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Jonàs Gnana

EL LENGUAJE DE LAS FIGURAS

EN LAS CONSTELACIONES EN CONSULTA

Las figuras permiten técnicamente optimizar los recursos terapéuticos de una sesión de terapia (indistintamente

del enfoque aplicado) o de asesoramiento a profesionales y proyectos, pero no se pueden utilizar para cualquier

dificultad relacional ni en cualquier ocasión. Es necesario aplicar un criterio honesto y metodológico, de cuándo

y para qué vamos a usar esta herramienta, que en el momento preciso es de una ayuda incalculable, pero que

en otros momentos del proceso terapéutico o evolutivo del paciente, pueden dar a confusión, ofrecer imágenes

abstractas o experiencias de mucha intensidad emocional que impidan la integración de un movimiento

sanador.

El problema de las Constelaciones Familiares (CF), es que cuando se realiza una, casi siempre aparecen

dificultades, por lo que surgen implicaciones sistémicas que revelan algún tema pendiente, algún problema,

alguna actitud no favorable. Porque siempre hay algo en el inconsciente colectivo o individual, que impide o

dificulta una realización total, pero esto no implica bajo ningún concepto, que no haya un movimiento de

crecimiento o un sentido evolutivo, tras cada configuración de una relación o proyecto. Como seres humanos

insertados en sistemas familiares, siempre van a existir dificultades, problemas, conflictos y desórdenes que nos

empujen a crecer, que impliquen la necesidad de buscar un mayor equilibrio y sensación de plenitud y

realización. Sólo el paraíso es perfecto, y es por ello que ahí no hay crecimiento ni búsqueda.

Si hacemos una Constelación cada mes, cada mes veremos algo que atender y mejorar. Si estamos pendientes o

preocupados constantemente de cuáles son todos los pasos siguientes hacia un futuro más amplio y creativo, no

se dará un futuro más amplio y creativo. El misterio del Inconsciente sólo nos permite revelar el siguiente paso, y

sólo con ese es suficiente para poner en marcha la salud y el bienestar. Hemos de evitar la tentación de usar el

trabajo terapéutico y evolutivo como una muleta o alivio para nuestra ansiedad a la incertidumbre, como quien

quiere mirar en una bola de cristal, o en una tirada del tarot permanente.

La sugerencia general, es que después de una consulta o un taller de Constelaciones Familiares, uno deje pasar

al menos 3 meses para su integración, y que el cliente asuma la responsabilidad de lo que implicó el movimiento

sistémico. Porque la Constelación Familiar por sí misma no hace nada. Lo hace la conciencia del cliente, la

Formación de Constelaciones Familiares en consulta Individual 2

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relación con quienes protagonizaron la experiencia de sanación, lo hace su honestidad para mirar, su humildad

para aceptar lo visto y usarlo para transformar su vida.

Por supuesto, la CF generalmente facilita la integración, el acompañamiento terapéutico después (y antes) de la

CF. Pero dificulta la integración el pretender comprender todo lo que pasó allí, o intentar entender porqué pasó

lo que pasó. Uno fuerza la comprensión por miedo a permitir el sentimiento profundo. Al sentir, al permitir y

atender los sentimientos ocultos o negados, se da la comprensión. Antes es sólo racionalización.

1. ANAMNESIS, PRIMERA ENTREVISTA Y PREGUNTAS.

Mi consejo es que primero se realice al menos una sesión previa a la Constelación en consulta individual. De

este modo se permite una mayor integración del trabajo sistémico ofrecido a través de esta herramienta. En la

primera sesión de debe hacer una buena anamnesis (la información y los datos subjetivos: antecedentes

familiares y personales, signos y síntomas del problema de salud, experiencias, recuerdos, proporcionada

en la entrevista por el propio paciente al profesional), y abordar cuestiones que impiden reconocer las

primeras capas de resistencia del paciente.

Si estas primeras resistencias no se han podido poner al descubierto (con respeto y cuidado), en un grado

mínimo para poder elaborar aspectos de la relación familiar, de la infancia, de los proyectos profesionales,

cuando aparezcan los nudos familiares, las heridas de la infancia, el cliente se verá desbordado, o sus

mecanismos de defensa no permitirán una experiencia reconciliadora de la CF. Algunas veces una CF puede

evocar sentimientos reprimidos, revelar dinámicas familiares dolorosas, experiencias olvidadas por el cliente o

negadas por la familia, y si no se ha realizado un buen acompañamiento, es probable que pueda llegar a tener

demasiada intensidad emocional, como para que el paciente pueda abrirse naturalmente, a una percepción

integradora.

Es imprescindible generar ante todo una una buena Alianza Terapéutica, a partir de la cual el paciente se sienta

confiado y seguro. Una Alianza Terapéutica es la base relacional sobre la que se construye la terapia, porque

crea el vínculo que muchas veces faltó o que dañó el corazón y la autoestima del paciente. Crear un espacio

seguro, donde sólo la presencia del terapeuta o del Constelador sean suficientes para que se reparen ciertos

aspectos emocionales. Crear un espacio seguro para que el paciente sienta que puede mostrarse vulnerable,

pueda expresar su herida sin que ninguna interpretaciones de sus propias acciones y reacciones lo culpabilizan.


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Sea lo que sea lo que haya hecho o dicho. La Alianza Terapéutica Es el Lugar Seguro. El mundo y muchas veces la

propia familia, ya son lugares hostiles donde uno no puede encontrar descanso ni un espacio de sanación y

recuperación.

En los talleres, sin embargo, si se ha hecho un buen trabajo al principio de la sesión, donde se han generado

algunas dinámicas grupales, algunos ejercicios sistémicos, las personas se van abriendo al campo energético y

emocional propio. Además el apoyo empático del grupo, y la fuerza del círculo suelen ayudar y facilitar la

integración de cada CF que se da en el taller. Disponemos de menos tiempo para crear una alianza terapéutica

suficiente, y además es un trabajo grupal. No debemos olvidar sin embargo, la importancia de este factor que

construye los cimientos de la terapia. En un taller grupal, sustituimos la Alianza Terapéutica del binomio

paciente-terapeuta por las relaciones intragrupales, las dinámicas en parejas o en pequeños grupos, las

preguntas y respuestas que debemos permitir, para generar espacios de diálogo y relación directa con el

profesional.

Lo que compensa y equilibra el sostén del grupo, y la experiencia de empatía sistémica del taller, es la alianza

terapéutica. Sobre este tema no me extenderé mucho en esta formación, sin embargo, es necesario que cada

profesional, profundice lo suficiente para que la confianza y la honestidad terapéutica construyan un vínculo

suficientemente fuerte, como para que el acompañamiento terapéutico tenga suficiente profundidad y alcance.

Con las figuras o muñecos se trabaja en dos contextos diferentes y complementarios. Pueden ser el principal

recurso a utilizar a la hora de realizar una sesión individual de Constelaciones Familiares. Aunque hay otras

técnicas para ello, como los anclajes o las visualizaciones, la técnica de utilizar las figuras (de madera, papel..) o

muñecos (playmobils o similares) como representantes del sistema que el cliente necesita constelar es, si a priori

no hay circunstancias que hagan decidir otra cosa, la primera de las opciones que podemos escoger, por su

facilidad.

Las figuras son un recurso terapéutico habitual para facilitar diferentes procesos en el contexto terapéutico. Las

figuras que representan distintos miembros de la familia (abuelos, padres, hijos) se utilizan frecuentemente

como instrumento proyectivo para evaluar conflictos interpersonales pendientes. Distintos objetos y elementos

(dibujos, cojines, objetos, figuras, hojas de papel escritas... ) permiten tanto la exteriorización de aspectos

inconscientes como la escenificación de sucesos emocionales que necesitan ser procesados y asimilados.

También las figuras pueden facilitar la tarea de reformular problemas, preocupaciones o aspectos cotidianos


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estresantes. De la misma manera, a través de los muñecos, se puede facilitar la rememoración de sueños y el

trabajo con ellos así como el ensayo conductual o rol-playing. Aunque hay que diferenciarlo claramente del

trabajo relacional y sistémico de las CF.

ANAMNESIS

Este es el modelo genérico que uso para la anamnesis de terapia familiar. Sin dejarse nada importante que

pueda estar relacionado con la demanda, no es necesario que siempre estén todas las cuestiones respondidas.

Es un buen ejercicio que respondan el cuestionario por escrito, y después se puedan tratar aquellos temas más

relevantes.

1. Genograma de la familia (los dos miembros de la pareja) y de la pareja

- Cómo son tus padres, tus hermanos

- Con quién te identificas?

- ¿Cómo es la relación de pareja de los padres

- ¿Cómo es la relación entre tus hermanos y tus padres

2. Infancia de cada uno de los dos miembros de la pareja:

- ¿Cómo fue tu infancia?

- Embarazo. Nacimiento

- Primeros años

- Primeros aprendizajes (caminar, esfínteres)

3. Primeras relaciones (amigos, hermanos)

- ¿Cuál es el recuerdo más antiguo

- ¿Qué les ha dicho de cómo eran de bebés

- Escolaridad (que hacía, como le iba)

4. Contexto laboral de los padres

5. Clima familiar

- ¿Qué te gustaba de tus padres? ¿Qué no te gustaba?

- Etapa adolescencia


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6. Otras personas importantes

7. Amigos

8. Estudios, profesión, aficiones

9. Salud y salud mental de todos los miembros de la familia (cargas, dependencia)

10. Historia de pareja

- ¿Cómo os conocisteis?

- ¿Qué te gustó del otro?

- Enamoramiento (cuánto duró)

- ¿Cuándo decidieron ir a vivir juntos? ¿Casarse?

