqu o all, no est nunca en manos de algunos. El poder funciona, se ejercita a travs de una organizacin reticular. Y en sus redes circulan los individuos quienes estn siempre en situaciones de sufrir o ejercitar ese poder, no son nunca el blanco inerte o consistente del poder ni son siempre los elementos de conexin. El poder transita transversalmente, no est quieto en los individuos". Aunque este prrafo pudiera hacer pensar que Foucault disuelve, desintegra el principal tipo de poder, el estatal, o que no lo reconoce, en otro apartado habla del concepto de sub-poder, (microfsica del poder) de los pequeos poderes integrados a uno global. Reconoce al poder estatal como el ms importante, pero su meta es tratar de elaborar una nocin global que contenga tanto al estatal como aquellos poderes marginados y olvidados en el anlisis. Para l el poder es una relacin social y no una sustancia o un centro que se puede ostentar o poseer. De forma reciente se han desarrollado en la literatura conceptos tales como antipoder, contrapoder, contrahegemona, etc y con mucha fuerza en la actual administracin norteamericana la triloga de poderes para asegurar la dominacin mundial: Poder suave (Soft power) Que representa todo lo relacionado con la diplomacia pblica, campaas comunicacionales, fomento de ONGs, etc para la subversin contra nuestros pueblos. Poder fuerte (Hard Power) Relacionado con el podero militar, la intimidacin y la fuerza bruta para agredir y someter a los que no se arrodillen. Poder inteligente (Smart power) Es el resultado de la combinacin diablica de ambos poderes anteriores para lograr objetivos comunes de sometimiento y dominacin local, regional y planetaria. El poder siempre est determinado por el conjunto de las relaciones sociales. En el caso del poder poltico las relaciones son mucho ms evidentes y directas. Para Marx Los hombres han sido siempre en poltica necios del engao de los dems y del engao propio y lo seguirn siendo mientras no aprendan a discernir detrs de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, polticas y sociales los intereses de una y otra clase En general la mayora de los autores atribuyen al poder tres caractersticas que lo distingue de las dems categoras sociales: 1. El poder no es una cosa sino una relacin. Poder no es en primer lugar el Estado ni la polica ni el sistema econmico. Es una relacin entre las personas y las cosas. Todos somos portadores de poder en la medida en que todos nos encontramos envueltos en relaciones, que se influencian6

mutuamente. Poder es entonces sinnimo de participacin. Como tal, se encuentra difuso en el cuerpo social y en las instituciones. La sociedad, entendida como el conjunto de las relaciones, es la portadora originaria del poder. ste no est sobre ella ni fuera de ella, est siempre dentro de la sociedad, y existe en razn de ella. El poder en cada caso concreto es portador de determinados valores existenciales que estn determinados en primer lugar por los intereses de las clases. El poder cuando no est sustentado en un slido basamento tico se transfigura en corrupcin de la poltica y el espritu. (Ver anexo 2) 2. El poder es una instancia de direccin. En la sociedad hay muchos poderes, que se articulan, se oponen o hacen alianzas entre s. Es el juego de los intereses y de los poderes. Para asegurar una unidad mnima de la sociedad de cara a propsitos comunes, se necesita una instancia de coordinacin y de direccin. El poder difuso se concretiza aqu en un foco determinado llamado gobierno o grupo directivo. Cada grupo, a medida que se institucionaliza y adquiere cohesin interna, necesita un polo de animacin y coordinacin. El poder adquiere as visibilidad. No deja de ser una relacin, pero es una relacin formalizada y estabilizada. El poder viene siempre de abajo y existe en funcin de la sociedad y no por s mismo. El nivel de cristalizacin del poder es directamente proporcional a la complejidad de la sociedad. Cuanto ms simple sea sta, menos polo de poder necesita. Cuanto ms compleja y contradictoria sea, como una central sindical o una nacin, ms fuerte se vuelve el centro de poder. 3. El poder histrico ( en manos de las clases explotadoras) est habitado por un demonio, una fuerza contradictoria que tiende a la perpetuacin y abuso. Aunque haya surgido como funcin de coordinacin de la sociedad, el poder posee un irrefrenable dinamismo de expansin y de autoaseguracin. El poder quiere siempre ms poder. De lo contrario, pierde poder hasta dejar de ser poder. Debido a esta lgica, el poder tiende a aliarse a otros poderes o a absorberlos. Se distancia as de su fuente, la sociedad, superponindose a ella. Hobbes, terico del poder del Estado, constat en su famoso Leviatn: Como tendencia general de todos los hombres, destaco un perpetuo e impaciente deseo de poder y de ms poder, que solamente cesa con la muerte. Y esto no se debe al mayor placer que se espera sino al hecho de que el poder no puede garantizarse sino buscando an ms poder.

El poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado o estalla.

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Slo la transparencia en las relaciones de poder, los mtodos colectivos de direccin, la interpelacin permanente, la crtica franca, constructiva y que llegue a todos sin distingos jerrquicos en los puestos decisorios puede evitar que el poder se convierta-con el paso de los aos, en un fin en s mismo y por esa va transite hacia formas corruptas y anquilosadas en sus manifestaciones que al final se convierte en una negacin de los valores iniciales que lo fundamentan. (Ver anexo 3) Las dimensiones del poder son las siguientes: La intensidad del poder: que es el grado de influencia que A ejerce sobre B con el fin de cambiar sus respuestas. Cuando la intensidad es mxima no solo hay poder sino control. El dominio del poder: es la extensin del poder, es decir, el nmero de personas o grupos sobre los que se ejerce. El rango del poder: es el grado de respuesta de B sobre el que A ejerce poder.

Tipos de poder Existen 4 tipos principales de poder en las organizaciones e instituciones: Poder personal: carisma, personalidad, magnetismo personal. Surge de forma individual en cada lder y est signado por sus caractersticas particulares. Es la capacidad que tienen aquellos para conseguir seguidores a partir de su personalidad. Tienen fe en los objetivos que atrae y retiene a dichos seguidores. Consiguen que haya personas que deseen seguirle. El lder percibe las necesidades de las personas y promete xito para ellas. Ejemplo: Jesucristo. Poder legitimo: poder de posicin, poder oficial. Es el que se le adjudica por una autoridad superior. Culturalmente, las autoridades delegan el poder legitimo a otros para que les controlen los recursos, compensen o castiguen a los dems en su nombre. Este poder es deseado por casi todas las personas, cuya finalidad debe ser el orden de la sociedad. Poder experto: autoridad del conocimiento. Proviene del aprendizaje especializado, de los estudios acadmicos o formativos. Nos lo inculcan, los conocimientos y la informacin que tenga ese8

lder sobre una situacin compleja. Tambin, influyen la educacin, la capacitacin, la experiencia. Es un poder muy importante en esta poca de tecnologas nuevas. En el siglo XXI en medio de las sociedades informatizadas y tecnologizadas, se considera el ms importante de todos los poderes. Poder poltico: apoyo de un grupo. Es muy importante la habilidad que tenga ese lder para trabajar en equipo, con otras personas y dentro de sistemas sociales cuya finalidad sea la de conseguir sus apoyos. Los poderes de recompensa, coercitivo, experto, referente y legtimo han demostrado unos efectos diferentes sobre el rendimiento y la satisfaccin. En relacin al redimiendo los resultados ms relevantes son los siguientes:

El poder del experto es la base ms fuere y consistentemente relacionada con un desempeo eficaz. El poder referente tiende a estar positivamente relacionado con la eficacia de grupo. El poder legitimo no parece estar relacionado con la diferencias en el desempeo y no logra incrementarlo por encima de sus niveles medios o aceptables. El empleo del poder coercitivo tiene una relacin inversa significativa con el desempeo. Los poderes de referente, legitimo y de experto, produce un estancamiento externo e interno por parte de los subordinados, mientras que el poder basado en las recompensas o en los castigos solo producen acatamiento.

Desde la antigedad hasta hoy las concepciones sobre el poder, las relaciones que se han establecido entre las diferentes clases, grupos y naciones; el ideario simblico que se ha construido y socializado as como toda la instrumentalidad institucional y social ha estado sustentada en visiones y prcticas machistas, falocntricas y discriminatorias sobre el poder. Desde las religiones universales y locales y las ideologas polticas predominantes por siglos se ha entronizado una visin sectaria y excluyente del poder, asociado fundamentalmente a la masculinidad, al podero econmico, militar y poltico y los medios para afianzarlo en la conciencia de las personas como un hecho natural y eterno. En general podemos agrupar las diferentes concepciones sobre el poder en tres grandes grupos que en todos los casos representan los intereses de las clases y las condiciones socio econmicas y polticas en cada sociedad concreta:9

EVOLUCIN DE LAS CONCEPCIONES Y LAS RELACIONES DE PODERMANDO - OBEDIENCIA (Libertarismo) Confucio, Jenofontes, Aristteles, Maquiavelo ,Bodino, Hobbes,Grocio, Bonaparte, Hayek, etc. Culto a la irracionalidad. Totalitarismo. Uso de la fuerza bruta. lites cerradas de poder. Predominio de los fines sobre los medios. Autocracia. Estadocentrismo. El pueblo como muchedumbre. CONTRATO SOCIAL (Liberal- egalitarismo) Scrates, Platn, Altusio, Milton, Locke, Rousseau, Jefferson, Parsons, Keynes, Rawls, etc. Democracia burguesa clsica. Determinada racionalidad tica. Contrato entre mandantes y mandatarios. La justicia como la base de la libertad. Mandato representativo. Distribucin de cuotas de poder Estado- Sociedad Civil. CULTURA DEL PODER EN EL SOCIALISMO (deber ser)El Socialismo como poder del demos . Superacin progresiva de la dominacin. Aumento progresivo de la autogestin.

