el arbol del relampago_patrick rothfuss (precioso favorito)

7/25/2019 El Arbol Del Relampago_PATRICK ROTHFUSS (Precioso Favorito)

1/95


2/95

RBOL DEL RELMPAGO

r la maana: El Sendero Angosto

st casi logr salir por la puerta trasera de la posada Roca de Gua.

realidad haba logrado salir, tena ambos pies sobre el prtico y la

erta estaba casi completamente cerrada tras l antes de que oyera la

z de su maestro.

detuvo, la mano en el cerrojo. Le frunci el ceo a la puerta, que

aba casi a una mano de distancia de ser cerrada. No haba hecho

gn ruido. Lo saba. Conoca todas las silenciosas piezas de la posada,

tablones suspiraban bajo el pie, cules ventanas se atoraban

s goznes de la puerta trasera chirriaban algunas veces, dependiendo

su estado de nimo, pero eso era fcil de evitar. Bast cambi su

arre en el cerrojo, hal hacia arriba de modo que la puerta no colgara

pesadamente, luego la cerr lentamente. Ningn chirrido. El

vimiento de la puerta fue ms suave que un suspiro.

st se enderez y sonri. Su expresin era dulce y astuta y salvaje. Se

a como un nio travieso que ha conseguido robar la luna y comrsela.

sonrisa era como la ltima franja restante de luna, afilada y blanca y

igrosa.

Bast! La llamada se oy otra vez, ms fuerte. No tan grosero como

grito, su maestro nunca tendra inclinacin por los berridos. Pero

ando quera hacerse escuchar, su bartono no era detenido por algo tan

ustancial como una puerta de roble. Su voz se proyectaba como la

onancia de un cuerno, y Bast sinti que su nombre tiraba de l como

a mano alrededor de su corazn.


3/95

spir, luego abri la puerta con suavidad y volvi a entrar. Era

reno, y alto, y encantador. Cuando caminaba se vea como si bailara.

S, Reshi? llam.

spus de un momento el posadero entr en la cocina; llevaba un

mpio delantal blanco y su cabello era rojo. Fuera de eso, era

orosamente comn. Su rostro sostena la pastosa placidez de los

saderos de todas partes. A pesar de la temprana hora, se vea cansado.

alcanz a Bast un libro de cuero.

Casi olvidas esto le dijo sin ningn rastro de sarcasmo.

st tom el libro y fingi sorpresa.

Oh! Gracias, Reshi!

posadero se encogi de hombros y su boca compuso la forma de una

nrisa.

No hay problema, Bast. Mientras haces tus mandados, te molestara

nseguir algunos huevos?

st asinti, metindose el libro bajo el brazo.

Algo ms? pregunt diligentemente.

Tal vez unas zanahorias, tambin. Estoy pensando que haremos

ofado esta noche. Es Abatida, as que necesitaremos estar listos para

a multitud.

boca se alz ligeramente en una de las esquinas mientras deca esto.

posadero empez a darse vuelta, luego se detuvo.

Oh. El chico de los Williams pas por aqu anoche, buscndote. No

ninguna clase de mensaje.

alz una ceja a Bast. La mirada deca ms de lo que deca.


4/95

No tengo la menor idea de qu quiere

dijo Bast.

posadero emiti un sonido como quitndole importancia y se volvi

cia la estancia comn.

tes de que hubiera dado tres pasos, Bast ya estaba afuera de la puerta

orriendo a travs de la luz del alba.

ra cuando lleg, ya haba dos nios esperando. Jugaban en el enorme

nolito que yaca medio cado al pie de la loma, escalando por el lado

linado y luego saltando al alto csped.

biendo que estaban mirando, Bast se tom su tiempo subiendo la

minuta colina. En la cima se ergua lo que los nios llamaban el rbol

relmpago, aunque estos das era poco ms que un tronco sin ramas

enas ms alto que un hombre. Toda la corteza se haba cado haca

cho, y el sol haba desteido la madera hasta dejarla blanca como

eso. Todo excepto la copa, donde incluso a pesar de todos estos aos

madera estaba chamuscada y ennegrecida.

st toc el tronco con las puntas de sus dedos y traz lentamente su

cunferencia. Lo rode, en el mismo sentido que las agujas del reloj.

manera correcta de hacerlo. Luego dio vuelta y cambi de mano,

scribiendo tres lentos crculos en sentido contrario. Ese modo de girar

en contra del mundo. Era la manera de destruir. Lo hizo de ida y

elta, como si el rbol fuera una bobina y l la estuviera enrollando y

senrollando.

nalmente se sent con la espalda contra el rbol y coloc el libro sobre

a piedra cercana. El sol brill en las letras doradas, Celum Tinture.


5/95

ego se entretuvo tirando piedras al arroyo cercano que cortaba por la

a pendiente de la loma opuesta al itinolito.

spus de un minuto, un nio rubio regordete subi con dificultad por

colina. Era el hijo menor del panadero, Brann. Ola a sudor y pan

sco y otra cosa. Algo fuera de lugar.

lento acercamiento tena un aire ritual. Lleg a la cima de la loma y

qued en silencio ah por un momento, el nico sonido provena de

otros dos nios que jugaban ms abajo.

r fin Bast se volvi para mirar al chico. No tena ms de ocho o nueve,

n vestido, y ms rechoncho que la mayora de los otros nios del

eblo. Llevaba un fajo de tela blanca en su mano.

nio trag con nerviosismo.

Necesito una mentira.

st asinti.

Qu clase de mentira?

nio abri su mano torpemente, revelando que el fajo de tela era una

nda improvisada, salpicada de rojo brillante. Se pegaba un poco a su

no. Bast asinti; eso era lo que haba olido antes.

Estaba jugando con los cuchillos de mi mam

dijo Brann.

st examin el corte. Recorra superficialmente la carne cerca del

gar. Nada serio.

Duele mucho?

No como la tunda que me dar si descubre que estaba jugando con sus

chillos.


6/95

st asinti comprensivo.

Limpiaste y devolviste el cuchillo?

ann asinti.

st se dio golpecitos con un dedo en los labios, pensativo.

Creste ver una enorme rata negra. Te asust. Le tiraste un cuchillo y

cortaste. Ayer uno de los otros nios te cont una historia sobre ratas

e mordisqueaban las orejas y dedos de los pies de los soldados

entras dorman. Te caus pesadillas.

ann sinti un escalofro.

Quin me cont la historia?

st se encogi de hombros.

Escoge a alguien que no te agrade.

nio sonri maliciosamente.

st empez a hacer una cuenta con los dedos.

Pon algo de sangre en el cuchillo antes de tirarlo

Seal la tela que

nio haba envuelto en su mano. Deshazte de eso tambin. La

ngre est seca, se ve que no es reciente. Puedes fingir un buen llanto?

nio neg con la cabeza, pareca un poco avergonzado.

Ponte algo de sal en los ojos. Asegrate de verte lloroso y con mocos

es de ir con ellos. Alla y solloza. Luego cuando te pregunten sobre

mano, dile a tu mam que lo lamentas si rompiste su cuchillo.

ann escuch, asintiendo despacio primero, luego ms rpido. Sonri.

Es buena m ir nervioso a su alrededor . Qu te debo?

Algn secreto? p regunt Bast.


7/95

hijo del panadero pens por un minuto.

El viejo Lant se est acostando con la Viuda Creel

dijo medio

peranzado.

st agit las manos.

Por aos. Todo el mundo sabe

frot la nariz, luego dijo:

Puedes traerme dos bollos dulces ms tarde?

ann asinti.

Ese es un buen comienzo

dijo Bast. Qu tienes en los bolsillos?

nio hurg un poco y extendi ambas manos. Tena dos drabines de

rro, una piedra plana verdosa, un crneo de pjaro, un cordel

redado, y un poco de tiza.

st cogi el cordel. Luego, con cuidado de no tocar los drabines, tom

piedra verdosa entre dos dedos y le arque una ceja al nio.

spus de dudar un momento, el nio asinti.

st se ech la piedra en el bolsillo.

Qu pasa si me dan la tunda de todas maneras?

p regunt Brann.


Ese es asunto tuyo. Queras una mentira. Te di una buena. Si quieres

e te saque del problema, eso es algo completamente distinto.

hijo del panadero se vea decepcionado, pero asinti y fue a bajar por


8/95

colina.

siguiente en subir fue un nio ligeramente mayor y vestido con

drajos. Uno de los chicos de los Alard, Kale. Tena el labio partido y

a costra de sangre alrededor de un agujero de la nariz. Estaba tan

ioso como slo un nio de diez aos puede estarlo. La expresin de

cara presagiaba una tormenta.

Atrap a mi hermano besando a Gretta detrs del viejo molino!

o tan pronto hubo alcanzado la cima de la loma, sin esperar a que Bast

preguntara . l saba que me gustaba!

st abri las manos con impotencia, encogindose de hombros.

Venganza escupi el nio.

Venganza pblica? p rengunt Bast . O venganza privada?

nio se toc el labio roto con la lengua.

Privada dijo en voz baja.

Cunta venganza? p regunt Bast.

nio pens un poco, luego alz las manos y las separ unos setenta

ntmetros.

As.

Hmmmm dijo Bast . Cunto en la escala de un ratn a un toro?

nio se frot un rato la nariz.

Como un gato dijo . Tal vez como un perro. Pero no como el

rro del Loco Martin. Como el de los Benton.

st asinti e inclin su cabeza hacia atrs con aire pensativo.

Est bien dijo . Orina en sus zapatos.


9/95

nio pareca poco convencido.

Eso no suena como una venganza del tamao de todo un perro.

st neg con la cabeza.

Orinas en una taza y lo escondes. Dejas que se asiente por un da o

s. Luego una noche cuando l haya puesto sus zapatos junto al fuego,

echas la orina. Que no forme un charco, slo mjalos. En la maana

arn secos y seguramente ni siquiera olern mucho

Cul es el punto? Interrumpi enojado el nio . Esa venganza

es ni del tamao de una pulga!

st levant una mano apaciguadora.

Cuando sus pies suden, empezar a oler a orines

d ijo con calma .

se para en un charco, oler a orines. Cuando camine en la nieve, oler

rines. Ser difcil para l descubrir de dnde viene exactamente, pero

dos sabrn que tu hermano es el que apesta

Bast le sonri al nio .

agino que tu Gretta no querr besar al chico que no puede dejar de

arse encima.

a cruda admiracin se expandi por la cara del nio como un

anecer en las montaas.

Eso es lo ms bastardo que he odo jams

dijo, maravillado.

st trat de verse modesto y fall.

