EL JUEGO

DEL MAL

Erase una vez, tres niños llamados Diego,

María y Juan. Diego era un niño castaño, de

piel morena, mientras que Juan era rubio, de

piel blanca como la nieve y María era pelirroja

y morena al igual que Diego; a los tres les

encantaba vivir aventuras.

Eran los mayores del colegio e intentaban dar

buen ejemplo, por eso, no se asociaban con

personas que gritaban, insultaban, etc…

Pero con el tiempo María y Juan fueron

descuidando sus estudios, empezaron a

juntarse con gente muy mala y se metieron en

cosas que no debían.

Diego sin embargo siguió estudiando para

sacarse la carrera de parapsicólogo y

conoció a gente nueva que serían

de buena compañía para los estudios y para

amigos, aunque el no sabía lo que le esperaba.

Bueno, pues siguió entablando amistad con

sus nuevos amigos: Luís, Sofía, Alejandro,

Verónica, Roberto y Lucía, pero claro, sin

dejar los estudios. Un día andando a casa de

Sofía, hablando y hablando se fue

enamorando de ella

Y sintió que ella era la persona con la que

quería estar. Así fueron pasando días, hasta

que Sofía también se enamoro de él y, cuando

Diego le pidió salir, ella acepto encantada.

A Diego le iba todo de maravilla, hasta que

una tarde de muchísimo frío, fueron a casa de

Luís y decidieron hacer la ouija, un juego para

invocar a Lucifer u otros demonios del

infierno.

Todo estaba preparado: la tabla, el puntero y

una hoja para apuntar lo que iba diciendo.

Echaron a suerte quien sería el portavoz y cuál

fue su sorpresa cuando le toco a Diego. Un

escalofrío recorrió su piel, pero por hacerse el

valiente, hizo de portavoz.

Y bien, se inició la sesión de ouija y a Diego

le entro otro escalofrío por la nuca, pero

comenzó a hacer las preguntas:

-¿Estás aquí con nosotros? (el puntero empezó

a moverse)

“Si”

-¿En esta casa hay alguna energía negativa?

“13”

-¿Se aparecen en algún momento?

“3:00”

-¿Quieres decirnos algo?

“Sofía”

De repente todos miraron para Sofía y… no

estaba.

-¿Nos pasara algo?

“Vida o muerte”

-¿Quién?

“Diego”

Diego trago saliva, no se podía creer lo que le

estaba pasando.

-¿Para qué?

“Sofía”

-¿Podemos terminar esta sesión?

“Si”

Diego fue al cementerio por intuición y allí,

había un hombre con una

capucha negra y una guadaña. Diego se quedo

paralizado, el hombre se acerco a él y le dijo:

”Si quieres recuperar a Sofía, tendrás que

superar unas pruebas, si fracasas morirás y

Sofía quedara encerrada en el infierno para

siempre”. Y desapareció.

Diego se desmayó y cuando despertó estaba

en una gruta, detrás del había una serpiente

Taipán, el animal terrestre más peligroso del

mundo, y empezó a perseguirle. Diego corrió,

y corrió, y corrió hasta que vió una luz. ¡La

salida!. Salió y la salida se derrumbó sobre la

serpiente.

Diego se apoyo sobre una roca a descansar

cuando de repente, otra vez el hombre de la

capucha, pero esta vez, tenía una risa maligna:

Ja, ja, ja, has superado esta prueba, pero no

superaras la siguiente. Y Diego se desmayo de

nuevo.

Diego despertó bajo el agua, pero…podía

hablar perfectamente y respirar, sin embargo,

lo más extraño de todo era una figura a lo lejos

demasiado grande para ser un pez, incluso

para ser una ballena. De repente la figura

comenzó a acercarse a una gran velocidad y

cada vez se veía con más nitidez.

-¿Pero qué es eso?

Se preguntó. ¿Cómo podía haber allí una cosa

tan grande?. Conforme se fue acercando vió

que era…

¡El monstruo del lago Ness!

El monstruo fue tras el lleno de ira, y Diego

empezó a nadar y a nadar, huyendo muerto de

miedo.

-El mito más grande del mundo detrás de mí.

Por fin salió del lago tan inmenso, estaba en

Escocia.

-Vaya, quiero descubrir mundo, pero no de

esta forma.

El monstruo salió del lago por primera vez,

pero, se asfixió, porque no puede respirar

fuera del agua.

-Una leyenda tan grande, muerta por

perseguirme.

Y otra vez el hombre de la capucha:

-No pensé que fueras ha llegar tan lejos.

Diego volvió a desmayarse.

Cuando despertó le dolía un poco la cabeza,

ya estaba harto de desmayarse y era como si

hubiera pasado a otro mundo. Cuando abrió

los ojos vió muchísimo fuego y lava. Y vió a…

Lucifer, allí estaba. No creía lo

que veía, y él le dijo: “Pensé que esa serpiente

te mataría, y no lo hizo y ese monstruo de

pacotilla tampoco te ha hecho nada, pues

ahora me encargare yo personalmente”

A Diego le salieron alas, unas alas blancas

enormes y empezó una lucha interminable. A

Sofía la tenían otros demonios, los más

poderosos después de Satanás.

Lucharon e intentaron

matarse pero nada, era la segunda batalla más

importante en la historia demonológica, por –

qué si ganaba Diego, Satanás moriría, ya no

existiría el mal y todos los demás demonios

serían arrastrados con él. Se pegaron golpes,

se tiraron al suelo, se lanzaron conjuros y todo

lo que podáis imaginar. Entonces Satanás dijo:

-Charón conjurabis mortifoum.

Y Diego dijo:

-Luziflater mortíferum eternotum

Y… se formo una explosión que dejó

a todos de piedra, se vió como

una silueta salía de entre la explosión. Era

Lucifer, el demonio había ganado Diego

estaba muerto y Sofía quedó encerrada allí

para siempre.

FIN…