el crecimiento econÓmico de la corona de … · prestigiosos y conocidos como los de klein,...

19
EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE CASTILLA EN EL SIGLO XV: EJEMPLOS ANDALUCES Miguel Ángel Ladero Quesada Las investigaciones sobre historia económica de la baja Edad Media castellana han tenido un desarrollo reciente y todavía escaso. Puede decirse que hace quince años apenas existían, y nos movíamos entre las intuiciones agudísimas de autores como Carmelo Viñas y Mey, los reflejos que nos llegaban de algunos pioneros en otros países (Ch. Verlinden, J. Heers), las consecuencias que cabía extraer de los estudios, algo más desarrollados, sobre las estructuras económicas de los siglos xvi y XVII, o el análisis serial de algunos aspectos tales como el gran comercio con Indias o la evolución de los precios; no podría olvidar, en este campo, nombres tan prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, Domínguez Ortiz y F. Ruiz Martín. Parecía evidente que las raíces, tanto del auge como de la decadencia económica de la Corona de Castilla en la llamada Edad de Oro, habían de buscarse en los Últimos siglos medievales, y no sólo en lo que se refería a la vigencia de unas mismas estructuras, sino también en la continuidad de tendencias dentro de la realidad y de la actividad económicas. La situación de nuestros conocimientos ha mejorado notablemente en los últimos tiempos. Gracias a investigaciones directas sobre fuentes docu- mentales -más escasas que en la Corona de Aragón, por ejemplo, o que en otros países europeos, pero muy interesantes-, sabemos hoy que la evolu- ción de la economía castellana presenta algunos rasgos peculiares dentro de lo que es comdn a la tardía Edad Media europea. Así procuré manifestarlo hace seis años en un trabajo de síntesis que me sirve como punto de partida para mostrar algunas novedades posleriores de la investigación 1 . i M.A. LADERO QUESADA, "Población, economía y sociedad», en Historia General de España y América, Madrid 1982, V {1351-1516). 3-103. Las ñolas sólo pretenden facilitar algunas referencias para apoyo de los lemas tocados en la conferencia.

Upload: dotu

Post on 20-Sep-2018

213 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

EL CRECIMIENTO ECONÓMICODE LA CORONA DE CASTILLA

EN EL SIGLO XV:EJEMPLOS ANDALUCES

Miguel Ángel Ladero Quesada

Las investigaciones sobre historia económica de la baja Edad Mediacastellana han tenido un desarrollo reciente y todavía escaso. Puede decirseque hace quince años apenas existían, y nos movíamos entre las intuicionesagudísimas de autores como Carmelo Viñas y Mey, los reflejos que nosllegaban de algunos pioneros en otros países (Ch. Verlinden, J. Heers), lasconsecuencias que cabía extraer de los estudios, algo más desarrollados,sobre las estructuras económicas de los siglos xvi y XVII, o el análisisserial de algunos aspectos tales como el gran comercio con Indias o laevolución de los precios; no podría olvidar, en este campo, nombres tanprestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande,Vilar, Chaunu, Domínguez Ortiz y F. Ruiz Martín.

Parecía evidente que las raíces, tanto del auge como de la decadenciaeconómica de la Corona de Castilla en la llamada Edad de Oro, habían debuscarse en los Últimos siglos medievales, y no sólo en lo que se refería a lavigencia de unas mismas estructuras, sino también en la continuidad detendencias dentro de la realidad y de la actividad económicas.

La situación de nuestros conocimientos ha mejorado notablemente enlos últimos tiempos. Gracias a investigaciones directas sobre fuentes docu-mentales -más escasas que en la Corona de Aragón, por ejemplo, o que enotros países europeos, pero muy interesantes-, sabemos hoy que la evolu-ción de la economía castellana presenta algunos rasgos peculiares dentro delo que es comdn a la tardía Edad Media europea. Así procuré manifestarlohace seis años en un trabajo de síntesis que me sirve como punto de partidapara mostrar algunas novedades posleriores de la investigación1.

i M.A. LADERO QUESADA, "Población, economía y sociedad», en Historia General deEspaña y América, Madrid 1982, V {1351-1516). 3-103. Las ñolas sólo pretenden facilitaralgunas referencias para apoyo de los lemas tocados en la conferencia.

Page 2: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

Es probable que, después de algunos intentos de recuperación en losaños 1353 a 1362 y 1368 a 1380, se haya llegado al fondo de la depresióneconómica y demográfica del siglo xiv, en tomo a 1390; pero ya entoncesse habían consolidado los fundamentos y estructuras que permitirían elcrecimiento y progreso del siglo XV, cuya trascendencia histórica resultaindiscutible, así como lo son también el auge demográfico o las peculiari-dades de la organización institucional castellana. Es evidente que enaquel proceso de crecimiento hubo un respeto primordial a los intere-ses de los dueños de tierra y ganado, de la aristocracia y de losgrandes mercaderes, castellanos y extranjeros, que supieron encauzarel auge de la actividad económica en su beneficio.

No se produjo todavía ningún fenómeno importante de arcaísmoeconómico en el siglo XV pero sí se pusieron los cimientos que haríansencilla su aparición en el futuro, y así se demuestra, tanto si considera-mos las formas que adquieren la propiedad de la tierra y las relacionessociales en torno a ella, como si contemplamos el auge de la ganaderíatrashumante, las peculiaridades de un comercio exterior basado en laexportación de materias primas y productos agrarios, los límites con quetropieza la actividad manufacturera —sin embargo en auge— o la con-fianza que ya se otorgaba a unas disponibilidades de metales preciosos,sobre todo el oro, que eran relativamente superiores a las de otros paíseseuropeos.

Sin embargo, Castilla vivió en el siglo xv una época de granexpansión, que le permitió actuar como adelantada y pionera de Euro-pa entera en la primera hora de la llamada «civilización atlántica».Después de una primera fase de recuperación, que alcanza aproxima-damente hasta 1420, parece observarse otra de gran crecimiento eco-nómico hasta 1460. La salida a la crisis de 1462 fue mucho másfavorable en Castilla que en otros países hispánicos, a pesar de lasguerras civiles y desórdenes del reinado de Enrique IV en su últimodecenio, de modo que los Reyes Católicos pudieron permitirse en losaños 80 una política enérgica que en algunos aspectos dañaba impor-tantes intereses económicos: Inquisición, guerra de Granada, expul-sión de los judíos. En el último decenio del siglo xv se reanudó elmovimiento expansivo de la economía hasta la crisis, a la vez agrariay demográfica, de los años 1503 a 1507. La coyuntura inmediatamenteposterior se conoce muy mal, pero parece que no tardó en recuperarseel ritmo de crecimiento y una situación equivalente a la anterior,posiblemente en torno a 1515.

