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El léxico de especialidad 1 José Ignacio Pérez Pascual Universidad de A Coruña 1. Las lenguas de especialidad En primer lugar, es preciso indicar que no existe un completo acuerdo entre los lingüistas sobre lo que, convencionalmente, denominamos lenguas de especialidad, sintagma que compite con otros como lenguas o lenguajes especiales, lenguas especializadas, lenguas para fines específicos, lenguajes sectoriales, lenguas de determinación topológica, lenguajes científico- técnicos, jergas, argots, etc. Naturalmente, estas voces no siempre designan exactamente las mismas realidades, pues aunque lenguas de especialidad se suele aplicar solo a lo que también se ha llamado, con un término bastante apropiado, tecnolectos (Haensch, 1983), para algunos autores engloba tanto a estos como a los sociolectos, tema sobre el que volveremos. 1 Este artículo se ha realizado en el marco de los trabajos iniciales del proyecto de investigación Diccionario del español de la “Edad de Plata”, subvencionado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (FFI-2008-03944 FILO), del que soy investigador principal.

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  • El lxico de especialidad1

    Jos Ignacio Prez Pascual Universidad de A Corua

    1. Las lenguas de especialidad

    En primer lugar, es preciso indicar que no existe un completo acuerdo

    entre los lingistas sobre lo que, convencionalmente, denominamos lenguas de especialidad, sintagma que compite con otros como lenguas o lenguajes especiales, lenguas especializadas, lenguas para fines especficos, lenguajes sectoriales, lenguas de determinacin topolgica, lenguajes cientfico-tcnicos, jergas, argots, etc. Naturalmente, estas voces no siempre designan exactamente las mismas realidades, pues aunque lenguas de especialidad se suele aplicar solo a lo que tambin se ha llamado, con un trmino bastante apropiado, tecnolectos (Haensch, 1983), para algunos autores engloba tanto a estos como a los sociolectos, tema sobre el que volveremos.

    1 Este artculo se ha realizado en el marco de los trabajos iniciales del proyecto de investigacin Diccionario del espaol de la Edad de Plata, subvencionado por el Ministerio de Ciencia e Innovacin (FFI-2008-03944 FILO), del que soy investigador principal.

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    Pero el problema no es solo cuestin de nominalismo2, sino que tambin concierne al concepto y para clarificar, pues, la nocin de lengua de especialidad y sus borrosos lmites es preciso comenzar recordando el concepto de variacin lingstica. Como es bien conocido por los estudiosos de la lengua, todo idioma est sometido a procesos de variacin que conducen a la existencia de toda una serie de variedades que dependen de distintos factores; por ello solemos hablar de variedades diacrnicas o histricas, diatpicas o geogrficas, diafsicas o estilsticas y diastrticas o sociales. Pero si en los dos primeros tipos de variedades han de tomarse muy en cuenta las diferencias que se producen en el plano fonolgico, morfolgico y sintctico, en las otras dos son los cambios en el plano lxico los ms caractersticos. Partiendo de esta idea ciertamente muy elemental podemos en principio pensar que las lenguas de especialidad forman en cada idioma subsistemas que utilizan un lxico especializado y que, aunque no vamos a ocuparnos ahora de ello, pueden disponer de ciertos recursos lingsticos destinados a facilitar una comunicacin lo ms precisa y clara posible (vase esp. Gutirrez Rodilla 2004: 25-27; cf. tambin Lerat 1995).

    2. Posibles clasificaciones Una posibilidad, a la hora de acercarnos a los lenguajes de especialidad,

    es tratar de enumerar todos aquellos subsistemas que pueden ser as etiquetados. Cabe examinar, por ejemplo, la relacin de aquellos que detalla en su estudio clsico Gian Luigi Beccaria (1973):

    2 Las definiciones que existen de las lenguas de especialidad y los intentos de caracterizar su relacin con el lenguaje comn, son tantos casi como autores se han ocupado del tema, prueba innegable de que ninguno termina de convencer. Mientras que para algunos, la lengua especializada no es sino la lengua natural considerada en tanto que vector de conocimientos especializados, o el lenguaje tcnico y el comn constituyen sistemas parciales de un inventario integral de recursos lingsticos por lo que deberan considerarse mejor como subsistemas lingsticos, para otros, los lenguajes de especialidad son sistemas semiticos complejos que, aunque basados en el lenguaje general y derivados de l, se comportan de forma semiautnoma (Gutirrez Rodilla, 1998: 18).

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    1. El lenguaje burocrtico-administrativo; 2. El lenguaje econmico-financiero; 3. El lenguaje poltico; 4. El lenguaje periodstico; 5. El lenguaje deportivo; 6. El lenguaje de la publicidad; 7 El lenguaje de la televisin; 8. El lenguaje del cine; 9. Terminologa mdico-farmacutica; 10. El lenguaje de la tcnica y de la ciencia 11. El lenguaje del psicoanlisis; 12. El lenguaje de la crtica; 13. Jergas profesionales; 14. Jergas de oficios tradicionales; 15 Jergas de la mala vida; 16. Jerga militar; 17. Jergas estudiantiles; 18. Jergas de ambiente snob3. Seguramente puede sorprendernos que este estudioso italiano se demore

    en alguno de estos lenguajes y, en cambio, obvie otros que echamos de menos inmediatamente. Si buscsemos una relacin detallada, probable-mente consideraramos ms adecuado una que reflejase de un modo ms exhaustivo esas clasificaciones que en los diccionarios podemos obtener a partir de la presencia de determinadas marcas tcnicas (aunque tambin hay que reconocer que las propuestas de los diferentes productos lexicogrficos no son coincidentes)4. De todos modos, es preciso considerar que aproximadamente entre un 25 y un 40% de las entradas de los diccionarios en especial los de carcter enciclopdico corresponden a unidades lxicas marcadas como de un rea de especialidad, por lo que bien podemos ambicionar una clasificacin algo ms detallada que las que se han propuesto. Y si la ltima edicin del DRAE (2001) constaba de 88 431 lemas (con un total de 161 962 acepciones), lo cierto es que en el diccionario se utiliza un nmero muy reducido de marcas de especialidad (vase Battaner, 1996), cuando la enumeracin de las diferentes ciencias, tcnicas, profesiones, etc., puede oscilar en una horquilla muy amplia: desde aquellas clasificaciones que establecen unas trescientas especialidades hasta las ms amplias que optan por detallar cerca de siete mil, con vocabularios a veces

    3 La posibilidad de establecer subapartados se revela casi infinita; por citar nicamente un ejemplo, podemos indicar que se han propuesto los siguientes centros de lxico econmico empresarial: 1. Contabilidad. 2. Economa general. 3. Finanzas. 4. Marketing. 5. Pro-duccin. 6. Recursos humanos. 7. Administracin de empresas. 8 Economa de la empresa (Fuentes Gonzlez, 1996: 61). 4 Para la tradicin acadmica, vese Battaner (1996); para un rpido contraste entre el DRAE y otros diccionarios, vase Fajardo Aguirre (1994: 134-137). Puede examinarse una til y detallada propuesta de todo tipo de posibles marcas en la planta del futuro DAA (2005).

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    enormemente ricos5. A la vista de tales cifras, aunque solo sea por comodidad, no parece factible ofrecer un desglose pormenorizado de un abultado nmero de lenguajes de especialidad, pues siempre estara muy por debajo de esas magnitudes.

