el fuego, ecosistemas, y la gente

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Un evaluación global sobre el fuego y la conservación de la biodiversidad por The Nature Conservancy

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Page 1: El Fuego, Ecosistemas, y la Gente
Page 2: El Fuego, Ecosistemas, y la Gente

Cita bibliográfica: (para la afiliación de los autores, véase el interior de la contraportada)Shlisky, A., J. Waugh, P. González, M. González, M. Manta, H. Santoso, E. Alvarado, A. Ainuddin Nuruddin, D.A. Rodríguez-Trejo, R. Swaty, D. Schmidt, M. Kaufmann, R. Myers, A. Alencar, F. Kearns, D. Johnson, J. Smith, D. Zollner y W. Fulks. 2007. El Fuego,los Ecosistemas y la Gente: Amenazas y estrategias para la conservaciónglobal de la biodiversidad. Informe Técnico de la Iniciativa Global parael Manejo del Fuego 2007-2. The Nature Conservancy. Arlington, VA.

Agradecimientos: Deseamos agradecer a los 60 participantes de los talleres de expertossobre Evaluación Mundial del Fuego de las regiones Neotrópica,Indomalaya, Austral-Asiática y Neártica realizados en 2006 por suscontribuciones a este trabajo. Deseamos expresar también nuestragratitud a Kei Sochi, del capítulo del estado de Colorado de TheNature Conservancy, y Casey Cleve y Brent Pedersen, del Centro deInvestigación y Educación Popular sobre el Fuego de la Universidadde California en Berkeley, por su experta asistencia en SIG.Agradecemos sinceramente a Rachel Smith de la Universidad deCalifornia, Berkeley, quien ayudó a recopilar datos y coordinar talleres.Asimismo, apreciamos las contribuciones de la Comisión NacionalForestal (CONAFOR) por su permiso para usar información prove-niente del Análisis del Programa de Incendios de México (2003-2004). Agradecemos también a Dante Arturo Rodríguez-Trejo, de la Universidad Autónoma Chapingo, México, por su revisión de laversión española de este informe. El desarrollo de la base de datosespaciales de la Evaluación Mundial del Fuego y esta publicación nohabrían sido posibles sin su apoyo.

Traducción por Eva Vilarrubí.

Dedicatoria: Dedicamos esta publicación a Jill Bowling, quien junto con otros seismiembros del personal de WWF y otras 17 personas perecieron en unaccidente de helicóptero en Nepal en septiembre de 2006. Jill fue unade las fundadoras de la Asociación Mundial sobre el Fuego. Si bien elequipo contaba con otras personas de más experiencia en la ciencia y el manejo del fuego, fueron la sabiduría, la experiencia y la visión de conjunto de Jill que dieron un marco a nuestras discusiones y nos enfocaron en los vínculos entre el fuego, la conservación y el bienestar humano.

Fotos:Portada: © Penny Tweedie/CORBISContraportada, arriba: © Ronald MyersContraportada, abajo, izq.: © Mark GodfreyContraportada, abajo, der.: © Dante Arturo Rodríguez-Trejo

Asociación Mundial sobre el FuegoThe Nature Conservancy, el Centro de Investigación y Educación Popular sobre el Fuego de la Universidadde California en Berkeley, la UICN y WWF se han comprometido a trabajar conjuntamente y con sociospara hacer frente a las causas y las consecuenciasecológicas y sociales de los regímenes de fuego alterados en todo el mundo. Los socios recopilaron una gran parte de los datos usados en esta evaluacióndurante un taller preliminar de expertos en mayo de2004 y en tres talleres posteriores en 2006.

© 1986 Panda Symbol WWF® “WWF” is a WWF Registered Trademark

Para más información, sírvase ponerse en contacto con:The Nature ConservancyIniciativa Global para el Manejo del Fuego 13093 Henry Beadel DriveTallahassee, FL 32312U.S.A. (850) [email protected]

Para descargar este documento, sus gráficos y las versiones subsiguientes, diríjase a http://nature.org/initiatives/fire/science.La evaluación es un proceso en curso. Se invita a losexpertos a contribuir al estudio usando una herramientainteractiva en línea. Para solicitar acceso, sírvase enviarun correo electrónico a [email protected].

Para más información acerca de la Iniciativa Global para el Manejo del Fuego de The Nature Conservancy,vea http://nature.org/fire.

© 2007 The Nature Conservancy

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ResumenSe reconoce ampliamente que, como consecuencia de las acciones humanas, el comportamiento del fuego en la actualidad es muy diferente al de cualquier otra época en la historia humana. El fuego cumple una función vital en el mantenimiento de muchos ecosistemas y de las comunidades que dependen de ellos. Si queremos desarrollar estrategias de conservación eficaces, debemos comprender las relaciones entre el fuego, la gente y el medio ambiente.

Sólo el 25% del mundo terrestre evaluado presenta regímenes de fuego intactos. Las ecorregiones conregímenes de fuego degradado o muy degradado cubren el 53% y el 8% del planeta, respectivamente. Más de la mitad (53%) de las ecorregiones del planeta es dependiente del fuego, mientras que el 22% es sensible al fuego y el 15%, independiente del fuego (el restante 10% todavía no ha sido evaluado). Existe un vínculo estrecho entre la degradación de los regímenes del fuego y la pérdida de biodiversidad.

Las principales causas de los regímenes de fuego alterados a nivel mundial son el desarrollo urbano; la cría de animales de granja, la ganadería y la agricultura; el uso del fuego y la supresión del fuego; la extracción de recursos (incluidas la producción de energía, la minería y la tala), y el cambio climático global. Estas amenazas pueden afrontarse adoptando la metodología del Manejo Integral del Fuego. El primer paso del Manejo Integral del Fuego incluye la identificación de los beneficios ambientales, sociales y económicos potenciales y las consecuencias del fuego. Esta información ayuda a las comunidades a decidir cómo, cuándo y dónde ocurrirán los incendios en el terreno.

El siguiente listado incluye recomendaciones específicas para los profesionales con base en la comunidad, los gobiernos de los países y las instituciones multilaterales:

1. Evaluar si los efectos del fuego son perjudiciales, beneficiosos o benignos.

2. Sopesar los beneficios relativos y los riesgos del fuego y las acciones humanas.

3. Implementar políticas adecuadas, aumentar la capacidad de manejo del fuego, educar a los residentes acerca de la función del fuego yaprender y adaptar a lo largo del proceso.

Miembros de una comunidadlocal llevan a cabo una quemaprescrita en Chiapas, México. Este trabajo es parte del Plan deManejo Integral del Fuego de lacomunidad, que especifica dóndey cuándo permitir las quemas.© Víctor Negrete Paz/CONANP

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La Asociación Mundial del Fuego, fundada en 2004, incluye aThe Nature Conservancy, la Unión Mundial para la Naturaleza(UICN), el Centro de Investigación y Educación Popular sobreel Fuego de la Universidad de California en Berkeley y WWF.La Asociación Mundial del Fuego reconoce la necesidad de evaluar el estado de los regímenes de fuego de todo el mundo,elaborar estrategias de conservación eficaces y crear un respaldomundial de socios para encarar al fuego como un tema de conservación. Este informe resume la información más recientede la función y el estado actuales del fuego en todo el mundo, yanaliza las consecuencias relacionadas para la gente y los ecosis-temas. Examinamos las principales causas de los “regímenes defuego alterados”, así como algunas similaridades y diferenciasentre las principales regiones del planeta, también conocidascomo “reinos”.

La Asociación Mundial del Fuego publicó su informe originalsobre la función y el estado del fuego, El Fuego, los Ecosistemas y la Gente: Una evaluación preliminar del fuego como un temaglobal de conservación, en el Congreso de Conservación Mundialen 2004. Presentó evidencia muy convincente de que losregímenes de fuego alterados representan un problema de conservación global de alta prioridad. Este segundo informe esuna síntesis más profunda de descubrimientos más recientes.Incluye los resultados de muchas áreas no evaluadas en elinforme original, así como información nueva y ampliada sobrelas causas de la ecología del fuego alterado y recomendaciones en

cuanto a las acciones que se deben realizar. Este informedescribe algunas medidas específicas que los países y las organizaciones pueden tomar hoy para mejorar la seguridad y la salud humanas, y permitir que el fuego cumpla con su papelnatural donde corresponde. Varios recuadros incluidos a lo largodel texto ilustran puntos clave, tales como el papel cambiante delfuego en los bosques tropicales húmedos, y ofrecen información más detallada sobre métodos de evaluación y estrategias de conservación específicas.

La primera sección del informe analiza el fuego en el contextode la sostenibilidad ambiental y explica las relaciones complejasdel fuego con otros aspectos, como el cambio climático, el cambio en el uso del suelo y las especies invasoras. La segundasección explica las diversas funciones que el fuego cumple en los ecosistemas, entre ellas, qué lugar ocupan las igniciones de origen humano. Después del capítulo de métodos, presentamoslos principales resultados de la evaluación y luego analizamos las cinco principales amenazas al mantenimiento de la funciónecológica del fuego. Estudios de casos del sur de Chile eIndonesia ilustran cómo estas amenazas parecen presentaraspectos similares y diferentes en distintos lugares. La últimasección examina los beneficios del Manejo Integral del Fuego ypropone varias acciones específicas basadas en los resultados dela evaluación.

Este informe

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Estudiantes extinguen los rescoldos después de una quema prescrita en un Curso para Instructores, organizado por la FAO, sobre Manejo del Fuego basado en la Comunidad en el Parque Nacional Mpumalanga, Sudáfrica. © Ronald Myers

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Contenido

El fuego es un tema de conservación global . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1

El fuego cumple una función en los ecosistemas y la sociedad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .3

Métodos de evaluación: La colaboración científica genera comprensión de la ecología del fuego, las amenazas y las estrategias . . . . .5

Resultados de la evaluación: Los regímenes de fuego sanos son un componente de la salud ambiental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7

Análisis: La función ecológica del fuego se ve amenazada por los usos del suelo, el cambio climático y las políticas públicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9

Desarrollo urbano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9Cría de animales de granja, ganadería y agricultura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10Fuego y supresión del fuego . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10Extracción de recursos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .11Cambio climático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .11Otras amenazas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .12

Estudios de caso: Diferencias regionales en los regímenes de fuego y las amenazas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13

Reino Neotrópico: La ecorregión valdiviana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13Reino Indomalayo: Aceite de palma, turba y cambio climático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13

Recomendaciones: Estrategias para la conservación global de la biodiversidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .15

Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .17

Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .18

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Esta área en Sepang, Selangor, Malasia, fue una vez un pantano de turba que se secó para plantar palmas de aceite. La combinación de un mejor accesoy condiciones más secas está creando incendios extensos en lugares como éste. © A. Ainuddin Nuruddin

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El fuego es un tema de conservación global

En 1998, un año de El Niño, los incendios que ardieron por toda AméricaCentral y México crearon masas de humo que afectaron a los habitantesde zonas tan alejadas como Texas.

