el futuro de eurasia prolegómenos para la integración geopolítica del continente

13
El futuro de Eurasia prolegómenos para la integración geopolítica del continente Leonid Savin El comienzo del siglo XXI no ha sido tan color de rosa como fue descrito por los futurólogos y planificado por los políticos: una crisis financiera mundial, los problemas dentro de la zona euro, el “pantano” para las tropas estadounidenses en Irak y Afganistán, los conflictos armados en Europa Central, Norte de África y el Medio Oriente, una serie de revoluciones de color en el espacio post-soviético, y disturbios en las capitales de Europa Occidental. Se diría que con la tecnología moderna, la herencia histórica y el acuerdo convencional sobre los derechos humanos, Europa ya ha definido su futuro y, si no está siguiendo lo planificado, por lo menos está manteniendo las políticas regulatorias en el ámbito de su competencia. Sin embargo, los desarrollos actuales indican que todo resultó ser más complicado. El mundo ha entrado en una zona de turbulencia geopolítica, con procesos en varios niveles, nuevos retos y respuestas asimétricas. Además de la vieja dicotomía entre conservadores y progresistas, surgen en Europa nuevas tendencias políticas que intentan repensar su europeidad y priorizar el futuro desarrollo y la supervivencia. Variantes en relación al tema del futuro de la OTAN y la planificación de la defensa conjunta con los EEUU, fluyen desde cumbres marginales y anti-globalización como desde un fondo político intelectual, lo que demuestra la inutilidad de ejecutar la política de antiguos vectores. La situación es tal que el debate contemporáneo en torno al futuro de Europa, el destino de Rusia y de otros países del continente, no puede considerarse por separado. De la investigación etimológica al replanteamiento pragmático del

Upload: jullius

Post on 15-Dec-2015

3 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Geopolítica

TRANSCRIPT

Page 1: El Futuro de Eurasia Prolegómenos Para La Integración Geopolítica Del Continente

El futuro de Eurasia prolegómenos para la integración geopolítica del continente

Leonid Savin

El comienzo del siglo XXI no ha sido tan color de rosa como fue descrito

por los futurólogos y planificado por los políticos: una crisis financiera

mundial, los problemas dentro de la zona euro, el “pantano” para las tropas

estadounidenses en Irak y Afganistán, los conflictos armados en Europa

Central, Norte de África y el Medio Oriente, una serie de revoluciones de

color en el espacio post-soviético, y disturbios en las capitales de Europa

Occidental. Se diría que con la tecnología moderna, la herencia histórica y

el acuerdo convencional sobre los derechos humanos, Europa ya ha

definido su futuro y, si no está siguiendo lo planificado, por lo menos está

manteniendo las políticas regulatorias en el ámbito de su competencia. Sin

embargo, los desarrollos actuales indican que todo resultó ser más

complicado. El mundo ha entrado en una zona de turbulencia geopolítica,

con procesos en varios niveles, nuevos retos y respuestas asimétricas.

Además de la vieja dicotomía entre conservadores y progresistas, surgen

en Europa nuevas tendencias políticas que intentan repensar su

europeidad y priorizar el futuro desarrollo y la supervivencia. Variantes en

relación al tema del futuro de la OTAN y la planificación de la defensa

conjunta con los EEUU, fluyen desde cumbres marginales y anti-

globalización como desde un fondo político intelectual, lo que demuestra la

inutilidad de ejecutar la política de antiguos vectores.

La situación es tal que el debate contemporáneo en torno al futuro de

Europa, el destino de Rusia y de otros países del continente, no puede

considerarse por separado. De la investigación etimológica al

replanteamiento pragmático del viejoLebensraum(incluyendo la

dependencia de recursos) – de una forma u otra, la superpoblada orilla de

Eurasia desde Gibraltar hasta el mar de Barents está volviendo su mirada

hacia el Este.

