el caminar descalzo. infancia, trabajo infantil y memoria

96
Universidad Austral de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades Instituto de Estudios Antropológicos Escuela de Antropología El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria en adultos mayores de las actuales comunas de Máfil y Los Lagos Tesis para optar al título de Antropólogo y al grado de licenciado en Antropología. Profesor Patrocinante: María Pía Poblete Segú Mauricio Ramírez Mercado Valdivia, 2015 1

Upload: others

Post on 10-Jun-2022

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Universidad Austral de Chile

Facultad de Filosofía y Humanidades

Instituto de Estudios Antropológicos

Escuela de Antropología

El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria en

adultos mayores de las actuales comunas de Máfil y Los Lagos

Tesis para optar al título de Antropólogo y

al grado de licenciado en Antropología.

Profesor Patrocinante: María Pía Poblete Segú

Mauricio Ramírez Mercado

Valdivia, 2015

1

Page 2: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Agradecimientos

Son tantos y tan poco espacio para agradecer a los que me han ayudado en esta larga

aventura. Compañeros de noches, que con cada palabra dada fueron haciendo más cálidos

los días, han sido grandes maestros cuando más los necesitaba. Muchos fueron quedando en

el andar, pero no por eso son menos importantes. Y a los que siguen junto a mí: Gracias.

Quisiera agradecer en especial a mi familia; Irma, Julio, Carlos, Erika, Carlitos y Lissette,

quienes siempre han puesto las palabras y el amor para que el camino sea bienaventurado.

Pilares fundamentales de cada paso, consejeros precisos en los momentos de duda y abrazo

oportuno en la tristeza.

A quienes me permitieron llevar sus voces a palabras tratando de hilvanar algunas ideas:

don Jorge Contreras, don Mario Villablanca, don Dago, doña Baldina, don Patricio Sánchez

y don Hernán Paredes. Muchas gracias por el cariño y la confianza.

A mi amiga sempiterna Surimana, quien ha aprendido a leer los gestos de quien no es

bueno con las palabras.

A mis amigos de La Legua, Paulo, Richard y Chistopher quienes a pesar de la distancia

siento presentes a cada paso. Compañeros de esperanza.

A mi profesora guía María Pía Poblete por sus consejos y paciencia, sin los cuales no

hubiese podido concluir este trabajo. A las profesoras informantes Karen Alfaro y

Magdalena Navarro, a quienes agradezco su tiempo y conocimientos.

Y por último, quisiera agradecer a Constanza y Margarita por haberme cambiado la vida,

por la certeza ardiente de la compañía constante y el amor cómplice. Sin ustedes dos nada

de esto sería posible.

2

Page 3: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Índice de Contenido

Página

Introducción 5

Capítulo I Antecedentes Generales de la Investigación 8

a- Los Niños 8b- Contexto Hist·rico. Chile en la primera mitad del Siglo XX 13c- Máfil y Los Lagos en la primera mitad del siglo XX 24d- Legislación y Políticas Públicas en cuanto a Infancia 32

Cap²tulo II Discusión Teórica 38

a- Infancia como construcción social 38b- Trabajo infantil como Estrategia Familiar de Vida 44

Capítulo III Metodología 49

a- Tipo de Investigación 49b- Delimitación espacial y temporal 53c- Técnicas de recolección de datos 54d- Análisis y procesamiento de datos 55

Capítulo IV Resultados de la investigación 56

a- Familia 57b- El lugar en que nací 66c- Al final el trabajo era como un juego 73

Capítulo V Análisis: Infancia y Trabajo infantil 80

a- Grupo familiar 80b- Lugar de residencia 84c- Contexto histórico 85

Capítulo VI Conclusiones 88

Bibliografía 93

Índice de Tablas

Tabla I 28

Tabla II 29

3

Page 4: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Resumen

Dilucidar y comprender las dinámicas del trabajo infantil en los sectores comunales de

Mafil y Los Lagos presupone una labor en donde, desde el punto de vista disciplinar y

metodológico, se es necesario recurrir al relato de quienes habitaron estos espacios y dieron

cabida a dichas labores, con la finalidad de apreciar desde la visión protagonista este

recorrido entre la Historia que nos presenta la creación paulatina del concepto político y

socialmente admitido de la infancia en Chile, en donde este se aprecia construido desde la

institucionalidad y su contraste con el tránsito de la memoria de los individuos y familias

que, de manera consciente y natural, aceptaron el trabajo en la niñez como una forma de

prevalecer como núcleo cuando las condiciones económicas los obligan a volcarse hacia

labores domésticas o de peonaje en tareas que el entorno les ofrezca.

Infancia – Antropología – Trabajo Infantil – Memoria

4

Page 5: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Introducción

La palabra infancia proviene del latín ´infans´, que significa “el que no habla” (Aries,

1986). Durante mucho tiempo los niños no fueron considerados un objeto de estudio como

tal, siendo relegados a lugares secundarios por los investigadores. Esta situación ha

cambiado en las últimas décadas, proliferando los estudios sobre infancias así como los

enfoques bajo los que han sido estudiados, entregando habla a quienes antes no la tenían.

La investigación que presentamos a continuación se realizó bajo el alero del proyecto DID

UACH S-2013-57: “Rescatados”, “depositados” y “alquilados”. El trabajo de niños y niñas

mapuche-huilliches como “mocitos” y “chinitas” de servicio (Región de Los Ríos, siglos

XIX y XX), cuya investigadora responsable es María Pía Poblete. Esta tesis se realiza bajo

el enfoque de las historias de vida, por ello la investigación tiene dos momentos

fundamentales: la recolección de relatos de vida mediante entrevistas a adultos mayores (de

entre 68 a 78 años) que residen en las actuales comunas de Máfil y Los Lagos en la región

de Los Ríos, Chile, para comprender este fenómeno desde la propia voz y la experiencia

subjetiva de sus propios protagonistas; y conocer las condiciones estructurales que dieron

forma al Chile de la primera mitad del siglo XX, así como al sur chileno, en especial a la

zona de Valdivia, lo que combinadas ambas perspectiva, la subjetividad de los protagonistas

y la objetividad estructural, nos permiten acercarnos al objetivo de la investigación. El

análisis de la información recopilada se realiza bajo dos conceptos teóricos centrales:

Infancia y trabajo infantil, los que nos dan las herramientas para entender las

particularidades de la experiencia vivida por las personas entrevistadas. La infancia la

comprendo desde el prisma de la antropología, por lo cual, como una construcción social e

histórica a la que dan forma las instituciones propias de cada sociedad (Colángelo,

Narváez-Goenaga, Pachón, Ariés). En nuestra sociedad postulo que es el sistema judicial, el

sistema médico y el escolar el que han moldeado la concepción de infancia actual. Así

mismo el concepto de trabajo infantil se entiende como cualquier actividad realizada por

los niños en pos de la reproducción y supervivencia del grupo familiar y/o individual, estos

van desde trabajos remunerados fuera del grupo familiar, hasta trabajos domésticos dentro

5

Page 6: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

del grupo familiar, comprendiendo todo desde la perspectiva de las estrategias familiares de

vida. Como una conclusión de la investigación desarrollada vemos que las labores

realizadas por los entonces niños van de la mano de las actividades económicas

primordiales de los sectores en donde residían, así como de la actividad realizada por los

padres, actividad que se despliega como parte de estrategias que las familiares llevan a cabo

frente a la falta de recursos y la gran cantidad de hijos.

Es por ello que el objetivo general de la investigación consiste en comprender el trabajo de

niños durante la primera mitad del siglo XX, en el espacio de las actuales comunas de Máfil

y Los Lagos, a través de los recuerdos de adultos mayores, a su vez, los objetivos

específicos son identificar las formas de trabajo realizado por niños en las actuales comunas

de Máfil y Los Lagos, durante la primera mitad del siglo XX, describir el contexto familiar

que llevó a los niños a realizar estas labores, caracterizar la rutina diaria de estas personas,

en tanto niños trabajadores y analizar la huella que dejaron la experiencia de infancia

trabajadora en quienes relatan.

La presente investigación cobra importancia por la necesidad de comprender un fenómeno

social que tiene vigencia actualmente, desde una perspectiva histórica a través de la voz y

vivencias de los propios protagonistas, quienes al recordar dan sentido y valor a sus

experiencias. Los estudios sobre infancia han proliferado en número y con diversas

orientaciones, pero estos no apelan generalmente a la memoria viva de las comunidades,

por el contrario esta investigación trabaja a partir de un material que pretende revelar la

realidad de una comunidad en general mediante el testimonio de uno de sus miembros que

nos muestra, a través de su propia vida la generalidad de su tiempo, y las experiencias tanto

de su generación como de su localidad. Las prácticas descritas en este trabajo, si bien

hablan de la subjetividad de un grupo reducido de personas, representan la cotidianidad en

una sociedad precarizada que luchaba por mejores condiciones de vida. Esta investigación

constituye de este modo un aporte al conocimiento de una parte de la historia de las

localidades en donde vivieron los entrevistados. Estos resultados tienen un significado aún

más profundo al ser sectores alejados de aquellos centros administrativos que normalmente

concentran las voluntades en investigación.

6

Page 7: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Esta tesis está formada por seis capítulos, los cuales son sangre y cuerpo de la investigación

entregándole el sustento, que van desde el conocimiento de la problemática hasta las

reflexiones acerca de ésta. En el primer capítulo presentamos los antecedentes generales del

problema, partiendo por antecedentes sobre las formas en las que se ha estudiado a los

niños en las Ciencias Sociales, principalmente en la Historia y Antropología, para luego

realizar una contextualización acerca del Chile del siglo XX, y de las comunas de Máfil y

Los Lagos durante el mismo siglo; por último, se hace un breve repaso a las

transformaciones al tratamiento al tema de la infancia desde el derecho y también las

políticas públicas impulsadas desde el estado, durante la primera mitad del siglo XX. El

segundo capítulo tiene como fin realizar un acercamiento teórico a la infancia

problematizada desde la Antropología y desde la infancia trabajadora (Colángelo, 2003;

Narváez-Goenaga, 2012; Pachón, 2009; Ariés, 1986; Leyra, 2009; Maureira, 2002). En el

tercer capítulo se da cuenta de la metodología empleada en la realización de esta

investigación, que utiliza el enfoque de las historias de vida y una estrategia de análisis que

sigue los postulados de Daniel Bertaux (1999). El cuarto capítulo trata los resultados de la

investigación, clasificando el contenido de los relatos de los diferentes entrevistados en tres

ejes centrales: familia, localidad y experiencia de infancia. El quinto capítulo se centra en el

análisis de estos relatos a partir del marco teórico construido, principalmente mediante el

enfoque de las estrategias familiares de vida, para así comprender las labores realizadas por

los niños dentro de un contexto familiar y local. Finalmente el sexto capítulo elabora las

principales conclusiones del estudio.

7

Page 8: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Capítulo I: Antecedentes Generales de la Investigación

a. Planteamiento del problema de investigación

Desde hace algún tiempo que los estudios desde las ciencias sociales han vuelto la mirada a

sujetos que normalmente no formaban parte de sus investigaciones tradicionales, se le veía

como un objeto de investigación poco relevante dentro de los grandes sucesos que daban

contenido a la realidad, pero esta situación los últimos años ha ido cambiando.

En el campo de la historia las investigaciones que tengan como principal protagonista a los

niños solo en el último tiempo han proliferado, pues si bien, las voces de los niños han

aparecido en algunos trabajos, esto es solo de forma esporádica, ya que el centro no estaba

ubicado en ellos, en palabras de Salinas "la presencia del niño en la historia ha sido una

auténtica «presencia oculta»” (2001:11). En Historia es la corriente de la llamada “nueva

historia” la que cambia el foco de atención o se amplia para poner atención a los sujetos

“pequeños”, los comunes y corrientes, que anteriormente no existían en los “grandes”

relatos, con esto es que la historia de sujetos tan postergados históricamente como las

mujeres o los niños se van explorando.

En nuestro continente “la historiografía social latinoamericana recién está empezando a

abordar el tema de la infancia, pero hay una dimensión histórica de la niñez que ya ha

recibido la atención de los investigadores: el fenómeno de la infancia abandonada”

(Milanich, 2001:79). Esta temática ha tenido un gran despliegue por parte de historiadores

nacionales cuyos textos se han multiplicado, así como los enfoques para narrarnos la

realidad de los niños abandonados principalmente durante el siglo XIX. Los trabajos de

Milanich (2001), Salazar (2007), Delgado (2001), Goicovich (2001), Cavieres (2001),

Salinas (2001) y Rojas (2010), entre otros, han tratado sobre esta realidad principalmente

de las clases populares en el Chile tradicional, en donde las casas de expósitos era comunes,

y el abandono de niños no era una realidad aislada, “uno de cada diez niños nacidos en

Santiago a fin de siglo fue mandado a la Casa de Huérfanos” (Milanich, 2001:82), y los

niños que no terminaban en una casa de huérfanos, probablemente lo hacían en casas que

no eran las de su familia de origen, “sino que pasaron toda su infancia o una parte de ella

8

Page 9: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

en casas ajenas… La probabilidad de ser «mandado criar» fue más alta entre los hijos

ilegítimos y los huérfanos de padre, de madre o de ambos, y, por lo menos en el siglo XIX,

fue una práctica que involucró a los niños de los sectores populares” (Milanich, 2001:84).

A este fenómeno Milanich llama “circulación de niños”, el cual es “práctica según la cual

los niños no se crían en casa de sus progenitores biológicos, sino que pasan toda su

infancia o una parte de ella en casa de custodios ajenos” (Milanich, 2001:80). Desde el

momento en que los investigadores comienzan a tratar la infancia como un objeto de

investigación por sí mismo, lo hacen tratando de comprender los sentimientos que se van

generando en torno a la infancia y como este ha ido cambiando conforme transcurre el

tiempo, entendiendo al niño como un ser pasivo, sin capacidad propio, completa moldeable

y por sobre todo vulnerable y desprotegido. Es por esto que los estudios que se realizaban

se construían desde las instituciones que se suponían “protegían” la infancia como son la

familia, las casas de huérfanos y en general la institucionalidad creada desde el estado para

resguardar la infancia, así como el marco legal para asegurar buenas condiciones de vida a

los niños; y no desde los propios relatos de los niños. Algunos autores hacen una

diferenciación en cuanto a estos trabajos, comprendiendo como “historia sobre la infancia”

a los trabajos que tratan principalmente sobre las instituciones que giran en torno a la

infancia y como “historia de los niños” a los que se centran en los relatos de la experiencia

de vida de los niños (Flores, 2001).

En nuestro país Jorge Rojas Flores, es quien más ha realizado estudios acerca de la infancia

y, desde una perspectiva histórica, ha ayudado a profundizar y esclarecer ciertos puntos que

estaban oscuros dentro de la historia, tanto sobre la infancia como del trabajo infantil. El

autor reconoce influencias extranjeras en los estudios sobre infancia en nuestro país y en el

continente, pero no así la existencia de escuelas o tendencias claras en cuantos a esta

(2001). En su libro Historia de la infancia en el chile Republicano (2010) el autor hace un

recorrido por la historia nacional desde un poco antes del nacimiento de la república hasta

nuestros días dividiéndolo en seis momentos históricos que dan cuenta de momentos

importantes en la historia nacional, tocando no sólo la historia de los niños en un momento

histórico particular sino que también los juegos practicados y así como las diferentes

políticas públicas del periodo destinadas a la infancia y de cómo se insertaban los niños en

los aparatos del estado. En cuanto a Valdivia o a la bahía de Corral hace mención que en la

9

Page 10: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

época colonial y principios del período republicano era común que en las casas de familias

adineradas tuvieran sirvientes menores de edad quienes se comprometían a proporcionarle

alimento y cuidados al niño a cambio de su servicio, los que según los antecedentes del

autor eran comprados en la zona de Valdivia, niños que generalmente eran de origen

indígena, pero también se encuentran casos de campesinos pobres que vendían a sus hijos

para que sirvieran en casas según los intereses de quienes los compraron. Esta práctica se

distinguía de la esclavitud en el papel pues se suponía que los niños al cumplir la mayoría

de edad podían dejar el trabajo en la casa, mas esto no era frecuente. Según Rojas Flores

“en el mundo popular estaba extendida la costumbre de “entregar”, “dar” o “regalar”

niños, como una forma de aliviar el problema material de la subsistencia, cuando la

familia tenía muchos hijos, la situación económica empeoraba o la madre quedaba sola

con sus niños” (2010:75).

En su texto llamado “Los niños cristaleros” (1996) del mismo autor nos cuenta lo

insuficiente de los estudios que se han desarrollado en el país en torno al trabajo infantil,

por eso reconoce la importancia del trabajo que realiza, pues es un punto de partida para

posteriores estudios que incrementen el conocimiento que se tiene del tema. En este, Rojas

Flores nos muestra la realidad del trabajo desarrollado por niños en la industria del vidrio,

que tiene una fuerte relación con la industria de explotación del carbón, haciendo una

reseña del surgimiento de esta industria, los lugares en donde se desarrolló y las técnicas

empleadas, así como las condiciones en las que desarrollaron su labor los muchos hombres

y niños que se empleaban en esta industria, así como las formas organizativas de estos en el

ámbito laboral y las acciones del estado frente a la situación del trabajo infantil.

Otro texto importante de Rojas Flores sobre el trabajo infantil es su artículo en la revista

Historia llamado “Trabajo infantil en la minería: Apuntes históricos” (1999), en él aborda

las diferentes visiones que existen sobre esta realidad a través de la historiografía

tradicional, a la vez que rescatando las voces de los niños que participaron de estas faenas.

El autor nos cuenta que para las primeras dos décadas de 1900 se informa que existe una

gran cantidad de niños que participan en la extracción de carbón en las minas de Máfil, al

contrario de lo que sucedía en la zona de Arauco, en donde se encontraban yacimientos de

mayor tamaño, cabe añadir que las labores que estos niños desempeñaban eran variadas

incluyendo actividades tanto adentro como afuera de la mina.

10

Page 11: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

En un intento por aunar las experiencias en latinoamericana en cuanto al recorrido histórico

sobre la infancia, es que varios autores plasmaron las experiencias de los diversos países

del subcontinente en el libro “Historia de la infancia en América Latina” (2007). En este

mismo libro es que Rojas Flores presenta un capítulo dentro del libro, titulado Los niños

trabajadores en la industria de Chile, en donde trata el tema a partir de una línea temporal

partiendo desde comienzos de la República hasta mediados del siglo XX, en él trata las

diversas actividades realizadas por los niños trabajadores así como las leyes que trataron de

regular esta realidad y la percepción de la población con respecto a esto. El libro en general

también se estructura como una línea cronológica que parte con la infancia en momentos

anteriores a la llegada de Colón hasta el siglo XX abordando diferentes temáticas que se

van encajando en este marco temporal, pero que responden a las realidades particulares de

los países de América Latina.

La realidad en Antropología no varía mucho al recorrido que se ha hecho en Historia en

cuanto a la infancia. En la literatura antropológica se pueden encontrar desde los primeros

escritos en antropología referencias en cuanto a los niños, en textos que abordan temas

como “la familia, el parentesco, el ciclo de vida u otros aspectos de la sociedad, o como un

medio para esclarecer otras cuestiones, especialmente relacionadas con la transmisión y la

continuidad de la cultura” (Colángelo, 2003:1). En estas primeras incursiones de la

antropología, e influenciadas por las corrientes evolucionistas, al niño se lo mira “al igual

que el hombre salvaje o primitivo… en oposición al mundo civilizado europeo y

norteamericano” (Pachón,2010:436), o sea, “eran los “salvajes en la casa”, y como tales

podían ser estudiados, observados, y podía seguirse y registrarse su desarrollo” (Pachón,

2010:438), con lo que con esto se podrían encontrar huellas del pasado de la humanidad.

Esta mirada hacía los niños se puede apreciar hoy en día, en el sentido de entenderlos como

seres opuestos al hombre blanco racional occidental. María Moscoso (2009) entiende la

infancia como una otredad que ha sido construida desde el conocimiento científico, en su

afán por clasificar y separar, atribuyendo características a este “otro/a” que no son propias

del “yo”. Para la misma autora, en antropología, se ha estudiado la infancia principalmente

desde el concepto de “socialización” lo que ha hecho que a los niños se les invisibilice

como actores sociales, pues se ve a los niños como jarros vacíos que “deberían ser

“‘llenados’ de conocimientos sociales y culturales” (Moscoso, 2009:1).

11

Page 12: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

La escuela de “cultura y personalidad” comenzó a poner el énfasis en los niños,

justamente desde el concepto de socialización, para comprender “cómo la cultura

moldeaba a los individuos desde el momento de su nacimiento, cómo los niños devenían en

“seres culturales” y cuál era el impacto que las primeras experiencias de la infancia

tenían tanto en la personalidad adulta como en el conjunto de la cultura de la sociedad a

la que pertenecían” (Pachón, 2010:442), entendiéndose el este proceso como particular en

cada cultura, pues “la manera como esta transición se realiza varía de una sociedad a otra,

y ninguno de estos puentes culturales particulares debe ser mirado como el sendero

“natural” hacia la madurez”, por ello las visiones sobre la niñez o las características que

esta posea varían de una sociedad a otra. Para nosotros, esta perspectiva sobre la infancia,

lo que hace es entender la infancia como una etapa hacía la adultez, por lo que la pregunta

central es cómo se llegar a ser adulto en sociedades particulares, y no comprender la

infancia como una experiencia en sí, si no como un estado o etapa por la cual hay que pasar

para llegar a ser adulto.

Al igual que en Historia, en Antropología han surgido nuevas perspectivas de investigación

en cuanto al tema de la infancia. Y es como parte de estas nuevas formas de tratar el tema,

que a su vez van formulando nuevas interrogantes, es que este trabajo se plantea para la

consecución de su objetivo, tomar las herramientas conceptuales y metodológicas de ambas

disciplinas, pues que si bien, en los últimos años se ha avanzado en el conocimiento que se

tiene sobre la infancia tanto desde una perspectiva histórica, como etnográfica, tanto en

nuestro país como en Latinoamérica, pero los trabajos que se han realizado desde la

perspectiva de la antropología histórica lo abordan principalmente desde fuentes escritos,

no así desde la propia voz de los protagonistas, es por ello que este trabajo lo planteamos

desde una perspectiva histórica pero no apelaremos a fuentes escritas para conocer la

realidad de los niños en el periodo histórico particular, sino que nuestras fuentes serán los

recuerdos las propias personas que vivieron esta experiencia, sintieron e hicieron carne las

particulares socioculturales de su tiempo.

¿Y ahora, cómo?

Para conocer las condiciones en las que se realizó el trabajo infantil en las actuales

comunas de Máfil y Los Lagos durante la primera mitad del siglo XX, será necesario

12

Page 13: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

recurrir a personas que vivieron durante la primera mitad del siglo XX en algunas de estas

comunas. El aporte que puede realizar la antropología a visibilizar sujetos que en la historia

tradicional estaban ocultos es por su particular mirada con que aborda los temas que en ella

convergen. Esta mirada se caracteriza principalmente por “un énfasis en la diversidad de la

experiencia humana, es decir, en analizar la variedad de formas de vivir en sociedad y de

representaciones del mundo social que han creado los seres humanos, y… una práctica

científica tendiente a comprender los fenómenos sociales desde la perspectiva de los

propios actores sociales implicados (el llamado punto de vista del “otro” o “punto de vista

nativo”)” (Colángelo, 2003:1-2) La visibilización de estos sujetos históricos postergados se

realizará por medio de dos elementos centrales de la antropología, a saber, la diversidad de

representaciones y formas de vivir el mundo unida al rescate de la perspectiva de los

propios sujetos, que cruzado con herramientas de la historia, nos puede ayudar a rescatarlos

del olvido, pues no solamente se visibilizarán, sino que serán ellos mismos los que vayan

dibujando el bosquejo del relato.

b. Contexto Histórico. Chile en la Primera Mitad del Siglo XX (1920-1950)

A continuación se presenta una breve contextualización del Chile de la primera mitad del

siglo XX, en donde se pone énfasis en las transformaciones que ha experimentado el país

en las primeras décadas del siglo, tanto a nivel político como económico, en donde el Chile

de nuestros entrevistados se fue conformando. Esto nos ayudará a comprender de mejor

manera los relatos que leeremos, puesto que la historia de un individuo en particular no está

exenta de los avatares de su tiempo, a la vez que las transformaciones en los niveles más

altos de la sociedad repercuten en el individuo, reflejándose esto en su actuar cotidiano, por

lo que tener conocimiento de los acontecimientos a escala macro ayuda a poder dar cuenta

de las acciones a escala micro, ayudando también a poder comprender los elementos

históricos que fueron dando forma a las infancias de nuestros entrevistados y las

estructuras económicas que propiciaron las diversas actividades productivas en la zona, así

como el propio trabajo infantil.

13

Page 14: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Si bien en este apartado abarcamos la primera mitad del siglo XX el énfasis está puesto

entre las décadas del 40 y 50 ya que dentro de este espacio temporal fue que se desarrolló la

infancia de nuestros entrevistados.

El Chile del siglo XX experimentó sucesos trascendentales en su camino, los que

permitirían dar forma definitiva al Chile actual, así como sentar las bases definitivas para la

configuración real de un Estado moderno. A lo largo de todo este siglo, pero en especial en

su primera mitad es que el mundo se vio enfrentado a grandes desafíos y adversidades; dos

guerras mundiales que devastaron y cambiaron para siempre los cursos de la humanidad y

la instauración de modelos económicos antagónicos que invadieron las sociedades, la re

conformación de los estados nacionales que hicieron aparecer y desaparecer estos mismos y

la movilidad de sus fronteras (Aylwin et al, 1990). Todo esto principalmente en Europa pero

que, por ser el foco económico del Chile mono exportador de esta época; mas, el rápido y

ancho camino que el país se había hecho hacia las tradiciones republicanas, moldearon

nuestro país cultural, social, política y económicamente hacia una costosa y fluctuante

estabilidad y fortalecimiento de los caracteres administrativos, de tal manera que durante

casi cincuenta años podemos encontrarnos con ganancias nunca antes cuantificadas en lo

económico y también con los más crudo de desigualdades sociales; desde el

afrancesamiento de la oligarquía hasta las luchas obreras(Aylwin et al, 1990). Todo esto

para dar señales políticas de los abruptos cambios que Chile debió sufrir y para los que no

estaba preparado en amplio espectro pero que sin lugar a dudas dieron el punta pie inicial

para discutir acerca de las nuevas obligaciones de un Estado que, aun cuando le costó

asumir, tenía territorios más allá de los lindes de Santiago por gobernar (Collier & Sater,

1998).