Ignorar el fuego como un tema de conservaciónglobal, ya sea que se lo considere un proceso

ecológico clave o una amenaza a la biodiversidady el sustento humano, puede tener

consecuencias indeseadas y de gran alcance.

Esta sección explica la función que el fuego cumple en moldear ymantener los ecosistemas y cómo los seres humanos, histórica-mente pero también hoy en día, usan el fuego como una herramienta para la supervivencia. La importancia de la funciónecológica del fuego lleva directamente a la conclusión de que losesfuerzos de conservación a nivel mundial deben tomar en cuentael fuego.

El fuego es un proceso natural que ha jugado un papel importanteen la formación de nuestro medio ambiente y en el mantenimientode la biodiversidad en todo el mundo. Los beneficios e impactos delfuego son amplios; la mayoría de los hábitats terrestres dependendel fuego para su sostenibilidad ecológica.

El fuego a menudo determina la distribución de los hábitats, elflujo del carbono y los nutrientes y las propiedades de retencióndel agua de los suelos. En hábitats adaptados al fuego y depen-dientes del mismo para su salud ecológica, la exclusión del fuego a menudo resulta en una reducción de la biodiversidad y unaumento en la densidad de la vegetación, a menudo aumentandoel peligro de un incendio catastrófico con el correr del tiempo.

Asimismo, el fuego ha sido, y todavía es, una herramienta importante usada por los seres humanos para moldear el suelo,produciendo paisajes culturales que también pueden apoyar lasalud ecológica. Sin embargo, en hábitats no adaptados al fuego—como son gran parte de los bosques tropicales latifoliados del mundo— la introducción del fuego por parte de los sereshumanos puede causar transformaciones que provoquen pérdidas sociales, económicas, ambientales y de especies. Cuando las acciones humanas causan demasiado, muy poco o el tipo de fuego equivocado, el fuego puede amenazar nuestromedio ambiente liberando niveles inaceptables de gases de efecto invernadero en la atmósfera, proporcionando vías de acceso para especies invasoras dañinas, alterando la hidrología del paisaje, perjudicando la calidad del aire local y regional yplanteando un riesgo directo y a menudo más severo a las viviendas humanas.

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas,adoptados por 189 de las 193 naciones en 2000, incluyen el objetivo de asegurar la sostenibilidad ambiental. Si bien la mayoría de los países se ha comprometido con los principios del desarrollo sostenible, la acción tangible no ha sido suficientepara revertir la pérdida de los recursos ambientales del mundo(Naciones Unidas 2005). Esto incluye acciones necesarias pararevertir la pérdida de los beneficios ecológicos del fuego de nuestro medio ambiente natural y para impedir que el fuegodestruya hábitats que son sensibles a él.

Dado que el fuego ofrece amplios beneficios y también plantea riesgos al bienestar ambiental, social y económico, la conservación de la biodiversidad lo debe tomar en cuenta. Una evaluación mundial reciente reveló que ocho de los 14 principales tipos de hábitat terrestre1 del mundo no alcanzan lameta de conservación eficaz del 10% (The Nature Conservancy

2006; véase el recuadro 1). Además de proteger los hábitats en áreas protegidas como los parques nacionales y otras áreas naturales, la conservación eficaz de la biodiversidad requiere,entre otras cosas, permitir que el fuego cumpla con su funciónecológica, sin que plantee una amenaza a la biodiversidad o elbienestar humano. Esto significa que las políticas de protección o manejo del suelo deben permitir el manejo adecuado del fuego,ya sean quemas prescritas para beneficio de la biodiversidad, o prevención de incendios para proteger hábitats sensibles al fuego.

El fuego es un tema de conservación complicado dado que rara vez se presenta de manera independiente. Interactúa conmuchas otras amenazas globales a la biodiversidad: expansiónagrícola, desarrollo urbano y periurbano, cambio en el uso delsuelo, desarrollo energético, sobrepastoreo, exclusión del fuego,cambio climático, especies invasoras, tala, desarrollos hídricos e infraestructura de transporte (véase el recuadro 2). Estas amenazas alteran universalmente la función ecológica del fuegocausando demasiado, muy poco o el tipo de fuego equivocado en relación con las bases de referencia ecológicas.

Ignorar el fuego como un tema de conservación global, ya sea quese lo considere un proceso ecológico clave o una amenaza a labiodiversidad y el sustento humano, puede tener consecuenciasindeseadas y de gran alcance.

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En 2006, The Nature Conservancy completó un informepreliminar sobre el estado de los tipos de hábitat principalesdel mundo (TNC 2006). Esta Evaluación Global deHábitats fue parte del proceso de The Nature Conservancypara definir las metas y prioridades de la conservación alargo plazo. Esta evaluación mostró que menos del 10% de los siguientes tipos de hábitat principales están siendoconservados eficazmente:

• Bosques latifoliados tropicales secos• Bosques tropicales de coníferas• Bosques templados latifoliados y mixtos• Bosques boreales/Taiga• Pastizales, sabanas y matorrales tropicales • Pastizales, sabanas y matorrales templados• Bosques y matorrales mediterráneos• Desiertos y matorrales xéricos

Estos hábitats carecen de un área adecuada con estatus protegido para conservar la amplia gama de la biodiversidaddel mundo, y en muchos casos, los usos del suelo y las políticas actuales hacen que incluso las condiciones del hábitat “protegido” no alcancen los estándares ecológicospara la salud de la biodiversidad. Las actividades de conservación global deben adoptar un enfoque integral que se esfuerce en proteger la biodiversidad, y tambiénfacilite políticas y acciones de manejo del fuego y el suelo que sean compatibles con el mantenimiento o la restauración de la salud de la biodiversidad.

Recuadro 1. Conservación de hábitats en el mundo: Evaluación global de hábitats deThe Nature Conservancy

Las plantas invasoras pueden cambiar el comportamiento del fuego en los ecosistemas de diferentes maneras. En este caso, el helecho Lygodium microphyllum ha creado “escaleras de combustible” que permitirán a incendios de superficie de baja intensidad propagarse a las copas de estos cipreses. © Mandy Tu

Encarar el fuego como un tema de conservación global tienebeneficios para las sociedades y las economías. El mantenimientode procesos ecológicos como el fuego es un componente clavepara el éxito de la conservación. Sin embargo, la ecología delfuego y las maneras en que los seres humanos se relacionan con el fuego se combinan para crear complejos desafíos a la

conservación. El logro de soluciones requerirá alianzas globales;el compromiso de gobiernos, organizaciones de conservación einvestigación y socios privados para equilibrar los beneficios y lasamenazas del fuego, y mecanismos para compartir recursos entrepaíses desarrollados y en desarrollo.

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La tercera parte del área mundial que sequema anualmente está en el trópico(Mouillot y Field 2005). Si bien hanocurrido incendios “naturales” en los sistemas tropicales, la mayoría de éstos essensible a incendios demasiado frecuentesporque son perjudiciales para la salud delecosistema. Muy a menudo los incendiosen los bosques latifoliados tropicales sonencendidos por seres humanos, ya seaintencionalmente, para clarear parcelas de bosques y manejar pasturas y camposagrícolas, o por accidente cuando las quemas intencionales escapan el controlde estos campos (Nepstad et al. 1999).

Los agricultores y los ganaderos usan elfuego como una práctica para ahorrar trabajo que permite clarear rápidamenteuna parcela de bosque. Las contribucionesiniciales de potasio y carbono prove-nientes del material quemado puedencrear un suelo fértil en la primeraestación de crecimiento, y a veces por mástiempo. Estos cambios en el uso del sueloen bosques latifoliados tropicales tiendena crear condiciones más secas, lo queaumenta la predisposición del bosque aincendios de sotobosque y a una mayorfrecuencia de incendios en general(Alencar et al. 2004). La pérdida decobertura de bosque puede dejar al suelopropenso a la erosión y eliminar la principal fuente de nutrientes. Cuandolos agricultores abandonan las tierras

menos fértiles, el clareo de tierras seextiende a nuevas áreas.

En la Amazonía, patrones de incendios degran escala a menudo siguen a las grandescolonizaciones humanas, lo que tienecomo consecuencia patrones de deforestación a gran escala (Skole yTucker 1993), construcción de caminos(Laurance et al. 2001, Nepstad et al. 2001)y actividades madereras (Cochrane et al.1999, Nepstad et al. 1999).

Los usos del suelo en la región son unafuente principal de “demasiado fuego” enestos bosques, lo que está agravado por lasfluctuaciones climáticas. Un estudio cercade Paragominas, un centro de ganadería y tala de 35 años de antigüedad en laAmazonía oriental, mostró que el 91% del área de bosque en pie que se habíaquemado durante el período de estudiode 10 años se incendió durante los añosde El Niño/Oscilación del Sur (ENSO,por sus siglas en inglés), cuando la sequíasevera pudo haber aumentado tanto lainflamabilidad del bosque como losescapes del fuego en las quemas agrícolas(Alencar et al. 2004). Este estudio también concluyó que el porcentaje debosque que había sido talado o quemadopreviamente, el tamaño de los fragmentosdel bosque, la distancia a los pozos de carbón, la distancia a los asentamientosagrícolas, la proximidad a los bordes del

bosque y la distancia a los caminos se correlacionaban con los incendios desotobosque. La degradación de los fragmentos del bosque y la distancia a las fuentes de ignición pronosticaron con precisión la ubicación del 80% de losincendios forestales durante el episodioENSO de 1997-1998. Es razonableesperar que la actividad del fuego con-tinúe en aumento como consecuencia delos futuros programas de desarrollo ruraly del impacto adicional del cambioclimático en esta región. Estos incendiosestán causando pérdida de biodiversidad,degradación de la calidad del aire local y la salud humana, creación de una brumaregional y cambios en el abastecimientode agua, además de pérdidas económicas.

