efusión y tormento. el relato de los cuerpos. historia del pueblo en el siglo xviii

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El cuerpo como mediador, con conciencia de si comprometiendo al sujeto con su medio ( los placeres, la muerte, locura, enfermedades, violencia. Nos cuenta como el cuerpo a través de la emociones fortalece las racionalidades que nos imponen.

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  • nela misma autora

    I.., vida liligil. viotencia, podercs)' sotula, idades I' ll el Paris d,'1siglo X I' I II, Mexico, 19')4 I. l i,~i clI dv /IIS multi tudes: secuestro iuj ant]! ell Pa ris, 1750,

    Buenos Aires, 1998 ( e ll co labo rnc io n COil lacqucs Rc\'(:I) I II u trnccnnt dcl archivo, Valencia, 199 / IIc!Rcuacimicnto a III Edad Moderna (co n Arlette Zemo n Davis),

    vol, II I: siglos XV I - XV I II , en C;co rgt'S Dub)' y Michelle Perrot (d irs.), Jlistoriu de las ntujcrcs , '1/ Ocridcu tc dcIa : Inlig/ k da,} I I 1/1I,'sl I'O'< dias, Mad rid . 1992

    J

  • Primera edici6n, 2008

    (f.lKAtz Editores Sinclair 2949, 5Q B Cl425FRA Buenos Aires Fernau Gonzalez, 59 Bajo A 28009 Madrid www.katzeditores.com

    Titulo de la edici6n original: Effusion et tourment. Le recit des corps. Histoire du peuple au XVlllf siecle

    Odile Jacob, marzo de 2007

    Esta obra, publicada en el marco del Programs de Ayuda a la Publicacion Victoria Ocampo, ha recihido el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia y del Servicio de Cooperac ion y Acci6n Cultural de la Embajada de Francia en Argentina. Cet ouvrege, publie dans le cadre du Programme d'Aide ala Publication Victoria Ocampo, benelicie du sautien du Ministere Frsncsis des A ffaires Etrengeres et du Ser vice de Cooperation et d'Action Culturelle de l'A mbassade de France en Argentine.

    ISBN Argentina: 978-987-1283-72-9 ISBN Espana: 978-84-96859-28-9

    1. Historia de las Civilizacioues. I. Bucci, J ulia, trad. II . Titulo CDD 909

    EI contenido intelectual de esta obra se encuentra prolegido por diversas leyes y tratados internacianales que prohiben la reproducci6n integra 0 extractada, re.rlizada por cualquier procedimiento, que no cuente CUll If! autorizacion expresa del editor.

    Ilir.wio de colecci6n: tholon kunst luiprnsn UII la Argentina per Latingratica S. R. 1.

    Hoehn II I deposito que marca la ley 11.723.

    Iodice

    9 Agra dec im ientos II Nota prelirn inar J3 Introducci6n

    2 1 I. l Q U E ES EL P U EB l.O? U NA OB SES10 N DE l.OSCO NTEMP OR A N EOS

    27 Mcmotias del teniente general de policia parisino lean-Charles-Pierre Lenoir (1732- 1807)

    32 Simeon-Prosper Hardy, "M is entreten im ientos o eI diatio de los acontecimientos tal como llegan n /II i conocimiento, 1772-1784"

    45 LOllis-Sebastien Mercier: Tableau de Paris 17 8 2 - 17 8 9

    55 2 . U NA " M ARM ITA DE SON ll )O S" : EL RU IDO , LA l' Al. A BRA, l. A VO Z

    77 3. AVECINDA RSE Y D ES PLAZA RS E. HA BITA R EL ESI'AC IO

    79 Avecindarse en Paris 97 Desplazatse en ile-de-France, conocer In itinerancia

    I II 4. M U l.T IT UDES Y EFUSJO N ES 112 Los pobres tienen prohibido odiar 115 La multitud, esn rechazada

  • 12 l) qilSiol1cs, btomas y sentimientos 146 Pavor

    157 S HABLAR DE LOS CUERPOS 1S8 En ((/SO de conjlieto entre hombres y mujeres 168 Si hay violencia ordinaria 171 Algunas palabras sobre el discurso medico

    173 6. N II'zOS ABANDONADOS Y CUERPOS MALT RATADOS 174 El niit o abandonado 208 Cuerpos trabajando 21 4 Los extravagantes y los cautivos

    227 Conclusio n 231 Bibliografia

    ~ Acaso no nos roza, a nosot ros tarnbien , una rafaga del aire qu e envolvia a los de antes? ~Aca so en las voces a las que prestam os oido no resuena el eco de otras voces que dejaron de sonar? Walter Benjamin, "Tesis de filosofia de la historian, Sobre elconcepto de historia (Mad rid, Taurus, 1973)

  • Agradecimientos

    La soledad de la invcstigacion no me ha dado muchas opo rtunidades para ceder a In tentaci6n de los agradecimicntos. Sin embargo, hay que ser justos. En media de esa soledad, me

    alcgra agradecerles a aquellos que la rodearon afcctuosarn cntc: Philippe Artieres, Francoise Borin, Roger Chartier, Michel Chaumont, Mariette Darrigrand, Francoise Dufournet, Dominique Godi ncau, Ianine Bourlo is, lean-Fran co is Lac, Pierre Labo rie, asi como a todos mis alumnos, a quienes les debo tanto.

  • Nota preliminar

    Se rerranscribira aq ui el a lien to de los cuerpos anonimos y un poco inco rnodos del siglo XVIII; ellos, qu e piensan y se ag ita n, se seducen, se pertu rban y se violentan . En los cue rpos de los mas desprovistos (a l igua l que en los de los otros), existen la volu ntad y el suefi o de m ultiple s escapadas, la invericion de los gcs tos creados 0 esbozados pa ra lograrlas y de las palabras para no mbrarlas y, por ende, para ap ropiarselas, La sorda fuerza fisica y corpo ral de 10 ano nimo, movid a por la espe ra nza del fu tu ro y co n el claro recu erdo de 10 qu e fue, se encuentra con cl poder, Ie respo nde y Ie habla pa ra in tegrarse a el 0 par a 1110 di ficarlo. Michel Foucault esc ribia ace rca de los prisioneros 0 los locos: "Nadie esta obligado a pen sar qu e esas voces confusas can tan rn ejor q ue las otras 0 que so n inocentes, Basta ca n que cxis tan y que tengan en su con t ra todo 10 que se ern pena en hacerlas callar pa ra que tenga sentido escuc harlas".'

    Alii, algo vib ra. Los cue rpo s zumban y elaboran sus de st inos. Hom bres y mujeres, seres de ca rne, estan "afectiva rne n te e ll el rn undo'; ' Lucha n constan temen te contra Sll propio cuerpo y mantienen una inev itab le sirnbios is con el a fin de aleja r

    , Michel Foucault, Dtts et ecrits , 4 vols., Par is, Gallima rd , 1994, vol. u , p. 16 2 . IJayid Le Breton. Les passions ordinaires, anthropologie des emotions, Paris, Arma nd Colin, 1998, p. 91.

  • 12 I HU SIUtI Y fOR MUIIO El RElAIO DE l OS CUER POS

    110 S(l ill cI fr io, eI harn b re y eI cansa nci o, sino umbien la injusI ic ia, el od io y la vio lencia. So n seres ordi naries, que esta n animados po r fa h istor ia y q ue act uan en ella.

    El cucrpo cs sab io, social y polit ico y parecerla que a t1I1 resta po r descifrar " la histo ria de la relaci6n de los hombr es co n su s cuer pos" .' Bajo el Antiguo Regim en, en cfecto.el de los po brcs t iene una prese nci a y una actualidad q ue nos dic e m uc ho sobre la vida de anta no . Eso no significa en absolu to q ue este enfoq ue de los cuerpos sea una m anera de reducir la fuerza de pensa m iento de las poblaciones pobres. Lejosesta de nosotros la volun tad de defin ir (co mo much as veces sehizo ) a los m as de b iles unica rnente po r las necesidades y lo s deseos p rimarios de su cuer po, al cua l, pur otra pa rte , se 10 calfica de inculto. Po r el contrario, in tentar un enfo q ue h istorko y polit ico "d e esa parte m ater ial de los se res an im ados":' corfirm a la infi n ita nob leza del cue rpo, su capacidad raciona l y pasional de crear con la h isto ria y pese a ella, p ues to q ue el es lasede y la pa r te im plicada de las sen saciones, los sen tim ientosrlas percepciones, Ductil, se incl uye en eI m un do en la medida en q ue Ie es posible. Esto Ie cuesta risas y gritos, gestos y amores. sangre y penas y, tam bicn, cans ancio . EI cu erpo, Sll historia y la h isto ria forman un todo.

    , ~ I 'lrcd ( ;auch el )' Gladys Swain, La pratique de l'csprit humilill, Tinstitution osilairc et 1,1 revolution democratique, Pari s, Gallimard, 1910,p. 60 , n. III.

    I I ~s la definicion tid cucr po qu e da cl diccionario Lc Petit R.1/!ert, 1993.

    Introduceitm

    . .

    l lab lar de los ho mb res )' de las m ujcres del pas ado sin tomar la prccaucio n de en unciar la d imension corporal sobre la qu e asie n-Ian sus esp ir itus y sus inteligen cias cs olv idar una gra n parte de -llos mism os.' Por otro lad o, los archives jud iciales del siglo xv rn, .londc se enc uc n tra n ae tas de co rn isarios , denuncias e in tcrro ~a l (l r i ()s, se explayan de un a m aner a ext raordinari a so b re los gcstos, las ac ti tudes de los cue rpos, las percepciones se nso rialcs y las ernocio nes, asi co mo so bre el conjunt o de las se nsibili.l.ides pasio nales }' deliberadas. Algun os arch ivos in editos en " urados en tre los man uscritos que se conservan en los Archivos Nacio nales me perrnitieron tomar co nocim ien to de multiples iclutos p roven ientes de los cue r pos de los mas po bres fren te a 1.1 (ue rza q ue los estaba interrogando 0 escu ch ando. A t raves de

    I tl ~ arch ivos so bre los ab an donos de ninos, y pasando por los ,k los info rmes elabo rados co tidianamente por ofic iales subalurnos de la policia enca rgados de vig ila r los paseos publ icos, '1 ll isl' po ner en esce na el im portan te co m ponen te gestu al y sen- L\ o rinl de una socicdad que vivia en tre tormentos y efus io nes,

    " Illlllicndose co n su cuerpo y su pa lab ra a los pode res ya los .u n ntcc im ien tos.

    I 1 111 1!"llanski, "Lcs usages sociaux du corps', AESC, Nt> I, 1971, 1'1'. ! O; -223

    1

  • 14 I I f U\l O'1 Y IOR MENJO. l RLA IO DE lOS CUER POS

    Hoy sabcrnos m ucho sabre los cuerpos q ue vivieron en el siglo XVII I. ' La anatomia, la sexualidad, la enfcrrnedad, el parto, el ( uerpo fcmcnino, la rnecanica hu rn ana, la alirnentacion, la maternidad, la mucrte, la vejez y el nacimien to son tcm as que han scd ucid o a los h isto r iad o res , sob re todo porque les pe rm it ian rctlexionar, al m ismo tiernpo, sobre un un iverse sensible y un rnundo inm ediato,que antes de Lucien Fcbvrc' la historia dejaba de lado, Mas tarde llcgo Michel Foucault, filosofo e historiador que inauguro una vision par ticular de la historia del cuerpo y m ost ro c6mo las ins t itucio nes ac t uan sob re el, medi ante los rnodos de do minaci6n y de podcr, lim itandol o y cubriendo lo de o rd enes y co n rni nacio nes destinadas a transformarlo y vol verlo docil.: La construcc i6n fisica de los cuerpos, el control de sus gestos )' de sus miradas y la conminacion de los rnarginales )' los locos al encierro desde el siglo XV I hasta elsiglo xx mediante el esfuerzo de los gobe rna ntes, las iglesias ylas elites fueron temas fue r tes en las decadas de 1970 y 1980. Mas 0 menos en la mism a epoca, Norbert Elias,' que trabajab a so bre los tra tados de civilidad y la soc ieda d cortesan a, muestra como se rnoldean los usos del decoro, las maneras de comportarse en sociedad, de caminar, conversar, etc. A partir de esa re flexio n, ernergiero n nuevos trabajos. La h isto r ia de la vida privad a, por eje rnplo, se convirti o en un objeto de investigacion en SI rnismo," en la estela

    ) t 2 A. Corb in , J.-J. Courtinc y G. Viga rcllo (cds.) , Histoire ri ll corps,3 vols., Pari s,

    Scu il, 2005. 3 Lucien Fcbvrc, Pout Ilfle histolre apart entierc, Pari s, SEV I'E N , 1962. 4 M ichel Fo uca u lt, Histoire de la folie, Paris. PIon, 1961; Naissance de 10 cliniquc,

    Paris , PUE . 1963; Survciller et punir, Paris, Gallirnard, 1975; La volollte de savoir, Paris, Gallirnard, 1976.