Crisis e inestabilidad: El León y el General (1920-1938)

El fin de la Primera Guerra Mundial trajo consigo una serie de cambios de toda índole, así

como nuevos escenarios en el panorama económico-político mundial. Uno de los más

importantes, dentro de este nuevo escenario fue el cambio de órbita de Latinoamérica,

pasando a estar dentro el rango de influencia desde Europa a los Estados Unidos, país que

14

Page 15: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

se transformó en la potencia hegemónica del continente producto del estado en que

quedaron las naciones europeas al término de la guerra. Así también el sistema oligárquico

se vio debilitado y puesto en cuestión, presentando un nuevo escenario político o por lo

menos la posibilidad de nuevas esperanzas tanto en Chile como en la golpeada Europa. La

influencia de los Estados Unidos no sólo se vería a nivel político sobre el continente sino

que también a nivel económico puesto que los capitales estadounidenses se introdujeron en

la economía latinoamericana, controlando así éstas a su vez que también lo hacían con las

estructuras internas de cada país (Aylwin et al, 1990).

El periodo de posguerra significó trastornos importantes para la economía del país por la

baja en las exportaciones de salitre, debido a la irrupción en los mercados del salitre

sintético, lo que de manera obligada repercutió en las arcas fiscales, Ya para 1921 la

producción de salitre cayó en un 50% con lo que más de 100.000 mineros y sus familias se

vieron en la obligación de dejar las oficinas salitreras y trasladarse a Santiago, mientras el

Estado trataba de aplacar la situación entregando subsidios y comprando el excedentes a las

compañías salitreras, lo que paleo la situación, por lo menos, por un tiempo. La producción

de cobre también disminuyó en los primeros años de la posguerra, pero esa tendencia se

revirtió con el correr de la década, por lo que el Estado en 1925 impuso a las compañías

mineras un impuesto del 6% lo que sumado a otro gravamen, el impuesto para las

compañías minera quedó en 12%, con lo que aumentó la contribución de las grandes

compañías mineras a la economía del país, engrosando los fondos fiscales (Collier & Sater,

1998).

Parte de los problemas que el país debió enfrentar producto de la guerra en Europa (y más

tarde con la crisis del 29), es producto de la ya larga “vocación exportadora” (Salazar &

Pinto, 2002), la que hacía poner todas las expectativas, así como el futuro del país en manos

de, principalmente, un solo producto lo que hacía que la economía del país se viese

afectada por los vaivenes de los mercados internacionales. Esta decisión de poner en juego

los destinos económicos del país en la exportación ha venido aparejada desde el comienzo

de la vida republicana de la nación, el cual se entiendo pues ha estado dominada por la

“obsesión modernizadora” que ha caracterizado la historia económica de Chile bajo el

proyecto de la modernidad o el progreso, el cual implica “en su dimensión material, la

capacidad de las sociedades humanas de ir dejando atrás la pobreza y la sujeción a las

15

Page 16: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

limitaciones impuestas por la naturaleza, en un camino ascendentes hacia la prosperidad y

el bienestar” (Salazar & Pinto, 2002:9) camino que no siempre ha traído consigo los

resultados esperados, y para la década del 20, a pesar de los logros en agricultura y

manufactura, la sobredependencia de los productos mineros produjo intranquilidad social y

un desempleo significativo con lo que el país se enfrentó a su primera gran crisis política

del siglo (Collier & Sater, 1998).

La elección presidencial de 1920 puso en la moneda a Arturo Alessandri Palma por la

Alianza liberal (compuesta por el Partido Radical, el Partido Liberal Doctrinario, el Partido

Liberal Democrático y el Partido Nacional), lo cual fue vista con buenos ojos por amplios

sectores del país por considerar que era el “símbolo de las reivindicaciones de los sectores

medios y populares que salvaría al país de la conducción de la oligarquía decadente a

través de un Estado protector” (Aylwin et al, 1990:94). A pesar de la esperanza de amplios

sectores de la población puestas en el gobierno de Alessandri para la concreción de una

legislación social y reforma constitucional se vieron frustrados por las viejas prácticas

parlamentarias que impidieron avances en las reformas presentadas por miembros de la

Unión Nacional en el senado. La constitución entregaba facultades al parlamento para

censurar y coartar cualquier acción del presidente como de sus ministros. Ya avanzado el

gobierno de Alessandri los precios del salitre caían cada vez más, lo que afectaba

gravemente las condiciones de vida de los trabajadores, así como los ingresos del Fisco.

Corría el año 1924, y seguía sin avances en las propuestas de la campaña presidencial por

problemas con el Congreso, con lo que enfrentar la crisis se veía aún más dificultoso por lo

que las huelgas comienzan a generalizarse debido a las precarias condiciones de vida, las

cuales se acallaban a punta de plomo y sangre obrera. La crisis repercutía en todo el país, el

presidente y el congreso estaban en punto muerto, sin ceder ninguno y no se veía forma de

que la situación cambiase. Sólo una respuesta para la pregunta que todo el país se hacía con

la esperanza de cambiar el rumbo que había tomado el país, con lo que “el nudo gordiano

fue roto por las fuerzas armadas. En diez extraordinarios días en septiembre de 1924, las

fuerzas armadas hicieron, primero, que la presidencia de Alessandri tambaleara y, luego,

la destruyeron imponiendo un régimen militar en Chile. Ellos, no Alessandri, enterraron la

República parlamentaria” (Collier & Sater, 1998:188-189). A finales de 1923 y principios

de 1924 la situación del país no da señales de mejorar, jóvenes oficiales asisten a sesiones

16

Page 17: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

del congreso para mostrar el descontento con la situación del país, así como para con la

actitud de los parlamentarios frente a la situación, al notar que la acción tuvo repercusiones

es que forman un comité, el que entrega una serie de medidas al parlamento para ser

aprobadas, tres días después estas medidas fueron aprobadas por el parlamento con la

aceptación previa de Alessandri. A partir del 11 de septiembre se constituyó una junta

militar que anunció como propósito subsanar al país de la “política gangrenaria” y llamar a

una asamblea constituyente. Al notar Alessandri que había perdido el control político de la

nación decide renunciar a su cargo y abandonar el país (Aylwin, 1990).

A pesar que con esta nueva situación en el país su pudieron implementar las reformas

sociales que Alessandri había prometido en su campaña, la situación en el país sigue el

curso ya trazado, esto sumado a los propios problemas y conflictos en las propias fuerzas

armadas, por lo que se tuvo que llamar nuevamente a Alessandri a recuperar el cargo de

presidente.

Aprovechando que el congreso se encontraba disuelto, Alessandri comienza a gobernar por

decreto, con lo que instaura el Banco Central y firma una nueva constitución, en el año

1925.

Al terminar su mandato y comenzar el periodo de campaña, se produce un inesperado

apoyo a su ministro de Guerra, el coronel Ibáñez, quien recibió una invitación de la parte de

la mayoría de los partidos políticos para que fuese candidato presidencial, pero esta

designación finalmente cayó en el liberal Emiliano Figueroa, como un intento de la

oligarquía por recuperar el poder (Aylwin, 1990). Antes de que terminara su mandato

Alessandri renuncia por segunda vez. Ya la figura de Ibáñez había irrumpido fuertemente

en la escena política nacional.

Emiliano Figueroa Larraín fue electo presidente en 1925 con el 72% de los votos, pero

prontamente la figura de Ibáñez terminó eclipsándolo, teniendo que renunciar, asumiendo

Ibáñez la presidencia. Con la intención de “evitar el caos” y promover el “progreso” del

país inicia un gobierno con rasgos dictatoriales que provocó limitaciones de las libertades,

así como también detenciones, deportaciones, exilio, etc. Atacando principalmente a

comunistas y a dirigentes sindicales, pero también a los partidos políticos, y los políticos.

A pesar de que ya los parlamentarios se encontraban completamente disciplinados y no

presentaban un problemas para que gobernase ni para dictar leyes, Ibáñez “aconseja” a los

17

Page 18: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

presidentes de los partidos políticos una sola lista para los cargos en el congreso de 1930-

1934 para que así fuese innecesaria las elecciones, lista que aprobó en las Termas de

Chillán, por el ello que el congreso de esos años fue conocido como “Congreso Termal”.

Ibáñez puso en marcha un gran programa de obras públicas en que entre 1928 y 1931, La

Moneda invirtió casi 760 millones de pesos en diversos proyectos como desagües, caminos,

puentes, prisiones, instalaciones portuarias, 500 kilómetros de ramales para ferrocarriles, la

nueva fachada sur de La Moneda, la residencia presidencial de verano (Cerro Castillo), así

como la racionalización y revisión de la administración pública y la creación de la

Contraloría General (1927) encargada de supervisar la burocracia estatal y la

constitucionalidad de las medidas fiscales (Collier & Sater, 1998). Otros hitos importantes

dentro del mandato de Ibáñez fue la creación de la FACH en marzo de 1930 y la línea

Aeropostal Santiago-Arica en 1929, que desde 1932 se pasaría a llamar Líneas Aérea

Nacional (LAN). Además de eso, emprendió una reforma a la policía en 1927 formando así

Carabineros de Chile.

Entre 1927-28 Ibáñez fundó dos bancos destinados al financiamiento: Caja de Crédito

Agrario y la Caja del Crédito Minero, concebidos para financiar a pequeños agricultores y a

operaciones mineras de pequeña escala. Si debemos mencionar aspectos negativos del

gobierno de Ibáñez, en particular sobre su gestión económica, debemos mencionar, pues

que mediante la solicitud de una serie de préstamos, hipotecó el futuro del país. Para 1930

Chile le debía a los bancos norteamericanos, suizos e ingleses un total de 62 millones de

libras esterlinas, lo que para esa fecha parecía acciones lógicas por parte del gobierno, pues

en 1928-29 la producción de salitre entregaba grande ganancias, por lo tanto también para

el gobierno a través de los impuesto, así como también los impuestos internos, que

aportaban cerca del 30% de los ingresos del Estado (Collier & Sater, 1998). En este

escenario todo parecía rodar sin problemas, la economía se encontraba estable, sin dar

indicios de lo que posteriormente ocurriría.

El 24 de octubre de 1929, en Nueva York la bolsa de valores quebró desatando una de las

peores crisis en la historia del capitalismo mundial. No fue extraño que la llamada “Gran

Depresión” se propagara por las demás economías capitalistas del mundo, “instalando un

ciclo recesivo del que no se saldría, en rigor, hasta el estallido de la Segunda Guerra

Mundial” (Salazar & Pinto, 2002:33), considerando el papel hegemónico que había venido

18

Page 19: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Estados Unidos en la economía mundial desde la Primera Guerra Mundial. Con esto se

ponía fin a un modelo de economías abiertas e intercambio libre que había predominado

durante gran parte del siglo XIX, “inaugurando en cambio un período de cierre de

fronteras y volcamiento «hacia adentro» que cuestionó profundamente varias premisas de

la ortodoxia establecida… comenzaba así una nueva era en la historia económica de

nuestro continente, una que estaría signada por la estrategia de «desarrollo hacia

adentro»” (Salazar & Pinto, 2002:33).

Una economía menos dependiente del sector externo podría haber absorbido de mejor

manera las repercusiones de esta crisis, pero para una economía como la chilena que había

puesto todas sus expectativas de crecimiento en el comercio exterior, el golpe no podía ser

sino demoledor. Dentro de este panorama, unos de los actores más golpeados por esta crisis

fue sin duda el Estado, cuyos ingresos ordinarios provenían principalmente del movimiento

aduanero, un 41,3% para 1930, ya iniciada la crisis (Salazar & Pinto, 2002).

La crisis que había explotado el 29 fue el golpe de gracia para las salitreras que ya venía

debilitándose, llegando para 1930-31 a la mitad de su producción, con lo que 29.000

personas tuvieron que dejar el norte al ser despedidos. En un principio, esta situación no

implicó grandes convulsiones, por los ya mencionados préstamos exteriores, pero esto no

duraría mucho tiempo, “en 1930, de hecho, las importaciones aumentaron. A comienzos de

1931, con sus principales exportaciones postradas y sin los banqueros de Wall Street para

que lo socorrieran, el hombre de La Moneda finalmente tuvo que enfrentarse a la realidad”

(Collier & Sater, 1998:198). Con el país en crisis, al igual que el resto del mundo, en julio

de 1931 cae el gobierno de Carlos Ibáñez, comenzando con ello un periodo de inestabilidad

política que no declinó hasta 1932, con el regreso a la presidencia de Arturo Alessandri, que

no sería el mismo caudillo de 1920.

En un intento por defender la actividad económica de los peores estragos de la crisis, se

puso funcionamiento una política monetaria deliberadamente expansiva, con el fin de

sostener el mercado interno por encima de los niveles que permitía el estado del comercio

exterior. También se propuso imponer licencias y cuotas de importación, el control en la

compraventa de divisas, la cesación de pagos de la deuda externa, y el abandono del patrón

oro, así como también el Estado debió asumir un papel más activo en la estimulación de la

actividad privada “a través de medidas tributarias, crediticias y de control de precios, lo

19

Page 20: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

que complementó su recurso más tradicional a la realización de obras públicas” (Salazar

& Pinto, 2002:36).

En las elección convocadas para octubre Montero se impone a Alessandri Palma, que ya

había llegado del exilio, quien tuvo que hacerse cargo de un país que fue descrito por la

Liga de las Naciones como el más golpeado por la gran depresión del 29. Al asumir la

presidencia, inmediatamente tuvo que enfrentarse a diversos intentos de golpe de estado.

Los cuales lograron consumarse el 4 de Julio de 1932 con la declaración de la República

Socialista, con una junta formada por el general Arturo Puga, Carlos Dávila, Eugenio Matte

y con Marmaduke Grove como ministro de Defensa. Como primera medida anuncian la

intervención del Estado sobre la economía, puesto que consideraban que la economía

liberal “había fracasado”. En los días siguientes disolvieron el Congreso, declararon festivo

bancario los tres días siguientes, suspendió los desalojos de las propiedades de baja

rentabilidad y ordenó a la Caja de Crédito Popular devolver las ropas y herramientas a

quienes las habían empeñado ahí, entre otras medidas. Mas este gobierno duró solo 12 días,

ya que Dávila el 16 de Junio da inicio a un autogolpe tomando La Moneda y desterrando a

Matte y Grove a Isla de Pascua. Dávila se autodesigna presidente de la República Socialista

de Chile. El 30 de octubre se realizaron elecciones para presidente convocadas por

Bartolomé Blanche a quien Dávila había asignado como presidente provisoria en vista de

un posible golpe de estado, con lo que se ponía fin a los “cien días de la República

Socialista”, “la República Socialista había fracasado, pero el socialismo, de una u otra

forma, se encontraba ahora firmemente asentado en la agenda chilena" (Collier & Sater,

1998:201). El Congreso, solo comenzó sus sesiones el 19 de diciembre de 1932, por lo que

Alessandri Palma asumió el mando de la nación en vísperas de Navidad.

Este segundo periodo presidencial de Alessandri Palma, se centró en restaurar la

estabilidad, tanto política como económica, sentando las bases para las siguientes cuatro

décadas de creciente democracia, con lo que las fuerzas armadas se comprometieron a no

involucrarse más en política. En un comienzo gobierna con un pluralista gabinete, para

luego pasar a un gabinete inclinado a la derecha, pues los radicales decidieron retirarse de

este por los actos cometidos por Alessandri, cuyo punto culmine fue la masacre de Ranquil.

En lo económico, con las oficinas salitreras entregando los últimos resabios de su mineral,

las mineras del cobre poco a poco fueron tomando el lugar dejado por estas, al igual que la

20

Page 21: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

agricultura que también va incrementando su participación en la economía nacional. La

deuda externa también logró reducirse en un 31% gracias a los esfuerzos del ministro de

hacienda Gustavo Ross, y la industria nacional lograba satisfacer el 70% de los

requerimientos del mercado interno. En este escenario de crecimiento económico fue que se

construyeron las obras del Estadio Nacional y el Barrio Cívico de Santiago.

Nuevas apuestas, profundización de la democracia y nuevo rol del Estado (1939-1958)

Las elecciones para presidente del año 38 tenían como candidato preferido de los votantes a

Gustavo Ross, ex ministro de hacienda de Alessandri Palma, llamado por los opositores

“ministro del hambre”, frente a la división en la oposición a Alessandri entre Ibáñez y

Pedro Aguirre Cerda, quien iba de candidato por el Frente Popular. Esta situación cambiaría

luego de la matanza del seguro obrero, con lo que Ibáñez baja su candidatura y entrega su

apoyo al candidato del Frente Popular, apoyo que su decisivo para inclinar la balanza en

favor de Aguirre Cerda, ganando las elecciones por un estrecho margen. A pesar de las

restauraciones de las instituciones realizado por Alessandri dando un paso hacía la

ampliación de la democracia, esto no fue impedimento para que continuara “la venerable

tradición de la compra de votos, también persistió hasta bien entrada la década de 1950”

(Collier & Sater, 1998:211).

El frente era un conglomerado de intereses contrapuestos a menudo mutuamente

excluyentes, cuyo único elemento común era el mutuo odio a la derecha. Las promesas

hechas por Don Tinto en campaña, como llevar la justicia al campo redistribuyendo la tierra

y creando sindicatos obreros, no se cumplieron a cambio de la tolerancia latifundista para

con los programas urbanos y de industrialización. En enero de 1939 un terremoto arrasó

Chillán, y gran parte de la zona comprendida entre los ríos Maule y Biobío, por lo que el

gobierno se vio en la necesidad de crear un nuevo organismo de desarrollo: La CORFO,

cuya finalidad fueron dos, una a corto plazo que consistía en supervisar los programas de

21

Page 22: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

reconstrucción en la zona afectada por el terremoto; y a largo plazo, impulsar las fuentes de

energía del país y promover la industrialización, proyecto que iba de la mano de la idea del

ISI que pretendía la industrialización del país, para así convertirla en una economía

relativamente independiente sin estar afectos a los vaivenes de la economía mundial.

En el Frente, Aguirre Cerda se encontró con diversos problemas tanto para su gobierno

como para el mismo Frente por la diversidad de posturas dentro de esta, pero

principalmente los problemas venían de comunistas y socialistas, los cuales tenían

diferencias entre ellos y con las reformas propuestas por Aguirre Cerda. El Frente Popular

finalmente se desintegró a comienzos de 1941, cuando socialistas y el movimiento obrero

se retiraron formalmente, sin embargo, aunque el Frente estuviese muerto, las alianzas

políticas y electorales se asentaron en el país.

Las constantes luchas entre comunistas y socialistas se recrudecieron con el pacto de no

agresión firmado por Hitler y Stalin, lo que llego a un ambiente tenso en el Frente, lo que

llevó finalmente a su fin, pero esta situación tomaría otro camino

“cuando, en junio de 1941, Hitler invadió la Unión Soviética, la segunda Guerra Mundial,

hasta entonces condenada como una lucha imperialista, se convirtió de pronto en una gran

cruzada antifascista donde incluso los socialistas y los radicales encontraron un lugar. De

esta manera, los socialistas podían volver a forjar su alianza con los comunistas y los

radicales en una comunidad de facto del Frente Popular. Esta nueva solidaridad llegó

demasiado tarde para Aguirre Cerda, ya gravemente enfermo de tuberculosis. A mediados

de noviembre de 1941, dimitió. Al cabo de quince días había muerto” (Collier & Sater,

1998:214)

Después de la muerte de Aguirre Cerda, comenzó nuevamente la carrera por la presidencia,

en la que nuevamente se postula Ibáñez del Campo, pero que finalmente ganó el postulante

de la Alianza Democrática Juan Antonio Ríos (1942-1946), del ala conservadora del partido

radical, gracias en parte a la idea de que votar por Ibáñez era votar por el fascismo, lo que

terminó dándole la victoria a Ríos.

A pesar de los intentos del gobierno por permanecer neutrales frente al conflicto que se

vivía en gran parte de Europa y de la neutralidad mostrada en la anterior guerra, esta vez las

presiones fueron más fuertes que las intenciones de mantenerse alejados, por ello es que

Chile le declara la guerra a Japón en 1945 como requisito para formar parte de la

22

Page 23: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Organización de Naciones Unidas. Al mismo tiempo rompe relaciones con las potencias

del Eje, sumándose a la fuerza Aliada por lo que debe ceder en los precios de venta del

cobre a los países Aliados, principalmente a Estados Unidos. Otro elemento importante de

mencionar son los problemas con que debió lidiar de manera interna, al igual que el Frente

Popular que levantó a Pedro Aguirre Cerda como presidente, esta alianza, la Alianza

Democrática, solo era una unión electoral, en donde los elementos que convivían en ella no

compartían visiones de país en común, lo que terminó por hacer aflorar las diferencias y

con ello los problemas.

Un cáncer terminal obligó a renunciar a Ríos a la presidencia, por lo que Alfredo Duhalde

tuvo que cumplir con lo que restaba del periodo presidencial en la calidad de

vicepresidente, lo que con la muerte de Juan Antonio Ríos en junio de 1946, el país se vio

en la obligación de realizar la segunda elección de presidente en cinco años.

El reemplazante de Juan Antonio Ríos sería Gabriel González Videla, candidato de los

radicales y los comunistas, bajo la Alianza Democrática. El aumento del poder político y de

influencia de los comunistas producto de las elecciones municipales de 1947, sumado al

ambiente de guerra fría y a las crecientes huelgas, hicieron que distintos sectores del

espectro político chileno entraran en alerta, por lo que el Congreso ingresa la ley de defensa

de la democracia, conocida como la “ley maldita” que deja fuera de la ley al Partido

Comunista, enviando a sus militantes a un campo de detenidos en Pisagua.

Los aportes del gobierno de González Videla fueron implementar un plan para el desarrollo

de la provincia de Coquimbo, la aprobación del voto femenino, así como la instalación de

bases militares en la Antártica y la fundación de la Universidad Técnica del Estado.

En las elecciones presidenciales del 1952 se enfrentaron Pedro Enrique Alfonso desde los

radicales, Arturo Matte por el centro, Salvador Allende con los socialistas y Carlos Ibáñez

independiente. En el país se vivía un sentimiento de pérdida de fe en la política producto de

las malas administraciones por lo que el discurso de Ibáñez considerándose por encima de

la política terminó convenciendo a los votantes.

En sus primeros años de gobierno, apoyó la creación de la Central Única de Trabajadores

(CUT) liderada por Cloretario Blest, también derogó la “ley maldita” con lo que el Partido

Comunista pudo volver a participar en la vida política del país. En el plano económico, en

1955 la industrialización por sustitución de importaciones da signos de su fracaso, por lo

23

Page 24: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

que la economía nacional comenzó a tambalear. En un intento por salvar la alicaída

economía del país, Ibáñez encarga a la firma estadounidense Klein-Saks, llamada “misión

Klein-Saks” la que como solución al problema económico que vivía el país era necesario

implementar reformas para liberar la economía, en conjunto con la modificación de

estatutos del Banco Central y la creación del Banco del Estado de Chile. La

implementación de estas medidas fue recibida de mala manera en la población lo que

provocó numerosas huelgas y protestas. Los últimos momentos del gobierno de Ibáñez no

fueron tranquilos, La Federación de Estudiantes de Chile, convocó a una serie de protestas,

las que fueron reprimidas con severidad por el gobierno, que a su vez incentivó a nuevas

manifestaciones, dejando una veintena de muertos y miles de heridos.

c. Máfil y Los Lagos en la primera mitad del siglo XX

Las transformaciones que se vivían en el país, tanto político-administrativas como

económicas, y que fueron dando forma al Chile actual, tuvieron su corelato en las

realidades locales. En el caso de las localidades que se estudian los cambios se vivieron a

otros ritmo, no tan vertiginoso como el nacional, pero igual de significativo. Estas

transformaciones económicas y políticas que experimentó el país a lo largo de este siglo

permitieron que se fueran desarrollando diversas actividades económicas en estas zonas

bajo las cuales se desarrolló en muchos casos el trabajo infantil, así como variaciones

demográficas, que fueron cambiando las realidades de estos sectores, pasando de ser

pequeños caseríos a convertirse en ciudades. En las siguientes líneas se realiza una breve

contextualización histórica de Máfil y Los Lagos con el fin de acercarnos a cómo eran estos

lugares en que nuestros entrevistados crecieron.

Los Lagos

La actual comuna de Los Lagos nace, primeramente del traslado de la población del sector

de Quinchilca, antigua fortificación española y misión primero de los franciscanos del

24

Page 25: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

colegio de Chillán y luego asumido por los capuchinos. Ya en 1891 pasó a ser una

delegación municipal de Valdivia, para constituirse como comuna en 1894 bajo el nombre

de “Quinchilca”, es pues, porque según Lagos (1992) el traslado desde Quinchilca a

Collileufu no fue informado a las autoridades respectivas por lo que pensaban que la

comunidad de Quinchilca aún se encontraba allí.