Paso al No Estado Participacin sustantiva. La superacin de las formas autocrticas, personalistas, verticalcitas; de la daina funcionarizacin y el burocratismo. Elegibilidad de los funcionarios pblicos, la rendicin de cuenta ante el pueblo, la crtica , el debate y el control popular.

PODER SOBRE

PODER PARA

El gora griega (plaza pblica), reconocida como la primera forma de la democracia en la cual el pueblo (demos) participaba en las decisiones pblicas se constituye en la gnesis de los sistemas polticos excluyentes que han regido las relaciones de explotacin hasta hoy. En la Grecia paradigmtica para no pocos, slo 1 de cada 13 individuos tena voz y voto en los asuntos en discusin. Los esclavos, mujeres y sectores populares eran excluidos del consenso y toda participacin poltica. Histricamente se pueden establecer diferentes formas de poder en dependencia de las clases sociales que ostentan la hegemona material e ideolgica de la sociedad. Unas veces como dominacin de unos por otros y en otros casos como relaciones basadas en la libertad y el consenso (direccin). Grficamente se puede ilustrar la convergencia de los diferentes pensadores y prcticas de poder poltico que se han conocido hasta ahora, en dos grandes vertientes que reflejan la pertenencia a un sistema u otro en dependencia de los intereses clasistas:

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El Poder como dominacin, despotismo, Tirana (fetichizacin, feudalizacin del poder), corrupcin de la poltica.

Poder obedencial institucionalizado (el poder como una relacin social entre seres libres)

Relaciones de subordinacin, poder sobre.ARQUITECTURA DEL PODER

Mandar obedeciendo, poder para ..

Sociedades basadas en la explotacin de unos por otros

Sociedad Socialista

De una parte, la ideologa poltica capitalista sustentada en sus principios fundamentales: El poder como fin en s mismo. Divisin formal de poderes. Alternancia en el poder. Sistema presidencialista clsico. Partidocracia. Democracia representativa. Relaciones de dominacin de unos por otros. Imposicin de la minora pudiente a la mayora excluida y marginada. Manipulacin intensiva de la conciencia individual y colectiva. La democracia (poder del pueblo) en el capitalismo es una pura ficcin. Ya en el siglo pasado, en los aos veinte, el jurista y filsofo austraco Hans Kelsen (que desarroll la idea de contrato social para desvincular al Derecho de toda supuesta ley natural o inspiracin divina) llev a cabo una demoledora crtica de la democracia representativa y propuso como solucin lo que desde11

entonces se conoce como democracia participativa. Esta participacin ms all de la mera representacin debera basarse, segn Kelsen, en lo que l denomin la parlamentarizacin de la sociedad, es decir, en la creacin y desarrollo de un denso tejido asambleario que permitiera, e incluso fomentara, la intervencin directa de un nmero cada vez mayor de ciudadanos y ciudadanas en los debates sociopolticos y en la toma de decisiones. Sin embargo, como es bien sabido, en las autodenominadas democracias occidentales se ha impuesto el modelo representativo en su versin ms simplista, que consiste en un bipartidismo -oficial o de facto- que reduce la participacin ciudadana a elegir cada cuatro o cinco aos entre dos candidatos presidenciales (que, adems, en el fondo suponen una nica opcin: el capitalismo). Y esta seudodemocracia representativa, de libertades meramente formales o tericas, no solo se ha impuesto en todo el primer mundo, sino que adems pretende erigirse en modelo nico y piedra de toque para validar o invalidar otras formas de gobierno. De la otra, las experiencias socialistas que han existido desde la Comuna de Pars hasta hoy que han buscado por diferentes vas superar el esquema demoliberal entronizado por la tradicin sobre el poder y en ese camino se han acumulado no pocas ideas y resultados concretos que nutren los caminos libertarios de los pueblos y otras que repitieron con ropaje diferente, las prcticas burguesas de dominacin y que al final las llevaron al fracaso. El nuevo poder socialista para ser tal debe caracterizarse por un grupo de principios que contextualizados a los proyectos concretos en cada realidad, deben regir la nueva democracia emancipatoria: El poder como medio para alcanzar los fines. Unidad de poder del pueblo y divisin de funciones. El poder es uno slo. Indivisibilidad e intransferibilidad del poder. El pueblo como nico soberano. Democracia participativa y protagnica. Simetra orgnica entre el poder comunal, parroquial, municipal, estadal y nacional. Relaciones de direccin a partir del consenso. Unidad en medio de la diversidad creadora y fundante. Creacin de un sujeto individual y colectivo, activo, crtico, propositivo, comprometido. Tiene mucha razn John Hollowoy cuando alerta que:

La cuestin no es tomar el poder, sino romper con la lgica del capital.John Hollowoy

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Romper la lgica del capital significa crear nuevas estructuras sociales y sobre todos relaciones de poder donde por primera vez en la historia el pueblo sea dueo real y no aparencial de sus destinos como ocurri en algunas experiencias socialistas que fracasaron en otras latitudes ya que no pudieron o no quisieron superar la ideologa y la instrumentalidad afincadas en la dominacin, la marginacin y la exclusin en la toma de las decisiones fundamentales. En esas condiciones las grandes mayoras no lograron convertirse en sujetos de esos procesos histricos sino en personas alienadas del poder. EVOLUCIN DE LAS CONCEPCIONES SOBRE EL PODER POLTICO EN ALGUNAS FIGURAS EMBLEMTICAS DEL PENSAMIENTO FILOSFICO Y POLTICO: Concepciones de Nicols Maquiavelo (1469-1527) relacin entre los fines y los medios: sobre el Poder:

El pensamiento de Maquiavelo forma parte del capital de la ciencia poltica moderna. Hasta hoy su pensamiento es estudiado por polticos, acadmicos, empresarios, etc, que tratan de descubrir los misterios del poder. Pocos autores han influido ms en el pensamiento poltico que l. Amado por unos y odiado por otro. Hasta hoy sus posiciones desatan encendidos debates en medios acadmicos y polticos. Para unos es un clsico del liberalismo burgus temprano. Para otros un demonio de la poltica que no se detiene ante nada o nadie. Algunos incluso lo relacionan con los lados ms oscuros de la ideologa fascista y guerrerista. Desde la poca del Imperio Romano ningn pensador haba fundamentado con tanta vehemencia y argumentos la necesidad del gobierno republicano, pero ahora como expresin de los intereses y la hegemona de una clase social llamada a revolucionar la fragmentacin medieval y el poder absoluto de la Iglesia como gendarme poltico. No es posible comprender el ideario de Maquiavelo sin contextualizar la poca que le toca vivir y las condiciones especficas en que se desarrollaba la Italia de entonces. De un parte es el momento de alumbramiento del capitalismo como sociedad global, del egosmo y el individualismo desenfrenado como filosofa originaria que lo ha acompaado hasta ahora como su sello distintivo. De otra parte la pennsula itlica se encontraba fragmentada en distintos reinos que pugnaban entre s por el dominio de unos sobre otros. Maquiavelo expresa las ideas liberales de la naciente burguesa que busca por todas las vas la unidad nacional como medio de romper con las ataduras feudales y al mismo tiempo crear el estado nacional que estimule el desarrollo de las fuerzas productivas sin los impedimentos de la atomizacin feudal.13

Maquiavelo define a la poltica como una esfera de accin en la cual predomina una actividad humana que consiste en la lucha por la obtencin de poder y su posterior mantenimiento. A la vez describe el poder como una relacin asimtrica entre dos partes, en la cual hay una que impone su voluntad y otra que acata tal decisin. Al mismo tiempo establece una especie de paradigma, una afirmacin que es base para la elaboracin de toda su teora explayada en la obra, y es la siguiente: la realidad es dinmica. Para Maquiavelo existe un instinto permanente en el ser humano de buscar y encontrar el poder para dominar a los dems. Ahora bien, Maquiavelo sita al hombre dentro de la esfera de accin, la poltica, y a la vez interacta con otros pares en una realidad dada. Concretamente Maquiavelo afirma que al ser la realidad dinmica, un Prncipe no puede aferrarse a cosas estticas, tal como amistades, virtudes, defectos. Al interactuar el Prncipe con la realidad debe ser l tambin dinmico, adaptarse a las situaciones cambiantes para as obtener y/o conservar el poder. Esto no requiere la divulgacin de tales cambios, es posible la actuacin, es decir aparentar una condicin benvola ante la mayora para la adopcin de otras. Maquiavelo tiene una concepcin totalmente diferente de la sociedad humana: para l, el hombre es por naturaleza perverso y egosta, slo preocupado por su seguridad y por aumentar su poder sobre los dems; slo un estado fuerte, gobernado por un Prncipe astuto y sin escrpulos morales, puede garantizar un orden social justo que frene la violencia humana. Fue el primero en usar la palabra estado en su sentido moderno. Algunos le atribuyen la invencin de la dictadura moderna y su consiguiente Realpolitik, como expresin especficamente distinta de las antiguas formas de totalitarismo. Sus ideas polticas estaban impregnadas de sentido prctico y una visin realista de gobierno. Para Maquiavelo se necesitan condiciones especiales para alcanzar y mantener el poder que no est dada a todas las personas sino a los elegidos:

Capacidad de manipular situaciones, ayudndose de cuantos medios precise mientras consiga sus fines: lo que vale es el resultado. "El que consigue el poder es el Prncipe, el que consigue el orden y la paz son los sbditos". El gobernante debe poseer seria destreza, intuicin y tesn, as como habilidad para sortear obstculos, y "moverse segn soplan los vientos". Diestro en el engao: No debe tener virtudes, solo aparentarlas. Amoral, indiferencia entre el bien y el mal, debe estar por encima de ellos.14

En el "sistema poltico" por el que aboga Maquiavelo en su obra cumbre El Prncipe (basada en la vida de Csar Borgia, prncipe de gran capacidad militar y poltico, que unific a sangre y fuego varios territorios italianos), se olvida por completo la tica y la poltica que predicaron Platn y Aristteles; ahora un hombre bueno, moral y honrado no puede, segn el autor, ser un buen poltico. Resumiendo, todo el texto se basa en un nico principio que sirve hasta hoy a la poltica imperialista contra los pueblos:

"El fin justifica los medios".Cabe destacar que la descripcin maquiavlica de la poltica presupone una concepcin desmitificada de la naturaleza humana que explica, por ejemplo, los conflictos y las guerras a partir de la invariable ambicin egosta que impulsa a todo ser humano, o el xito como la gua de actuacin de los gobernantes. El prncipe o gobernante ejerce un poder absoluto y tiene que equilibrar los intereses contrapuestos de los ciudadanos para mantenerse en el poder. El ser humano no tiene una moral natural que pare su insaciable capacidad de desear y que le haga ajustarse a unos principios ticos. Max Weber (1864-1920) y el poder. Tipos de dominacin. Poder y autoridad. Poder significa la probabilidad de imponer la propia voluntad en una relacin social, incluso contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esta probabilidad. Weber.