    5 No rba t Elias, 1.1 societe de cour [19691. Pari s, Calmallll- Lcvy, 1974, Prefacio de Roger Cha rt ier.

    6 Phi lippe Ar ies}' Ge orges Duby (d irs.), Histoire de la I'ie privee, 5 vols., Paris, Scui l,I\lK6 -199 9.

    INIRODUCCI ON I 15

    del eual nacia la historia de las mujeres/ y, mas tarde, la de la relacion entre los sexos, que dio lugar al cuerpo fem enino, sus avalares )' sus represcntuciones aSI como a los sistemas de desigualdad que 10 gobernaban. ~

  • 16 I f USION Y IOR /H IIIO. U RElAIO DE lOS CUERPOS

    una alteracion del conocimiento."Con frec uencia, laCs) ciencia(s) ha( 11 ) dcspreciado la "carn e humana" y todo 10 que pu diera pareccrse a una forma ordinaria y modesta de scn tir las cosas, alvidando que las ideas atravicsan los cuerpos}' estrin insertas dentro de corn plejos sistemas de apropiaci6n y negacion do nde conviven, a diario y sin dejar nada de lado, el asornbro, la sorpresa, el en tusia smo, el asco, etc. , scnti rnientos que fundan y gob iernan el acto de comp render yde actuar,Sin contar In manera decisiva en la que la politica se inscribe en el.

    Despues de un largo viaje por los archivos policiales del siglo XVIII , me parcel' evidcntc que, si bien ya sc ha d icho mucho sobre las condiciones materialesde la vida del pueblo, hayalgo infinitarn ente paterue, constante, poderoso Yal m ismo tiempo ignorado, nunca antes estudiado, ni siqu iera considerado como un posible espac io de 10 politico y de Ia historia: me refiero a.I cuerpo, Espacio provisorio y de infortu nio, cI cuerpo del pobre es su

    bien mas pr eciado, sobre el cual se inscriben los avata res de los dias -po r 10 gene ral produ cidos por las exigencias sociales Y1'0Iiticas- y a partir del cual se inventan respuestas politicas que pasan, entre otras cosas, par el cuerpo. Como vivcn afuera y conocen entre si una gran prom iscuidad,v sus rnane ras de ser, sus gr itos, sus formas de ser en grupo , sus vivacidad 0 sus indignaciones, lagrirn as 0 efus iones manifiestan una corporeidad y una verdadera sensua lidad tarnb ien observadas, y tcrnidas, por las autoridades. Mas alld de su continua y cons tan te presencia en cl espacio publico, inventan y produccn sus dias padeciendo, al m ismo tiempo, los acontecimien tos. Como no poseen casi ningun refugio que les permita resguardars e de 10 que acon tece, >Jl frcntados dc inmediato aJ universe socinl y poli t ico que los

    ~ Arlelle l'argc. "Affccter les scit'l1ces h um aines': en c:. Cau tie r y 0. I.e Cour Grandmaison , Passiolls ct sciellccs hlllrlail/c.

  • 18 I f USIO N Y TORloff NTO. El REl ATO OE l OS CU ERPOS

    nes d e guerra, esta s constituyen un lenguaje , el espacio de un vinculo socia l. A vcces deciso rias - cspecialm cn te en las rev ueltas-, las emocio nes no se opo nen, como suele de cirse, a la razon , sino que la a rrastran hac ia detc rmina d as elccciones, modos d e resistencia , su m isio n 0 co n fro n racion . Esa sociabilidad pa lpable se acornpana de fcnornenos generadores d e acontecim ien tos. Sin lugar a d uda, las [uerzas del poder obligan aJ cuerpo y 011alma a so meterse, pero existen resistencias que se enfrentan de cara al pod er, Sin int ermed iarie s.

    Desn udo, cl cucrpo apropiado por 10 polit ico se apode ra de el. Al reaccio nar en su co ntra, ac tua so bre el y 10 p rovoca: es un movirn iento incesante de acci6n y reaccion. Doblegados, los cuerpos ern iten su replica y, pese a que cs despreciada, esa rep lica ticne una infl ucncia. Cuando ir ru rnpe en la escena public a, el cuer po part icipa plena ment e en la cosa p ub lica y es el pr irncro en ser tocado en su carn e, el p rim ero en avcnt u rarse hacia un mini ma de resist encia. "Los acon tecim ien tos del cucrp o se co nvic r ten en los acontecim icn tos del d ia', " so b re todo porque lo s ind ividu os son pobres. Pren te a la precariedad 0 la ad versidad, el cuerpo su fre d e lleno el cansan c io , los accidentes de tr ab ajo , los golpes, etc. Se en cuentra en la pri m era linea, m ient ras que eI de las ot ras clases so ciales p ucde coloca r en tre el }' la adversidad determin ados bienes m atcriales (ho teles particu la res, casas, tiendas, etc.) y personas a las que se les paga pa ra servirlo y m ant enerlo.

    En esa socicdad de la volupt uos id ad , el p lace r, el libertinaje y la b usque da de la felicidad ," el luga r que ocu pan los afectos aun no esta del todo contralado par la m oral q ue em ana de los tr a

    12 II. laurice !I"!crk au-I'onty, }' }u!nolllL'tlOJogie de Ja perceptiOl1, Paris, Gallimard, 1~!45; reed. en coleccilin "Tel': 20()J . p. 10 1.

    13 Robert /vlauzi, Cider rill hOllhellr d l/IIS la lil/ernilire el la pC I1 .< ,'e!ral1l;aises lItl XVII I' sii'rle, I'arb , Armand Colin. 1979; reed. en Bibliothi.'q ue ~\"o l u t i o n de I'humani l

  • 2 0 I fUSION Y I OR Mf r O. El RElAIO DE l OS CU ERPOS

    conminaciones po liticas, es elcomponente de 10po litico qu e este no pu cde - 0 no sabe- recon ocer?EIcuerpo es el elemento menos reconocido del mu ndo politi co; sin em bargo. es el m as poderosa . Mediador del rnundo, apoya ndose en sf m ism o y en lo que 10 rodea, es conc icnc ia de sf, sujeto compro metido qu e, con sus ernociones, hace estallar la objetividad del mundo y qu e no cesa de buscar un sen tido y de expe rime nta l' toda satisfacci6 n mater ial, etica y simb6 lica. La afect ividad ern bebida de in telige ncia .':' como dice Merleau -Ponty, esta est rcchamente ligad a a la existen cia en com un.

    14 Maurice Mer/ca ll-Pont)', Phenontenologic de III perception, p. 180.

    1 'QUees el pueblo? I lila obsesi6n lie los conternporaneos

    Cuando pensamos que en Paris hay cerca de un millen de personas amo nto na das en el mism o Jugal' y qu e ese lugar no es 11 11 puer to maritim e, sobran m ot ivos para estre mecerse sobre la Iutura subsistenc ia de ese pu eblo. [. .. J ~C6 mo satisfacer a ] csa masa de necesitad os cuya unica garant ia de subsistenc ia reside en el lujo de los grandest '

    I 's observadores de las calles de Paris, asi como algunos mem ou.rlistns, no cvitan la descripcio n estupefacta 0 d iver tida, a veces hurrurizada, de los cuerpos a los que observan vivir, trabajar, 1111,11' y mo rir. Co n un a venta na a la calle (a veces en el sen tido lucra] del ter mino ),: un poco co mo Geo rges Perec sen tado en I" plaza Saint-Sulpice en Pari s, escriben y dibujan , pin tan ca n 1 lllrllsi6n los luga res populares, arras t rados pOl' el espec tac ulo

    '

    d,- II n afu era ates tado, pro fuso y tarnbien cao tico. ScI' cron ista .'.. ohservar Sll t iempo con espir itu cr itico , desta cando co n la

    , I ouis-Sebasticn Mercier, Tableau de Paris /782-/789, Mercure de France, 1')9-1 , ' 01. I , p. 73.

    , ~ lI l1 lo n l' rospe r Hardy llcvo un diario de III que obsc rvaba , a mcnudo dcsdc .u vcnt.m. entre 1772)' 1784 , titulado "Mes loisirs, journal d'cvcnerncnt s leis ,\'I ' ib parvicnncn t it rna connaissance'l lMis dist racciones, diar io de los ." "ll tc'cimi enIoS 1.11como Ilegan a mi conocimicnto], conscrvado en los .\ 1\ hivos Nacionalcs ell Paris.

  • 22 I FUSIO N Y TORHHII O. fl RElAIO DE l OS (UERP OS

    plu m a las dcb ilidades, las indignidades, las in ju sticias y las curiosid ades que se ofrecen a la vis ta. La mirada sab re los cuerpos es aplicada y fasc ina da , tarnb ien inquicta, aunque los cuadros a las obse r vacio n es que resultan de ella reb osan d e juicios mas a m en os severos, de ano tac iones en forma de ac usacio n, de comentarios m orales m as 0 m en os de spreciati vos. La prosa de los test igos es tanto d el o rden d e la o bservacio n soci o logica, dirtamos hoy, co mo del di scurso m o ral y po litico : un di scurso que, a u nque no cxi me al pueblo , se perm ite ace rbas critica s sa b re muchos o tros a rnb itos . La Iglesia, la m onarquia, los hombres de la justicia y d e la policia e incluso eI esp ir itu publico son blancos privilegiado s.

    EI teniente general de la po licia Leno ir escr ib ira su s "Me m oria s", hasta h oy ine d itas, desp ues de aban d on ar sus funciones en 1770 ,3 Lo uis-Seb astien Mercier, el cro n ista m as fa m os o del sig lo XV I I I , escr ibe su Ta bleau de Paris e n t re 1782 y 1789.4 EI librero Simeon- Pros per Hard y, arm ad o ca n una mirada inci siva , registra a di ario los grandes y pequenos acontecimientos, sin preocu parse, cree rnos, par su publicacion, 10 que no er a el caso de L -S. Mercier. Este s tres hombres de las Luces nos proveen un testimonio de su ti empo y sus an o tac io n es a relatos contien en un pensarn ien to verd ad era m ente complejo sab re el cuerpo del p ue blo.

    Bajo el Antiguo Reg imen y, a un m as, ba jo la Revolucion, los escr ito res "piensan la abstracci6n par med io de la metafora: le han dad o, por ejern plo, a su co m p rensi6n del individuo y de la co mun idad hu mana, e incluso d el universo, la forma del cuerpo h um an e . Su len gu a, a un la m as filos6fica a la m as juridica, esta

    3 lean -Ch arles-Pier re Len oir, " Memo ircs' , co nscrvadas en la BibJioteca d e Orle ans, fond o ant iguo, ~ I S J399 -J4 01.

    4 Louis-Sebastien Mercier, Tableau de Paris 1782-1789.

    l OUE f S n PUEBL O? UN A OBSf S\ON Of lOS CO tlTHIPORA NEOS I 23

    1\ .'11;1 de esas imageri es".' Si su marco intelectual esta asi con I,1III1 ado, su ap rehens i6n global de la poblaci6n -incluidos todos

    I\ ~ miernbros- es la de un cu erpo cuya cabeza es la persona del Il' y, De ar riba a abajo del cu erpo se de sgranan los tempos de la 1"I,lr

  • 24 I EF US ION I f ORM ENf O. EL RELA fO OE l OS ( UERPOS

    j unto del cuer po so cia l, crea r un cu erpo y un ho mbre nuevo, sa no y so berano. Su reflexion es doble: una "ignom inia" pop ula r coexiste de hecho con cier tas responsabilidades q ue vienen de a rriba. La influen cia de cstos text os ha sido y sigue siend o considera ble y su tr arnpa reside en que le da n al lector una sensaci 6 n de abso luta vera cidad y realidad,

    Los p rop ios hi st o r iado res, s irv iendoso d e estos re latos, a men udo han ret omado par cuen ia prop ia esas elefin ieiones del cue rpo popular, sin espir itu crit ico, aun que en sus propios trabajos vo lvie ron a plasmar, sin saber lo, esa visio n do lo ro sa y falsa sobre cuerpos del p ueblo an imalizados, ins tin tivos, di spuest os ala revuel ta e inca paces de tener conciencia de la cosa p ubl ica. La vision n egative del mundo po pu lar no es reciente, pero los estc reot ip os se sed imen ta n u no s sob re otros y terrn in an por consrr u ir una fabu la que os cila entre cl m ise rabilismo, el asco y la co mpasi6n.