- Primeros hijos, embarazos, abortos (como fue, como tomaron la decisión)

- Relación de cada miembro de la pareja con la familia política

- Relaciones sexuales

11. ¿Qué esperan del espacio?

Como han venido, como han llegado.

12. Tienen una hipótesis de lo que les está pasando?

- ¿Cuando comenzaron las dificultades?

- ¿Qué otras cosas preocupan o angustian?

13. Intentos de solución

Otras consultas / tratamientos

14. Hijos de la pareja

(si los niños son pequeños, no hay que verlos solos. Depende mucho de cada caso de citar a los niños aparte)

La misma anamnesis, pero dedicada a los hijos de la pareja.

15. Dirigido a los hijos de la pareja


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- ¿Cómo están, porque están aquí? ...

- Como ves papa, a mama, qué crees que te preocupa. Relaciones con ellos. Relaciones con los hermanos.

- Relaciones con amigos

- Relaciones con la escuela

- Estudios, hobbies, intereses

- En adolescentes, es importante resaltar la confidencialidad, la privacidad del espacio, preguntar en qué

creen que les puede ayudar.

2. PRESENTACIÓN, PREVIOS Y CONDICIONES.

En una sesión en consulta de Constelaciones Familiares es adecuado tener en consideración, si la persona que

acude ha participado previamente en un taller grupal o no. Las razones por las que un cliente acude a una sesión

individual son muy diversas. Algunas personas sienten que por su forma de ser o por el problema a plantear se

sentirían coartadas ante otros participantes. También puede que el cliente tenga dificultades personales para

hablar o participar en un grupo. Algunas personas han asistido varias veces a un taller de CF, y conocen bien las

frases y las dinámicas, y en consulta individual actúan como en un role playing, justamente por sus

conocimientos previos y el uso de ideas que quieren aplicar, como si de este modo pudieran resolver más rápido

sus asuntos. Es necesario, igual que en un taller, estar ojo avizor a estas actitudes y prejuicios, y detenerlos con

claridad y con cuidado.

En el caso que la persona haya asistido previamente a un taller grupal se le explica que es un trabajo similar pero

que en vez de personas los muñecos actuarán como representantes. En general con esta explicación es

suficiente. En el caso contrario, se puede introducir la propuesta comentando que a través de una escenificación

con los muñecos es más fácil ver aspectos ocultos, o que no se han considerado previamente y que pueden estar

afectando a la cuestión o problema que plantea de alguna manera. La mayoría de las personas no pone reparos

a la hora de utilizar los muñecos, es más, muchas veces la tarea de elegir, colocar y observarlos les resulta una

actividad inspiradora y con la que se implican fácilmente.

Los procesos terapéuticos con CF suelen tener una frecuencia quincenal, y una duración que puede ir de 1

sesión (después de la entrevista) a 3/5 sesiones. Este tipo de trabajo terapéutico suele iniciarse con una

intervención en crisis, tras la que generalmente se plantea la necesidad de reformular la percepción de una


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relación o proyecto, de explorar narrativas alternativas (cambio del guión de vida) y de construir un proyecto de

vida significativo.

Usamos las metáforas para explicar la esencia del trabajo de CF con figuras. Al disponer de una imagen

configurada con figuras, el cliente, las figuras y el constelador deben dialogar a través de un continuo proceso de

evocación y resonancia donde cada observación, cada verbalización y cada movimiento afecta y repercute a 3

bandas. Cuando una persona configura una imagen con los muñecos o las figuras, comienza un diálogo continuo

entre estos tres interlocutores.

Primero es adecuado preguntar al cliente qué evoca la imagen para él, al tiempo dejar sentir lo que la imagen

transmite al constelador. Generalmente la imagen trae a la memoria y a la conciencia del cliente unos aspectos o

elementos y a la mía otros distintos. Es frecuente que haya algunos en común: significados encontrados a partir

de un lenguaje verbal y corporal compartido (dos muñecos que se miran entre sí pueden sugerirnos a ambos

que los personajes sienten atracción); elementos de una misma cultura y un determinado contexto

sociohistórico; símbolos y arquetipos del inconsciente colectivo (si la imagen, para ambos, hace alusión al mito

de Atenea como hija del padre o al arquetipo de la amazona como mujer que no se ata a un hombre); incluso

sucesos o vivencias semejantes que nos permiten encontrar un reflejo en el otro (por ejemplo si ambos

compartimos la experiencia de ser el mayor de varios hermanos).

Cuando escuchamos lo que el cliente siente ante la imagen, se produce un efecto en el constelador y en lo que la

imagen evoca. De la misma manera, cuando el constelador explícita algo que observa en la configuración, las

palabras tienen una resonancia en el cliente y en su imagen interna.

Por último, ante cualquier intervención por mínima que sea (por ejemplo cuando se hace algún cambio en la

configuración, o se le pide al cliente que introduzca un personaje que antes no estaba, o se le indica que repita

una frase sanadora), se producen cambios en los elementos implicados y, a veces, en la imagen global.

Generalmente estos cambios son percibidos tanto por el cliente como por el constelador y tienen una

resonancia en las figuras, de manera que lo evocado por la nueva imagen difiere de lo evocado por la anterior. A

veces, este efecto tiene una repercusión tan intensa que incluso personas que nunca habían trabajado antes con

esta técnica, refieren espontáneamente dicho cambio: “parece que mi representante está más fuerte”, “siento

que mi padre me sonríe”, “es como si los muñecos se hubieran relajado al oírlo”.


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Este proceso de evocación y resonancia se da de manera simultánea en los tres interlocutores: cliente, figuras y

constelador. Por lo que lo más importante, y lo más difícil, de esta técnica es estar en contacto continuo con

todas las imágenes, sensaciones, intuiciones y significados que aparecen creándose, cambiando, expandiéndose

y volviéndose a transformar en un proceso abierto, dinámico y continuo a muchos niveles. Es imprescindible

recogerlo en varios momentos del trabajo de forma que comprobemos que el cliente, las figuras y nosotros

como terapeutas nos encontremos con imágenes y estados vivenciales cercanos o con aspectos compartidos.

Por muy claro que veamos que los muñecos están “pidiendo” un cambio en su disposición, si el cliente no lo

percibe debemos esperar hasta que la imagen, nuestras observaciones o las sugerencias que le hagamos tengan

eco en él. De esta manera podrá sentir el movimiento o cambio como algo natural y necesario, ya que en su

propio proceso de evocación y resonancia ha llegado a percibir lo que la situación previa estaba indicando, y que

requerían los personajes implicados para sentirse mejor. Así el cambio, sin estar impuesto unilateralmente,

adquiere sentido para el cliente en el marco de su propia imagen de solución. Como en cualquier proceso

terapéutico debemos respetar el ritmo del paciente, sin imponer ideas ni movimientos.

Al estar en contacto con el campo sistémico que se crea entre el cliente y nosotros, se da la confianza en la

propia inteligencia en el proceso terapéutico. Al no forzar nada, sabiendo esperar el momento oportuno, cada

cosa madura a su tiempo, llegando el movimiento y la comprensión con su máxima fuerza exponencial.


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2. 1 Las 3 dimensiones de movimiento y la dimensión del observador.

Las figuras en el espacio de trabajo sistémico permiten reflejar de manera visual y sincrónica, en un momento

dado, cada Orden del Amor descubiertos por Hellinger. Cuando un miembro del sistema del cliente se encuentra

representado por una figura en la primera imagen que configure, puede darnos pistas sobre si este miembro

está excluido o no. Además, las tres primeras dimensiones espaciales (longitud, anchura y profundidad) tienen

una correlación con las metáforas visuales del segundo orden: la jerarquía. La altura de los muñecos representa

la edad: las figuras más altas suelen ser escogidas para representar adultos y las más bajas para representar

niños. Esta diferencia de tamaño, de alguna manera también evoca el estatus de padre y el de hijo no

emancipado.

Respecto a la profundidad, y considerando la situación del cliente como referencia, generalmente las

generaciones previas se colocan detrás, más lejos del cliente, que las generaciones actuales, más cerca del

cliente en la mesa o espacio de trabajo. Así, entre distintos muñecos de igual tamaño, puede diferenciarse quién

es padre de quién cuando una figura se encuentra detrás de otra. En caso contrario, si el muñeco que representa

al padre es un niño y el que representa al hijo es un adulto o bien, si ambos están representados por figuras

adultas, pero el hijo se sitúa detrás del padre, podemos suponer que existe un desorden en cuanto a los órdenes

de jerarquía y de intercambio o compensación. La figura adulta o que se sitúa detrás suele evocar la idea de un

personaje que da, mientras que la figura más pequeña o que se encuentra situada delante puede remitirnos a la

imagen de alguien que recibe o toma más.

Respecto a la “anchura”, y también tomando como referente la situación del cliente que observa su sistema

configurado, podemos imaginar una serie de líneas paralelas que cruzan el espacio de trabajo desde el lado

izquierdo hasta el derecho. Así, las figuras que se encuentran en una misma línea generacional pueden estar

“ordenadas jerárquicamente” si las que representan a los miembros que llegaron antes al sistema se encuentran

a la izquierda (visto desde el cliente) y las que llegaron después se van colocando hacia la derecha.

Es decir, si consideramos la mesa o superficie donde colocamos los muñecos como un libro, el cliente sería el

lector y necesitaría mirar de izquierda a derecha para que la secuencia de signos tuviera sentido. Por el

contrario, si tomamos como referencia la situación del muñeco o representante, el que llega antes debería tener

a su izquierda, al “lado de su corazón”, a los que llegan después.