Es muy difícil, desde luego, medir con precisión las características yduración de las fases que acabo de indicar, por lo que el margen de hipótesises grande. En los últimos tres años se han publicado algunos estudios sobreprecios y salarios basados en documentos de Burgos, Toledo y Sevilla que

Page 3: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

permiten la formación de series coherentes de datos en muchos casos2.Naturalmente, hay que fijarse en los precios reales, expresados en moneda«fuerte» de plata u oro, y no en los nominales, expresados en moneda devellón o en maravedíes, cuyo incremento es continuo, en especial desde1430. Parece que, en general, tras un período de estabilidad hasta los añosveinte del siglo, la mayor parte de los precios de productos agrarios ymaterias primas tendieron a descender hasta fin de siglo, salvo en eldecenio de los años sesenta, y esto, en un país de población en aumento,significa que la producción se incrementaba aún más deprisa y que seabarataban los costos por unidad, o, en otro caso, los costos de comercia-lización, gracias a la mejor organización del mercado interior castellano.Por otra parte, los salarios estudiados —casi todos del sector de la cons-trucción— muestran estabilidad o ligero descenso de su capacidad adqui-sitiva entre 1420 y 1480. No sabemos cuál sería la evolución de otros tipos

En fin, los estudios sobre otra variable del sistema económico, lamoneda, muestran un aumento de la masa en circulación y de su capacidadcomo medio de intercambio o transacción, a pesar de las devaluaciones tanfuertes que sufrió la moneda de vellón. Hay, por otra parte, menor estrechezo escasez de oro y plata que en otros países europeos, aunque las crisis deaprovisionamiento señaladas por J. Day entre 1395-1415 y 1440-1460 seperciben también en Castilla (ésta última menos)3. La observación de losfenómenos monetarios permite comprobar, en resumen, un fuerte y sosteni-do crecimiento de las actividades mercantiles y una mayor facilidad paralas operaciones de capitalización y crédito.

Pero la Corona de Castilla era un ámbito territorial grande —en lomo a355.000 km2—-y algo heterogéneo, poblado por una cifra de habitantes queacaso se duplicó a lo largo del siglo xv, hasta alcanzar o superar los cuatromillones de seres. Es necesario distinguir matices regionales dentro de lasestructuras económicas castellanas, y diversos ritmos de evolución y creci-miento. Utilizando como medio las cifras de los impuestos más importantesde la Corona, en especial la alcabala, indiqué algunos criterios de regiona-lización económica hace casi diez años, criterios que después han sidoútiles también para investigaciones de otros autores . No voy a repetirlosahora, pero reflexionando sobre ellos, me parece que será más sensatoproponer sólo ejemplos y casos relativos a una región de las que componían

2 A. MACKAV, Money. prices

(1978), p. 3-54.4 M. A. LADERO QUESADA, La Hacienda Real de Castilla en el sigla x

Tenerife 1973; «Para una imagen de Castilla. 1429-1504». en El siglo xv en Ide renta y política fiscal, Barcelona 1982.

Page 4: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

la Corona de Castilla entonces, aunque mucho de lo que diga sobre ella esválido también para las otras. Por razones de mejor conocimiento personal,y porque hay más investigaciones recientes, me voy a referir sobre todo a laAndalucía atlántica u occidental, a lo que entonces eran los reinos deSevilla y Córdoba, y, en ocasiones, también me extenderé al reino de Jaén,esto es, a un ámbito territorial de 60.000 km2.

La Andalucía castellana ofrecía en el siglo XV la imagen de un paísen el que la nueva fase A de crecimiento económico había comenzado,de manera precoz, varios decenios antes qué en otras partes de Europa eincluso de la Península Ibérica. Una sociedad plena de vitalidad, que sesituó en menos de cien años casi a la par, en cuanto a población ycapacidad tributaria se refiere, con otras dos grandes áreas de la Coro-na: el valle del Duero y el antiguo reino de Toledo. Una región queconsiguió, con la ayuda del resto de la Corona de Castilla, sostener elesfuerzo casi titánico de la conquista del emirato de Granada entre 1482y 1492 y prolongarlo, mediante una tarea repobladora, entre 1486 y1505, que no tiene parangón en ninguna otra parte de Europa. Andalucíase convirtió, además, en el siglo XV en un área de comercio interior enauge, y Sevilla en centro principal de! gran comercio europeo, lo queexplica por qué aquella ciudad pudo coordinar la gran tarea de la expan-sión atlántica y convertirse en capital del segundo imperio ultramarinoeuropeo, mientras que Cádiz y Malaga se afirmaban como cabeceras delcomercio con el N. de África.

Veremos ahora algunos indicadores y aspectos del crecimiento eco-nómico de la Andalucía occidental en el siglo xv, lo que me permitirátrabajar sobre investigaciones recientes y suscitar diversos temas quenecesitarían, sin duda, un tratamiento más amplio del que es posible enuna conferencia.

EL INCREMENTO DE LA POBLACIÓN

El crecimiento de población puede considerarse como causa añadiday, al mismo tiempo, como consecuencia en muchos procesos de creci-miento económico, al incrementar los términos de oferta y demanda,esto es, la capacidad de fuerza de trabajo y el volumen de consumo debienes económicos.

Posiblemente, la Andalucía del Guadalquivir y de las sierras norteñastoco el fondo de la depresión demográfica del siglo xiv entre 1383 y 1393.Se estima que, en ese momento, no tendría más de 350.000 pobladores. Unsiglo y medio después, hacia 1530, la cifra había aumentado a 750.000 u800.000. El incremento no había sido homogéneo, ni en el tiempo ni en lasdiversas áreas. Por ejemplo, el hambre de los años 1503-1506 y la devasta-

Page 5: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

dora epidemia de 1507 habían arrebatado tal cantidad de población que, abuen seguro, las cifras estimadas para 1530 no podían ser muy superiores alas de treinta años antes, en torno a 1500. Respecto al reparto por zonas, elreino de Sevilla contaba con 76.000 vecinos pecheros (unos 420.000 h.), ylos de Córdoba y Jaén con algo más de 33.000 vecinos cada uno (en tornoa 350.000 h.)\

No disponemos de muchos datos cuantitativos para medir la evoluciónde la cifra de población en el siglo y medio que he señalado como ámbitode estudio, pero sí que hay un número suficiente de indicadores, todoscoincidentes.

— Los padrones de vecindario de la ciudad de Sevilla, entre 1384 y1533, indican 2.613 vecinos en la primera fecha, en torno a 5.000hacia 1435, 7.000 hacia 1485 y 9.000 en 1530. Esto es, el paso deunas 15.000 a 50.000 personas, sin contar la población flotante yeclesiástica. Sevilla era la mayor ciudad de la Corona de Castilla,pero en su crecimiento hay que considerar un factor peculiar, comoes la capacidad de atracción de la ciudad, especialmente desdefinales del siglo xvfi.

— Y, sin embargo, los padrones de vecindario de los pueblos de latierra de Sevilla, más de 50, dispersos sobre unos 12.000 km2,muestran como, entre 1433y 1495, el crecimiento de población fuemás rápido en medios rurales. Se ha estimado una tasa media anualde crecimiento del 8 por mil, que llega al 20 por mil en algunaspoblaciones de las sierras del N. La tasa media disminuye al 5,4 pormil entre 1495y 1530 debido al éxodo rural, a fenómenos probablesde superpoblación local y a la misma epidemia de 15077.