    Aha ra bien , los escr itos de Lenoir, Hardy y Me rc ier, q ue no so n exactos re flejos de In rea lidad , d icen mucho mas de 10 que se crc e. La p regun ra que podern os hacernos cua ndo los leemos es la sigu iente: l los homhres y las muje res del pue blo estuv ieron tan sometidos como nos 10 pcr rni ten pcnsar sus represen tacio nesi lI.a di stancia percib ida en tre 10 q ue se ha escri to sobre elias y 10 que e1 los viven no cs acaso un a forma de retomar, un a a un a, las ideas recibida s? Aun mas, .1la lectu ra en de talle de Jas cronicas no dej a entrcver cierta dud a e indecision en los pro p ios escri to res? ~y no perrn ite acaso considerar la idea de que no se alineaban en la doxa tradic iona! en un lugar sin d uda poe conseicnte de su pensamien to ? Si esc fue ra eIcaso, lSUSescr ito s no o frecc n, entonces , un a pos ibiJidad suplel11en taria pa ra las person as del pu eblo de no ser dcl todo 10 que se decia que cra n? Esta h ip6 lesis, si bien no cambia eI cu rso de las cosas, al menos tr ansfo rma su in terp relacion .

    i OUE ES El PUEB LO? UNA OB SESION DE l OS (ONfEMPORANEOS I 25

    Con peq uen as pi nceladas , de m anera imperceptible 0 clar a, los cuadros, las notas y las cr6nicas hacen ap arecer una gran canI iliad de ajustes competen tes y prec isos que se o rganiza n entre I(l S cuerpos pob rcs )' cI mundo. Carla uno a su rn ancr a, los tr es (',>cr ito res no ocultan ni esconden , en los vcr icuctos de una frasc, I,IS posib ilidad es incspcradas de lo s cuerpos n i sus expe r icncias -cnsuales frente al o tro y frente a los aco nte cirn icn tos . Del m ismo modo, no puedcn ob lite rar los p ro cesos de co nocim iento, pen

  • 26 I EFU SION Y TOR ME NTO . El REl AT O DE l OS CUE RP OS

    tumbres gestuales y de la manera en que el pueblo inviste ese cuerpo y en que es investido por el, del que recibe sufrimientos, enfermedades y cuyas capacidades de resistir capta, da que pensar. Lo vernos como un inventor de sus capacidades; en los intersticios de los textos de los memorialistas se lee un espacio de libertad del que el cuerpo, segu ra rnen te, gozo, aunque no haya leido el Tableau de Paris de L.-S. Mercier, pero -10 sabemos-Ia interacci6n entre los espiritus y los cuerpos es un elemento certero de la vida en sociedad.

    Pese a la austeridad de la pluma del teniente general de la policia Lenoir y la estricta moral dellibrero Hardy y con la ayuda de la pluma brillante y contradictoria de Mercier, el cuerpo del pueblo escapa a los cuadros convencionales. Aqui se fotografian seres que conocen "por cuerpos '" el mundo que los rodea y que construyen tantas "realidades" 0 situaciones nuevas como las que estan vigentes. Con la preocupaci6n ideal y practica de existir fuera de su asignaci6n social, ellos se implican en su historia; los autores, en mayor 0 menor medida, son sus testigos discretos. Voltaire se expresa sobre la igualdad: en su texto, leemos que

    una sociedad no puede evitar estar dividida en dos clases, "una ' ) de los ricos que mandan, otra de los pobres que sirven" Agrega:

    "Todos los pobres no son desdichados. La mayoria de ellos han nacido en ese estado y el trabajo continuo les impide sentir dema

    8 Pierre Bourdieu, Meditations pascaliennes, Paris, Seuil, 1997, p. 168. "EI grade en que el cuerpo esta comprometido en esa rclacion Icon el mu ndo ] es, sin duda, uno de los principales det crrninantcs de la atencion y el interes que hay invertidos alii y de la importancia [.. . ] de las rnodifi cacion es corpora les que resultan de ello. (Esto es 10 qu e olvida la vision intele ctu alista , dir ectamente ligada al hecho de que los universos escolasticos tratan el cuerpo y todo aqucllo relacionado con el I...J de modo tal que . de algun modo. estc queda fuera del juego .) Aprendemos por cuerpos [.. .1.las conrninaciones mas serias estan dirigidas no al intcle cto , sino al cuerpo,"

    i QUE ES El PU EBL O' UNA OB SESION DE lOS CQNTE MPO RANEOS I 27

    vi.ulo su situaci6n; pero, cuando la sienten, entonces se produ1. ( '11 guer ras' ." Esta frase es el ejernplo de la arnbiguedad: el tra

    " ~I j o impide "sentir"; y si por casualidad el cuerpo del pobre .icnte demasiado la mi seria, hace "la guerra". Pero no se dice nada sobre que es aquello que puede hacer que el pobre sienta. vqui coexisten dos ideas contrarias: aunque esta acostumbrado , 11 ;1 desdicha cotidiana, un pobre no puede sentir; pero en el caso e ll que, pese a esa anestesia debida a su cultur a de pobre, lIegara , I scntir y a darse cuenta, piensa en reto barse. Volta ire aporta la pruc ba dellugar eminente de las emociones y las conmociones .lc los cuerpos, capaces de producir la revuelta, de pensar en repre'"dias, de ir mas alia de las sensaciones inmediatas y las frias sumiroues para unirse a determinadas decisiones y momcntos pre

    I isos de actividad, Si Voltai re se permite escribir eso, es porque )'.1ha comp rendido la posibilidad que tienen los pobres de convi-rt ir sus sensaciones en pensam ientos y en actos. Eso significa, qui za, que los pensadores de las Luces no eran necesariamente .ngcn uos con respecto a sus discursos sobre el p ueblo.

    \ 1!',MORIAS DEL TEN l ENTE GENERAL D E LA POUciA PARISl NO

    II AN - CHARLES- P I ERRE LENOIR ( 1732- 1807)

    I. c.-P, Lenoir fue teniente general de la pol icia de Paris en dos .uomentos: la primera vez ent re el ano 1774 y el mes de mayo ,It, 1775, Yluego por un periodo mas largo, en tre 1776 y 1789 . La

    '/ Vo ltaire, Dictionnaire de La pensec de Voltaire par lui-mi me, textos cscogidos ~' cdicion de A. Versaillc, prcfa cio de R. Porn eau e introduccion de Emmanuel l c Roy Ladurie, ed. Cornplexc, 1994, p. 383. Este fragmcnt o perr cn ece 31 Iiictionnaire pliilosophique, "Egalitc', 1764, rcforrnulad o en 1771 en QlIestions

  • 28 I EfUSIOII Y IORftENIll. El Rfl AIO DE l OS CU ERPO S

    Revo luc i6n 10 hace abandonar la capita l. De alli en ade lan te, de 1790 a 1807, fecha de su muerte, red act a sus Me mo rias. No se tra ta de la ob ra de un escri tor: 10 qu e famil iar mente se sue le llam ar los "papeles Len oir" [papiers Lenoiri10 -aun se co nservan en esta do de manuscritos y s610 los co noccn los histo riad o res especializados en estc per iod o- se parecen un poco a un tratad o de la policia, con la un ica diferen cia de qu e esta n co me nta dos y alimentados por reflexiones y juicios personales sobre el estado de las casas. Tarnb icn esta n coloreados co n jus tificac iones ap osteri ori sobre las m aneras de gobe rna r qu e cl hab ia ad optad o. Pronto ed ita dos," despli egan la sucesi6n de los diver sos obje tos policiales a los qu e se vio co nfro nta do Len oir: esto abarca, co mo en el famoso Traite de la police de Delamare," de la religi6 n a la suerte de los pu ebl os, de la tr anquilidad publica a la recolc ccion de la basura, pasando por la seguri da d y el abastecim iento de los viveres, AI final de sus Me rno rias, Len oir exprcsa sus retlexiones: a veccs se justifica por cier tas decisio nes centrovert idas en su tiempo, o tras, co rnpa ra la situacion de la decada de 1780 co n las del Co ns ulado y el lmperio bajo los qu e aun vivc. No se trata, pu es, n i de observacio ncs ni de cr6nicas. Por o tra parte, cl teniente ge nera l fuc objeto de m uchas criticas apa sionadas en la epoca mi sma en q ue estaba en ejereicio . Dcsti t uido po r Turgot du ra nte el m o tin de 1775 par el pan (guerra de la hari na) y lu ego de regreso al t rabajo un ano de sp ues, co noc e los ava ta res, las gracias y las desgracias de su p ro fesi6 n . Exiliado duran te la Revolucion , es un hombre her ido con la m em o ria tcfi ida po r el resen tim iento y la nostalgia. Sin em ba rgo, an tes de 1789, ya habi a sido objet o de cr iticas de sus co n tc rn po ra

    \() Papicrs Lenoi r. Bibliotcca de Or leans. fondo antig uo, MS 1 3 9 ~)-l 401. 11 Por Vincent Milliot, autor, entre otros, de Cris de Paris ou lc pel/pic (ravcsti.

    Parls.Publicarions de In Sorbonne, 1995. 12 Nicolas Dclurnare, Trait,' de IIIpolice1705 -1738,4 vols, in-folio.

    i OUt ES El PUEBLO ? Utl A OBS ESION DE lOS CONll ftPORA NEOS I 29

    ""IIS, com o las de S.-P. Hardy en "Mes loisirs" lnvolucrado en II, que se llam 6 el com plot del hambre," par a muchos enca rn a 111\ .rliusos de la po licia y su co rrupci6n .

    .... lIS "Mernorias" no pu eden leerse sin un m inirno de prcca u \I Il l , aunque contenga n multiples informaciones sobrc los debaH '\ po liticos y eco n6micos de la epoca, as i co mo sobre el esta do .lc l.: vida pa risi na y de la o pini6 n publica. Ade rnas, estan incon, 11I.\ ;1S y, en m uc hos casos, se han mantenido bajo la fo rm a de "'.'I'entes bo rrado rcs, Se co nse rvan dent ro de t res cajas de arch i\ "', In ultima de las cu ales esta corn pues ta por desech os y fraguu-ntos. Sin duda, ese caracter inacab ado es 10 que permite qu e \ , .1111os desprende rse de la plurna del antiguo ten ien te gene ra l til' 1,1policia cxiliado y deslegit im ado cie rtas indicacio nes muy v.r liosas sob re los cue rpos de aq ue llos a q u icn es admin ist ro , \,'g ill'l, d ir igi6 0 reprimio.

    Lenoir no es un hombre de los que se en ternecen frent e al pu ehi." al q ue llama "po pulacho" Su resentimient o en el m omenta , 'I I q ue escr ibc, su odio hacia la Revolucion y su perfecto co no 1 11 11 icn to de los ambientes mas turbios Ie oto rgan un estilo severo. ..-vcridad in te resa nte par a captar los mornent os estrateg icos en ' lil t ' de ja entrever algunas de las volun tades de los cue rpos m as .ksprovistos. Ya desd e las Palabras prelirninar es, se pone a si 1111\1110 en situac ion. EI exilio es un a in rne nsa tri steza, d ice Lenoir, I ' ;11a aquel qu e sirv i6 "al pu eblo sirvicndo bien al rey". Da co mo I'" reba de clio sus lagr im as cuando fue des titu ido:

    IF.I pueblo 1m e habia llo rado cuando, en 177 5, me vi obliga,10 a dimitir de esta m agistr atura y [ .. . ] parecia regodearse mas '! IIC yo cu ando el rey me hizo e1 sed uc to r )' pe ligroso honor

    II \ 11' \'1' 11 Kaplan. I.c complot de [amine: histoirc d'l/lle rtlI1lW" (III X V III" sieclc. 1',11is, Armand Colin, 19R2.

  • 30 I EfUSIO" Y rORNUn O. EL RE LAIO OE LO S CUE RPO S

    de volvcr a llam arrne. Esos pesares que me siguieron me son muy caros. No he pod ido olvidarlos.'!

    Pueblo amado, pueblo afectuoso: con la (Estancia , Lenoir sc inclina hacia esas lagri rnas y esa alegr ta que 10 acornpanaron. Aqui esta muy lejos de el, por razones debidas a la estra tegia policial ya la dista ncia, la idea de oprimir al pueblo, que sin embargo Ie agradaba muy poco. En ese momenta preciso de su relato, n i las lagrirn as ni los apla usos son tornados como mementos de his teria, com o fuero n tomados con frecuencia en otros lugar es yen otras ocasiones, Segun 10 que el transcribe, esas mani festacion es de emoci6n no tiencn nada de superficial y existen de manera juiciosa, p ues, a fin de cue ntas, se d irigen a su persona. Esta es un a pri mera confesi6n del reconoc imiento de algunos tipos de emoc i6n popular. Mas ade lan te," cuando toma como objeto de reflexion 10 que llama "la disciplina de las costum bres' , su descripci6n hace un acto de reconoc imie nto aposteriori de las cualidades del mundo pop ular, a tr aves de sus gestos fieles y de la expresi6n de su co razo n, y parece excusar sus defectos,

    En una ciudad f.. ] donde los aco ntecimientos se suceden a cada instant e, do nd e las pasion es nunca dcscansan )' donde existe necesariamente entre sus habitant es una diferencia de costumbres y de ma neras de vivir, es imp osible mant ener una misma y exacta disci plina de las costumbres.