Es sin duda uno de los principales epistemlogo del poder y en general de la sociologa y la politologa. Se considera que as como Marx aport a la teora revolucionaria en esa misma dimensin se valora a Weber en el mundo burgus. Son de gran valor los aportes de mismo sobre el poder, la dominacin, obediencia, la autoridad y los diferentes estilos en que se manifiestan. En trminos generales el poder ha sido considerado como un concepto ms amplio que el de autoridad, entendido como un caso especial de poder. Al tratar el poder varios autores han retomado la definicin de Max Weber, como la probabilidad de tomar decisiones que afecten la vida de otro(s) pese a la resistencia de stos. En la medida en que el poder se ejerce por medio de la fuerza y la coercin, Weber distingue entre el mero ejercicio del poder y la relacin de dominacin:

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El concepto de poder es sociolgicamente amorfo. Todas las cualidades imaginables de un hombre y toda suerte de constelaciones posibles puede colocar a alguien en posicin de imponer su voluntad en una situacin dada. El concepto de dominacin tiene por eso, que ser ms preciso y slo puede significar la probabilidad de que un mandato sea obedecido. Tipos de Dominacin en la concepcin weberiana: La dominacin implica una relacin de mandato/obediencia. Es por esto que la clasificacin de los tipos de dominacin realizada por Weber depende enteramente de las razones que conducen a la obediencia. Si hay dominacin, es porque existe un orden estatuido que facilita la relacin social de dominacin. Y ese orden estatuido depende de la validez que cada persona le otorga en la relacin social. Luego el elemento central para comprender los tipos de dominacin se explica desde la construccin subjetiva de las personas al sustentar la validez de un orden que explica la relacin de dominacin. Esto es lo que se conoce como legitimidad que se puede definir en Weber como una creencia en la validez de un orden o de una relacin social determinada En primer lugar, deberamos decir que, desde la concepcin weberiana, se considera o define el concepto de dominacin desde la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos especficos o de toda clase, aplicando el concepto de dominacin, como un sinnimo de autoridad, que para ser autntica necesita un mnimo de voluntad de obediencia (conducta asumida por el que obedece, sin valorizar el contenido del mandato) Esta dominacin requerir normalmente de la existencia de un cuadro de relaciones destinado a asegurar la ejecucin de sus mandatos y ligado a costumbres, modos puramente afectivos, intereses materiales, o por motivos ideales con arreglo a valores, sumada a la creencia en su legitimidad. Es a partir de esas motivaciones y sus caractersticas, que se pueden clasificar los diferentes tipos de dominacin, en funcin del fundamento primario de su legitimidad, siendo estas: de carcter racional; de carcter tradicional y de carcter carismtico, que segn su clase diferirn en su tipo de obediencia, cuadro administrativo y carcter de la dominacin. Dominacin legal: donde la vigencia de la legitimidad tiene carcter racional, y se apoya en la fe en la legalidad de los rdenes establecidos y del derecho a dar rdenes en los llamados al ejercicio del dominio. Se presta la obediencia al orden establecido legalmente, de forma impersonal, por ejemplo en un cdigo legal o por un conjunto de normativas, y a sus representantes slo en cuanto sus rdenes se apoyan en tal legalidad. Las leyes o normas establecidas delimitan qu tipo de autoridad puede ejercer16

el gobernante. El aparato organizativo es el de la burocracia, un marco racional y legal donde se concentra la autoridad formal en la cspide del sistema. Los medios de administracin no son propiedad del administrador intermediario. Sus competencias no son sujeto de herencia o venta. Se diferencia claramente entre ingresos privados y oficiales. Todos estos fundamentos de legitimidad permiten que el que manda pueda tener expectativas de obediencia ante sus mandatos. Mandar y obedecer son formas especiales de accin social en que uno orienta su actividad segn un orden establecido que se apoya en la fe en la legitimidad del que manda. Estas categoras sirven de instrumento para poder analizar relaciones concretas de dominio en una organizacin: En el dominio legal, donde enraza la "burocracia", se encuentran hoy el centro de gravedad de cualquier organizacin y por esa razn merece un anlisis en mayor detalle. Dominacin tradicional: se apoya en la fe cotidiana en la santidad de las tradiciones y en la legitimidad de los que han sido llamados a poseer autoridad dentro de los ordenamientos tradicionales. Se cree en la rectitud absoluta de la forma tradicional de hacer las cosas. La obediencia se presta a la persona del llamado a desempear dicha autoridad tradicional, al seor vinculado a la tradicin, en virtud de la piedad hacia lo acostumbrado, y el poder del seor tradicional le viene por mecanismos como la herencia. La estructuracin organizativa es aqu o patriarcal o feudal. En el caso del rgimen patriarcal, existen ciertas personas ms ligadas al que gobierna, y remuneradas por l que suelen salir de su propia familia, o son siervos vinculados por lazos estables. Dominacin carismtica: Se apoya en una entrega de la persona a quien considera lder absoluto que rompe lo cotidiano y ordinario, rindindose a la fuerza (personalizada, encarnada en el lder) de santidad o herosmo que se interpreta posee una persona as como a los rdenes que sta ha revelado o creado. Al dirigente o lder considerado carismtico se le obedece en virtud de una confianza personal en lo revelado, en lo heroico o en lo ejemplar dentro de un determinado mbito. El aparato organizativo en este caso est muy poco estructurado, es inestable, acta normalmente a travs de la actividad de algunos seguidores ms prximos al lder. Todos estos fundamentos de legitimidad permiten que el que manda pueda tener expectativas de obediencia ante sus mandatos. Mandar y obedecer son formas especiales de accin social en que uno orienta su actividad segn un orden establecido que se apoya en la fe en la legitimidad del que manda.

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PODER Y AUTORIDAD: Aqul que obtiene una victoria sobre otro hombre es fuerte, pero quien obtiene una victoria sobre s mismo es poderoso. Lao Tse A diferencia de la fuerza, la manipulacin y la persuasin, la autoridad se vincula a la existencia de cierta legitimidad y de una estructura jerrquica que conlleva a ordenamientos institucionalizados. Lo anterior no implica que la autoridad renuncie al ejercicio de la fuerza y la violencia sino que, como Weber ha sealado, sta se ejerce con un sustento legtimo y en esta medida se minimiza la necesidad de mantener los medios de coercin en alerta constante: "Slo cuando un sistema de autoridad se desmorona, o un individuo dado pierde su autoridad, debe recurrirse al poder para asegurar su conformidad..." Al respecto algunos autores como Easton y Arendt, han sealado la necesidad de diferenciar entre el ejercicio efectivo de la fuerza y la mera amenaza de su utilizacin. Conviene no perder de vista la distincin significativa entre la exclusin efectiva de una persona del sistema poltico (ya sea mediante la eliminacin fsica o el encarcelamiento) de la mera "advertencia" de su posible supresin. A diferencia del mero poder, la autoridad previene la aplicacin de la fuerza como tal: "cuando se usa la fuerza es que la autoridad ha fallado". En tanto el poder ordena y est respaldado, si es necesario por la imposicin, la autoridad "apela", y deja de ser tal si se impone. Weber contrapone la accin ocasional de la comunidad al carcter permanente de la asociacin institucional, y define los diferentes fundamentos de la legitimidad como justificacin interna de la obediencia que est interiorizada, tanto en los gobernados como en los gobernantes. En la medida en que es legtima, toda autoridad se sustenta en las leyes. As la autoridad se distingue del poder coercitivo y del liderazgo basado en la capacidad de influir y en la persuasin por la legitimidad. La relacin de autoridad es una relacin de rdenes y obediencia en la cual la autoridad tiene el derecho de mandar y los otros la obligacin de obedecer. Esta definicin de la legitimidad como sustento de la dominacin est basada en los planteamientos weberianos y es compartida por varios autores. A diferencia de la persuasin, la autoridad no intenta presentar argumentos sino asegurar el cumplimiento de las rdenes. En oposicin a las relaciones igualitarias de persuasin, los lazos de autoridad son siempre jerrquicos. La relacin autoritaria no descansa ni en argumentos razonados y compartidos ni en el mero poder coercitivo sino en una estructura cuya razn y legitimidad es18

