el cuádruple problema de la inducción. crítica de la ... · la inducción como elemento clave...

17
El cuádruple problema de la inducción. Crítica de la solución popperiana del problema de Hume JUAN JOSÉ GARCÍA NORRO (Universidad Complutense) &~r1 ¿e roig s opj3r~n bouhpévo¡~ ‘tpobpyou ro ¿tarop90a1 xahoq t y&p torepov su,~opia Xúcnq r¿,v rp&repov &nopoupévúv ~czí. Xúú¡v & OUK CartV &yVOOUVta4 mv ¿CC— tAristóleles. Meiophvsica, [II. 1.995 a 27-30) Ciertamente no es ni supérfluo ni trivial el consejo que nos ofrece Aris- tóteles: Aquellos que quieran investigar con éxito, antes de nada. han de cuidarse de plantear las cuestiones de manera acertada. De no seguir tan sensata exhortación, se corre el riesgo de frustar la investigación más tenaz y rigurosa. En nuestra opinión, esto es lo que le ha sucedido a un filósofo tan preclaro y capaz como Popper en su continuada meditación en torno a la inducción como elemento clave del método cientifico. Como es sabido, en Conocimiento Objetivo’. Popper declara haber sido el primero en utilizar la expresión «problema de Hume» para designar el problema de la inducción, ya que, según nuestro filósofo, lo que, en sus Prolegómenos a rocio Meraftivica futura, Kant llamó das flumisehe Problem no era la cuestión principal que Hume suscitó en sus escritos, sino otra de naturaleza distinta. Y, en segundo lugar, sostiene as¡mtsmo que ha encon- trado solución a dicho problema 2. Creemos que ambas pretensiones son inftíndadas. Estamos convencidos de que Kant comprendió mejor que Popper dónde se encuentran los elementos dudosos del procedimiento inductivo que Hume ponía de relieve y que, por consiguiente, el uso de la expresión «problema de Hume» ha de limitarse a nombrar la dificultad que turbó tanto al filósofo prusiano como al escocés y no el problema que se debate principalmente en las obras popperianas. Y, asimismo, estima- mos que la solución que Popper propugna para resolver el problema de la inducción no sólo no se dirige al auténtico problema que preocupó a Hume, como acabamos de señalar, sino que tampoco es aceptable, aunque entendamos la inducción a] modo popperiano. Es claro que nuestra primera discrepancia no es esencial, pues —y en esto, en parte, damos la razón a Popper— carece de importancia quién haya sido el primero en dar nombre a un problema e incluso con qué nom- 1. Objeuive Km. 2. II ‘vvlcdge. A, Evohnionary’ Approah. Oxford, 1972, p. 1 Reris¡a dc Filúsofia. 3~’ época, vol. 111<1990). núm. 3, págs. 5-21. Editorial Complutense. Madrid

Upload: others

Post on 25-Jun-2020

7 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

El cuádrupleproblemade la inducción.Crítica de la soluciónpopperianadelproblema

deHume

JUAN JOSÉGARCÍA NORRO

(Universidad Complutense)

&~r1 ¿e roig s opj3r~n bouhpévo¡~‘tpobpyou ro ¿tarop90a1xahoq t y&p torepovsu,~opiaXúcnq r¿,v rp&repov &nopoupévúv~czí. Xúú¡v & OUK CartV &yVOOUVta4 mv ¿CC—

tAristóleles.Meiophvsica, [II. 1.995 a 27-30)

Ciertamenteno esni supérfluoni trivial el consejoquenosofreceAris-tóteles:Aquellos que quieraninvestigarcon éxito, antesde nada.han decuidarsede plantearlas cuestionesde maneraacertada.De no seguirtansensataexhortación,secorreel riesgode frustarla investigaciónmástenazy rigurosa.En nuestraopinión,estoes lo que le ha sucedidoa un filósofotan preclaroy capazcomoPopperen su continuadameditaciónen torno ala induccióncomo elementoclave del métodocientifico.

Como es sabido, en Conocimiento Objetivo’. Popper declara haber sidoel primero en utilizar la expresión«problemade Hume» paradesignarelproblemade la inducción,ya que, según nuestro filósofo, lo que,en susProlegómenos a rocio Meraftivica futura, Kant llamó das flumisehe Problem noera la cuestiónprincipal que Hume suscitóen sus escritos,sino otra denaturalezadistinta.Y, en segundolugar, sostieneas¡mtsmoqueha encon-trado solución a dicho problema2.Creemosque ambaspretensionessoninftíndadas.Estamosconvencidosde que Kant comprendiómejor quePopper dónde se encuentranlos elementosdudososdel procedimientoinductivo que Hume ponía de relieve y que,por consiguiente,el uso delaexpresión«problemade Hume» ha de limitarse a nombrar la dificultadque turbó tanto al filósofo prusianocomo al escocésy no el problemaquesedebateprincipalmenteen las obraspopperianas.Y, asimismo,estima-mosque la soluciónquePopperpropugnapararesolverel problemade lainducción no sólo no se dirige al auténtico problema que preocupóaHume,como acabamosde señalar,sinoquetampocoesaceptable,aunqueentendamosla inducción a] modopopperiano.

Es claro que nuestraprimera discrepanciano es esencial,pues—y enesto, en parte, damos la razón a Popper—carecede importancia quiénhayasido el primeroen darnombrea un problemae inclusocon quénom-

1. Objeuive Km.

2. II ‘vvlcdge. A, Evohnionary’ Approah. Oxford, 1972, p. 1

Reris¡a dc Filúsofia. 3~’ época,vol. 111<1990).núm. 3, págs.5-21. Editorial Complutense.Madrid

6 juan JoséGarcía Norro

bre lo conozcamos3.En cambio,sin duda,la segundadiscrepanciaesmáshonday grave.De estarnosotrosen lo cierto,se habríadadoun equivoca-do planteamientodela cuestiónquehabríatornadoinútil toda La investi-gaciónulterior.