La expansión del fuego a sistemas tropicales que generalmente no estánadaptados al fuego (y que además abrigangran parte de la biodiversidad y del carbono capturado del mundo) puededestruir hábitats únicos y perturbar lossistemas climáticos globales. Los patronesque vemos en el Amazonas se están repitiendo en tipos de hábitat similares entodo el mundo. Otras geografías tendránsus propios conjuntos de problemas, que incluyen la manera en que los usoshumanos del suelo han reducido la cantidad de fuego ecológicamente adecuada, con resultados a menudo catastróficos para las comunidadeshumanas y el medio ambiente.

El fuego cumple una función en los ecosistemas y la sociedadEsta sección introduce los conceptos de ecosistemas depen-dientes del fuego, sensibles al fuego e independientes del fuego,y explica qué es un régimen de fuego y cómo los regímenes defuego resultan alterados en cada uno de estos tres diferentestipos de ecosistemas. Para conservar eficazmente la biodiversi-dad, se deben comprender las consecuencias de la alteración delos regímenes de fuego, tanto para los ecosistemas como paralos seres humanos.

La función ecológica del fuego en todo el mundo varía desde un proceso que conduce con fuerza la estructura y función del ecosistema (ecosistemas dependientes del fuego – véase elrecuadro 3) hasta no tener ninguna importancia evolutiva (eco-sistemas independientes del fuego). La función del fuego en lassociedades humanas varía desde la aceptación y el uso como unapráctica de manejo del suelo hasta el miedo que provoca su

amenaza a las vidas, la propiedad y los medios de subsistencia.Incluso sociedades que usan el fuego como una herramienta demanejo del suelo a menudo lo temen, cuando lo consideran“fuera de control”. En algunos ecosistemas, los incendios fores-tales son importantes para la selección natural, y el uso humanodel fuego como una herramienta de manejo del suelo puedetener una importancia cultural antigua (Myers 2006, Pyne 1982,Yibarbuk 1998, Goldammer y de Ronde 2004). En muchoslugares, se usan quemas periódicas para mantener los regímenesnaturales del fuego —aquéllos que son coherentes y compatiblescon las adaptaciones de las especies y los procesos naturales—que ayudan a mantener y rejuvenecer los ecosistemas (Hassan et al. 2005). La evidencia sugiere que, en el largo plazo, losincendios de origen humano aceleran la tendencia de transfor-maciones del ecosistema causada por el cambio climático(Kershaw et al. 2002).

Recuadro 2. Agricultura y uso humano del suelo: El avance del frente del fuego en la cuenca amazónica

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Los regímenes de fuego alterados pueden cambiar la composi-ción de las especies, la estructura y las características del fuegoen cualquier ecosistema. A fin de conservar la biodiversidadeficazmente, debemos comprender no sólo cómo se comportael fuego naturalmente en los ecosistemas, sino también cómolas personas usan o alteran los regímenes naturales del fuegopara obtener beneficios ecológicos y sociales. Algunos usoshumanos del suelo pueden alterar el funcionamiento saludabledel fuego en cualquier tipo de ecosistema, ya sea dependientedel fuego, sensible al fuego o independiente del mismo. Porejemplo, el desarrollo rural en los ecosistemas dependientes del fuego muchas veces conlleva la supresión de todos los fuegos —ya sean de origen natural o humano— para protegerlas comunidades humanas. El desarrollo rural en ecosistemassensibles al fuego puede tener un impacto diferente. La urbanización y el desarrollo de infraestructura están seguidos a menudo por incendios de origen humano que requieren prevención o supresión del fuego para la conservación de labiodiversidad. Para elaborar estrategias eficaces, las organiza-ciones de conservación y sus socios deben comprender las relaciones de los ecosistemas y los seres humanos con el fuego.

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Los ecosistemas pueden ser clasificados en términos de surelación con las características del régimen del fuego, como loscombustibles, inflamabilidad, igniciones y condiciones depropagación del fuego.

Los ecosistemas dependientes del fuego son aquéllos donde lasespecies han evolucionado en presencia del fuego y donde elfuego es un proceso esencial para conservar la biodiversidad (porejemplo, sabanas, bosques templados de coníferas). Si se excluyeel fuego de estos sistemas o si se introduce un fuego ecológica-mente inadecuado —con frecuencia, severidad o época del añoinadecuadas— se puede alterar sustancialmente a estos sistemas.

Los ecosistemas sensibles al fuego son aquéllos donde la mayoríade las especies no ha evolucionado grandemente en presenciadel fuego. Si bien el fuego puede tener una función secundariaen el mantenimiento de la estructura y el funcionamiento natural del ecosistema en sistemas sensibles al fuego, la intro-ducción de un fuego ecológicamente inadecuado puede tenerun impacto negativo amplio sobre la biodiversidad (por ejem-plo, bosques húmedos latifoliados tropicales). Demasiado fuegoen bosques sensibles al fuego también puede crear un ciclo deretroalimentación negativa, volviéndolos más sensibles al fuegoen el futuro y degradando rápidamente los ecosistemas fores-tales más intactos.

Los ecosistemas independientes del fuego son aquéllos que carecen naturalmente de combustible o fuentes de ignición que permitirían al fuego actuar como una fuerza evolutiva (por ejemplo, desiertos, tundra).

Los ecosistemas dependientes del fuego, sensibles al fuego eindependientes del fuego pueden clasificarse además en términos de su condición. Por ejemplo, incluso los sistemasindependientes del fuego pueden sufrir más incendios debido a los usos humanos del suelo que los que habrían ocurrido naturalmente mediante la introducción de especies exóticasinvasoras o excesivas igniciones de origen humano.

Regímenes de fuego intactos son aquéllos en los que las características del régimen de fuego (por ejemplo, frecuencia,severidad, extensión y estación del fuego) se encuentran dentrode su rango natural de variabilidad.

Las condiciones de un régimen de fuego degradado son las quelos expertos consideran que se encuentran fuera de su rangonatural de variabilidad, pero que se estima que son restaurables.

Las condiciones de un régimen de fuego muy degradado son las que están muy fuera de su rango natural de variabilidad, y probablemente no sean restaurables.

Un aborigen australiano usa el fuego como una herramienta de manejo del sueloen la Tierra de Arnhem, Territorio del Norte, Australia. Pueblos en todo el mundotienen razones legítimas para iniciar fuegos, y muchas culturas han ganado unconocimiento muy detallado del comportamiento del fuego, habiéndolo usadocomo una herramienta durante siglos. © Penny Tweedie/CORBIS

Recuadro 3. La función ecológica del fuego

Para elaborar estrategias eficaces, las organizaciones de conservación y sus socios

deben comprender las relaciones de los ecosistemas y los seres humanos con el fuego.

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La Asociación Mundial sobre el Fuego reconoce la necesidad deevaluar el estado de los regímenes de fuego en todo el mundo,elaborar estrategias de conservación eficaces y crear un respaldomundial de socios para encarar al fuego como un tema de conservación. En marzo de 2004, la Asociación Mundial sobre elFuego reunió en Suiza a un grupo de expertos en manejo delfuego y autoridades responsables de elaborar políticas de todo elmundo a fin de analizar los regímenes de fuego y la conservaciónde la biodiversidad en el mundo. Los resultados de ese taller(TNC 2004) conformaron la primera evaluación a escala gruesasobre dónde y hasta qué punto el fuego es beneficioso o dañinopara la conservación de la biodiversidad y llevaron a la evaluaciónmás reciente que se presenta aquí.

Para comprender mejor la función global del fuego en la conservación de la biodiversidad, y para identificar las accionesnecesarias para mitigar las amenazas al mantenimiento y larestauración del papel ecológico del fuego, la Asociación Mundialsobre el Fuego llevó a cabo tres talleres de expertos entre enero yjulio de 2006, que cubrieron cuatro reinos biogeográficosamplios: Austral-Asiático, Indomalayo, Neártico y Neotrópico.2

Los talleres a nivel de reino fueron diseñados para establecer unconjunto de datos consistente a nivel global de las funcionesecológicas del fuego y las amenazas al mantenimiento de esasfunciones a un nivel de resolución gruesa, que luego sería aplicado a la conservación de la biodiversidad a nivel mundial. Los talleres también tenían como finalidad resaltar los vínculosentre el fuego, el cambio climático y otras amenazas de origenhumano a la biodiversidad, a la vez que fortalecían la colaboracióny las alianzas entre expertos, encargados del manejo y encargadosde formular las políticas.

Los talleres comenzaron con datos preliminares de la evaluaciónmundial del fuego elaborados por la Asociación Mundial sobre el Fuego en 2004 (TNC 2004). Estos datos representaban tipos,condiciones y amenazas de los regímenes de fuego en las ecorregiones listadas por WWF en Global 200, un subconjuntode todas las ecorregiones terrestres del mundo. Entre agosto de2005 y enero de 2006, se llevaron a cabo revisiones de los estudios publicados y encuestas de expertos a fin de llenar la mayoría de los vacíos existentes en la evaluación preliminar (figura 1). Las ecorregiones de WWF se usaron como base para laevaluación porque existen consistentemente en todo el mundo yrepresentan un nivel manejable de resolución para una evaluaciónmundial rápida dirigida por expertos. Durante los talleres a nivelde reino de 2006, los expertos se organizaron en equiposregionales de científicos, encargados del manejo del suelo y

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Métodos de evaluación: La colaboración científica genera comprensión de la ecología del fuego, las amenazas y las estrategias

Figura 1. Mapa de reinos/ecorregiones evaluados en 2004 y 2006.

Participantes en el taller de expertos del reino Neártico analizan losdatos. © Faith Kearns

Evaluado en 2004Evaluado en 2006

Área de evaluación futura

Page 12: El Fuego, Ecosistemas, y la Gente

Recuadro 4. Evaluación mundial del fuego WebGIS: Portal a la evaluación científica

encargados de tomar decisiones para examinar los datos, recopilarlos conocimientos de los expertos y transferir información entrelos científicos y los encargados de tomar decisiones. Para los cua-tro reinos biogeográficos evaluados entre enero y julio de 2006,el proceso del taller incorporó datos nuevos o más detalladosprovenientes de 68 científicos, encargados del manejo del suelo yencargados de tomar decisiones de 13 países y organizacionesmultilaterales gubernamentales y no gubernamentales.

Los participantes, interactivamente y en colaboración, exami-naron y refinaron datos espaciales sobre la ecología del fuego, las principales amenazas al mantenimiento de las funcionesecológicas del fuego y estrategias clave para la mitigación de lasamenazas relacionadas con el fuego. Los aportes de los expertosse captaron en un Sistema de Información Geográfica interactivobasado en Internet (webGIS) (véase el recuadro 4) y se incorpo-raron en tiempo real en una base de datos maestra almacenada enel Centro de Investigación y Educación Popular sobre el Fuego de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos.