reconocida tanto por los que mandan como por los que obedecen y donde cada uno tiene un lugar jerrquicamente definido. En la medida en que los deberes y obligaciones estn claramente estatuidos, el comportamiento es previsible y la relacin es continua, de all que, en la relacin de autoridad la importancia del contenido de la comunicacin pueda ser secundario frente al significado prioritario del estatus que ocupa quien da la orden. En este sentido la autoridad es un poder institucional y legtimo que se ejerce manteniendo cierta "distancia" entre los que mandan y los que obedecen. De all que la posesin y ejercicio de la autoridad tiende a estar ntimamente asociada con un conjunto de rituales -pompa y ceremonia- y de elementos simblicos -cetro, corona, etc. As, el concepto de autoridad conlleva una serie de identificaciones, demandas y expectativas que se vinculan a la frmula poltica. Afirmar que una persona tiene autoridad significa que es poseedora de poder que le asigna la "frmula poltica" y que aquellos que se adhieren a sta, consideran que se ejerce en forma justa y apropiada (MacKiver,) Sin embargo en algunos regmenes la nocin de autoridad, en la prctica, se encuentra divorciada del verdadero centro del poder. La autoridad formal y la real deben consecuentemente diferenciarse. En no pocas ocasiones, las autoridades formales no toman las decisiones polticas sino que se limitan a participar en las ceremonias y rituales (es el caso de la monarqua britnica y el de los presidentes de la ex Unin Sovitica). All donde el control y la autoridad estn en las mismas manos (poder efectivo y poder formal), el debilitamiento de uno conlleva al del otro. La atribucin de autoridad siempre tiene un contenido "subjetivo", porque involucra no solamente a las personas que mandan sino tambin a las que obedecen. La relacin de autoridad implica la aceptacin de la misma; su mantenimiento y continuidad dependen, en gran medida, del prestigio de las personas que ocupan los distintos cargos. As, la autoridad legtima presupone un conjunto de reglas compartidas que prescriben la obediencia dentro de ciertos lmites. Para ser legtimas estas normas deben ser comunes a un amplio nmero de personas y no limitarse a regir nicamente las relaciones que estrictamente se establecen entre los que mandan y los que obedecen. En este sentido, Winch afirma que "hay una conexin conceptual ntima entre la nocin de autoridad, por una parte, y la nocin de que hay una forma correcta y otra incorrecta de hacer las cosas, por la otra. El que se somete a la autoridad a diferencia del que se somete al mero poder coactivo- no est sujeto a una19

voluntad ajena. La aceptacin de la autoridad es conceptualmente inseparable de la participacin en las actividades gobernadas por reglas en funcin de las cuales la libertad adquiere sentido: ... slo en el contexto de las actividades gobernadas por reglas tiene sentido hablar de la libertad de eleccin; librarse de todas la reglas no sera obtener la libertad perfecta, sino crear una situacin donde la nocin de la libertad ya no podra encontrar asidero..." Por lo tanto resulta contradictoria la afirmacin de que para asegurarse la libertad de eleccin, es necesario renunciar a la autoridad. Como tambin lo afirma Herbert Marcuse basndose en los planteamientos de los clsicos de la filosofa poltica, las nociones de autoridad y de libertad estn unidas en la misma concepcin y en la persona del sujeto. Al respecto, preocupado por la vinculacin entre libertad, autoridad y democracia, Giovanni Sartori afirma que: ... la libertad verdadera acepta la autoridad de la misma forma que la autoridad verdadera reconoce la libertad. La libertad que no reconoce la autoridad es una libertad arbitraria licencia no libertas. Viceversa, la autoridad que no reconoce la libertad es autoritarismo ... la democracia necesita la autoridad y no es, sin embargo autoritaria. Cuando examinamos el autoritarismo desde la ptica de la libertad, se deduce claramente que el autoritarismo niega la autoridad (puesto que la autoridad define la libertad). As, en la medida en que la autoridad implica que la obediencia a los ordenamientos no sea impuesta sino que tenga sustento legtimo se puede afirmar que la crisis de la democracia es una crisis de autoridad. Lejos de repugnar a la democracia, puede decirse que la autoridad es la frmula de poder por excelencia. La idea que realza la democracia no es la conquista de poder, sino por el contrario, su minimizacin y por lo tanto, la sustitucin de los "poseedores de poder" por los "poseedores de autoridad".

Se puede tener mucho poder y no tener autoridad. Sin autoridad no hay poder verdadero.Como se puede observar en el sistema de direccin socialista se debe superar la dominacin de cualquier signo y transitar hacia relaciones horizontales de poder, relaciones de direccin donde todos o las mayoras se conviertan en sujetos de desarrollo. Slo as es posible transitar hacia la autogestin deseada.

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Antonio Gramsci (1891-1936): La Hegemona como poder y el Nuevo Bloque Histrico. Gramsci es sin dudas uno de los tericos ms importantes del marxismo. Sus aportes mantienen plena vigencia en la construccin del socialismo del siglo XXI. Ante la dominacin avasalladora de los medios del imperialismo para someter a los pueblos, incluyendo los medios tecnolgicos al servicio del capital y la explotacin adquiere cada vez ms relevancia y actualidad sus ideas sobre el poder y la hegemona. Segn ese concepto, el poder de las clases dominantes sobre el proletariado y todas las clases sometidas en el modelo de produccin capitalista, no est dado simplemente por el control de los aparatos represivos del Estado, pues si as lo fuera dicho poder sera relativamente fcil de derrocar (bastara oponerle una fuerza armada equivalente o superior que trabajara para el proletariado); dicho poder est dado fundamentalmente por la hegemona cultural que las clases dominantes logran ejercer sobre las clases sometidas, a travs del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicacin. A travs de estos medios, las clases dominantes educan o mantienen entretenidos a los dominados, para que estos vivan su sometimiento y la supremaca de las primeras como algo natural y conveniente, inhibiendo as su potencialidad revolucionaria. As por ejemplo, en nombre de la nacin o de la patria, las clases dominantes generan en el pueblo el sentimiento de identidad con aquellas, de unin sagrada con los explotadores, en contra de un enemigo exterior y en favor de un supuesto destino nacional. Se conforma as un bloque hegemnico que amalgama a todas las clases sociales en torno a un proyecto burgus. Antonio Gramsci intent pensar la hegemona en sociedades capitalistas complejas. No slo para aquellas donde la burguesa domina a travs de una dictadura salvaje. Sino tambin para aquellas otras donde los segmentos hegemnicos de las clases dominantes apelan a la forma ms eficaz de dominacin poltica: la repblica parlamentaria (que, insistimos, no es sinnimo de "democracia", a pesar de los que nos dicen los medios de comunicacin del sistema). El principal objeto de reflexin que quit el sueo a Gramsci, desde su juventud hasta su madurez, es el problema del poder. Al analizar el problema del poder Gramsci realiz una de las grandes innovaciones en la teora y la filosofa poltica del siglo XX. Ms de cuatro dcadas antes de que Michel Foucault formulara su conocida -y celebrada acadmicamente- tesis segn la cual el21

poder no reside en el aparato de Estado, no es una cosa sino que son relaciones, Antonio Gramsci -con menor reconocimiento acadmico- haba llegado a una conclusin anloga. El italiano, retomando las reflexiones de Lenin sobre las condiciones de una "situacin revolucionaria", redact uno de los pasajes fundamentales de los Cuadernos de la crcel - Anlisis de situacin y relaciones de fuerza". All Gramsci separa amarras del marxismo catastrofista segn el cual de la crisis econmica del capitalismo surgira como por arte de magia la revolucin socialista. El capitalismo jams se derrumba solo, piensa Gramsci. Hay que derrocarlo! Para eso hace falta un sujeto organizado que intervenga, que sea activo, que no espere pasivamente la crisis como quien espera que caiga una fruta madura de un rbol. Cmo puede intervenir el sujeto? Polticamente. Pero la intervencin poltica no se realiza "en el aire", sino a partir de determinadas relaciones de poder y de fuerzas porque el poder no es una cosa sino que son relaciones. La modificacin de las relaciones de fuerza debe partir de una situacin "econmica objetiva" pero jams de detiene all. Si no se logra pasar al plano poltico general donde se trasciende la inmediatez econmica corporativa pasaje que Gramsci denomina "catarsis"- todo intento revolucionario va al fracaso. Es entonces en esa especificidad poltica donde se plantea el problema de lograr la hegemona, otro de los hilos rojos de continuidad en su obra. Al reflexionar sobre la hegemona Gramsci advierte que la homogeneidad de la conciencia propia y la disgregacin del enemigo se realizan precisamente en el terreno de la batalla cultural. He all su increble actualidad para operar en las condiciones abiertas por el capitalismo contemporneo!. l no se adentra en la reflexin sobre la cultura para intentar legitimar la gobernabilidad consensuada del capitalismo sino para derrocarlo.