El ritmo de crecimiento parece haber sido algo más lento en las zonasde la Campiña y condado de Niebla. El Aljarafe, por ejemplo, pasa de3.000 vecinos en 1430 a 5.000 en 1495 . Desde finales del siglo xv, la

' F. Ruiz MARTÍN. «La población española al comienzo de los tiempos modernos».Cuadernos de Historia (Madrid), 1 (1967), p. 189-202; A. DOMÍNGUEZ OBTIZ. «La poblacióndel TL-inu Je Sevilla en 1534». Cuadernas de Historia, 7 (1977), p. 337-355; E. CABRERAMUÑO/. «I ierras realengas y tierras de señorío en Córdoba a fines de la Edad Media.Distribución geográfica y niveles de población», Actas I Congreso Historia Andalucía,Córdoba 1978. Andalucía Medieval. I, p. 295-308.

6 A. COLLANTES DE TERÁN, Sevilla en la baja edad media. La ciudad y sus hombres,Sevilla 1977. M. A. LADERO QUESADA. Historia de Sevilla. ¡I. La ciudad medieval, Sevilla1980 (2a. edición).

7 P. PONSOT, «Un cas de croissance démographique précoce: la Basse Andalousie au xveel au debut du xvic siécle», Annales de Démographie Historique, 1980, p. 143-153.

*M. BORRERO FERNÁNDEZ. El mundo rural seviltani> en el siglo xv: Aljarafe y Ribera,Sevilla 1983.

Page 6: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

cifra de habitantes en algunas grandes aglomeraciones como Car-mema o Alcalá de Guadaira tiende a estancarse mientras que, por elcontrario, toma auge el crecimiento de puehlos y aldeas menores dela Campiña5.

— Hay muchas menos cifras obtenidas de padrones, fuera del reino deSevilla; las que tenemos hablan en el mismo sentido. Baeza tenía1.774 vecinos en el año 1407 y 2.709 en 1533. Úbeda, unos 1.500vecinos en 1447 y 2.605 en 1533...'" •

— Otro indicador interesante son las iniciativas de repoblación y colo-nización interior, aunque también responden a motivos políticos,como son el deseo de aumentar los pobladores y, por lo tanto, lasfuentes de renta, sobre todo en los grandes señoríos nobiliarios. Aesto pueden responder la mayor parte de las pequeñas poblacionesnuevas en el Aljarafe, una decena, que nacen y se consolidan en elsiglo xiv". Pero sin crecimiento demográfico no se explicaría eléxito de las 22 nuevas poblaciones surgidas en el reino de Sevillaentre 1400 y 1530, o de algunas otras en la Campiña de Córdoba12.

— Sin embargo, es mucho más espectacular la rápida repoblación en lafranja de la antigua frontera de Granada y la primera oleada coloni-zadora en este reino a raíz de su conquiste. Las cifras de los libros derepartimiento y otros documentos señalan un mínimo de 35.000vecinos repobladores. En efecto, en 1530, de los 204.000 habitantes«pecheros» censados en el reino, más de la mitad son descendientesde repobladores".

— También es significativo del crecimiento urbano la aparición dearrabales y su enorme crecimiento desde el segundo tercio del sigloxv, a veces a costa de las parroquias y barrios de la ciudad amuralla-da. En Carmona, por ejemplo, el arrabal de San Pedro tenía el 17 por100 de la población urbana en 1466 y el 34 por 100 en 1528. EnÚbeda, los arrabales de San Millán, San Nicolás y San Isidro,

» M. GONZÁLEZ JIMÉNEZ, El concejo de Carmona afines de la Edad Media i 1464-1523),Sevilla 1973. ALFONSO FRANCO SILVA, El concejo de Alcalá de Guadaira afínales de ¡a EdadMedia ¡1426-1533), Sevilla 1974.

10 J. RODRIOUEZ MOLINA, El reino de Jaén en ta baja Edad Media. Aspectos demográfi-cos y económicos. Granada 1978. Y datos de la lesis doctoral inédita de M. J. PAREJO DELGADOsobre Baeza y Úbeda en el siglo xv.

11 M. GONZÁLEZ JIMÉNEZ, la repoblación de la zona de Sevilla durante el siglo xiv.Estudio y documentación, Sevilla 1975.

11 A. COLLANTES de TERÁN, «Nuevas potaciones del siglo xv en el reino de Sevilla».Cuadernos de Historia, 7 (1977). p, 283-336.

13 M. A. LADERO QUEJADA, Granada. Historia de un país islámico 11232-1571), Madrid1980 (2a. edición).

Page 7: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

nacidos en el último tercio del siglo xv, tenían dos mil vecinos en1591, frente a 1.800 de la ciudad amurallada. Jerez como con dosarrabales, los de San Miguel y Santiago, desde mediados del sigloXV.

— Y, por último, hay más indicadores, como son la expansión de lastierras cultivadas, la roturación de baldíos de propiedad concejil, loschoques entre dedicación agrícola y dedicación ganadera ya a fina-les del siglo xv, el incremento de los niveles de renta de la aristocra-cia..., pero todo ello nos encamina ya a estudiar otras variablesdemostrativas del crecimiento económico andaluz en el siglo XV.

LAS ACTIVIDADES AGRARIAS

Los últimos estudios sobre la producción agrícola manifiestan, por unaparte, la estabilidad completa que existía entonces en el nivel técnico y enlos rendimientos medios que se podían obtener; pero, por otra, una claramodificación y expansión de los terrazgos, en función tanto del aumentodel consumo como del estímulo favorable de la actividad comercial interiory exterior14.

Los análisis sobre el diezmo eclesiástico de trigo y cebada, cultivadosen la proporción teórica de dos a uno o, como entonces se decía, «panterciado», nos permiten afirmar que la producción andaluza osciló entre 1,5y 1,65 millones de quintales métricos en los dos últimos decenios del sigloxv, de los que sólo algo más de la mitad correspondían al reino de Sevilla,a pesar de su superior extensión y población.

I-as zonas cerealistas más importantes estaban situadas entonces, comohoy, en la Campiña de Córdoba y en su prolongación sevillana, así como enla zona de Jerez; en las áreas sevillanas que acabo de citar se recogía el 70por 100 de la cosecha de todo el reino de Sevilla. Pero había, también, unatendencia al aumento de la cosecha en áreas menos aptas para el cultivo

14 M. A. LADERO QUESADA y M. GONZÁLEZ JIMÉNEZ, Diezmo eclesiástico y producción decereales en el reino de Sevilla (1408-1503). Sevilla 1979. M. A. LADERO QUESADA, -LOScereales en la Andalucía del siglo xv». Revista de la Universidad de Madrid, 69 (1969).p. 223-240, y «Producción y renta cerealeras en el reino de Córdoba a finales del siglo xv».Actas i Congreso Historia Andalucía, Córdoba 1978, Andalucía Medieval, I, p. 375-3%.M. GONZALEZ JIMÉNEZ. «Las crisis cerealistas en Carmona a fines de la Edad Media»,Historia. Instituciones. Documentos, 3 (1976). p. 283-307. A. GONZÁLEZ GÓMEZ, «Produccióny precio de cereales en Trigueros (Huelva), 1450-1512», En la España Medieval, 1, Madrid1980. p. 129-142. J. PÉREZ-EMBID WAMBA, «Hacienda eclesiástica e historia económica: lasvisitas a la iglesia de Lebrija (1476-1521)», Hispania, XLI1 (1982). p. 15-45. B. YUNCASAULLA, Crisis de subsistencia y conflictividad social en Córdoba a principios delsiglo xvi, Córdoba 1980.

