el hombre como unidad y totalidad en la vision bonaventuariana

16
1 EL HOMBRE COMO UNIDAD Y TOTALIDAD EN LA VISIÓN BONAVENTURIANA. Fr. Jesús Piedra Barboza. O.F.M.Cap. _____________________________________________________________ _____ Resumen: En el pensamiento antropológico de san Buenaventura es necesario tener claro como define él al hombre, este aspecto esta ampliado por las diversas concepciones de otros pensadores franciscanos, otros conceptos que se definen en el presente trabajo son el alma y el cuerpo, componentes del hombre, luego expondré la manera en la que se explica la necesidad de la resurrección, para concluir analizando como el hombre es unitario y total. Palabras Clave: Homo viator: (hombre caminante) concepción del hombre, la cual expone que el hombre se va creando y definiendo en el camino que realiza en su vida. Hombre: Tercero constituido de alma y cuerpo cuya facultad principal es la razón. Alma: Es forma sustancial, es sustancia espiritual simple y deiforme. Cuerpo: Es el fruto maduro del universo sensible. Resurrección: Exigencia de la misma naturaleza humana.

Upload: jesus-piedra

Post on 11-Nov-2015

7 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

teología medieval

TRANSCRIPT

6EL HOMBRE COMO UNIDAD Y TOTALIDAD EN LA VISIN BONAVENTURIANA.Fr. Jess Piedra Barboza. O.F.M.Cap.__________________________________________________________________Resumen: En el pensamiento antropolgico de san Buenaventura es necesario tener claro como define l al hombre, este aspecto esta ampliado por las diversas concepciones de otros pensadores franciscanos, otros conceptos que se definen en el presente trabajo son el alma y el cuerpo, componentes del hombre, luego expondr la manera en la que se explica la necesidad de la resurreccin, para concluir analizando como el hombre es unitario y total.

Palabras Clave:Homo viator: (hombre caminante) concepcin del hombre, la cual expone que el hombre se va creando y definiendo en el camino que realiza en su vida.Hombre: Tercero constituido de alma y cuerpo cuya facultad principal es la razn.Alma: Es forma sustancial, es sustancia espiritual simple y deiforme.Cuerpo: Es el fruto maduro del universo sensible.Resurreccin: Exigencia de la misma naturaleza humana.

Introduccin:El tema antropolgico ha sido siempre el destino directo o indirecto de la filosofa en todas sus pocas y perspectivas, para lo cual la perspectiva franciscana no ha sido la excepcin, sin embargo, aun no poseemos una idea unitaria del hombre.

Aun dentro de la filosofa franciscana, caracterizada por una concepcin muy positiva del hombre, al cual ha otorgado dentro de su reflexin un papel importante, y, sin el cual, es casi imposible comprender su forma de pensar, ha habido a lo largo de la historia distintas maneras filosficas de describir al hombre, todas distintas y generadoras de discusin, no obstante, es caracterstico de esta concepcin filosfica el afirmar que la antropologa es fundamentalmente para una comprensin global no solo del hombre, sino tambin del mundo y de Dios.[footnoteRef:2]Entre estos pensadores se encuentra san Buenaventura, el cual, apartndose de la forma convencional de ver a la antropologa, expone al hombre como un ser compuesto, sin embargo, el resultado de este compuesto es la unidad y totalidad, ciertamente es mucho lo que se puede cuestionar al doctor serfico en su reflexin, pese a esto su argumento sigue siendo fuerte y valido aun hoy. [2: Merino, H de la filosofa franciscana, p. 61]

Buenaventura define al hombre como animal racional[footnoteRef:3], apoyndose en la filosofa helnica, afirma que gracias a la razn el hombre se eleva por encima de las dems creaturas, empero, la razn no es presentada como un don divino sino como una simple facultad humana, con la cual libremente responde ante Dios.Esta definicin, tan propia de la edad media, aunque es cierto, sigue la influencia griega se aparta en gran medida de ella, por lo que debo cuestionarme es valido seguir definiendo al hombre como animal racional? Sin duda alguna es innegable que la razn sigue siendo la caracterstica principal del hombre, sin embargo, este se ha hecho ms complejo, ambiguo y dramtico, habra que sumarle que de un modo subyacente e inconfesado se considera a la persona humana como un proyecto, como un devenir, y se le incita a que sea su propia definicin. En la realizacin de este proyecto existencial la razn no basta por s misma, sino que reclama la ayuda y la intervencin divinas. Por tanto, seria ms valido definir al hombre como un homo viator. [3: I Sent. D.25 a. 1 q.2 concl.]