Las fuentes de amenazas relacionadas con el fuego y las estrategias clave para mitigar los regímenes de fuego alteradossiguieron la clasificación de la Sociedad para las Medidas de laConservación de UICN (IUCN-CMP 2006). En algunos

casos, la información regional, tal como datos espaciales de laclase de condición del régimen del fuego para Estados Unidos(por ejemplo, el proyecto LANDFIRE del Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, elDepartamento del Interior de Estados Unidos y The NatureConservancy; www.landfire.gov) se comparó con los datos globales. Los participantes también opinaron sobre la importanciaregional de los foros de colaboración, aquí descritos, para debatiry encarar las condiciones y las tendencias de los regímenes delfuego.

La base de datos global de los expertos fue analizada para resumirlos patrones en las características del régimen natural del fuego,las condiciones actuales del régimen del fuego y las amenazas almantenimiento de los regímenes del fuego por tipo de hábitatprincipal y reino.

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Hemos desarrollado un sistema de información geográfica basado en Internet (webGIS) para usar como herramienta de EvaluaciónMundial del Fuego a fin de facilitar la recopilación de datos durante los talleres de expertos para la Evaluación Mundial del Fuego.Esta herramienta de Internet, que ha sido diseñada en parte en base a las recomendaciones de los expertos que participaron en elprimer taller a nivel de reino (Neártico), fue usada en los talleres Indomalayo y Neotrópico. Al proporcionar una interfaz web con capacidades espaciales para larecopilación de datos, la herramientafacilitó mucho la recopilación y elalmacenamiento de información delos expertos en una base de datosmaestra que permite ingresar datosdesde cualquier parte del mundo. Laherramienta registra la informaciónde contacto de los expertos que usanla herramienta y luego guía a losusuarios a través de una serie de preguntas sobre la función del fuego,las condiciones del régimen del fuego,las fuentes de alteración del régimendel fuego y el nivel de confianza científica por ecorregión. La herramienta está disponible en inglés y español, y se puede accederpúblicamente en:http://giifweb.cnr.berkeley.edu/tnc/.Para más información sírvase enviarun correo electrónico a [email protected].

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Resultados de la evaluación: Los regímenes de fuego sanos son un componente de la salud ambiental

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No hay datosIndependiente del fuegoSensible al fuegoDependiente del fuego

Figura 3. Distribución de ecorregiones dependientes del fuego, sensibles al fuego e independientes del fuego por tipo de hábitat principal.

Figura 2. Distribución mundial delos tipos de regímenes del fuego.

Dependiente del fuegoSensible al fuegoIndependiente del fuegoÁrea de evaluación futura

Los resultados de la Evaluación Mundial del Fuego indican quelas ecorregiones dependientes del fuego cubren el 53% de lasuperficie terrestre, las ecorregiones sensibles al fuego cubren el22% y las ecorregiones independientes del fuego cubren el 15%(figura 2). La distribución de estas áreas varía en los diferentesreinos biogeográficos y los tipos de hábitat principales (figura 3).Por ejemplo, el reino Neártico está dominado por los ecosistemasdependientes del fuego (75% del reino), mientras que la mayorparte del Neotrópico (63%) está formada por ecosistemas sensi-bles al fuego (figura 4). La evaluación todavía no ha cubierto un10% de la superficie terrestre (principalmente Europa oriental ypartes de Asia). El estado de los regímenes del fuego —su condi-

ción relativa a las condiciones ecológicamente intactas— mues-tran patrones muy claros por tipo de hábitat principal y por reinobiogeográfico. A nivel mundial, el 25% de la superficie terrestreestá intacta en lo relativo a las condiciones del régimen de fuego(figura 5). Las ecorregiones con regímenes de fuego degradadoscubren el 53% de la superficie terrestre mientras que las ecorre-giones con regímenes de fuego muy degradados cubren el 8%. Laevaluación del restante 13% de la superficie terrestre está en curso.

Las relaciones entre el fuego y la alteración de los regímenes defuego de origen humano —ya sea que el régimen de fuego estéintacto, degradado o muy degradado— a menudo se repiten a

Page 14: El Fuego, Ecosistemas, y la Gente

través de las ecorregiones y el tiempo según unos pocos factoresque las impulsan. A menudo, los tipos de hábitat principalessufren amenazas similares en todas las geografías, si bien el ritmo de cambio de amenazas clave relacionadas con el fuego —por ejemplo, desarrollo urbano o agrícola— puede diferir muchogeográficamente en base a los contextos sociales y el grado relativo de desarrollo económico.

Globalmente, los bosques boreales y la taiga son los sistemas más intactos en lo relativo a las condiciones del régimen de fuego(69% de las ecorregiones boreales se consideran intactas), en granparte debido a su relativo aislamiento geográfico y carácter nodesarrollado. Los bosques y matorrales mediterráneos son los más degradados (el 93% está degradado o muy degradado), engran parte debido a su dependencia del fuego, su atractivo para el desarrollo humano, la exclusión del fuego y las amenazas de fragmentación que acompañan al desarrollo (figura 6).

Tipos de hábitat principales que se consideran por encima del 30% intacto:• Bosques boreales/Taiga (69% intacto)

• Pastizales y sabanas inundables (38%)

• Bosques templados de coníferas (38%)

Tipos de hábitat principales en los cuales el 70% o más de la superficie terrestre está degradada o muy degradada: • Bosques y matorrales mediterráneos (93% degradado

o muy degradado)• Bosques latifoliados tropicales y subtropicales secos (79%)• Bosques latifoliados tropicales y subtropicales húmedos (75%)• Bosques templados latifoliados y mixtos (73%)• Desiertos y matorrales xéricos (72%)• Pastizales, sabanas y matorrales templados (70%)• Pastizales, sabanas y matorrales tropicales y

subtropicales (70%)

Esta evaluación proporciona una imagen representativa consis-tente, y basada en la ecología, del estado de los regímenes defuego del mundo, y un marco para la consideración de la ecologíadel fuego en la tierra y toma de decisiones en materia de manejodel fuego. Sin embargo, ofrece claramente una resolución muygruesa para elaborar estrategias de conservación y manejo delfuego locales, y hay una gran variación en las condiciones y amenazas dentro de las ecorregiones. Evaluaciones del fuego anivel regional, de país y de paisaje, tales como el proyectoLANDFIRE de Estados Unidos y el canadiense BURN-P3(Parisien et al. 2005), son necesarias para determinar estrategiasespecíficas relevantes a las geografías locales y los contextossociales.

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Afrotropical Antártico Austral-Asiático

Indomalayo Neártico Neotropical Oceánico Paleártico

No hay datosIndependiente del fuegoSensible al fuegoDependiente del fuego

Figura 4. Tipos de regímenes defuego por reino.

Intacto/EstableIntacto/En deterioroDegradado/En mejoría

Degradado/EstableDegradado/En deterioro

Muy degradado/En mejoríaMuy degradado/Estable

Muy degradado/En deterioroÁrea de evaluación futura

Figura 5. Distribución delas condiciones de losregímenes del fuego entodo el mundo a nivelecorregional.

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Globalmente, en base a los resultados de los talleres de expertospara ecorregiones de los reinos Neotrópico, Indomalayo, Austral-Asiático y Neártico, las principales amenazas al mantenimientode la función ecológica del fuego en los hábitats son:• desarrollo urbano

• cría de animales de granja, ganadería y agricultura

• fuego y supresión del fuego

• extracción de recursos (es decir, producción de energía, minería, tala)

• cambio climático.

El cuadro 1 resume las principales fuentes de amenazas3 a la función ecológica del fuego por reino. El resto de esta secciónanaliza cada una de estas amenazas y el alcance de su influenciaen las ecorregiones, describe las diferentes maneras en que puede afectar los regímenes de fuego y explica por qué estas amenazas son tan importantes actualmente.

Desarrollo urbano El desarrollo urbano es una de las mayores amenazas en casitodos los tipos de hábitat principales (13 de 14) y más del 25% de todas las ecorregiones terrestres evaluadas en todo el mundo. El desarrollo urbano, directa e indirectamente, causa pérdida dela biodiversidad mediante la conversión del suelo, crea vectorespara las igniciones de fuego de origen humano y para las especiesinvasoras y fomenta políticas de manejo del fuego que excluyen al fuego en los ecosistemas dependientes del mismo. Las políticasde manejo del fuego que acompañan el desarrollo urbano se cen-tran generalmente en la supresión del fuego y la protección de lacomunidad y son una amenaza directa a los ecosistemas depen-

dientes del fuego (Hassan et al. 2005). La mayoría de las veces, las políticas para la protección de la comunidad en las zonas decontacto entre las áreas urbanas y naturales se implementan enperjuicio de la conservación de la biodiversidad. Los desarrollosurbanos a menudo excluyen el uso de políticas ecológicamenteapropiadas de “dejar quemar” o “usar el fuego en áreas silvestres”,que permiten que los incendios naturales sigan su curso bajocondiciones ambientales específicas.

Las políticas de desarrollo multilaterales, nacionales y locales generalmente no encaran adecuadamente la necesidad de tomaren cuenta las relaciones humanas con los regímenes naturales delfuego. Estas políticas crean obstáculos para conservar la funcióndel fuego, o incluso crean incentivos para alterar directamente los

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No hay datosMuy degradadoDegradadoIntacto

Figura 6. Distribución del estado de los regímenes del fuego por tipo de hábitat principal.

Análisis:

En muchos lugares, las construcciones urbanas invaden ecosistemasdependientes del fuego, poniendo las vidas y posesiones humanas enpeligro y dificultando los esfuerzos para dejar que el fuego cumpla con su función natural. La comunidad de Goode Beach, cerca de Albany,Australia, apenas pudo evitar la destrucción en 1997, cuando un incendio forestal ardió en los matorrales y bosques del parque nacionaladyacente.© Klaus Braun

La función ecológica del fuego se ve amenazada por los usos del suelo, el cambio climático y laspolíticas públicas

Page 16: El Fuego, Ecosistemas, y la Gente

regímenes de fuego mediante el desarrollo. Estas políticas amenudo plantean obstáculos para el uso del fuego en la restau-ración ecológica o la protección de la comunidad. Los esquemasde transmigración social, por los cuales poblados o comunidadesse trasladan de un lugar a otro con fines de desarrollo rural, también pueden plantear una amenaza a los regímenes del fuego.A menudo, las comunidades trasladadas carecen de familiaridadcon su nuevo medio ambiente y los usos del suelo y del fuego que son sostenibles allí. Combinado con una falta de compren-sión de la ecología del fuego local, esto puede llevar a la pérdidadel régimen natural del fuego. Por ejemplo, la colonización de los bosques templados de la Sierra Madre Occidental de Méxicollevó a una reducción drástica en la frecuencia del fuego acomienzos y mediados del siglo XX (Heyerdahl y Alvarado2003). Más recientemente, la extensa colonización del bosqueamazónico de Brasil creó un problema enorme con el fuego que está amenazando la sostenibilidad de uno de los biomas más biodiversos (Cochrane 2002).