Un momento central dentro de la historia de Los Lagos, así como también de la historia de

las localidades cercanas, es la instalación y funcionamiento del ferrocarril, el cual permitió

el crecimiento del pueblo así como la conexión directa con los diferentes puntos del país,

pero principalmente con el gobierno central ubicado en Santiago. Ya en 1894 comienzan los

estudios del trazado de éste en su tramo Antilhue-Pichirropulli y la extensión a Valdivia a

cargo de Germán Oelkers, que constituirían unos 80 kilómetros de línea férrea. Este hecho

supuso un cambio significativo en las dinámicas del poblado pues al comienzo de la obra se

instalaron unos 400 trabajadores, esto sumado a otros trabajadores especializados como

topógrafos, ingenieros, etc., lo cierto es que en cuenta a esta nueva “población” que se

asentada en el lugar “se habían desarrollado los medios para dar adecuada satisfacción a

sus requerimientos y necesidades de esparcimiento y recreación en sus holganzas, que no

eran muchas pero intensamente aprovechadas y se desarrolla el comercio en grado

bastante acelerado para la pequeña comunidad” (Lagos, 1992:78), por lo que se instalaron

muchos comercios destinados a estos trabajadores, pero a la vez también atrajeron a

muchos valdivianos en el camino hacía los grandes lagos como el Riñihue, Ranco o

Calafquen. Esta situación nos dice Lagos (1992) fue lo que estableció casi de manera

espontánea el nombre permanente de la localidad, pues al mencionar las personas que

querían visitar estos grandes lagos, se pasaba obligadamente por Collileufu, principalmente

por este comercio que hacíamos mención. Entonces el “vamos a los lagos” quedó

simplemente en “los lagos”, nombre con que fue conocido el lugar, hasta por los

ferrocarrileros, lo que motivó a que la empresa de ferrocarriles cambiara el nombre de la

estación de “Collileufu” a “Los Lagos”. Ya a partir de 1930 pasa a llamarse oficial y

legalmente el poblado como “Los Lagos”. (Lagos, 1992)

La obra de la línea férrea se terminó de construir en 1899, pero fue entregada para su

explotación en mayo de 1902. Las obras de esta empresa habían comenzado en 1856 y

25

Page 26: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

concluyeron en 1912 en Puerto Montt, contando con un total de 580 estaciones, siendo Los

Lagos la estación número 557, partiendo en Pueblo Hundido y culminando en Puerto Montt

(Lagos, 1992).

En 1907 se comienzan las obras para la implementación de un tramo del ferrocarril que

conectara la estación de Collileufu (Los Lagos) con San Martín de los Andes en Argentina,

cuyas obras solo se desarrollaron hasta Riñihue, no siendo ésta concluida en su idea

original hasta San Martín de los Andes. El aporte de este proyecto al desarrollo de Los

Lagos, se debió en atraer fuerza laboral que posteriormente se instalaría en la ciudad, lo que

ayudaría a acrecentar el centro poblado, a generar nuevas fuentes de trabajo y a “impulsar

en gran medida la agricultura, ganadería y explotación maderera, al proporcionar los

medios de trasporte adecuados y expeditos a la producción del vasto sector oriental de la

comuna” (Lagos, 1992:83), así como también posicionar a Los Lagos, desde allá por 1915,

como un lugar de interés turístico tanto de la población valdiviana como de lugares

aledaños, como punto de partida a los grandes lagos.

El Censo de 1907 nos dice que en la octava subdelegación de Quinchilca del departamento

de Valdivia, en el distrito de Quinchilca presenta una población de características rurales

para la época, con una población de 832 personas, desglosándose este cifra en 465 hombres

y 367 mujeres. De esta población una cantidad considerable vivía en la aldea de Quinchilca

(Collileufu) puesto que del total de habitantes (832) 493 de estas vivían en la aldea,

componiendo este total 295 hombres y 198 mujeres. La población completa de la

subdelegación (la octava subdelegación del departamento de Valdivia la componían los

distritos de Quinchilca, Riñihue y Maihue) se constituía por 1864 hombres, 1597 mujeres y

un total de 3461 personas. Para todo el país, según el Censo de 1907, existían 347871 niñas

en edad escolar y 367298 hombres, o sea, entre 6 y 14 años, contándose en la

subdelegación 772 personas que saben leer (530 hombres y 242 mujeres) y 2700 que no

saben leer (1345 hombres y 1355 mujeres).

En el Censo de 1920, ya con Calle-Calle como comuna, el distrito de Collileufu,

perteneciente a la decimoprimera subdelegación Calle-Calle, contaba con 1415 personas,

788 hombres y 627 mujeres, mientras el distrito de Calle-Calle, de la misma subdelegación,

habitaban 2157 personas, con 1165 hombres y 992 mujeres. Ya para esta década, y en este

26

Page 27: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Censo, aparecen referencias sobre Folilco, como caserío y como fundo pertenecientes al

decimotercera subdelegación Quinchilca, el fundo presenta la mayor cantidad de personas

con un total de 249 personas, dividiéndose entre 149 hombres y 100 mujeres, mientras el

caserío contaba con 27 personas, 10 hombres y 17 mujeres. En cambio la aldea de Los

Lagos la población total era de 359 personas, con 174 hombres y 185 mujeres. En cuanto a

la población infantil en la subdelegación de Quinchilca, en el censo no existe información

específica sobre la subdelegación por lo que la información que entregamos es sobre el

departamento de Valdivia en su conjunto:

27

Page 28: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Tabla I

Edad Hombres Mujeres TotalMenos de 1 años 1256 1169 2425Más de 1 año 817 817 1634Más de 2 años 1130 1059 2189Más de 3 años 1193 1059 2252Más de 4 años 1243 1128 2371Más de 5 años 1082 1040 21226-7 2368 2152 45208-9 2154 1989 414310-11 1890 1743 363312-14 2980 2552 5532Fuente: Censo 1920

Los niños que recibieron instrucción primaria en 1920 para la provincia de Valdivia fueron

12.405 en establecimientos fiscales, constituyéndose esta cantidad en 6.770 de hombres y

5.635 de mujeres. Para establecimientos particulares subvencionados, los alumnos fueron

1.615 hombres, 241 mujeres y 1.856 como total, y finalmente, en los establecimientos

particulares no subvencionados contaron en sus aulas con 139 niños, 151 mujeres y 290

como total. Estas cifras de la instrucción primaria en estos tres tipos de establecimientos

dejan como totales 8.524 hombres, 6.027 mujeres, y 14.551 alumnos que para 1.920

recibieron instrucción primaria.

En el Censo de 1930 la comuna de Los Lagos contaba con 14.738 habitantes, mientras en el

censo anterior la comuna tenía 9079 habitantes. De estas 14.738 personas con las contaba la

comuna, 1390 personas correspondían al pueblo de Los Lagos y para 1920 sólo habitaban

en él 359 personas, lo que nos muestra un incremento significante en su población que nos

habla del auge de la actividad forestal y ferroviaria. Las cifras de población urbana y rural

de la comuna nos muestran un claro aumento de la población urbana, pero claramente está

muy por debajo de la población rural de la comuna, realidad que se repite a lo largo del país

en donde la gran masa de población se encuentra en sectores rurales, correspondiendo la

población urbana de la comuna de Los Lagos en 1930 a 1.390 personas, con 666 hombres y

724 mujeres que comprenden el 9,4% de la población total de la comuna, los que se

encuentran en su totalidad en el pueblo de Los Lagos. Mientras en sectores rurales la

población la constituyen 7.314 hombres y 6034 mujeres, con un total de 13348, que es el

90,6% de las personas que habitan la comuna. El Censo recoge un total de 2377 viviendas

28

Page 29: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

en la comuna para una población total de 15556, lo que nos deja un promedio de 6,1

habitantes por casa. En el distrito N°1 de la comuna de Los Lagos, el pueblo del mismo

nombre presentaba para 1930 244 viviendas, en las que vivían 666 hombres y 724 mujeres,

en cambio en el distrito N°4 Riñihue, el fundo Folilco se constituía por 56 viviendas con

202 hombres y 167 mujeres, dejando un total de 369 personas. En el siguiente cuadro se

hace referencia a la población infantil en 1930 en la comuna de Los Lagos:

Tabla II

Edad Mujeres Hombres TotalesMenos de 1 año 255 283 538Más de 1 año 210 237 447Más de 2 años 223 234 457Más de 3 años 261 269 519Más de 4 años 266 253 519Más de 5 años 226 261 487Más de 6 años 238 255 493Más de 7 años 265 218 483Más de 8 años 203 221 424Más de 9 años 197 170 367Más de 10 años 195 207 402Más de 11 años 139 191 330Más de 12 años 162 209 371Más de 13 años 140 170 310Más de 14 años 154 152 306Fuente: Censo 1930

Ya en 1940 Los Lagos según el Censo de ese año, contaba con una población de 22618

habitantes. La población de Collileufu tenía una población urbana de 1397 habitantes,

dividiéndose entre 663 hombres y 734 mujeres, todo esto en unas 257 casa, con las que

contaba el pueblo. Mientras las zonas rurales sumaban 1484 habitantes en 264 casas, siendo

756 hombres y 728 mujeres.

Algunos otros acontecimientos de interés que nos narra Lagos (1992) hacen referencia a la

fundación de la primera compañía de Bomberos de Los Lagos, en diciembre de 1915, la

adjudicación de la instalación del servicio de alumbrado público en Los Lagos y nuevo

Collileufu por parte de la firma Menne y Cía., en 1939 se crea la segunda compañía de

bomberos y al año siguiente se forma el “Cuerpo de Bomberos de Los Lagos”. El 22 de

junio de 1940 se inaugura la planta eléctrica de Reumén construida por la firma Menne y

29

Page 30: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Cía., la misma que había construido la planta de Los Lagos que funcionaba en base a

energía hidráulica (Lagos, 1992).

Máfil

Los orígenes de Máfil, nos dice Fierro (2009) tienen su raíces en la comuna de San José de

la Mariquina, puesto que Máfil formaba parte ésta y para conocer la historia de la comuna

de Máfil debemos tener primero los antecedentes de la comuna en donde nació. La comuna

de Mariquina fue fundada en diciembre de 1859 con una superficie de 1.283 en el valle de

Mariquina o Maricunga, el cual era un centro huilliche a la llegada de los españoles, los

cuales decidieron tomarlas por la ambición que generaba el oro de Madre de Dios.

Dentro de los territorios que formaban parte de la jurisdicción de San José se encontraba

Pidey que era una reducción Huilliche de la zona. El nombre de Pidey perduraría hasta la

llegada del ferrocarril, siendo llamada la estación que se encontraba en este lugar como

Máfil y luego en 1910 la oficina de mensura de tierras edita un mapa del país en donde ya

aparecía el lugar con el nombre de Máfil, pasando a ser su nombre oficial, a la vez que este

evento se constituye como un punto de inflexión dentro de la historia de Máfil, por la

importancia innegable que este tuvo en el desarrollo de la zona (Fierro, 2009). El primer

paso que dieron los vecinos de Máfil, fue organizarse entre ellos con el objetivo de

transformarse en subdelegación para así tener los servicios necesarios que esta ese instante

se encontraban en San José, como registro civil, cementerio, escuelas, correos y oficinas de

telégrafos, entre otras. En 1964 durante el gobierno de Alessandri Rodríguez, fue publicado

en el diario oficial el artículo que por el decreto ley N° 15610 por el cual se creó la comuna

de Máfil, en el departamento de Valdivia, siendo su primer alcalde Germán Fehlandt

Berckoff.

En cuanto a la información referida a los Censo nacionales de la primera mitad del siglo

XX, el Censo de 1907 nos dice que la aldea de Pidei, perteneciente a la décima

subdelegación de Pichoi, contaba con una población total de 450 personas, distribuyéndose

esta cifra entre 222 hombres y 228 mujeres, y para la totalidad del distrito se identificaron

1336 habitantes. En 1920 ya como Máfil, de la quincuagésima subdelegación Macó de la

comuna de San José de la Mariquina, se calculaba una población de 309 personas para la

aldea, con 146 hombres y 163 mujeres, mientras la mina de Máfil contaban con una

30

Page 31: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

población estimada en 1.580 personas, entre hombres (972) y mujeres (608), a la vez que en

el distrito total habitaban 999. Según se expresa en el Censo de aquel año, en el distrito de

Máfil también se encontraba una población Mapuche que alcanzaba las 130 personas, con

70 hombres y 60 mujeres. Ya en 1930 la aldea de Máfil contabilizaba 59 casas con una

población de 355 habitantes entre 162 hombres y 193 mujeres, como parte de la quinta

subdelegación Miraflores, de la comuna de San José de la Mariquina. Casi terminando la

primera mitad del siglo XX, en el Censo de 1940, el pueblo de Máfil había crecido

considerablemente, hallándose 356 viviendas y 2.122 habitantes distribuyéndose en 1.126

hombres y 996 mujeres.

Ambas comunas experimentaron diferentes cambios a lo largo de la primera mitad del siglo

XX tanto a nivel administrativo como poblacional, que permitieron a sus habitantes vivir

otras realidades económicas y sociales. Como hemos visto, la primera mitad del siglo

pasado fue un momento de grandes cambios que se palparon tanto en lo nacional como en

lo local, a su vez en temáticas específicas como la infancia, puesto que es en el siglo XX en

donde se dan los pasos más significativos para abarcar, un fenómeno que a comienzos de

siglo se estaba transformando en un “problema”: los niños.

d. Legislación y Políticas Públicas en cuanto a Infancia durante la primera mitad

del siglo XX

Primeras iniciativas jurídicas sobre infancia

Desde la constitución de los estados modernos y los sistemas de regulación jurídica, es que

éstos creen necesaria la creación de leyes que regulen al niño, tanto para corregir su

comportamiento en caso de ser un problema para la sociedad, o remediar su situación a

través de instituciones si es que sufriese de carencias de cualquier tipo. La vulnerabilidad

31

Page 32: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

que se considera propia de la infancia y su desvalida condición para enfrentarse al mundo

en situaciones adversas provoca que toda sociedad tenga:

“una especial preocupación por proteger a los niños y jóvenes que la integran, que se

expresa en la existencia de múltiples y complejos mecanismos, tanto sociales como

jurídicos, destinados a protegerlos. En Chile, a través del tiempo se ha desarrollado un

sistema de protección y respecto a la infancia, que se ha expresado en la dictación de un

conjunto de normas jurídicas” (Cillero, 1994:76)

Esta preocupación tiene sus primeros indicios anterior a la conformación del estado

chileno, en tiempos de la colonia, en donde son las congregaciones religiosas y algunas

iniciativas privadas las que realizan actos de caridad con niños en situaciones de

vulnerabilidad, pero estas acciones no se traducen en un esfuerzo sistemático para cambiar

la realidad de estos niños, sino que sólo como actos esporádicos y espontáneos. Al finalizar

el siglo XIX y comienzos del siglo XX se puede apreciar que la acción benéfica privada y

la preocupación por el tema de la infancia es anterior a la acción del Estado en este tema,

puesto al escarbar un tema en las políticas atingente a este tema se evidencia que estas

formaron parte, inicialmente, de esfuerzos privados que transitaron desde el tratamiento

específico de problemas que tenían que ver con la sobrevivencia de los niños hasta “hasta

aquellos que –desde una postura “defensiva”- procuraban aislar aquellos “focos” de

degradación constituido por menores abandonados y/o implicados en conductas

delictivas...” (Morales, 1994:42) A medida que avanza el siglo XX el Estado se va

involucrando cada vez en el problema de la niñez, iniciando un proceso de especialización,

con la “llegada” de las ciencias “que procura desarrollar acciones especializadas hacia el

grupo-objeto enmarcadas en determinadas “ideologías” (médico-sanitaria y jurídica, por

ejemplo) que se expresan mediante la localización de determinados nichos institucionales”

(Morales, 1994:42).

Rojas Flores (2007) nos dice que ya para comienzos del siglo XX estaba asentada la idea,

por lo menos a nivel institucional, de que a los niños se les debía asegurar un cierto

bienestar material y social, pero esto aún no significó el reconocimiento del niño como

sujeto de derecho, sino que el desarrollo de un sentimiento de compasión y piedad por estos

seres vulnerables, y solo comenzaría a difundirse el enfoque de derechos sobre la infancia

32

Page 33: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

con la influencia cultural europea y luego norteamericana sobre los países

latinoamericanos, lo que a largo plazo sentaría las base sobre la moderna concepción y el

tratamiento legal hacía la infancia.

El comienzo del siglo XX trajo consigo movilizaciones obreras, las que luchaban por

mejores condiciones de vida y trabajo, pues a pesar de la bonanza económica producto del

modelo monoexportador, la gran mayoría de Chile seguía viviendo en condiciones de

supervivencia, lo que hizo que se retomara la preocupación por la llamada “cuestión

obrera”, que “no era otra cosa que el temor de los sectores dominantes frente al eventual

quebrantamiento del orden social.” (Morales, 1994:46). Es como consecuencia de las

precarias condiciones en las que vivían los niños de las familias populares y obreras, así

como la carencia de condiciones sociomateriales para poder desarrollarse, que la “infancia

desvalida”, es decir aquellos miles de niños que quedaban huérfanos y vagaban en las

calles, comienzan a presentarse como un problema, mas no solo a ojos de privados, sino

que ya también para el Estado, por lo que los niños en “situación irregular” son un

“problema social” por ser un potencial foco de delincuencia y vandalismo. Es por lo

anterior que la evolución histórica de los sistemas de atención a la infancia en Chile, ha ido

de la mano con la evolución de la legislación a menores (Cortez, 1992), obligando al estado

a hacer frente a esta situación puesto que muchas de las organizaciones de beneficencia

privada quebraron producto de la crisis que arrastraba la Gran Guerra que asolaba Europa y

repercutía en nuestro territorio. Este escenario en donde el Estado es quien debe hacerse

cargo de la situación de estos niños, comenzando a implementar una política universalista

en cuanto a infancia se refiere, pues las acciones que realiza el estado no trataban de aplacar

particularidades o casos en específico, sino que lo hacía de manera generalizada, noción

que se contrapone al carácter casi individual de la ayuda entregada como caridad desde las

instituciones de Beneficencia (Morales, 1994).

Como fruto de esta creciente preocupación del Estado sobre la problemática que presenta la

infancia desvalida en la época, es que en 1912 de firma la “ley de infancia desvalida” la

cual algunos autores la califican como deficiente (Cortez, 1992; Rojas, 2007) pues que

innovadora en el papel por representar la primera acción seria y tangible del rol que

pretendía desempeñar el Estado en cuanto a la infancia, con indicaciones sobre la

33

Page 34: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

prohibición de la explotación en niños menores de 8 años, ésta fue poco efectiva en la

práctica, pues “las limitaciones de la normativa la hicieron prácticamente inoperante”

(Rojas, 2007:141). El mismo autor (Rojas, 2007) nos habla sobre la creciente conciencia de

las personas de la época sobre las repercusiones del acto individual en la sociedad y del rol

que debe desempeñar el Estado en evitar las consecuencias de tal acto, pues “un padre que

corrompe a sus hijos no realiza un acto privado, sino uno de trascendencia social” (Rojas,

2007:141).

Ya en la década del veinte, marca un punto de inflexión con las décadas pasadas, pues el

Estado asume plenamente su rol como garante de las condiciones de vida de los

compatriotas, por lo “que se marca un cambio sustancial en el desarrollo de los sistemas

de bienestar a la infancia. Época de importantes movimientos sociales que lleva a los

trabajadores asalariados a obtener importantes logros en materia de políticas sociales que

benefician y protegen al trabajador, su familia e hijos menores de edad” (Cortez, 1992:2).

Al tener que resolver los problemas que significaban las demandas obreras levantadas en

las movilizaciones sociales ocurridas en la época, a causa de las precarias condiciones de

vida, y los efectos de la Guerra que se peleaba al otro lado del Atlántico, el Estado se debe

enfrentar y tratar de solucionar otro problema que aquejaba a la infancia como producto del

escenario social que se vivía en el país, este es las altas tasas de deserción escolar “debido,

fundamentalmente a razones de carencia de vestuario y/o a que el niño constituía un

recurso laboral importante en la familia popular” (Morales, 1994:47), situación que se

logra revertir, después de un largo proceso de avances y retrocesos, con la aprobación en

1920 de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria, hecho que según Morales (1994) se

justificaba desde el actuar del Estado “ya que el problema de la infanda desvalida no

estaba referida solamente a razones de carácter humanitario sino también a un problema

de reproducción demográfica y de armonía social” (49)

Como parte de este nuevo sentimiento hacia la infancia que imbuía a los países centrales y

por ello, a América Latina, se realiza en Santiago en 1924 el IV Congreso Panamericano

del Niño, el cual estuvo influenciada por la declaración de los derechos del niños el 21 de

noviembre de 1923 en Paris, que “significó un paso más en la alianza entre la ideología

médico sanitaria y la naciente ideología educacional” (Morales, 1994:50) alejándose de la

34

Page 35: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

noción coercitiva sobre la infancia y acercándose a una concepción de la infancia en donde

el niño es un ser el cual necesita los cuidados necesarios para llevar a desarrollar su

potencial.

Ley N° 4447 la primera Ley de Protección de Menores

Para Morales (1994) el eje diferenciador de dos épocas es la instalación de lo que el autor

llama “Estado protector” el cual trae consigo nuevas instituciones y aumento de los gastos

fiscales y de personal en el campo social, así como la especialización del contingente

estatal para tratar de una manera integral el problema de la infancia desvalida o en situación

irregular, comprendiendo el problema no se solucionaba con el castigo sino con la

prevención. La creación de políticas públicas que apuntan a contrarrestar los efectos de las

diferencias sociales en el país, van ligadas a un nuevo tipo de estado, más protagonistas y

rector, en un estado protector.

La Ley N° 4447 de protección de menores, se aprueba en 1928 y entra en funcionamiento

en 1929. Lo que se busca es evitar que le niño al estar abandonado o carente se transforme

en “delincuente” convirtiéndose en problema social. Además se reconoce la precariedad o

inexistencia de mecanismos de protección al menor y lo inoportuno de juzgar al menor con

una legislación de adultos, ya que “El delito en el niño, mirándose como sistema o

consecuencia de su estado moral, no es castigado. Debe aplicársele un tratamiento médico

y pedagógico, tratando de transformarlo en un elemento útil, y a la vez defender a la

sociedad de él, conforme con su grado de temibilidad” (Cortez, 1992:3). Para Morales

(1994) el espíritu de esta ley y la convicción que se expresa es “la voluntad política de

hacer del Estado un responsable directo de la niñez víctima de los efectos perversos del

capitalismo imperante. Más allá de la materialización de sus resultados, la iniciativa

buscaba establecer ciertos cánones preventivos respecto de la niñez desvalida.” (50)

Creemos que es solamente a partir de la promulgación de esta ley, que el Estado comienza

“a tener un rol decididamente activo en el ámbito de la infancia, al crearse el primer

35

Page 36: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

juzgado de menores y también el primer organismo público responsable de orientar la

asistencia al menor, denominado Dirección General de Protección de Menores,

dependiente del ministerio de justicia” (Cortez, 1992:4) cuya finalidad era eliminar o

reducir las causas de la delincuencia juvenil, comprendiendo que la mejor manera de atacar

este problema no era precisamente con un criterio represivo. Sino el niño debe ser

protegido de las condiciones de su medio, para lo que se deben crear establecimientos

especiales de reeducación y readaptación de menores sobre bases científicas y racionales.

Para Morales (2007) la recepción de esta ley por parte del mundo político e intelectual de la

época fue positiva, puesto ya cada vez estaba más inserta la opinión de que el niño no era

un adulto en potencia, no era un hombre pequeño, sino un ser con toda la complejidad que

eso significase, por lo tanto debería recibir un trato diferente en cual a los aspectos legales,

así como ser estudiado y considerado en su plenitud.

Esta ley es sin duda un punto de inflexión en cuanto a las leyes y sistemas de protección a

la infancia en nuestro país, puesto que antes de ella no había una propuesta clara y real para

solucionar lo que para entonces se venía transformando en un problema para el Estado

como fue la infancia desvalida, dotando de una institucionalidad central que controla y

unificara las diversas iniciativas que existían como esfuerzos privados para con este tema.

Las leyes y políticas públicas que vendrían después se implementarían sobre la base de esta

ley, dotando de mayor financiamiento o de mayores facultades entre otras cosas.

Con la llegada de los gobiernos radicales se pone énfasis en el ámbito médico-educativo, lo

que va de la mano de la propia “ideología” del gobierno de turno, pues creemos que en todo

ámbito de cosas, y en específico en lo referido al tema de la infancia, depende mucho de las

características ideológicas del gobierno, pues de esto depende de cómo comprendan la

problemática a la que se enfrentan y las soluciones que se dan desplegando para dar

respuestas a estas situaciones, pues si se piensa en la infancia como un problema

demográfico y de salud, las líneas de acción irán por ese camino, en cambio sí lo vemos

como un posible foco de delincuencia, las políticas se enfocarán en inhibir de manera

coercitiva estas posibles acciones. Un hecho relevante dentro del escenario de los gobiernos

radicales, es que siendo Salvador Allende ministro de salubridad, se integra la acción

conjunta sobre la infancia los de tres ministerios que habían actuado de forma separada:

36

Page 37: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

educación, justicia y salubridad, así como la creación de PROTINFA (dirección general de

protección de menores) en 1942, la cual es fusión de diversas organizaciones de

beneficencia, sanidad y educación. Los organismos que velaban por la protección del niño

se traspasan desde el ministerio de justicia al ministerio de salud. Esto demuestro el paso de

una comprensión del problema desde una perspectiva legal, tratando de controlar el

problema social de la infancia como un problema legal a un problema sanitario y de salud.

A pesar de las esfuerzos del Estado por cambiar la situación de la infancia desvalida,

Morales nos indica que para 1943 existían 300.000 niños en la ciudad de Santiago “que en

vez de ir a la escuela trabajaban, pedían limosna o vagaban” (1994:52).

El siglo XX significó un avance importantísimo en materia de infancia para nuestra país,

pero en especial la década del veinte, pues es en esta década en que se promulgan dos leyes

importantísimas en cuanto a infancia se refiere (Ley de instrucción primaria y Ley de

protección de menores) las cuales crean las bases para un tratamiento integral del problema,

así como también van dando forma a la noción que actualmente concebimos la infancia.

Como último punto de este recorrido por algunas de las leyes y políticas públicas sobre

infancia, que han dado cuerpo a la institucionalidad y han moldeado la forma en que

comprendemos a los niños, cabe mencionar la ley 16.618 publicada en 1967, “Ley de

Menores”, en la que se establece la creación del consejo nacional de menores (CONAME)

dependiente del Ministerio de Justicia centrándose en las condiciones sociales, pasando

desde la condición irregular del niño a la irregularidad de las condiciones socioeconómicas

y familiares del entorno del niño, por lo que CONAME cambia su foco desde un modelo de

rehabilitación conductual y prevención a uno de protección al niño y su entorno.