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Al mismo tiempo, tanto el constelador como el cliente se encuentran observando la configuración desde fuera

del espacio representado por la mesa de trabajo. Nuestra mirada desde el exterior implica una cuarta

dimensión, donde debemos tener en cuenta varios aspectos fundamentales. Si bien se considera que una

Constelación es una representación atemporal de una dinámica sistémica subyacente, el cliente se encuentra

viviendo un momento muy determinado de su vida y de su proceso, por lo que previsiblemente dicha

configuración será distinta si se realiza en otro momento. Y por supuesto, para la persona que constela, el hecho

de ser testigo de su propia Constelación (de su inconsciente sistémico o colectivo) modifica su percepción, su

conciencia y su inconsciente personal. Además el sistema familiar es fundamentalmente dinámico: los miembros

nacen, mueren, se transforman individualmente, y cambian la manera en que se relacionan entre ellos, en la que

se relacionan con la conciencia y el alma de su sistema.

Cambian nuestras necesidades, nuestros deseos, nuestras prioridades y creamos o participamos en otros

sistemas además del de la familia de origen. Cambia nuestra forma de relacionarnos con los miembros de

nuestro sistema de origen y con la conciencia y el alma familiar, pero también cambia la forma en que nos

relacionamos con nuestra propia conciencia y nuestra propia alma. No en vano comenta Hellinger la necesidad

de perder la inocencia y asumir nuestra propia culpa para poder crecer y ser adultos. Todo esto debemos tenerlo

en cuenta a la hora de buscar una imagen de solución con el cliente: ¿En qué momento se encuentra? ¿Coincide

su realidad cotidiana con sus necesidades? ¿Distingue deseos de necesidades? ¿Cuál es su proyecto de vida? ¿Ha

asentido a su sistema, acepta su familia de origen? ¿Cómo niega su destino? ¿Cómo se relaciona con su culpa?

¿Y con su alma? ¿Cuál es el paso que más le cuesta dar en este momento? ¿Coincide con el que necesita dar?

¿Cómo se expresan sus dificultades emocionales y sistémicas en su vida?

Por otra parte, nuestra situación vital como terapeutas y como personas también está afectando desde una

cuarta dimensión. No podemos ser neutrales ni siquiera apoyándonos en los Órdenes del Amor y de la Ayuda.

Nuestra conciencia afecta el proceso terapéutico de diferentes maneras, sin embargo, eso no se contradice

con el hecho de que seamos imparciales, lo que significa no tener expectativas sobre el resultado del proceso

terapéutico, ni sobre la vida del cliente. Ser imparciales significa también, que aceptamos nuestra capacidad,

nuestras virtudes y defectos de carácter, y justamente por eso, los ponemos al servicio del sistema familiar y de

la vida de nuestro paciente.


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En una ocasión en un taller de Constelaciones, la brutal honestidad y el clamor del sufrimiento de una chica que

había perdido a su madre recientemente, conectó con mi propio dolor por la muerte de mi madre en la

adolescencia. Recuerdo cómo me quité las gafas, las dejé en el suelo, y mientras las lágrimas caían

abundantemente por mi cara, me quedé sentado en la silla mientras miraba a la chica gritando a su madre,

reclamándole el hecho de haberla dejado abandonada. Fue una sanación para los dos, y aunque la intensidad de

ese momento tan dramático fue inmensa, no impidió que pudiera acompañarla en su duelo y en el gesto

profundo de soltar a su madre, y dejar de desear morir en vez de ella. Permitir entrar en esos espacios de

vulnerabilidad, y de cierta catarsis emocional, por supuesto sin provocarlos pero tampoco resistirlos, facilita una

transformación en nosotros como personas y como profesionales, gracias a la vulnerabilidad y a la autenticidad

con las que nos mostramos y nos vinculamos a las personas con las que trabajamos.

No podemos olvidar nunca, que el sistema es más grande que el cliente y su intencionalidad (sea buena o mala)

y, por supuesto, que el terapeuta y su habilidad (sea mucha o escasa). En muchas ocasiones podrás sentir que la

herramienta no es tanto las Constelaciones o las técnicas con las figuras como la conciencia o el sentir del cliente

o de ti mism@. El alma del sistema nos está utilizando para honrar a un excluido, dar paz a un muerto o señalar

la necesidad de que tanto dolor no sea en vano. Pero esto sucede cuando tenemos la humildad suficiente como

para ponernos al servicio de la vida y la honestidad para entender que todas nuestras ideas sobre lo que es

adecuado o correcto no tienen utilidad o suficiente alcance para ayudar realmente. No podemos saber más que

la Vida.

2.2 Diferentes contextos adicionales para utilizar las figuras

Para constelar en sesión individual y como recurso durante el proceso terapéutico, los muñecos constituyen una

herramienta especialmente versátil dentro de otros contextos de asesoramiento sistémico. La versatilidad de los

muñecos en este sentido tiene que ver con lo práctico que resulta disponer de ellos: son muchos, fáciles de

transportar y siempre dispuestos a trabajar. Así la posibilidad de contar con representantes para configurar un

sistema o un asunto se amplía significativamente. Permiten repetir un mismo escenario en diferentes momentos

o sesiones de manera que distintas personas puedan ver la imagen creada por otros (los padres pueden ver la

del hijo, un supervisor la realizada por un cliente del terapeuta supervisado...)

También posibilitan tener a mano representantes cuando se acude a una sesión fuera de la consulta. Por

ejemplo, puedes llevarlos al aula o a la sala de profesores. Finalmente, señalar que el trabajo con figuras


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permiten ampliar la imagen o duplicarla según conveniencia. Puedes contar con suficientes figuras en un set

para comparar visual y simultáneamente dos situaciones (familia de origen y familia actual, relación con los

hermanos y relación con los compañeros del trabajo, dos grupos de alumnos...) o para representar un sistema

muy amplio. Generalmente se pueden usar figuras minimalistas de madera, con formas geométricas (cilindros

para la mujer y aspectos femeninos, y rectangulares para hombres y aspectos masculinos), con diversos tamaños

para destacar la edad, la importancia o la jerarquía. Hay quien usa playmobils por la diversidad de los muñecos,

sin embargo, mi preferencia es que las figuras sean más neutras, para permitir que la relación simbólica con las

figuras esté menos condicionada. Por otra parte, prefiero materiales más nobles, que puedan expresar más la

calidad vital del trabajo terapéutico. Pero esto son preferencias, cada profesional debe buscar el modo en que se

sienta más claro y fuerte elaborando cada Constelación.

2.3 Las 3 primeras sesiones familiares

En ocasiones un padre, una madre o ambos acuden a consulta para plantear una dificultad concreta de su hijo:

no comer, tener miedo, presentar dificultades para relacionarse con compañeros de su edad, violencia,

conflictos con los hermanos, problemas académicos. En estos casos se puede utilizar un protocolo de actuación

que consiste básicamente en tres sesiones independientes, con un intervalo entre ellas de una semana o dos

como mucho. A la primera acude la persona que ha hecho la demanda, en ocasiones acompañada por el otro

progenitor. No aconsejo que en la primera esté el hijo, para que los padres puedan expresar sus dificultades

parentales y conyugales, y que puedan asumir mejor su responsabilidad y disminuir la proyección sobre el hijo.

En la primera sesión se debería dedicar a concretar la demanda y valorar el contexto familiar y sistémico a

través de una entrevista abierta y de la realización del genograma. Es imprescindible que un constelador conozca

bien cómo se construyen los genogramas y sepa deducir las implicaciones sistémicas que pueden implicar las

separaciones, las muertes prematuras, las familias reconstituidas... Es adecuado que representen la situación

con las figuras, y a partir del trabajo se les da pautas que suelen tener que ver con su relación entre ellos y/o

con el hijo.

En la segunda sesión se reúnen a los padres con el hijo de este modo se puede observa la relación y las

dinámicas emocionales entre ellos, y en la tercera sesión es sólo con el hijo. Como los padres vienen a traerlo a

consulta se aprovecha para indagar sobre cómo va la relación después de las indicaciones. Luego, tras contactar

con el niño y preguntarle si está de acuerdo, se pide al niño o adolescente quedarse a solas una hora con él.


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Durante este tiempo se habla con el niño, se le pregunta su opinión sobre por qué están preocupados sus padres

y si hay algo que le preocupe a él. Luego jugamos con los muñecos. A partir de las imágenes creadas a lo largo

del trabajo se observa las similitudes y diferencias con la visión de los padres. A veces, también se dan pautas al

hijo que suelen tener que ver con los Órdenes en la familia y equilibrar o compensar ciertas dinámicas desde un

enfoque quizá más conductual. Algunas veces se usa la intención paradójica (generalmente la prescripción del

síntoma u otras intervenciones estratégicas semejantes). Por último, se le pide permiso para mostrarlo a los

padres en la siguiente sesión.

En la tercera sesión, se representa con las figuras la configuración que el niño realizó de manera que los padres

puedan ampliar su imagen. Esto suele tener el efecto de que la demanda inicial queda reformulada y que la

validez de las pautas se confirma o, por el contrario, es necesario revisarlas ampliándolas o modificándolas.

2.4 Contexto educativo

En el contexto educativo las figuras pueden resultar enormemente útiles. Sin necesidad de constelar ni de hacer

una intervención clínica propiamente dicha, los muñecos permiten explorar, ejemplificar, explicar y plantear

actuaciones y dinámicas alternativas. Se realizan movimientos sistémicos (segmentos de la Constelación

Familiar) y/o ejercicios de Constelaciones para mostrar alguna dinámica inconsciente o simplemente, para sentir

y observar cuál es el trasfondo de una situación.

