el diálogo

6
318 LAS COSAS DEL DECIR 10.5. El diálogo 20 Casa de Manolo / Fachada delantera Anochecer Femando, atusándose el pelo, arreglándose la corbata, va a dar otro par de aldabonazos. Pero se abre la puerta y aparece Luz. El rostro de la chica se ilumina al descubrir al muchacho: Luz — ¡Andá! ¡El de la estación! Fernando — Sí... Es que... Es que he perdido el tren... ¿Está Manolo? Luz — No... (lo ha dicho pesarosa, pero se anima en seguida) ¡Pero ven drá en seguida! Y le franquea la entrada. 21 Casa de Manolo / vestíbulo Noche Femando entra: Fernando — No me gustaría molestar... Luz — No es molestia... Pasa, pasa. 22 Casa de Manolo / Salón Noche Junto al baúl de mimbre, Violeta sigue con el mono y la boina, Clara en vuelta en la toalla, y Rocío con su ropa normal: Clara — Todo apolillado, mira Violeta — ¡A ver! Después de tantos años, por fuerza... Se vuelven al oír la voz de su hermana menor: Luz — Clara... este chico, que viene a buscar a papá. Simultáneamente, Violeta se quita la boina, Clara se ajusta la toalla y Ro cío cierra el baúl. Fernando — Buen... (El aspecto de las hermanas lo ha desconcertado) Buenas tardes. Luz, con mucha desenvoltura, riéndose y haciendo ver su propio traje, le explica: Luz — Como mañana es domingo de Carnaval... (Y a sus hermanas refi riéndose a Fernando) Es el que estaba en la estación con papá. Fía perdido el tren. Fernando se ha repuesto y explica: Fernando — Sí... He ido al pueblo, pero resulta que no hay fonda... y como yo he pasado aquí una semana con Manolo, pues he dicho: «A lo mejor...» Luz se ha reunido con sus hermanas para quitarse el traje de escena. Y las miradas de las cuatro convergen en el desconocido. (Rafael Azcona, 1992, Belle époque, Madrid, Alma-Plot). Como hemos señalado en el capítulo 2, dedicado al discurso oral, el diálogo es la forma básica de la comunicación humana. La conversación es el «protogénero» que mejor ilustra esa característica dialógica de la comu nicación, que impregna todas las demás formas de expresión discursiva. Más textos en http://www.fileserve.com/list/Rx7Npdh

Upload: ari

Post on 10-Nov-2015

213 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Las cosas del Decir, el Diálogo.

TRANSCRIPT

  • 318 LAS COSAS DEL DECIR

    10.5. El dilogo

    20C asa d e M a n o lo / F a c h a d a d e l a n t e r a

    AnochecerFemando, atusndose el pelo, arreglndose la corbata, va a dar otro par

    de aldabonazos. Pero se abre la puerta y aparece Luz. El rostro de la chica se ilumina al descubrir al muchacho:

    Luz And! El de la estacin!F e rn a n d o S... Es que... Es que he perdido el tren... Est Manolo?Luz No... (lo ha dicho pesarosa, pero se anima en seguida) Pero ven

    dr en seguida!Y le franquea la entrada.

    21C asa d e M a n o lo / v e s t b u lo

    NocheFemando entra:F ernando No me gustara molestar...Luz No es molestia... Pasa, pasa.

    22C asa d e M a n o lo / S a l n

    NocheJunto al bal de mimbre, Violeta sigue con el mono y la boina, Clara en

    vuelta en la toalla, y Roco con su ropa normal:C la ra Todo apolillado, miraV io le ta A ver! Despus de tantos aos, por fuerza...Se vuelven al or la voz de su hermana menor:Luz Clara... este chico, que viene a buscar a pap.Simultneamente, Violeta se quita la boina, Clara se ajusta la toalla y Ro

    co cierra el bal.F ernando Buen... (El aspecto de las hermanas lo ha desconcertado)

    Buenas tardes.Luz, con mucha desenvoltura, rindose y haciendo ver su propio traje, le

    explica:Luz Como maana es domingo de Carnaval... (Y a sus hermanas refi

    rindose a Fernando) Es el que estaba en la estacin con pap. Fa perdido el tren.

    Fernando se ha repuesto y explica:F ernando S... He ido al pueblo, pero resulta que no hay fonda... y

    como yo he pasado aqu una semana con Manolo, pues he dicho: A lo mejor...