    Volviendo sobre nuestros pasos, podemos acogernos en un primer momento a una clasificacin muy sencilla, probablemente la ms extendida en el campo del espaol desde que ya hace ms de treinta y cinco aos Beccaria la estableci para el italiano (1973). Este diferenciaba tres tipos de lenguas especiales6:

    a) El argot, usado por grupos situados al margen de la sociedad (as los delincuentes) que aplican a los referentes nuevas denominaciones solo conocidas por los miembros de esos grupos, de modo que pueden identificarse entre ellos como miembros de un grupo y, al tiempo, mantener cierto hermetismo con respecto a los extraos. b) Los lenguajes cientfico-tcnicos de las diferentes disciplinas cientficas, en las que se hace preciso dar nombre a los elementos que conforman un mbito muy especfico de la realidad. Se trata de un lxico especializado que puede parecer esotrico para los no iniciados, pero no existe una intencionalidad crptica en su utilizacin. c) Los lenguajes sectoriales o jergas profesionales, que utilizan los miembros de un determinado colectivo dedicado a una cierta actividad: estos lenguajes comparten con los lenguajes cientfico-tcnicos la necesidad de dar nombre a los conceptos propios de la materia de que se ocupan, pero tambin comparten con los argots el que los utilizan los miembros de un grupo social cerrado y que poseen un cierto carcter crptico. Como puede comprobarse al analizar cualquiera de los lenguajes

    sectoriales, no resulta fcil trazar las fronteras entre estos tipos de variedades y los lenguajes cientfico-tcnicos; por ello no debe extraarnos que Julio Casares optase por diferenciar simplemente los particularismos sociales

    5 Baste recordar al respecto que pueden computarse unos 300 000 trminos para la Qumica, unos 80 000 para la Fsica, 200 000 para la Medicina (Ahumada, 2002: X; Contreras, 2008: 101-102; Gutirrez Rodilla, 1998: 88), lo que convierte el panorama de los lenguajes de especialidad en algo todava ms atractivo. 6 Vase tambin Rodrguez Dez (1981), quien vuelve con detalle sobre este tema.

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    (germana, cal) de los profesionales (jergas, terminologas artesanales y tecnicismos) (1992 [1950]: 229)7. Con todo, tambin es preciso reconocer en algunos lenguajes profesionales dejamos de lado las antiguas jergas gremiales, un fuerte componente crptico que las aproxima al argot, pero ello tiene que ver ms con el elevado grado de especializacin de la materia que con la existencia de una voluntad de ocultacin por parte de los hablantes8.

    Podemos, por tanto, aplicar el trmino de lenguas especiales con el mismo sentido inclusivo que lo haca Beccaria, pero resulta tambin necesario diferenciar dentro de ellas entre los tecnolectos y los sociolectos9. En los primeros prima un componente temtico o cultural: la lengua transmite unos contenidos, designa unos determinados objetos y relaciones; en los segundos prima el componente sociolgico: la lengua es un hecho social y funciona dentro de unos grupos sociales que crean su propia variedad (Rodrguez Dez 1991: 230).

    No nos vamos a detener en esta ocasin en el anlisis de los sociolectos, variedades con carcter crptico propias de determinados grupos sociales o profesionales10; en palabras de Rodrguez Dez, quizs el rasgo primero que identifica al argot o jerga es su carcter secreto u oculto. Parece as que el argot sirve precisamente para lo que no est creado primariamente el lenguaje, para impedir la comunicacin o enmascarar el mensaje, para

    7 Por su parte, Sanmartn matiza que los indicadores (particularismos lxicos) diastrticos muestran la pertenencia del sujeto a un grupo social o cultural (argot) o profesional (jerga), mientras que los diafsicos remiten a una temtica especializada o campo especfico (1996: 375). 8 No podemos tratar ahora ese buscado ocultamiento en reas como la medicina, producto del deseo de reducir el impacto que determinadas voces causan en el paciente; cf. Gutirrez Rodilla (1998: 101-102). 9 Tambin Guerrero (1999: 885-886) considera lenguas especiales tanto a los sociolectos como a las lenguas de especialidad (entre las que diferencia los lenguajes cientfico-tcnicos o tecnolectos de las restantes lenguas especializadas); vase tambin Haensch (1983). 10 Tampoco nos ocupamos en esta intervencin del estudio de aquellos argots utilizados por parte de determinados grupos sociales sin intencin crptica (aficionados al deporte, a los toros, etc.).

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    ocultar (1996: 225)11. El caso ms evidente es el de la lengua de la delincuencia a travs del tiempo, desde la germana espaola de los Siglos de Oro, utilizada durante los siglos XVI y XVII, hasta las manifestaciones de las ltimas dcadas, a uno y otro lado del Atlntico (as el lunfardo argen-tino); a su lado podemos recordar la existencia de lenguajes crpticos en ciertas profesiones ambulantes12.

    Entran plenamente dentro del argot [] las jergas de oficios ambulantes: canteros, vendedores de tejidos, tratantes de ganado, zapateros, tejeros, cesteros, etc., que tuvieron un enorme desarrollo en otro tiempo, si bien en la actualidad, dados los cambios sociales producidos, sobre todo a lo largo de este siglo, han desaparecido en la prctica, quedando tan solo en el recuerdo de los ms viejos. En todos los casos se trataba de personas de un mismo pueblo o comarca que por temporadas, a lo largo del ao, salan a desempear su oficio y vender sus productos artesanales fuera de su mbito geogrfico (Rodrguez Dez, 1996: 227).

    11 En cualquier situacin puede surgir, si no una lengua, s unos procedimientos lingsticos que permitan a los miembros de un grupo hablar sin ser comprendidos por los dems. [] en los grandes comercios de Roma, los dependientes, cuando advertan la presencia de un ladrn, pronunciaban frases en las que aparecieran los nmeros dos y diez. Ello quera decir que haba que tener los dos ojos bien abiertos para ver los diez dedos de las dos manos del ladrn. Todos nosotros de nios hemos jugado a enmascarar el lenguaje intercalando slabas sin significado al lado de las normales: PEvenPEgo PEpronPEto por vengo pronto, o bien, pronunciando las slabas de cada palabra en orden inverso: goven topron. Naturalmente las lenguas de ocultacin pueden ir ms all de procedimientos fonticos fcilmente identificables tras la sorpresa inicial, haciendo entrar en juego los mltiples procedimientos de neologa para crear palabras completamente nuevas. Ciertos lenguajes de amigos o camaradas o, incluso, de enamorados, son claras lenguas de ocultacin, aunque apenas tengan unas dece-nas de unidades lxicas (Rodrguez Dez, 1996: 225-226). 12 Cohen seala los distintos grupos sociales generadores de jergas o argots ms o menos crpticos: a) Soldados en campaa y en el cuartel.; b) alumnos de grandes colegios y universidades; c) comunidades religiosas; d) delincuentes; e) prostitutas; f) prisiones, campos de internamiento; g) elementos marginados sedentarios; h) elementos marginales errantes; i) oficios nomadizantes; j) teatro; k) cazadores y pescadores; l) sordomudos (apud Rodrguez Dez, 1996: 226-227, n.).