Cría de animales de granja, ganadería y agriculturaLas prácticas modernas y tradicionales de pastoreo y ganaderíason una amenaza creciente a la biodiversidad en todo el mundo,en especial donde la seguridad alimentaria es una prioridadglobal. Estas prácticas han alterado los regímenes de fuego en la gran mayoría de los tipos de hábitat principales en todo elmundo (12 de 14) y afectan casi el 25% de todas las ecorregionesterrestres evaluadas. En los ecosistemas dependientes del fuego,tales como los pastizales, las sabanas y los matorrales templados,tropicales y subtropicales, la cría de animales de granja y laganadería pueden reducir los niveles de combustible, la conectividad y heterogeneidad, y por lo tanto, la capacidad delecosistema de sostener fuego a una gran escala, o puede causar mucho fuego debido a la quema anual de pastos para rejuvenecerlos.

La agricultura es una fuente global principal de amenaza a la biodiversidad y altera los regímenes de fuego en por lo menos el

30% de todas las ecorregiones del mundo (y 12 de 14 tipos dehábitat principales). Los tipos de hábitat principales que estánparticularmente en peligro incluyen bosques latifoliados tropicales y subtropicales secos; pastizales, sabanas y matorralestropicales y subtropicales; bosques latifoliados tropicales y sub-tropicales húmedos, y pastizales y sabanas inundables. En las áreastropicales, grandes áreas de bosques de pantano de turba fueronconvertidas en tierras agrícolas. Esto tiene como consecuencia unpatrón alterado de drenaje que provoca bosques de pantano deturba degradados y un alto riesgo de incendios.

La agricultura y la ganadería migratorias de tala y quema sonprácticas predominantes en muchas partes del mundo en desarrollo, y un modo de vida para mucha gente. En sistemas sensibles al fuego, tales como los bosques secos y húmedos latifoliados tropicales y subtropicales, el uso ecológicamenteinadecuado del fuego para el clareo del suelo, el manejo de forrajey la agricultura migratoria provocan una conversión directa dehábitat. Cuando los incendios escapan al control, los bosques adyacentes también sufren el impacto. La degradación ambientalque resulta de las prácticas deficientes de manejo del fuegopueden atrapar a los pobladores locales en un “círculo depobreza”, en el cual la pobreza provoca la degradación ambiental,la que, a su vez, reduce la capacidad del ecosistema de brindarsustento a los seres humanos.

Fuego y supresión del fuegoLos regímenes de fuego en casi todos los tipos de hábitat princi-pales (13 de 14) están amenazados por la introducción humanaecológicamente inadecuada de fuego o supresión del fuego. Másdel 20% de todas las ecorregiones evaluadas sufren la alteración deregímenes del fuego, como consecuencia de la supresión directadel fuego o igniciones de origen humano, fuera del rango naturalde variabilidad. En los hábitats dependientes del fuego, la supre-sión del fuego para proteger las vidas y posesiones humanas nosólo altera directamente los regímenes del fuego, sino que puedeprovocar una mayor degradación por el aumento de la densidad delos bosques y matorrales, la pérdida de especies adaptadas al fuego,

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Cría de animales de granja y ganadería

Producción de energía y minería

Fuego y supresión del fuego

Desarrollo rural y urbano

Agricultura

Conflictos con el uso tradicional del fuego

Cambio climático

Tala y cosecha de madera

Infraestructura de transporte

Especies invasoras

Actividades recreativas

Recolección de plantas terrestres

Represas y uso/manejo del agua

Plantaciones para madera y pulpa

Cuadro 1. Principales fuentes de amenazas a la restauración y el mantenimiento del papelecológico del fuego por reino, evaluadasdurante los talleres de expertos a nivel de reino entre enero y julio de 2006.

AmenazaReino

Austral-Asiático Indomalayo Neártico Neotrópico

Page 17: El Fuego, Ecosistemas, y la Gente

aumentos en las especies sensibles al fuego y un comportamientono característico del fuego cuando éste escapa el control de lasfuerzas de supresión.

Un análisis de las Naciones Unidas sobre las políticas nacionalesde manejo del fuego de 1998 concluyó que las políticas de mitigación del fuego eran generalmente débiles y que raramente sebasaban en datos confiables sobre el alcance, las causas y los riesgosde los incendios forestales (CEPE/FAO 1998). A menudo, laspolíticas inadecuadas de manejo de bosques son incompatibles conla conservación de la biodiversidad, en particular las políticas deexclusión del fuego en ecosistemas dependientes del mismo quepueden provocar la acumulación de combustible y brotes catastró-ficos de incendios (Hassan et al. 2005). Las políticas públicas queprohíben o limitan rigurosamente las quemas también puedenponer a las personas en riesgo de violar las leyes cuando sus intenciones son mantener los procesos ecológicos y las culturastradicionales. Las igniciones de origen humano, intencionales y nointencionales, cuando hay una capacidad limitada de manejo delfuego para prevenirlas o suprimirlas, degradan la sostenibilidadecológica de ecosistemas sensibles al fuego e independientes delmismo al aumentar su vulnerabilidad a las especies invasoras y losincendios futuros.

Extracción de recursosLos regímenes del fuego en más del 13% de todas las ecorregionesterrestres evaluadas (y 12 de 14 tipos de hábitat principales) se consideran alterados por la producción de energía y la minería, que son una creciente amenaza en todo el mundo a medida queaumenta el desarrollo y los mercados mundiales de energía cambian. Las infraestructuras de transporte para las operaciones de energía y minería —caminos, cables de alta tensión, tuberías de distribución, ferrocarriles— funcionan como conductos tantopara las especies invasoras como para un aumento de igniciones de origen humano en ecosistemas dependientes del fuego, inde-pendientes del fuego y sensibles al fuego. La alteración de losregímenes del fuego en esta “frontera del desarrollo” tiene consecuencias exponencialmente más graves para la biodiversidaden los sistemas sensibles al fuego, dónde el área de propagación de las llamas y deforestación puede ser mucho mayor que el áreaafectada por las operaciones de energía y minería mismas.

Además, los regímenes del fuego en más del 3% de todas las ecorregiones terrestres evaluadas (y siete de 14 tipos de hábitatprincipales) se consideran alterados por la tala y la extracción de madera, que causan particular preocupación por su alteraciónde los regímenes del fuego en los reinos Indomalayo, Neártico y Neotrópico (cuadro 1). La tala y la extracción madererapueden ser una fuente directa de amenazas por las igniciones deorigen humano, o por el efecto indirecto de la alteración de los combustibles y condiciones de humedad que inducen “demasia-do” fuego. “Muy poco” fuego, en términos de la cantidad y la severidad, también puede ser una consecuencia de la recolecciónde madera como combustible para uso doméstico en las comunidades rurales. La modificación de la estructura del lechode combustibles también puede reducir los incendios de copa,en lugares donde éstos son parte del régimen natural. Lasestrategias de certificación del bosque, que tienen como objetivoasegurar que las prácticas de la tala y extracción de madera seanecológicamente sostenibles, pueden mejorarse mucho si seincluye la necesidad de incendios en ecosistemas dependientes

del fuego y la necesidad de supresión, mitigación y prevenciónde incendios en ecosistemas sensibles al fuego e independientesdel fuego.

Cambio climáticoLos expertos en manejo del fuego identificaron al cambioclimático como una causa potencial de amenazas a la biodiversidadrelacionadas con el fuego en el 4% de todas las ecorregiones delmundo y 12 de 14 tipos de hábitat principales. Sin embargo, los talleres regionales de expertos revelaron una variedad deopiniones respecto a la importancia del cambio climático encomparación con otras fuentes; la importancia real del cambioclimático en la alteración de los regímenes de fuego probable-mente exceda la clasificación de los expertos.

Generalmente, en ecosistemas dependientes del fuego en loscuales el régimen de fuego ecológicamente adecuado está intactono debería haber una pérdida neta de carbono almacenado dadoque la biomasa que se quema vuelve a crecer durante la duracióndel ciclo del fuego. Sin embargo, el cambio climático estáaumentando la frecuencia y el alcance de los incendios mediantela alteración de factores clave que controlan el fuego: temperatura,precipitación, humedad, viento, ignición, biomasa, materiaorgánica muerta, composición de las especies y estructura de lavegetación y humedad del suelo (IPCC 2001). Estos cambiosamenazan el funcionamiento adecuado del ecosistema y el suministro de sus servicios (Hassan et al. 2005, IPCC 2001,Turner et al. 1997). Las temperaturas más cálidas, la disminuciónde precipitación sobre la tierra, la mayor actividad convectiva, el aumento en la biomasa en pie debido a la fertilización conCO2, mayor cantidad de combustibles por la vegetación que se muere y cambios a gran escala en la vegetación constituyen los mecanismos más significativos mediante los cuales el calentamiento global provoca un aumento en los incendios aescala global. En el caso de incendios mayores de 400 hectáreasen los bosques de coníferas de altitud media del oeste de EstadosUnidos manejados a nivel federal, un aumento en las tempera-turas de primavera y verano de 1˚ C desde 1970, el deshielo, queocurre más temprano, y veranos más largos han causado un

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La explotación forestal altera los regímenes del fuego en los bosques de todo el mundo, cuando crea estructuras de bosque o cargas de combustible que no son coherentes con el régimen natural del fuego.The Nature Conservancy y sus socios están trabajando en este bosquede Chiapas, México, para mejorar las prácticas de manejo y mitigar losefectos de la tala en los regímenes del fuego. © Mark Godfrey

Page 18: El Fuego, Ecosistemas, y la Gente

aumento del 400% en la frecuencia de los incendios y del 650%en el área quemada en el período 1970-2003 (Westerling et al.2006). Sin embargo, el bajo nivel de la actividad humana o laexclusión del fuego en esos bosques indica que el cambioclimático puede causar impactos diferentes en áreas de intensaintervención humana.

