el cafe de los corazones rotos - stokes, penelope

Upload: neluchatm

Post on 05-Jul-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    1/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    2/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    3/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    4/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    5/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    6/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    7/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    8/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    9/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    10/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    11/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    12/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    13/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    14/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    15/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    16/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    17/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    18/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    19/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    20/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    21/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    22/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    23/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    24/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    25/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    26/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    27/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    28/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    29/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    30/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    31/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    32/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    33/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    34/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    35/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    36/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    37/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    38/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    39/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    40/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    41/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    42/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    43/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    44/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    45/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    46/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    47/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    48/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    49/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    50/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    51/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    52/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    53/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    54/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    55/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    56/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    57/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    58/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    59/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    60/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    61/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    62/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    63/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    64/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    65/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    66/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    67/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    68/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    69/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    70/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    71/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    72/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    73/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    74/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    75/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    76/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    77/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    78/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    79/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    80/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    81/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    82/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    83/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    84/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    85/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    86/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    87/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    88/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    89/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    90/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    91/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    92/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    93/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    94/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    95/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    96/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    97/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    98/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    99/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    100/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    101/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    102/1175

    con gesto serio y alguno quotro me saludaba simirarme a los ojos.

    Una vez llevado a cab

    el ritual, nadie sabía quhacer con la viuda máreciente del pueblo.

    La puerta se abrió pofin.

    —Pase, señora Haley —me dijo Marvin

    invitándome a pasar a ssantuario.«¿Señora Haley?»

    pensé. Nos conocíamodesde que estábamos en

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    103/1175

    colegio y nunca me habíhablado de usted.

    —Supongo que tendrque llamarte seño

    Beckstrom y dejar el tute¿no? —solté—. ¿A quviene tanta formalidad?

    Él enarcó una ceja y mmiró con una sonrisilla.

    —Sólo intentaba seprofesional, Dell. Al fin y

    cabo, éste es un momentdifícil para todos. —Sinclinó sobre la pulidsuperficie de su escritorio—¿Cómo vamos?

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    104/1175

    El tono paternalista de lpregunta me puso los pelocomo escarpias.

    —En fin, tú verás —

    contesté sin intentar siquierdisimular el sarcasmo—tengo cincuenta y un añoacabo de enterrar a mmarido y esta mañana me h

    llamado tu secretaridiciéndome que tenía qu

    venir urgentemente parhablar de mi situacióeconómica. ¿Cómo creeque vamos?

    Fue un error acorralarl

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    105/1175

    de esa forma, pero no pudevitarlo. Vi que me mirabcon los ojos entrecerrados que apretaba los dientes,

    me recordó a unchihuahuaenseñándole los dientes a urottweiler . Después sereclinó en la silla y colocuna carpeta de color verd

    en el centro del escritorio. —De acuerdo —dijo—

    Formalidades aparte, lsituación es la siguienteComo ya sabrás, nuestrbanco, Ahorros y Créditode Chulahatchie, es e

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    106/1175

    propietario de la hipoteca dtu casa…

    —Hipoteca… —repecomo si fuera un loro.

    —Sí, hipoteca. Epréstamo avalado por tpropiedad.

    —Ya sé lo que es unhipoteca —repliqué—

    Llevamos viviendo treintaños en esa casa. Digo y

    que a estas alturas yhabremos acabado dpagarla, ¿no?

    La sonrisilla reaparecióacompañada del ton

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    107/1175

    paternalista. —Dell, soy conscient

    de que muchas mujeres dcierta edad… —Hizo un

    pausa para mirarme.Me mordí la lenguhasta que me hice sangrpero logré mantenerme esilencio. Satisfecho a

    parecer, Marvin asintió cola cabeza y retomó e

    discursito. —De que muchamujeres de cierta edadcomo tú, han dependido todsu vida de sus maridos, qu

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    108/1175

    eran quienes se encargabade los asuntos económicoPor desgracia, esa situacióno las ayuda mucho cuand

    sus maridos mueren…esto… de forma repentina.Tenía razón, aunque n

    pensaba admitirlo en voalta, claro. Siempre habí

    dejado todo lo que tenía quver con el dinero en mano

    de Chase. Yo me encargabde la economía mensual, dlas facturas y las comprapero siempre y cuandhubiera dinero en la cuen

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    109/1175

    del banco, lo demás no mimportaba.

    Lo miré furiosa. —Ahórrame el sermón

    ve al grano, Marv. —Voy al grano —repitiél con expresión guasona—Más concretamente a la letpequeña. —Hizo una paus

    dramática—. La casa esthipotecada hasta las tranca

    Chase pidió un nuevcrédito para comprar eterreno del río y lembarcación. Y lcamioneta nueva, claro. —

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    110/1175

    Sacó una hoja de papel de carpeta y me la ofreció poencima del escritorio—Aquí está todo desglosado

    En resumidas cuentas, tienetreinta y cinco mil dólares eel banco, y tus deudaascienden a un total dciento treinta y dos mil.

    No podía respirar npensar. Me estaba

    hundiendo, como si MarviBeckstrom me hubiera ataduna piedra al tobillo y mhubiera arrojado al ríTombigbee.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    111/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    112/1175

    la fábrica de piensos cerró Ray Kaiser se largó con edinero —contestó Bicho—Chase sólo llevaba dos año

    trabajando en Tenn-TomPlastics, así que no espereuna cantidad importantePorque además, parece quChase eligió la cobertur

    menor en su seguro de vidVeinte mil.

    Veinte mil. Más treinta cinco mil en la cuenta dahorro. Nunca se me habíadado bien las matemáticapero no hacía falta ser u

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    113/1175

    genio para comprender lque significaba.

    —Puedes vender lcabaña del río —señal

    Marvin como si me hubierleído el pensamiento—aunque, tal como está emercado, yo no contaría coello. El coche valdrá cinco

    seis mil dólares, calculo yo —¿Y cuánto pagó él

    ¿Veinticuatro mil más menos? —Es lo que tiene l

    devaluación —contestó mientras se encogía d

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    114/1175

    hombros—. Estirando hasel último centavo, podríavivir durante un año con dinero del seguro de vida —

    dijo—. Pero si quieres uconsejo… No lo quería. No querí

    sus consejos ni quería segumirando ni un minuto má

    esos ojos saltones ni esa cade estaca. Tampoco querí

    llorar, pero las lágrimas mestaban ahogando y sabíque estaba a punto dvomitar en ese momento, esu despacho, encima de s

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    115/1175

    carísima alfombra verde.Así que salí corriendo

    Abrí la puerta, sorteé entrempujones la cola d

    personas que esperaban sturno en el mostrador dPansy Threadgood y entren el baño de señoras, dondme encerré en el retrete pa

    discapacitados.Me pasé cinco minuto

    enteros inclinada sobre ltaza, salivando como si fueuno de los perros de Pavlomientras mi estómagllegaba a la conclusión d

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    116/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    117/1175

    infiel, por haber llegadtantas veces tarde a casa por haberme engatusado cosus carantoñas, sus halagos

    sus monerías para evitar máde una discusión. —¡Te mataba ahor

    mismo Chase Haley! —gri. ¡Por haber vivido y po

    haberte muerto! —estampel puño contra la puerta d

    retrete.Me dolió. Mucho. Perno me detuve. No podídetenerme.

    —Ojalá te pudras en e

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    118/1175

    infierno. Ojalá ardas allOjalá…

    —¿Dell? —me llamalguien al tiempo que dab

    unos suaves golpecitos en puerta—. Dell, cariño, ¿estábien?

    Miré por una rendija y vun mechón de pelo rubi

    achicharrado. Era TansiOrr, que habría salido de

    Tenn-Tom Plasticsaprovechando la hora ddescanso para almorzar.

    —¿Necesitas ayudacorazón? Déjame entrar.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    119/1175

    Abrí la puerta aregañadientes. Tansie slimitó a mirarme un minutentero antes de coger el tor

    por los cuernos. Agarró epapel higiénico y cortó unocinco metros que me dejó ela mano.

    —Suénate la nariz

    corazón, que se te estácayendo los mocos —dijo.

    Me levanté, me acerqual espejo y me miré con loojos entrecerrados. Tenírazón. Se me estabacayendo los mocos. Tenía l

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    120/1175

    nariz y los ojos rojos, y sme había corrido el rímemejillas abajo. En esmomento, me juré a m

    misma que aunque no se mvieran los ojos por culpa dlas bolsas y de las patas dgallo, en la vida volvería usar rímel.

    Tansie estaba detrás dmí, observando mi reflejo.

    —Supongo queCarcoma te ha dado malanoticias, ¿verdad?

    Sonreí sin poder evitarloEra otro de los apodo

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    121/1175

    infantiles de Marvin, juntcon Ratontón, Cucaracha Gallina.

