edward vernon

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El curioso y decisivo capítulo acaecido en Cartagena de Indias en 1741, silenciado a lo largo del tiempo por los cronistas, se desencadenó por una oreja. Esa oreja perteneciente al corsario Robert Jenkins fue la excusa perfecta para que los ingleses iniciaran un conflicto bélico contra España conocido popularmente como la Guerra de la oreja de Jenkins. Todo comenzó en 1739 cuando un navío español comandado por Julio León Fandiño abordó y capturó un barco corsario frente a las costas de Florida para, seguidamente, cortar la oreja a su capitán; “Ve y dile a tu rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve”. Y es que el tráfico marítimo comercial de aquella época entre América y España se veía constantemente cortado y entorpecido por las acciones y el constante acoso de piratas y corsarios ingleses, que atacaban incluso ciudades y puertos españoles escasamente defendidos. En la cámara de los Lores, Robert Jenkins con su oreja en la mano, denunció el hecho desencadenando un conflicto que suponía una oportunidad inmejorable para arrebatar la supremacía marítima oceánica a los españoles. Inglaterra nombra al marino Edward Vernon comandante de las fuerzas británicas en las Indias Occidentales, quien pone rumbo desde Port Royale (Jamaica) hacia el puerto español de Portobelo situado en Panamá con el objetivo de proceder a su saqueo y destrucción. Portobelo formaba parte de la ruta que periódicamente seguía la Flota de Indias y se encontraba pobremente defendido. El éxito de esta acción fue celebrado y proclamado a los cuatro vientos, y Vernon, entre numerosos homenajes, se convertiría en un héroe nacional en Inglaterra. Incluso el mismísimo Jorge II de Inglaterra asistió a una cena homenaje en honor a Vernon donde se presentó por primera vez el actual himno nacional británico God Save the King (que se transforma en God Save the Queen cuando el trono lo ostenta una mujer). Además dos calles, una en Londres y otra en Dublín pasarían a denominarse Portobello Road. En una carta fechada el 27 de noviembre de 1739 Vernon comunica a Lezo que los prisioneros de Portobelo están recibiendo un excelente trato a pesar de

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ataque del corsario edwar vernon a cartagena

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El curioso y decisivo captulo acaecido enCartagena de Indiasen 1741, silenciado a lo largo del tiempo por los cronistas, se desencaden por una oreja. Esa oreja perteneciente al corsario Robert Jenkins fue la excusa perfecta para que los ingleses iniciaran un conflicto blico contra Espaa conocido popularmente como laGuerra de la oreja de Jenkins.Todo comenz en 1739 cuando un navo espaol comandado por Julio Len Fandio abord y captur un barco corsario frente a las costas de Florida para, seguidamente, cortar la oreja a su capitn; Ve y dile a tu rey que lo mismo le har si a lo mismo se atreve. Y es que el trfico martimo comercial de aquella poca entre Amrica y Espaa se vea constantemente cortado y entorpecido por las acciones y el constante acoso de piratas y corsarios ingleses, que atacaban incluso ciudades y puertos espaoles escasamente defendidos. En la cmara de los Lores, Robert Jenkins con su oreja en la mano, denunci el hecho desencadenando un conflicto que supona una oportunidad inmejorable para arrebatar la supremaca martima ocenica a los espaoles.

Inglaterra nombra al marinoEdward Vernoncomandante de las fuerzas britnicas en las Indias Occidentales, quien pone rumbo desde Port Royale (Jamaica) hacia el puerto espaol de Portobelo situado en Panam con el objetivo de proceder a su saqueo y destruccin. Portobelo formaba parte de la ruta que peridicamente segua la Flota de Indias y se encontraba pobremente defendido. El xito de esta accin fue celebrado y proclamado a los cuatro vientos, y Vernon, entre numerosos homenajes, se convertira en un hroe nacional en Inglaterra. Incluso el mismsimo Jorge II de Inglaterra asisti a una cena homenaje en honor a Vernon donde se present por primera vez el actual himno nacional britnicoGod Save the King(que se transforma enGod Save theQueencuando el trono lo ostenta una mujer). Adems dos calles, una en Londres y otra en Dubln pasaran a denominarsePortobello Road. En una carta fechada el 27 de noviembre de 1739 Vernon comunica a Lezo que los prisioneros de Portobelo estn recibiendo un excelente trato a pesar de no merecerlo. Pocos das despus Lezo enva su respuesta: Puedo asegurarle a Vuestra Excelencia, que si yo me hubiera hallado en Portobelo, se lo habra impedido, y si las cosas hubieran ido a mi satisfaccin, habra ido tambin a buscarlo a cualquier otra parte, persuadindome de que el nimo que falt a los de Portobelo, me hubiera sobrado para contener vuestra cobarda.1741, la mayor de las flotas que viera la historia hasta la lanzada contra las costas de Normanda en 1944, (186 naves, ms de 23.500 hombres, y ms de 2600 piezas de artillera) pona rumbo haca el puerto de espaol de Cartagena de Indias, el ms importante de los puertos del Virreinato de Nueva Granda, bajo el mando de Edward Vernon. Qu otra flota o puerto podra interponerse ante a semejante escuadra? Ante este desalentador panorama Blas de Lezo pasa revista a sus escasas fuerzas en la magnficamente fortificada Cartagena de Indias, comprobando que se reducan a 6 navos de guerra para apoyar a sus defensas, a unos 2500 soldados del ejrcito regular espaol reforzados con unos 600 arqueros indios trados expresamente desde el interior, y a menos de 1000 piezas artilleras. Resultaba, pues, realmente complicado asegurar que Cartagena de Indias continuara siendo espaola en los prximos aos. An as Lezo opta por la resistencia a toda costa. Cartagena de Indias no se iba a rendir.