Los múltiples problemasde la inducción

Pocosde los quehayanmeditado,aunqueseabrevemente,en torno aestacuestióndudaránde quebajoel epígrafe«problemade la inducción»seescondeun embrollo de numerosascuestionesdiferentes,cuya separa-ciónconstituyeunaexigenciaineludible si sequiereprogresaren su inves-tigación. El propio Popperponede manifiestotresgruposdiferentesdeproblemas4.Posiblementelos tres principales.En primer lugar, cabeocu-parsede la cuestiónde cómo podemosjustificar el razonamientoinducti-vo. Dicho de otro modo, ¿porqué es razonable,si lo es, aceptarciertosargumentosinductivos?¿Querazonamientosinductivossonválidosy cuá-les, no? ¿Dónde nos apoyamospara trazar la distinción anterior?Enprincipio, a preguntascomoéstasha de respondercualquieraqueadmitaqueexisteuna diferenciaentrelas teoríascientíficasy las afirmacionesdeun lunático.Es evidenteque estetipo de problemaspresuponequese hacontestadoafirmativamenteaotra preguntamásradicalaún:¿Existealgu-najustificacióndel razonamientoinductivo?¿Cuáles?¿Quées lo quehacequeno seairracional quedepositemosnuestraconfianzaen la inducción?Estas cuestionesconstituyen,en la enuíneraciónde Popper,el segundogrupo de problemasde la inducción.Podríaañadirsea los dosanterioresun tercertipo de problemas,tambiénde graninterés.¿Esla inducción,tan-to tengao no una justificación racional,un elementoindispensabledelmétodocientífico?O, por el contrario.¿puedeel científico, y de hechoJ

0hace,prescindirde ella en su labor?

Popperha prestadogran atenciónal tercerodeestostresproblemas.Sibien declara,sin dejarlugar a la duda,surepulsaa confundir cuestioneslógicaso epislemológicasconproblemaspsicológicos

5,lo queequivaldríaa incurrir en la falaciagenética,dedica muchaspáginasa mostrarque laciencia no procedede forma inductiva. No podría serde otro modo, sí.comopretendePopper,se quiereconservarla racionalidadde la cienciaya lavez negarvalidezal procesoinductivo. Porla misma razón—sucreen-cia en la falta de racionalidaddel procesoinductivo—, no entraa debatirla primeracuestión,sin que,porello, se siga queequiparelas afirmacionesde un dementecon las teoríasde la ciencia,al no apoyarseésta en lainducción. En cambio,concedeunagran importanciaal esclarecimiento

3. Op. cix., Pp. 93-94.4. Ibid5. fle Logic of Scien rifle Discovery. London,1959, § 2.

El cuádrupleproblemade la inducción 7

del segundode los problemascitados.Dejemos,pues.a un ladoelprimeroy tercerode los problemasmencionadospor Poppery centrémonosen elsegundo:en la discusiónsobrela existenciade unajustificación racionalde la inducción.

Inclusolimitado de estemodo,el problemade si existejustificacióndela inducción presentaaúnvarios aspectosque precisanser puestosdemanifiesto.

El problema psicológico de la inducción

En varios lugares.al enfrentarsecon el problemade la inducción y lasconsideracionesqueen torno a él estableceHume,Popperindicaunadife-renciaentreel problemapsicológicoy el problemalógico. Ambosson losdosúnicosaspectosdel problemadela justificacióndela inducciónqueelautorde la Lógica de la Investigacióncienq’flca consideraútil estudiar,aun-que no seanlos únicosexistentes.El problemapsicológicodela inducciónconsisteen la cuestiónde por qué los hombres,incluso los hombresdeciencia,creenquelasexperienciastuturasseasemejarána las experienciaspasadas.Dicho de otra manera:¿Porquétienenel razonamientoinducti-vo comounaguíasegurade su investigacióncientífica y de suvida?A estapreguntase puederesponderdesdedos perspectivasdiferentes.Obien sebuscaen las leyesdela psicología.o de cualquieraotra cienciaempírica,elmecanismopsíquico,o deotrotipo, quealianzaen nosotrosesacreencia,obiense explica mediantelo quePopperdenominaun «principio de trans-ferencia».

Humese decidióporunaexplicacióndel primertipo y, comoes sabido,basóen la repetición y el hábito la fuerza que muestraen nosotroslacreenciaen la inducción.Estao cualquieraotra respuestasimilar al pro-blemapsicológicode la inducciónincurre,comoes fácil ver, en unaaporiaepistemológíca.Toda solución a esteproblemaque se funde en unacien-cia (la psicología,la biología,u otra) presuponeel uso y la validez de lainducción,ya queestaes una parteesencialdel procedimientocon queseconstruyeesaciencia.Quelo quenoshaceesperar,trasver humo,quehayo hahabidofuego seala costumbreo el hábito,en definitiva, lasleyesaso-ciativasde las imágenesmentales,es. sin duda,a su vez, unaaseveraciónque resultade una inferencia inductiva.Y, en consecuencia,unaafirma-ción semejantequedaráinjustificaday seráirracionalsi la inducciónes unprocedimientocarentede justificación e irracional comoproponeHume.

Por el contrario.Popperconsideraquela soluciónacertadaa estepro-blematiene queencontrarseen el principio de transferencia6quepermiteexplicarel cursode los pensamientosqueexperimentamoscomoresultado

6. Oh/ectíveKnowledge.Aa Evolutionarv Approac/r. Oxford. ¡972, p. 6, entrv otrosmuchoslugares.

8 JuanJoséGarcía Norro

de lasleyes dela lógica.De acuerdoconesteprincipio, lo quees verdadenlógica es verdaden psicología.Mi creenciaen la validez de la inducciónno se ha de fundaren algunacaracterísticapsicológicade mi menteo enalgunacaracterísticabiológicade mi cerebro,sino en razonesobjetivas,expresadoen una forma ajena a los términos utilizadospor Popper.laracionalidadde los procesosmentalestiene que apoyarseen el carácterintencionalde los actosmentales.Esteprincipio de transferencia,que esunode los puntosbásicosdel pensamientopopperiano,implica la apertu-ra del mundouno,del mundofísico, a otros tipos de realidades.La nega-ción,por consiguiente,del materialismoy del determinismo.No es difícilmostrarqueel rechazoen su totalidaddel principio de transferenciacon-ducea una forma especialde psicologismoy desemboca,en suma,en elescepticismo.

Porotra parte,esclaroquesi seaplicael principio detransferenciaa laresolucióndel problemapsicológicode la inducción,se estápresuponien-do necesariamenteque se ha resueltode manerasatisfactoriael problemalógico de la inducción.No cabe duda de que fue la respuestanegativaaeste problemalógico la que impulsó a Hume a buscaruna explicaciónirracional de nuestracreenciaen la inducción.Nosurge,pues,considerarel problemade la inducción desdesu aspectológico y encontrarleunasolución. Comoya hemosindicado, Poppercreehaberlahallado.