Page 8: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

pero sujetas a fuerte presión demográfica; así sucede en la Tierra Llana deHuelva, cuyo déficit de trigo se compensaba con importaciones por víaterrestre desde el S. de la actual Extremadura, en el condado de Niebla y enSierra Morena. Así debía de suceder, también, en amplias zonas del reinode Jaén. Sólo en áreas costeras, que se abastecían en parte por medio delcomercio marítimo y que estaban dedicadas a cultivos más rentables en elmercado —los vinos en especial— era muy baja la producción de cereal.

Hubo un notable aumento de la producción global en la segunda mitaddel siglo xv: los datos de los tres primeros decenios indican un promedio deproducción, en el arzobispado sevillano, de en torno a 700 mil fanegas,aunque no son demasiado fiables. Los del segundo tercio en tomo a 1,2-1,5millones. Los del tercio final oscilan entre 1,6 y 2 millones. La mismatendencia alcista en el último tercio del siglo xv se observa en las tierras delreino de Toledo. Además, como en otras partes de Europa occidental de laépoca, los precios del cereal descendieron a lo largo del siglo, pero en elámbito andaluz, sobre todo en sus veinte años finales, fue de forma muybrusca. No hubo, por consiguiente, ningún tipo de depresión agrícola ni«decadencia de la agricultura», contra lo que se lee en algunas obras desíntesis, sino aumento y abaratamiento de la producción, lo que a veces lahizo menos rentable, pero permitió mantener el nivel de consumo de laspoblaciones andaluzas, aunque no, seguramente, mejorarlo, porque la pre-sión para aumentar la producción de cereal no provenía sólo del incrementodel consumo interior, sino también de los intereses que muchos cosecherostenían en la exportación: desde el año 1320 los de la Baja Andalucía podíanexportar libremente un tercio de las cosechas, una vez garantizado elconsumo interno. Y, sin duda, esta posibilidad era un estímulo, pero tam-bién producía posibles peligros de desabastecimiento. De todas maneras,no hubo carestías graves en el último cuarto del siglo xv, entre 1474 y1503, y en aquellos años, por otra parte, comenzó a desarrollarse el sistemade pósitos o cuotas obligatorias de almacenamiento controladas por losmunicipios, para prever escaseces.

De todas maneras, consideraremos brevemente el posible significadoque tuvieron las crisis frumentarias a lo largo del siglo. Los períodos deescasez se explican casi todas en el marco de las fluctuaciones interdecena-les propias de las economías de antiguo régimen; las grandes crisis catas-tróficas no tanto, aunque también algunas sean estructurales. Pero en otroscasos, por ejemplo en 1467, 1473 y 1503, hay razones de política económi-ca: se trata de situaciones de guerra interna, en los dos primeros casos, yhubo una mala política de comercialización en el tercero, acompañada deespeculaciones y acaparamientos, con objeto de exportar más y en mejorescondiciones, pero provocando, al mismo tiempo, un desabastecimientopeligroso del mercado interior y, por lo tanto, la carestía, a la que se intentó

Page 9: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

combatir con una lasa de precios que, a su vez. desanimó a los productoras;de aquel círculo vicioso no se salió hasta 1508.

También es muy útil repasar lo que se sabe, desde hace muy poco, sobre losotros dos elementos de la clásica «Diada mediterránea», esto es: la vid y el olivo.

Los únicos dalos que nos permiten afirmar un crecimiento de la produc-ción vitícola en el siglo xv provienen de las noticias sobre el comercioexterior y sobre el abasto de grandes núcleos urbanos, o, a finales de siglo,de las cifras de arrendamiento de alcabalas sobre su consumo, y de lascuenlas del diezmo eclesiástico11.

No obstante su carácter indirecto, son indicadores bastante seguros. Elviñedo, cuya expansión comenzó a raíz de la conquista y repoblación cristia-nas, fue, a la vez, un «cultivo repoblador», que fijaba el campesinado a la tierra,y una excelente fuente de ingresos para los cosecheros e intermediarios quecontrolaban los mercados urbanos y las exportaciones o «cargazones» por víamarítima. Precisamente, la mención a estas cargazones se va haciendo másabundante y precisa a medida que el siglo transcurre, así como las medidas delos grandes aristócratas andaluces para fomentar la plantación de viñedos. Haybuenos ejemplos en: Lepe y Ayamonte, Gibraleón, Huelva, Niebla, Rota,Chipiona y El Puerto de Santa María; además de ser muchas de estas localida-des señoriales los puntos principales de concentración y embarque de vinos,rumbo al Cantábrico castellano, a Flandes y, sobre todo, a Inglaterra, un clienteantiguo —ya lo era en el siglo xiv— pero que ganó mucha importanciadespués de las treguas anglo-castellanas de 1467.

De todas maneras, el mercado interior absorbería la mayor parte de laproducción, estimada entre los 200.000 y los 280.000 hl/año en el arzobis-pado de Sevilla. Así lo demuestra el mismo reparto geográfico de las áreasvitícolas, porque junto a algunas predominantemente exportadoras, comoson las de Jerez y el condado de Niebla, que producían un 50 por 100 —yque, en parte, lo consumían—, hay otras en las que el comercio exteriorapenas jugaría un papel importante: en la Campiña, en torno a Sevilla, habíaun «cinturón vitícola» que producía el 25% del total del arzobispado, y otrotanto procedía de las sierras del N., de las que hoy ha desaparecido prácti-camente la vid; sus poblaciones sostenían un intenso tráfico arriero tantocon la Baja Extremadura como con las tierras del valle del Guadalquivir.

La única gran zona olivarera en la Andalucía bajomedieval fue el Aljarafesevillano16. Los olivares eran extremadamente rentables; su propiedad estabaen manos de la aristocracia de Sevilla y de instituciones eclesiásticas, y erafrecuente la gestión direcla por el propietario, mientras que en otros cultivospredominaban las cesiones de usufructo en arrendamiento o censo. Tambiénera normal que miembros del patriciado urbano hispalense intervinieran en el

"M. A. LADERO QIJESADA, «DOS cosechas del viñedo sevillano. 1491 y \M4».Arrhivt>Hispalense, 19.1-194(1981), p. 41-57.

I6M.BORKKR<), op. cit. nüm. K,

Page 10: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

almacenado y comercialización del aceite, tanto para el mercado interiorcomo para la exportación —controlada a menudo por mercaderes genove-ses— hacia los centros textiles de Flandes e Inglaterra, hacia Genovamisma o hacia la isla de Quios, donde los genoveses poseían grandesfábricas de jabón. También las había, y muy famosas, en la misma Sevilla".Incluso la Corona participaba en ellas, puesto que desde tiempos de Alfonso Xse había reservado el diezmo del aceite, sustrayéndolo al ámbito de la fiscalidadeclesiástica.