La formidable escuadra de Vernon ya se encuentra muy prxima a las murallas y fortificaciones defensivas y a su orden se inicia un incesante caoneo que castig con dureza la ciudad. Las defensas apenas podan aguantar la constante lluvia de fuego que sobre ellas caa y que se prolong durante, nada menos que, 67 das. Los contendientes espaoles optan por hundir sus propios navos en la bocana del puerto para obstaculizar el asalto ingls, pero la maniobra finalmente no impedira que la escuadra de Vernon penetrara en la baha. Vernon sintindose claro vencedor, se dispone a enviar un correo a Inglaterra confirmando su victoria, noticia que sera recibida con una euforia an mayor que la vivida tras la destruccin y saqueo de Portobelo. Los defensores espaoles se apresuran para guarnecerse en la fortaleza deSan Felipe de Barajas, el ltimo obstculo que se interpone entre la ciudad de Cartagena de Indias y las fuerzas del almirante Edward Vernon. Ahora San Felipe de Barajas, donde resisten tan solo 600 hombres bajo el mando de Lezo, est en el punto de mira de los caones ingleses.Vernon sin dejar de caonear San Felipe desde sus navos, ordena un desembarco en tierra para atacar la retaguardia de la fortaleza e iniciar el asalto. Pero para lograrlo antes debe atravesar una zona de selva que provocara estragos en los ingleses; centenares de hombres caeran vctima de la malaria. Pese a todo, las tropas de Vernon llegaran a las puertas de San Felipe para iniciar su ataque con la infantera, que ser lanzada a la estrecha rampa que da acceso a la fortaleza. Lezo rpidamente ordena a 300 hombres armados con armas blancas situarse en el estrecho paso para que se emplearan a fondo hasta repeler el ataque. El incidente deja 1500 bajas entre las fuerzas asaltantes. La malaria, las numerosas bajas derivadas del fallido asalto a San Felipe, y la dura resistencia de los defensores pasa factura a la moral inglesa mientras que el nerviosismo se va apoderando de un Vernon que ya haba enviado la noticia de su victoria a Inglaterra. Tras una acalorada reunin con sus oficiales decide construir una serie de escalas que les permitiera superar los altos muros de San Felipe para as sorprender a los defensores de San Felipe la noche del 19 al 20 de abril de 1741.Los casacas rojas junto con los granaderos y un grupo de macheteros jamaicanos avanzan lentamente debido al lastre que supone mover las piezas de artillera y al continuo fuego que cae sobre ellos desde lo alto de la fortaleza, el cual provocara numerosas bajas cuando los ingleses atravesaran una zona descubierta que est justo antes de llegar a los altos muros de San Felipe. Los asaltantes, asombrados, comprueban que sus escalas resultan totalmente intiles, pues un previsor Lezo haba ordenado cavar previamente un profundo foso en torno a los muros que provocaba que las escalas se quedaran cortas. Entre los ingleses, totalmente expuestos al fuego de los defensores, reina la confusin. Las bajas se iban multiplicando hasta que Lezo lanza a sus hombres en una rpida carga bayoneta en mano que resultara en una despavorida y desordenada huida de las tropas inglesas. La masacre entre las filas invasoras dirigidas aquella noche y aquella maana por el general Woork hace que el nuevo da amanezca mostrando un paisaje sembrado de cadveres y heridos en torno a la fortaleza de San Felipe.Edward Vernon ya es consciente de la imposibilidad de tomar San Felipe, y ordena la retirada hacia sus barcos que an permaneceran caoneando las defensas de Cartagena de Indias durante 30 das ms, mostrndose incapaz de aceptar la derrota. La escasez de vveres, las enfermedades y la baja moral trajeron consigo la orden de retirada. Las ltimas naves abandonaron la zona el 20 de mayo, y la situacin era tan crtica que algunos de estos navos tuvieron que ser incendiados por los propios ingleses ante la falta de tripulantes.God damn you, Lezo ! Para venir a Cartagena es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor, porque sta slo ha quedado para conducir carbn de Irlanda a Londres, lo cual les hubiera sido mejor que emprender una conquista que no pueden conseguir.Blas de Lezo.Algunos meses ms tarde Blas de Lezo acabara irnicamente siendo vctima de sus enemigos y morira debido a una enfermedad derivada de los cuerpos ingleses insepultos que los combates haban dejado repartidos por toda la zona. Lamentablemente nadie sabe hoy en da donde fue enterrado.El balance de este episodio es desolador: entre 8.000 y 10.000 muertos y ms de 7.500 heridos entre las filas inglesas, entre ellos lo mejor de la oficialidad imperial britnica. Las bajas entre los espaoles se eleva a 800 muertos y 1.200 heridos. Sin embargo en Inglaterra se estuvo celebrando la victoria hasta que se supo lo que realmente ocurri y el rey Jorge II prohibiera cualquier mencin al captulo acaecido en Cartagena de Indias. An as, y enterado de la muerte de Lezo, Vernon volvi con sus navos a las inmediaciones de Cartagena de Indias pero sin decidirse a atacar. Espaa pudo mantener su hegemona atlntica comercial durante 70 aos ms.Nada menos que 22 batallas y expediciones, decenas de barcos enemigos rendidos, Blas de Lezo, elmediohombreque nunca rehua del combate, jams se arrodill ante nadie.