Tienes alguna cosa para m?

Encontr una colmena silvestre


10/95

dijo el nio.

Eso servir para empezar

dijo Bast . Dnde?

Ms all de lo de los Orisson. Despus del pequeo arroyo

e l nio

agach y dibuj un mapa en la tierra

Ves?

st asinti.

Algo ms?

Bueno s dnde tiene el Loco Martin su alambique...

st alz una ceja.

En serio?

nio dibuj otro mapa y le dio algunas instrucciones. Luego se puso

pie y se sacudi las rodillas.

Estamos a mano?

st pas el pie por la tierra, borrando el mapa.

Estamos a mano.

nio se sacudi las rodillas.

Tambin tengo un mensaje. Rike quiere verte.

st neg firmemente con la cabeza.

Conoce las reglas. Dile que no.

Ya se lo dije explic el nio encogiendo los hombros de manera tan

agerada que resultaba cmico

Pero se lo dir de nuevo, si lo veo

haba ms nios esperando despus de Kale, as que Bast se meti el


11/95

ro de cuero bajo el brazo y fue a dar una larga caminata sin rumbo.

contr algunas frambuesas silvestres y se las comi. Bebi del pozo

los Ostlar.

entualmente, Bast subi a la cima de un acantilado cercano, en donde

dio un gran estirn antes de meter la copia encuadernada en cuero de

lum Tinture dentro de un amplio rbol de espino, donde una gruesa

ma formaba un acogedor escondrijo junto al tronco.

tonces mir hacia el cielo, limpio y brillante. Sin nubes. Poco viento.

lido pero no caluroso. No haba llovido en un ciclo completo. No era

de mercado. Horas antes del medioda en Abatida

s cejas de Bast se fruncieron un poco, como si estuviera haciendo un

culo complejo. Luego asinti para s mismo.

tonces Bast se dirigi de nuevo al peasco, pas por las tierras del

jo Lant y sorte las zarzas que rodeaban la granja de los Alard.

ando lleg al pequeo arroyo cort algunos juncos y perezosamente

tall con un pequeo y brillante cuchillo. Despus sac el cordel de

bolsillo y amarr todos los juncos, fabricando una flauta.

pl a travs de la parte superior de las pipas y lade la cabeza para

uchar su dulce disonancia. Su brillante cuchillo recort un poco ms,

opl otra vez. Esta vez la meloda estaba ms cerca, lo que hizo la

onancia mucho ms chirriante.

cuchillo de Bast se movi una, dos, tres veces. Entonces lo guard y

erc las pipas a su rostro. Inspir por la nariz, oliendo la frescura que

anaban. Lami los cortes recin hechos en los extremos de los juncos,

n su lengua emitiendo, repentinamente, destellos de un rojo alarmante.


12/95

tonces tom aire y sopl por las pipas de nuevo. Esta vez el sonido

brillante como la luz de la luna, vivo como un pez saltarn, dulce

mo la fruta robada. Sonriendo, Bast march hacia las colinas traseras

los Benton, y no pas mucho tiempo antes de que escuchara el bajo y

mero balido de una oveja a lo lejos.

minuto despus, Bast subi a la cima de una colina y vio a dos

cenas de gordas y bobas ovejas pastando en el verde valle que haba

bajo. Estaba oscuro y aislado. La falta de lluvia reciente significaba

e el pastoreo era mejor en ese lugar. Las empinadas paredes del valle

nificaban que las ovejas no solan alejarse y que no era necesario

ocuparse mucho por su cuidado.

a mujer joven se encontraba sentada bajo la sombra de un olmo que

aba en el valle. Se haba quitado los zapatos y la gorra. Su largo y

peso cabello era del color del trigo maduro.

st comenz a tocar. Una cancin peligrosa. Era dulce y brillante, y

ta e ingeniosa.

pastora se percat del sonido, o eso crey Bast al principio. Levanto

cabeza, emocionada pero no. Nunca mir en su direccin,

mplemente se levant para estirarse un poco, ponindose de puntillas,

niendo las manos sobre la cabeza.

dava sin percatarse aparentemente de que le estaban tocando una

enata, la joven cogi una manta que estaba cerca, la extendi bajo el

ol y se tumb sobre ella. Era un poco raro, porque haba estado

ntada ah antes sin la manta. Puede que simplemente le hubiese dado

o.


13/95

st continu tocando mientras descenda por la pendiente del valle

cia ella. No se apresur, y la msica que tocaba era dulce, juguetona y

guida al mismo tiempo.

pastora no dio seales de percibir ni la msica ni al propio Bast. De

cho, lo esquiv con la mirada, y mir en direccin al lejano final del

queo valle como si fuese curioso que las ovejas estuviesen all.

ando volvi la cabeza, expuso la hermosa lnea de su cuello desde su

rfecta oreja con forma de caracola, hasta la suave curva de sus pechos,

cuales se mostraban por encima de su corpio.

n los ojos prendidos en la joven, Bast pis una piedra suelta y

stabill torpemente por la pendiente. Sopl y produjo una nota fuerte,

milar a un graznido, y entonces dej salir un poco ms de su cancin

entras agitaba con frenes uno de sus brazos para recobrar el

uilibrio.

pastora ri entonces, mirando intencionalmente al otro extremo del

le. Tal vez las ovejas hubiesen hecho algo gracioso. S. Seguro que

ba sido eso. Podan ser animales muy graciosos a veces.

n as, uno slo puede observar a las ovejas por un limitado periodo de

mpo. Ella suspir y se relaj, recostndose sobre el inclinado tronco

rbol. El movimiento tir accidentalmente del dobladillo de su falda

cia arriba, pasando la rodilla. Sus pantorrillas eran redondas y estaban

tadas por el sol, y cubiertas de un vello casi imperceptible del color

la miel.

st continu bajando por la colina. Sus pasos eran delicados y

gantes. Pareca un gato sigiloso. Pareca que estaba bailando.


14/95

arentemente satisfecha de que las ovejas estuviesen seguras, la

stora suspir, cerr sus ojos y apoy su cabeza en el tronco del rbol.

rostro se inclin para buscar el sol. Pareca que estaba a punto de

rmirse, y por los suspiros que escapaban de su boca su respiracin

pez a acelerarse. Cuando se removi, inquieta, para ponerse ms

moda, una de sus manos cay de tal manera que, accidentalmente,

ant an ms el dobladillo de su vestido hasta mostrar gran parte de

muslo.

difcil sonrer mientras tocas una flauta. De algn modo, Bast logr

cerlo.

sol trepaba por el cielo cuando Bast regres al rbol del relmpago,

radablemente sudoroso y ligeramente desaliado. No haba ningn

o esperando cerca del itinolito esta vez, lo cual le vena bastante bien.

zo un rpido crculo alrededor del rbol otra vez al llegar a la cima de

colina, una vez en cada direccin para asegurarse de que sus pequeos

bajos seguan en su sitio. Entonces se dej caer a los pies del rbol y

recost en el tronco. En menos de un minuto ya tena los ojos

rados y estaba roncando levemente.

spus de una hora, el silencioso sonido de pasos acercndose lo

spert. Se estir y divis a un chico delgado con pecas y una ropa que

ba sobrepasado ligeramente el punto en el que poda considerarse

o algo gastada.

Kostrel! dijo Bast, feliz. Cmo est el camino hacia Tinu?

Se ve bastante soleado para m hoy

dijo el chico mientras suba a la


15/95

ina . Y encontr un adorable secreto por la calzada. Algo en lo que

o podras estar interesado.

Ah dijo Bast . Ven a sentarte, entonces. Con qu clase de secreto

s tropezado?

strel se sent con las piernas cruzadas en la hierba cerca de l.

S dnde se baa Emberlee.

st alz una ceja medio interesada.

Slo es eso?

strel sonri.

Mentiroso. No finjas que no te interesa.

Claro que me interesa dijo Bast . Ella es la sexta chica ms

activa del pueblo, despus de todo.

La sexta? replic el chico, indignado . Es la segunda, y lo sabes.

Puede que la cuarta concedi Bast . Despus de Ania.

Las piernas de Ania son tan delgadas como las de un pollo

objet

strel con calma.

st le sonri al chico.

Es cuestin de gustos. Pero s, estoy interesado. Qu te gustara a

mbio? Una respuesta, un favor, un secreto?

Quiero un favor e informacin dijo el chico con una pequea

nrisa de suficiencia. Sus ojos oscuros se vean sagaces en su delgado

tro . Quiero buenas respuestas a tres preguntas. Y lo valen, ya que

mberlee es la tercera chica ms bonita del pueblo.

st abri su boca como si fuese a protestar, pero luego se encogi de


16/95

mbros y sonri.

No hay favor, pero te dar tres respuestas sobre cualquier tema

ntrarrest . Sobre cualquiera excepto mi jefe, cuya confianza

positada en m no puedo traicionar de forma deliberada.

strel asinti como respuesta.

Tres respuestas completas

dijo . Sin ambigedades ni mierdas de

tipo.

st asinti.

Siempre y cuando las preguntas sean centradas y especficas. Nada de

me todo lo que sepas sobre lo que sea'

Eso no sera una pregunta

seal Kostrel.

Exacto dijo Bast . Y t prometes que no le dirs a nadie ms

nde se baa Emberlee, verdad?

Kostrel frunci el ceo al escuchar

o, y Bast rio. T, pequeo embaucador, pensabas vender esa

ormacin una veintena de veces, verdad?

strel se encogi de hombros con naturalidad, sin negarlo y sin

ergonzarse de ello tampoco.

Es informacin valiosa.

st rio entre dientes.

Tres respuestas serias y completas si me garantizas que soy el nico al

e se lo has dicho.


17/95

Lo eres dijo el chico hoscamente . He venido aqu primero.

Y con la condicin de que no le dirs a Emberlee que lo s.

Kostrel

vio tan ofendido por eso que Bast ni siquiera se molest en darle

mpo para acceder. Y con la condicin de que no aparezcas t por

.

chico de ojos oscuros escupi un par de palabras que sorprendieron

s a Bast que su anterior uso de

mbigedades.

Vale gru Kostrel . Pero si no sabes la respuesta a mi pregunta,

edo hacer otra.

st lo pens un momento y luego asinti.

Y si pregunto sobre un tema del que no sabes demasiado, puedo

guntar sobre otro.

ro asentimiento.

Es justo.

Y me prestas otro libro

dijo el chico con los ojos brillantes

Y un

nique de cobre. Y tendrs que describirme sus pechos.

st ech la cabeza hacia atrs y solt una risotada.