Contamos con dos series de datos de producción "\ En la primera, de losaños 1429 a 1448, el promedio es de 20.000 quintales en los años «llenos»o de buena cosecha —no hay que olvidar que el cultivo era «vecero», esdecir, alternaba una cosecha con un año casi estéril. En la segunda, desde1476 a 1500, la cifra se ha elevado por término medio a 55.000 quintales.La consecuencia es, pues, clara: de nuevo un fenómeno de crecimientoestimulado por el auge del consumo, de la actividad mercantil, y por lainversión de capitales en aquel tipo de cultivo.

Apenas es posible extender a otros campos estos breves comentariossobre las estructuras del sector primario y el crecimiento de su producto enel siglo xv. Las investigaciones sobre la ganadería, por ejemplo, sonescasas, y carecemos de datos cuantitativos, pero hay varios indicadoressobre su gran importancia económica y su posible crecimiento en el siglo

— La compilación de ordenanzas locales es un hecho caracieríslico deAndalucía, como del resto de Castilla, desde mediados del siglo xv,debido al interés de municipios y aristócratas. En muchas de ellas seregula con gran detalle y extensión todo lo relativo a los regímenesde uso de los pastos, adehesamientos, régimen laboral de los pasto-res, reuniones o mestas de dueños y cuidadores de ganado, etc.Conocemos hoy, con más o menos detalle, una treintena de mestaslocales de este tipo, y bastantes acuerdos interconcejiles de utiliza-ción de pastos, concertados o renovados a fines de la Edad Media19.

" J. GONZALEZ MORENO, Las Reates Almonas de Sevilla (U97-IH55), Sevilla 1975.'8 M. A. LADERO QUESADA, «Almojarifazgo sevillano y comercio exterior de Andalucía»,

Anuario de Historia Económica y Social, 2 (1969) p. 69-116.i» C. J. BISHKO, «The Andalusian Municipal Mesías in the Hth-16th Centuries: Administra-

live and Social Aspects». Acias I Congreso Historia Andalucía, Córdoba 1978, AndalucíaMedieval, 1, p. 347-374. y «Sesenta aftos después: La Mesta de Julius Klein a la luz de lainvestigación subsiguiente», Historia- Instituciones. Documentos, 8 (1981) p. 9-57. M. A.LADERO QUESADA e I. GALÁN PARRA, «Ordenanzas locales y sector agrario. El ejemplo delducado de Medina Sidonia y condado de Niebla», Congreso de Historia Rural. Siglos xva xix.Madrid 1984, p. 75-94, y «Las Ordenanzas Locales en la Corona de Castilla como fuentehistórica y tema de investigación (siglos Xili al xvm)». Revista de Estudios de la Vida Local(Madrid). 217 (1983), p. 85-108.

Page 11: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

— La existencia de zonas eminentemente ganaderas, aparte de lossectores dedicados a pastas en cada municipio de forma habitual oeventual. Por ejemplo, los famosos encinares de Vilches, en Jaén; olos amplios pastizales de la sierra cordobesa; o, también, buenaparte de los territorios fronterizos con Granada, conocidos con elnombre de banda morisca, donde la ganadería era aprovechamientopreferente, por razones que se comprenden con facilidad: las noti-cias sobre escaramuzas y choques de frontera hablan de abundantesrobos de ganado, por ambas partes, y los acuerdos de tregua, desdecomienzos del siglo xiv, regulaban el comercio de reses.

— La exportación de cueros vacunos era un negocio importante en todo elreino de Sevilla, en especial en la capital y en las áreas del bajoGuadalquivir y del Guadalete. Así lo muestra la cuantía de la llamada«renta de los cueros», los monopolios de compra de cueros que otorga-ron a veces los reyes a diversos personajes políticos y las menciones alos «cueros de Sevilla» que se hallan en todos los mercados europeos dela época, desde Genova y Marsella hasta Amberes. Pero, además, no seHalaba sólo de cueras sevillanos; la ciudad concentraba parle de laproducción cordobesa y del reino de Jaén, para su posterior exporta-ción, así como cueros de Berbena y materiales auxiliares indispensa-bles para la manufactura o curtiduría, como, por ejemplo, el zumaque,procedente también de Jaén en muchas ocasiones.

— La producción de lana en la sierra de Córdoba y, en general, en todas laszonas serranas norteñas era elevada, y se combinaba con el uso de buenalana merina de los rebaños trashumanles que invernaban en La Serena yel Valle de Alcudia, para alimentar una manufactura textil de calidad y enevidente crecimiento a lo largo del siglo XV, tanto en Córdoba como enBaeza. Por otra parte, Córdoba y Sevilla eran centros de contratación de lalana merina extremeña y andaluza, comprada anticipadamente por merca-deres genoveses y, desde el último tercio del siglo XV, por los burgaleses—cada vez más numerosos, como demuestran tos contratos notariales—y exportada, primero por medio de carretas o de barcazas fluviales hastaSevilla, y, desde allí, por vía marítima20.

211J. EDWARDS, Christian Cardaba. The City and iu Región in ihe Late Middíe Age\.Cambridge 1982, y también «•Oligarchy and Mere han t Capiialism in lower Andalusia underUie Catholic Kings: The case of Córdoba and Jerez de la Frontera», Historia, InstitucionesDocumentos, 4 (1977), p. 11-33, «El comercio lanero en Córdoba bajo los Reyes Católicos»,/ Congreso Historia Andalucía. Córdoba 1978. Andalucía Medieval, I, p. 423-428. E. Orre,•El comercio exterior andaluz en la baja Edad Media», // Coloquio de Historia MedievalAndaluza. Hacienda y Comercio. Sevilla 1982, p. 193-240 (estudio sobre protocolos notaria-les sevillanos).

Page 12: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

— Si el negocio de la lana y cueros interesaba a muchos aristócratasde Sevilla y Córdoba, el de la carne para consumo parece queafectó sobre todo —igual que el de la venta de paños al pormenor— a sectores acomodados de las clases medias urbanas,por lo que ha dejado menos huellas documentales, todavía en elsiglo xv; pero la observación de las alcabalas sobre la venta decarne y de las sisas municipales impuestas sobre el productopermite comprobar claramente un aumento del consumo, en es-pecial en Jerez, Écija, Córdoba o Jaén, correlativo al aumento depoblación más que, seguramente, a una mayor capacidad indivi-dual de consumo11.

Por el contrario, en Sevilla, aunque también es importante la alcabala dela carne, se observa cómo la supera en importancia la del pescado, a pesardel precio menor de este producto. Las investigaciones muestran, en efecto,un crecimiento de la importancia de los distintos tipos de pesquería queentonces se practicaban. El pescado del tramo final del Guadalquivir, y elde la costa atlántica andaluza fueron la primera base del consumo interior,pero a medida que avanzaba el siglo xv, a las pesquerías próximas se vanañadiendo las efectuadas en bancos cada vez más lejanos: hacia 1450 sefaenaba ya de manera habitual en los canarios y saharianos22. El negocio erade tal importancia, que algunas ordenanzas municipales de poblacionescosteras —Palos es un buen ejemplo23— se dedicaron casi exclusivamentea reglamentarlo, a asegurar el buen cuidado de los pinares que proporciona-ban la materia prima para la construcción de carabelas o el régimen comer-cial de un producto complementario imprescindible, como era la sal. Asísucedería que el descubrimiento de América fue, entre otras cosas, unaaventura de pescadores andaluces, en el momento en que las rentas «dellavar de la sardina», la «cuarentena del pescado» y las alcabalas y almoja-rifazgos sobre el pescado fresco o salado alcanzaban una gran importanciatanto en la fiscalidad señorial de los puertos onubenses y gaditanos24 comoen la de la Corona, en la misma Sevilla.