    Una vez observado eseestado de hecho donde Lenoir, pese a todo, insiste en la inevitable exacerbaci6n de los cuerp os y las pasioncs populares, lc otorga a cada estado de la sociedad ciertas carac

    14 j.Ch. r., Lenoir, " Mern o ircs'' 15 Ibid" Tit ulo segund o, 1" part e, "Di scipline des mccurs ':

    (0 Ut ES El PUEBL0) UNA 0BSEsidN 0E LOS CO tHEMP0RAN E0S I 3 1

    1"1 1..1icas agradables.Escribe:"Laplebe, en otras palabras el popu1.11 hn, teni a cos tum bres simple s y grose ras, pe ro que parecian ,I, Iwr llevarla mas bien a acresde humanidad que a accioncs feroI ' :; l ipinio n adulado ra, probablemente influida por la "fcroci,111 1popular" que luego percibio bajo la Revolucion.Aqui ,sc des11 1 .1 una palabra,"humani dad' , at ipica en la pluma de un ienicntc .II 1.1policia a la ho ra de calificar a los pobrcs.

    I ~ a s grietas y abertura s, poco frccuentes en Lenoi r, hombre .I, .uuoridad, basran par

  • 1 2 I H USIOII Y TORIH NTO. El RElATO OE l OS CU ERPO S

    demasiado precarios y pcligrosos para su vida. Al cntcrarse de uc Iuc responsable de la rnuerte de un recien nacido cuando

    CI cstabn personalmcnre convencido de que le habia preparado y organizado no s610 una buena rripulacion, sino tambicn un viaje segura, Lenoir, agobiado, destaca el heche con una [rase rapida pero significative:"No pude hallar consuelo por la mue rte de una inocente criatura"

    SI MEON-PROS PER HAR DY, " M IS EN'l'RET ENIM IE NTOS

    o EL OI ARI O DE LOS ACONTEC IMI ENTOS TAL COMO LLEGAN

    A M I CON OCIMI ENTO , 1772-1784 "

    Sin ninguna responsabilidad oficial de autori dad 0 de justicia, el librero Ha rdy, sobre quien finalmente sabcrnos I11U)' poco, se instalo durante muchos afios delante de su ventana parisina para observa r 10 que ocurria afuera, dar testimon io de los acontccimientos a los cuales se proponia referirse, cscuchar a sus contemporaneos y, al mismo tiernpo, dar algunas op iniones sobre 10 que le parecia scr el orden, el desorden yel frenesi de la epoca. Por supucsto, leia las gacctas, iba a recabar informacion a todos lados y, en especial, a los alrcdedorcs del Parlarn ento, dond e se desarrollaban nurncrosas manifestacion es antimonarquicas; observaba con meticulosidad a los habitantes de su barrio, sorprendido por sus acciones, su impetuosidad, su cxtravagancia y sus dcsgracias. Con tristeza, invcntariaba con part icular atencion los suicidios y sus razones confcsadas. Su diario man userito cs impresionante: gran formato>regis

    tros (on encuadernac ion de cuero> cscrito con una letra fina y regular> fechado dia por dia, con un margen bastante amp lio del lado izqu ierdo donde se cscr ibe una suer tc de cncabezamiento,

    i QU( E~ l PUEBL O? UHA O B S [ S I ~ H DE lOI ( ONH MPORANE OS I 33

    It t itulo a de resumen del rclato desplcgado en pagina entera. 1.1 lcgibilidad cs irnpecable, asi como la aplicada continuidad ,h'l relate de los dias transeurridos ent re 1772 y 1784. Cada aeon In .miento relatado esta detailado con pasion Y>a vece s, cornen i.ulo. La pl u rn a es liviana y vivaz, colorida y ast uciosa; s610 se II'l,lrga un poco cuando se llena de moral.

    ( :{1l11O cxplicar la emocion sentida al recorrer y leer esos numeI'''OS registros manuseritos que hoy la digitalizaci6n nos irnpide 1" IllT en nuestras manes, hojcar y recorrc r de at ras hacia adcI.II1le en un vagabundco manual, de la vision prccisa de los tra

    \ I ~ gruesos y fi nes, de las vacilaciones y los arrepcntimientos . I ~ le tcx to, tan inreligente.sc debilita al scr digitalizado,asi co 1110, .rl lccrlo, se atcn ua 13 intcligencia del lector, Un cor to fragment IIt ' los registros muestra la envergadura de los tcstimonios cscri

    1 1 1 ~ por el librero. Citare dos ejemplos:

    l 4 de novie rnbre de 1777, Despues del mediod ia, un alban il que iba a comer a diario

    ,I 10 de una joven que residia en cl quinto piso de una easa de la rue de In mortellcric en el barrio de la Greve, tras IIcgar a 10 de esa joven para tomar su sopa un poco mas temp rano que de U istumbrc y encontrar aliia un soldado del regimen de las guarelias Iranccsas 31que seguramente Ie quiso dar muestras de su dcscontento, esc mismo soldado 10 lanz6 a la calle por la venlana. De inrn ediato van a buscar a la guardia y10 transportan ,H'1!1 can vida aunque todo magullado al hospital en un cache de plaza, no dccian si el soldado habia sido ar rcstado 0 no.

    'c; de novicmbre de 1777, Un dta contaban en la calle una histor ia muy singu lar ver

    dadera 0 falsa oeurr ida hacia algunos dias, a saber un joven l irujano que se habia propucsto robar en especial del hospi

  • 34 I ff U ~ ION Y IORIH NTO. l RE LA TO DE l OS CUE RPOS

    tal conocido bajo eI nombre de cementerio de Clarnart, trcpando elmuro de cierre, un cadaver para utilizarlo en sus estu dios y Lras atar el cadaver con una cuerda para poder ar rastrarlo mas Iacilrnenre con el, que estaba suspendido de un lado del muro y cl cadaver del difunto del ot ro lado, habia sido cstrangulado y retirado muerto de cse lugar a la manana del dia siguicnte, 10 que habia dado lugar a algunas personas a responder bromeando que un muerto habfa colgado a un vivo.v

    Este cs el tipo de escenas que alli sc cucntan y Hardy se interroga: la vida de los cuerpos csta extraorJinariame nte presente all], segun el rascro de la realiclad vertiginosa de sus act ividades siernpre ejercidas afuera, en cl cspacio publico, ant e las miradas de In mayoria. El "diario de acontecimientos" es un verdadero listado ilustrado, casi teatral 0 cinemalogralico, de gestos casi tan exrraordinarios como cotidianos. La curiosidad de su autor 10 lleva a abordar todos los tcmas: apareccn grandcs cantidades de anotacioncs sobre las agiiacioncs y los tumultos de la opinion publica e incluso se transcriben ill extenso algunos fallos del Parlamen to considerados importantes, Losgrandes asuntos regios y los desplazamicnlos de los pr incipes estan consignados cronologicamente, al igual que los peq uenos incidcntes 0 los Infimos asuntos cot idianos. Espcct.lcUlos, tcatros, conccntraciones fest ivas, ejecuciones, eastigos no son olvidados, rnientras que se da un lugar importantc al conjllnLo de los debates filosMicos, literarios )' lcologicos de la epoca. Gran lector degacetas, periodicos y notieias escritas a mana vendidas de manera cJandesLina, a Hardy Ie gusta retranscribi r algun os fragmen tos. Su pasion 10 lIeva a los acontccimientos visiblcs dc la calle, las alegrias. los accidentcs,

    1\1 S . -I ~ I lan l)', " l'- lc-s loisirs, journal d't'\'~ Il

  • 36 I ff USION Y IORME NIO El REW O OE l OS CU ERPOS

    corazon del bar rio de la parroq uia Saint -Etienne-du-Mont, es ('I primero en inforrnarse sabre 10 que ocur re no s610 en eI barrio, sino tarnb ien en los alrcd cdores , en el barr io Saint-Marcel y en las or illas del Bievre: co no ce a los artesanos, a los mendigos y a los nines, espla sus hurn ores, los inventaria y,a veces, los sopesa. Un verdadero halo de afectividad acornpana sus rela te s a Sll rapida csccnificacion de situaciones. Se explaya arnpliamente acerca de la t r isteza y la pcna, la preocupa cio n y la esperanza, asi com o las lagrirnas 0 cIodio, Obscrvados , descritos y Iuego pensados, los afectos mas pequenos, asi como a veces los de los reyes (Hardy se mucstra !TIuy sensible ante el visible abu rr iruiento de la rcina), oeu pan LI n lugar importan te. Dan muestras de la extrema sensihilidad que recorre esa sociedad }' Hardy cornparte ese rasgo con otros de SLIS contcmporancos. Por supuesto, es una sensibilidad que puedc mos trarsc severn 0 indignada, pero es un rasgo de las almas que corresponde a la extrema com unicacion entre los cue rpos de aquellos que componcn el conjunto social. Si bien las marcas de sens ibilidad estan acom pariadas por una moral virtuosa, cI intercs de S.-P. Hardy por elalma hurnana, la hurnanidad }' sus giros }' rodeos, constituye SlI modo de esta r en el mundo, qu e tambien corn parte ca n ot ros.

    En esta larga nar racion de aconteeim ientos llcvada a diario se dciccra una in tensa atcncion prestad a al pueblo: el vigor, I, vitalidad y la animat ion de los cuerpos, incluso aquellos dcb ilitados por la pobreza, rcsplandecen bajo la pluma del autor, Con Hardy, visualizarnos - mas de 10 gue camp rendemos- hasta que punto la soeiedad del siglo XV III existe, en sus mil'mbros men os favoreeidos, media nte la cxprcsividad de sus dichos, su clIerpo ysus rap idos mccanismos y pensamientos de respuesta frclltl' nl mundo. Dcscritos en todos sus estados (alegria, cntllsinsmo, desamparo, ind ignacion ), estos cuc rpos existen plenamen te, obse rvados en carne viva Ue6mo pod ria ser de Olr a

    i OU E E~ n PUEBL O? url A O B ~ES I ()tl DE l OS CO NTfHPO RA NEOS I 37

    .u.merai ) po r el librero Hardy. A vcces, esos rct ratos podri an 1' II11 arse como ano taciones exager adas sob rc cl pueblo al qu e, I II II 01 ra parte, sicmpre se considera excesivo: sin embargo, pare, I'rla que sus maneras de rclatar los pequenos hechos de la vida ,I" hi callc constituyen marcas de asomb ro y de d istanc ia frcnte I Ill S dist in tos tipos de exp rcs ion corporal que encuentra como

    I ~ I I O S de canmovida farniliaridad . I '_~a dimension carna l de los acontecimientos que nos p rovec

    I. , lectura del "dia rio" puede cxpl icarse por una relativa y norI l l. d ignorancia con respecto a la fisiologia y a la expresividad de Ill,. l llerpos, 'lsi como por una terrible preocupacion (si no pavor) 1II'Il k a las manifcsracioncs fisicas que ernanan de esos cuerpos. I . t mcdic ina s610 es aun un esbozo de ciencia, aunque se trata II, una disciplina muyalentada pa r el monarca, que creo la Socie.l.nl ltcal de Medicine a fin de comp rendcr mejor el estado de sus 1\llhlaciones, tanto en la capital como en la provincia. SimultaII I.II 11ente, cl progreso medico es uno de los proyectos mas apliI , ll los de las cicncias del siglo XV II I, al mismo iicmpo que uno de I" , objctos tang ibles del discurso de los filosofos (de Voltaire a 11lllcrol, pasando por [aucourt,Galliani,Mme. de Epinay 1I otros). I I . ucrpo es el "extrano-farniliar"

  • 38 I EfUII ON Y10RMUITO . fl RElATO Of lOS CUERPOS

    una eultura de los cuerpos do nd e los gestos y la expresividad son los med ia s prineipales para par ticipa r en el mundo, en ausencia de una cultura escr ita propo rciona da a todos.

    Entre los sucesos, obser vamos la importa ncia que se da a los su icidi os: Hard y releva al me nos t reseien tos. Con respec to a cstos, el me mo rialista se muestra muy reactive e im presio nable y en su d ia rio se leen muehos rela tes de derra mamien tos de sa ng re, de visccra s d espa rramadas 0 descripciones m acabras que contienen m uchos de talles. Pero si se expresa asi es 1'01' qu e los cuerpos , emine n temente visibles, 10 so n has ta en sus ma s severas )' sangrientas m agulladu ras . No se trata por su part e d e lin gus to particular por la sangre, nacido de cier to voyeurisrno, sino de la relacion (com o mas tarde Jo hara la fotog rafia) entre cue rpos heridos, cap tados en la evidc ncia de su p resenci a. Los ho mbres y las rnujercs del siglo XVI II man ifiesta n an te nuestros ojo s una corpo reid ad espectacular. Ha rdy los describe tal como los vc, lIena ndo la plaza publica con Sll modo de existcn cia. Sin embargo, los suicid ios perturban su idea de l hombre y sus comen tarios morales se suceden. En 1776, impresio nado pa r la can t idad de suicid ios de los qu e se ha en terado, aurnenta sus ano taciones pe rso nales:

    17 d e mayo de 1776, hacia las cin co de 13 ta rde un par ticular que tenia bastan te aspecto de obrero al parecer movido por la desespe raci6n se precip ira al rio cerca del Pet it Chatelet, po r suert e fue llcvado al hospital a tiern po. En todas partes veiam as ll1 ulti p licarse para desg racia de la so ciedad oleadas de suicidi os qu e nuestros pad res apenas conocian .

