eestudios heraldicos

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PALMA 91007

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PALMA 91007

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Núm. 17 PALMA 2007

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MEMORIES DE LA REIAL ACADEMIA MALLORQUINA D'ESTUDIS GENEALOGICS, HERALDICS I HISTORICS

Núm. 17

Director de Publicacions: Antonio Planas Rosselló

Consell de Redr~cció: P. Antoni Gili Ferrer Pere de Montaner Alonso Antoni Mut Calafell Manuel Oliver Moragues Rafe1 Serra de La Creu

O José Orlandis Rovira Gabriel Llompart Moragues Joan Nada1 Cañellas Sebastih Trias Mercant Magdalena de Quiroga Conrado Román Piña Homs Miguel Ferrer Flórez José María Sevilla Marcos

pels seus articles

Reservats tots els drets. Cap part d'aquesta revista pot ésser reproduida, emmagatzemada en un sistema d'informatica o transmesa de qualsevol forma o per qualsevol mitja, electrbnic, mecanic, fotocopia. gravació o altres metodes cense previ i exprés permís de l'editor de la revista.

ISSN 1137-6406

Diposit legal PM 658-93

Impres a les Illes Balears per: IMPREMTA POLITECNICA Carrer de Can Troncoso. 3 Telefon 97 1 71 26 60 07001 PALMA

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José Orlandis Rovira Sobre los orígenes de la lzació1z española

Gabriel Llompart Moragues, C.R. Dos obras de arte sigrz$!catii.)as de la Germanía r?zallorquiíza

Joan Nadal Cañellas Jeroni Nadal More?; la seva vida i el seu influx eiz la cultura europea del s. XVI

Sebastia Trias Mercant Aproximación a uíza trilogía semiótica l~lliana

Magdalena de Quiroga Conrado Aproxivlzacióiz a la ei~zblemática urbana de Palma y su evolución lzasta el siglo XIX

Román Piña Homs Miguel Cayetaizo Solei; disc@zllo aventajado del barón de Bielfeldt

Miguel Ferrer Flórez La "Guerm Graiz " (1 793-1 79.5)

José María Sevilla Marcos Ensayo psicológico sobre el Archiduque Luis Salvador de Austria

Iizforme de l'Acad2nzin sobre l'esctit i baizdera del Municipi de Llubí

Memoria de la Reial Acad2i?zia Mallorquina d'Estudis Genealdgics, HerLildics i Histdrics

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Magdalena de Quirogu Corzmdo

En la conferencia realizada en la Real Academia de Estudios Genealógicos, Heráldicos e Históricos de Palma, el día 26 de abril de 2007 presentamos un antici- po del Catálogo de Emblemática Urbana de Palma, trabajo de investigación que fue realizado como tesis en la Facultad de Derecho de la UNED para el grado de Especialista [Magister] en Derecho Premial, Genealogía y Heráldica. Dicho catálo- go recoge en estos momentos 207 piezas, que suponen alrededor del 70-80% de las existentes y probablemente un 50% de las que debían existir a principios del XIX. La muestra ofrecida es lo bastante significativa como para confirmar el gran desa- rrollo que tuvo la heráldica en la ciudad de Palma desde el siglo XV al XIX, con- centrándose su máximo apogeo entre los siglos XVI y XVII. Algunas de las piezas que aparecen en el catálogo no son inéditas, han aparecido en otras publicaciones aunque el estudio heráldico que se realiza de ellas es más exhaustivo, y normalmente aporta novedades. Dado el volumen de piezas catalogadas y el tiempo del que dis- pusimos, el objeto de la conferencia, previa explicación de la metodología usada en el catálogo, fue la presentación de algunos de los emblemas heráldicos catalogados que tenían un interés especial en función de sus titulares, de su antigüedad, de su tipología, de su interés artístico o de sus intenciones de uso.

Para el estudio del emblema heráldico consideramos necesario separar las armerías en función de titular:

ARMERÍAS GENTILICIAS: individuales, conyugales y patrimoniales. ARMERÍAS POLÍTICAS: del reino, municipales, religiosas y gremiales.

Nos centramos fundamentalmente en los emblemas heráldicos gentilicios que se encuentran en los patios, fachadas y dinteles de nuestra ciudad. No serán objeto de comentario las armerías políticas porque su volumen e interés hace que sean

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merecedoras de un estudio independiente, y sólo citaremos algunos emblemas gen- tilicio~ de miembros del brazo eclesiástico que corresponden a edificios desamorti- zados y10 a instituciones religiosas que no son iglesias. En cuanto a los emblemas heráldicos gentilicios del interior de las mismas, en particular de los retablos, les remito a un trabajo ya publicado sobre este tema por la SAL con motivo del Congreso sobre Patrimonio Menor celebrado en Palma en 1999.'

Aunque los emblemas heráldicos deben ser estudiados desde una perspectiva de conjunto en el marco de un prolongado proceso histórico que encierra profundos y lógicos cambios, hay que tener en cuenta que están proyectados sobre la realidad cotidiana, por lo que las formas materiales y sus tipologías por una parte y las inten- ciones o características de uso por otra, han evolucionado al compás de los cambios sociales y artísticos. El arte en general, los gustos, las modas y las mismas mentali- dades han jugado un papel fundamental.

Trataremos, por lo tanto, de ver el desarrollo de los emblemas heráldicos, y desde el punto de vista metodológico lo haremos desde dos perspectivas diferentes: en primer lugar estudiaremos cómo evolucionan atendiendo a los cambios formales, tipológicos y estéticos u ornamentales que nos facilitan la identificación, datación y localización de objetos ornamentados con emblemas heráldicos, y en segundo lugar, teniendo en cuenta los cambios producidos en las intenciones de uso y de significa- ción. Todo ello sin olvidar que ambos aspectos están íntimamente unidos y se desa- rrollan de forma paralela.