QU ES PUES LA HEGEMONA PARA GRAMSCI? No es un sistema formal cerrado, absolutamente homogneo y articulado (estos sistemas nunca se dan en la realidad prctica, slo en el papel, por eso son tan cmodos, fciles, abstractos y disecados, pero nunca explican qu sucede en una sociedad particular determinada). La hegemona, por el contrario, es un proceso que expresa la conciencia y los valores organizados prcticamente por significados especficos y dominantes en un proceso social vivido de manera contradictoria,22

incompleta y hasta muchas veces difusa. En una palabra, la hegemona de un grupo social equivale a la cultura que ese grupo logr generalizar para otros segmentos sociales. La hegemona es idntica a la cultura pero es algo ms que la cultura porque adems incluye necesariamente una distribucin especfica de poder, jerarqua y de influencia. Como direccin poltica y cultural sobre los segmentos sociales "aliados" influidos por ella, la hegemona tambin presupone violencia y coercin sobre los enemigos. No slo es consenso (como habitualmente se piensa en una trivializacin socialdemcrata del pensamiento de Gramsci). Por ltimo, la hegemona nunca se acepta de forma pasiva, est sujeta a la lucha, a la confrontacin entre las clases en pugna. Por eso quien la ejerce debe todo el tiempo renovarla, recrearla, defenderla y modificarla, intentando neutralizar a sus adversarios. Los cambios que se estn produciendo en los mtodos de hacer poltica revolucionaria desde la Revolucin Bolivariana en Venezuela es una manifestacin creadora del desarrollo dialctico de la teora y prctica revolucionaria y su adecuacin a las realidades cambiantes de los escenarios. La conclusin a la que llega Gramsci en los Cuadernos de la crcel, visualizando las relaciones de fuerzas en su conjunto, es la siguiente: "Se puede decir por lo tanto que todos estos elementos son la manifestacin concreta de las fluctuaciones de coyuntura del conjunto de las relaciones sociales de fuerza, en cuyo terreno tiene lugar el paso de stas a relaciones poltica de fuerza para culminar en la relacin militar decisiva". Por lo tanto en el pensamiento de Gramsci "economa", "poltica-cultura" y "guerra" son tres momentos internos de una misma totalidad social. No se pueden escindir. Son grados y niveles diversos de una misma relacin de poder que puede resolverse tanto en un sentido reaccionario (manteniendo el actual tipo de sociedad) o en un sentido progresivo, mediante una revolucin. Ni siquiera los especialistas, a pesar de ser grandes conocedores de la obra del italiano, advirtieron las consecuencias que se deducan de esta concepcin del poder y la poltica. Al separar tajantemente entre la cristalizacin econmica por un lado - llamndola "estructura"- y la institucionalizacin poltica por el otro -llamndola "superestructura"- no se dieron cuenta que al concebir al poder en trminos relacionales se podan resolver gran parte de las contradicciones que haba dejado sin respuesta el marxismo "clsico". En resumen los principales aportes de Gramsci al pensamiento marxista en lo relacionado al poder se pueden destacar en las siguientes direcciones:

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Siguiendo el pensamiento de Lenin desarrollo la necesidad de los Consejos Obreros como una clula primaria de ejercer el poder proletario desde abajo. La necesidad de que el Partido no se convirtiera en una casta cerrada, anquilosada, en un grupo regido por relaciones verticales de poder ( dedocrticas) sin democracia y la existencia permanente de la ms amplia discusin de sus programas y estrategias con la participacin de sus militantes y los aportes de la clase obrera y el pueblo todo. Su teora sobre la hegemona que enriquece el pensamiento marxista clsico en la direccin de los instrumentos de dominacin de la burguesa y la contrahegemona revolucionaria como va para consolidar el poder de las mayoras. El concepto de Bloque Histrico donde confluyen las fuerzas materiales e ideolgicas dispuestas a derrocar al capitalismo y construir la nueva sociedad. El Bloque Histrico va ms all del protagonismo del proletariado y la dictadura del mismo y permite la concertacin de las fuerzas revolucionarias diversas agruparlas para contraponerlas al capital y sus instrumentos de en la construccin de la nueva sociedad. Las concepciones de Gramsci tienen total actualidad en la Revolucin Bolivariana, en las concepciones ideolgicas que les son consustanciales, pero sobre todo en la prctica poltica. La creacin del Gran Polo Patritico donde convergen las fuerzas revolucionarias, patriticas y progresistas de toda la nacin bajo la bandera el proyecto bolivariano de independencia y justicia social, el control obrero en las fbricas, el espritu democrtico en el seno del Partido y de la Revolucin, la lucha ideolgica y cultural contra los intentos colonizadores del imperio contra la nacin, son evidencias de la presencia gramsciana en la obra bolivariana. (Estas ideas se desarrollan con mayor amplitud en el acpite relacionado con el pensamiento del Comandante Chvez) EL PENSAMIENTO DEL CHE SOBRE EL PODER REVOLUCIONARIO Y LA LUCHA CONTRA EL BUROCRATISMO: El Che tena una visin totalizadora de la sociedad, no la fragmentaba en departamentos estancos a la usanza de cierto marxismo de la poca. Fue un crtico acrrimo de la sociedad burguesa, de sus miserias y profundas asimetras. Al mismo tiempo consagr su vida a alcanzar un mundo mejor para todos. El Che forjo su cultura poltica a partir de las lecturas crticas de las fuentes originarias del marxismo y paralelo a ello se nutri de una amplia informacin del desarrollo cultural hasta entonces. Todo ello unido a su inteligencia innata

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le permiti adentrarse por las esencias del pensamiento revolucionario y aportar importes ideas que lo enriquecen. Son incontables los aportes del Che al pensamiento y la prctica revolucionaria, en espacial los relacionados con el poder revolucionario, los valores y competencias que deben poseer desarrollar los revolucionario en la lucha contra el capitalismo y en la construccin de la nueva sociedad socialista. El pensamiento del Che sobre el poder revolucionario y las formas de ejercerlo tiene una profunda raz axiolgica y poltica. Axiolgica en el sentido de la pulcritud moral, la sencillez, la modestia, el altruismo. Poltica, en la fidelidad sin lmites a la causa del pueblo. El Che saba como pocos que no era posible cambiar las realidades de la explotacin capitalista sin profundos cambios estructurales en aquellas sociedades penetradas por le capital. Por tanto la primera condicin para desarrollar la Revolucin Socialista era la toma del poder poltico como la cuestin ms importante de todo movimiento revolucionario verdadero. El Che Guevara es muy claro cuando en Tctica y estrategia de la revolucin latinoamericana afirma: El estudio certero de la importancia relativa de cada elemento, es el que permite la plena utilizacin por las fuerzas revolucionarias de todos los hechos y circunstancias encaminadas al gran y definitivo objetivo estratgico, la toma del poder. El poder es el objetivo estratgico sine qua non de las fuerzas revolucionarias y todo debe estar supeditado a esta gran consigna. Esa propuesta poltica no queda restringida a escala nacional. Por eso el Che aclara inmediatamente: La toma del poder es un objetivo mundial de las fuerzas revolucionarias. Ah est la clave de su internacionalismo militante, que l predic con el ejemplo y entregando su vida en varios continentes del mundo. Cuatro dcadas despus, en plena mundializacin del capital y de los mercados, se nos impone recrear ese internacionalismo militante, superando el sectarismo y uniendo a todos los que luchan en nuestra Amrica y en el resto del mundo. La toma del poder deba llevar a cambios radicales que permitieran la demolicin de las estructuras burguesas y el surgimiento de la nueva cualidad revolucionaria. El Che era contrario a cualquier visin reformista sobre el poder y la Revolucin: No debemos admitir que la palabra democracia, utilizada en forma apologtica para representar la dictadura de las clases explotadoras, pierda su profundidad de concepto y adquiera el de ciertas libertades ms o menos ptimas dadas al ciudadano. Luchar solamente por conseguir la restauracin25

de cierta legalidad burguesa sin plantearse, en cambio, el problema del poder revolucionario, es luchar por retornar a cierto orden dictatorial preestablecido por las clases sociales dominantes: es, en todo caso, luchar por el establecimiento de unos grilletes que tengan en su punta una bola menos pesada para el presidiario. Una vez que la Revolucin Socialista alcanzara el poder se deban desplegarlas nuevas estructuras econmicas y polticas que superaran definitivamente en un proceso histrico los vicios de la vieja cultura burguesa. Por eso el Che alertaba que no era posible construir el Socialismo con lasarmas melladas del capitalismo sobre todo en lo relacionado con el poder. La superacin de toda forma de sectarismo, dogmatismo, burocratismo eran condiciones indispensables para el avance de la revolucin. De igual forma la unidad de todos los revolucionarios, la lealtad a los principios y a los dirigentes de la Revolucin eran factores necesarios para la consolidacin del proceso socialista de transformacin social. Ello implica fortalecer- como lo hizo el Che, la lucha contra el burocratismo que como clulas malignas se reproduce en la sociedad. Aunque su pensamiento, est contextualizado a las experiencias socialistas, sobre todo la cubana, de los aos 60, sus esencias generativas mantienen plena vigencia en nuestros das como matrices para el anlisis integral de sus causas y manifestaciones. No escap a su aguda visin el carcter multidimensional del fenmeno. Analiz de forma profunda las causas de las deformaciones que se haban producido en el ejercicio del poder, sobre todo en los niveles intermedios. La extrapolacin acrtica en las condiciones de la construccin socialista de los mtodos de la sierra: el guerrillerismo que significaba aplicar los viejos procedimientos (justos en aquellas condiciones de la lucha guerrillera), en situaciones radicalmente distintas, relacionados antes con tareas destructivas, a las nuevas condiciones de la construccin socialista. Al criticar las deformaciones de las relaciones de poder en el socialismo en la URSS y Europa del este, el Che alertaba que el burocratismo confunda el poder con la dominacin, la democracia con la autocracia, la autoridad con el autoritarismo, el derecho con el privilegio. El poder es una relacin social entre iguales, entre sujetos libres. La dominacin, sin embargo, se basa en el poder sobre los dems, se erige sobre la sumisin, la coercin y la dependencia. En las prcticas conocidas hasta hoy ha prevalecido la hiperbolizacin de lo individual, el egocentrismo y el autoritarismo que Marx denomin como la fe servil de la sexta lassalleana en el Estado. Para el Che, dentro de los pecados originales de la Revolucin Cubana relacionados con el burocratismo como herencia del viejo aparato estatal burgus y los fenmenos surgidos en la nueva civilidad, ocupaban un lugar26