El problema lógico de la inducción

No es difícil enunciarel problemalógico de la inducción.¿Estamosjustificadosal pasarde casosrepetidosde los quetenemosexperienciaaotros casosdelos queno tenemosexperiencia?¿Poseejustificaciónlógicael razonamientoinductivoen el queestablecemosla verdadde unapropo-sición universala partir del conocimientode la verdadde proposicionessingulares?La respuestadeHumees queno. Ni alcanzatampocojustifica-ción porquese supongaquela conclusiónno es segurasino sólo probable,como algunosse sienteninclinadosa pensar.Popperestáplenamentedeacuerdocon esta respuesta.No podemosestablecerla verdadde unapro-posiciónuniversala partir delconocimientode laverdaddeproposicionessingulares,por grandeque sea el número de proposicionessingularesconocidas.Ahora bien, y aquí Popper conscientementese separadelmagisteriode Hume, es posibleconocerla falsedadde una proposiciónuniversala partirdelconocimientode proposicionessingulares.Se da, pues,unaasimetríaentrelaverificacióny la falsacióndelasproposicionesuniver-sales.La falsaciónse realiza siguiendola regla lógicaconocidatradicio-nalmentecomomodustullendotollens, mientrasquelaverificaciónseriauncasode la falacia de afirmacióndel consecuente.Expresadoformalmentela falsaciónpodría representarsemedianteesteesquema,dondeL repre-sentaunaproposiciónuniversal, una teoría científica, por ejemplo, y E,

El cuádrupleproblemade la inducción 9

unaproposiciónsingular,quedescribeun hecho,digamosunapredicción:

<E

1

Mientras quela verificación habríade seresquematizadade esta otraturma:

L —4’ EE

L

Medianteesteexpediente,Popperse creeen disposicióndeafirmar queha resueltoel problemadela inducciónde Hume,aunquesurespuestaseanegativa.Sin embargo,hemosde preguntarnossi estees realmenteelpro-blemade que se ocupóHume y si ha sido resueltode forma correctaporPopper.

Comenzandopor estoúltimo creemos,de acuerdocon Popper.que sepuededecirqueel problemalógico de la inducciónes un problemasolu-ble. pero,en contrade Popper,mantenemosquesusoluciónesafirmativa.Porotra parte.el problemade la inducción de Hume no era el problemalógico.

Si el proceso,que utilizan los hombresde ciencia en sus investigacio-nes fueraciertamenteel meropasode proposicionessingularesa proposi-cionesuniversales,no habríaduda de quese trataríade un razonamientono deductivoy. en consecuencia,la verdadde las premisasno nosgaranti-zaríala verdadde la conclusión.Pero,en realidad,las inducciones,si que-remos llamarlas así, que se realizan tanto en la investigacióncientíficacomo en la vida cotidiana no se dejan reducir a un esquematan sencillo,en el que sólo se encuentrenproposicionessingularesentrelas premisas.En toda pretendidainducción se cuenta,como premisasadicionales~,convariasproposicionesuniversales,Poppermismoreconocela existenciadeestaspremisasuniversales,aunqueles otorga un sentido diferente quenosotros,y les da el nombrede principios de inducción7.

Veamosmediante un ejemplo qué forma poseenestosprincipios deinducción.Supongamosquequercínosllegara descubrirla ley generalqueexpresacuál es el punto de fusión del plomo8. El procedimientoexperi-

7. Ilw Logic of Sciendflc Discovervt London, 1959,p. 28.8. Paraevitarequivocashemosde distinguirentredosprocesosinductivosde muy

diferentenaturaleza.El primerode ellosconsisteenla merageneralizacióndeobserva-ciones. La conclusión del razonamientoinductivo es lina proposición idéntica, si

10 juan JoséGarcía Norro

mental quehemosde seguir nos exige llevar a cabovariasexperienciasdiferentesen las quecalentamosdiversosfragmentosde plomo en distin-tas circunstanciasy trascomprobarqueen todasellas los trozosde plomosehanfundido a 335o c, concluimosquetodopedazodeplomose funde aesatemperatura.¿Peroes estolo único quese tieneen cuentaa la hora dellevar a cabola generalización?¿Nohayotraspremisasque.aunquetáci-tas,ejerzansupesoen el argumento?Si quisiéramosexponeren sutotali-dad el anterior razonamientoinductivo en quehemosalcanzadola leygeneraldel puntode fusión del plomo, tendríamosquedeciralgo así:

«Todos los objetosde unaclasecompartenuna seriede propiedades.Los objetosde la claseelementoquímicode númeroatómico 82 compar-ten las siguientes propiedades:punto de fusión, punto de evaporación,densidad,color, solubilidad,conductibilidadeléctrica,...El objeto a perte-necea la claseelementoquímicode númeroatómico82.El objetoa sefun-de en determinadascondicionesa los 3350 C. Luegotodo elementoquími-co de númeroatómico82 presentaun puntode fusión a los 3350 C»9.

Como seve, al exponerde estemodoel procesoinductivo, hemosintro-ducido dospremisasuniversales,con lo quehemosconvertidode golpe elargumentoque era tenido por inductivo en uno deductivo,pueses claroquesi fuesenverdaderaslas premisasdel argumentola conclusiónnecesa-riamenteio seríatambién.Senosdirá —y con razón—queesasdosprime-raspremisasuniversalessondudosas.Peroello no disminuyeun ápiceelcarácterdeductivodel argumento.Nadatienequeverel carácterdeductivode un argumentocon la verdadde suspremisas.En nuestraopinión. Pop-

exceptuamosque su cuantificaciónes universal, a las proposicionesque recogenlasobservacionesquesirvendepremisas.De estetipo es el ejemploqueconsideramos.Enel segundogénerode procedimientoinductivo se hacealgo más que generalizarunaserie deobservaciones.Newtonpropusosu célebreteoríade la atracciónuniversaldelos cuernosa partirdeobservaciones,peroestasobservacionesno estabanexpresadasen proposicionesque dijesen queestecuerpo ha atraídoa esteotro con una fuerzadirectamenteproporcionalal productode susmasase inversamenteproporcionalalcuadradode su distancia.Las observacionesqueutilizó Newtonhablabande la posi-ción de loscuerposcelestesy de las órbitasque seguíanasí comotambiénla velocidadconquecaenesferasqueruedansobreplanosinclinados.A fin desimplicarnuestrare-flexión en torno a la inducción,se atendrásólo al primer génerode razonamientoinductivo. Noobstante,las conclusionesquealcancemossirvenafordori, parael segun-do tipo de argumentacióninductiva.

9. Quizássenosdigaquehemosolvidadola importanciaqueposeelarepeticiónenel procesoinductivo. Sin embargo,hemosde ver conclaridadquela repeticiónde lasexperiencias,quees necesidadineludible del procesocientífico, sólo sirve paradeter-minarlas condicionesen quesellevó a cabola primeraexperiencia.Deconocerestascondiciones,unaúnica observaciónnosbastariaparaestablecerla ley general.Si sedudadeesio,obsérvesela finalidadpalpableconqueestándiseñadosloscánonesde lainducciónde Mill.

