el pánico a rendir exámenes

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CON TECNICAS DE RELAJACION Y UNA REDIMENSION DEL PROBLEMA, LA SITUACION DE ESTRES PUEDE SOLUCIONARSE El pánico a rendir exámenes afecta a secundarios y universitarios Taquicardia, lagunas mentales, sudoraciones y deserciones de último momento a pesar de haber estudiado meses, son algunos de los síntomas de “pánico a los exámenes”, una patología que afecta a jóvenes secundarios y universitarios. Lunes 4 de Febrero de 2008 Buenos Aires(Télam) A poco de comenzar el período de previas y finales de marzo, que en algunos colegios y facultades arranca en las dos últimas semanas de febrero, estudiantes de la escuela media y de carreras de grado asisten a grupos de ayuda para superar el pánico a los exámenes, una patología que les impide rendir las materias, aún cuando académicamente están bien preparados. En diálogo con Télam, la psicóloga Cecilia Fidanza, integrante de la Asociación Argentina de Trastornos de la Ansiedad (AATA), explicó que el pánico a los exámenes, o miedo irracional a ser evaluado, presenta diversos síntomas. Son personas que frente a una situación de examen, sobre todo oral, sufren taquicardia, opresión en el pecho, sensación de ahogo, sudoración, náuseas, cólicos intestinales y temblores. Tener la “mente en blanco”, tartamudear, sentir confusión y preocupación exagerada por el propio desempeño, minusvalía o incapacidad para enfrentar la instancia evaluadora, son otros síntomas posibles que caracterizan la problemática. Fidanza señaló además que los estudiantes afectados por esta patología suelen ser muy perfeccionistas, y es posible que no se presenten al examen aún cuando estudiaron mucho. “El problema no es el examen en sí, sino la percepción que la persona tiene del examen y de sus propias capacidades”, señaló la psicóloga de AATA y agregó que los estudiantes que sufren en forma desmedida frente a una evaluación, piensan que son fracasados, que no van a poder o que no estudiaron lo suficiente. TALLERES ESPECIALES Desde la Fundación de Investigación en Ciencias Cognitivas Aplicadas (ICCAp), el psicólogo Esteban Monguiello afirmó que la demanda de

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Cómo superar el pánico a rendir exámenes

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Page 1: El Pánico a Rendir Exámenes

CON TECNICAS DE RELAJACION Y UNA REDIMENSION DEL PROBLEMA, LA SITUACION DE ESTRES PUEDE SOLUCIONARSE

El pánico a rendir exámenes afecta a secundarios y universitariosTaquicardia, lagunas mentales, sudoraciones y deserciones de último momento a pesar de haber estudiado meses, son algunos de los síntomas de “pánico a los exámenes”, una patología que afecta a jóvenes secundarios y universitarios.

Lunes 4 de Febrero de 2008

Buenos Aires(Télam)A poco de comenzar el período de previas y finales de marzo, que en algunos colegios y facultades arranca en las dos últimas semanas de febrero, estudiantes de la escuela media y de carreras de grado asisten a grupos de ayuda para superar el pánico a los exámenes, una patología que les impide rendir las materias, aún cuando académicamente están bien preparados.En diálogo con Télam, la psicóloga Cecilia Fidanza, integrante de la Asociación Argentina de Trastornos de la Ansiedad (AATA), explicó que el pánico a los exámenes, o miedo irracional a ser evaluado, presenta diversos síntomas.Son personas que frente a una situación de examen, sobre todo oral, sufren taquicardia, opresión en el pecho, sensación de ahogo, sudoración, náuseas, cólicos intestinales y temblores.Tener la “mente en blanco”, tartamudear, sentir confusión y preocupación exagerada por el propio desempeño, minusvalía o incapacidad para enfrentar la instancia evaluadora, son otros síntomas posibles que caracterizan la problemática.Fidanza señaló además que los estudiantes afectados por esta patología suelen ser muy perfeccionistas, y es posible que no se presenten al examen aún cuando estudiaron mucho.“El problema no es el examen en sí, sino la percepción que la persona tiene del examen y de sus propias capacidades”, señaló la psicóloga de AATA y agregó que los estudiantes que sufren en forma desmedida frente a una evaluación, piensan que son fracasados, que no van a poder o que no estudiaron lo suficiente.