    —Es un hijoputa co

    todas las letras —siguiTansie con voz compasiv. ¿Qué te ha hecho? —Me ha dicho la

    verdad.

    —Dios, es de lo peor. —Tansie meneó la cabeza co

    lástima y tiró de mí parabrazarme.Era unos diez o quinc

    centímetros más alta que yde modo que mis ojo

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    122/1175

    quedaron al mismo nivel qusu pecho. Se me saltaron lalágrimas por los efluvios dEstée Lauder y estuve

    punto de morir asfixiadcontra su canalillo.Cuando me soltó, s

    apoyó en el lavabo y shurgó entre los dientes co

    una larguísima uña pintadde rojo. Que fuera capaz d

    usar el teclado del ordenadcon esas uñas era unmisterio digno de AgathChristie.

    —Escúchame, precios

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    123/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    124/1175

    acuerdas? Nos quedamos eun Bed & Breakfast de estivictoriano que era unmonería. Un Bed &

    Breakfast es una pensiónpor si no lo sabes. Un sitiprecioso, regentado por unviuda.

    Me miró a los ojos co

    gesto expectante. No tenía idea de adonde quería ir

    parar. —¿Y? —Dell, tú podrías hace

    lo mismo. ¡Puedes hacerloTienes una casa de estil

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    125/1175

    Victoriano y te sobra udormitorio. Podrías abrir tpropio Bed & Breakfast aqen Chulahatchie.

    Esa mujer estaba locaComo un cencerro. Eprimer lugar, mi casa no erde estilo Victoriano. Ervieja. Punto. Sólo tenía u

    cuarto de baño, a menos quse contara el aseo ta

    minúsculo en el que Chasni siquiera podía entrar. Edormitorio de invitadosiempre había sido etrastero, ya que no teníamo

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    126/1175

    ni ático ni sótano. En esmomento, estaba hastarriba de cajas con loadornos navideños, con la

    macetas de geranios que smarchitaron durante lprimera helada del invierny con un montón de trastoviejos de pescar que Chas

    había ido almacenando paarreglarlos, pero que un d

    por otro se habían quedaden el olvido.Además, Chulahatchi

    no era precisamente uhervidero de turistas. Nad

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    127/1175

    iba al pueblo a menos qufuera por un propósitconcreto, o que se perdierporque había cogido l

    salida equivocada de lautopista o que se hubierquedado sin gasolina, ya qula estación de servicio depueblo, Llénalo y Corre, er

    la última oportunidad drepostar hasta llegar a l

    frontera con Alabama.¿Un Bed & Breakfast eChulahatchie? Era ridículo.

    Pero no le dije nada Tansie. La pobre me l

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    128/1175

    había propuesto con smejor intención, y parecímuy contenta por habetenido una idea tan brillant

    Como si llevara toda la videsperando para decir alginteligente e importantealgo que no se le hubierocurrido a ninguna otr

    persona.Al final, resultó qu

    Tansie no fue la únicdispuesta a comparticonmigo los beneficios de sinfinita sabiduría. Y lhabría agradecido de tod

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    129/1175

    corazón si alguno de loconsejos hubiera podidaplicarse a mi caso. Porquni contaba con un

    diplomatura, ni con unlicenciatura, ni habíestudiado secretariado, ntenía cabeza para lonúmeros. Tampoco podí

    cargar con treinta kilos dpeso, ni podía levantar caja

    ni podía cargar camioneEra una mujer de cincueny un años sin estudiosuperiores, sin experienclaboral, sin dinero y si

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    130/1175

    perspectivas de futuro. —Cada necio quiere da

    su consejo —solía decirmmi madre.

    Lo único que sabía haceera cocinar. Y no tenía nidea de cómo podía servirmeso.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    131/1175

    Capítulo 5

    Dos semanas después deentierro, estaba en la cocinsacando la última tanda dempanadillas de manzana d

    la sartén cuando sonó etimbre. No terminaba de cogerl

    el tranquillo a eso de cocinpara una sola persona. Toda

    las superficies planas de lcocina estaban cubiertas co

    empanadillas de manzanen bandejas para que senfriaran, sobre papel d

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    132/1175

    cocina, en recipientes planopara congelarlos… A Chasle encantaban, no se cansabnunca de comerlas. Y

    aunque ya no estaba pardisfrutarlas, yo seguípreparándolas. No era capade quedarme de brazocruzados viendo cómo toda

    esas manzanas seestropeaban.

    Saqué la últimaempanadilla del aceiteapagué el fuego y fui a abrla puerta. Me encontré coBoone Atkins en el porche.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    133/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    134/1175

    con otra persona.Salvo en mi caso. Yo er

    la mejor amiga de Boone, súnica amiga, porque todo

    mundo creía que Boone erhomosexual.A las alturas que

    estamos, tal vez no sea uescándalo, al menos e

    ueva York o en SanFrancisco, o incluso e

    Memphis o en BirminghamPero en Chulahatchie lgente no mira con buenoojos a quien se salga de lnorma, y aquí la norma e

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    135/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    136/1175

    cuidar de ella, y cuando éstambién murió, heredó lcasa.

    Era una persona callad

    y amable con tres pasioneen su vida: la música, lolibros y el arte. Por supuesteso sólo empeoraba lacosas, ya que era un

    estereotipo andante.La gota que colmó e

    vaso fue que después de lmuerte de su madre redecorla casa y pintó la fachada desa preciosa casita blanca dun color llamado «Malv

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    137/1175

    Sublime», con lacontraventanas y losalientes en un «CiruelPasión». En realidad, ambo

    tonos eran más discretos dlo que parecían por enombre y quedabanfantásticos, al menos en mopinión, pero no les sent

    nada bien a los habitantedel pueblo, que ya l

    miraban con recelo.Chase no soportaba Boone. Lo llamab«mariquita loca» a suespaldas. Lo sé porque e

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    138/1175

    una ocasión lo dijo delantde mí.

    Una y no más. Porque luré que si volvía a decirl

    en mi presencia, lo mataríadespués me divorciaría de éDe modo que mantuvo lboca cerrada a partir de esmomento, pero no

    necesitaba decir nada parhacerme saber que no l

    gustaba un pelo que fueramiga de Boone.Y Boone no era tonto

    unca iba a verme a casaQuedábamos para come

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    139/1175

    todas las semanas mientraChase trabajaba, ynormalmente íbamos Starkville, a Tupelo o, d

    vez en cuando, incluso Tuscaloosa, donde nadipodía reconocernos. Era cacomo tener una aventurpero sin la parte carnal.

    Aunque sí había amorsólo que de otra clase

    Boone veía cosas en mí qunadie había vislumbradamás, ni siquiera Toni

    Hablábamos de libros, dideas y de creatividad. M

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    140/1175

    recomendaba algunotítulos, me pedía opiniósobre algunos temas y hacque me sintiera inteligent

    aunque no hubiera recibiduna educación como la suyBoone era mi conexió

    con el mundo que existímás allá de Chulahatchi

    Pero una conexión secretSiempre secreta.

    Pero como Chase ya nestaba, supuse que podríinvitar a quien me diera lgana a mi casa. Era unsensación extraña, y mu

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    141/1175

    liberadora. —Hola, Boone —l

    saludé—. Entra.Lo vi titubear un

    momento, clavar la miraden el felpudo y despuéechar un vistazo a la calldesierta, como si quisierasegurarse de que nadie no

    miraba. Al final, traspasó umbral de la puerta y m

    abrazó.Me abrazó durante ubuen rato, apretándome biefuerte.

    —Dell —dijo.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    142/1175

    Sólo eso, sólo «Dell»Fue suficiente.

    Cuando me soltóretrocedí para mirarlo a l

    cara. No conseguíacostumbrarme a lo guapque era, a pesar de que lconocía desde siempre. Erunos cuantos años más jove

    que yo, y ya rondaba locuarenta y cinco, per

    aparentaba treinta. Tenía lohombros anchos, el pelo los ojos oscuros, y uhoyuelo en la barbilla. Era bastante guapo para ser u

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    143/1175

    rompecorazones si lsituación hubiera siddistinta. Y, desde luego, nparecía un bibliotecario.

    Lo miré con el ceñfruncido. —¿Cómo es que ha

    tardado tanto en venir verme?

    Me siguió a la cocina siresponderme.

    —Huele que alimenta. —Empanadillas dmanzana. Acabo dterminar. Siéntate mientrahago café.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    144/1175

    Se sentó a la mesa de lcocina y me observmientras preparaba el café colocaba unas empanadilla

    recién hechas en un platoBoone tenía la habilidad dguardar silencio sin quresultase incómodo, algque la mayoría de la gent

    era incapaz de hacer aunqule fuera la vida en ello.