Este recurso técnico en la labor de orientación pedagógica es muy gratificante e instructiva. Con los profesores,

el uso de esta herramienta facilita enormemente el asesoramiento sobre distintas posibilidades de actuación

ante un alumno con dificultades o un grupo conflictivo. También se pueden utilizar para explicar a un maestro lo

que le ocurre a un alumno en relación a su familia o en relación a sus compañeros. Eventualmente se pueden

usar los muñecos en las tutorías con los padres, bien para valorar su visión sobre un asunto, bien para transmitir

una realidad vivida por su hijo en el contexto escolar. Se pueden llegar a usar en alguna entrevista con los

propios alumnos a demanda del tutor o suya propia. Las figuras permiten acceder a múltiples y significativas

imágenes de solución o experiencia de la complejidad de la dificultad que se pasaban por alto, facilitando

trabajar desde un enfoque sistémico sin necesidad de utilizar terminología técnica o conceptos extraños para

las personas que necesitan de una mirada sistémica y de una orientación pedagógica.


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2.5 Supervisión

Esta herramienta permite ofrecer al supervisor la imagen del caso sin necesidad de contar extensamente los

detalles o pormenores. Además permite situar una figura para el terapeuta de manera que se observe su

posicionamiento ante el cliente, pueda descubrir su “punto ciego” y encuentre un lugar de fuerza para trabajar

con él. También permite explorar el transcurso de una constelación (cómo se configuró, qué movimientos

hicieron los representantes, qué efecto tuvieron las intervenciones del constelador, etc.).

Facilita el indagar sistémicamente aspectos del cliente que no está teniendo en cuenta el terapeuta y también

permite buscar intervenciones alternativas teniendo en cuenta los posibles efectos a través del proceso de

evocación y resonancia comentado previamente. Por último, y quizás lo más importante, permite ejemplificar

los Órdenes de la Ayuda, resolviendo visualmente las posibles dificultades del terapeuta a la hora de

posicionarse ante un caso o cliente. Esta manera de plantear la supervisión suele prevenir una dinámica

peligrosa: intervenciones por parte del supervisor que puedan resultar excesivamente críticas, paternalistas o

técnicas y que provoquen una reacción defensiva con respuestas de justificación o resistencia por parte del

terapeuta, perdiendo así la oportunidad, para supervisores y supervisados, de seguir aprendiendo sobre el

sentido de nuestra labor y de seguir cuestionándonos constructivamente como profesionales de la ayuda y como

seres humanos.

3. LAS FIGURAS COMO HERRAMIENTA PARA LAS CONSTELACIONES

FAMILIARES

Para un buen uso de las figuras, es necesario construir cierta estructura de funcionamiento. Después

de todo, hay que abrir aún más la capacidad perceptiva, sensitiva e intuitiva, ya que no disponemos de

la ventaja de que hayan personas a las que les podamos preguntar o ver cómo se sienten, hacia donde

se mueven en el espacio, como responden emocionalmente, hacia dónde va su mirada, cómo se altera

su respiración…


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Curiosamente cuanto más orden y estructura tengamos, más facilidad para que pueda suceder, la

intuición y la posibilidad de entrar en un estado de fluidez (cuando la conciencia está en sintonía con el

campo energético y sistémico). De algún modo al tener claridad en los pasos, en que haya un orden y

funcionamiento sistematizado, podemos estar atentos a lo que es esencial, y dejar de preocuparnos

por los detalles.

4 objetivos para un buen desarrollo de la CF

1. Ver la DINÁMICA del PROBLEMA.

Parte de la estructura es la comprensión cognitiva (no sólo intelectual) para comprender el

funcionamiento de los desórdenes, del efecto relacional que puede tener una patología, de

comprender cómo se retroalimenta el sufrimiento de una pareja… Y todo esto pasa por tener una

mente lúcida, con un buen marco teórico, una buena actitud terapéutica y haber entrenado la

percepción sistémica.

2. Buscar una IMAGEN de SOLUCIÓN junto al paciente.

Una vez hallada la dinámica disfuncional, hemos de tener una tranquilidad especial, que implica

paciencia y confianza, para que la Imagen de Solución llegue por sí misma. Porque aunque hayamos

entendido intelectualmente que el desorden tiene que ver con que el paciente no fue reconocido por

su padre, eso no implica que sepamos cómo llevar a la persona a que experimente emocionalmente la

reconciliación con su propia vida, su madre y su infancia. Si tenemos paciencia infinita, surge una

sensación repentina llena de certeza, que nos muestra el siguiente movimiento sistémico: una imagen

que desencadenará una serie de eventos y movimientos que permitirá la sanación, la activación del

proceso terapéutico que tiene su propia inteligencia.

El paciente no es un mero observador de la CF. Forma parte, de modo que lo vamos implicando cada

vez más. Podemos preguntarle: ¿Cómo te sientes si te pones al lado de esta persona (figura)? Vamos a

probar a decir esta frase. ¿Estás mejor o peor después de decirla? ¿Cómo te mira tu padre, el niño, la


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empresa, el dinero? ¿Qué pasa si giro esta figura en esta dirección mirando a tu madre? De este modo,

junto a la intuición y percepción sistémica encontramos la Imagen de Solución. Suelo decir, que el

paciente debe poner 70/80 % de su energía en el proceso de su sanación, y el terapeuta 30/20 % para

el proceso terapéutico. Nunca más. Antes que poner más energía de su parte, debe esperar (Órdenes

de la Ayuda)


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3. Restablecer los ÓRDENES que facilitan relaciones más amorosas dentro de la familia.

La Imagen de Solución no es otra cosa que un movimiento sistémico que nos devuelve al Orden del

Amor original (Pertenencia, Equilibrio, Orden). Pero si nosotros queremos deducir: ah, su madre lo

trató como un príncipe, y se convirtió en un niño mimado (ánimus de la madre), por lo que no pudo

desprenderse de ella, y sigue siendo un niño de mamá y por eso no puede tener pareja (complejo de

Edipo no superado); casi con total certeza tengamos razón, pero eso no nos lleva a la Imagen de

Solución. En el trabajo terapéutico clásico (sistémico, psicodinámico, cognitivo-conductual, u otro), el

razonamiento deductivo (hipótesis) es un camino a seguir. Pero en la labor sistémica-fenomenológica

de las CF, por más acertados que estemos en los motivos del desorden, necesitamos experimentar

junto al paciente. Necesitamos sentir el movimiento sistémico en sí mismo, afectándonos. El

razonamiento y la comprensión quizá se den a la vez, antes o después, pero necesitamos la experiencia

de esta imagen, moviéndonos emocionalmente a nosotros mismos.

La experiencia de la sanación es siempre creativa, por más que repitamos ejercicios y movimientos

sistémicos.

4. Desarrollar SESIONES de SUPERVISIÓN.

Nuestra calidad profesional depende de 3 aspectos:

- La actitud terapéutica: Nuestra conciencia y presencia, un respeto incondicional a lo que vive el

paciente.

- El conocimiento técnico y la aplicación pragmática en la situación real del paciente. Nuestra

profesión implica un aprendizaje constante, para poder responder de un modo práctico y

resolutivo a cualquier circunstancia y contexto relacional. La profundidad del conocimiento no

es algo que se establece en una formación puntual, sino en la reflexión constante. En la escucha

e interacción con otros enfoques, otras metodologías (sistémicas o no), podemos generar un


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aprendizaje interactivo, donde la integración nos ofrezca su propio sello personal. No por

necesidad de usar muchas herramientas diferentes, ni siquiera de conocer muchas

metodologías, sino simplemente por el hecho de capacitarnos a la reflexión sobre nuestra

propia práctica y sobre diferentes perspectivas de abordaje, sobre el sufrimiento humano en

sus diferentes facetas.

- La conciencia y la presencia. No es necesario hacer mucho énfasis que la profundidad de un

proceso tiene que ver más con nuestra actitud frente a la vida y la muerte, en la presencia que

emana de nosotros y permite la transformación de la relación del paciente a través de la

nuestra.

El hecho de realizar supervisiones periódicamente, con otros profesional o en equipo, nos

permite revisar los casos desde una mayor amplitud, comprender dónde es posible que

nuestros carácter, nuestras proyecciones o las contratransferencias que podamos hacer, están

impidiendo una buena ayuda, además de facilitar un aprendizaje profesional que vaya hacia la

excelencia.

La importancia de la supervisión no es sólo en los primeros año de profesión, sino es para

siempre. El feedback, compartir experiencias y soluciones nos permite un metaaprendizaje que

no se puede dar en otro contexto. Expresar nuestra vulnerabilidad, dudas y dificultades ante

otros compañeros de profesión o alguien con suficiente experiencia que nos supervise, crea un

espacio de comprensión y práctica de honestidad y humildad de un enorme valor. Sólo el hecho

de expresar los temores, el miedo, el enfado y que alguien nos contenga como profesionales de

la ayuda, nos eleva a una dimensión mayor.

Es sabido que los profesionales de la ayuda muchas veces son poco cuidados. Y que además,

pretenden sobreponerse a la carga emocional de los pacientes, y el sufrimiento acumulado de

su trabajo, por un exceso de empatía. Hacer un ejercicio físico específico (yoga terapéutico,

bioenergética, masaje…) y la supervisión como una especie de terapia de la terapia y del


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terapeuta, no sólo nos ayuda a un mayor crecimiento sino que se convierte en algo

imprescindible para nuestra salud emocional y mental.

3.1 Tipos de procesos

Repasemos, las figuras usadas en CF, son:

- HERRAMIENTAS de tipo SIMBÓLICO.

- Representan ELEMENTOS DE UN SISTEMA (personas o conceptos) y su UBICACIÓN respecto a

los demás.

- REALIDAD ATEMPORAL y no secuencial sin necesidad de contarlo.

- Facilita PROCESOS.

De este modo, facilitan diferentes tipos de procesos de:

1. Integración personal:

- Ampliar el CONOCIMIENTO sobre su PERSONA, se reconcilie consigo mismo y cuide sus

necesidades.