TALLERES ESPECIALESDesde la Fundación de Investigación en Ciencias Cognitivas Aplicadas (ICCAp), el psicólogo Esteban Monguiello afirmó que la demanda de talleres para superar estas instancias es cada vez mayor, sobre todo entre los estudiantes de Medicina y Ciencias de la Comunicación.“El 75% de los universitarios que nos consulta fue excelente alumno en el secundario, pero le cuesta la adaptación a la facultad”, señaló Monguiello y agregó que la mayoría de los pacientes tiene entre 18 y 30 años y hace la consulta después de años de padecer ante cada instancia evaluadora.“Son personas que interpretan todo de manera catastrófica y el examen les resulta amenazante -dijo-. Tienen una imagen agigantada del profesor y una imagen muy disminuida de sí mismos”.Monguiello, coordinador de los talleres del ICCAp, destacó que en muchos casos son personas que manifiestan estos estados de ansiedad desmedida sólo en situaciones de examen y que el problema se resuelve en pocas sesiones, con técnicas de

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relajación y redimensión de la instancia evaluadora.Para Gustavo Bustamante, vicepresidente de la Fundación Fobia Club, otra de las organizaciones que trabajan en la problemática, el pánico a los exámenes es “un subtipo de un trastorno por ansiedad social”, o temor a ser evaluado por otras personas.“La ansiedad social puede manifestarse como temor a hablar en público, a comprarse ropa en un local, a preguntarle una dirección a una persona desconocida o a rendir un final”, explicó Bustamante y señaló que a nivel mundial, el 13,3 % de la población sufrió este trastorno en algún momento de la vida.Muchas de las personas que llegan al Fobia Club son abogados o estudiantes de leyes y son más las mujeres: los psicólogos observaron que si bien la patología afecta a los dos sexos por igual, ellas consultan más que los varones.En cuanto a los tratamientos, los especialistas consultados coincidieron en que el objetivo es reducir la ansiedad -a través de técnicas de relajación, respiraciones, simulaciones de examen y estimulación de pensamientos positivos- y darle al problema la dimensión real que tiene.

“¿Qué iban a pensar de mí si preguntaba algo?”Mónica Ocampo y María Laura Dalbo son estudiantes de Odontología y Medicina y las dos sufrían ataques de pánico a la hora de dar exámenes, una patología que se empezó a manifestar en el secundario y les impedía avanzar en sus carreras universitarias.Mónica tiene 30 años y cursa con éxito el cuarto año de Odontología, después de pasar por la Facultad de Ciencias Veterinarias y el Traductorado de Inglés, dos carreras que también le gustaban, pero abandonó cuando tuvo que dar exámenes orales.“La excusa era que no eran carreras para mí, pero la verdad es que no podía afrontar esos exámenes”, contó la joven a Télam y dijo que los problemas para exponerse a una evaluación empezaron en el secundario.“Es algo que siempre me costó -continuó-. Las lecciones orales eran una pesadilla y lo mismo hablar con las maestras o participar en clase. ¿Qué iban a pensar de mí si yo preguntaba algo? Qué no sabía nada, que no estudiaba”.Mónica no supo qué le pasaba durante mucho tiempo y llegó a cursar los tres primeros años de Odontología sin dar finales orales, hasta que las materias se le empezaron a vencer y no tuvo más remedio que presentarse a las mesas examinadoras.“Entonces me agarraban los ataques de pánico -relató-. Yo tenía muy buenas notas en los parciales y sentía que tenía que superarlas porque sino iban a pensar que me había copiado. Era tanta la presión, que terminaba encerrada en el baño de la Facultad sin poder respirar y volvía a casa sin rendir”.Mónica se inscribió en un grupo de ayuda, donde se encontró con otros estudiantes que padecían lo mismo que ella, y empezó un tratamiento. Desde entonces, rindió varios finales, mucho más tranquila, y en todos le fue muy bien.La historia de María Laura Dalbo es muy parecida: tiene 27 años, cursa las últimas materias de Medicina y si bien siempre tuvo dificultades para rendir exámenes orales, nunca había entrado en pánico hasta que se presentó a rendir Farmacología.“Había preparado la materia durante un mes y me puse tan nerviosa que me olvidé de todo -relató-. Los profesores trataron de calmarme, pero no pudieron. Me bloqueé y no pude rendir”.En el caso de Laura, fueron sus profesores quienes le aconsejaron ir a un taller para estudiantes con pánico.“Ahí empecé a trabajar las situaciones de examen y a tomar conciencia sobre las cosas que puedo controlar y las que no -contó-. Yo exageraba mucho y estudiaba hasta las comas. Ahora encaro las cosas de otra manera”.Desde que está en tratamiento, Laura rindió ocho materias. “En seis me fue bien y en las otras dos no, pero hice todo lo que pude y dejé de vivirlo como si fuera el fin