    Cuando por fin lo tuvtodo listo, me senté. Boonme concedió cosa de mediminuto antes de apoyar locodos en la mesa y l

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    145/1175

    barbilla en las manos. —¿Qué vas a hacer

    Dell?Fue tan repentino y ta

    directo que solté uncarcajada y espurreé el cafpor la mesa.

    —No te gusta andartpor las ramas, ¿verdad? —

    pregunté. —Contigo, no. —Cogi

    una de las empanadillas y dio un mordisco—. Estbuenísima, Dell. Con eazúcar justo y mucha canelLa cobertura está crujiente…

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    146/1175

    menos donde has espurreadel café. —Sonrió—Contéstame.

    —Es que no lo sé.

    —Vale, entonces voy responder a tu pregunta dantes. He esperado todo estiempo para venir a vertporque cuando alguie

    muere, la gente se congregalrededor de la famili

    durante un par de semanas después vuelve a lnormalidad. Todos retomasus vidas. Se les olvida qula familia del difunto est

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    147/1175

    sufriendo porque ellos ntienen que vivir con laemociones, con el vacío dla pérdida y la impredecib

    tristeza que te acompañan todas horas y te asaltacuando menos te lo esperaCuando sufres una pérdidasí, necesitas un apoy

    después del funeral, despuéde que se acabe la comid

    después de que hayavaciado los armarios escrito las notas dagradecimiento. Sé qucuentas con Toni, per

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    148/1175

    quiero que sepas qutambién cuentas conmigo.

    Se me nubló la vista poculpa de las lágrimas y vi s

    cara como a través de uncatarata, o como si estuvierviendo su reflejo en el fondde un pozo. Parpadeé.

    —Gracias.

    —Llorar es bueno, Dell —Eso me dicen. Per

    tengo un problema con esBoone. Me parece que nlloro por los motivoadecuados: porque estotriste o porque he perdido

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    149/1175

    que fue mi marido duranttreinta años, o porque me hquedado sola. Creo que sóllloro cuando me enfado

    Cuando me enfado dverdad, cuando me pongfuriosa y me entran ganas dromper cosas o de pegarlun puñetazo a la pared.

    Me miró con unaexpresión a la que no estab

    muy acostumbrada: coternura y comprensión. —Tienes mucho

    motivos para estar enfadadaLe di un mordisco a un

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    150/1175

    empanadilla, pero no lsaboreé. Se me atascó en garganta como un tronco satascaría en el barro de

    Misisipi. —Tú sabes todo lo quse cuece en la ciudad —dicuando conseguí tragar—Dime la verdad.

    —¿La verdad sobre qué —Sobre Chase. Sé qu

    tenía una aventura y nadme ha tranquilizado arespecto. Pero no sé ni coquién, ni dónde ni cuándoTodo el mundo habla de

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    151/1175

    tema, todo el mundo menoyo. Lo encontraron en lcabaña del río el viernes pola noche, pero esa tarde y

    pasé por allí y su camioneno estaba. Alguien llamó emergencias, pero no squién.

    —¿Para qué necesita

    saberlo? —me preguntó. —¡Lo necesito porqu

    sí! —exclamé—. Llámalcuriosidad. Llámalsatisfacción. Llámalo comte dé la gana. Quiero lverdad. —Me aferré l

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    152/1175

    cabeza con las manos tragué saliva—. No puedo por la calle sin preguntarmsi sería esa mujer o la otr

    Sin preguntarme en quiépuedo confiar. La gente mevita, susurra a mis espaldao me mira con tanta lástimque me entran ganas d

    vomitar. Ojalá supiera lverdad. A lo mejor entonce

    podría seguir con mi vida las cosas podrían volver a normalidad.

    Boone me sonrió y mcolocó la mano en el braz

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    153/1175

    La caricia de su mano mpareció cálida, sólida, reaLo más real que habísentido en muchísim

    tiempo. —No volverán a lnormalidad —me dijo evoz baja—. Nunca volveráa la normalidad… o a

    menos será una normalidadistinta a la de antes. Tod

    ha cambiado. A lo mejonunca obtienes todas larespuestas que buscas, DelSi supieras con quién, tseguirías preguntando e

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    154/1175

    porqué. Si supieras eporqué, te seguiríapreguntando el cómo…cómo fue posible que t

    marido hiciera algo así cómo fuiste tan ciega compara no darte cuenta. —Mmiró un buen rato a la carcomo si intentara desvela

    algo oculto tras mi mirad. No sé con quién —dij

    , pero Chase estaba en erío. Su camioneta estabaparcada bajo la cabañaTodavía está donde la dejó.

    Guardé silencio un

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    155/1175

    momento, sopesando supalabras.

    —Sí. Supongo que poeso no la vi desde l

    carretera. Normalmentaparcaba delante de lpuerta, pero si estaba couna mujer…

    —Tal vez creyó que t

    irías a buscarlo.Me invadió una olead

    de gratitud hacia ese hombtan maravilloso, sensible honesto. Ni siquiera intentsacarme de la cabeza la idede que Chase me había sid

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    156/1175

    infiel. A su manera, estabconfirmando mis sospechay dando validez a miemociones. En es

    momento, lo quise más de que jamás creí posible. —Gracias —le dije. —¿Por qué? —Por no intenta

    hacerme cambiar de opinióbuscar excusas o ponerm

    paños calientes diciéndomque son imaginaciones mía —Vivir engañado no e

    bueno.El nudo que tenía en e

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    157/1175

    estómago se aflojó un pocde modo que le di otrmordisco a la empanadilla rellené las tazas de café. L

    hablé de la hipoteca, deseguro de vida y de que mquedaban once meses diecinueve días antes de qume pusieran de patitas en

    calle para vivir en una cajde cartón.

    Me escuchó sininterrumpirme y sólmasculló algo cuando saliórelucir el nombre de MarviBeckstrom, algo que s

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    158/1175

    parecía sospechosamente «cerdo asqueroso». Cuandterminé de hablar inspirhondo, Boone me sonrió.

    —¿Qué pasa? —Nada. Estabapensando que seguramenttodo el mundo tenga unopinión acerca de lo qu

    deberías hacer. —¡Has dado en el clavo

    Tansie Orr me sugirió quabriera un Bed & Breakfaal estilo inglés.

    Me miró conincredulidad antes d

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    159/1175

    esbozar una sonrisdeslumbrante.

    —Esa mujer está parque la encierren en e

    manicomio de Whitfield. —El de Tupelo está mácerca —dije—. Pero tendríaque haberle visto la caraCreía que había tenido un

    revelación, como si acabarde descubrir un nuev

    principio de la físiccuántica o hubierdemostrado la teoría de lrelatividad de Einstein.

    —Qué inocente es, po

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    160/1175

    Dios.El comentario no

    arrancó una carcajada. En Sur puedes decir cualquie

    cosa de cualquier persona no se considera uncomentario malintencionadsiempre y cuando acabecon esa frase.

    —Así que… —dije a lpostre— ¿tienes algun

    brillante idea para evitar qutu vieja amiga acabe en uasilo para pobres?

    —A decir verdad, tenguna sugerencia.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    161/1175

    —Cariño, no te cortesSuéltalo.

    Boone bebió un sorbo dcafé y se acomodó en l

    silla. —Sácales partido a tuhabilidades.

    —¿Y eso qué quierdecir? —quise saber—. ¿E

    que no me has escuchadoo tengo ninguna habilida

    especial. No tengo unlicenciatura, soy demasiadvieja para un trabajo físicy…

    —Sácales partido a tu

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    162/1175

    habilidades —repitió. Cogiotra empanadilla, me saludcon ella y le dio un mordisc

    . Mmmm. Buenísima

    Dell Haley, eres sin lugar dudas la mejor cocinera este del Misisipi y de todo Sur.

    Y, tal como Boone sabí

    que pasaría, por fin lentendí.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    163/1175

    Capítulo 6

    En el extremo oeste depueblo, justo al lado de lplaza, había un local frenal cual había pasad

    millones de veces sin reparen él. Llevaba muchísimoaños cerrado y tenía loescaparates cubiertos poperiódicos del año de l

    polca. A su izquierda, estabel aparcamiento del Sav-M

    Dollar Store, y a su derechse alzaba la Ferretería dRunyan.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    164/1175

    Cuando vi que Boonsacaba la llave y me invitaba pasar al interior como me estuviera ofreciendo

    Taj Mahal, llegué a lconclusión de que mi amighabía perdido la cabeza e iba acabar compartiendhabitación con Tansie Orr e

    Whitfield.El lugar carecía d

    suministro eléctrico, pero través de los escaparatecubiertos por los periódicoentraba luz suficiente compara comprobar que e

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    165/1175

    interior estaba hecho udesastre. Olía a humedad, normal después de habeestado cerrado tanto tiemp

    y todo estaba cubierto pouna capa amarillenta. Mnariz me dijo que era unmezcla de grasa y nicotinAdemás de ese olor, capté

    de los ratones. Vi que algcorría a esconderse debaj

    de un tablón. Aquello era infierno y yo acababa dmorir, estaba segura.