Hecho.

rraron el trato con un apretn de manos, la delgada mano del nio era

icada como el ala de un pjaro.

st se recost contra el rbol del relmpago, bostezando y frotndose la


18/95

ca. As que, cul es el tema?

triste mirada de Kostrel se anim un poco entonces, y sonri

ocionado. Quiero saber sobre los Fae.

Bast le cost mucho esfuerzo terminar su largo bostezo como si

lmente no pasara nada. Es bastante difcil bostezar y estirarte cuando

estmago se siente como si te hubieses tragado una masa de hierro

argo y tu boca se hubiese secado de repente.

ro Bast posea algo de disimulador profesional, as que bostez y se

ir, e incluso lleg al extremo de rascarse bajo uno de los brazos

rezosamente.

Y bien? pregunt el chico con impaciencia

Sabes lo suficiente

bre ellos?

Una cantidad considerable

dijo Bast, consiguiendo un mejor

ultado a la hora de parecer modesto esta vez

Ms que la mayora

la gente, imagino.

strel se inclin hacia l, en su rostro poda apreciarse la

erminacin.

Pens que t lo sabras. No eres de por aqu. T sabes cosas. Has visto

que hay realmente ah afuera en el mundo.

Un poco admiti Bast. Alz la vista al sol. Haz tus preguntas

onces. Tengo que estar en otro sitio pronto.

chico asinti seriamente, despus baj su mirada y la concentr en la


19/95

rba que haba frente a l, pensando.

Cmo son?

st parpade por un momento, ya que le haba tomado por sorpresa.

spus ri sin parar y alz sus manos.

Tehlu misericordioso. Tienes idea de lo descabellada que es esa

gunta? Ellos no se parecen a nada. Ellos son como ellos.

strel lo mir indignado.

No intentes engaarme! dijo sealando a Bast . Dije que nada

mierdas!

No lo intento, de verdad que no

Bast alz sus manos a la

fensiva . Es slo que es una pregunta completamente imposible de

ponder. Qu me diras t si te preguntara cmo son las personas?

mo responderas a eso? Hay muchos tipos de personas, y todas son

erentes.

Entonces es una gran pregunta dijo Kostrel . Dame una gran

puesta.

No es slo grande dijo Bast . Se podra llenar un libro.

chico encogi los hombros en un gesto de profunda indiferencia.

st frunci el ceo.

Podra discutirse el hecho de que tu pregunta no es ni centrada ni

pecfica.

strel arqueo una ceja.

As que ahora estamos discutiendo? Yo pensaba que estbamos

gociando informacin. Plena y libremente. Si t me preguntaras a


20/95

nde va Emberlee a darse sus baos y yo contestara en un arroyo, te

ntiras como si me hubiese equivocado con la medida y te hubiese

do muy poco maz, no?

st suspir.

Me parece justo. Pero si te contase todos los rumores y fragmentos

e he escuchado esto nos llevara muchos das. La mayor parte seran

tiles, y algunos ni siquiera seran verdad porque slo proceden de las

torias que he escuchado.

strel frunci el ceo, pero antes de que pudiera protestar, Bast levant

a mano.

Esto es lo que har. A pesar de la naturaleza imprecisa de tu pregunta,

dar una respuesta que cubra un sentido aproximado de las cosas y...

Bast vacil , un verdadero secreto sobre el tema. De acuerdo?

Dos secretos dijo Kostrel, sus oscuros ojos brillaban de emocin.

Es justo Bast tom una larga bocanada de aire

Cuando dices fae,

s hablando de cualquier cosa que vive en el mundo Fae. Eso incluye

montn de cosas que son... slo criaturas. Como animales. Aqu

emos perros, ardillas y osos. En el mundo Fae hay raums, resinillos

Y trolls?

st asinti.

Y trolls. Son reales.

Y dragones?



21/95

No que yo haya escuchado nunca. Ya no...

strel pareci decepcionado.

Y qu hay de la gente de la gente farica? Como caldereros fae y

ms? El muchacho entrecerr los ojos . Ahora bien, esto no es

a pregunta nueva, sino un intento de enfocar tu respuesta en curso.

st se ech a rer sin poder evitarlo.

Divina pareja. En curso? Acaso a tu madre la asust un Juez cuando

aba embarazada? De dnde has sacado esa manera de hablar?

Me mantengo despierto en la iglesia

Kostrel se encogi de

mbros . Y a veces Abbe Leodin me deja leer sus libros. Qu

pecto tienen?

Se parecen a la gente normal

dijo Bast.

Como t y como yo?

pregunt el muchacho.

st luch contra la sonrisa que pugnaba por asomar a sus labios.

Justo como t y yo. Te sera casi imposible distinguirlos si te cruzaras

n ellos en la calle. Pero hay otros. Algunos de ellos son diferentes.

s poderosos.

Como Varsa, el nunca muerto?

Algunos concedi Bast . Pero algunos son poderosos de otras

mas, del mismo modo que es poderoso el alcalde o un prestamista.

La expresin de Bast se torn amarga. Muchos de ellos no es

eno que estn alrededor. Les gusta engaar a la gente. Jugar con ella.


22/95

cerle dao.

rte de la emocin escap del cuerpo de Kostrel al escuchar esto.

Suena como si fuesen demonios.

st vacil, y luego asinti de manera reacia.

Algunos son prcticamente demonios

admiti . O se parecen

to a ellos que no hay diferencia.

Algunos de ellos parecen ngeles tambin?

pregunt el chico.

Es bonito pensar eso dijo Bast . Espero que sea as.

De dnde vienen?

st lade la cabeza.

Esa es tu segunda pregunta entonces?

inquiri . Deduzco que lo

ya que no tiene nada que ver con el aspecto que tienen los Fae

strel hizo una mueca, pareca un poco avergonzado, aunque Bast no

dra decir si lo estaba por haberse emocionado con las preguntas, o

rque haba sido pillado intentando conseguir una respuesta gratis.

Lo siento dijo . Es verdad que un ser fae nunca puede mentir?

Algunos no pueden dijo Bast . A algunos otros no les gusta.

gunos mienten sin reparos pero nunca se retractaran de una promesa

omperan su palabra. Se encogi de hombros. Otros mienten

stante bien, y lo hacen a cada ocasin que se les presenta.

strel comenz a preguntar algo ms, pero Bast se aclar la garganta.

Tienes que admitir dijo l, que es una muy buena respuesta.


23/95

luso te di unas cuantas preguntas gratis, para ayudar con el enfoque

las cosas, por decirlo as.

strel asinti ligeramente taciturno.

Aqu est tu primer secreto Bast alz un solo dedo. La mayora

los Fae no viene a este mundo. No les gusta. Les resulta

mendamente spero, como si llevaran una camisa de arpillera. Pero

ando lo hacen, les gustan unos sitios ms que otros. Les gustan los

ares salvajes. Los lugares secretos y extraos. Hay muchos tipos de

e, muchas cortes y casas. Y todos ellos siguen normas impuestas por

propios deseos

st continu en un tono de suave conspiracin.

Pero algo que atrae a

dos los fae son los ambientes conectados con lo puro, las cosas

rdaderas que dan forma al mundo. Lugares que son tocados por el

go y la piedra. Lugares que estn cerca del agua y el aire. Cuando los

atro estn en contacto

st se detuvo para ver si el chico tena algo que decir al respecto. Pero

cara de Kostrel haba perdido la astucia afilada que tena antes. Ahora

vea como un nio otra vez, con la boca ligeramente abierta y los ojos

y abiertos por el asombro.

Segundo secreto dijo Bast . L os Fae tienen casi nuestra misma

ariencia, pero no del todo. La mayora tiene algo que los hace

erentes. Sus ojos. Sus orejas. El color de su pelo o su piel. A veces

n ms altos de lo normal, o ms pequeos, o ms fuertes, o ms

rmosos.


24/95

Al igual que Felurian.

S, s dijo Bast con irritacin . Al igual que Felurian. Pero

alquiera de los Fae que tiene la habilidad para viajar hasta aqu tendr

suficiente maestra para esconder esas cosas. Se ech hacia atrs,

ntiendo para s mismo.

Ese es un tipo de magia que toda la gente

rica comparte.

st lanz el ltimo comentario al aire como un pescador que arroja un

uelo.

strel cerr la boca y trag con fuerza. No luch contra el sedal. Ni

uiera se haba dado cuenta de que haba mordido el anzuelo.

Qu tipo de magia pueden hacer?

st rod los ojos de manera dramtica. Oh, venga ya, esa es otra

gunta merecedora de un libro entero.

Bueno, pues entonces tal vez deberas escribir un libro

dijo Kostrel

undamente . As podras dejrmelo y matar dos pjaros de un tiro.

comentario pareci coger a Bast desprevenido.

Escribir un libro?

Eso es lo que hace la gente cuando sabe cada maldita cosa, no?

o Kostrel con sarcasmo

Lo ponen por escrito para poder presumir.

st se qued pensativo por un momento, luego sacudi su cabeza como

ra despejar su mente.


25/95

Vale. Aqu estn los huesos de lo que s. Ellos no lo consideran magia.

nca usaran ese trmino. Diran arte o maestra. Hablan de aparentar

moldear.

r al cielo y frunci los labios.

Pero si estuvieran siendo francos, y rara vez lo son, te diran que casi

do lo que hacen es tanto glamoria o grammaria. Glamoria es el arte de

cer que algo parezca. Grammaria es el arte de hacer que algo sea.

st continu a toda prisa antes de que el chico pudiera interrumpirlo.

Glamoria es lo ms fcil. Pueden hacer que una cosa parezca otra que

es. Pueden hacer que una camisa blanca parezca azul. O que una

misa desgarrada parezca que est entera. La mayora de ellos tienen,

r lo menos, una porcin de ese arte. Lo suficiente como para poder

ultarse a s mismos de ojos mortales. Si su pelo fuera de un blanco

teado, su glamoria podra hacerlo parecer negro como la noche.

rostro de Kostrel estaba perdido en el asombro de nuevo. Pero no

a estpido ni boquiabierto como antes, ahora era un asombro

ditado. Un asombro perspicaz, curioso y hambriento. Era la clase de

cinacin que conducira a un nio a iniciar una pregunta que

pezase con un cmo.

st poda ver la forma de estas cosas movindose en los oscuros ojos

chico. Sus endemoniadamente inteligentes ojos.

masiado inteligentes, y por mucho. Pronto esas vagas ansias por saber

stalizaran en preguntas del tipo cmo hacen su glamoria?, o an

or cmo un joven muchacho podra romperlo?

qu pasara entonces, con una pregunta como esa flotando en el aire?