En cierta época, los conceptos de “Europa” y “Asia” se limitaron al mundo

helenístico y a los países vecinos, dentro de un paradigma que asignó

Page 2: El Futuro de Eurasia Prolegómenos Para La Integración Geopolítica Del Continente

significados particulares. La expansión del Imperio Romano, la era de la

gran migración y la difusión del cristianismo, cambiaron la estructura

política de la parte occidental del continente euroasiático. Mientras esta

región se sumergió en un frenesí feudal, un nuevo imperio se formó en las

fronteras orientales. La Horda de Genghis Khan logró en un tiempo

extraordinariamente corto unir por la fuerza kanatos, reinos y principados,

extendiéndose a través de miles de kilómetros, mostrando un nuevo modelo

de Estado, de diplomacia y de tácticas militares. La importancia histórica

del proyecto mongol es simplemente asombrosa. Nadie más, ni antes ni

después, fue capaz de crear tal vasto Imperio. Mientras tanto, hay claros

marcadores geopolíticos de este fenómeno. Historiadores europeos

modernos han señalado que la Rus había frustrado la oleada de nómadas

de Asia hacia Occidente, salvando así a Europa de una inminente

desaparición. Interpretaciones completamente diferentes se expresaron en

relación con el destino de Rusia. Aunque la escuela soviética de

pensamiento insistió en la existencia del yugo mongol-tártaro, la escuela

histórico-filosófica euroasianista refuta tales supuestos, con el apoyo de

elementos de hecho. De acuerdo con la teoría del cambio de los imperios,

la Rus tomó la batuta de las hordas ya fragmentadas, en gran medida

tomando prestados sus mecanismos de construcción del Estado, necesario

para una mayor expansión.

Aunque anteriormente hubiera “campañas contra los cismáticos” y otros

obstáculos (como en todas partes), la primera confrontación total de

Oriente y Occidente comenzó con la “era de Gutenberg” [1]. La imprenta,

originalmente concebida con el fin de ayudar a difundir la Palabra de Dios,

no sólo dio lugar a un efecto contrario (porque la difusión de la Biblia

socavó la autoridad de la Iglesia Católica), sino también a la aparición de

las primeras instituciones de la guerra de la información. Mientras que las

primeras embajadas de Europa occidental viajaron para comerciar con

Moscú, la población local fue sometida a un adoctrinamiento, recurriendo a

las metáforas del Antiguo testamento y creando una imagen poco

favorecedora de los gobernantes de Rusia y de su pueblo.

Sin embargo, la primera ola de globalización que termina con el

descubrimiento de América, apareció como el comienzo de una nueva era

global. Al mismo tiempo, Europa, desgarrada por guerras y

Page 3: El Futuro de Eurasia Prolegómenos Para La Integración Geopolítica Del Continente

contradicciones, trasladó parte de su teatro de operaciones de combate a

los territorios de los nuevos espacios abiertos, inaugurando así el comienzo

de nuevos procesos civilizatorios.