El cuadrupie problemade la inducción 11

per se equivocacuandoafirmaquesólo en el casode queelprincipio deinducción fueraanalítico, la inducciónestaríajustificada, puesentoncessetrataríaunaargumentacióndeductiva’0.Dejandoa un ladola dudosacon-vicción de origen positivista expresadapor Popperdel carácteranalíticode los principios lógicos. la equivocaciónfundamentalse encuentraensuponerqueel principio de inducciónes unaley o regla,semejantea lasleyes de la lógica.que nos permite pasarde proposicionessingularesa laafirmación de una proposición universal o ley. Ahora bien, esta últimasuposiciónno es necesaria.La argumentacióninductiva siemprepuedeverse como una argumentacióndeductiva,entre cuyaspremisasaparecealgunacuyaverdades dudosa:los principios de inducción”. De esta for-ma quedaresueltoel problemalógico de la inducción.

Sin dudaesconvenienteponerde relieveque no podemosolvidar quenuestrasoluciónal problemalógico deJainducción seha llevado a caboacostade admitir algunaspremisasuniversalesde carácterdudosoen elprocesoinductivo. Estaspremisasestánpidiendoa gritos serprobadas.Supruebapuedeseguirdos caminos,ambosinfructuosos,O bien, en primerlugar. se intentanjustificar a priort lo queno secompagina,por supuesto,con unaepistemologíaempirista ni tampocose muestraviable desdeunaperspectivaracionalistaen la medidaen quela negacióndeesaspremisasno parecemetafísicamenteimposible.O bien,en segundolugar, seprocurademostraríasa travésde una nuevainducción.Sin embargo,paraqueestanuevainducción seaaceptabletendráque incluir nuevaspremisasuniver-sales,que requeriráde nuevas induccionesque, a su vez, precisarándenuevaspremisasuniversales,que...Quedamosprendidosen una intenni-nable cadena. En definitiva, como dice Popper, aceptar la inducciónimplica un apriorismo o un regressus in infinitum.

Todo estoes muy cierto. Y. desdeluego,con el recursoconsistenteenintroducir el principio de inducción como una premisamás del razona-mientono hemospretendidoresolveren su integridadel venerableproble-ma queHume planteó.La inducciónquenosha servidode ejemplorelati-va al punto de fusión del plomo no quedaresueltasin más,esto es. nopodemosestarsegurosde suconclusión,mientrasno podamosjustificar laverdadde las dos premisasuniversalescon que iniciamos el argumento.Pero,tambiénhay quedecirlo, justificar nuestraaceptacióndeesaspremi-sasno es.en absoluto,como pretendePopper,un problemalógico, sino

lO. Pie LogiecfScienqficDiscoverv. p. 28.II. Estamostotalmentede acuerdoconPopperenque seganaríaunanotableclari-

dad si se dejarade hablarargumentosinductivos.No existentalesargumentos.Todoargumenioes deductivoo no es argumento.En nuestraopinión, lo quedistingue losargumentosquese suelenllamar inductivosde los consideradoscomodeductivosesqueen aquellosse encuentranuna o máspremisascuyaverdades dudosa.

N

12 Juan JoséGarcíaNorro

unacuestiónde muy distinta índole. Nos gustaríallamarla una cuestiónepistemológicat=.

Indudablementepuedepensarsequepocohabríamosavanzadosi noslimitamos a cambiarel nombrede un problema.Al fin y al caboquémásda que ¡lamemosa esepunto oscurodel procesoinductivo un problemalógico o un problema epistemológico.Sin embargo,algo muy importantehemoslogrado.Al señalarque la raízdel problemade la inducciónno seencuentraen las leyes de la lógica formal nos abrimosel camino paracomprenderquetampococabedecir queel problemadela inducciónten-ga una solución negativa, tal y como sostienePoppert Es decir, que nopodemosnuncasaberquéproposicionessonverdaderaspero,en cambio,sí es posibleconocercuálesson falsas.

El procesode falsaciónpresentaunaestructurasemejanteal deverifi-cación.No sonen absolutoprocesosasimétrícos,como pretendePopper.Ambospresentanexactamentelos mismosproblemas.Al igual quela veri-ficación, la falsaciónesciertamenteun razonamientodeductivo,perolo essólo a condición de queintroduzcamosen él premisasuniversalesdistin-tas de la proposiciónuniversalquese trata de falsar. El procesode falsa-ción no se deja reducir a un esquemasencillo como este:

«El plomo se funde a los 3350 C. Estepedazode plomo no seha fundi-do al sercalentadohasta3350 C. Luegoel plomo no fundea 3350 C».

La falsación anterior deberíacontenermás premisas.Se pareceríaaesteotro modelo:

«El plomo se fundeen condicionesdeterminadas(quehan de serenu-meradascon detalle)a 3350 C. Esteesun pedazode plomoqueseencuen-

12. No debesorprenderla afirmaciónqueaquí se proponede acuerdocon la cuallos razonamientosque lleva a cabo el hombrede ciencia sonen realidadprocesosdeductivos,ni queseaabsurdoconsiderarel pasode lo singulara lo universalcomounadeducción.Es muycomún,por ejemplo,engeometriarazonara partir deunafigu-ra concretay elevarsehasta leyes generales.Exactamenteigual ocurre en la lógicacuantificacionalendondede(Pa)sepuedeinferir (AxPx) siempreque (a)seaun indivi-duocualquiera.Asimismo,los cánonesde Mill relativosala inducciónsonargumentosestrictamentedeductivos.Porejemplo,eí métodode las concordanciasnosdice: «1/’nroGrmore insíances of ihe plxeno¡nenon under inw~stigaxion have of/y one circumstance iii <orn-iflOti, Mt’circuroslance in which alone ah ¡he insíances agree, xis ¡he cause ¡ofeffect/ of¡he girenphenomenon». Ahora bien, estecanon.no esposible dudarlo,constituyeun argumentodeductivoinapelable.Se nosdirá queno estamosendisposición desabersi la circuns-tanciaen cuestiónes la única circunstanciacomún y queestedesconocimientoes loquetornadudosoel procedimientocientifico: encambio,sí somoscapacesde afirmarque todaslas propiedadesimportantespara nuestroasuntoseencuentranen la figurageométricaque tenemosdelanley que todas las restantesfiguras similares tendránidénticaspropiedades.Ciertamenteestoesasí, nadielo niega,pero lo quenos gustaríasosteneres queello no consiituyeun asuntológico, sino de otra naturaleza.

El cuádrupleproblemade la inducción 13

tra en las condicionesdeterminadasanteriormentey queno se ha fundidoal sercalentadoa 335o C. Luegoel plomo no se funde a 3350 Ca.