Para el estudio de las piezas hemos dividido la antigua ciudad de Palma en sus seis antiguas parroquias y dentro de cada una de ellas por calles, en las que se nombran las distintas casas en que aparecen piezas heráldicas de todas las épocas, de manera que dentro de cada casa aparecen ordenadas las armas por orden crono- lógico. Ello nos ha permitido conocer la evolución de la propiedad dentro de una misma familia, tanto si ésta lo ha sido por herencia o por compra. Los ejemplos más interesantes por el número de piezas halladas en ellas han sido Can Berga, con 9 pie- zas, Can Bordils con 8 piezas, Can Veri con más de diez o el Palacio Episcopal con más de 15 piezas correspondientes a varios obispos. De todas las citadas nos deten- dremos en Can Bordils que resulta muy interesante por la sucesión de familias que por herencia poseyeron la casa. Las armas más antiguas son las de Doña Margarita Sureda [de Santmartí] i Dameto, hija de Miguel Sureda i Nicolau y de su segunda mujer Doña Úrsula Dameto (1461), no tenía hermanos varones; y era nieta de Don Pablo Sureda i Moya.

Doña Margarita Sureda [de Santmartí] i Dameto, fue la heredera de la casa. Casó en 1497 con Pere Onofre Zanglada i ~ u r e d a , ~ y juntos emprenderían en la la

' Quiroga 1999. El catastro de 1576 nos indica que esta casa de Mossen Pere Sureda Zanglada fue antiguamente del

Mugfic Mos.re~z Bernard Zanglada y de casa de Miguel Sureda Zanglada. donde vive la Mr~gfica. Da Joana Zanglada.

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mitad del S. XVI las obras de remodelación de su nueva casa, en este caso del patio y la fachada, lo que explica la presencia de los escudos con los cuarteles de Zanglada-Sureda (fig. l), y no Sureda-Zanglada, como han querido ver algunos auto re^,^ y los de Sureda-Moya (fig. 2) en recuerdo del origen de la herencia (o sea, las armas de su abuelo). Ambos van a ser los autores de la línea Zanglada-Sureda, y que en virtud del Mayorazgo creado por Don Miguel Sureda i Nicolau en su testa- mento de 1478, fundaron la casa sureda-zanglada4 que obligaba a anteponer el ape- llido Sureda, de la madre, al del padre.

El hijo de este matrimonio Don Miguel Zanglada i Sureda [de Santmartí] i Sureda Dameto, fue el heredero de la casa5 y aparece en muchos documentos como Sureda-Zanglada o Zanglada-Sureda indistintamente, en virtud del citado mayoraz- go, debido a la fuerte endogamia que había entre estas dos familias. Una nieta suya, Doña Magdalena Tmyols Sureda-Zanglada, hija de Doña Francisca Sureda- Zanglada o Zanglada-Sureda y de Don Miguel Tmyols, casó en 1647 con Don Juan Bautista de Bordils i ~ o r d i l s - ~ o r e y , ~ pasando los Bordils a ser propietarios de la casa, con cuyo nombre se la conoce en la actualidad. No es extraño que, siguiendo la costumbre del momento, un hijo de Doña Magdalena siga llevando el nombre de su bisabuelo: se trata de Don Miguel de Bordils Tmyols Sureda-Zanglada i Morey [en realidad Bordils-Morey], como heredero que fue de los vínculos de éste. Al morir en 1808, soltero, Don Joan Bautista Bordils i de Tamarit, heredó los mayo- razgos, vínculos y caballerías el nieto de su hermana Eleonor, Don Francisco Mariano de Villalonga Escalada. En las reformas que se efectúan en esta época, se incorporan a la casa piezas heráldicas procedentes de una casa renacentista que poseían los Villalonga Escalada, conocida como Ca I'Ardiaca, que aún subsiste aun- que muy deteriorada al final de la actual calle Jesús.

Atendiendo a los cambios formales, estéticos u ornamentales que se suceden en el tiempo, a lo largo del catálogo podemos destacar:

Que la forma de los escudos varía notablemente. El más usado tradicional- mente en España es el rectangular cuadrilongo y redondeado por su parte inferior con la curva más o menos pronunciada, y en menor medida, aunque muy abundan- te durante el siglo XVI, el llamado con forma de "piel de Toro", así los de Can Cal.lar, el de los Garau d'Aixartel1, los de Can Verí, etc.

El escudo de las damas será redondo u ovalado y carecerá de yelmo o lam- brequines. En Mallorca es raro encontrar escudos de damas anteriores al XVIII,

Pascual 1988, p. 88. Los datos genealógicos están extraídos de las genealogías que se conservan de los Sureda, los Zanglada

y los Bordils en el ACV. Que aparece como propietario de la casa en 1576 (Pascual 1988,I, p. 88: Catastro 1576 p. 117). ANM 1999, p. 203.

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salvo los conyugales. Con estas características citaremos uno del XIX correspon- diente a la Reina M" Cristina, que estaba colocado en el centro de la puerta nueva del Muelle, actualmente en el Museu de Mallorca. El escudo eclesiástico será tam- bién generalmente ovalado, quedando recortada su boca o borde por una serie de cuentas que quieren representar el rosario, así lo podemos ver en algunas de las armas del Obispo Simón Bau@ i Sala (1552-1623) (fig. 3), XXXI obispo de Mallorca (1608-1623), religioso dominico, y que se encuentran en la fachada del Palacio Episcopal, autor de una importante reforma del mismo. Como suele suceder con las altas dignidades eclesiásticas, cuartela sus armas con las propias de la Orden a la que pertenece, en este caso lleva la cruz de la Orden de los Dominicos.

En cuanto a los soportes, aunque en el siglo XIII el soporte indiscutible es el escudo, a medida que avanzamos en el tiempo los soportes o superficies donde se asienta el emblema heráldico se van diferenciando y ampliando. No obstante, el soporte por excelencia o convencional y, por tanto, el más aceptado visualmente para la emblemática urbana, seguirá siendo el escudo.

En la ornamentación exterior, cimeras, coronas, divisas, leyendas, ornamen- tos civiles, insignias civiles y militares, timbres eclesiásticos y lambrequines etc. será donde se introducen más novedades en función del estilo artístico imperante, y en función de la evolución de las mentalidades a lo largo de los siglos.