Todavía había muchos episodios de comprensión mutua entre Rusia y

Europa en una serie de cuestiones, sin embargo, con el inicio del siglo XX,

la modernidad alcanzó todo su potencial, y tres ideologías principales

saltaron a la arena: el marxismo con el postulado de la la lucha de clases; el

corporativismo estatal con una perspectiva nacional, que se convirtió en el

nacionalsocialismo y el fascismo; y el liberalismo. Las tres tendencias

ideológicas no eran ajenas a las cuestiones territoriales, nacionales y de

recursos, pero parece que la escuela geopolítica anglosajona

deliberadamente ha demonizado a Rusia. Ellos hicieron de Rusia,

conceptualmente, no sólo un Heartland,sino también una fuente de

inestabilidad, de donde se originó el “tierra de vándalos” a imagen de los

hunos, los turcos y los mongoles, que atacaron los alrededores del mundo

romano [2]. A estas alturas, con la memoria histórica ya debilitada, después

del colapso del Imperio Austro-Húngaro pocos estuvieron interesados en la

historia del pueblo húngaro, que venía desde más allá de los Urales, y otros

temas fueron pasados por alto. ¿Quién recuerda ahora a los ávaros, que

una vez penetraron en el territorio de la actual Alemania y, de hecho,

crearon Baviera (y ahora el tipo antropológico de la población de esta

tierra federal es marcadamente diferente del de los sajones o de Westfalia),

o de los eslavos, presidiendo el área del actual Berlín? ¿Y recuerdan en los

círculos políticos polacos las ideas de un destacado dramaturgo y escritor,

Stanisław Witkiewicz, quien en la década de 1930 expresó en su metáfora

artística la ansiedad asociada a la amenaza de la migración desde China?

[3]

Aunque estas observaciones pueden parecer insignificantes, son todos

eslabones de una cultura estratégica de uno u otro estado con su pueblo,

de alguna manera realizados en la geopolítica popular.

Turquificar Alemania, africanizar Francia, indianizar el Reino Unido,

magrebizar Italia y España, y un número aún no determinado de chinos,

vietnamitas y otras diásporas asiáticas en cada país de la UE, en la

dinámica geopolítica, puede conducir a resultados muy impredecibles [4].

Mas la rápida islamización de los países europeos en el contexto de un

Page 4: El Futuro de Eurasia Prolegómenos Para La Integración Geopolítica Del Continente

declive demográfico de la población nativa. El estado de ánimo actual en

algunos países de la UE, en particular entre los nuevos miembros, muestra

claramente que a la gente no le gustan los proyectos de etno-globalización

en su tierra natal, al menos en su forma presente [5]. Característicamente,

el principal vector de la migración actual pasa por el eje Norte-Sur, no por

el eje Este-Oeste, donde la frontera sanitaria artificial todavía juega el

papel de parachoques disuasorio.

La guerra fría no sólo condujo a la división en dos bandos, sino también a la

aparición de una nueva terminología. En Occidente hay una cristalización

final de la filosofía política, conocida como atlantismo. Un político

británico, John Williams, amplía este término calificándolo como teología

atlantista [6]. Afirma que, como cualquier teología, el atlantismo se basa en

el mito de que, en última instancia, los intereses geopolíticos y

geoestratégicos de Europa y Estados Unidos son inseparables. Al mismo

tiempo, Williams cree que las relaciones entre los EEUU, Europa y Rusia

durante la Guerra Fría son también otro mito, que se tradujo en una crisis

de identidad propia.

La sustitución por el neo-atlantismo (el neologismo nació en Italia en la

década de 1950) [7] como definición de las nuevas relaciones entre los

miembros de la comunidad atlántica, tampoco duró mucho y está perdiendo

rápidamente su sustancia interna. Así como con las instituciones de la

democracia, resulta obvio que va a declinar. En este sentido, cabe señalar

que el término “déficit democrático” ha surgido en Europa en 1977 para

definir la incapacidad de los países miembros de la UE para abordar las

cuestiones relacionadas con las necesidades de los ciudadanos europeos

[8].

En este contexto, viendo a los Estados Unidos como su sucesor geopolítico,

la Europa unida debe reconocer que no estaba en condiciones de hacer

frente al programa de “Melting Pot“, y digerir todos los inmigrantes de sus

antiguas colonias, junto con la nueva fuerza laboral de la migración

continua.

El cuadro de la Europa pos-Guerra Fría fue transformado por la admisión

de nuevos miembros en la UE. El factor mar Báltico-Negro fue añadido al

factor dominante Atlántico-Mediterráneo, y los países de esta región se

vieron obligados a enfrentarse a una serie de cuestiones: la adaptación del

Page 5: El Futuro de Eurasia Prolegómenos Para La Integración Geopolítica Del Continente