    Boone, en cambioparecía estar en la gloria.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    166/1175

    —¡Mira qué sitio! —exclamó.

    —Ya lo veo, ya.Al parecer, mi tono d

    voz le dejó claro que nestaba impresionada eabsoluto. Se acercó a mí me pasó un brazo por lohombros.

    —No mires con los ojome dijo—. Mira con e

    corazón. Mira con limaginación. Mira con ealma.

    La verdad, en ciertaocasiones Boone se ganaba

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    167/1175

    pulso su reputación de gaySin embargo, le seguí lcorriente.

    A lo largo de la pare

    situada frente a la puertahabía un mostrador delantdel cual se alineaban unocuantos taburetes coasientos giratorios. La

    paredes laterales contabacon hileras de mesas

    asientos de respaldo altoaunque la tapicería dplástico se había roto emuchos de ellos y se veía relleno. En el centro de

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    168/1175

    local, se agrupaban unacuantas mesas cuadradas dfórmica, típicas de locincuenta.

    Supongo que no se mdaba muy bien eso de «mircon el corazón», tal como lllamaba Boone. Mis ojos sempeñaban en llevar la vo

    cantante. —Mira hacia arriba —

    me dijo él—. ¿Qué ves? —Un techo que está punto de caérseme encima.

    —Es estaño, Dell. Debueno. —Se acercó a

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    169/1175

    mostrador y lo acarició coambas manos—. Esto emármol. Es el mismmostrador tras el cua

    despachaban los refrescocuando este sitio era lantigua botica. Y miresto…

    Me arrastró hasta un

    puerta de vaivén a través dla cual se accedía a un

    cocina equipada con ochfogones, dos hornos y unparrilla gigantesca.

    —Mira, hay una cámarfrigorífica y una never

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    170/1175

    enorme. Vale, hay qucambiarla, pero fíjate en lgrande que es la despensEste sitio es perfecto.

    —Es viejo —señalé y. Está asqueroso. —Es vintage —me

    corrigió él, decidido a no dsu brazo a torcer.

    —De acuerdo —claudiqué—. Reconozco s

    potencial, pero sabes que npuedo permitirme comprary…

    —Eso es lo mejor —minterrumpió—. No tiene

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    171/1175

    que comprarlo. Puedealquilarlo… por muy pocdinero. He hablado coMarvin Beckstrom y…

    —Un momento. ¿Mestás diciendo que este loces del Banco de Ahorros Créditos de Chulahatchie?

    —Bueno, sí, pero…

    —Ni hablar. Ni muertharía negocios con Gallin

    Ratontón. Cree que sotonta. Deberías haber vistla sonrisilla que pusmientras me decía…

    Boone se acercó y m

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    172/1175

    abrazó. Ese pequeño gestde cariño me conmovitanto que me eché a llorar.

    —Pues demuéstrale qu

    no lo eres —susurró—Demuéstrales a MarviBeckstrom y a este pueblde paletos ignorantes quvales mucho más de lo qu

    se creen.

    Esa noche fui a casa dToni y se lo conté todmientras picoteaba de unempanada de pollo. Le hab

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    173/1175

    de mi situación económicde la brillante idea dBoone, del viejo restaurany de lo dejado que estaba,

    de lo mucho que masustaba el futuro. —Es una idea genial —

    me dijo cuando se lo contodo—. Es tan genial que m

    encantaría que se me hubieocurrido a mí.

    —Podría perderlo todoHasta la funda de oro de lmuela.

    —Sí, pero piensa en laposibilidades —me aconsej

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    174/1175

    Toni con una expresiónostálgica y soñadora en cara—. ¿Recuerdas cuandéramos pequeñas y ese siti

    servía comidas? —Recuerdo que locerraron porque incumplílas normativas sanitarias —contesté—. Además, ¿qu

    clientela podría tener cuanden el pueblo está e

    restaurante de Barney, eMcDonald’s en el área ddescanso de la autopista y mexicano?

    —Pues yo creo que tod

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    175/1175

    el mundo. Barney sólo sirvcenas. El mexicano es unido de cucarachas —mrecordó Toni—. Además

    eso da igual. Lo importanes que esto es perfecto parti. ¿Qué es lo que más tgusta hacer en la vidaCocinar. ¿Qué es lo qu

    mejor se te da? Cocinar. ¿Ste ocurre algún modo mejo

    de ganarte la vida? —Pues no, pero… —¡Dell Haley, a vece

    eres tan cabezona que mpones de los nervios! —

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    176/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    177/1175

    perfectamente desarrolladoparezcas una mujer, el restestá sin hacer. Tu mente, tcorazón y el sentido comú

    brillan por su ausencia. ¡PoDios! Una mujer no sconoce bien hasta que llega los treinta o a los treinta cinco. En algunos casos,

    los cuarenta. —Estoy segura de qu

    quieres llegar a algún siti¿verdad? —Lo que quiero qu

    entiendas es que has vividla vida de Chase, no la tuy

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    178/1175

    Él tomaba todas ladecisiones, o si las tomabatú, lo hacías basándote esus necesidades y en su

    gustos. Ahora que ya nestá, te toca a ti. ¡Dell, por amor de Dios, tírate a lpiscina! Por una vez en tvida, arriésgate y comprueb

    hasta dónde eres capaz dllegar.

    —Boone me ha dicho lmismo, casi palabra popalabra.

    —Boone es un tío listoListísimo. —Esbozó un

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    179/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    180/1175

    llevaban más de diez añosin hablarse; sin embargoallí estaban, rascándose lcabeza mientras hacía

    apuestas unos con otros paver qué altura alcanzaría crecida y bromeaban comsi fueran miembros de lmisma congregació

    religiosa que se hubierareunido después de una larg

    separación. Nada unía tanta la gente como una buencatástrofe.

    Claro que, en nuestrcaso, no hacía falta ni med

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    181/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    182/1175

    eran más bien un estorbo.Tansie Orr tenía qu

    decir lo que opinaba, npodía ser de otra manera.

    —Dell, te lo digo dverdad, deberías habepensado en lo del Bed &Breakfast, no en esto.

    —¡Anda ya! —exclam

    DiDi Sturgis—. Deberíavenirte a trabajar conmigo

    Poniendo uñas de porcelanganarías una pasta.Ojalá hubiera podid

    soltarle una fresca, porque que quería decirle era qu

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    183/1175

    ninguna mujer con dodedos de frente que vivieren el pueblo pagaría poponerse unas uñas d

    porcelana. Salvo Tansie. Ycomo la tenía delante, tuvque morderme la lengua.

    Marvin Beckstrom sacercó sin hacer caso de l

    mirada ponzoñosa que llanzó Tansie.

    —Es una mala ideaDell. Podrías perderlo todoComo si no lo supiera…

    Pero ni muerta iba a darle satisfacción de reconocerl

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    184/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    185/1175

    trabajo. —Ahí está —dije—. Y

    hablando de… ¿por qué nvuelves al tuyo y me deja

    que yo siga trabajando?Se alejó hacia la plazcon paso tranquilo y lamanos en los bolsillosmientras agitaba las llaves

    silbaba. Cualquiera que lobservara vería un

    personajillo alegre, sin unsola preocupación en emundo. Yo veía un agujernegro de desesperación quse alimentaba de mi vida

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    186/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    187/1175

    Capítulo 7

    Mi madre siempre decía quse podía distinguir a loamigos de los enemigos couna sola frase. Los amigo

    nunca te soltaban un «Te ldije».Boone se tomó un

    semana de vacaciones parayudarme a acondicionar

    local. Toni se presentó todolos días después de clas

    Cuesco se pasó por allí cosu cinturón de herramientay una escalera. Inclus

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    188/1175

    Tansie y DiDi echaron unmano.

    Yo estaba en la cocincon la vista clavada en es

    desastre sin hacer nada polimpiarlo cuando escuché discusión.

    —¡Boone, no! —gritToni—. ¡Ni hablar!