Recordemos que en el siglo S. XIII los emblemas heráldicos se caracteriza- ron por la sencillez y tosquedad de las representaciones y, a finales de siglo, por un realismo ingenuo que se mantendrá en mayor o menor grado hasta principios del siglo XIV. No tenemos ejemplos de este tipo de armas en nuestro catálogo ya que los que se conservan están todos en interiores. Para el siglo XIV encontramos algu- nos ejemplos, también en interiores, como los ya estudiados en otras publicaciones, como los de Can Marti ~ e l i u ~ o los recientemente catalogados de Can ~ o r z t ~ ó , ~

casa que después fue de los Sureda y más tarde de los Pontivich. O los de los Gual que se encuentran en los estudios de Can veri9

Durante el siglo XV las figuras serán ligeras, las almenas triangulares. las murallas generalmente mazonadas, los huecos destacados y las piezas sin complica- ciones. Estas características se mantendrán hasta principios del siglo XVI. Es el caso de las armas que aparecen en los capiteles de Can Cual-Desmur (fig. 4), casa que en el catastro de 1576 aparece junto a la de la familia Gual-Moix, ambas contiguas a las de Can Caulelles. Una de ellas era la casa de la magnífica señora Prudencia Gual [Desmur] heredera del fideicomiso de los Desmur, que era la mujer de Ferran Moix. Otro ejemplo con estas características son los capiteles de la actual Can Salas de la calle Pureza, que en el siglo XVI pertenecía a los Desclapés.

Una de las característica fundamentales de los emblemas del siglo XVI va a ser que las armerías tanto gentilicias como institucionales aparecen centrando todo

' Bestard 1999. pp. 191-198. Quiroga 2007. p. 208. Quiroga. Catálogo de Emblemática Urbana en estudio.

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un conjunto ornamental, con adornos muy diversos, guirnaldas de flores, tenantes y soportes, figuras antropomórficas, y decoración característica del renacimiento, cuyo repertorio decorativo afectará directamente a los emblemas heráldicos, ya que las armas aparecen insertadas y en perfecta armonía con la decoración. Todos los escudos de armas de esta época que encontramos en Palma en dinteles de puertas, ventanas o exentos, proceden de uno o de varios talleres que utilizaban las mismas técnicas y repertorios, con diferencias de calidad. Tenemos documentado que los motivos decorativos usados en esta época son de procedencia italiana, que llegaron a Palma desde Italia a través de grabados y estampas traídos por Juan de Salas, que trabajó en Mallorca de 1526 a 1559 en los bajorrelieves del coro de la catedral. Esta obra desapareció tras la intervención de Gaudí (1908). Se le ha atribuido a Juan de Salas directamente la ventana de Can ~ a v e l l a , ~ ~ hoy en casa March (en la calle Palau Reial), aunque son muchas las obras de su taller que con su repertorio icono- gráfico permanecen en nuestras casas. Es el caso de Can Cal.lar, (fig. 5) Can Salas- Major, Can Vivot/Sanjohan, Can Canet, Can Armadans, etc. El bestiario de Juan de Salas incluía salvajes, sirenas, perros, grifos, peces, extraños mamíferos, casi todos con alas, y un gran número y variedad de aves difíciles de clasificar, todos ellos inspirados en fuentes italianas, aunque a medida que avanza el siglo el bestia- rio se va presentando más reducido.ll El significado de estas figuras que vamos a encontrar haciendo de soportes y10 decorando las piezas heráldicas del XVI es muy representativo de la nueva mentalidad renacentista:

Por ejemplo los titanes que aparecen en algunos blasones representan las fuer- zas salvajes e indomables de la naturaleza naciente, estadio anterior y opuesto al hombre vencedor de las tinieblas, y poseedor de principios espirituales y de cultu- ra.12 Son la contraposición del hombre educado en las disciplinas intelectuales y morales. Con este significado los encontramos en la calle Morey, en Can Ordines d 'Almadrd, antigua Can Vivot (fig. 6). l3 Se trata del escudo conyugal de Berenguer de Vivot (11550) y Doña Joana Santjohan, señora de Ariany. El humanismo, con su sentido pragmático, consideró más indicada la vida conyugal en contra de las tesis medievales de priorizar el celibato. Ello tuvo un reflejo inmediato en la decoración escultórica y por supuesto en la heráldica a partir del S. XIV, normalizándose en Mallorca, como veremos más adelante, desde principios del siglo XVI, que las seño- ras acolasen sus armas a las de sus maridos. Otro escudo con estas características, procedente probablemente del mismo taller, lo encontramos en la calle de la Portella (fig. 7). Atendiendo a la leyenda que muy deteriorada e incompleta rodea las armas, pueden interpretarse éstas como las de un jurista, Doctor en Derecho. Contemplamos la posibilidad de que se trate de las armas de Misser Hugo Nét que tenía su casa en esta manzana en 1576 o en una colindante. O más probablemente

'O Quiroga, Catálogo de Emblemática Urbana en estudio, también en Cun Juny. l 1 SebastiániAlonso 1973, p. 20-23. l 2 Cirlot 1969, p. 455. l 3 Cirlot 1969, p. 243. La guirnalda tiene un significado simbólico, todo se encadena en el universo como

en la guirnalda; es el simbolismo de la flor, belleza efímera, dualismo vida-muerte.

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Mossen Galiana también jurista, que dio nombre a la illeta. Los titanes, el castillo y la leyenda nos hacen pensar en esta interpretación porque las armas plasman el triunfo de las disciplinas morales e intelectuales sobre las fuerzas desatadas de la naturaleza. Este escudo no está probablemente en su lugar original ya que la casa actual fue reformada en el XIX con elementos neogóticos en las ventanas y puertas, aunque conserva en su interior y patio una parte de su estructura gótica.