sistema jurídico, las instituciones políticas y civiles, la economía; tratando

de preservar su memoria y sus tradiciones históricas nacionales al mismo

tiempo. Junto con esta expansión geográfica fue posible la aparición de un

discurso sobre el nuevo eje geopolítico, en cierta medida compitiendo con

el viejo eje [9]. La cuestión de la centralidad para definir la nueva Europa

(el término de Friedrich Naumann “Middle Europa“) también siguió siendo

reinterpretada. Se propusieron definiciones tales como “MidiEurope“,

“Dimidial Europa” y “Viscalian Europa“, que se basan en los términos

latinos correspondientes [10]. Éstas definiciones se superponen con los

conceptos existentes de Euroregiones, basados en el modelo de cuenca (el

área de las cuencas del Mosa-Rin, las tierras bajas del Danubio). Una

escuela geopolítica alemana sobre Eurafrica sonó de nuevo, sin embargo,

bajo la influencia de los intereses franceses – creando así el fantasma de la

Unión Mediterránea, que no pudo llegar a buen puerto debido al bloqueo

alemán a la posibilidad de este proyecto. Del mismo modo, en las nuevas

versiones posmodernas y tecno-políticas (con la energía y el componente de

la comunicación) fue revivido el proyecto de Mezhmorye (“entre los mares”

Báltico y Negro), del geógrafo y cartógrafo polaco Eugeniusz Romer, el

prototipo que a su vez sirvió para la idea de Jagiellonian (Gran Lituania).

Junto con los atractivos respecto a la comunicación (la adaptación de la

ruta “desde los varegos a los griegos” en un nuevo guión), este modelo

geopolítico tuvo un componente étnico-nacional, se asumió que la identidad

cultural báltico-eslava serviría como una base adicional para la ejecución

de este proyecto. Pero las preguntas acerca de la pertenencia a un tipo de

civilización [11], a veces llamada el mundo occidental-cristiano o el super-

ethnos europeo-occidental, condujo al descubrimiento de algunas

contradicciones profundamente arraigadas en función de factores

históricos o etno-políticos, que también tienen un componente pragmático

que se expresa en la estructura de las fronteras y los puntos de vista sobre

la asignación de los recursos. Frente la presión de los antiguos miembros

de la UE para la homogeneización del espacio económico, que se refleja

sobre todo en el hecho de que las empresas transnacionales han tenido

acceso a los recursos nacionales, los Estados del eje mar Báltico-Negro

estaban interesados en medidas proteccionistas contra un efecto tan

unilateral de globalización.

Page 6: El Futuro de Eurasia Prolegómenos Para La Integración Geopolítica Del Continente

Podemos decir que los intentos iniciales para establecer una Unión de

cooperación regional, junto con los componentes históricos, hasta cierto

punto han servido como base para la remodelación de este proyecto en un

plano estratégico diferente, más amplio, que afecta a los intereses de las

grandes potencias – continental (Euroasiática) y atlantista (mundialista).

No es casualidad que cierto número de investigadores comenzaran a

comparar el modelo del eje mar Báltico-Negro con una frontera sanitaria,

como la que se formó después del Tratado de Versalles al final de la

Primera Guerra Mundial. Un proyecto geopolítico, indirectamente asociado

con tales ideas, llamado GUUAM (Georgia, Ucrania, Uzbekistán,

Azerbaiyán y Moldavia), que no tuvo ningún verdadero desarrollo y fue

concebido como un proyecto de los países occidentales (incluyendo los

EEUU) para crear una barrera artificial entre la Rusia moderna y la UE.

Podemos recordar otra serie de proyectos, ni siquiera realizados, como

Chimerica o Сhindia, pero a juzgar por la posición de la futura integración

de Rusia y Europa, que en teoría es el proyecto más grande e importante

que podría cambiar el orden mundial, es necesario hacer algunas

observaciones preliminares. La alianza llamada Eurosiberia ya era

considerada como una opción de futuro. La necesidad de convergencia fue

destacada por Jean Thiriart, quien soñaba con un imperio desde Dublín

hasta Vladivostok (no obstante, prediciendo la caída de la URSS).