    Luz se ha reunido con sus hermanas para quitarse el traje de escena. Y las miradas de las cuatro convergen en el desconocido.

    (Rafael Azcona, 1992, Belle poque, Madrid, Alma-Plot).

    Como hemos sealado en el captulo 2, dedicado al discurso oral, el dilogo es la forma bsica de la comunicacin humana. La conversacin es el protognero que mejor ilustra esa caracterstica dialgica de la comu nicacin, que impregna todas las dems formas de expresin discursiva.

    Ms textos en http://www.fileserve.com/list/Rx7Npdh

    Ana Fernndez Martn

    Ana Fernndez MartnUsar para la estructura del texto dialogal. Aadir el captulo 2, discurso oral

  • LOS MODOS DE ORGANIZACIN DEL DISCURSO 319

    Como se ha ido planteando a lo largo de este volumen, el discurso siempre se orienta hacia una audiencia presente o ausente a la que se quiere convencer, explicar o describir algo, con la que se quiere discutir o llegar a acuerdos, a la que se pretende seducir, engaar o reir. La conversacin es pontnea gnero dialogal por excelencia sirve de base para las relacio nes humanas, que se crean y se mantienen a travs del dilogo y se enrare cen o se terminan cuando el dilogo se hace difcil o se rompe.

    Puesto que de la conversacin espontnea nos ocupamos de forma es pecfica en el captulo 2 y en muchos de los dems captulos han ido apare ciendo ejemplos de piezas discursivas dialogales, en este apartado nos limi taremos a recordar la estructura bsica de la secuencia y a presentar ejem plos en los que aparece como tal; de hecho, como se ver, se han elegido, en la mayora de los casos, dilogos que son producto de una elaboracin esti lstica claramente pretendida.

    En los estudios sobre la conversacin existe un cierto acuerdo respecto a que la estructura dialogal tiene que describirse atendiendo a una doble perspectiva, a saber, su carcter secuencial y su carcter jerrquico. Se- cuencial en tanto que el sentido de cualquier fragmento o enunciado slo se puede interpretar de forma cabal en funcin de lo que se ha dicho y lo que se dir a continuacin (por la misma persona o por otra); jerrquico en tan to que nos seala la existencia de unidades de diferente rango o nivel imbri cadas unas en otras de menor a mayor en la construccin conversacional, desde la unidad mnima molonogal el acto hasta la unidad mxima dia logal la interaccin; es preciso advertir que no se debe perder de vista la posibilidad de que la articulacin de los diversos niveles sea compleja, ya que pueden aparecer unidades secundarias incrustadas en unidades directo ras. El esquema propuesto para dar cuenta de este orden jerrquico es el si guiente (se pueden consultar los ejemplos analizados en el apartado 2.2 siguiendo esta propuesta):

    unidades monologalesa) el acto o movimiento (de habla: directivo, asertivo,

    etctera)b) la intervencin (contribucin de un participante

    [1 o + por tumo])

    c) el intercambio (mnima unidad dialogal) unidades dialogales d) la secuencia o episodio (de tema y/o finalidad)

    e) la interaccin (en su conjunto, el evento)

    El dilogo, adems de estar en el sustrato de otras formas discursivas, aparece como secuencia secundaria o incrustada en otros modos de organi zacin textual. Como veremos un poco ms adelante, el teatro o el cine to man el dilogo como forma en que se desarrolla el relato. La novela o el cuento incluyen muy a menudo fragmentos dialogados. La explicacin y la argumentacin tuvieron su expresin primera en forma de dilogos (desde los clsicos griegos hasta el Renacimiento), e incluso la poesa adems de que es habitual que se dirija a una persona de forma ms o menos explci ta incorpora formas dialogales en sus versos.

    Ms textos en http://www.fileserve.com/list/Rx7Npdh

    Ana Fernndez Martn

    Ana Fernndez Martn

    Ana Fernndez Martn

    Ana Fernndez Martn

    Ana Fernndez Martn

    Ana Fernndez Martn

    Ana Fernndez Martn

    Ana Fernndez Martn

    Ana Fernndez Martn

    Ana Fernndez Martn

    Ana Fernndez Martn

    Ana Fernndez Martn

  • 320 LAS COSAS DEL DECIR

    Si observamos el ejemplo con que se inicia este apartado, veremos que se trata de un fragmento de un relato cinematogrfico en forma de guin. En l se combinan las acotaciones con los dilogos. Los sintagmas que dan nombre a las diferentes escenas y las acotaciones sirven para describir per sonas, lugares y acciones. Funcionan como indicadores de cmo se deben decir actuar los dilogos. La estructura que resulta podra esquemati zarse ms o menos as:

    RELATO RELATO

    Veamos como ejemplo la escena 20:

    Secuencias descriptivas:

    LugarCa s a d e Ma n o l o / Fa c h a d a d e l a n t e r a

    TiempoAnochecerGestos y accionesFernando, atusndose el pelo, arreglndose la corbata, va a dar otro par

    de aldabonazos. Pero se abre la puerta y aparece Luz. El rostro de la chica se ilumina al descubrir al muchacho

    Y le franquea la entradaEntonacin(lo ha dicho pesarosa, pero se anima en seguida)

    Secuencia dialogal:

    Luz And! El de la estacin!F ernando S... Es que... Es que he perdido el tren... Est Manolo?Luz No... Pero vendr en seguida!

    Las secuencias dialogales sern, en el producto flmico final, la nica parte verbal de la narracin cinematogrfica, ya que el resto estar ocupado por gestos, movimientos, decorados y paisajes.

    A menudo, al hablar evocamos dilogos reales o imaginarios que incluimos como ecos o citas (vase el apartado 5.2) entre nuestras pa labras. Esto es lo que ocurre en el fragmento que reproducimos a conti nuacin:

    Escalfan Pregunto: Cundo decidieron ser viejos?Mastroiani Decidido? Eso no se decide, te cae encima cuando menos

    te lo esperas. En cierto momento te empiezan a llamar maestro. Maestro de qu? Y me contestan: Es por respeto. Maestra ser tu madre, me dan ganas de decirle, pero comprendes que ha sucedido algo, que algo ha cambiado [...] (entrevista de Eugenio Escalfan a Marcello Mastroiani y a Vit torio Gassman, El Pas Semanal, 1 de septiembre de 1996).

    Ms textos en http://www.fileserve.com/list/Rx7Npdh

    Ana Fernndez Martn

  • LOS MODOS DE ORGANIZACIN DEL DISCURSO 321

    Aqu nos encontramos ante un dilogo que forma parte de un fragmen to narrativo de una respuesta en una entrevista. Por lo tanto, la estructura podra ser:

    DiLOGODLLOGO

    Veamos el siguiente ejemplo en el que el dilogo sirve como base es- tructuradora de la explicacin en un texto del Renacimiento:

    Marcio. Creis que la lengua castellana tenga algunos vocablos de la hebrea? V alds. Yo no me acuerdo sino de solo uno, el qual creo que se aya pega

    do de la religin; este es abad, de donde viene abadessa, abada y abadengo.C orio lano . Este ltim o vocablo es muy nuevo para m; no passis ad e

    lan te sin dezirm e qu quiere dezir abadengo.V alds. Porque en la lengua castellana de real se dize realengo lo que per

    tenece al rey, quisieron los clrigos, con su acostumbrada humildad, por pare cer a los reyes, que de abad se llamasse abadengo lo que pertenece al abad o abada.

    Pa c h e c o . Parceos a vos que fueron muy necios?V alds. No mempacho con clrigos. Tambin saco por costal o talega es

    hebreo, de donde lo ha tomado el castellano, ass como casi todas las otras lenguas que an sucedido a la hebrea.

    Ma r c io . Ay algunos vocablos deduzidos de la lengua italiana?V alds. Pienso yo que jornal, jornalero y jomada an tomado principio de

    giorno que dezs ac en Italia; es verdad que tambin se lo puede atribuir a s Catalua (Juan de Valds, fragmento de Dilogo de la lengua).

    En este caso, no nos encontramos ante una estructura en la que una secuencia funcione como envolvente de otra u otras que se incrustan en ella. Aqu lo que se observa es que un texto de orientacin explicativa utiliza la forma dialogal para estructurar esa funcin discursiva.

    Tambin el dilogo aparece como base organizadora de los siguientes textos poticos:

    Pr e g u n t a a l a s c r ia t u r a s

    Oh bosques y espesuras,plantadas por la mano del AmadolOh prado de verduras,de flores esmaltado,decid si por vosotros ha pasado!

    Re s pu e s t a d e l a s c r ia t u r a s

    Mil gracias derramando,pas por estos sotos con presura,y, yndolos mirando,con sola su figura,vestidos los dejo de hermosura.