En cuanto a las sirenas-pájaros preceden cronológicamente a las sirenas-peces en los bestiarios: generalmente es un pájaro con cabeza y busto de mujer y cola de sirena. Su arma principal es la voz, el canto, que simboliza las tentaciones. El pája- ro se relaciona generalmente con el alma, pero en este caso simboliza el ánima de alguien que no ha encontrado el camino del cielo desde la tierra y está aislada del resto de los vivos y de los muertos.14 También es símbolo de las tentaciones expues- tas a lo largo del camino de la vida,15 una iconografía muy indicada para las armas del inquisidor Arnau Albertí (1520 a 1527), situadas en la calle de Sant Francesc (fig. 8). Se trata de un edificio muy antiguo que probablemente formaba parte del contiguo, Can Fabregues, con el cual comunicaría a través de este portal. En Can Fabregues se conservaba otro portal de características parecidas y con las armas de otro inquisidor: Hevia de Oviedo (1578-1593). Estas dos casas albergarían al Santo Oficio hasta su traslado al nuevo edificio de la Inquisición, la llamada "Casa Negra" que se levantó en el solar que hoy ocupa la actual Plaza Mayor. Los tritones en la mitología mediterránea son los machos de las sirenas, se presentan como un hom- bre pez con los cabellos y la larga barba de color del mar, con "oüies" detrás de las orejas y la boca y nariz grandes. Son representados como seductores de las mujeres, también como dioses del viento. Se trata sin duda de la versión masculinizada del canto de las sirenas.16 Los encontramos en la fachada de la antigua Can Descós en la calle Morey (fig. 9), familia que se extinguió en el siglo XVII. El edificio fue adquirido por Salvador d'Oleza i Sureda (?1670), cuyas armas también aparecen en el patio, aunque los frisos renacentistas decorados con las armas de Oleza, que siguen las características de los conjuntos ornamentales renacentistas de Juan de Salas, no son originarios de esta casa sino de otra que los Oleza tenían en la calle de la Portella y que vendieron al futuro marqués de la Torre, Don Francisco Truyols i Font de Roqueta, el cual las demolió para construir Ca la Torre en 1696. En la misma época Jaume Ballester d'Oleza i Ballester, hijo de Salvador, realizaba las obras de este patio. En este caso el escudo de la galería del patio sí que correspon- de a finales del siglo XVII. No parece probable, como han querido ver algunos auto- res, que estos frisos renacentistas vengan de la casa que los Oleza tenían en la calle de Sant Pere Nolasc esquina con la calle Zanglada, ya que estas casas fueron demo- lidas después del terremoto de 185 1, y en esta fecha hacía más de un siglo que se habían concluido las obras del patio de Can Oleza de la calle Morey.

'"lébert 1971, p. 376 -377. 'j Cirlot 1969, p. 427. l 6 Clébert 197 1, p. 422.

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El grifo es el soporte por excelencia de los escudos. Se trata de un cuadrúpe- do con los pies y las garras de león, la cabeza y el pico de águila y el cuerpo rojizo con alas. Tiene un origen oriental. En occidente el grifo es el guardián clásico de las urnas funerarias, como lo es también del tesoro hermético. Se halla siempre como vigilante de los caminos de salvación, junto al árbol de la vida u otros símbolos, en actitud siempre vigilante. l7 En heráldica el grifo adquiere personalidad propia y apa- rece acompañando a un número elevadísimo de escudos de armas. Lleva orejas pun- tiagudas y su cola se cuela entre las patas traseras.18 El grifo hace de celoso guar- dián de lo que significan esas armas que es la representación gráfica de un linaje. Lo encontramos, entre otras muchas armas, en la de los Armengol, actualmente en la Calle Rubí (fig. lo), en Can Vida de la calle San Miquel (fig. 11) y en los capiteles y puerta de los estudis de Can Montanyans en la calle de la confraria de Sant Pere: son las armas del magn$c Nicolau de Montanyans i de Berard (1495-1565),19 canó- nigo sacrista de la Seu de Mallorca, hijo del doncel Nicolau de Montanyans (71516) y la noble Beatriu de Berard. Cuando murió, la casa de los Montanyans pasó a la iglesia de Mallorca y se destinó a residencia de canónigos. El escudo con las armas matrimoniales de sus padres es el que encontramos en los capiteles del patio. También resultan interesantísimos un magnífico grifo de los varios que debía haber en la que fue Can Gual de la Portella (fig. 12), y los que sostienen las armas de los Santjohan en la calle Estudio General dentro de una placa con una leyenda que hace alusión a la nobleza de la familia (fig. 13). Los Santjohan vinieron a Mallorca con el Rey para la conquista y desde entonces ocuparon altos cargos civiles y militares. Fueron consejeros del Rey y jurados del reino por el estamento de caballeros a lo largo de todo el siglo XV y principios del XVI, fechas a las que corresponderían estas armas situadas en las que fueran sus casas en la parroquia de la Almudaina. Aunque esta manzana no aparece identificada en el catastro de 1576, es probable que la heredasen de los Nunic, familia con la que emparentaron.

En la 2" mitad del XVI se dejan de copiar las estampas y grabados, y los artis- tas empiezan a introducir sus propios criterios e imaginación, lo que va a suponer una falta de gracia y una mayor torpeza en los trazos. También se simplifica la orna- mentación: las armas ya no centran grandes programas decorativos. Un ejemplo magnífico de este período son los portales de los estudis de Can Thomas del Pedris del Born actualmente situados en las naves laterales de la iglesia de Santa Eulalia. En ellos se ha suprimido parte de la decoración de la puerta apareciendo grandes huecos, y se mantienen los soportes que rodean el escudo de armas, que en este caso ha sido borrado para ser sustituido por el emblema de la santa titular. Abundan las armas en capiteles, dinteles y fachadas con soportes o tenantes de inspiración rena- centista, pero en este caso la iconografía más utilizada son los ángeles y los putti,

l 7 Cirlot 1969, p. 238. l 8 Clébert 1971, p. 200. l 9 Murray Pascua1 1989. p. 261

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que van sustituyendo de forma paulatina a los grifos. El papel protector del ángel lo encontramos ya en las sagradas escrituras. En la Edad Media los ángeles intervie- nen en los peligros, guerras, cruzadas, etc. El ángel en tanto que mensajero siempre es portador de buenas nuevas.20 Como el grifo, el ángel tiene un papel de guardián y protector del linaje y de la casa. En Mallorca son numerosísimas las armas teni- das por ángeles, los escudos de los Berard en Can Fomziguera de Palma son un buen ejemplo (fig. 14). Situados en el primer patio o vestíbulo de lo que fue el patio de una casa anterior, dos ángeles tenantes ataviados con túnicas sostienen el escu- do de armas. El titular de las armas es Pere Lluis de Berard (S. XVI). La calle del conde de Santa M" de Formiguera fue conocida antiguamente como de Pere Lluis de ~ e r a r d ~ l [ ~ Gual]. La actual casa del conde de Santa M" de Formiguera está levantada en el lugar que ocuparían varias casas de los Berard, de las cuales se apro- vecharían algunos espacios y elementos.