Los opositores intransigentes a la amistad y la cooperación con Rusia

apuntan a los precedentes históricos y a la imprevisibilidad del gobierno

ruso. En realidad, Europa vió muchos más conflictos históricos. Incluso

después de los Acuerdos de Helsinki, una guerra civil estalló en el corazón

mismo de Europa – la de Yugoslavia, que tuvo consecuencias de largo

alcance, incluyendo el reconocimiento de Kosovo. El movimiento moderado

de los secesionistas y el separatismo radical en España, el Reino Unido y

Bélgica continúa hasta nuestros días. Y quien vigile de cerca la crónica de

los acontecimientos internacionales, encontrará fácilmente que los EEUU

es el más impredecible: la promesa de no ampliar la OTAN hacia el Este en

la década de 1990 y de permanecer en Kirguistán sólo durante dos años en

la base de Manas (y en muchas otras, incluso en los países de la UE),

fueron promesas vacías. Y si en este tipo de cuestiones de principio no

Page 7: El Futuro de Eurasia Prolegómenos Para La Integración Geopolítica Del Continente

existe ninguna garantía de que Washington no vaya a engañar de nuevo,

¿cómo es posible además trabajar con un socio tan fiable?

Ahora estamos en el siguiente punto de bifurcación, cuando existe una

oportunidad de hacer un breve alto en el camino y repensar los procesos

asociados a los patrimonios territoriales, los estados nacionales, los

agravios históricos, etc., para crear una nueva estrategia común, adecuada

para todos los actores de Eurasia. Por supuesto, el término puede tener

varios significados semánticos. Por ejemplo, la India, China y el sudeste

asiático son aglomeraciones demasiado específicas incluso para las

antiguas repúblicas soviéticas. Y los primeros euroasianistas imaginaron

Eurasia como Rusia, y no como Europa más Asia, considerándolo un mundo

único. Sin embargo, Eduard Suess, en su obra fundamental “The Face of

the Earth” [12], utiliza el concepto de Eurasia apuntando la arbitrariedad

de los límites entre Europa y Asia, y que las fronteras no son sólo una

herramienta de separación, sino también un fenómeno social complejo que

une a las naciones y a los pueblos.

Quizás muchos señalarán un tipo muy diferente de conciencia de los

pueblos y países desde Chukotka hasta el Atlántico, pero ¿sobre qué base

los pueblos de Europa construirán juntos una existencia colectiva si ya hay

tantas contradicciones en la UE? En nuestra opinión, para crear una

plataforma geopolítica compartida que pueda satisfacer a todos, o al menos

a la mayoría de las fuerzas, los desacreditados conceptos de democracia y

liberalismo, y el populismo social de izquierda de partidos y líderes

particulares, que son una nueva versión de la consigna de los francmasones

– “libertad, igualdad, fraternidad” -, son poco adecuados. ¿Qué nueva idea

debería unir y satisfacer a todos los pueblos de Eurasia?

El fundador del movimiento eurasiático, el geógrafo Petr Savitsky, propuso

un modelo de ideocracia que se caracteriza por una visión del mundo

compartida, y por la buena voluntad de las élites gobernantes en servir a la

única idea rectora que representa “el beneficio del colectivo de los pueblos

que habitan este particular mundo autárquico”[13]. Esta es una muy buena

definición, y si este mundo se interpreta como el espacio del continente

euroasiático, hay muchos puntos en común y perspectivas para una

realización creativa.

Page 8: El Futuro de Eurasia Prolegómenos Para La Integración Geopolítica Del Continente

Además, el común destino continental es el elemento vinculante que apunta

las condiciones geopolíticas comunes. No es coincidencia que Hitler tratara

de llegar hasta los Urales, lo cual habla acerca de la integridad de la

plataforma del Este europeo, no obstante, incluso los Urales no son ya una

barrera, y el extremo Oriente está más “europeizado” que algunas ciudades

en las inmediaciones de Moscú. Las comunicaciones modernas y los

centros de transporte crearon un mosaico geopolítico polifacético de un

mismo cuadro. Y si antes del siglo XX todavía era posible hablar de un

“obstáculo eurasiático”, en referencia a la extensión de las tierras del

Imperio Ruso, a las eternamente congeladas latitudes del norte, y a la

carencia de acceso a los mares cálidos, separados por Persia y la India,

ahora todo eso es facilitado por los proyectos de infraestructura de

transportes, las nuevas tecnologías y la comprensión de los principios de

autarquía económica propuestos por Friedrich List.