Los análisis de las condiciones potenciales futuras proyectan queel cambio climático aumentará la frecuencia de los incendios entodos los reinos biogeográficos (Williams et al. 2001, Mouillot et al. 2002, Hoffman et al. 2003, Nepstad et al. 2004, Flanniganet al. 2005), si bien en algunos lugares la frecuencia del fuegopuede disminuir. Los incendios forestales pueden crear unaretroalimentación positiva para el calentamiento global emitien-do cantidades significativas de gases de efecto invernadero(Kasischke y Stocks 2000, Randerson et al. 2006, Murdiyarso y Adiningsih 2006). Dada la dificultad en distinguir el cambioclimático de otros factores que alteran los regímenes de fuego, los efectos locales del cambio climático en los regímenes delfuego siguen siendo difíciles de proyectar con precisión.

Otras amenazasAdemás de las descritas anteriormente, existen otras variasfuentes de regímenes de fuego alterados en todo el mundo, entre ellas: • Infraestructuras de transporte que crean puntos de entrada

para las igniciones de origen humano o alteran el compor-tamiento natural del fuego;

• Especies invasoras que tienen una mayor o menor propensión a quemarse que las especies nativas;

• Falta de conocimientos suficientes y capacidad de manejo delfuego para hacer frente a demasiado o muy poco fuego;

• Usos tradicionales del fuego que salen de los rangos naturales de variabilidad;

• Recolección de plantas terrestres que altera los combustiblescon respecto a sus condiciones naturales;

• Actividades recreativas que promueven la ocurrencia de incendios alterados;

• Pobreza, que expone a las personas a un mayor riesgo de ecosistemas degradados y también impulsa la degradación.

En cualquier área geográfica en particular, las fuentes de lasalteraciones del régimen del fuego pueden diferir sustancial-mente debido a condiciones ecológicas y sociales locales. Enalgunos lugares, si bien podemos observar que el régimen delfuego está alterado, es posible que no sepamos con certeza lacausa primordial sin una investigación adicional. Examinamos las diferencias regionales en las amenazas en dos casos en la sección de Estudios de Caso en las páginas siguientes.

Además de las amenazas directas al mantenimiento y la restau-ración de la función ecológica del fuego, las amenazas a menudointeractúan provocando un aumento en los impactos ecológicos,sociales y económicos de los regímenes alterados del fuego. Por ejemplo, la cría de animales de granja y la ganadería amenudo contribuyen a la introducción y propagación de especiesinvasoras, lo que a su vez altera los regímenes del fuego al cambiar los tipos de combustible y su continuidad. Además, el cambio climático puede exacerbar la propagación de incendiosde origen agrícola y ganadero ecológicamente dañinos al aumen-tar la inflamabilidad y vulnerabilidad de los hábitats adyacentes a los incendios que escapan al control. Igualmente, la tala y lasplantaciones comerciales pueden aumentar la vulnerabilidad de los bosques a los efectos del fuego, haciendo que las prácticasde tala y quema sean más problemáticas cuando se las lleva a caboen áreas adyacentes a estos bosques degradados.

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Pastoreo y ramoneo de ganado en la Reserva Nacional Malleco, Chile (38˚ S). Estos bosques de Araucaria araucana-Nothofagus fueron dañados por los incendios de 2002 y posteriormente han sido severamente degradados por el ganado y especies invasoras no nativas. © M.E. González

Page 19: El Fuego, Ecosistemas, y la Gente

La importancia de las amenazas varía con la región debido a lasdiferencias en los tipos de vegetación, las sociedades, la política,la economía y el conocimiento de la ecología local del fuego y elcambio climático. Por ejemplo, los expertos encontraron algunassemejanzas y diferencias en las principales fuentes de amenazasa la biodiversidad relacionadas con el fuego. Las principales amenazas indicadas en la sección anterior son comunes por lomenos en los reinos Austral-Asiático, Indomalayo, Neártico yNeotrópico, una gama notablemente amplia de condicionesecológicas (cuadro 1).

Las estrategias de conservación desarrolladas e implementadaspara hacer frente a las fuentes de alteración de regímenes defuego también varían mucho entre las regiones según la capacidadde manejo del fuego, las leyes locales, la disponibilidad de evidenciacientífica de regímenes alterados del fuego y sus causas y la comprensión local de las cuestiones relativas al fuego. Los siguientes estudios de caso ilustran los elementos comunes y lasdiferencias en las amenazas entre dos reinos. La última secciónanaliza las estrategias necesarias para mitigar las amenazas relacionadas con el fuego.

Reino Neotrópico: La ecorregión valdivianaLa ecorregión valdiviana de bosque lluvioso templado en el sur deChile y la porción adyacente de Argentina se ubica entre la latitud35˚S y la latitud 48˚S. Este bosque templado se ha desarrollado enun relativo aislamiento, lo que dio como resultado una gran diver-sidad de especies y un alto grado de endemismo (Armesto et al.1998). Debido a estos factores, WWF y el Banco Mundial consideran a esta región una prioridad mundial de conservación(Dinerstein et al. 1995). La ecorregión valdiviana incluye bosquesdominados por diferentes especies de Nothofagus (por ejemplo, N. glauca, N. obliqua, N. dombeyi, N. nervosa) mezcladas con otrosárboles de hoja perenne, incluidas las especies de muy larga vidaFitzroya cuppressoides y Araucaria araucana. Si bien la función delfuego en estos ecosistemas de bosque no ha sido suficientementeestudiada, pueden ser preliminarmente considerados sensibles alfuego, y en algunos casos dependientes del fuego (por ejemplo,bosques de Araucaria-Nothofagus; González et al. 2005).

Las condiciones del régimen del fuego en la mayor parte de lostipos de hábitat principales en la ecorregión valdiviana han sidoinfluidos por diferentes factores durante por lo menos los últimos200 años. La expansión de la frontera agrícola, la ganadería y lasoperaciones de extracción de madera en gran escala entre 1940 y la década de 1960 han tenido un impacto excepcional en elpaisaje forestal (Lara et al. 1996). Los usos humanos del suelo hancambiado el régimen natural del fuego al alterar la frecuencia,severidad y fuente de los incendios. Sin embargo, durante los últimos 30 años, la amenaza más sobresaliente ha sido la talaextensa de bosques nativos y su reemplazo con Pinus radiata yEucalyptus globulus, especies pirófilas y de crecimiento rápido, y otras especies (Echeverría et al. 1996). En muchas áreas, losbosques nativos aislados y fragmentados están rodeados porgrandes parches de plantaciones de especies exóticas, aumentan-do la cantidad de combustible y su conectividad, y por lo tanto

aumentando la propensión del bosque a incendios catastróficos.La extracción de leña también es una causa importante de deforestación y ocurrencia de incendios. Comúnmente, se extraeleña de las áreas que han sido taladas y luego se las quema paraclarear el suelo para la cría de animales de granja y ganadería opara plantar especies exóticas.

Reino Indomalayo: Aceite de palma, turba y cambio climáticoEn el reino Indomalayo, la agricultura es la principal amenaza a la biodiversidad. El desarrollo del suelo que siguió a un DecretoMinisterial de 1981 en Indonesia llevó a un aumento en el ritmode deforestación que pasó de 600.000 hectáreas anuales acomienzos de la década de 1980 a 1.600.000 hectáreas anualesmenos de 20 años después (MoFEC 1997; Banco Mundial 2000,citado de Murdiyarso y Adiningsih 2006). Enormes extensionesde bosque, incluido bosque de pantano de turba, han sido conver-tidas en plantaciones de árboles como el caucho y la palma deaceite. Para convertir al bosque de pantano de turba en planta-ciones de palmas de aceite se drena el agua del bosque, causandola oxidación, el hundimiento y la sequedad de la turba, lo que a su vez predispone estas áreas a la propagación de incendios. Asícomo en otras partes del mundo, el fuego se usa a fin de prepararel suelo para establecer plantaciones o para la agricultura. En este contexto, las políticas de desarrollo del suelo han provocado una extensa deforestación por medio del uso ecológicamenteinadecuado del fuego.

Con el constante aumento de los precios del aceite de palma y laproducción de biodiésel, hay mayor presión para abrir grandesáreas a la plantación de palma de aceite. Más aún, en el contextode desarrollo del suelo, la existencia de la población local no sereconoce en el sistema legal y se la ha descuidado (Murdiyarso yAdiningsih 2006). Esto puede causar conflictos relativos a latenencia de la tierra, y a menudo los interesados usan el fuego

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Estudios de caso:

Esta área en Sepang, Selangor, Malasia, fue una vez un pantano deturba que se secó para plantar palmas de aceite. La combinación de unmejor acceso y condiciones más secas está creando incendios extensosen estos lugares. © A. Ainuddin Nuruddin

Diferencias regionales en los regímenes de fuego y las amenazas

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como un arma para reclamar las tierras (Tomich et al. 1998). Por lo tanto, el conflicto social se ha vuelto una causa indirecta de incendios.

Es importante notar cómo la expansión de las plantaciones y del uso ecológicamente inadecuado del fuego ha afectado los pantanosde turba de la región. Generalmente, las turberas están constante-mente mojadas y contienen gran cantidad de humedad inclusodurante la estación seca normal. Los incendios de la comunidad son generalmente pequeños y no causan problemas. En años que nocorresponden a El Niño, el acceso a las turberas remotas es difícil.Sin embargo, cuando las turberas se secan por el desarrollo del sueloo la agricultura, el acceso a las turberas remotas se facilita por el usode canales (Chokkalingam y Suyanto 2004). En este contexto, lascombinaciones de actividades intensificadas de la comunidad ycondiciones secas causan incendios más extensos. El manejo y usoadecuados del agua pueden reducir el riesgo de incendios extensos.

La tala es también una causa importante de los regímenes alterados del fuego en el reino Indomalayo. Cuando se lleva acabo de acuerdo con principios de manejo forestal sostenible, la tala sólo es una perturbación temporal del ecosistema forestal.Sin embargo, la tala ilegal puede hacer que bosques de dosel cerrado se abran a la radiación solar directa, secando los residuosde la tala y alimentando incendios.

En los pastizales del reino Indomalayo, los pastores practican quemasanuales de sus tierras de pastoreo, generalmente antes de comenzarla estación de crecimiento, para asegurar que se forman brotesnuevos y suculentos adecuados para el pastoreo del ganado. El fuegotambién se usa para facilitar la caza, quemando los pastos altos quesirven de camuflaje a los animales. La quema facilita seguirles la pistay encontrar huecos de tocones que ocultan mamíferos pequeños yreptiles. Sin embargo, el fuego de estos pastizales puede escapar al control y propagarse a los bosques adyacentes. Cuando esto ocurre anualmente, crea un ciclo de retroalimentación negativa queextiende el área de pastizales a expensas de los bosques.