En estos momentos y sobre todo en el siglo XVII se produce una prolifera- ción de escudos de armas en todo tipo de soportes, relacionada con los nuevos usos que se le dan a la emblemática y con el ascenso social de numerosos mercaderes y juristas a la ciudadanía militar o a la nobleza.

Los lambrequines sencillos de volutas van a ser la característica fundamental de las armas del XVII. Además de los soportes y tenantes clásicos, proliferan las caras antropomórficas o mascarones. En este caso se trata de un tema ornamental que aparecía ya en la antigüedad greco-romana, en la Edad Media y en los grutes- cos del Renacimiento. En el Barroco, es una cabeza o rostro de personaje en cuyas barbas y cabellos se insertan hojas con cierta metamorfosis mutua. Originariamente era el dios primordial de la naturaleza desatada, del caos pero convertido ahora en un mero elemento d e c ~ r a t i v o . ~ ~ Así los vemos en las magníficas carotas de Can Pavese, entre otros. Como ejemplo del XVII citaremos las armas que aparecen en los capiteles de la casa del Oidor Jaume Joan de Berga asesinado delante de su casa durante las banderías de Canamunt i ~ a n a v a l l , ~ ~ asesinato que dio lugar al conoci- do dicho mallorquín "que som jo de la mort d'en Berga". Otro ejemplo son las armas de Don Nicolas Quint-Burgues i Fuster en la posesión de Santa Eulalia en el término municipal de Palma. Esta posesión pertenecía en el siglo XVI a Don Gregorio Burgues i ~ a r t h o m e u . ~ ~

En el XVIII los emblemas heráldicos adquieren formas pretenciosas y exa- geradas con intención de impresionar. Como consecuencia de esta proliferación y complicación de las armerías encontraremos en el campo del escudo una multipli- cación de cuarteles y creación de armas nuevas de muy variada tipología; en la ornamentación los lambrequines se hacen vegetales con hojas de acanto muy traba- jadas y exageradas. Además se produce la incorporación de collares, insignias de

20 ChevalierIGeerbrant 1988, p. 100. 21 Ciut. Mall. 1957, 111, p. 233. 22 Cirlot 1969, p. 312. 23 Le-senne 198 1, p. 124 y 164. 24 Vida1 / Sánchez 2003, p. 150.

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dignidad, timbres, estandartes, trofeos y cimeras muchas de estas características coincidentes con el período bélico de la Guerra de Sucesión. ~jemplos característi- cos de armas de estos momentos son las de Fr. Don Ramón Despuig i Martínez de Marcilla (1670-1741,) Gran maestre de de la Soberana Orden Militar de San Juan de Malta en 1736 (fig. 15), en su casa de la calle Montenegro. O las de Don Joan Miquel Sureda i de Villalonga en el patio de su casa, Can Vivot, en la calle Zavellh.

Si atendemos a la evolución de los emblemas heráldicos en función de su sig- nificación y10 de las intenciones de uso encontraremos armerías parlantes, alusivas y simbólicas.

Las armerías parlantes resultan muy interesantes por su antigüedad y su amplio desarrollo en Mallorca. Se trata de aquellas armas en que la figura está rela- cionada con el nombre de la persona o linaje. Sería absurdo pretender la existencia de una heráldica mallorquina, pues ésta, como es lógico, no es más que una adapta- ción directa de la catalana del siglo XIII, que al mismo tiempo no es más que una adaptación, junto con la castellana y la gallega, de la occidental europea. No obs- tante, en las islas, igual que en Cataluña, las armas se caracterizan por su sencillez en la composición y abundan las armas parlantes, lo cual no es sinónimo de pobre- za iconográfica sino de antigüedad cuando éstas son anteriores al ~ e n a c i m i e n t o . ~ ~ Sin embargo las ideadas en la Edad Moderna, sí muestran poca imaginación y un ascenso social reciente al brazo noble. Ejemplo de ello son las de los Morrelles, los Barceló o los Moll.

Dentro de este tipo de heráldica podemos distinguir las armas parlantes puras y las compuestas. Son Puras la mayoría de las medievales correspondientes a la vieja aristocracia es decir las anteriores al siglo XVI. Es el caso de Oleza, Cotoner, Desmur, Miró, Desbrull (brulla), Sunyer (sonus = so), Sala, Sureda, Truyols etc. Algunos de estos linajes perviven en la Edad Moderna y conservan por supuesto las mismas armas, mientras que otros las muestran más evolucionadas.

A partir del XVI, y sobre todo del XVII, nuevos linajes procedentes del Brazo Real se incorporan al Brazo Noble y componen sus armas en la tradición parlante. Son los casos de los Ferrandell (fig. 16) cuyas armas, actualmente en la casa de la calle San Jaume, proceden de la casa que tenían en la parroquia de la Almudaina, en plaza de la Almoina, o los Alomar de la Serra de Muro (fig. 17) cuyas armas del XVII se encuentran ubicadas en las casas que compraron en la Alrnudaina a los Sureda de Santmartí. Existen además otro tipo de armas parlantes que pertenecían a personas del Brazo Real, como las del orfebre Oliva actualmente en el Museu de ~ a l l o r c a ~ ~ o del escultor Antoni Verger Bauzá en su retablo de la capilla de Sant

25 Moiitaner 1999, p. 181-182. " Quiroga 2007, p. 234.

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Onofre en Santa ~ u l a l i a . ~ ~ Estas armas, que se usaban por tradición y no habían sido concedidas por ningún rey, se extinguieron a lo largo del XVI.

Las armerías alusivas son aquellas que evocan de una u otra forma un hecho o situación. caso de un pasado glorioso, una función administrativa, una aspiración o una evocación religiosa. Ejemplo muy representativo de este tipo de armerías alu- sivas lo tenemos en la orden religiosa de los Carmelitas (fig. 18), cuyo emblema alu- sivo a la lluvia portadora de agua se encuentra en el patio del archivo del Palacio Episcopal. Los Carmelitas. que pretendían continuar a los ermitaños que rendían culto al profeta Elías, desarrollaron un prototipo de virgen Inmaculada identificán- dola con la nube portadora de agua que, a consecuencia del sacrificio ofrecido por Elías a Yahvé en el Camelo, compareció y solucionó la gran sequía (cf. 1, Reyes 18, 44). También los Agustinos hacen sus armas alusivas cuando representan "la ciudad de Dios" identificándola con la obra cumbre de San Agustín de Hipona o cuando representan el corazón inflamado timbrado con el capelo de obispo.