- Permitir incluir sus rasgos de carácter, sentimientos, episodios vitales, cualidades, estados,

circunstancias personales.

- Crear una METÁFORA VISUAL del conflicto y provocar una VIVENCIA EMOCIONAL en el cliente,

después éste decide tomarla o no.

2. Asunción de la propia responsabilidad sobre el cambio:

El cliente puede no ser RESPONSABLE de la situación, pero sí de MANTENERLA o TRANSFORMARLA.

- AMPLIAR LA VISIÓN, ver la ACTITUD, concretar ALTERNATIVAS, acceder a una IMAGEN de

SOLUCIÓN, y sentirse CAPACITADO para hacer CAMBIOS.

- RESPONSABILIZARNOS de nuestro propio BIENESTAR y FELICIDAD.


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- Encontrar APOYO, IMPULSO y ACOMPAÑAMIENTO en el proceso de cambio, ser uno mismo y

vivir el destino con libertad y dignidad.

● Reubicación dentro de un sistema:

Ayudar a encontrar una BUENA POSICIÓN o LUGAR DE FUERZA dentro de su sistema familiar,

organizacional o socio-histórico.

Recuperar los Órdenes del Amor

- Quién está excluido?

- Quién se coloca por encima o por debajo?

- ¿Cómo se da?

- ¿Cuánto se toma?

En este punto es muy útil utilizar el GENOGRAMA permite registrar personajes, hechos y datos

relevantes teniendo en cuenta la familia actual y la de origen, recogiendo información de tres

generaciones (padres-abuelos-bisabuelos).

3.2 Para facilitar cualquier tipo de proceso terapéutico, es conveniente conocer unas

indicaciones fundamentales:

a) Aspectos a tener en cuenta:

1. Las CF son Representaciones parciales y dinámicas, no son una realidad única.

2. El lenguaje del terapeuta debe ser evocador, que dé cabida a aspectos resilientes y creativos

del paciente, que no lo dejen encasillado en un lugar ni con etiquetas patologizantes.

3. Las CF ofrecen Conocimiento global (sistémico) pero no podemos hacer generalizaciones. Lo

que aquí es un desorden o genera una dificultad en otra relación se vive diferente. Recordemos

que bajo el paradigma sistémico no hay una sola causa que provoca un efecto, sino que todo

resultado es multicausal.


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4. Facilitamos el procesamiento de información a través del hemisferio derecho, con imágenes y

con emociones, y no abstracciones racionales. Evitamos dar explicaciones largas de lo que está

sucediendo en la CF, de modo que la mente subconsciente, pueda elaborar de un modo mucho

más profundo la experiencia de visualizar la Constelación con las figuras.

5. Necesidad de implicar al cliente. Durante el proceso terapéutico de la CF. somos como una luz

que guía el camino del paciente, y que él mismo recorre. Pero necesitamos que esté implicado

en su proceso, y que en cada paso recobre confianza y descubra los propios recursos resilientes.

Como terapeutas somos guías y acompañantes, pero no los padres del cliente. Le dirigimos para

que haga sus propios pasos, y después nos retiramos sin deseo ni expectativa. El resultado ya

no depende de nosotros.

6. Seguir el proceso, tanto de la información verbal como la no verbal. Debemos atender tanto la

comunicación analógica como digital. Muchas veces un paciente sonríe cuando le preguntamos

sobre la muerte de su hermano, porque no puede enfrentar el dolor. O dice que que no tiene

problemas con su hijo, que es sólo su esposa. Atender la comunicación en sus dos dimensiones,

nos permite encontrar las incoherencias, e ir elaborando las y mostrandolas quizá en el propio

proceso comunicacional con el/los pacientes o a través del silenciosos impacto de las CF.

7. El constelador crece si el cliente crece. Se trata de que el cliente amplíe su construcción del

mundo y de sí mismo. Muchas veces nos encontramos en encrucijadas con los propios

pacientes, donde no sabemos qué decidir. Un cliente se enfada, o no está de acuerdo con una

intervención terapéutica, o no nos hace caso, o miente o le pega a su hijo o a su mujer. Y

nosotros no sabemos qué es lo adecuado, o también nos enfadamos o nos frustramos.

Queremos dejar el proceso terapéutico, o aleccionar al paciente. Pero nada de esto sirve,

porque no podemos ver al paciente separado de nosotros, ha venido en busca de ayuda y va a

proyectar sus mismas dificultades con nosotros, o va a repetir actitudes por más que

ingenuamente nos va a hacer caso a la primera. O peor aún, no podremos soportar algunas de

sus actitudes o comportamientos. El dilema es nuestro propio conflicto. Aquí se nos da una

oportunidad de oro para nuestra maestría y resiliencia: No estaremos enseñándole a nadie más

que a nosotros mismos lo que queremos aprender. Podremos cancelar el trabajo de terapia, o

dar una respuesta desde el límite o pasar por alto las reacciones del paciente. Pero lo


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importante, es lo que nosotros nos estemos enseñando, no importará de ningún modo lo que

parezca a ojos de los demás. Es nuestro crecimiento, el suyo y el nuestro, están ligados. Y

curiosamente en este sentido, hay una soledad del terapeuta que no se puede aliviar con nada

que con la grandeza de nuestro corazón.


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b) La propuesta del trabajo:

La PROPUESTA la hace el CONSTELADOR a partir de la DEMANDA y de la IMAGEN inicial que ha

quedado en el constelador después de las entrevistas. Se necesita el PERMISO del cliente. Si el cliente

tiene una propuesta, debemos plantearnos si este trabajo le dará fuerza a él y a su sistema.

c) Quién elige los muñecos:

El CONSTELADOR propone el TRABAJO y los PERSONAJES. El CLIENTE elige los MUÑECOS.

Pauta: “Por favor, elige un muñeco que represente a X, otro que represente a Y, otro a Z y otro que te

represente a ti mismo”.

“Primero escógelos todos antes de colocarlos”. Aclarar que no hace falta que se parezcan, simplemente

aquellos que mejor te representan.

OBSERVAR cómo los mira, cómo los coge, cómo los elige o descarta.

d) Quién coloca los muñecos:

Generalmente el CLIENTE coloca los muñecos.

“Ahora dales un lugar en este espacio, no lo pienses mucho, simplemente colócalos según crees que

están situados”.

“Puedes tener en cuenta quién está cerca de quién, quién mira a quién”.

e) Quién mueve los muñecos:

El CONSTELADOR mueve los MUÑECOS según las RESONANCIAS. El CLIENTE puede mover EL QUE LE

REPRESENTA A ÉL según las pautas del constelador. Para esto pueden haber excepciones en un

momento dado.


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Pauta: “Busca un buen lugar para ti”. No se debe dejar que mueva otros muñecos. Ante la demanda o

sugerencia del cliente, el constelador debe sopesar si está dentro del orden y si resuena como

adecuado.

Si va en contra, se puede realizar para mostrar el efecto sobre el sistema o bien verbalizar el porqué no

sería un buen movimiento.

f) Preguntar al cliente:

PREGUNTAR mucho más que en un taller. Hacer por estar en contacto con la IMAGEN que tiene y ver

sus PUNTOS CIEGOS.

Preguntas claras referentes a los muñecos para evitar que se vaya del aquí y ahora.

Preguntas posibles:

“¿Cómo se siente ese muñeco que te representa a ti?” “¿Y ése que representa a X?”

“¿Cómo se encuentra Y aquí?”

“¿Dónde mira?”

“¿Si pudiera hablar qué crees que estaría diciendo?”

“Mira a esta muñeca que representa a Z. ¿Cómo crees que se debe sentir ahí?”

“¿Está a gusto?”

“¿Dónde crees que le gustaría estar?”

Si el CLIENTE responde explicando EMOCIONES, COGNICIONES O SUCESOS relacionados con lo que

pasa en su familia en la vida real, es importante CENTRARLO sobre los MUÑECOS y su DISPOSICIÓN.


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Verbalizar: “Sí, puede que pase esto, pero mira los muñecos y su disposición. Por favor, responde en

relación a ellos”.

“Necesito que te permitas abrirte a la percepción de lo que sicede aqui, para darnos pistas sobre

aspectos que pueden estar bajo la superficie”.

g) No interpretar:

Lo importante es el SIGNIFICADO que tiene para el CLIENTE, sus PROYECCIONES, SUS

CONSTRUCCIONES. Pero se puede comentar lo que nos evoca para ver si al cliente le dice algo, le

resuena. Lo escuchamos y no lo cuestionamos. Si dice: mi hijo es malo. No lo corregimos en base a la a

nuestras ideas de la pedagogía sistémica ni a la terapia familiar: esa es su realidad, y el principio de

transformación es ante todo, reconocer de cuáles sentimientos y pensamientos se parte, antes de

transformarlos.

h) No discutir con el cliente:

Darle nuestra visión y permitirle que la tome o no. Se trata de AMPLIAR su MIRADA, no de imponer la

nuestra. Uno de los mayores gestos de fuerza terapéutica y de transformación personal, es expresar

nuestra visión, y quedarnos en silencio e imparciales ante la respuesta del paciente. No nos importa si

acepta nuestra percepción ni está de acuerdo con nuestro criterio. No somo consejeros. Insistir o

intentar convencer a un paciente es un error que vamos a cometer todos hasta que encontremos la

fuerza en nosotros mismos, no en nuestras ideas. Nuestras ideas pueden ser unas hoy y mañana otras.

La fuerza del acompañamiento terapéutico no está en las ideas correctas, sino en la actitud y presencia

terapéutica. Por otro lado, el paciente puede ser que tome o no la protesta o el feedback que le hemos

dado en un momento dado, pero con el paso del tiempo es posible que esa misma idea vaya

germinando dentro de sí. Siempre jugamos con el tiempo a favor, porque existe una confianza plena en

quien viene en pos de nuestra ayuda.