31 M. A. LADERO QUESADA, «Fiscalidad y sector terciario en la baja Edad Media andalu-za», // Coloquio de Historia Medieval Andaluza, Sevilla 1982, p. 7-38.

" A. RUMEU DE ARMAS, «Las pesquerías españolas en la costa de África», Hispania, 130(1975). p. 295-319.

2 3 M. A. LADERO QUEJADA, «Palos en vísperas del Descubrimiento». Revista de Indias.153-154(1978), p. 471-506.

M M. A. LADERO QUESADA, «LOS señores de Gibraleón», Cuadernos de Historia, 1(1977). p. 33-95, «Los señoríos medievales en el ámbito de Cádiz y Jerez de la Frontera», Enla España Medieval, II (1982), p. 543-572, y «El señorío de Ayamonte hacia 1500» (enprensa. Universidad de Niza).

Page 13: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

El lercer tipo de pesquería era mucho más especializado y estacio-nal, pues se trata de la almadraba del atún, efectuada en muchospuntos de la costa atlántica andaluza durante los meses de mayo yjunio, completada con trabajos, en las mismas playas, de troceado,salazón y envasado de los atunes. Era un negocio en manos de la altaaristocracia —Guzmán, Ponce de León, La Cerda—, que solía concer-tar anticipadamente la venta a mercaderes extranjeros, en especialitalianos . El mantenimiento y crecimiento de esta actividad econó-mica estaba asegurado, casi sin más límite que el propio agotamientode los atunes, pero se relacionaba sobre todo con factores de mercadoexterior.

ial andaluz propiamente dicho, paray fenómenos de crecimiento en el

Volvamos ahora al espacio teseñalar cómo aquellas transfo

jctor primario afectaban al régimen de propiedad y uso de la tierra enaspectos muy diversos entre sí.

— A finales del siglo xv comienzan a menudear los enfrentamientospor el uso de las tierras baldías, de disposición comunal, y de laszonas abiertas temporalmente al pasto, en los terrazgos cultiva-dos; por una parte, entre dueños de ganadería estante, quepretenden mantener abierto su uso, y propietarios de tierra, quequieren acotar o adehesar el pasto de sus fincas; por otra parte,entre vecinos de cada lugar y dueños de ganado trashumante,encuadrado en la Mesta general o Mesla de los serranos, queobtuvo sustanciales apoyos jurídicos a sus pretensiones desde1501 (prerrogativa de posesión). El trabajo de los llamadosjueces de términos fue muy grande en toda Castilla a partir dela disposición que lo ordenaba, dada en las Cortes de Toledo de1480. Se trataba, en resumen, de conciliar los intereses deprocesos de crecimiento agrícola y ganadero que hasta enton-ces, fines del siglo xv, apenas habían chocado en Andalucía".

— A lo largo de todo aquel siglo, el precio de la tierra laborableaumentó, en líneas generales, y la inversión de dinero en sucompra fue un negocio seguro y rentable a largo plazo, quepracticaron los miembros de la alta aristocracia territorial y delos «patriciados urbanos» de las ciudades, completándolo conla toma en arriendo o censo a largo plazo de tierras de propie-

25 M. A. LADEÍRO QUESADA, «Unas cuerna.'dio'Medievales, 11-111 (1974-1975), p. 85-120.

26 M. A. LADERO QUESADA, -Donadíos en Sevilla. Algumtierra hacia 1500», Archivo Hispalense, 181 (1976), p. 19-91.

Cádiz (14H5-I4K6K Cuas

. sobre el régimen de la

Page 14: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

dad eclesiástica27. A fines del siglo, al menos un 15 por 100 delas rentas de los duques de Medina Sidonia procedían de suspropiedades rústicas2*. Entre 1423 y 1515 —es otro ejemplo—,adquirieron los Ponce de León —condes y luego duques deArcos— el 90 por 100 de las propiedades agrarias de quedispuso el linaje en la Edad Moderna2". Estudios recientesmuestran cómo el patriciado urbano de Sevilla invertía conti-nuamente en la compra o en el arriendo de tierras con un claroespíritu moderno de «búsqueda de beneficios líquidos de laproducción agrícola [...] dentro de un marco económico dondeel mercado juega un papel importante» (A. Collantes de Terán),hasta el punto de gestionar directamente la explotación de lostipos de cultivo más rentables, en especial el olivar3".

— Se comprende fácilmente que en aquellas circunstancias la granpropiedad haya crecido a costa de la mediana y pequeña, agudizan-do un proceso de concentración tradicional en la historia agrariaandaluza, pero no para empobrecer la actividad agrícola —al menosentonces— sino para estimularla, porque obligaba a invertir capita-les y promovía su relación con los factores de mercado.

— De todos modos, la conversión de muchos campesinos en simplesasalariados e incluso en jornaleros, comenzó a ser inevitable, yaquello ocurría en medio de una presión demográfica creciente, demodo que los más pudientes de entre ellos presionaron a los munici-pios hasta conseguir que se regulase el uso privado y la puesta encultivo de parte de las tierras baldías comunales. Aquello comenzóa ocurrir en el último tercio del siglo XV y continuó durante el xvi.El resultado fue asegurar el crecimiento de algunas producciones,

21 A. COLÍ-ANTES DE TERÁN, «Le latifundium sevillan aux xive et xve siécles. Ebauched-une problemalique», Mélanges de la Casa de Velázquez (Madrid). XII (1976). p. 101-125;«Génesis de la gran propiedad en la baja Edad Media: la propiedad eclesiástica sevillana». Laeconomía agraria en la historia de España. Propiedad, explotación y rentas. Madrid 197B,p. 133-140. M. GONZÁLEZ JIMÉNEZ, .Propiedades y reñías (erriloriales del cabildo de lacatedral de Sevilla a fines de la Edad Media», Cuadernos de Historia, 7 (1977), p. 167-212.

38 E. SOLANO RUIZ, «La hacienda de las casas de Medina Sidonia y Arcos en la Andalucíadel siglo xv». Archivo Hispalense, 168 (1972), p. 85-176.

29 R. MATA OLMOS. «Participación de la alta nobleza andaluza en el mercado de la [ierra.La casa de Arcos (siglos xv-xvn)». Congreso de Historia Rural. Siglos xval xix, Madrid I9K4.p. 681-710.

*>M. BORRERO. op. cit. ñola 8. A. COLLANTBS DE TERÁN, «Un modelo andalu* deexplotación agraria bajomedieval». Actas de las 1 Jornadas de Metodología Aplicada de lasCiencias Históricas, Santiago 1975, II, Historia Medieval, p. 135-154. M. BURRERO FERNÁNDEZ. -La propiedad de la tierra en el Aljarafe sevillano durante la Baja Edad Media», Congresode Historia Rural, Madrid (1984), p. 95- IOS.

