el gogorrón, legendario guardián de la historia y gloria potosinas

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El Gogorrón, legendario guardián de la historia y gloria potosinas Nicolás Lucas – El Financiero VILLA DE REYES, SLP.- De ella se habla más por haber funcionado años atrás como el set cinematográfico de un filme ambientado en la época virreinal. No obstante, pocos recuerdan que esta es una de las haciendas que propiciaron, vivieron y vieron pasar la gloria económica y cultural que dieron fama, forma y fortuna al estado, en parte a México y de paso la referencia de lo que fue la vida en el virreinato de la otrora Nueva España. Hacienda de Gogorrón es su nombre y su casco, muy enorme para muchos, no es más que un pedazo de tierra comparado con las 35 mil hectáreas de lo que alguna vez alcanzó su máxima extensión territorial. Pese a lo anterior, su arquitectura aún impresiona al foráneo y le resguarda además entre sus muros de cantera y altos techos, algunos adornados con “liberales” motivos europeos, significativos momentos históricos, como el muy posible hecho de que en este lugar se haya redactado y firmado el documento que declaró a San Luis Potosí capital de la República en tiempos de la Intervención Francesa. Según los historiadores, quizá este acontecimiento sea imposible de demostrar como también los hechos de que algunos de los realistas o insurgentes más representativos en el movimiento de Independencia pasaron e hicieron de las suyas en este sitio, dado los ajetreados días que se vivieron en esos años y los posteriores, cuando era más importante conservar la vida, soberanía e identidad nacionales. Con todo, lo anterior no es un factor que determine la importancia histórica del Gogorrón también como una hacienda promotora y primera en la tecnificación hidráulica, textilera, minera o forjadora de otros acontecimientos de importancia relevante ya en los días de la Revolución, ya fuera a favor del régimen, los alzados o en su momento por uno u otro bando revolucionario. Erigida a fines del siglo XVI a unos 50 kilómetros de la capital potosina en el antiguo poblado de Villa de San Francisco, hoy Villa de Reyes, por el español Pedro de Arizmendi Gogorrón, de quien tomó su nombre y de quien se dice fue descendiente de judíos conversos -por ello algunos le llamaron el "marrano Arizmendi"-, el Gogorrón tuvo el propósito inicial de funcionar como hacienda de beneficio donde se molieran y fundieran los minerales extraídos de las minas de Guadalcázar o Cerro de San Pedro.

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Page 1: El Gogorrón, legendario guardián de la historia y gloria potosinas

El Gogorrón, legendario guardián de la historia y gloria potosinasNicolás Lucas – El Financiero VILLA DE REYES, SLP.- De ella se habla más por haber funcionado años atrás como el set cinematográfico de un filme ambientado en  la  época virreinal.  No obstante,  pocos  recuerdan que esta es una de  las  haciendas que propiciaron, vivieron y vieron pasar la gloria económica y cultural que dieron fama, forma y fortuna al estado, en parte a México y de paso la referencia de lo que fue la vida en el virreinato de la otrora Nueva España. Hacienda de Gogorrón es su nombre y su casco, muy enorme para muchos, no es más que un pedazo de tierra comparado con las 35 mil hectáreas de lo que alguna vez alcanzó su máxima extensión territorial. Pese a lo anterior, su arquitectura aún impresiona al foráneo y le resguarda además entre sus muros de cantera y altos techos, algunos adornados con “liberales” motivos europeos, significativos momentos históricos, como el muy posible hecho de que en este lugar se haya redactado y firmado el documento que declaró a San Luis Potosí capital de la República en tiempos de la Intervención Francesa. Según los historiadores, quizá este acontecimiento sea imposible de demostrar como también los hechos de que algunos de los realistas o insurgentes más representativos en el movimiento de Independencia pasaron e hicieron de las suyas en este sitio, dado los ajetreados días que se vivieron en esos años y los posteriores, cuando era más importante conservar la vida, soberanía e identidad nacionales. Con  todo,   lo  anterior  no  es  un  factor  que determine   la   importancia  histórica  del  Gogorrón   también como una hacienda promotora y primera en la tecnificación hidráulica, textilera, minera o forjadora de otros acontecimientos de importancia relevante ya en los días de la Revolución, ya fuera a favor del régimen, los alzados o en su momento por uno u otro bando revolucionario. Erigida a fines del siglo XVI a unos 50 kilómetros de la capital potosina en el antiguo poblado de Villa de San Francisco, hoy Villa de Reyes, por el español Pedro de Arizmendi Gogorrón, de quien tomó su nombre y de quien se dice fue descendiente de judíos conversos -por ello algunos le llamaron el "marrano Arizmendi"-, el Gogorrón tuvo el propósito inicial de funcionar como hacienda de beneficio donde se molieran y fundieran los minerales extraídos de las minas de Guadalcázar o Cerro de San Pedro. Pero dada las bondades agroindustriales de la región, con el pasar de las décadas se le anexaron altas naves que albergarían fabricas textileras o mezcaleras, cuyos restos, aún imponentes y con pintas de “graffiti” en idioma chino o inglés, dan muestra del poder y fama que alcanzó el Gogorrón en sus primeros 300 años de historia. Las excavaciones que se realizaron en algunos de sus terrenos para dotar de un mayor caudal de agua a  las operaciones de la hacienda hicieron a algunos llamar a este lugar la gloria, pues las aguas que brotaron de los pozos resultaron ser termales y beneficiosas para la salud humana, hechos que aumentaron la fama y la gloria económica de este lugar. A la fecha, esta hacienda conserva su “casa grande”, aunque su fachada principal de cantera, más monumental y porfiriana, da la cara al lado opuesto a la original de tabique, piedra y colonial, una un tanto exigua, pero con más magia por tener a su frente los hornos, caballerizas y lavaderos, y demás construcciones originales donde la vida de los más de cinco mil habitantes del Gogorrón transcurrió. También  mantiene  aún  sus  capillas,   campanarios,   establos,  un   torreón  de  vigilancia  y  por  dentro  de   la   casa principal, amplios patios, corredores, escaleras, puertas con herrajes forjados en hierro puro que pintan una idea de la fortuna que logró Arizmendi Gogorrón, pero que además resguardan un momento del pasado de la bonanza minera o textilera de San Luis Potosí y México. Magnificente a los foráneos y legendaria a los locales como su primer dueño, pues se desconoce con certidumbre el año y lugar de nacimiento de Pedro de Arizmendi y su paso a América, el Gogorrón aún maravilla por sus historias en las que menciona a personajes como el virrey Félix María Calleja, Benito Juárez o su opuesto, Maximiliano de Habsburgo,  y  también por sus  fértiles  tierras,   todas aún dando  fruta como  leyendas da  la hacienda que éstas resguardan.

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Octubre 2011