Ningunafalsaciónpodríacontenermenospremisasquelas queacaba-mosde especificar(por el contrario,deberiacontenermuchasmás).Y, sinembargo,en nuestroejemploanteriorde falsación.ademásdela ley queseintentafalsar,aparecealmenosotrapremisauniversal:«estees un pedazodeplomo quese encuentraen las condicionesespecificadaspreviamente».Odicho deotra manera.«exceptolas especificadas,no existeningunacon-dición queafectea la fusióndeestepedazodeplomo».Se tratadeunapre-misaexistencialnegativaque,comoes sabido,equivalea unaproposiciónuniversal,puestoqueunaproposiciónexistencial negativano puedeserjustificada mediantela experienciai3.Ha de serprobada.Pero suprueba,comola pruebadecualquierproposiciónuniversal,suponenecesariamen-te un procesodeverificaciónqueimplicará,comoentodaverificaciónunode estosdosermres:o un apriorismoo un regressusux mfinitum14.

En resumen,el problemalógico de la induccióntiene solución,comosostienePopper.pero creemos,en contra de la opinión del autor de LaLógicadela InvestigaciónCientífica queéstaes afirmativa, si se entiendeeltérmino«lógico»en un sentidoestricto.Estono suponemantenerquenoexistaun problemade la inducción,lo quese quieredecires queestepro-blema,queno es otroqueeldejustificar porquéciertaspropiedadesdelosobjetosles son esenciales,o sea,por qué soncomunesa lodoslos objetosdeunamismaclasey por quéseencuentranen todosellos,esun problemade índole no lógico. A fin de no discutir por la terminología,podríamos,igualmente,admitir que el problema lógico de la inducción no quedaresueltode estemodo, pero entoncesen este casoPopperestaríaerradoasimismoal sostenerquetienesolución,si bienéstaes negativa.Si el pro-cesode verificaciónno es estrictamenteracional,deductivo,tampocolo esel de falsación.

El problema metodológico de la inducción

El problemade la inducciónqueplanteóHumeno es, pues,de natura-lezalógica,sinoepistemológica.Peroesteproblema,la cuestióndeporqué

13. Pie Logie ofScieniific Discovery, el cii., p. 68.14. Aunque,anuestroparecer,no con lafirmeza y claridadquemuestraenlosúlti-

mos tiempos,por ejemplo,en la introducción fechadaen el año 1982 delprimervolu-men del PostScriptum a la Lógica de la InvestigaciónCientífica, no se puedenegarquePoppersiempreha sostenidoquela falsaciónesdehechoun procesoqueno puedeserllevadoacabocontoda garantía.Siemprecabeel errorenella. Sin embargo,el errorenla falsaciónes de carácterempírico,no lógico. Estoeslo queno aceptarnos.No sólo lafalsación es dc fado imposible. como muy acertadamenteseñalaPoppery muchosotros. sino quees asimismode iure imposible.Se tratadeunaimposibilidadlógica, quePopperjamásreconocesi hemosentendidobien su pensamiento.

14 JuanJoséGarcíaNorro

dos propiedadesque se handado juntas en un objeto (digamos,el pesoatómicoy el puntodefusión) hande darsejuntasen cualquierotro objeto,todavia presentados aspectosmuy distintos.A uno de estosaspectoslopodemosllamar el problemametodológicode la induccióny al otro. elproblemametafísico.El problemametodológicono es otro sino el proble-ma de buscarun métodoquenos asegureque la ley científicaquehalla-mosen el procesoinductivo relacionadospropiedadesquerealmentevanunidasen la naturaleza.

A vecesHumeplanteaesteproblemamedianteejemplos.«El panqueen otra ocasióncomí,queme alimentó»,es decir, un cuerpocondetermi-nadascualidadesestabaen aquel momentodotado de ciertos poderesocultos.Pero¿sesiguedeestoqueotro trozodistinto de panha dealimen-tarme tambiénen otro momentoy que las mismascualidadessensiblessiemprehande ir acompañadasde los mismospoderesocultos?’5La pre-guntaqueHumese dirige a símismoy quese apresuraa contestarnegati-vamentepresentaun cierto margende ambigíledad.¿Qué razonespode-mostenerparaafirmar quees posiblequeun pedazode materiaquepre-sentalas característicaspropiasdel panno me sirva ya de alimento?¿Porqué se puededecirque del hechode queel panme hayaalimentadounavez no se sigue queme alimentesiempre?Creo que tres son las razonesquepodemosalbergarpara dudar de que el próximo trozo de panquecomame alimente.

La primera de estasrazonesla comentaPopperen su (‘onocirnienroObjetivo’6. Pudieraacontecer,como ocurrió no hacemuchoen unaaldeade Francia,que la próximavez quetome pan,en vez de nutrirme mueraafectadode ergotismo,quees,comose sabe,ademásdel defectoquemues-tran aquellosquequierenexplicarsea todashorasmediantesilogismos.una intoxicaciónproducidaporla sustanciaactivadel cornezuelodelcen-teno.Pero¿constituyeun casocomoel descritoun contraejemplodela leycientifica queafirma queel panalimenta?En modo alguno.Si hacemosexplícito lo que habitualmentequedatácito, la ley científica rezaríaasí:«encondicionesnormales(que habríaqueespecificar.pero queen cual-quier casoexcluyenla presenciade ergotina),el panalimenta».Comoelpanquecomieronaquellaspobresgentesno era un panen condicionesnormales,sucasono constituyeun contraejemplodela ley científica. Estano quedafalsada.Con todo, Popperinsisteen quede todasmanerasaque-líaspersonasmurieron.Sin duda,máslo queaqui seestáponiendode re-lieve es la imposibilidad de estarsegurosde poderestablecerprediccionescorrectas,por nuestrodesconocimiento,por esenciainsuperable,de latotalidaddelas condicionesiniciales.La imposibilidad sedebe,pues.no a

15. EnquiryconcerningtheHumanUnderstandinged. Selby-Bigge.Oxford. 1927, p. 34.16. Ed. cix., p. ti.

El cuádrupleproblemacJe la inducción 15

una debilidad lógica del procesode predicción (que por lo general seadmite quees de naturalezadeductiva),sino porquese partede premisasque son siempredudosas.

Sí las razonesque tenemospara dudarde la afirmación deque el panalimentasonsólo comola queseacabadeexponer,nohabríamosdetenerdudassobrela posibilidaddeconocerproposicionesuniversalesqueexpre-sen leyes científicas.Nuestra dificultad se encontraríaen la inseguridadquepadeceríansiemprenuestraspredxccíones.Peroexistenotrasconside-racionesque nosobligan a poneren tela de juicio nuestraposibilidad dealcanzardichasleyescientíficast7.