    Contenta porque tenía umotivo para abandonar l

    zona catastrófica, salí acomedor. —¿Qué pasa? —Boone quiere pinta

    con estos dos colores, ¿te l

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    189/1175

    puedes creer? —Toni teníen la mano un muestrario dpinturas—. «MoradAtardecer» y «Dulc

    Rendición». ¡Por el amor dDios! —¿Has estado algun

    vez en un restaurante daltos vuelos? —le pregunt

    Boone—. Son unos coloremaravillosos. Relajan

    atraen a la vez. Muyvanguardistas. —¡Vanguardistas, y un

    cuerno! —replicó Toni—¡Por Dios, Boone! ¿Es qu

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    190/1175

    quieres ganar el premio amayor topicazo? Creía quhabías aprendido la lecciócuando pintaste tu casa d

    morado. —Deja que los vea —lpedí. Toni me dio emuestrario—. ¿Cómo sllama éste?

    Boone entrecerró loojos y frunció la nariz.

    —¿«Batido deChocolate»? No, Delecesitas algo má

    llamativo, más alegre. Estes tan… tan… beige…

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    191/1175

    Toni lo fulminó con lmirada.

    —El beige es bonito. Eun color neutro, pero no e

    blanco. E irá genial con suelo de madera y con loasientosburdeos .

    —¿Por qué tienen quser burdeos los asientos? —

    preguntó Boone—Podríamos tapizarlos de pi

    sintética en un ciruelintenso…Cerré los ojos e inspir

    hondo. —Boone —dije cuand

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    192/1175

    me calmé lo suficiente parhablar—, me encanta testilo decorativo, pero ntenemos dinero para pie

    sintética de color ciruelArreglaremos los asientoque estén mal y lodejaremos del mismo coloAdemás, me gusta e

    «Batido de Chocolate». Mrecuerda a los que bebía d

    pequeña. —Dime que no bebíabatidos de botella —dijBoone—. Están asquerosos

    Le sonreí a Toni y l

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    193/1175

    guiñé un ojo. —Están buenísimos. Y

    están todavía mejor con unmedialuna de chocolate

    Deberías probarlo.Boone se estremeció. —No hay cultura en est

    pueblo. Ninguna. —Por eso estás tú aqu

    comentó Toni—. Parconvertirnos a todos en u

    poquito más… ¿Cómo hadicho antes? Ah, sívanguardistas.

    Pero Boone no le prestatención. Me quitó de la

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    194/1175

    manos el muestrario dcolores y salió en busca dcuatro latas de un manidbeige.

    Cuesco observó ldiscusión entre Boone Toni con una sonrisilla e

    los labios, pero no intervinSe limitó a subirse a l

    escalera para llegar al techy empezar a recolocar laplacas. Yo volví a la cocinpero seguía sin tener clarpor dónde empezar

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    195/1175

    limpiar. La tarea me parecabrumadora. Toda elladesde la cantidad de trabajmanual necesario par

    restaurar el local, pasandpor los incontables detalleque tenía que solucionar ysobre todo, el dinero que ibescapándose de mi cuent

    corriente como la sangre qubrotaba de una herid

    abierta.¡Por Dios! Estabaconvencida de haber perdidtodos los tornillos…

    Seguía allí plantada

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    196/1175

    quieta como una estatua hecha un manojo de nerviocuando Tansie Orr abrió lpuerta de vaivén que daba

    la cocina y me golpeó en trasero. Detrás de ella llegDiDi Sturgis, con unocuantos cubos y fregonas, como cincuenta litros d

    amoníaco. —Quítate de en medio

    Dell —dijo Tansie—. Amenos que quieras acabarascada y filtrada por lcañería.

    Me quité de en medio

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    197/1175

    Las dos se pusieron manosla obra adecentando lcocina mientras yo limpiabla despensa y forraba d

    nuevo los estantes. En upar de ocasiones escuché Tansie soltar un taco entrdientes por perder dos uñaen nombre de la causa, per

    a pesar de todo no se quejni una sola vez.

    Nos costó una semanentera y mucho trabajo sucadecentar el local, percuando empezamos encerar el suelo y a monta

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    198/1175

    los asientos de los tabureteempecé a comprender lo quhabía querido decir Booncon eso de «mirarlo con

    corazón». Me juré que jamávolvería a dudar de él.Aun así, me pasaba e

    día preocupada por edinero. Cuando por fi

    terminamos el trabajo, mcostó veinte mil dólare

    sustituir el frigorífico, paglos permisos y lainspecciones y aprovisionala cocina. Cada vez quextendía un cheque, el nud

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    199/1175

    de mi estómago se ibhaciendo más grande y mpreguntaba si no estarícavando mi propia tumba.

    Fueron los pequeñodetalles los que más msorprendieron: el precio dketchup , de las servilletas dpapel y de los saleros y lo

    pimenteros. Tuvimos qucontratar a un exterminado

    para que fumigara el locaTenía la sensación, y eralgo casi literal, de questaba tirando el dinero pola alcantarilla. Pero tenía qu

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    200/1175

    hacerse. Ya me habícomprometido.

    Era la misma sensacióque tenía de pequeña cuand

    íbamos al río a deslizamosobre el barro. Siempre qucaía una buena tormenta dverano, buscábamos la orilmás escarpada y embarrad

    y nos deslizábamos a todvelocidad por ella hasta

    agua. Siempre tenía miedoMe daba miedo la altura, mdaba miedo la velocidad me daban miedo las aguaturbulentas que se acercaba

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    201/1175

    a mí con rapidez. Pero alarriba ni se me pasaba por cabeza rajarme porque todamis amigas me estaba

    aleando para que lo hicierY una vez que empezaba descenso, era imposiblparar. El único remedio erencarar el peligro, plantar

    cara al miedo y llegar hastel final.

    Lo bueno era que si tdeslizabas por el barro nhabía posibilidad de acabaen la indigencia…

    Mi infancia había estad

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    202/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    203/1175

    Desde muy pequeña, cocuatro o cinco años, tuve impresión de que el asilpara pobres era una espec

    de mazmorra dondencerraban a las familiacon niños y todo. Familiaencadenadas a la paremientras el agua calaba po

    la piedra sobre nuestracabezas y las rata

    correteaban a nuestralrededor a la espera de qunos durmiéramos parhincarnos el diente.

    Más tarde, en la clase d

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    204/1175

    Historia, me enteré de lexistencia de la cárcel pardeudores y de que erealidad hubo asilos par

    pobres en los que la genttenía que pagar sus pecadoeconómicos, y eso me puslos pelos como escarpiaDaba lo mismo que Estado

    Unidos hubiera acabado cola cárcel de deudores en e

    sigloXIX

    , la idea todavía masustaba muchísimo, aunquno entendía cómo se pagabuna deuda encerrado en uncelda…

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    205/1175

    No creo que mi madrquisiera asustarme tanto colas amenazas sobre el asilpara pobres, sólo era un

    manera de hablar. Pero ellhabía crecido durante lGran Depresión yseguramente había visto lacolas para conseguir u

    plato de comida o habíescuchado a mi abuel

    hablar de las colas dparados y de las cartillas dracionamiento. Estar tacerca de la indigencia tienque dejarte marcado.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    206/1175

    Ya en mi vida de adultadespués de perder el miedal asilo para pobresutilizaba la expresión de ve

    en cuando, pero su amenazno era tan tremenda compara evitar que invirtierhasta el último penique en desquiciado plan de Boon

    Claro que el miedo habíregresado con fuerza a m

    pesadillas, plagadas dimágenes de agujeroinmundos, ventanas tapiaday ratas que me helaban lsangre en las venas.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    207/1175

    Lo había hecho, habíapostado todo lo que tenaunque la posibilidad dhacer funcionar la cafeter

    era casi nula. Casi podíescuchar la voz de mi madral oído:

    —Niña, vas de cabeza un asilo para pobres.

    Por fin estuvo todo listoHabíamos pasado linspección pertinente estábamos preparados parabrir, y por algún milagr

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    208/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    209/1175

    momento, esperaba quMarvin Beckstromapareciera por la puerta ecualquier momento par

    decirme que estabarruinada. Sabía que éspodía ser el peor error quhabía cometido en micincuenta años, y eso qu

    había cometido unocuantos.

    El día de la granapertura, todos los quhabían echado una mano spresentaron para ver la gratransformación. Boone

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    210/1175

    Cuesco aparecieron con doenormes escaleras parcolgar un letrero pintado mano que rezaba:

    HEARTBREAK

    CAFÉUn buen plato decomida sureña

    Boone se bajó de l

    escalera, adoptó una pose lo Elvis, con una mano en aire, empezó a mover lacaderas y se puso a cantauna versión personalizada d

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    211/1175

    Heartbreak Hotel:

    Desde que michica me dejó, heencontrado otro sitio para comer.

    Está enChulahatchie,Misisipi, en WestMain Street.

    Ay, nena, me

    muero de hambre.Me muero dehambre, nena.