Se ha mostrado que el cambio climático altera significativamente los regímenes del fuego en el reino Indomalayo. Los desplaza-mientos en los patrones climáticos regionales debido al cambioclimático han causado episodios intensos de El Niño, que hanresultado en sequías severas. Se han asociado los incendiosseveros y extensos de Indonesia con el clima extremadamenteseco durante estos años de El Niño, que sirve para acelerar lapropagación del fuego (Murdiyarso y Adiningsih 2006). ElGrupo Intergubernamental de Expertos sobre el CambioClimático (IPCC 2001) reconoció que los episodios extremosen la región asiática han aumentado en intensidad y frecuencia.Esto está apoyado por Irawan (2000), quien informó que,durante el período 1876-2000, la frecuencia de El Niño tendióa aumentar de una vez cada ocho años durante el período 1876-1976, a una vez cada cuatro años durante 1977-2000.Estas relaciones entre el fuego y el clima causaron la repeticiónde incendios sumamente dañinos en 1982-83, 1991, 1994, 1997-98, 2002 y 2005-2006. Durante estos episodios, se quemaron grandes áreas de bosque en la región, causando pérdi-da de hábitat, fragmentación y deterioro de la biodiversidad.

Los incendios forestales en bosques latifoliados tropicales tambiénson una amenaza a los ecosistemas marinos costeros de la región. La investigación ha mostrado que la fertilización de hierro causadapor los incendios forestales de Indonesia ha sido suficiente para producir una extraordinaria marea roja, que provocó la muerte dearrecifes por asfixia (Abram et al. 2003). La gran cantidad de humoproducido por estos incendios también redujo la visibilidad, y labruma regional afectó mucho la actividad económica de la región. En conclusión, la quema agrícola, los incendios de la turba y losregímenes alterados del fuego como consecuencia de la talainsostenible son las principales causas de la bruma repetida quecubre la región estacionalmente, en tanto que las sequías prolon-gadas intensifican la propagación de los incendios.

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Los modelos climáticos globales y regionales influyen sobre el impactodel fuego tanto en la gente como en los ecosistemas del sureste deAsia. En 1997-98, un año de El Niño, muchos incendios de origenhumano ardieron sin control, creando una bruma peligrosa, cerrandoaeropuertos y afectando seriamente la salud respiratoria de más de 20 millones de personas. © Kamarulzaman Russali/Reuters/Corbis

Miembros de una comunidad local llevan a cabo una quema prescritaen Chiapas, México. Este trabajo es parte del Plan de Manejo Integraldel Fuego de la comunidad, que especifica dónde y cuándo permitir las quemas. © Víctor Negrete Paz/CONANP

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El Manejo Integral del Fuego (MIF) es un método para hacerfrente a los problemas y a las preocupaciones causados tanto porincendios dañinos como beneficiosos dentro del contexto de losambientes naturales y los sistemas socioeconómicos en los queocurren (Myers 2006). El MIF es un marco para evaluar y balancear los riesgos relativos planteados por el fuego con lasfunciones ecológicas y económicas beneficiosas o necesarias que puede tener en un área de conservación, región o paisajedeterminado.

El MIF facilita la implementación de métodos eficaces en función de los costos tanto para prevenir incendios destructivoscomo para mantener regímenes de fuego deseables. Cuando los incendios ocurren, el MIF proporciona un marco para: (1)evaluar si los efectos serán perjudiciales, beneficiosos o benignos,(2) sopesar los beneficios y los riesgos relativos y (3) responderadecuada y eficientemente sobre la base de objetivos estableci-dos para el área en cuestión. El MIF toma en cuenta la ecologíadel fuego, las cuestiones socioeconómicas y la tecnología demanejo del fuego para generar soluciones prácticas a las amenazas a la biodiversidad relacionadas con el fuego.

Más información sobre los componentes y las aplicaciones de MIF pueden encontrarse en Myers (2006). Dentro delmarco del MIF, que puede aplicarse en cualquier escala espacialdesde paisajes hasta países y regiones (véase el recuadro 5, que contiene un ejemplo sobre México), son necesarias variasestrategias para restaurar y mantener los regímenes del fuegofrente al creciente uso del suelo, el cambio climático y las políticas públicas que no se basan en información adecuada,entre ellas:

Evaluar si los efectos del fuego serán perjudiciales, beneficiosos o benignos.• Los patrones geográficos en la función ecológica del fuego,

en los usos humanos del suelo que mantienen o alteran esafunción y en las necesidades de la salud y seguridad de la comunidad deben informar las metas, las prioridades y lasacciones de conservación.

Sopesar los beneficios y los riesgos relativos del fuego y de las acciones humanas.• Los hábitats que actualmente tienen regímenes de fuego intactos

son relativamente raros y deben ser monitoreados para detectarcualquier tendencia que pueda degradar la función ecológica delfuego, como el cambio climático, el desarrollo urbano, la produc-ción de energía y la agricultura.

• El fuego es una parte integral de muchos hábitats, y se debe sope-sar el valor de los servicios ambientales que los regímenes defuego intactos proporcionan frente a los valores sociales yeconómicos de estos hábitats para el desarrollo humano y el usode los recursos.

• Deben tenerse en cuenta los beneficios y los riesgos de mantener la función ecológica del fuego, o de prevenir suimpacto ambiental y social perjudicial, dentro del contexto de los sistemas social, económico y político locales, el carácter

natural del hábitat y el régimen del fuego y las condicionesecológicas actuales.

Responder adecuada y eficientemente.• Proteger, restaurar y mantener hábitats que pueden ser usados

para demostrar la función ecológica del fuego y los usossociales y económicos compatibles.

• Fomentar y facilitar leyes y políticas para usos del suelo talescomo la agricultura, ganadería, aprovechamientos forestales,producción de energía, vivienda, infraestructura de transportey manejo de los recursos naturales, de manera que sean com-patibles con el mantenimiento de la función del fuego en losecosistemas, o la prevención del fuego cuando es destructivo.

• Fomentar y facilitar políticas en materia de cambio climático,emisiones, supresión de incendios y calidad del aire de maneraque protejan la biodiversidad y la salud y seguridad humanas,pero que no obstaculicen las necesidades de restauración ymantenimiento de los hábitats dependientes del fuego.

• Creación de incentivos económicos para manejar paisajes parael fuego, los ecosistemas y la gente, incluidos (1) pagos a lospropietarios de tierras por la restauración y el mantenimientode servicios que brindan los ecosistemas con regímenes defuego intactos, (2) incentivos tributarios o de otro tipo para elmarketing comercial de biomasa leñosa y otros productos de lasacciones de restauración y (3) implementación de criterios depréstamos para el desarrollo que integren la función ecológicadel fuego y las necesidades de prevenir incendios dañinos deorigen humano con el desarrollo urbano y de infraestructura,así como otras actividades de uso del suelo.

• Identificar vacíos en la capacidad para encarar las necesidadesecológicas del fuego, o sus amenazas a los ecosistemas y lagente, y desarrollar capacidades adecuadas para el ManejoIntegral del Fuego. Esto incluye capacitación, mentoría y recursos humanos y materiales.

• Educar a los profesionales y los encargados de formular políti-cas y tomar decisiones acerca de la función ecológica del fuegoy los riesgos ecológicos y sociales, así como los costos de losregímenes alterados del fuego.

• Monitorear los incendios y los cambios en el uso y la coberturadel suelo para el pronóstico ecológico, el análisis de amenazas,la respuesta en casos de emergencia y la evaluación de la eficacia de la conservación, el manejo del suelo y las accioneshumanas de desarrollo.

• Comprometerse al aprendizaje y saber ser adaptativos al cambio en los conocimientos, los contextos sociales y políticosy las condiciones ecológicas.

Las necesidades globales de restauración y mantenimiento de lafunción ecológica del fuego son enormes y la relación del fuegocon la salud y la seguridad humanas es compleja.

Solamente mediante la colaboración y cooperación, dentro de las fronteras y a través de ellas, podremos lograr nuestras metascolectivas para el fuego, los ecosistemas y la gente.

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Recomendaciones: Estrategias para la conservación global de la biodiversidad

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Recuadro 5. Necesidades del Manejo Integral del Fuego en México

Evaluar si los efectos del fuego seránperjudiciales, beneficiosos o benignos.En México, los ecosistemas dependientesdel fuego incluyen bosques de pino,bosques de encino, pastizales, matorralesy palmares, entre otros. Ejemplos de ecosistemas sensibles al fuego incluyenalgunos bosques de pino, bosques tropicales, bosques nubosos, bosques de manglar, bosques de oyamel (Abies religiosa) y matorrales. Sin embargo, comoen muchas otras partes del mundo, lainformación científica disponible paraevaluar si los efectos de los incendiosserán perjudiciales, beneficiosos o unacombinación de ambos es relativamenteescasa.

En México, es particularmente importante evaluar si los efectos delfuego serán perjudiciales, beneficiosos o benignos. En 2000, la Universidad deChapingo —en sociedad con el ConsejoNacional de Ciencia y Tecnología(CONACYT), la Comisión NacionalForestal (CONAFOR), el gobierno dela Ciudad de México y las comunidadesde San Miguel y Santo Tomás Ajusco—comenzó el proyecto de investigaciónAjusco para estudiar la ecología del fuegoy el Manejo Integral del Fuego en lospinares de México Central y otros ecosistemas, y para establecer parcelas de demostración. El proyecto buscócomplementar la poca investigación existente en México sobre el fuego. La conservación del bosque en el volcánAjusco (en la zona central de México,cerca de la Ciudad de México) es críticapor sus bosques de Pinus hartwegiidependientes del fuego y de gran altitud(alcanzan los 4.300 metros en el volcán Iztaccihuatl) y los impactospotenciales en el cambio climático. De hecho, la condición de los bosques de Pinus hartwegii puede ser un indicadordel calentamiento global.

Sopesar los beneficios y los riesgos relativos del fuego y las accioneshumanas.El proyecto de investigación Ajusco enMéxico Central es representativo deproblemas relacionados con el fuego y la sociedad en todo el país, y de los queson comunes a las áreas afectadas por eldesarrollo urbano. Esta área, representa-tiva de los servicios ambientales que estetipo de bosques ofrece a las ciudades,como el agua limpia, sufre una de lascantidades más altas de incendios enMéxico, la mayoría de los cuales es deorigen humano. Este proyecto se basa en conocimientos científicos sólidos generados en el lugar y puede usarse para demostrar la conservación de la biodiversidad dentro del contexto de preocupaciones socioeconómicascomunes.