Por último, las armerías simbólicas son aquellas en las que a través de las figuras del escudo se intentan expresar cualidades o virtudes (valentía, generosidad, paciencia, templanza). Los Garau d'Aixartel1 (fig. 19) son una de las familias que componen sus armas en tradición simbólica. Utilizan la figura del León en el campo de sus armas, símbolo utilizado por San Jerónimo, por su encuentro con el león en el desierto tal y como reza la leyenda. Esta familia tenía gran devoción por este santo, tomando de él su atributo. El león es símbolo de vigilancia y de resurrección, se agazapa a los pies de personas de alto rango, es el rey de los animales; por tanto, animal de los reyes que encarna el poder, la majestad y la justicia. Para los cristia- nos, en el tetramorfos, el león encarna a san Marcos simbolizando la victoria sobre las fuerzas oscuras y la resurrección de la carne,28 el águila a San Juan, el ángel a San Mateo y el toro a San Lucas. En las armas de los Garau d'Aixartel1 dos grifos hacen de soporte y el escudo está centrando una decoración renacentista propia del siglo XVI. El titular es Miquel Garau i Remiro (1531-1607), Doctor en Ambos Derechos en 1548 y Coaseller del Gran i General Consell en 1562 por el estamen- to de Ciudadanos. Don Miquel compró esta casa en 1555, casó con Doña Margalida d'Aixartel1 heredera de los vínculos de su casa, por eso sus descendientes unieron el apellido Aixartell al de Garau. Su hijo Agustín Garau d'Aixartel1 será caballero en 1587 y obtendrá el privilegio de nobleza en 1 6 0 1 . ~ ~ El titular es hermano del muy ilustrado canónigo de la catedral de Palma, Jerónimo Garau i Remiro, a nombre de quien aparece la casa en el catastro de 1576. Y es a las influencias de este canónigo a quien debe la familia la obtención del caballerato y después de la nobleza. También a él le debemos el gran retablo en la capilla de san Jerónimo de la Catedral en la que ya aparece el león como armas s i m b ó ~ i c a s . ~ ~ Miquel Garau continuó la

27 Quiroga 1999, p. 302. 28 Clkbert 1971, p. 237-238. 29 Pascua1 1988, 11, p. 320. Otro hermano era Antonio Garau d'Aixartell casado con doña Francina

Zanglada (t1619), (Oleza 1925, p 63). 30 Quiroga 1999, p. 292.

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línea familiar y colaboró con su hermano el canónigo en la fundación del convento de las monjas de la Consolación que estaba situado en la actual plaza de José M" Quadrado y en donde figuraba su escudo de armas que actualmente, reutilizado con otras armas, se encuentra en el Consulado del ~ a r . ~ l

El uso de las armas combinadas tiene su origen indudablemente en Castilla hacia 1220, fecha en que muchas personas, incluidos los reyes, comenzaron a verse en posesión de dos emblemas, los pertenecientes al linaje paterno y los del linaje materno, y a usarlos conjuntamente; y no se trata sólo de armas territoriales o de pre- tensión, sino en muchos casos de pertenencia a un linaje. El extraordinario desarro- llo de los emblemas heráldicos en Castilla esta íntimamente relacionado con el avan- ce de la reconquista, rompiéndose la relativa uniformidad preexistente en el área ibero-occitana. Estas novedades castellanas serán proyectadas al exterior por los descendientes de Alfonso VI11 (1 158- 12 14).

En la primera mitad del siglo XIV el uso de armas por parte de las damas, aco- ladas o cuarteladas con las del marido estaba en Aragón plenamente arraigada, imponiéndose más tarde para las mujeres casadas en Mallorca, donde el escudo par- tido, con el del marido en primer lugar, se normaliza a principios del siglo XVI tal y como lo observamos en numerosísimas armas de alianza matrimonial en nuestras casas. Así las de Príam de Villalonga y Prudencia Martí, (fig. 20) que originaria- mente estaban en el patio renacentista de su casa, Can Priam, en la calle Fortuny no 4 y que actualmente están reubicados en el patio del Museu de Mallorca. Joan-Príam de Villalonga (S 1 5 3 8 ) ~ ~ a quien en 15 19 el emperador Carlos V concedió el privile- gio de Caballero, casó en 1482 con Prudencia Martí i de Villalonga ( ~ 1 5 4 2 ) ~ ~ . La fecha de 1554 que aparece en la leyenda de los capiteles nos indica la terminación de unas obras realizadas y pagadas con un legado testamentario de este matrimonio a su hijo Gaspar que fue coheredero de los bienes de su padre con su hermano Francisco, repartiéndose las casas que poseían en el Call. Otros ejemplos de este tipo

32 El padre Joan Priam, nos consta documentalmente casó con una Brondo. Sabemos también que Mossen Bautista Brondo tenía su casa en la illeta 50 de la parroquia de Santa Eulalia, y que lindaba con la casa de los Villalonga, de lo que se podría deducir que una hija de M" Bautista Brondo casará con un Villalonga. El hijo de este matrimonio. Priam de Villalonga i Brondo, casará con Prudencia Martí i Rossinyol. No es el único enlace que se conoce de estas dos familias. ya nos consta uno en el S. XV (Le- Senne 1981, árbol genealógico no 4) en cuya época las casas se unirían y sufrirían alguna reforma, aunque la definitiva sería a partir de 1542 fecha en que Gaspar de Villalonga i Martí recibe en herencia la casa del Cull, de su madre como heredera usufructuaria de su padre. y acomete en ese momento las obras de remodelación de las casas, y coloca los capiteles que hacen alusión a sus progenitores. Tanto los Rossinyol, como los Villalonga y los Brondo pertenecían a la misma bandería en las luchas fraticidas del siglo XVI (ACV, leg. 3437; Catastro 1576; Le-Senne 1981, p. 102).