    :1d ia an terio r, cl dia de la Ascension , un cordonero de la rue de la !\I[oll lagllc -Sa;lI lc-Gc llc v;eve aten taba con tra sus d ias bebiendo arscnico po r razones de d inero :

    iOUE fl El PUEBLO? UNA OB IEI IO 'I OE lOI COIl TEMPOR ANfOS I 39

    Vivie dos horas de horribles to r rnen tos ocasio nados po r el desgarram ien to de las entranas y las cr ispaciones de cada uno de sus nervios. Al re flexiona r sa bre cstc acon tecim ien to tan triste C0 l110 cxtrao rd inar io , un o no pod ia ev ita r deplorar la debilidad y la inconsecuenc ia del csp irit u humane ."

    l leri do, en fer mo 0 d ifun to, el cuerpo aparece exhib id o en su dia rio ta l como 10 esta en la realidad : ese esiado de heche no le impide al memo rialista sentirsc afeetado; la farn iliaridad con 1'1 sangre y la herida del otro coexiste con el traurnat ismo pad - Lido y el ho rro r exprcsado, 'H1I11asveces sc d ijo que, en cl pasado , nues tros ancesrros cstaban tan acosturnbrados a la m uerte que no sufrian par ella , q ue cl d ia rio con fi rrn a la tes is inve rsa: el " echo de asist ir ca n frecu en cia al espectaculo de las he r idas y las vio lcncias, de las enfe rmedade s y la m uert e no va acompa riad o de insens ibilidad . Los cuer pos last imados, publicamen te vis ihlcs deb ido a las cond iciones de vida, eq uivalcn a hcr idas in fer idas a los esp ir itus: Ha rdy cia testimon io de ella . El hec ho de que los aco ntecim ien to s tr aurn at icos sean tan frccuc n tcs C0 l110 los acc ident es de trabaj o, los lat igazos d istr ib uidos a rbit rariamente pa r los coc heros, las pelcas a espada que azo tan los cu erpos, las m ucrtcs subitas a 10 la rgo de las cos tas u en las ent ra das de lo s ed ificios no sign ifiea e ll ab so luto qu e la gen re sea insen sible a cllos, todo 10 cont ra rio . La exh ib icion d el cue rpo sufriendo obliga a scntir y a rell exio nar, a dete star 0 a cornpa rI ir. En esc con texte , no es so rp rende nte que la escri tu ra de lo s cronistas 0 de los rnemorialistas se tina de todo aquello que afec ta .1 los cuerpos, ellos , que los observan continuamente .

    En cfecto, Hardy no vacila en describ ir las enfcrmcdades y sus huellas en los cuerpos, las repe n tinas supresiones de las regl as

    ': 1 S.-P. Ha rdy, "Mcs lo isirs, jou rnal d 'evenerncnts leis qu 'i ls parvien ncn t it rna connaissance" mayo de 1776 .

  • 4 I HU SION Y lOR ME IITO. El REI ATO Of lOS CUERPOS

    Ylos sincopes de las mujeres, los derrames de rnenstruacion, con tr isteza, por o tra parte, 0 a veces con esrupor y deso lacion, Vigorosos 0 despojados, con fuerza 0 con desarn pa ro, los cuer pos viven su vida ante la mirada del vecindario. Proyectados en cstados fisicos de sufrimiento a mcnudo impresionan tes, pues 13 med icina no pucde aliviar sus dolores, estos cuerpos d icen mucho, La forma en la que Hardy describe esos acon tecimientos cs fiel al tono exacto de sus scntimicntos al respecro ya la realidad de los lenguajcs de los cuerpos all igidos. EI 20 de juni de 1776, Hardy se in teresa por la suer te de una joven: esta sc ahogo "ell Sll periodo critico"2J Mien tras se divertia ca n sus amigas sa bre In plancha que la conducla al barco del quai de la Tournclle, paso inopo rL unamente bajo los barcos lIenos de carbon y no nudo regresar a Ia orilla:

    Como estaba en un periodo critico la sangre alluy6 ell abundancia del lado del corazon y la ahogo, luego irrurnpi o pa r la boca y los ojos micnrras que de la nariz y las oreias manaban chorros de sangre.Su garganra intiada por el agua emi tia esterla res horrorosos micruras se rasguiiaba cl pecho antes de morir,

    ee r "Mis entretenimicnlos" cs informarse sobre la escena mona rquica y parlarncntaria, es "ver y oir" a los cuerpos que viven en Ja ciudad, en la indigcncia 0 en los placeres. No se descarta ningtlll relato de derramamienl o de hUf1l ores - sangre, leche, linfa, vomitos - si estc pa rece neccsario para ellr

  • 4 2 I EF USION Y rORH EN IO. El RElAIO OE lOS CUERPOS

    vivia en la rile du Roi de Sicile, joven y bastante bon ita, hab ia rcc ib ido en medio de la calle y en plene dia cua ndo se d isp onia a ir a escuchar la misa una co rreccio n hum illan te par part e de un emplead o de Sll rna rido al q ue hab ia acusado de robo [ ... [. M ientras le aplica ba la co r recci6 n este sc hab ia d irigido a ella en los sig uientes ter rn inos " reco rdaras q ue fuc un norrnando, un lad ron y lin picaro q u ien te azote el tr ascro"

    Otros meme ntos , mcnos sorp rendentes, so n igualmente sign ificat ivos, como esta asa rnblea dc'l pobres mend igos arrestados pa r o rden del gobierno" Era el 18 de novicmbre de ese mismo ano:

    Cornenzo al at a rdecer y d uro hast a rnuy en trada la noche. Ce rca de las 10 u n grllpo de so lda dos de la guard ia de Pari s conduce a se is m endigos at ados de a dos, uno de los cuales, d e edad avanzada, derra rnaba mucha s lagrimas [... J. EI Salvad o r del m undo qui en decla re perso nalmente que sicmp re hab ria po bres ent re nosotros nos ven ia a la mem or ia y al pe n sa r en ello uno se veia arrast rado a condc nar el v igo r m as 0 mcnos apa ren te de las o rdenes q ue se ejecu taba n a di ario ,

    Poco t iem po desp ues, en di ciernb re,"vol vieron a llevarse a unos pobres" Hardy, test igo de la esccna, cuenta q ue la m uje r d e un ob rero, probab lern eru e eb r ia , se lanza sa b re la m ulti tud pa ra acusa r a las "moscas" [Illouchcs] de la policia (es pias) y deci r q ue Iucron elia s "quicnes carga ro n a algunos de esos pobres sa bre sus hom bros co mo si Iucran haces de tr igo" La m etafora es pod ero sa: esta mujer, ind ignada, desc ribe el ges to policial como eI de la ha l que St' ve trab aja r en los campos. As] como se cortan los tr igo s para po ner!os en haces sobre la espalda, se azo ta a los pobres y lucgo se los echa al hombro: cu erpo y objeto, vida}' muert e, la hoz de los cam pos y la de la muert e se cru zan y se asemejan.

    ( QUE ES El PUEBLO ' UN A OBSES IO ti OE l OS CON TEMPOR AtlEO S I 43

    I u.uulo usa esa exprcsion, Ha rdy cru ra en eco con el sent imiento I '\I l1CII1 de la poblaci6 n . Mediante esa cornprcnsion ya t raves ,k ~ 11 narracion , les o frece a lo s lecto res. 0 a sus co n te mpo ra 110" ' :> , la po si bi lid ad de refl exiona r de un a fo rma q u e no sea

    1I I ,~ . 1 1 iva so b re la co rpo ralidad de la "gente de pecos rec u rsos", 1" 11 ' 10 10 q ue les dan, de manera im perceptib le, un a iden li dad

    1\ I iva c int c1 igen te. "'._P. Hardy detesta la in decenci a . En cua n to p u ed e , co n

    .1"11.1 las costumb res inco r rect as 0 los ejernplos de libertinaje 1\0 iol crablcs. Su d iar io esta poblado de d icho s cjem p lo s. Sin 1 h-uuuarse demasiado en ella, senala su de sapro baci6n. SU into I....mcia ap un ta facilmente co n tra las capas soci ales m as acomo.l.ulus, a las q ue acr ib illa co n intensas rep r imcndas . En jun io . l. 17xS, cr it ica crudamente a " un joven im pud ico per tc n eciente I un u familia di gamos honesta", q ue sc paseaba por cl quai du I ll /I Ff(' en cI [ard u: de l'I1l!allt: "Desdc la te rraza lanza b a a re na .. lire lo s sc no s de las da mas q ue pasab an po r deb ajo de el", l ln,l vez preve n idos los guard ias, se p roduce un a violen ta rifia, , I ihr c todo d eb ido a que el joven posee una espada p res t a da. Y 11.lI'lly co ru en ta: " l QlH~ hacer con la audacia de la juve n tu d de IIII\'?" Mas ta rde, se entera de una enojosa novedad de LlI l1Cvillc, I' \I ' escribc de inrn ed iato: una cxcelente ar tista de teat ro , a l m enos

    1 \I 'i ll o pin io n , ad opto "grandcs aires de desprecio co n t r a ca ba I I I il l S d el c u crpo de la genda rm eria". Au nq ue la ca li fi ca d e un pu ra", Hardy no aprueba 10 que le suced io. En efe cro. in d ig

    II ,H l llS po r sus a i res d e gr andeza lo s agen tes la a r res t aron al 1lllILhecer: " Le hab ian co rtado cl cabello , flagelado con erllel. 1. 11 1>, la habian sOl11et ido a m ucbos ult ra jes q ue luego la deja 11111 m uy cn fe rm a". EI l11in ist ro repr im io esa in sllbo rd in a ci6n '1 11\ ~ e\'('r ida d y I-Iardy se alegr6 de esa valien te posicio n . Ahora I ' It' ll , pa ra cOl11prender mejo r eslc acon tecim ien to, hay que saber '1" ' d uran te cs te siglo aun se asociaba a las cOl11edian tes 0 a las

    l

  • 44 I FU SION l' fORME /IlO. El kELAIO DE lOS CU ER POS

    act rices de teatro po r un lado con el desenfreno, Y po r otro con la cscoria del pueblo.

    Podriamos detenernos aun mas en este diario, pues abunda mucho en cste tipo de hechos que constituyen la historia.En especial. hay que observar Ia cornplejidad de l discur so y la d ivers idad de los enfoq ues presentaJ os sabre los rnodos de existcncia populares. Se rcto rna cada incidentc dcntro de su cont exto y los cuerpos son objeto de una gran atencion, provista de un cono cim iento profunda de las scnsibilidades, las vulnerabilidades y las astucias de los hom bres y las mujeres del pueblo. AIevocarlas, Hardy da forma, de rnanera casi an tropologica, a una poblacion de la que no rcn icga pero con la que no sc casa, con la que mantiene una rclacion de alteridad , aunque a veccs la critique. Su discurso ticn c todas las intlexioncs: relata, justifica, condena, dibuja con trazos de palabras que transmiten deseos, desespcraciones e inteligencias. Descifra el lenguaje 0 , rncjor aun , sabe vivir dentro de cl. Asi, "reconoce" en cl sent ido fuerte del termino a aque!los de los que habla y que, en el plano Iiterario, 10 con sienten debido a su ext rema visibilidad , su actividad, su movirnien to y la cspontanea exhalaci6n de sus afectos. Asi descriros, los cuerpos de esc pueblo agitado y en accion cob ran relieve, adquie ren una idcn tidad y una apariencia de vera cidad inigualable. Ysi Hardy se exprcsa asies porque sienre.Aun mas, el produce, a partir de csa poblacion, un vcrdadero saber. La compleja presencia de los cuerpos rerrarada en cl diario presenta una brecha, unos intersticios que no s610 prod ucen sabe r, sino que tarnbien crean de forma simbolica espacios para el rcconocimiento de su inteligcncia. Les es dada cierta iden tidad no atrofiada ni deformada; I'l1tonces, pueden apoderarse de ella a ctlerpo descubierto. Mediante t razos cortos, eI autor deja aJ ivinar el vinculo fron

    talentre eJ cuer po y cIcuerpo politico.A los intclectuales de hoy, asi como a algullos historiadores, allJ1 les cuesta percibir que hay

  • 4 6 I [fUSION Y IORMENIO. l RElA IO Of lOS CUE RP OS

    coreogru fta. Atesora - de una forma difcrcnte que S.-P. Hardyalgunos de los secretes de las c1ases socia les y de su cuerr o, sc proyecta en sus apuros y sus descos, sin vacilar cuando se trata de evitar caer ell In ingcnuidad. Pese a clio, tiene algunos pre juicios }'su pensamiento esta - uunque la palabra sea a la vez anacronica y anticuada- teiiido de idcolog ia. Co n d iscrecion , da cucnra de sus intimos deseos de carnbio. de sus indignaciones y sus condenas morales y politicas, Su relacion con la cosa publica es arnb ivalcnte, pues en su ob ra se derectan multiples contradicciones, pero su voluntad critica nutre su plurna.