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    En cambio, sern hoy el objetivo de nuestra atencin los tecnolectos, entendiendo como tales los vocabularios cientfico-tcnicos13, caracteri-zados, en lneas generales, por:

    a) un vocabulario especfico propio; b) el uso de determinados recursos morfosintcticos posibles en la lengua

    general; c) ciertas normas en la formacin de palabras.

    3. Los tecnolectos Las variedades sectoriales, especializadas, lenguajes cientfico-tcnicos o

    tecnolectos si nos valemos de nuestra propia jerga14 son propias de determinados grupos profesionales, sin carcter crptico: el lenguaje de la medicina, el lenguaje de la economa, el lenguaje de la filologa, etc.15 Estas variedades se han ido configurando por razones extralingsticas, debido a la especializacin profesional de sus usuarios. En palabras de Teresa Cabr, los tecnolectos son un tipo de registro determinado por la temtica, el tipo de interlocutores, el medio en que se produce el intercambio comunicativo, etc. (1993: 129).

    Podemos ir ms all y tratar de establecer dentro de los tecnolectos alguna clase de tipologa; as, por ejemplo, dentro de las lenguas de especialidad Moreno Fernndez propone delimitar entre lenguas profesionales, tcnicas, cientficas y simblicas (1999). Otros autores, como Callebat, trazan una frontera entre el lxico cientfico y el tcnico: aquel representa un conjunto de conocimientos relativos a un dominio determinado del universo psquico y humano (el derecho, la religin, la poltica, la administracin), mientras que integran los lxicos tcnicos los procedi-mientos prcticos y las realizaciones materiales de un arte o un oficio (la 13 Vase Guerrero (1999: 882); puede verse tambin un comentario sobre las confusiones acerca de los diferentes trminos utilizados en Santiago Guervs (1999). 14 Vase Haensch (1983), Moreno Fernndez (1999), Rodrguez Dez (1981 y 1996). 15 Aunque podemos encontrar la denominacin lenguaje de especialidad, lo que hay no es un lenguaje especializado sino ms exactamente un nmero considerable de distintos lenguajes especializados (Arntz y Picht 1995: 28).

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    arquitectura, la mecnica, la agricultura o la medicina) (vase Callebat, 1990 y 1997-1998: 141-142).

    Como ya hemos adelantado, el vocabulario se considera como el aspecto ms caracterizador de los diferentes lenguajes de especialidad, un lxico que ha venido incrementndose a lo largo del tiempo, pues el constante avance que experimentan los diferentes campos del saber nos obliga a una permanente creacin de denominaciones para designar los nuevos conceptos que van surgiendo de la mano de los descubrimientos cientficos y tcnicos cosa que no sucede con el lxico comn; por ello resulta extremadamente difcil precisar el nmero de voces propias de cada especialidad, pues no existen diccionarios ni bases de datos capaces de recoger todos los trminos de una especialidad, ya que se crean continuamente16.

    Son trminos (o unidades terminolgicas) las palabras y acepciones propias de las distintas especialidades que nos transmiten el conocimiento especializado; as, por ejemplo, en informtica, ratn, programa o men; en medicina, hipertiroidismo, lupus, otitis, carcinoma, sarcoidosis o, en ciencias medioambientales, ecosistema, biodiversidad o desarrollo sostenible.

    Tngase en cuenta que esos contenidos especializados pueden transmi-tirse tambin mediante otras unidades:

    a) elementos no lingsticos, como smbolos, frmulas, etc. b) elementos lingsticos: prefijos y sufijos (as, en el lenguaje de la medicina, sufijos como -itis, -osis u -oma) o unidades fraseolgicas (practicar una intervencin, levantar la sesin, resolver una operacin, despejar una incgnita). Todas estas unidades incluidos los trminos son denominados unidades

    de conocimiento especializado (U.C.E.) y de ellas se ocupa la terminologa, disciplina que las aborda tanto desde un punto de vista terico estudia la relacin entre los conceptos y su representacin, como prctico recopilndolas en diccionarios, bases de datos, etc. (vase Gutirrez Rodilla, 2005: 28). Adems, terminologa se utiliza tambin para designar al conjunto de voces que pertenecen a un mbito especializado (terminologa

    16 Cfr. las elevadas cifras de algunas lenguas de especialidad indicadas ms arriba; vase Gutirrez Rodilla (2005: 28-29).

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    mdica, terminologa qumica, terminologa lingstica, etc.), aunque muchos trminos corresponden simultneamente a varias de ellas.

    Como ya se ha indicado, la comunicacin especializada requiere un nivel de precisin ms alto que la comunicacin general, por lo que necesita una terminologa estable y sin ambigedad en la que, tericamente, una nica denominacin corresponde a cada concepto. Sin embargo, esto no suele suceder, pues en la lengua una misma nocin puede ser expresada de varias formas; as, en la medicina antigua se multiplican las denominaciones que diferentes especialistas proporcionan para una misma patologa y, por ejemplo, la inflamacin de la mucosa de las vas respiratorias es denominada en latn destillatio por Plinio (quien traduce katavrou); por su parte Cassius Felix prefiere infusio, Caelius Aurelianus influxio, y Marcellus Empiricus catarrhus, que pasar a las lenguas romances junto con otro calco griego, rheuma, que tiene tambin este sentido en San Jernimo (Callebat, 1997-1998 : 145). De esta manera, un mismo concepto acaba recibiendo diversas denominaciones, algunas de las cuales pueden ser utilizadas tambin para designar otros muy distintos; as, reuma o rema pasa a denominar en castellano al reumatismo (inflamacin de las articulaciones de las extremidades), aunque el padre Feijoo todava emplea este trmino para la inflamacin de las vas respiratorias (La rheuma, la ts, y la dificultad de respirar, sin dolor agudo en el pecho, sino antes por opresin, Cartas eruditas y curiosas, 1765: 113).

    Para evitar estos problemas, fijando una terminologa que evite posibles ambigedades y confusiones, un buen nmero de cientficos se esforzaron en establecer una nomenclatura clara en sus respectivas disciplinas; podemos acudir a precedentes ilustres como Andrea Vesalio, el fundador de la anatoma moderna a mediados del XVI17, o Linneo, quien a mediados del XVIII estableci las bases de la actual nomenclatura botnica. No obstante, fue en el XIX cuando las grandes revoluciones cientfico-tecnolgicas chocaron con el problema terminolgico al coexistir infinidad de deno-minaciones para los nuevos conceptos (e incluso graves dificultades por la

    17 Con su De humani corporis fabrica; en su estela se publica la Historia de la composicin del cuerpo humano de Juan Valverde de Amusco (Roma, 1556), con la que se inicia la nomenclatura anatmica castellana.