Siendo el hombre un microcosmos, es imposibleque, siendo compuesto, pueda unir en s el mundo espiritual y el mundo material, por lo tanto, por una necesidad mutua el alma y el cuerpo se une en una unidad por esencia formando un tercero unitario y total.

El hombreSan Buenaventura destaca el valor de la causa ejemplar, que se convierte en la base del pensamiento filosfico bonaventuriano, en el cual se magnifica a Dios, sin embargo, esto no rebaja al hombre, ni es causa de minimalismo antropolgico, al contrario afirma que el hombre solo puede adquirir su verdadera magnitud a la luz de la grandeza divina.

El ejemplarsimo presentado por San Buenaventura interpreta al hombre como el termino medio de la creacin, capaz de unir al mundo y Dios.Dios hizo al hombre espritu y materia corporal para que fuera como la sntesis del universo y el encargado de orientar todo a su origen y fuente, por lo que concluye que el hombre es semejante a Dios e infinitamente diverso.

Al dar una definicin filosfica del hombre, Buenaventura no se separa de la concepcin de su tiempo, sino que, al igual que los griegos, dice que el hombre es un animal racional, con lo cual se vincula la realidad del cuerpo mortal y la del alma intelectual. Empero, cuando los helnicos e inclusive algunos romanos definen al hombre de esta manera lo ideaban como un animal que, gracias a la razn, se eleva por encima de los otros animales. Considerando a la razn como una facultad divina puesta al servicio y disposicin del hombre. La razn era presentada por Platn, Aristteles, Marco Aurelio, Sneca y Plotino como husped divino alojado en ese animal humano.

Pero con la introduccin del cristianismo la razn se ve cuestionada profundamente con respecto a la exposicin anterior, en este momento la razn ya no es de esencia divina, como para Platn y los estoicos, sino una facultad privilegiada del hombre, de esta forma se integra ms profundamente al hombre y se la reduce a un instrumento. El hombre ya no se caracteriza por su absoluta independencia, sino por su libre dependencia, racional y responsable ante Dios, como aparece en San Agustn, Santo Tomas y Juan Duns Escoto, los cuales coinciden en la necesidad de la gracia divina y de su iluminacin, entendida esta de un modo natural o sobrenatural, para que la razn desempee bien todo su potencial humano. A ellos se debe agregar San Buenaventura, el cual agrega esta facultad al alma, haciendo que el ejercicio de la razn le concierna al alma humana por medio de tres movimientos, a saber, hacia afuera, hacia adentro y hacia arriba; dicho de otra manera, hacia las cosas exteriores, hacia s misma y hacia las realidades superiores, estos movimientos los realiza por medio de tres categoras, el sentido, la razn y la inteligencia, respectivamente.[footnoteRef:4] [4: Cfr. Hex. Coll. 5 n. 24 ]

Con esta discrepancia dada por el pensamiento cristiano surge una pregunta es aun valido llamar al hombre animal racional?, al respecto los actuales filsofos que han seguido el pensamiento bonaventuriano dicen que el hombre es estructuralmente relacin- relacional y es provisto de una vocacin comunitaria, ya que fue creado a imagen del misterio trinitario, al cual se van conformando por medio de un itinerario, el camino que cada uno va construyendo en las tres jornadas, en las cuales habra que considerar a la persona humana como un proyecto, como un devenir, y se le incita a que sea su propia definicin. Pero en este largo camino el hombre descubre que la razn no basta por s misma, y necesita de la ayuda e intervencin divina, la cual se realiza por medio de la iluminacin. Por lo que seria ms correcto concebir al hombre como un homo viator, que vive en el tiempo, pero aspira a la eternidad.