Hace mucho tiempo llegó un momento en el que, a partir de pequeños

grupos construidos sobre el principio de la autosuficiencia, fue necesario

trasladarse a las zonas de “topogénesis” (o el lugar de desarrollo, el

término propuesto por Peter Savitsky para explicar el conjunto de factores

geográficos, étnicos, económicos, históricos y otros, que representan un

todo) [14], y Grandes Espacios de Carl Schmitt. Dado el sistema político

internacional contemporáneo de múlti-capas y multi-nivel, tal proyecto es

factible.

Si bien no vamos a hablar sobre el futuro de la política migratoria (aunque

Rusia tiene una gran cantidad de territorios no desarrollados que, como

antes, pueden ser poblados por extranjeros – Catalina la Grande dio tierra

a los alemanes; los kurdos, los serbios y otros pueblos encontraron refugio

en Rusia), este delicado asunto debería ser resuelto con cuidado y

gradualmente.

Aún así, hay que sacar algunas conclusiones relacionadas con la posibilidad

de crear una configuración supranacional unificada.

La UE debería reconocer su dependencia constante de los recursos

energéticos rusos. El “North Stream” ya había conectado Rusia con

Alemania. El “South Stream” finalmente cerrará la dirección del Mar

Negro. Todos los pragmatistas entienden que la idea de “Nabucco” es

desequilibrada y motivada políticamente. Las tecnologías verdes resuelven

Page 9: El Futuro de Eurasia Prolegómenos Para La Integración Geopolítica Del Continente

el problema sólo parcialmente. Además de la energía, hay otros recursos

naturales, incluyendo el agua, los minerales, los bosques, etc. Rusia ocupa

una sexta parte de la tierra y posee el máximo inventario de estos recursos.

Por supuesto, con las políticas posmodernas actuales y los procesos de

globalización, uno puede ser dueño de la tierra de manera extraterritorial,

pero en el caso de Rusia, al menos en el corto plazo, eso no es posible. Sólo

las inversiones mutuas y los proyectos de integración (comenzando con la

cancelación del régimen de visados), pueden abrir el acceso real a la

gestión de estos recursos en nombre de los intereses comunes.

Es una cuestión de voluntad política. Sólo los fuertes pueden crear una

formación tan gigantesca. Hagamos que esto sea una voluntad colectiva,

aunque debemos actuar con decisión y audacia. Llámelo una

autodeterminación geopolítica de todos los participantes del proceso.

Es posible que, junto con los procesos globales, nuevos horizontes

conducirán a la creación de una nueva clase (relativamente hablando), y

darán lugar a la superación de la dicotomía derecha-izquierda en algunos

sistemas políticos. En el período de entreguerras en Europa hubo intentos

de poner en práctica iniciativas interesantes bautizadas como “la tercera

vía”. Es posible que en el proceso de diseño político una nueva teoría

política sea creada [15].

¿Cómo continuará la discusión política, social, económica, de defensa y

sobre muchos otros temas? Sólo podemos decir que es necesario un

“multiálogo” [16] como herramienta para la comunicación interestatal y

para la comunicación internacional, en el proceso de producción de las

normas y las instituciones necesarias.

A pesar del proceso de creación de la Unión Euroasiática, como Vladimir

Putin dijo en octubre de 2011 hablando de la participación de la UE en la

construcción de Eurasia, tal proyecto está aún, al margen del discurso de

grupos intelectuales independientes, sólo en el esfera de la imaginación.