    La escritur a de colores vivos, iluminados po r su subjetiv idad }'su obsc rvacion, por el recorte de su obra en cuadros relativame nte breves, ofrece un cautivan te caleidoscopio de 10 que fue la socieda d urbana. Las escenas se sucede n. EI Ta bleau se escr ibe de manera entrecor tada, con impresiones y op iniones, repleto de sensaciones sonoras, odo riferas }'visua les que se supone resumen la ciudad . El lector tiene total libertad para sumergirse en esos relatos , para frecuentar las vid as 0 las situa cioncs descritas, para sentir 0 co rnpartir y, tambien, para juzgar. En la obra no hay nada fijo y Paris, primero ante su mirada y luego ante su escritu ra, no pa rece estar al abrigo de ninguna eferve scencia, de nin gun entusiasmo. Al borrarse a si m isrno, el cro nista proporciona una luz capaz de ilurni nar la opacidad de 10 real mediante pinceladas que viran ent re los w aves pasteles, los purpuras intimidantes )' 1'1 oscuridad sorn br ia )' negra de las tragedias existc ntes. En su b usq ued a diaria de la intensidad de los colores del arco iris, Mercier crea una obra de arte,

    Obra de arte, si, peru Mercier tambien tiene opiniones firmes y en muchas ocasiones expe rimenta una gran indignacion. Su condena del lujo (lema economico mu)' a In mocla en aquel entonees ) es caleg6rica. En su capitulo titulado"Part isans du luxe': no se anda con rodeos:

    i OU IS H PUfBl O? UNA OBS ES I O ~ Of l OS CONlM PO PA lif OS I 47

    ""11 numerosos. ~e apoyan en el consuelo que este les brinda pur los rigores de la servi tu d, sobre algo que esta mas a mcnos ucncralizado en toda Europa. Se Ics puede decir: se ent regan ,I I111a seguridacl peligrosa. picnsen que s610 basta can un puehlo sobrio y laborioso para dcrrocarlos. Lean en la h isto ria su . nndena."

    1\ I. IS adelan to:

    FI pueblo ya no tiene dinero, esc es cl gran mal. Se Ie quita 10 qlle lc queda medi ante cse juego infern al de la lotcria asesina v a traves de presramos peligrosamente scdu ctores. EI bolsi110 de los capit ali stas y de sus adcptos esco nde al me nos la

  • 48 I rfUSION Y ' ORM [ NIO, [L REl AT O fIE l OS CUERPO S

    y Ia colera de los Parla rnentos, en tre Ia dcscripci6n de las desigualdad es frente al lujo, se des lizan y se crigen unos cuerpos ar rastra dos po r la avent ura social y pol itica, Cuer pos que trabajan y se deficndcn , cuerpos qu e abuchean a los mas acom oda dos, cuerpos ell lucha y, tambien, cuerpos seducto res. Frcn te a ellos sc alza la po licia co r rup ta, como una "ja urta de per ros', dice Mercier, y un ienien tc gene ral de la policia "que ernbrolla o dese mbrolla a su gusto y que siembra las tinieblas".26

    EI auto r se inscribe dcntro de una linea de escritores y literat os q ue pan en al pueblo ell cl cen tro de sus preoc upa ciones, sin por ello scr revolucionarios. Pro pa ne visiones que apeIan tan to a refo rrn as como a ju icios crfticos osados. A tr aves de su esfuerzo pa r ern puna r a traves de las palabras la rudeza de cierta realidad socia l, haec lin llarnado a la independen cia y a la iguald ad y olrece un csp acio literario dond e todos pucd en acceder a la co n cicncia de aq ue llo q ue constit uye el enigm a de 10 socia l.

    Repet it ive y o bst inado, Mercie r pone de relieve las tensiones socia les q ue subyacen a las repugnan tes vision es de un pueblo maltratado. En efecto, habla y escribe ell lugar del pueblo y con numerosos cstcreot ipos so bre el, pcro su mirada se abate como una espada sabre una realidad saturada de pena s. POl'sup ues to, en cl, al igual que en Retif de La Brcton ne, se d ictan una moral y una filosofia asl como tambien sc oyen algun os Ilarnados discrc tos a una fu tura conversi6n del pueblo. No es po r po pulismo, sino mas bien porq ue su sensible in teligcnci a Ie perrn ite percibi r no la cscnci a de l pueblo (n o es un esencialista), sino su ap titud y sus disposiciolles para estar en c1lugar que se lc asigna y, a la vez, en otra parte, alli donde puedc escapa r, huir y,eventualmenlc, t ransformar la situa cion. Mercier no es un id61atra de l

    2(, !l lii/. , \'01. I , l ap, I.X I I I, "l.iCLl ll' Jl all l l,tln':ral J t: policc': p, 107,

    , a UE ES fL PUEBLO ? UN A OBSESld N OE l OS ( ONI EMP ORAN fOS I 49

    I' l it hill, simp leme ntc Jo conoce y, ca n lin pulso relativa rncnr e "lll ll' , dcsigna los intersticios do nde su d ign ida d pued c rccrcar

    ~ , 11 '0 vicios , tr ansfo rrnarse. EI cronisra p resie ntc que para los "1I ,,llllls del rc)' cl problema reside en crear una cohesion de 10 ,.1., I ivo para defcnderse no 5610 del miedo, sino tambicn de

    1.11 l. llI:-. i

  • \ \

    50 I [JU\ I ~ N Y IO RM EN IO El RflAIO DE LOS CU ERP OS

    es dccir, a las estr ucruras rnismas del rnundo social del qu e son la forma incorpo rada."

    Mercier restituye los gesros por medio de una ritmica lircraria, de hermosas mctaforas y de una poderosa sintaxis. Su capitulo "Portefaix'?v IPorteador1es una pintura de los cuerpos cchado s a pe rdc r por su vida. Hombres y mujeres con pesadas cargas son "palidos, forn idos yflacos, cncorvados yse sostienen con Inayuda de un baston . Cargan pesos que rnatarfan a un caballo, Los cargan con desenvoltura y dexrcridad par calles cstrechas" Lucgo se describen las piernas tern blorosas, las cabezas hund idas ent re los hombros, los cuellos devorados pa r el esquelcto, los pies pJanos. Sensible aJ cue rpo (emc nino, Mercier se dernora en su presencia en media de obreros tan cargados. En sus palabras, despunta algo de compasion, un vcrdadero pavor y una so rda revuelta:

    DJ pena ver a esas rnujercs desdichadas que, can la cesta pesada, sc adcla ntan a la auro ra ell las calles fangosas I,..juno sufre por elias, aunq ue su sexo este extra fi amente desfigura do [.. . J su gargan ta esta cerra da, hinchada, su respiracion es penosa y la co rn pas ion nos pcnet ra hasta cl fonda del alma I... ] .;como las rnujercs esta n red ucidas entre nosotros a una labor tan desproporci onada? [, .,I ~ E l pueblo dentro del cual se las encierra cs acaso mas cru el que agu e! qu e las libra a trabajos despiadndosf>

    La observacion radical de L.-S. Mercier acerca de ese pueblo agobiado par eI cansancio tiene la precision de ]0 5 que sahen articu

    2~ l' iL'ITC Hourdicu, fI/t'dirati" II.< J!USCl1 /it.'lItil'S, p. I

  • 5 2 I EfUS ION Y IOR HNl0. u RElAIO DE LOS CUE RPOS

    autor Iedcsagrada n las prostitutes:"Viles prostitutas, cerca de los carniccros )' de la sangre , exhibcn publicamen te Sll luju ria" La asociaci6n hom bre-enrniccro -sangrc-p utridez-p rost ituta es obviarncntc un juicio, una mancra,esta vezcstercotipada, de presentar detcrrninada ignomi nia que Mercier condena. EIairc esta viciado, las iglesiaspropagan olores insoportables yning una casa logra deshacerse de manera definitive de sus excremenros: "De esa multitud de pozos negros cma na un vapor infecto. Sus vaciados nocturnes propagan la infeccion en todo cl barrio, ponen en pcligro la vida de varios desdichados por el crn plco peligroso y desagradable al que se libran'l" La frasc, que sc moldea en la extension de los 010re5 infectos, da lugar en su desenlace ala desdicha de los pobrcs, que son sus vlctimas. Aqui, el pueblo no aparece des figurado, sino Iig ur ado: 10 que segurarn ente establece Mercier es la capacidad de las elites para reconocer en su verdad la vida ~' los senlidos de los mas miserables. EI trapero quiza sea eI cjernplo mas im presionan tc de ello, sa bre todo po rque su dcscripc ion invoca LIn paralelo CO il el mundo de las letr as:

    lVcn a esc hombre que, ca n ayuda de su horquilla, recogc 10 que encucntra en el fango y 10 echa ell S11 cesto? No voltee la cabeza : nada de orgullos ni de falsas delicadezas, Esc vil y apestoso tra po cs su materia pri ma, que se converti ra en el ornamen ta de nucstras biblio tecas y en el preciado tesoro del espiritu humane, Este trapero precede a Montesquieu, Buffon y Roussea u.'!

    En orra parte, el cron ista transmitc su pacicntc observacion sabre lo~ ninos mas pobres ydice como la vida los eseulpe poco a poco,

    .' .\ l iJ i" ., vol. I, C'lp. X 1.1 II , ''l.' air v i c i ~': p. 10 4 ,

    .H I/li". , vol. I, cap . C I.XXXIV, " Ll' ch ifftlllier': p. 452.

    . uu r [ S L PU EBLO? UNA aBSEIl ON DE LOI CON l t-l PORANE OS I 53

    I " 1 1'('( II', hasta llegar al punto de reprocharles, quiza, esa manera I1.11 "huhitados" corpor almente por su s6rdida cond ici6n:

    \ 1 .1 1111 nino en cI fondo del barrio Saint-Marcel,dond e rcsidi d lll. llllc 11111cho ticm po ." A los doce 0 tr ece anos , esos ojos II. ' 1I 1 ~ de dulzura sc habian vueIto intrepidos y ardicntcs: su

    ' ~ : I . ld ahlc boqu ita se habia torcido de man cra extrafia; esc , ,wilt i tan redond o se habia inflado con musculos [. .. 1.Habian .111II I'Iado la fisonomia de la feria y el mercado-"

    I I" I' ,L' cs clara: el espacio social, eco norn ico y politico atenta 1111 1,1 (,Icuerpo de la manera mas cruel, de modo que este ter

    011 11,1 I'areciendose a los espacios quc frccuenta. I I IllS cuerpos mi serables son actores del Tableau de Paris."

    I . Il iuudes de los individuos acompafian los relates; cI rcnt ista, I II I"l\digo que se hace cI tuer to para despert ar com pasion , el 1111" " ' 1ocioso, el lujoso. cI indolen te. el hom bre superficial, etc.,

    II . 11 \ '11 su retra to. Cri tico, L. -S. Mercier ded uce de esos cuerpos I 11 >; defectos algun as lecciones rnoralcs, c incluso politicos.

    I I , l iminal, en carnbio, Ieparecc revcstir todas las indignidades: 1'" 1rica co nt ra los galeotes. los asesinos y los envcncnadores l' ll'lea para clio algunos elementos de morfologia: "Los cri

    IIl ,des a los que vi pasar para ir al suplicio, los perfidos asesi" IllS envcnenadores eran todos de baja estatura I.. l las almas

    I ' iI ,," vesc qu e esc barrio es un o de los mas pobrcs de Par is. I v Mcrcier, 'Ii/h/m ll deParis 1782-1789, \ '0 1. I, cap. I.XXXV, " I.c foubo urg

    . 11 11 Marcd ", p. 217 " ,. , .,I IJH 'l'S IO , el 'l illJleil ll dL' Pa ris t~l11 bi c n Sl' in lcresa por las dases .. " " " ,,Iadas de Iasoc il'd~d : por Ia co rte , las artes, Ia 6pcra )' la lil~ratura , 'I'" ' " lipan un lugar I11U)' im porl an ll' c info rman con ciaridad sobre los

    '" ll" \,,, SOCi'lk s, la l'scala social, d gusto de unos )' olro s pOl' cI cspectaculo, I., 11,c" ..1a d~ 10 csrrilo, ~ tccle ra .

  • '5 4 I ffUSI ON Y IORME NfO. El REL AT D OE l OS CUE RPO S

    crudes se alojan en cue rpos ex iguos 'l> En eI cap itu lo "L' in dolen t" escribe:

    M ien tras qu e uno se cansa y tra haja de la m ana na a la ne che, el ot ro vive en la mas absol uta inaccion, [... J Todo su tiernpo se Ie escapa, no sabe que es 10 que hace con el. [... ] ~ Se merece aca so el no m bre de hom bre, cuan do vive en u n es tado tan poco d igno del hombre? Pcro, ~ q LJe digo?Tienc una carga con siderable, un a he rm osa mujer, vein te lacayos; le esta pe r rn itido tener In cabeza y el co raz6 n vac ios."