Capítulo II: Discusión Teórica

Para comprender la infancia dentro de un contexto histórico, debemos tener en

consideración que ésta es una construcción social, conteniendo elementos que le son

propios a cada período histórico, y si además esta infancia contiene alguna característica

particular como el ser trabajadora, debemos saber cuáles son los elementos que van

37

Page 38: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

configurando la realidad de esta experiencia para que esta realidad exista. A continuación se

presenta algunas aclaraciones teóricas en cuando a infancia, entendida como construcción

social y trabajo infantil, entendiendo esta realidad como una estrategia desarrollada por el

grupo familiar para la supervivencia de éste.

a. Infancia como construcción social

La infancia es una etapa del ciclo vital humano y como tal es experimentado de manera

transversal por cada persona en el planeta, en el transcurso de su biografía personal como

parte del desarrollo fisiológico y mental determinado por la naturaleza. Desde la

Antropología, con su particular mirada que pone énfasis en la diversidad y complejidad

cultural a la vez que comprende los fenómenos desde la perspectiva de los propios actores,

ha dado cuenta de la gran variedad y complejidad en distintas sociedades que como fruto de

las relaciones en éstas, se van delineando los procesos de crecimiento, desarrollo físico y

edad social (Narváez-Goenaga, 2012). Las diferentes etapas que constituyen el ciclo vital se

delimitan y clasifican de maneras particulares según las sociedad en específico, las

delimitaciones etarias responden a procesos en los que cada grupo configura las divisiones

del mundo social, creando o transformando determinados grupos como la infancia,

adolescencia o adultez (Bourdieu en Narváez-Goenaga, 2012). Así, la infancia no se

establece como grupo social determinado dentro de la realidad social de un grupo, sino

hasta que este mismo grupo le entrega características particulares, diferenciadoras y

limitándola, a través del “conocimiento y reconocimiento de ciertas características que al

ser leídas como propias de una clase particular de personas, las transforma en una

categoría social.” (Narváez-Goenaga, 2012:3), es por ello que lo importante en esta

construcción de la infancia como grupo o categoría social no son las fases de la maduración

biológica, sino las relaciones que los individuos establecen entre sí, con las instituciones

sociales y con la sociedad como un todo, las que moldean y dan cuenta de las

transformaciones dentro del ciclo vital (Colángelo, 2003). O como lo expresa Feixa

38

Page 39: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

“Todos los individuos experimentan a lo largo de su vida un desarrollo fisiológico y mental

determinado por su naturaleza, y todas las culturas compartimentan el curso de la

biografía en períodos a los que atribuyen propiedades, lo que sirve para categorizar a los

individuos y pautar su comportamiento en cada etapa.” (1996:2)

Este grupo social que constituye la infancia se presenta de manera diferente en cada tiempo

y lugar, como un estatus social diferenciado los que mediante las relaciones entre las

estructuras sociales, culturales y económicas propias de cada grupo van entregando

particularidades específicas que los sujetos pertenecientes a dichos grupo van manifestando

en ciertas conductas, relacionadas con un conjunto de elementos culturales que le son

propios al grupo social, conductas y particularidades que no son homogéneas sino que

dependen “de los condicionamientos derivados de su posición en la estructura social”

(Colangelo 2003), lo que nos habla de la dificultad para hablar de una infancia única para

cada sociedad , sino que sumado a las particularidades específicas de las que hemos

hablado, que van distinguiendo a cada grupo, también existen diferencias dentro de los

sujetos que componen el grupo, puesto que dependiendo de la posición en la estructura

social, es la experiencia vivida. Por lo tanto, la infancia, como todo concepto “no es

unívoco, sino dinámico y conflictivo. Las divisiones entre edades o etapas de la vida no

sólo son arbitrarias, sino también objeto de disputas y manipulaciones (Colángelo,

2003:4), esto hace que vaya cambiando con el pasar de los años, debido a las

transformaciones sociales que van experimentando las estructuras que componen la

sociedad, así como también de sociedad en sociedad tiene un tinte distintivo, así como

también pueden convivir muchas formadas de concebir la infancia aún en la misma

sociedad las que se encuentran en continua disputa por lograr la hegemonía cultura por

sobre las otras percepciones, pero a pesar de las transformaciones y disputas “el fenómeno

de la infancia siempre existe, es decir, una infancia viene precedida de otra y será

sustituida por otra; sólo los individuos que la experimentan se renuevan constantemente.”

(Narváez-Goenaga, 2012:6). Esto se debe a que los sujetos que componen esta categoría

social, o sea los niños, forman parte de la sociedad mismas, no se encuentran aislados de

ésta ingresando sólo al momento de la adultez, interviniendo y empapándose de los

procesos culturales, históricos y de las tradiciones del espacio y tiempo en el que vive

(Narváez-Goenaga, 2012).

39

Page 40: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Entendemos la infancia como una construcción social e histórica realizada por estructuras

propias de cada sociedad, en que producto de las relaciones entre estas estructuras y las

personas que componen dicha sociedad, van delimitando, moldeando y caracterizando los

diferentes momentos del ciclo vital del ser humano. Posteriormente estas características

pasan a los sujetos que interiorizan a modo de conductas, y en el que conviven diversas

formas que va tomando la etapa del ciclo vital dependiendo de la posición en la que se

encuentre el individuo dentro de la estructura social de cualquier sociedad. Pues bien, si

afirmamos esto, ¿de qué hablamos cuando hablamos de infancia en la primera mitad del

siglo XX? o ¿Cuáles son las estructuras o sistemas sociales que van moldeando y dando

forma a la infancia durante el siglo XX?

Muchos autores (Ariés, 1986; Colángelo, 2005; Narváez-Goenaga, 2012; entre otros) dan

cuenta de las transformaciones que ha experimentado la concepción de infancia, así como

el término. Nos dicen estos autores que la concepción moderna de infancia es propia de la

Europa en fase de consolidación del capitalismo, la cual es gracias a las mejoras en las

condiciones de vida de algunas familias, principalmente de la ya consolidada burguesía,

que contaban con los medios materiales para ya no realizar labores de subsistencia sino que

contaban con los medios suficientes para acumular los excedentes para luego capitalizarlos.

Esto permitió que los niños no debiesen (en estas familias) ingresar al mundo laboral con el

fin de entregar aportes para el sustento del grupo familiar, puesto que el niño, como adulto

en potencia, debía recorrer un largo camino para convertirse en adulto y terminar con su

condición de dependiente y necesitado de protección.

Para el caso específico de nuestro país, y en general para todo el mundo occidental

moderno, consideramos que la infancia, como construcción social, fue delimitada y

moldeada entregándole sus características para nuestro tiempo a través de tres instituciones

sociales que han tenido una importante crucial para nuestra sociedad actual: el sistema

biomédico, sistema judicial y el sistema escolar. Estos tres sistemas han irrumpido con

fuerza en los últimos sesenta años en nuestro país, lo que responde al avance del Estado y a

la cobertura que ha alcanzado, cubriendo sectores de la población que antes no eran

consideramos de relevancia, centrándose el accionar estatal sólo en las ciudades más

grandes. El protagonismo que han cobrado éstos, principalmente el sistema biomédico y el

40

Page 41: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

sistema escolar, también se debe al incremento y asentamiento de la confianza en las

ciencias para el mejoramiento de la calidad de vida, por lo que al transcurrir del siglo XX se

tomó en cuenta mucho más la opinión de “expertos” para resolver problemas de la vida

cotidiana, pero principalmente de los problemáticas que repercutían en la sociedad,

dándoles solución mediante el casi milagroso método científico.

Creemos junto con Colángelo que es mediante la especialización pediátrica que la medicina

ha definido a sujetos particulares de estudio, distinguiéndolos y separándolos del ser

humano genérico, convirtiendo a la infancia en una etapa determinada del ciclo vital. Como

nos dice Colángelo:

“la metáfora del “crecimiento” hace del cambio anatómico que acompaña a la infancia un

indicador de una transición social. A su vez, combinando la idea de una temporalidad

lineal a lo largo de la cual el niño inevitablemente debe cambiar, el supuesto de que este

cambio es un proceso natural, realización de lo que es biológicamente inherente y la

noción de progreso como guía de las transformaciones esperadas, el “desarrollo” se

constituye en la metáfora primaria a través de la cual la niñez es explicada y articulada

con la noción de futuro” (2008:8)

Con lo cual se delimita biológicamente al niño, puesto que al manipular los cuerpos el

sistema biomédico y dotarlos de características los va diseccionando en diferentes partes

para su posterior análisis en separado, con lo que se establece la primera enmarcación de la

etapa infantil a través del proceso biológico del cuerpo, entregándole fecha de inicio y

término a cada etapa del ciclo vital humano.

Por su parte el sistema judicial mediante las distintas leyes, que se han promulgado a lo

largo de la historia republicana, ha ido encasillando y delimitando la infancia. Primero, en

nuestra legislación, se fue transformando la edad en que el “menor” se consideraba con

discernimiento para ser condenado por un delito, puesto que en un comienzo la legislación

se aplicaba tanto a adultos como a niños por igual, lo que fue cambiando poco a poco. Esta

delimitación etaria es una delimitación entre la niñez y la adultez mediante la

determinación del discernimiento del niño, pues solo se es responsable de los actos que se

realizan si se es adultos, ya que el niño no es consciente del acto que realiza así como de las

consecuencias que este pudiese tener. El sistema judicial chileno se ha transformado,

partiendo desde un enfoque punible frente a la infancia, hacía un enfoque de derechos

41

Page 42: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

(Cillero, 1994; Cortez, 1992; y Morales, 1994), esto porque en las primeras décadas del

siglo XX la infancia era concebida como un problema social por la gran cantidad de niños

“huachos” deambulando en las calles de las grande ciudades del país, constituyéndose en

una amenaza al orden, y un potencial foco de delincuencia y vandalismo para su vida como

adulto, esta concepción de la infancia va cambiando a medida va transita el siglo,

posicionándose una idea sobre el niño como un ser desprotegido y carente, el cual necesita

del cuidado de los adultos. Esta idea se consolida con la Declaración de los Derechos del

Niño (1989). Este cambio en la mirada que la sociedad y en especial las entidades

gubernamentales hacia el niño se ha conjurado, creemos, gracias al cambio en la calidad de

vida de la población del país por lo que al niño se lo concibe y aprecia de otra manera,

unido esto a la influencia internacional, principalmente por los países centrales como los

Estados Unidos y Europa, adoptando su modelo de infancia, idea que no ahondaremos pues

no es central dentro de la investigación.

En cuanto al sistema escolar, creemos que este contribuyó a la delimitación temporal de la

infancia en cuanto categoría social determinada, así como al control y orden sobre el niño,

pues a medida que la escolarización se universalizaba, la asociación entre escuela e infancia

se hacía inevitable, y la obligatoriedad de asistencia a la escuela de los menores, “incidió

en la constitución dé los niños como sujetos, ya que comenzaron a ser interpelados por

diversos tipos de discursos, que oscilaron entre la protección, la represión y la educación”

(Carli, 1999:4), ya que “la escuela no es un modo de formación entre otros, ella fue

concebida como la primera y, finalmente como la última. Sus horarios ocupan todo el día

de los niños… su disciplina definió un saber ser niño hecho de pasibilidad, obediencia, de

una pedagogía de la intimidación” (Meyer en Narodowski, 1994) a la vez que la

escolarización se transformaba en una especie de “"maquinaria de gobierno de la infancia"

a partir de la cual se produjo la definición de un estatuto, la emergencia de un espacio

específico para la educación de los niños” (Carli, 1999:4) La universalización del sistema

escolar transfirió el proceso de educación desde la familia hacía la escuela, incorporando el

conocimiento científico, expresado en los especialistas-docentes y sus métodos racionales,

actuando ordenadamente sobre la niñez, siendo ellos los portadores de los saberes y

autoridad, por lo que “es el campo disciplinar que caracteriza a la infancia. La acción del

42

Page 43: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

niño será juzgada y corregida en relación con los instrumentos teóricos construidos para

intervenir en ella” (Satriano, 2008:4).

En su conjunto, estos tres sistemas han formado la categoría social que actualmente

comprendemos como infancia, con todas las características que ella posee, la escolaridad

obligatoria, la formación constante para transformarse en adulto, el no discernimiento sobre

los actos cometidos y la separación completa del adulto. La labor principal de estos

sistemas ha sido la de delimitar las diferentes etapas del ciclo vital humano, pero

principalmente la infancia, demarcando claramente el momento de inicio y de termino de

cada etapa, además de denominar y caracterizar las cosas que son propiamente de los niños.

En definitiva, la infancia contemporánea es una categoría social en sí, el niño no es un

potencial adulto si no un ser completo, con características particulares y con una

delimitación etaria clara, la cual está definida por su permanencia en el sistema escolares,

que darle termino se concluye con la época infantil, pasando a una nueva categoría con lo

cual también cambia su categoría en el sistema judicial, pasando a ya ser imputable de

penas punitivas frente a la ley.

b. Trabajo Infantil como Estrategia de Reproducción Familiar

Al igual que con el caso de la “infancia” como categoría social existente en variadas

sociedades, la que comprendemos como una construcción social, el trabajo infantil también

es un fenómeno que se ha dado histórica, cultural y socialmente en muchos lugares del

planeta, la cual es una realidad cotidiana en muchos países a lo largo del globo, y cuya

existencia genera diversas reacciones y posicionamientos frente al tema. Este concepto se

ha empleado de manera genérica para referirse al trabajo que realizan niñas o niños y que

no necesariamente tiene consecuencias negativas para estos (Leyra, 2011:1). Generalmente

este trabajo se realiza para aportar dinero al núcleo familiar, el cual se lleva a cabo de

43

Page 44: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

distintas maneras, lo que dependerá de las características socioeconómicas de la familia a la

que pertenece el niño, así como a las características particulares del contexto económico

local y nacional, lo que en un conjunto determinan la forma, oportunidad y características

específicas del trabajo infantil bajo ese contexto (Maureira, 2002). El trabajo infantil

generalmente es desarrollado por niños que pertenecen a familias con desempleo ocasional

o permanente, en donde el ingreso familiar se constituye mediante la participación de los

miembros de la familia, que estén en condiciones de hacerlo, en los diferentes mercados de

trabajo en los cuales pueden participar, lo cual lo hacen de manera diferencia. Puesto que el

jefe de hogar generalmente no puede satisfacer íntegramente las necesidades del grupo

familiar solo con su ingreso, “la unidad familiar participa en distintos mercados de trabajo

de acuerdo a las características de sus miembros y a los requerimientos de estos mercados”

(Maureira, 2002:117) buscando así complementar los ingresos de los miembros del grupo

familiar con el fin de tener dinero suficiente para la sobrevivencia de la familia. La

inserción en diversos mercados laborales por los miembros del grupo familiar se realiza

mediante una división del trabajo, que no solo es por edad y sexo, sino que también se basa

en las habilidades y destrezas que puedan demostrar los miembros del grupo familiar, según

la organización laborar familiar (Maureira, 2002).

La percepción frente a la existencia del trabajo infantil en los diversos países del mundo, ha

generado polémicas y diversas posturas, posturas que también tienen un tinte histórico,

cultural y social, que representar el sentir de un lugar determinado en el tiempo. Las

principales posturas frente al trabajo infantil en la actualidad se resumen en dos: el enfoque

abolicionista y el enfoque de valorización crítica (Leyra).

El enfoque abolicionista pone énfasis en lo perjudicial del trabajo infantil para el desarrollo

del niño, puesto que no permitiría que fuesen a la escuela o que disfrutasen su niñez, así

como considerar que el trabajo infantil significa explotación económica, puesto que reciben

pagas muy bajas o en algunos casos este pago no existe. También se considera que

“algunas formas de trabajo infantil pueden perpetuar la pobreza, porque las niñas y niños

trabajadores, privados de educación o de un desarrollo físico saludable, son susceptibles

de convertirse en personas adultas con bajas perspectivas de ingresos” (Leyra, 2011:10).

Este es el enfoque que predomina en las diversas organizaciones gubernamentales a lo largo

44

Page 45: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

del mundo, y que han promulgado las oficinas gubernamentales y organismos

internacionales como la OIT y la UNICEF, que consideran al trabajo infantil como un mal

que es necesario erradicar.

Por su parte, el enfoque de valorización crítica (o proteccionista), destaca los efectos

positivos del trabajo en los niños, en cuanto el trabajo es una instancia importante dentro

del proceso socializador. A la vez que el trabajo en sí no se considera perjudicial para el

niño, sino algunas formas que este toma, así como las actividades realizadas, las que en

algunos casos podría ser dañino para el niño. Lo que se busca en este enfoque es mayor

participación e igualdad de derechos de los niños en la sociedad, el reconocimiento al

protagonismo de niñas y niños trabajadores, así como el derecho a trabajar en condiciones

dignas y adecuadas, eliminar todas las formas de discriminación, violencia, pobreza y

explotación, y, principalmente, asegurar a los niños trabajadores un integro desarrolla, para

así no truncar su futuro. En general a lo que apela este enfoque es a poner en perspectiva el

trabajo infantil, considerando todas las características, como la situación social, cultural o

histórica de un lugar para así tener un posicionamiento frente al trabajo en niño, y no

oponerse a éste a priori. Estos enfoques nacen y van tomando fuerza posterior a la

Convención sobre los Derechos del Niño (a propuesta de las Naciones Unidas en 1989) con

lo que los estudios sobre infancia se multiplican, y con ello la realidad de miles de niños se

visibilizan tratando de cambiar las condiciones de vida, asegurando niveles mínimos de

vida.

El concepto de trabajo infantil tiene muchas acepciones, pero sin duda la más utilizada es la

empleada por la OIT (2009) que considera que trabajo infantil es aquella actividad

realizada por Niños, por debajo de la edad mínima general de admisión al empleo fijada en

cada país, cualquiera que sea su categoría ocupacional (asalariado, independiente, trabajo

familiar no remunerado), y que moral, social o mentalmente sea dañina e interfiera con su

escolaridad. Para efectos de esta investigación comprenderemos el trabajo infantil como el

conjunto de actividades realizadas por niñas o niños con el propósito de contribuir a la

economía de sus familias y permitir su reproducción, sean estas actividades dentro del

grupo familiar (trabajos domésticos) o fuera de este (trabajo asalariado o independiente).

La limitante de la utilización de este concepto en nuestra investigación es su alcance

45

Page 46: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

temporal puesto que la realidad que se pretende abordar tiene como lugar los recuerdos de

adultos mayores acerca de su infancia, la cual transcurrió en la primera mitad del siglo XX,

por lo que la validez del concepto se vería en duda por describir una realidad en donde las

valorizaciones y las percepciones son distintas, pero a nuestro favor (y a la de la utilización

del concepto) decir que si bien las condiciones en las que se desarrollan las actividades

tanto en el siglo XX como en la actualidad son diferentes, estas se realizan bajo lógicas

similares, las cuales apuntaban a contribuir al ingreso total familiar, y estos trabajos eran

realizados por niños de rangos etarios similares, por lo que hablar de trabajo infantil en los

términos en que lo hacemos no sería forzado en la realidad de la primera mitad del siglo

XX.

Como mencionamos anteriormente, el trabajo desempeñado por los niños, lo consideramos

como un aporte al sustento familiar lo que ayuda a que la familia se pueda reproducir y no

desaparezca, generalmente en sectores precarizados, excluidos de los centros del mercado

laboral formal que realizan actividades de subsistencia. Pues bien, el trabajo infantil lo

comprendemos como una más de una serie de estrategias que las familias despliegan para

poder sobrevivir a las condiciones que les impone el sistema económico. Estas estrategias

han sido caracterizadas principalmente por la sociología bajo diversos nombres (Estrategia

Familiares de Vida, Estrategias de sobrevivencia, estrategias de reproducción familiar),

pero todos apuntan básicamente a responder una pregunta esencial, ¿cómo sobreviven las

familias con pocos recursos frente a las precarias condiciones que les imponen las

estructuras económicas? Y su vez, la relación entre factores macroeconómicos y

microeconómicos, en donde el nodo de investigación es la unidad familiar. Dentro de estos

enfoques tomaremos los aportes de Torrado (1982) para comprender el trabajo infantil

dentro del contexto familiar en las infancias de los adultos mayores que prestaron su voz

para comprender el fenómeno de la infancia trabajadora en la primera mitad del siglo XX.

Torrado (1982) comprende las Estrategias Familiares de Vida (en adelante EFV) como

aquellos comportamientos de los agentes sociales de una sociedad dada que – estando

condicionados por su posición social ( o sea por su pertenencia a determinada clase o

estrato social)– se relaciona con la constitución y mantenimiento de las unidades

familiares (UF) en el seno de las cuales pueden asegurar su reproducción biológica,

46

Page 47: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

preservar la vida y desarrollar todas aquellas prácticas económicas y no económicas,

indispensables para la optimización de las condiciones materiales y no materiales de

existencia de la unidad y de cada uno de sus miembros” (Torrado,1982: 17).

Estas estrategias tienen directa relación con los estilos de desarrollo impulsados en un

determinado país, los cuales aluden a las estrategias de acción en el ámbito económico,

“como objetivos, proyectos y prácticas políticas relativos a los factores de desarrollo

económico y social que se encuentran vigentes en una sociedad dada” (Vallejos & Leotta,

2013:4) que habla de la vinculación entre niveles macros y micros sociales, para lo cual la

autora nos habla de una doble vista de la relación entre estilos de desarrollo y las estrategias

desplegadas por los grupos familiares; primero, existen aspectos de los estilos de desarrollo

que influencian directamente en el comportamiento de los miembros del grupo familiar en

particular y en el grupo familiar en general, y segundo, las estrategias familiares de vida

características de cada clase y estrato social condicionan procesos que propician la

utilización y posible viabilidad de determinado estilo de desarrollo. Por lo tanto, vemos que

existe un doble condicionamiento en que si bien la implementación de determinadas

políticas públicas o programas que vayan en la línea de determinado estilo de desarrollo,

permite la adopción de EFV particulares, y también, las EFV particulares determinan la

implementación de un estilo de desarrollo que vaya a la par.

Cabe señalar que dentro de esta línea teórica, el punto central de análisis es el grupo

familiar, el cual se entiendo como un conjunto de personas que cotidianamente interactúan,

a fin de asegurar de manera conjunta el logro de objetivos tales como la reproducción

biológica y la preservación de su vida, así como la consecución de aquellas metas

económicas y no económicas que permitan la optimización de las condiciones materiales y

no materiales de existencia (Torrado, 1982). Dentro de este análisis del grupo familiar se

considera central el supuesto de que estas estrategias están condicionadas por la posición

que ocupan las familias dentro del sistema de estratificación social, mediante los atributos

del jefe de hogar, lo cual estaría dado por la manera en que éste o los demás miembros del

grupo familiar se insertan en el sistema de producción económico local (Vallejos & Leotta,

2013).

47

Page 48: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Dentro del enfoque de las EFV, es necesario nombrar cinco características que ayudarán a

su comprensión: primero, los factores macroeconómicos funcionan como condicionantes y

no como determinantes, por lo que los actores tienen autonomía relativa con respecto a

estos; segundo, las unidades domésticas actúan para la consecuciones de ciertos objetivos,

los cuales no son necesariamente explícitos o conscientes, y las decisiones se toman sobre

la base de alternativas reales y no cálculos abstractos; tercero, estas estrategias componen

un proceso que se desarrolla a lo largo de la vida del grupo familiar; cuarto, todas las

decisiones que el grupo familiar vaya tomando en cuanto a las estrategias familiares de vida

están mutuamente relacionadas; quinto, existencia de la lógica que configuraría los

comportamientos familiares que pueden variar dependiendo a la pertenencia de clases,

como hipótesis implícita (Torrado, 1982).

Finalmente, para el estudio de estas estrategias, en la práctica vemos dos niveles que se

relacionan mutuamente, pero que es necesario analizar por separado para comprender su

relación: la unidad familiar y las condiciones sociales del contexto en que se vive. En

cuanto a la unidad familiar, es necesario tener en consideración para la operacionalización

la constitución familiar; sociabilización y aprendizaje; obtención de recursos de

subsistencia; división del trabajo familiar; y, localización familiar. En cuanto a las

condiciones sociales que enfrenta la familia para el despliegue de estas estrategias, son tres

las dimensiones necesarias para el estudio de esta realidad: las condicionantes

socioeconómicas; las jurídicas y políticas; y las ideológicas y culturales (Torrado, 1982;

Vallejos & Leotta, 2013).

Capítulo III: Metodología

a. Tipo de investigación

Por la naturaleza de los objetivos de investigación que se proponen para esta tesis,

consideramos que la mejor manera de aproximarnos y tratar de comprender esta realidad es

a través de los métodos y herramientas que son propias de la investigación cualitativa, la

48

Page 49: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

cual tiene la particularidad de poner el énfasis en “la forma en la que el mundo es

comprendido, experimentado, producido, por el contexto y por los procesos, por la

perspectiva de los participantes, por sus sentidos, por sus significados, por sus

experiencias, conocimientos y relatos” (Vasilachis de Gialdino, 2006:28) En este tipo de

investigación los datos descriptivos del mundo social son “las propias palabras de las

personas, habladas o escritas y la conducta observable” (Taylor & Bodgan, 1987:20). La

estrategia de investigación que hemos considerado pertinente por el objeto de estudio

abordado en el presente trabajo investigativo es el estudio de caso, entendiendo este como

un estudio que “pueden estar constituidos por un hecho, un grupo, una institución, una

organización, un proceso social, o escenario específico, construido a partir de un

determinado, y siempre subjetivo y parcial, recorte empírico y conceptual de la realidad

social, que conforma un tema y/o problema de investigación” (Neyman & Quaranta,

2006:218). Este tipo de investigación tiene la particularidad de privilegiar la profundidad

que un número reducido de estudios de caso puede entregar. Dentro de las tradiciones de

investigación cualitativas utilizamos el enfoque biográfico, pues consideramos que dentro

de los variados métodos de investigación que se emplean en ciencias sociales y

principalmente en investigación cualitativa, el enfoque biográfico nos permite conocer la

realidad social de una manera pertinente a los objetivos de esta investigación Mallimaci &

Gimenéz, 2006). La elección de la estrategia metodológica en el diseño investigativo

depende en gran medida del objeto de estudio, y dentro del universo de métodos de

investigación en ciencias sociales, el enfoque bibliográfico nos permite adentrarnos en la

subjetividad del entrevistado, conociendo así su particular visión del mundo que lo rodea,

así como hecho que ha sido protagonista o que ha observado, y a los cuales no tendríamos

oportunidad de conocer si no fuese a través de sus vivencias.