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    inexistencia de unidades de medida para las diferentes ciencias utilizadas en todos los pases), lo que provocaba no pocas incomprensiones18. De este modo, y en un proceso paralelo al de la normalizacin de los propios objetos (se crean estndares en todos los campos tecnolgicos, desde los humildes tornillos a los mecanismos de precisin, lo que permite reducir las mltiples variedades de un mismo producto a unas pocas), se va a procurar la normalizacin terminolgica. Con ese fin se crea el 23 de febrero de 1947 la International Organization for Standardization (ISO, del griego iso, igual), con la finalidad de desarrollar normas universales que mejoren la comunicacin y la cooperacin internacionales y reduzcan las barreras de los intercambios comerciales a nivel internacional19. En la actualidad hay ms 18 Por no citar ms que un conocido ejemplo hispnico, la vara era una antigua unidad de longitud espaola que equivala a tres pies, pero como estos variaban en cada lugar (el pie de Burgos meda 27,68 cm. y el de Madrid 28,10), la vara poda oscilar entre los 0,8380 metros de la mexicana y los 0,7704 metros de la aragonesa, aunque la ms utilizada era la castellana, de 0,8359. Cuando en 1749 (R. D. de 10 de octubre) se afronta la elaboracin del que va a ser conocido como Catastro de La Ensenada, se prepara un cuestionario impreso, el llamado Interrogatorio que han de satisfacer, bajo de juramento, las justicias, y dems personas, que harn comparecer los intendentes en cada pueblo, formado por cuarenta preguntas sobre el nombre del concejo, sus lmites, fuentes de riqueza (casas, campos, cultivos, ganadera, comercio e industria), etc. A la vista de lo variado de las denominaciones, se ven obligados a incorporar cuestiones que aclaren la situacin: 9. De qu medidas de tierra se usa en aquel pueblo: de cuntos passos, o varas castellanas en cuadro se compone: qu cantidad de cada especie de granos, de los que se cogen en el trmino, se siembra en cada una. 10. Qu nmero de medidas de tierra havr en el trmino, distinguiendo las de cada especie y calidad, por ejemplo, tantas fanegas, o del nombre, que tuviesse la medida de tierra de sembradura de la mejor calidad, tantas de mediana bondad, y tantas de inferior; y lo propio en las dems especies que hubieren declarado (transcribimos, con algunas enmiendas, la versin digitalizada accesible en http://pares.mcu.es/Catastro/servlets/ImageServlet). Vanse las antiguas medidas de las diferentes provincias en las tablas de correspondencia que figuran en la Real Orden que establece su ajuste al sistema mtrico decimal (R. O. de 9 de diciembre de 1852, publicada en la Gaceta de Madrid el 28 de diciembre). Puede obtenerse ms informacin acerca del proceso de normalizacin que supone la implantacin del sistema mtrico decimal en Espaa en Aznar Garca (1999), Ten Ros (1989), Gutirrez Cuadrado y Peset (1997) y Juli Luna (2008). 19 En Espaa existe la Asociacin espaola de normalizacin y certificacin (AENOR) que no solo normaliza, sino que tambin certifica; en un plano ms propiamente lingstico, podemos citar la existencia de organismos como la Asociacin Espaola de Terminologa

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    de 16 000 normas ISO que afectan no solo a las unidades que se utilizan en las ciencias y tcnicas, sino a todo lo que nos rodea, desde las roscas de los tornillos (ISO 68) a la afinacin musical (ISO 16) o a las dimensiones del propio papel en que he redactado este artculo (norma ISO 216)20.

    4. Rasgos del lenguaje cientfico-tcnico Como ya hemos indicado, los lenguajes de especialidad son variedades que

    se emplean para la comunicacin entre especialistas en una determinada rea de conocimiento y su base es la misma que la de la lengua general, aunque puedan detectarse algunos hechos caractersticos21. As, el lxico, frente a lo

    (AETER) o la Red Panlatina de Terminologa (REALITER), as como, centradas en otras lenguas peninsulares, el Centre de Terminologa Cataln (Termcat), el Banco Terminolgico Pblico Vasco (EUSKALTERM) o el Servicio de Terminoloxa Galega (TERMIGAL). 20 El uso de normalizacin entendida como estandarizacin o fijacin de una forma de referencia ha ido dejando paso a otra denominacin cada vez ms frecuente: armonizacin (Cabr 1999: 289). 21 As, por ejemplo, caracteriza al lenguaje jurdico-administrativo el empleo del futuro de subjuntivo, que en la lengua general se ha visto sustituido por el presente de subjuntivo (puede servir como muestra el comienzo del prembulo de nuestra Constitucin: A todos los que la presente vieren y entendieren, sabed: / Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente Ley). No obstante, en las ltimas dcadas se han adoptado diversas iniciativas encaminadas a simplificar y hacer ms claros los documentos administrativos; de hecho, a finales de julio de 2006 se firm un acuerdo entre el Gobierno espaol y la Real Academia Espaola, con la finalidad de que de esta institucin asesore al Gobierno para conseguir que las normas y disposiciones administrativas ministeriales estn escritas de forma clara, precisa y sencilla. Segn recogen las agencias de prensa, la Vicepresidenta M Teresa Fernndez de la Vega seal en su intervencin que Nos dicen que el lenguaje de la Administracin es arcaizante, de sintaxis atormentada e innecesariamente complejo, que est lleno de extranjerismos, de tecnicismos, y que, como consecuencia de todo ello, lo que hace es empobrecer la calidad de la forma democrtica de gobierno, y que en la legislacin abundan las perfrasis, gerundios, reiteraciones y las expresiones rimbombantes, como ello no obstante o sin perjuicio y sin menoscabo, e incluso es fcil encontrarse con expresiones de lenguaje coloquial, deportivo y hasta taurino. Por todo ello, reconoci la Vicepresidenta, no ser tarea fcil enmendar esas costumbres lingsticas, pero hay razones para el optimismo porque cada da son ms los que toman conciencia de que la claridad, la precisin y la inteligibilidad forman parte del lenguaje

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    que sucede en los planos fnico y gramatical, presenta numerosos elementos caractersticos de los distintos lenguajes de especialidad, a veces exclusivos de uno de ellos, en no pocas ocasiones compartidos por diversas variedades22.

    Y es que, desde este punto de vista, no puede olvidarse que en el mbito cientfico, que ahora nos ocupa, el lenguaje ha de estar caracterizado por:

    a) la precisin, que evita toda ambigedad, pues su significado no puede estar condicionado por los distintos elementos que toman parte en el acto comunicativo (emisor, receptor, contexto).23 Para que el trmino sea preciso ha de estar previamente delimitado y ser compartido por los especialistas en ese campo; adems, la relacin entre significante y significado debera ser de carcter unvoco, de manera que quedasen excluidos de los repertorios terminolgicos todos los casos de polisemia o sinonimia, as como cualquier tipo de connotacin, etc. (Wster, 1998: 137). b) La neutralidad, pues los mensajes de corte cientfico deberan mantenerse ajenos a todo tipo de valores y connotaciones afectivas. Sin embargo, como muy bien ha sealado Gutirrez Rodilla, hay complicadas razones de adscripcin a una escuela de pensamiento, a una corriente ideolgica, conflictos de intereses entre diversas especialidades, etc., que pueden determinar la eleccin de los trminos con que se elabora un discurso e, incluso, la lucha entre los mismos hasta conseguir la imposicin de uno de ellos; la investigadora cita el caso de las expresiones asma bronquial y alergia respiratoria, utilizadas como armas arrojadizas por neumlogos y alerglogos, como fiel reflejo del combate que se est librando entre ellos para delimitar el territorio y establecer quin y cmo se hace cargo de los enfermos asmticos (2005: 24). Otro ejemplo ilustrativo es el

    administrativo y legislativo (vase informacin sobre el acuerdo en http://www.fundeu. es/Noticias.aspx?frmOpcion=NOTICIA&frmFontSize=2&frmIdNoticia=490). Moreno Fernndez, por su parte, llama la atencin acerca de registros profesionales, como la actividad de los narradores de acontecimientos deportivos, de los locutores de las noticias que aparecen en los informativos de radio y televisin o de los presentadores de algunos concursos, que exigen unos patrones prosdicos bastante alejados de la lengua comn, por lo que no es de extraar que muchas personas no soporten, por ejemplo, la narracin radiofnica de un partido de ftbol, sobre todo en el momento del paroxismo del gol (1999: 6). Vase tambin Cabr (1993) y Sanmartn (1998). 22 En efecto, Normalmente se relaciona al lenguaje cientfico con la funcin representativa del lenguaje, dado que su fin ms importante [] es transmitir conocimientos, conceptos, teoras [ ] de la manera ms neutra posible (Gutirrez Rodilla 2005: 22). 23 Vase, sin embargo, infra lo que indicamos sobre la economa.