Page 15: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

pero también hacer cada vez más difícil el equilibrio entre lasdiversas partes del sistema económico agrario, y, posiblemente,acelerar en ocasiones procesos de deforeslación y de empobreci-miento de suelos.

De todos modos, era una solución de compromiso inevitable entre lapresión demográfica, las tendencias a la privatización de tierras y usoscomunales, la fuerza de los ganaderos, el peligro de ruptura del equilibrioagrícola-pastoril, y el peso y las consecuencias sociales del aumento de lagran propiedad. Diversos municipios repartían lotes de tierra comunal entrelos vecinos que lo solicitaran, temporal o perpetuamente, a cambio de unarenta pequeña, censo o tributo1'. Más adelante se apelaría a la roza y cultivode unas u otras zonas de los montes comunales, que se irían alternando orotando, de modo que siempre hubiera unas en explotación y otras enproceso de repoblación o regeneración forestal. Es interesante señalar que,en muchas ocasiones, eran beneficiarios de aquellas prácticas los vecinosque ya tenían propiedad de tierra, no los simples asalariados o jornaleros.

EL COMERCIO

Al estudiar el crecimiento económico en el sector primario ha habido yaocasión de manifestar la importancia que tenía el auge del comercio no sólocomo consecuencia sino también como activador de aquellos fenómenos,Pero hay dos ámbitos que conocemos de manera muy desigual: el primerose refiere al comercio y mercados interiores, sobre todo en lo referente alabastecimiento de los núcleos urbanos32; el segundo atañe al comercioexterior por vía marítima, que es el aspecto mejor conocido de la realidadeconómica andaluza en el siglo XV, sobre todo por lo que toca a la capitali-dad sevillana de aquellos tráficos mercantiles.

Hay que hacer referencia a algunos aspectos generales: Primero, a larelación, tantas veces comprobada, entre la influencia del mercado y laespecialización productiva en determinadas comarcas andaluzas; los ejem-plos que ya he mencionado sobre los cereales, el vino, el aceite o laganadería bastan para demostrarlo; segundo, a la existencia o no de unmercado común para toda la cuenca del Guadalquivir y sus zonas próximasde Extremadura y Castilla la Nueva, en lo relativo a determinados produc-tos. Algunos autores lo niegan y afirman que hay factores locales o comar-

11 M. GONZÁLEZ JIMÉNEZ, op. cit. nota 9. V. iambién D. E. VASSBERG, Lana and Societyin Golden Age Castite. 1984.

12 A. MACKAY, «Comercio/mercado interior y la expansión económica del sigla xv»/ / Coloquio de Historia Medieval Andaluza, Sevilla 1982. p. 103-123.

Page 16: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

cales predominantes en la formación del mercado, y, en todo caso, una«descentralización» predominante. Estoy de acuerdo, pero también meparece que la demanda mercantil y las posibilidades de transporte terrestre—se ha minusvalorado el papel de la arriería y carretería"— facilitaban launificación mercantil relativa a determinados productos y aspectos o, por lomenos, la existencia de centros de demanda y redistribución dominantes entodo el espacio andaluz, y éste era el caso de Sevilla.

Las técnicas e instrumentos mercantiles de la época hacían que estofuera posible. Consideremos, por ejemplo, la función creciente de la mone-da y de los medios de crédito y capitalización vinculados a ella. Toda laactividad mercantil andaluza estaba penetrada por el hecho de ser Sevilla laprincipal plaza castellana de comercio de dinero y metales preciosos. Laoferta monetaria y la fluidez de circulación material del dinero eran mayo-res que en otras ciudades del país.

La ceca real o «casa de la moneda» de Sevilla era la más importante;hacia 1440 podía labrar 792.000 reales de plata al año, mientras que la deToledo no superaba los 600.000 y la de Burgos, los 400.000. También enella, según leemos en las actas de Cortes de 1451, «se labra mucho más oroque en lodos vuestros regnos», declaran los procuradores a Juan 11. Y ellose debía a la importación del procedente de África. Un ejemplo: en IRmeses, entre el otoño de 1457 y la primavera de 1459, la ceca sevillanalabró oro por valor de 65.600 doblas y 2.820 florines de oro, más 502.392reales de plata.

Como apenas es posible cuantifícar el estudio de estos fenómenos, elmargen de hipótesis es grande. Pero, evidentemente, el oro salía de laAndalucía atlántica y su exportación producía beneficios, acaso más de un25 por 100 según algunas fuentes italianas. En 1377, por ejemplo, de68.600 liras de oro entradas en Genova, 54.400 eran de procedencia hispa-na. Es de suponer que aquellos tráficos beneficiarían también a los interme-diarios andaluces y que favorecerían la capacidad de acumulación decapital; en los inventarios de bienes muebles de la aristocracia regional, lassumas acumuladas en oro y plata, amonedado o no. son muy fuertes. Ytambién lo son las cifras de moneda manejadas en las dotes de hijas de laalta nobleza, y la fluidez de sus inversiones —en tierra, por ejemplo—utilizando moneda.

¿Era Sevilla, ya en la primera mitad del siglo Xv, «la capital económicay financiera de Castilla» 4? Esto no pasa de aer una suposición razonable,en algunos aspectos, pero la gran banca sevillana no tomaría auge hasta elprimer decenio del siglo XVI. Sin embargo, no cabe duda de que las

3 1P. PONSOT, «En Andalousie ocridemale: systémes de transporta et développementéconomique (xvie-me sueles)», Ármales ESC. 6 (1976), p. 1.195-1.212.

M E. Orre, «Sevilla, plaza bancaria europea en el siglo xvi». Dinero y Crédito (siglos xvial xix), Madrid (1978). p. 89-112.

Page 17: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

medidas de liberalización en el establecimiento de bancas o tablas decambios, tomadas por Juan II entre 1435 y 1445 favorecieron una concen-tración bancada en Sevilla y Jerez que no tiene igual en el resto de Casti-lla' . Ignoramos el alcance de sus operaciones, pero me parece que serían,más bien, subsidiarias de las finanzas del gran comercio internacionalpracticado por genoveses y otros italianos, y que estarían destinadas sobretodo a negocios de ámbito local o regional.

Los medios de la actividad mercantil aumentaron y maduraron en laAndalucía del xv. Me refiero a los lugares del comercio, ante todo, porque,aunque el número de ferias no creció mucho y las novedades afectaron,especialmente, a zonas rurales, contribuyendo a movilizar su producción"1,hubo un ordenamiento minucioso, a cargo de las autoridades locales, de!comercio urbano: mercados, tiendas, alhóndigas, alcaicerías, reventa a car-go de regatones, reglamentación de los oficios artesanos, papel de loscorredores «de oreja» o intermediarios diplomados en las transacciones.Todo aquello hizo que fueran cada vez más frecuentes las figuras decomerciantes profesionales, en diversos ramos y a diversa escala, desde elpequeño tendero al gran «señor de los paños», que dominaba la manufactu-ra textil17. Es cierto que se partía de bases y prácticas de comercio anterio-res, pero, y éste es otro indicador, no siempre era así; el auge de la actividadnotarial, del volumen de documentación conservada, es sintomático, aun-que consideremos que haya habido pérdidas de los protocolos más anti-guos, porque sólo se apela a la fe pública representada por el notario cuandolos tratos mercantiles son más importantes y continuos.