Los autores plantean propuestas y apuestas a futuro diversas para esta tradición

investigación, a la vez que la llaman de diferentes maneras; método biográfico (Mallimaci

& Gimenéz, 2006) enfoque biográfico (Bertaux, 1999) o aproximación biográfica (Correa,

1999). Pero lo que nos interesa acá va más allá de cómo llamar a esta tradición, así que para

efectos de este trabajo simplemente lo llamaremos enfoque biográfico para efectos

prácticos. Lo que realmente nos importa es comprender las características del enfoque

biográfico que nos permitieron el desarrollo de la investigación en los objetivos que se

49

Page 50: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

plantearon, además de contener elementos característicos que lo hacen diferenciarse de

otros enfoques investigativos en ciencias sociales.

El enfoque biográfico lo entendemos como “el estudio de un individuo o familia, y de su

experiencia de largo plazo, contada a un investigador y/o surgida del trabajo con

documentos y otros registros vitales” (Mallimaci & Giménez, 2006:176) siendo una

herramienta privilegiada para acceder a la subjetividad del entrevistado, así como al mundo

social que nos relata (Bertaux, 1999) para así

“comprender el sentido que los narradores dan a sus actos, las lógicas que

organizan su vida cotidiana, sus sistemas de vinculaciones con los otros, sus

relaciones con las instituciones, y también los principios de ser y de hacer que

sustentan sus prácticas y dan cuenta de sus visiones de mundo y de su búsqueda de

identidad social” (Sotteau-Léomant en Correa, 1999)

El enfoque biográfico supone el acceso a la información o al conocimiento que posee el

entrevistado a través del relato que este realiza sobre su propia vida y los elementos que la

conforman. Esto nos habla de la particularidad y características principales de este enfoque,

pues la construcción del “dato” de la investigación surge a través de la interacción del

investigador con los sujetos a los que estudia, o sea, mediante el diálogo entre estas dos

personas se construye in situ el “dato” producto de la conversación (Mallimaci & Giménez,

2006). Este ejercicio dialógico que es parte del enfoque biográfico, se desarrolla desde un

presente en donde se evoca un pasado, pasado que es recordado por el entrevistado en

donde, apelando a la memoria, reconstruye parte de su historia que el investigador a través

de la ayuda de las preguntas formuladas, mas este relato entregado por el entrevistador no

son extractos “puros” de su memoria, sino “interpretaciones del entrevistado sobre hechos

de los cuales ha formado parte, que se elaboran a partir del presente de la persona, de sus

deseos, proyectos y perspectivas en el momento en que realizamos la entrevista”

(Mallimaci & Giménez, 2006:194) por lo cual escuchamos las reflexiones realizadas por el

entrevistador sobre su futuro, recreadas por el filtro de su concepción actual de la vida, por

eso “lo que importa no es tanto el sentido que los hechos y los gestos han podido tener en

el momento en que ocurrieron, sino el sentido que pueden presentar al momento del relato

y que ayudan a aclarar lo que la persona es al momento en que ella los recuerda” (Correa,

50

Page 51: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

1999:7). Es por lo anterior que entendemos este enfoque y el relato que conlleva de parte

del entrevistador, como el resultado acumulado de las múltiples redes de relaciones que ha

establecido a lo largo de su vida, los grupos humanos con los que ha compartido y las

instituciones que ha formado parte, y mediante la verbalización de los acontecimientos que

han marcado su vida, los cuales significa y resignifica es que el sujeto “apropia y adueña de

lo que vive”, siendo creador de su propia histórica, en un sentido narrativo a la vez que es

creado por esta misma historia (Mallimaci & Giménez, 2006, Correa, 1999).

La elección de este enfoque para la realización de una investigación supone una relación

mucho más estrecha entre el investigador y el sujeto o grupo al cual investiga, pues como

ya dijimos, lo esencial en este enfoque es acceder a la subjetividad del entrevistador a

través de su relato. Esta particularidad rompe con las relaciones de poder tradicionales

dentro de las investigaciones en ciencias sociales en donde el investigador-experto

preguntaba y el sujeto de investigación respondía, en cambio el enfoque biográfico exige

relaciones más horizontales para realizar la investigación, en donde existen

“relaciones de implicación entre el investigador y los sujetos involucrados, es decir,

permite un cambio en la estructura de poder tradicional y en la forma de entender

la producción de conocimientos… Se puede decir, entonces, que la aproximación

biográfica reivindica un conocimiento compartido, entre dos, gracias a la

intersubjetivdad en la interacción, en la cual el sujeto “conoce al precio de ser

conocido” (Correa, 1999:2)

Esta relación de “igualdad” permite que el conocimiento, y en particular el “dato” de la

investigación se co-construya entre la información entregada por el entrevistado así como

por los aportes teóricos del investigador, creándose una estrecha relación en donde al

mismo tiempo el investigador “conoce” a la vez que es “conocido” en cuya humana

cercanía nos es imposible no ser permeados por la propia persona del entrevistador (Correa,

1999). Para que esta relación se establezca es necesario establecer lazos de confianza o una

“cláusula de complicidad” en palabras de Correa (1999) que permita dar valor y autorice a

alguien hablar de sí mismo a un desconocido, siendo la transparencia, el reconocer el valor

de la vida del otro que nos habla y la horizontalidad en las relaciones dentro de la

51

Page 52: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

investigación, elementos inseparables para que la investigación se logre con los objetivos

planteados.

Dentro de la tradición de investigación que conforma el enfoque biográfico, autores han

realizado “clasificaciones” de las muchas maneras en que se han llevado a cabo

investigaciones desde este enfoque. Denzin (En Bertaux, 1999) realiza una diferenciación

entre life story (relato de vida) y life history (historia de vida). Mientras el último de los

términos hace referencia a la historia completa de la vida de una persona y se enfoca en un

caso determinado, el primer término, corresponde a un fragmento de la vida, un hecho

particular durante del recorrido de vital de una persona, pero que también puede ser un

cúmulo de relatos. Sin bien, hay variadas definiciones para ambos términos, estos hemos

escogidos para este marco metodológico la de Mallimaci & Giménez (2006) “la story life,

el relato de vida, es una reflexión de lo social a partir de un relato personal” (177), nuestro

trabajo es un relato de vida (life story), puesto que para comprender una historia de vida

determinada o un cúmulo de relatos es completamente necesario comprender el contexto en

el que se ha desarrollado esa vida, una “biografía interpretada, porque el investigador

escribe y describe la vida de otras personas” según Denzin (en Bertaux, 1999) o una

“biografía interpretativa” para Creswell (en Mallamaci & Giménez, 2006) en donde la

reflexión por parte del investigador está presente en cada momento de la investigación,

tanto del contexto histórico como de la posición social del entrevistado en la sociedad o

comunidad determinado, así como el propio lugar desde donde escribe el investigador

(Mallamaci & Giménez, 2006).Esta comprensión del contexto histórico-social en que se ha

desarrollado la vida del entrevistado, así como su propio relato de su experiencia de vida no

son más que dos facetas del mismo hecho y que se desenvuelven en la misma realidad

social, la cual es necesario comprender para la realización de un análisis profundo (Bertaux,

1999), pues “no podemos ni siquiera comenzar a abarcar y comprender el ciclo vital

humano sin aprender a incluir el hecho de que el ser humano que estamos observando ha

ido creciendo en un mundo social” (Balán & Jelin, 1979:9), a la vez que mediante el relato

de vida podemos conocer la cultura, el contexto histórico y las particularidades sociales de

una sociedad determinada en un momento específico, desde la particular e irrepetible

mirada del entrevistado (Mallamaci & Giménez, 2006).

52

Page 53: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

b.- Delimitación espacio temporal

La investigación se llevó a cabo durante los meses de octubre del 2014 hasta mayo del 2015

en las comunas de Mafil y Los Lagos, ambas ubicadas en la provincia de Valdivia, Región

de Los Ríos. La comuna de Máfil, se sitúa al Noreste de la comuna de Valdivia, con una

superficie de 583 km2, con una población de 7.213 personas según el censo del 2002,y

cuyos centros poblados son Máfil y Mulpún (Fierro, 2009). Máfil limita con Mariquina y

Lanco por el norte, Panguipulli por el este, Valdivia y Los Lagos por el sur y Mariquina y

Valdivia por el oeste. La capital comuna, la ciudad de Máfil, se encuentra a 41 kilómetros

de la ciudad de Valdivia, la cual es la capital provincial y regional. Por su parte, la comuna

de Los Lagos, se encuentra en el centro de la región, a 50 kilómetros de la ciudad de

Valdivia, y cuenta con una superficie de 1.791 km2, con una población de 18.733 habitantes

según el censo del 2002, limitando la comuna al norte con las comunas de Máfil y

Panguipulli; al sur con las comunas de Futrono y Paillaco; al este con las comunas de

Futrono y Panguipulli; y al oeste con la comuna de Valdivia. En la ciudad de Los Lagos, la

cual es la capital comunal, atraviesan los ríos Quinchilca y San Pedro, este último es el

desague natural del lago Riñihue, y ambos ríos forman parte del sistema fluvial del río

Valdivia.

c. Técnica de recolección de datos

Las técnicas que recolección de datos utilizadas para comprender el trabajo realizado por

niños en la primera mitad del siglo XX en las actuales comunas de Máfil y Los Lagos,

fueran entrevistas en profundidad y revisión de material bibliográfico, puesto que, como

vimos anteriormente, el enfoque biográfico apunta a comprender una realidad determinada

a través de dos momentos: la “subjetividad” de los actores y la “objetividad” estructural.

53

Page 54: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

La entrevista cualitativa o “en profundidad”, entendida ésta como “reiterados encuentros

cara a cara entre el investigador y los informantes, encuentros estos dirigidos a la

comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto a sus vidas,

experiencias situaciones, tal como la expresan con sus propias palabras” (Taylor &

Bogdan, 1987:101), las que no son estructuradas, permitiendo al investigador recurrir a su

propia intuición para ir formulando las preguntas, según como se vaya desenvolviendo la

entrevista. Creemos que la mejor manera de llegar hacia la subjetividad de las personas con

las que trabajamos fue mediante este tipo de técnica, pues nos permite establecer una

complicidad necesaria para que los adultos mayores nos relaten sobre los recuerdos que

tienen sobre su infancia, posicionando tanto a investigadores como a informantes de

manera simétrica, ya que son ellos los que “conocen”. En este caso se hace necesario

utilizar las entrevistas en profundidad puesto que el objetivo de la investigación es retratar

una realidad que se escapa a la realidad del investigador, puesto que al ser un hecho

ocurrido en un tiempo pasado, éste no se puede observar directamente en el campo, por lo

que el entrevistado se transforma en los “ojos y oídos” del entrevistador para acceder a la

realidad que pretende conocer (Taylor & Bogdan, 1987). Las entrevistas se realizaron a

adultos mayores de las actuales comunas de Máfil y Los Lagos, contactándonos primero

con el área de desarrollo social de ambas municipalidades para así conseguir los contactos

de los presidentes o algún dirigente de los clubes de adultos mayores de estas comunas.

Luego del contacto con estos dirigentes y la explicación del marco de la investigación y los

objetivos de la tesis, es que se proponía una entrevista grupal, la cual sólo se pudo realizar

en uno sólo de los clubes consultados, puesto que no todos accedían, por diferentes

motivos, ya sea por negativa de las personas que conformaban el club o por negativa del

presidente, o también porque en el periodo en que se realizó la investigación no se

reunieron como club, lo que decantó en que se realizase la entrevista al propio presidente

del club o a alguna persona recomendada por este último. Se realizaron ocho entrevistas en

profundidad, las que se efectuaron en las propias casas de los entrevistados, por considerar

este espacio como un lugar de intimidad para las personas entrevistadas y así pudiesen

sentirse más cómodas al momento de la entrevista ya que se encontraban dentro de su

“zona de confort”, lo que resulta en respuestas mucho más completas y confiables. En el

caso de la entrevista grupal, está se realizó en el club de adulto mayor “Nueva Esperanza”

54

Page 55: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

de Los Lagos, el cual en el momento de la entrevista contaba con 20 asistentes a la reunión,

esta entrevista se realizó más bien de manera exploratoria para identificar personas para

entrevista en profundidad. Luego de la entrevista grupal se seleccionaron dos personas para

profundizar en sus relatos, puesto se consideró que su historia de vida contribuiría con la

presente investigación. En la investigación se utilizan los nombres reales de las personas

entrevistadas, pues ninguna de ellas pidió mantener en el anonimato su identidad. Estas

entrevistas fueron grabadas para así asegurar que el relato entregado por las personas fuese

lo más fidedigno posible, previa consulta con los entrevistados.

Las comunas con las que se trabajó fueron elegidas puesto que teníamos antecedentes

previos que nos hablaban de la posibilidad de encontrar testimonios de personas que en su

infancia hayan realizadas actividades que pudiésemos comprender como “trabajo”, en las

dos actividades productivas más importantes en ambas comunas durante la primera mitad

del siglo XX: el tren y las minas de carbón.

d. Análisis y procesamiento de los datos

Para realizar el análisis de los datos obtenidos durante el proceso de investigación

seguimos los pasos indicados por Taylor & Bogdan (1987), esto es: leer detenidamente

todos los datos obtenidos en el trabajo de terreno; seguir la pista de tema, intuiciones,

interpretaciones e ideas; buscar temas emergentes; desarrollar conceptos y proposiciones

teóricas; y finalmente, leer el material bibliográfico. Esto nos permitió poder ordenar y

clasificar la información obtenida, información que posteriormente se verá reflejada en los

resultados. Pero comprendemos, con Berteaux, que el proceso de “análisis” en el enfoque

biográfico no se realiza al final de investigación, sino que es un proceso constante, “el

“análisis” continúa a lo largo de toda la investigación y consiste en construir

progresivamente una representación del objeto” (1999:13) por lo que sentimos que el

proceso de investigación más que ser en forma lineal, es en forma circular, en donde los

momentos de la investigación se constituyen en una cadena que da forma y sentido a la

investigación.

55

Page 56: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Capítulo IV: Resultados de la Investigación

Igualito que otros tantos de niño aprendí a sudar,

no conocí las escuelas ni supe lo que es jugar.

Me sacaban de la cama por la mañana temprano

y al ladito de mi papá fui creciendo en el trabajo.

Victor Jara, El hombre es un creador.

En este capítulo se presentan los relatos de vida de las personas que participaron en esta

investigación, centrándonos en tres puntos: la familia, en donde se hace referencia a los

miembros del grupo familiar y las actividades realizadas por estos, lo cual es importante en

esta investigación puesto que por las labores realizadas por estos, podremos darnos cuenta

de la división en cuanto al trabajo, así como también hacer referencia a la relación entre las

personas que componían el grupo familiar, por lo que hemos dividido este subcapítulo en ;

la localidad, a los trabajos que se desarrollaban en la localidad en donde estas personas

vivieron en su infancia y la relación con niños del sector; y la infancia y trabajo infantil,

en cuando a las labores realizadas por ellos, las razones que los llevaron a realizar estas

actividades y la repercusión que estas vivencias han tenido en su vida adulta actual.

Esto relatos se presentan como si fuesen uno (identificando al entrevistado) para de esa

forma realzar la similitud en algunos aspectos de sus vivencias que nos hacen pensar en una

constante en algunos sectores de la población en aquellas épocas y en el caso de las

experiencias divergentes se evidenciarán estas diferencias, pues consideramos que para los

intereses y objetivos de este trabajo, es más útil presentarlo de esta forma y no de manera

separada por persona que prestó su voz para la realización de esta investigación. Al tiempo

en que se presenta los relatos de los entrevistados también se pretende analizarlos, como

56

Page 57: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

punto de partida la antropología de la infancia, pero principalmente desde las Estrategias

Familiares de Vida, para con ello, comprender desde esta perspectiva teórica la labor

realizada en la infancia por las personas entrevistadas y las características que van

adquiriendo éstas dependiendo de las cualidades propias de su grupo familiar, así como de

los lugares en donde vivieron.

a. Familia

Trabajos realizadas por los miembros de la familia

La unidad familiar constituye un elemento central dentro de la vida de los entrevistados,

pues es en este espacio, que constituye el hogar, en donde se van construyendo como

actores del medio en el que habitan y viven. Este grupo en los diferentes entrevistados va

adquiriendo características propias las cuales dependen de múltiples factores, los cuales

entre ellos se encuentran el lugar donde se habitan, los miembros que la componen, etc.,

por supuesto, no existe grupo familiar igual a otro. Una característica importante que nos

dicen algunos entrevistados acerca de sus familias es la gran cantidad de sus miembros, la

que generalmente supera los tres hermanos, como nos dice Don Hernán haciendo alusión a

esto y “es que los padres que no tenían ocho diez hijos no eran familia” lo que daría

respuesta a la pobreza que nos relatan se vivía en los años de infancia, pues dice que

“nosotros no conocimos los zapatos hasta como cuando teníamos doce años. Entonces

para comprarle ropa y zapatos a tanto hijos, de todo a tanto hijo... a pata no más y todo el

mundo a pata”, aunque siempre cuando hacen mención a sus familias hablan en términos

de lo que podríamos entender como familia nuclear, que comprende a los padres y

hermanos, sin incluir a tíos, primos o abuelos. Don Dago nos habla principalmente de la

relación familiar en torno a las labores que realizaban, pues su padre tenía animales y

trabajaba en el campo, la madre hacía las labores de la casa, pero que de igual manera

ayudaba al papá en un trabajo paralelo que tenía, el cual es la creación de “coronas” para

funerales los que se hacían con enredaderas que encontraban en el bosque. Don Patricio

rememora una infancia quizás pobre, tal vez con algunas carencias en cuanto a lo

económico, que arrastra las pobreza que traían sus padres y que quedó en su memoria por

las conversaciones de los mayores, donde hablaban de un Chile por lo general pobre, pero

57

Page 58: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

con la esperanza viva de un mejor mañana para sus hijos, “mis padres eran de situación

económica baja pero ellos tenían ideas liberales, en el sentido de que ellos se sacrificaban

y sabían que tenían que salir adelante con su familia, y a pesar de que pasaron por

momentos difíciles, ellos hablaban de una crisis que hubo por el año 39 que hubo en chile,

y a pesar de todo y la pobreza en la que vivían, y nos criaron, somos tres hermanos”, a

pesar de las situaciones que imponía el día a día, el horizonte era claro, teniendo que

recurrir a diversos métodos para ayudar a la familia, “el objetivo de ellos era sacar

adelante a la hija mayor que era la mujer saliera adelante con los estudios y ella como era

la mayor cuando terminara el sexto humanidades pudiera obtener alguna profesión y

cuando estuviera más o menos estable ayudar al que seguía y así sucesivamente hasta el

menor que era yo. Mi hermana estudió en la normal de Chillán y después de dos años salió

titulada de profesora, y comenzó a ayudar a la familia.”, para Don Patricio la razón por la

cual al final pudieron vencer las adversidades de los tiempos en que vivieron él, sus

hermanos y sus padres es por las particularidades de sus padres, pues como él nos dice “mi

papa llegó hasta 4° humanidades, mi mama no, ella vivió cerca de Chillán en la zona

central y llegó hasta el 3 año básico o preparatoria, pero ella fue autodidacta, así que ella

misma leyendo se hizo naturista”, a pesar de la poca preparación escolar de ellos, fueron

autodidactas, principalmente su madre, quien instruyó a la familia completa en el

naturismo, lo que repercutiría en la vida de Don Patricio, “mis padres eran naturistas, por

eso nunca tuvimos problemas de salud, nunca nos atacaron las pestes.”

Por su parte Don Mario nos habla del itinerario de trabajos y situaciones por las que pasó su

padre hasta llegar al lugar que posteriormente habitarían, así como las labores realizadas

por la madre

“yo nací a once kilómetros aproximadamente en un fundo que se llamaba “Ciruelos”,

cerca de Los Lagos. Mi padre trabajaba ahí en ese fundo, el estudio aquí en Los Lagos, se

casó después, estuvieron trabajando. Yo tenía 5 años cuando después nos vinimos. Yo

siempre me acuerdo que en esa época cargamos una carreta con bueyes, alojamos en la

noche en un aserradero, al otro día para llegar aquí al fundo Anwandter. En la cruza norte

del rio, ahí llegamos a vivir en una casa que le habían dado pega a mi padre para trabajar

en las calderas de las barracas. Estuvimos un tiempo ahí, un medio año, no recuerdo bien.

58

Page 59: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Nos llevábamos de chicos ahí a calentarnos en las calderas, cuando mi padre hacia fuego.

Y de ahí le ofrecieron pega en ferrocarriles pero como tratero, uno lo llamaba en ese

tiempo los carrunchos, los matasapos… ellos se dedicaban a cambiar los durmientes. Yo

vivía con mi mama y mis hermanos, después de morir mi papa. Mi mama hacia peguitas

también, era dueña de casa, lavaba ropa a gente ajena para tener entraditas para la casa.

Mis hermanos se dedicaban a una y otra cosa, mi hermana mayor también era emplea, mi

otro hermano también trabajaba por ahí, el menor también era lustrabotas… todo se hacía

así antes, todo era trabajo.

Los relatos de itinerancia en la búsqueda de trabajo o quizás de mejores condiciones de

vida, no es excluyente para el caso del padre de Don Mario, Don Jorge también recuerda,

mediante los recuerdos de su propio padre “Yo nací aquí en Temuco, en un fundo. Mi papa

era trabajador maderero. Se vino como el año 35 de Cañete. Nos criamos en Enco.

Éramos tres hermanos, yo el segundo. Mi hermana murió a los 27 años.”, el relato de Don

Hernán también nos cuenta del tránsito de los padres en cuanto al trabajo y al lugar en

donde nacieron los entrevistados, “mi padre es originario de Maullin, mi madre es de

Quenuir, frente a Maullin”. Este itinerario y echar a andar buscando mejor suerte quizás

responde a las necesidades que establece la economía local, con poca mano de obra o bajos

sueltos, quizás la inexistencia de ambos, por ello tal vez las ganas de cambiar de rumbo,

estableciéndose en lugares donde les ofreciesen trabajo y un lugar donde echar los huesos.

Este traslado del lugar de nacimiento por parte de algunos padres de los entrevistados

creemos es la razón por la que estas personas identifican a su familia en términos de familia

nuclear, imposibilitando que otros miembros de la familia participen de las dinámicas del

núcleo familiar.

Por las condiciones que probablemente la vida les impuso, los padres de nuestros

entrevistados no tuvieron acceso a mayores niveles de escolarización, por lo que debieron

trabajar desde pequeño, al igual que algunos de sus propios hijos. Estas experiencias van

moldeando la opinión y disposición frente a la escolarización de sus hijos, pues para Don

Dago en los tiempos de su niñez la escuela no era algo importante para los padres, se asistía

al colegio en la medida en que otra actividad familiar lo permita, o sea, si no había una

actividad que realizar si asistía a la escuela, ya que el niño es útil en la medida que pueda

59

Page 60: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

aportar con trabajo “real”, o sea, trabajando en el campo, ayudando directamente a la

familia, no así asistiendo al colegio, pues no es una inversión a corto plazo por no constituir

un ingreso de dinero para la familia. El entrevistado nos relata que sus propios tíos retaron a

su padre cuando decidieron enviarlo a la escuela normalista en Valdivia, por considerarlo

una perdida para la economía familiar, ya que los niños según su punto de vista, aportaban

más trabajando en el campo que asistiendo a la escuela, en donde además había que pagar

algunas cosas. En la misma línea que los padres de Don Dago, los padres de Don Patricio

también decidieron enviarlo a la escuela, por considerar una instancia importante porque

“para mis padres era importante ir al colegio, salir profesionales para sostenerse”, lo que

para el entrevistado ya se estaba transformando en una tónica en la época o por lo menos

más niños asistían a la escuela año tras años, pero para Don Patricio sus padres iban un

paso más allá, “yo creo que mis padres eran avanzados por la importancia que le daban a

la educación, y ellos también siguieron cultivándose, ellos fueron un complemento, siempre

nos inculcaron educarnos” puesto que la importancia de la educación la aplicaban en sus

propias vidas educándose constantemente. Para los padres de Don Hernán también fue

importante e imprescindible la asistencia a la escuela, a pesar de no siempre contar con los

medios para que los hijos lo hagan, teniendo que recurrir a labores complementarias con su

trabajo formal “la vulnerabilidad existía, habían tantos hijos mi padre era carpintero y

mueblista y tenía tallercito extra y tenía como para ganar un poquito más de plata y para

educar a sus otros hijo. Mi padre se esforzaba, buscaba medios, pensaba que podía hacer,

le dieron una Pieza de empresa para hacer el taller”, esta vulnerabilidad o precaridad no

solo existía en cuanto a la familia, sino que el mismo entrevistados nos habla de las

condiciones en las cuales se realizaba la enseñanza, las cuales no siempre eran las mejores

o adecuadas para realizas aquellas actividades, “había una sola pieza grande, dentro de la

escuela donde estaba el personal; los de primero de un lado, los de segundo otro, y los de

tercero en otros. Entonces había una sola profesora y le enseñaba a todos juntos; primero

con unos y los dejaba trabajando, después con los otros y los dejaba trabajando y después

los otros y así... Siempre hubo una profesora que hacía así”, recalcando que “para mis

padres era importante que estudiáramos. Para las madres no hay hijos malos, son todos

buenos”. Pero no todas las realidades experimentadas por los entrevistados tenían como

elemento central la escuela, puesto que en muchos casos se asistía poco y casi nada a esta,

60

Page 61: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

por las circunstancias que entregaban las condiciones familiares y del lugar en el que

vivían. Muchos de ellos tuvieron que trabajar desde muy temprana edad no teniendo tiempo

ni oportunidad para asistir a la escuela, entre ellos Don Mario nos relata un episodio

decidor en cuanto a esto, y sobre todo a la poco importancia de la época en cuanto a la

escuela, sobre todo en los estratos más bajos económicamente, “una vez no quiso que yo

vaya a la escuela porque llegaba una señora a visitarlo, entonces me dejaba cuidando el

negocio y yo desaparecía, me ganaba afuera, yo con mis cuadernos parado al lado del

negocio, antes los carabineros lo llevaban a uno si no estaba en la escuela, y pasa un

carabinero y me ve y me pregunta ‘y tú por qué no están en la escuela’ y le digo que mi jefe

no me deja, y entro y habló con mi jefe y me dejaron ir a la escuela y me fui pa la escuela

no más…”, lo que da cuenta, aparte de la preminencia del trabajo por sobre los estudios, de

la precaria línea que divide el trabajo infantil de la explotación infantil, discusión que en

nuestros días es común en la cual en la mayoría de los país se pretende eliminar la

existencia de niños trabajadores, pero que en tiempos que nos relata Don Mario y todos los

entrevistados esta preocupación no existía. En esta misma línea los relatos de Don Jorge y

Doña Baldina nos muestran, lo que creemos, era la tónica en la primera mitad del siglo XX:

En el invierno se iba a escuela pero poco, la mayoría de los padres sacaban a los chicos

para ir a trabajar. Cuando llovía íbamos a la escuela, sino a trabajar porque no era una

obligación (Don Jorge)…la educación antes eran dos años y después a trabajar también

(Doña Baldina).