26/95

da bueno resultara de ello. Romper una promesa hecha

nradamente y mentir descaradamente era retrgrada e iba en contra de

deseos. Adems, era incluso peor hacerlo en este sitio. Sera mucho

s fcil decir la verdad, y luego asegurarse de que algo le pasara al

o

ro, sinceramente, le agradaba el chico. No era aburrido, ni simple.

mpoco mezquino o vulgar. Te devolva el empujn. Era gracioso,

carnizado, estaba hambriento por saber y ms vivo de lo que tres

rsonas del pueblo juntas podran estarlo. Era brillante como el cristal

o y lo suficientemente afilado como para cortarse a s mismo. Y Bast

mbin lo era, aparentemente.

st se frot la cara. Esto nunca sola ocurrirle. Nunca haba estado en

nflicto con sus propios deseos antes de venir aqu. Y lo odiaba. Antes

tan sencillo Quera algo y lo tena. Ver y tomar. Correr y cazar.

ntir sed y saciarla. Y si mientras persegua sus deseos sus planes eran

sbaratados qu ocurra? Eso era simplemente la forma de las cosas.

deseo segua siendo suyo, segua siendo puro.

ora ya no era as. Ahora sus deseos se volvan complicados.

nstantemente entraban en conflicto unos con otros. Se senta

ofundamente en contradiccin consigo mismo. Nada era simple ya,

nta que tiraban de l desde tantos lados

Bast? dijo Kostrel, con su cabeza ladeada; la preocupacin era

dente en su cara . Ests bien? pregunt . Qu pasa?

st esboz una sonrisa sincera. Era un chico curioso. Por supuesto. As

a que ser. Ese era el camino. El estrecho camino que estaba entre los


27/95

seos.

Slo estaba pensando. La grammaria es mucho ms difcil de explicar.

puedo decir que lo entienda todo tan bien como para saber explicarlo.

Hazlo lo mejor que puedas dijo Kostrel amablemente

Cualquier

sa que me digas ya ser ms de lo que yo s.

, no poda matar a este chico. Sera algo muy duro.

Grammaria es cambiar una cosa

dijo Bast haciendo un gesto

rticulado . Convertirla en algo distinto de lo que es.

Como convertir plomo en oro?

pregunt Kostrel . As es como

cen el oro ferico?

st hizo un amago de sonrisa ante su pregunta.

Buen intento, pero eso es glamoria. Es fcil, pero no dura. Es por eso

e la gente que roba oro de los fae termina con los bolsillos llenos de

dras o bellotas a la maana siguiente.

Podran convertir gravilla en oro si realmente lo quisieran?

gunt Kostrel.

No es esa clase de cambio dijo Bast, aunque todava sonrea y

nta debido a su pregunta.

Eso es demasiado grande. La grammaria se acerca ms a moldear.

trata de convertir una cosa en algo ms de lo que ya es.

rostro de Kostrel se contrajo por la confusin.

st tom una larga bocanada y dej salir el aire por su nariz.


28/95

Djame explicrtelo de otro modo. Qu tienes en tus bolsillos?

strel hurg en sus bolsillos y extendi las manos. Haba un botn de

n, un pedazo de papel, la punta de un lpiz, un pequeo cuchillo

gable... y una piedra con un agujero en el centro. Por supuesto.

st pas lentamente su mano por encima de toda la coleccin de

culiares artculos, para finalmente detenerse encima del cuchillo. No

especialmente bueno o sofisticado, sino slo una pieza de madera

a, del tamao de un dedo, con una ranura en la que una pequea

vaja estaba sujeta con una bisagra que yaca escondida.

st lo cogi delicadamente entre dos dedos y lo coloc en la tierra

re ambos.

Qu es esto?

strel introdujo el resto de sus cosas en sus bolsillos.

Es mi cuchillo.

Slo eso? pregunt Bast.

s ojos del chico se estrecharon con suspicacia.

Qu ms podra ser?

st sac su propio cuchillo. Era un poco ms grande, y en lugar de

dera, estaba tallado en un pedazo de cuerno, pulido y hermoso. Bast

abri y la brillante hoja resplandeci bajo el sol.

tendi su cuchillo junto al del nio.

Cambiaras tu cuchillo por el mo?

strel mir de reojo el cuchillo con envidia. Pero incluso habiendo

cho esto, no hubo ni una pizca de vacilacin en l cuando neg con la

beza.


29/95

Por qu no?

Porque es mo dijo el chico mientras su rostro iba nublndose.

El mo es mejor dijo Bast afirmando lo evidente.

strel se estir y cogi su cuchillo, cerrando sus manos a su alrededor

forma posesiva. Su rostro estaba sombro como una tormenta.

Mi padre me lo dio dijo l . Antes de que cogiera la moneda del

y y se fuese para ser un soldado y salvarnos de los rebeldes.

sus ojos en Bast, desafindole a que dijera una sola palabra que

gara eso.

st no apart sus ojos, slo asinti serio.

Entonces es ms que solo un cuchillo

dijo . Es especial para ti.

dava aferrando el cuchillo con fuerza, el chico asinti, parpadeando

n rapidez.

Para ti es el mejor cuchillo.

ro asentimiento.

Es ms importante que otros cuchillos. Y no solo

rece, dijo Bast.

Es algo que el cuchillo

.

bo un destello de comprensin en los ojos de Kostrel. Bast asinti.

Eso es grammaria. Ahora imagina que alguien pudiese coger un

chillo y convertirlo en algo ms de lo que un cuchillo es. Convertirlo

el mejor cuchillo. No slo para ellos mismos, sino para

alquiera


30/95

st recogi su cuchillo y lo cerr . Si fueran realmente hbiles,

dran hacerlo con otra cosa que no fuera un cuchillo. Podran hacer un

go que fuese ms de lo que un fuego es. Ms vivaz. Ms caliente.

guien verdaderamente poderoso podra hacer incluso ms que eso.

dran coger una sombra su voz se fue apagando con suavidad,

ando un espacio abierto en el aire vaco.

strel contuvo el aliento y lo solt para llenarlo con una pregunta.

Como Felurian! dijo . Es eso lo que hizo para hacer la capa de

mbras de Kvothe?

st asinti con seriedad, contento con la pregunta, pero al mismo

mpo odiando que hubiese sido precisamente

a.

Me parece probable. Qu hace una sombra? Oculta, protege. La capa

sombras de Kvothe hace lo mismo, pero ms.

strel asenta a medida que lo iba comprendiendo. Bast prosigui

idamente, pues estaba deseoso de dejar este tema atrs.

Piensa en la misma Felurian

chico esboz una amplia sonrisa, pareca no tener problemas para

cer eso.

Una mujer puede ser un ser hermoso dijo Bast con lentitud .

ede ser un foco de deseo. Felurian es, como el cuchillo, la ms

rmosa. El foco de mayor deseo. Para todos Bast dej que su

claracin se desvaneciera lentamente en el aire de nuevo.

s ojos de Kostrel estaban muy lejos, obviamente, dndole los ltimos

oques a sus conclusiones. Bast le dio tiempo para que lo hiciera, y tras


31/95

os instantes una nueva pregunta brot de los labios del chico.

No

dra ser slo glamoria?

Ah dijo Bast, sonriendo . Pero cul es la diferencia entre ser

rmosa yparecerhermosa?

Bueno Kostrel se paraliz por un momento, luego manifest .

o es real y el otro no.

S us palabras sonaron confiadas, pero este

ntimiento no se reflejaba en su expresin. Uno sera un engao.

dras ver la diferencia, no?

st dej la pregunta navegar. Estuvo cerca, pero no del todo.

Cul es la diferencia ente una camisa que

veblanca y una camisa

e esblanca? inquiri.

Una mujer no es lo mismo que una camisa dijo Kostrel con vasto

sdn . Lo sabras si la tocaras. Si ella se viera suave y rosada como

mberlee, pero su pelo tuviese el tacto de la cola de un caballo, sabras

e no es real.

Glamoria no es slo para engaar a los ojos

dijo Bast . Es para

do. El oro ferico pesa. Y un cerdo bajo los efectos de la glamoria

ra a rosas cuando lo besaras.

strel titube visiblemente ante eso. El cambio de Emberlee a un cerdo

o los efectos del glamoria obviamente le dej sintindose ms que

eramente aturdido.


32/95

No sera ms difcil englamorar un cerdo?

pregunt finalmente.

Eres astuto dijo Bast alentadoramente . Ests totalmente en lo

rto. Y englamorando una chica bonita para hacerla msbonita no

a mucho ms trabajoso. Es como colocar glaseado sobre un pastel.

strel frot su mejilla pensativamente.

Se puede usar glamoria y grammaria al mismo tiempo?

st estaba ms genuinamente impresionado esta vez.

Eso es lo que he escuchado.

strel asinti para s mismo.

Eso es lo que debe hacer Felurian dijo . Como crema en el

seado de un pastel.

Creo que s dijo Bast . El que conoc se detuvo abruptamente,

boca cerrada.

Conociste a un fae?

st sonri como una trampa para osos.

Si.

ta vez Kostrel sinti el anzuelo y enlaz ambos. Pero ya era muy tarde.

Bastardo!

Lo soy Bast admiti alegremente.

Me engaaste para que preguntara eso.

Lo hice d ijo Bast . Fue una pregunta relacionada con este asunto,

espond completamente y sin equivocacin.

strel se puso de pie y se enfureci, solo para regresar un momento

spus.


33/95

Devulveme mi penique exigi.

st se meti la mano en el bolsillo y sac un penique de cobre.

Dnde se baa Emberlee?

strel frunci el ceo, y luego dijo:

Ms all del puente Piedravieja , subiendo hacia las colinas cerca de

dia milla. Hay una pequea cuenca con un olmo.

Y cundo?

Despus de almorzar en la granja Boggan. Despus de lavar y hacer

colada.

st arroj el penique, sonriendo todava como un demente.

Espero que se te caiga la polla

d ijo el muchacho venenosamente

es de partir pisoteando colina abajo.

st no pudo evitar rerse. Trat de hacerlo disimuladamente para

petar los sentimientos del muchacho pero no tuvo mucho xito.

strel volte desde la base de la colina, y grit:

Y todava me debes un libro!

st dej entonces de rer cuando algo corri suelto en su memoria.

tr en pnico por un momento al recordar que Celum Tinture no

aba en su lugar habitual.

ego record haber dejado el libro en el rbol en la cima del acantilado

e relaj. El despejado cielo no mostraba indicios de lluvia. Por lo

nos estaba a salvo. Adems, era casi medioda, quizs un poco ms.

que se dio vuelta y apur el paso colina abajo, deseando no llegar

de.