    Es co nvenicn te decir q ue

    Mercier en tabla un vinculo natal co n la ciudad: desde el quai de l'Ecole hasta la rue des Noyers y la rue de Saint-Bernard, es un habita n te de Paris y no co nci bc vivir en ot ro lado fuera de esa estancia del tercer estad o q ue t iene la ven taja de ser una cuidad.!"

    Des gran a los d ias, se ajusta a sus ri t rn os co n u n ar te d el croq u is q ue cap ta el temb lo r de l ti cm po y d e los ho m b res. Ap recia las Ien guas de sus conciudadanos y tambien sus so noridades, capta e inrn o viliza las voce s, cscribe sabre elias para q ue se las o iga, y se las aye. Gracias a esa poetica , a esa m elo di a y, tambien , a esa obscrvacio n so cio logica, los ho m b res )' las mujeres adq uiercn identidad .

    .IK I..,S. Mercier, Tableau de Paris 1782 -1189, \'01. I , cap. XU JJ: " L'air vicie", p. 1l7. Y) l hid., \'01. I, cap, CI. \' , " L'iudolcru', p. 369. 4ll 11,;.1., vol, I. , lntrud uccinn de lean-Clau de Bon net, p. 1.\'1.

    1111 11 "rnarrnita de sonidos": I ruido, la palabra, la voz

    I " " l1icnzo esta el ruido, la muchedurn bre y cl polvo, la o leat I tI, los desplaz arnien tos a caballo, en coche 0 inc1 uso a pic, 1 .01 ,....r co mo un in rnenso rum or, por momcntos in rerru mpido

    1'"1 msoportables est ridencias. Precisarnen te, alii rcsulta d ificil I I . u.rlquier cosa , cxccpto el clam or pcrs istente y calido d e

    11\ ,1 ' uulad donde cada m o m enta sc ve ac ompanado po r el 1I11 tlkcedo r a lboroto causado po r los oficios cjc rcid os al a ire

    dO ll', lo s cas cos de los caba llos sa bre los adoq ui ncs, los secos I...... juidos de las fustas de los cocheros, los inco nt ables cons\11 1. 11'1:5 de ed ificios q ue goJpean la madera y tantos otros ma ted. , l O ll sus hcrrarnien tas de hierro, los llamados de los pas an \ IH ir una suerte de ru mo r ensordecedo r. Sc oyc un perpe tuo

    .unluclo 0 un bo rdo nc o ernbriagador, interrump ido aqu i y Iii 111' 1' c rep itacio nes q ue sc vuel ven sordos rugidos. Algunos II I illS tic ne n el rui do de los gem idos de la mi ser ia, o tros, el de " uvidad fur iosa y la batahola, A veccs, si se para la oreja , se

    I I , i1~ l l e alguna musica, cancioncs, un tarnbo r militar, la repeII I I) de un estrihillo, cl son ido de las ca rnpan as al vuelo atra-I lI d ll cl tie m po, Pero es dificil a islar un so n ido cualq uiera,

    III ll.unado cualquiera: pareccr ia el gran viento del m ar q ue 10 101l ~ ',, 1 .1 chocar co n tra los pcnascos, Se oyen go lpes y gritos, cr uIII,,, Ychoq ues de manes, risas dem asiado fue rtcs 0 llan tos, inju I I \ 1 cncan tos ca n fuer tes abrazos.

  • 56 I {fUSION Y TORM EN IO. [l RElAIO DE lOS CUERPOS

    En esc cscandalo, las o rillas del Scna son las mas impresio nantes, a unq ue no cs scguro que las blanque adoras, pese a 10 que sc d iga de elias, sean las mas respo nsables, Por los pu ertos del Scna, donde cI Irabajo se haec en 18 desnudez de las or illas hlandas , circulan las mercan cias acarreadas por barcos. AIacercarse la tcmporada Irla, si se csta en las oril las del rio, llcga de lejos un pesado rugido, que sc infla como las nubcs de tormenta y anuncia la lI egada sobre el agua de los tro ncos de madera, luego in rnovilizadns por todo un disposi tivo de cadcnas, ganchos y chatarra )' Jucgo cortados para hacer lena.

    Superada la prirnera imprcs ion, la orej a sc organiza: recono ce, o al rncnos se vuc lvc capaz de reconoccr, las distintas sefiales cmitidas, En plene corazo n del paso dese nfrenado de las carrozas, del relinc ho de los caba llos y fuera del son ido ritmico de las carn pan adas de las iglesias, las lIamadas cspccificas y particulares atracn la atencion y taladran el oido sin dclicadeza. Luego, cada oficio, cada corncrcianrc arn bulante posee )' perfecciona su gr ito : voces penetran tes y agud as sc lanzan sobre los rechos y rasgan el aire, la mercaderia se can ta con alar idos exacerbados pOI' los agudos.

    Hay que Did os lanzar sus voces so bre los techos, su gargan ta supera el ruido y el albo ro ro de las esquin as. AI extra nje ro le resulta imposible comprender esto: el propi o parisino s610 10 dist ingue po r rutin a. Todos esos gri tos d iscordantes for man un todo del q ue no se ticne n ingu na idea hasta (l UC no se 10 ha oklo. '

    I l.. - ~. Mercier. n,blc(lI/ dt' /'o r ;s 178~ - 178'.!.1 vols., l:d icill l1 ,., tablecida b,l.io Iadir ecci6 11 de k ill1 -Claude 1I01111l' t. Mcrcurl: de Francl:, 1'.! '.! 4. vol. I , C I I' . C CC I.XXXI I ' , "t\ larrni l< pcrpt l ud k:". p. 106.1 ,

    UNA MARMI!A DE SONI DO S': [[ RUI DO. I A PAlA BRA. lA VOl I 57

    I I vruclcdor arn bulan te, molesto po r el sonido de las voces de I", umerciantes de chatarra, salta de una nola a otra con guruI , .d" , cxaspcra nrcs; In vcndedora de gofres, dcbil c intcnsa, pre

    '1 '11.1 SU voz en agudo s casi insopor tables; sin con tar at aguador " ,I 1.1 vcndcdora de en cajes , que int enta tapa I' el con junto 111I1 11.ll1tC Olros cstratagc mas vocales.Cada alimento, cada bcbida

    11 , l t~,llda, cada objeto indispensable 0 de pacotilla tienc su estr i-I. Ih 1,1, su melod ia, su l1 ujo )' reflujo y sus eruo naciones, que

    ,I PH'I'n aso rn brosas "figuras verbal es y mus icales".' Eso aun II, ,l'l la nada si cada dia no se clarnaran a voz en cuello las ordcIIIII/,IS. los avisos 0 los anuncios de guerras, castigos 0 ejecucioIi I'cru 10 qu e llcna cl aire de la rn anera mas impera tive es el '" l lh ill gr itado de los alirnentos: los vendedores gritan eI nomI I' til ' S lI mcrcadcria, gal linas, arenques , puerros, qu e trazan

    .. .lmcnte una melodia discordante, un un iverso musical cor1" ' I .d )' carnal cargado de sen tido y a gusto de cada uno. En esc I 11 111110, los ruidos s610 pucdcn reconocersc pa r acosturnbraIll' 1I10.1a rut ina auditiva tcrrnina par aceptar que In ore ja des

    11 ,lda dist inga algunas informaciones irn portan tcs )' ncccsa11 ' 1',11 a lu vida cotidiana,

    I .1 ,od cdad 111.1Saco modada, la del barrio Saint-Ge rmai n 0 t 1. 1I .Iis, no ticne la oreja entrcnada. Les delcga esa rcsponsa

    I 'd" I. ,,1a sus criados y sirvientas:

    I " ,irvicntas ticncn la oreja mu cho mas entrenada qu e cl ,. ,II I{-mica ; elias bajan la escalera para la cena porque sabe n t1 I ,I II1~lI ir dcsdc eI cuarto piso, y de un extrema de la calle ,lil l i'll, si sc cst ~1n anu nciando caballas 0 are nqucs frescos , I, , hllgas 0 remolachas. Como las silabas finales tien en mas

    111 .111 II" jl ill, l:oell v r~ tic I-'mll\'ois Nt/w lais ctlll Lilli IIrc /,

  • 58 I EfUS ION Y T O R~a N r O El REl ATO DE LOS CUERPO S

    a menos cl m ism o to no, sol o la costu m bre lcs ense na a las sirvien tas a no equ ivocarse y, para cu alq uier otro, es u na inexp licab le caco fonia.'

    A eso hay q ue agregarle el cam po indefinido de los o lores d e todas las vit uallas ofrecidas: no solo los son idos son ensordeceda res, el ai re tam bien se co lm a de eflu vios.

    Mantenidos en un cstado de vilo constante, el oido yel 01fato sufren pcrmanentes asaltos. Los son idos, los gritos y los d iscu rsos le dan a la ciudad una o rganizaci6n de ca rn e y sensacione s y la informacion pasa por la voz. Los cuerpos aullan ta n to co m o oycn: el ru ido inforrn a to do im pregnando los sen tidos, se convie rte en una grarna tica urbana que lIeva y trac de un p u nto a ot ro, a traves de rccorridos per tur bados c itiner ar ios cotid ianos.

    En tre los ru idos ha bit ua lcs y los d e los oficios, se deslizan las palabras constantemc nte in tercam biadas, como ins istentes comas fab rieando la escansio n d e lo s di as y las naches. Las personas ~

    ha blan, se llarn an, sc m ezclan y se cuen tan noved ades, se busca n para advcr tirsc y pidcn ind icaciones, hacen su s negocios con pala bras y pro rn esas. H acen u n a lto en los m crcad os a en las tabernas a fin de favorecer la ci rcu lacion de sus palabras, de estab lecerlas, de hacerles cr ear aco ntccim ientos, pero tam bicn para sen tir co m o el o tro, ser-en-el- rnu ndo, part icipa d e ese ru ido del m u ndo sen tido ind ividual a colcctivament e.

    Los cu e rpo s hab lan y b uscan SLI cam ino en invisib les galerias q ue crea n la ex istencia y la eo nciencia cle ser y su habla es tan to u na separacion co mo un enc ucn tro, un afecto y una he rramienta para vivir, pues escr ito, sin ser escaso, resulta in ut ilizab lc , ya q ue se 10 d esco n oce. Au n que los neg ac ios se pactan

    .> L.-S. Mercier, 'lablcall de Paris 1782 -1789, vol. I , cap. CCCCLXXI X, "Cr is de Paris': PI'. 1050-1051.

    UNA "MARMITA DE I ONIDOS El RUIDO, LA PAL ABRA, LA VOl I 59

    1111 .h.mte la palab ra, la discusion tarnbien hace m anar injurias multiples so n idos col er icos 0 Iuriosos. Entonces, la m u ltitud I ' Illgrega y se encarn a en los cuerpos de los que asisten a la

    I, , ~ usio n. Iuego in tervienen, llarnan al o rden 0 se hab lan en el 1'1 11 den, El tejido social se d espliega, se dcsga rra y lu ego, en I u u-jo r de los casa s, se vuelve a tcjer: d ist in ta s d ialogos se hacen " m icn tras q ue so n idos y sign ificados se in st alan en rnareas

    lit ' " IV;l S . A traves del verba , se perciben las diferencias, mien 1 '>'I" l' se d efinen las ap uest as y lu ego se eligen. Pero el ru ido,

    1 ,1'\ prcsente, la necesid acl cle poner orde n y los soriidos prove1110 I\ les de 101 guard ia ell alerta q ue lIegan a los o idos de todo s a

    , ' ~ puedcn traer la calma, pero nu nca el silen eio. Se ha borrado I., . k-us idad d e los gritos, cfi meros p ero violentos; los son id os I 1,1 injur ia han cesado, pero cada uno, ca rnalm ente , carga can II " III ,Ki6n co nfli ctive a la q ue ha asi st ido, la recuerda, lIeva sus I' d.dJrilSa o tra parte y d e otra forma, para o t ro s usos. Las iniu

    lo ~ gritos fue rtes y las vocife racio nes so n tan Irecuentes, 1,.1,\ In proximidad vivida pa r todos los hab itantes, que las fo rIII ' til'! habla se im p regnan de ellos. El recuerd o oral y so no ro I I " , Jiscusi o nes es, al me nos, u n m an tilla parti cu lar sa b re el I"' 'it.' ad hieren tan to gestos soli d arias co m o odios rcpen tino s, 111,1 1 de piel. Cic r ta fu sion se art icula facilm en te en tre los gri " .It' iub ilo , las alabanzas y los in sultos: p ueden leerse, pueI n m rsc claramente, en esa instantane idad de pasos en tre pala

    11\ 1\ I lc injuria, estados afeetivos que se sucedcn a toda veloc ida d II qll l' , en la ciud ad, se ape la co nstantem en te a lo s cuerpos.