La composición familiar de los entrevistados nos habla de familias numerosas, con tres o

más hijos, las que se constituyen generalmente como familias nucleares, lo que quiere decir

que estos grupos familiares se organizan exclusivamente entre padres con sus hijos,

quedando fuera de esta otros miembros que también pudiésemos considerar como parte de

la familia, como son los tíos, sobrinos, abuelos, etc., como ya dijimos este grupo de

personas que constituye la unidad familiar lo entendemos, siguiendo la línea de las

Estrategias Familiares de Vida, como grupo de personas que cotidianamente interactúan, a

fin de asegurar de manera conjunta el logro de objetivos tales como la reproducción

biológica y la preservación de su vida, así como la consecución de aquellas metas

económicas y no económicas que permitan la optimización de las condiciones materiales y

61

Page 62: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

no materiales de existencia (Torrado, 1982). Según lo conversado en las entrevistas, el

hecho que estas familias generalmente no vivan en el mismo lugar de nacimiento y de

formación que sus padres podría explicar el hecho de que estos grupos familiares son

unidades que se componen solamente entre padres e hijos, como por ejemplo Don Mario y

Don Jorge que nos relatan el tránsito recorrido por sus padres en la aventura de encontrar

nuevos horizontes tanto de vida como laborales, alejándose del lugar en el que durante

muchos años se vivió. Este elemento no aparece de manera explícita en los relatos, pero si

lo podemos deducir de éstos, puesto que los entrevistados al contarnos en qué lugar habían

nacido, nos hablan primero de los itinerarios que tuvieron sus padres para llegar al lugar

donde los entrevistados nacieron. El hecho de que tuvieran que emigrar para encontrar

trabajos quizás también responda al hecho de que para “hacerse hombre” generalmente se

abandona el hogar paterno, buscan un hogar propio y formando una familia. Los relatos de

los historiadores que realizan sobre esta época, nos cuentan sobre las precarias condiciones

en que vivía la mayoría de la población del país, quienes se encontraban en un país que aun

experimentaban los efectos de una gran crisis como la gran Depresión del 29, que según

estudios de la Liga de las Naciones fue nuestro país el más golpeado por esta, con lo que

cayeron dramáticamente las importaciones así como las exportaciones, arrastrando con ello

pobreza y desempleo. La infancia de nuestros entrevistados, fluctuaron entre las décadas

del 40 y 50. Ellos y sus familias vivieron en una sociedad y tiempo en el que no se accedía

a derechos sociales, en un tiempo en el que el aparato estatal no llegaba a una gran parte del

país, quedando estos lugares bajo la sombra y poder de la decisión de los dueños de la

mano de obra. En estas condiciones de precariedad, sin condiciones dignas de trabajo y

pocas expectativas transcurría su inserción laboral.

Frente a estos escenarios de escasez y precariedad en las condiciones de vida y de trabajo,

es que las familias se organizan y establecen estrategias para hacer frente a estas

situaciones, las que pueden ser de carácter coyuntural o estructural, siendo la primera

pasajera y producto de un determinado evento que ha arrastrado a la familia a esa situación

temporal teniendo que realizan ciertas acciones con el fin de superar la eventual situación;

pero la segunda ya podríamos considerarla de carácter constante, teniendo la familia que

idear estrategias constantes para sobrevivir frente a estas situaciones. En el caso de nuestros

entrevistados podemos notar como las familias como conjunto van desarrollando estrategias

62

Page 63: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

para sobrevivir y “salir adelante” como unidad, lo que podríamos ejemplificar con los

casos de don Patricio y don Hernán. Para la familia de don Patricio la mantención de tres

hijos no era tarea fácil, como tampoco lo es en la actualidad, por ello como ingreso

complementario al de su esposo, la madre de don Patricio realizaba labores fuera de su

círculo doméstico con el fin de conseguir un poco más de dinero. Además de esta labor

realizada por la madre de don Patricio, los padres de este encomiendan la tarea a la

hermana mayor de terminar los estudios y tener una profesión para que así ella pueda

contribuir monetariamente a la familia y también ayudar al próximo hijo a realizar la misma

tarea. En este caso podríamos entender a la educación o la obtención de un título como una

estrategia a largo plazo para la superación de condiciones adversas en cuanto a la

económico, cumpliendo con esto la educación la tarea y el rol principal que se le entregaba

en el siglo XX, la de ser un elemento de movilidad social. El hecho de que sea la hermana

de nuestro entrevistado la primera de los hermanos en acceder a educación profesional nos

habla de la existencia de una estructura de género dentro del círculo familiar en que no se

hacen distinciones de género en cuanto al acceso a la educación.

En el caso de don Hernán, no es la familia en su conjunto la que colabora para tener

muchos condiciones de vida, sino que es el padre quien asume en su completo esta labor,

puesto que a su trabajo como empleado fiscal de navieras del estado, realizaba trabajos de

carpintería, principalmente la construcción de muebles los que vendía a sus propios

compañeros o jefes, con lo que conseguía un ingreso extra para así mejorar su situación

económica.

Pues si el grupo familiar se presenta como un espacio fundamental dentro de las historias

de vida de los entrevistados por ser el lugar en donde se van fundando las características

para toda la vida, son las relaciones dentro del grupo lo que da cuerpo a la unidad, en

particular las relaciones con los padres, quienes son los encargados de guiar a los niños,

educarlos y entregarles las herramientas para la vida adulta. Nuestros entrevistados, al

momento de hablar sobre su infancia, recurren inevitablemente a la familia primero, y

luego a sus padres, puesto que en los años de niñez, los destinos de sus padres son sus

propios destinos, por lo que en los casos en que el padre se trasladaba de localidad en busca

de algún lugar en donde encontrar trabajo, toda la familia debía hacerlo. Pero

63

Page 64: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

principalmente el rasgo que los entrevistados hacen referencia constantemente es a la

pérdida del respeto de las nuevas generaciones, principalmente frente a las figuras paternas,

pues antes “la relación era muy distinta a la que hay hoy en día… antes había obediencia y

respeto” (don Mario), recalcan que en sus tiempos había “ mucho respeto del niño hacía

sus padres, mucho respeto, no es como ahora, el papá lo mandaba a las 8 a acostar y se

iba a acostar, ahora no. Lo que decía del papá no se discutía…” (don Mario), y ahora“se

perdió mucho el respeto” (don Hernán), pues antes la familia eran en espacio de educación,

“se educaba de tal manera al niño que cualquier castigo que le insinuaran, venía… mi

hermano una vez no sé lo que hizo por ahí, mi mamá le tomó la mano como que se la iba a

meter adentro de la estufa, abrió la puerta de la estufa, para castigarlo...esa es la

enseñanza que le dábamos a los niños antes… (don Mario). Esta idea también es

compartida por don Patricio, considerando que el respeto frente a los padres no es el

mismo, pues antes se les obedecía sin replicar, “mis padres no nos demostraban

abiertamente su cariño. Eran estrictos, no nos castigaban, si nos decían que no era no, si

se decía algo se hacía, se hacían respetar. Nosotros entendíamos porque eran ordenes

racionales, no eran ordenes porque sí. Como se dice ahora rayaban bien la cancha” los

padres representaban figuras un poco distante, afectuosos, pero no mucho, y siempre

haciendo cumplir las órdenes dadas, de la misma forma que lo recuerda doña Baldina “mi

papá no era de castigarnos, mi mamá sí, mi papá hablaba una sola vez y la segunda vez

venía el chicotazo. Nadie iba a ser atrevido o grosero ante los padres…”. El padre

generalmente era la figura dominante, el que ponía las reglas, como nos dice don Mario

“los padres mandaban a sus hijos hombres a trabajar, a entregar cosas, hacer negocios y

ellos obedecían… iban, daban explicaciones. El papa no hacía nada, andaba a caballo no

más, daba órdenes”, en las ordenes que se entregan no había lugar a la desobediencia,

“entonces nos mandaban y había que obedecer no más porque era el papa. Y la orden era

una sola vez no más… sino el guascazo. La orden era una no más. Y ahora no pos, se

llama a los niños” (don Dago). Las faltas o las desobediencias eran rápidamente

corregidas, generalmente con un castigo físico que era aplicado por los padres, esperando

que con el castigo la acción indebida no se vuelva a cometer, “uno aprendía ligerito si los

cinturones eran gruesos. Pero recuerdo que sola una vez mi papa me dio un guascazo,

porque eran tan claras las órdenes que uno sabia ya” (don Dago), don Jorge también nos

64

Page 65: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

habla sobre el castigo en caso de falta a alguna orden de los padres, “a uno una sola vez le

hablaban no más. Era puro respeto no más. Uno se criaba en su casa bajo la orden de su

papa con un respeto único. Se le hablaba una vez no más después venia el guascazo”, pero

a pesar de lo que pudiésemos pensar, esta forma de corrección sobre las acciones indebidas

es vista de buena forma por los entrevistados, considerando que constituía una manera

correcta de instruir o formar al niño, “llevándolo por el recto camino”, Don Mario nos dice

que“todos los niños de antes eran educados, porque en esos tiempos las mamitas y los

papitos le daban su cachetadita, cambió la ley y los niños se desordenaron, nadie los para.

Antes no, había obediencia…”, la obediencia entendida como la reacción al miedo al

castigo, “había que pedir permiso. Y pobre que no hagas caso… guasca, el charchazo. Ya

no hay respeto” (don Hernán) y al entrar en funcionamiento las leyes que protegen al niño

de las agresiones físicas, principalmente la Declaración de los Derechos del Niño en 1989,

los padres pierden control por sobre el niño pues ya no es posible corregir su mal

comportamiento con algún golpe, “cuando se terminó el castigo…ahora lo que hay es el

castigo mora, ya no hay respeto ni en las escuelas en nada. El profesor en la escuela, ¿qué

es lo que hace? Si tú le pegas a un alumno… sumario. Si el alumno le pega al profesor…

sumario. Porque por algo te pego el alumno” (don Hernán) con lo que se pierde el respeto

para con los padres y con cualquier figura de autoridad, “ahora le roban hasta a los papás,

cambió la ley cuando no se pudo seguir castigando, eso fue lo peor, por eso cualquier

persona antigua recuerda esos años y sabe cómo se manejaba y sabe el camino que

tomamos los que somos adultos ahora” (don Mario), lo que tuvo como resultado final los

múltiples problemas que existen con la juventud actual, “la ley esa que sacaron de no

castigar a un niño… por eso es que la cosa esta mala, ahora hacen lo que ellos quieren,

los hombres y las mujeres. Uno no iba a reclamar a ningún lado si no se sabía de eso. Las

leyes han cambiado, la juventud sigue un ritmo nuevo”. Comprendemos una relación que

los entrevistados notan entre la aplicación de leyes de resguardo de la infancia y en la

“pérdida de respeto” que sienten, pues con la entrada en vigencia de aquellas leyes los

castigos físicos en contra de niños comenzó a ser sancionados por ley, cayendo así en una

suerte de imposibilidad de corregir al niño, ya que los entrevistados sienten que la mayor o

única forma de castigo y formación para con el niño es de aquella forma, por lo que en este

65

Page 66: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

sentido la implementación de estas leyes sería perjudicial para la familia como núcleo,

puesto que los padres no podrían cumplir su rol de educadores.

b. El Lugar en el que viví. La Localidad que habitaron los entrevistados.

Existen una serie de elementos que moldean las percepciones y dan forma a las

experiencias de los entrevistados; el entorno social y geográfico – que conforman el

territorio- propician las vivencias recopiladas ya que este es quien extiende las

características que moldean y forman la vida de quienes lo habitaron; así, su relación con el

entorno es una manera más de comprender la dinámica de vida de sus habitantes y crean en

los individuos las formas de expresión cotidianas en función de aquellas características.

Una de las aristas que conforma el territorio y el entorno social es la multiplicidad de

factores geográficos que facilitan la productividad y actividades económicas que

desarrollan los sectores aludidos, los cuales forman parte de las vivencias recogidas por los

entrevistados y constituye un eje fundamental en la experiencia de vida y moldeadora de las

actividades desarrolladas; por tanto, es de interés comprender las dinámicas que poseen los

individuos en cuanto a su relación con este territorio y localidad, el cual posee

características de innegable connotación tanto tangible como simbólica a raíz de las formas

de expresión y reconocimiento de los espacios. Así, los entrevistados caracterizan el

entorno, y aun cuando estos componentes se presentan para ellos de manera cotidiana, lo

hacen en consideración de aquellos elementos que conforman el paisaje y dan sentido a las

formas de producción que ellos mismos desempeñaron en este; estos consideran las

transformaciones humanas para con el entorno y el entorno mismo.

Este territorio, con características particulares, facilita ciertas formas productivas que rigen

la experiencia recogidas, las cuales se desprenden del relato de manera que nos muestra las

formas de comprensión y relación de ellos con el medio; los sectores estudiados,

geográficamente, son espacios de producción agrícola, ganadera y forestal de manera

preponderante y es en estas actividades donde se centra las labores realizadas. Así se retrata

desde la percepción estudiada, la historicidad local y nacional, en donde nos encontramos

66

Page 67: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

con las vivencias que moldean la vida de los individuos y forman carácter a raíz de los

encuentros sociales con el paisaje, la cual es parte configuradora del ser social, ya que es

eje fundamental de la sobrevivencia y articulación social en torno a las localidades. De esta

manera lo retrata Don Mario en su relato;

“El asunto de la madera, había mucha gente que trabajaba para cargan los trenes o

descargar los trenes. Antes había una fábrica de fabricación de madera, había

aserraderos. Había trigo, había molinos grandes… la gente de campo venía a moler a

cambio de maquila, no pagaba en plata. Traía dos sacos y se llevaba unos ocho sacos con

harina… Venían en carreta y se demoraban días… se llevaban todo de aquí, sus sacos de

comida. Cargaban sus carretas y sus perros y se iban no más.”

Este extracto nos presenta elementos de relevancia cuando de factores productivos y de

sobrevivencia se trata; se presenta la zona como una de clara producción forestal y agrícola,

en los entornos urbanos y rurales respectivamente. Ambos ciñéndose estrechamente a las

oportunidades que otorga el entorno y como este se adecua en función de aquello que

facilitaría la vida de las familias; ya sea cargando o descargando los trenes de paso por los

pueblos o buscando formas de maximizar los escasos recursos alimenticios y económicos

con que se cuentan.

La manera de relatar las experiencias considera los componentes del entorno y nos sugiere

una forma de entender la localidad habitada desde el prisma de vivencia y el conocimiento

acabado del mismo, así nos encontramos con las descripciones de una localidad que

aglutina no solo los factores tangibles de un espacio urbano que encierra ciertos servicios y

modos productivos, sino también, formas de comprensión de mundo y el entorno que

genera experiencias de reciprocidad entre lo geográfico y lo humano. En donde los recursos

naturales y humanos coexisten dando lugar a los modos de producción y sobrevivencia

estudiados.

Para logran comprender la localidad en que se ve inmersa la población aludida es necesario

recurrir a aquellos elementos de significancia a los que aluden los individuos, así nos

encontramos con descripciones territoriales que, a través de los años, marcan los recuerdos

a los cuales accedemos para entender el dinamismo del trabajo infantil particularmente,

pero también como este se configura dentro del espacio;

67

Page 68: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

“Cuando yo era chico los lagos no tenía ninguna calle pavimentada, era chico…

Antiguamente eran dos calles no más, el resto era puro árbol no más, para ir a la escuela

se bordeaba el rio por ahí… Se llamaba Collileufu antiguamente, no se llamaba Los

Lagos.” (Don Mario)

La serie de componentes de significancia geográfica y que son de relevancia para los

entrevistados son aquellos que son parte conformadora del entorno; es así que el

componente fluvial de, en este caso Los Lagos, es un punto de referencia geográfico,

histórico y cotidiano que configura la visión de sus habitantes desde donde se proyecta la

ciudad que es, también, parte conformadora de las experiencias vertidas.

Los medios productivos en donde desarrollan diferentes labores de los niños de entonces, se

enmarcan en las faenas que circundan a la población y el territorio estudiado, que, de

acuerdo a sus características permiten y facilitan ciertas labores. En este caso, la extracción

de la madera es una condición repetida hasta hoy día en la región, esto facilitado por las

condiciones climáticas y de relieve de la zona; estas mismas características que propician

las actividades productivas que se han desarrollado en la zona, también hacen de este lugar,

un espacios de tránsito obligado. Así es que se retrata dentro de los relatos la posición de

estrategia comunicacional de la región;

“La gente que iba al sur pasaban todo por aquí, los que iban a Valdivia pasaban por aquí,

al norte también. Aunque había una góndola (microbús) también, que hacia un tremendo

recorrido, era de don Bernabé Uribe… Si había que traer gallinas, cargaban las

gallinas… si había que cargan chanchos, se cargaban los chanchos… y así, de todo.”(don

Mario)

La zona de Valdivia históricamente ha sido un espacio estratégico de comunicación, siendo

vía de paso obligado entre las zonas y/o norte del país como también de salida hacia el

océano o la cordillera. En caso de las zonas de Mafil y Los Lagos, el tren –como método de

transporte de carga y pasajeros- hace su ruta por las zonas de depresión geográfica como

una forma de aprovechar el relieve intacto del territorio y adentrarse a la búsqueda de las

mercancías explotadas.

68

Page 69: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Los amigos y la escuela/educación. “Todos los niños que conocía hacían los mismo”

La contextualización social, familiar e histórica en que se dan los procesos estudiados nos

presentan un fuerte arraigo hacia el modelo familiar de la época, enmarcado dentro de un

espacio de carecías económicas persistentes o simple modelo social a seguir; los niños

entienden el trabajo como una forma más de vivir el cotidiano y esto, a su vez, como lo

normal cuando de aportar al hogar se refiere. No es extraño oír que en aquel tiempo se vivía

mejor y que somos la sociedad contemporánea quienes flaquean al educar, ya que es en este

contexto de educación hogareña en donde surge el germen de la labor cooperadora del niño,

y esta no solo en la búsqueda de la remuneración económica sino también en las labores del

hogar o el aporte al trabajo –mayoritariamente- del padre en las faenas industriales o

campesinas. Mas, estas labores contenían en sí mismas la carga propia que los, otrora, niños

le daban al trabajo, el cual era muchas veces compartido con sus pares y por tanto

constituía un espacio de entretención, ya sea por necesidad de considerarlo agradable o

porque este realmente era el patio de juegos de la época.

Como una manera de retratar esta cooperación con los padres y a su vez el trato con los

demás niños, don Dago comenta;

“Conocí niños que sus papás eran maquinistas, ahí se estacionaban las máquinas en

Antilhue, habían algunas que salían a trabajar a las 7 de la mañana, entonces los papás

acompañados por los niños las hacían andar como las 5 de la mañana, para que se

caliente el agua, echar carbón para estar listas para salir. Así que ahí andaban. Al final el

trabajo era como un juego.”

Los espacios en donde se laboraba estaban entrelazados a aquellos en donde las relaciones

sociales se desataban, en particular de los más pequeños, quienes se preparaban para una

pronta vida laboral remunerada e independiente de los padres.

“A veces me invitaban mis amigos a calentar esas máquinas y yo iba, y nos reuníamos. En

todas las casas era más o menos parecido, los papás sembraban, los niños llamaban los

bueyes, ahí se aprendía a trabajar el arado, enyugar los bueyes… jugábamos en la carreta,

esas cosas. Afirmábamos los yugos, que no era tan pesado porque era para el trabajo de

los bueyes ya acostumbrados.

69

Page 70: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Este espacio descrito en donde los niños interactuaban entre sí y con los mayores es en

donde se desencadena la cotidianidad del trabajo; en los casos en que los padres estaban

presentes, estos desarrollan sus actividades diarias en compañía de los hijos, como una

forma casi inconsciente de traspasar el conocimiento del trabajo, y cuando el padre no

estaba siempre existían un adulto que las oficiara de padre para enseñar. Es así como los

jóvenes ven las labores como parte irrenunciable de sus obligaciones pero a su vez la hacen

compatible con la relación entre sus pares. Ejemplo de ello es la analogía entre el trabajo y

el juego; se cumple con las obligaciones del hogar y la familia sin renunciar a la distención

de tratar con los demás entre las risas de la, que solo entendemos hoy, como niñez.

La educación formal, por otro lado, también era un eje de importancia para los

entrevistados y comprenderla, desde nuestro punto de vista, es fundamental. Si bien nos

encontramos frente a un periodo histórico en donde la instrucción primaria es obligatoria

institucionalmente y conocida ciudadanamente, esta no siempre es tan trascendental para la

comunidad como se pretendería. Los niños alcanzaban la escolaridad suficiente que les

permita conocer de lectura y escritura y el manejo básico de cuentas numéricas pero para la

mayoría de las familias que ven el trabajo del infante como una necesidad, la escuela

pasaba a un plano de poca importancia. Así se muestra en las entrevistas, en donde don

Mario describe su paso por la escuela de la siguiente manera;

“Pasaron los años, yo estaba en el tercer año… mi madre nos colocó a todos a los cinco

años a la escuela. Cuando estaba en tercero, mi padre me llevo a Lanco, mi tío quería que

lleve un niño allá a las labores para ayudarle.”

La disposición de los padres para con el trabajo de los hijos era el catalizador de su

existencia, en un ambiente familiar de carencias económicas y un contexto social de

desamparo estatal, el trabajo infantil es la única forma de mantener el hogar. El hecho de

enviar a un hijo a laborar fuera de casa es una forma de subsistencia desde dos prismas;

llevar dinero a casa y minimizar el gasto de mantención de aquel niño, ya que este

probablemente reciba alimento y techo en el nuevo trabajo y así los padres maximizan sus

recursos en aquellos hijos que aún son pequeños para trabajar.

El abandono educación temprano en la época estudiada era una constante transversal en la

mayoría de la población del país, muchas veces por la lejanía de los establecimientos, la

70

Page 71: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

falta de obligación con esta por la poca capacidad estatal de llegar a muchos rincones del

país pero, por sobre todo, por la falta de dinero para movilizar a los niños fuera de casa o la

necesidad de su aporte económico al sustento familiar. Esto lo grafica don Dago cuando

habla del tope de su instrucción;

“Yo estudie hasta octavo no más, porque no había plata para ir a Valdivia… la diferencia

es que hoy por hoy el niño va bien abrigado, con buena chaqueta, con zapatos… Antes la

educación más grande era el Salesiano Valdivia, eso era porque tenían educación.”

Claramente existe el conocimiento de la posibilidad de continuar estudios peor también de

las reales posibilidades de hacerlo en un clima de necesidades básicas familiares que

impiden darse lujos como recurrir a los recursos para estudiar. Pocos optaban por la

formación académica más avanzada que la enseñanza básica principalmente porque las

prioridades personales y familiares no daban espacios a pensar en esto como un factor de

cambio social y, por el contrario, seria de suma irresponsabilidad hacer uso de dinero para

la educación de un niño que podría facilitar la existencia del grupo familiar trabajando y no

incurriendo en gastos siendo educado.

“Era más trabajo irse a estudiar y aunque se fueran había que trabajar por fuera, la

educación era media mal vista porque no se podía gastar en eso… No había tanto

progreso, tanta entrada.” (don Jorge)

“(…) para ir al colegio tenía que ir con un solo cuadernito, un solo lapicito de madera,

caminar a patita pela… y si llovía había irse a guarecer por donde pudiera. Cuando llovía

a pata pela no más, a veces con heladas y a veces con pantaloncito corto.” (don Mario)

El concepto social que hoy se tiene con la educación hace referencia a la oportunidad de

movilizarse socialmente desde los espacios de pobreza hacia una posición privilegiada o de

estabilidad financiera. Este es una idea basada en un sistema social y económico en donde

los individuos pueden, por el solo hecho de acceder a la educación universitaria, ganar

terreno hacia un espacio valorativo distinto y los padres se esfuerzan para que esto se

cumpla para con sus hijos, pero la llegada a esta idea es nueva y no representa el actuar de

la época estudiada en donde la idea de movilidad social no era una idea latente y la

educación se representaba desde la visión que esta se daba en casa, así lo señala don Mario;

71

Page 72: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

“Muy sacrificada la vida antes… muy buena educación por parte de los padres había

antes, esa era la otra educación, la de los padres.” Se entiende que esta educación era

separada de la instrucción dada en los establecimientos y elevada a una posición de valor

si ellas se comparan. Esto también es llamativo si se considera que el concepto actual de

educación es trasversal y se entiende a la institución educacional como única capaz de

formar.

Otro espacio de relación con el exterior del grupo familiar esta dado en el trabajo,

mayoritariamente un lugar de completa incompatibilidad con la educación formal, en donde

se optaba por uno u otro; decisión que estaba en manos de los padres y que los niños

aceptaban considerándolo parte de su cotidianidad de manera irrenunciable, ya que esto

formaba parte de sus obligaciones con el hogar que requería necesariamente de su aporte

monetario. Don Jorge nos habla de su dinámica educacional y laboral en la niñez y como

esta se normalizaba en la medida que avanzaba el ciclo educacional;

“El día de nosotros, en el verano estábamos de vacaciones, en el invierno íbamos a la

escuela, así que ahí la pasábamos, los papás nos sacaban a que les ayudemos, no había

obligación porque iban al estudio también… uno estudiaba hasta el cuarto básico y

después uno ya iba a la pega… no como ahora; de sexto hasta octavo; de octavo

terminaban hasta cuarto. Aquí antes era que uno iba a humanidades.”