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i) Buscar alternativas de evocación:

Es nuestro trabajo encontrar la VÍA que facilite la CONFIANZA en el cliente. Ampliar nuestros recursos

creativos para desarrollar nuestro conocimiento sobre las metáforas, mitos, cuentos, diversos registros

narrativos y comunicativos (no hablamos igual a un adolescente que a un abuelo). Debemos leer,

mantener una curiosidad activa sobre la cultura, el cine, la actualidad musical, conocer sobre arte,

cultura, literatura. Todo lo escuchado, atendido,

j) Cerrar la sesión:

RECAPITULAR con cuidado para no borrar la imagen. Y advertir sobre los POSIBLES EFECTOS del

trabajo:

- CAMBIOS en el HUMOR

- SÍNTOMAS FÍSICOS

- O simplemente no notar NADA

k) Retirarse del proceso de cambio:

RETIRARSE para respetar al cliente, su sistema y su destino.

Conviene RETRASAR un siguiente TRABAJO por las siguientes razones:

- Dar TIEMPO para que se dé el proceso de CAMBIO

- No interferir el cambio con el nuevo trabajo

- Que el cliente no ponga la RESPONSABILIDAD de la solución en nosotros o en los muñecos


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UTILIDADES DEL TRABAJO CON MUÑECOS

Objetivos:

- Ampliar la VISIÓN del mundo del cliente,

- TOMA de CONCIENCIA, para aumentar la LIBERTAD en sus elecciones,

- RESPONSABILIZAR su BIENESTAR de forma adulta.

- Abandonar la justificación de sus dificultades y conflictos por

experiencias pasadas, lealtades transgeneracionales o implicaciones

diversas.

Todo esto permite:

- Proporcionar experiencias afectivas alternativas

- Recapitular conflictos y generar recursos

Los muñecos son útiles como:

a) Evaluación:

- ESTADO ACTUAL del cliente,

- CONFLICTOS EXPRESADOS y NO EXPRESADOS,

- IMAGEN interna del PROBLEMA

- INTENTOS DE SOLUCIÓN.

En fase inicial sirve para evaluar la demanda del cliente y tomar nota


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de aspectos para trabajar en fases siguientes.

b) Metaforización y reformulación:

Contemplar los problemas desde una perspectiva nueva creando

analogías y conexiones. Evitar una confrontación directa y se pueden

extraer metáforas.

c) Movilizador emocional:

Provoca reacciones emocionales intensas, y promueve la implicación y

sugestión del cliente, facilita la catarsis. La posibilidad de “mirar desde

fuera” permite una contención emocional inmediata y eficaz.

d) Apoyo explicativo:

Para:

- REPRESENTAR gráficamente una OBSERVACIÓN

- CLARIFICAR una CONFRONTACIÓN o una INTERPRETACIÓN

- EJEMPLIFICAR una ACTITUD o conducta ALTERNATIVA

e) Personajes:

El cliente puede adoptar la visión y la voz de los diferentes muñecos y también puede adoptar la visión

de observador, así facilita el análisis y la contención emocional, la activación emocional y empatía.

6. Aplicación con niños y adolescentes


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Es importante tener en cuenta algunos aspectos:

- Estar muy atentos a las reacciones emocionales para contenerlas si es necesario.

- Puede que sus connotaciones provoquen dificultad en el trabajo.

- Estar atentos a “elementos vetados” por la necesidad del niño a ocultarlos. Se aplican con diferentes

objetivos y procedimientos:

a) Valoración de necesidades

Utilizando un estilo menos directivo y dando más tiempo a la escucha de la descripción.

b) Mejorar la alianza terapéutica

Afianzar la confianza sacando un representante para uno mismo como terapeuta, compartir escenas

de uno mismo.

c) Conocer vivencias del niño

Pidiendo al niño que represente alguna escena cotidiana y crear respuestas constructivas y realistas.

d) Explicar algún asunto

Para dar apoyo a una explicación. O para plantear la propia visión o la de otros (padres, maestros,

compañeros)

e) Promover habilidades interpersonales

Adoptar el rol de cada personaje, hablar con él y por él, sentir sus sensaciones, escuchar unas frases u

otras son muy efectivas ya que:

- Potencia la empatía

- Promueve el reconocimiento y el respeto

- Entrena habilidades de interacción y comunicación


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- Facilita tomar conciencia de nuestros actos sobre nosotros mismos y sobre los demás

f) Trabajar la narrativa

Se puede trabajar historias con presentación, nudo y desenlace. Al reconocer la propia vivencia se dan

cuenta de los cambios a lo largo del tiempo. Y favorecen la capacidad de relativizar las dificultades y

promueve la idea de cambio.

g) Promover expectativas realistas

Escenificar escenas de fantasía y de cotidianidad, temidas y deseadas, muy probables y poco probables

para que el niño/a puede sentir sus miedos y deseos, introduciendo criterios de realidad interna y

compartida, ayudando al desarrollo de capacidades cognitivas, metacognitivas, como la resolución de

problemas, búsqueda y valoración de alternativas, autoinstrucciones...

h) Generar anclajes positivos

Experimentar reacciones emocionales en un entorno seguro donde ayudar a encontrar sentido a sus

vivencias, planteando un futuro esperanzador, y creando estrategias para afrontar los retos con

capacidad de control.


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APLICACIÓN EN SESIÓN INDIVIDUAL DE CONSTELACIONES FAMILIARES

INTRODUCCIÓN A LAS CONSTELACIONES FAMILIARES

Las CONSTELACIONES FAMILIARES es un MÉTODO donde se muestra el posible DESORDEN que está

afectando al BIENESTAR del SISTEMA y del CLIENTE. A través de indicaciones y frases sanadoras se

encamina hacia una imagen de solución con una o varias de las siguientes condiciones:

- Cada miembro tiene un BUEN LUGAR (de dignidad y de respeto)

- Se produce un movimiento hacia la RECONCILIACIÓN, donde lo que antes estaba separada ahora está

unido.

- El cliente asume su propia RESPONSABILIDAD y se desprende de la que no le corresponde.

- El AMOR ADULTO, conlleva respeto, sustituye el amor ciego que no reconoce los límites y que es

propio de los niños.

- El cliente ASIENTE a su DESTINO y al de su sistema, o bien se da un paso en este sentido.

Requisitos para ser un buen constelador/a:

Es necesario ASENTIR a:

- Sus propios padres

- Su sistema de origen

- Su destino

- Su muerte

- Su culpa


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Órdenes de la ayuda:

1. No se puede dar lo que no se tiene. No se puede tomar lo que no se necesita. Asentir a nuestros

orígenes y circunstancias así como a nuestra culpa, ésta no ayuda a crecer y hacernos adultos.

2. Respetar las circunstancias del otro para hacerlo con respeto. La ayuda está al servicio de la

supervivencia y/o el desarrollo.

3. Situarnos en una relación de igual a igual, ver al otro como un adulto.

Respetar a sus padres.

4. Contemplar al otro en relación a su sistema.

5. Estar al servicio de la reconciliación. Recuperar la dignidad perdida, asentir a un destino difícil,

renunciar a lo que nos dieron, asumir la responsabilidad de nuestro propio bienestar.

Desde la experiencia terapéutica, podemos reconocer que nuestro propio proceso de crecimiento está

totalmente implicado en el proceso de nuestros pacientes. A mayor Presencia, mayor Esencia. En el

crecimiento personal hay 3 factores implicados:

- La sanación relacional/familiar: La reconciliación familiar, nuestra mirada benévola a todo lo

que aconteció en nuestra infancia y familia, se abre un campo de sanación sistémica que toca

todas las dimensiones humanas. Crecer significa estar en paz con nuestra vida. Dejar de

reclamar lo que no fue, asentir a lo que fue.

- El trabajo sobre nuestro carácter y neurosis: Las heridas de la infancia y los desórdenes

sistémicos que vivió nuestra familia, tuvieron efectos indelebles, pero que pueden ser usados a

favor nuestro, de nuestra vida personal y profesional. Convertir nuestro dolor en resiliencia.

Nuestros defectos en cualidades. En este punto aconsejo especialmente, el conocimiento del

eneagrama

La sabiduría del Eneagrama, Hudson & Riso. Este para comenzar es el mejor. Para un

conocimiento más técnico: Eneagrama, Helen Palmer. Y para cualquier persona que quiera


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hacer un trabajo profundo y comprender cómo se construyen las dinámicas y estructuras del

carácter: Ternura y agresividad. Juan José Albert.

- Conciencia y Presencia: La actitud terapéutica es fruto sobre todo, más que cualquier

conocimiento o comprensión de la conciencia que nos sostiene. Con la que percibimos,

sentimos e intuimos. Nutrir nuestra conciencia y energía, tiene siempre un efecto profundo en

nuestras relaciones y todo lo que afecta nuestra vida. Mayor silencio interno, mayor presencia.

Una aceptación llena de profundidad sobre lo que sentimos y vivimos. Todo ejercicio de

atención plena y de meditación es un requisito para un terapeuta.


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ÓRDENES DEL AMOR REPRESENTADOS CON FIGURAS

Puede realizarse de distintas formas:

- Visualizaciones

- Anclajes

- Muñecos

- Acompañadas de frases sanadoras

La elección de una técnica u otra dependerá de la intuición o preferencia del terapeuta. Aunque hay

que tener en cuenta algunos aspectos del cliente:

- Si hay dificultades para visualizar, es mejor las figuras.

- Si no hay experiencia previa en talleres, generalmente mejor los muñecos que los anclajes.