    (San Juan de la Ciuz, fragmento de Cntico espiritual)

    Ms textos en http://www.fileserve.com/list/Rx7Npdh

    Ana Fernndez Martn

  • 322 LAS COSAS DEL DECIR

    Este bello fragmento del Cntico espiritual tiene como base textual or ganizativa la estructura dialogal de un par adyacente pregunta / respues ta; a la pregunta hecha por la esposa, las criaturas ofrecen una res puesta que podra analizarse como un breve relato (el Amado lleg, mir los sotos, y se volvieron bellos) con abundantes elementos descriptivos (mil gra cias derramando, con presura, vestidos de hermosura).

    Veamos el siguiente ejemplo:

    Yo soy ardiente, yo soy morena, yo soy el smbolo de la pasin; de ansia de goces mi alma est llena;a m me buscas? No es a ti, no.

    Mi frente es plida; mis trenzas de oro; puedo brindarte dichas sin fin; yo de ternuras guardo un tesoro;a m me llamas? No, no es a ti.

    Yo soy un sueo, un imposible, vano fantasma de niebla y luz; soy incorprea, soy intangible; no puedo amarte. Oh ven, ven t!

    (Gustavo Adolfo Bcquer, Rima XI)

    Cada estrofa de esta rima de Bcquer se estructura como un par adya cente. Las dos primeras son del tipo ofrecimiento / rechazo. En ambas, el ofrecimiento se realiza a travs de una descripcin. La tercera y ltima es trofa tiene una estructura similar pero opuesta rechazo / demanda: la mujer se describe como un imposible y el poeta la llama.

    Finalmente, presentamos un ejemplo de una secuencia dialogal in crustada en una narracin. Quiz es ste el papel del dilogo ms conoci do y estudiado. Tanto en los relatos orales como en los relatos escritos, ya sean sobre la realidad o de ficcin, es comn dar la palabra a algunos de los actores del relato; ello constituye un recurso que aumenta el efecto de verosimilitud de aquello que se est contando. Tanto en las narraciones literarias como en las coloquiales permite, adems, caracterizar a los per sonajes que se evocan hacindoles hablar de una manera particular (en una lengua, dialecto o registro concretos, por ejemplo). Veamos el si guiente fragmento de la novela de Miguel ngel Asturias, El seor Presi dente. Como podr apreciarse, las secuencias dialogales y las descriptivas se entrelazan para dar mayor viveza y detalle a la narracin. Adems, en este fragmento se puede apreciar cmo a travs de la forma de hablar que se pone en boca del mozo se le caracteriza como un personaje popular, humilde y servicial. Dejamos que quienes lean estas pginas descubran de qu manera se podra esquematizar la estructura que subyace a este frag mento.

    Ms textos en http://www.fileserve.com/list/Rx7Npdh

    Ana Fernndez Martn

    Ana Fernndez Martn

    Ana Fernndez Martn

  • LOS MODOS DE ORGANIZACIN DEL DISCURSO 323

    Los caballos se espantaban las moscas con la cola al pie de un amate. El mozo que los trajo se acerc a saludar a Cara de ngel con el sombrero en la mano.

    Ah, eres t; buenos das! Y qu andas haciendo por aqu?...Trabajando, dende que ust me hizo el favor de sacarme del cuartel

    que ando por aqu, ya va para un ao.Creo que nos agarr el tiempo...As parece, pero yo ms crey, patrn, que es al sol al que le est an

    dando la mano ms ligero, y no han pasado los azacuanes.Cara de ngel consult a Camila si se marchaban; se haba detenido a

    pagar al baero.A la hora que t digas...Pero no tienes hambre? No quieres alguna cosa? Tal vez aqu el ba

    ero nos puede vender algo!Unos huevitos! intervino el mozo, y de la bolsa de la chaqueta, con

    ms botones que ojales, sac un pauelo en el que tena envueltos tres huevos.Muchas gracias dijo Camila, tienen cara de estar muy frescos.De ust son las gracias, nia, y en cuanto a los huevitos son puro

    buenos; esta maana los pusieron las gallinas y yo le dije a mi mujer: dejr melos por i aparte, que se los pienso llevar a don ngel!

    (Miguel ngel Asturias, fragmento de El seor Presidente).

    Ms textos en http://www.fileserve.com/list/Rx7Npdh