fundamental tres elementos a los cuales se les debe prestar la mxima atencin en las condiciones actuales: Uno de ellos es la falta de motor interno. Con esto queremos decir, la falta de inters del individuo por rendir un servicio al Estado y por superar una situacin dada. Se basa en una falta de conciencia revolucionaria o, en todo caso, en el conformismo frente a lo que anda mal. La causa principal de la falta de ese dinamismo interno el Che las analiza en varias direcciones: En este caso, ya sea que esta falla del motor ideolgico se produzca por una carencia absoluta de conviccin o por cierta dosis de desesperacin frente a problemas repetidos que no se pueden resolver, el individuo o grupo de individuos, se refugian en el burocratismo, llenan papeles, salvan su responsabilidad y establecen la defensa escrita para seguir vegetando o para defenderse de la irresponsabilidad de otros . No olvidaba el Che, que el socialismo es tambin una obra consciente y por tanto el trabajo poltico ideolgico no se debe descuidar un solo instante. Su objetivo se centra en potenciar la motivacin intrnseca, superar la falta de claridad poltica y la deficiente ejecutividad de los trabajadores y funcionarios. Cuando los problemas se repiten una y otra vez sin soluciones o explicaciones convincentes, objetivas, de la imposibilidad temporal de resolverlos, se daa la legitimidad de los mecanismos existentes para tramitarlos y la credibilidad en las estructuras existentes para enfrentarlos de forma positiva. Se impone revisar la incidencia de la estructura poltica de abajo a arriba, en todo la estructura econmica y administrativa hasta llegar a perderse los lmites del accionar de ambas, con la consecuente falta de poder real de las ltimas que llega a convertirse, en muchos casos, en instituciones de gobierno o de administracin formales que en la mayora de los casos no son reconocidas como tales por la poblacin e incluso ni por ellas mismas. Alertaba el Che sobre la dificultad en detectar el burocratismo por la forma taimada en que en muchos casos se manifiesta, an en personas de buenas intensiones, por convertirse en una forma de pensar, de actuar, de enfocar y proyectar las cosas, con argumentos llenos de atractivos requerimientos tcnicos. Por otro lado, los llamados a detectarlos y combatirlos en muchos casos padecen de la mima enfermedad. En este sentido tienen plena actualidad, la agudeza con que Lenin trat el problema en las condiciones de Rusia: Nuestro peor enemigo interno es el burcrata, el comunista instalado en un cargo de responsabilidad, un tanto severo, pero virtuoso: no aprendi a combatir la burocracia y la encubre En otra parte apuntaba: A mi juicio, hoy se alzan ante el hombre, independientemente de las funciones que ejerza y de las tareas que tenga planteadas como instructor poltico, si es comunista, y la mayora lo son, tres27

enemigos principales, y son los siguientes: la altanera comunista, segundo, el analfabetismo, y tercero, el soborno Para Lenin el burcrata no conformaba la totalidad de los funcionarios, sino solo aquella parte que antepona sus intereses personales, familiares, de sus amistades, a los del pueblo trabajador, a los intereses de la construccin del socialismo. El burcrata separa la administracin de la poltica. No logra captar la singularidad que el socialismo es una obra eminentemente poltica donde el que ocupa una determinada responsabilidad pblica debe ser un servidor responsable que utiliza el poder para servir a los dems y no servirse a s mismo. Para Gramsci se debe evitar que la nueva burocracia socialista se cubra de un tinglado de prebendas y la reificacin de la vida, ahora bajo un nuevo manto ideolgico que reproduce los mecenazgos anteriores. No se puede soslayar, como alert Lenin, que a travs de la historia los vencedores incorporan los hbitos, la mentalidad, modos de vida e incluso formas de la psicologa social de los vencidos, sobre todo, la de una clase con una cultura tan dominante como la burguesa. Al decir de Marx, la fuerza de la tradicin de las generaciones muertas influye como una pesadilla sobre las vivas. El socialismo a pesar de los cambios revolucionarios no ha podido superar el aforismo anterior en la instrumentalidad existencial. Basta el mnimo descuido, ingenuidad o complicidad y all, como las clulas malignas, brotan los grmenes de la burguesa y su modo de vida corruptor. Se debe dirigir cada vez ms con las personas y no a las personas. Esa es la clave del Socialismo y la emancipacin humana. El secreto de la sabidura, del poder y del conocimiento es la humildad. Ernest Hemingway Queda como asignatura pendiente la construccin de una nueva institucionalidad, con nuevos estilos de direccin, perfeccionadas estructuras polticas, revisin positiva de las pautas ideolgicas establecidas y una nueva subjetividad que estimule el transito real al No Estado sobre la base de novedosas formas de participacin popular en la construccin del poder desde abajo. Se necesita transitar hacia la participacin sustantiva del pueblo en todo el proceso de elaboracin, instrumentacin, ejecucin y control de las polticas y estrategias. Muchas formas de la estatalidad y modos de hacer que han existido hasta ahora, y que han jugado un importante papel en la construccin del consenso y la gobernabilidad durante dcadas, en las condiciones actuales, han sido superadas por las nuevas necesidades del perfeccionamiento del sistema democrtico socialista o necesitan un contenido cualitativo enriquecido.

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Para el Che, el nico antdoto para evitar el exclusivismo de los grupos dirigentes, adems de la conciencia, era el ms estrecho y permanente contacto con las masas. que los funcionarios estn en contacto directo con la produccin (por lo menos una semana de sus vacaciones en el ao-deca), sepan lo que es la produccin, lo que es producir, los problemas que hay, todos los problemas que vive nuestro pueblo. Para que no se establezcan capas, estructuras, niveles diferentes, que vayan creando-al decir de Alexi Goussev, una nueva clase imprevista, una burocracia insensible a los problemas que tiene el pueblo, sino que constantemente vayan intercambindose experiencias. Fiel a su conciencia comunista y a la tica revolucionaria, en otra parte destacaba: En nuestro caso, hemos mantenido que nuestros hijos deben tener y carecer de lo que tienen y de lo que carecen los hijos del hombre comn; y nuestra familia debe comprenderlo y luchar por ello.

PRINCIPALES RASGOS Y PRCTICAS DEL BUROCRATISMO: Inmovilismo. Resistencia al cambio. Conservadurismo. Rutinizacin de las relaciones de poder. Sectarismo y feudalizacin. Secretismo y falta de trasparencia. Reunionismo. Elitizacin del poder. Intelectualismo. Formalismo y papeleo. Informemana. Verticalismo. Mtodos de ordeno y mando. Exagerada centralizacin de las decisiones. Unanimismo. Privacin de la facultad de pensar a los dems. Cifrismo y cuantitativismo. Despersonalizacin de las relaciones. Exhibicin de atributos externos de poder. Distincin estamental de castas. Proyectomana. Transfiguracin del lenguaje de los burcratas. Predominio de la visin administrativa por encima de las consideraciones polticas. Otras

Son muy interesantes y actuales las siguientes reflexiones de Rosa Luxemburgo, cuando seala: Ms esa dictadura ( del proletariado), consiste en29

la manera de aplicar la democracia, no en su eliminacin () esta dictadura tiene que ser el trabajo de la clase y no de una pequea minora dirigente en nombre de la clase; es decir, ella tiene que ocurrir paso a paso mediante la participacin activa de las masas, ella debe estar bajo su influencia directa, sujeta al control de toda la actividad pblica; tienen que surgir el creciente entrenamiento poltico de las masas del pueblo Sus observaciones en relacin a la necesidad del control pblico transparente y sistemtico, son de gran inters, como cultura de las masas, para poder evitar los fenmenos negativos de corrupcin y las deformaciones burocrticas que se han sucedido en varias experiencias socialistas y que al final provocaron su fracaso. La dictadura del proletariado exige el control pblico. De otra manera, dice Rosa, el intercambio de experiencias permanece solo dentro del crculo cerrado de los dirigentes del nuevo rgimen. La corrupcin deviene inevitable Por todo lo anterior el Che le prest especial a los cuadros en el desarrollo de las relaciones de poder. Los cuadros, deca, son la columna vertebral de la Revolucin; la garanta de su desarrollo y perfeccionamiento permanente; las locomotoras que tiraban del carro de la revolucin al frente del pueblo hasta alcanzar el futuro comunista. En la concepcin guevariana del liderazgo revolucionario aparece una sistematizacin de las cualidades que deben distinguir a los hombres y mujeres que tienen la misin de guiar al pueblo en los diferentes dominios de la vida: audacia, fuerza, valor, auscultar siempre en la voluntad del pueblo, espritu de sacrificio, capacidad para asimilar los conocimientos y las experiencias, comprender el todo y los detalles, fe en el futuro, amplitud de visin para prevenir los acontecimientos, ver siempre ms lejos que los dems, capacidad para aglutinar, de unir, lucha contra las tendencias divisionistas, , capacidad de direccin, amor infinito al pueblo, etc. Las principales ideas pueden resumirse en las siguientes direcciones: Ato desarrollo poltico ideolgico y tico: (dominio de los fundamentos de la ideologa y la poltica revolucionaria, de la cultura poltica, dominio y consagracin a la misin revolucionaria, ejemplaridad a toda prueba, transparencia moral y sentido del papel histrico que le corresponde como servidor del pueblo). Disciplina ideolgica rigurosa :(interpretar y aplicar las diferentes estrategias que emanen de la Revolucin con una alta disciplina y responsabilidad y pasin. La disciplina revolucionaria no significa en modo alguno espritu acrtico, sumisin o indiferencia, sino compromiso fundante y comprometido con los principios, lealtad a la direccin revolucionaria, apego a los principios, lo que evitara cualquier forma de oportunismo, revisionismo, micro fraccin, demagogia en nombre de la Revolucin.