- Si el cliente tiene una buena capacidad para percibir y expresar las sensaciones corporales, los

anclajes son muy poderosos.

- Experiencias traumáticas (abortos, duelos, agresiones) con muñecos.

- Conflictos de pareja y entre hermanos (herencias) con anclajes para que las proyecciones salgan

rápidamente a la luz.

Conviene tener en cuenta algunas similitudes y diferencias entre CF en consulta y grupal:

- La ENERGÍA es la del cliente y el terapeuta, no la del grupo. Necesario estar en una situación de

FUERZA y tener en cuenta los ÓRDENES de la AYUDA.

- El tiempo puede alargarse si hay energía por parte de los dos, aunque mejor no alargar más de hora y

media o dos horas. El objetivo es alcanzar una nueva mirada que permita un paso hacia la solución, y

no arreglar la vida del cliente.


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- Se pueden esbozar varios asuntos emergentes y programar a lo largo de un periodo, dejando un

intervalo de tiempo, al menos tres meses.

- Prestar mucha atención a la interpretación y manipulación porque los muñecos no hablan. Y con

anclajes prestar atención a los puntos ciegos.

- Los movimientos del alma vienen determinados por el buen hacer del terapeuta.

- Con anclajes, hay que distinguir entre movimientos de la conciencia (impulso hacia el problema) o

movimientos del alma (impulso hacia la solución).

- Se puede trabajar con más elementos simultáneamente.

Trabajo con figuras y otros objetos de representación:

Lo que realmente importa es la técnica y el trasfondo de los órdenes, y no tanto el material utilizado

que puede ser muñecos, piedras, fotos, maderas, posavasos, vasos, trozos de papel...

Pero sí conviene tener en cuenta que los elementos sean neutros y estar atentos a las proyecciones del

cliente y no a las nuestras. Los colores pueden sugerir muchos atributos, pero lo que importa es el

significado para el consultante. Y respeto al tamaño, normalmente se utilizan los grandes para los

adultos y los pequeños para los niños. A veces se pueden utilizar ambos para una misma persona, el

yo-niño y el yo-adulto.


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CONSTELACIONES FAMILIARES EN SESIÓN INDIVIDUAL CON ANCLAJES

Se puede utilizar folios o trozos de fieltro de diversos colores recortados en dos tamaños, grandes y

pequeños, y con ambas formas (cuadrados para los hombres y círculos para las mujeres).

La técnica es similar a las constelaciones grupales, el cliente sitúa los distintos papeles o fieltros en el

suelo como si configurara una constelación con personas y el terapeuta guía el trabajo haciendo que el

cliente se coloque sobre algunas de las posiciones y perciba las sensaciones que tiene su cuerpo en esa

posición. Algunos clientes necesitan cerrar los ojos por lo que necesitan de indicaciones del terapeuta.

El cliente se puede colocar en alguna o en todas las posiciones, según la necesidad del trabajo. Al

cambiar de posición, de un anclaje a otro, hay que salir del personaje, poniendo los pies en el suelo,

observando la constelación y las distintas posiciones.

El constelador/a también puede colocarse en las distintas posiciones para obtener información

adicional, testar lo percibido por el cliente, percibir cambios tras las intervenciones. También se puede

utilizar una tercera persona de apoyo, con el permiso previo del cliente, para testar desde el

desconocimiento del asunto.

Trabajo con el árbol genealógico

Se coloca un anclaje para cada miembro del sistema de origen: cliente, padres, abuelos, bisabuelos, y

un anclaje detrás de cada uno de los bisabuelos representado a su propio sistema de origen.

Así el cliente puede colocarse en cada uno de los papeles y sentir la FUERZA y AMOR que llega de ellos,

como las EXPECTATIVAS o ASUNTOS sin resolver que necesita resolver y dejar atrás. Una mirada global

a todo el sistema y sus orígenes facilita una mirada sistémica del cliente, tomando conciencia de su

deuda en relación al regalo de la vida. También puede percibir donde están las dificultades para mirar

o qué destino le resulta difícil asentir.


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Se puede colocar el anclaje del cliente frente a cada uno de los anclajes de su árbol. O bien sólo antes

los más significativos para él, por apego y cariño, o por haberlos excluido o juzgado.

Si el cliente se mete en cada una de las posiciones de sus antecesores puede considerar aquello que

sus padres, abuelos o bisabuelos necesitan de él y recolocarlo de una forma constructiva. Finalmente

se recomienda acabar con una mirada al frente simbolizando el futuro y el camino que el cliente puede

llegar a recorrer ahora con más fuerza y libertad. Puede visualizar todo su sistema detrás de él

protegiéndolo, apoyándolo y tomando el compromiso de hacerlo lo mejor posible en su nombre propio

y en el de los suyos.

Trabajo con enfermedades y síntomas

Para acceder a aspectos sistémicos de una enfermedad, el cliente puede sentir corporalmente desde el

lugar del síntoma o la enfermedad. Y al introducirse en su propio anclaje percibir cómo se relaciona

con dicho síntoma, trastorno o enfermedad. Es sanador tomar conciencia de sentimientos amorosos

del síntoma hacia él o a la inversa. También para darse cuenta del rechazo que puede sentir o la

necesidad del síntoma de apartarse de él hacia un mejor lugar. Y sobre todo con quien tiene que ver el

síntoma o la enfermedad, si hay ancestros implicados, si forma parte de algún desorden sistémico o

alguien que murió. Por supuesto conviene preguntar si hay otras personas en la familia que hayan

desarrollado la misma patología, de modo que pueda descubrirse un patrón relacional y el significado

de la enfermedad.

Con este fin, sugiero la bibliografía de Stephan Hausner, uno de los mayores exponentes en el

conocimiento de las implicaciones sistémicas de las enfermedades. Y el libro de Brigitte Champetier

con el enfoque de Hellinger y de la medicina Germánica de Hamer: Constelar la enfermedad.

Trabajo con partes de uno mismo

La persona constituye en sí misma un sistema, un conjunto de partes que se rigen por unas reglas:

sobre todo la supervivencia y el crecimiento. Podemos constelar diferentes emociones, situaciones que


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ha vivido, partes físicas de uno mismo (órganos, miembros contrastados: cabeza - corazón..). Nos

encontramos que a veces el paciente no quiere aceptar su tristeza, o su enfado, y podemos mostrarle

mediante la CF que esa emoción es o fue necesaria, que tuvo su función y que al reconocerla, no puede

darle un lugar y dejará de tener tanto protagonismo.

Trabajo con ancestros y protectores:

Trabajar con ancestros y protectores es hacerlo con personajes sin nombre y sin historias conocidas.

Nos podemos remontar más allá de la séptima generación, son personas necesarias para que él esté

vivo y sea quién es, pero hace tiempo que se fueron y seguramente no tienen expectativas o asuntos

pendientes con él.

Cuando no se puede ayudar al cliente directamente o a alguien de su sistema. Estos ancestros vivieron

y murieron hace mucho tiempo y pueden ver las cosas desde otra perspectiva, y a ellos se les puede

pedir ayuda.

CONSTELACIONES FAMILIARES EN SESIÓN INDIVIDUAL CON VISUALIZACIONES Y

FRASES SANADORAS

Las visualizaciones y frases sanadoras se utilizan para provocar un cambio interno a nivel psicológico y

emocional, corporal y energético. Y en el futuro funcionarán como anclajes para el cliente.

Trabajo con VISUALIZACIONES:

El tipo de instrucciones que se puede utilizar son:

“Cierra los ojos. Pon los dos pies apoyados en el suelo y siéntate de manera que la mayor superficie

posible de tu cuerpo esté en contacto con el asiento. Deja que entre y salga el aire y permite que tu

cuerpo tome lo que necesita y devuelva lo que no necesita. No importa si respiras rápido o lento, de

manera superficial o profunda, sólo permite que tu cuerpo tome el aire que necesita tomar y devuelva

el aire que necesita devolver, como el continuo fluir de la vida en la que tomamos y damos de manera

incesante. Permite que tu cuerpo se relaje y las tensiones se alivien. Imagínate que estas de pie y que

frente a ti se encuentra X que también está de pie mirándote. ¿Le puedes ver? ¿Cómo te mira?”


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• Para plantearse un OBJETIVO:

“Estas de pie delante de un camino, al fondo hay una montaña que representa lo que quieres conseguir.

¿Qué forma tiene la montaña? ¿Y el camino? ¿Cómo te sientes ante los obstáculos? ¿Y ante la meta?

¿Qué necesitas para llegar a la cumbre?”

• Para tomar FUERZA:

“Te encuentras de pie y detrás, a la derecha se encuentra tu padre, y también detrás en el lado

izquierdo se encuentra tu madre, los dos respaldándote; detrás de tus padres se encuentran tus abuelos

paternos y maternos; detrás de ellos, tus bisabuelos, y detrás y tus tatarabuelos; puedes seguir más

atrás hasta que pierdas la cuenta. Siente como eres el último eslabón de una cadena perfecta donde

cada uno de los eslabones era necesario e imprescindible para transmitir la vida hasta ti. Siente la

fuerza y el impulso de vida que viene desde infinitas generaciones atrás hacia delante y cómo llega a ti

en forma del regalo más preciado que tus padres han podido darte.”

• Para buscar una IMAGEN a un SÍNTOMA:

“Te encuentras caminando por prados, caminas despacio, respirando y sintiendo la luz y el aroma del

lugar. Traviesas un bosque que te lleva a un claro. Siéntate a descansar y piensa en el síntoma. Éste

aparece entre los árboles, presta atención a cómo es, qué forma tiene, cómo se muestra...”

Posteriormente se puede constelar el síntoma.