Al hacer referencia del hilemorfismo antropolgico presentado por Fr. Buenaventura encontramos una separacin del pensamiento franciscano puesto que el doctor serfico, va ms all de la tpica composicin del hombre, la cual afirmaba que el hombre esta compuesto de alma y cuerpo, segn el esquema hilemrfico de la unin de la forma con la materia, teora seguida por Alejandro de Hales. Pedro Juan Olivi sostiene que en el hombre coexisten diversas formas sustanciales, sin embargo, con esto no se separa de la composicin del hombre. Fiel a la tradicin de la escuela franciscana mencionada anteriormente Guillermo de Ockham defiende la pluralidad de formas en el hombre. Dira que el nico filsofo franciscano que se asemeja en pensamiento a Buenaventura es Juan Duns Escoto, el cual sostiene que el hombre es un ser compuesto, segn el hilemorfismo aristotlico, pero unitario al mismo tiempo.

Como ya lo mencione anteriormente Buenaventura acepta y adopta este hilemorfismo aristotlico, pero no se conforma con ver al hombre como un ser compuesto sino que, yendo ms all afirma que el hombre es conjuntamente uno por esencia, as resulta que todo ser es uno, en cuanto sntesis lograda de la potencia y del acto. Ahora bien para explicar lo anteriormente citado el Doctor serfico postula que la unin del alma y del cuerpo constituye un tercero, al que debemos llamar hombre, y en el cual convergen el ser y el actuar de los elementos estructurales que lo integran, por lo que el alma siente a travs del cuerpo, y el cuerpo necesita sr vivificado por el alma.

El alma.Como ya vimos anteriormente Fr. Buenaventura no niega la unin hilemrfica presentada por Aristteles, pese a esto no presenta al hombre como un ser compuesto sino como un ser unitario y total. En esta clave hilemrfica, el alma representa el acto y la forma, Adems presenta la necesidad que haya un alma en todo cuerpo, al cual tiende como su coprincipio necesario para desarrollarse existencialmente. De ah por qu el alma no es totalmente feliz si no esta unidad a su cuerpo[footnoteRef:5]de esto se concluye que, el alma es la perfeccin del cuerpo destinado a ser vivificado por la vida racional.[footnoteRef:6] [5: Sermon I en Sbado Santo n.4] [6: II Sent. D. 2 p. 2 a.2 q.3 ad 3 ]

Pero no conformndose con la conclusin a la que ha llegado agrega el doctor serfico, el alma no solo es la perfeccin del cuerpo humano segn sus potencias sensibles, porque el cuerpo humano esta ordenado a una perfeccin ms elevada que la del cuerpo animal, sino que es perfeccin del cuerpo en cuanto complemento de su esencia y segn la totalidad de sus potencias. Tiene, pues, un apetito e inclinacin naturales hacia el cuerpo y, a travs de l, es capaz de delectacin y compasin.[footnoteRef:7] [7: III Sent. D. 16 a. 2 q. 1 concl.]

Afirma, a s mismo que, el alma racional tiene sus propias actividades espirituales no dependientes del cuerpo, como el acto del entendimiento, que no es material.[footnoteRef:8] Por tanto, el alma, aunque es forma del cuerpo humano, goza de propia subsistencia espiritual independiente del substrato material del cuerpo. [8: Cfr.II Sent. D. 19 a. 1 q. 1 f. 9 ]

Por tanto la definicin de alma presentada por el pensador en estudio es la siguiente, el alma racional es forma sustancial, es sustancia espiritual simple y deiforme. Como consecuencia de que el alma subsista en s misma debe decirse que el alma esta constituida de forma y de materia, pero dicha materia es puramente espiritual y, por tanto, sin partes cuantitativas y sin extensin. Aunque el alma racional este compuesta de materia y de forma, tiende por s a la unin con el cuerpo. Lo mismo que este, tambin compuesto de materia y forma, tiende a la unin con el alma[footnoteRef:9] [9: II Sent. Ad 6 ]

Esta constitucin del alma se explica al presentar el alma en el mismo rango espiritual de los ngeles, de manera que la distincin es ms bien de carcter accidental que sustancial y, como ellos, esta compuesta de materia y forma. Aunque con esto exista una diferencia notable con Santo Tomas, ya que este presenta el alma como una sustancia incompleta que tiende a la unin con el cuerpo para buscar su complementariedad, difiriendo de esta manera con Buenaventura que presenta el alma como una sustancia completa, que busca la unin con el cuerpo no por indigencia, sino como un deseo de comunicarse y perfeccionar.