La condición de trabajador para un niño en estas localidades era aceptaba y conocida con

antelación, se asume la condición porque se es parte de la dinámica propia del hogar y la

única forma de subsistencia que les permitirá solventar sus vidas de manera eficaz.

Muchos de los trabajos realizados por los entrevistados eran dependientes de empresas y las

comunidades en su mayoría las circundaban, es por esto que don Jorge recuerda que la

educación formal estaba ligada al trabajo puesto que según la ley de instrucción primaria

está se debía asegurar a los niños que se encontraran dentro del fundo, aunque no siempre

era realmente importante para ninguna de las partes hacer uso de ellas;

“No todos estudiaban. Los patrones ponían las escuelas, a ellos no les interesaba que uno

aprendiera a leer lo que ellos les interesaba es que nosotros les trabajemos.”

72

Page 73: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

A pesar de los buenos recuerdos acerca de la infancia, siempre hay lugar para los malos. La

lejanía de los lugares en que residían los entrevistados, hacían que las relaciones no se

regularan solo por la ley del Estado, sino que los jefes o “patrones” fuesen quienes

impusieran sus leyes. En el caso de don Jorge, las “firmas” forestales se transformaban en

un pequeño país el cual era gobernado por el dueño de la firma, quien imponía sus

condiciones a como diera lugar:

“Los patrones no querían que el pobre se educara, creían que el pobre siempre íbamos a

vivir bajo las leyes de ellos y la gente antigua igual creían que los hijos tenían que

aprender un poco no más… yo mismo aprendí a escribir mi nombre no mas todo el resto lo

aprendí trabajando. Yo trabaje a trato ahí uno aprendía a saber cuándo valía el trabajo y

le poníamos empeño no más y sacaban el trato.”

c. Al final el trabajo era como un juego. La infancia de los entrevistados

Las vidas de nuestros entrevistados, en su mayoría, estuvieron teñidas en muchos pasajes

de su camino vital por la realización de diversas labores para así poder aportar al ingreso de

dinero familiar. Algunos de ellos comenzaron a desarrollar labores fuera del ámbito

doméstico desde temprana edad, como es el caso de don Mario, quién desde los 8 años

aproximadamente debió trabajar, pero antes de eso combinaba las labores escolares con la

ayuda al padre en su trabajo “en la temporada que yo no iba al colegio, me llevaba a

trabajar me sacaba y me llevaba. Siempre me sacaba para una y otra parte. Yo me

encargaba de calentarle el cafecito a toda la cuadrilla de carrunchos. En esa época, los

tarritos de duraznos, los típicos, eran donde tomaban café ye se calentaba…Cuando estaba

en tercero, mi padre me llevo a Lanco, mi tío quería que lleve un niño allá a las labores

para ayudarle. Mi tío era ferroviario. Eso era como en el 45. Yo estuve como dos años allá.

Era trapero, me dejaba de cambiador a veces. Me enseño que las banderas amarillas eran

para pasar y la roja para que pare y ahí bajaba unas barreras.

Después de un tiempo, pase al cuarto parece. Una prima, hija de mi tío tenía carnicería.

Pidió que me prestara para trabajar de carnicero. Era tan chico, tenía como 10 años. El

salía y me dejaba en la carnicería, sabía todo eso, sabia despostar un animal completo…

Tenía unos niños también. Yo me encargaba de hacer cecinas, eran buenas. Era grande la

carnicería… Hasta que me regresé a Los Lagos a terminar mis estudios. Ahí también

73

Page 74: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

estuve trabajando con don Alfredo Silva, que tenía un negocio, me tenía que para cuidar el

negocio” A pesar de la necesidad de realizar actividades con las cuales poder ganar algo de

dinero, don Mario de todas formas asistía a escuela cuando podía, pero en ocasiones esto se

complicaba y no necesariamente por algún problema en el núcleo familiar, sino que por los

propios empleadores, “una vez no quería que yo vaya a la escuela para que le cuide el

negocio. Yo me puse afuera con un libro y pasaron los carabineros… me pregunto “¿tú no

vas a la escuela?”… “mi patrón no quiere que vaya a la escuela”… “ya! Te fuiste a la

escuela.” Fue a hablar con el patrón y me mando al colegio” El intercambiar experiencias

entre la escuela y el trabajo van haciendo que el niño viva en un doble mundo, que va

combinando hábitos de ambos mundo, que van formando al ser para su futura vida. Cuando

se terminaba el tiempo de la escuela, los pocos años en que se asistía, se terminaban la

doble existencia, entrando y viviendo de lleno el mundo del trabajo, el mundo adulto,

“fueron pasando los años ya salimos del colegio, y nos dedicábamos a acarrear frutas, con

unas carretillas. Había una pandilla de cabros que acarreaba frutas cuando llegaban.

Nosotros con sacos, cajones, cargábamos y entregábamos al comercio. En los 40 todavía

no se conocían las bombas de bencina. Llegaban en tambores grandes. Nosotros que

éramos lustrabotas en eso tiempos, ganábamos plata, todos llegábamos a la casa con

plata. Nos subíamos a los trenes, acarreábamos los tambores de bencina hacia la plaza

vieja y lo dejábamos en una bodega dentro. Nos pagaban por el carro completo. Asique

después nos repartíamos la plata entre todos y todos llevábamos plata para la casa.

Fueron pasando los años, seguí trabajando. Estuve también de mozo de casa después

donde Felipe Jiménez, Federico Guinua, siempre tenía suerte que tenía trabajo. Me

dejaban con trabajo y comida, todo. En el 52, todavía en esa época yo acarreaba fruta en

carretilla, Un día iba cruzando el puente en el rio con mi carretilla. No fui capaz de cruzar

con todo, tuve que dejar un saco encargado con un caballero que después fue mi jefe,

cuando lo fui a buscar otra vez me pregunto si quería trabajar, me dijo que tenía un

caballero que me iba a dar pega, cargando una madera. Y yo le dije que yapo!” el ayer

siempre es distinto del ahora, siempre los recuerdos nos llevan de una forma depurada, casi

limpia, libre de manchas.

74

Page 75: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Las experiencias en la unidad domésticas Las experiencias de don Dago nos hablan de una infancia ligada al trabajo en el campo,

pero siempre dentro de los límites domésticos, nunca con la necesidad de trabajar fuera del

ámbito familiar, “todo niño tenía que participar aunque sea pequeño; criar animales, criar

chivos… Hay chivos que se alejan y caminan mucho de la casa, así que hay que ir a buscar

a los chivos. En las tardes teníamos que ir a buscarlos. A veces ayudarlos a traer las crías

en la época de pariciones, hasta los siete años hice eso. Recuerdo haber caminado por los

caminos acompañados de mi perro y yo hacia el camino solo por los campos, en esa época

no había poteros, así que era caminar no más.

En cuanto a colaborar en la casa, ir a la huerta a buscar cosas, conocer las plantas. Y

pronto uno aprendía a andar a aballo, a los cuatro años aprendí. Mi padre se iba a

caballo y nosotros detrás con mi hermano mayor, nosotros lo acompañamos a ver carreras

de caballo o caminar, cosas así. Ayudábamos a darle comida a las aves, los cerdos.

Sacábamos leche en la mañana, los terneros eran criados por la vacas no como ahora que

los separan y le dan alimentos a los terneros. Los separábamos en la noche y sacarlos en

la mañana. Se sacaban de uno para que los terneros ayuden y la leche baje, como se dice.”

Para don Jorge las labores realizadas durante su infancia, adolescencia y posterior adultez,

tiene relación con el trabajo realizado por el padre, “cuando empecé a trabajar en la

madera, yo tenía 15 años, como el años 54. Y había gente más joven que trabajaba y era

cuenta del papa. Para tener derecho seguro lo sacaban a los 16 años. En esos años se

trabaja de 7 u 8 años, a los 15 ya nos daban libreta, antes entraba a la libreta del papa.

Uno no ganaba nada era todo para el papa. Era todo en la temporada de verano cuando

nos daban trabajo; tapar hoyos… trabajitos livianos. Después ya eran más pesados. Había

personas que tenían cuatro hijos y toda la paga era para el papa no más, cuando era hasta

diez también. A uno no le alcanzaba ni para comprar ropa, como no había asignación no

se podía comprar nada. Los patrones pasaban la plata para la comida… en el campo y

aprendí todos los trabajos, también en un aserradero trabaje de tumbador que era un poco

más difícil, se usaban u nos palos, se llamaban cachas que era para dar vuelta los palos,

se hacía entre dos hombres, ellos tumbaban los palos. Era un trabajo grande, era muy

pesado.

75

Page 76: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

En el trabajo nos daban trabajos livianos, nos mandaban a tapar hoyos donde pasaban

camiones. Nos mandaban con palas. También había cosechas de pasto, nos mandaban de

carretero. Eso era de temporada, en el verano. En el invierno se iba a escuela pero poco,

la mayoría de los padres sacaban a los chicos para ir a trabajar. Cuando llovía íbamos a

la escuela, sino a trabajar porque no era una obligación.” Doña Balbina también nos

relata una historia similar, asociadas a su vida en el mundo rural “la lechecita a las seis de

la mañana, después ayudar a hacer el queso a la mamá, después a la huerta, a ayudar en

la huerta, ayudar a planchar, yo a los nueve años era panadera porque mi mamá, casi

todos los años”.

A diferencia de los anteriores relatos, don Patricio y don Hernán no recuerdan haber

realizado actividades para conseguir recursos para la familia, sino que eran los padres

quienes se encargaban de reunir los medios materiales necesarios para la supervivencia del

grupo familiar, y sólo en el caso en que los padres estuviesen muy ocupados con las labores

diarias y no pudiesen realizar alguna otra es que pedían ayuda a sus hijos, pero esto no era

cotidiano sino que solo en casos excepcionales. Don Patricio rememora que su vida de

infancia consistía en “principalmente en asistir a la escuela, y cuando los padres estaban

muy ocupados con sus trabajos les pedían su ayuda, pero solo en ese caso”, mientras don

Hernán recuerda que también la única actividad que debían realizar era la asistencia a la

escuela, pero que él de manera voluntaria ayudaba a su padre en el taller que este tenía para

la creación de muebles, actividad que era complementaria con su trabajo principal, cuyo

complemento ayudaba a que los niños pudiesen completar su educación.

Estas actividades se realizaban principalmente para contribuir a la economía familiar o

simplemente para contribuir a la familia, sin ser estas actividades para propio beneficio de

estos niños, “la plata que se juntaba era para ayudar a la familia, nosotros comprábamos

los implementos, la pastita y lo demás para la casita para la mamá o ya salía otro niño a

comprar empanadas, si no faltaba en que trabajar” (don Mario), todo el dinero que se

consiguiese era completo para la familia, las razones para trabajar son diversas y dependen

de las características de la familia así como las del entorno en el que vivían. Los motivos

para que estos niños tuviesen que realizar actividades con el fin de conseguir dinero para el

hogar o bien realizar actividades domésticas, eran diversas. Don Mario nos narra que desde

76

Page 77: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

muy pequeño tuvo que trabajar, mientras estuvo en la escuela acompañaba a su padre en su

trabajo y ya cuando no siguió asistiendo a esta comenzó de lleno a trabajar, quizás por el

poco dinero que ganaba su padre, quien era trabajador ferroviario, se vio en la necesidad de

tener que buscar actividades que le dejaran algo de dinero para entregarlo a la familia, pero

fue en el momento de la muerte de su padre cuando todos los miembros del núcleo familiar

se ven en la obligación de contribuir al ingreso familiar, “ahí quedamos nosotros huérfanos

el año 50. Mi madre se quedó sola, se hizo cargo de todos. No dio más para educación, así

que nos pusimos a trabajar los hermanos. Yo tenía unos 12 años. Yo era el tercero pero

para abajo había más chicos”La muerte del padre marca un momento de inflexión en la

historia de la familia, y sobre este evento don Mario nos presenta un relato sobre este hecho

muy particular con la que es difícil permanecer indiferente, quizás por lo casi poético del

momento de la muerte de su padre: “El año 50 falleció mi padre, quedo mi madre sola a

cargo de los 9 hijos. Siempre recuerdo la muerte de mi padre, fue tan curiosa. Un día se

levantó temprano, como las 5 de la mañana. Se fue a lavar, a poner su mejor ropa, con su

mejor abrigo uno color petróleo. Mi madre le pregunta “¿qué andas haciendo tan

temprano? Tan lindo que vas… Me voy Anita…” mi madre se llamaba Ana. Y mi madre le

pregunto iras a escribir entonces y él le dijo que donde iba no llegaban cartas… Mi madre

se rio no más y se fue a acostar y nosotros los cabros siempre con la oreja para. Aclaro en

la mañana, él había estado esperando en una silla mirando para afuera. Cuando aclaro, se

acostó al lado de mi madre, dio un quejido y se quedó… Viajó”.

Estas experiencias han dejado marcas en los entrevistados que a pesar de los años no han

podido borrarse, las que los han ayudado a construir los adultos que son en el presente, pues

cada labor realizada o castigo propinado por los padres constituían una enseñanza que

ahora pueden comprender y valorar. Estas personas recuerdan con nostalgia y cariño su

infancia, comprendiendo que la infancia que ellos vivieron no es la misma que

experimentaron sus hijos y nietos, puesto que ella ha tenido numerosos cambios, siendo la

infancia en los últimos años mucho más “agradable”, “la vida antes era difícil, uno salía de

la escuela y después se iba a trabajar. Mi padre me llevaba a trabajar, nos quedábamos en

unas casuchas. Cambiábamos el trabajo por queso, o gallinas, el queso lo vendíamos aquí.

La mayoría de los cabros eran buena gente, no eran patos malos como se dice ahora” (don

Mario). Para don Dago y don Patricio, uno de los cambios más fuertes y notorios en cuanto

77

Page 78: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

a la vida que ellos vivieron en su infancia tiene relación con la alimentación y la actividad

física, pensando que los alimentos que ellos ingirieron eran mucho más saludables que los

actuales, así como también los juegos su realizaban en el exterior, pocas veces dentro de la

casa por lo que se corría mucho más, “se caminaba mucho. Se trabajaba mucho, Yo creo

que esas enfermedad como el colesterol, todas esas cosas, son cosas de sedentario, Uno en

la escuela corría todo el día, unos y otros y corría y corría. Y se jugaba como a la chola, se

corría todo el recreo” (don Patricio). Bajo esta apreciación en cuanto a la infancia actual

vemos una crítica a la sociedad actual en general, considerando que los valores en los

cuales se formaron ya no existen, reemplazándose por otros muchos más volátiles y

superfluos en donde las personas, en especial las personas mayores, pierden importancia y

respeto, perdiendo los padres su lugar como formadores y educadores, “otra cosa que era

importante es que la orden era ir a hacer tal cosa, por ejemplo, entonces uno tenía que ir a

conformar, si a unos lo mandaban a dejar algo tenía que ir a dejar que dejo la cosa, pasa r

la información. No dejaban dejar cosas, como norma de seguridad, nada botado, cualquier

cosa que se botaba en los caminos, porque se podía caer otra persona si era un alambre y

le pasaba algo. Se preocupaban por los demás, en las noches no había que dejar nada que

interrumpa el camino de la cocina al dormitorio pro ejemplo y yo sigo haciendo eso, es

que ya es instintivo. Uno no puede dejar un cerco abierto, porque me quedo esa enseñanza

y es bueno. Esa como formación que le daban era los padres muy formadores. Igual que

las comida, si se serbia, se come. Lo que le den se come. No había comía que uno podía

rechazar, no se podía, se comía de todo”, así como también una vida mucho más plástica

alejada de la naturaleza.

Don Jorge nos habla de una infancia en la que desde muy pequeño tuvo que realizar labores

que complementaban el trabajo de su padre, o sea, que las labores que él hacia durante su

infancia tenían directa relación con el trabajo de su padre e incluso se trataba del mismo

jefe quien los mandaba, pero no directamente con contrato y realizando trabajo livianitos.

Para cuando estos niños ya cumplían los 16 años pasaban a trabajar en los trabajos más

duros, los trabajos “de hombre”, cuyo dinero no se entregaba a estos jóvenes si no que a sus

padres puesto que cuando entraban a trabajar lo hacían bajo la “libreta” de su padre, libreta

en donde se anotaba lo producido por el trabajador, en el caso de don Jorge, cuantos árboles

se cortaba. Bajo esta experiencia de vida ligada al trabajo constante, don Jorge nos cuenta

78

Page 79: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

que el aprendizaje sobre sus derechos como trabajador y como defenderse frente a los

abusos por parte de los patrones, “yo con el trabajo aprendí, el mismo trabajo me enseñó a

sacar las cuentas y a defenderme porque había mucho abuso con los empleados, porque

antes los fundos tenían administradores, no era los dueños los que administraban,

colocaban un mayordomo. Eran buenos para andar molestando a la gente, hacían trabajar

a la gente catorce horas, querían que uno le dé ala pega sin parar… no había ley. Si un

joven quería mandarse solo lo amenazaban con los pacos, y los pacos como ahora siempre

han sido de respeto pero antes los tenían pagaos los patrones, entonces los pacos te

pegaban y te apaliaban, eso era abuso de los patrones. Por eso es que el carabinero era un

poquito agresivo, por esa orden. Los curan también engañaban a la gente… iban a hacer

misa; los patrones citaban a la gente… la gente se confesaba, ellos tenían todo anotado…

ellos iban donde los patrones y sabían quién les había robado a los patrones, porque la

gente era ignorante antes, así que hacían devolver las cosas y amenazaban con el castigo”.

Las experiencias de vida de nuestros entrevistados, si bien crecieron en sitios diferentes,

podemos notar un cierto hilo conductor en éstas, compartiendo similitudes en cuando a las

vivencias en la infancia y a los recuerdos en torno a esta. Estos relatos nos hablan de tiempo

particular, una época precisa, por esto la unión entre el macro relato de la Historia del país

se puede enlazar y comprender a través de las vivencias particulares de estas personas.

Capítulo V: Análisis: Infancia y trabajo infantil

a.- Contexto histórico

La infancia de los entrevistados se desarrolló principalmente al final de la primera mitad del

siglo XX, entre 1940-1950. Durante esta década el país vivió una serie de transformaciones

que experimentaba el país, producto de un conjunto de reformas sociales y políticas que

impulsaron los gobiernos radicales que comenzaban a gobernar dentro de esta década. Para

79

Page 80: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

efectos del análisis, y siguiendo la perspectiva de las Estrategias Familiares de Vida (EFV),

evidenciaremos las principales reformas y políticas públicas que tuviesen repercusión en el

ámbito social, así como el modelo de desarrollo que dominaba la economía del país, pero

principalmente los modelos de desarrollo, que se entienden como “las modalidades y

dinámica particular de los procesos de desarrollo discernibles en sociedades con sistemas

de organización económica y social (…) análogos” (Torrado, 1982:16), concepto que alude

a las “estrategias de acción, como objetivos, proyectos y prácticas políticas relativos a los

factores de desarrollo económico y social que se encuentran vigentes en una sociedad

dada” (Vallejos & Leotta, 2013:4). Durante esta década comienza a penetrar con fuerza

ideas sobre fomentar la creación de una industria nacional con lo que se pondría fin a la

dependencia del mercado chileno sobre los productos importaciones. Con esto se crearon

diferente organismos que ayudaran a la consolidación de una industria nacional potente,

cuyo principal exponente es la CORFO creada durante el gobierno de Aguirre Cerda. Junto

con esta idea acerca de lograr el desarrollo del país mediante la multiplicación de fábricas y

no depender totalmente de los productos extranjeros, el Estado va asumiendo otro rol

dentro de la sociedad, muchos más protagonistas participando directamente en los destinos

del país mediante la planificación en la economía y también en la implementación de

políticas públicas que fueran en auxilio de los sectores más pobres del país. A través de los

relatos de nuestros entrevistados vamos reconstruyendo, de una manera mínima, el chile de

principios de los 40 en donde las principales actividades productivas de los lugares en

donde viven su infancia los entrevistados sigue siendo la actividad extractiva, con la

explotación maderera en los sectores cordilleranos y la minería del carbón en la depresión

intermedia. El afán modernizador y progresista del Estado en cuanto a la creación de

industrias para la fabricación de productos de consumo, no estaba totalmente presente en

los relatos o por lo menos no podemos identificarlo, pues los entrevistados realizaron

actividades asociadas a actividades extractivas o primarias, sin mencionar labores asociadas

a la actividad fabril. Pensamos que esto se debe a que los entrevistados vivieron en

localidades rurales, alejados de los centros urbanos en donde principalmente se desarrollan

las actividades productivas de mayor envergadura, estando también muy lejos del centro de

desarrollo nacional que es Santiago. En este sentido creemos que las políticas públicas en

80

Page 81: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

esta época también cuentan con poco rango de alcance, pues el aparto del Estado tampoco

cuenta con la capacidad técnica y humana para llegar a todos los rincones de la nación.

El concepto de infancia que podemos apreciar a través de los relatos de los entrevistados

difiere a cómo entendemos la infancia actualmente, puesto que posee características

particulares que le han proporcionado el momento histórico en el que se desarrolló el

proceso vital de las personas que han prestado su voz para la elaboración de este trabajo.

Al comienzo de la investigación creíamos que la infancia en la primera mitad del siglo XX,

en las localidades en que vivieron los entrevistados era más corta que la actual, teniendo los

niños de esa época menos tiempo para “disfrutar” la infancia, puesto que apenas tuviesen la

capacidad para desarrollar labores, estos debían cumplirlas, pero ya avanzada la

investigación, a medida que se realizaban las entrevistas y se construía el marco teórico, el

presupuesto fue cambian, hasta comprender/creer que la experiencia de infancia es

diferente, que son dos formas diferentes de vivir una misma etapa, punto de partida para

argumentar la construcción del concepto de infancia en diversos momentos históricos.

Como inicio no podemos hablar de “infancia” como experiencia única y universal para un

determinado grupo, en nuestro caso una región geográfica determinada, pues dentro de

estas zona, y en particular dentro del subgrupo que representa la infancia podemos notar

diferencias entre sí, pues las experiencia sobre el ser niño no es la misma en todos nuestros

entrevistados, pues si bien presentan algunas características en común que es lo que hace

identificarlos como dentro del grupo, estos presentan diferencias sustanciales: tomando

como ejemplo las experiencias y vivencias de don Mario y de don Hernán, podemos notar

que estas presentan contrastes en cuanto a las actividades cotidianas, pues mientras don

Hernán recuerda que sus únicas actividades eran jugar futbol con sus amigos e ir a la

escuela, don Mario tuvo que dejar la escuela en tercero preparatoria e ingresar de inmediato

al mundo del trabajo, a la vez que realizaba algunos trabajitos mientras asistía a la escuela.

Las diferentes experiencias de infancias creemos que estas condicionadas por las

características del grupo familiar, así como también del lugar en el que se habita, al igual

que las estrategias familiares de vida que las familias van desplegando, lo que veremos en

profundidad más adelante. Anteriormente afirmábamos que la infancia contemporánea se

fue construyendo mediante la intervención de tres sistemas: el sistema médico, jurídico y

81

Page 82: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

escolar, pues bien lo que vamos comprendiendo a medida que van pasando las horas de

registro de audio, es que en estas entrevistas no podemos evidenciar la acción formativa y

controladora de estos tres sistemas, por tres razones, principalmente:

1.- Porque estos sistemas no contaban con la suficiente “fuerza”, con lo que nos

referimos al desarrollo teórico y técnico como para intervenir en la mayoría de la

población, si bien el sistema escolar ya comienza a posicionarse con fuerza al promoverse

leyes que promueven la escolarización obligatoria, esta no cuenta con una estructura

suficiente para que esta escolarización se cumpla o bien para que llegue a todos los

rincones del país. Creemos que esto se debe a que el Estado en esta época comienza a

conocer y controlar diferentes ámbitos de la sociedad que antes se encontraban bajo la

influencia de instituciones como la familia o la iglesia, quienes en general controlaban la

formación, cuidado y educación de los niños, los que paulatinamente son sacados de estos

círculos para entrar bajo el alero del Estado. En el caso de nuestros entrevistados, la

escolarización dependía en gran medida de la voluntad de los padres, así como de la

situación económica en la que se encontraban, asistiendo a la escuela solo un par de años,

para luego ingresar al mundo laboral. La jurisdicción en cuanto a infancia en ningún caso

tocó a nuestros entrevistados, sólo en pequeños momentos como cuando el carabinero lleva

a don Mario desde su trabajo a la escuela. Sobre el sistema médico no hay referencia de

nuestros entrevistados, sólo en un momento en que nos cuentan que en caso de accidente se

realizaba una atención rápida al problema por parte de ellos mismos y luego se volvía a las

actividades.

2.- estos sistemas aún no contaban con la suficiente validación social para actuar en

la sociedad transformando desde sus premisas a este segmento social. La medicina poco a

poco se iba haciendo un lugar de importancia en la sociedad, principalmente desde los

gobiernos radicales, en los cuales los médicos comenzaron a ocupar puesto de importancia

en el gobierno. La asistencia a la escuela más allá de lo justo y necesario no era bien vista,

puesto que se perdía mano de obra útil para el sustento familiar con la ida a la escuela de

los niños. En cuando a los otros sistemas los entrevistados no hacen mayores alusiones.

3.- Estos sistemas como resultado de los dos puntos anteriores, no tenían el alcance

espacial suficiente para llegar a grandes masas de población, centrándose principalmente su

82

Page 83: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

rango de influencia directa en los grandes centros urbanos, en donde a su vez tenía mayor

injerencia el Estado, con lo que los sectores del norte y sur del país, así como los lugares

alejados a los centros urbanos quedan excluidos, en este tiempo, a la aplicación y ejecución

de las políticas públicas que impulsara el Estado. Para el caso de don Jorge que vivía en un

fundo maderero, el Estado prácticamente no existía, pues tuvo educación precaria y sin el

alcance de las políticas públicas sobre infancia, sino sólo el poder del patrón, quien

disponía de todo según su parecer.

Estos tres ámbitos se evidencia en los relatos, puesto la mayoría de los entrevistados vivió

gran parte de su vida en sectores rurales, alejados del centro regional que en nuestro caso es

Valdivia, teniendo escasamente el Estado influencia en estos sectores, por lo que también su

acceso a mejores condiciones educativas también se veía reducidas al concentrarse los

mayores centros educacionales en el centro regional. Por esto, podemos decir que la

influencia de estos tres sistemas no se hizo extensiva a gran parte del país sino ya entrada la

segunda mitad del siglo, con lo que la experiencia de la infancia en nuestros entrevistados

no estuvo mediada en gran medida por estos.