• Para reconocer alguien EXCLUIDO:

Se visualiza la persona excluida en frente del sistema. Y con frases sanadoras se expresa su pertenencia

al sistema y la necesidad de llevarle en el corazón. Y de seguir nuestro propio camino respetando su

destino.

• Para DEVOLVER LO QUE NO PERTENECE a uno:

Se visualiza a la persona a quién queremos devolverle algo e inclinamos la cabeza ante ella. Con frases

sanadoras se expresa la necesidad de devolverle su grandeza y dignidad. Se explica que se ha hecho


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por amor y que ahora necesitamos dejarlo con ella, con amor y respeto. Se puede pedir que nos

bendiga o nos mire con buenos ojos si lo hacemos de nuestra propia forma o si disfrutamos de algo

que ella no disfrutó.

• Para HONRAR o RESPETAR:

Se visualiza a la persona frente a nosotros e inclinamos la cabeza. Se trata de desprendernos del juicio

y del intento de hacerlo mejor o de ser más grandes. Y dar el lugar de respeto que merece.

• Para tomar contacto con la CONCORDANCIA/SINTONÍA:

Visualizarnos de pie, mirando al horizonte. Permitimos que nuestra vida se pierda en el infinito, donde

hay luz, una luz reconfortante y amplia, que se encuentra delante de nosotros, y también a nuestro

alrededor, por encima y por debajo. Sentimos como la luz nos envuelve, sintiéndonos entregados y

serenos, con confianza. Sentimos que todo está bien tal cual es y que pertenecemos a ese todo y a esa

luz y estamos bien tal cual somos.

Las frases sanadoras

Responden a cuatro necesidades básicas:

1. Explicitar lo obvio para que el cliente integre lo expresado. “Ahora te veo”.

2. Provocar la implicación personal y la reacción emocional. “Gracias por darme la vida, ahora la

tomo al precio que os ha tocado y que a mí me cuesta”.

3. Promover un cambio diciendo palabras contrarias al movimiento que necesita realizar.

“Querido hijo, no te quiero tal como eres, sólo quiero la mitad que vienes de mí”. Y después:

“Querido hijo, te quiero entero tal como eres, la mitad que viene de mí y la mitad que viene de

tu padre/madre”.

4. Explorar o comprobar si la dirección de un movimiento es adecuada. “Siento haberte

utilizado”.


Jonàs Gnana

También hay cuatro formas de repetir las frases sanadoras:

1. Dramatización con muñecos: Muñeco de cliente frente al otro personaje, y pedimos que repita

la frase.

2. Visualización dirigida y en voz alta.

3. Visualización dirigida y de manera interna.

4. Frases del terapeuta y cliente visualizadas.


Jonàs Gnana

Otras propuestas de trabajo con muñecos

1. RECORRIDO AUTOBIOGRÁFICO: Representar las distintas etapas de su vida y explorar las diferencias

para encontrar un sentimiento, una emoción... Un muñeco para representarse a uno mismo cada siete

años, dispuestos en una fila desde el nacimiento hasta el momento actual. Narrar lo importante de

cada momento, lo que ganó y lo que perdió y colocarlo como otros muñecos.

2. APOYO DE LA EXPERIENCIA: Observar la imagen de ganancias y pérdidas como ACOMPAÑANTES

para sentir la sensación de RESPALDO y APOYO.

3. IMÁGENES FUTURAS: En algún momento donde se perciba que dará fuerza a la CF, podemos poner

el Futuro (sin definir) o una imagen del futuro específica. Por ejemplo un proyecto realizado, una

relación de pareja, uno mismo con una experiencia de plenitud o sanación. De este modo podemos

tanto, generar un sentido de contraste sobre el presente y el futuro, para ver el potencial de

realización, la fuerza para ir hacia esa imagen de solución, o para activar los aspectos resilientes y de

deseo sobre un futuro alternativo, más creativo y próspero.

4. Ejemplificar los ÓRDENES DEL AMOR. Las CF como bien sabemos tienen una aplicación pedagógica y

educativa. Por lo que en consulta a modo didáctico, podemos poner varios ejemplos a partir de

situaciones familiares, profesionales del paciente, en las que pueda ver la dinámica disfuncional de un

modo práctico y experiencial. Mostramos diversas situaciones donde personas implicadas de su

sistema familiar o profesional, están implicadas en algún desorden, y después mostramos cuál sería el

Orden del Amor.

5. VISUALIZACIÓN del SISTEMA de ORIGEN (cliente mirando al futuro, y padres, abuelos, bisabuelos,

ancestros apoyando detrás y con la vida aún más allá, abrazándolos desde el origen de los tiempos).

Este ejercicio aporta SERENIDAD, ENERGÍA y FORTALEZA.

6. DIVISIÓN entre NECESIDADES aparentemente OPUESTAS o polaridades. Por ejemplo necesidad de

compromiso y de libertad. Una figura para uno mismo, otra para el compromiso y otra para la libertad.


Jonàs Gnana

Ver cómo se sitúa ante ellas y que proyecciones aparecen. El objetivo es INTEGRAR a ambas en una

sola relación coherente.

7. POLARIDADES, ASPECTOS de la PERSONALIDAD difíciles de integrar. Tanto las dinámicas neuróticas

como psicóticas generan un tipo de escisión en nuestra personalidad. La estructura de la personalidad

siempre parte de una herida personal y sistémica, que nos genera unas determinadas corazas

mentales, emocionales y físicas. Constelar estas partes nos ayuda a la integración de la personalidad

(carácter y temperamento) que solemos dividir en positivas y negativas, y que tienen una relación con

nuestra narrativa familiar (mitos) y personal.

Imágenes con plantillas y nombres de personas o asuntos

Pasos a seguir en el trabajo de imágenes con papeles:

1. Preparación o fase previa:

El objetivo de esta fase es por un lado, que el cliente comprenda el trabajo que se va a desarrollar y por

otro, centrar su atención para que pueda sentir lo que le va a ir sucediendo en su cuerpo. Hay que

explicarle al cliente que el trabajo consiste en colocar unos papeles en el suelo, con el nombre de las

personas o asuntos implicados. Y después ponerse encima y dejarse sentir corporalmente lo que

sucede. Dejarle muy claro que esto no es ningún tipo de canalización mágica, sino una manera de

acceder a información inconsciente, que le permitirá ampliar la mirada sobre ese tema y posiblemente

encontrar una orientación o solución. Podemos hablarle de los hemisferios, del inconsciente.

Respecto al centramiento del cliente en una consulta o en una sesión vía online, es aconsejable invitar

a realizar una breve meditación. Nos fijamos en la respiración, en un recorrido corporal, o hacemos una

meditación guiada de 3 minutos.


Jonàs Gnana

2. Nombramiento y configuración de los papeles:

La imagen se propone para algo concreto, una vez que el cliente está centrado y comprende el trabajo

que se va a dar, el terapeuta pone nombre y flecha a cada papel.

Después se los da al cliente para que los sitúe en el espacio, según la imagen interna que tenga de esa

situación, prestando atención a la flecha de cada papel.

Necesitamos que el cliente se implique para que la imagen tenga fuerza. Debemos retirarnos un poco y

darle al cliente el tiempo necesario para realizar la configuración en silencio. Operar sagradamente nos

permitirá acceder a la información inconsciente del hemisferio derecho.

3. El proceso: la primera mirada y qué se siente en cada papel:

Una vez que el cliente ha colocado los papeles, el terapeuta sólo puede mirar y observar lo que sucede.

Generalmente la primera mirada del terapeuta y cliente es a todo el conjunto de papeles. Luego se

invita al cliente a ponerse en su papel y desde ahí ver los otros.

Lentamente se le va preguntando qué siente cuando mira a cada papel: qué siente en el cuerpo, qué

siente a nivel emocional y si le viene alguna idea a la cabeza. En el caso de una elección se le pregunta

si hay una opción que mira más que las otras. Después se le pide que se sitúe en cada uno de los

papeles para ver qué información aparece. Hay que cortar cualquier intento del cliente de salirse del

aquí y ahora, no debemos permitir una verbalización excesiva porque le aleja de lo experiencia

corporal. Recomiendo un tono de voz y un ritmo pausado.

Si un cliente responde a nuestras preguntas relatándonos emociones, sucesos o ideas que no tienen

nada que ver con la ubicación de los papeles en la sesión, sino con la idea que tiene de lo que está

ocurriendo en la vida real, es necesario atraer la atención hacia los papeles y su disposición. Y pedirle

que base sus respuestas en lo que está observando aquí y ahora.


Jonàs Gnana

Podemos decirle algo así como “lo que me estás contando es lo que sucede o lo que sientes que te

sucede con esa persona, o con ese asunto, y sé que es importante para ti. Ahora necesitamos que te

permitas abrirte a esta nueva percepción, como si estos papeles pudieran darnos pistas de otras cosas,

que están bajo la superficie”.

4. La Intervención con palabras:

A medida que el cliente va explicando cómo se siente, el terapeuta le hace devoluciones de sus

palabras, para ver si le ha entendido bien y para producir en éste un impacto. Por ejemplo: “así que te

das cuenta que delante de tu padre sientes un nudo en la garganta y ganas de llorar, ¿es así?”

El cliente va dándose cuenta de lo que siente y lo que el terapeuta le devuelve. Esto amplía su

consciencia y favorece la asunción de responsabilidad. Les animamos a experimentar esta herramienta

vivencial siguiendo las pautas, en sencillos casos, para que vayan cogiendo soltura. Sacan a la superficie

el origen natural del problema y ponen al cliente en contacto con la solución genuina.

La enfermedad no será curada o erradicada jamás por los actuales métodos materialistas, por la simple

razón de que su origen no es física.


el lenguaje de las - escuelaparaterapeutas.com

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