ejercicio textos narrativos 1

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Un crimen Bajo la luz del flexo, la mosca se quedó quieta. Alargué con cuidado el dedo índice de la mano derecha. Poco antes de aplastarla se oyó el grito, después el golpe del cuerpo que caía. Enseguida llamaron a la puerta de mi habitación. “ la he matado”, dijo mi vecino. “yo también musité para mí sin comprenderle. Suicidio, o morir de error Dulce Chacón Antes de estre llars e contra el suel o, la miró con asombro. Saltaremos  juntos -le había asegurado la bella bellísima-. Una. Dos. Y tres.Y él se precipitó.Y la bella bellísima le soltó la mano. Y desde lo alto, asomada bellísima en azul, le juró que le amaría hasta la muerte. El nacimiento de la col Rubén Darío En el paraíso terrenal, en el día luminoso en que las flores fueron creadas, y antes de que Eva fuese tenta da por la serpiente, el maligno espíritu se acercó a la más linda rosa nueva en el momento en que ella tend ía, a la caricia del celeste sol, la roja virginidad de sus labios. - Eres bella. - Lo soy - dijo la rosa. - Bella y feliz - prosiguió el diablo-. Tienes el color, la gracia y el aroma. Pero... - ¿Pero? - No eres útil. ¿No miras esos altos árboles llenos de bellotas? Esos, a más de ser frondosos, dan alimentos a muchedumbres de seres animados que se detienen bajo sus ramas. Rosa, ser bella es poco... La rosa entonces- tentada como después lo sería la mujer- deseó la utilidad, de tal modo que hubo palidez en su púrpura. Pasó el buen Dios después del alba siguiente. - Pa dre- di jo aque ll a princesa fl oral , tembla ndo en su perfumada belleza-, ¿queréis hacerme útil? - Sea, hija mía- contestó el Señor, sonriendo.  Y entonces vio el mundo la primera col. El gesto de la muerte  Jean Cocteau Un joven jardinero persa dice a su príncipe: - ¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahan. El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta: - Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza? - No fue un gesto de amenaza -le responde- sino un gesto de sor resa. Pues lo veí a le os de Is aha n esta mañ ana debo Nagasaki Alfonso Sastre Me llamo Yanajido. Trabajo en Nagasaki y había venido a ver a mis padres en Hirosima. Ahora, ellos han muerto. Yo sufro mucho por es ta rdida y tambn por mis horribles quemaduras. Ya sólo deseo volver a Nagasaki con mi mujer y con mis hijos. Dada la confusión de estos momentos, no creo que pueda llegar a Nagasaki enseguida, como sería mi deseo; pero sea como sea , yo camin o hac ia al lá. No quisi era morir en el La oveja negra  Augusto Monterroso En un lejano país existió hace muchos años una Oveja negra. Fue fusilada. Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestr e que que muy bien en el parque. Así, en los sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasad as por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y

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8/4/2019 EJERCICIO TEXTOS NARRATIVOS 1

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Un crimen

Bajo la luz del flexo, la mosca se quedó quieta. Alargué con cuidado el dedoíndice de la mano derecha. Poco antes de aplastarla se oyó el grito, despuésel golpe del cuerpo que caía. Enseguida llamaron a la puerta de mi habitación.“ la he matado”, dijo mi vecino. “yo también musité para mí sin comprenderle.

Suicidio, o morir de error Dulce Chacón

Antes de estrellarse contra el suelo, la miró con asombro. Saltaremos juntos -le había asegurado la bella bellísima-. Una. Dos. Y tres.Y él seprecipitó.Y la bella bellísima le soltó la mano. Y desde lo alto, asomadabellísima en azul, le juró que le amaría hasta la muerte.

El nacimiento de la col

Rubén DaríoEn el paraíso terrenal, en el día luminoso en que las floresfueron creadas, y antes de que Eva fuese tentada por laserpiente, el maligno espíritu se acercó a la más linda rosanueva en el momento en que ella tendía, a la caricia delceleste sol, la roja virginidad de sus labios.- Eres bella.- Lo soy - dijo la rosa.- Bella y feliz - prosiguió el diablo-. Tienes el color, la gracia yel aroma. Pero...- ¿Pero?- No eres útil. ¿No miras esos altos árboles llenos de bellotas?Esos, a más de ser frondosos, dan alimentos a

muchedumbres de seres animados que se detienen bajo susramas. Rosa, ser bella es poco...La rosa entonces- tentada como después lo sería la mujer-deseó la utilidad, de tal modo que hubo palidez en supúrpura.Pasó el buen Dios después del alba siguiente.- Padre- dijo aquella princesa floral, temblando en superfumada belleza-, ¿queréis hacerme útil?- Sea, hija mía- contestó el Señor, sonriendo.

 Y entonces vio el mundo la primera col.

El gesto de la muerte Jean Cocteau

Un joven jardinero persa dice a su príncipe:- ¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo ungesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar enIspahan.El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el

príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:- Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gestode amenaza?- No fue un gesto de amenaza -le responde- sino un gesto desor resa. Pues lo veía le os de Is ahan esta mañana debo

NagasakiAlfonso Sastre

Me llamo Yanajido. Trabajo en Nagasaki y había venido a vera mis padres en Hirosima. Ahora, ellos han muerto. Yo sufromucho por esta pérdida y también por mis horriblesquemaduras. Ya sólo deseo volver a Nagasaki con mi mujer ycon mis hijos.Dada la confusión de estos momentos, no creo que puedallegar a Nagasaki enseguida, como sería mi deseo; pero seacomo sea, yo camino hacia allá. No quisiera morir en el

La oveja negra Augusto Monterroso

En un lejano país existió hace muchos años una Ovejanegra.Fue fusilada.Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantóuna estatua ecuestre que quedó muy bien en elparque.Así, en los sucesivo, cada vez que aparecían ovejasnegras eran rápidamente pasadas por las armas paraque las futuras generaciones de ovejas comunes y

8/4/2019 EJERCICIO TEXTOS NARRATIVOS 1

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La metamorfosisAlbert García Elena

Al despertar Gregor Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en unmonstruoso insecto. Al apreciar que tenía alas no se lo pensó dos veces y sin más dilación se fue al trabajovolando por la ventana, saltándose los semáforos y la Ronda Litoral. Sus superiores quedaron tan gratamente

sorprendidos por su puntualidad que fue declarado Trabajador del Mes en un acto solemne —con la asistenciade toda su familia y de las principales personalidades de la vida económica y cultural de la ciudad—, en eltranscurso del cual el presidente en persona le colocó el pin de la empresa en medio del tórax, lo que le causó—después de unas pequeñas convulsiones sin importancia— la muerte de forma incontestable y le preparó a laperfección para ser exhibido en una caja con tapa de cristal que puede ser visitada, como saben ya todos loscoleccionistas, de nueve a cinco de la tarde, de lunes a viernes y primeros sábados de cada mes, en el

El paraíso imperfecto

 Augusto Monterroso.—Es cierto —dijo mecánicamente el hombre, sin quitar la vista de las llamas queardían en la chimenea aquella noche de invierno—; en el Paraíso hay amigos,música, algunos libros; lo único malo de irse al Cielo es que allí el cielo no se ve.