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    de la lucha entre los trminos astronauta y cosmonauta durante los aos sesenta y setenta, que tiene mucho que ver con posicionamientos ideolgicos respecto a las dos grandes potencias durante la Guerra Fra. c) La estabilidad, pues los trminos han de mantenerse a lo largo del tiempo, aunque lo cierto es que los avances que experimenta la ciencia hacen que deban revisarse peridicamente, de suerte que trminos que en su momento fueron utilizados profusamente hoy formen parte de la historia de algunas disciplinas, bien sea porque las tesis en las que se inscriban han sido superadas, bien porque los avances cientficos hayan llevado a refinarlas y a adoptar una nomenclatura mucho ms detallada. Debo confesar que este curso me encontr, sorprendido, con que la clula no est ya formada por ncleo y citoplasma (all se haban quedado mis conocimientos biolgicos), sino por membrana plasmtica, ncleo, citoplasma, centrosoma y diversos rganos celulares (retculo endoplasmtico, aparato de Golgi, ribosomas, mitocondrias, lisosomas y vacolos). Tambin descubr que la taxonoma trazada por Aristteles en el siglo IV a. C. (reino animal y vegetal), ligeramente modificada por Linneo en el XVIII (tres reinos: mineral, vegetal y animal), ya no se utilizaba: en el manual de mi hijo (de Editorial Anaya, para 5 de Primaria) se recurre a un sistema de cinco reinos: Protista (bacterias) y Monera (procariotas) incluyen organismos unicelulares o coloniales, mientras que los tres restantes son pluricelulares: Fungi, (pluricelulares saprofitos), Plantae (en su mayora pluricelulares auttrofos) y Animalia (pluricelulares hetertrofos)24. Del mismo modo que se han producido

    24 Con todo, esta clasificacin ha sido modificada por nuevas propuestas a partir de la dcada de los ochenta, segn puede apreciarse en la siguiente tabla comparativa de los ms notables sistemas de clasificacin en reinos biolgicos, en la que abreviamos la que ofrece la Wikipedia (s. v. reino (biologa)):

    R. Whittaker (1969) 5 reinos

    C. R. Woese, W. E. Balch, L. J. Magrum, G. E. Fox y R. S. Wolfe (1977)6 reinos

    C. R. Woese, O. Kandler y M. L. Wheelis (1990) 3 dominios

    T. Cavalier-Smith (1998) 2 imperios y 6 reinos

    Eubacteria Bacteria Monera Archaebacteria Archaea

    Bacteria

    Protozoa Protista Protista Chromista

    Fungi Fungi Fungi Plantae Plantae Plantae Animalia Animalia

    Eukarya

    Animalia

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    estos cambios en el mundo de la biologa, es posible que en unos aos un trmino como amniocentesis desaparezca de la terminologa mdica simple-mente porque la biopsia corial, menos agresiva, que puede efectuarse antes y que es ms rpida en la obtencin resultados, acabe por desplazar a una tcnica que parece va a quedar obsoleta. d) La economa suele ser considerada caracterstica propia del lenguaje cient-fico; esta tiene que ver tanto con la concisin ligada al empleo del menor nmero de palabras posible, como con el acortamiento de las palabras mediante diversos procedimientos (siglas, smbolos ...), aunque puedan llevarnos a algn equivoco que despeja el contexto25: si leemos IPC, probablemente muchos de nosotros, en estos tiempo de crisis, pensemos al punto en el ndice de Precios al Consumo, pero a un ingeniero o a un electricista tal vez les remita a un Interruptor de Control de Potencia. e) Y todava habramos de indicar una caracterstica que no suele mencionarse, la universalidad, pues los lenguajes de especialidad tienden por un lado a conocimientos cientficos y tcnicos universales y, al tiempo, debido a la utilizacin de trminos semejantes en un buen nmero de lenguas, se crea una suerte de repertorio terminolgico interlingstico.

    5. Problemas del lenguaje cientfico Pero, aunque las caractersticas que acabamos de sealar deberan

    caracterizar al lenguaje cientfico, lo cierto es que aparecen problemas en los que no hemos de detenernos en exceso (vase al respecto Gutirrez Rodilla, 2005: 67-76).

    5.1. La sinonimia Si bien suele darse por supuesto que la terminologa cientfica debera

    encontrarse libre del enojoso problema de la sinonimia y que, en aras de facilitar su comprensin, el lxico que le es propio habra de ajustarse a relaciones biunvocas entre significante y significado, incluso en este caso nos encontramos ante numerosos casos de sinonimia: adems del ejemplo 25 Cf., sin embargo, lo que hemos indicado supra acerca de la precisin.

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    clsico y repetido de cecitis y tiflitis, trminos que designan una obstruccin del ciego26, podemos remitir a casos en los que contamos con numerosos sinnimos en uso, arcaicos o coloquiales, como adenopata. SIN.: adenomegalia, linfadenomegalia, linfadenopata, linfoadenomegalia, lin-foadenopata; coloq.: ganglio: desus.: adenoncosis, linfadenoncosis y diabetes mellitus. SIN: diabetes, diabetes sacarina: coloq.: azcar, azcar en la sangre: desus.: enfermedad de Willis, o a la largusima serie de sinnimos que se utilizan para el denominado mieloma mltiple, descrito por William MacIntyre, que, con pequeas matizaciones que ni los propios especialistas saben diferenciar, se conoce en los mbitos lingsticos del alemn, espaol, francs, ingls e italiano, adems de como sndrome de MacIntyre, como enfermedad de Bozzolo, enfermedad de Kahler, sndrome de Kahler, enfermedad de Kahler-Bozzolo, sndrome de Bence Jones, enfermedad de Huppert, sndrome de Huppert, enfermedad de Rustitskii y sndrome de von Rustitskii, denominaciones a las que se aaden otras no eponmicas: mieloma linfoctico, mieloma mltiple, mielomatosis mieloide, mielomatosis pseudoleucmica, albuminuria mieloptica, meloma plasmoc-tico, sarcoma plasmoctico, plasmocitoma, sndrome del plasmocitoma mltiple y ostetis sarcomatosa, entre otros (Gutirrez Rodilla 2005: 70-71).