En el franciscano se encuentra el alma como inmortal, dotada de facultades propias, por lo que hay que recordar que, San Buenaventura afirma, segn la sagrada doctrina, que el alma humana es una forma que comprende no solamente la esencia creada, sino tambin la "esencia increada"' (S. AG.), La razn es que siendo el primer principio dichossimo y bienaventurado, si la benevolencia soberana comunica su bienaventuranza a la criatura no solamente espiritual y prxima, sino tambin corporal y lejana. A esta le comunica la bienaventuranza mediatamente (a travs de mediadores, Dionisio). El alma humana es, por tanto, "forma beatificable". Y porque es beatificable, es capaz de Dios a travs de la memoria, de la inteligencia y de la voluntad. Esto es ser imagen de la Trinidad a causa de la unidad del alma en su esencia y de la trinidad de sus potencias.

Ms adelante, explicando que la Trinidad creadora se ha expresado en la creacin a modo de vestigio, de imagen y de semejanza, el franciscano expone que el vestigio se refiere a Dios como a su principio, la imagen como a su objeto motor y la semejanza como a un don que la habita. Con esto se explica la deiformidad del alma.

El cuerpo.El cuerpo humano es el resultado de dos elementos fundamentales de la realidad corprea: la materia fsica, que anida en su seno las razones seminales, y la luz considerada como reserva inagotable de todas las energas del universo.

Segn el franciscano, la realidad material y corprea es dinmica y esta dotada de un movimiento y de un impulso ascendente hasta vincularse a formas y determinaciones ms perfectas, concluyendo al afirmar que el cuerpo humano es el punto de llegada del impuso progresivo y dinmico de las realidades materiales ms elementales y primarias. En esta perspectiva, el cuerpo humano es el fruto maduro del universo sensible.

En este respecto encontramos otra discrepancia entre el pensamiento bonaventuriano y el pensamiento de Aristteles, ya que en Buenaventura el cuerpo no es una tumba que el alma tiene que soportar y sublimar, as el cuerpo humano se convierte ms bien en complemento del alma y su posibilidad en la existencia concreta y temporal. Por tanto el cuerpo creado por Dios, esta de tal modo dispuesto que era totalmente proporcionado en su complexin, en armona con el alma y adaptado para habitar en el mundo del paraso.[footnoteRef:10] [10: Para que en el mismo hombre se manifestase la sabidura de Dios hizo tal al cuerpo que a su modo tuviese proporcin con el alma. Y porque el cuerpo se une al alma como perfeccionadora y motora y con tendencia hacia arriba, a la bienaventuranza, para conformarse al alma vivificante, tuvo una complexin igual, no de peso o de mole sino con igualdad de justicia natural, la cual dispone para el ms noble modo de vida. Para conformarse al alma como motora por la variedad de potencias tuvo variedad de rganos con suma belleza, artificio y ductilidad; como se manifiesta en la cara y en la mano, que es el rgano por excelencia! Para que se conformara al alma con tendencia hacia arriba, al cielo, tuvo derechura de posicin y la cabeza levantada hacia arriba, para que as la derechura corporal atestiguara la rectitud mental.Brev. P.2 c. 10 n. 4 ]

El cuerpo, a travs de sus sentidos, tiene una dimensin estructuralmente relacional, no solo interpersonal sino tambin con todo el universo, ya que para el doctor serfico el hombre, que se dice microcosmos, tiene cinco sentidos como cinco puertas, por las que entran en nuestra alma el conocimiento de todas las cosas que existen en el mundo sensible[footnoteRef:11] el cuerpo humano nos vincula al universo material y nos abre al mundo del espritu, pues fue hecha as por el Creador. [11: Itin. C.2 n. 3 ]

La resurreccin.Al llegar a este punto el doctor serfico se encuentra en un problema, ya que debe explicar como es posible la unidad de un componente inmortal, como es el alma intelectual, y otro mortal, como lo es el cuerpo, tan diverso entre s, el cual resuelve diciendo, segn la sagrada doctrina, que tal separacin tras la muerte seria una violencia natural, por lo que se puede decir que la misma naturaleza del hombre exige, de algn modo, la resurreccin sobrenatural.