33 A la muerte de Prudencia, le sucedió su hijo Gaspar de Villalonga casado con Margarita Net i Santacília. Su hijo Pere casó con Elisabet de Torrella (de Mometa) y a nombre de su hijo Jaume Joan de Villalonga [i de Torrella] aparece la casa conocida como Can Príam, situada en la calle Fortuny no 4, de la illeta no 50 del catastro de 1576, que desapareció en 1926. Parte del patio y las armas fueron repartidas por las casas que los Villalonga tenían en ese momento: la de los condes de Ayamans y la posesión son Gruci (en Pollensa), donde encontramos un gran dintel con el nombre de PRIAM DE VILLALONGA (ACV, no leg 3437; Catastro 1576).

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de armas son las de Miguel Fuster i Burgues y Dionisia de Pax i Dameto en laposa- da de S'Estorell, (siglo XVI). También resulta muy interesante por la evolución de sus figuras, el escudo de alianza de la calle Caputxinas que corresponde al magnl;fic Gaspar de Serralta y a Doña Margalida de Puigdorfila, casados en 1536 (fig.

En cuanto a la organización en cuarteles, la introducción de dos de ellos, paterno y materno, o de cuatro, con los de los abuelos, es tardía, concretamente con el advenimiento de los Austrias al trono de España con sus vastísimas posesiones, aunque en este caso las armas son territoriales, se extiende la moda de la ampliación de los cuarteladas, contra-cuartelados, mantelados etc. En Mallorca concretamente no llega hasta el XVII y el origen lo tenemos en la presentación de pruebas de noble- za exigidas para entrar en las Órdenes Militares. Es el caso de las armas de D. Joan Bautista Despuig i Despuig Santmartí i de Pax (t1656), caballero de la Orden de Santiago, que estaba en la puerta del claustro del convento de Santa Catalina de Siena, de donde el titular fue fundador, y actualmente ubicada en el convento de San Jerónimo (fig. 22). O las de los capiteles del patio de Can Zavelld con los cuarteles de Sala/Juny/Cotoner/Berga.

Es muy frecuente en Mallorca el uso de escusones que contienen las armas del fideicomiso, institución de Derecho Civil muy importante en Mallorca. En prin- cipio el escusón estaba destinado al fideicomiso principal, pero se dan casos en que aparecen otros fideicomisos secundarios. Un magnífico ejemplo lo tenemos en Ca la Gran Cristiana, antigua Can Ayamans, actual Museu de ~ a l l o r c a . ~ ~ Este escudo ostenta las armas de Don Jaume Ballester de Togores i de Salas, VI1 conde de Ayamans, barón de Lloseta, señor de Biniali, Beniferri i Castell d7Amós. Por razón de los vínculos de que disfrutaba se firmaba: Ballester de Togores Fuster de Santmartí de Térmens i d701eza. Las armas de estos fideicomisos las encontramos en los escusones de su escudo. Esculpido en piedra entre 1741- 1789 y timbrado por una corona (rota durante unas obras de restauración de la fachada). Los lambrequi- nes son vegetales, cuatro estandartes ordenados dos a dos y trofeos en la parte infe- rior (tambores y cañones).

Esta casa, la vieja Can Ayamans es conocida como Ca la Gran Cristiana, apodo con el que se conocía a la decidida partidaria de la causa carlista Doña Catalina Zaforteza i de Togores (1833-1868), esposa de Don Marih de Villalonga i de Togores, nieto del último conde de Ayamuns que la habitó. Otro ejemplo son las armas de Don Tomas Burgues [olim Zaforteza] de Oleza de Verí i Sureda, caballero de Alcántara y el escusón de Burgues, proceden estas armas de Can Zaforteza del Brollador en la calle Concepción (fig. 23).

Otra cuestión a tener en cuenta es la introducción de la cruz de la cofradía de Sant Jordi en el campo de las armas de algunos escudos mallorquines. Esta cofradía aparece a partir de 1460, fecha de su fundación bajo los auspicios del rey Juan 11. A ella podían pertenecer todos los caballeros y ciudadanos seglares o religiosos de

34 Montaner 1988. p. 15. 35 Quiroga 2007. p. 138.

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Mallorca. Las armas más antiguas donde encontramos esta cruz son un sepulcro del siglo XV de titularidad aún desconocida, que se conserva en Can Ribas de y las armas de los Descós de Can Oleza que ya hemos citado.

Durante los siglos XVI y XVII se produce un verdadero alud de nuevos Ciudadanos Militares, principalmente a causa del ingreso en el brazo noble, median- te la concesión de estos títulos a mercaderes que eran, en general, familias de origen modesto enriquecidas sobre todo a través del corso y que habían alcanzado la renta mínima exigible para pertenecer a este estamento. Este hecho va a tener una impor- tante repercusión en el sistema heráldico. Estas familias conformaron la llamada "nueva aristocracia" que imitaba a la "vieja" anterior al siglo XVI. Esto se va a refle- jar en nuestros retablos, claves de capillas, sepulturas, hacheras, pilas bautismales y, por supuesto, también en las fachadas, patios y ventanas de sus casas en Palma. Estos aristócratas "nuevos" estaban colegiados con los "viejos" en la cofradía de Sant Jordi, son por ejemplo los Gacies cuyas armas encontramos hoy en el Museu de ~ a l l o r c a , ~ ~ O las de Pere Joan Belloto i Rius que ya vimos en el llit de mort de la Mare de Deu d'Agost en la capilla de la Mare de Déu de la Corona en la

y también en su casa de la calle de la Pau (fig. 24) actual sede de ARCA. Las armas del ciudadano Francisco Piza i Esteva que encontramos en su casa de la calle del Pas d7en Quint (fig. 25), familia oriunda de Alaró, establecida en Palma en el S. XVI, donde pertenecía al brazo mercantil. Francisco Piza i Esteva fue armado noble, por privilegio concedido por Felipe V en pago a sus servicios en 1739. Su hijo ya sería bautizado en San Nicolás en 1723. Los escudos serían colocados una vez armado caballero en 1739. Estuvo casado Francisco con Dionísia Mesquida i Sastre. Tuvo varios hijos: Dionisia, Leonor Francisca (t1785) casada con Joan Ballester, y Francisco (1723- 1791), que ocuparía a la muerte de su padre la plaza de Regidor Perpetuo ( 1 7 4 8 ) . ~ ~ También del siglo XVII podemos citar las del Doctor en Medicina Francesc Ferragut (fig. 26) que se encuentran en los capiteles de su casa en la calle de la Campana, que pasaría después a la familia Font dels Olors origina- ria de Muro. Las del Ciudadano Militar Juan Mir i Ramis que estaba casado con Mariana Morrelles i Barceló, también de una familia de ricos comerciantes; fue uno de los bienhechores de la iglesia de Santa Creu, costeando su fachada septentrional en 1686, donde aparecen su nombre y sus armas.40 Fue uno de los principales arma- dores corsarios y dado su gran patrimonio ayudó a soportar las guerras exteriores del gobierno por lo que fue ennoblecido en 1631 por Felipe IV. Su hija Onofra Mir i Morrelles casó dos veces con caballeros de importantes familias pero sin patrimo- nio: la primera con don Nicolás de Verí y en segundas nupcias con el doncel Priam de Villalonga. Queda como recuerdo de la riqueza de esta familia la casa conocida