    Este tipo de situaciones son muy frecuentes cuando comienza a formarse la terminologa de un mbito especializado, pues suele acudirse simultneamente a diversos mecanismos para la formacin de esos trminos: a los ya citados astronauta y cosmonauta podemos sumar sin gran esfuerzo ejemplos tomados del DRAE-2001 como dentista (Persona profe-sionalmente dedicada a cuidar la dentadura, reponer artificialmente sus faltas y curar sus enfermedades) y odontlogo (Especialista en odontologa. 2. Dentista), oculista (Especialista en las enfermedades de los ojos) y

    26 Con respecto a cecitis y teflitis, ejemplo citado por Ullmann (1965: 160) y repetido en distintos estudios espaoles de semntica, hemos de comentar que cecitis no figura en ninguno de los diccionarios recopilados en el Nuevo Tesoro Lexicogrfico de la Lengua Espaola y tiflitis apenas aparece en los repertorios de Alemany y Bolufer (1917) y Rodrguez Navas (1918) y es voz ajena, por tanto, a la tradicin acadmica.

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    oftalmlogo (Especialista en oftalmologa [Parte de la patologa que trata de las enfermedades de los ojos]), etc.27

    Lo cierto es que la mayor parte de los sinnimos que nos ofrecen los diccionarios nicamente lo son en ciertos contextos, con lo que no se podran catalogar dentro de los casos de sinonimia absoluta; as, en los mencionados dentista / odontlogo y oculista / oftalmlogo, as como en otros ejemplos como glbulo blanco / leucocito, almorranas / hemorroides, si bien el significado denotativo de cada par de trminos resulta idntico, pueden apreciarse algunas diferencias de matiz en el uso, pues los primeros integrantes de cada par resultan voces ms comunes, mientras sus sinnimos son ms propios del lenguaje tcnico. As, pues, la sinonimia absoluta, definida por tan estrictas condiciones, resultara muy infrecuente y suele considerrsela restringida apenas al campo de las terminologas ultra-especializadas: micrn / micra / micrmetro, adenopata / adenomegalia / linfadenomegalia / linfadenopata / linfoadenomegalia / linfoadenopata.

    Tngase en cuenta tambin, al afrontar este problema, que en las lenguas de gran extensin, como el castellano, son frecuentes los geosinnimos, incluso en el campo de la terminologa cientfica (el caso de computador / ordenador es evidente, as como el uso en economa de coste en Espaa, frente al de costo en Amrica). A estas razones podemos sumar otras de tipo histrico (suelen coincidir trminos tradicionales y nuevos durante el proceso de estandarizacin y puede producirse cambios que responden a la existencia de distintas escuelas; as, en el caso de nuestras disciplinas, la mnima unidad con significado lxico se ha denominado en diferentes

    27 Y, para no lanzar piedras exclusivamente sobre los tejados de otros, si ya Ullmann indicaba que la propia palabra semntica tiene un sinnimo algo engorroso en semasiologa (1965: 160), he podido leer en un reciente estado de la cuestin de Miguel Casas dos estupendas series de sinnimos: en la tradicin semntica y en sus diferentes modelos lingsticos y no lingsticos se ha distinguido entre una significacin en el plano de la lengua, el significado puramente lingstico, tambin denominado significado descriptivo, cognitivo, cognoscitivo, neutro, referencial, lgico, conceptual, ideacional, objetivo, simblico, denotativo, representativo, invariante, constante, etc., y una significacin en el plano del habla, que tambin ha recibido diversas denominaciones: significado emotivo, expresivo, afectivo, connotativo, evocativo, subjetivo, sintomtico, signaltico, asociativo, situativo, contextual, variante, ocasional, estilstico, pragmtico, textual, etc. (Casas, 2004: 13).

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    marcos tericos raz, lexema, morfema libre, monena, semema, etc.), sociolingstico (en ocasiones se introducen nuevos trminos procedentes de otras lenguas, muchas veces innecesarios, bien mediante la entrada del barbarismo, como en outlet, bien mediante un calco: opciones de compra de acciones por stock-option) o funcional (podemos jugar con varias denominaciones de acuerdo con el receptor a quien nos dirigimos y hablar de almorranas o de hemorroides).

    5.2. La homonimia Se produce cuando dos o ms conceptos diferentes son representados por

    una misma forma externa, que proviene histricamente de dos palabras diferentes. El ejemplo ms citado es el de la escatologa: por un lado tenemos la escatologia (del griego schatos, extremo, ltimo), la parte de la Teologa que se ocupa del destino final del hombre y del mundo; por otro la escatologa (del griego skor, skats, excremento), el rea de la Biologa que se ocupa de lo relacionado con los excrementos.

    5.3. La polisemia La polisemia se produce cuando un significante adquiere varios

    significados a lo largo del tiempo, en buena parte de los casos debido a la tendencia del lenguaje a la economa; lo ms frecuente es que un trmino propio de una ciencia pase a utilizarse en otra, adquiriendo un nuevo sentido y, por tanto, entrando a formar parte de la terminologa propia de otra disciplina (as, por ejemplo, cdigo se traslada del mundo jurdico al de la gentica). Gutirrez Rodilla recuerda, con humor, como el trmino calora cuando se usa en nutricin, tiene un valor mil veces mayor que cuando se usa en bioqumica. Expresado mediante una frmula: 1 calora = 1000

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    caloras, lo cual resulta bastante absurdo (2005: 71); nuevamente son las condiciones contextuales las que evitan la confusin28.

    Debemos hacer notar que, si bien desde un punto de vista lexicogrfico una palabra puede ser polismica y ocupar un nico lema en el diccionario, desde una perspectiva estrictamente terminolgica nos encontraramos ante una serie de trminos en relacin de homonimia (vase Cabr, 1993: 218-219). Es el caso de voces como operacin o nudo en los que, si acudimos al DRAE, observamos un buen nmero de acepciones que forman parte de lenguajes de especialidad, hecho sealado a veces por la presencia de marcas de especialidad, otras perceptibles al leer las definiciones.

    operacin. (Del lat. operato, -nis). 1. f. Accin y efecto de operar. 2. f. Ejecucin de algo. 3. f. Com. Negociacin o contrato sobre valores o mercaderas. Operacin de bolsa, de descuento. 4. f. Mat. Conjunto de reglas que permiten, partiendo de una o varias cantidades o expresiones, llamadas datos, obtener otras cantidades o expresiones llamadas resultados. ~ cesrea. 1. f. Med. La que se hace abriendo la matriz para extraer el feto. V. base de operaciones, diario de operaciones, sala de operaciones (DRAE-2001) nudo1. (Del lat. *nudus, por nodus). 1. m. Lazo que se estrecha y cierra de modo que con dificultad se pueda soltar por s solo, y que cuanto ms se tira de cualquiera de los dos cabos, ms se aprieta. 2. m. En los rboles y plantas, parte del tronco por la cual salen las ramas, y en estas, parte por donde arrojan los vstagos. Tiene por lo regular forma redondeada. 3. m. En algunas plantas y en sus races, parte que sobresale algo y por donde parece que estn unidas las partes de que se compone; como en las caas, bejucos, etc. 4. m. Bulto o tumor que suele producirse en los tendones por enfermedad o en los huesos por rotura, cuando estos vuelven a unirse. 5. m. En los animales, unin de unas partes con otras, especialmente de los huesos, como se ve en la cola de algunos. 6. m. Parte del cliz litrgico situada entre el pie y la copa. 7. m. Lugar en donde se unen o cruzan dos o ms sistemas de montaas. 8. m. Lugar donde se cruzan varias vas de comunicacin. 9. m. En diversos gneros literarios, enlace o trabazn de los sucesos que preceden al desenlace. 10. m. Principal dificultad o duda en algunas materias. 11. m. Unin, lazo, vnculo. El nudo del matrimonio. El nudo de las

    28 Ni el propio trmino terminologa ha logrado escapar a la polisemia y, como hemos visto ms arriba, sirve para designar tanto la teora de los trminos como al conjunto de palabras de una especialidad.