Los resultados de una considerable cantidad de proyectos de investigación de estudiantes graduados y de posgradoen el área muestran que las quemas pres-critas de baja intensidad en los bosquesde pino duplican aproximadamente lacantidad de especies de sotobosque(Martínez-Hernández y Rodríguez-Trejo 2003), y estos efectos beneficiososduran tres años después de las quemas.Algunas especies de sotobosque en lossitios quemados también sirven como“nodrizas” a los árboles plantados paraque se establezcan con éxito aumentandolos nutrientes disponibles (fósforo ypotasio). Virtualmente todos los árbolesjuveniles sobrevivieron quemas prescritas de baja intensidad en marzo,mientras que casi ninguno sobrevivió lasquemas prescritas de gran intensidad demayo (Rodríguez-Trejo et al. 2007). El chamuscado de las copas bajas asociado con quemas prescritas de baja intensidad fomentó el crecimientoarbóreo (González-Rosales y Rodríguez-Trejo 2004, Vera-Vilchis y Rodríguez-Trejo 2007) y tuvo el beneficio adicionalde aumentar el valor recreativo delpaisaje (Romo-Lozano et al. 2007).

La continuación de la investigación sobre el fuego en México contribuirásustancialmente a la capacidad del paíspara comprender las funciones ecológicasdel fuego. Sin embargo, la implementa-ción eficaz del Manejo Integral delFuego también depende de los beneficiosy riesgos relativos del fuego y de lacapacidad para responder adecuadamentey eficientemente en base a los objetivosdel paisaje. La Universidad de Chapingoy CONAFOR analizaron recientementeel programa federal de manejo del fuego de México en las temporadas deincendios de 2003 y 2004. En 2003, seregistraron 8.211 incendios forestales quecubrieron 322.448 hectáreas. La mitad de estos incendios fueron causados por actividades agrícolas y ganaderas,fumadores y fogatas. La evaluación de lasemisiones de siete contaminantes deestos incendios alcanzó 6,2 millones Mg,un gran porcentaje de lo cual se liberócomo CO2. Las pérdidas en madera, leñay costos de reforestación alcanzaron losUS$380 millones, y esta cifra no toma encuenta las pérdidas de otros recursosforestales, recreación y salud humana.

Responder adecuada y eficientemente.La fuerza de manejo del fuego de Méxicocuenta con cerca de 10.000 personas,incluidas 1.000 del gobierno federal. El gobierno federal de México capacitapersonal en la lucha contra el fuego, pero pocos cursos incluyen considera-ciones ecológicas. Sin embargo, esto hacomenzado a cambiar. Las fortalezas delos programas de manejo del fuego deMéxico incluyen experiencia, buenacoordinación entre las organizaciones,capacitación (por ejemplo, lucha contrael fuego, quemas prescritas) y coope-ración internacional (mayormente conEstados Unidos). Empero, los recursosde manejo del fuego en todo el país son generalmente insuficientes parasatisfacer las necesidades de protecciónde las comunidades y de la biodiversidad.Entre las debilidades se cuentan la escasez de recursos humanos y equipo

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Nuestro estudio demuestra que sólo el 25% del mundo terrestreevaluado presenta regímenes de fuego intactos; sin embargo, lafunción del fuego puede ser vital para el mantenimiento de labiodiversidad esencial. El desarrollo urbano, la extracción derecursos (incluidas la producción de energía, la minería y la tala),los incendios y la supresión de incendios, la agricultura y el cambio climático contribuyen a la alteración de los regímenesdel fuego. El Manejo Integral del Fuego —un método compro-bado para evaluar y balancear las cuestiones planteadas tanto por incendios dañinos como beneficiosos dentro de los contex-tos ecológicos, sociales y económicos en los que los incendiosocurren— puede ayudar a prevenir una mayor degradación de los regímenes del fuego y restaurar áreas donde la función natural del fuego ha sido alterada.

Pero, ¿qué podemos hacer para ayudar a impulsar este cambiohacia el Manejo Integral del Fuego? ¿Cómo obligamos a lagente, los gobiernos y las organizaciones a reconocer y actuarpara hacer frente a la gran cantidad de cuestiones ecológicas,sociales y económicas que han alterado significativamente los

regímenes del fuego en casi todo el planeta? Es claro que esto requerirá una comunicación y divulgación más amplias y más eficaces por parte de grupos como la Asociación Mundial delFuego. Las colaboraciones eficaces que puedan separar las relaciones de los ecosistemas y los seres humanos con el fuegoen un lugar determinado también son necesarias. Tambiéndebemos tener presente que las causas de los problemas relacionados con el fuego y sus soluciones están casi siemprevinculadas de manera inextricable a otras preocupaciones críticasde nuestros días, entre ellas, el cambio climático, las especiesinvasoras y las prácticas de manejo forestal y de tierras de pastoreo. En última instancia, estos esfuerzos requerirán financiamiento sostenible proveniente de organizacionesdonantes multilaterales, planes de pago por los servicios quebrindan los ecosistemas y la persuasión de los gobiernos de los países para que aumenten los presupuestos asignados aafrontar las cuestiones relacionadas con el fuego.

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Efectos beneficiosos de una quema prescrita en el volcán Ajusco lleva-da a cabo cinco meses antes de la foto. © Dante Arturo Rodriguez-Trejo

para responder a las emergencias, falta de información meteorológica y pobrezacontinua en las áreas boscosas. Se identi-ficaron varias necesidades a fin de forta-lecer la eficacia del programa de manejodel fuego de México, incluidos másinvestigación sobre la protección contrael fuego y la prevención, ecología delfuego, efectos del fuego, modelos de combustibles forestales, prácticas

agrícolas alternativas, quemas prescritas,preocupaciones sociales, peligro deincendios y Manejo Integral del Fuego.

Las recomendaciones incluyen aumentarla coordinación con otras organizacionesy agricultores para realizar quemas agrí-colas ecológicamente adecuadas, contarcon mayor participación de los gobiernosestatales y municipales, asignar más peso

a los perfiles profesionales y menos a lasdecisiones de los sindicatos en el procesode contratación de combatientes deincendios y aumentar los recursos mate-riales. Las capacidades de prevención,mitigación, pre-supresión y supresión de la fuerza de trabajo en el manejo delfuego en México se beneficiarán de un cambio gradual hacia un método deManejo Integral del Fuego.

Recuadro 5. (continuación)

Conclusiones

También debemos tener presente que lascausas de los problemas relacionados con

el fuego y sus soluciones están casi siemprevinculadas de manera inextricable a otras

preocupaciones críticas de nuestros días,entre ellas, el cambio climático, las especiesinvasoras y las prácticas de manejo forestal

y de tierras de pastoreo.

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Notas:1. Las ecorregiones comparten condiciones ambientales, estructura de hábitat y modelos de complejidad biológica similares. Los principales

tipos de hábitat, o biomas, son agrupaciones de ecorregiones similares. A escala global, estos grupos de ecorregiones reflejan los patronesecológicos más amplios de organización y diversidad biológica (Olson et al. 2001).

2. El reino Austral-Asiático incluye Australia y Papua Nueva Guinea, el Indomalayo incluye India y el sureste de Asia, el Neártico incluyeCanadá, Estados Unidos y México y el Neotrópico incluye América Central y del Sur (Olson et al. 2001).

3. En el presente trabajo, la expresión “fuente de amenaza” se refiere a la fuerza que impulsa a una amenaza a la biodiversidad. Por ejemplo,“regímenes de fuego alterados” es una amenaza, mientras que cambio climático e incendios intencionales son sólo algunas de las fuentesdetrás de esta amenaza. La definición formal de “fuente”, según IUCN-CMP (2006), es: “actividades o procesos (humanos) cercanosque han causado, están causando o pueden causar la destrucción, degradación y/o impedimentos a la biodiversidad y los procesos naturales”.

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Referencias

Page 27: El Fuego, Ecosistemas, y la Gente

Afiliaciones de los autoresAyn Shlisky: The Nature Conservancy, Iniciativa Global para el Manejo del Fuego, Boulder, Colorado, Estados UnidosJohn Waugh: Unión Mundial para la Naturaleza, Oficina Multilateral EE.UU., Washington D.C., Estados UnidosPatrick González: The Nature Conservancy, Iniciativa para el Cambio Climático Global, Arlington,

Virginia, Estados UnidosMauro González: Universidad Austral de Chile, Facultad de Ciencias Forestales, Valdivia, ChileMaría Manta: Universidad Agraria La Molina, Facultad de Ciencias Forestales, Lima, PerúHeru Santoso: CIFOR, Bogor Barat, IndonesiaErnesto Alvarado: Universidad de Washington, Seattle, Washington, Estados Unidos Ahmad Ainuddin Nuruddin: Rainforest Academy, Universidad Putra Malaysia, MalasiaDante Arturo Rodríguez-Trejo: Universidad Autónoma Chapingo, División de Ciencias Forestales, Chapingo, MéxicoRandy Swaty: The Nature Conservancy, Iniciativa Global para el Manejo del Fuego, Marquette, Michigan, Estados UnidosDavid Schmidt: The Nature Conservancy de California, Davis, Estados UnidosMerrill Kaufmann: Científico Emérito, Servicio Forestal de Estados Unidos, Estación de Investigación de Rocky Mountain,

Ft. Collins, Colorado, Estados UnidosRonald Myers: The Nature Conservancy, Iniciativa Global para el Manejo del Fuego, Tallahassee, Florida, Estados UnidosAne Alencar: Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (IPAM), BrasilFaith Kearns: Centro de Investigación y Educación Popular sobre el Fuego de la Universidad de California en Berkeley,

California, Estados UnidosDarren Johnson: The Nature Conservancy, Iniciativa Global para el Manejo del Fuego, Brunswick, Maine, Estados UnidosJim Smith: The Nature Conservancy, Iniciativa Global para el Manejo del Fuego, Jacksonville, Florida, Estados UnidosDouglas Zollner: The Nature Conservancy de Arkansas, Little Rock, Estados UnidosWendy Fulks: The Nature Conservancy, Iniciativa Global para el Manejo del Fuego, Boulder, Colorado, Estados Unidos

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La misión de The Nature Conservancy es preservar las plantas, animales y comunidades naturales que representan la diversidad de vida en la tierra, mediante la protección de las tierras y aguas que necesitan para sobrevivir.