La segundarazónque nospuedemovera dudarde la juiciosa tesisdequeel pan alimentaseencuentraen la dificultad de estarsegurosdehaberalcanzadoel conocimientode leyescientíficas verdaderasy no en nuestrodesconocimientode las condicionesiniciales en que se han de aplicar.Encontraruna ley científica es hallar dospropiedadesque sedensiempreunidasen un objeto en todasaquellasocasionesen que se presentencier-tas condiciones.El establecimientodela proposiciónuniversalqueexpre-sa la unión de ambaspropiedadesse fundamentaen el hechode que ennumerosasocasionesdiferentesse hanobservadoqueambaspropiedadeshanidojuntas. Ahorabien,y en esto estribalo que llamamosel problemametodológicode la inducción,¿no es posiblequeesaunión hastaahoraobservadahayasido casualde forma queen un futuro puedano darse?Sesabeque, en determinadascondicionesque incluye el tipo de materiasobreel quese aplica,el calordilata los cuerpos.Pero¿nopudieraserquela verdaderacausade esadilataciónno fueseel calor sino otra circunstan-cia quehastaahorasedabajunto a la aplicacióndel calory queha pasadoinadvertida?No parecequequepacontestarque no. Por inverosímil queseala posibilidad aludida,siemprecabeque se dé.

Una manerabastanteintuitiva de exponerel problemametodológicodela inducciónes el siguientesímil. La tareadel científico seasemejaa labúsquedadeunafunción matemáticaqueexpiique la existenciadeciertospuntosen una gráfica.Si senosda unafunción matemática,con tal dequecumplaciertosrequisitos(porejemplo,queseacontinua),podremoshallarel valor de la abscisaparacadavalor de ordenadasy conocerpor dóndepasala función en cadapuntodel planocartesiano.FI hombrede ciencialleva a cabouna laborquepuedeversecomo la inversa.Conocealgunos

>7. En Objec¡it’e K#xowledge,Poppernos propone,en dos ocasionesdiferentes,tresejemplos tendentesa mostrar el error que puedeencontrarselatenteen cualquierinducción.Nos parecequelos ejemplosy lasconsideracionesquesiguen a ellos sonespecialmentedesafortunados,puesnomuestranlos verdaderosproblemasdelprocesoinductivo y. encambio,ponende relievehastaquépuntola falsaciónpresentaproble-massimilaresa los de la verificación.

16 JuanJoséGarcía Norm

puntosdel planopordondepasalagráficade la función y buscaafanosa-mentela fórmulade esafunción.La dificultad estribaen queexisteninfi-nitasfórmulasde funcionesde las quesepuedenpredecirun númerofini-to de puntos.Normalmente,se escogerála mássimple deellas.Dicho seadepaso,un criterio deelecciónquesuelecarecerdejustificaciónepistemo-lógica. Sólo se rechazarála elegidacuando«observemos»quela funciónno pasapor un punto por el quede acuerdocon la fórmula tenía quepasarAhorabien,por muchasfórmulasquehayamosdesechadosiempreestamosexpuestosa tenerque rechazarunamás.En la medidaen quelaconclusiónde toda inducciónva másallá de lo observado,suponeunaextrapolación,un saltoa lo desconocido,y, en consecuencia,cabequecai-gamosal dar el brinco en un error.

El problemametodológicode la inducciónno es un problema«irreal»quesólo preocupaalos filósofos.La historíade la ciencianosproporcionainfinidadde ejemplosdeleyescientíficasqueya hoyno se tienenportales.Durantesiglossepensóquelavelocidadde caídade un cuerpoeradirecta-menteproporcionala su pesoy que, por consiguiente,los cuernosmáspesadoscaena mayorvelocidadquelos másligeros. Si prescindimosdenuestro«sentidocomún»y recordamosnuestrosconocimientoselementa-les defísica, nospercataremosde queno se da semejanteasociaciónentreel pesoy la velocidadde caida.Cuandoobservamosqueun objetopesadocaeantesqueuno ligero, la diferenciade velocidadse debea otra propie-daddistintadel peso.La unión del pesoconlavelocidaddecaídaes,pues.en cienosentido,casual.

tampococabepensarqueel desbancamientode las leyes cientificasporotrasnuevassea exclusivamentealgodel pasado,y que ya no se pro-duzca.Pocastesissc hanafirmadoen las cienciasbiológicasdeun modomásrotundoqueaquellaquesostienequetodaslasenzimassonproteínas.Y, sin embargo,pareceque se está ahoramismo,comoquien dice, descu-briendoquealgunasmoléculasdiferentesde las proteínastienentambiénactividadenzimática48.

El problema metafísico de la inducción

Existe,porúltimo, unatercerarazónparadudarde queelpanquecoma-mos hoy nos vaya a alimentarcomoel quecomimosayer. No obstante.Popperconsiderainútil dedicarmuchotiempoa meditarsobreestacausaque era, posiblemente,el verdaderomotivo de desazónintelectual deHumecuandoreflexionabasobrela inducción.Estarazónno consisteenlas dudasque nos puedenasaltaracercade si hemosencontradounaauténticaley científica queexpreseuna regularidadnatural,sino en si se

18. T. R. Crci-i & B. L. l3Ass, «Biological Catalysisby RNA» ir Annuxa! ReviewofBiochemisírv,vol. 55, pp. 599-629. 1986.

El cuádrupleproblemade la inducción 17

danregularidadesnaturales,¿Porquéhemosde afirmarquelasleyesnatu-ralesno cambian’?¿Porqué creerqueel futuro se asemejaráal pasado?¿Porquétenerpor cierta la uniformidadde los procesosqueocurrenen eluniverso?¿Porquéhemosde suponerqueen todoslos puntosdel universoy en todoslos momentosdel tiempo rigenlas mismasleyesnaturales?’9Espensable~y. por ello, posible—quelas leyesnaturalessemodifiquen,queno hayanexistidosiemprelas queahoratienenvigencia, queéstasdejendevaleren el futuro. Ahora bien,si no cabedemostrarquees falsoaquelloqueesposible,sólo la experíencíanospodrásacardedudasde si eseacon-tecimientoposiblese da o no. Por tanto,hemosde esperaral futuro paraconocersi las leyesnaturalescambianosemantienencomohastaahora2<~.

En Jos numerosostextos queHume dedicó a la cuestiónqueestamosconsiderandoaparecenformulacionesde ella quenos puedenhacerpen-saren ambosaspectosdel problemade la inducción:el metodológicoy elmetafísico.Pero es claro, para nosotros,que la línea fundamentalde supensamientova dirigida a lo quedenominamosel problemametafísico.Así lo entendieronen generalsus contemporáneos.Así lo comprendióKant. si bien, como señalaPopper.no distinguió esteproblemadel de lacausación,lo que, por otra parte, tampocohizo con claridad Hume. Eindudablementeasí lo entendiótambiénRussell,al quePopperle gustacitar a cuentode estacuestión.Su formulacióndel problemade la induc-ción enLos probfemasde (a filosofía o en la Htstoríade la filosofíaoccidentallo indican de modo inequívoco.