En cualquier caso, lo que conocemos mejor, hoy por hoy, es el comercioexterior, en sus grandes líneas. Muchos aspectos de su evolución se perci-ben siguiendo la variación de los precios de arrendamiento de la aduana realo almojarifazgo mayor de Sevilla y su reino, aunque hay que tener encuenta los factores no económicos sino políticos que intervienen en lacontratación de su arrendamiento, por lo que se ha de apelar a datoscomplementarios y corredores.

Hay un crecimiento suave de la renta entre 1420 y 1450 (se pasa delíndice 100 al 119 en ocasiones), seguido por un fuerte incremento entre1455 y 1471, que sólo se rompe durante la crisis de los años 1462 a 1464(se alcanza un índice 150). En los años 1480 a 1493 hay una depresiónfuerte, con su máximo en 1483, que ha de atribuirse también a motivospolíticos, como las actuaciones inquisitoriales, que hicieron huir a merca-

35 F. Ruiz MARTÍN. «La Banca en Esparta hasta 1782». en El Banco de España, Unahistoria económica. Madrid 1970; y «Demanda y oferta bancadas (1450-1600)» MélangesBrauáel, París 1972, p. 521-536.

36M. A. LADERO QLJESADA, «Las ferias de Castilla. Siglos xu a xv» Cuadernas deHistoria de España (Buenos Aires). LXVII-LXV1I1 (1982), p. 269-347.

37 A. COLLANTES DE TERÁN, op. dt., ñola 6.

Page 18: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

deres judeoconversos, y la guerra contra Granada. A continuación se pro-dujo una recuperación rápida, desde 1494 a 1503, en cuyo transcurso larenta recuperó el nivel que tenía en 1460. Da la impresión, por lo tanto, deque hubo una evolución no lineal de la actividad mercantil, y de que tal vezel mejor momento del siglo fueron los años 1455 a 1471, correspondientesal reinado de Enrique IV.

Los diversos aspectos cualitativos del comercio exterior de la Andalu-cía atlántica son bastante conocidos y he contribuido a difundirlos enalguna obra de síntesis reciente, por lo que no los repetiré ahora3*. Serefieren a: los productos agrarios y materias primas, más jabón, «bizcocho»y cerámica, contra importaciones de paños, manufacturas, sedas y tintes,hierro y madera, azúcar, y productos agrarios del N. de África; el aprove-chamiento de una situación excepcional en la ruta Italia-Flandes y en lacabecera de las rutas hacia África; la relación con plazas mercantiles que seescalonan desde Flandes, Inglaterra, Normandía y Bretaña hasta Berbería,el Mediterráneo occidental, y las ciudades italianas; los tipos de mercade-res, genoveses sobre todo, pero también otros: italianos, burgaleses ytambién andaluces, aunque sujetos a un control exterior de los grandescapitales mercantiles y de las directrices del comercio; los transportistas porvía marítima: barcos andaluces de pequeño calado en abundancia, naos ybuques de la costa cantábrica —en especial vascos—, más importantes, sincontar, por supuesto, con las galeras y naos de mercaderes extranjerossiempre presentes, a pesar de las «actas de navegación» dictadas por losreyes de Castilla en 1398 y, de nuevo, en 1500.

Se ha escrito a menudo sobre el carácter «colonial» de aquellos tráficos.Terminaré recordando algunas reflexiones elementales a este respecto. Lostérminos de relación entre dueños de la tierra y de sus productos y dueñosde los negocios y manufacturas son radicalmente distintos en una economíaagraria tradicional y en una economía industrial contemporánea. Se puedeafirmar, incluso, que las situaciones de predominio se producen a favor delos primeros, entonces, y no de los segundos, y que, por lo tanto, la posiciónmercantil de Andalucía —como de casi toda Castilla— en el siglo xv noimplicaba ningún tipo de subdesarrollo, marginalidad o sujección colonial.Se trataba, por lo contrario, de una opción, tal vez la más fructífera en aquel

a* Véase M. A. LADERO QUESADA, op. cit., notas 1, 6 y 18. E. Orre, op. cit., ñola 20; y«•Los Botti y los Lugo», / / / Coloquio de Historia Canario-Americana, Las Palmas de GranCanaria 1980, T. p. 47-86. Todas las ponencias y comunicaciones del / / Coloquio de HistoriaMedieval Andaluza- Hacienda y Comercio, Sevilla 1982. J. HEERS, Cenes au xvéme siicle,París 1961. F. PÉREZ EMB1D, «Navegación y comercio en el puerto de Sevilla en la Baja EdadMedia», Anuario de Estudios Americanos, XXV (1968), p. 43-93. A. RUMEU DE ARMAS,Cádiz, metrópoli del comercio con África en ios siglos xv y xvi, Cádiz 1976. P. CHAUNII,•Séville, pflle de croissance? (XV. xvi, XVII, xvm, sueles)», Ciltá, mercami, dnitrine ntlt'eca-nomia europea da! iv al xvm secólo. Saggi in memoria di Gino Luizatto, Milán 1964,p. 255-276.

Page 19: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA CORONA DE … · prestigiosos y conocidos como los de Klein, Hamilton, Haring, Carande, Vilar, Chaunu, ... así como lo son también el auge demográfico

momento —sin duda, la más conservadora desde el punto de vista social—entre las que ofrecían aquellos regímenes de economía agraria y sociedadfeudal bien desarrollados"'. Y, desde luego, era la opción más segura; losgrupos sociales dirigentes cuya renta se basaba en la tierra y en sus produc-tos convenientemente comercializados estaban mucho menos sujetos a lasconsecuencias de crisis coyunturales o bélicas que no aquellos otros cuyapotencia se basaba en el control de rutas y capitales mercantiles. Porejemplo, una guerra civil, entre 1462 y 1472, pudo arruinar el comerciocatalán, pero quince años de disturbios, entre 1464y 1479, apenas modifi-caron las condiciones del castellano y andaluz.

Es cosa distinta afirmar que la evolución futura alteraría aquel estado decosas, con el desarrollo del primer capitalismo mercantil atlántico, o con lasrevoluciones industriales, más adelante. Pero esto no era así en el siglo xv,ni todavía en el xvi, y sería imposible comprender el auge demográfico, laprosperidad económica, el crecimiento urbano o los mismos fenómenos deconsolidación de toda una estructura social en Andalucía si se aplicarananacrónicamente criterios socioeconómicos actuales sin matizarlos y con-traslarlos ante una realidad histórica muy diferente como era la de Andalu-cía hacia 1492, después de varios decenios de crecimiento económico, ycomo centro cosmopolita de un comercio importantísimo, a la vanguardiade las nuevas tendencias y corrientes mercantiles que nacían en el Atlánticomedio.

19M A. LADERO QUESADA, «Aristocratie c! régime seigneurial dans l'Andalousme sítele», Amales ESC, 6 (1983). p. 1.346-1.368. R. PIKE, Aristócratas y comercieociedad sevillana en el siglo XVI, Barcelona 1978.