36 En el que curiosamente los capiteles que lo sostienen llevan uno el escudo de los Oleza y otros dos unas armas que podrían ser de los Montaner, Puigdorfila o Despuig.

37 Quiroga 2007, p. 86. 38 Quiroga 1999, p. 282. 39 ANM. p. 234-235. 40 Nicolau 2002, p. 18.

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como Ca dona Mim, en la calle del mismo nombre,41 donde también encontramos varios escudos con las armas de los Villalonga-Mir.

Desde la perspectiva del análisis de la evolución de los linajes es interesante observar las alteraciones que ocurren dentro de las armas de un mismo grupo fami- liar, como en el caso de los Zaforteza que pasan en un momento determinado a usar tres flores de lis o el campo flordelisado en función de la rama a la que pertenecen. También los Sureda con los Sureda de Santmartí, que al tradicional Alcornoque (cat: Surer) suman el Suro (cast: cesta portadora del hurón). Estas armas las podemos ver en su casa de la Rambla, la actual Can ~ i n ó s . ~ ~

En cuanto a los emblemas de personajes del brazo eclesiástico sólo citaremos dos de ellos. Este tipo de heráldica hace su aparición en el siglo XIII, un siglo des- pués que la militar. En 1300 se extiende el uso de timbrar los documentos y se pres- cribe el empleo de escudo no sólo para los arzobispos y obispos, sino también para los abades, priores, catedrales, colegios, monasterios y rectorados. Hasta el adveni- miento de Alejandro V, las armas se usan en las monedas, empleando sólo las llaves y la tiara; será a partir de Juan XXII (1 3 16- 1334) cuando se introduce la labra de los escudos heráldicos pasando las llaves y la tiara a ocupar el timbre del escudo. Martín V (1417-1431) será el primer Papa que bate moneda con su escudo familiar junto con el de los Estados de la Iglesia. El blasón eclesiástico representa a las personas o entidades y los timbres indican el rango o dignidad, estos pueden ser: la tiara, la mitra, el capelo, palios, cruces, báculo, llaves, pabellón o rosarios. Al historiador le proporcionan una información no escrita que complementa el documento heráldico. Un interesante ejemplo del siglo XVI sería el escudo del Obispo Bernat Cotoner de Oleza Santmartí i Campfullós (1613-1684) (fig. 27) hijo de Don Marc Antoni Cotoner i de Santmartí y de la magnífica Sra. Doña Onofra de Oleza i Campfullós, casados en 1597, ambos de familias importantísimas de la nobleza mallorquina. Este matrimonio tuvo nueve hijos, quedando Doña Onofra viuda cuando el mayor conta- ba dieciocho años y con una hacienda poco saneada. A pesar de ello consiguió colo- car a sus hijos en los mejores puestos y las más altas dignidades. Tres varones ingre- saron en la Orden de Malta llegando a alcanzar dos de ellos la más alta dignidad, Fr. Rafael y Fr. Nicolau. Marc Antoni fue inquisidor de Sicilia y Bernat fue rector de Manacor, canónigo de la catedral de Palma en 1644, Arzobispo de Oristano (1664- 1671) y obispo de Mallorca (1671-1684). Durante su episcopado participó en las banderías nobiliarias en las que intervenía su familia lo que le costó la excomunión en 1671." Fue este obispo el encargado del proceso de canonización de la Beata Catalina ~ h o m h s . ~ ~

Para el siglo XVII citaremos a Fr. Benet Panyelles i Escardó (Villafranca del Penedés 1670-Palma 1743), obispo de Mallorca entre 1730 y 1743. A él le debemos

" Montaner 1987. p. 38. " Quiroga. en estudio la evolución de ambos linajes. 43 Montaner 1995. p. 636. " Montaner 2000. p. 129- 130.

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el gran reloj de sol del patio del Palacio Episcopal, patio en el que también aparecen otros blasones suyos. Se trata de unas armas claramente parlantes; cuartela de esta manera: 1 Las cinco espigas de trigo clavadas en un pan, que es Panyelles. 2 La planta de cardo, que es Escardó. 3 La rueda [de plata] cayendo [al mar], del marti- rio de San Feliu. 4 Las tres flores de lis [de plata], ordenadas una a dos.- En la punta, la torre [de plata]. Saliendo [del mar] que son las armas de San Feliu de Guíxols. Timbrado con capelo de obispo de doce borlas. A siniestra el báculo y diestra la tiara. Bajo el capelo una cruz latina trilobulada, lambrequines de volutas y hojas de acanto, muy barrocos rodeados de guirnaldas de frutos y en la parte inferior del escudo de armas una cara de putti. En este gran escudo encontramos un reloj de sol que se inserta dentro de otro escudo cordiforme que tiene en jefe el sol con sus haces luminosos, en el campo la inscripción que hace alusión al autor de la obra. En la bor- dura separada por puntos están las horas. Este reloj está rodeado de lambrequines semejantes al escudo de armas, rematados en la parte inferior con un amorcillo y racimos de frutos. Fr. Benet Panyelles i Escardó, fue de la Orden Benedictina, abad de Sant Feliu de Guíxols (1668 sq), del Monasterio de Montserrat en Madrid (1721- 1727), y luego obispo de Mallorca (1730-1743). Su relación homonímica con el santo titular del retablo es obvia. Significado del reloj de sol junto a las armas del obispo está relacionado con lo efímero, la brevedad de la vida y la necesidad de acercarnos a Dios cuanto antes.

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