34/95

st corri casi todo el camino hasta la pequea ensenada, y al momento

llegar estaba sudando como un caballo de carreras. Su camisa

herida desagradablemente a l, mientras bajaba por la ribera hasta el

ua, se la quit y la uso para quitarse el sudor de la cara.

a larga roca llana se adentraba en el pequeo arroyo, formando de un

o un estanque calmado donde la corriente se volva sobre s misma.

a lnea de sauces surcaban el agua, hacindolo privado y sombreado.

orilla estaba descuidada con arbustos gruesos, y el agua era tranquila

almada y clara.

n camisa, Bast camin sobre el saliente de piedra spera. Vestido, su

a y manos lo hacan lucir delgado, pero sin camisa sus anchos

mbros parecan asombrosos, ms de lo que podras suponer ver en un

anjero de campo, en lugar de un holgazn que haca un poco ms que

searse alrededor de una posada vaca todo el da.

a vez que hubo salido de la sombra de los sauces, Bast se arrodill

ra remojar su camisa en el estanque. Luego la escurri sobre su cabeza,

mblando un poco al contacto del frio. Frot su pecho y brazos

rgicamente, sacudiendo gotas de agua desde su cabeza.

loc la camisa a un lado, agarr la punta de una piedra al borde del

anque, luego tom una gran inhalacin y sumergi su cabeza. El

vimiento hizo flexionar los msculos a travs de su espalda y

mbros. Un momento despus sac su cabeza, jadeando ligeramente y

udiendo agua de su cabello.

st se puso de pie, alisndose el cabello hacia atrs con ambas manos.

rramando agua por su pecho, haciendo surcos en el cabello oscuro,


35/95

astrndola hacia su estmago plano y liso.

sacudi un poco, luego camin sobre nicho compuesto por un

ntculo afilado de rocas sobresalientes. Palp a alrededor por un

mento antes de sacar una barra de jabn del color de la mantequilla.

arrodill de nuevo en el borde del agua, y sumergi su camisa varias

ces. Luego la restreg con el jabn. Le llev un rato, puesto que no

a tabla para lavar, y obviamente no quera desgastar su camisa contra

speras piedras. Enjabon y enjuag la camisa varias veces,

urrindola con sus manos, haciendo que los msculos de sus hombros

razos se tensaran y retorcieran. Hizo un minucioso trabajo, pero

ando termin, estaba completamente mojado y salpicado de espuma.

st tendi su camisa sobre una piedra soleada para secarla. Comenz a

sabrochar su pantaln, luego se detuvo y lade la cabeza de un lado,

tando de sacudirse el agua de sus odos.

do haber sido a causa del agua en sus odos que Bast no escuch el

treado alboroto proveniente de los arbustos que crecan a lo largo de

orilla. Un sonido que podra, posiblemente, ser gorriones parloteando

re las ramas. Una bandada de gorriones. Muchas bandadas, quizs.

si Bast tampoco vio los arbustos moverse? O not que entre el

laje colgado de las ramas de sauce haba colores que normalmente no

encuentran en los rboles? A veces un rosado plido, algunas veces

o tmido. A veces, un mal considerado amarillo o un azul aciano. Y

nque es cierto que los vestidos podran ser de esos colores

enotambin las aves. Pinzones y arrendajos. Y adems, era de

nocimiento bastante comn entre las jovencitas del pueblo que el


36/95

ven moreno que trabajaba en la posada era lamentablemente miope.

s gorriones se agitaban en los arbustos mientras Bast luchaba de

evo con el cordn de su pantaln. Aparentemente el nudo le estaba

ndo algo de problema. Se revolvi con eso durante un rato, luego

ci su frustracin y dio un gran estiramiento felino, brazos arqueados

bre su cabeza, su cuerpo flexionado como un arco.

nalmente pudo aflojar el nudo y se liber de los pantalones. No

vaba nada por debajo. Los arroj al lado y desde el sauce vino un

aznido de la clase que podra haber provenido de un ave voluminosa.

a garza tal vez. O un cuervo. Y si una rama se sacudi al mismo

mpo, bueno, quizs un ave aterriz muy alejada de la rama y casi se

y. Ciertamente era lgico que algunas aves fueran ms tontas que

as. Y adems de eso, a ese momento Bast estaba mirando hacia otra

eccin.

st se lanz al agua, salpicando como un nio y jadeando por el frio.

spus de algunos minutos se movi a una parte poco profunda del

anque donde el agua alcanzaba escasamente su estrecha cintura.

bajo del agua, un atento observador podra notar que las piernas del

ven se vean un tanto extraas. Estaba sombreado all, y todos saben

e el agua hace curvear la luz extraamente, haciendo que las cosas

rezcan diferentes de lo que son. Y adems, las aves no son las ms

ntas observadoras, especialmente cuando su atencin est enfocada

otra parte.

a hora o ms tarde, ligeramente hmedo y oliendo a dulce jabn de

dreselva, Bast escal el acantilado donde l estaba bastante seguro


37/95

e haba dejado el libro de su maestro. Era el tercer acantilado que

ba escalado en la ltima media hora.

ando lleg a la cima, Bast se relaj al ver un rbol de espino. Al

ercarse, vio que era el rbol correcto, el rincn exacto que recordaba.

ro el libro haba desaparecido. Una vuelta rpida alrededor mostr que

se haba cado a suelo.

ego el viento sopl y Bast vio algo blanco. Sinti un frio repentino,

miendo que fuese una pgina libre arrancada del libro. Pocas cosas

lestaban a su maestro, por ejemplo un libro maltratado.

ro no, alcanzndolo, Bast no sinti papel. Era una tira suave de

rteza de abedul. Tir de l y vio las letras crudamente garabateadas en

lado:

sesito ablar com tego. Ets enportantte.

ke

atardecer: Aves y Abejas

n idea alguna de donde podra encontrar a Rike, Bast regres al rbol

relmpago. Justamente se haba sentado en su lugar habitual cuando

a jovencita entr en el claro.

a no se detuvo en la piedra griscea, en vez de eso recorri

tamente el lado de la colina. Era ms joven que los otros, seis o siete.

aba un vestido azul claro y tena listones violeta intenso entrelazados

ravs de su cabello esmeradamente rizado.

a nunca haba ido al rbol del relmpago antes, pero Bast la haba

to. Incluso si no lo hubiera hecho, l hubiese adivinado por sus finas

stimentas y el olor de agua de rosas que ella era Viette, la hija ms


38/95

ven del alcalde.

bi la baja colina suavemente, llevando algo peludo en la curvatura de

brazo. Cuando lleg a la cima de la colina se detuvo, ligeramente

uieta, pero en espera todava.

st la mir silenciosamente por un momento.

Conoces las reglas? pregunt.

a se detuvo, listones violetas en su cabello. Estaba obvia y

eramente asustada, pero su labio inferior sobresala, desafiante.

inti.

Cules son?

jovencita lamio sus labios y empez a recitar con una voz cantarina.

Nadie ms alto que la piedra

s eal a la cada piedra griscea a los

s de la colina . Ven al rbol negro, ven solo

s e llev el dedo a sus

ios, imitando un ruido callado

s in decirle...

Espera Bast la interrumpi . Di las ltimas dos lneas mientras

as el rbol.

nia palideci un poco a eso pero dio un paso adelante y puso su

no contra la madera blanqueada por el sol del ya muerto rbol.

nia aclar su garganta de nuevo, hizo una pausa, sus labios

vindose silenciosamente como si recorriera el comienzo de un

ema hasta encontrar el verso correcto nuevamente.

Sin decirle a ningn adulto lo que se ha dicho, no sea que el


39/95

mpago te mate.

ando dijo las ltimas dos palabras, Viette jade y retir su mano,

mo si algo hubiese quemado o mordido sus dedos. Sus ojos se

rieron al ver las yemas de sus dedos y descubrir que estaban de un

ocable, rosa saludable. Bast escondi una sonrisa detrs de su mano.

Bien entonces d ijo Bast . Ya conoces las reglas, yo guardo tus

retos, y t los mos. Puedo responder tus preguntas o ayudarte a

olver un problema.

sent de nuevo, su espalda recargada en el rbol y quedo al nivel de

ojos de la nia.

Qu es lo que quieres?

nia saco la pequea bola de pelo blanca que cargada bajo el brazo.

aull.

Este gato es mgico?

pregunt.

st tom al gato entre sus manos, y lo observo por un momento, era

a cosa dormilona, casi completamente blanca. Un ojo era azul, y el

o verde.

Lo es, definitivamente

dijo, ligeramente sorprendido . Por lo

nos un poco y se lo devolvi.

a asinti seriamente.

Quiero llamarla Princesa Rollo Glaseado.

st solo la mir, perplejo.

Bien.


40/95

nia frunci el ceo.

No s si es nio o nia!

O h dijo Bast. Estir su mano, acaricio al gato y se la devolvi.

E s nia.

hija del alcalde estrech las cejas.

Ests mintiendo?

st pestae. Luego rio.

Por qu me creste la primera vez y no la segunda?

pregunt.

Yo ya saba que es una gatita mgica

d ijo Viette, poniendo los ojos

blanco con exasperacin . Solo quera estar segura, pero no est

ando un vestido, no tiene cintas o un moo. Cmo sabes que es nia?

st abri la boca para responder. Y la cerr de nuevo. Ella no era la

a de algn granjero. Tena una institutriz y un armario lleno de ropa.

gastaba su tiempo en perseguir ovejas y cerdos y cabras. Nunca

ba visto nacer a un cordero. Tena una hermana mayor, pero no

rmanos

do por un momento, prefera no mentirle, no aqu. Pero l no haba

ometido responder a sus preguntas, no haba hecho ninguna clase de

uerdo con ella. Lo cual haca las cosas ms fciles. Y era mucho ms

ncillo que esperar la visita de un alcalde enfurecido a la posada Roca

Gua. Preguntando como es que su hija repentinamente conoce la

abra pene.

Le hago cosquillas en la barriga


41/95

Bast dijo con facilidad . Y si me

a, s que es una chica.

o content a Viette, y asinti con seriedad.

Cmo puedo hacer que mi padre me deje quedrmela?

Se lo has preguntado amablemente?

Papi odia a los gatos.

Rogaste y lloraste?

inti.

Gritaste y armaste una escena?

a puso los ojos en blanco y dio un suspiro de exasperacin.

Ya he intentado todo eso; de ser as, no estara aqu.

st pens durante un momento.