Pero, como escribió un famoso teórico estadounidense del comunitarismo,

Michael Walzer, incluso un estado es invisible, y para que aparezca, debe

ser imaginado, debe dársele un carácter, y luego, personificarlo y hacerlo

visible. La imaginación, según Albert Einstein, es mejor que el

conocimiento, por lo tanto, la configuración emergente de Eurasia es el

retorno de un sueño para todos los pueblos del continente, que serán

Page 10: El Futuro de Eurasia Prolegómenos Para La Integración Geopolítica Del Continente

capaces de poner en práctica gradualmente en la realidad. Y el

conocimiento existente (incluyendo la experiencia negativa), y la tecnología

deberían ser instrumentos para esta Gran Empresa Geopolítica.

Notas:

[1] Marshall McLuhan. The Gutenberg Galaxy. The Making of Typographic

Man. University of Toronto Press, 1962.

[2] J. Mackinder Halford. The Geographical Pivot of History, Geographical

Journal, London, 1904.

[3] Stanislaw Witkiewicz. Nienasycenie. Powiesc, t. 1-2, Warsz., 1957.

[4] La cuestión del etnocentrismo en un estado nacional, es decir, la

división entre “nosotros” y “ellos”, se planteaba a menudo en el discurso

ideológico, reflejándose, por ejemplo, en una “caza de brujas”, y en una

política nacional. Sin embargo, incluso en una sociedad homogénea en

términos culturales y étnicos, siempre habrá algunos mecanismos invisibles

que empujan a la violencia mutua. El filósofo francés René Girard propone

apartarse del modelo de “etnocentrismo” y buscar la causa dentro de la

sociedad, que durante la historia del mundo siempre ha necesitado un

chivo expiatorio. Para obtener más información, consulte René Girard. La

violencia et le Sacre. Grasset y Fasquelle, 1972.

[5] La prueba de esto es el fracaso del proyecto de la multiculturalidad, lo

que fue reconocido por Angela Merkel y Nicolas Sarkozy.

[6] John Williams, Atlanticism: The Achilles’ Heel of European Security,

Self-Identity and Collective Will.http://www.redpepper.org.uk/atlanticism/

[7] Pietro Pirani. “The Way We Were”: Continuity and Change in Italian

Political culture. 5,

2008.http://www.psa.ac.uk/journals/pdf/5/2008/Pirani.pdf

[8] Laffen, B. “Democracy and the European Union’, in Cram, L., Dinan, D.

and Nugent, N. (eds.)

-Developments in the European Union, London: Macmillan Press Ltd.,

1999, p. 334

[9] Leonid Savin. And the geopolitics of regional risks, Geopolitics No. 10

[10] Drynochkin A.V. Eastern Europe as an element of system of global

markets. M: Olita, 2004. p. 11.

[11] Hay que señalar que no existe una clara interpretación del término

“civilización”.

Page 11: El Futuro de Eurasia Prolegómenos Para La Integración Geopolítica Del Continente

[12] Suess, Eduard. Das Antlitz der Erde. Wien, 1885.

[13] N.S. Trubetskoy. Acerca de la idea de un estado ideocrático, Eurasian

chronicle. Issue XI. Paris, 1935. pp. 29-37.

[14] Peter Savitsky. The Continent Of Eurasia. – M.: Agraffe, 1997.

[15] Alain de Benoist propone llamar a una futura teoría que trascienda el

marco del marxismo, el liberalismo y el fascismo, el Nuevo Nomos de la

Tierra, y el profesor Alexander Dugin llama a tal ideología la Cuarta Teoría

Política.

[16] Duke R. Gaming: The Future Language. N. Y.: Sage Publications,

1974.

(Traducción Página Transversal)

Fuente: Fourth Way Platform- See more at: http://escenarios21.net/el-futuro-de-eurasia-prolegomenos-para-la-integracion-geopolitica-del-continente/#sthash.OgYnF1LT.Znk6NiT5.dpuf