    Sí, me muero dehambre.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    212/1175

    Todo el mundo se echó reír y aplaudió. En mi casohaciendo honor al nombrde mi cafetería, era ciert

    que tenía el corazóndestrozado y que necesitabun lugar en el querefugiarme, como cantabElvis en la canción origina

    Y tal vez fuera el nombrmás adecuado, dadas la

    circunstancias. El pánico sapoderaba de mí cada veque pensaba en lo que estabhaciendo, cada vez que vemi menguante cuent

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    213/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    214/1175

    daba a la ferretería y lpared en la que se alineabalas mesas, con vistas aaparcamiento del Sav-Mor.

    Supongo que para eestándar de Birmingham Atlanta, la cafetería seríalgo así como un cerdo colos morros pintados, per

    aunque fuera cierto, yestaba más contenta qu

    dicho cerdo en una charcPara mí era absolutamentmaravillosa.

    Y era mía.Bueno, mía y del Banc

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    215/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    216/1175

    —No tengo carta —respondí—. Serviré lo qume apetezca cocinar segúel día. O lo tomas o lo dejas

    —Si todo está como ltarta —dijo Cuesco Unge, cuenta conmigo.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    217/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    218/1175

    pelos mientras intentcumplimentar el formularde la declaración.

    Yo no esperé hasta e

    inicio del nuevo año. Chasmurió el 3 de abril, más menos un mes y medio antede nuestro trigésimo primeaniversario de boda. E

    Heartbreak Café iba inaugurarse en junio

    Cuando acabamos con lareformas, tenía dos cosamuy claras: la primerasobrevivir; la segundaseguir a flote

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    219/1175

    económicamente hablandpara finales de año.

    Mi madre me habrídicho sin duda que pedí

    muy poca cosa; pero, dadalas circunstancias, supusque mi mejor opción parseguir adelante pasaba popedir poco.

    Siempre he sido mumadrugadora. Me levantab

    al amanecer, le preparaba desayuno a Chase, lobservaba marcharse atrabajo y, si el tiempo lpermitía, me sentaba en e

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    220/1175

    porche trasero y mquebraba la cabeza con locrucigramas mientras mtomaba la segunda taza d

    café. No tenía por qué ir coprisas. Podía hacer las cosaa mi ritmo, a mi maneraSiempre y cuando la casestuviera limpia y la comid

    lista para ponerla en la mesnadie metía las narices e

    cómo pasaba el día.El Heartbreak Cafcambió todo eso de la nocha la mañana.

    El primer día llegu

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    221/1175

    antes de que amanecierQuería hacer las cosas cotiempo, ya que había quencender la parrilla, hace

    las galletas, preparar la masde las tortitas y la sémola dmaíz. Supuse que tendrímuchos tiempos muertos lo largo de la mañana y qu

    podría aprovecharlos parhacer el pan de maíz, coce

    la verdura, preparar unempanada de carne y freír pollo.

    A decir verdad, dudabmucho que apareciera algú

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    222/1175

    cliente. Pero tenía quprepararlo todo por si acaso

    Sin embargo, ésa no ermi cocina y tardé más de l

    que pensaba en hacer lacosas. Antes de darmcuenta, había amanecidoEran casi las seis y media, no me había acordado d

    poner la cafetera ni describir el menú en la pizar

    del escaparate.De ahí que estuviera despaldas a la puerta, subiden una escalera, cuandentraron los primero

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    223/1175

    clientes.Al escuchar la

    campanilla de la entradestuve a punto de caerme d

    la escalera. Vi entrar Cuesco Unger y a BoonAtkins, acompañados por unumeroso grupo de obreroa juzgar por los vaqueros

    las botas de trabajo, que nhabía visto en la vida.

    Me las apañé como pudpara hacer el café, anotar lopedidos y servir beiconhuevos, salchichas, tortitas galletas. Cuesco Unge

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    224/1175

    estaba sentado con los codoapoyados en la mesa y mmiraba con expresiósatisfecha.

    Me acerqué pararellenarle la taza de café. —¿Tienes algo que ve

    con esto, Cuesco? —lpregunté.

    Él sonrió de oreja oreja.

    —Estos chicos —dijmientras señalaba hacia unde las mesas— trabajaconmigo en Tenn-TomPlastics.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    225/1175

    —Sí, me ha parecidreconocer a algunos. Pero ¿los demás? ¿Cómo se haenterado?

    —Tengo un primo eAmory que es camioneroHa comentado por radio quen Chulahatchie tenemos mejor cocina del estado. —

    Señaló a través deescaparate hacia e

    aparcamiento, donde habvarios camiones—. ¿Vas darme un porcentaje de lobeneficios?

    —¿Vas a ayudarme en l

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    226/1175

    cocina?A eso de las ocho meno

    cuarto, los camioneroacabaron de desayunar

    volvieron a la carreteradejando tras de sí unabuenas propinas y lpromesa de recomendar lcafetería a otros

    compañeros. Cuesco y sucolegas se fueron al trabaj

    Sólo quedó Boone, sentaden la parte de atrás. Estableyendo mientras tomabcafé.

    —¿Te lleno la taza?

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    227/1175

    Lo vi levantar la cabeza —Sí, por favor. Y s

    tienes tiempo, un poco dcompañía me vendría bien.

    Cogí una taza para mllené ambas y me sentfrente a él. Tenía laimpresión de haber estadtrabajando doce hora

    seguidas. Por dentro estabcomo un flan, como cuand

    me paso con las medicinapara el resfriado o con lcafeína. Y eso que nsiquiera me había tomado primera taza de café.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    228/1175

    —¿Estás bien? —mpreguntó Boone.

    —Eso creo. Aunque nlo tengo muy claro. M

    siento un poco… —¿Abrumada? —Sí, es una buen

    descripción. Pero «ahogadasería más preciso. —Bebí u

    sorbo de café y noté que mrelajaba un poco—. Cuand

    llegué esta mañana, masustaba mucho la idea dque no entrara nadie. Yahora…

    —Ahora no estás segur

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    229/1175

    de que quieras que vengmás gente, ¿no?

    —Es que… no sé. Es…demasiado. Cocinar, servi

    rellenar las tazas de caféAsegurarse de que todo mundo está contento, de qutodos están bien servidoRecordar detalles como el d

    ese chico que quería doblración de mantequilla o e

    otro que me pidió eTabasco. Y todos quierehablar conmigo.

    Boone le echó un vistazal reloj, cerró el libro y s

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    230/1175

    levantó. —Acostúmbrate —m

    soltó al tiempo que me dabun beso en la mejilla—

    Algo me dice que vas convertirte en la mujer máfamosa del pueblo.

    No sé si era la máfamosa, pero sí estab

    segura de ser la más firmcandidata al premio de lMás Agotada.

    Un día y otro día y otrmás… todos eran iguale

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    231/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    232/1175

    empanadas de carne. Teníque lavar la verdura, hornelos pasteles, preparar loestofados y asegurarme d

    que había suficiente comiden el frigorífico para lmañana siguiente.

    Porque no tenía tiempde hacerlo mientra

    preparaba las tortitas y batlos huevos por las mañana

    i siquiera tenía tiempo parmear. Nunca llegaba a cas

    antes de las cinco o las seiy la mitad de los días tení

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    233/1175

    que hacer un par de tartaCasi todas las noches mquedaba frita en el sillón dChase mucho antes de qu

    empezara La ruleta de laortuna . Me despertabacuando estaban anunciandlas maravillas de un robot dlimpieza que recorría la cas

    por su cuenta o unpegamento tan fuerte que e

    capaz de pegar la cabina dun tráiler al remolqueDespués de apagar etelevisor, me iba a rastras adormitorio y tres horas má

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    234/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    235/1175

    mismo que veía Toni. Mvida era como la luna de ucoche que había sufrido impacto de una piedra. La

    grietas se extendían poco poco hasta que al final todera una especie de telarañatravés de la cual erimposible ver. Me limitaba

    esperar que el cristal acabahaciéndose añicos y cayer

    sobre mí. —No puedo descansale dije—. Ahora mism

    apenas cubro gastos.Toni frunció el ceño.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    236/1175

    —¡Pero si tienes muchoclientes! La cafetería estllena todos los días.

    —Sí, pero es como

    intentar achicar el agua duna barca con un cubo llende agujeros. Conforme lllenas, el agua se sale.

    —¿Te refieres al diner

    o a tu energía? —mpreguntó ella.

    Sentí un nudo en lgarganta y tragué saliva paintentar deshacerlo.

    —A las dos cosas —contesté—. Me paso el d

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    237/1175

    agotada y el dinero se mescapa de entre los dedoCubro gastos por los pelos.

    Toni me miró con lo

    ojos entrecerrados. —Dell, lo que necesitaes un poco de ayuda.