Al respecto escribe el doctor serfico: la naturaleza misma requiere que el hombre conste de cuerpo y alma juntos, como de materia y forma, que tienen mutua inclinacin y mutua necesidad; por fuerza se ha de verificar la resurreccin como quiera que la reclaman as la naturaleza, la infusin de la gracia y la retribucin de la justicia, segn las cuales debe regirse la totalidad de las cosas[footnoteRef:12] [12: Brev. P.7 c.5 n. 2 ]

Este destino vinculante entre el alma y el cuerpo no queda limitado al tiempo y al espacio, sino que exige su continuidad despus de la muerte. De ah el fundamento ontolgico de la resurreccin de los muertos.

En conclusin, la inclinacin mutua del alma inmortal y el cuerpo mortal, que forman una unidad por esencia, no puede ser violentada por la muerte, ya que el alma inmortal creada deiformemente comunica su perfeccin al cuerpo mortal, el cual creado para habitar en el paraso, luego de su muerte adquiere vida sobrenatural (resurreccin) con la que unir definitivamente el mundo material con el mundo espiritual.

Conclusin; el hombre como unidad y totalidad.

Al poner todo lo anteriormente citado en un conjunto se comprueba como el hombre es conjuntamente uno y compuesto. Esta compuesto de alma que es forma del cuerpo, la cual posee entre sus facultades la razn que siendo esta una facultad humana se ve ayudada por la iluminacin divina,y cuerpo como materia, hecho de tal manera que sea complemento del alma, capaz de habitar el paraso, de tal forma que unidos forman uno por esenciacuya separacin tras la muerte es una violencia natural, lo que hace necesario la resurreccin sobrenatural, dicha unidad por esencia constituye un terceroque es el hombre. Definido como un animal racional, a lo cual alegamos que segn los apuntes de la filosofa bonaventuriana actual seria ms correcto definirle como homo viator.

Por tanto esta inclinacin natural, libre y mutua del alma y cuerpo, genera una nica esencia, por la cual se constituye un tercero llamado hombre, el cual se concibe por sus potencias como microcosmos, uniendo dentro de si la totalidad del mundo espiritual y el mundo material, constituye, por ende,un ser sublime unitario y total capaz de trascender a su Creador y hacer Trascender a las dems creaturas.

Por ultimo, es necesario aclarar que el alma siente a travs del cuerpo, y el cuerpo necesita ser vivificado por el alma. Segn escribe San Buenaventura: la una y el otro estn destinados a unirse entre ellos tanto sustancialmente como accidentalmente, y no solo accidentalmente, porque entonces los dos no constituiran una unidad por esencia[footnoteRef:13] [13: II Sent. D.1 p. 2 a. 3 q. 2 f. 2 ]

Bibliografa.Merino, Jos A; Martnez Fresneda, Francisco. Manual de filosofa franciscana, BAC, Madrid, Espaa, 2004.Aperribay, Fr. Bernardo; Oromi, Fr. Miguel; Oltra, Fr. Miguel, Obras de San Buenaventura, BAC, Madrid, Espaa, 1948.Merino, Jose A; Historia de la filosofa Franciscana; BAC, Madird, Espaa, 1993.Ratzinger, Joseph; La teologa de la historia de San Buenaventura; ediciones encuentro; Madrid, Espaa, 2004.D`Onofrio, Giulio; StoriaDellaTeologianel Medioevo; Vol II; ediconesPiemme, 2003. Johannes B, Freyer. Homo viator. L'uomoalla luce dellastoriadellasalvezza. Un'antropologiateologica in prospettivafrancescana. Vol. 12: Corso di teologiaspirituale. EDB. 2008.