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    voluntades. 12. m. Fs. Punto de una red en que se unen varios conductores. 13. m. Inform. Punto en que se unen varias vas o canales de comunicacin. 14. m. Mar. Cada uno de los puntos de divisin de la corredera. 15. m. Mar. Trayecto de navegacin que se mide con cada una de estas divisiones. 16. m. Mar. Unidad de velocidad para barcos y aviones, equivalente a una milla nutica por hora. 17. m. p. us. ligamen ( maleficio con que se crea impedir la generacin). ~ ciego. 1. m. El difcil de desatar, o por muy apretado, o por su forma especial. ~ de tejedor. 1. m. El que se hace uniendo los dos cabos y formando con ellos dos lazos encontrados; y, apretndolos, es nudo que no se puede desatar. ~ de tripas. 1. m. clico miserere. ~ en la garganta. 1. m. Impedimento que se suele sentir en ella y estorba el tragar, hablar y algunas veces respirar. 2. m. Afliccin o congoja que impide explicarse o hablar. ~ gordiano. 1. m. El que ataba al yugo la lanza del carro de Gordio, antiguo rey de Frigia, el cual dicen que estaba hecho con tal artificio que no se poda descubrir ninguno de los dos cabos. 2. m. Cierto juego de sortijas. 3. m. nudo muy enredado o imposible de desatar. 4. m. Dificultad insoluble. ~ marinero. 1. m. El muy seguro y fcil de deshacer a voluntad. atravesrsele, o ponrsele, a alguien un ~ en la garganta. 1. locs. verbs. No poder hablar por susto, pena o vergenza. dar, o echar, otro ~ a la bolsa. 1. locs. verbs. Resistirse mucho a soltar dinero (DRAE-2001).

    6. Lxico de especialidad y diccionario general Uno de los principales problemas que afectan al lxico de especialidad es

    su inclusin en los diccionarios generales de la lengua, puesto que no est claro que se pueda establecer una frontera entre el lxico general (compuesto por palabras) y el especializado (compuesto por trminos); y ello sucede debido a la transformacin continua de palabras en trminos y de trminos en palabras.

    Si ha venido siendo habitual el cambio de palabras de la lengua general a los distintos lenguajes especializados (terminologizacin), como ha sucedido recientemente en informtica gracias al peso del ingls (ventana, ratn, programa), o el trasvase desde una lengua de especialidad a otra, con un cambio de significado (as el de virus desde la microbiologa a la informtica), la extensin de la enseanza y la reciente irrupcin de los medios de comunicacin de masas ha favorecido la divulgacin de las

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    materias especializadas y la difusin de sus terminologas (vase Cabr, 1993: 167-168; Verdelho, 1994: 344).

    En efecto, y especialmente en las ltimas dcadas, los medios informativos suelen reservar espacio a las noticias de inters cientfico, por lo que un hablante conoce un buen nmero de trminos como clonacin, genoma o gentica, por ejemplo; hace apenas unas semanas, y sin buscar material para este artculo, encontr en una revista un breve artculo acerca del hallazgo del cadver perfectamente conservado de un pequeo mamut; entre las palabras utilizadas en aquellas decenas de lneas figuraban escner, estudio tomogrfico, permafrost, istopos, lactobacilos y cido lctico, entre otras. Un diccionario de lengua debera recoger esos tecnicismos que, aparentemente, han pasado a formar parte del uso cotidiano. Y si com-probamos en DRAE, nos encontramos con que casi todos figuran:

    escner. (Del ingl. scanner, el que explora o registra). 1. m. Electr. Dispositivo que explora un espacio o imagen, y los traduce en seales elctricas para su procesamiento. 2. m. Med. Aparato que, por medio de diversos mtodos de exploracin, como los rayos X, el ultrasonido o la resonancia magntica, produce una representacin visual de secciones del cuerpo (DRAE-2001). isotopo o istopo. (De iso- y el gr. , lugar).1. m. Fs. y Qum. Cada uno de los elementos qumicos que poseen el mismo nmero de protones y distinto nmero de neutrones. Todos los isotopos de un elemento ocupan el mismo lugar en la tabla peridica y poseen las mismas propiedades qumicas (DRAE-2001). Podemos saber lo que es un estudio tomogrfico gracias a la entrada

    tomografa: tomografa. (Del gr. , corte, seccin, y -grafa). 1. f. Tcnica de registro grfico de imgenes corporales, correspondiente a un plano predeterminado. De acuerdo con los mecanismos utilizados y los procedimientos tcnicos seguidos, existen tomografas de rayos X, axial computadorizada, de ultrasonido, de emisin de positrones y de resonancia magntica (DRAE-2001). Y en el lema cido, encontramos el cido lctico y los bacilos lcticos

    (aunque no los lactobacilos):

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    cido lctico. 1. m. Qum. Lquido incoloro, viscoso, que se obtiene por fermentacin de azcares, especialmente de los de la leche, por accin de los bacilos lcticos (DRAE-2001). Falta, con todo, en el DRAE la palabra permafrost, aunque el trmino se

    usa y figura perdnenme que acuda a esta autoridad en los libros de texto de 4 de ESO, como el de mi hija. Sin embargo, la consulta de la wikipedia nos aclara el sentido del trmino e incluso ofrece valiosa informacin de tipo histrico29. De todos modos, tampoco figura en el DRAE ninguno de los trminos que el artculo de la wikipedia considera equivalentes castellanos (permagel, pergelisuelo, pergelisol).

    En la tradicin acadmica espaola, como es bien sabido, Autoridades haba determinado incluir solo aquellas voces que han parecido ms comunes y precisas al uso, dejando a un lado el vocabulario especializado30, actitud que, naturalmente, ha ido cambiando con el tiempo. Hoy en da parece existir una comn opinin entre los lexicgrafos de que el vocabulario cientfico general ha de figurar en el diccionario general de la lengua, mientras que el lxico ultraespecializado quedara reservado a los repertorios especficos dedicados a cada una de las reas cientfico-tcnicas; como indica sobre las voces tcnicas la ltima edicin del DRAE:

    El Diccionario da cabida a aquellas voces y acepciones procedentes de los distintos campos del saber y de las actividades profesionales cuyo empleo actual

    29 En geologa, se denomina permafrost, permagel o permacongelamiento a la capa de hielo permanentemente congelado en los niveles superficiales del suelo de las regiones muy fras o periglaciares como es la tundra. Puede encontrarse en reas circumpolares de Canad, Alaska, Rusia y norte de Europa entre otras []. El permafrost se puede dividir en pergelisol, la capa helada ms profunda, y mollisol, capa ms superficial que suele descongelarse. La etimologa de permafrost viene del ingls (perma- de permanent = permanente y frost = helado) la palabra fue acuada en 1943 por S. W. Muller. Aunque esta palabra se utiliza literalmente en espaol, existen equivalentes para remplazarla como permagel, pergelisuelo, pergelisol o suelo permanentemente congelado o helado. La etimologa de pergelisol o pergelisuelo viene de per- del lat. permanens permanente, y de gel- del lat. gelare congelar con una -i- de unin y de sol- del lat. solum suelo, propuesta por el estadounidense K. Bryan en 1946 (Wikipedia, s. v. permafrost). 30 No hemos de entrar ahora en lo que esto ha significado dentro de la lexicografa acadmica y en el papel complementario de la labor de Terreros.