    hI lI I pclados en su carne (o ido, o lfa to, tacto ), transrn iten el ceo I, I ~, I intc rp elacion . Se captu ra el in st an te donde se ab re ese

    1 ..111 ' , donde el cam bia interviene en la enunciacio n , aunque ,1'1'L'a par el co nte n id o de los acontec imien tos exteriores que 11 1,1di n azo tan lo s cuerpos. La Frontera en t re la explosion de i1 ,i1 ' 1)' 13 mesura es di fusa: au n no ha lIegado par a el p ueb lo el

  • 60 I H USI0 II Y lORlIEN10 fL RELA10 DE L0S (UER P0S

    t iernpo d e la civi lid ad y no porque no sea "ed ucad o', 0 incluso "vir tuoso", par na tu raleza, s ino porque la plaza p ub lica es primero sensorial y porque el ap rc nd izaje de la cosa p ub lica se hace no pOI' media d e la cu ltu ra escrita , sino por la ap elacio n a lo s esp ir itus y a los afectos: "Sc in staura u n vaivcn entre scnsacio n d e las ca sa s y sen sacion de uno m ismo" La in m ersio n fisica de los hom bres en el m und o los haec pensar y ac tuar, "la co nd ici6n humana es prim ero co rpo ral en eJsentido mas noble y mas fuerte del tcrrnino":'

    La palabra es profusa, co n t i nua , es una act iv id ad esencial m ed ian te la cual se tejen los in tercam bios y los m ed ias d e pe rtene ncia a la region, la ciudad 0 cl barr io. Debido al exodo rural, Paris absorbc a per sona s provcnien tes de todas las regiones de Fra ncia, y si al llega r a la ca p it al el viaje ro ay e una cacofo n ia, tambien es porque no p ucd e d istin gu ir, entre to dos los d ialectos mezclados, las silabas de s u p ro pia lengu a. La act ivid ad lin guist ica acar rea tan tas en unciac io nes y rnodos discu rsivos co mo m ed ios fon icos )' oralcs para res pon der a las situacio nes in d ividuales y socia les. La palabra es reina. Su fuerza exuberante 0 gru no na in quiet a a los po deres; estas no so n capaces d e d escifrarla, a m as bien de oirla, salvo cuando esta reviste en to nacio nes a menazantes. Se sabe: q ue cuando se p ro d ucen acontecimi cn tos t raumaticos para la m o narqu ia , com o los rnotines de 1720 01 775, los de 1750 en con tra los secuestr os de nifios en p lena calle, 0 bien durante el atcntad o de Dam iens co ntra Lu is XV en 1757, pe rsonas pagadas par la po lid a, espias y observadores recogen lo s di scursos pronu nciad o s, m ien tras se esco nden en las esq llinas, en los pasajes c incJu so en los caba re ts para no ser

    4 IJ'lVid Le Breto n, Ltl s(wellr dll lilli/lilt', IlIIe I/IHh ropolog ie des scm , Par is, cd. 1\1 01a;li0, 2006, ln trod llLc ;tin, p. 1.'\.

    5 Arlett e I'a rgc, Dire (' 1 mil l di re, I'O/'i ll io l1 /,lIiJl iq lle "voces del p ueblo", en una so ciedad que se cstaba mol

    l , 'I" III pO l' 10 escrito, alb ergan cierto aislam icnto, c incluso cierrho, EI pu eblo habla , pero esc rib e m uy poco, La Iro n tcra

    III 1.1 cscritura y la oralidad di vide la sociedad en dos: por un III, .iqncllos qu e do rn inan corn odamcnte la lect ura y la cscr i

    III , I. !'or otro, aq uellos que no las rnancjan 0 que so lo utiliznn t, I, u n inados fragmenros, pe ro q ue so n plenamente concient es I I" " h-rque laescritura (leyes,ordenanza s,cultura escrita) ricne ,,,', 1,Is ac tivida d es. "Pese a ser de vocacio n publica y a no estar 11'.11.idu ofic ialm en te pa r ni ng un cuerpo d el Estado, la csc r i

    11.1 ' ,1M"1 una diferencia qu e po de mos lIamar de clase":' se abre 11 .1 hi ccha ent re hab lan tcs )' escr ib ie ntes , q ue es percib ida y I 1,1. 1 por to dos de m ancra co nsciente, La escrit ura no dorn i, II l i n dorninable par la mayoria de los subditos del rey,genera 1' ,11 ((IS sociales muy di ferc ntes, can una Iuert c dominaci6n

    I'I ~ cspi rit us lctrados sobre aqucl los a los q ue se llama inculII delrados. Sin embargo, la palab ra po p ula r Iascina a todos '1 111' ia esc uchan, aunque solo la so b revuclen dcb ido a q ue

    1 ,, '1 11 los m edias para d orn ina rla po r medic d e la cu ltu ra i uu. Sc apre hende mal esa realidad , no obstante tan violcnta ,

    'I. oI ... iglo de las Luces q ue se organize de rnanera desigual entre I l ' l ' ulacion abu ndan te y calida de la pa labra )' los ho mbres I. , .-scrito , los filosofos a los escr ito re s. Hech a de scns uales

    ,I.,!J r,ls de incesan tcs fluctuacio nes, inven tivas 0 repetitivas y, .I I II Ind o . interrogativas , las Cl ites Ie da n eI no mine de "caco -

    I ' .1.'(,1.1l'mpleada para design ,!r a Iagentc del pueblll, \'ease 1lidi cr SClllin, '1I I'lil/lll:"$, Paris, I: f:choppc, 2006.

    ' " ( hr islophe Bailly, I.e c!l(/Ill p milll;ti qll c, Par is, Scui l, 20ll 5, p. 252.

  • 0 2 I lfU SION Y TORMEN TO l RllA10 DE l OS CUERP OS

    Ion ia" mient ras quc cada murmullo, cada rugido de palabras es, en realidad, uno de los lugares de la co rnp rcnsion , la alter idad )' el con oc im iento.

    Pcnsar el Siglo de las Luces como el siglo de los Iilosofos exige que no se olvide que, an te todo, la sociedad es oral. Esa tr ayccto ria oral im pregna y compromete los cuerpos, y los espacios Itsicos gcnerados par ella son las senates vivas de una enunciacion c'lp az de crear nuev as situacion es. Simultanearnente , en esos med ics populares existe el oscuro deseo de in tercarnbia r un elia su piel por la de los cuerpos letrados, "gloriosos" en su poder de enunciacion.

    La palabra pop ular cs una carcncia que estruc tura el pcnsamiento entre la conciencia de dicha carcncia, la distancia afectiva respecto de los poderes de la escr itura y el deseo de cometcr un rapto, cI de do rninar la lectura y la cscritu ra: pero nadie oye esc espacio de desco, A veces, el dolor de la earencia se vuelve tan vivo que la palab ra Sf: co nvierte e ll gri to, "revuelta 0 fuga de aquello que en cl cuerpo cscapa a la Icy de 10 nornbrado"." Ruido cnsordecedor e inau dible, asociado a denorninaciones peyorativas, la ora lidad es repudiada con respecto a 10 escrito, rernatada al mejor postor, micn tras que, para sorneterla, las elites dicen no corn p rcn de rla 0 , peor, afirrna n que no es mas que sonidos y bo rborigrnos y que nunca llcgara a ser opiniones ni pensamientos.Asl, el pueblo queda fuera de cuudro, pa r su miseria, su apar icncia indocil y por el ru ido intempestivo de su palabra tildada de volcanica, hembra )' menor, arrastrada al banco de las espanlosas guturales cmi lidas por las mujeres sublcvadas,910sgaleotes encade nados 0 los mendigos en las puertas de

    KM ichel d e Certc au, Cill l'('lI liulI dll

  • 64 I [f u ~1 6" YlORM EN IO. El REIA10 DE lOS CU ER PO S

    pero el dialecto, pOCOcivilizado pcsc a estar aurcolado por Sll inrncrsion en los scntidos, sera censurado. Las lenguas del pueblo parccen un residuo de bcstialidad.

    No obs tan te, la lengu a, las voces estridentes 0 calidas provienen de cuerpos que piensan su vida a traves de las sena les sonoras que restitu yen al cuerpo el papel J e agente primo rdial de In decision yel pensamicnto.Asi es como se formu la la Paris popular, fuera de la descripcion que sc ha hecho de ella 0 de la opinion que se tenga sobre ella. Los ruidos )' los gritos de Paris moldean el imaginario y, al

    m ismo t iernpo, cons tituyen uno de los aspectos mas notables de la sociedad. La palabra cs algo csencial, en efecto, pero para que sea aud ible hay que inscrtarla en los tipos de melodia que ella adopt a, Los sonidos y las palabras Se hacen compariia para rear un iverses muy d iferentcs: unos son suaves, algunos arnbivalentes, ent re la risa franca Yla burla, mientras que ot ros no son sino imprecaciones. Olvidarnos aque llos que const ituycn la materia misma de las

    prornesas, las ncgociacioncs y los acuerdos. Tampoco se debe oblitcrar la cultura cscr ita tr ansrni tida po r la voz. Los cuentos narrados durante las veladas, las ordenanzas leidas a los subditos del rcy )' las canciones vcndidas pa r los vendedores arnbulames se transforrnan en citas se noras,oralmente abrazadas por una dulce Ion etica. De modo que la cultura escr ita, al transmitirse en forma oral, se infiltra a traves del lenguaje,Y, en las palabras mas ord inaries, se dice algo sob re cl cllerpo.

    En los arch ivos policiales, do nde las preguntas de los policias )' las respuestas de los acusados 0 de los testigos acompasan cI procedimienlo, las frases pronunciadas por las personas del pueb lo haccn resonar los cuerpos, es decir,la manera en qUl' eslos se ven inmcdiatamen te tocados, a traves de sus mas inti mas pcrcepciones. Relraducidos por los escribanos, se perci-

    UNA "HARHllA DE SOljIDO S": EL RU ID D, LA PAl ABR A, LA VO l I 65

    I" I I Ir.igmcntos de cnunciados, balbuceos entre la desgracia ocu11 11 1.1 )' alguna mcnt ira protcctora, en unciados que rcprescntan 1IIIIir de la vida de cada uno, cap turados de t raves pa r la escr i

    1111. 1 Lid cscribano y rczumando aqucllo que sintio cl cuerpo . ( II ro ejernplo de esa oralidad capturada por 10 escrito: las per

    "' 11.1' que no saben leer ni escribir y que ticnen gnnas el l' cnviar 1111 mcnsajc recurren a la soluci6n mas rapida )' mas barata.Alre01 , ,III I' de los osarios, el cem enterio de los Innocents d e Par is" dlll'rga a escr itorcs publicos, rnuy poco acoruodados y proxi 1' 11 1\.1 la rniseria, pero que saben escribir, Scntada [rente a una Il l . ,.1 imp rovi sada 0 de pie dct ras de un tonel, esta poblacio n uu-crnhle escucha a la ot ra miseria, que viene a confiarle al oido It ' rormcntos, sus car tas de amo r, sus cartas de ncgocios. Sin 1I11 11!, l lll reno rn bre, cl escritor publico, del que se dice que cs "de I 11 01 cxiraccio n", plasma la oralidad sobre cl pap el, do nd e sc II producen las quejas enunciadas sin rcparos porIa sintaxis.Alii iu uhicn se escribe la carta al rey cuando alguna familia eleva 1111.1 dcnu ncia contra alguno de sus rniernbros por luju ria, prod,g,l1idad, locura 0 delincue ncia. Alii tarnbien , el espacio foncI II II .lcl lcnguaje se mantienc intacto en la denu ncia al rey, COil i111 simple restablecimiento pa r parte del escritor publico de al-

    I I id S separacioncs entre las palabras y la reconstruccion de las i1,l!l iIS scgiin el usa cscriturario. En esa escritura torpc, se oyen I " u.nalidades de aquel 0 de aquella que dej6 fluir sus palah ras 01 11, los oidos del cscriptor, Alii puedc oirse el alboroto mental I, loscuerpos indignados 0 profundarncntc apcnados, lanzando II ' palabras como se tiran piedras cont ra las ventanas. 1.0 escrito lI,lrdn los sonidos de la miseria y del dolor. En auscncia de una

    , IIIi' line I\\c tayer, tl ll lolllbeoll des se(fcls, les.'eril'aill,

  • 66 I F USIO NY TO RHNIO. EL RE LA ID DE LOS ( UH I'OS

    sintaxis perfecra y decorosa, elescrito r publico, hombre de poca cult ura, transrn ite 10 que In palabra del o tro es, esa inseparab le mezcla de los impet us del cuerpo y de las almas.

    La palabra supone el gesro, un tone, deterrni nados movimientos del rostro, que implican, todos , el mundo de las cmociones, a palabra cs artesana de sensaciones, El cuerpo sc VI.' invadido

    por complete por 10 qu e sale de su boca. Lo oral es tarnbien una gestual, una manera de extirpar de Sl una apari encia de sent ido intercarnbiado en corn un provenicnte de la inter ior idad del ser, EIcuerpo se c