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Mtodos de direccin colectivos: desarrollar la ms amplia democracia de acuerdo a las circunstancias para la toma de decisiones, consultar permanentemente a los compaeros, construccin colectiva de los saberes y la obra de la Revolucin sin excluir a ningn revolucionario e incluso atraer a los confundidos. Ejercer la crtica y la autocrtica revolucionarias: desarrollar la crtica y la autocrtica de manera permanente y responsable como un mtodo de purificacin y perfeccionamiento sin el cual la obra de la Revolucin degenerara en una mscara de lites y facciones que se audestruiran entre s. .la crtica ms cruda contra los errores o debilidades y luego, ante la evidencia de una rectificacin, el apoyo solidario potenciando las cualidades humanas y no los defectos de las personas. Superacin permanente: un cuadro debe asimilar la cultura universal, subir cada da un nuevo peldao en el camino infinito del saber profesional, cientfico, poltico, econmico, tico y militar. Estudiar y ensear as como aprender constantemente del pueblo como un deber cotidiano para poder cumplir la misin de vanguardia. Tener valor y valores: Un lder debe tener valor para defender a la Revolucin todos los das, en todos los dominios de la vida y en todas partes mediante el ejemplo y la credibilidad personal y la lucha contra los enemigos abiertos y encubiertos de la obra revolucionaria. Al mismo tiempo tiene que tener el suficiente valor para reconocer sus errores, auto criticarse permanentemente y exponer abierta, francamente sus errores ante el pueblo. De igual forma debe ser un paradigma humano impregnado de los mejores valores ticos, polticos y comunistas, capaz de irradiar ejemplo y enseanzas permanentes con total desprendimiento y desinters, en lucha permanente contra todo enfoque economicista o sentido de la vida utilitaria.

El socialismo econmico sin la moral comunista no me interesa. Luchamos contra la miseria, pero al mismo tiempo luchamos contra la alienacin.y sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo ms hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad ms linda de un revolucionario. Vinculacin permanente con el pueblo: el verdadero poder revolucionario est inspirado en profundos sentimientos de amor. El amor como una energa, como un apostolado, como una misin de servicio al pueblo sobre la base de la humildad, la honradez, el vivir en el pueblo, como el pueblo y para el pueblo. Desterrar cualquier forma de privilegio o abuso de poder que son el caldo de cultivo de la corrupcin, el nepotismo, el socialismo y la falta de modestia revolucionaria que31

aniquila y desarma al ideal socialista Para llegar al pueblo- deca- hay que sentirse pueblo. Hay que saber qu es lo que quiere, que es lo que necesita y qu es lo que siente el pueblo Para el Che la nueva tica comunista deba regir las relaciones humanas y en especial con el pueblo el cual era el principal depositario del poder en el socialismo y al mismo tiempo la garanta fundamental de su defensa y desarrollo: Cualquier error que no sea de principios se le puede perdonar a un cuadro, a un revolucionario, menos la falta de sensibilidad ante el pueblo y los compaeros. El poder revolucionario es un proceso continuo de creacin: adems de todo lo anterior, el poder se desarrolla en medio de relaciones de creacin, que cambia todo lo que debe ser cambiado, que lucha contra la rutina, la inercia, la chapucera, la falta de calidad, el acomodamiento, la abulia, la inercia, la indiferencia y la holgazanera. El cuadro es un constructor que abre cada da nuevos caminos para que transite la sociedad socialista. El cuadro es un maestro cuya misin fundamental es guiar, potenciar, estimular al pueblo y fundamentalmente a la juventud. Para el Che, el lder revolucionario no es un espcimen raro e inmortal inalcanzable para los hombres y mujeres comunes del pueblo. Este ejemplar humano, aparentemente rodeado de virtudes difciles de alcanzar, est sin embargo presente en el pueblo de Cuba y nos lo encontramos da a da. Lo esencial es aprovechar todas las oportunidades que hay para desarrollarlo al mximo, para educarlo, para sacar de cada personalidad el mayor provecho y convertirla en el valor ms til para la nacin. Tienen un alcance estratgico principal sus ideas sobre la atencin de los cuadros a la educacin de sus familias, su modo de vida sencillo, austero, alejado de toda ostentacin o privilegios, tener y carecer lo que tiene y carece el pueblo. Hay que tener una gran dosis de de humanidad, una gran dosis de sentido de justicia y de verdad. Hay que vibrar con el pueblo, estar en contacto permanente con las masas, orientarlas permanentemente, guiarlas. La revolucin se hace a travs del hombre, pero el hombre tiene que forjar da a da su espritu revolucionario y para ello es vital la conduccin multifactica de los lderes revolucionarios. Para ello los compaeros que ostentan responsabilidades administrativas o polticas deben una gran dosis de humanidad, un gran sentido de justicia y de verdad Debemos formarnos como personas, que trabajemos ms y critiquemos menos, que construyamos ms y destruyamos menos, que prometamos menos y resolvamos ms, que esperemos recibir menos y demos ms, que digamos ms ahora y no maana. Che32

EL PODER REVOLUCIONARIO EN LAS VISIONES Y PRCTICAS DE FIDEL Y RAL.

Fidel y Ral como lderes revolucionarios se han formado bajo la impronta iluminadora del marxismo, del pensamiento revolucionario y progresista universal y latinoamericano y en especial de las ideas y la prdica de Jos Mart, Apstol de la independencia de Cuba y hombre de un pensamiento orgnico de extraordinaria vigencia. Beber en la fuente de Mart significa entrar en contacto con una fuerza tica y humana que est presente en todos los momentos de la vida. Con meridiana claridad avizor Mart las deformaciones en el ejercicio del poder que sobrevendran en las futuras sociedades socialistas que se desarrollaron despus en la URSS y Europa del este y que a la postre se convirtieron en una de la ms poderosa causa para su derrota: la incapacidad para convertir al pueblo en el nico soberano del poder. Para Mart, los revolucionarios deben se previsores, adelantarse a los acontecimientos, visualizar el desarrollo futuro de los acontecimientos y evitar los riesgos innecesarios para la causa revolucionaria. adivinar es un deber de los que pretenden dirigir. Para ir delante de los dems, se necesita ver ms que ellos El ejercicio del poder, cualquiera que sea, es un privilegio y un deber de servir mejor al pueblo, y no escudarse en el o utilizarlo como una propiedad para su uso como prebenda personal que denigra y corrompe el espritu.Viene bien que el que ejerza el poder sepa que lo tiene por merced y por encargo de su pueblo, como una honra que se tributa y no como un derecho que se goza. Ningn cargo, ningn ttulo, ninguna misin, por importante que sea, otorga derecho alguno, a no ser, servir con total entrega, eficiencia y honradez a la causa del pueblo. Para Mart la transparencia moral en las relaciones humanas, significa la armona entre lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace. Esa es la verdadera fuente de toda autoridad. En otra parte, Jos Mart destaca la necesidad en la Revolucin triunfante de eliminar cualquier tendencia o prctica que implicara la sustitucin de las viejas formas de dominacin por otras nuevas en nombre de la Revolucin lo que originaria la malsana funcionarizacin de la sociedad, cada vez ms desligados del pueblo y sus necesidades: Todo el poder que ira adquiriendo la casta de funcionarios, ligados por la necesidad de mantenerse en una ocupacin privilegiada y pinge, lo ira perdiendo el pueblo, que no tiene las mismas33

razones de complicidad en esperanzas y provechos, para hacer frente a los funcionarios, enlazados por intereses comunes. Y ms adelante alertaba: El funcionarismo autocrtico abusar de la plebe cansada y trabajadora. Lamentable ser, y general, la servidumbre y a continuacin apuntaba: De ser siervo de s mismo, pasara el hombre a ser siervo del Estado. De ser esclavo de los capitalistas, como se llama ahora, ira a ser esclavo de los funcionarios Como se puede observar en el pensamiento martiano se encuentran los fundamentos ticos y polticos del poder obedencial (mandar obedeciendo al pueblo) como la nica va de construir la nueva sociedad. De ese pensamiento, que tambin est en Bolvar y los grandes Padres fundadores de la independencia latinoamericana se han nutrido los revolucionarios de esta parte del mundo y en este caso concreto Fidel y Ral. Para Ral, el papel de los cuadros y los revolucionarios en general- es de vital importancia para la construccin de la nueva socializad socialista. Para Ral el pilar axiolgico en el ejercicio del poder popular en la construccin socialista tiene cada vez ms un valor estratgico. La vanguardia tiene que estar formada por los mejores en los valores revolucionarios, en el conocimiento, la moral y la lealtad poltica. El revolucionario es un servidor del pueblo. Es un ser modesto que debe saber relacionarse con el pueblo, ser abierto a la crtica, cumplir y ser exigente con los dems y consigo mismo, es cultivar la amistad sobre la base de los principios, es vivir junto al pueblo, y es sobre todo, vivir en el orden material tal y como permite a cada cual la remuneracin que recibe por su aporte a la sociedad. Lo anterior no significa practicar en la vida material el ascetismo budista o la autoflagelacin, sino vivir con modestia, sencillez, demostrar con la vida diaria la honradez poltica, no situarse por encima de la ley, ni por encima de la moral revolucionaria. El poder y la autoridad del revolucionario no pueden provenir de razones ajenas a su capacidad y ejemplo. No se pueden adems imponer por la fuerza. En el socialismo, el poder, la influencia poltica del cuadro, provienen de la capacidad de persuasin, de convencimiento, de sacrificio y abnegacin, de la valenta en el enfrentamiento de los problemas, del ejemplo personal y la eficiencia lograda gracias a la calificacin de la gestin de direccin. No es el sacrificio heroico de un da, un da o un mes, sino la dedicacin diaria en el cumplimiento del deber al servicio del pueblo. La transparencia moral del revolucionario, no significa en modo alguno la prctica de la utopa igualitaria de corte pequeo burgus, o de la demaggica34