Y. sin embargo,Popper.no consideraesta dificultad, que es eJ másauténticoy profundoproblemadela inducción,aunqueno el único,comodigno de ser meditadocon tanto detenimientocomo los restantes.Paraencontrarleunasoluciónsatisfactoriaseriaprecisollegar a estaren dispo-sición de poderafirmar la existenciade auténticasleyes naturales,de lascualeslasteoríascientíficasque sevansucediendoa lo largo dela historiade la ciencia seríanaproximacionescada vez más semejantesa ellas.Ademásseriaprecisosostenerqueesasleyesde la naturalezapermaneceninmutablesy se encuentranomnipresentesen todo el universo.Antesdeexaminarsi cabe afirmar estosdos requisitos,nos gustaríaseñalarquePoppertiene mucha razóncuandoponede manifiestoque se equivocantodosaquellosfilósofos que hanpretendidojustificar la inducción pro-

19. La homogeneidaddel universo,estoes.la vigenciadelasleyesnaturalesen todopuntoespacio-temporaldeéste,es un postuladoque.inclusivedesdela mismaciencia,seha vueltodifícil decreersi aceptamosla tesisde Einsteindequenadapuededespla-zarsea mayorvelocidadqueaquellacon la quelo hacela luz. Cf. K. R. POPPER.Real-¿sm and the aun ofscience:from Me Postscript ¡o Logic ofSc¡enx¡/icDisco verg London. 1983.* 16.

20. CL TreariseonHumanNature cd. Selby-Bigge,Oxford. 1888. II, ParteIII. sec. IV,p. 89.

18 JuanJoséGarcíaNorro

bando,o simplementeaceptandosin más,la verdadde un principio decausaciónuniversal(seríapreferibledecirde uniformidaduniversal),quecontuvieselos dos postuladosque acabamosde señalar,porque,inclusoadmitiendoun principio semejante,las induccionesquese han llevadoacaboutilizándolo,porejemplo,las quehanconfirmadolas leyesdeNew-ton. hanresultadodespués,trasel surgimientode la teoría de Einstein,fallidas”.

No cabedudade que el principio de uniformidaduniversal tomadocomoprincipio de inducciónno nosgarantizael éxito de nuestrasinvesti-gaciones.Y estoes así,porquejunto al problemametafísicode la induc-ción, que es al quevendríaa responderel príncipio de uniformidaduni-versal, se encuentrael problemametodológicode la inducción.Pero,poridénticarazón, la resoluciónsatisfactoriadel problemametodológiconoentrañaque se haya terminadode solucionartotalmentela intrincadacuestióndela inducción.Es necesariodarcuentadeambasdificultades—lametodológicay la metafísica—si queremosencararconéxito el desafiodeHume.Escierto quePopper,directamenteno caeen unodetosdoserroresposiblea este respecto:creerhabersolucionadoel problemainductivoporhaberdadorespuestasólo a unade las dosdificultadespríncipalesde quese compone.Y no caepor la sencillarazónde queestimaqueel problemade Humeen la perspectivaquenosotroshemosllamadometodológicanoes soluble. Pero,indirectamente,comete,a nuestroparecer,uno de losyerrosapuntadosporque,sin entrara considerarel problemametafísico,expresasuconvicciónde poderresponderal reto deHumeconsu teoríadela falsación.Peroestateoría,apartede las dificultadesinternasquehemospuestode relieve anteriormente,requierede la soluciónde lo quehemosllamadoel problemametafísicodela induccióntantocomocualquierotrateoría inductivista.

Naturalmentea un pensadorde sucaladono se le podíapasarpor altoenteramenteun problematan enjundiosocomo éste”. Pero opta,por logeneral,por despacharesta dificultad con unas pocas palabras.En suprimer libro, La lógica dela investigacióncient(fica,y obrasposterioresla haratificado,Poppernoscomunicasuconviccióndequelas leyesdela natu-raleza,esto es las regularidadesa lasqueestásometidoel mundo,a dife-rencia,por ejemplo,de las leyesde la lógica, tienenun carácteraccidental.contingente23, Por otra parte, sostieneque la creenciaen leyesnaturalesinmutablesy eternas,al igual quela creenciaen lacausalidad,soncreen-

21. K. R. PORPER,Realismand Me aún ofscience..,cd., cia § 5.22. Lo tocade pasadaenvarioslugaresy conmayordetenimientoenlos parágrafos

5, 6 y 16 deRealismand Me aim of sciences froin ¡he Postscript ¡o Logic of Scientific Discov-ery, eJ ci’.

23. The Logic of Scient~fic Discovery, p. 429.

El cuódrupie problemade la inducción 19

cias metafísicasquela experienciano puedeprobarni refutar~. Sin em-bargo,estacreenciaen el carácterinvariablede las leyesnaturalescobraunaextraordinariaimportanciacomo reglametodológicaque adoptalaforma de un postuladode invarianciade dichas leyes’5. Dicho de otramanera,en opinión de Popper,la propia naturalezade la investigacióncientíficanos fuerzaa considerarlas leyesnaturalescomo inmutables,yaquesi variasen,por ejemplo,unaley dela físicase modificaseconel tiem-po (porejemplo,unade las variablesquecontienecambiasede valor) tra-taríamosde sustituirla por unanuevaley invariantequeexplicasela tasade cambioobservada26.Con esta posición Popperse almeacon la tradi-ción positivistaquesiempreha consideradocomoun dogmala invariabi-lidad de las leyes de la naturaleza27.

Sin embargo,semejanteposiciónalbergadentrode síunadobleincon-sistencia,En primerlugar, conduceineludiblementea unaposicióninstru-mentalistade la ciencia,quepresumiblementeno es del agradodePopper.

24. Ibid., p. 248.25. En el parágrafo5 del Postscriptum a la Lógicade la Inves¡igaciónCientífica, Pop-

per niegaexplícitamentequela creenciaenla invarianz.adelas leyesnaturalesseaunpostuladometodológico.Perolas razonesqueaduceno nosparecenconvincentes.Porel contrario,creemosquesonindicativasde la dificultad queexperimentaPopperparacomprenderel problemaqueagobiabaa Humey a Kant.Ante la pretensióndequelacreenciaen la afirmación de la invarianza de las leyes naturalessea un postuladometodológicoindispensablepararealizardemodo racionalla investigacióncientífica,pretensiónbasadaen el hechode queparabuscarteoríasverdaderas(cornobuscalaciencia) se debepresuponerqueexisten leyes de la naturalezainmutables,respondecon el curiosoargumentodequeparabuscaralgono es necesariopresuponerqueesealgo existe. llustraestoúltimo con un ejemplo. Buscamosun contraejemploa las teo-ríascientíficassin tenerquepresuponerqueexistadichocontraejemplo.De hecho,sila teoriaes verdadera,no existe.Sin embargo,la analogiafalla. Sin dudaparabuscaralgono tenemosquepresuponerqueexistaesealgo,perosi es imprescindibletenerporciertoquede existirlo buscado,podemos.quizáconla ayudadela suerte,encontrarloysaberquelo tenemoscon nosotros.Sin llevar a caboestesupuestono cabeningunabúsqueda.Mientrasquees verdadquenuncapodremosestarsegurosdequeno existeun contraejemplode unateoria cientifica.estamosen disposiciónde afirmarqueexis-te, con ciertas reservas,~ lo hallarnos.En cambio,jamáscabráencontraruna baseempíricaquenosotorguelacapacidadde sabersí las leyesnaturalesson invariablesono. La existencia<le contraejemplosde unateoríacientífica es una cuestiónempírica:la existenciade leyes de la naturaleLainmutableses unacuestiónmetafísica.Ahorabien, a pesarde lo que cree Popper.si lo hemoscomprendidobien, esta cuestiónmetafísicaha de serresueltapositivamentede algunamaneraparaquetengasentidolabúsquedade teoríascientíficasde lasquese creequesonaproximacionesa las leyesnaturales.