Bien. Primero, tienes que conseguir algo de comida que te dure un par

das. Galletas. Salchichas. Manzanas. Escndela en tu habitacin

nde nadie la encuentre. Ni siquiera tu institutriz. Ni siquiera la criada.

ienes algn lugar as?

niita asinti.

Despus ve a preguntarle a tu papi una vez ms. S amable y educada.

vuelve a decir que no, no te enfades. Slo dile que adoras a la gatita.

que si no la puedes tener, temes que te pondrs tan triste que morirs.

Aun as dir que no dijo la niita.


Probablemente. Aqu viene la segunda parte. Esta noche, en la cena,

comas nada. Ni siquiera el postre l a niita comenz a decir algo,

ro Bast levant una mano . Si alguien te pregunta, slo di que no


42/95

nes hambre. No menciones a la gatita. Cuando ests en tu habitacin

a noche, come un poco de la comida que escondiste.

niita se qued pensativa. Bast continu.

Maana, no te levantes de la cama. Di que ests muy cansada. No

mas el desayuno. No comas el almuerzo. Puedes beber un poco de

ua, pero slo sorbos. Slo qudate en cama. Cuando pregunten cul es

problema...

a se ilumin.

Les digo que quiero a mi gatita!

st sacudi la cabeza con expresin sombra.

No. Eso lo arruinara. Slo di que ests cansada. Si te dejan sola,

edes comer. Pero s cuidadosa. Si te atrapan, jams tendrs a tu gatita.

ta vez, la nia estaba escuchando ms atentamente. Su ceo fruncido

r la concentracin.

En la cena estarn ms preocupados. Te ofrecern ms comida. Tu

vorita. Sigue diciendo que no tienes apetito. Que slo ests cansada.

lo qudate ah. No hables. Haz eso durante todo el da.

Puedo levantarme a hacer pip?

st asinti.

Pero recuerda actuar cansada. Sin jugar. Al da siguiente, estarn

ustados. Llevarn a un doctor. Tratarn de alimentarte a la fuerza.

entarn de todo. En algn momento, tu padre estar ah, y l te

guntar cul es el problema

Bast le sonri . Ah es cuando

mienzas a llorar. Sin aullar. Sin balbucear. Slo lgrimas. Slo


43/95

date ah y llora. Entonces, di que extraas mucho a tu gatita.

traas tanto a tu gatita que ya no quieres seguir viva.

niita pens en ello durante un largo minuto, acariciando con una

no a su gatita con la mente ausente. Finalmente asinti

D e acuerdo s e gir para irse.

Espera! dijo Bast rpidamente . Te di lo que queras. Ahora me

bes.

niita se volte. Su expresin, una extraa mezcla de sorpresa y

siosa vergenza.

No traje dinero d ijo sin mirarle a los ojos.

Dinero no dijo Bast . Te di dos respuestas y una manera de

nservar a tu gatita. Me debes tres cosas. Pagas con regalos y favores.

gas en secretos...

a pens durante un momento.

Papi esconde la llave de su caja fuerte dentro del reloj de sobremesa.

st asinti con aprobacin.

Ese es uno.

niita mir hacia el cielo, an acariciando a su gatita.

Una vez vi a mam besar a la criada.

st alz una ceja ante eso.

se es otro....

nia puso un dedo en su oreja y la mene.

Eso es todo, creo.

Qu hay de un favor, entonces? d ijo Bast . Necesito que me

egles dos docenas de margaritas con tallos largos. Y un listn azul. Y


44/95

s brazadas de brezo de joya.

el rostro de Viette se form una mueca de confusin.

Qu es un brezo de joya?

Flores dijo Bast, con gesto perplejo . Tal vez t les llamas

samos, crecen salvajes por todo el lugar dijo, haciendo un amplio

sto con ambas manos.

Te refieres a los geranios?

pregunt ella.


No. Tienen los ptalos espaciados, y son como de este tamao

hizo

crculo con su pulgar y el dedo de en medio.

Son amarillos y naranjas y rojos...

nia lo qued viendo fijamente en blanco.

La Viuda Creel las mantiene en la caja de su ventana continu

st . Cuando tocas las vainas de las semillas, saltan.

rostro de Viette se ilumin.

Oh! T dices las nometoques

dijo ella, su tono ms que

eramente condescendiente

Puedo traerte un puado de esas. Eso es

il . Se gir para bajar corriendo por la colina.

st la llam antes de que pudiera dar seis pasos.

Espera! c uando ella se dio la vuelta, l le pregunt.

Qu vas a


45/95

cir si alguien te pregunta para quin son esas flores que ests

ogiendo?

a puso los ojos en blanco de nuevo.

Les digo que no es de su estbida incumbencia

dijo ella . Porque

papi es el alcalde.

spus de que Viette se marchase, un fuerte silbido hizo que Bast

rara hacia abajo de la colina hacia donde estaba el itinolito. No haba

os esperando ah.

silbido vino de nuevo, y Bast se puso en pie, estirndose a lo alto y

cho. Hubiera sorprendido a la mayora de las doncellas del pueblo lo

il que identific la figura que estaba a la sombra de los rboles al

rde del claro a sesenta metros de distancia.

st se pase hacia abajo por colina, a travs del campo de hierba, y

cia dentro de la sombra de los rboles. Haba un chico mayor con una

a llena de manchas y nariz respingada. Tendra tal vez doce aos y su

misa y pantalones eran demasiado pequeos para l, mostrando

masiado sus muecas sucias en las mangas y sus tobillos desnudos

ajo. Estaba descalzo y tena un ligero olor a agrio.

Rike l a voz de Bast no contena nada del tono amistoso y bromista

e usaba con los otros nios del pueblo. Cmo est el camino a

nu?

Es un largo y jodido camino

dijo el nio amargamente, sin mirar a

st a los ojos . Vivimos en el culo de la nada.


46/95

Veo que tienes mi libro

dijo Bast.

chico se lo tendi.

No trataba de robarlo murmur rpidamente . Slo necesitaba

blar contigo.

st tom el libro silenciosamente.

No romp las reglas dijo el chico . Ni siquiera entr en el claro.

ro necesito ayuda. Pagar por ella.

Me mentiste, Rike dijo Bast con voz sombra.

Y no pagu por ello?

demand el muchacho, enfadado, alzando la

ta por primera vez. No lo pagu diez veces? No hay suficiente

erda en mi vida como para apilarle ms mierda encima?

Y no viene al caso porque ahora ya eres demasiado grande dijo

st llanamente.

No es cierto! El chico dio un paso. Luego se encogi de hombros y

mo una bocanada de aire. Visiblemente forzando su temperamento

ra controlarse de nuevo. Tam es ms grande que yo y aun as

ede ir al rbol! Slo soy ms alto que l!

Esas son las reglas dijo Bast.

Es una regla de mierda!

grit el chico, con las manos empuadas

enojo . Y t eres un pequeo hijo de puta que merece ms castigo

que le dan!

tonces hubo silencio, roto slo por la respiracin entrecortada del


47/95

co. Los ojos de Rike estaban clavados en el suelo. Estaba temblando

ena los puos apretados a los costados.

s ojos de Bast se estrecharon ligeramente.

voz del chico era spera.

Slo uno dijo Rike . Slo un favor, slo por esta vez. Es uno

ande. Pero voy a pagar. Voy a pagar el triple.

st respir hondo y solt el aire como un suspiro.

Rike, yo...

Por favor, Bast? Todava estaba temblando, pero Bast se dio

enta de que en la voz del chico ya no haba enojo

Por favor?

n los ojos todava en el suelo, dio un paso vacilante hacia adelante.

Slo... por favor? Su mano se extendi y qued all sin rumbo,

mo si no supiera qu hacer con ella. Finalmente se asi de la manga

la camisa de Bast y tir una vez, dbilmente, antes de dejar caer la

no a su lado.

Simplemente no puedo arreglar esto por mi cuenta.

ke mir hacia arriba, con los ojos llenos de lgrimas. Su rostro estaba

orcido en un nudo de rabia y miedo. Un nio demasiado joven para no

rar, pero aun as lo suficientemente adulto como para no poder dejar

odiarse a s mismo por hacerlo.

Necesito que te deshagas de mi ap

dijo con la voz quebrada . No

cmo. Podra apualarlo mientras est dormido, pero mi madre se

erara. l bebe y le pega. Y ella llora todo el tiempo y luego la golpea


48/95

s Rike estaba mirando al suelo otra vez, las palabras salan a

rbotones . Yo podra llevarlo cuando est borracho a alguna parte,

ro es tan grande. No lo podra mover. Encontraran el cuerpo y luego

guardias del rey me atraparan. No podra mirar a mi madre a los

s entonces. No si ella lo supiese. No puedo pensar en lo que eso le

ra, si ella supiera que yo soy del tipo de persona que matara a su

opio ap.

r hacia arriba entonces, con el rostro furioso y los ojos rojos por el

nto.

Lo hara, aun as. Lo matara. Slo tienes que decirme cmo.

bo un momento de silencio.

Est bien dijo Bast.

jaron al ro donde podran tomar agua y Rike podra lavarse la cara y

onerse un poco. Cuando el rostro del muchacho estuvo ms limpio,

st not que no todas las manchas eran de tierra. Era fcil equivocarse,

do que el sol de verano le haba bronceado la piel de un color avellana.

luso una vez limpio era difcil decir qu eran las dbiles sombras de

retones.

ro, cierto o no, los ojos de Bast eran agudos. Mejillas y mandbula.

a sombra alrededor de una flaca mueca. Y cuando se inclin para

ber en el arroyo, Bast vislumbr la espalda del muchacho...

Entonces dijo Bast mientras estaban sentados junto al arroyo

u es exactamente lo que quieres? Quieres matarlo, o que slo se

ya?

Si slo se fuera, nunca dormira otra vez por la preocupacin de que


49/95

resara tramando algo d ijo Rike, y luego se qued callado por un

o . Se haba ido dos veces.

nri levemente.

Esos fueron buenos tiempos, slo yo y mi am. Era como mi

mpleaos todos los das cuando me despertaba y l no estaba ah. No

ba que mi am poda cantar...

muchacho se qued en silencio de nuevo.

Pens que se haba cado borracho en algn lugar y que finalmente se

ba roto el cuello. Pero slo haba intercambiado un ao de pieles por

ero para beber. Slo haba estado en su cabaa de caza, embotado y

rio por medio mes, a no ms de una milla.

chico sacudi su cabeza, con ms firmeza esta vez.

No, si se va, no permanecer lejos.