    Vale que sea mayorpero no tengo un pelo d

    tonta. —¿Te crees que no m

    he dado cuenta? ¿De dóndvoy a sacar el dinero parcontratar a alguien?

    Toni no tenía respuestpara mi pregunta, así que s

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    238/1175

    fue con el rabo entre lapiernas. Debería habermsentido mal por desahogami mal humor con mi mejo

    amiga; pero, sinceramentestaba tan cansada que mimportaba un pimiento.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    239/1175

    Capítulo 9

    El lunes siguiente al fin dsemana del 4 de julio, fui la cafetería antes deamanecer, como d

    costumbre. Aunque sóleran las cinco de la mañantenía la misma sensacióque al meterme en unsauna: hacía calor y habí

    tanta humedad que el aguse te metía en los pulmone

    hasta que te daba lsensación de que tenías ubloque de hormigón sobre

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    240/1175

    pecho.Boone siempre decía qu

    la humedad mataba laneuronas, razón por la qu

    en el Sur la gente era málenta de movimientos, dentendederas y de hablarazón por la que, en supropias palabras, solía se

    reaccionaria. No tengo muclaro ese punto, pero sí s

    que el Misisipi en julio hacque me den ganas de volva casa, poner el airacondicionado a tope echarme una siesta.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    241/1175

    Por desgracia, una siestno estaba en mi agenda ddía. Me pasaría la mañana la tarde delante de la cocin

    en una diminuta cafeterídonde el aire acondicionadsólo funcionaba en ecomedor, para que loclientes estuvieran a gustit

    y a la cocinera que ldieran… Esperaba que a

    gente le gustase la verdursalada, porque en la cazueiba a ir algo más que jamón

    El equipo de aireacondicionado era de lo

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    242/1175

    buenos. Regulé etermostato, puse la sémolde maíz a fuego lento preparé la masa de la

    galletas. Estaba sacando dfrigorífico la comida que yhabía preparado para ealmuerzo (macarronecaseros con queso par

    acompañar el jamón)cuando escuché un ruid

    que, incluso en mitad de lola de calor, me puso evello de punta.

    Pasos. Un golpe, como alguien hubiera tirado u

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    243/1175

    ladrillo. Y después agucorriendo por las cañerías.

    Encima de la cafeteríhabía un pequeño

    apartamento que llevabaños deshabitado. Se accedpor unas destartaladaescaleras de madera situadadetrás del contenedor d

    basura. El apartamentconstaba de una sol

    habitación con un diminutcuarto de baño y unminicocina americana en urincón. Sólo había subiduna vez, cuando alquilé e

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    244/1175

    edificio. A MarvinBeckstrom le encantenseñarme el lugar mientrame sugería, a la vista de m

    precaria situacióneconómica, que podríconsiderar la idea de vendemi casa y mudarme allí dforma permanente. El lug

    era un cuchitril no apto paque ninguna persona vivie

    en él.Escuché otro golpe, todun milagro, porque ndebería haber sido capaz descuchar nada por encima d

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    245/1175

    los atronadores latidos de mcorazón y el zumbido de moídos. Cogí una sartén dhierro (la que usaba para

    pan de maíz), salí por lpuerta trasera y miré haciarriba.

    Parecía que había luz eel apartamento, aunqu

    seguramente fuera un reflejdel letrero luminoso de

    Sav-Mor. Empecé a subir laescaleras, con la sartén en mano, pero a medio caminme detuve y me aferré a lbarandilla.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    246/1175

    ¿Qué leches estabhaciendo? Todo estaba oscuras, era prácticamentde noche. Podría habe

    cualquiera allí arriba, desdun preso fugado a un asesinen serie o a un drogadicto

    o acababa de ver que uasesino se escondier

    encima del Heartbreak Cafpero incluso en Chulahatch

    veíamos la tele. Sabíamoque existían personas así.Lo que tenía que hace

    era bajar de nuevo, cerracon llave y llamar al sherif

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    247/1175

    Lo que hice fue seguisubiendo, paso a paso, hasque llegué al descansillo dlo alto de las escaleras.

    La puerta estaba cerradapero no con llave. Levanté pesada sartén sobre mcabeza, preparada paratacar, y abrí la puerta.

    Sí que había luz alldentro, una solitari

    bombilla colgando del cablCon el rabillo del ojo, vmovimiento y una sombrMe giré y lancé la sarténque salió volando por lo

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    248/1175

    aires y se estrelló contra suelo. Un enorme gato grsaltó de la encimera de lcocina americana y se plan

    en mitad de la habitaciócon el lomo arqueado, lopelos erizados y un ratón ela boca, colgando del rabo.

    El alivio me inundó y s

    me aflojaron las rodillas. Mapoyé en la pared para n

    caerme. —Me has quitado dieaños de vida —le dije agato.

    El gato… o la gata

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    249/1175

    porque no podía distinguirlbien desde delante, mrespondió lanzando el ratóal aire y atrapándolo d

    nuevo antes de llevárselo un rincón y tumbarse pardesayunar.

    Recogí la sartén desuelo antes de hablarle d

    nuevo. —Mira, me encanta qu

    te encargues de los ratoneaquí arriba y todo eso —ldije—, pero no puedequedarte aquí. Venga¡hopo! —Le di un toquecit

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    250/1175

    con el pie. El gato no smovió.

    Le volví a dar, perosiguió donde estaba. Y e

    ese momento se me ocurrialgo, algo que a mi cerebrse le había pasado por altoEl lugar olía diferente, olíalimpiador con esencia d

    limón y a amoníaco. Habíabarrido y fregado el suelo

    Había un cubo en lencimera de la cocina con upulverizador dentro y unfregona y un cepillapoyados en la pared má

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    251/1175

    alejada. Y entonces me dcuenta de que el sonido dagua se había cortado.

    —Los gatos no

    encienden las luces —musi. Los gatos no abren logrifos ni usan Don Limpio.

    —No, señora, no lhacen.

    La voz me llegó desdatrás. Era muy grave. M

    giré.Bloqueando el estrechpasillo que daba al cuarto dbaño estaba el hombre mágrande y más negro qu

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    252/1175

    había visto en la vida. Teníun torso anchísimo, questaba desnudo, una nariancha y una boca enorme,

    unos bíceps del tamaño dmis muslos. Su piel estabhúmeda y brillante, y lagotas de agua que se lhabían quedado en el pel

    corto me recordaron a laperlitas que cosí en m

    vestido de novia.Parecía estar reciénsalido de la ducha. Posuerte, tenía los pantalonepuestos, aunque ib

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    253/1175

    descalzo, y me fijé que habuna camiseta gris colgada eel pomo de la puerta decuarto de baño.

    Levanté la sartén intenté pareceramenazadora.

    —No te muevas. —Lo que usted diga

    señora. —Levantó las manoen señal de rendición, y l

    pálida piel de sus palmabrilló con un tono rosado la luz de la solitaribombilla.

    El gato, que había

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    254/1175

    terminado de desayunar, sacercó al desconocido comenzó a restregarse contsus piernas mientra

    ronroneaba. —No voy a hacerle dañdijo él en voz baja.Lo señalé con la sartén. —¿Qué haces aquí?

    El hombre se encogió dhombros.

    —Me quedo aquí. —¿Cómo que te quedaaquí? ¿Quiere decir questás viviendo aquí¿Encima de mi cafetería?

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    255/1175

    —Sí, señora. —¿Cuánto llevas aquí? —Hará una semana

    Suelo marcharme antes d

    amanecer y volver despuédel anochecer. —¿Y qué eres? ¿U

    indigente? ¿Un mendigo¿Un vagabundo?

    El hombre sonriófugazmente al escuchar es

    palabra. —Soy un… viajero. —Y has viajado hast

    Chulahatchie y has acabadsubiendo las escaleras d

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    256/1175

    este apartamentoabandonado.

    —Eso es, señora, eso es —Y estás usando m

    agua y mi electricidad.El desconocido levantuna mano enorme y se rascla cabeza.

    —Una bombilla no gast

    mucho, señora. Y me lavmuy rápido.

    Le eché un buen vistazo¿A quién me recordaba? Lvoz, la cara, su enormtamaño…

    Y lo recordé. Al pres

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    257/1175

    negro que salía con TomHanks en La milla verde . Elque estaba en el corredor dla muerte.

    Acordarme de esa partno me reconfortó en lo mámínimo.

    —¿Tienes un nombrele pregunté.

    Me sonrió. —Todo el mundo tien

    un nombre. El mío eScratch. Y usted es lseñorita Dell, ¿verdad?

    —Así es.Me saludó con un gest

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    258/1175

    de la cabeza. —Encantado de

    conocerla.Eché un vistazo a m

    alrededor. —¿Has limpiado estsitio?