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    [] ha desbordado su mbito de origen y se ha extendido al uso, frecuente u ocasional, de la lengua comn y culta (DRAE-2001: xxxiv). Sin embargo, esta excelente solucin sobre el papel choca con que el

    conocimiento del lxico cientfico que poseemos los hablantes de una misma lengua es muy desigual y depende de toda una serie de factores: los avances de la disciplina, su difusin a travs los medios de comunicacin e incluso el nivel cultural y las circunstancias vitales del individuo (trminos como amniocentesis o hipertiroidismo resultaron ser desconocidos por un grupo de estudiantes de posgrado, cuando son bien conocidos en mi entorno, debido a circunstancias biogrficas en las que no he de detenerme).

    Gutirrez Rodilla (2004: 29) ha propuesto distinguir entre: a) trminos que son palabras absolutamente integradas, familiares para la mayor parte de los hablantes de una lengua: gafas, estmago, suma, multiplicacin, sal, alcohol, corazn, cido, ansiedad, fiebre; 31 b) lxico ultraespecializado, conocido exclusivamente por los profesionales del rea: idiotipo, opsonizacin, coisogenia, gesnericeo, coledoquitis, neurotmesis, auxologa, positrn; c) varios niveles donde se encuentran los que pueden ser conocidos por ms o menos hablantes no especialistas, dependiendo de su nivel cultural y de sus circunstancias personales: feldespato, leucocito, clorofila, derivada, hipotenusa, glucosa, ozono, fimosis32 No es esta una clasificacin fcil de establecer, especialmente porque

    nuestro sistema lxico carece de estatismo y los trminos cientficos gozan, como ya hemos visto, de una gran movilidad, tanto en sentido horizontal es decir, pasan de unas reas de conocimiento a otras, con el mismo o con

    31 En otro lugar lo denomina lxico especializado banalizado (Gutirrez Rodilla 1998: 106). 32 Anteriormente, Gutirrez Rodilla propona la divisin de este ltimo apartado en dos: a) lxico especializado de tronco comn: es el que manejan los hablantes como usuarios, pero no como productores. Por ejemplo. a mi madre la tratan con diurticos, en la tele estn hablando de la capa de ozono; y b) lxico especializado fundamental o bsico, como el que aprenden los estudiantes de bachillerato de una materia. Tal sera el caso de feldespato, hemate, leucocito, nematelminto, cordados, clorofila, derivada, coseno, eje de coordenadas (1998: 106).

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    distinto significado, como en sentido vertical hasta los ms super-especializados pueden llegar a convertirse en palabras utilizadas a diario por todos los hablantes (Gutirrez Rodilla 2004: 29).

    Parece lgico aceptar que los trminos ultraespecializados no tienen cabida en los diccionarios de lengua, y en que s deben figurar en ellos, en cambio, aquellos que son conocidos por la mayora de los hablantes; sin embargo, el problema radica en cmo realizar la seleccin de voces de esas capas intermedias.

    Existen varias alternativas, pero lo que debe haber, fundamentalmente, es coherencia a la hora de realizar la eleccin: actuar guiados por los mismos parmetros al ocuparnos de las diferentes reas cientficas. No hay duda de que en la actualidad hay unas determinadas zonas de la ciencia que despiertan ms nuestro inters y que, por consiguiente, aportan un mayor nmero de elementos al lxico comn (pensemos en la medicina, la informtica, la economa, o la ecologa, por ejemplo), pero incluso en estos casos debemos evitar una acumulacin caprichosa o arbitraria de trminos. Puede sorprendernos, por ejemplo, que una palabra como ludoteca ya figure en el DRAE33, cuando el CREA apenas nos proporciona tres ejemplos en la prensa de los noventa, mientras que el citado permafrost no ha sido recogido (con diecisiete testimonios en siete textos diferentes) o amniocentesis, con ms de ochenta apariciones en el CREA, vaya a incluirse finalmente en la prxima edicin acadmica34.

    Quiz la solucin ms razonable sea optar por recoger todos aquellos, procedentes de las diversas esferas, que se utilicen en una serie de publicaciones y programas divulgativos, as como en los manuales de enseanza secundaria de las distintas disciplinas35.

    Pero, como seala Gutirrez Rodilla, No se acaban ah, sin embargo, las dificultades, pues una vez decidido qu trminos deben figurar, hay que decidir cmo definirlos en un diccionario dirigido al gran pblico, que no

    33 ludoteca. (Del fr. ludothque, y este del lat. ludus, juego, y -thque, -teca). 1. f. Centro de recreo donde se guardan juegos y juguetes para su uso y prstamo. 34 amniocentesis. 1. f. Med. Procedimiento de obtencin de muestras de lquido amnitico mediante puncin abdominal de la pared del tero. 35 Esta podra ser un criterio complementario de los de frecuencia y dispersin, usuales en la elaboracin de corpus lingsticos.

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    queda satisfecho cuando se le ofrecen definiciones propias de especialistas que l no comprende36. Si examinamos la primera de las acepciones de escner que figura en el DRAE-2001 es posible que salgamos de su lectura como entramos en ella (vase supra). No debe extraarnos que entre las enmiendas propuestas para la nueva edicin del diccionario acadmico figure la adicin de un ejemplo que facilita nuestra comprensin:

    escner. (Del ingl. scanner, el que explora o registra). 1. m. Med. Aparato que, por medio de ultrasonidos, resonancia magntica, radiaciones ionizantes o rayos X, produce una imagen de rganos o partes internas del cuerpo. 2. m. Med. Prueba o exploracin realizada con un escner ( aparato que produce una imagen interna del cuerpo). 3. m. Electr. Dispositivo que explora un espacio o imagen, y los traduce en seales elctricas para su procesamiento. He comprado un escner para mi ordenador. Puede resultar til, para penetrar en este difcil tema, acudir a la expe-

    riencia de quienes se enfrentaron recientemente con esta cuestin y remitir a un til artculo de Natalia Catal (2003), en el que se pasa revista a la problemtica que plante la definicin de los trminos cientficos y tcnicos en el Diccionario Salamanca. En todo caso, no parece descabellado pensar a priori en la conveniencia de la colaboracin entre lexicgrafos y especia-listas en las diferentes disciplinas cientficas, con la finalidad de alcanzar un mayor xito en la labor lexicogrfica.

    36 De ah se desprende que la sociedad necesite buenos materiales de divulgacin cientfica, entre los que deben encontrarse los diccionarios especializados divulgativos que, adems de permitir a los diccionarios generales y a los de lengua liberarse de una buena parte de la terminologa cientfica, presenten la informacin relacionada con ese vocabulario de una manera adecuada para las personas que no son especialistas en cada una de las materias. Es decir, diccionarios que sepan encontrar el equilibrio entre la precisin cientfica y la accesibilidad general (Gutirrez Rodilla, 2004: 29).

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