Me puedo imaginar la manera dijo Bast. Me dedico a esto. Pero

cesitas decirme qu es lo que quieres realmente.

ke se sent un buen rato, apretando los dientes y relajando la

ndbula alternativamente.

Lejos dijo al fin.

palabra pareca engancharse en su garganta.

Mientras se vaya para siempre. Si es que puedes hacerlo, realmente.

Puedo hacerlo dijo Bast.

ke mir sus manos un largo momento.

Lejos, entonces. Yo lo matara. Pero ese tipo de cosas no estn bien.

quiero ser ese tipo de hombre. Uno no debera tener que matar a su

.


50/95

Lo puedo hacer por ti dijo Bast fcilmente.

ke se sent un rato, finalmente sacudi la cabeza.

Es lo mismo, verdad? De todas maneras soy yo. Y sera ms honesto

o hiciera con mis manos en lugar de con mi boca.

st asinti.

De acuerdo, entonces. Que se vaya para siempre.

Y pronto dijo Rike.

st suspir y alz la mirada hacia el sol. Todava tena cosas que hacer

da. Los engranajes de sus deseos no se detendran rechinando

rque un granjero hubiese bebido demasiado. Emberlee iba a darse su

o pronto. Se supona que deba conseguir unas zanahorias...

le deba nada al chico, ni mucho menos. Ms bien era al revs. El

co le haba mentido. Haba roto su promesa.

Tiene que ser pronto dijo Rike. Cada vez es peor. Yo puedo

rrer, pero mi am no puede, y el pequeo Bip tampoco puede. Y...

Vale, vale... lo cort Bast agitando las manos

Pronto.

ke trag saliva.

Qu me va a costar? pregunt con ansiedad.

Mucho dijo Bast sombro. No estamos hablando de lazos y

tones. Piensa cunto deseas esto. Piensa cun grande es.

r al nio a los ojos y l le mantuvo la mirada.

Tres veces eso es lo que me debes. Ms un extra por el pronto mir

ensamente al nio. Piensa mucho en eso.

ke se haba puesto un poco plido, pero asinti sin retirar la mirada.


51/95

Pues tomar lo que quieras de m dijo, pero nada de mi am. No

ne mucho que no se haya bebido ya mi ap.

Ya lo arreglaremos dijo Bast, pero no ser nada de ella. Lo

ometo.

ke respir hondo, y asinti secamente.

Muy bien. Por dnde empezamos?

st seal el arroyo.

Encuentra una piedra de ro con un agujero y tremela.

ke lo mir extraado.

Quieres una piedra de las hadas?

Piedra de la hadas Bast lo repiti con una burla tan mordaz que

ke se ruboriz avergonzado. Ya eres mayorcito para estas tonteras

Bast mir al nio. Quieres mi ayuda o no? pregunt.

La quiero dijo Rike con un hilo de voz.

Entonces quiero una piedra de ro. Bast seal de nuevo al

oyo. Tienes que ser t quien la encuentre. No puede ser nadie ms.

ienes que encontrarla seca en la orilla.

ke asinti.

De acuerdo Bast dio dos palmadas. Ve.

ke se fue y Bast volvi al rbol del relmpago. No haba nios

perando para hablar con l, as que dej pasar el tiempo. Tir piedras

arroyo y hoje Celum Tinture, mirando algunas de las ilustraciones.

lcificacin. Titulacin. Sublimacin.

ann, felizmente no azotado y con una mano vendada, le trajo dos

los dulces envueltos en un pauelo blanco. Bast se comi uno y


52/95

erv el segundo.

ette trajo brazadas de flores y un delicado lazo azul. Bast teji una

rona con las margaritas entrelazando el lazo entre los tallos.

tonces, mirando el sol, vio que casi era la hora. Bast se quit la

misa y la llen con la riqueza amarilla y roja de los nometoques que

ette le haba trado. Aadi el pauelo y la corona, entonces busc un

o e hizo un hatillo para poder llevarlo todo ms fcilmente.

h a caminar hacia el puente donde estaba el itinolito, despus

endi hacia las colinas y alrededor del acantilado hasta que encontr

sitio que Kostrel haba descrito. Estaba inteligentemente escondido, y

arroyo se curvaba arremolinndose en un bonito y pequeo estanque,

rfecto para un bao privado.

st se sent detrs de unos arbustos, y despus de casi media hora de

pera cay en un sopor.

seco crujido de una ramita y el fragmento de una lenta cancin lo

spertaron y, al mirar hacia abajo, vio a una mujer joven que avanzaba

udentemente por la empinada ladera hacia el borde del agua.

ovindose sigilosamente, Bast se escabull aguas arriba llevando su

illo. Dos minutos ms tarde, estaba arrodillado sobre la hierba de la

lla con el montn de flores a su lado.

gi una flor amarilla y sopl delicadamente sobre ella. Al rozar su

ento los ptalos, su color se desvaneci y cambi a un delicado azul.

solt y la corriente se la llev lentamente aguas abajo.

st tom un puado de ramilletes, rojos y naranjas, y sopl sobre ellos

nuevo. Tambin cambiaron hasta ser de un plido y vibrante azul.


53/95

s esparci sobre la superficie del agua. Lo hizo dos veces ms, hasta

e ya no quedaron ms flores.

tonces, cogi el pauelo y la corona de margaritas y volvi corriendo

abajo hasta el acogedor hueco junto al olmo. Haba sido lo bastante

ido como para llegar justo cuando Emberlee estaba llegando al borde

agua.

ave, silencioso, se arrastr hasta el frondoso olmo. Incluso, llevando

una mano el pauelo y la corona, trep por el tronco con la agilidad

una ardilla.

st se tumb sobre una rama baja, a cubierto tras las hojas, respirando

ido, pero no fuerte.

mberlee se estaba quitando las medias, y dejndolas cuidadosamente

un seto cercano. Su pelo era de un rojo dorado bruido y caa en

rezosos rizos. Su cara era dulce y redonda, una encantadora sombra de

ido y rosa.

st sonri cuando la vio mirar alrededor, primero a la izquierda, luego

a derecha. Entonces empez a desatar su corpio. Su vestido era de un

ul aciano plido, con bordes de color amarillo y cuando lo extendi en

orilla, llame y se despleg como el ala de un gran pjaro. Quizs

n fantstico hbrido entre un pinzn y un arrendajo.

stida solo con su camisn blanco, Emberlee mir alrededor de nuevo:

uierda y luego derecha. Entonces, se deshizo de l, un movimiento

cinante. Dej la prenda de lado y se qued ah de pie, desnuda como

una. Su piel cremosa con pecas era fascinante. Sus caderas amplias y

rmosas. Las puntas de sus pechos pinceladas con el ms plido rosa.


54/95

rrete dentro del agua, lanzando una serie de pequeos grititos

nsternados por su frialdad. Para ser justos, no se parecan a los de un

ervo, pero s que podan tener cierta similitud con los de una garza.

mberlee se lav un poco, chapoteando y temblando. Se enjabon,

mergi su cabeza en el agua y volvi a la superficie resoplando.

ojado, su cabello tom el color de las cerezas maduras.

e entonces cuando el primero de los nometoques lleg, trado por la

rriente. Lo mir flotar con curiosidad y empez a enjabonar su cabello.

s flores aparecieron. Bajaron por el arroyo y trazaron crculos

ededor de ella, atrapadas en el lento remolino del estanque. Las mir

ombrada. Entonces, pesc con ambas manos un puado del agua, se

llev a la cara y respir hondo para olerlas.

ro encantada y se sumergi, para emerger en medio de las flores, con

agua a raudales sobre su plida piel, corriendo sobre sus pechos

snudos. Las flores se aferraron a ella, como si no quisiesen dejarla ir.

e entonces cuando Bast se cay del rbol.

bo un breve garabateo loco de dedos sobre corteza, un poco de

llido, y golpe el suelo como un saco de sebo. Qued tendido sobre

espalda en la hierba y dej escapar un dbil y quejumbroso gemido.

un chapoteo, y entonces Emberlee apareci sobre l. Sostena su

misn blanco frente a ella. Bast mir hacia arriba, desde donde estaba

mbado en la alta hierba.

ba tenido suerte de aterrizar en aquel parche de csped elstico,

ortiguado con hierba alta y verde. Unos pies hacia uno de los lados y

habra deshecho contra las rocas. Cinco pies hacia el otro lado y


55/95

bra acabado revolcndose en el barro.

mberlee se arrodill junto a l, su piel plida, su cabello oscuro. Un

millete aferrado a su cuello; era del mismo color que sus ojos, un

ido y vibrante azul.

Oh dijo Bast feliz al mirar hacia ella. Sus ojos estaban levemente

rdidos. Eres mucho ms hermosa de lo que me imagin.

z la mano con la idea de acariciar sus mejillas, para encontrarse con

e estaba sujetando la corona y el pauelo atado.

Ah dijo recordando, te he trado algunas margaritas tambin. Y

bollo dulce.

Gracias dijo ella cogiendo la corona de margaritas con ambas

nos. Tuvo que soltar su camisn para poder hacerlo. Cay sobre la

rba.

st pestae, sin encontrar palabras momentneamente.

mberlee inclin la cabeza para mirar la corona; el lazo era de un

mativo azul aciano, pero no se acercaba a la hermosura de sus ojos.

alz con ambas manos y se la puso orgullosamente sobre la cabeza.

n sus brazos todava alzados, tom un largo aliento.

s ojos de Bast resbalaron de su corona.

a le sonri indulgente.

st tom aliento para hablar, pero se detuvo y aspir por la nariz.

adreselva.