    —Sí, señora. —¿Por qué?

    Me miró como si hubierperdido la cabeza.

    —Porque estaba sucio.Ese hombre tenía algque me conmovía. Smirada era directa inteligente, poseía un

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    259/1175

    especie de orgullo feroz qupese a las circunstancianunca se doblegaría. Mrecordó a un jefe guerrer

    africano. Casi podíimaginármelo con utocado, una lanza y un collhecho con colmillos de león

    Se me pasaron por l

    cabeza un centenar dpreguntas, pero dos s

    impusieron a las demás. —¿De qué has estadviviendo, Scratch? —lpregunté—. ¿Qué has estadcomiendo?

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    260/1175

    Se encogió de hombros. —Sobras. —¿Sobras? ¿Quiere

    decir que has comido lo qu

    yo he tirado? ¿Qué haestado sacando la comiddel contenedor de la basura

    —Sobras —repitió écon terquedad—. Es uste

    una cocinera estupendaseñorita Dell, si me permi

    el atrevimiento.Siempre he creído que suzgar bien a la gente. Lo

    últimos descubrimientoacerca de mi marid

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    261/1175

    deberían haber demostradlo contrario, pero en esmomento no me lo parecíSólo sabía que aunque es

    hombre orgulloso que sllamaba a sí mismo Scratccarecía de techo y dtrabajo, tenía dignidad y elo bastante decente com

    para no vivir en lainmundicia.

    Chase habría dicho quera un vagabundo o algpeor. Muchísimo peor. Ynunca utilizo esas palabratan feas, odio cuando l

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    262/1175

    gente los llama «negros dmierda», pero he crecido eel Sur y las he escuchadmuchas veces a lo largo d

    mis cincuenta años de vidLas use o no, se me vinieroa la cabeza cuando pensé ela reacción de Chase.

    La gente de otras parte

    del país suele creer que losureños somos todos uno

    racistas redomados, admito que en un pasado nmuy lejano nos ganamos esreputación a pulso. En mtiempos, vi alguno

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    263/1175

    capirotes blancos e inclussabía qué diácono baptista sescondía detrás. Ademáalgunos de los chicos mejo

    considerados del puebloamantes de las armas y dlas camionetas grandesparecen sacados de lpelícula Defensa. Si

    embargo, la gran mayoríhemos evolucionado l

    bastante como para caminerguidos y nos gusta pensaque somos más civilizadode lo que la gente cree.

    Aunque no pienso

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    264/1175

    mentir. Allí, en mitad deapartamento, con un negrenorme semidesnudo, msentí un pelín asustada. M

    asaltó un miedomomentáneo, seguido duna chispa de atracción.

    Nos quedamos los doquietos, mirándonos. Y e

    ese momento decidlanzarme al vacío. Decid

    que me caía bien. Decidconfiar en él.Al menos, no creía qu

    me fuera a rebanar epescuezo con un cuchillo d

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    265/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    266/1175

    pinche o limpiar o…Levanté la mano par

    que se callara. —Para el carro. N

    puedo permitirme contratarnadie. —No me hace falt

    mucho —dijo él—. Sapañármelas por mi cuenta.

    No me estabasuplicando, se limitaba

    constatar un hecho.Podía escuchar a Chasen mi cabeza: «Dell, te havuelto loca. No conoces este hombre de nada. ¡Por

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    267/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    268/1175

    cambio del alojamiento y ddos comidas al día…además de todas las sobraque quieras llevarte. Puede

    limpiar las mesas, barrer suelo, limpiar la cocina encargarte del lavavajillaTe daré dos semanas dprueba. Si te digo que t

    vayas, te vas sin rechista¿Te parece bien?

    Scratch asintió con lcabeza. —Sí, señora. Me parec

    perfecto. —Si necesitas algo, m

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    269/1175

    lo pides. Si te pillo robandllamaré al sheriff y ltendrás detrás antes de qute des la vuelta.

    Se agachó para coger agato y lo acunó contra esenorme pecho.

    —¿Qué pasa con Ratón ?El gato me miró con

    unos enormes ojos verdes. —¿ Ratón ?

    —Sí, señora. Cuando lencontré, sólo era ucachorrito, del tamaño de uratón. Y como es gris, enombre le pegaba. No crea

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    270/1175

    problemas. —Puede quedarse, per

    que no entre en la cafeteríLa normativa sanitaria l

    prohíbe. —Sí, señora. —Guardsilencio—. ¿Señorita Dell?

    —¿Qué? —¿Va a pegarme con

    esa sartén?De repente, me di cuent

    de que seguía sosteniendo sartén de hierro como sfuera un arma y de que nme había movido del sitidesde que lo vi.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    271/1175

    Miré la sartén. Lo miré él. Miré más allá de lventanita, donde laprimeras luces del alb

    empezaban a filtrarse través de la deshilachadcortina.

    —No —contesté—. Voa preparar pan de maíz.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    272/1175

    Capítulo 10

    A las seis y media, abrí lpuerta para que entraran locamioneros. Scratch habídesayunado lo primero qu

    había pillado y estaba en lcocina con un mandil blanclimpio, cortando el jamón elonchas. Entretanto, ytramaba un plan mientra

    preparaba las tortitas servía el café.

    El plan tenía suinconvenientes. Ese hombque se hacía llamar Scratc

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    273/1175

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    274/1175

    imaginaba lo peor de lpeor, recordé de repente algmucho más positivoAquella película antigua d

    Sally Field en la quedespués de la repentina violenta muerte de smarido, consigue seguadelante recogiendo algodó

    y vendiéndolo. Recordcómo confió en el negro qu

    apareció en su casa porquno le quedó más remedique confiar en él. Y, al finala jugada le salió bien. Tavez también a mí me salie

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    275/1175

    bien. De momento, la meridea hacía que me sintiermejor conmigo misma qula otra opción, que no er

    otra que la de llamar asheriff y echarlo a la calle.Así que mi plan era e

    siguiente: en algún lugar dlo que siempre habíamo

    llamado «el dormitorio dinvitados» había un colchó

    con su somier qullevábamos unos quincaños sin usar. Seguramenttambién pudiera encontrauna mesa y una lámpara,

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    276/1175

    quizás una cómodaAdemás, aunque Scratch emás ancho de hombros más estrecho de cintura qu

    Chase, tal vez le sirviera lropa de mi marido. No entendía por qu

    estaba decidida a darle dcomer, a darle cobijo y

    darle ropa a un desconocidque se había colado en e

    piso de arriba de mrestaurante de forma ilegaPero me parecía lo correctY al hacerlo me sentía bieconmigo misma.

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    277/1175

    Hasta que aparecióMarvin Beckstrom en eHeartbreak Café esmañana.

    La cafetería estaba hastarriba de gente y sólquedaba una mesa vacía eel centro. Toni estabsentada con Boone Atkin

    mirando un libro dilustraciones infantiles co

    unos monstruos mugraciosos.Toni era maestra y

    enseñaba en la EscuelPrimaria de Chulahatchi

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    278/1175

    así que tenía el verano librAntes solíamos aprovechalos veranos para irnos daventura, como conduc

    hasta Aberdeen, Okolona Pontotoc para comprar elos rastrillos o cargar ecoche con verduras frescaque vendían los hortelano

    en sus propias furgonetas elos arcenes de la carreter

    Sin embargo, ese veranestaba agotada por culpa dHeartbreak Café y apenaveía a mi amiga a menos quse pasara por la cafetería

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    279/1175

    que quedáramos algún quotro domingo por la tarde.

    La echaba de menos, sabía que el sentimiento er

    mutuo. Pero no se quejabToni entendía que yo estabhaciendo lo que debía haceBoone y ella habían trabaduna buena amistad

    Seguramente después de discusión sobre el color de

    pintura del local. Fuercomo fuese, era muy normverlos juntos.

    También echaba demenos a Boone. Desde el d

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    280/1175

    de la apertura de la cafeteríno habíamos tenidoportunidad de almorzauntos como solíamos hace

    uestras conversacioneconsistían en un par dfrases apresuradas mientrayo servía platos y limpiabmesas. A veces, tenía l

    impresión de que eHeartbreak Café se habí

    adueñado de mí y no acontrario.Sin embargo, ambo

    seguían siendo mis mejoreamigos y me alegró much

  • 8/16/2019 El Cafe de Los Corazones Rotos - Stokes, Penelope

    281/1175

    tenerlos allí cuando vi entra Marvin Beckstrom.

    Llevaba unos cuantomeses evitando a Bicho y

    hasta ese momento lo habconseguido, pese a mifrecuentes visitas al bancoEn un par de ocasiones, lhabía pillado miránd