26. En numerososlugares expresaestaopinión, por ejemplo, en fle SeIf aud i¡sBrain, 1977, § 7 y en Realismand dic aim ofscience cd. cit., § 4.

27. Por ejemplo,en A. COM~rE, Cours dephilosophiepositiv« 1984, P. 1. see.3.

20 Juan iaré García Narro

Negarel instrumentalismoexige sostenerque se da unahomologíaentrelas leyescientíficas y las leyesnaturales.Ahora bien,si el carácterinvaria-ble de las leyes naturaleses una afirmación metafísicaque no puedeserprobadani refutada,entonceslasleyescientíficas,quesoninvariablesporsumismanaturaleza,no describennecesariamentelas leyesnaturaleso almenosno podemosafirmar que lo hagan,puessostenerloequivaidria apoderafirmar, entreotrascosas,el principio de invariabilidad delas leyesnaturales‘<• Dicho de otro modo,si, comoPoppersostiene2~ parael instru-mentalistadesapareceel problemade la inducción,tambiénha de server-daden estecasola conversa,parael queno resuelvael problemametafísi-co de la inducciónha de adoptaruna posicióninstrumentalistarespectode la ciencia,

La segundainconsecuenciaes másgrave. Popperpone de manifiestoqueen el casode queuna ley natural pareciesecambiar,intentaríamosestableceruna nuevaqueexplicaseesecambio.Pero,¿cómopodríamossaberqueuna ley naturalsufreunamodificación?Paraconocertal modi-ficación,habríamosde conocerla ley (esdecirposeerunateoríacientíficaquefueraun reflejo exactode la ley natural),y comprobarquelas observa-cionesqueefectuamosya no sonexplicablesporella, Masesteúltimo pun-to es justamenteel quePopperniega.Nuestroconocimientode las leyesnaturaleses siemprehipotético—inclusoen el casode quehubieralogra-do alcanzarunateoría que se correspondieseexactamentecon la ley na-tural, no sedamoscapacesde saberque la tenemos—,de maneraquedeproducirseun cambioen la ley naturalno podría ser detectado.Esto esespecialmenteclarosi el cambioesbrevey la ley adoptadenuevola formaanterior.Este seria,porejemplo,el casode un milagro, quePopperexpre-samenterechazade forma dogmática.comoHume-~<. En el casodequeelcambioen la ley natural fuera de duraciónmáslargay fuésemoscapacesde detectarlo,por ejemplo,porquea partirde un momentodadolas obser-vacionesque se realizasenen un campocientífico resultasendiferentesdelas observacionesefectuadasanteriormente3tse abrirla antenosotrosdosposibilidades.O permanecerdentrodela conjeturametafísica,comogustadecirPopper.de la invarianzade las leyesnaturales,o no aceptardicha

28. Hemosde entenderquesequieredecircon invariabilidadde lasteoríascientífi-cas.La historia de la cienciamuestraquelas teoríasse sucedenunas a otras,estonoimplica quelas teoríascambian;lo quesetransformaesnuestroconocimientodeesasteorías.Si cambiasenlas teoríascientíficas,careceríade sentidotenerciertas teoríascientíficas,queestuvieronvigentesen el pasado,comofalsas.

29. K. R. POPPER. Rcalisma,xdMc aim ofscicnce...,cd. cxx., § 12.30. Rcalismand xhe aim ofscienc cd cix.. § 4.31. Estaes unaposibilidadsiemprepresente.Inclusodecirquesetratade unaposi-

bilidad inverosímilo remotapresuponequetenemosunateoría(iquéhabríaquejusti-ficar!) sobrela uniformidad de las leyes naturales.

El cuódrupleproblemade la inducción 21

conjetura.En el primerodeloscasos,a suvezpodríamoso bienconsiderarquela ley seha modificadoy buscarun ley natural de rangosuperiorqueexpliqueesecambio.O, la segundaalternativa,estimarque no ha existidoningúncambioen la ley natural y buscaren consecuenciaunanuevaleycientíficaqueexpliquetantolas nuevasobservacionescomolas anteriores,es decir, aquellas que eran explicadaspor la ley científica hasta esemomentoaceptada.Es notablequeno podemosdecidirnospor ningunade estasdos alternativasapoyándonosen proposicionesobservacionales.como Popper aceptaría.pero. tampoco,podemosrechazarninguna deellas por las observacionesquellevamosa cabo.

De no aceptarla hipótesis de la invarianzade las leyesnaturales,nonos quedaríamásremedioqueafirmar que la historia del mundo,por lomenos,en lo quenosotrossabemos,se divide en dosperíodostotalmentediferentes:antesy despuésde las observacionesquenoshanhechoaban-donar el sistemacientífico anterior.Dos períodosen los que lasleyesdeluniversono son las mismas.La física que rige en uno no rige en otro.

¿Podemosasegurarque jamás nos encontraremosen la embarazosasituaciónqueacabamosde proponer,en lacual, lasobservacionesquerea-lizamosson,en todo o en parte,radicalmentedistintasde las observacio-nesquehemosllevadoa caboanteriormente.Y, en esecaso.¿cuálde esasdistintasalternativasposiblesadoptar?Estees el máshondode los proble-masde la inducción.

En definitiva, nos vemosforzadosa decir con Hume, que todos losrazonamientosquese apoyanen la experiencia(porconsiguiente,todalaciencia)se fundanen la suposiciónde queel cursode la naturalezaconti-nuaráuniforme. Por tanto, todosesosrazonamientosestaránconstníidosen el aire, mientrasesasuposiciónno encuentreun fundamentofirme. Nonoscabedudadequeel vigorosoesfuerzode Popperno ha sido suficienteparadotarledeesefundamento.El retode Humesigueesperandorespuesta.