Me has robado el jabn? pregunt incrdulo.

mberlee ro y le bes.

buen rato ms tarde, Bast tom el largo camino de regreso al rbol


56/95

relmpago, dando un largo rodeo sobre las colinas al norte del

eblo. Las cosas eran ms rocosas por ese camino, no haba terreno

no para sembrar, la superficie demasiado traicionera para pastar.

luso con las indicaciones del nio, le tom a Bast un rato encontrar la

stilera de Martin. Sin embargo, tena que reconocerle el mrito al

jo bastardo loco. Entre las zarzas, desprendimientos de rocas y

oles cados no haba la posibilidad alguna de que se hubiese

pezado con ello accidentalmente, encajonado como estaba en una

quea cueva dentro de la caja de un valle lleno de maleza.

destilera no era ningn artilugio chapucero montado con viejas ollas

lambres retorcidos. Era una obra de arte. Haba barriles y grandes

pirales de tubo de cobre. Una gran tetera de cobre, del doble de

mao que un lavamanos, y un fogn para calentarlo. Un canal de

dera recorra el techo y, hasta que Bast no lo sigui hasta fuera, no se

cuenta de que Martin recolectaba agua de lluvia y la llevaba a sus

rriles de refrigeracin.

ver aquello, Bast sinti la repentina urgencia de consultar el Celum

nture y aprender cmo se llamaban las diferentes piezas que

mponan aquella destilera y para qu servan. Slo entonces se dio

enta que se haba dejado el libro en el rbol del relmpago.

que, en vez de eso, Bast hurg en el lugar hasta que encontr una

a llena de una variada coleccin de contenedores: dos docenas de

tellas de todo tipo, jarras de barro, frascos viejos...

a docena estaban llenos. Ninguno llevaba etiqueta de ningn tipo.

st levant una botella alta que haba, obviamente, en alguna ocasin


57/95

ntenido vino. Quit el corcho, lo olfate cautelosamente, entonces

m un prudente sorbo. En su rostro floreci un amanecer de alegra.

ba medio esperado trementina, pero esto era... bueno... no estaba

mpletamente seguro. Dio otro trago. Haba algo de manzana, y...

ebada?

st tom un tercer trago, sonriendo. Como fuera que se llamase, era

upendo. Suave y fuerte y un poquito dulce. Martin poda estar loco

mo un tejn pero, claramente, saba sobre su licor.

s ms de una hora antes de que volviese hacia el rbol de relmpago.

ke no haba vuelto, pero Celum Tinture lo esperaba all en buen estado.

r primera vez, que l recordase, se alegraba de ver el libro. Lo abri

el captulo de destilacin y ley durante media hora, asintiendo para

en varios puntos. Lo llamaban serpentn de condensacin. Pens que

reca algo importante.

cierto momento, cerr el libro y suspir. Haba algunas nubes

vindose, y seguro que no era buena idea dejar el libro sin vigilancia

nuevo. Su suerte no durara para siempre, y se estremeci al pensar

lo que pasara si el viento tirase el libro a la hierba y arrancase las

ginas. Si hubiese una lluvia repentina...

que Bast vag de regreso a la posada Roca de Gua y se desliz

encioso por la puerta de atrs. Pisando cuidadosamente, abri un

mario y meti el libro dentro. Haba recorrido la mitad de su silencioso

mino hacia el exterior cuando oy pasos tras l.

Ah, Bast dijo el posadero. Has trado las zanahorias?

st se qued helado, pillado embarazosamente a hurtadillas. Se


58/95

derez y sacudi inconscientemente sus ropas.

No... No he encontrado el momento todava, Reshi.

posadero lanz un profundo suspiro.

No estoy pidiendo un se detuvo y olfate, entonces mir al hombre

reno de cerca... Ests ebrio, Bast?

st pareci ofendido.

Reshi!

posadero puso los ojos en blanco.

De acuerdo, has estado bebiendo?

He estado investigando dijo Bast enfatizando la palabra. Sabes

e El Loco Martin tiene una destilera?

No lo saba dijo el posadero, dejando claro por su tono que no

contraba esa informacin especialmente emocionante. Y Martin no

loco, solo tiene un puado de desafortunadas y poderosas

mpulsiones. Y un toque de psicosis de guerra de cuando era soldado.

Bueno, vale... dijo Bast despacio. Lo s, porque me lanz a su

rro y cuando trep a un rbol para salvarme trat de cortarlo. Pero

mbin, aparte de esas cosas, est loco. Loco de verdad.

Bast el posadero le reprendi con la mirada.

No estoy diciendo que sea malo, Reshi. Ni siquiera estoy diciendo que

me guste. Pero creme. Conozco la locura. Su cabeza no se asienta

mo la de una persona normal.

posadero asinti aprobatorio, pero impaciente.

Lo he notado.

st abri la boca y pareci confundido.


59/95

De qu estbamos hablando?

De lo avanzado de tu investigacin contest el posadero, mirando a

vs de la ventana. A pesar del hecho de que apenas ha sonado la

cera campanada.

Ah. Vale! dijo Bast emocionado. S que Martin tiene una cuenta

ndiente desde hace ya casi un ao. Y s que t has tenido problemas

ra saldar cuentas porque l no tiene nada de dinero.

No usa dinero lo corrigi amablemente el posadero.

Es lo mismo, Reshi suspir Bast. Y no cambia el hecho de que

necesitamos otro saco de cebada. La despensa se ahoga en cebada.

ro, ahora que sabemos que tiene una destilera...

posadero ya estaba sacudiendo la cabeza.

No, Bast dijo. No voy a envenenar a mis clientes con vino de

mbique. No tienes ni idea de lo que acaba conteniendo eso.

S lo s, Reshi dijo Bast lastimeramente. Ethel, acetatos y

tanos. Y lixiviacin de estao. No hay nada de eso.

posadero pestae, obviamente tomado por sorpresa.

Has estado leyendo Celum Tinture?

Lo hice, Reshi Bast sonri radiante. Por la mejora de mi

ucacin y mi deseo de no propagar el veneno. He probado un poco,

shi, y puedo decir con seguridad que Martin no est haciendo vino de

mbique. Es algo asombroso. A medio camino del Rhis, y eso no es

o que yo diga a la ligera.

posadero acarici su barbilla, pensativo.

Dnde conseguiste algo para probarlo? pregunt.


60/95

Negoci por l dijo Bast bordeando fcilmente el filo de la

rdad. Estaba pensando continu que esto no slo le dar una

ortunidad a Martin para saldar su cuenta, sino que tambin nos

udar a nosotros a conseguir nueva mercanca. Eso es ms difcil de

rar, los caminos no son muy seguros en estos tiempos

posadero alz sus manos en seal de rendicin.

Ya estaba convencido, Bast.

st sonri feliz.

Honestamente, lo habra hecho solo para celebrar que has ledo tu

cin por una vez. Pero tambin sera bueno por Martin, le dar una

cusa para venir ms seguido, ser bueno para l.

sonrisa de Bast se desvaneci un poco. Si el posadero lo not, no lo

ment.

Enviar a un mensajero a casa de Martin para que le pregunte si

ere venir con un par de botellas.

Pdele cinco o seis dijo Bast. Empieza a refrescar por la noche.

invierno se acerca.

posadero sonri.

Estoy seguro que Martin se sentir halagado.

st palideci ante esa declaracin.

Por todos los dioses! No, Reshi dijo agitando las manos frente a l

ando un paso hacia tras. No le digas que yo beber de su vino. Me

a.

posadero ocult una sonrisa detrs de su mano.

No es gracioso, Reshi dijo Bast enojado. l me lanza piedras.


61/95

No desde hace meses seal el posadero. Martin ha sido

rfectamente cordial contigo en sus ltimas visitas.

Porque no hay ninguna piedra dentro de la taberna dijo Bast.

S justo, Bast sigui diciendo el posadero. Ha sido civilizado

rante casi un ao. Incluso ha sido amable. Recuerdas que se disculp

ntigo hace dos meses? Alguna vez has odo a Martin disculparse con

uien ms en este pueblo? Alguna?

No dijo Bast malhumorado.

posadero asinti.

Es un gran gesto por su parte. Ha cambiado la pgina.

Lo s murmur Bast, caminando hacia la puerta trasera. Pero si

est aqu cuando llegue a casa por la noche, cenar en la cocina.

ke alcanz a Bast incluso antes de que llegara al claro, por no hablar

rbol del relmpago.

Lo tengo dijo el muchacho levantando su mano triunfante. La mitad

erior de su cuerpo estaba empapada.

Qu, ya? pregunt Bast.

muchacho asinti y sostuvo la piedra entre dos dedos. Era plana,

ave y redonda, un poco ms grande que una moneda de cobre.

Ahora qu?

st se frot la barbilla por un momento, como tratando de recordar.

Ahora necesitamos una aguja, pero tiene que ser tomada de una casa

nde no hayan hombres.

ke se qued pensativo un momento, entonces se acord.

Puedo conseguir una de la casa de la ta Sellie.


62/95

st se aguant la necesidad de maldecir. Haba olvidado a Sellie.

Eso servir dijo de mala gana. Pero funcionar mejor si la

uja proviene de una casa donde vivan muchas mujeres, cuantas ms

ujeres mejor.

ke se qued pensativo durante otro momento.

Entonces, la viuda Creel, ella tiene una hija.

Pero tambin tiene un hijo seal Bast. Una casa donde no vivan

hombres ni nios.

Pero un lugar donde vivan muchas mujeres dijo Rike. Tuvo que

nsar en ello durante un largo tiempo. A la vieja Nan no le agrado

o, pero reconozco que me dara un alfiler.

Una aguja recalc Bast, y la tienes que pedir prestada. No la

edes robar ni comprar. Ella te la tiene que prestar.

st haba medio esperado que el muchacho se quejara de los exigentes

uisitos, del hecho de que la vieja Nan viviera muy lejos, al otro lado

pueblo, tan al oeste como pudieses llegar y dentro del territorio que

dava poda considerase parte del pueblo. Le llevara una hora y media

gar all, e incluso entonces puede que la vieja Nan no estuviese en

a.

ro Rike no hizo ms que suspirar. Asinti seriamente, se dio la vuelta,

e fue corriendo, casi volando.

st continu hacia el rbol del relmpago, pero cuando lleg al claro

una maraa de nios jugando en el itinolito, sin duda esperndolo a

Cuatro de ellos.

servndolos desde las sombras de los rboles que llegaban a su fin en


63/95

claro, Bast dud, entonces mir hacia el sol antes de deslizarse entre

troncos, tena otras cosas que hacer.

granja de los Williams no era una granja en el sentido literal de la

abra. No desde haca dcadas. Los campos haban pasado tanto

mpo en barbecho que apenas eran reconocibles, llenos de zarzas y

la hierba. El enorme granero haba cado en mal estado y la mitad del

ho se haba abierto hacia el cielo.

minado a lo largo del sendero a travs de los campos, Bast gir en

a esquina y vio la casa de Rike. Era totalmente diferente al granero.

a pequea pero ordenada, las tejas necesitaban algo de reparacin,

ro adems de eso, luca acogedora y cmoda. Cortinas amarillas

deaban hacia fuera de la ventana de la cocina, y haba macetas con

asoles y calndulas.

ba un corral con un tro de cabras en un lado de la casa, y un jardn

ande y bien cuidado por el otro. Las tablas de la cerca estaban

azadas entre s de manera muy estrecha, pero Bast pudo ver las lneas

tas de floreciente vegetacin en

el arbol del relampago_patrick rothfuss (precioso favorito)

Documents