Las labores realizadas por nuestros entrevistados en su infancia, tanto dentro del ámbito

doméstico como fuera de éste siempre se realizaba con el fin de ayudar a la familia, si bien

el dinero que ellos pudiesen recolectar, en los casos en que trabajaban fuera del ámbito

familiar, no representaba un gran porcentaje con respecto al total del ingreso familiar, estos

siempre eran de ayuda, realizándolo más bien desde una perspectiva afectiva pensando que

ellos debían ayudar a la familia de cualquier forma. Esta ayuda a la familia, nos relatan los

entrevistados que se hacía de manera común en los niños de la época, teniendo el niño que

ayudar ya sea en las labores cotidianas domésticas o bien salir de la casa a buscar alguna

actividad en la que conseguir algo de dinero. Si bien, la mayoría de los entrevistados nos

narra que “ayudar al papá o a la mamá” con alguna labor o bien trayendo dinero era común

en sus años de infancia, algunos de nuestros entrevistados no vivieron estas experiencias.

Es por ello que comprendemos estas labores que nuestros entrevistados realizaron durante

su infancia como parte de las estrategias familiares de vida que desarrollaban las familias

en condiciones de pobreza para así poder subsistir, y para comprender mejor las

condiciones en las que estas se desarrollaron, así como las diferencias entre estas, es que

83

Page 84: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

creemos necesario analizar los casos de los entrevistados desde los ejes de composición del

grupo familiar, lugar de residencia del grupo familiar y contexto histórico.

b.- Lugar de residencia del grupo familiar

El lugar en donde los entrevistados vivieron sus años de infancia va determinando, de

alguna forma, las labores que pudiesen realizar los miembros del grupo familiar, puesto que

en las localidades particulares se realizan labores productivas determinadas por las

particularidades del lugar o los recursos naturales con que pudiese contar. En el caso de las

localidades en que vivieron nuestros entrevistados su infancia, en la comuna de Mafil y Los

Lagos, se desarrollaban actividades productivas bastante características de ambos lugares.

En Los Lagos las actividades productivas se desarrollan en torno a dos labores: el tren y la

explotación maderera. Don Mario y don Jorge son ejemplos de aquello, pues mientras don

Jorge estaba en la precordillera trabajando en las firmas madereras, primero haciendo

trabajitos menores como reparación del camino y luego cortando raulí, don Mario trabajaba

realizando actividades de servicio doméstico para las familias de quienes eran dueños de las

balsas con que transportaban la madera por el río, conectando parte del proceso productivo

de este producto mediante el relato de estas dos personas. Don Mario igualmente trabajo

realizando pequeños otros trabajos, ligados al sector de los servicios, para finalmente

terminar trabajando en comercio, en una ciudad de Los Lagos que comenzaba a crecer de la

mano del tren.

84

Page 85: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

c.- Grupo familiar

La constitución del grupo familiar de los entrevistados consiste en todos los casos en ambos

padres más los hermanos, sobrepasando generalmente de tres hijos estas familias.

Anteriormente hicimos alusión al carácter nuclear de estas familias, por componerse, como

dijimos, solo por padres e hijos, excluyendo de ella a tíos, sobrinos o abuelos, pensando que

esto ocurre pues los niños nacieron lejos del lugar de origen de los padres, por lo que la

familia de los padres no se encuentra cerca tal vez para constituirse como red de apoyo a la

familia, como otra de las estrategias para subsistir. Sólo en el caso de don Dago la familia

de alguno de los padres estaba cerca, pero en su relato no son de importancia pues solo los

nombra para indicar su molestia hacia su padre por hacerlos llevado a Valdivia a asistir a la

escuela normal. Ninguno de los entrevistados habló sobre la falta o abandono de alguno de

los padres, siendo sólo don Mario quien vivió parte de su infancia sin su padre producto de

la muerte de éste. Las familias de los entrevistados generalmente vivieron en sectores

rurales de la región, por lo que los trabajos estuvieron asociadas a las actividades

características de cada localidad y es en este contexto que los trabajos de los jefes de

hogares de estas familias trabajaban en torno a estas. Los trabajos realizados por los jefes

de hogar generalmente no eran bien remunerados sumado a la gran cantidad de hijos hacía

difícil la supervivencia del grupo, por lo que todos los miembros del grupo familiar debían

aportar para que esta siguiese su existencia.

Don Mario nos cuenta que su padre trabajó como ferroviario, donde realizaba los cambios

de durmientes, así como la señalización de cruces de vía, labor en la que a veces lo

acompañaba su hijo. Con la muerte del padre, es la madre quien debe hacerse cargo de la

familia, quedando ella a cargo de sus tres hijos. Don Mario debió desde muy pequeño

realizar “trabajitos” incluso ir “prestado” a la casa de una prima del padre para que

trabajara en su carnicería, esto con 8-9 años, así como las labores de trabajo doméstico

realizadas en casas de familias ligadas a los botes que transportaban la madera explotada en

fundos precordilleranos de la región. Siguiendo la línea de las estrategias familiares de

vida, el rol del jefe de hogar es fundamental, porque partiendo del “supuesto de que las

estrategias de vida están condicionadas por la posición que las familias ocupan en el

sistema de estratificación social. Un modo de detectar esto es mediante el reconocimiento

85

Page 86: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

de los atributos del jefe de hogar, y la definición de estrato social estaría dado por el modo

de inserción en el sistema de producción económico” (Vallejos & Leotta, 2013:4). En los

casos particulares de los entrevistados podemos identificar mediante los relatos que

generalmente el padre estuvo presente en la infancia, exceptuando el caso de don Mario, en

donde su padre murió teniendo él 13 años. El padre de don Jorge se desempeñaba como

trabajador forestal en la pre cordillera, en el sector de Enco, lugar en donde también nació

don Jorge en donde comenzó a realizar en un principio pequeños trabajos. En este trabajo el

padre de don Jorge debía cortar raulí (Nothofagus alpina), lo cual era pagado por cada árbol

cortado. Esto hacía que la remuneración dependiera de cuanto se trabajara por lo que no

existía un ingreso definido, teniendo que complementar y ayudar los otros miembros de la

familia el dinero que traía el padre.

En el caso de don Dago el padre trabajaba de manera independiente en el campo que poseía

en el cual tenían animales, los que debían cuidar don Dago y su hermano. Además de tener

campo y animales para sustentarse, el padre de don Dago recolectaba enredaderas las que

enviaba a Santiago para la fabricación de coronas fúnebres, con lo que complementaba su

ingreso. Tal vez por ello, es que don Dago sólo debió realizar actividades relacionadas con

el mantenimiento del hogar y el cuidado de los animales, no teniendo que salir fuera del

grupo familiar para conseguir dinero con el fin de ayudar.

El padre de don Patricio, por su parte, tenía la concesión de los baños municipales, lo que lo

hacía un trabajador independiente, dependiente de su propio trabajo, y con la ayuda de su

esposa que complementaba este ingreso que suponía el dinero de los baños con la labor de

lavandera, con lo que a pesar de la pobreza que recuerda don Patricio a sus padres estos

pudieron satisfacer las necesidades materiales sin la ayuda de los demás miembros de la

familia. Este grupo familiar optó por otra estrategia distinta a las demás familias de

entrevistados, aunando todos los medios posibles para darle la posibilidad a la mayoría de

los hermanos para completar los estudios y tener una profesión con lo que posteriormente

ella debía hacerse cargo del hermano menor para que este completase la enseñanza, para así

hacerse cargo del hermano que le seguía. En este caso tenemos a la educación como

herramienta de movilidad social y forma en que estos padres pudieron sortear las

dificultades que pudieron suponer las precarias condiciones a que estaban condenados

86

Page 87: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

miles de chilenos. Cabe recordar que la elección de las estrategias familiares de vida por

parte de las familias no es necesariamente un proceso consciente, pero sí esta elección va de

la mano de los objetivos que persigue la familia, así como la posición que esta ocupa dentro

de la sistema de estratificación social dela sociedad determinada, así como las

características del padre para insertarse dentro del mercado laboral. En el caso de la familia

de don Patricio, el padre contaba con un trabajo estable en donde no dependía de jefes

aunque no necesariamente este fuera bien remunerado, por lo menos era dueño de su

trabajo, hecho que ayudaba a incentivar el estudio en sus hijos, sumado al interés de ambos

padres por seguir aprendiendo o como lo expresa don Patricio “seguir cultivándose”, hacían

que la única preocupación de sus hijos fueron los juegos de infancia y la escuela,

preocupándose ellos de proporcionarles el resto.

Al igual que el padre de don Patricio, el padre de don Hernán contaba con un trabajo

estable, sueldo permanente y fijo, puesto que era trabajador fiscal, por lo que los hijos no

necesitaban aportar con dinero para el sustento familiar, además la casa también era

aportada por el estado al ser trabajador fiscal. En este contexto don Hernán y sus hermanos

no tenían grandes preocupaciones en cuanto a las finanzas familiares, teniendo como mayor

preocupación la asistencia a clases y los juegos con los amigos. A pesar de lo anterior, don

Hernán nos narra que su padre además de las actividades como trabajador naviero, también

se dedicaba a la carpintería, particularmente a la construcción de muebles lo que significaba

una especialización y con ello otros conocimientos, los cuales vendía a sus propios

compañeros de trabajo y jefes, para así poder financiar los estudios de los hijos y tener algo

de dinero extra, ya que si bien don Hernán nos dice que su padre no eran mal remunerado,

la gran cantidad de hijos hacía difícil que el sueldo alcance para todo. En estos dos jefes de

hogar (padres de don Hernán y don Patricio) podemos ver que la preocupación central por

la mantención del grupo familiar residía exclusivamente en los padres, quienes eran los

responsables del aseguramiento de la mantención de la familia, dejando a los niños labores

menores, como cortar leña o simplemente jugar e ir a la escuela. Pensamos que esto ocurre

en grupos familiares con pisos económicos más estables, las cuales tienen un ingreso de

dinero permanente, así como conocimientos técnicos especializados que nos habla que

posibilidad mayor de estudios (en el caso del padre de don Hernán), que va haciendo que

los padres tengan otra visión y percepción del mundo y de las posibilidades de la familia y

87

Page 88: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

en especial de sus hijos en el futuro, lo que a la larga permite al grupo proyectarse al saber

con cuánto dinero contaran todos los meses sobre la base de una estabilidad laboral, lo cual

permite planificar o por lo menos pensar en futuro. Esta estabilidad laboral de los padres se

reduce en el caso que estudiamos en que los hijos de estos grupos familiares tengan la

posibilidad de acceder a mayor educación puesto que los padres pueden pagar el colegio

y/o el traslado al centro regional donde se encontraban los establecimientos educativos,

realidad que es diametralmente opuesta al de familias en que los jefes de hogar no cuentan

con estabilidad laboral pues no cuentan con piso en donde pisar y mirar hacia adelante, y es

en estos casos en donde las familias, al verse imposibilitado el jefe de hogar de satisfacer

las necesidades materiales del núcleo familiar, deben recurrir a los esfuerzos de los demás

miembros para así asegurar la supervivencia de la familia.

Capítulo VI: Conclusiones

A través del recorrido por parte de la vida de nuestros entrevistados pudimos ir

acercándonos a los objetivos que esta investigación perseguía. El objetivo general de esta

investigación que orientó la investigación en su conjunto, fue comprender el trabajo de

niños durante la primera mitad del siglo XX, en el espacio de las actuales comunas de Máfil

y Los Lagos a través de los recuerdos de adultos mayores. Mediante la sistematización y

análisis de los relatos de vida recogidos podemos concluir que el trabajo realizado por niños

aporta principal y fundamentalmente a la familia de estos niños, ayudando a esta a su

reproducción en los casos en que el o la jefe/a de hogar no pueda proveer los medios

necesarios para satisfacer las diversas necesidades del grupo. Este trabajo no

necesariamente tiene alguna retribución monetaria o en especies, puesto que el trabajo

doméstico también lo consideramos dentro de la denominación de trabajo, a pesar que de

muchos de los entrevistados no lo entienden como trabajo a las actividades domésticas, ya

que formaba parte del cotidiano y era algo común en los niños de su época. El trabajo

88

Page 89: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

doméstico desempeñado por niños es fundamental para la reproducción del grupo familiar

ya que esto permite a los padres desligarse de estas labores y dedicarse a otras labores que

pudiesen reportarles beneficios monetarios. Las tareas o trabajos que el niño debía realizar

dependían en gran medida de las condiciones laborales del jefe o jefa de hogar, puesto que

si éste cuanta con un trabajo permanente, permitía a la familia contar con una base

económica a partir de esta estabilidad laboral, lo que ayudaba al grupo familiar poder

pensarse a futuro, así como proyectar a los hijos, particularmente por que acceder a mejor

educación se volvía mucho más fácil. Esto se evidencia en alguno de los casos de los

entrevistados, puesto que los jefes de hogar que cuentan con un trabajo estable o

contratado, además de haber alcanzado cierto nivel educacional, permitía que pensasen en

la familia más allá del día a día, superando la supervivencia, proyectándose en el tiempo y

tratando de consolidarse como grupo.

Los casos estudiados generalmente están insertos en el ámbito rural por lo que notamos

que las labores que debe realizar el niño en estos lugares toman una especial importancia,

ya que existen muchas actividades que realizar por lo que esta multiplicidad de labores

hacen que los padres recurran a los niños para que cubran las tareas que ellos no pueden

hacer por razones de prioridades, dándole más importancia a actividades que impliquen un

pago de por medio. Las labores realizadas por los niños eran diversas, pero siempre

relacionadas con las faenas principales del padre o bien, con las actividades productivas

más importantes de la localidad. Ayudar al padre en las tareas cotidianas o en su trabajo era

la primera puerta a las labores que posteriormente debían realizar, además de ser

instrucción para la futura vida adulta, constituyéndose como un importante espacio de

sociabilización para el niño al no contar con una escuela formal en donde instruirse, que sin

dudas ha dejado profundas huellas en nuestros entrevistados, puesto que el trabajo sustituyó

a la escuela en algunos casos y el día a día en estas actividades les fue dando importantes

lecciones que conservan hasta ahora, como son la responsabilidad, la honradez, el orden y

la defensa de sus derechos.

El medio en donde estas personas vivieron su infancia, tanto físico como histórica, jugó un

papel importantísimo en cuanto a las labores realizadas por los niños, pues cada localidad

tiene ámbitos particulares donde se desarrollan actividades productivas específicas. En el

89

Page 90: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

caso de nuestros entrevistados, estos dos factores permitieron que realizaran actividades

relacionadas con el tren, así como la explotación maderera, actividades que actualmente no

se realizan en la zona. En el contexto histórico vivido por los entrevistados, las instituciones

del estado no abarcaban todos los rincones que la nación, por lo que muchas de las leyes

que se promulgaron que iban en directo beneficio en la calidad de vida de los niños del

país, no cumplía lo que se suponía debían hacer.

La perspectiva teórica utilizada para comprender la realidad que abordamos, nos permitió

entender los casos particulares de las labores realizadas por estos niños a principios del

siglo XX dentro de una corriente general que ha descrito la experiencia del trabajo infantil

en el siglo XX, esto en un contexto familiar, entendiendo además que los niveles macro y

micro de la sociedad están relacionados contantemente, repercutiendo uno en otro siempre

e inevitablemente, por lo que para tener una visión completa de la sociedad, así como

intentar dar cuenta de un fenómeno tan complejo como es el trabajo infantil se tiene que

tomar estos dos niveles de la realidad para vislumbrar la totalidad. Las estrategias

familiares de vida permiten reconocer y dar valor a un fenómeno que actualmente existe

como el trabajo infantil y comprenderlo en su real dimensión, con los pros y contras que

esto implica y no solo clasificarlo como un ejercicio perjudicial para el niño, sino como una

realidad compleja que obedece a condiciones que le sistema económico crea en las familias

más precarizadas. Un punto que quizás es un problema o defecto de esta teoría es su

compresión netamente economicista, tal vez error también de este trabajo, pero a favor

afirmamos y creemos que esta es solo una arista del fenómeno, y quizás las más visible, con

lo que el estudio de este no se agota con esta investigación.

La Antropología nos permite desnaturalizar la realidad social que nos rodea, y en este caso

se evidencia claramente de las transformaciones que ha experimentado la infancia en

nuestra historia reciente, pues en el caso de nuestros entrevistados, su infancia no contaba

con una escolarización obligatoria que durara cerca de 12 años ni una diferenciación tan

notable entre el ser adulto y el niño como ocurre en la actualidad. Es por ello que volvemos

a insistir en que esta realidad comenzó a cambiar y a transformarse en la medida en que

órganos especializados iniciaron a tener mayor repercusión en la sociedad como conjunto,

dejando a los sistemas expertos el problema de la infancia, sistemas que fueron dotando a

90

Page 91: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

los niños de características particulares que lo alejaban de los adultos convirtiéndose en un

ser particular y un ser como tal. Este hecho solo fue posible con el crecimiento del estado

ocurrido en pleno siglo XX, quien se comienza a estar presente en todos los ámbitos de la

vida: cuando el problema fue la alta tasa de mortalidad infantil, el estado permitió y

auspicio la intervención de los médicos para poner a raya el problema, dando a conocer que

el cuerpo de los niños eran diferentes, así como los síntomas de las enfermedades se

presentaba de manera distinta; cuando la infancia abandonada, o los niños huachos fueron

el problema, los jueces y el sistema judicial se hicieron cargo de este “problema”,

diferenciando al niño según criterios de discernimiento en cuanto a los actos que cometían;

cuando el problema fue el futuro de estos niños y de la nación, la escuela fue la solución,

así como el lugar para tener controlados, vigilados y en orden a este “problema”.

Si bien la legislación sobre infancia no tuvo gran repercusión en las vidas de nuestros

entrevistados, si la ha tenido en las actuales infancias. Desde el presente, estos niños de

ayer, ven un error en la implementación de estas leyes pues sienten que, producto de la

prohibición del castigo físico hacia los menores. Nuestros entrevistados rememoran los

años de infancia y sienten que la forma en que fueron educados ya no existe, producto de

estas leyes y con esto la pérdida de valores por parte de los niños y de la juventud. Notamos

que tras esto existen dos hechos: primero, que nuestros entrevistados basaban el respeto

hacia los mayores, en especial hacia sus padres, en el miedo al castigo físico, entendiéndolo

como una forma de formación y corrección de los malos hábitos de los niños; y segundo,

una transformación no solo en la infancia, sino que también en la familia, y en el rol

formador de los padres, puesto que al estar imposibilitados de poder educar a sus hijos

mediantes estos correctivos estos no cumplirían con su responsabilidad como padres, como

lo que los niños perderían también el respeto hacía éstos y al no tener formadores

quedarían a la deriva, lo que a fin de cuentas repercutiría en la sociedad en conjunto.

A modo de conclusión final podemos decir que los niños realizaban estas actividades

porque era necesario para poder mantener y ayudar a la familia, muchas veces a costa de

los juegos con los amigos o la asistencia a la escuela, actividades que actualmente

asociamos plenamente con ser niño, esto producto de las precarias condiciones en general

del Chile de principios de Siglo XX, por lo que frente a esta realidad las familias tenían que

91

Page 92: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

resolver como esas estas dificultades, ya sea con los niños trabajando, vendiendo algunos

productos de fabricación casera, cuidando los animales, poniendo todos los esfuerzos para

que la hija mayor sea profesional para que así ayude a los demás hermanos, haciendo otra

actividad paralela al trabajo formal, etc., por lo que frente a una sociedad en que en general

se vive en precarias condiciones el ayudar a la economía familiar se hace deber.

92

Page 93: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Bibliografía

Ariès, P. (1986). La infancia. Revista de Educación (281), 5-17

Aylwin et al. (1999) Chile en el siglo XX. Santiago: Planeta.

Balan, J. & Jelin, E. (1979) La estructura social en la biografía personal. Estudios CEDES

(9)

Bertaux, D. (1999) El enfoque biográfico: su validez metodológica, sus potencialidades.

Proposiciones (29).

Carli, S. (1999). La infancia como construcción social y las miradas sociológicas sobre los

procesos de socialización (1ra Edición)(Comp.).

Cavieres (2001) Ser infante en el pasado. Triunfo de la vida o persistencia de estructuras sociales. La mortalidad infantil en Valparaíso, 1880-1950. Revista Historia Social y de las Mentalidades (5), 31-58.

Cillero, M. (1994). Evolución histórica de la consideración jurídica de la infancia y

adolescencia en Chile. En Pilotti, F. (Ed.) Infancia en riesgo social y políticas públicas en

Chile (pp. 75-152). Santiago: Programa interamericano de fortalecimiento de los sistemas

de bienestar infantil.

COLANGELO, A. (2005) La mirada antropológica sobre la infancia. Reflexiones y

perspectivas de abordaje. Infancias y juventudes. Pedagogía y formación. Seminario

Internacional La formación docente entre el siglo XIX, Ministerio de Educación, Buenos

Aires.

(2008) La constitución de la niñez como objeto de estudio e

intervención médicos en la Argentina de comienzos del siglo XX. IX Congreso Argentino

de Antropología Social. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales - Universidad

Nacional de Misiones, Posadas

Collier, S. & Sater, W. (1998) Historia de Chile: (1808-1994). Santiago: Cambridge.

Cortez, J. (1992). Evolución histórica del sistema de atención a la infancia en Chile.

Santiago: SENAME.

93

Page 94: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Correa, R. (1999) La aproximación biográfica como una opción epistemológica, ética y

metodológica. Proposiciones (29).

Delgado, M. (2001). La infancia abandonada en Chile. 1770-1930. Revista Historia Social

y de las Mentalidades (5), 101-126.

Feixa, C. (1996). Antropología de las edades. En: J. Prat & A. Martínez (Eds). Ensayos de

Antropología Cultural. Homenaje a Claudio Esteva-Fabregat (pp. 319-335). Barcelona:

Editorial Ariel, S.A.

Fierro, M. (2009) Máfil en la historia y en la memoria (1930-1964). Mafil: Printus.

Goicovich, I. (2001) Estructura familiar y trabajo infantil en el siglo XIX. Mincha, 1854.

Revista de Historia Social y de las Mentalidades (5), 59-78.

Leyra, B. (2009) APROXIMACIONES ANTROPOLÓGICAS A LA INFANCIA

TRABAJADORA: DECONSTRUYENDO LOS MITOS Y ANALIZANDO LOS VACÍOS

DE UNA COMPLEJA RELACIÓN. Foro Madrileño de Etnografía y Educación.

Mallimaci, F. & Giménez, V. (2006). Historia de vida y métodos biográficos. En Vasilachis

de Gialdino (Ed.) Estrategias de investigación cualitativa (pp. 175-212). Barcelona: Gedisa.

Maureira, F. (2002). Trabajo infantil. Algunas consideraciones desde la antropología.

Revista Austral de Ciencias Sociales (6).

Morales, E. (1994). Políticas sociales y niñez. En Pilotti, F. (Ed.) Infancia en riesgo social

y políticas públicas en Chile (pp. 41-64). Santiago: Programa interamericano de

fortalecimiento de los sistemas de bienestar infantil.

Milanich, N. (2001). Los hijos de la providencia: el abandono como circulación en el chile

decimonónico. Revista de Historia Social y de las Mentalidades (5)

Narodowski, M. (1994). Infancia y poder: la conformación de la pedagogía moderna.

Buenos Aires: Aique.

Narváez-Goenaga, V. (2012). Algunas reflexiones sobre la infancia como categoría y

fenómeno social (14).

94

Page 95: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Neiman, G. & Quaranta, G. (2006). Los estudios de caso en la investigación sociológica.

En Vasilachis (coordinadora) Estrategias de investigación cualitativa (pp. 213-233).

Barcelona: Gedisa.

Pachon, X. (2009) ¿Dónde estan los niños? Rastreando la mirada antropológica sobre la

infancia. Maguaré(23), 433-469.

Pinto, D. (1992) Ensayo sobre la historia de los lagos. Los Lagos: Ilustre Municipalidad de

Los Lagos.

OIT (2006) La eliminación del trabajo infantil: Un objetivo a nuestro alcance. Informe

Global al seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos

fundamentales en el trabajo. Informe del Director General para la Conferencia Internacional

del Trabajo. 95ta reunión. Ginebra.

Rojas, J. (1996) Los niños Cristaleros: Trabajo infantil de la industria. Chile, 1880 – 1950.

Santiago: DIBAM.

(2001) Los niños y su historia: un acercamiento conceptual y teórico desde la

historiografía. Pensamiento Crítico Revista Electrónica de Historia (1).

(2010) Historia de la infancia en el Chile republicano 1810-2010. Santiago:

JUNJI.

Salazar, G. (2007) Ser niño "huacho" en la historia de Chile (siglo XIX). LOM ediciones.

Santiago.

Salazar, G. & Pinto, D. (2002) Historia contemporánea de Chile III. La economía:

mercados, empresarios y trabajadores. Santiago: LOM Ediciones.

Salinas, R. (2001) La historia de la infancia, una historia por hacer. Revista de Historia

Social y de las Mentalidades (5), 11-30

Satriano, C. (2008) El lugar del niño y el concepto de infancia. Extensión Digital (3)

Taylor, S. & Bogdan, R. (1987) Introducción a los métodos cualitativos de investigación: la

búsqueda de significados. Barcelona: Paidos.

95

Page 96: El Caminar Descalzo. Infancia, trabajo infantil y memoria

Torrado, S. (1982) “El enfoque de las estrategias familiares de vida en América Latina.

Orientaciones teórico metodológicas” Cuaderno del CEUR nº2.

Vallejos, C. & Leotta, M. (2013) Apuntes teóricos y metodológicos sobre el concepto de

estrategias familiares de vida. Avances de investigación sobre un estudio de caso. X

Jornadas de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires,

Buenos Aires, 2013.

Vasilachis de Gialdino, I. (2006). La investigación cualitativa. En Vasilachis de Gialdino

(Ed.) Estrategias de investigación cualitativa (pp. 23-64). Barcelona: Gedisa

96