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del mundo”, dijo.

Juegos de rol, simulaciones y meditaciónSimulaciones, ejercicios de respiración y relajación, juegos de rol y meditaciones, son algunas de las estrategias que proponen los especialistas a la hora de reducir los niveles de ansiedad y controlar el temor que provoca rendir un examen.La asistencia terapéutica para superar el miedo desmedido a una instancia de evaluación suele ser breve, de entre 6 y 10 encuentros grupales coordinados por un psicólogo que trabaja sobre el bloqueo y las trabas que impiden el desempeño académico.“Si bien en algunos casos la familia influye, la presión más fuerte es la interna”, advirtió el vicepresidente de la Fundación Fobia Club, Gustavo Bustamante.“Se vive el fracaso académico como un fracaso en la vida que es irreversible e irreparable -agregó-. Por eso trabajamos con estrategias de afrontamiento, simulaciones, juegos de rol y actividades de exposición y reestructuración cognitiva, para ajustar estos pensamientos sobredimensionados”.Por su parte, el coordinador de talleres para superar el pánico a los exámenes de la Fundación de Investigación en Ciencias Cognitivas Aplicadas (ICCAp), Esteban Monguiello, señaló que “se trata de buscar mecanismos para que vean la situación como un desafió personal y no c omo una amenaza”.“Uno no es ni mejor ni peor persona por los resultados de un final”, afirmó Monguiello y dijo que además de modificar esta idea errónea de fracaso, se pueden disminuir los niveles de ansiedad al suprimir el café, el mate y el té y controlar hábitos de sueño y de alimentación, que también influyen.Desde la Fundación “El Arte de Vivir”, se combinan estas  estrategias con prácticas de yoga “para tranquilizar la mente y aumentar la concentración y el rendimiento físico, emocional e intelectual”, según explicó el coordinador del grupo Jóvenes en Acción (JA), Juan Mora y Araujo.“El 95% de los jóvenes que viene al grupo espera concentrarse mejor para rendir sus exámenes, que es una de las principales preocupaciones que tienen”, indicó el instructor.

COMENTARIOS

marga20/02/13

Me gusto mucho el articulo pense que nadie mas pasaba por la fobia a los examenes orales, y sobre todo la descripcion tan exacta de lo que nos pasa, espero conseguir y poder terminar mi carrera es la ultima que me falta y no la puedo aprobar, gracias chao un beso

Melissa18/05/12

mi novio sufre de esto, tine 32 años, le quedan 6 materias para recibirse de abogado y tener que rendir un examen se le ha vuelto un completo desafío, hace casi un mes está tratando su problema con una psiquiatra, pero me gustaria saber que puedo hacer yo para ayudarlo, es realmente devastador ver como se pone cada vez que decide no rendir por que "no sabe lo suficiente" cuando son materias que ha llegado a prepararlas hasta por 3 meses... Gracias por el artículo, me ayudo un poco mas a entender todo lo que pasa en su cabeza. Saludos.

pamela22/03/12

muy buen artículo! me siento tan identificada...es una tortura honestamente, uno se siente tan mal...gracias por hacernos saber que hay cosas para hacer y superarlo!!!