variante del comunismo cuartelario, sino del ejemplo personal como Alfa y Omega del magisterio poltico social. En este sentido seala: el xito de la gestin (del cuadro) emana de su vida intensamente dedicada al trabajo, de su estilo ajeno a los hbitos del fraudulento amiguismo y la deformante tolerancia y de que se lleve una vida modesta y acorde a sus ingresos. De lo que se trata es de que no abusen de esas prerrogativas que les dan su cargo y su jerarqua, que no los usen como si fueran los dueos de los bienes que el pueblo crea y paga con su trabajo y con su sudor, y que si estn bajo su direccin y administracin es para que los utilicen en funcin de su trabajo y del bienestar social y no de su comodidad individual o familiar. Para Ral el liderazgo poltico tiene que sustentarse necesariamente en valores: autoridad moral, capacidad, mtodos democrticos de direccin, optimismo permanente ( si se puede!!!), abnegacin, lealtad a toda prueba, sacrificio, humildad y consagracin a la revolucin y el pueblo. El dirigente debe estimular el espritu creador de los subordinados de forma permanente y democrtica: el dirigente que no estimule la discusin, escarbe, precise, esclarezca las discrepancias, ejerza el centralismo democrtico, nunca ser un buen dirigente. En las relaciones entre los revolucionarios, independientemente a los niveles en que se encuentren, se debe practicar sistemticamente la crtica y la autocrtica, que la crtica alcance a todos por igual. Tenemos en cuenta la crtica correcta, la crtica veraz, sana constructiva, hecha segn las normas del lugar, tiempo y formaDistinguimos claramente la crtica que formulan los revolucionarios, de los ataques malsanos, insidiosos y calumniosos que hace el enemigo o le hacen el juego al enemigo. A estos ataques disfrazados de crtica, tambin hay que combatirlos con toda energa dondequiera que se manifiesten. Tienen una vala poltica trascendental la diferenciacin que hace Ral de los revolucionarios y los oportunistas que en pocas de turbulencias y bajo la mscara de la doble moral se atrincheran en la crtica para aparentar lo que no son. Se debe estar en permanente vigilia con los sper-exigentes, pequeoburgueses y extremistas, campeones de la exigencia y de la maldad. La crtica revolucionaria tiene un fin eminentemente educativo, optativo, propositivo, cuestionador, de creacin, que implica ejercer los derechos de forma permanente para el bien comn. Nada limita el ejercicio honesto y constructivo de la crtica como un arma del perfeccionamiento revolucionario y no como quinta columna del enemigo abierto o encubierto. A veces, se argumenta que no debemos hacer pblicas nuestros defectos y nuestros errores, porque de ese modo favorecemos a nuestros enemigos. Este es un concepto enteramente falso. El no35

enfrentamiento valiente, decidido, abierto y franco a nuestros errores y deficiencias es la que nos hace dbiles y favorece a nuestros enemigos. El estimulo a la diversidad de criterios y el respeto a la diversidad en medio de la ms amplia democracia para expresar y defender las ideas debe caracterizar la prctica revolucionaria cotidiana. debemos acostumbrarnos incluso a escuchar y respetar lo que no queremos or y tomarlo en cuenta muy en serio en las decisiones revolucionarias donde deben valorarse todas las opciones. El revolucionario en general y los que estn en puestos de direccin con ms razn, deben perfeccionar sus mtodos y estilos de trabajo sobre la base de la ms amplia democracia y unidad permanente con el pueblo. Su actividad y su conducta son un crisol donde se funden los ms altos valores patriticos y revolucionarios al servicio despueblo: exigencia, responsabilidad, capacidad demostrada por los resultados obtenidos en relacin con las necesidades efectivas y sentidas de las personas involucradas o bajo su direccin, modestia, sencillez, humildad, capacidad de sacrificio cotidiano y de cumplimiento habitual del deber, dedicacin aplicad a objetivos concretos, espritu crtico y autocrtico, calificacin, valenta, buen trato, coincidencia entre la palabra y los hechos, capacidad de persuasin, sistematicidad en la labor que desarrolla y otros, son los valores fundamentales debe poseer el cuadro revolucionario para poder ejercer un liderazgo efectivo en las tareas revolucionarias. El tema del poder revolucionario ha sido desarrollado ampliamente por Fidel desde posiciones marxistas-leninistas, en varios libros, artculos, discursos y entrevistas. Ningn dirigente revolucionario ha calado con ms profundidad que l en el tema del liderazgo y la direccin. Gran importancia para la formacin de los lderes revolucionarios tienen las ideas de Fidel sobre los rasgos y cualidades distintivos de los hombres y mujeres que tienen la difcil misin de conducir a las masas por los senderos de la revolucin: Una gran dosis de conviccin, de pasin en lo que se est haciendo. Tener confianza en el pueblo. Tenacidad. Serenidad. Sentido de la responsabilidad. Identificacin con el pueblo Preparacin para acometer la tarea. Tener un sentido de solidaridad humana. No ver al pueblo como un instrumento, un medio, sino un actor, verdaderamente como el protagonista, el objetivo y el hroe de la lucha.

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Dominio de la psicologa del pueblo, de la idiosincrasia, la identidad, la cultura, la historia social y poltica, el orgullo nacional, los resortes motivacionales especficos del pueblo, su autoestima, sus expectativas histricas, sus grandezas y defectos. La modestia revolucionaria. La lealtad a los principios. El ejercicio de la direccin colectiva.

Ningn revolucionario es ms importante que laRevolucin. El ejercicio del poder debe ser la prctica constante de la auto limitacin y la modestia. El socialismo es significativos los aportes de Fidel Son la ciencia del ejemplo. Fidel a la lucha contra el caudillismo, elsectarismo, el fraccionalismo y las ambiciones de poder. Para los cuadros el poder es un privilegio que le otorga el pueblo para servirles mejor. La lucha contra cualquier manifestacin de culto a la personalidad, la adulonera, el servilismo oportunista, la demagogia, la arrogancia, las frmulas autocrticas de direccin, el engreimiento y el alejamiento de las masas han estado presentes en todo el magisterio fidelista por ms de medio siglo. Todas las glorias caven en un grano de maz, al decir de Mart y que se ha convertido en un principio rector en la vida de Fidel.

Si quieres conocer a un hombre-dadle poderAbraham Lincoln Para Fidel el ejercicio del poder entraa una alta cuota de humildad, de desinters, de altruismo revolucionario. Es un apostolado al servicio de todos y con todos. Yo creo en la direccin colectiva y, adems, no creo que los individuos, las personalidades hagan la historia. Yo estoy muy consciente de cul ha sido mi papel, y ha sido un papel- estoy consciente,- en un momento determinado, muy importante, porque cuando no hay nadie y empiezan unos pocos, la idea de algunos o de una persona puede tener un gran valor. En la actualidad no es la idea de un individuo que piense de una manera, son millones de personas y decenas de miles de cuadros que piensan de la misma manera. Fidel con su magisterio poltico desarroll el principio bsico del Centralismo Democrtico (ver anexo 4) en oposicin al Centralismo Burocrtico ampliamente ejercido en las experiencias socialistas en la URSS y Europa del Este y que al final dieron al traste con aquellas experiencias inicialmente libertarias. El mayor aporte de Fidel a la teora y la prctica del poder revolucionario es la necesaria vinculacin permanente con el pueblo, conocer sus estados de nimo, sus necesidades y propuestas, confiar en las capacidades del pueblo,37

crear los causes para el ejercicio real del poder popular desde abajo, guiar a las mayoras en la construccin socialista. Son de gran actualidad las ideas de Fidel sobre la filosofa de poder que debe caracterizar a los revolucionarios: No hay problema sin solucin, de lo que se trata es de buscar alternativas, La labor de coordinacin que se ejecuta debe contar con el estudio constante para la toma de decisiones, informacin actualizada que tome en cuenta con toda precisin los detalles; meditar y pensar bien cada accin, actuar con rapidez y no perder nunca un minuto. Encontrar nuevos mtodos y mecanismos para que todos los organismos y entidades participen bajo el concepto de que la prioridad est en los intereses del pas por encima de contradicciones burocrticas, ansias protagnicas y celos institucionales. Lograr una alta implicacin de los cuadros y trabajadores. Aplicar la crtica y la reflexin oportunas. Cada idea nos conduce siempre a otra nueva y esta a otras y otras. Una idea nueva por buena que parezca debe ser sometida a prueba y experimentos serios en condiciones reales. Se debe desterrar la rutina, el esquematismo y la falta de creatividad. Se debe cambiar todo lo que deba ser cambiado. Solo as se asegurar la continuidad y supervivencia de la revolucin y el socialismo cuyos destinos no dependen de fuerzas exgenas, sino de los cubanos mismos. Para Fidel, la direccin acertada transita tambin por la lucha contra el dogmatismo, el esquematismo, el enfoque antidialctico de la realidad, la falta de flexibilidad revolucionaria, lo cual no admite en modo alguno, el oportunismo o el pragmatismo. Debemos ser flexibles y dialcticos a partir del ms rgido apego a los principios. Al respecto Fidel Castro Ruz ha expresado: cules son los nicos explotadores que nos quedan? Quines nos pueden explotar hoy? Hoy nos pueden explotar los que pretenden tener privilegios sobre los dems. El privilegio puede ser un factor de explotacin del pueblo trabajador. Contra toda manifestacin de privilegio tenemos que luchar siempre enrgicamente Ya en 1965, Fidel Castro defina al burocratismo en los siguientes trminos: El espritu pequeo burgus () ha sido el responsable de la entronizacin del burocratismo en la administracin pblica. Porque () en la mentalidad del pequeo burgus puede prescindirse de las masas.. Hagamos la revolucin que todava no se ha hecho: la revolucin antiburocrtica! La idea d